niciemos en el nombre del padre y #e c j n asa on …...niciemos en el nombre del padre y del hijo y...
TRANSCRIPT
Iniciemos en el nombre del Padre yIniciemos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, amén.del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
A la Palabra le digo: A la Palabra le digo:
Te presento mi vida para ser ins-trumento de tu amor. Acoge mi ser para servir a quien sufre o se siente desanimado y solo en el camino. Que me pueda conmover como tú, Señor, para estar aten-to a la realidad de mi hermano.
La Palabra dice: La Palabra dice:
En aquel tiempo, llevaron ante En aquel tiempo, llevaron ante
Jesús a un hombre mudo, que Jesús a un hombre mudo, que
estaba poseído por el demonio. estaba poseído por el demonio.
Jesús expulsó al demonio y el Jesús expulsó al demonio y el
mudo habló…mudo habló…
Jesús recorría todas las ciudades Jesús recorría todas las ciudades
y los pueblos, enseñando en las y los pueblos, enseñando en las
sinagogas, predicando el Evan-sinagogas, predicando el Evan-
gelio del Reino y curando toda gelio del Reino y curando toda
enfermedad y dolencia. Al ver a enfermedad y dolencia. Al ver a
las multitudes, se compadecía las multitudes, se compadecía
de ellas, porque estaban exte-de ellas, porque estaban exte-
nuadas y desamparadas, como nuadas y desamparadas, como
ovejas sin pastor. Entonces dijo ovejas sin pastor. Entonces dijo
a sus discípulos: “La cosecha es a sus discípulos: “La cosecha es
abundante, pero los trabajado-abundante, pero los trabajado-
res son pocos. Por eso, rueguen res son pocos. Por eso, rueguen
al Dueño de la cosecha que al Dueño de la cosecha que
envíe trabajadores a recogerla”envíe trabajadores a recogerla”
(Mt 9, 32(Mt 9, 32--38)38)
#ENCASACONJESÚS
PastoralPastoral EducativaEducativa
La Palabra me dice: La Palabra me dice: Jesús se conmueve por la
realidad y el sufrimiento que
viven las personas. Hace pre-
sente el reinado de Dios en
quienes tienen enfermedades
y dolencias. Ante esta reali-
dad pide al dueño de la cose-
cha que envíe hombres y mu-
jeres que se comprometan en
el proyecto del Padre. Hoy
también encontramos personas
que sufren física y espiritual-
mente. Ellos también nos in-
terpelan, así como a Jesús lo
conmovieron.
¿Puedo detenerme con quie-
nes comparto la vida en el día
a día, escuchar sus necesidades
y animarlos en su caminar?
Ahora, pidamos al Padre, Dueño de la cosecha, que conceda desde nuestras familias vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada especialmente voca-ciones vicentinas; Inspira y conmueve, Señor, a hombres y mujeres para que sirvan generosamente a Dios y a los hermanos, Por eso, recitemos todos el Padre Nuestro: Padre nuestro, que estás en el cielo... Terminemos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, amén.