nicholas sparks
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Elregreso
NicholasSparks
TraduccióndeAnaDuque
ELREGRESONicholasSparks
MÁSDETREINTAMILLONESDEEJEMPLARESVENDIDOSENTODOELMUNDO.MÁSDEUNMILLÓNDEEJEMPLARESVENDIDOSENESPAÑOL.
VUELVENICHOLASSPARKS,ELACLAMADOAUTORDEELCUADERNODENOAH
TrevorBensonnoteníaintencionesdevolveraNewBern,CarolinadelNorte.PerounaterribleexplosiónalasafuerasdelhospitalenelquetrabajabacomocirujanoleobligaavolveracasadesdeAfganistáncongravesheridas.Ladestartaladacabañaquehabíaheredadodesuabuelopareceellugaridealpararecuperarse.
Trevor, que cuida las amadas colmenas de abejas de su abuelo, no está preparado para enamorarse dealguien del pueblo. Sin embargo, desde su primer encuentro, Trevor siente una conexión especial que nopuedeignorarconNatalieMasterson,laayudantedelsheriff.Peroinclusocuandoellaparecíacorresponderasus sentimientos, Natalie permanece muy distante, haciendo que Trevor se cuestione qué podría estarescondiendo.
Paracomplicaraúnmás lascosasenNewBern,deprontoapareceCallie,unaadolescentequeviveenunaparcamientodecaravanas.AlsaberqueCallieconocíaasuabuelo,Trevoresperaesclarecerlasmisteriosascircunstancias de sumuerte, pero Callie ofrecemuy pocas pistas, hasta que una crisis desencadena unacarrera que descubrirá la verdadera naturaleza de su pasado, un pasadomuchomás entrelazado con lamuertedelancianodeloqueTrevorpodríahaberimaginado.
Ensubúsquedapordesentrañar lossecretosdeNatalieyCallie,Trevoraprenderáelverdaderosignificadodelamorydelperdón…yque,enlavida,paraseguiradelante,amenudodebemosregresarallugardondetodocomenzó.
ACERCADELAUTOR
NicholasSparks nacióenEstadosUnidosen laNocheviejade1965.Suprimeréxito fueElcuadernodeNoah,alquesiguióMensajeenunabotella.Losdoshansidollevadosalcine,aligualqueotrosdesuséxitoscomoNochesdetormenta,QueridoJohnyLaúltimacanción.
Esautordemásde20novelasquehansidotraducidasamásde50idiomasypublicadasen25países.
ACERCADELAOBRA
«Profundamente conmovedora. Sparks nos recuerda que todos somos humanos. Una novela que teenamorarádesdelasprimeraspáginas.»POPSUGAR
«Unapreciosahistoriadesecretos,seducciónysobreelperdónquetodosquerránleermásdeunavez.»CNNUnderscored
«LosfansdeSparksdevoraránestanovelaynuevoslectoresquenoconozcansusnovelasseengancharánelfenómenoNicholasSparks.»NorthernVirginiaMagazine
Índice
Prólogo123456789101112131415161718192021EpílogoAgradecimientos
ParalafamiliaVanWie:
Jeff,Torri,Anna,AudreyyAva
PRÓLOGO
2019
aiglesiasepareceaunaermitadelosAlpes,delasquepuedenencontrarseenlasmontañasalasafuerasdeSalzburgo,y
en su interior, el aire fresco parece darnos la bienvenida.En agosto la temperatura es sofocante en el sur, y el traje y la
corbataque llevohacenque resulte aúnmás agobiante.Enmi vidadiarianormalmenteno llevo traje. Son incómodos, y
comomédicomehedadocuentadequemispacientesreaccionanmejorcuandomepongoropamásinformal,igualquela
queellosmismossuelenllevar.
Estoyaquíparaasistiraunaboda.Conozcoalanoviadesdehacemásdecincoaños,aunquenoestoysegurodequeme
considereunamigo.ApesardequeseguimosencontactoregularmentedurantemásdeunañotrassumarchadeNewBern,
nuestrarelacióndesdeentoncessehalimitadoaunpardemensajesdetextodevezencuando,enocasionesenviadospor
ella,avecespormí.Sinembargo,compartimosunvínculoinnegable,quetienesuorigenenacontecimientossucedidoshace
años.Avecesmeresultadifícilrecordarelhombrequeyoeracuandonuestroscaminossecruzaronporprimeravez,pero
¿acasonoes esoalgonormal?Lavidanosofrece continuamenteoportunidadesde cambiardedirección, y en elproceso
crecemosycambiamos;cuandomiramosporelespejoretrovisor,vislumbramosretazosdenuestroyoanteriorqueavecesse
nosantojanirreconocibles.
Algunascosasnohancambiado(minombre,porejemplo),peroahoratengotreintaysieteaños,ymeencuentroenlas
primeras fases de una nueva carrera, que nunca habría imaginado en las primeras tres décadas de mi vida. Antes me
encantabaelpiano,ahorayanuncalotoco;aunquecrecíenelsenodeunafamiliacariñosa,hapasadomuchotiempodesde
queviporúltimavezaalgunodesusmiembros,apesardequepuedojustificarlo,comoexplicarémásadelante.
Hoy simplemente estoy contento de estar aquí y de haber podido llegar a tiempo.Mi vuelo desde Baltimore llevaba
retrasoyhabíamuchacolapararecogerelcochedealquiler.Aunquenosoyelúltimoenllegar, laiglesiaestáamásdela
mitadde su capacidadyheencontradounsitioen la tercera fila empezandoporel fondo, enelquehe tratadode tomar
asientosinllamarlaatención.Losbancospordelantedelmíoestánllenosdemujeresquellevanesaclasedesombrerostan
típicosenelderbideKentucky,extravagantesconfeccionesdelazosyfloresqueharíanlasdeliciasdeunacabra.Lavisión
mehacesonreír,esunrecordatoriodequeenelsursiemprehayalgunaocasiónenlaqueesposibleadentrarseenunmundo
queparecenoexistirenningunaotraparte.
Mientras sigomirando ami alrededor, la visión de las floresme hace pensar en las abejas. Desde que tengo uso de
memoria las abejas han formado parte de mi vida. Son unas criaturas extraordinarias y maravillosas, infinitamente
interesantes.Actualmentemeocupodemásdeunadocenadecolmenas(esmuchomenostrabajodeloquesepodríacreer),
yhe llegadoapensarque lasabejasmecuidanamí,al igualqueatodos losdemássereshumanos.Sinellas lavidasería
prácticamenteimposible,yaquegranpartedeltotaldenuestrosuministrodealimentosdependedesuactividad.
Hayalgoextremadamentemaravillosoenese concepto:que lavida tal como la conocemospuede reducirseaalgo tan
simplecomounaabejayendodeunaplantaaotra.Mehacepensarquemihobbyatiempoparcialesimportanteenelgran
esquemadelascosasy,además,tenerquehacermecargodelosenjambresmetrajohastaaquí,hastaestaiglesiadepueblo,
lejos de los paisajes típicos de casa. Por supuesto,mi historia (como cualquier otra buena historia) es también la de los
acontecimientosycircunstanciasdeotraspersonas,incluidosunpardeviejosalosquelesgustasentarseenunamecedora
frenteaunavieja tiendaenCarolinadelNorte.Lomás importanteesquesetratade lahistoriadedosmujeresdistintas,
aunqueunadeellas,enrealidad,soloeraunaniñaenaquellaépoca.
Soy el primero en reconocer que cuando otros cuentan su historia, suelen enmarcarla para que ellos sean la estrella.
Probablemente caiga en lamisma trampa, perome gustaría advertir que lamayoría de los sucesos siguenpareciéndome
accidentales,porloquealolargodemirelatocaberecordarqueenabsolutomeconsideroamímismocomounhéroe.
Encuantoalfinaldelahistoria,supongoqueestabodaesunaespeciedeconclusión.Hacecincoañoshabríaestadoen
un apuro a la hora de determinar si estas vidas entrelazadas tendrían un final feliz, trágico o amargo. ¿Y ahora?
Francamente,estoyaúnmenosseguro,yaquehellegadoaquípreguntándomesiestahistoriapodríacontinuar,dealguna
formatortuosa,exactamentedondesequedó.
Paraentenderaquémerefiero,esnecesarioviajaratráseneltiempo,revisitarunmundoque,apesardetodolosucedido
enlosañostranscurridos,siguepareciendolosuficientementecercanocomoparaaccederfísicamenteaél.
1
2014
aprimeravezqueadvertílapresenciadeaquellachicaquepasabapordelantedemicasafueeldíadespuésdemudarme.
Duranteelsiguientemesymediolavicaminandomientrasarrastrabalospiesunascuantasvecesporsemana,conlacabeza
gachaylaespaldaencorvada.Durantemuchotiemponingunodelosdossaludóalotro.
Meparecióquetodavíaeraunaadolescente;habíaalgoensuformadeactuarquemehacíapensarqueestabasufriendo
elpesodeunabajaautoestimaydesuenfadocontraelmundo,peroalostreintaydosañoshabíaalcanzadounaedadenla
quemeresultabacasiimposiblediscernirlo.Apartedesulargamelenacastañaydesusojosuntantoseparados,loúnicoque
sabíadeellaeraquevivíaenelparquedecaravanassituadocallearriba,yquelegustabacaminar.Otalveznotuvieramás
remedioquecaminarporquenoteníacoche.
El cielode abril estabadespejado, la temperatura rondaba los veinte grados y labrisa era la justapara transportar el
aroma perfumado de las flores. Los cerezos silvestres y las azaleas del patio habían florecido casi de un día para otro,
flanqueandolacarreteradegravaqueserpenteabaalpasarporlacasademiabuelo,situadajustoalasafuerasdeNewBern,
CarolinadelNorte,yqueacababadeheredar.
Yyo,TrevorBenson,médicoconvalecienteyveteranodiscapacitadodeprofesión,sacudíalasbolasdenaftalinadeuna
cajajuntoalporchedelantero,lamentándomedequenofueraasícomohabíapensadopasarlamañana.Elproblemaconlas
tareasdelacasaeraquenuncasabíaacienciaciertacuándoibaaacabar,puestoquesiemprehabíaalgomásquehacer…o
talvezinclusolaincertidumbredequevalieralapenaarreglarlaantiguapropiedad.
Lacasa(utilizoestetérminoenelsentidoampliodelapalabra)noeragrancosaporsuaparienciaexterna,yelpasodel
tiempo le había pasado factura. Mi abuelo la había construido él mismo tras regresar de la Segunda Guerra Mundial y,
aunquesabíaconstruiraconciencia,noteníademasiadotalentoencuestionesdediseño.Setratabadeunrectángulocon
sendosporchesenlapartedelanteraytrasera,dosdormitorios,unacocina,unsalónydosbaños;elrevestimientodecedro
sehabíavueltodescoloridoconlosañoshastaadquiriruntonogrisplateado,aimitacióndelcabellodemiabuelo.Eltejado
estabaparcheado,elairesecolabaporlasventanas,yelsuelodelacocinaestabataninclinadoquesisederramabaalgún
líquido se formaba un riachuelo que fluía hasta la puerta que conducía al porche trasero. Me gustaba pensar que eso
facilitabalalimpiezaamiabuelo,queviviósolodurantelosúltimostreintaañosdesuvida.
La propiedad, con todo, era especial. Con algo más de veinticuatro mil metros cuadrados, un granero envejecido y
ligeramenteinclinado,yuncobertizoenelquemiabueloproducíasumiel,aparecíasalpicadadecasicadaplantaconflores
conocida por la humanidad, incluidas las flores silvestres y los tréboles. Desde ese momento hasta el final del verano, la
propiedadparecíauncastillodefuegosartificialesarasdesuelo.SeencontrabaademássituadaaorillasdelBricesCreek,
dondeunaguaoscuraysalobrefluíatanlentamentequeconfrecuenciareflejabaelcielocomounespejo.Lapuestadesol
convertía el cauce del río en una cacofonía de tonos borgoña, rojos, naranjas y amarillos, mientras los rayos que se
difuminabanlentamenteparecíanperforarlacortinademusgoquedecorabalasramasdelosárboles.
Alasabejaslesencantabaeselugar;eraalgoquesehabíapropuestomiabuelo,puestoqueestoybastantesegurodeque
le gustaban más las abejas que las personas. Había unos veinte enjambres en toda la propiedad; mi abuelo había sido
apicultoramediajornadatodasuvida,yconfrecuenciamesorprendíaquelascolmenasestuvieranenmejorescondiciones
quelacasaoelgranero.Desdequelleguéaquíheechadounvistazodesdeciertadistanciaenunpardeocasiones,yaunque
todavíaerademasiadoprontoparalatemporada,pudecomprobarquelascoloniasparecenestarsanas.
La cantidad de abejas parecía estar aumentando rápidamente, como era habitual en primavera (podía escucharse el
zumbidosiseprestabaatención),ylasdejétranquilas,paradedicarlamayoríademitiempoahacerquelacasavolvieraa
estarhabitable.Limpiélosarmariosdelacocina,apartéunoscuantostarrosdemielquequeríaconservarymedeshicedel
resto:una cajadegalletas rancias,botes casi vacíosdemantequillade cacahuete ymermelada, yunabolsademanzanas
secas. Los cajones estaban llenos a rebosar de cupones caducados de porquerías, velas ya usadas, imanes y bolis que no
funcionaban,queacabaronenlabasura.Elfrigoríficoestabaprácticamentevacíoy,curiosamente,bastantelimpio,sinlos
oloresdesagradablesnilosrestosmohososdecomidaqueesperabaencontrar.Tiréunatoneladadebasura(lamayorparte
delmobiliarioteníamásdemediosiglodeantigüedad,ymiabuelosufríaunpequeñoproblemadeacumulación).Después
contratéavariosespecialistasparahacereltrabajomásdifícil:unconstructorparadiseñarunareformacosméticadeunode
losbaños;unfontaneroparaarreglarlafugadelgrifodelacocina;hicelijarybarnizarelsuelo,asícomopintarelinterior;y,
porúltimo,aunquenomenosimportante,sustituílapuertatrasera.Estabaagrietadacercadelquicioyhabíasidoreparada
conuntablón.Trascontratarunequipodelimpiezaquelodejótodoimpolutodearribaabajo,organicéelserviciodewifi
paramiportátilyelegíalgunosmueblesparaelsalónyeldormitorio,asícomountelevisornuevoparaelsalón.Eloriginal
teníaantenascomoorejasdeconejoyeltamañodeuncofredeltesoro.ElproyectodecaridadGoodwilldeclinóladonación
de losmueblesusadosdemi abuelo, apesardeque argumentéquepodían ser considerados antigüedades, demodoque
acabaronenelvertedero.
Contodo,losporchesestabanrelativamenteenbuenestado,ymepasabacasitodaslasmañanasylastardesallí.Razón
porlacualheempezadoconlasbolasdenaftalina.Laprimaveraenelsurnosoloconsisteenflores,abejasybonitaspuestas
desol,sobretodosiunovivealladodeunarroyoenunlugaraparentementesalvaje.Dadoquehabíahechomáscalordelo
normalúltimamente,lasserpienteshabíanempezadoadespertardesuhibernación.Avistéunadegrantamañoenelporche
traserocuandodeambulabaporélesamañanaconmitazadecafé.Trassufrirunsustodemuerteyderramarlamitaddel
cafésobremicamisa,volvíarefugiarmerápidamenteenelinteriordelacasa.
No tenía ni la menor idea de si se trataba de una serpiente venenosa, ni de qué especie era. No soy un experto en
serpientes.Peroadiferenciadeotraspersonas(miabuelo,porejemplo), tampocoqueríamatarla.Solodeseabaquenose
acercaraamicasayquevivieraunpoquitomásallá.Séquelasserpienteshacencosasútiles,comomataralosratonesque
podía escuchar correteando por las paredes de noche. Ese ruido me acongojaba; aunque pasaba todos los veranos aquí
cuandoeraniño,noestoyacostumbradoalavidaenelcampo.Siempremeheconsideradomásbieneltipodepersonaque
viveenunbloquedeapartamentos.Yasíerahastajustoantesdelaexplosiónquehizosaltarporlosairesnosolotodomi
mundo,sinotambiénamímismo.Esaeralarazónporlaqueestabaconvaleciente,peroyahablarésobreesomásadelante.
De momento seguiré hablando de la serpiente. Tras cambiarme la camisa, recordé vagamente que mi abuelo usaba
naftalina para mantener a raya a las serpientes. Estaba convencido de que esas bolas de alcanfor contaban con poderes
mágicospararepelertodotipodecosas(murciélagos,ratones,insectosyserpientes)ylascomprabaporcajas.Habíavisto
muchas en el granero y, suponiendo que mi abuelo algo debía saber, me hice con una caja y empecé a esparcir
generosamentesucontenidoalrededordetodalacasa,primeroenlapartedeatrásyportodoslosflancosy,porúltimo,enla
partedelantera.
Fue entonces cuando volví a espiar a la chica que caminaba por la carretera que pasaba al lado de la casa. Llevaba
pantalonesvaquerosyunacamiseta,ycuandoalcélavistadebiódenotarquelaobservaba,puestoquemiróenmidirección.
Nosonriónisaludó;enlugardeeso,agachólacabezacomosiesperaraevitardeesemodoreconocerquehabíaadvertidomi
presencia.
Encogiéndome de hombros retomé el trabajo, como si esparcir bolas de alcanfor pudiera recibir realmente semejante
denominación.Sinembargo,por larazónque fuera,mesorprendípensandoenelparquedecaravanasenelque la joven
vivía.Seencontrabaalfinaldelacarretera,aunkilómetroymediodedistancia.Habíacaminadohastaallímovidoporla
curiosidad,pocodespuésdehaberllegado.Habíasurgidoeneltiempotranscurridodesdemiúltimavisita,ysupongoque
deseabasaberquiéneseranmisvecinos.Loprimeroquesemeocurrióalverlofuequelapropiedaddemiabueloparecía,en
comparación,elTajMahal.Dabalaimpresióndequelasseisosieteviejasydecrépitascaravanashubierancaídodesdeel
cieloalazarsobreeldescampado;enlaesquinamásalejadaseencontrabanlosrestosdeotroremolqueincendiado,delque
solo quedaba un cascarón negro, parcialmente fundido, que no había sido retirado del lugar. Entre las caravanas había
tendederosdispuestosentrepostesinclinados.Escuálidasgallinaspicoteabanenunacarreradeobstáculosllenadecoches
sinneumáticossostenidosporbloquesyelectrodomésticosoxidados,esquivandoúnicamentealferozpitbullencadenadoa
unviejoparachoques.Elperro teníaunosdientes enormesy ladrabacon tal enconoantemipresenciaquede sus fauces
espumosassalíanbabasdespedidas.Recuerdoquepensé:«Nopareceunperritoagradable».Unapartedemísepreguntaba
porquéalguienquerríavivirenunlugarasí,aunqueenrealidadconocíalarespuesta.Deregresoacasasentílástimaporlos
inquilinosymereprendíamímismoporsertanesnob,yaquesabíaqueteníamássuertequelamayoríadelagente,porlo
menosencuantoaldinero.
—¿Vivesaquí?—preguntóunavoz.
Alcélavistayvialachica.Habíavueltosobresuspasosyseencontrabaapocosmetrosdemí,guardandolasdistancias,
perolosuficientementecercacomoparaquepudieraadvertirunascuantaspecasdiseminadasporsusmejillas,tanpálidas
quelapielparecíacasitraslúcida.Percibíunpardemoratonesensusbrazos,comosisehubiesetropezadoconalgo.Noera
especialmenteguapa,yparecíaquehubieraalgoinacabadoenella,loquemehizopensardenuevoqueeraunaadolescente.
Sumiradarecelosaparecíaindicarqueestabapreparadaparacorrersihacíaelmenormovimientohaciaella.
—Ahorasí—dijeconunasonrisa—.Peronosécuántotiempomequedaré.
—Elviejomurió.Elquesolíaviviraquí.SellamabaCarl.
—Losé.Eramiabuelo.
—Ah.—Semetiólamanoenelbolsillodeatrásdelpantalón—.Medabamiel.
—Esoparecetípicodeél.—Noestabasegurodequefueraasí,peromeparecióqueeralomejorquepodíadecir.
—SolíacomerenelTradingPost—comentó—.Siempreeraamable.
ElTradingPostdeSlowJimeraunadeesastiendasdestartaladastanhabitualesenelsurquellevanfuncionandodesde
antesdequeyonaciera.Miabuelosolíallevarmeallícuandoveníadevisita.Eradeltamañodeungarajeparatrescoches
conunporchecubiertoenlapartedelantera,yvendíadetodo,desdegasalecheyhuevos,equiposdepesca,cebosvivosy
piezasderecambiodecoches.Habíaantiguossurtidoresdegasolinaalfrente(noseaceptabanpagosacréditooadébito),y
unaparrillaparaservircomidacaliente.Recuerdohaberencontradoenunaocasiónunabolsadesoldaditosdeplásticode
jugueteencajadaentreunabolsadenubesdeazúcaryunacajadeanzuelosparapescar.Losproductosestabandispuestos
sintonnisonenlasestanteríasyparedesy,sinembargo,siemprepenséqueeraunadelasmejorestiendasdelmundo.
—¿Trabajasallí?
Asintióantesdeseñalarlacajaquellevabaenmimano.
—¿Porquéponesbolasdenaftalinaalrededordelacasa?
Mequedémirandofijamentelacaja,ymedicuentadequemehabíaolvidadodeella.
—Habíaunaserpienteenelporcheestamañana.Oíquelasbolasdenaftalinalasahuyentan.
Apretóloslabiosydiounpasoatrás.
—Vale,soloqueríasabersiahoravivesaquí.
—SoyTrevorBenson,porcierto.
Aloírminombre,memirófijamente,mientrashacíaacopiodecorajeparapreguntarloqueeraobvio.
—¿Quélepasóatucara?
Sabíaquesereferíaalafinacicatrizqueibadelnacimientodelpelohastalamandíbula,locualreforzólasensaciónde
queeramuyjoven.Losadultosnosolíansacareltema.Enlugardeeso,fingíannohabersedadocuenta.
—UnagranadademorteroenAfganistán.Haceunosaños.
—Oh.—Sefrotólanarizconeldorsodelamano—.¿Tedolió?
—Sí.
—Oh—volvióaexclamar—.Creoquemetengoqueir.
—Deacuerdo—respondí.
Inicióelcaminoderegresohacialacarreteray,depronto,volvióagirarsehaciamí.
—Nofuncionará—dijogritando.
—¿Elqué?
—Lasbolasdenaftalina.Lasserpientesnolesdanlametones.
—¿Estássegura?
—Todoelmundolosabe.
«Díseloamiabuelo»,pensé.
—¿Quépuedohacer,entonces,sinoquieroserpientesenelporche?
Parecióreflexionarunpocolarespuesta.
—Talvezdeberíasvivirenunlugardondenohayaserpientes.
Me reí.Erauna chica rara, eso seguro,peromedi cuentadeque era laprimeravezqueme reíadesdequemehabía
mudado,quizásmiprimerarisaenmeses.
—Encantadadeconocerte.
Vicómosealejaba,ymesorprendióalhacerunalentacabriola.
—SoyCallie—exclamó.
—Encantadodeconocerte,Callie.
Cuando por fin desapareció de mi vista tras las azaleas, me debatí entre seguir esparciendo las bolas de naftalina o
dejarlo.Nopodíasabersilachicateníaonorazón,pero,alfinal,decidíparar.Teníaganasdetomarunalimonadasentado
en el porche trasero para relajarme, aunque solo fuera porque mi psiquiatra me recomendó que aprovechara mientras
todavíadisponíadeltiempoparahacerlo.
Dijoquemeayudaríaaahuyentar«laoscuridad».
Mipsiquiatraavecesusabaunlenguajefloridoydecíacosascomo«laoscuridad»paradescribireltrastornoporestrés
postraumático. Cuando le pregunté por qué, me explicó que cada paciente era diferente, y que parte de su trabajo era
encontrarlaspalabrasjustasquereflejaranelestadodeánimoylossentimientosdelpacienteencuestión,detalformaque
le ayudaran a recorrer el lento camino hacia la recuperación. En su trabajo conmigo se refería a mi trastorno por estrés
postraumáticocomo«confusión»,«problemas»,«lucha»,«efectomariposa»,«desarregloemocional»,«hipersensibilidad»
y,por supuesto,«laoscuridad».Esasdenominacioneshacíanquenuestras sesiones siguieran siendo interesantes, ydebo
admitirqueeltérmino«oscuridad»eraunadescripcióntanbuenacomocualquieraotradecómomesentía.Durantemucho
tiempo después de la explosión mi estado de ánimo era oscuro, tan oscuro como el cielo nocturno sin estrellas ni luna,
aunque no fuera plenamente consciente de por qué. Con anterioridad había rechazado tercamente la posibilidad de un
trastornoporestréspostraumático,peroesnecesariotenerencuentaquesiemprehabíasidomuytestarudo.
Con toda franqueza,mi ira, ladepresiónyel insomnio teníanperfecto sentidoenesaépoca.Cuandomemirabaenel
espejorecordabaloquehabíasucedidoenelaeródromodeKandaharel9deseptiembrede2011,cuandounmisildirigidoal
hospitalenelqueestabatrabajando impactócercade laentrada,pocossegundosdespuésdequesalieradeledificio.Hay
cierta ironía en la elección de mis palabras, puesto que mirarme en el espejo ya no es lo que era. Perdí la visión del ojo
derecho,porloquenopuedopercibirlaprofundidad.Observarmireflejosemeantoja,enciertomodo,comosiestuviera
mirandounsalvapantallasdelosdeantes,conpecesnadando,casireal,peronodeltodo,yaunquefueracapazdepasareso
poralto,misotrasheridassontanobviascomounabanderasolitariaplantadaenlacimadelEverest.Yahemencionadola
cicatrizdemicara,pero lametrallamedejóel torsoacribilladodecráteres, comoen la luna.Perdíeldedomeñiqueyel
anulardemimanoizquierda,locualesespecialmentedesafortunado,yaquesoyzurdo,ytambiénlaorejaizquierda.Aunque
parezcaincreíble,esaeslaheridaquemásmeafectabaencuantoamiaspecto.Unacabezahumananoparecenormalsin
unaoreja.Ahoradalasensacióndequeestoyextrañamentetorcido,yhastaelmomentodelapérdidanuncahabíaapreciado
realmenteesaoreja.Enlasrarasocasionesenlasquepensabaenellas,siempreeradentrodelcontextodelaaudición.Pero
cualquierapodríaentenderporquésentítanintensamenteaquellapérdidasiintentaraponerseunasgafasdesolenunasola
oreja.Ytodavíanohemencionadolaslesionesmedulares,debidoalascualestuvequeaprenderacaminardenuevo;olos
martilleantesdoloresdecabeza,queseprolongarondurantemeses.Todoesomedejóhechoundespojohumano.Perolos
excelentesdoctoresdeWalterReedmerecompusieron.Bueno,almenosengranparte.Tanprontocomopudeponermeen
pie,miscuidadospasaronalatutelademiantiguauniversidadyalmamáter,laJohnsHopkins,dondesellevaronacabolas
operacionescosméticas.Ahoratengounaorejaprotésica,tanbienhechaqueapenasseapreciaqueesfalsa,ymiojoparece
normal, aunqueseacompletamente inútil.Nopudieronhacergrancosa respectoamisdedos (acabaronsiendoabonoen
Afganistán),perouncirujanoplástico fue capazde reducir el tamañodemi cicatriz facialhasta convertirla enuna finay
blancalínea.Todavíasenota,peronotantocomoparaquelosniñospequeñossalgangritandoalverme.Megustadecirmea
mí mismo que me da carácter, que tras la superficie afable y cortés existe un hombre intenso y valiente que ha
experimentadopeligrosrealesyhasobrevivido.Oalgoparecido.
Sin embargo, además de mi cuerpo, toda mi vida quedó destruida, incluida mi carrera. No sabía qué hacer conmigo
mismo,conmifuturo;nosabíacómogestionarlosrecuerdos,nielinsomnio,nilairadegatillosensible,nicualquieradelos
demásdesquiciantessíntomasasociadosconmitrastorno.Lascosasfuerondemalenpeorhastaquetoquéfondo(durante
unaborracheradecuatrodías, tras laquemedesperté cubiertodevómito), y finalmentemedi cuentadequenecesitaba
ayuda.Encontréunpsiquiatra llamadoEricBowen, expertoen terapias conductuales cognitivasydialécticas.Enesencia,
ambas terapias se centran en el comportamiento como un modo de ayudar a controlar o gestionar lo que se piensa o se
siente.Siunosesientesobrecargado,hayqueobligarseacaminarderecho;encasodeestarabrumadoantelaperspectivade
unatareacompleja,hayqueintentaraliviaresasensacióncontareassimplesdecosasquesísepuedenhacer,comoempezar
conunprimerpasofácily,unavezhecho,hacerlasiguientecosasimple.
Cuestamuchomodificarlaconducta(ademásdeotrosaspectosrelacionadosconestasterapias),sinembargo,deforma
lentaperosegura,empecéavolveraorganizarmivida.Entonces llegaron las ideassobreel futuro.EldoctorBowenyyo
hablamos sobre toda clase de opciones profesionales, pero en última instancia me di cuenta de que echaba de menos la
prácticadelamedicina.ContactéconlaUniversidadJohnsHopkinsysolicitéotropuestocomomédicoresidente.Estavez
en psiquiatría. Creo que Bowen se sintió halagado por ello. En resumen, conseguí mover palancas, quizás porque ya me
conocían allí, o tal vez porque era un veterano discapacitado, y se hizo una excepción. Fui aceptado como residente de
psiquiatría,paraempezaren julio.Nomuchodespuésdehaberrecibido laenhorabuenade laJohnsHopkins,me llegó la
noticiadequemiabuelohabíatenidounaapoplejía.HabíasucedidoenEasley,CarolinadelSur,unaciudadquenuncale
habíaoídomencionar.Semeinstóaacudiralhospitalurgentemente,yaquenolequedabademasiadotiempo.
Nopodíadilucidarporquéseencontrabaallí.Por loqueyosabía,nohabíasalidodeNewBernenaños.Paracuando
lleguéalhospitalapenaspodíahablar;apenaspodíadecircondificultadunasolapalabra.Ycasinoseleentendía.Medijo
cosasextrañas,quemedolieronaunquenisiquierateníansentido,peronopudeevitarsentirqueintentabacomunicarme
algoimportanteantesdeque,finalmente,falleciera.
Puestoqueeralaúnicafamiliaquelequedaba,metocabaamíorganizarelfuneral.Estabasegurodequequeríaquele
enterraranenNewBern.Hiceque le llevarana suciudadnatal, contratéunpequeñoservicio funerario,alqueasistieron
muchasmáspersonasdelasqueimaginaba,ypasémuchotiempoensucasa,deambulandoporlapropiedadybatallando
con mi pena y la culpa. Como mis padres estaban muy ocupados con sus propias vidas, había pasado la mayoría de los
veranosenNewBern,yechabatantodemenosamiabueloquesentíaundolorpunzante,comosimeatravesarauntornillo.
Era una persona divertida, amable y sabia, y siempre me hacía sentir más mayor y más listo de lo que era en realidad.
Cuando teníaochoaños,medejabadarunacaladade supipademazorcademaíz;meenseñó lapescaconmosca,yme
dejabaayudarlecuandoarreglabaalgúnmotor.Meenseñótodoloquehabíaquesabersobreabejasyapiculturay,cuando
eraadolescente,medijoquealgúndíaconoceríaaunamujerquecambiaríamividaparasiempre.Cuandolepreguntécómo
podríasabersieralamujeradecuada,mehizounguiñoymedijoquesinoestabaseguro,seríamejorseguirbuscando.
ContodolosucedidodesdeKandahar,poralgunarazónnohabíaencontradoelmomentodevisitarleenlosúltimosaños.
Sabía que estaba preocupado por mi estado de salud, pero yo no deseaba compartir con él los demonios con los que me
estabaenfrentando.Diablos,yaeralobastantedurohablardemividaconeldoctorBoweny,aunquesabíaquemiabuelono
mejuzgaría,mepareciómásfácilmantenerciertadistancia.Mesentídestrozadocuandolamuerteselollevóantesdeque
tuviera laoportunidaddevolvera conectar realmente conél.Para colmo,unabogado local sepusoen contacto conmigo
justodespuésdelfuneralparacomunicarmequehabíaheredadolapropiedaddemiabuelo,asíquedeprontoeraeldueño
delamismacasaenlaquehabíapasadotantosveranosenmisañosdeformacióndelainfancia.Enlassemanasposteriores
alfuneral,pasémuchotiemporeflexionandosobretodoloquenohabíapodidodecirlealhombrequemehabíaqueridode
formatanincondicional.
Mimenteseguíadándolesvueltasa lasextrañaspalabrasquemedijomiabueloensu lechodemuerte,y tambiénme
intrigabaporquéseencontrabaenEasley,CarolinadelSur.¿Eraporalgorelacionadoconlasabejas?¿Estabavisitandoa
algúnviejoamigo?¿Salíaconalgunamujer?Estaspreguntasnodejabandeinquietarme.HabléconeldoctorBowensobre
ello,ymepropusoqueintentaraencontrarrespuestas.Lasvacacionespasaronrápidamente,yconel iniciodelnuevoaño
dejé mi apartamento en manos de un agente inmobiliario, convencido de que tardaría unos cuantos meses en venderse.
Quiénloibaadecir:encuestióndedíasmehicieronunaoferta,yeltratosecerróenfebrero.Puestoquedebíatrasladarme
enbreveaBaltimorepararealizarmiresidencia,noteníasentidobuscarunpisodealquilerparaelbreveintervalo.Penséen
lacasademiabueloenNewBernymedije:¿porquéno?
MeiríadePensacola,ytalvezpodríaarreglarlapropiedadparavenderla.Conunpocodesuerteinclusopodríadescubrir
porquémiabueloestabaenEasley,yquédemonioshabíaintentadodecirme.
Razónporlacualahorameencuentroaquíesparciendobolasdenaftalinaalrededordeestadesvencijadacabaña.
Enrealidad,noeralimonadaloqueteníaenelporchetrasero.Asíescomomiabuelosolíareferirsealacervezay,cuando
erapequeño,unadelasgrandesemocionesdemividainfantilerairabuscarleunalimonadadelanevera.Curiosamente,la
botellasiempreteníalaetiquetaBudweiser.
YoprefieroYuengling,delacerveceríamásantiguadeEstadosUnidos.CuandofuialaAcademiaNaval,unestudiantede
últimocursollamadoRayKowalskimeenseñóaapreciarla.EradePottsville,Pensilvania,sededelacerveceríaYuengling,y
meconvenciódequenohabíacervezamejor.ResultabainteresantequeRayfuera,además,hijodeunminero,yloúltimo
quesupedeéleraqueestabaprestandoservicioenelUSSHawái,unsubmarinonuclear.Supongoqueaprendiódesupadre
quelaluzdelsolyelairefrescoestánsobrevaloradosalahoradetrabajar.
Mepreguntoquépensaríanmispadresdemividaenestosdías.Despuésdetodo,nohetrabajadoenmásdedosaños.
Estoybastantesegurodequemipadreestaríahorrorizado;eralaclasedepersonaquemehacíasentarmeparadarmeun
sermón si no sacaba un excelente en un examen, y mostró su decepción cuando elegí la Academia Naval por delante de
Georgetown,suuniversidad,oYale,donderecibiósutítuloenDerecho.Selevantabaalascincodelamañanacadadíadela
semana, leía elWashingtonPost y elNewYorkTimes mientras se tomaba el café, luego iba a Washington D. C., donde
trabajabacomoasesorexpertoenlobbiesparalaempresaogrupoindustrialdeturnoquelehubieracontratado.Teníauna
menteagudayeraunnegociadoragresivoquesedesvivíaparaconseguircerraruntratoypodíacitarlargasseccionesdel
CódigoFiscaldememoria.Eraunode los seis sociosque supervisabanamásdeun centenardeabogados, y lasparedes
estaban decoradas con fotos de él mismo acompañado de tres presidentes distintos, media docena de senadores, y
demasiadoscongresistascomoparapodercontarlos.
Mipadrenose limitabaa trabajar;suhobby erasu trabajo.Pasabasetentahorasa lasemanaen laoficinayel finde
semanasededicabaajugaralgolfconclientesypolíticos.Unavezalmesdabaunafiestacóctelencasa,conmásclientesy
políticos.Denochesolíarecluirseensudespacho,dondesiemprehabíaquehacerunallamadaurgente,escribirunacarta,
trazarunplan.Laideadeirarelajarsealporcheytomarunacervezaamediatardelehabríaparecidoabsurda,algopropio
deungandul,peronodeunBenson.Nohabíanadapeorqueserunholgazán,enopinióndemipadre.
Aunquenoeracariñoso,noeramalpadre.Parasersinceros,mimadretampocoeraexactamentelatípicamujerquese
pasabaeldíacocinandoyparticipabaactivamenteenlaasociacióndepadres.EraunaneurocirujanaformadaenlaJohns
Hopkins que a menudo estaba de guardia, y coincidía con mi padre en su capacidad y pasión por el trabajo. Mi abuelo
siempredecíaqueellahabíasalidoasídefábrica,ypreferíaocultarsusorígenespueblerinosyelhechodequeningunode
susprogenitoreshabía idoa launiversidad.Peronuncadudéde suamorodeldemipadre, aunquecenáramos cadadía
comidaprecocinadayyohubieraasistidoamáscóctelesqueaacampadasfamiliaresenmiadolescencia.
En cualquier caso, mi familia apenas llamaba la atención en Alexandria. Los padres de todos mis compañeros de la
escuelaprivadadeéliteeranprósperosypoderosos,ylaculturadelaexcelenciayeléxitoprofesionalcalabaenlosniños.La
normaerasacarnotasexcelentes,peronisiquieraesobastaba.Seesperabaquelosniñostambiéndestacaranendeporteo
música,oambos,ademásdegozardepopularidad.Admitoquemedejéllevarportodoaquello;cuandoestabaenelinstituto,
sentía la necesidad de ser… igual que ellos. Salía con chicas populares, fui el segundo en notas de la clase, participé en
campeonatosestatalesenlosúltimosaños,yeraunpianistacompetente.EnlaAcademiaNavaljuguéenelequipodefútbol
duranteloscuatroaños,meespecialicéenQuímicayMatemáticas,yenlaspruebasdeaccesoalauniversidadsaquélanota
suficientecomoparaentrarenlaJohnsHopkinsdeMedicina,loquehizoquemimadresesintieraorgullosa.
Lamentablemente,mispadresnovinieronavercómorecibíamidiploma.Nomegustabapensarenelaccidente,nime
gustacontaraotraspersonasloquepasó.Lamayoríadelagentenosabequédecir,laconversaciónflaquea,ysuelosentirme
peorquesinohubieracomentadonada.
Pero a veces me he preguntado si, tal vez, simplemente no he explicado mi historia a la persona adecuada, o si esa
personasiquieraexiste.Alguiendeberíapoderempatizar,¿no?Sinembargo,puedodecirquehellegadoaaceptarquelavida
nuncaresultacomounoesperaba.
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oyconscientedequealgunossepreguntaráncómoesposiblequeuntipoquedesdehacedosañosymedioseconsideraba
uncasoperdido,mentalyemocionalmente,pudierasiquieraplantearseejercercomopsiquiatra.¿Cómosepuedeayudara
alguiensiesealguienapenasharesueltosupropiavida?
Buenapregunta.Encuantoa larespuesta…Maldición,nolosé.Quizásnuncaseacapazdeayudaranadie.Perosíera
conscienteenaquelmomentodequemisopcionesestabanuntantolimitadas.Cualquieropciónrelacionadaconlacirugía
quedaba descartada, teniendo en cuenta la ceguera parcial, los dedos que perdí y todo lo demás, y nome interesaba ser
médicodecabeceranitampocolamedicinainterna.
Peromentiríasidijeraquenoechabademenosmicarreracomocirujano.Echabademenoslaasperezademismanos
traslavarlas,elruidodelosguantesalponérmelos;meencantabarepararhuesos,ligamentosytendones,ylasensaciónde
quesiempresabíaexactamenteloquehacía.HabíaunniñoenKandahardeunosdoceañosquesehabíadestrozadolarótula
alcaerdeuntejadohacíaunpardeaños,ylosmédicoslocaleshabíanhechotalchapuzaqueapenaspodíacaminar.Tuve
quereconstruirlarodilladeceroy,seismesesdespués,cuandovolvióalaconsultaparahacerseunchequeo,vinocorriendo
haciamí.Meencantó la sensación (elhechodehaberle curadoparaque llevaraunavidanormal), ymepreguntaba si la
psiquiatríapodríaofrecermeesemismogradodesatisfacción.
En realidad, ¿quiénestá realmente curadocuandose tratade la saludmentaloemocional?Lavidadagirosyvueltas
radicales,y lasesperanzasy lossueñoscambiancuando lagenteempiezaunaetapanuevadesuvida.Ayer,porSkype,el
doctorBowenmerecordó(hablamoscadalunes)quetodossomosobrasencontinuoproceso.
Estabacavilandosobretodoelloantelabarbacoaaquellatarde,conlaradiosonandodefondo.Elsolseestabaponiendo,
iluminandoelcielocomouncaleidoscopio,mientraslesdabalavueltaalossolomillosquehabíacompradoenlacarnicería
VillageButcher,enelextremomásalejadodelpueblo.Enlacocinahabíadejadopreparadaunaensaladayunaspatatasal
horno,peroaunqueparezcaquesoyunaespeciedechef,nolosoy.Tengounpaladarsimpleymedefiendoconlaparrilla,
esoestodo.DesdequememudéaNewBern,heidoechandocarbónalaviejabarbacoaWeberdemiabuelotresocuatro
veces por semana, hasta que las brasas se vuelven incandescentes.Esomeponenostálgico ymehace recordar todos los
veranosdemiinfancia,cuandomiabueloyyohacíamoslacenaenlabarbacoacasicadanoche.
Cuandoelsolomilloestuvolisto,lopuseenelplatoymesentéenlamesadelporchedeatrás.Yahabíaoscurecido,las
lucesdelacasaresplandecíandesdeelinterior,ylalunasereflejabaenlasaguastranquilasdelBricesCreek.Lacarnequedó
perfecta, pero laspatatas al horno sehabían enfriadounpoco.Lashubiesepuestoun rato en elmicroondas, si no fuera
porquenoteníaningunoenlacocina.Aunquelacasaestabaahorahabitable,todavíanohabíadecididosirenovarlacocina,
ponereltejadonuevo,sellarlasventanas,osidebíaarreglarsiquieralainclinacióndelsuelodelacocina.Sialfinaldecidía
venderlapropiedad,suponíaquequienquieraquelacompraratiraríalacasaabajo,paraconstruirunaasugusto.Nohacía
falta ser un as en materia inmobiliaria para saber que el valor de la propiedad estaba en el solar, no en la estructura
construida.
Trasacabarlacenallevéelplatoal interiory lodejéenel fregadero.Abríunacervezayregreséalporcheparaleerun
rato.Teníaunmontóndelibrosdetextoydepsiquiatríaquequeríaacabardeexaminarcondetenimientoantesdemudarme
aBaltimore, sobre temasvarios,que ibandesdepsicofármacosa los efectosbeneficiososy lasdesventajasde lahipnosis.
Cuantomásleía,mayoreralasensacióndequeteníamuchoqueaprender.Deboadmitirquemicapacidadparaelestudio
estaba un tanto oxidada; a veces tenía la impresión de ser un perro viejo enfrentándose a nuevos trucos. Cuando se lo
comentéaldoctorBowen,básicamentemedijoquedejaradelloriquear.Oporlomenosasíescomolointerpreté.
Meacomodéenlamecedora,encendílalámpara,yjustoacababadeempezaraleercuandomeparecióescucharunavoz
quegritabadesdeelotroladodelacasa.Bajéelvolumendelaradio,esperéunsegundo,yvolvíaescucharlavoz.
—¿Hola?
Mepuseenpie,cogílacervezaenlamanoyfuihacialabarandilladelporche.Respondíalallamadamientrasescrutaba
laoscuridad.
—¿Hayalguienahí?
Enseguidaaparecióbajolaluzunamujerenuniforme.Másconcretamente,eluniformedeayudantedelsheriff.Lavisión
mepillódesprevenido.Miexperienciaconlasfuerzasdela leyhastaesemomentoselimitabaalaspatrullasdecarretera,
queendosocasionesmehabíanparadoporexcesodevelocidadcuandoerajoven.Aunqueleshabíahabladoconeducacióny
arrepentimiento, en ambos casosme pusieron unamulta, y desde entonces tratar con los agentes del orden siempreme
poníanervioso.Aunquenohubierahechonadamalo.
No dije nada; estaba demasiado ocupado intentando dilucidar por qué la ayudante del sheriff me hacía una visita,
mientras otra parte de mi cerebro iba procesando el hecho de que el oficial uniformado era unamujer. Aunque pueda
parecersexista,enmidefensadebodecirquenohabíainteractuadocondemasiadasmujerespolicías,especialmenteenel
sur.
—Perdoneporhaberdadolavueltaalacasa—respondiófinalmente—.Hellamadoalapuerta,perosupongoquenome
haoído.—Suactituderaamistosa,peroprofesional—.Soydelaoficinadelsheriff.
—¿Puedoayudarla?
Miródereojolabarbacoa,yluegosevolvióhaciamí.
—Esperonohaberinterrumpidosucena.
—Paranada.—Neguéconlacabeza—.Estabaapuntodeterminar.
—Ah,bien.Denuevolepidoquemedisculpeporlaintromisión,señor…
—Benson—contesté—.TrevorBenson.
—Hevenidosimplementeparapreguntarlesiresidelegalmenteenestapropiedad.
Asentí,aunqueestabaunpocosorprendidoporelmododeexpresarse.
—Supongoquesí.Solíaserdemiabuelo,perohafallecidoymelahadejadoamí.
—¿SerefiereaCarl?
—¿Leconocía?
—Unpoco.Leacompañoenelsentimiento.Eraunbuenhombre.
—Síqueloera.Losiento,peronoheescuchadosunombre.
—Masterson—contestó—.NatalieMasterson.—Guardósilencio,ytuvelasensacióndequemeestabaexaminando—.¿Ha
dichoqueCarlerasuabuelo?
—Porpartedemimadre.
—Creoquemehablódeusted.Escirujano,¿verdad?¿EnlaMarina?
—Loera,yano—vacilé—.Losiento,perosigosinsaberexactamenteporquéhavenido.
—Ah,sí.—Señaló lacasa—.Estabaacabandoel turno,peropasabaporaquí.Vi las lucesencendidasypenséquesería
mejorecharunvistazo.
—¿Noestápermitidoencenderlasluces?
—No,noeseso.—Sonrió—.Resultaobvioquetodoestábienynodebíahaberlemolestado.Essoloquehaceunparde
meses,traslamuertedesuabuelo,nosinformarondequesehabíanvistolucesenlasventanas.Sabíaquelacasadebíaestar
vacía,asíquemepaséparacomprobarlo.Yaunquenopodíaestar segura, tuve la impresióndequealguienhabíaestado
aquí.Noviningúndañoexceptoporlapuertadeatrás,peroeso,sumadoalaslucesquesehabíanvistoencendidas,mehizo
pensarquedebíavigilarellugar.Poresomepropusepasarmedevezencuando,simplementeparaasegurarmedequeno
habíanadiequenodebieraestaraquí.Vagabundos,okupas,adolescentesqueusan lacasaparahacer fiestas,drogadictos
trabajandoenunlaboratoriodemetanfetamina.Haymuchasopciones.
—¿Haymuchoscasosporaquí?
—Nomásqueenotroslugares,supongo.Perolossuficientescomoparamantenernosocupados.
—Soloparasuinformación,notomodrogas.
Laagenteseñalólabotellaqueteníaenlamano.
—Elalcoholesunadroga.
—¿Incluidalacerveza?
Cuandolavisonreír,imaginéqueteníaunoscuantosañosmenosqueyo;llevabasumelenarubiarecogidaenunmoño
informalysusojoserandecoloraguamarina,tanintensoqueparecíaquesepodíanembotellaryvendercomoelixirbucal.
Nohacíafaltadecirqueeraunamujeratractiva,ylomejoreraquenollevabaanillodecasada.
—Sincomentarios—dijofinalmente.
—¿Quierepasarycomprobarquetodoestábien?
—No,yaestátodoarreglado,mealegrodenotenerquepreocuparmemás.MegustabaCarl.Cuandoibaavendermielal
mercadoagrícolasolíamoshablarunrato.
Recuerdohaberacompañadoamiabueloenelpuestoalladodelacarreteracadasábadodurantemisvisitas,peronome
acordaba de ningún mercado agrícola. Pero ahora New Bern tenía muchas más cosas que antes: restaurantes, tiendas,
negocios, aunque en el fondo seguía siendo un pueblo. Alexandria era solo una de tantas urbanizaciones de la zona de
WashingtonD.C.ycontabaconunapoblaciónsuperiorencincooseisveces.Imaginéqueinclusoallímuchossegiraríanal
verpasaraNatalieMasterson.
—¿Quépuededecirmedelsupuestookupa?—pregunté.
Nomeimportabarealmenteelokupa,peroporalgunarazónnoteníaganasdequesefuera.
—Nomuchomásdeloqueyalehedicho—dijo.
—¿Podríahablarmeporelotro lado?—lepedí,mientrasseñalabamioreja—.Esparapoderoírlamejor.Estuveenun
ataqueconmorteroenAfganistán.
Aunquelociertoesquelaoíaperfectamente;elinteriordeloídonoquedódañadoenlaexplosión,apesardequelaparte
externahubierasidoarrancadademicabeza.Essoloquenopuedoevitarsacarlatarjetadelacompasióncuandolanecesito.
Regreséhacialamecedora,conlaesperanzadequenoseestuvierapreguntandoporquéminutosantesparecíasercapazde
oírlasinproblemas.Bajolaluzdelporche,vicómoobservabamicicatrizantesdequeporfinempezaraasubirlasescaleras.
Cuandollegóalaotramecedora,lamovióenmidireccióndeslizándolaalmismotiempohaciaatrás.
—Graciasportomarselamolestia—dije.
Sonrió,nodeformaexagerada,perosílosuficientecomoparaquemediesecuentadequealbergabasospechassobremi
capacidaddeaudiciónyseguíadebatiéndoseentrequedarseono.Era,además,unasonrisalosuficientementeampliacomo
paraversusperfectosdientesblancos.
—Comoibadiciendo…
—¿Estácómoda?—pregunté—.¿Puedoofrecerlealgoparabeber?
—Estoybien,gracias.Perotodavíadeservicio,señorBenson.
—LlámemeTrevor.Leruegoqueempiecedesdeelprincipio.
Suspiró,yhabríajuradoquealzólosojosalcieloconpaciencia.
—Hubounaseriedetormentaseléctricaselpasadomesdenoviembre,despuésdequeCarlfalleciera,conmuchosrayos,
yenelparquedecaravanasunodelostráileresseincendió.Losbomberosacudieron,yyotambiénestuveallí.Pocodespués
dequeelincendioquedaseextinguido,unodesushabitantesmencionóquelegustabairacazaralotroladodelarroyo.Era
unacharlasinimportancia,yasabe.
Asentíymeacordédelacarcasaderretidaquevienmiprimerasemanaenlapropiedad.
—Detodosmodos,meloencontréunpardesemanasdespués,ymencionóquehabíavisto lucesenlasventanasde la
casadesuabuelo,nosolounavez,sinounascuantas.Comounavelaquefuerapasandodeunaestanciaaotra.Lashabía
vistodelejos,yyomepreguntésinohabríasidosuimaginación,perocomoseguíapasandoyélsabíaqueCarlhabíamuerto,
pensóquedebíacomentármelo.
—¿Cuándofueeso?
—Elpasadodiciembre,talvezamitaddemes.Hizomuchofríoduranteunpardesemanas,porloquenomesorprende
quealguienentrarasimplementeparanocongelarse.Cuandovolvíapasarporaquí,medetuveyvique lapuerta trasera
estabarotayelpomocasisehabíadesprendido.Entréparaecharunrápidovistazo,peronohabíanadie.Apartedelapuerta
rota,nopudeencontrarindiciosdequealguienhubieraestadoaquí.Nohabíabasura,lascamasestabanhechas;porloque
podíasaber,nofaltabanada.Pero…
Hizounapausa,frunciendoelceñoalrecordar.Diunsorboamicerveza,esperandoquesiguierahablando.
—Habíaunpardevelasusadasconlamechanegrasobrelaencimera,ademásdeunacajamediovacíaconmásvelas.
También advertí que alguien había quitado el polvo de la mesa de la cocina, como si hubiera estado comiendo en ella.
Tambiénparecíaquealguienhabíaestadousandounodelossillonesreclinablesdelsalón,porquelamesacontiguaestaba
despejada y era el únicomueble que no tenía polvo.No podía demostrar nada, pero por si acaso cogí unos tablones del
graneroparabloquearlapuertadeatrás.
—Graciasporocuparsedeello—dije.
A pesar de que hizo un gesto de asentimiento, intuí que había algo en aquellos recuerdos que seguía molestándola.
Continuó.
—¿Advirtiósifaltabaalgocuandosemudó?
Reflexionébrevementeantesdenegarconunmovimientodecabeza.
—Queyosepano.Conexcepcióndelfuneralenoctubre,hacíaunoscuantosañosquenovenía.Yesasemanaestáunpoco
borrosaenmimemoria.
—¿Estabaintactalapuertatrasera?
—Entrépor ladelantera,peroestoy segurodequecomprobé todas las cerraduras cuandome fui.Creoquemehabría
dadocuentasihubieraestadodañada.Séquepaséalgunosratosenelporchetrasero.
—¿Cuándosehamudado?
—Afinalesdefebrero.
Analizólainformación,mientrassusojosmirabandereojolapuerta.
—Creequealguienentró,¿verdad?—preguntéfinalmente.
—No lo sé —admitió—. Normalmente, cuando eso sucede suele haber cosas destrozadas y basura por todas partes,
botellas,envoltoriosdecomida,restos.Ylosvagabundosnosuelenhacerlacamaantesdeirse.—Diounosgolpecitosconlos
dedos en lamecedora—. ¿Está seguro de queno faltabanada? ¿Armas? ¿Electrodomésticos? ¿Tenía su abuelo dinero en
efectivoenlacasa?
—Miabuelo,queyosepa,noteníademasiadosaparatoselectrónicosnidinero.Ysuarmaestabaenelarmariocuando
llegué.Sigueaquí,porcierto.Esunriflepequeño,paramantenerarayaalasalimañas.
—Esoresultatodavíamásextraño,porquenormalmentelasarmassonloprimeroquesuelenllevarse.
—¿Yquésuponequepasó?
—Nolosé—contestó—.Puedeserquenovinieranadieoquelavisitaencuestiónfueseladelvagabundomáslimpioy
honestodelahistoria.
—¿Deberíapreocuparme?
—¿Haoídoovistoaalguienmerodeandoporlapropiedaddesdequesemudó?
—No.Ymedespiertoamenudoporlasnoches.
—¿Insomnio?
—Unpoco.Perovamejorando.
—Bien—comentóúnicamente.Sealisólospantalonesdeluniforme—.Yaleherobadodemasiadotiempo.Esoestodolo
quepuedodecirle.
—Leagradezcoquehayapasadoporaquíymehayaexplicadotodoesto.Yquearreglaselapuertadeatrás.
—Nofueunarreglorealmente.
—Perohizosufunción—repuse—.Lostablonesseguíanahícuandollegué.¿Cuándoseacabasuturno?
Echóunvistazoalreloj.
—Enrealidad,aunquenolocrea,yaheterminado.
—Entonces,¿seguroquenoquieretomaralgo?
—Nocreoqueseabuenaidea.Todavíatengoqueconducirhastacasa.
—Tienerazón—admití—,peroantesdeirse,ypuestoqueyanoestádeservicioyyosoynuevoenelpueblo,dígamequé
debosaberdelNewBernactual.Hacemuchoquenomepasoporaquí.
Hizounapausayarqueóunaceja.
—¿Porquédeberíahacerlo?
—¿No se supone que debe proteger y servir a los ciudadanos? Tómeselo como la parte de servicio. Como arreglar la
puerta.—Intentéesgrimirmimásencantadorasonrisa.
—Nocreoqueseruncomitédebienvenidaformepartedeladescripcióndemitrabajo—dijoinexpresiva.
«Talvezno,perotodavíanotehasido»,pensé.
—Deacuerdo—contesté—.Dígamequélallevóaconvertirseensheriff.
Aloírlapregunta,segiróparamirarme.Quizásrealmenteporprimeravez,ydenuevomesentíembelesadoporelcolor
desusojos.ErancomolasaguasdelCaribeenunarevistadeviajesdelujo.
—Nosoyelsheriff.Eseesunpuestoelecto.Soyunaagente.
—¿Estáesquivandomipregunta?
—Meestoypreguntandoporquédeseasaberlo.
—Soyunapersonacuriosa.Y,puestoquemehaayudado,sientoque,comomínimo,deberíasaberalgodelapersonaque
lohizo.
—¿Porquétengolasensacióndequetieneotrosmotivos?
«Porquenosoloeresguapa,sino,obviamente,tambiéninteligente»,pensé.Meencogídehombros,fingiendoinocencia.
Meexaminóantesderesponderfinalmente.
—¿Porquénomehablaprimerodeusted?
—Meparecejusto.Pregunteconlibertad.
—EntiendoqueelataqueconmorteroeslarazónporlaqueyanosigueenlaMarina,nitrabajacomomédico,¿no?
—Enefecto—contesté—.Elmorteromealcanzó justo cuando salíadelhospital en elque trabajaba.Unbuendisparo.
Aunque paramí bastante desafortunado. Tuve lesiones bastante graves. Al final, laMariname dio la discapacidad yme
dejaronir.
—Undurogolpe.
—Sí,lofue—admití.
—¿YahoraporquéestáenNewBern?
—Essolotemporal—respondí—.MemudoaBaltimoreesteverano.Empiezocomomédicoresidenteenpsiquiatría.
—¿Deveras?—preguntó.
—¿Acasohayalgomaloenlapsiquiatría?
—Enabsoluto.Essoloquenomeesperabaesarespuesta.
—Soybuenoescuchandoalagente.
—Nomerefieroaeso—dijo—.Seguroqueesasí.Pero¿porquépsiquiatría?
—Quiero trabajar con veteranos con trastorno por estrés postraumático —expliqué—. Creo que en esta época hay
necesidaddemédicosespecializadoseneso,sobretodocuandotenemossoldadosymarinesenrotacionesdecuatroocinco
destinos.Esposiblequesufranesostrastornoscuandoregresen.
Parecíaquetratabadeleermispensamientos.
—¿Esloquelepasóausted?
—Sí.
Vacilóunmomentoytuvelaimpresióndequeseguíamirándome,viéndomedeveras.
—¿Lopasómal?
—Sinduda—respondí—.Fueterrible.Y losiguesiendo,devezencuando.Peroprobablementeesmejorque lecuente
todalahistoriaenotromomento.
—Meparecebien—concedió—.Peroahoraquelosé,admitoquemeheequivocadoalcuestionarsudecisión.Pareceque
esoesexactamenteloquedeberíahacer.¿Cuántoduralaresidenciaenpsiquiatría?
—Cincoaños.
—Heoídodecirquelasresidenciassonduras.
—Noespeorqueserarrastradoporuncocheporunaautopista.
Porprimeravez,serio.
—Estoyseguradequeleirábien.Peroesperoqueencuentrealgúnratoparadisfrutardenuestropueblomientrasesté
aquí.Esunlugarpreciosoparavivir,conmuybuenagente.
—¿SehacriadoenNewBern?
—No—respondió—.Crecíenunpueblecito.
—Escurioso.
—Perocierto—comentó—.¿Puedopreguntarlequépiensahacerconlapropiedad?¿Cuandosevaya?
—¿Porqué?¿Estáinteresadaencomprar?
—No—dijo—.Ydudomuchoquepudierapermitírmelo.
—Preferiríaquenostuteásemos…
—Deacuerdo.—Seapartóunmechóndepelodelosojos—.¿Dedóndeeres,porcierto?Hazmeunresumendequiéneres.
Encantadodequemostrara interés, lehiceunbreve resumen:mi juventudenAlexandria,mispadres,mishabituales
visitasenveranoaNewBerncuandoerajoven;elinstituto,launiversidad,laFacultaddeMedicinaylaresidencia.Miépoca
enlaMarina.Todoelloconuntoquedemoderadahipérbole,típicadeloshombresqueintentanimpresionaraunamujer
atractiva. Contrajo las cejas un par de veces mientras escuchaba, pero no podría decir si estaba fascinada o le parecía
divertido.
—Asíqueeresunchicodeciudad.
—Sientodiscrepar—protesté—,perosoydeunaurbanización.
Lascomisurasdesuslabiossecurvaronenunaespeciedesonrisa,peronopudedilucidarelmotivo.
—LoquenoentiendoesporquéfuistealaAcademiaNaval.Merefieroaqueerasunestudianterealmentebrillante,ya
queteaceptaronenYaleyGeorgetown.
«¿Brillante?¿Habíausadoyomismoesapalabraparadescribirme?»,intentérecordar.
—Queríademostrarmequepodíasaliradelantesinayudademispadres,sobretododesdeelpuntodevistaeconómico.
—Pero¿nodijistequeeranricos?
«Ah,sí,recuerdovagamentehaberdichoesotambién»,pensé.
—Deberíahaberdichoqueéramosunafamiliaacomodada.
—Entonces,¿eraunacuestióndeamorpropio?
—Ydeserviramipaís.
Asintióconunlevemovimiento,sindejardemirarmealosojos.
—Interesante. —Casi como una acotación, añadió—: Hay muchos militares en servicio activo por la zona, como
seguramenteyasabrás.CherryPoint,CampLejeune…,muchosdeelloshanestadodestinadosaIrakyAfganistán.
Asentí.
—Cuandomedestinaronalextranjero,trabajéconmédicosyenfermerasdetodoelpaís,detodaclasedeespecialidades,
yaprendímuchísimodeellos.Porlomenosmientrasduró.Tambiénhicimosmuchascosasbuenas.Lamayoríadenuestro
trabajo estaba enfocado a la población local. Muchos nunca habían sido visitados por un médico antes de que nuestro
hospitalabriera.
Parecíaestarreflexionandosobremispalabras.Uncorodegrillosllenóelsilencioantesdequeellavolvieraahablar.
—Nosésihubierapodidohaceralgosemejante.
Ladeélacabeza.
—Noséaquéterefieres.
—Experimentarloshorroresdelaguerracadadía.Ysaberqueayudaraalgunaspersonasestámásalládemialcance.No
creoquepudierallevarbienalgoasí.Noalargoplazo,esoseguro.
Mientrashablaba, tuve la impresióndeque compartía algopersonal, aunque yahabía oído lomismodebocade otra
genteenrelacióntantoconlaguerracomoconlamedicinaengeneral.
—Estoysegurodequeentucarreracomoagentedelaautoridadtambiénhasvistocosasterribles.
—Asíes.
—Yaunasí,todavíasiguessiéndolo.
—Sí —contestó—. A veces me pregunto cuánto tiempo podré seguir. En ciertas ocasiones me imagino que abro una
floristeríaoalgoasí.
—¿Porquéno?
—¿Quiénsabe?Talvezlohagaalgúndía.
Guardósilenciodenuevo.Alpercibirsudistracción,rompísuensoñaciónconuncomentariodesenfadado.
—Puestoquenomevasahaceruninformedelasnovedades,porlomenospodríasdecirmecuálestusitiofavorito,¿no?
—Mm… No salgo mucho —repuso—. Excepto al mercado agrícola, en el centro, los sábados por la mañana. Pero si
intentascomprarmieldeexcelentecalidad,probablementenotendrássuerte.
—Estoysegurodequetodavíahaymuchamieldemiabueloenlacasa.
—¿Nolosabes?
—Hayalgunostarrosenelarmario,perotodavíanoheidoalcobertizo.Heestadodemasiadoocupadoarreglandocosas.
Yasabes,unpalaciocomoestenoapareceasí,porcasualidad.
Estavezsonrió,aunqueconciertareticencia.Asintiómientrasmirabaelembarcadero.
—¿Yahassalidoenelbarco?
Nohabíamencionadoelbarco todavía,perobastabadecirqueeraunpoco como la casa, soloqueenpeor estado.La
denominación «barco» era un tanto generosa, ya que parecía más bien una letrina junto a dos tumbonas de vinilo,
atornilladasaunaplataforma flotante.Miabuelo loconstruyóconbidonesdeaceiteviejosymaderosdevarios tamaños,
ademásdetodoaquelloquepudoencontrar,ysiemprequenoestabaocupándosedelasabejassededicabaaarreglarlo.
—Aúnno.Noestoysegurodequeelmotorfuncionesiquiera.
—Séqueelveranopasadosífuncionaba,porqueCarlmelodijo.Esdifícilpasarloporalto,yatuabueloleencantabasalir
conél.Todoelmundolehacefotos.
—Esunpocoestrambótico,¿nocrees?
—Peroleibacomoanilloaldedo.
—Sí—admití—.Lepegaba.
Sepusoenpieconunsuspiro.
—Deberíairme.Tengocosasquehacerencasa.Hasidounplacerconocerte,señorBenson.
¿SeñorBenson?Esperabahabersuperadoesasformalidades,perosupongoquenoeraasí.Empezóabajarlosescalones,
yllegóalúltimoenelmismoinstanteenquemicerebrofinalmentevolvióaactivarse.
—Nohacefaltaquedeslavueltaalacasa.Puedessalirporlapuertadelantera,siquieres.
—Gracias,peroprefierovolversobremispasos.Quetengasmuybuenasnoches.
—Tútambién.Hasidounplacerconocerte,Natalie.
Alzóunacejaantesdealejarsey,conunpardepasos,sedesvaneciódemivista.Trasunosinstantes,oícómocerrabala
puertadesuvehículoyarrancaba.MequedépensandoenlafascinanteNatalieMasterson.Cualquierasedaríacuentadeque
erahermosa,peroloquemepareciórealmenteinteresantefuelopocoquemecontódesímisma.
Sedicequelasmujeressonelgéneromisterioso,ymiprimerareaccióncuandountipomedicequesabecómofuncionan
lasmujeres,inclusoahora,esreírme.Estabadesconcertadoporlaconversaciónunilateral.Lehabíacontadomuchodemí
mismo,perocasinosabíanadadeella.
Sinembargo,teníalaintuicióndequevolveríaaverla,aunquesolofueraporquesabíadóndepodíaencontrarla.
3
orlamañanasalíacorrer,algoquenohabíahechoconcontinuidaddesdequelleguéalpueblo.Medecíaamímismoque
teníacosasmásimportantesquehacer,comoesparcirbolasdenaftalinaparaahuyentaralasserpientes,perolociertoesque
no siempre disfruto haciendo deporte. Conozco perfectamente sus beneficios, por algo soy médico, pero, a menos que
estuvierapersiguiendooregateandoconunapelotadefútbol,corrersiempremehabíaparecidounatontería.
Sinembargo,aqueldíalohice.Diezkilómetrosaunritmoconstante;cuandoacabé,hicecienflexionesyabdominales.
Tras una rápida ducha y un tentempié, estaba listo para hacer frente a la nueva jornada. Por supuesto, como no tenía
ningunaresponsabilidadreal,decidídarunrepasoalacasaparacomprobarsifaltabaalgo.Unatareacasiimposible,yaque
nosabíaquéhabíaen laviviendacuandomiabuelo se fue, yahorayaestaba todocasi limpio.Enel armariovi el rifle y
encontréloscartuchos;nohabíaotrasmuniciones,locualmehizopensarquenohabíatenidoningunaotraarma.Peroen
unacajabajo lacamade lahabitaciónde invitadosdescubríun fajodebilletesatadoconunagoma,debajodeungrueso
sobre que contenía varios documentos y fotografías demi abuela, además de la tarjeta de la seguridad social, informes
médicosrelativosasuepilepsia,ycosasporelestilo.Noeramuchodinero, talvezdaríaparaunpardecenasenunsitio
elegante, pero era suficiente como para tentar a cualquiera que quisiera drogarse o emborracharse. Si alguien hubiera
entradoallí,¿acasonolohabríarobado?Locualsignificabaqueprobablementenadiehabíaestadoviviendoallí.
«Ysinembargolapuertafueforzada…»,penséparamímismo.
Descartéelpensamientoconunmovimientodecabeza.Seacomofuera,inclusoaunquealguienhubieraestadoallí,yase
habíaidohacíatiempo,asíquemelosaquédelacabezaydecidídedicarunratoaloslibrosquetodavíaestabanenelporche
trasero.Desgraciadamente,noeranexactamenteloquesediceapasionantesy,trasunpardehoras,yateníasuficiente.La
partepositivaeraquenoaparecieronmásserpientes,locualmehizopreguntarmesiCalliesabíadequéhablaba.
Admitoquemimente,devezencuando,divagabahastadar con laencantadoraNatalieMasterson.Eraunenigma,y
seguíavisualizandolaexpresióndivertidaqueviensusojosmientraslecontabamihistorialigeramenteembellecida.Peroal
pensarennuestraconversación,meacordédelasabejasydelbote,locualhizoquemispensamientosdivagaranhastallegar
ami abuelo, y trajeran amimentemi última visita a la casa. En esa época, ya había acabadomi formación demédico
residente,ymientrasotrossedirigíanalCaribeoaCancúnparatomarseunmerecidodescanso,yoconducíadeBaltimorea
NewBern,buscandoelamorfielyelbienestarquesiemprehabíadisfrutadoallídeniño.Miabueloeramuysuyo(subarco
eraunbuenejemplodesuextravagancia),peroteníauncorazónsinlímitesparalasalmassincobijo.Eralaclasedepersona
quedabadecomeraquienquieraquepasaraporsupropiedad;habíadispuestounahileradetazonescercadelgranero,y
variosperrosvenidosdediossabedóndeempezaronaacudirregularmente.Lesponíanombresdecoches…Deniño,jugaba
alanzarlapelotaconperrosllamadosCadillac,Edsel,oFord,ChevyyPinto.Curiosamenteaunodeelloslebautizóconla
marcade autocaravanasWinnebago; eraunopequeño, una especiede terrier, y cuando le preguntéporqué,mehizoun
guiñoydeclaró:«¡Esquenohasvistosutamaño!».
Ensuvidalaboral,habíasidoempleadodelaserradero,convirtiendolostroncosentablonesútiles.Aligualqueyo,acabó
suvidaconmenosdedosdelonormal;peroesonohizoquetuvieraquedejarsuoficio.Solíadecirmequesiunhombreno
habíaperdidoundedoeneltrabajo,esquenosetratabadeunverdaderotrabajo,porloqueresultabastantesorprendente
quefueseélquiencriaseamimadre,lamujermássofisticada,ambiciosaycerebralquesepuedaimaginar.Cuandoeramás
jovensolíapensarquemimadreeraadoptada,peroconlamadurezlleguéareconocerquecompartíanunoptimismoinnato
yunsentidodelamoralidadqueimpregnabatodoloquehacían.
Miabuelolopasómalcuandomiabuelamurió.Nolarecuerdo,puestoquelaúnicavezqueestuveconellaeraunbebé
conpañales.Perosírecuerdoquemimadreinsistíaenqueeraimportanteiravisitarle,paraquenoestuvierasiempresolo.
Paramiabuelosolohubounamujer;lahabíaamadoporyparasiempre,hastaqueunataqueepilépticoselallevó.Todavía
hay una fotografía de ella en la pared del dormitorio, y después demudarme no podía imaginarme retirándola, aunque
nuncalahubieraconocidorealmente.ElhechodequefueralaEstrellaPolardemiabueloerarazónmásquesuficientepara
dejarlaexactamentedondeestaba.
Ahora,sinembargo,estarenaquellacasahacíaquemesintieseextraño.Meparecíavacíasinmiabuelo,yvagarporel
granero solo acentuaba aún más el sentimiento de pérdida. Su interior estaba igual de atestado que la casa que había
heredado,nosoloconbolasdenaftalinayunampliosurtidodeherramientas,sinoquetambiénpodíaencontrarseunviejo
tractor,muchaspiezasdemotores,sacosdearena,picos,palas,unabicicletaoxidada,uncascodelejército,uncatreyuna
manta que parecían indicar que alguien había dormido en ellos, además de incontables remanentes de toda una vida
coleccionandocosas.Avecesmepreguntabasimiabuelohabíatiradoalgoalgunavez,perotrasunexamenmásminucioso
medicuentadequenohabíadesperdicios,revistasviejas,diariosoescombrosquedebieranestarenelcubodebasura;solo
había objetos que mi abuelo consideraba que algún día podría necesitar para el proyecto de turno en el que estuviera
trabajando.
Lanochequerecibí la llamadadelhospitalnoestabahaciendonadaenespecial.Nohabíarazónalgunapor laqueno
hubierapodidovisitarleaquellamismasemana,ounmesantes,oinclusohacíaunaño.Nisiquieracuandomeencontraba
enmipeormomento.Miabuelonuncahabíasidounapersonadelasquejuzganalosdemás,menosaúncuandosetrataba
delosefectosquelaguerrahubierapodidotenerencualquiera.AlosveinteañoslehabíanenviadoalnortedeÁfrica;enlos
añosposterioreshabíaestadoenelfrenteenItalia,FranciayenAlemania.LehabíanheridoenlabatalladelasArdenas,yno
regresóasuunidadhastapocodespuésdequeelejércitocruzaraelRin.Élnomehabíacontadonada,nuncahablabadela
guerra.Mimadresímehabíacomentadoalgo,ypocodespuésdemudarmeencontrélosarchivosdelejército,ademásdesu
CorazónPúrpurayvariasmedallas.
Segúnmimadre, empezó a interesarse por las abejas poco después de construir la casa. En aquella época había una
granja en la carretera en la quehabía trabajadomi abuelo antes de conseguir trabajo en el aserradero.El granjero tenía
colmenas,peronolegustabaocuparsedeellas,yleasignóesatareaamiabuelo.Comonosabíanadadeapicultura,consultó
unlibrodelabibliotecayelrestoloaprendióporsucuenta.Asusojos,lasabejasrepresentabanunaespeciecasiperfecta,y
soltabasuperoratasobreeltemaacualquieraquequisieraescucharle.
EstoysegurodequehabríahecholomismoconlosmédicosylasenfermerasenelhospitaldeEasleysihubieratenidola
oportunidad.Peronofueasí.Encuantorecibílallamada,reservéunvueloaGreenville,CarolinadelSur,víaCharlotte.Allí
alquilé un coche y tomé la autopista; a pesar de todo, llegué casi dieciocho horas después de haberme enterado de lo
sucedido.Paracuandomeavisaron,llevabaenlaUCImásdetresdías.Eseeraeltiempoquehabíantardadoenaveriguarmi
nombre; la apoplejíaprimero ledejó inconsciente, ydespués engranmedida incapazdehablar.Teníaparalizado el lado
derecho,yelizquierdonoestabamuchomejor.EncuantoentréenlaUCImefijéenlosvaloresdelosdistintosmonitoresy,
trasexaminarsuhistorial,supequenolequedabademasiadotiempo.
Lacamaparecíaempequeñecerlo.Séqueesuncliché,algoqueprácticamentesiempresediceenestassituaciones,pero
en su caso era verdad.Había perdidomuchopeso desde la última vez que le vi, y la inactiva expresión asimétrica de su
rostro,inclusodormido,casimerompeelcorazón.Toméasientocercadellechoylecogílamano;lasentíhuesudayfrágil,
comosi fuera ladeunpájaro,ysemehizounnudoen lagarganta.Deprontomeodiéamímismopornohaber llegado
antes;porhaberestadoausentetantotiempo.Duranteunlargointervalo,elúnicomovimientoquepudepercibirfueeldela
fatigosarespiraciónquehacíasubirybajarsupecho.
Le hablé, aunque ni siquiera estaba seguro de que pudiera oírme. Bastante rato, si no recuerdo mal, como para
compensartodoslosañosenlosquehabíaestadodemasiadoabsortoenmispropiasbatallascomoparapodervisitarle.Le
hablédelaexplosiónenKandahar,ydeltraumaqueexperimentéposteriormente.LehablédeSandra,miúltimanovia,yde
cuandorompimos.Ledijequeestabapensandoempezarotraresidencia.Yleagradecí,denuevo,quesimplementehubiera
estadoallí,comomifamiliareal,aunqueavecesyolohubieradadoporsentado,tantoantescomodespuésdelamuertede
mispadres.
UnadelasenfermerasmeinformódequedesdesullegadaloúnicoquehabíadichoeraminombreyPensacola,graciasa
locualpudieron localizarmeenúltimainstancia.Medijeronquehabíaconseguidoabrir losojosyhabía intentadohablar
ocasionalmente,aunquesoloconsiguióemitirsonidosininteligiblesconunavozáspera.Enotrasocasiones,sinembargo,se
leshabíaquedadomirandofijamente,perplejo,comosinosupieradóndeestabaonisiquieraquiénera.
Mesentíaafligidoypreocupado,perotambiénconfuso.¿Porquéestabaaquí,enEasley,CarolinadelSur?¿Cómohabía
llegadohastaallí?Entodoslosañosquelehabíaconocido,nuncahabíaviajadomásaloestedeRaleigh,ysolohabíaidoa
Alexandriaenunaocasión.Traslaguerra,yhastahacíaunpardedías,estababastantesegurodequenohabíasalidodel
condadoenaños.PeroEasleyestabamuylejosdeNewBern.Aseisosietehorasporlainterestatal,talvezalgomás,segúnel
tráfico.Enesemomento,miabueloteníanoventaaños;¿adóndehabríaqueridoir?
Habríasupuestoqueteníaalzhéimer,sinofueraporqueensuscartasparecíatanlúcidoyreflexivocomodecostumbre.
Siemprehabíasidobuenoescribiendocartasy,aunquecontestéenalgunasocasiones,solíaacabarllamándoleporteléfono
trasrecibirunadesusmisivas.Meresultabamásfácil,ypuedoserunpocovagoparaciertascosas,comoponertintasobre
papel;nomesientoorgullosodeello,peroasísoy.Alteléfonoteníalacabezamásclaraquenunca.Porsupuesto,notabaque
eramás viejo y que quizás le costaba un pocomás encontrar las palabras que buscaba, pero en absoluto noté nada que
indicaseunademencialosuficientementeseveracomoparaimpulsarunviajeaunlugarquenuncalehabíaoídomencionar.
Pero al observarlemientras yacía inconscienteme pregunté si nome habría equivocado al valorarlo. Bajo la luz del
atardecer,supieladquirióunapalidezgrisácea;alocaso,surespiraciónsonabatrabajosa.Aunquehabíanpasadolashoras
devisita, elpersonaldelhospitalnomeechóde lahabitación.Noestoy segurode la razón, tal vezporquesoymédico,o
porquesedieroncuentadecuántomeimportaba.Cuandocayólanoche,seguíallísentadoasulado,cogiéndolelamanoy
hablandoconéltodoeltiempo.
Por lamañana estaba exhausto. Una de las enfermerasme trajo un café yme recordó que, pormucho que quisiera
esforzarmeporpermanecer a su lado,hay gentebuena en todaspartes.Elmédicodemi abuelopasó a verlo al hacer su
ronda;porsuexpresióntrasexaminaramiabuelodedujequeestabapensandolomismoqueyo:eseamableancianoestaba
adentrándoseenlaúltimafasedesuvida.Quizáslequedabanhorasdevida,talvezundía,peronomuchomás.
Haciaelmediodíamiabuelosemovióunpoco,conlosojosmedioabiertos.Cuandointentóenfocarlavista,percibí la
mismaconfusiónquehabíandescritolasenfermeras,ymeinclinéaúnmássobreellecho,apretandosumano.
—Hola,abuelo,estoyaquí.¿Puedesoírme?
Girólacabezatodoloquepodía,solounpoco.
—Soyyo,Trevor.Estásenelhospital.
Parpadeólentamente.
—Tre…vor…
—Sí,abuelo,soyyo.Hevenidoencuantolosupe.¿Adóndeibas?
Notéquemeapretabalamano.
—Ayuda…paraque…cur…aren…
—Porsupuesto—dije—.Tevanacurar.
—Si…tú…puedes…
Cadapalabraparecíaungraznidoentrerespiracionesentrecortadas.
—Desmayo…
—Sí,abuelo.Tuvisteunderrame.—Aldeciresaspalabras,mepreguntésihabíaestadomásenfermodeloqueimaginaba;
enesemismoinstante,meacordédequesumujerhabíatenidoepilepsia.
—Enfermedad.
—Tepondrásbien—mentí—. Iremosacuidar lasabejasy saldremosenelbote, ¿sí?Solos túyyo.Comoen losviejos
tiempos.
—Como…Rose…
«Tupreciosanovia»,pensé.Volvíaapretarlelamano,aborreciendoqueestuvieratanconfuso,quenosupieraloquele
habíapasado.
—Encuentra…familia…
Notuvelasagallasderecordarlequesumujerysuhijahabíanmuertohacíamucho,yqueyoeralaúnicafamiliaquele
quedaba.
—VerásaRosepronto—prometí—.Sécuántotequería.Ytúaella.Teestaráesperando.
—Ve…a…hel…
—Todoestábien,estoyaquí—repetí.
—Escapa…
—No voy a dejarte solo—respondí—.Mequedo contigo. Te quiero—dije, acercando su arrugadamano ami cara. La
expresióndesurostrosesuavizó.
—Te…quiero…
Podíasentircómosemeanegabanlosojosdelágrimaseintentéreprimirlas.
—Ereselmejorhombrequeheconocido.
—Has…venido…
—Porsupuestoquehevenido.
—Ahoravete…
—No—respondí—.Mequedoaquí,contigo.Daigualcuántotiempo,mequedoaquí.
—Porfavor—susurró,ydespuéssusojossecerraron.Esofueloúltimoquemedijo.Menosdedoshorasdespuésdiosu
últimoaliento.
La noche quemurió, despierto en la cama en un hotel cercano, reviví esos últimosmomentos conmi abuelo. Estaba
desconcertadopor lascosasquemehabíadichoy, finalmente,mesentéen lacamaparaescribirlasenelbloquedenotas
dispuestoalladodelteléfono,combinandoalgunasdelaspalabrasenfrasesquepenséquelesdaríanalgúnsentido.
Tre…vor…ayud…paraque…cur…aren…sitúpuedes…desmayo…enfermedad…comoRose…encuentrafamilia…veahel…escapa…
tequiero…hasvenido…ahoravete…porfavor
Había cierta incoherencia, disociación, pero por lomenosme había reconocido.Me dijo queme quería, yme sentía
agradecido por ello. Le dije queme quedaría con él, y estaba contento por haberlo hecho. Lamera idea de que hubiera
podidomorirsincompañíaerasuficientepararompermeelcorazón.
Trasacabardeanotaraquellaspalabras,dobléelpapelymelometíenlacartera,mientrasseguíareflexionandosobre
ellas.Detodoloquehabíadicho,loúnicoquenopodíaentendereralode«veahel».
Le aseguré que pronto volvería a ver a Rose, aunquemi abuelo nunca había sido especialmente religioso. No estaba
segurode sus creencias respecto a la vida después de lamuerte, pero estaba contento de habérselo dicho.No sé si se lo
creeríaono,perosícreoqueesloquedeseabaoír.
Melevantédemiasientoenelporche,ydescendílosescalonesparadirigirmealembarcadero.Aligualqueelbotedemi
abuelo, el embarcadero no era gran cosa, pero, de algún modo, había sobrevivido a innumerables huracanes desde su
construcción. Al acercarme, vislumbré algunos viejos tablones secos y podridos, así que pisé cauteloso, con miedo de
atravesarlosycaeralaguaencualquiermomento.Perolamaderaaguantó,yalfinalsubídeunsaltoalabarcaza.
Solomi abuelohabríapodido construir semejantenave.Laparte que recordabapor su formaauna letrina, y quemi
abuelollamaba«puentedemando»,seencontrabacercadelaproaycontabacontresparedes,unaventanatorcidayuna
vieja ruedade timóndemaderaqueprobablementehabía encontradoenalguna tiendade segundamano.Puestoqueno
teníademasiadaideadediseñonaval,elactodellegaracualquierdestinoenaquelloeramásartequeciencia.Laruedayel
timónestabanconectados,perodeformaprecaria;viraraizquierdaoderechasolíarequerirtresocuatrorotacionesdela
rueda,ycómohabíaconseguidoregistrarlooficialmentecomoembarcación legaleraalgoqueescapabaami imaginación.
Traselpuentedemandohabíadostumbonasdevinilo,unamesitaquehabíaatornilladoalacubiertayunpardebancosde
metalfijos.Unpasamanoshechodelistonesdecincopordiezcentímetrosevitabalaposiblecaídadelospasajeros,ylapopa
estabadecoradaconunpardecuernosdeunbueyde la razaTexas longhornmontadosenunpostegalvanizado,quemi
abuelodecíahaberrecibidodeunamigosuyodeltiempodelaguerra.
Elmotoreratanantiguocomoelrestodelbote:paraarrancarlohabíaquetirardeuncordón,comosisetrataradeun
cortacésped.Cuandoeraniño,miabuelomedejóprobary,trasnumerososintentosfallidos,apenaspudemoverelbrazoen
unbuenrato.Conlamanobuenalediunpardesacudidassecasy,alverqueelmotorseguíasinreaccionar,supusequeel
problemadebíaseralgotansimplecomolabujía.Miabueloeraungenioencuestionesdemecánica,ynoteníalamenor
dudadequehabíamantenidoenbuenestadoelmotorhastaqueseausentóparairaEasley.
Locualmehizovolveraplantearmeporquéhabíaidoallí.
Trasrebuscarenelgraneroparaencontrarunallaveinglesa,quitélasbujíasymesubíamivehículotodoterreno.Admito
queno es lomejor para elmedioambiente, pero, como es tan elegante,me gusta pensar que, para compensar, añadeun
toquedebellezaalmundo.
Conduje un kilómetro y medio hasta la tienda Trading Post de Slow Jim, y me encontré con que el lugar no había
cambiadonada.Yaenel interior,preguntéen lacajadóndeestaban lasbujíasy,enefecto,encontréexactamente lasque
necesitaba.Miestómagoempezóarugirmientraspagaba,recordándomequenohabíacomidonadadesdeeldesayuno.Me
venció la nostalgia ymedirigí hacia el asador. Las seismesas estabanocupadas (el local siemprehabía atraído amucha
gente),peroquedabaalgúntaburetelibreenlabarra,ytoméasiento.Sobrelaparrillapodíaverseunapizarraconelmenú.
Ofrecíanmásopcionesdelasquehabíaprevisto,aunquelamayoríaeranpocosaludables.Peroesamañanayahabíasalidoa
correr,¿porquénohacerunaexcepción?Pedíunahamburguesaconquesoypatatas fritasaClaude,aquienreconocíde
anteriores visitas. Aunque llevaba un delantal, parecía más un banquero que un cocinero, con las sienes plateadas
destacandoensuscabellosnegrosyunosojosazulesquecombinabanconelpolobajoeldelantal.Supadrehabíaempezado
conlatienda,probablementeenlaépocaenquemiabueloconstruyósucasa,peroClaudellevabaalfrentedelnegociomás
deunadécada.
Pedí,además,untéhelado,queresultóigualdedulcequeenmisrecuerdos.Elsuresfamosoporeltépreparadodeesa
manera,ysaboreécadagota.DespuésClaudedeslizóhaciamíunbolconunospequeñosobjetosmarronesymojados.
—¿Quéeseso?
—Cacahueteshervidos.Acompañantodoslospedidos—explicóClaude—.Empecéaservirloshaceunpardeaños.Esuna
receta demimujer.Hay un tarro cerca de la caja registradora. Puedes comprar unos cuantos antes de irte. Casi todo el
mundolohace.
Probé uno con cierta cautela, yme sorprendió su calidad y sabor salado. Claude se dio la vuelta y tiró unas cuantas
patatascongeladasenelaceitecaliente,antesdearrojarunahamburguesaalaparrilla.Alotrolado,Callieestabareponiendo
lasestanterías.Nosésimehabíavisto,peronosoltóprenda.
—¿Sabesqué?—preguntóClaude—.Creoqueteconozcodealgo.
—Llevoañossinaparecerporaquí,perosolíaveniramenudoconmiabuelo,CarlHaverson.
—Ah,claro—respondióanimado—.EreselmédicodelaMarina,¿no?
—Yano.Peroahoranoeselmomentoadecuadoparaesahistoria.
—SoyClaude.
—Meacuerdodeti—dije—.SoyTrevor.
—Guau—exclamó—.UnmédicodelaMarina.—Claudeemitióunsilbido—.Seguroquetuabueloestabaorgullosodeti.
—Yyodeél.
—Sientotupérdida.Leapreciabamucho.
Peléotrocacahuete.
—Yotambién.
—¿Vivesporaquíahora?
—Mequedaréhastajunio,másomenos.
—Una finca estupenda—dijoClaude—.Tuabueloplantóunos cuantos árboles fantásticos.En esta épocadel año está
realmenteprecioso.Mimujersiempremehacereducirlamarchacuandopasamosporahí.Haymontonesdeflores.¿Siguen
ahílascolmenas?
—Porsupuesto—asentí—.Yenbuenestado.
—Tuabuelosolíavendermemielparalatiendacadaaño.Atodoelmundoleencanta.Sitequedaunpocodelañopasado,
megustaríapoderquitárteladelasmanos.
—¿Cuántostarrosquerrías?
—Todoslosquetengas—dijoriendo.
—¿Tanbuenaes?
—Lamejordelestado,o,porlomenos,esodicen.
—¿Hayunranking?
—Nolosé.Peroesloqueledigoalagentecuandomepreguntan.Ysiguencomprándola.
Sonreí.
—¿Porquéestásenlaparrilla?Sinorecuerdomal,normalmenteestabasenlacajaregistradora.
—Casisiempre.Seestámásfresco,yesmuchomásrelajado,ademásdequeunonoacaballenodegrasa.PeroFrank,el
parrillero,estáfueraestasemana.Suhijasecasa.
—Buenarazónparasaltarseeltrabajo.
—No tan buena paramí.He perdido la práctica en la plancha.Haré todo lo posible para que tu hamburguesa no se
queme.
—Teloagradezcomucho.
Echóunvistazoporencimadelhombroalachisporroteanteparrilla.
—Carlsolíavenirdosotresvecesalasemana,¿sabes?Siemprepedíaunsándwichdebeicon,lechugaytomateconuna
tostadadepanblanco,patatasfritasyunpepinillocomoguarnición.
Recordabahaberpedidolomismocuandoibaconél.Poralgunarazón,esaclasedesándwichnomeparecíatanbuenoen
ningúnotrositio.
—Estoysegurodequetambiénleencantabanloscacahuetes.Sonexcelentes.
—Puesno—denegóClaude—.Eraalérgico.
—¿Aloscacahuetes?—entrecerrélosojos,incrédulo.
—Esloquedecíasiempre,quesugargantasehincharíacomounglobosilosprobaba.
—Quépocosabeunodelaspersonasalasquecreeconocer—caviléy,depronto,recordéqueelpadredeClaude,Jimymi
abuelo siemprehabíanestadomuyunidos—.¿Cómoestá tupadre?—SospechabaqueJimyanoviviría, comomiabuelo,
puestoquedebíantenerlamismaedad,peroClaudesimplementeseencogiódehombros.
—Comosiempre,supongo.Lesiguegustandoveniralatiendaunpardevecesporsemanaysentarseenlasmecedorasde
lapartedelanteramientrascomesualmuerzo.
—¿Ah,sí?
—Dehecho,tuabuelosolíaacompañarle—añadióClaude—.Eranunaparejahabitual.SupongoqueJerroldhaocupado
dealgúnmodoellugardetuabuelodesdequefalleció.¿Yalehasconocido?
—No.
—SolíallevarunafurgonetadePepsi.Sumujermurióhaceunosaños.Esuntipoagradable,perotambiénunbichoraro.
Y,francamente,noestoysegurodequésacandesucompañía.Mipadreestásordocomounatapiayclaramentetienealgún
derrapemental.Esocomplicamantenerunaconversación.
—Debedetenercasinoventaaños.
—Noventayuno.Supongoqueviviráhastaloscientodiez.Apartedeloído,estámássanoqueyo.—Claudesegiróydiola
vueltaalahamburguesa,paradespuéscolocarelbolloenlatostadora.Cuandoestuvolisto,añadiólechuga,tomateycebolla
antesdevolveramirarme.
—¿Puedohacerteunapregunta?
—Dispara.
—¿QuéhacíaCarlenCarolinadelSur?
—Notengoniidea.Todavíanohepodidoaveriguarlo.Esperabaquetúpudierasdecírmelo.
Claudenegóconlacabeza.
—Hablabamásconmipadrequeconmigo,pero,trassumuerte,sentímuchacuriosidad.
—¿Porqué?
Apoyólasmanosenelmostradorymemiró.
—Bueno,paraempezar,nosolíairaningúnsitio.Nohabíasalidodelpuebloenaños.Y,además,soloteníalacamioneta,
¿teacuerdas?
Asentí.EraunaChevroletC/Kdeprincipiosde losañossesenta.Podríaconsiderarseunclásico, sino fueraporqueel
chasiseraunachatarraoxidadaydescolorida.
—Carlhizo todo loquepudoparaque siguiera funcionando.Eramuybueno con losmotores,perohasta éldecíaque
estabaenlasúltimas.Dudoquepudierallegaralossetentakilómetrosporhora.Estababienparairporelpueblo,perono
meimaginoaCarlconellaporlainterestatal.
Yotampocopodíaimaginarlo.Obviamentenoeralaúnicapersonaquesepreguntabaquémoscalehabíapicado.
Claudevolvióalaparrillayañadióunaspatatasfritasalplatodepapel,quedespuéspusoantemí.
—Kétchupymostaza,¿no?
—Claro.
Meacercóambosfrascos.
—ACarltambiénlegustabaelkétchup.Leechodemenos.Eraunbuenhombre.
—Síqueloera—respondídistraídamente,yaquemimentedeprontoparecíaobsesionadaconlarepentinacertezadeque
Natalieteníarazónaldecirmequealguienhabíaestadoviviendoencasademiabuelo—.Creoquemelollevofuera,comeré
enlapartedelantera.Mehagustadohablarcontigo,Claude.
—Paraesoestánlassillas.Mehaencantadovolveraverte.
Medirigíhacia lapuertacargadoconmiplatoy labebida.Meabrícaminohacia lasmecedorasusandolacaderapara
cruzar la puerta y toméasiento.Dispuse el plato en lamesita demadera situada al lado, y volví a pensar en el presunto
vagabundoquehabríaentradoenlacasa,ydeprontomeplanteésisupresencianoestaríadealgunaformarelacionadacon
losdemásmisteriosqueconcerníanamiabueloenlosúltimosdíasdesuvida.
CuandoestabaterminandomialmuerzoviaCalliesalirdelatiendaconloqueparecíasersupropiacomidaenunabolsa
depapelmarrón.
—Hola,Callie—saludé.
Volviólamiradahaciamí,recelosa.
—¿Teconozco?
—Nos conocimoshacepoco—dije—.Cuandopasabaspormi casa.Medijisteque lasbolasdenaftalinanomantienen
alejadasalasserpientes.
—Yescierto.
—Desdeentoncesnohevistoninguna.
—Siguen allí.—Me sorprendió al ponerse en cuclillas y alargar el brazo con un plato de papel sobre el cual había un
pegotequeparecíaatún—.Venga,Termita.Horadecomer.
Pusoelplatoenelsuelo,yenseguidasalióungatodedetrásdelamáquinadehacerhielo.
—¿Estugato?—pregunté.
—No.Eselgatodelatienda.Claudemedejaalimentarlo.
—¿Viveenlatienda?
—Noestoyseguradequevivaaquídedía,peroClaudedejaqueentreporlanoche.Esunbuencazadorderatones.
—¿PorquésellamaTermita?
—Nolosé.
—¿Ynosabesadóndevadedía?
CallienorespondióhastaqueTermitasepusoacomer.Luego,sinmirarme,volvióahablar.
—Hacesmuchaspreguntas,¿nocrees?
—Cuandoalgomeinteresa,sí.
—¿Teinteresaelgato?
—Merecuerdaamiabuelo.Tambiénlegustabanlosgatoscallejeros.
Cuandoelgatoterminódecomer,Callierecogióelplato.Termita,mientrastanto,sepaseótranquilamentehaciamí,me
ignoróporcompletoyluegodesapareciótrasunrecododelatienda.
Callie seguía sin responder. Sin embargo, dio un suspiro, tiró el plato de papel en la papelera y, dándome la espalda
mientrassealejaba,dijoalgoquemesorprendió.
—Yalosabía.
4
anto la terapiaconductual cognitivacomo ladialécticaponenénfasisenvivir segúnel sentidocomún,oen«hacer las
cosasquenosenseñaronnuestrasmadres»,comounaformadeayudaramejorarlasaludmentalyemocional.Aunquetodo
elmundosepuedebeneficiarde la terapiaconductual,para lagentecomoyo,conuntrastornoporestréspostraumático,
vivirsegúnelsentidocomúnesfundamentalparagarantizarlacalidaddevida.Entérminosprácticos,mejorarymantenera
rayanuestro comportamiento implica hacer ejercicio con frecuencia, dormir bien, comer sano y evitar las sustancias que
alteranelsistemanervioso.Conel tiempoheaprendidoque laterapianoconsistetantoenconversacionesen lasquenos
miramoselombligo,sinoenaprenderhábitosparavivirbieny,aúnmásimportante,enponerlosenpráctica.
Aunqueaquellasemanamehabíacomidounahamburguesadequesoconpatatasfritas,engeneralintentabaseguiresas
directrices.Laexperienciamehabíademostradoquecuandoestabademasiadocansado,sinohabíapracticadoejercicioen
unosdíaso comíademasiadaporquería, eramás sensibleavarios factoresdesencadenantes, como fuertes ruidosogente
fastidiosa.Pormuchoquenomegustaracorrer,lasimplerealidaderaqueenmásdecincomesesnomehabíadespertado
unapesadilla,ymismanoshabíandejadodetemblardesdequelleguéaNewBern.Todoesomeempujabaaotrasesiónde
entrenamientoelsábadoporlamañana,seguidadeunatazadecafémásgenerosadelohabitual.
Despuéscambiélasbujíasdelbote.Enefecto,elmotortosióalresucitar,yluegoempezóaronronear.Lodejéalralentí
unratomientraspensabaquemiabuelohabríaestadoorgulloso,especialmenteporquenosoydeesosalosqueselesdan
bienlosmotores.Mientrasesperaba,recordéunchistequemecontómiabueloenmiúltimavisita.Unamujerllevasucoche
almecánicoporqueelmotornofuncionabien.Alcabodeunrato,elmecánicosaledeltallerylamujerlepregunta:«¿Quéle
pasa a mi coche?». El mecánico responde: «Solo es mierda en el carburador». «Ah, vale. ¿Cada cuánto tengo que
añadírsela?»
Amiabueloleencantabacontarchistes,yesaeraotradelasrazonesporlasquesiempremeapetecíahacerleunavisita.
Loscontabaconunbrillopícaroenlosojos,ynormalmenteempezabaareírseantesinclusodellegaralfinal.Enestafacetay
muchasotraseratodolocontrarioamisseriospadres,siempreobsesionadosconelrendimiento.Amenudomepreguntaba
cómohabríasalidoyosinsudespreocupadapresenciaenmivida.
Trasapagarelmotor,volvíalacasaylimpiéunpoco.Mepuseunospantalonescaqui,unpoloymocasines,yluegosalvé
encochelosdiezminutoshastaelcentrodeNewBern.
Siempreme gustó el centro, sobre todo el barrio histórico.Haymuchas casas antiguas ymajestuosas, algunas de las
cualesfueronconstruidasenelsigloXVIII,algoqueresultasorprendenteteniendoencuentaqueelpueblosueleinundarse
durante los huracanes, que ya deberían haber arrasado con todas. Cuando vine la primera vez de visita,muchos de los
edificioshistóricosseencontrabanenunestadodeplorable,pero,pocoapoco,algunos inversores loscompraronyfueron
restaurándolos hasta devolverles su esplendor original. Las calles estaban cubiertas de frondosos y enormes robles y
magnolios,yhabíaunmontóndepanelesoficialesquedabanfedeimportantesacontecimientoshistóricos:unduelofamoso
aquí,unapersonaimportantenacidaallá,elorigendealgunadecisióndelTribunalSupremoenlasiguientemanzana.Antes
de laGuerra de la Independencia,NewBern había sido la capital colonial de los británicos, yGeorgeWashington había
hecho una breve visita a la pequeña ciudad tras ser nombrado presidente. Pero lo que más me gustaba era que, en
comparaciónconotrasciudadespequeñas,losnegociosdelcentroseguíansiendoprósperos,apesardelosgrandescentros
comercialesapocoskilómetrosdedistancia.
Aparqué frente la iglesia episcopal y al salir del coche sentí cómo me bañaban los rayos del sol. Dado que las
temperaturaseranmáselevadasdelohabitualyelcieloestabaazul,nomesorprendiólacantidaddegentequeinundabalas
aceras. Pasé por delante del Museo de Pepsi (bebida que fue inventada aquí por Caleb Bradham), y luego por Baker’s
Kitchen,unlocalpopularporsusdesayunos.Estabaatestado,yhabíagentesentadaenlosbancosdispuestosenelexterior
esperandounamesa.Antes de salir había hecho una búsqueda rápida por internet queme facilitó encontrar elmercado
agrícola,ubicadocercadelCentrodeHistoriadeCarolinadelNorte.ComoNataliemelohabíarecomendadoynoteníanada
mejorquehacer,pensé:¿porquéno?
Pocodespuéslleguéamidestino.Noeraelbulliciosocuernodelaabundanciaagrícolaquehabíaimaginado,concestos
rebosantesdefrutayverdura,típicodelospuestosdecarretera.Enlugardeeso,predominabanlosvendedoresdebaratijas,
comidaenlatadaytodaclasedeartículosdeartesaníaentenderetesquerecordabanaunaventadegaraje.Pensándolobien,
eralógico,teniendoencuentaquesoloestábamosenabrilytodavíafaltabaparalacosechadeverano.
Sinembargo, tambiénhabíaalgunosproductos frescos,ydecidídarunavueltaporelmercadoparahacermeuna idea
general y decidir qué necesitaba parami despensa.Me tomé un vaso de sidramientras deambulaba y contemplaba las
paradas.Ademásdecomida,vimuñecashechasdepaja,casasparapájaros,móvilesdevientohechosdeconchasytarrosde
compota demanzana, nada de lo cual necesitaba. Pero cada vez habíamás gente, y para cuando regresé ami punto de
partidavislumbréaNatalieMastersoninclinadasobreunamesadeboniatos.
Llamabalaatencióninclusodesdelejos.Cargabaconuncestoyllevabaunosvaquerosdescoloridos,unacamisetablanca
ysandalias,vestimentaquefavorecíasufiguramuchomásquesuaburridouniforme.Sehabíacolocadolasgafasdesola
mododediademay,apartedeunpocodepintalabios,apenasibamaquillada.Llevabaelpelosueltoentodosuesplendor,
casihastalaalturadeloshombros.MeimaginéalaseñoritaMastersonaquellamismamañana,vistiéndose,peinándosecon
losdedos,yponiéndoseunpocodepintalabiosantesdesalirporlapuerta,enunprocesoquedebióllevarlemenosdecinco
minutos.
Aparentementeestabasolay, trasvacilaruninstante,medirigíhaciaella,casitropezandoconunaancianaqueestaba
examinandounacasaparapájaros.Cuandomeencontrélobastantecerca,Nataliesevolvióenmidirección.Miróhaciamí
sorprendida,unpardeveces,peroparaentoncesyoyaestabaasulado.
—Buenosdías—saludéconvozcantarina.
Sentísobremísusojos,brillandoconciertoregocijo.
—Buenosdías—respondió.
—Nosésiteacuerdasdemí,soyTrevorBenson.Nosconocimoslaotranoche.
—Sí,lorecuerdo—contestó.
—¿Quéprobabilidadhabíadequenosencontrásemosaquí?
—Unabastantealta,diría—señaló—,puestoquemencionéqueveníaamenudo.
—Comomelorecomendaste,penséquedeberíaecharunvistazo—comenté—.Y,detodosmodos,necesitabaunparde
cosas.
—Perotodavíanohascompradonada.
—Metoméunasidrahaceunrato.Yestoypensandoencomprarunamuñecahechadepajaquehevisto.
—Noparecesdeesostiposquecoleccionanmuñecas.
—Asítendríaalguienconquienhablarmientrasmetomoelcaféporlamañana.
—Esunaideainquietante—comentó,mirándomefijamentemástiempodelonormal.Mepreguntésiseríasuformade
coquetearosiexaminabadeesemodoatodoelmundo.
—Laverdadesquequeríacomprarunoscuantosboniatos.
—Adelante—dijoseñalandolamesa—.Hayunmontón.
Volviólaatenciónalamesa,mordiéndoseellabiomientrasexaminabaelproducto.Meacerquéunpocoymefijéensu
perfil,mientraspensabaquesuexpresiónmásespontánearevelabaunasorprendente inocencia,comosisiguieradándole
vueltasaporquépasancosasmalasenelmundo.Mepreguntésitendríaalgoqueverconsutrabajo,osisimplementemelo
estabaimaginando.Osi,Diosnoloquiera,teníaalgoqueverconmigo.
Eligióunos cuantosboniatosde tamañomedianoy losdepositó enel cesto; yopreferíunpardemayor tamaño.Tras
hacerunrápidorecuento,añadióunoscuantosmás.
—Sonmuchosboniatos—comenté.
—Voyahacerunastartas.—Antemiexpresióninquisitiva,añadió—:Nosonparamí.Sonparaunavecina.
—¿Hacestartas?
—Porsupuesto.Vivoenelsur.
—Perotuvecinanococina.
—Esunaanciana,ysushijosynietosvanaveniravisitarlaestasemana.Ylesencantamireceta.
—Muyamableportuparte—alabé—.¿Cómofueelrestodelasemana?
Recolocólasboniatosenelcesto.
—Fuebien.
—¿Pasóalgoemocionante?¿Algúntiroteo,caceríashumanas?¿Algoporelestilo?
—No—respondió—.Lonormal.Unascuantaspeleasdomésticas,unpardeconductoresebrios.Ytraslados,claro.
—¿Traslados?
—Trasladosdeprisioneros.Parasucomparecenciaanteeltribunal.
—¿Tambiénhaceseso?
—Todoslosagenteslohacemos.
—¿Noespeligroso?
—Normalmente,no.Vanesposados,ylamayoríasonbastanteagradables.Lostribunalessonmuchomásllevaderosque
lacárcel.Perodevezencuandohayalgunoquemeponenerviosa,elpsicópatadeturno.Escomosilesfaltaraalgoelemental
en su personalidad y tienes la sensación de que, justo después de asesinarte, se comerían un par de tacos sin lamenor
preocupación.—Miróelcontenidodelcestoyvolvióacontarantesdevolversehaciaelvendedor—.¿Cuántoledebo?
Sacóunoscuantosbilletesdelbolsoaloírelprecioypagó.Mostréloquellevabadelmismomodoysaquéeldinerodela
cartera.Mientrasesperabaaquemecobrasen,unamujerdecabelloscastañosyojosmarronesdeunostreintaañossaludóa
Natalieyempezóaacercarsedeshaciéndoseensonrisas.Mientrasseabríacaminoentre lagente,Nataliese ibaponiendo
tensa.Cuandollegóadondeestábamos,lamujerseinclinóparadarleunabrazo.
—Hola,Natalie—dijoenuntonocasidemasiadoamable.ComosisupieraqueNatalieestabaluchandocontraalgodelo
queyonoteníaniidea—.¿Cómoestás?Hacemuchoquenonosvemos.
—Losiento—respondióNataliecuandolamujerdeshizoelabrazo—.Estoymuyocupada.
Lamujerhizoungestocomprensivocon lacabeza,mientrasmemirabadereojo,para luegovolveraNatalie,conuna
curiosidadevidente.
—SoyTrevorBenson—saludé,alargandolamano.
—JulieRichards—dijo.
—Midentista—explicóNatalie.SevolviódenuevohaciaJulie—.Séqueteníaquellamaratuconsultaparaconcertaruna
cita…
—Cuandoquieras—dijoJuliemoviendolamanocomoparaquitarleimportancia—.Yasabesquemeadaptoatuhorario.
—Gracias—murmuróNatalie—.¿CómoestáSteve?
Julieseencogiódehombros.
—Superliado—contestó—.Sigue intentandoencontrarotromédicopara laconsulta,asíquetienetodas lashorasde la
semanaocupadas.Ahoramismoestáenlapistadegolf,porqueséquelonecesita,peroporsuertemehaprometidollevara
losniñosalcinemástarde,paraquemamápuedarelajarsetambién.
Nataliesonrió.
—Cooperaciónyacuerdos.
—Es un buen tipo —dijo Julie. Nuevamente sus ojos se posaron brevemente en mí, y luego de nuevo en Natalie—.
Buenooo…¿Cuántohacequeosconocéis?
—Noestamosjuntos—dijoNatalie—.Noshemosencontradoaquí.Seacabademudaryhabíaunproblemaensucasa.
Unacuestiónlegal.
Pudenotarensuvozquesesentíaincómoda,asíquemostrémibolsadelacompra.
—Hevenidoacomprarboniatos.
Juliemededicóahorasuatención.
—¿Acabasdemudarte?¿Dedóndeeres?
—LosúltimosañoslospaséenFlorida.PerocrecíenVirginia.
—¿DequélugardeVirginiaexactamente?SoyoriginariadeRichmond.
—Alexandria—contesté.
—¿Quétepareceelpueblodemomento?
—Megusta.Perotodavíameestoyinstalando.
—Teacostumbrarás.Haygente fantásticaaquí—comentó,antesdevolvera centrar suatenciónenNatalie.Escuchéa
mediasmientrasambasseguíancharlandounpocomássobretrivialidadeshastaquesuconversaciónporfinfuedecayendo,
yJulievolvióainclinarseparadarleotroabrazo.
—Losiento,perotengoqueirme—dijoJulie—.Losniñosestánconlavecina,yledijequenotardaríamucho.
—Mehagustadoverte.
—Amítambién.Yrecuerdaquepuedesllamarmecuandoquieras.Heestadopensandoenti.
—Gracias—respondióNatalie.
MientrasJuliesealejaba,notéciertohastíoenlaexpresióndeNatalie.
—¿Todobien?
—Sí—dijoNatalie—.Nopasanada.
Esperé,peroNatalienoañadiónadamás.
—Queríacompraralgunasfresas—dijoporfinconvozdistraída.
—¿Sonbuenas?
—Nolosé—dijo,yempezóavolveraprestarmeatención—.Eselprimerfindesemanaquevendenfresas,peroelaño
pasadoerandeliciosas.
Fuehaciaunpuestollenodefresas,entrelamesaconcasasparapájarosylaqueteníamuñecasdepaja.Unpocomás
adelanteviaJulie,ladentista,hablandoconotraparejajoven;supusequeNatalietambiéndebíahabersedadocuenta,pero
disimuló.Enlugardeeso,fuehacialasfresas.Cuandomedetuveasulado,Natalie,depronto,enderezólaespalda.
—Oh,meolvidabadequenecesitobrócolitambién,antesdequeseagote.—Retrocedióunpaso—.Mehagustadocharlar
contigo,señorBenson.
Aunquetodavíasonreía,eraevidentequedeseabalibrarsedemipresencia.Cuantoantes,mejor.Pudenotarlasmiradas
deotraspersonasmientrasellaseguíaalejándose.
—Amítambiénmehagustado,agente.
Diomediavuelta,retrocediendoporelmismolugardelqueveníamos,ymedejósolodelantedelamesa.Lavendedora,
una mujer joven, estaba dando el cambio a otro cliente. No estaba demasiado seguro de qué hacer. ¿Quedarme allí?
¿Seguirla?Esoprobablemente lehabríaresultado irritanteydesagradable,demodoquemequedéenelpuestode fresas,
mientraspensabaqueparecíanigualesalasquepodríaencontrarenelsupermercado,soloquemenosmaduras.Decididoa
apoyaralosagricultoreslocales,compréunacajaycaminéderegresoabriéndomepasolentamenteentrelamultitud.Conel
rabillodelojo,viaNataliebuscandoalgocercadeunaparadadondevendíancompotademanzana;nohabíanirastrode
brócoliensucesto.
Reflexionésobrelaconvenienciadevolveracasa,peroentoncesvolvíaadvertirlabellezadelamañana,ydecidíqueun
cafémevendríabien.
Salí del mercado y caminé hasta el local Trent River Coffee Company. Se encontraba a unas cuantas manzanas de
distancia,peroeltiempoeratanagradablequeapetecíaestarfuera.Ensuinteriorescuchéalosclientesquemeprecedían
pedirchailattesdemocamediodescafeinados,unadeesascosasqueestabandemoda.Cuandomellegóelturnopedíun
cafénegro,ylajovenenelmostrador,quelucíaunpiercingenlacejayuntatuajedeunaarañaeneldorsodelamano,me
mirócomosisiguiéramosenlosañosochenta,ladécadaenlaqueyonací.
—¿Esoestodo?¿Solo…café?
—Sí,porfavor.
—¿Nombre?
—JohannSebastianBach.
—¿Seescribecon«Y»?
—Sí—respondí.
Laobservémientrasescribía«Yohan»enlatazayseladabaaunchicoconelcabellorecogidoenunacoletasituadotras
ella.Eraobvioqueelnombrenolesonabaenabsoluto.
Mellevélatazaalexterior,yfuihaciaUnionPoint,unparquesituadoenlaconfluenciadelosríosNeuseyTrent.Según
elpanelhistóricoallídispuesto,eraademásellugarenelqueungrupodecolonossuizosyalemanespalatinosfundaronla
poblaciónen1710.Talcomoyome lo imagino,seguramentedeseabandirigirseazonasdeclimamáscálido(comoSouth
Beach,talvez,oDisneyWorld)yseperdieron,acabandoaquí.Supongoquetendríanunlídermasculinoalquenolegustaba
preguntarcómosellegabaaningunaparte.
Noesqueseaunamalaubicación.Dehecho,esunlugarprecioso,exceptocuandolleganrugiendoloshuracanesdesdeel
Atlántico.ElvientoimpidequeelNeusefluyahaciaelmar,elaguaretrocede,ylaciudadempiezaafingirqueestáesperando
elarcadeNoé.MiabuelohabíavividolastormentasFranyBerthaen1996,perocuandohablabadelasmásfuertes,siempre
sereferíaaHazel,en1954.Duranteelhuracán,dosdelascolmenasquedaronvolcadas,unsucesocatastróficoensuvida.El
hechodequeel tejadotambiénsalieravolandonoeranide lejos tangraveparaélcomoeldaño infligidoa loqueerasu
orgulloyalegría.Noobstante,noestoysegurodequeRosesintieralomismo;sefueavivirconsuspadreshastaquelacasa
volvióaserhabitable.
Habíaungrancenadorenelcentrodelparque,asícomounbonitopaseoadoquinadoalolargodelaorilladelrío.Paseé
hacia un banco desocupado con vistas al río y tomé asiento. El reflejo del sol centelleaba sobre las aguas tranquilas del
Neuse,queteníacasiunkilómetroymediodeanchoenesepunto,yviunbotedeslizándoselentamenteconlacorriente,con
lasvelashinchadascomoalmohadas.Enunarampaparaembarcacionescercanaviungrupodegentecontablasdesurfde
remopreparándoseparahacersealagua.Algunosencamisetaypantalóncorto,otrosentrajescortosdeneopreno.Parecían
estardebatiendo suplandeacción.Enel extremodelparque,unos cuantosniñosdabancomidaa lospatos;otroparde
niños jugabanal frisbee, y otros hacían volar una cometa.Me gustaba que la gente del lugar supiera disfrutar del fin de
semana.EnKandahar (y tambiénantes,durante la residencia) trabajabaprácticamente cada finde semana, y losdías se
sucedíanenunborrosoagotamiento.Perohabíamejoradoalahoradeaprenderarelajarmelossábadosydomingos.Cabe
decirquecasihacíalomismoquecualquierotrodíadelasemana,demodoquecadavezteníamáspráctica.
Acabémicafé,tiréelvasovacíoenunapapeleracercanayfuihastalabarandilla.Meapoyésobreellaypenséquelavida
enunapoblaciónpequeñateníasuencanto,especialmentecuandounpardeminutosdespuésviaNataliecaminandoenmi
dirección,cargandoconelcestodelacompra.Parecíaestarobservandolastablasdepaddleboardensuavancehaciaaguas
másprofundas.
Supongoquepodríahaberlasaludado,ollamado,peroteniendoencuentanuestrorecienteencuentroenelmercadode
losagricultores,mecontuve,yseguíobservandoellentomovimientodelacorrientehastaqueoíunavoztrasdemí.
—Otraveztú.
Miréporencimadelhombro.LaexpresiónylaposturadeNataliedelatabanquenoesperabaencontrarmeallí.
—¿Estáshablandoconmigo?
—¿Quéhacesaquí?
—Estoydisfrutandodelamañanadelsábado.
—¿Sabíasquevendría?
—¿Cómopodríahaberlosabido?
—Nolosé—respondióconuntonosuspicaz.
—Haceunahermosamañanaydesdeaquíhayunasvistasfantásticas.¿Porquénodeberíahabervenido?
Abriólabocapararesponder,perovolvióacerrarlahastaqueseleocurrióalgoquedecir.
—Bueno,supongoquenoesasuntomío.Perdonaporhabertemolestado.
—Nomemolestas —dije en un tono tranquilizador. Luego señalé con la cabeza el cesto—. ¿Encontraste todo lo que
necesitabasenelmercado?
—¿Porquélopreguntas?
—Poriniciarunaconversación,yaquemeestássiguiendo.
—¡Noestoysiguiéndote!
Mereí.
—Esbroma.Entodocaso,creeríaqueestásintentandoevitarme.
—Noescierto.Apenasteconozco.
—Exacto—asentí,yconlasensacióndequelapelotaestabaenmicampo,decidíprobarsuerte—.Yesunapena.—Sonreí
conpicardíaantesdevolveramirarhaciaelrío.
Nataliemeobservó,comosi sedebatieraentrequedarseono.Aunquecreíqueoptaríapor irse, finalmentepercibí su
presenciaamilado.Escuchéunsuspiromientrasdepositabaelcestoenelsuelo,ysupequehabíaconseguidoconvencerla.
Porfinsedecidióahablar.
—Tengounapregunta.
—Adelante.
—¿Siempreerestandirecto?
—Nunca—respondí—.Soycalladoyreservadopornaturaleza.Realmente,elfeodelbaile.
—Lodudo.
Enelagua,lastablasdepaddleboardflotabanríoarriba.
Ensilencio,vicómoseagarrabaconambasmanosalabarandilla.
—Acercadeloquepasóantes—empezóadecir—,enelmercado,cuandonosseparamos,queríadisculparmesiteparecí
demasiadobrusca.
—Noesnecesario.
—Mesentímaldespués.Peroesqueenlospuebloslagentehabla.YJulie…
Cuandointerrumpiólafrase,decidíacabarlaporella.
—¿Hablamásdelonormal?
—Noqueríaquesehicieraunaideaequivocada.
—Ya,comprendo—comenté—.Loschismessonelpandecadadíaenunpueblo.Esperemosquesehayaidoacasacon
sushijosyquenovengaalparque,orealmentetendráalgodequehablar.
Aunquesoloeraunabroma,Natalieinmediatamenteescrutólosalrededoresymimiradasiguiólasuya.Meparecióque
nadienosprestabalamásmínimaatención.Noobstante,empecéaplantearmeporquéeratanhorriblelaperspectivadeque
lavieranconalguiencomoyo.Encasodequecreyerasaberloqueyoestabapensando,nosenotó,peromeparecióadvertir
ciertaexpresióndealivio.
—¿Cómohaceslatartadeboniatos?
—¿Meestáspidiendolareceta?
—Nolaheprobadonunca.Intentoimaginarmecómodebesaber.
—Es parecido a la tarta de calabaza.Además de los boniatos, llevamantequilla, azúcar, huevos, vainilla, canela, nuez
moscada,lecheevaporadayunpocodesal.Perolaclaverealmenteeslacortezasuperior.
—¿Tesalebien?
—Estupenda. El secreto es usar mantequilla, no manteca. Aunque hay un debate al respecto con opiniones muy
discrepantes.Mimadreyyohemoshecholapruebayambasestamosdeacuerdo.
—¿Viveaquí?
—No.SigueenLaGrange,dondemecrie.
—Noséexactamentedóndeestá.
—Está entre Kinston y Goldsboro, de camino a Raleigh.Mi padre era farmacéutico. Bueno, de hecho sigue siéndolo.
Empezóconlafarmaciaantesdequeyonaciera.Mimadrellevalagestiónyestáenlacaja.
—Cuandonosconocimosdijistequeeraunpueblo.
—Solotienedosmilquinientoshabitantes.
—¿Ylafarmaciafunciona?
—Tesorprendería.Lagentenecesitamedicinas,tambiénenlospueblos.Peroyadebessaberlo,siendomédico,¿no?
—Eramédico.Yesperovolveraserloalgúndía.
Guardó silencio un instante. Examiné su perfil, pero nuevamente me resultó imposible conjeturar en qué estaría
pensando.
Finalmenteprofirióunsuspiro.
—Estabapensandoenloquedijiste laotranoche.Sobreestudiarpsiquiatríaparaayudara lagentecontrastornospor
estréspostraumático.Creoqueesfantástico.
—Gracias.
—¿Cómosabenlospacientesquesufrenesetrastorno?¿Cómolosupistetú?
Curiosamente,tuvelaimpresióndequenoeraunapreguntaparadarconversación,niporqueestuvieraespecialmente
interesadaenmí.Másbienteníalasensacióndequesentíacuriosidadporsuspropiasrazones,fueranlasquefueran.Enel
pasado,probablementehabríaintentadocambiardetema,perograciasalassesionesmantenidasregularmenteconeldoctor
Bowenhabíaconseguidoquehablardemisproblemasfueramásfácil,independientementedequiénfueramiinterlocutor.
—Cada persona es distinta, por lo que los síntomas también pueden variar, pero mi caso se ajustaba bastante a la
descripción del trastorno recogida en los libros de texto. Por las noches las pesadillas se alternaban con el insomnio, y
duranteeldíamesentíaallímitecasitodoeltiempo.Memolestabanlosruidosfuertes,avecesmetemblabanlasmanos,me
enzarzabaendiscusionesridículas…Mepasécasiunañoenfadadoconelmundo,bebiendomásdeloquedebía,yjugando
demasiadoaGrandTheftAuto.
—¿Yahora?
—Ségestionarlo—respondí—.Oporlomenosmegustapensarquepuedohacerlo.Mimédicotambiénlocree.Seguimos
hablandotodosloslunes.
—¿Esoquieredecirqueestáscurado?
—Enrealidad,noesalgoquepuedacurarse.Setratamásbiendegestionar laenfermedad.Locualnosiempreresulta
fácil.Elestréssueleempeorarlotodo.
—¿Acasoelestrésnoformapartedelavida?
—Sinduda—admití—.Poresoresultaimposibleestardeltodocurado.
Sequedócalladauninstanteantesdemirarmeconunasonrisaburlona.
—GrandTheftAuto,¿eh?Noséporqué,noteimaginoenelsofájugandoconelordenadortodoeldía.
—Eramuybueno.Locualnoresultófácil,porcierto,porquemefaltanalgunosdedos.
—¿Siguesjugando?
—No.Eseesunodeloscambiosquetuvequehacer.Enresumen,miterapiasebasaensustituirconductasnegativaspor
otraspositivas.
—Amihermanoleencantaesejuego.Quizásdeberíadecirlequelodeje.
—¿Tienesunhermano?
—Yunahermana.Samtienecincoañosmásqueyo,yKristentres.Antesdequemepreguntesporellos,losdosvivenen
lazonadeRaleigh.Estáncasadosytienenhijos.
—¿Cómoacabasteaquí?
Pasóelpesodelcuerpodeunpieaotro,comosiestuvierareflexionandocuálseríalamejorrespuesta,antesdeencogerse
dehombros.
—Bueno,yasabes.Conocíaunchicoenlauniversidad.Eradeaquí,ytraslagraduacióndielpaso.Yaquíestoy.
—Imaginoquenofuncionó.
Cerrólosojosunmomento.
—Nocomoyoquería.
Dijoaquellaspalabrasconvoztranquila;noerafácildilucidarlaemocióntrasellas.¿Arrepentimiento?¿Resentimiento?
¿Tristeza?Penséquenoeraelmejormomentonielmejorlugarparaseguirpreguntandoycambiédetema.
—¿Cómo fue crecer en un pueblo pequeño? Creía queNew Bern era pequeño, pero dosmil quinientos habitantes es
diminuto.
—Fuemaravilloso—replicó—.Mimadreymipadreconocíanatodoelmundo,ypodíamosdejarlapuertadecasaabierta.
Conocía a todos los compañeros de clase, y me pasaba el verano yendo en bicicleta, nadando en la piscina y cazando
mariposas.Cuantomáspasanlosaños,másmefascinalasimplicidaddetodoaquello.
—¿Creesquetuspadresviviránallíparasiempre?
Negóconlacabeza.
—No.HacealgunosañossecompraronunacasaenAtlanticBeach.Pasan todoel tiempoquepuedenallí,yestoycasi
seguradequeacabaránmudándosecuandosejubilen.ElañopasadoyacelebramoselDíadeAccióndeGraciasenlaplaya,o
sea,queahoraessolocuestióndetiempo.—Serecogióunmechóndepeloqueteníaenlacaradetrásdelaoreja.
—¿Cómoacabastetrabajandoenlaoficinadelsheriff?
—Yamelopreguntaste.
—Sigoteniendocuriosidad—dije—.Porquenomehasrespondidoconsinceridad.
—Nohaymuchoquecontar.Simplementesucedió.
—¿Cómo?
—Enlauniversidad,meespecialicéenSociologíay,trasgraduarme,medicuentadeque,amenosdequequisierahacer
unmásteroundoctorado,nohabíademasiadostrabajosenmicampo.Ycuandomemudé,resultóobvioquesinoabríami
propionegocio,obuscaba trabajoenelaeródromodeCherryPoint,o trabajabaenelhospitaloparaelGobierno,estaba
limitadaabuscarunempleoenlaAdministración.Meplanteévolveraestudiar,Enfermería,peroenesaépocamepareció
demasiadoesfuerzo.Entoncesmeenterédequenecesitabangenteenlaoficinadelsheriffysentíelimpulsodesolicitarla
plaza.Mesorprendiómuchoquemeaceptaranenelprogramadeentrenamiento,porquehastaesemomentonuncahabía
empuñadounarma.Yyocreíaquetodosebasabaeneso:gentemala,situacionespeligrosas,tiroteos,etcétera.Porlomenos
esoesloqueseveenlatelevisión,yeratodoloquesabía.Perocuandoentré,rápidamentemedicuentadequemásbiense
tratabadetenerhabilidadessociales.Consisteendistendersituacionesycalmarlasemocionessiemprequeseaposible.Y,
porsupuesto,dehacerpapeleo.Muchopapeleo.
—¿Tegustaeltrabajo?
—Supongoqueesuntrabajocomootrocualquiera.Haycosasquemegustan,yotrasqueno.Preferiríanohabervivido
algunasexperienciasdesgarradoras,porquenosepuedenolvidar.
—¿Hasdisparadoaalguienalgunavez?
—No.Y solo tuvequedesenfundar el arma enunaocasión.Comoya tehe comentado,no es igual que loque sale en
televisión.Pero¿sabesqué?
—Cuenta.
—Aunquenuncahabíausadounarma,acabésiendobuenatiradora.Dehecho,lamejordemigrupo.Ydesdeentonces
practicotiroalplatoyalpichón,ytambiénsoybastantebuena.
—¿Tiroalpichón?
—Escomotiroalplato,hayvariasposicionesdesdedondetiraryseusaunaescopeta,perolospichonesdearcillallegan
desdedistintosángulos,condiferentevelocidadytrayectoria.Sesuponequereflejadeformamásexactalosmovimientosde
lasavesylacazamenorenlanaturaleza.
—Nuncahepracticadolacaza.
—Yotampoco.Niquierohacerlo.Perosimepusiera,probablementeseríabastantebuena.
Nopudeevitarsentirciertaadmiraciónporella.
—Enrealidadnomecuestademasiadoimaginarteconunaescopeta.Talvezporquelaprimeravezqueteviibasarmada.
—Meresulta…relajante.Cuandoestoyenelcampodetirosoycapazdedesconectardetodo.
—Heoídodecirquelosmasajestambiénvanbien.Personalmente,prefierohaceryoga.
Alzólascejas.
—¿Hacesyoga?
—Mipsiquiatramelorecomendó.Esútil.Ahorapuedoponermeloszapatossinsentarme.Mehacemáspopularenlas
fiestas.
—Melopuedoimaginar.—Serio—.¿Dóndehacesyogaporaquí?
—Todavíaenningúnsitio.Noheencontradouncentroalqueapuntarme.
—¿Teapuntarás?
—Talvez.Aunquenomequedaréporaquídemasiadotiempo.
—¿Volverásalgúndía?
—Nolosé.Supongoquedependerádesivendolacasaono.¿Quiénsabe?Quizásvuelvaunasemanaafinalesdeverano
paraacabarderecogerlamiel.
—¿Sabescómohacerlo?
—Claro—dije—.Enrealidad,noestandifícil.Esunaactividadsuciaypegajosa,peronocomplicada.
Seestremeció.
—Las abejasme danmiedo. Nome refiero a los abejorros, sino a esas que te zumban alrededor de la cara como si
quisieranatacarte.
—Abejasguardianas—dije—.Hayquienlasllama«abejasgorila».Tampocosonmisfavoritas,perosonimportantespara
lacolmena.Contribuyenaprotegerladedepredadoresyaalejaraotrasabejasdecoloniasajenas.
—¿Sonlasabejasguardianasdistintasalasnormales?
—En realidad, no. Durante su ciclo vital, una abeja hará funciones diversas en distintos momentos: será una abeja
enterradora,odelasquelimpianlacolmena,olaqueseocupadelareinaoalimentalaslarvas,obuscanéctarypolen.Y
haciaelfinaldesuvida,seconvertiráenunaabejaguardiana.
—¿Abejasenterradoras?—repitiócomouneco.
—Sacanlasabejasmuertasdelacolmena.
—¿Deveras?
Asentí.
—Mi abuelo decía que las colmenas eran la comunidad más perfecta del mundo. Por supuesto, las colonias están
compuestascasiensutotalidadporabejashembra,ytalvezesotengaalgoquever.Dehecho,apostaríaaquecasitodaslas
abejasconlasquetehascruzadosonhembras.
—¿Porqué?
—Lasabejasmachorecibenelnombredezánganos,ysolotienendosfunciones:comenyfertilizanalareina,asíqueno
haydemasiados.—Hiceunamueca—.Esunaespeciedetrabajoperfecto,siteinteresamiopinión.¿Comidaysexo?Creoque
yopodríaserunzánganobastantebueno.
Pusolosojosenblanco,peromeparecióqueenrealidadlehabíahechogracia.UnpuntoparaBenson.
—Entonces…¿cómoesunacolmena?—preguntó—.Merefieroalasquetienenlosapicultores,nolasqueseoriginanen
lanaturaleza.
—Podríadescribirtesuaspecto,peroseguramenteseríamejorquelasvierastúmisma.Meencantaríaenseñartelasdemi
abuelo,siquierespasarteenalgúnmomento.
Parecíaestarexaminándome.
—¿Cuándoteiríabien?—preguntó.
—Mañanaacualquierhora.¿Prontoporlatarde?¿Alauna?
—¿Puedopensármelo?
—Claro—dije.
—Vale—respondióconunsuspiro,antesdeinclinarsepararecogerelcesto—.Graciasporlacharla.
—Ati.Peroantesdeirte,¿tegustaríacomerconmigo?Meestáentrandohambre.
Ladeólacabezaycasicreíquediríaquesí.
—Gracias,peronopuedo,deveras.Tengounoscuantosrecadospendientes.
—Notepreocupes.—Meencogídehombros—.Simplementesemeacabadeocurrirproponértelo.
Selimitóasonreíryempezóaalejarse,ymisojossiguieronelmovimientodesuagraciadafigura.
—¡Natalie!—grité.
Sevolvió.
—¿Sí?
—Simegustaraapostar,¿cuántasprobabilidadestendríadequevengasmañana?
Apretóloslabios.
—¿Cincuenta-cincuenta?
—¿Hayalgoquepuedahacerparaaumentaresaposibilidad?
—Bueno—dijoarrastrandolasvocales,mientrasretrocedíaotropaso—,enrealidad,creoqueno.Adiós.
Observécómosealejabaenladistancia,conlaesperanzadequesevolvieraparamirarme,peronolohizo.Mequedéen
labarandilla,reproduciendonuestraconversación,yadvertíelcontrasteenlareaccióndeNataliecuandoJulieaparecióenel
mercado.ComprendíqueNatalieteníaaversiónaserelcentrodeatencióndeloschismorreosdelpueblo,perocuantomáslo
pensaba,másme preguntaba si no sería solo eso.Me di cuenta de repente de queNatalie había limitado a propósito la
conversación con Julie, no solo por lo que pudiera explicar a otras personas, sino también porque había algo sobre ella
mismaquequeríaocultarme.
Aunque, a decir verdad, todos tenemos secretos. Y, a pesar de que le había hablado demi pasado, seguía siendo un
extraño,demodoquenohabíaningunarazónparaesperarqueellacompartieraelsuyoconmigo.Peromientrasreflexionaba
sobretodalasituaciónengeneral,nopodíalibrarmedelasensacióndequeNatalieestabamenospreocupadaporloquesus
secretospodríanrevelarqueporlaculpaqueparecíansuscitarenella.
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na lecciónqueme inculcómimadredesdequeeramuypequeñoesque, siunoespera invitados,esmejor limpiar la
casa.
Admitoquecuandoeraniño,aquellonomecuadraba.¿Aquiénpodíaimportarlesitodoslosjuguetesestabanrecogidos
enmihabitaciónosihabíahecholacama?Eraimprobablequelospolíticosolobistassubieranlasescalerashastamicuarto
durantelasfiestasqueorganizabanmispadres.Estabandemasiadoocupadostomandovinoymartinis,ysintiéndosemuy
muyimportantes.Recuerdoquejuréquecuandofueramayortodoesomedaríaigual.Peroheteaquíque,antelainminente
posibilidaddequeNatalievinieradevisita,lainstruccióndemimadreregresóconfuerzaamicabeza.
Abreviando, trasmis ejercicios y una carrera, recogí la casa, pasé la aspiradora, limpié la encimera y el fregadero, el
cuartodebañoy,porúltimo,hicelacama.Tambiénmediunaduchacantandobajoelchorrodeagua,ypaséelrestodela
mañanaponiéndomealdíaconmis lecturas.Laseccióndel libroqueestabaestudiando tratabasobre laefectividadde la
músicacomocomplementodelaterapia,ymientrasavanzabaenlalecturadeaquelmaterial,recordélosañosquedediquéa
tocarelpiano.Parasersincero,mirelaciónconel instrumentosiemprehabíasido intermitente: fuemás intensadurante
todami infancia,peromientrasestabaen laAcademiaNaval lodejé completamente,para retomarlo cuandoestabaen la
Facultad deMedicina, y durantemi etapa comomédico residente apenas toqué las teclas. En Pensacola tocabamucho,
puestoquetuvelasuertedealquilarunpisoconunhermosopianoBösendorferde1890situadoenelvestíbulodeledificio;
Afganistánfueotraépocasinmúsica,ydudoquequedaraunsolopianoentodoelpaís.Ahoraquemefaltanlosdedosme
resultaimposibletocarcomoantes,yderepentemehedadocuentadecuántoloechodemenos.
Cuandoacabédeestudiarmilibro,locerré,subíalcocheymedirigíalatiendadecomestibles.Meaprovisionéconlo
indispensableymehiceunsándwichencuantolleguéacasa.Cuandomepuseafregarelplatoeracasilaunadelatarde.
TodavíanoestabasegurodesiNatalievendría,perocomoaúnalbergabalaesperanzadequelohiciera,fuihaciaelcobertizo
delamiel.
Aligualquelacasayelgranero,noeragrancosavistodesdeelexterior.Eltejadodelatónestabaoxidado,lastablasde
cedrohabíanadquiridoconeltiempountonogrisáceo,ylasbisagrasquesosteníanlasenormespuertasdobleschirriaronal
abrirlas.Peroapartedeeso,no separecía ennadamása lasotras construcciones; el interior era comounmuseo.Había
electricidad,una instalaciónde fontaneríaybrillantes fluorescentes; lasparedesyel techoestabanaislados, y el suelode
hormigón presentaba un desagüe en el centro. Amano izquierda había un fregadero de acero inoxidable con una larga
manguera unida a un grifo, así como alzas poco profundas y excluidores de reinas para las colmenas, apilados
cuidadosamente.Aladerechahabíauncubodebasuradeplásticollenodeastillasparalosahumadores,al ladodelargas
estanteríasrepletasdedecenasde tarrosdemiel.Justodelanteseencontrabatodoelequiponecesarioparaunapicultor:
cubosdeplásticode cinco galones congrifos antigoteopara lamiel, una carretilladeplástico, cajas llenasdemás tarros
vacíos, y rollos de etiquetas autoadhesivas. En la pared del fondo, colgando de unos ganchos, había coladores de nailon,
cedazosdemiel,cuchillosparadesopercular,dosfumadores,sopletes,unadecenadetrajesdeapicultor,yguantesycaretas
de tallas diversas. También había dos extractores, que se usaban para sacar la miel de los panales. Reconocí el que se
accionabadeformamanual,cuyamanivelayosolíahacergirarhastaqueapenaspodíamoverelbrazo,asícomoeleléctrico
másmoderno quemi abuelo había comprado cuando empezó a aquejarle la artritis, y ambos aparentemente estaban en
perfectoestadodefuncionamiento.
En cuanto a los trajes, sabía que encontraría las tallas adecuadas paramí y Natalie. Había tantos porquemi abuelo
siempreestabadispuestoaenseñaraotraspersonas(confrecuenciaacudíanengrupo)interesadasenaprendercosassobre
las abejas. Lamayoría de la gente no se sentía cómoda visitando las colmenas sin un traje de protección;mi abuelo, en
cambio,nuncasemolestabaenponerseuno.«Nomepicaránamenosqueyoquieraquelohagan.Sabenquecuidodeellas»,
decíaquitándoleimportanciaconungestodelamano.
Nosésiloquedecíaeraverdadono,peronorecuerdoquelepicaranmientrasseocupabadelascolmenas.Además,era
unfervientecreyentedelfolkloredelsur,convencidodequeelvenenodelasabejaspodíamitigareldolordesuartritis,de
modoquecadadía,sinfalta,cogíadosabejasporlasalasylasprovocabaparaquelepicaranensendasrodillas.Laprimera
vezquelevihacerlo,penséqueestabaloco;ahoraquesoymédico,séqueeraunadelantadoasutiempo.Enestudiosclínicos
controladossehademostradoqueelvenenode lasabejasalivia losdolorescausadospor laartritis.Quienesnomecrean
puedenconsultarlos.
Mehabíaocupadodelascolmenasentantasocasionesenelpasadoquelossiguientespasoseranautomáticos.Llenéel
ahumadorconastillas,cogíelsopleteyuncuchilloparadesopercular,asícomounpardetrajes,caretasyguantes.Llevado
por un impulso, cogí dos tarros demiel de las estanterías yme los llevé, junto con todo el equipo, al porche de la parte
delantera.Sacudí elpolvode los trajes y caretas antesde colocarlos sobre labarandilla, y amontoné todo lodemásen la
mesitaalladodelasmecedoras.Paraentonces,yaeralaunaycuarto.NopintababienencuantoalavisitadeNatalie,pero
aúnpeoreralaperspectivadequevinieraydescubrieraquelaesperabaenelporche,sialfinalhacíaactodepresencia.Un
hombretienequetenerunpocodeorgullo,despuésdetodo.
Volvíadentroymeservíunvasode tédulcede la jarraquehabíapreparadopor lanoche,y luego fuihaciaelporche
trasero.Quisoelazarque,nadamásprobarelté,escucharauncocheaparcandoenlaentrada.Nopudereprimirunasonrisa.
AtravesélacasahacialapartedelanterayabrílapuertajustocuandoNataliesubíaalporche.Llevabaunospantalones
vaquerosyunacamisablancadebotonesqueacentuabasupielaceitunada.Lasgafasdesolocultabansusojos,yllevabael
pelorecogidoenunadesenfadadacoladecaballo,todolocuallahacíaespecialmenteatractiva.
—Hola—dije—.Mealegrodequetedecidierasavenir.
Sepusolasgafasdesolamododediadema.
—Perdonaelretraso.Teníaqueocuparmedeunpardeencargosestamañana.
—Ningún problema—respondí—.Hoy tengo el día bastante libre.—Acto seguido,me acordé de los tarros que había
encontradoenelcobertizoyseñalélamesa—.Herecuperadoestostarrosparati,porquemedijistequetegustabalamielde
miabuelo.
—Muyamableportuparte—murmuró—.¿Peroestássegurodequetequedarábastanteparati?
—Másquesuficiente.Demasiada,enrealidad.
—Podríasponerunpuestoenelmercadodelosagricultoressiquieresdeshacertedeella.
—Nocreoquepuedaser—contesté—.Elsábadoporlamañanasueloiraleeraloshuérfanosciegos.Orescatogatitosde
losárboles.
—Exagerasunpoco,¿nocrees?
—Soloestabaintentandoimpresionarte.
Unasonrisaasomóasuslabios.
—Nosésideberíasentirmehalagada.
—Oh—respondí—.Sinduda.
—Estábiensaberlo,peronoprometonada.
—Note loestoypidiendo—repliqué—.Yencuantoa lamiel,Claude,delTradingPost,medijoquequeríatoda laque
tuviera,asíquemeimaginoquelamayoríaacabaráallí.
—Measegurarédeaprovisionarmeantesdequelosepaelrestodelpueblo.
Poruninstantesehizoelsilencioymemirófijamente.Meaclarélagarganta,yderepentemesentícohibido.
—Séquehasvenidoavisitarlascolmenas,perositeparecenossentamosunmomentoenelporchedeatrásytecuento
quévamosaver,paraquelotengasmásclarocuandoestemosallí.
—¿Cuántotiempotardaremos?
—Nomucho.Nomásdeunahora.
Sacóelmóvildelbolsillotraseroymirólahora.
—Deacuerdo—añadió—.Prometívisitaramispadresestatarde.Estánenlaplaya.
—Creíaqueteníasquehacertartasparalavecina.
—Yalashiceayer.
—Muyeficiente—comenté—.Pasa—dijeseñalandoelumbraldelapuerta.
Escuchéelecodesuspasostrasdemímientrasatravesábamoslasalahastalacocina.Hiceunapausa.
—¿Puedoofrecertealgoparabeber?
Echóunvistazodereojoalvasodetéheladoquellevabaenlamano,asintióydijo:
—Unvasocomoeltuyo,sinoteimporta.
—Buenaelección;lopreparéanoche.
Cogíunvaso,añadícubitosdehielo,lollenédeténegrodulcedelanevera,yseloofrecí.Luegomeapoyéenlaencimera
ylaobservémientrasdabaunsorbo.
—Noestámal.
—¿Igualdericoquetustartas?
—No.
Me reí,mientras la observabadando sorbitos al té y examinando la casa.Muyamipesar, agradecía el consejodemi
madre.SindudaahoraNataliecreeríaqueeraordenado,ademásdebastanteencantador.Otalvezno.Eraconscientedeque
ellameinteresaba,aunquesiguierasiendounmisterioparamí.
—Hashechoalgunoscambios—comentó.
—Aunquemegustabavivirenunacápsuladeltiempo,sentíalanecesidaddeactualizarladecoración.
—Parecemásdiáfano,además.
—Miabueloteníamuchascosas.Medeshicedelamayoría.
—Mis padres también son así. En la repisa de la chimenea debe haber cincuenta fotografías enmarcadas. Si intentas
quitarleelpolvoaunasecaentodascomoundominó.Noloentiendo.
—Tal vez cuantomásmayores nos hacemos,más importancia adquiere el pasado. ¿Quizás porque nos quedamenos
futuro?
—Talvez—dijo,sinañadirnadamás.
Incapazdeleersumente,empujélapuertadeatrás.
—¿Preparada?
Laseguíhastaelporchetraseroyvicómotomabaasientoenlamismamecedoraquelaprimeranochequelaconocí.No
se reclinó como yo, sino que se quedó sentada al borde, comodispuesta a saltar y salir corriendo si fuera necesario.Me
sorprendíaquenoestuvieramásrelajada,despuésdehaberestadocharlandoybromeando,perolasensacióndequeNatalie
estaballenadesorpresaseracadavezmásintensa.
Toméunsorbodetémientraslaveíamirarhaciaelarroyo,conunperfiltanperfectocomodecristaltallado.
—Creoquepodríaquedarmemirandoestoparasiempre.
—Yotambién—dije,aunquesololamirabaaella.
Esbozóunasonrisa,perodecidióhacercasoomisodemicomentario.
—¿Tebañasahíaveces?
—Cuandoeraniño,sí.Ahoramismoelaguaestádemasiadofría.
—Puedequeseamejorasí.Pareceserquesehanavistadoalgunoscaimanesríoarriba.
—¿Enserio?
—Esbastanteraroverlostanalnorte.Unaodosvecesalañonoslleganavisosparecidos,peronuncahetenidolasuerte
deveruno.Suelenestarenlugaresalosquenolleganloscoches.
—Sialgunavezteapetecesalirconelbote,lotengoamarradoahímismo.
—Esopodríaserdivertido—admitióantesdecruzarlasmanossobreelregazo,repentinamenteformaldenuevo—.¿Qué
mequeríasexplicardelasabejas?
—Empecemos con un par de cuestiones —dije, dejando a un lado el vaso—: ¿Qué sabes de las abejas? ¿Y cuánto te
gustaríasaber?
—Tengounahora,talvezunpocomás.Asíqueestaríabiencomenzarporloqueconsideresmásimportante.
—Meparecebien—acepté—.Lascoloniastienenuncicloanual.Eninvierno,unacolmenapuedecontarconentrecincoy
diezmilabejas.Enprimavera,cuandoempiezaahacercalor, lareinacomienzaaponermáshuevos,y lapoblacióncrece.
Durantelosmesesdeverano,unacolmenapuedealbergarhastacienmilabejas,razónporlacualunapicultorpuedequerer
añadirotrocajón.Después,cuandoseacercaelotoño,lareinaponemenoshuevos.Lapoblaciónvuelveadisminuir,porque
lacoloniadealgunaformasabequenohaalmacenadolasuficientemielparaalimentaratodaslasabejas.Eninvierno,el
restosecomelamielparasobrevivir.Tambiénseagrupanyvibranparaproducircalor;deesemodolacolonianosecongela.
Cuandoempiezaahacermáscalor,elciclovuelveaempezar.
Asimilólainformaciónydespuésalzólamano.
—Espera—dijo—.Antesdeseguir,megustaríasabercómoaprendistetodoeso.¿Teloenseñótuabuelo?
—Nos ocupábamos de las colmenas juntos cuando venía de visita. Pero también le escuchaba cuando daba charlas a
montonesdepersonasdistintas.Cuandoestabaenelinstituto,duranteunsemestrehiceinclusounproyectosobrelasabejas
paralaasignaturadeCiencias.
—Soloqueríaasegurarmedequesabesdequéestáshablando.Continúa.
«¿Hedetectadotalvezciertacoqueteríaensuvoz?»Recuperéelvaso,intentandonoperderelhilodemispensamientos.
Subellezaeraunafuentededistracción.
—Cadacolmenacuentaconunasolareina.Suponiendoquenoenferme,vivedetresacincoaños.Enlaprimerafasede
su ciclo de vida, la reina se dedica a volar y a ser fertilizada por tantosmachos como sea posible antes de regresar a la
colmena, donde pondrá huevos el resto de su vida. Los huevos se convierten en larvas, después en crisálidas y, cuando
alcanzanlamadurez, lasabejasestánpreparadasparaserviralacolmena.Adiferenciadelareina, lasabejasobrerassolo
viven seis o siete semanas, y se turnarán en toda una serie de funciones durante su corta vida. La inmensamayoría son
hembras.Losmachosrecibenelnombredezánganos.
—Yloúnicoquehacenloszánganosesaparearseconlareinaycomer.
—Veoquelorecuerdas.
—Esdifícildeolvidar—comentó—.¿Quépasasilareinamuere?
—LascoloniascuentanconunplanB—respondí—.Noimportaquéestacióndelañosea,cuandounareinaestádébilono
ponesuficienteshuevos, lasabejasenfermerasempiezanaalimentaravarias larvasconunasustancia llamada jalea real.
Estealimentoconviertealaslarvasenreinas,ylamásfuerteserálaquereemplacealaactualencasonecesario.Llegadosa
esepunto,sededicaráavolaryaparearsecontodosloszánganosquepuedaantesderegresaralacolmenaparapasarseel
restodesusdíasponiendohuevos.
—Vayavidaparaserunareina.
—Sinella,lacoloniamuere.Poresarazónselallamareina.
—Peroconesenombrecabríapensarquedevezencuandoseescapaparairdecomprasoasistiraunaboda.
Sonreí,reconociendoensusentidodelhumoralgoparecidoalqueyotenía.
—Bien,ayermencionéalgunasdelasfuncionesdelasabejasdurantesuciclodevida:limpiarlacolmenaoalimentaralas
larvas,entreotras.Perolamayoríadelasabejasencualquierenjambresededicanarecolectarpolenynéctar.Muchagente
podríapensarqueelpolenyelnéctarsonlomismo,peronoesasí.Elnéctareselzumoazucaradoqueseencuentraenel
corazóndelasflores.Elpolen,encambio,eselconjuntodegranosdiminutosqueserecogenconlasantenas.¿Adivinascuál
senecesitaparahacermiel?
Fruncióloslabios.
—¿Elnéctar?
—Exacto—dije—.La abeja llena susbolsasdenéctar, regresa a la colmenay lo convierte enmiel.Las abejas cuentan
ademásconglándulasqueconviertenpartedelazúcardelamielencera.Así,pocoapoco,sefabricayalmacenalamiel.
—¿Cómoseconvierteelnéctarenmiel?
—Esunpocoasqueroso.
—Daigual,cuenta.
—Cuandounaabeja regresa con su cargamentodenéctar, lopasa con laboca aotra abeja, quehace lomismo con la
siguiente, y así sucesivamente, para reducir gradualmente su contenido en agua. Cuando está lo suficientemente
concentrado,seconsigueloquellamamosmiel.
Hizounamueca.Porunmomento,pudeimaginármeladeadolescente.
—Síqueesasqueroso.
—Mepedistequetelocontara.
—¿Quépasaconlasabejasquetraenelpolen?
—Elpolensemezclaconelnéctarparahacerpandeabeja,queseráelalimentodelaslarvas.
—¿Ylajaleareal?
—Nosécómosehace—admití—.Meloexplicaron,peronomeacuerdo.
—Porlomenoseressincero.
—Siempre —contesté—. Pero eso nos lleva a otra cuestión importante. Como las abejas necesitan comer miel para
sobrevivirenlatemporadadeinvierno,unapicultortienequeserprudenteynorecogerdemasiada.
—¿Cuántodebedejar?
—Miabuelosolorecogíaaproximadamenteunsesentaporcientodelamielencadacolmena,unaparteenjunioyelresto
enagosto.Algunosgrandesproductoresrecogenunporcentajemayor,peronormalmentenoesbuenaidea.
—¿Esesoloquelesestápasandoalasabejas?
—¿Quéquieresdecir?
—Leíalgunosartículosqueafirmabanquelasabejasseestánextinguiendo.Yquesiesollegaraasuceder,lahumanidad
nosobreviviría.
—La última parte de esa afirmación es cierta. Sin las abejas llevando el polen de una planta a otra,muchos cultivos
simplemente no pueden tener continuidad. En cuanto a la primera parte, el descenso de la población de abejas
probablemente tiene menos que ver con la sobreexplotación que con el abuso de productos químicos para limpiar la
colmena.Miabuelonuncausóesosquímicosporqueenrealidadnosonnecesarios.Telodemostrarécuandolleguemosal
cobertizo;creoqueporelmomentoyatienesbastanteinformación.—Dejéaunladomivaso—.Amenosquehayaalgomás
quedeseessaber.
—Sí,sobrelasabejasguardianas.¿Porquézumbandandovueltasalrededordelacara?
—Porquefunciona—dijeriendo—.Alagentenolegusta,yporesosealejan.Noteolvidesdequeenlanaturalezalososos
saqueanlosenjambres.Laúnicamaneraparalasdiminutasabejasdeprotegerlacoloniadeunosogiganteespicarleenlos
ojos,lanarizolaboca.
Titubeóbrevemente.
—Vale.Perosiguesingustarme.
—Poresovamosaponernosunostrajes.¿Estáslista?
Natalieselevantódesuasiento,fuehaciaelinteriorysedetuvoenlacocinaparadejarsuvaso.Mientrastanto,saquédos
cucharasdelcajóndelacocina, lasenvolvíenunaservilletadepapely lasguardéenunbolsillo.Volvimossobrenuestros
pasoshastaelporchedelantero,yleofrecíeltrajedemenortamaño.
—Póntelo por encima de la ropa —dije, mientras me quitaba los zapatos y me ponía el traje; Natalie me imitó,
asegurándosedequetodas lascremallerasestuvieranbiencerradas.Volvimosaponernos loszapatos, lepasé lacaretade
malla,queibaunidaaunsombrerodealaredondeada,ylosguantes;luegouséelsopleteparaencenderelahumador.
—¿Quéeseso?
—Esunahumador.Calmaalasabejas.
—¿Cómo?
—Lasabejasinterpretanelhumocomounindiciodefuegoforestalyempiezanaalimentarseconlamiel,porsitienen
quetrasladarelenjambreaotrolugar.
Recogí el resto del equipo y le indiqué que me siguiera. Emprendimos el camino hacia las colmenas, pasando por
arbustosdeazalea,hastaunazonadensamentepobladaporcornejossilvestres,cerezosenflorymagnolias.Enelaireflotaba
elzumbidodelasabejasquepodíanverseapiñadasencasicadaflor.
En los límites de la propiedad, la vegetación se hizomás densa. Justo ante nosotros vislumbré una de las colmenas;
aunquemiabuelolasconfeccionabaélmismo,eransimilaresalasquepodíancomprarse,oalasqueusabanlosapicultores
comerciales, que consistían esencialmente en una plancha sobre la cual se asientan cajones demadera apilados, con sus
respectivastapas.Comosiempre,memaravillabalaideadequefueraelhogardemásdecienmilabejas.
—Deberíamoshacerunaparadaaquíparaponernoselrestodelequipo.
Trasponernoslosguantes,nosacercamosalenjambremientraslasabejaschocabancontralamalladelascaretas.
Cogíaireconelahumadoryexpulséunpocodehumocercadelacolmenaantesdedepositarloenelsuelo.
—¿Esoestodo?
—Nohacefaltamuchohumo—explicó—.Lasabejastienenunsentidodelolfatomuyagudo.—Señaléhaciaunpuntobajo
ellabiodelatapa—.¿Vesestaranura?Poraquíentranenlacolmenaysalendeella.
Concautela,diounpasoparaacercarse.
—¿Cuántohayqueesperarparaqueelhumoempieceaactuar?
—Yaestásurtiendoefecto—dije—.Estarántranquilasdurantequinceoveinteminutos.
—¿Leshacedañoelhumo?
—Enabsoluto—contesté—.Déjameenseñarteelinteriordelenjambre.
Levanté la tapa (en lenguaje de apicultor, la cubierta exterior) y la dejé a un lado. Luego, usando el cuchillo para
desopercular,desprendílacubiertainterior.Siempreestabaunpocopegajosa,yestavezmecostóunpocomásdelonormal
hacerpalanca,seguramenteporquenadielahabíadespegadoenmeses.
Unavezretiradalacubiertainterior,ladejéenelsuelo.
—Echaunvistazo—dije—.Ahorasonmásamables.
Conevidenteansiedad,miróporencimadelhombro.Señalélacámarasuperior.
—Estapartedelenjambresellamaalzamelaria.Eslacámaraconlacomida.Haydiezcuadroscolgando,yaquíesdonde
sealmacenalamayoríadelamiel.
Señalélacámarapordebajodelaprimera,yproseguíconmiexplicación:
—Laqueestájustodebajosellamaalzainferior,yeslacámaradecría.
—Guau —murmuró. Había cientos de abejas moviéndose lentamente, arrastrándose por encima y entre los cuadros.
Natalieparecíasinceramenteabsorta.
—Me alegra que estuvieras interesada en venir aquí —comenté—. De lo contrario, probablemente habría olvidado
incorporarlamediaalzayelexcluidordelareina.Nohepensadoenellohastaquelosvienelcobertizodemiel.
—¿Paraquésirven?
—Lamediaalzaesunespaciodealmacenajedemieladicionalparaelaumentodepoblacióndelacolmenaenverano.Es
comoelalzamelaria,peromáspequeña.Elexcluidordelareinasirveparaevitarquelareinapuedasubirysalirvolando.
—¿Nosenecesitandurantetodoelaño?
Neguéconlacabeza.
—Eninviernointeresaquelacolmenaseamáspequeñaparamantenerelcalorconmásfacilidad.
En el alzamelaria, las abejas seguían trepando con una tenacidad y energía incansable. Señalé unamás grande que
parecíaunaavispa.
—¿Vesesta?—pregunté—.Esunzángano.
Seacercóamirar,ydespuésseñalóotra.
—¿Esatambién?
Asentí.
—Comotedije,haymuchasmáshembras,comoenlaMansiónPlayboydeHughHefner.
—Bonitametáfora—dijoarrastrandolaspalabras.
Sonreí.
—Déjameenseñartealgo.
Mequitélosguantes,alarguélamanoyconcuidadocogíunadelasabejasobrerasporlasalas,todavíadócilgraciasal
humo.Conlauñadelpulgardelaotramano,laprovoquéhastaqueintentópicarmeatravésdelauña.
—¿Quéhaces?—susurróNatalie—.¿Intentashacerlaenfadar?
—Lasabejasnoseenfadan.—Volvíamanipularla,ydenuevointentópicarmetres,cuatro,cincoveces—.Mira—seguí
explicando.Puselaabejaeneldorsodemimanoylesoltélasalas.Enlugardeseguirtratandodepicarme,laabejaavanzó
unpocoyluegosalióvolandolentamentederegresoalamediaalza.
—Alaabejanoleimportó,nileimportaloqueacabodehacerle—dije—.Soloestabaintentandoprotegerseasímisma.
Noesrencorosa,ahoranosesienteamenazada.
Atravésdelamalladelacareta,pudeentreversufascinaciónyunreciéndescubiertorespeto.
—Interesante—dijo—.Muchomáscomplejodeloqueimaginaba.
—Lasabejas soncriaturasextraordinarias—dije,oyendoenmimenteel ecode lavozdemiabuelo—.¿Quieresver la
miel?¿Ylaslarvas?
—Meencantaría—respondió.Conelcuchilloparadesopercular,desprendíunodeloscuadrosporelextremosuperior,y
luegoelinferiorhastaquepudesacarlolentamente.Mientrashacíaaquellaoperación,viqueNatalieobservabaconlosojos
comoplatos;elcuadroestabacubiertoporcientosdeabejasaambos lados.Trasexaminarlo,comprobéque lasceldasno
conteníanlavariedadqueyobuscaba,asíquevolvíaintroducirloenlacolmena—.Debedehaberunomejor—comenté—.
Todavíaesprontoparalaépocaenqueestamos.
Saquétrescuadrosantesdeencontrarelquebuscaba,queextrajeporcompletodelacolmena.Aligualquelosdemás,
estabaplagadodeabejas,ylosostuveanteella.
—¿Recuerdasque tedije que los grandesproductoresusanproductosquímicospara limpiar las colmenas y así poder
recolectarlamiel?
—Claro.
—Ahoraverásporquénosonnecesarios tantosquímicos.—Retrocedíunpasoy,conunrápidomovimiento,sacudíel
cuadroarribayabajo.Casitodaslasabejassalieronvolandoysostuveelcuadroprácticamentevacíofrenteaella—.Esoes
todoloquehayquehacerparaahuyentarlasabejasypoderrecolectarlamiel—dije—.Unasolasacudidaconunmovimiento
seco.
—Entonces,¿porquélosgrandesproductoresusanquímicos?
—Notengoniidea—respondí—.Hastaahoranohepodidoimaginarelmotivo.
Inclinéelcuadroparapoderobservarlomejor,yseñalévariasceldasmientrasseguíaexplicando.
—Estas celdas en la esquina superior, cubiertas de cera, están llenas demiel. Estas de abajo, de un tonomás claro,
contienenlarvasyhuevos.Ylasqueestánvacíasestaránllenasdemielafinalesdeverano.
Natalie, que ahora parecía sentirse más cómoda en la proximidad de la colmena, se acercó un poco más. Todavía
quedaban unas cuantas abejas en el cuadro, y con la mano enguantada alargó lentamente un dedo hacia una de ellas.
Asombradadequelaignoraraporcompleto,vioqueotraabejatrepabaporelguanteydespuésregresabaalcuadro.
—¿Noestánenfadadasporelhechodehaberespantadoatodassusamigas?
—Paranada.
—¿Quémedicesdelasabejasasesinas?
—Sondiferentes—contesté—.Comocolonia,sonmuchomásagresivasalahoradeprotegerelenjambre.Puedenenviar
cientosdeabejasguardianascuandosientenquelacolmenaestáamenazada,mientrasqueestasdeaquísoloenviaríandiezo
quince. Hay algunas teorías históricas y evolutivas que intentan explicar el porqué, pero a menos que estés realmente
interesada,podemosdejarestacuestiónparaotromomento.¿Quieresprobarlamiel?
—¿Ahora?
—¿Porquéno?Ahoraestamosaquí.
—¿Está…lista?
—Está perfecta —aseguré, mientras sacaba y desempaquetaba las cucharas de mi bolsillo, para ofrecerle una—. ¿Te
importasostenerlaunmomento?
Cogiólacucharamientrasyousabalaotraparaabrirmecaminoatravésdealgunasdelasceldasrecubiertasdecera.La
cucharasellenódemielcrudaypura.
—Telacambio—dije.
Nataliecogiólacucharaconmiel,yentoncesrepetílaoperaciónconlamía.
—Aguantalasdosunmomento,¿vale?
Asintió.Sumiradasaltabademíalamiel,doradabajolaluzdelsol.Volvíamontarlacolmena,recogíelahumadoryel
cuchilloparadesopercular,yluegolepedíquemedieraunadelascucharas.Nosalejamosdelascolmenas,endirecciónal
cobertizo.Cuandoestábamosaunadistanciasegura,leindiquéporseñasqueyapodíaquitarselacaretaylosguantes.
Alquitarselacaretapudeversurostroiluminadoporlaemociónyelinterés,lapielhúmedaybrillanteporelsudor.Alcé
lacuchara,comosiestuvieraproponiendounbrindis.
—¿Preparada?
Choquémicucharaconlasuya,yluegoprobélamiel,queencontrétandulcequecasimedolieronlosdientes.Cuando
ellalaprobó,cerrólosojoshaciendounaprofundarespiración.
—Sabe…
—¿Aflores?
—Esdeliciosa.Ysí,tieneunintensosaboraflores.
—Elsabordelamieldependededondeseencuentrelacolmena,porqueelnéctarquerecogenlasabejasesdiferente.Esa
eslarazóndequeelgradodedulzorvaríe,odequeelsaborsealigeramentemásafrutadoomásfloral.Esunpococomoel
vino.
—Noestoyseguradehabernotadomuchadiferenciaencuantoalsaborhastaahora.
—Lamielcomerciales,ensumayoría,detrébol.Alasabejaslesencanta,yesaeslarazóndequehayaunapartedela
propiedadplantadacontréboles.Pero,almargendeeso,lamielesunodelosalimentosmásmanipuladosysobreelquemás
mentiras se cuentan del planeta. Gran parte de la miel comercial es en realidad miel mezclada con jarabe de maíz
aromatizado.Hayquetenercuidadoconloquesecompra.
Asintió con la cabeza, pero había algo que recordaba a un estado de trance en su comportamiento, como si la
combinacióndelsol,elrelajantezumbidodelasabejasyelelixirdelamielhubieraeliminadolacorazaquesolíaerigirasu
alrededor.Teníaloslabiosseparados,húmedos,ylosojosdecoloraguamarinaparecíansomnolientosytraslúcidos.Cuando
sumiradavagódelacolmenahastaencontrarseconlamía,sentíunaatraccióncasihipnótica.
Avancéunpocohaciaella,percibiendoconfuerzaelsonidodemipropiarespiración.Parecíadarsecuentadecómome
sentíayoenesemomento,yestarhalagadaporello.Pero,sorprendidadesímisma,deformaigualderepentinarecogiólos
guantesylacareta,cortandoelhilodeaquelbrevehechizo.
Meobliguéadeciralgo.
—¿Tegustaríavercómosesacalamiel?Soloseránunpardeminutos.
—Claro.
Sinmáspalabras,empezamosaandarhaciaelcobertizodelamiel.Unavezallí,mediolacaretaylosguantes,ydespués
sequitóeltrajeprotector.Yohicelomismoylopusetododenuevoensusitio.Descolguéelextractormanualdelapared.
Ellaseacercóparainspeccionarelextractor,aunqueguardandounadistanciaprudencial.
—Para recolectar la miel, se sacan los cuadros de la colmena, se sacuden para alejar a las abejas, y se cargan en la
carretillaparatraerloshastaaquí—comencéaexplicar,recuperandolacomposturadeformalentaperosegura—.Despuésse
colocanloscuadrosdeunoenunoenelextractor,entreestasranuras.Alaccionarlamanivelaelcuadroempiezaagirar.La
fuerzacentrífugaextraelamielylaceradelospanales.—Hicegirarlamanivela,parademostrarsufuncionamiento—.Una
vezquesehaextraídolamieldelcuadro,secolocaunadeestasbolsasdenailonenuncubodeplástico,queseponebajola
boquilladelextractor.Alabrirla,lamielpasaalcubo.Labolsadenailoncapturalacera,perodejaquepaselamiel.Después
serellenanlostarrosconlamiel,yyaestálista.
Sin mediar palabra, Natalie examinó el resto del cobertizo, deambulando distraídamente de un sitio a otro, hasta
finalmente detenerse frente al cubo de basura de plástico. Levantó la tapa y vio las astillas y virutas demadera; por su
expresión,supequeseimaginabaqueelcontenidoestabadestinadoalahumador.Examinólapareddelfondo,inspeccionó
elequipo,yseñalólashilerasdetarrosdemielclaramenteetiquetados.
—Estátodomuyorganizadoaquí.
—Siempre—confirmé.
—Mipadretieneunacabañaparatrabajarparecidaaesto—comentó,volviéndosedenuevohaciamí—.Allítodotienesu
sitio,ycadacosaunafinalidad.
—¿Ah,sí?
—Compraviejosradiotransistoresyfonógrafosdelosañosveinteytreinta,ylosreparaenelcobertizodetrásdecasa.Me
encantabapasar tiempoallícuandoerapequeña,mientrasél trabajaba.Teníauntaburetederespaldoaltoy llevabaunas
gafas que aumentaban el tamaño de todas las cosas. Todavía recuerdo lo grandes que parecían sus ojos. Incluso ahora,
cuandolosvisitoenLaGrange,elcobertizoesnormalmenteellugarenelquenosponemosahablardelavida.
—Tieneunhobbypococorriente.
—Creo que le da paz. —Su voz sonaba nostálgica—. También le hace sentirse orgulloso. Hay una sección entera de
aparatoselectrónicosrestauradosenexhibiciónenlatienda.
—¿Vendealguno?
—Casinunca.—Serio—.Notodoelmudocompartesufascinaciónpor losaparatoselectrónicosantiguos.Avecesdice
quelegustaríaabrirunpequeñomuseo,talvezcomounanexodelatienda,perolollevapensandohaceaños,¿quiénsabe?
—¿Quéhacetumadremientrastupadreestájugueteandoconsusaparatos?
—Cocina—respondió—.Esporesoporloquesécómohacerunaexcelentecortezademasa.Enlatiendavendesustartas,
sinonoslashemoscomidoantes.
—Parecequetuspadressonbuenagente.
—Loson—confirmó—.Sepreocupanpormí.
Permanecíensilencio,esperandoquecontinuara,peronolohizo.Alfinaldecidídarleunempujoncito.
—¿Debidoaqueeresagentedelsheriff?
—En parte—admitió. Luego, como si se diera cuenta de que la conversación había tomado un curso no deseado, se
encogió de hombros—. Los padres siempre se preocupan. Va con la condición de progenitor. Pero esome recuerda que
deberíairmeya.Estaránesperándome.
—Claro—dije—.Teacompañoalcoche.
Salimos del cobertizo y seguimos el camino que llevaba hasta la entrada. Conducía unmodelo antiguo de unHonda
plateado, un buen coche que seguramente pretendía conservar hasta que dejara de funcionar. Le abrí la puerta del
conductor;ensuinteriorvielbolsoenelasientodelcopiloto,yunpequeñocrucifijocolgandodelespejoretrovisor.
—Mehaencantadoestedía—dijo—.Gracias.
—Amítambién—admití—.Notienesquedarmelasgracias.
Elsolbrillabaasuespalda,locualhacíadifícilleerlaexpresióndesurostro,peroalposarsumanolevementesobremi
antebrazo,notéque,aligualqueyo,todavíanoteníaganasdeirse.
—¿Cuántotiempovasaestarencasadetuspadres?
—Nodemasiado—dijo—.Voyaverlosduranteunpardehorasyluegovuelvoacasa.Tengoqueiratrabajarmañanapor
lamañana.
—¿Ysiquedamosparacenarluego,cuandovuelvas?
Meexaminóatentamente,ydespuéscontestóconunaevasiva.
—Noestoyseguradeaquéhoravolveré.
—Medaiguallahora—insistí—.Puedesenviarmeunmensajecuandoestéssaliendoyquedamosdondetevayabien.
—Yo…mmm…
Dejólafrasesinterminary,acontinuación,rebuscóenunbolsilloparasacarlasllaves.
—NomegustasalirenNewBern—dijoporfin.
Podríahaberlepreguntadolarazón,peronolohice.Enlugardeeso,retrocedíunpasoparadarlemásespacio.
—Soloesunacena,nouncompromiso.Todoelmundotienequecomeralgo.
Nodijonada,perounapartedemíempezabaasospecharquequeríaaceptar.Todavíanoteníaclaroelmotivodesus
reservas.
—Podemosvernosenlaplaya,sitevamejor—ofrecí.
—Notequedadecaminoquedigamos.
—Todavíanohepisadolaplayadesdequellegué—dije—.Aunqueteníalaintencióndehacerlo.
«Bueno,enrealidadno.Encualquiercaso,nohastaahoramismo»,pensé.
—Noconozconingúnrestaurantebuenoenlaplaya—repuso.
—¿QuémedicesdeBeaufort?Seguroquehayalgúnlugarquetegustaallí.
Mientrasesperabasurespuesta,hizotintinearlasllaves.
—Hayunlocal…—empezóadecir,enuntonoqueapenaseraaudible.
—Cualquiersitiomeirábien—dijeparaanimarlaaseguirhablando.
—El Blue Moon Bistro —dijo aceleradamente, casi como si temiera cambiar de idea—. Pero no podemos quedar
demasiadotarde.
—Eligelahora.Nosvemosallídirectamente.
—¿Quéteparecealasseisymedia?
—Perfecto.
—Graciasdenuevoporlalecciónsobreapicultura.
—Mehaencantadodártela—contesté—.Hedisfrutadoesteratocontigo.
Dejóescaparunasuaveexhalaciónmientrassedeslizabaenelasientodelconductor.
—Yotambién.
Cerrélapuertayellagirólallave.Elmotorarrancóy,mirandoporencimadelhombro,saliómarchaatrás.Mientrasel
cochesedeteníabrevementepara luegoavanzarhaciadelante, reflexionésobreelmisteriodeNatalieMasterson.Aveces
seguradesímisma,otrasvulnerable;extrovertidayhermética;parecíaunamujerdepulsionescomplejas.
Sinembargo,loquehabíaempezadocomoundistraídocoqueteoyahabíacomenzadoatransformarseenalgomásserio,
eneldeseodeconectarycomprenderrealmenteaunamujerquenosabíacómointerpretar.Tampocopodíalibrarmedelas
ganasdellegaralaverdaderaNatalie,desaltarelmuroqueparecíaobligadaaerigirentrenosotros,ytalvezconstruiralgo
másprofundo y significativo. Incluso amíme sorprendía aquel concepto románticoque rozaba lo ridículo; denuevome
recordéamímismoqueenrealidadnolaconocía,peroalmismotiempo,sabíaquemiabuelohabríadicho:«Confíaentu
instinto,comohacenlasabejas».
Deregresoalacasa,vilostarrosdemielenlamesadelporcheymedicuentadequesehabíaolvidadodecogerlos.Los
dejéenmitodoterreno,ydespuéspaséelrestodelatardeenelporchetraseroconunlibrodetextoenelregazo,intentando
nopensarenNatalie,nisiquieraenmispropiossentimientos,peromeresultóimposibleconcentrarme.Enlugardeestudiar,
medediquéareproducirenmimentelosmomentosquehabíapasadoconellaunayotravez,para,finalmente,admitirque
simplementeestabacontandolosminutosquefaltabanhastaquevolvieraaverla.
6
¿ uédeberíaponerme?
Normalmente, nonecesitopensármelodos veces, perome sorprendí amímismobuscando el restaurante en internet
parahacermeunaideadelcódigodeetiqueta.Porloquevi,eraunlocalacogedorydecoradoconmuybuengusto.Sehallaba
enunedificiohistórico,lasfotosmostrabanelsuelodepino,mesaspequeñasconmantelesblancosyabundanteluznatural
que entraba a raudalespor las ventanas.Podía imaginarmequeno llamaría la atención enpantalones vaqueros, pero, al
final,acudíconeltípicoaspectodeAnnapolis:pantalonesmarrones,unacamisadebotones,chaquetadesportynáuticos.
Solomefaltabaunpañueloypodríahabermepaseadodiciendofrasescomo:«¿Aalguienleapetecesalirenyate?».
Tardaríapocomenosdeunahoraenllegarallí,perocomonoqueríallegartarde,crucéelpuentehaciaBeaufortconunos
cuarenta y cincominutos de antelación. La ciudad estaba enclavada en el canal intracostero, y decidí aparcar cerca del
muelle. El restaurante se encontraba justo al girar la esquina. Avisté un par de caballos salvajes al otro lado del canal,
pastandoenunadelasnumerosasislasbarreraqueconfiguranlalíneacosteradeCarolinadelNorte.
Mi abuelomehabía dicho que esos caballos descendían de losmustangs que sobrevivieron a los naufragios de naves
españolasfrentealacosta,peroquiénsabesieracierto.
Decidíempleareltiempodesobraparainspeccionarlasgaleríasdeartesituadasenelpaseomarítimo.Lamayoríadelas
obraserandeartistaslocales,detemáticamarina,osobrelaarquitecturahistóricadeBeaufort.Enunadelasgaleríasviun
cuadroquerepresentabalacasadondesupuestamentehabíavividoelpirataBarbanegra;recordabavagamentequeelpecio
desunave,llamadaQueenAnne’sRevenge,habíasidodescubiertoenlaensenadadeBeaufort.Elpropietariodelagalería
meloconfirmó,aunquereconociendotambiénquehabíaciertaincertidumbrealrespecto.Elpecioteníaeltamañoquese
suponíacorrecto,yloscañonesencontradosenelfondodelocéanoerandeeseperiodo,peronosepudoencontrarningún
restoespecíficoqueindicaraelnombredelanave.Obviamentenosepodíaabrirlaguanteraparasacarladocumentación,y
elocéanopuedecausarmuchosdesperfectosentrescientosaños.
Deambuléderegresoalpaseoyadvertíqueelsolseestabaponiendolentamente,proyectandounprismadoradosobreel
agua.Miabuelosolíallamarla«luzcelestial»,yeserecuerdomehizosonreír,alrememorartodaslastardesquemehabía
traídoaquíparairalaplayaydespuéstomarunconodeheladoenBeaufort.Recapitulando,eraasombrosoquemehubiera
dedicadotantotiempocuandoestabadevisita.DeprontovolvíapensarensuextrañoviajeaEasley,laúltimavezquehablé
conél,ysusúltimasydesconcertantespalabras.
«Veahel…»
Noteníaganasdeobsesionarmeconello,asíqueapartéesepensamientodemimente.Paraentonceserancasilasseisy
media,porloquefuihaciaelrestaurante,preguntándomesiellaacudiría.JustoentoncesvielcochedeNatalieaparcando
cercadelmío.Cambiédedirecciónparallegaralvehículojustocuandosalía.
Sehabíapuestounvestidosinmangasdecuelloaltoconestampadodefloresqueresaltabasufigura,unasbotasnegras
demedio tacón, y llevaba un suéter colgando del brazo.Una fina cadena de oro alrededor del cuello brillaba bajo la luz
menguante.Cuandorecogiósubolsodelcoche,advertílaeleganciadecadaunodesusmovimientos.Susbrazosypiernas
eranesbeltosyseveíantonificados,haciendoquelafinateladesuvestidosecontonearaentornoaellaconunmovimiento
seductor.
Cerrólapuertadelcochey,algirarseyverme,sesobresaltó.
—Ah,hola—saludó—.Nollegotarde,¿verdad?
—Dehecho,llegasunpocoantes—respondí—.Estásmuyguapa.
Seajustólacadena,comoparaasegurarsedequeelcolgante(¿unguardapelo?,¿unmedallón?)noquedabaalavista.
—Gracias—contestó—.¿Acabasdellegar?
—Hevenidounpocoantes—dije—.¿Cómohaidolavisitaatuspadres?
—Comosiempre.—Suspiró—.Cuandoestáaquí,amipadrelegustaleerenelporchetrasero.Mimadrehaidodecorando
pocoapocolacasadesdequelacompraron,ysemoríadeganasdeenseñarmelahabitacióndeinvitadosredecorada.Los
quieromuchísimo,peroavecestengolasensacióndequeestarconellosescomolapelículaAtrapadoeneltiempo,donde
siempresucedelomismounayotravez.
Asentíseñalandoelrestaurante.
—¿Teparecequevayamosparaallí?
—Déjameponermeelsuéter.Hacefresco,¿nocrees?—Extendiólamanoparatendermeelbolso—.¿Puedessujetármelo
unmomento?
Mientras seponíael jersey,penséque tal vez se sentiría cohibidapor llevaraquelpreciosovestidoajustado.Nohacía
nadadefrío.
Trasponerseeljersey,ledevolvíelbolsoycruzamoslacalle.Habíaunascuantaspersonasenlacalle,peromepareció
queaquellalocalidaderaaúnmástranquilaqueNewBern.
—¿CuándofuelaúltimavezquecomisteenelBlueMoonBistro?
—Hacetiempo—dijo—.Talvezhaceunañoymedio.
—¿Yporquéhacetanto?
—Lavida.Eltrabajo.Recados.Amenosqueestévisitandoamispadres,nomequedadecamino.Porlogeneral,porla
nochesueloquedarmeencasa,tranquila.
—¿Nuncasalescontusamigos?
—Nodemasiado,no.
—¿Porquéno?
—Lavida.El trabajo.Recados—repitió—.Como todavíaestoyenelúltimoescalafónde la jerarquíademi trabajo,mi
horariosuelecambiarmucho.Avecestengoturnodedía,otrasmetocadenoche,yvacambiandoconstantemente.Estodo
undesafíoorganizaralgoconamigos.
—Esoesuninconveniente—comenté.
—Síqueloes—confirmó—.Peropagalasfacturas.Ysoymuyresponsable.
—¿Siempre?
—Lointento.
—Esoesterrible.
—No,paranada.
—Sientodiscrepar—insistí—.Enúltimainstancia,lagentesuelearrepentirsedelascosasquenohicieron,nodelasquesí
hicieron.
—¿Quiéntehadichoeso?—dijoburlona.
—¿Elsentidocomún?
—Vuelveaprobar.
—¿Mipsiquiatra?
—¿Deverastedijoeso?
—No,peroestoysegurodequepodríadecirlo.Esuntipomuylisto.
Serio,ymedicuentadequédistintaeraencomparaciónconlaprimeranochequelavi.Eracasicomosieluniforme
tuvieraelpoderdetransformarsupersonalidad.Peroentoncesmepercatédequeesotambiéneraaplicableamímismo.
Conlabatadelaboratoriooropaquirúrgicaeraunapersona;vestidocomounregatista,eraotradistinta.
Al llegar al restaurante, una adolescente nos dio la bienvenida. Aproximadamente la mitad de las mesas estaban
ocupadas.Cogióunpardecartasdeunestanteynoscondujoaunamesasituadacercadeunadelasnumerosasventanas.Al
caminarpodíaoírseelcrujirdelostablonesdelsuelodemadera,conelsonidodeloantiguoylahistoria.
AcerquélasillaparaqueNataliesesentara,yluegomesentéfrenteaella.Lasvistasatravésdelaventananoerangran
cosa:soloseveíaotroedificiohistóricodirectamentealotroladodelacalle.Noseveíaelcanal,niunainminentepuestade
sol,nicaballossalvajes.Comosimeleyeralamente,Natalieseinclinóporencimadelamesa.
—Esantiguo,perolacomidaesrealmentebuena—dijo—.Confíaenmí.
—¿Deberíapediralgoenparticular?
—Todoesexcelente—aseguró.
Asentí,ytrascolocarmelaservilletaenelregazo,estudiélacarta.
—Estoysiguiendoladietadelafe—anuncié.
—¿Enquéconsiste?
—Comodetodoyesperounmilagro.
Pusolosojosenblanco,peroviqueesbozabaunalevesonrisa.Enelsilencio,volvíaexaminarlacartacuandoderepente
recordéloquemehabíadejadoenelcoche.
—Porcierto,teolvidastedelostarrosdemielqueteregalé.
—Meacordéencuantolleguéacasademispadres.
—Noimporta,teloshetraído,recuérdamequetelosdéalsalir.
Lacamareravinoaatendernosytomónotadelasbebidas.Ambospedimostéheladoyagua.Denuevoasolas,intenténo
mirarlafijamente.Laaureolabrillantedesuscabellosalaluzdelasvelasenmarcabasusdelicadosrasgosysusojosdeaquel
colortanpocousual.Decidí,encambio,averiguarmáscosassobreella,ansiosoporconocermásdetallessobresupasadoy
todoloqueconformabalapersonaqueeraenlaactualidad.
—Asíque tupadrearreglaviejosaparatoselectrónicosy tumadrecocinaydecora lacasa—resumí—.¿Quéhayde tus
hermanos?¿Quépuedescontarmedeellos?
Seencogiódehombros.
—Estáninmersosenlalocuradelosniñosahoramismo—comentó—.Bueno,másbienenlalocuradelosbebés.Ambos
tienenhijosmenoresdetresaños.Inclusoencomparaciónconmigo,notienenvidapropia.
—¿Ytú?
—Yatehehabladodemivida.
«Dealgunascosas,peroenrealidadnohascontadomucho»,pensé.
—Dimecómoerasdeniña.
—Noesdemasiado interesante.Erabastante tímidadeniña, aunqueme encantaba cantar—empezó adecir—.Pero a
muchas niñas les gusta cantar, no es nada especial. Supongo que empecé a ser yomisma en el instituto y, al final, me
desmarquédelasombrademishermanosmayores.Conseguíelpapelprincipalenelmusicaldelinstituto,meuníalcomité
delanuarioyhastajuguéalfútbol.
—Entoncestenemoscosasencomún—dije—.Lamúsicayelfútbol.
—Ya lo sé —replicó—. Pero no creo que fuera tan buena como tú en ninguna de las dos cosas. Jugaba al fútbol
principalmenteparapoderpasartiempoconmisamigos.Nisiquieralohabíaprobadohastaelbachillerato,ycreoquesolo
metíungolentodalatemporada.
Medecidíconrapidezporlostomatesverdesfritoscomoentranteyatúndesegundo,ydejélacartaaunlado.
—¿FuistealinstitutoenLaGrange?
—LaGrangeesdemasiadopequeño,nohabía instituto,asíqueacabéyendoa laSalemAcademy.¿Hasoídohablarde
ella?—Neguéconlacabezayellaprosiguió—:EsuninternadosolodechicasenWinston-Salem—explicó—.Mimadrefue
allíy tambiénmihermanamayor,Kristen.Mihermano fueaWoodberryForest,enVirginia.Mispadres ledabanmucha
importanciaanuestraeducación,inclusoaunqueesosignificaratenernosqueenviarauninternado.
—¿Tegustó?
—Alprincipiono.Aunquemihermanaestabaallí,teníanostalgiaysacabaunasnotasterribles.Creoquellorécadanoche
hastacaerrendidadurantemeses.Peroal finalmeacostumbré.Paracuandomegradué,meencantaba,y todavíasigoen
contactoconalgunasdelaschicasqueconocíallí.Creoquesalirdelpuebloparairalinstitutomeayudóalahoradeirmea
estudiar a la Universidad de Carolina del Norte. Cuando llegué a la residencia de estudiantes el primer año, estaba tan
acostumbradaavivirsinmispadresquelatransiciónmeresultómuyfácil.Peromeparecequeesonomegustaríaparamis
hijos,siesquealgunavezllegoatenerlos.Creoquelosecharíademasiadodemenos.
—¿Quierestenerhijos?
Tardóunosinstantesencontestar.
—Talvez—dijofinalmente—.Peronoporahora.Ypuedequenuncasuceda.Elfuturonoestáescrito,¿no?
—Supongoqueno.
Dejólacartaencimadelamía,albordedelamesa.Viquesusojosseposabanenmimanolisiada.Enlugardeintentar
esconderla,extendílosdedosquemequedansobrelamesa.
—Tieneunaspectoextraño,¿noteparece?—comenté.
—No.—Negóconlacabeza—.Perdona.Hasidodemalaeducaciónmirarlaasí.
—Escomprensible.Aunqueestoyacostumbrado,todavíameresultaextraño.Peroperderlosdedosesmejorqueperder
unaoreja.
Antesudesconcierto,señaléunladodemicabeza.
—Noesdeverdad—dije—.Esunaprótesis.
—Sinomelollegasadecir,nuncalohabríaimaginado.
—Noséporquélohehecho.
Pero sí sabía la razón. Por mucho que quisiera llegar a conocerla, también quería que ella me conociera como soy
realmente,sentirquepodíasercompletamentesinceroconella.Sequedócalladaunmomentoycreíquecambiaríadetema,
o incluso que se excusaría para ir al aseo. Pero en vez de eso,me sorprendió al alargar lamano y rozar suavemente los
muñonescubiertosdecicatricesqueocupabanellugardondeantesestabanmisdedos.Lasensaciónfueeléctrica.
—Laexplosióndebióser…espantosa—comentó,todavíaconlapuntadelosdedossobremipiel—.Hepensadoenello
desde que me lo contaste. Pero no entraste en detalles. Me gustaría que me contaras más cosas, si no te hace sentir
incómodo.
Le ofrecí una versión resumida de la historia: la explosión aleatoria de mortero al salir del edificio, un estallido de
repentinocalorabrasador,ydespués,nada,hastaquemedespertétraslasprimerasoperaciones.LosvuelosaAlemania,y
luegoderegresoaEstadosUnidos,lassiguientesoperacionesadicionalesylarehabilitaciónenloscentrosmédicosdeWalter
ReedyJohnsHopkins.Enunmomentodelanarración,retirósumanodelamía,peropudesentirlasensaciónetéreadesu
roceinclusodespuésdemidisertación.
—Sientoquetuvierasquepasarportodoeso—comentó.
—Sipudieravolveratráseneltiempo,saldríadelhospitalunoscuantosminutosantesodespués.Peronopuedo.Yahora
mismoestoyintentandoseguiradelanteconpositividad.
—Apuestoaquetuspadressiguenestandomuyorgullososdeti.
Aldecir eso, recordéotrasocasionesanteriores en lasquehabía compartido loque leshabíapasado.Sabíaquepodía
simplementeresponderalgoambiguocomo«esoespero»,sinentrarendetalles,peroalvercómomemirabaNatalie,medi
cuentadequenoqueríaguardarmelaspalabrasdentrodemí.
—Mispadresmurieronunmesantesdequemegraduaseen launiversidad.Emprendieronunviajea la islaMartha’s
Vineyardparaasistirauneventopolíticoqueprobablementenohubieraservidoparanadaalargoplazo.Unodesusclientes
habíafletadounavión,peronuncallegaronasudestino.ElaviónseestrellóenVirginiaapenascincominutosdespuésdel
despegue.
—¡Oh,Diosmío!¡Esoesterrible!
—Sí, lo fue—confirmé—.Undíaestabanahí, yal siguientehabíandesaparecidoyyomequedé totalmentedevastado.
Todoensuconjuntoparecíasurrealista,avecestodavíameloparece.Soloteníaveintidósaños,yseguíasintiéndomemás
cercadelaadolescenciaquedelaadultez.Todavíameacuerdodelmomentoenelquemioficialsuperiorentróenelaulay
meindicóquefueraasudespachoparacontármelo.
Titubeé,conelrecuerdoaúnvívido.
—Comoyacasihabíaacabadoconlasclases, laAcademiamediounpermisoparagestionarlotodo,yesofueencierto
modotodavíamássurrealista.Miabuelovinoaayudarme,pero,aunasí…Tuvequebuscarunosserviciosfúnebres,escoger
losféretros,yelegirunvestidoyuntrajeparamipadre,ademásdepensarquéclasedefuneral leshabríagustado.Había
habladoporteléfonoconellospocosdíasantes.
—Mealegrodequetuabueloestuvieracontigo.
—Nosnecesitábamos, eso está claro. Yahabía perdido a sumujer, y ahora acababade perder a suúnicahija. Tras el
funeral regresamos a New Bern, y creo que ninguno de nosotros dijo una palabra durante todo el viaje. Hasta que no
llegamosa su casa fuimos incapacesdehablarde ello, y ambosderramamosmuchas lágrimas esa semana.Era tan triste
pensarentodaslascosasquenuncapodríanhacer,oenmifuturosinellos.
—Nopuedoniimaginarcómoseríaperderamispadresdeesamanera.
—Haymomentosen losqueyo sigo sinpoder imaginármelo.Hapasadounadécada, y todavíaavecesmepareceque
puedodescolgarelteléfonoyllamarles.
—Noséquédecir.
—Nadie lo sabe. Es duro de asimilar. Quiero decir que cuesta imaginarse a uno mismo quedándose huérfano a los
veintidósaños.Noesquehayamuchagentequetengaqueenfrentarseaalgoasí.
Desvió lamirada,comosi todavíaestuvieraprocesando loquehabíadicho, justocuando lacamarera llegóparatomar
nota.Casideformarobótica,Nataliepidióunaensaladaderemolachaypargocolorado,yyoloqueyahabíaelegido.Cuando
lacamareraseretiró,Nataliealzólavistahaciamí.
—Cuandoerajoven,mimejoramigamurió.Séquenoesniremotamentecomparable,perorecuerdoquefueespantoso.
—¿Quésucedió?
—Teníamosdoceaños.Ellavivíadoscasasmásabajo,ysucumpleañoseraunasemanaantesqueelmío.Suspadreseran
amigosdelosmíos,asíqueprácticamentecrecimosjuntas.Fuimosalmismocolegio,estuvimosenlamismaclaseentodala
primaria,inclusoíbamosalamismaescueladedanza.EnesaépocacreoquemesentíamáscercadeGeorgiannaquedemis
hermanos. Incluso cuando estábamos separadas hablábamos por teléfono todo el tiempo. Fue un día que volvíamos del
colegio juntasacasa,meacuerdodequehablábamosdeunchico llamadoJeff,queaella legustaba,peronosabíasiese
sentimiento era recíproco. Nos despedimos en mi casa, y recuerdo que nos abrazamos. Siempre nos abrazábamos.
Aproximadamente una hora después se fue a comprar un sándwich de helado a la tienda de comestibles, a unas tres
manzanas.Eneltrayectolaatropellóunconductorborrachoymurió.
Porsuexpresióndedujequeestabareviviendoesemomentoyguardésilencio.Cuandoporfinsediocuentadequeno
habíadichonada,sacudiólacabeza.
—Comoyatedije,noeslomismoqueperderatuspadres.
—Yotampocoperdíamimejoramigocuandoerajoven.Lamentotupérdida.
—Gracias—respondió. Luego, haciendo gala de un poco de falsa alegría, añadió—: Peromíranos, ¿podría ser nuestra
conversaciónmásdeprimente?
—Prefieropensarquenosestamossincerando.
—Detodosmodos,noeselmejortemaparaunacena.
—¿Dequétegustaríahablar?
—Decualquiercosa.
—Deacuerdo—concedí—.¿Quépuedescontarmedetuinfancia?Merefieroacosaspositivas.
—¿Comoporejemplo?
—¿Teníasalgunamascota?—Memiróconescepticismoyañadí—:Simplementeestoy intentandohacermeuna ideade
cómoeras.
—Tuvimosunperroyungatodurantecasitodaminiñez.SellamabanPedroyPablo.
—¿ComoenLosPicapiedra?
—Exacto.
—¿Yquémedicesdelasvacacionesfamiliares?
—Siemprenosíbamosdevacaciones—dijo—.AlgunavezaDisneyWorld,oaesquiaraVirginiaOccidentaloaColorado,
y alquilábamos una casa enOuter Banks durante dos semanas cada verano. Tenía amis abuelos por parte demadre en
Charlotte, y los otros cerca de Boone, así que también íbamos a visitarlos. Eran muchos trayectos largos en coche que
aborrecía…peroahorapiensoqueesonosayudabaaestablecervínculosmásestrechoscomofamilia.
—Suenaidílico.
—Loera—contestó,aparentementesintiéndosemáscómodaalhablar—.Notengoquejadenuestravidafamiliar.
—Noconozcoademasiadagentequepuedadeciralgoparecido.Creíaquetodoelmundoteníaproblemasconsuspadres.
—Nodigoquefueranperfectos,peroerafácilparamishermanosyparamíporquesellevabanmuybien.Teniendoen
cuentaquetrabajabantodoeldíajuntosyluegoteníanqueconvivir,sepodríapensarquesehabíancansadoelunodelotro.
Peromipadresiguelocopormimadre,yellaleadora.Habíamuchasrisasysiemprecenábamosjuntos,comounafamilia.
Sonreí,asombradodelodistintaquehabíasidonuestrainfancia.
—¿QuétehizoelegirlaUniversidaddeCarolinadelNortedespuésdelinstituto?
—Mi padre fue allí—respondió—.Mimadre fue aMeredith, un colegio universitario solo de chicas en Raleigh. Pero
despuésdeSalemAcademyqueríairaunsitiomásgrande,públicoymixto.Tambiénsabíaqueesoharíafelizamipadre.De
hecho, todos nosotros, mi hermano y mi hermana también, fuimos a la misma universidad. Somos todos fanáticos de
Wolfpack,siesesoen loqueestabaspensando.Hastamimadresehaconvertido.Mipadre tieneentradasde temporada
paraelfútbolamericanoysolemosacudircomofamiliadosotresvecesalaño.Mispadresvanatodoslospartidos.
—YallíesdondeconocistealtipoconelquetefuisteaNewBern,¿no?
—Mark—dijo,sinañadirnadamás.
—¿Leamabas?—pregunté.
—Sí—dijobajandolamirada—.Peronotengoganasdehablardeél.
—Deacuerdo—acepté—.Creoquemehagounaideabastantebuenadequiéneres,inclusosinesaetapadetuvida.
—¿Esocrees?
—Bueno,porlomenosenparte.
—¿Quéesloquenoentiendes?
—Todavíanocomprendo larazónpor laquedecidisteconvertirteenagentede la ley.Mepegasmáscomoprofesorao
enfermera.Otalvezcontable.
—¿Deberíasentirmeofendida?
—Noestoydiciendoquenoseaslobastantedura.Supongoquesimplementemedalasensacióndequeeresinteligente,
cariñosayamable.Yesoesalgobueno.
Meescudriñóunossegundos.
—Yateloconté—respondió—.Enciertomodomevinodado.Peroencuantoalodeserenfermera,realmentemelodicen
mucho,aunquenoséporqué.Paramíloshospitales…son…—vacilóuninstante—sondeprimentes.Losodio.Yademássoy
muyaprensivacuandoveosangre.
—Otrarazónparanoejerceresaprofesión.
—Creoqueyadejamosclaroquenomeveoenvueltaenuntiroteoencadaturno.
—Perosiasífuera,nopasaríanada.Yaséqueeresunaexcelentetiradora.
—Miapodoes«OjodeToro»—contestóconunguiño—.Porlomenosenmicabeza.
Lacamarerallegóconpanybollos,ysedisculpóporhabertardadotanto.Cogíunoylountéconmantequilla,aligualque
hizoNatalie.
Mientras empezábamos a picar un poco de pan, la conversación vagó de aquí para allá, con la facilidad típica de las
personas que se conocen desde hace tiempo. Hablamos de abejas y de colmenas, compartimos recuerdos de nuestras
experienciasen launiversidad, lavidaenunpuebloencomparacióncon laciudad, laMarina, lasatraccionesfavoritasen
DisneyWorld,yunpocosobremispadresymiabuelo.InclusocomentéelextrañoviajedemiabueloaEasleyylasúltimas
palabrasquemedijo.
Cuandolacamareratrajonuestracomida,resultósertandeliciosacomohabíaprometidoNatalie.Aunquenoestuviera
enelcentro,eraunlugaralquemegustaríavolverair.EspecialmenteencompañíadeNatalie.
Aunquenuestra sencilla complicidad se prolongódurante toda la cena, enningúnmomentopasamos al territorio del
flirteo;meresultabadifícildilucidarsiellateníaalgúninterésrománticorealenmí.Nodudabadequeestabadisfrutandode
lacenaylacompañía.Pero,sinceramente,noteníalamenorideadesiquerríavolveracenarconmigo.
Y,sinembargo,nopodíarecordarlaúltimavezquehabíapasadounaveladatanagradable.Nosoloporquehabíahecho
comentarios acertados cuando lehablédemispadres, o porquehabía compartido conmigo supropiapérdida en la edad
infantil,sinoporquemedicuentadequeadmirabaelvalorquelesdabaaciertascosas(lafamilia,laeducación,laamistady
la amabilidad, entre otras), y era evidente que batallaba con otras que presenciaba habitualmente en su trabajo (las
adicciones,laviolenciadoméstica,laspeleasdebar).Meconfesóqueesassituacionesaveceshacíanquesesintieraalterada
eincapazdedormirtrasacabarsuturno.
—¿Porquénolodejas?—preguntéporfin—.Tienesunacarrerayexperiencialaboral.Estoysegurodequeencontrarías
otracosa.
—Quizás—admitió—.Peroporahoracreoqueesmejorquemequededondeestoy.
—¿Esporquequieresmarcarladiferencia?
Sellevólamanoalacadenadeoro.
—Claro—dijofinalmente—,digamosqueesporeso.
Aningunodelosdosnosapetecíatomarpostre,perosíuncafé.Unpocodecafeínanosvendríabienparaeltrayectode
regresoaNewBern.Mientrasremovíasucafé,medicuentadeque,apartedeltrabajoylafamilia,nomehabíacontadogran
cosadeellamismadesdequellegóaNewBernhacíaunoscuantosaños.Dehecho,apenasmehabíaexplicadonadadesu
vidaenelpueblo.
Talvezconsiderabaqueesaetapadesuvidanoerataninteresante.Mientrasmimenteseguíadándolevueltasalporqué,
Natalie se quedó un rato mirando fijamente por la ventana. Gracias a las luces del interior del restaurante, pude
entretenermeobservandoelreflejodesuperfilenelcristal.Yenesemomentocomprendíquealgomáslaocupaba,queno
estabaconcentradaenelpresentedelaveladaqueestábamospasandojuntos.
Algoquelahacíasentirsetriste.
Paguélacuentaalestilodelaviejaescuelaytambiénporquehabíasidoideamíasaliracenar.Semostróconformeyme
diolasgraciasconelegancia.
Lanochehabíarefrescadoparacuandoempezamosadirigirnoshaciaelaparcamiento.Elcieloestabadespejado,conuna
esteladeestrellassobrenuestrascabezasylaVíaLácteailuminandoelfirmamentoenelhorizonte.Lascallesestabanvacías,
perodesdelosrestaurantessituadoscercadelagua,pudeescuchareldébilmurmullodeconversacionesyelsonidodecopas
entrechocando.Lasolaslamíanamableselrompeolas.
Noerademasiadotardeysemehabíapasadoporlacabezaproponerlequenossentáramosenlaterrazadelrestaurante,
consusgloriosasvistas,peroestabacasisegurodequedeclinaríalainvitación.Hastaentoncesnisiquierahabíamostomado
un vaso de vino juntos, aunque eso no tenía importancia. Era simplemente otro aspecto curioso que caracterizaba los
momentosquehabíamoscompartido.
—Estabapensandoenloquemedijisteantes—dijoporfin—.Sobretuabuelo.
—¿Aquéterefieresexactamente?
—Asuúltimoviajeysusúltimashorasenelhospital—concretó—.¿Estássegurodequenuncaanteshabíamencionado
Easley?
—Amíseguroqueno—respondí—.Claudetampocosabíanada,perotodavíanohepodidohablarconsupadre.
—Entonces,porloquesabemos,tambiénpodríahaberestadodecaminoaotrolugar—indicó.Paraentonceshabíamos
llegadoalpaseomarítimo.Hizounapausa,ysusojoscolorocéanobuscaronlosmíos.Unmechóndepelocayósobresusojos
comounhilodeoro,ymesentítentadodeapartárseloycolocárselodetrásdelaoreja.Suvozrompiómiensueño—.¿Seteha
ocurridointentarencontrarsucamioneta?
—¿Sucamioneta?
—Puedequehayaalgoenlacabina—explicó—.Quizásunplanderuta,oelnombredelapersonaalaquequeríavisitar,
inclusopodríasdescubrirelsitioexactoalquesedirigía.Notas,mapas,cualquiercosa.
Antesinclusodequeterminaradehablar,mepreguntéporquénohabíapensadoantesenello.Perohayqueteneren
cuentaqueyonoformabapartedelasfuerzasdelorden,nieraaficionadoalasnovelasdemisterio,ytalvezesotuvieraalgo
quever.
—Tienesrazón—reflexionéenvozalta—.Pero¿cómolavoyaencontrar?
—Yoempezaríaporelhospital.Averiguarquéserviciosdeambulanciausan.Seguramenteenalgúnarchivohaquedado
registrado el lugar donde le fueron a buscar.Dependiendode eso, podría ser que la camioneta siga ahí, o que haya sido
remolcada,peroalmenostienespordóndetirardelhilo.
—Esunamuybuenaidea—dije—.Gracias.
—Denada—respondióconunmovimientodecabeza—.Dimequéaveriguas.Meinteresa.
—Loharé—aseguré—.Esomerecuerdaalgo:creoquenotengotunúmero.Porsitengoquellamarte.
«Oquierollamarte»,locualeramuchomásprobable.
—Ah—contestó,comosinoestuvieraseguradecómosesentíaalrespecto,oalmenosesafuemiimpresión.Noquería
darle tiempoparaquese lopensara,asíquebusquéelmóvilyactivé la listadecontactos.Tardóunpocoencogerlo,con
obviareticencia,porcierto,perodespuésintrodujosusdatosantesdedevolvérmelo.
—Deberíairmeya—anunció—.Mañanatengoquelevantarmetempranoytodavíanoheterminadodeordenarmiropa.
—Loentiendoperfectamente—dije—.Yotambiéntengoundíaocupadomañana.
—Graciasporlacena.
—Denada.Hasidounplacerpoderconocertemejor.
—Paramítambién.Hasidoagradable.
¿Agradable?Esanoeraexactamenteladescripciónqueesperabadeaquellacita.
—Ah,antesdequetevayas,¿podríallevarmelamiel?
Fui a buscar los tarros ami todoterreno y se los di, y cuando nuestros dedos se rozaron sentí una descarga, queme
recordólamaneraenquemehabíaacariciadolacicatrizantes.Queríabesarla,peroelladebióleermelamente,porquede
formaautomáticadiounpequeñopasohaciaatrás.Enelespacioquenosseparabadetectéunaenergíaflotandoenelaire,
como si ella también deseara besarme. Quizás eran imaginaciones mías, pero me pareció percibir un atisbo de
arrepentimientoensusonrisadedespedida.
—Graciastambiénporlamiel—añadió—.Yacasinomequedaba.
Diomediavueltay,lentamente,sedirigióasucoche.Mientrasveíacómosealejaba,semeocurrióalgoysaquédenuevo
elmóvildelbolsillo.Enlapantallatodavíaestabasuinformacióndecontacto,ymarquéelnúmero.Pocossegundosdespués,
oíeldébiltonodellamadadeunteléfono.Natalierebuscóensubolso,ycuandovioelnúmeromiróhaciamíporencimadel
hombro.
—Soloestabacomprobandoqueelnúmerofueseelcorrecto—dije.
Pusolosojosenblancomirandohaciaelcieloyluegosubióalcoche.Lasaludéalpasaramiladoyellamedevolvióel
saludoantesdellegaralacarreteraquelallevaríaderegresoaNewBern.
Unavezsolo,fuipaseandohacialabaranda,ymequedéobservandoelocéanorefulgiendobajolaluzdelaluna.Labrisa
habíaarreciado,refrescandoelaire,ygiré lacaraensudirección,reflexionandosobresurenuenciaabesarme.¿Formaba
parte de su indecisión general a aparecer en público conmigo? ¿Realmente le preocupaban tanto los chismes de pueblo,
inclusoatantadistanciadeNewBern?
¿Oacasoestabasaliendoconotrohombre?
7
omentíaNataliecuandoledijequeteníacosasquehacerellunes.Adiferenciadelamayoríademisdías,enlosque
disponíadetiempoparaholgazanearantesdehacerunapausaparaseguirholgazaneando,lasresponsabilidadesdelavidaa
vecesse imponían,aunquenotuvieraqueficharnipresentarmeenelhospitaloenunaoficina.Paraempezar,estábamos
casiamediadosdeabril,yteníaquepresentarmideclaracióndeimpuestos.
Los documentos llevaban esperando durante semanas en una caja de cartón que había traído un mensajero. Seguía
siendofielalaempresadecontabilidaddemispadres,enunprincipioporquenosabíanadadefinanzasnicuentas,ymás
tarde porque supuse que cambiar a otra empresa añadiría complicaciones innecesarias a mi vida, cuando todo era ya
suficientemente complicado. Francamente, pensar en el dinero me aburre, seguramente porque nunca he tenido que
preocuparmerealmenteporello.
Mideclaracióndeimpuestoseracomplicadadebidoalosfondosfiduciarios,inversionesycarterasdevaloresquehabía
heredado demis padres, algunos de los cuales habían sido financiados conmás seguros de vida de los quemis padres
necesitaban.Sinembargo,cuandoveíamipatrimonioneto(miscontablespreparabanmeticulosamenteunahojadebalance
paramícadamesdefebrero)avecesmepreguntabaporquéhabíainsistidotantoensermédico.Noeraquenecesitaseel
dinero.Losinteresesqueingresabaanualmentesuponíanmuchomásdeloquepodríallegaraganarcomomédico,perocreo
quealgoenmiinterioransiabaobtenerlaaprobacióndemispadres,aunqueyanoestuvieranvivos.Cuandoibaagraduarme
enMedicina,meimaginéamispadresaplaudiendoentreelpúblico;enmimentevicómoamimadreseleanegabanlosojos
de lágrimas,mientrasmipadre semostraba radiantedeorgullo ante el trabajobienhecho.En esemomento, comprendí
claramentequepreferiríaquemispadresestuvieranvivosalagenerosaherenciaquemedejaron.Cadaaño,cuandollegaban
los extractos demis cuentas por correo, siempreme acordaba de que los había perdido y había veces en queme sentía
demasiadosobrepasadocomoparasiquieraexaminarlos.
ApesardequehabíaintentadoexplicárseloaNataliemientrascenábamos,sabíaquenohabíasidocapazdeencontrarlas
palabrasparaexpresardeformaadecuadalapérdidaolapenaquerealmentesentía.Puestoqueerahijoúnico,nosolohabía
perdidoamispadres,sinoatodamifamiliainmediata.Conlosañoshabíallegadoapensarquelafamiliaescomolasombra
enundíasoleado,siempreahí,justosobreloshombros,siguiéndomeenespíritu,independientementededóndeestuvierao
loquehiciera.Siempreestáncontigo.GraciasaDiosmiabueloseguíaahípararetomarelpapelfamiliar,comomuchosotros
que había asumido cuando era aún más joven. Con su muerte, sin embargo, los días se habían tornado nublados para
siempre,ycuandoahoramiroporencimadelhombro,nohaynada.Séquehaymuchaspersonasenlamismasituación,pero
esonomehacesentirmejor.Solomehacepensarquetampocolesacompañaningunasombra;que,comoyo,confrecuencia
sesientencompletamentesolos.
Al reflexionar sobre todoaquellomeplanteé si realmentequeríavender lapropiedaddemiabuelo.Aunquemehabía
dichoamímismoquelarazónparairaNewBerneraprepararlapropiedadparalainmobiliaria,eraelúnicovínculoqueme
quedabaconmimadreymiabuelo.Noobstante,sialfinalnolavendía,noestabasegurodequéhacerconella.Nopodía
simplementecerrarlaacalycanto:¿acasoelvagabundonovolveríaaentrar?Perotampocoteníaclarosiqueríaalquilarla,
porquenomeapetecía imaginarmeaunextraño interfiriendoconelpeculiarencantoqueteníael lugar.En lahabitación
donde dormía de niño había marcas hechas con lápiz en la puerta del armario, donde mi abuelo había grabado
oportunamentemiestatura,alladodelasquehizoensumomentoparamimadre;laideadequealguienpudieradaruna
mano de pintura encima de nuestra historia era algo que nome gustaría presenciar. Mi apartamento en Pensacola era
simplementeunlugarenelquehabíavivido;estacasaeralademiabuelo,yestaballenadeléterderecuerdossignificativos;
eneselugarelpasadoseguiríasusurrándomemientrasestuvieradispuestoaescucharlo.
Conscientedequeteníamuchoquehacer,salídispuestoacorrerunadistanciamediodecente,despuésmeduchéyme
serví una taza de café. Sentado a la mesa repasé los documentos de mis contables. Como siempre, había una carta de
presentaciónqueexplicaba todo loquenecesitabasaber,yunospequeñosadhesivosde formasdistintas indicabandónde
teníaquefirmar.Misojosempezaronacansarsecuandollevabatreintaydosfirmas,locualeranormal,ymetuvequetomar
dostazasdecafémásantesdeintroducirporfinlosdiversosdocumentosenlossobrescorrespondientesconladirecciónya
escrita en ellos.Haciamediamañana estabahaciendo cola en la oficinade correos, asegurándomedeque todo estuviera
franqueado.Despuésregreséalacasayescribíune-mailamiscontables,para informarlosdequeyase lohabíaenviado
todo.
Losiguienteenlalistadetareaspendienteseranlascolmenas.Trasataviarmeconelmismotrajedeldíaanterior,cargué
la carretilla conel equipoquenecesitaba, luegocogíunascuantasmediasalzas, yalgunosexcluidoresde reinas.Tenía la
esperanzadequenofuerademasiadotarde.Sinelexcluidor,lareinapodríasalirvolandoderepenteenbuscadeunnuevo
enjambre, y se llevaríaa toda la colonia conella.Esoes loque sucedióenBrasil en 1957cuandounoscientíficos criaron
abejas africanizadas, también conocidas como abejas asesinas, creyendo que prosperarían en condiciones tropicales. Un
apicultorqueestabadevisita,pensandoquelosexcluidoresestabanimpidiendoelmovimientodelasabejasenlascolmenas,
losquitaron,yveintiséisreinasjuntoconsusrespectivascoloniasescaparon,viajaronhaciaelnorte,yconeltiempollegaron
aEstadosUnidos.
Empujé la carretillapor elmismocaminoquehabíausadoeldía anterior, con la intenciónde trabajarde izquierdaa
derecha.Alllegarallugarelegido,echéunvistazoalacarreterayviaCalliecaminando,seguramentedecaminoalTrading
Post. Como en las anteriores ocasiones iba con la cabeza gacha y avanzaba arrastrando los pies con lo que parecía una
sombríadeterminación.
Fuihaciaellímitedelafincayalcélamanoenunsaludo.
—¿Vasatrabajar?
Mirepentinaaparicióndebióasustarlaysedetuvo.
—Túotravez.
EranlasmismaspalabrasqueNataliemedijoenelparqueaorillasdelrío,ymeasaltólaideadequeCallieeraigualde
misteriosayprecavida.
—Sí,soyyo—respondí.Alacordarmedequellevabapuestoeltrajedeprotección,señalélascolmenas—.Tengoquehacer
unpardecosasparaquelasabejassiganestandobien.
Seguíamirándomecasicondesconfianza.Secruzódebrazosyadvertíunmoratóncercadelcodo.
—Sonabejas.¿Nosabencuidarseellassolas?
—Tienesrazón—admití—.NosoncomoTermita,enelsentidodequenohayquedarlesdecomer,perodevezencuando
necesitanunpocodeatención.
—¿Lesgustas?
—¿Aquién?¿Alasabejas?
—Sí,alasabejas.
—Nolosé.Aparentementenotienenproblemasconmigo.
—Llevasuntraje.Tuabuelonuncaseloponía.Porlomenoscuandoyopasabaporaquí.
—Eramásvalientequeyo.
Porprimeravezdesdequelaconocí,Callieesbozóunamagodesonrisa.
—¿Quéquerías?
—Nada.Tevipasarcaminandoypenséquedebíasaludarte.
—¿Porqué?
«Porqué?»Noesperabaesapreguntay,poruninstante,nosemeocurrióningunarespuesta.
—Supongoquesoloporserbuenosvecinos.
Parecíaestaratravesándomeconlamirada.
—Nosomosvecinos—contestó—.Vivomuchomáslejos.
—Tienesrazón—admití.
—Tengoqueirme—dijoentonces—.Noquierollegartardealtrabajo.
—Claro.Yotampocoquieroquelleguestarde.
—Entonces,¿porquéhashechoquemeentretengaparahablarcontigo?
Creíahaberrespondidoconlodelabuenavecindad,perosupongoqueensumentelarespuestanohabíasidolobastante
convincente. Con la sensación de que deseaba dar por finalizada la conversación lomás pronto posible (de nuevo como
Natalieenelmercadode losagricultores, lo cualmehizopensarqueeranmuysimilaresensu temperamento), retrocedí
hacialacarretilla.
—Pornadaenespecial—respondí—.Quetengasunbuendía.
Esperóaquemealejaraunpocoantesdereemprenderlamarcha.Yaunquenomedilavueltaparacomprobarlo,estaba
segurodequenosevolvióamirarhaciamíniunavez.Peroesonoeraasuntomío.
Mepuselacaretaylosguantes,yluegoacerquélacarretillaalaprimeracolmena.Accionéelahumadorparaarrojarel
humosuficientecomoparaquesecalmaranlasabejas,yesperéunminutoantesdequitarambastapas.Añadíelexcluidora
lapartesuperiordelalzamelaria,puselamediaalzaencima,yvolvíacolocarlastapas.Repetí lamismaoperaciónconla
segunda,laterceraylacuartacolmena.Tuvequecargarlacarretillaenvariasocasiones,absortoenlarutinayrecordandoa
miabuelo,hastaquetodaslascolmenasestuvieronlistas.
Afortunadamente,todaslasreinasseguíanensusitio,comiendoyponiendohuevos,haciendosuscosas,ypudeacabaren
tres horas. Para entonces ya era casi la hora de comer, y convencido de que la mañana había sido extremadamente
productiva,decidíquememerecíaunacervezaparaacompañarmisándwich.
Aveces,simplementesetratadedarenelclavo.
Despuésdemialmuerzotodavíateníadostareaspendientes,queconsiderabaimportantesparamipazmental.
Natalieteníarazónencuantoalaposibilidaddeencontraralgunarespuestaenlacamionetademiabuelo.Lasugerencia
dequellamaseantesalhospitaltambiéneraacertada.Porloquesabía,miabuelohabíasidotrasladadodesdeotracomarca.
Busquéelteléfonoeninternetyhabléconunaancianadamacuyoacentoeratandensoquepodríaembotellarse,yqueno
tenía la menor idea de cómo podía ayudarme. Tras balbucear durante unos minutos (hablaba con extremada lentitud,
además de arrastrar las palabras), al final consiguió el nombre de unode los administradores del hospital y se ofreció a
pasarmeconél.Desgraciadamente,alintentarlo,lallamadasecortó.
Volvía llamar,preguntépor lapersonaquemehabía indicado,ysalióunbuzóndevoz.Dejéminombre,número,un
brevemensajeypedíquemedevolvieranlallamada.
Tal vez debido ami experiencia con la primera dama con la que hablé, no estaba demasiado convencido de queme
llamarían.Aunasí,mesentícomosihubieradadoelprimerpasoparaencontrarlasrespuestasquenecesitaba.
En las distintas etapas demi vida (el instituto, Annapolis, la Facultad deMedicina, la residencia y laMarina) trabé
amistadconalgunaspersonasextraordinarias.Encadaunadeesasfases,tuveuncontactoespecialmenteestrechoconun
círculo de individuos, y simplemente supuse que seguiría siendo así para siempre. Como entonces pasábamos el tiempo
juntos,mimentecreíaqueestaríamosjuntosparasiempre.
Peroheaprendidoquelasamistadesnosonasí.Lascosascambian;lagentecambia.Losamigosmaduran,semudan,se
casany tienenniños;otros se conviertenenmédicosque sondestinadosaAfganistány venarruinada su carrera.Conel
tiempoyconsuerte,decadaetapade lavidaquedanunoscuantosamigos(quizássolounpar).Yosoyafortunado:tengo
amigosqueseremontanalaépocadelinstitutoy,sinembargo,enocasionesmepreguntoporquéalgunaspersonassiguen
formandopartedelavidadeuno,yotrassealejan.Notengolarespuesta,solohecomprobadoquelaamistaddebefluiren
ambossentidos,ytodaslaspartesdebenestardispuestasainvertiralgoparapoderconservarla.
ElmotivodehablardeestoesqueenocasionesmepreguntosideboconsideraraldoctorBowencomounamigo.En
ciertamaneracreoqueloes.Hablamoscadasemanaymeconocemejorquenadie.Eslaúnicapersonaquesaberealmente
con cuánta frecuencia consideraba la posibilidadde suicidarme tras la explosión (adiario, paraquequede constancia), y
tambiéneselúnicoquesabequetodoslosañosmesientomuydeprimidoeldíaenqueelavióndemispadresseestrelló.
Sabecuántashorasduermo,cuántascervezasbeboalasemana,ycuántomesolíacostarcontrolarmiiraensituacionesen
lasquesimplementedeberíaalzar lamiradaal cieloyseguirconmivida.Haceunosnuevemeses,estabaen lacolapara
pagarenHomeDepotcuandoseabriólacajadeallado.Eldependientedijoque«pasaraelsiguiente»,queerayo,peroel
hombrequeestabadetrásdemíseprecipitóhaciaallíysecoló.Noeraparatanto,¿no?Talvezeraunpocoirritante,perono
habíanadaenjuegorealmente.Quizásperderunpardeminutos,enundíaenqueenrealidadnoteníanadaquehacer.El
caso es que no debería habermemolestado, pero así fue.Me sentímolesto, luego enfadado, y cuando la emoción fue en
aumento,furioso.Leatravesélanucaconlosrayosmortíferosquesalíandemisojos,aunqueacabésaliendoporlapuerta
apenasmediominutotrasél.Seguíobservándoleenelaparcamiento,ytuvequeresistirlanecesidadvisceraldeperseguirley
derribarle.Meimaginéapaleándoleapuñetazos,aunquesolopudieracerrarunodemispuños;lanzándoleunrodillazoen
los riñones o en el estómago; me visualicé arrancándole la oreja, del mismomodo que yo había perdido la mía. Tenía
apretadalamandíbula,ymicuerpoestabapreparándoseparalaconfrontaciónmientrasempezabaaacelerarelpasocuando
deprontocaíenlacuentadequeestabaexperimentandounsíntomademitrauma,sobreelqueBowenmehabíaadvertido
repetidamente.Yallevabahaciendoterapiauntiempo,ycomosifueralavozfirmedelarazónenmediodeunaorquestade
ruidoemocional,Bowenmedecíaquédebíahacer,quecambiasemiconducta.«Detenteydalavuelta.Oblígateasonreírya
relajarlosmúsculos.Hazcincorespiracionesprofundas.Sientelaemoción,yluegodéjalair;observacómosedisipa.Sopesa
losprosyloscontrasdelaacciónquedeseabasemprender.Repasaloshechosyséconscientedeque,enelamplioesquema
delascosas,loquehasucedidorealmentenotieneningunaimportancia.»
Cuandomiiraporfinsedisolvióhastaunnivelmanejable,fuicapazdeconduciracasa.Algunosdíasdespuésleexpliqué
todalahistoriaamiterapeuta,peroenlosmesesquesiguieronnoselacontéaningunodemisamigos.Tampocoleshablaba
demispesadillas,nidelinsomnio,nidetodolodemásquehabíaconvertidomividaenuninfierno.Ymepreguntaba:«¿Por
quépuedocontárseloaldoctorBowen,peronoalaspersonasqueconsideroamigas?».
Supongoquetienealgoqueverconelmiedo:miedoalrechazo,adecepcionaralosdemás,asuiraoasujuicio.Esodice
másdemíquedeellos,peronomesientoasícuandohabloconeldoctorBowen.Noséporqué.Quizástengaqueverconel
simplehechodequelepago.Otalvezconlarealidaddeque,apesardetodasnuestrasconversaciones,sémuypocodeél.
Enesesentido,nosomosamigosparanada.Supongoqueestácasadoporquellevaunanillo,peronotengoni ideade
quién es sumujer, o cuánto tiempo llevan casados,ninada enabsoluto sobre ella.No sé si tienehijos.Por losdiplomas
colgadosdelapareddesudespacho,séquefueaPrincetonyluegoalaFacultaddeMedicinadeNorthwestern.Peronosé
cuálessonsushobbies,nicómoeslacasadondevive,quécomidalegusta,oquélibrosypelículaslehangustado.Enotras
palabras,somosamigos,peroenrealidadno.
Soloesmiterapeuta.
Echéunvistazoalrelojyviqueeracasilahoradenuestrallamadasemanal,asíquedespuésdelavarlosplatos,abríde
parenparlapuertadeatrásparaqueentraraunpocodeairefrescoycoloquéelordenadorsobrelamesadelacocina.Al
doctor Bowen le gustaba verme los ojos cuando hablaba, para dilucidar si estaba mintiendo o tal vez ocultando algo
importante.Pormiparteeramuchomásfácilqueencontrarmeconélenpersona,ypodíairalbañositeníalanecesidad.No
habíamotivoparaponerlallamadaenespera,porningunarazón.Podíallevarmeelordenadorconmigomientrashacíamis
cosas.
Esbroma.
A la hora exacta inicié la sesión en Skype y el programa automáticamente marcó el número. Una vez realizada la
conexión,aparecióeldoctorBowenenpantalla.Comodecostumbre,seencontrabasentadoasuescritoriodeldespacho,un
lugarenelquehabíaestadomásvecesdelasquepodíacontar.Estabaunpococalvoyllevabagafasredondasdemetalquele
hacíanparecersemásaunprofesordeMatemáticasqueaunpsiquiatra;supongoquedebíadeserunosquinceañosmayor
queyo.
—¿Quétal,doctor?
—Hola,Trevor.
—¿Cómoestás?
—Estoybien,gracias.¿Ytú?
Mipreguntasimplementeformabapartedeunsaludo.Lasuyaeraintencional.
—Creo que estoy bien—respondí—.No tengo pesadillas, ni insomnio, estoy durmiendo bastante.Me tomé una o dos
cervezasencuatrodíasdistintoslasemanapasada.Hiceejerciciocincoveces.Notuveepisodiosdeira,ansiedadodepresión.
Sigopracticandolastécnicasdelaterapiaconductualcognitivaydialécticacuandotengolasensacióndequelonecesito.
—Estupendo—enfatizóconunmovimientodecabeza—.Suenatodomuysaludable.
Hizounapausa.Bowensolíahacerloamenudo.Merefieroalaspausas.
—¿Deberíamosseguirhablando?—preguntéporfin.
—¿Tegustaríaseguirhablando?
—¿Vasacobrarme?
—Sí.
—Ah,séunchistenuevo—dije—.¿Cuántospsiquiatrashacenfaltaparacambiarunabombilla?
—Nolosé.
—Solouno.Perolabombillatienequedesearcambiarrealmente.
Serio,algoqueyosabíaqueharía.Bowenreíatodosmischistes,peroluegovolvíaacallar.Medijoqueloschistespueden
serunmétodoparamantenerciertadistanciaconlosdemás.
—Bueno,vamosallá.—Ycomencéaponerlealdíade losprincipalesacontecimientos sucedidosenmivida la semana
anterior.Cuandoempecélaterapia,mepreguntabaporquétodoesopodíaserdeutilidad;coneltiempoaprendíquesaberlo
le permitía aBowenhacerse unamejor ideadel estrés quehabía sufrido enun intervalo de tiempo concreto, lo cual era
importanteenmigestióndel trauma.Demasiadoestrés,sumadoa la faltadeconductassaludablesynoutilizaciónde las
técnicasaprendidas,significabaelcolapso,comomepasóconeltipodelatiendaHomeDepot,odemasiadoalcoholyGrand
TheftAuto.
Yporesoempecéahablar.Ledijequehabíaechadodemenosamiabueloyamispadresmásde lonormaldesde la
última vez que habíamos hablado.Respondió quemis sentimientos eran completamente comprensibles, que el hecho de
atenderlascolmenasyarreglarelmotordelboteseguramentehabíadesencadenadounamezcladenostalgiaysentimientos
depérdidaenrelaciónconprácticamentetodoelmundo.Mencionéqueestabacasisegurodequealguienhabíaentradoen
lacasaylahabíahabitado.Cuandomepreguntósimesentíainvadidoomolesto,ledijequehabíasentidomáscuriosidad
que fastidio, puesto que, aparte de la puerta trasera, no había ningún desperfecto y no habían robado nada. También
comentéloqueClaudehabíadichodemiabueloy,comollevábamoshaciendoconfrecuenciaúltimamente,hablamosdelas
últimaspalabrasdemiabueloylaconfusiónpermanentequemegeneraban.
—Sigueafligiéndote—observó.
—Sí—admití—.Notienesentido.
EldoctorBowen,aligualqueNatalie,parecíaacordarsedetodo.
—Talvezleentendistemal.
Bowenyahabíasugeridoesaposibilidad,queyorechazaba,ahorayenelpasado.
—Estoysegurodequelodijo.
—Perotambiéndijoquetequería,¿noescierto?
—Sí.
—Y comentaste que había sufrido un grave derrame, y que estaba bajo los efectos de mucha medicación, y muy
posiblementeconfuso.
—Sí.
—Yquetardócasiundíaenteroenpoderpronunciarunasolapalabra.
—Sí.
Noañadínadamás,yélacabóporplantearlamismapreguntaqueseguíaatormentándome:
—Y,sinembargo,siguespensandoqueintentabacomunicartealgoimportante.
Enlapantalla,Bowenmeobservaba.Asentí,peronodijenada.
—¿Tedascuenta—sugirió—dequetalveznuncalleguesacomprenderdequésetrataba?
—Élloeratodoparamí.
—Aparentementeeraunhombreprofundamentebueno.
Desviélamirada.Atravésdelapuertaabierta,elríoseveíaoscuroyantiguobajolasuaveluzdelsur.
—Debería haber estado aquí—musité—. Y haber ido con él. De haberlo hecho, tal vez no habría sufrido el derrame.
Quizáselviajefuedemasiadoparaél.
—Quizás—contestó—.Oquizásno.Nohayformadesaberloconcerteza.Yaunquetalvezseanormalsentirseculpable,
tambiénesimportantenoolvidarquelaculpaessimplementeunaemocióny,comotodaslasemociones,alfinaldejapasoa
otras.Amenosqueelijasaferrarteaella.
—Yalosé—admití.Noera laprimeravezquemelodecía.Aunqueaceptabaqueesoeracierto,avecesmechocabael
hechodequemisemocionesnoimportaran—.Detodosmodos…Nataliedijoquepodríaencontraralgunasrespuestasenesa
camioneta.MerefieroadescubrirporejemplolarazónporlaqueseencontrabaenCarolinadelSur.Poresoheiniciadoun
procesoparaintentaraveriguardóndeestálacamioneta.
—¿Natalie?—preguntó.
—Esunaagentedelsheriffdelpueblo—comencé,ydespuésleexpliquécómonoshabíamosconocido,ycómofueronlas
conversacionesenelparque,enlacasayfinalmentedurantelacena.
—Haspasadobastantetiempoconelladesdelaúltimavezquehablamos—comentó.
—Queríaverlascolmenas.
—Ah —fue su único comentario, y supe exactamente lo que estaba pensando, después de haber hablado con tanta
frecuenciaconél.
—Sí—proseguí—,esatractiva.Ademásdeinteligente.Ysí,hedisfrutadoeltiempoquehepasadoconella.Peronoestoy
segurodequésienteNataliehaciamí,porloquenotengomuchomásqueañadir.
—Deacuerdo—convino.
—Lo digo en serio —insistí—. Además, sospecho que Natalie está viendo a otra persona. No estoy seguro, pero hay
algunosindicios.
—Comprendo—añadió.
—Entonces,¿porquétengolaimpresióndequenomecrees?
—Tecreo—aseguró—.Simplementeloencuentrointeresante.
—¿Quétepareceinteresante?
—NatalieeslaprimeramujerdelaquemehablasdesdequerompisteconSandra.
—Esonoescierto—repuse—.Tambiéntehabléde«lachicadeyoga».
Unamujerconlaquesalíunpardeveceselotoñopasado,justoenlaépocaenlaquemeaceptaronenelprogramade
residencia. Pasamos un par de veladas agradables, pero al final de la segunda cita ambos sabíamos que lo nuestro no
prosperaría.
Observécómosesubíalasgafasalpuentedelanariz.
—Me acuerdo—dijo por fin con la voz como un suspiro—. ¿Y sabes cómo la llamaste? ¿Cuando lamencionaste por
primeravez?
—Nopuedoacordarme—admití.Hiceunesfuerzoporrecordarsunombre.¿Lisa?¿Elisa?¿Elise?Algoasí.
—Lallamaste«lachicadeyoga»—contestó—.Nousastesunombre.
—Estoysegurodequetedijesunombre—protestó.
—Lociertoesquenolohiciste—rebatió—.Enesemomentotambiénmeparecióundetalleinteresante.
—¿Quéintentasdecirme?¿Quecreesquemeestoyenamorandodeunaagentedelasfuerzasdelordenlocales?
Lascomisurasdesus labiossecurvaronligeramentecuandoambosnosdimoscuentadequederepentehabíaevitado
decirsunombre.
—Notengolamenoridea—continuó—.Además,nomecorrespondeamídecidiresacuestión.
—Nisiquierasésivolveréaverla.
Elrelojdemiordenadorindicaba,asombrosamente,quecasihabíapasadounahoraynuestrasesiónestabaapuntode
finalizar.
—Hablando de encuentros —añadió—, tengo que decirte que es posible que podamos vernos en persona la próxima
semana.Amenosqueprefierasseguircomunicándotedeformaelectrónica.
—¿CreesqueesnecesarioquevayaaPensacola?
—No,noeseso.Quizásnomeheexpresadoconclaridad.HayunaconferenciaenCampLejeune,enJacksonville,sobreel
trastorno por estrés postraumático. Uno de los ponentes desgraciadamente tuvo que cancelar su participación yme han
pedidoamíquevaya.Eselmartes,perotengoquevolarellunes.SiquierespodemosencontrarnosenJacksonville,opodría
iraNewBern,siesmásfácilparati.
—Esoseríagenial—exclamé—.¿Aquéhora?
—¿Alamismadesiempre?—preguntó—.Puedocogerunvueloporlamañanayalquilaruncoche.
—¿Estássegurodequenotedesviarásdemasiadodelcamino?
—Enabsoluto.Ademásestoyimpacienteporvisitarlafincadetuabuelo.Melahaspintadotanhermosa…
Sonreí,pensandoqueinclusoaunqueéllopercibieraasí,seguroquenolehabíahechojusticia.
—Teverélasemanaqueviene.¿Necesitasqueteindiquecómollegar?
—Estoysegurodequeserécapazdeencontrarla.Cuídate.
Doshorasdespuésmesonóelmóvil.Noreconocíelnúmero,peroelprefijoeradelaregiónnortedeCarolinadelSur.¿El
administradordelhospital?
—TrevorBenson—respondí.
—Hola,soyThomasKing,delHospitalBaptistadeEasley.Recibísumensaje,peronoséexactamentequéinformación
necesita.
Adiferenciadelarecepcionista,suacentonoeranidelejostanfuertenidifícildeentender.
—Graciaspordevolvermelallamada—comencéadecir,antesdeexponermisituación.Cuandoacabémiexplicación,me
pidióqueesperaseunsegundo.
Fuebastantemástiempoqueunsegundo.EscuchélamúsicadeascensordeMuzakporlomenosdurantecincominutos
antesdeoírelclicdelalíneatelefónicaquemepasódenuevoconél.
—Perdonequehayatardadotanto,peroteníaqueencontraralapersonaadecuadaypreguntarporlainformaciónque
necesita.Normalmenteusamosdosserviciosdeambulancias—explicó,ydespuésmefacilitólosnombresdelasempresas.
Mientrastomabanota,prosiguió—.Lamentablemente,nocontamosconlospormenoresrelativosasuabuelo.Supongoque
lomejoresllamardirectamenteaestasempresas.Quizásdispongandelainformaciónquenecesita.Estoysegurodequelos
obliganamantenerunregistro.
EsomismohabíaindicadoNatalie.
—Agradezcosuayuda—dije—.Mehaservidodemucho.
—Denada.Miscondolenciasporelfallecimientodesuabuelo.
—Gracias—dije,ycolguépensandoquedeberíallamaralasempresasdeambulanciasesamismamañana.Deseéquese
mehubieraocurridocuandomiabuelotodavíaestabaenelhospital;despuésdecasimedioaño,quiénsabecuántotardarían
enencontrarlasrespuestasquenecesitaba.
MispensamientosdivagaronhaciaNatalie.DesdequehabíahabladoconBowen,suimagensemeveníaalamenteunay
otra vez: su expresión de asombro al ver cómo una abeja le trepaba por el dedo; o el sensual balanceo del vestido que
resaltabasuslargaspiernas,yelcontornoelegantedesucuerpocuandosaliódelcocheenBeaufort.Recordétantonuestra
profundaconversacióncomolacharlaentonodebroma,ytratédecomprenderelatisbodetristezaquemeparecióadvertir
haciaelfinaldelacena.Penséenlaenergíaquesedesplegabaentrenosotrosysupeexactamenteporquélahabíallamado
porsunombrealhablarconBowen.
PormuchoquehubieraintentadorestarleimportanciaanteeldoctorBowen,sabíaconcertezaquedeseabavolveraverla,
cuantoantesmejor.
Despuésdecenar,decidíacabarporfinconalgunasdemislecturasenelporchetrasero.Peromeimaginéqueyahabría
terminadosuturnohacíarato,ymesorprendíamímismobuscandoelmóvil.Medebatíantelaposibilidaddellamarla,pero
decidínohacerloy,ensulugar,escribíunmensaje.
Estabapensandoenti,esperoquehayastenidounbuendía.
¿Tienestiempoparaquecenemosjuntosestefindesemana?
Aunquedebíahaberdejado elmóvil aun lado, esperéhasta comprobar siNatalie tenía el teléfono lo suficientemente
cerca como para haber leído ya el mensaje. En efecto, apareció la indicación de que ya lo había visto y supuse que
respondería,peronofueasí.
Durante el restode la tarde seguímirando elmóvil.De forma infantil.Compulsiva.Tal vez inmadura.A vecespuedo
mostrartodasesascaracterísticas.ComodiceBowen,todossomosobrasencontinuoproceso.
Porfin,justocuandomepreparabaparairmeadormir,escuchéeldingdelatordelmóvil.
Gracias.Undíanormalycorriente.Nadaespecial.
Miré fijamente lapantalla,pensandoqueelmensajenomostrabaexactamenteunapasiónyunaatracción innegables
haciamí,especialmenteporquenohabíahechoningunareferenciaamiinvitación.
Dejé el móvil en la mesita de noche sintiéndome… ¿confuso?, tal vez ¿herido?, y después alargué el brazo hacia la
lámpara.Aparté esas emociones, consciente de que era demasiadoprontopara sentirlas.Además, si no quisiese volver a
hablarconmigo,nohabríarespondido,¿no?
Apaguélaluz,ajustélacolcha,yderepentevolvíaoírelding.Cogíelmóvil.
Melopensaré.
Noeraunsí,pero tampocounerano.Seguímirandofijamente lapantallahastaquevolvióavibrarconotromensaje
suyo.
:-)
Sonreí.Juntélasmanosdetrásdelacabezaymequedémirandofijamentealtecho,sintiendomáscuriosidadquenunca.
8
o supe nada de Natalie el martes, lo cual me decepcionó, pero mi oferta seguía ahí. Sabía que estaba ocupada,
trabajando,yyotambiénteníacosasquehacer.Bueno,másomenos.Peronovolvíaescribirleunmensaje.Aunquepensaba
enellatodoeltiempo.Simplemente…erademasiado,ylohacíapormipropiobien.
Tambiénhablé con las empresasdeambulancias.Al igualqueocurrió cuando llaméalhospital, tuvieronquepasar la
llamadaunpardevecesantesdepoderhablarconalguienquepudieraayudarme.Ysí,medijeronquehabíaunregistrode
lasubicacionesdondeserecogíaa lospacientesquehabíansidotrasladadosalhospital;perotambiénmedijeronqueesa
informaciónnoeratanfácildeconseguir.Lesllevaríaunoscuantosdíasbuscarla,quizástodalasemana,ysinomedecían
nadamerecomendabanquevolvieraallamar.
Darseprisayesperar.
Comoconmuchasotrascosasenlavida.
ConlaesperanzadepoderhablarconelpadredeClaude,decidíacudiralTradingPostparacomer.Alaparcarviunarcón
queofrecíabolsasdehielo,ademásdeleña,recargasparadepósitosdepropano,uncompresordeaireparaneumáticosyuna
máquinaexpendedoraanticuada,quemepareció redundante, yaque sepodían comprar refrescos enel interior.Perono
habíanadiesentadoenlasmecedoras.
Enel interior,Claudehabía regresadoa su lugarhabitual tras la caja registradorayalzóunamanoamodode saludo
cuandomeviodirigirmehacialaparrilla.Comodecostumbre,todaslasmesasestabanocupadas,asíquevolvíasentarmea
labarra.Unhombreenorme(porlomenosmesacabaunacabezayeraeldobledeanchoqueyo)mehizoungestoconla
cabezaypusoantemíunboldecacahueteshervidos.SupusequeeraFrank,elparrillerohabitual.AdiferenciadeClaude,no
dijonada.Noparecíatenerganasdecháchara,yamíyameibabien.
Enhonoramiabuelo,pedíunsándwichdebeicon,lechugaytomateconpatatasfritasyunpepinillo.Detrásdemípude
escuchar la conversación de dos tipos sentados a una mesa, sobre su salida para pescar el fin de semana anterior,
lamentandosufaltadesuerteycomentandolaposibilidadde intentarenunsitiomejorelsiguiente.Miréporencimadel
hombro.Ambosllevabangorrasdebéisbol;unotenía losbrazosmusculosospropiosdeunobrerode laconstrucción,yel
otro lucía el uniforme de un distribuidor de propano. Cuando uno de ellos mencionó que había visto un caimán
recientemente,agudicéeloído.
—Dehechoerancuatro—prosiguió—.Tomandoelsoljustoencimadelterraplén,entrelosárboles.
—¿Grandes?—preguntósuamigo.
—No,seguramenteeranjóvenes.
—¿Dónde?
—¿Sabesdóndeestá larampaparabotes?Pasadalarampa,unparderecodosdelríomásabajo,amanoderecha.¿Te
acuerdasdelnidodeáguilacalvaenelciprés?Justoporahí.
—¿Quénidodeáguila?
—Elmismodelañopasado.
—Nolovielañopasado.
—Esoesporquenuncateparasamiraratualrededor.
—Voyapescar—respondió—,noahacerturismo.
—¿Hasprobadoenlacantera?Últimamentetuvesuerteconlalubinaallí…
Laconversaciónvolvióaversarsobrelapescaydesconecté.Aunquesímeinteresabanloscaimanesylaságuilascalvas,y
mepreguntésiaNatalielegustaríaintentaravistarlosconmigo.
Entretanto,micomidaestaba listayFrankpusoelplatoantemí.Diunbocadoyconfirméqueenningúnotrositio lo
hacíantanbien.Acabéelsándwichyelpepinillo,perosolomecomíunaspocaspatatas.Pudenotarcómosemeendurecían
lasarteriasalprobarlas,peromispapilasgustativasestabanfelices.
Cuandoestabaapuntodeacabarechéunvistazoatravésdelasventanashacialapartedelanteradelatiendayviunpar
deancianossentadosenlasmecedorasdelporche.Justoloqueesperaba.Mepuseenpieymeacerquéalacaja.Claude,sin
eldelantalylacarabrillante,parecíamuchomáscontentoquelaúltimavezquehabíaestadoallí.
—Hola,Claude—saludé—.¿Estupadreelqueestásentadoenelporche?
Seinclinóhaciadelanteparamirarporencimademihombro.
—Sí,esél.Elquellevaunpeto.ElotroesJerrold.
—¿Creesqueatupadrelemolestarásilepreguntopormiabuelo?
—Comoquieras.Nopuedogarantizarquesepaalgo,suponiendoquepuedaoírsiquieraloquelepreguntes.
—Estáclaro.
—¿Quieresunconsejo?TencuidadoconJerrold.Lamitaddeltiemponotengoniideadequédiceoquéesloquelehace
tantagracia.
Noestabasegurodeaquésereferíaexactamente,peroasentíconlacabeza.
—¿Cuántotiemposequedaráporaquítupadre?
—Nohancomidotodavía,osea,quecalculoqueunahoramásporlomenos.
—¿Quésueletomarparaalmorzar?
—Elsándwichbarbacoaconensaladadecol.Ybolasdepandemaíz.
—¿Quéteparecesileinvito?
—¿Porqué?Nolevoyacobrar.Siguesiendopropietariodeunapartedelatienda.
—Hepensadoquesivoyaintentarobteneralgunainformación,eslomínimoquepuedohacer.
—Estudinero—dijoencogiéndosedehombros.
Saquéunpocodedinerosueltodelacarteraparadárseloyobservéqueloguardabaenlacaja.Ahuecólamanoaunlado
delabocaparaqueleescucharanalotroextremodellocal.
—¡Frank,preparalodesiempreparamipadre!¡YdáseloaTrevor,selollevaráél!
Lacomidanotardómuchoenestarpreparada.Cuandoestuvolistallevéelplatoalapuertadelantera.Alpasarporlacaja
registradora,ClaudequitóeltapóndeunbatidodecacaoYoo-hoo,yluegoloajustóunpocoantesdeofrecérmelo.
—Vasanecesitarestotambién.
—¿UnYoo-hoo?
—Essubebidafavorita.Llevatomándoladesdequetengomemoria.
Cogílabotellay,comoteníalasmanosocupadas,usélascaderasparaabrirlapuerta.Alaproximarme,Jimalzólavista,
conlacaratanajadaynudosacomolasmanos,todohuesosypiel,ymanchasdelavejez.Llevabagafasylefaltabanunos
cuantosdientes, peromepareció entrever una chispade curiosidad en su expresiónquemehizopensar que estabamás
despierto y espabilado de lo que podía deducirse por la descripción de Claude. Pero tal vez estaba siendo demasiado
optimista.
—Hola,Jim.Semehaocurridotraerteelalmuerzo—empecéadecir—.Megustaríahablarcontigounosminutos.
Jimalzólavistahaciamíconlosojosentrecerrados.
—¿Cómo?
JerroldseinclinóhaciaJim.
—Elchicoquierehablarcontigo—gritóJerrold.
—¿Hablardequé?—preguntóJim.
—¿Cómodemoniospodríasaberlo?Acabadesalirdelatienda.
—¿Quiénes?—volvióapreguntarJim.
Jerroldvolviólavistaenmidirección.EramásjovenqueJim,aunquetambiéndebíahacertiempoqueestabajubilado.
Advertíquellevabaunaudífono,locualfacilitaríalascosas,otalvezno.
VolvióaacercarseaJim.
—Supongoqueesunviajantecomercial—gritóJerrold—.Quizásvendaropainteriordemujer.
Parpadeé desconcertado, sin estar seguro de si debía sentirme ofendido, y de pronto recordé lo queClaudemehabía
dicho.
—DilequehableconClaude—respondióJimconungestodespectivo—.Estoyjubilado.Nonecesitonadadeunviajante.
—Cómoquenonecesitasnada—contravinoJerrold—.Necesitasunamujeryunbilletedeloteríaganador,enmiopinión.
—¿Cómo?
Jerroldsereclinóensuasientoconojosrisueños.
—Ropainteriordemujer.—Serioacarcajadas,obviamentesatisfechodesímismo—.¿Esesoloquevendes?
—No—contesté—,nosoyunviajante.TansoloquierohablarconJim.
—¿Sobrequé?
—Sobremiabuelo—respondí—.Ylehetraídosualmuerzo.
—Entonces,notequedesahíparado.—Mehizoseñasconsuhuesudamano—.Dáselo,noteentretengasahora.
MeagachéparaacercarleaJimsualmuerzo,yentoncesJerroldfruncióelceño,ylossurcosdesufrenteseacentuaron
tantoquepodríahabersostenidounlápizenellos.
—¿Dóndeestámialmuerzo?—pidióJerrold.
No esperaba eso, perome di cuenta de que probablemente debería haber considerado la posibilidad de que querían
comerjuntos.
—Losiento,noséenquéestabapensando.¿Quéquieres?Tetraeréalgocongusto.
—Mmmmm—dijoJerroldmientrassellevabalamanoalabarbilla—.¿Talvezunfiletmignonconunacoladelangostay
muchamantequilla,acompañadosdeunpocodeesearrozpilaf?
Pronunció«pila».
—¿Tambiénsirvenesoaquí?—pregunté.
—Porsupuestoqueno.Hayquepedirloconantelaciónparaquelotraigandeunodeesossitioselegantes.
Supusequesereferíaaotrorestaurante(unoreal)ymepillódesprevenido.
—¿Dóndesepuedepedir?—pregunté.
—¿Quédice?—interrumpióJim.
JerroldseinclinódenuevohaciaJim.
—Dicequenomevaainvitaracomer—gritóJerrold—.YquetecompraráunCadillacsihablasconél.
Parpadeéperplejomientraspensabacómoeraposiblequehubieraperdidoelcontroldelaconversación.«¿UnCadillac?
¿Dedóndesehabíasacadoeso?»
—Yonohedichoeso—protesté—.Ymeencantaríatraertealgunodelosplatosqueofrecelaparrilla…
Jerroldsediounapalmadaenelmuslo,sindejarmeacabarlafrase,ydeprontovolvióacruzarsumiradaconlamía.
—Chico, eres más tonto que Abundio. ¡Un Cadillac! ¿Qué diablos haría con un Cadillac? Apenas puede conducir. —
Profirióunacarcajadaacompañadadeunmovimientodecabeza—.¡UnCadillac!—exclamómirandoaJim.
Mequedéenelsitiosinsaberquédecir.Jerroldaparentementenoteníalanecesidaddedecirmenada;estabademasiado
complacidoconsigomismocomoparapreocuparseporloqueyopudieraestarpensando.Mientrastanto,Jimparecíaajeno
alaconversación.Decidítomarlainiciativa.
—Teníalaintencióndepreguntarlealgosobremiabuelo,CarlHaverson.
Jerroldrebuscóenunbolsilloysacóunabolsitaderapé.Trasabrirla,juntóunascuantashojasparacolocarlasentrela
encía y el labio.Hizounas cuantas contorsiones con laboca y se reclinó en la silla, con aspectode tenerun tumor en la
mandíbula.
—¿EstásdiciendoqueeresfamiliadeCarl?
—Eramiabuelo—repetí—.EstoyintentandoaveriguarquéestabahaciendoenCarolinadelSur.ClaudemedijoqueJimy
miabueloeranamigos,yteníalaesperanzadequepudierarespondermeaalgunaspreguntas.
—Puedequeresulteunpocodificultoso—contestóJerrold—.Jimnooyedemasiadobien.Ydivagaalhablar.Lamitaddel
tiemponosabesaquéserefiere.
«Lomismopodríadecirdeti»,pensé.
—Esimportante—dije,enlugardeloquerealmenteestabapensando—.Quizáspodríasayudarme.
—Nolosé.
—¿Conocíasamiabuelo?¿Hablasteconélantesdequesalieradeviaje?
—Claro—respondióalargandolapalabra—.Devezencuandohablabaconél,cuandosalíaafuera,aunquenotantocomo
conJim.Perohubounasemanaenlaquenoestabaporaquí,soloestábamosJimyyo.Mesorprendiótantocomoatodoslos
demás,cuandomeenterédeloquelehabíapasado.Carlestababiendesalud,queyosupiera.
—¿QuépuedesdecirmedelviajeaCarolinadelSur?¿Sabíasalgodeeso?
—Nuncamencionónada.
—¿Actuabadeformadistinta?¿Ohuboalgoquetellamólaatención?
Jerroldnegóconlacabeza.
—Nadaqueyosepa.
Mebalanceésobrelostalones,cuestionándomesitodoaquellonoeraunapérdidadetiempo.Jerroldmesorprendióal
levantarsedesuasiento.Teníaqueapoyarseenambosbrazos,yalcanzarlaposiciónverticalparecíaunprocesolaboriosoy
noexentodedolor.
—Nopierdasmástiempoypregúntale—dijo—.TalvezJimsepaalgoqueyoignoro.ConocíaaCarlmejorqueyo.Pero
hablaenvozalta,alaorejaderecha;notemolestesenprobarconlaizquierda,aunquelaotratampocofuncionademasiado
bien.
—Notienesqueirte—dije.
—Necesitasmiasiento.Élnuncaloadmitiría,peronecesitapoderverelmovimientodeloslabiosparapoderimaginarlo
queestásdiciendo.Seenteradelamitad,asíquenotedesanimes.
—¿Adóndevas?—preguntóJim.
—Tengohambre—gritóJerrold—.Quieroirabuscarcomida.
—¿Eh?
Jerroldhizoungestoconlamanocomodiciendoquenovalíalapenacontestarymiróenmidirección.
—Notequedesahíparadocomountonto.Siéntate.Volveréenseguida.
Vi cómo Jerrold avanzaba arrastrando los pies hacia la puerta. Cuando estuvo dentro de la tienda me senté en su
mecedoraymeinclinéhaciadelante,talcomoJerroldhabíahecho.
—Hola—grité—.SoyTrevorBenson.
—¿RiverFenix?
—TrevorBenson—repetí—.SoyelnietodeCarl.
—¿Quién?
—¡Carl!—dijeenuntonomásfuerte,pensandoquetalvezdeberíahaberpedidoaJerroldquesequedaraporahíparair
traduciendo.
—¡Ah,Carl!—dijoJim—.Hafallecido.
—Yalosé.Erafamilia—dije,conlaesperanzadequelamaneradeexpresarlodeJerroldpudieraayudarme.
Jimentrecerrólosojosymeparecióqueestababuscandoensumemoria.Tardóunosmomentos.
—¿ElmédicodelaMarina?TecasasteconClaire,¿no?
—Sí—respondí,aunqueClaireeraenrealidadmimadre.Nohabíaporquéhacerlomáscomplicadodeloqueyaera.
—Leencantabanlasabejas,alviejoCarl—añadióJim—.Lasteníadesdehacíamuchotiempo.Lascolmenas.Paralamiel.
—Sí—asentí—.QueríahablarcontigodeCarl.
—Nomegustandemasiadolasabejas—comentó—.Nuncaentendíquéesloqueveíaenellas.
Optéporunenfoquedirectoparaintentarsimplificarlaconversación.
—Tengoalgunaspreguntasquetalvezpuedasresponderme.
Jimpareciónooírme.
—Carllopasómalconlarecogidadelamielelveranopasado—prosiguióJim—.Arturitis.
Erasuformadedecir«artritis».
—Seguramente…
—Peroleayudólachica—añadió,todavíasinoírme.
—¿Lachica?
—Sí—contestóJim—.Lachica.Adentro.
—Deacuerdo—dije,mientrasmepreguntabaamímismodequéestaríahablando.Nohabíavistoaningunachicaenla
tienda todavía, pero Claudeme había advertido de que sumente divagaba. No le dimás importancia yme incliné para
acercarmeaúnmás,hablandodespacioyreplicandoelvolumendeJerrold.
—¿SabesporquéCarlsefueaCarolinadelSur?
—CarlmurióenCarolinadelSur.
—Losé—dije—.¿SabesporquéCarlsefueaCarolinadelSur?—volvíapreguntar.
Jimdiounbocadoasusándwichymasticólentamenteantesdecontestar.
—SupongoqueibahaciaHelen.
Porunmomento,dudédequehubieraentendidolapregunta.
—¿Helen?¿IbahaciaHelen?—grité.
—Sí.Helen.Esoesloquemedijo.
¿OeraloqueJimhabíacreídooír?¿Hastaquépuntopodíaconfiarensucapacidadauditiva?¿Oensumemoria?Nolo
teníademasiadoclaro.
—¿CuándotehablódeHelen?
—¿Eh?
Repetílapregunta,enunvolumenaúnmásalto,yJimcogióunaboladepandemaíz.Diounbocadoytardóbastante
tiempoenconseguirtragarla.
—Creoqueunasemanaantesdeirse,másomenos.Estabaarreglandolacamioneta.
Paraasegurarsedequeconseguiríallegar,sinduda,pero…¿quiéneraHelen?¿Cómopodíamiabuelohaberconocidoa
unamujerdeCarolinadelSur?Noteníaordenadornimóvil,ycasinuncasalíadeNewBern.Algonoencajaba…
—¿CómoconocióCarlaHelen?
—¿Eh?
—Helen.
—Creoqueesloquemedijo.
—¿HelenvivíaenEasley?
—¿QuéesEasley?
—UnpuebloenCarolinadelSur.
Cogióotraboladepandemaíz.
—NoségrancosadeCarolinadelSur.MeenviaronallídurantelaguerradeCorea,peroencuantopudesalir,dije«hasta
nunca».Demasiadocalor,demasiadolejosdecasa.Elsargentoinstructor…oh,¿cómosellamaba…?R-algo…
Mientrasrebuscabaenelpasado,intentéencontrarlesentidoaloquemehabíadicho,suponiendoqueJimnoestuviera
completamentechalado.¿UnamujerllamadaHelen,queestabaenEasley,ymiabuelohabíaidoavisitarla?
—¡Riddle!—gritóderepenteJim—.Asísellamaba.ElsargentoRiddle.Elhombremásmezquinoeirascibledelmundo.
Enunaocasiónnoshizodormirenlaciénaga.Unlugarhúmedoysucio,yllenodemosquitos.Nospicarondurantetodala
nochehastaquenoshinchamoscomogarrapatas.Tuvequeiralaenfermería.
—¿ConocisteaHelen?
—No.
Alargóelbrazoparacogersubatidodechocolate,pero tuvoque forcejearcon labotella,aunqueClaudehabía incluso
aflojadoeltapón.Observécómotomabauntrago,mientrasseguíaintentandodilucidarsuspalabras,aunquesospechabaque
noteníanadamásqueofrecerme.
—Deacuerdo—dije—.Gracias.
Separólabotelladelaboca.
—Lachicapuedequesepaalgomás.
Tardéunpocoenrecordarloquehabíamencionadoantes.
—¿Lachicadedentro?
Hizounmovimientoconlabotellaseñalandolaventana.
—Norecuerdosunombre.ACarllecaíabien.
—¿Helen?
—No.Lachicadedentro.
Admitoquemesentíacompletamenteperdidoy,comosifueraunaseñal,Jerroldempujólapuertaparaabrirla,cargado
conunplatosimilaralquehabíatraídoparaJim.BarbacoadelestedeCarolinadelNorte,sazonadaconvinagreyhojuelas
depimientaroja,nohayotraigualenelmundo.CuandoJerroldseacercó,melevantédelamecedoraparadejarlesitio.
—¿Yahabéisacabado?—preguntó.
Reflexionéalrespecto,cuestionándomesihabíaservidoparaalgo,ycuántodeloquemehabíacontadopodríasiquiera
coincidirconlarealidad.
—Sí—dije—,creoqueyaestamos.
—Teavisé,avecesdivagaunpocoalhablar—insistióJerrold—.¿Hasconseguidolasrespuestasquenecesitas?
—Noestoyseguro—contesté—.DicequemiabueloibahaciaHelen.Ymencionóalgodeunachicadentrodelatienda,
peronotengonilamenorideadeaquéserefiere.
—Creoquepuedoresponderteaesoenparte.
—¿Aquéterefieres?
—Lachicadentrodelatienda—contestóJerrold—.SerefiereaCallie.Erabastanteamigadetuabuelo.
Claudeseguíaenlacajaregistradoracuandovolvíaadentrarmeenlatienda.Habíaunoscuantosclienteshaciendocola,
asíqueesperéhastaquehuboacabadoantesdeacercarmeaél.
—¿Cómohaido?—preguntó.
—Todavíaestoyprocesandoloquemehadicho—dije—.¿SabescuándovuelveatrabajarCallie?
—Estáaquí—respondióClaude—.Peroahoratienedescanso.Volverádentrodeunpardeminutos.
«Esoexplicaporquénolahevistoantes.»
—¿Sabesdóndeestá?
—Sinoestádandodecomeralgato,normalmentecomeenlamesadepícniccercadelembarcadero—indicóClaude.
—Gracias —dije mientras volvía a empujar la puerta para salir. Me imaginé que sería más fácil hablar mientras no
trabajaba,asíquerodeélatiendaporunladohastauncaminoqueconducíaalrío.Sabíaque,ademásdelamesadepícnic,
tambiénhabíaalgunossurtidorescercadelaorilla,dondelosbotespodíanllenareldepósito.Habíaestadoallíconmiabuelo
ennumerosasocasiones.
Elcaminoserpenteabaatravésdealgunosárbolesyarbustos,perocuandoporfinsedespejólavista,viaCalliesentadaa
lamesa.Alcruzarelprado,mefijéenelalmuerzobásicoqueobviamentesehabíatraídodecasa:sándwichdemantequilla
decacahueteymermelada,unbrikdelecheyunamanzana,enunabolsamarrón,aunqueyacasiselohabíaacabadotodo.
Aloírquemeacercaba,miróenmidirección,peroluegovolvióamirarhaciaelrío.
—¿Callie?—preguntécuandoestabamáscerca—.Claudemedijoquetalvezestaríasaquí.
Volvióaprestarmeatención,conunaexpresióndecautelaenelrostro.Mepreguntéporquénoestabaenelinstituto,y
advertíunnuevocardenalenelbrazo,cercadelprimeroquevicuandopasócercadelacasa.Enlugardecontestar,diootro
mordiscoasusándwich,hastacasiacabarlo.Teniendopresentesudesconfianzahabitual,medetuvejustoantesdellegarala
mesa,paranoagobiarla.
—Megustaríahablarcontigosobremiabuelo—dije—.Mehandichoqueleayudastearecolectarlamielelveranopasado.
—¿Quiéntehadichoeso?
—¿Acasoimporta?
—Nohicenadamalo—selimitóadecir.
Sucomentariomepillódesprevenido.
—Noestoyinsinuandoeso.SolointentodescubrirporquéfueaCarolinadelSur.
—¿Porquécreesqueyopuedosaberlo?
—Mehancomentadoqueeraisamigos.
Selevantódelamesa,introdujolaúltimaporcióndesándwichenlaboca,yacontinuacióntomóelúltimotragodeleche,
paradespuésguardarlosrestosdelalmuerzoenlabolsa.
—Nopuedohablarcontigoahora,enserio.Tengoquevolveraltrabajoynopuedollegartarde.
—Locomprendo—dije—.Noquierocausarteproblemas.Comoya tehedicho,solo intentoaveriguarqué lepasóami
abuelo.
—Nosénada—repitió.
—¿Leayudastearecolectarlamiel?
—Mepagó—respondiómientraselruboribatiñendosuspálidasmejillascomounamancha—.Norobéniuntarro,sies
loquequieressaber.Niningunaotracosa.
—Estoysegurodequenorobastenada.¿Porquénomedijistequeleconocíastanbien?
—Noteconozco,nisénadadeti.
—Sabíasqueerafamiliarsuyo.
—¿Yqué?
—Callie…
—¡No he hecho nadamalo!—volvió a gritar, interrumpiéndome—. Pasé al lado de la casa y al vermeme preguntó si
quería ayudarle con la miel, y lo hice. Solo tardamos un par de días, y después puse las etiquetas y las coloqué en las
estanterías.Luegomepagó.Esoestodo.
Intenté imaginar ami abuelo pidiéndole en un arrebato que le ayudara con lamiel, pero por la razón que fuera,me
resultó imposible.Ybasándomeen las conversacionesquehabíamosmantenidohastaelmomento,nopodía imaginarme
tampocoqueellaaceptaraalgoasí.Almismotiempo,habíaalgodeverdadentodoaquello:acababadeadmitirquelehabía
ayudadoarecolectarlamiel.¿Quéera,mepregunté,loquenomeestabacontando?
—¿MencionóenalgunaocasiónqueiríahaciaHelen?
DerepenteCallieabriólosojoscomoplatos,yporprimeravezmeparecióverunfogonazodemiedoreal.Sinembargo,se
esfumótanrápidocomohabíasurgido,conunairadomovimientodecabeza.
—Sientolodetuabuelo,¿vale?Eraunancianoamable.Ymegustóayudarleconlamiel.Peronosénadadelosmotivos
porlosquefueaCarolinadelSur,yteagradeceríaquemedejasesenpaz.
Norespondí.Alzólabarbillaenunademándesafiante,antesdedarmediavueltay,finalmente,regresarendirecciónala
tienda.Decaminotirólosrestosdelalmuerzoenuncubodebasura,sindetenerelpaso.
Observécómosealejabamientrasmepreguntabaquélehabíadichoquelaimportunaratanto.
Yadevueltaencasa,cavilésobreloquehabíaaveriguado,siesquepodíasacaralgoenlimpio.¿PodíacreerloqueJim
mehabíadicho?¿OJerrold?¿HabíaviajadomiabuelohastaEasleyporunamujerllamadaHelen?¿Yquépodíadeducirde
laconversaciónconCallie?¿Quélehabíadichoparaquecreyeraquepodíatenerproblemas?
Nolosabía.Y,sinembargo,mientrasreflexionabasobremiencuentroconCallie,teníalapersistentesensacióndeque
ella había dicho (o yo había visto) algo importante. Era la respuesta a una demismuchas preguntas, pero cuantomás
intentabaconcentrarmeenello,másaumentabalaneblinaqueenvolvíamispensamientos.Eracomosiintentaraagarrarun
puñadodehumo.
9
l miércoles, mientras cavilaba sobre mi posible-pero-no-garantizada cita con Natalie, decidí salir con el barco de mi
abueloparaintentarlocalizarloscaimanesyáguilascalvasdelasquehabíaoídohablareldíaanterior.
Realicé una inspección rápida antes de desamarrar los cabos y arrancar el motor. No había embarcaciones en las
proximidades,locualeraunasuerte,porquenecesitabavolveraacostumbrarmeapilotar.Noteníaganasdeparticiparenun
derbidedemoliciónenelagua,nideencallaraccidentalmente,asíqueaflojésuavementeelestranguladorygiré larueda
mientrasmeseparabadelmuelle.Paramisorpresa,labarcazaeramuchomásfácildemaniobrardeloquerecordaba,porlo
quededujequemiabuelodebíahaberhechoalgunasmejoras.Fuicapazdeorientarlaenladirecciónadecuadaconbastante
rapidez,comoelegresadoaltamentecualificadodelaAcademiaNavalquesesuponíaqueera.
Cuando era niñome encantaba salir conmi abuelo en aquel bote, pero, a diferencia de lamayoría de la gente, que
preferíanlosríosTrentyNeuse,másanchos,mifavoritoeraelBricesCreek.Comoelríoseabríacaminoserpenteandoa
travésdelBosqueNacionaldeCroatan,probablementenohabíacambiadomuchodesdequelosprimeroscolonosllegarona
esazonaaprincipiosdelsigloXVIII.Eraalgoasícomoviajaratráseneltiempoy,cuandomiabueloapagabaelmotor,nose
oíanadamásquelostrinosdelospájarosdesdelosárboles,ydevezencuandosaltabaunpezqueprovocabaondulaciones
enaquellasaguas,porotraparteoscurasysilenciosas.
Meacomodéalestablecerelrumbolomásenelcentroposible.Apesardequelabarcaeraunadefesio,eltrayectofue
asombrosamenteestable.MiabuelohabíaconstruidoasíelboteporqueRoseteníamiedoalagua.Alserepilépticaysufrir
ataquesconmayorfrecuenciaeintensidadamedidaqueibaenvejeciendo,nuncahabíaaprendidoanadar,demodoqueel
diseñorespondíaa lanecesidaddeevitarquelaembarcaciónpudieravolcarohundirse,conbarandillasparaimpedirque
Rosepudieracaerporlaborda.Aunasí,normalmentelecostabaconvencerladequeleacompañara,porloqueamenudo
salíasolo,por lomenoshastaquemimadretuvo laedadsuficientecomoparasubirabordo.Cuandoempecéapasar los
veranosconél,salíamosanavegarcasicadatarde.
Entonces, el estado de ánimodemi abuelo siempre se tornaba contemplativo.A vecesme contaba historias sobre su
infancia,queeramuchomásinteresantequelamía,omehablabasobre lasabejas,osobresutrabajoenelmolino,ome
explicabacómoeramimadredepequeña.PerosuspensamientosgirabancasisiempreentornoaRose,ylamelancolíase
apoderabadeélcubriéndolotodocomounmanto.Cuantomayorsehacía,másserepetía,ycuandolevisitéporúltimavezya
había oído sus relatos en tantas ocasiones que podía recitarlos de memoria. Pero los escuchaba sin interrumpirle,
observandocómosesumergíaensusrecuerdos,porquesabíacuántosignificabanparaél.
Tengo que admitir que su historia era encantadora: se remontaba a un tiempo y a un lugar que solo conocía de las
películasenblancoynegro,unmundodepistasdetierra,cañasdepescarcaseras,yvecinosquesesentabanenelporche
delanteroparacombatirelcalor,ysaludabanaquienesporallípasaban.Traslaguerra,miabuelohabíavistoporprimera
vezaRosetomandounrefrescoconsusamigosdelantedelatiendadecomestibles.Lehabíacautivadodeltalmaneraque
juróantesusamigosquehabíavistoalamujerconlaquealgúndíapodríallegaracasarse.Despuésdeesedía,veíaaRose
portodaspartes,delantedelaiglesiaepiscopaldeCristoconsumadre,oporlospasillosdelsupermercadoPigglyWiggly,y
ellaparecióadvertirtambiénsupresencia.Mástarde,enlaferiadelcondadodeverano,secelebróunbaile.Roseestabaallí
con sus amigos, y aunquemi abuelo tardó casi toda la velada en reunir el coraje para atravesar la pista y pedirle que le
concedieraunbaile,ellalecontestóquellevabatodalanocheesperandoqueselopidiera.
Se casaronmenosde seismeses después. Pasaron su lunademiel enCharleston, antes de regresar aNewBernpara
comenzarsuvidajuntos.Construyólacasa,yambosdeseabantenerunmontóndeniños.Sinembargo,quizásdebidoala
enfermedad deRose, un aborto siguió al anterior, cinco en total durante un periodo de ocho años. Justo cuando habían
perdidolaesperanzaconcibieronamimadre,yelembarazollegóabuentérmino.VeíanamimadrecomounregalodeDios,
ymiabuelojurabaqueRosenuncahabíaestadomáshermosaquecuandopasabatiempoconsuhija,jugandoalarayuela,o
leyendo,oinclusodepieenelporche,sacudiendoelpolvodelasalfombras.
Miabuelomecontóque,añosdespués,cuandomimadre fuea launiversidad trasobtenerunabecacompleta,ambos
disfrutarondeunasegundalunademiel,queseprolongóhastaelúltimodíaquepasaronjuntos.Todaslasmañanassalía
tempranoparaconfeccionarunramode floresparaRose, lacualpreparabaeldesayuno,que losdoscomían juntosenel
porchetrasero,mientrascontemplabancómosealzabalanieblalentamentedesdelasaguas.Ledabaunbesoantesdesalir
haciael trabajoy tambiéncuandoregresabaal finaldeldía; ibande lamanocuandodabansupaseovespertino, comosi
aquelcontactopudieracompensarlashorasquehabíanperdidoseparados.
Miabuelolaencontróunsábadoenelsuelodelacocina,traspasarlatardeconstruyendounascuantascolmenasmás.
Tomósucuerposinvidaenbrazosy seaferróaella, llorandodurantemásdeunahoraantesde, finalmente, llamara la
ambulancia.Sedesmoronóhastatalpuntoquemimadretomóunaexcedenciadeunmesporprimeravezensuvida,ydejó
suconsultaparaquedarseconél.Pasópartedelañosiguienteesculpiendosulápida,yhastalaúltimavezquehablamospor
teléfono,séqueseguíavisitandosutumbacadasemana.
EnsuvidasoloestuvoRose,ynadiemás;siemprehabíajuradoquenadiepodríaremplazarla.Nohabíarazónparadudar
deél,ynuncalohice.Haciaelfinaldesuvidamiabueloteníamásdenoventaaños,artritisyunacamionetaagonizante;
llevabaunavidasimplequeconsistíaencuidarlasabejasyarreglarelbote,atesorandolosrecuerdosdelamujeralaque
nuncapodríaolvidar.
Nopodíadejardedarvueltasa todoaquellomientrasmispensamientos regresabana la conversaciónmantenida con
Jim.Intentéconciliarsuscomentariosconelabueloqueyoconocía,peronoloconseguí.Apesardetodoloquemehabía
dicho,supeconrepentinacertezaquemiabuelonuncahabríaidoaCarolinadelSuravisitaraunamujerllamadaHelen.
Seguí río arriba, accionando el motor de una curva a otra, hasta que finalmente llegué a la rampa pública para
embarcacionesdelBosqueNacionaldeCroatan.Hayunrumorinteresanteacercadelbosque:esunodelospocoslugaresen
elmundodondepuedeencontrarselavenusatrapamoscasyotrasplantascarnívorasquecrecenenunentornosalvaje.Mi
abuelosolíatraermeaquíparacogerlas.Apesardelconstantefurtivismo,poralgunarazónsiguensiendobastantecomunes.
La rampaparaembarcacioneseraunode lospuntosde referenciaquecomentaron lospescadoresenelTradingPost.
Supuestamente, laságuilasy loscaimanesseencontrabanunpardecurvasmásarriba,pero,por loquesabía,elnúmero
exactopodíaoscilarentreceroodiez.Ladescripcióndeaqueltipohabíasidountantovaga,asíqueredujelavelocidaddela
barcayescudriñélosárbolesaambosladosdelrío.Prontomedicuentadequeelproblemaeraquenoteníaniideadequé
sesuponíaquedebíabuscar.
Perolatecnologíaesalgomaravilloso.Saquéelmóvily,trasunarápidabúsquedaenInternet,pudeencontrarimágenes
denidosdeáguilascalvas.Amisojosteníanelaspectodenidostípicosdeaves,soloquemuchomásgrandes,locualmehizo
sentirme ridículopornohaberlo supuestodesdeunprincipio.Finalmente, distinguíuno en las ramas altasdeun ciprés,
hazañaqueresultóaúnmássimpledebidoalhechodequemamáopapááguilaestabaenelnido,mientraslaparejaestaba
posadaenlasramasdeotroárbolcercano.
Porcierto,noerantansolodoscurvaspasadalarampa,sinocuatro.
Detuve labarcayescruté lasorillasenbuscadecaimanes,peronotuve tantasuerte.Aunquesípudeadvertirunárea
embarradaconalgunasdelatorasmadrigueras.ComohabíavividoenFlorida,yahabíavistoesoantes.Lamentablementeno
había ninguno en los alrededores, pero los caimanes son animales territoriales, lo cual significaba que era probable que
regresaran.
Entretanto, laságuilascalvasatrajeronmimiradaypudehaceralgunas fotosconelmóvil.Conel cuerpomarróny la
cabezablanca,eranigualesquelaqueapareceenelGranSellodeEstadosUnidos,aunqueeralaprimeravezquelasveíaen
lanaturaleza.Peroprontoempecéaaburrirme.Apartedemoverlacabezadevezencuando,nohacíangrancosa,ydespués
deunratoobservarlasnoeramuchomásemocionantequemirarlosárboles.Mepreguntésihabríahuevosenelnido,pero
pronto descubrí un par de polluelos.De vez en cuandounode los dos, o ambos a la vez, asomaban la cabeza, y sentí la
necesidaddeexplicárseloaalguien.Volvíacogerelmóvil,yescribíunrápidomensajedetextoaNatalie.
¿Tienestiempoparahablarmástarde?
Denuevo,mesorprendíamímismovigilandoelmóvilparaversi lohabía leído;cuálnoseríamiasombroalverque
respondíaenseguida:
Probablementetendréalgodetiempohacialasocho.
Sonreí,pensandoquelascosasconNatalieseestabanponiendointeresantes.Noeraexactamentecomolahistoriademi
abueloyRose,perosíera,endefinitiva,interesante.
Seguíasinsabernadadelasempresasdeambulancias,peropenséqueeramejordejarpasarlosdíashastaellunes,antes
devolverainsistir.Apesardetodo,elrestodelatardefueproductiva,siesquesepuedeconsiderarunalargasiestatrasun
paseodeplacerenbarcacomoalgoproductivo.
Paracenardecidíacudira laMorgan’sTavern.Ubicadaenelcentro,erademiestilo:suelodemadera,mucholadrillo
rústicoalavista,techosaltosconvigasyunaampliacarta.Estaballeno,asíqueacabésentadoenunadelasmesasdelbar,
peroelservicioerarápidoylacomidasabrosa.UnbuenlugarparamatareltiempohastaquellamaraaNatalie.
Noqueríaserdemasiadopuntual,asíquemarquésieteminutosdespuésde lahoraenpunto.QuizásNatalie tampoco
deseabaparecerdemasiadoansiosa,porquerespondióalcuartotonodellamada.«Ah,menudosjueguecitostontos…»
—Hola—dije—.¿Cómohaidoeltrabajo?
—Bien,peromealegrodetenerturnodedíalaspróximassemanas.Mecuestadormircuandobrillaelsol.Amicuerpo
simplementenolegusta.
—Deberíashacerunaresidencia,paranotenerquedormirnunca.
Soltóunarisita.
—¿Quépasa?
—Nuncapodríasadivinaradóndeheidohoy—dije.
—¿Mehasllamadoparaqueintenteadivinarlo?
—No—respondí—.Heidoenbarcaporelrío.
—¿Enelbotedetuabuelo?
—Prefieroconsiderarlounyate.
—Ah—exclamóentonodivertido—.¿Porquémelocuentas?
—Porqueestababuscandocaimanes.
—Nomedigasquehasvistoalguno.
—No, pero estoy casi seguro de que sé dónde encontrarlos. Se me ha ocurrido que podríamos probar el sábado.
Podríamossalirconelboteytalvezconcluirconunacenaenmicasa.¿Quéteparece?
Sehizounsegundodesilencioenlalínea.Yacontinuación:
—¿Noestaráabarrotadoelríoelfindesemana?
Nohacíafaltaqueañadiera:«Elbotedetuabuelollamademasiadolaatenciónypreferiríaquenadiemássupieraque
pasotiempocontigo».
—Nopordondetengoplaneadoquevayamos.Iremosríoarriba,probablementeaúltimahoradelatarde.Normalmente
estámuytranquilo.Ydespuéspodemoscomerencasa,podemosusarlabarbacoaparahacerunbistec.
—Nocomocarneroja.
Estaba empezando a comprender que Natalie casi nunca respondía con un simple «sí» o «no», pero ya me iba
acostumbrando.
—Puedohacerpescadoalaparrilla,siloprefieres—sugerí—.¿Comespescado?
—Sí.
—¿Qué te parece que quedemos sobre las cuatro ymedia?Podemos salir un par de horas con la barca y, al regresar,
encenderemoslabarbacoa.Talvezabrirunabotelladevino.Yteprometoque,aunquenoencontremosaloscaimanes,verás
algobastanteespectacular.
—¿Dequésetrata?
—Esunasorpresa.¿Quémedices?
—¿Alascuatroymedia?
—Podemossalirantes,peronomástarde,paraquenosenoshagadenochemientrastodavíaestamosenelagua.
En el silencio que se hizo a continuación, intenté imaginármelamientras hablaba, sin éxito. ¿Dónde estaría? ¿En la
cocina?¿Enelsalón?¿Eneldormitorio?Finalmente,volvíaoírsuvoz.
—Deacuerdo—dijo,todavíaconciertotonodevacilación—.Supongoquedeberíaconducirhastatucasaprimero,¿no?
—Siloprefierespuedopasarabuscarte.
—Noseránecesario—contestó.
«¿Porquenoquieresquesepadóndevives?»
—Estupendo—dije,ignorandomiscuestionamientosinternos—.Unapregunta:¿tegustaelatún?
—Noestámal.
—¿Estaveztendrémásdelcincuentaporcientodeprobabilidadesdequeaparezcas?
—Ja,ja—respondió—.Estaréentucasaalascuatroymedia.
Quizáseranimaginacionesmías,peropenséqueunapequeñapartedesusersesentíahalagadapormiinsistencia.
—Buenasnoches,Trevor.
—Buenasnoches,Natalie.
Eljuevestuvenoticiasdelaprimeraempresadeambulanciasalaquellamé:medijeronqueellosnohabíanatendidoni
transportadoamiabuelo.
Elviernesmellamarondelaotraempresaytuvemássuerte.Trasunabreveconversación,meenviaronpore-mailuna
copiaescaneadadelinforme.
Leíquemiabuelo,CarlHaverson,había sido recogido cercadelkilómetro7de la autopista 123, y llevadoalHospital
BaptistadeEasley.Aunquenoincluíademasiadosdetalles,elinformeindicabaqueestabainconscienteyquesupulsoera
débil.Seleadministróoxígenodecaminoalhospital,dondellegóalas8:17horasdelamañana.
Noerademasiadainformacióny,apartedelaubicacióndelacamioneta,tampocomeaportabagrancosa.Unabúsqueda
rápidaeninternet,incluidalaaplicaciónGoogleEarth,meindicóunafranjadeunaautopistacercadeuncentrocomercial
enruinas,locualnoañadíainformaciónútil,sobretodoporquenoteníaniideadequéhabíamotivadosuvisitaaeselugar,
paraempezar.Talvezestabacaminandohacialacamioneta,osedirigíahaciaunrestaurantecuandosufrióelderrame.No
sabíaquiénhabíallamadoalaambulancia,nisiquieraquésignificabaenrealidad«cercadelkilómetro7».Quizáslaúnica
formadeencontrarlasrespuestasaesaspreguntaserairhastaallíyecharunvistazo.
Peroalanotarlahoradesullegadasemeocurrióalgomás,algoquedeberíahaberadvertidoantes.Easleyestabaaseis
horasencoche,porlomenos;enlacamionetademiabuelo,asuedad,talvezhabíatardadomásdenuevehoras.¿Habría
conducido toda lanoche?Pormuchoque lo intentaba,nopodía imaginarlo.Miabueloeramadrugador,siempre lohabía
sido.Enmimentepodíaimaginarlosubiendoalacamionetamuytemprano,despuésdehaberparadoenunhotelounmotel
decarretera.Enesecaso,¿dóndehabríapasadolanoche?¿CercadeEasley?¿Otalvezmásaleste?
Porotro lado, sabíaqueera imposibleque lacamionetasiguieraaparcadaenesepuntode laautopista,noseismeses
despuésdequetrasladaranamiabuelodesdealgúnlugarcercanoasuvehículo.¿Cómopodríaencontrarlo?
Esascuestionesmeatormentaronintermitentementeduranteelrestodeldía,peronopudedarlesrespuesta.Finalmente,
acabéaceptandoqueenunfuturopróximotendríaquehacerunviajeporcarreterahastaEasley.Siqueríaentenderquéle
habíapasadoamiabuelo,eraconscientedequenoteníaotraelecciónqueirhastaallí.
10
lsábadoeltiempoeracomounavancedelverano,comomínimoesafuelasensaciónquetuvecuandosalíacorrer.Al
volver, antes de ducharme, pude escurrir el sudor de la camiseta retorciéndola, lo cual no dejaba de ser un tanto
desagradable,peromerecordóamiépocadeatleta,poroposiciónal tipoenquemehabíaconvertidoyquesimplemente
intentabaevitarquelospantalonesleapretaranlacintura.
Despuésdedesayunar, limpié la casadenuevo,prestandoespecial atencióna la cocinay los cuartosdebaño, y luego
saquélamesitadelcomedoryunassillasalporchetrasero.Cambiédesitiolasmecedoras,deslicélabarbacoaparaapartarla,
y rebusqué en armarios y cajones hasta encontrar un mantel y velas, esforzándome por crear un ambiente sutilmente
romántico.
Ponerlabarcaapuntosupusounpocomásdetrabajo.Aunqueamímedabaigualquelastumbonasestuvieranraídaso
mohosas,supusequeaellano,asíquefuicorriendoacomprarelproductodelimpiezaadecuado.Medesviéparapasarpor
latiendadecomestibles,yluegollevéelbotehastalossurtidoresdelTradingPostparallenareldepósito,peromellevómás
tiempodeloquepensabaporquehabíamuchacola.Trespersonassacaronelmóvilparahacermefotosmientrasesperaba,
llamadaspormiatractivo.Aunquequizásestuvieranmásinteresadasenelbote.¿Quiénsabe?
Puse lamesa,cogíunas floresdelpatiodelanteroparaadornarun jarrón,coloqué lasbotellasdevinoenel frigorífico
paraqueestuvieranfrescas,cortélasverdurasypreparéunaensalada.Carguélaneveraportátilconhielo,cerveza,refrescos
ybotellasdeagua,ylallevéalbote,juntoconuntentempié.Yaeracasimediatarde;intentérecordarlaúltimavezqueme
habíallevadotantotiempoprepararmeparaunacita,peronoloconseguí.
Meduchépor segundavezy,pensandoen la sofocante temperatura,mi instintomedijoque lomásadecuadoparael
paseoenbarcaseríaunpantalóncortoyunacamiseta.Pero,enlugardeeso,optéporunospantalonesvaqueros,unacamisa
azuldebotones,ynáuticos.Meremanguéypenséquetalvezlabrisaevitaríaqueelsudortraspasaralateladelacamisa.
Deberíahaberescuchadoamiinstinto.Natalieapareciópocosminutosdespués.Saliódelcochevestidaconunpantalón
corto vaquero, gafas de sol, sandalias y una camiseta de los Rolling Stones, un aspecto informal y sexi que advertí de
inmediato.Entoncestraguésaliva.
Trasrecogerunabolsadetelademediotamañodelasientodelcopiloto,diomediavueltay,alverme,sedetuvoenseco.
—Creíaqueíbamosasalirconelbote.
—Enefecto—respondí—.Esteesmiuniformedecapitán.
—Vasapasarcalor…
«Sí,yalosé»,pensé,sintiendoelazotedelsol.
—Estarébien…
Meacerquéalcochesinpoderdecidirsidebíadarleunabrazooquedarmeparadocomounidiota.Optéporlasegunda
opción.Ellaactuóconidénticainseguridad,locualmehizopreguntarmesiestaríatannerviosacomoyo.Aunquelodudaba,
esaideahacíaquemesintiesemejor.
—Nosabíasidebíatraeralgo—dijoseñalandoconungestoelcoche—,perollevounaneverapequeñaenelasientode
atrásconbebidas.
—Yahellevadoalgunasalabarca,peropuedoañadirlastuyasporsiacaso.
Abrílapuertadeatrásysaquélanevera.
—¿Quétaltudía?—preguntómientrasavanzábamosendirecciónalacasa.
—Relajante—mentí—.¿Yeltuyo?
—Eltípicosábado.
—¿Hasidoalmercadodeagricultores?
—Entreotrascosas.—Seencogiódehombros—.¿Deverascreesqueveremosuncaimán?
—Esoespero—dije—.Peronopuedoasegurarlo.
—Siesasí,serálaprimeravez.Esosiempreesemocionante.
—¿Quéllevasenlabolsa?
—Ropaparamástarde—dijo—.Noquieroquemecojaelfrío.
Parasersincero,mehubieragustadoquesedejarapuestoelatuendoquellevaba,peronodijenada.
Abrílapuertaconunempujoncito.
—Entra.Dejaelbolsodondequieras.
—¿Cuántotiempocreesqueestaremosenelbote?
—Esdifícildecirlo.Peroseguroqueestamosdevueltaantesdequesehagadenoche.
Rebuscóenlabolsalacremadeprotecciónsolaryselaaplicómientrasmeseguíaporlacasahastallegaralporchedela
partetrasera.Alvermispreparativos,arqueóunaceja.
—¡Guau!—dijo—.Hasestadoocupado.
—Mispadresmeeducaronparacausarunabuenaimpresión.
—Yalohashecho—contestó—,sino,nohabríaaceptadolainvitación.—Porprimeravezensupresencia,mequedésin
palabras. Creo que ella se dio cuenta de que me había dejado perplejo, porque enseguida se rio—. Venga —añadió—.
Subamosalboteybusquemosaesoscaimanes.
Laguiehastaelmuelleydepositésuneveraalladodelamíaalsubirabordo.Elbotesebalanceólevementeconelpeso
denuestroscuerposenmovimiento.
—Nuncaheestadoenunyateantes—dijoenunsusurro,comoretomandoelhilodelchistesobremieducación—.Espero
queseaseguro.
—Notepreocupes.Estáenbuenascondiciones.—Volvíalembarcaderodeunsaltoparadesamarrar loscabos,y luego
regreséalabarca—.¿Tegustaríatomarunacervezaounvasodevinoantesdesalir?
—Unacervezanoestaríamal.
FuiamineveraysaquéunpardeYuengling.Abríunagirandoeltapónyselaofrecí.Luegodestapémibotella,ycelebré
enmimentenuestraprimeracervezajuntos.Acerquémibotellaalasuya.
—Graciasporvenir—dije—.Salud.
Chocósubotellacontralamíaydespuésdiountrago.
—Estábuena—comentó,inspeccionandolaetiqueta.
Sinpérdidadetiempofuihacialapopayarranquéelmotortirandodelcordón.Deregresoalpuente,abríelreguladory
nos fuimos separandodelmuelle.Me abrí pasohacia el centrodel río, agradecidopor la brisa. Podía sentir cómo se iba
formandounafinacapadesudor,peroNatalieparecíasentirsemuycómoda.Depie,apoyadaenlabarandilla,observabael
paisaje mientras el viento retiraba su cabello hacia atrás, espléndido bajo los rayos del sol. Me sorprendí a mí mismo
admirando sus piernas antes de volver a centrar mi atención en llevar el timón. Una colisión podría arruinar la buena
impresiónquelehabíacausado,contodoelmontajedemantelyvelasenelporche.
Nosdeslizamostomando lasampliascurvassuavemente.Lascasasaambos ladosdel ríodieronpasoaunaszonasde
pescaenunadesusorillas,ydespuésseextendíalanaturalezasalvaje.Mientrastanto,apesardequenopodíaapreciarel
relieve conmi ojo, evité hábilmente varios obstáculos, y habríahecho gala ante ella demipericia comonavegante, si no
hubierasidoporlapresenciageneralizadadeboyasdecolorfosforitoalertandoalasembarcacionesdequedebíanmantener
unadistanciasegura.
Trasponersecremasolarenlosbrazosylaspiernas,Nataliesereunióconmigoenelpuente.
—EstaeslaprimeravezquesuboporelríoBricesCreek—comentó—.Esprecioso.
—¿Cómoesposiblequevivasaquíynuncahayasestadoenestazona?
—Notengobarco—respondió—.AunqueheestadoenlosríosTrentyNeuseconalgunosamigos,peronuncallegamos
tanarriba.
—Pensabaquenosalíasmucho.
—Asíes—confirmó—.Porlomenosúltimamente.
Aunquepodíahaberlepreguntadoporqué,penséquenolegustaría.
—Sitieneshambre,hayalgunosaperitivosenlamesa.
—Gracias,demomentoestoybien.Norecuerdolaúltimavezquemetoméunacerveza,osea,queestoyunpocoocupada
disfrutándola.
Sequedómirandofijamentelasaguasoscurasylentas,sujetandolacervezafríaydeleitándosealsol.
—¿Cómosupistedóndebuscarcaimanes?—preguntó.
—LooíporcasualidadenunaconversaciónmientrasalmorzabaenelTradingPost,asíquedecidícomprobarlo.
—Nuncahecomidoallí.
—Locreasono,lacomidaesbastantebuena.
—Esoheoído.Peromequedaunpocolejosdecasa.
—NadaestálejosenNewBern.
—Losé,peromepasotantotiempoconduciendocuandoestoydeservicioquedespuésnotengoganasdeirencochea
ningunaparte.
—Perohasidohastamicasa,ynoestádemasiadolejosdelTradingPost.
—EnelTradingPostnoponenmantelesnivelas.
Mereíporlobajo.Seguimosríoarriba.Losárbolessecerníandesdelasorillas,ylasaguaserantanlisascomounespejo.
Aquí y allá se veía algúnpequeñoembarcadero cubiertodemaleza,pudriéndose, adentrándose enel río.Sobrenosotros,
volabaencírculosungavilánpescador.
Natalieseguíadepieamilado,ytuvelasensacióndequealgohabíacambiadoentrenosotros.Devezencuandoelladaba
untragoalacerveza,ymepreguntésisehabríapuestonerviosapornuestracita.
¿Estaríasaliendoconotro?Seguíapareciéndomeprobable,pero,deserasí,¿porquéhabíavenidohoy,oporquéhabía
salido a cenar conmigo? ¿Acaso estaba aburridao era infeliz? ¿O simplemente se sentía sola? ¿Y cómo sería él? ¿Cuánto
tiempo llevarían viéndose? También era posible que simplemente tuviera curiosidad por los caimanes yme considerara
comounamigo,pero,entonces,¿porquéseponía tancerca?Sabíaqueamímegustaba.El sentidocomún indicabaque
pedirleuna segundacitaen tanpoco tiemposignificabaalgomásqueeldeseodeuna simpleamistad, y, apesardeello,
habíaaceptado.Siestabasaliendoconotrapersona,¿cómopodríaexplicarsuausencia?¿Viviríafueradelpueblo?¿Seríaun
militardestinadolejos?Comodecostumbre,noteníalasrespuestas.
Elríosiguióangostándosehastaquellegamosalarampaparaembarcacionesynosadentramosenelbosquenacional.
En elmuelle vi a un padre con su hijo, pescando; nos saludaron al pasar. Aunque solome había tomado lamitad de la
cerveza,yaestabacaliente.Arrojéellíquidorestanteporencimadelabarandillaydejélabotellavacíaenelcubodebasura
delpuente.
—¿Cuántofalta?—Suvozllegóhastamícomoflotando.
—Yacasiestamos—respondí—.Unpardeminutos.
Rodeamoslaúltimacurva,yempecéareducirlamarcha.Enlacopadelárbolviunadelaságuilasapostadaenelnido,
aunquelaparejanoparecíaestarcerca.Másadelante,enlaorillaopuesta,habíadoscaimanestomandoelsolenelpequeño
clarofangoso.Eranjóvenes,nomedíanmásdemetroymediodelmorroalapuntadelacola,peromeparecióquehabíamos
tenidosuerte.
—Ahíestán—dije,señalandoconlamanoporencimadeella.
Nataliecorrióhacialaproa,fueradesíporlaemoción.
—¡Nopuedocreerlo!—exclamó—.¡Estánjustoahí!
Giréeltimónparaintentarorientarlabarcayquepudiéramossentarnosenlastumbonasparadisfrutardelavisióndela
vidasalvaje.Satisfecho,apaguéelmotor,fuiapopaatirarelanclaysentílatensiónenlacuerdaalllegaralfondo.
Paraentonces,Natalieyahabíasacadoelmóvilparahacerfotos.
—Hayalgomás—lerecordé—.Lasorpresadelaquetehablé.
—¿Quées?
Señalélacopadelárbol.
—Hayunnidodeáguilajustoahíarriba,yademástienenpolluelos.Cuestaverlos,peromanténlosojosbienabiertos.
Nataliemirabaalternativamentehacialaságuilasyhacialaorillaenlaqueestabanloscaimanes,mientrasyoquitabala
proteccióndeplásticodelabandejaycogíaotracervezadelanevera.Memetíunafresaenlabocaymeaposentéenunade
lastumbonas.Mereclinéhaciaatrás,yusélapalancaqueaccionabaelsoporteparalaspiernas.
—Poniéndotecómodo,¿eh?—dijoNatalieconunasonrisita.
—Miabueloeraunhombresabiocuandosetratabadedisfrutardeloslujos.
Nataliecogióunascuantasuvasytomóasiento,aunquenosereclinóporcompletoenlatumbona.
—Nopuedocreerqueporfinhayavistouncaimán—dijomaravillada.
—Tusdeseossonórdenes.Soyunpococomoelgeniodelalámpara.
Mededicóunamueca,peromeparecióquelegustabamisentidodelhumor.Coloquéuntrozodequesosobreunagalleta
saladamientrasNataliedejabasucervezasobrelamesa.
—Demodoque…¿esteestuestilo?—preguntó.
—Noséaquéterefieres.
—Todoesto—explicó,abarcandoconsusbrazostodoanuestroalrededor—.Elmontajeentucasa,elpaseoenbarca,las
sorpresas.¿Esasícomosuelesseduciralasmujeres?
—Nosiempre.—Toméuntragodelacerveza,sumiso.
—Entonces,¿porquéhasmontadoesteshow?
—Porquepenséquetegustaría.—Acerquélabotellaalasuya—.Porloscaimanes.
—Yeláguila.—Aceptóelbrindisconciertareticencia,alargandoelbrazoparacogersubotellaychocarlacontralamía—.
Peronointentescambiardetema.
—Nosésobrequémehablas.
—Tengolasensacióndequeeresunvividor.Porlomenosenloqueatañealasmujeres.
—¿Lodicesporquesoytaninteligenteycarismático?
—Lodigoporquenosoyunaingenua.
—Puedequetengaspartederazón—dijeriendo—.Peronosetratasolodemí.Túpodíashaberdeclinadomiinvitación.
Alargólamanoparacogerotrauva.
—Losé—admitiófinalmente,conuntonodevozunaoctavamenor.
—¿Tearrepientes?
—Enrealidadno.
—Parecessorprendida.
—Loestoy—contestó,y,duranteunosminutos,ningunodijonada.Enlugardehablar,contemplamoslasvistas,yNatalie
porfinpudodivisarlosaguiluchosenelnido.Alzóelmóvilparahaceralgunasfotos,peroparaentoncesyahabíanvueltoa
agacharlacabezapordebajodelbordedelnido.Laoísuspirar,yluegomemiróconlosojosentornados.
—¿Hasestadoenamoradoalgunavez?—preguntó.
Aunquenoesperabaesapregunta,elrecuerdodeSandraafloróalasuperficiedeformaespontánea.
—Creoquesí—respondí.
—¿Crees?
—Cuandosalíamosjuntos,creíaestarlo—admití—.Peroahoranoestoytanseguro.
—¿Porquéno?
—Sirealmenteestabaenamorado,creoquelaecharíademenosmuchomás.Pensaríamásenella.
—¿Quiénera?
Vacilé.
—Era una enfermera de urgencias; se llamaba Sandra. Era lista.Guapa. Le apasionaba su trabajo.Nos conocimos en
Pensacolayalprincipionossentíamosfelicesjuntos,perotodosecomplicócuandomedestinaronaAfganistán.—Meencogí
dehombros—.Cuandoregresé,yo…—Lamirédesoslayo—.Yatehecontadoquenoestabaenunbuenmomento,nimental
niemocionalmente,ylopaguéconella.Mesorprendequeaguantaraconmigotantotiempo.
—¿Ycuántotiempoestuvisteisjuntos?
—Poco más de dos años. Pero no hay que olvidar que estuve fuera gran parte del tiempo. En la última época, me
preguntabasirealmentenosconocíamoselunoalotro.Traslaruptura,tardéunpocoencomprenderqueechabademenos
estar con alguien, por oposición a echarla demenos a ella. Sé que nunca la amé comomi abuelo quería ami abuela, ni
siquieradelaformaenquemispadressequerían.Miabueloeraunauténticoromántico;mispadreseransociosyamigos,y
secomplementabanperfectamente.NosentínadaparecidoconSandra.Nosé.Talveznoestabapreparado.
—Otalveznoeralapersonaadecuada.
—Talvez.
—¿Alguienmás?¿Cuándoerasmásjoven?
Por alguna razón, enmimente surgió como un destello el recuerdo de la «chica del yoga», pero lo descarté con un
movimientodecabeza.
—Salíconchicasenelinstitutoyenlaescuelauniversitaria,peronofuenadatrascendente.Traslamuertedemispadres,
cuandoestabaen laFacultaddeMedicinay la residencia,medijeamímismoqueestabademasiadoocupadocomopara
tenerunarelaciónmásseria.
—Seguramenteloestabas.
Sonreí,agradeciendoelcomentario,aunqueambossabíamosqueeraunaexcusa.
—¿Quéhayde ti?Dijistequehabíasestadoenamorada,¿no?¿Eresmásbienromántica,oprefieres laopciónsociosy
amigos?
—Ambas—contestó—.Yoloqueríatodo.
—¿Loconseguiste?
—Sí—respondió.Alzólabotella,todavíamediollena—.¿Quéhagoconesto?
—Dámelo—dije,estirandoelbrazoparacogerlabotella.Mepuseenpie,vertíelrestodelacervezaenelrío,ypuseel
cascovacíoalladodelotroenelcubodebasura.Deregreso,señalélaneveraconungesto—.¿Teapeteceotra?
—¿Tienesaguaembotellada?
—Claro.Hevenidopreparado.—Leofrecíunabotelladeaguaantesdevolveraacomodarmedenuevoen la tumbona.
Seguimos charlando mientras picábamos los aperitivos, evitando entrar en temas demasiado personales. Nuestra
conversaciónpreviasobreelamorparecíahaberdesencadenadounaespeciedelímiteinternoenella,asíqueempezamosa
hablardelpueblo,elcampodetiroadondelegustabairaNatalie,ysobrealgunasdelasoperacionesmáscomplicadasque
habíarealizadoenelpasado.Alfinalpudosacaralgunasfotosdelosaguiluchos,quemeenviómedianteunaaplicaciónde
mensajería.Medicuentacuandosentíquemimóvilvibrabaenelbolsilloymirélapantalla.
Mientras flotábamos sin movernos del sitio, había empezado a formarse una fina capa de nubes, el sol se tornó
anaranjado,ycuandoelcieloempezóacobraruntonovioleta,supequeeraelmomentodeiniciarelregreso.
Icéelanclayarranquéelmotor,mientrasNataliecubríadenuevolabandejaconaperitivosparaunirsedespuésamíen
el puente. Aceleré elmotor para acortar el trayecto de vuelta, pero seguía asombrado por lo rápido que había pasado el
tiempo.Para cuando amarré el bote, estaba atardeciendo, el cielo eraunabrillantepaletade colores, y los grilloshabían
empezadoacantar.AyudéaNatalieasaltaralmuelle,yluegolepasélaneverapequeña.Coloquélabandejadecomidasobre
laneverademayortamañoycaminéasuladohastaelporchetrasero.
Unavezallí,alcélatapadelanevera.
—¿Quieresotrabotelladeagua?—pregunté.
—¿Tienesvino?
—¿Loprefieresblancootinto?
—Blanco.
Fuiadentro,saquéelvinodelrefrigerador,ybusquéunsacacorchos.Servídosvasosyregreséalporche.Natalieestaba
depiealladodelabarandilla,observandoelocaso.
—Aquítienes—dijemientrasleofrecíaunvaso—.Sauvignonblanco.
—Gracias.
Dimosunsorbosimultáneamente,admirandolasvistas.
—Llaméalhospital,comomesugeriste—dije—.Porlodemiabuelo.
—¿Yquédijeron?
—Tenías razón: eraunprimerpaso fundamental.—Yproseguí, poniéndola al corriente.Me escuchó conatención, sin
dejardemirarme.
—¿Adóndecreesqueiba,sinoeraaEasley?
—Nolosé.
—¿PerotúnocreesquefueseaveralatalHelen?
—Amenosqueexperimentaraunatransformaciónradical,soyincapazdeimaginarmequepudierainteresarleotramujer.
Noasuedad,notanlejosdecasa,yparanadaajuzgarporlamaneraenlaqueseguíahablandodemiabuela.
—Me habló de ella en una ocasión —musitó Natalie—. Me dijo que solía tararear canciones en la cocina mientras
preparabalacomida,yque,aveces,inclusoahora,seimaginabaqueseguíaoyéndolacantar.
—¿Cuándotelodijo?
—Elañopasado,talvez.Fueenelmercadodelosagricultores,ynorecuerdocómosalióacolacióneltema,perosíme
acuerdodequealllegaracasatodavíateníaesaconversaciónenlacabeza.Diríaquetodavíalaamaba.
—Aesoesaloquemerefería—coincidí—.Eraunhombredeunasolamujer.
Nataliediootrosorboasucopadevino.
—¿Creeseneso?¿Unhombreparaunamujer,parasiempre?¿Todoesodelasalmasgemelas?
—Supongoqueesposibleenelcasodealgunasparejas,comomisabuelosoinclusomispadres,peroprobablementesea
máslaexcepciónquelaregla.Creoquelamayoríadelagenteseenamoramásdeunavezenlavida.
—Y,sinembargo,noestássegurodehaberteenamoradoalgunavez.
—Noesjustoparafrasearmispropiasdeclaraciones.
Serio.
—Bueno,¿quévasahacerconlodetuabuelo?
—EstoypensandoenirhastaEasleyelmartes.Quierosaberdóndelerecogieroneintentarlocalizarlacamioneta.Talvez
esomeayudeasaberquépasó.
—Esunviajemuylargocontanpocaspistasporlasqueempezar—comentó.
—Soloseránunpardedías.
Mientrashablaba,medicuentadequeNatalieestabatiritando.Sefrotólosbrazostrasdejarlacopaenlabaranda.
—Perdona,perocreoqueestoycogiendofrío.¿Mepuedocambiarenelbaño?
—Loscuartosdebañosondiminutos,siloprefierespuedesusarunodelosdormitorios.¿Tieneshambre?¿Quieresque
pongaenmarchalabarbacoa?
Asintióconungesto.
—Mepareceestupendo,empiezoatenerhambre.¿Puedesservirmeunpocomásdevinoantesdequevayaacambiarme?
—Claro.
Enlacocinaleservíunpocomásdevino(meindicóporseñasquemedetuvieraamediacopa),y laobservémientras
cogíalabolsadelsalónydesaparecíaenel interiordeundormitorio.Noteníamuyclaroquélegustaríacenar,apartedel
atún, así que escogí varias opcionesde entre lo quehabía comprado.No solopreparéuna ensalada y judías verdes, sino
tambiénarrozpilafyensaladadecol.Cabedecirquenopretendoimpresionaranadie:elarrozpilafveníaempaquetadocon
fáciles instrucciones, y la ensalada de col era de la sección dedelicatessen de la tienda de comestibles. Sandramehabía
enseñadoaprepararlasjudíasverdesconaceitedeoliva,ajoyalmendraslaminadas.Puseahervirelaguaparaelarroz,pasé
laensaladadecolaunboldecristaly,juntoalaensaladaverdeyunabotelladealiño,lollevétodoalamesadelporche.
Encendílabarbacoa,añadísalypimientaalbistec,yvertíelarrozyloscondimentosenlaolla.Trasmezclarsalsadesojay
wasabiparaacompañarelatún,puseelbistecenlaparrillayvolvíalacocinaparacocinarlasjudías.
El bistec, el arroz y las judías se hicieron rápido; lo cubrí todo con papel de aluminio y lo puse en el horno para
mantenerlocaliente,peronohabíani rastrodeNatalie.Elatúnsolo tardaríaunminutoodos,por loquedecidíesperar.
Llevéunaltavozalporche,yluegouséeliPhoneparabuscaralgunasdemismelodíasfavoritasdelosochenta.Mesentéenla
mecedora, di un sorbo al vino y observé cómo salía la luna por encima de los árboles, resplandeciente. Era una de esas
hermosasmediaslunas,crecienteodecreciente,noestabasegurodeenquéfaseestaba.Elañoanteriormehabíabajadouna
aplicaciónqueloexplicabatodosobrelasconstelacionesydóndeencontrarlasenelcielonocturno;semeocurrióquepodría
iniciarlaparaintentarimpresionaraNataliemástardeconmisconocimientosdeastronomía.
Perodescartélaidea.Paraempezar,porqueellasedaríacuenta.Curiosamente,cuantomásponíalosojosenblancoen
una expresión de paciencia, más me parecía que podía ser yo mismo. Y eso me gustaba. Qué demonios, Natalie tenía
prácticamentetodoloquesepodíadesear,porloquehabíapodidoobservar.Pero¿quéimportabaeso?Meiríapronto;noes
quetuvieralaoportunidaddeiniciarunarelaciónduraderadecualquiertipo.Yoseguiríaconmicamino,ellaconelsuyo,lo
cualsignificabaquenohabíarazónparaentusiasmarse,¿no?
Eraunejerciciohabitualenmí.Enel institutomanteníaunadistanciaemocionalcon laschicascon lasquesalía,y lo
mismosucedióenlauniversidadyenlaFacultaddeMedicina.ConSandrapuedequefueradistintoalprincipio,perohacia
el finaldenuestro tiempo juntosapenaspodíagestionarmis emociones,pornohablarde la relación.Aunque todasesas
mujeres teníansuencanto,medabacuentadequesiempreestabapensandoen lasiguiente fasedemivida,en laqueno
aparecía ninguna de ellas. Puede que parezca superficial, tal vez lo era, pero creía firmemente que todo elmundo debe
esforzarseenserlamejorversiónposibledesímismo,creenciaqueavecesexigíatomardecisionesdifíciles.PeroNataliese
equivocabaalpensarqueesomeconvertíaenunvividor.Eramásbienunligónenseriequeunhombrealacecho.La«chica
delyoga»(¿Lisa?¿Elisa?¿Elise?)eralaexcepción,nolaregla.
Enesemomento,enelporche,pudesentirelempujedemispropiosantecedentesconductuales,advirtiéndomequeno
meenamoraradeunamujeralaqueprontodejaríaatrás.Nopodíatraernadabueno.Meharíadaño,yyoaella;inclusosi
intentáramosdarnosunaoportunidaddealgunaforma,yosabíaporexperienciaqueladistanciapuedecrearmuchatensión
encualquierrelación.Ysinembargo…
Algohabíacambiadoentrenosotros,yesonosepodíanegar.Noestabasegurodecuándoexactamentehabíasucedido.
Talvezeraalgotansimplecomounnivelmásprofundodeconfort,peroeraconscientedequeanhelabaalgomásquetener
unarelaciónfísicaconella.Deseabaloquesentícuandoleenseñélascolmenas,oduranteelpaseoenelbote,omientras
tomábamosunacopadevinoenelporche.Deseabacharlar,bromear,yqueestableciésemosunacomunicaciónprofunda,y
también largosperiodos en losqueningunode losdos sintiera lanecesidaddedecirnada.Me imaginaba condeseoqué
estabapensando,ynotabaquelarespuestamesorprendíaamenudo.Queríaquerecorrieraconsuavidadlacicatrizdemi
mano,ymostrarleotrasquemarcabanmipiel.Todoellosemeantojabaextraño,inclusomedabaunpocodemiedo.
La lunacontinuabaascendiendolentamente,haciendoqueelcéspedsetornaseazulplateado.Unacálidabrisaagitaba
suavementelashojas,comounsusurro.Lasestrellassereflejabanenlasaguasdelrío,ydeprontocomprendíporquémi
abuelonuncahabíaqueridoirsedeallí.
Percibíunarepentinadisminuciónenlaluzdetrásdemí,queanunciabaelregresodeNataliedesdeelinteriordelacasa.
Megiréparasaludarla,sonriendodeformaautomática,antesdeasimilarporcompletoalamujerqueaparecióantemíenel
umbral de la puerta. Por un momento solo pude admirarla, convencido de no haber visto nunca a ninguna mujer tan
hermosa.
Nataliesehabíapuestounvestidodetubo,escotadoysinmangas,decolorburdeos,queseceñíaensusesbeltascurvas.
Había desaparecido la cadena alrededor del cuello que siempre llevaba. Como pendientes se había puesto unos aretes
grandes,ysehabíacalzadounosfinoszapatostiposalón.Peroerasurostroloquemásmefascinó.Sehabíaaplicadorímel,
lo cual acentuaba sus espesas pestañas, y se habíamaquillado con tal pericia que su cutis ahora parecíamás luminoso.
Percibíunrastrodeperfume,algoquemerecordabaelaromadefloressalvajes.Sosteníaenlamanolacopadevinovacía.
Mimiradafijaenelladebiódarlequépensar,porquearrugólevementelanariz.
—¿Demasiado?
Suvozbastóparasacarmedemiestupor.
—No—respondí—.Estás…impresionante.
—Gracias.—Sonrió,casicontimidez—.Séquenoescierto,peroteloagradezco.
—Lodigoenserio—dije,yderepentelosupe:esoesloquequería;queríaaNatalie,nosoloesanoche,sinoparatodauna
vidadedíascomoelquehabíamospasado,ynochescomo laqueestábamosviviendo.El sentimientoera innegable,yde
prontocomprendí loquemiabuelodebiósentircuándovioporprimeravezaRosedelantedeaquellatienda,hacíatanto
tiempo.
«Me he enamorado de ella», resonó con un eco una voz en mi mente. La sensación era un tanto surrealista y, sin
embargo,másauténticaquecualquierotraquehubieraconocidoantes.Perotambiénpudeoíresaotravozadvirtiéndome
quedebíaacabarconesahistoriaantesdequeseconvirtieraenalgomásserio.Parafacilitarnoslascosasalosdos.Perola
vozcautaerasolounmurmullo,queseapagababajolaoleadadesentimientos.«Estoesloquesesiente—pensé—,aestose
referíaelabuelo.»
Nataliehabíaestadocalladatodoeltiempo,peroporprimeravezsupequéestabapensando.Ensusonrisaradiantepude
verquesentíaexactamentelomismoqueyo.
MeobliguéaapartarlavistaunpococuandoNataliesalióalporche.Meaclarélagarganta,ypregunté:
—¿Tegustaríatomarotracopa?Yomevoyaservirunpocomás.
—Sololamitad—murmuró.
—Vuelvoahoramismo.
Yaenlacocinatuvelasensacióndequeporfinpodíaexhalar.Intentécontrolarmeycentrarmeenelsimpleactodeservir
el vino, como un método para desacelerar las cosas. De alguna forma conseguí regresar al porche con las dos copas,
intentandodesesperadamenteocultarmiagitacióninterna.
Leofrecílacopadevino.
—Podemoscenarcuandoquieras,todavíatengoquecocinarelatún,perononecesitamuchotiempo.
—¿Necesitasayuda?
—Hayunpardecosasenelfrigoríficoyenelhorno,perodéjameempezarantesconelatún,¿sí?
Desempaquetéelatúnenlabarbacoa,alertaantelaproximidaddeNatalie.Estabatancercaquemeenvolvíasuperfume.
—¿Cómotegusta?—preguntéentonorobótico—.¿Pocohechoocasicrudo?
—Vueltayvuelta—dijo.
—Hehechounasalsaconsojaywasabiparati.
—Vaya,veoqueeresalguienespecial—medijolentamente,convozronca,dándomeunempujoncito,algoquemehizo
sentiruntantomareado.
«Tengoquecontrolarme,enserio.»
Trascomprobarlatemperatura,puseelatúnenlaparrilla.Natalieselotomócomounaseñal,yvolvióalacocinapara
traerlosotrosplatosalamesa.
Miréporencimadelhombro.
—¿Podríaspasarmetuplato…paraquesirvaelatún?
—Claro—dijo,deslizándosehaciamí.
Emplatéelatúnyfuimosalamesa.Altomarasientoyverlacomida,hizoungestodeaprobaciónconlacabeza.
—Haybastanteparacuatropersonas—observó.Luegoseinclinóhaciadelanteyañadió—:Melohepasadomuybienen
elbotehoy.Mealegrodequemeinvitaras.
—Hasidoundíaperfecto—dije.
Nosservimospasándonoslosdiversosplatillosmutuamenteconunacómodafamiliaridad.Laconversaciónempezópor
loscaimanesylaságuilas,ylavidaenFloridaengeneral,parallegarhastaloslugaresquenosgustaríavisitaralgúndía.Sus
ojos brillaban con un fuego oculto, yme hacían sentir intensamente vivo. ¿Cómo podía haberme enamorado de ella tan
rápido,sinsiquieraserconscientedeello?
Despuésdecenarmeayudóallevarlosplatosalacocinayaguardarlacomidasobrante.Unavezhechoesto,regresamos
alabarandadelporcheynosquedamosobservandoelrío.Mihombrocasirozabaelsuyo.Seguíasonandolamúsica,una
baladamelancólicadeFleetwoodMac.Aunquedeseabarodearlaconunbrazo,nolohice.Ellaseaclarólagargantaantesde
alzarporfinlamiradaparaencontrarseconmisojos.
—Hayalgoquedeberíacontarte—dijoenuntonosuaveperoserio,ysentíquesemeencogíaelestómago.Yasabíaqué
ibadecir.
—Estássaliendoconalguien—dije.
Sequedócallada.
—¿Cómolosabes?
—Nolosé,perolosospecho.—Lamiréfijamente—.¿Acasoimporta?
—Supongoqueno.
—¿Esalgoserio?—pregunté,odiándomeporquerersaberlo.
—Sí—respondió.Desviólavista,incapazdemirarmealosojos—.Peronoesloqueestáspensado.
—¿Cuántotiempolleváisjuntos?
—Unoscuantosaños—contestó.
—¿Leamas?
Parecíadebatirsebuscandounarespuesta.
—Séque le quise una vez. Y hasta haceunpar de semanas creía que todavía le quería, pero entonces…—Sepasó las
manosporelpeloantesdegirarlacabezahaciamí—.Teconocí.Inclusodurantelaprimeranocheenlaquehablamosaquí
mismo,supequemesentíaatraídaporti.Sinceramente,meaterrorizaba.Peropormuyasustadaqueestuviera,yaunque
supieraquenoeralocorrecto,unapartedemíqueríapasartiempocontigo.Intentéfingirqueelsentimientonoexistía;me
dijeamímismaquedebíaignorarlo,yolvidarte.ApesardequeNewBernesunpueblo,casinuncasalgo,asíqueerapoco
probablequevolvieraa verte.Peroentonces…estabasenelmercadode losagricultores.Yyo sabíaexactamenteporqué
estabasallí.Ytodosesossentimientosvolvieronaaflorar.
Cerrólosojos,ydeprontoparecíacomosillevaraunacargaenelhuecoqueseformabaentresushombros.
—Tevicaminando—prosiguió—.Despuésfuisteaporuncafé.Ysalíadelmercado,ydeprontoestabasallí.Quisedejarlo
pasar,dejarloir.Peroderepentemesorprendícaminandoenlamismadirecciónquetú,yteviadentrarteenelparque.
—¿Meseguiste?
—Eracomosinotuvieraelección.Comosialgo,oalguien,meimpulsarahaciadelante.Yo…queríaconocertemejor.
Apesardelaseriedadensutonodevoz,sonreí.
—¿Porquémeacusastedeseguirte?
—Pánico—admitió—.Confusión.Vergüenza.Eligeloquequieras.
—Eresunabuenaactriz.
—Tal vez —respondió—. No sé por qué no pude decir lo que quería. Empezamos a charlar de otras cosas con tanta
facilidad…Ycuandomeofrecistemostrarmelascolmenas,supequeteníaqueaceptar.Intentéconvencermeamímismade
que no significaba nada, pero en lomás profundo demi ser, sabía que no era cierto. Y siguió sucediendo… La cena en
Beaufort,elbote,yahoraesto.Cadavezqueestoycontigomedigoamímismaquenoeslocorrecto,quedeberíamosdejar
devernos.Yaunquequiera,nuncamesalenlaspalabrasparaconfesarme.
—Hastaahora.
Ellaasintióconlacabeza,conlos labiosapretadosformandounadelgadalínea,ysentíquesemehacíaunnudoenla
gargantaenmediodelsilencioquesehizoacontinuación.Deformainstintiva,meencontrébuscandosumano,ysentí la
tensiónde susdedoshastaque, finalmente, se relajaron.Suavemente,hicequesegirarahaciamí.Alcé laotramanoy le
acariciélamejilla.
—Mírame—susurré.Levantólacaralentamenteyentoncesproseguí—:¿Deverasquieresirteahoramismo?
Aloíresaspalabras,selehumedecieronlosojos.Lamandíbulaletemblabalevemente,peronohizoademándeapartarse.
—Sí—murmuró.Perodespués,tragandosaliva,cerrólosojosconfuerzaydijo—:No.
Loscompasesdeuntemacuyonombrehabíaolvidadollenabanelairecomomúsicadefondo.Laluzdelporchearrojaba
unresplandordoradosobresupielapenasbronceada.Meacerquéunpocoyapoyélaotramanoensucadera,percibiendola
confusión,elmiedoyelamorenlaexpresióndesurostro;despuésrodeésucinturaconambosbrazos.Teníalosojosfijosen
losmíosmientrasnuestroscuerposseacercaban,ypudesentircómoseestremecíacuandoempecéaacariciarlelaespalda.
Bajo la fina tela del vestido notaba el calor que desprendía su piel, y percibí intensamente las curvas de su cuerpo al
presionarlocontraelmío.
Lasensaciónerafantástica,innegablementereal,inclusoelemental,comosinoshubieranforjadodelamismamateria.
Inhaléelaromaquedesprendía,yfuiincapazdepermanecerensilencio.
—Tequiero,Natalie—dijeenunsusurro—.Ynoquieroquetevayasnunca.
Laspalabrashicieronqueelsentimientofueraaúnmásreal,ydeprontosentíqueexistíalaposibilidaddepasartodala
vida juntos.Fuiconscientedequeharía loquefueraparaque larelaciónfuncionase,aunqueesosignificaraquedarmeen
NewBern.PodríacambiarmiresidenciaalaUniversidaddeEastCarolina,queestabaamenosdeunahoradesdelacasade
miabuelo;podría inclusoabandonarlaprácticadelamedicina.Laalternativaeraunfuturosinellay,eneseinstante,no
habíanadamásimportantequepermaneceralladodeesamujer,ahorayparasiempre.
Por su expresión, supe que reconocía la intensidad de lo que estaba sintiendo. Aunque podría estar asustada, no se
apartó.En lugarde eso, apoyó su cuerpo sobre elmíoy enlazó losbrazosalrededordemi cuellomientrasdescansaba la
cabezasobremihombro.Podíanotarsuspechos,llenosyblandos,apretadoscontramitorso.Tomóunaampliarespiración
profunday,alexhalarelaire,parecióqueexpresabaunaespeciedealivio.
—Tequiero,Trevor—respondió—.Nodebería,yséquenopuedo,peroasíes.
Despególacabezademihombrocuandomislabiosseposaronensucuello.Supielbajolapuntademilenguaparecíatan
finacomolaseda.Conungemido,seacercóaúnmásamí,yfinalmentedecidíllevarmislabiosasuboca.
La besé, disfrutando del tembloroso aleteo de sus labios al corresponderme; abrí la boca y noté que ella reaccionaba
imitándome;nuestras lenguasse tocarony la sensación fue lamásexquisitaquehabíaexperimentadonunca.Mismanos
empezaron a explorar su cuerpo, recorriendo con ternura su vientre, luego el costadodel pecho, paradescenderhasta la
cadera,intentandomemorizarlasensacióndelrocedesucuerpo.Eraconscientetodoeltiempodemiamorhaciaella,que
ibaacompañadodeunaagitadaexcitación,lamásintensaquehabíasentidonunca.Loqueríatododeella.Cuandoporfin
meapartélevemente,aunquesinsepararnuestroscuerpos,Natalieteníalosojosentrecerrados,loslabiosseparadosenuna
sensualexpectación.Acontinuación,conunmovimientoquesurgiódemaneracompletamentenatural,lacogídelamanoy
diunpequeñopasoatrás. Susojos seguían clavados en losmíos y, conun suave ademán, la conduje al interior,hacia el
dormitorio.
11
— nteresante—medijoBowendurantelasesióndellunes.
Estábamossentadosenlamesadelcomedor,quehabíavueltoatrasladaralinteriordelacasadesdeelporche,condos
vasosdeaguaheladaantenosotros.Habíallegadocasiunahoraantesdeloprevisto,yaprovechéparaenseñarlelafincayla
casa.Lemostrélascolmenasdesdeciertadistancia(noleofrecílamismadisertaciónentusiastaqueaNatalie),asícomola
barcaza. Cuando empezó la sesión, inicié la conversación como siempre, con una puesta al día de los distintos aspectos
relacionadosconmi trauma,antesdecontarle finalmentemicita conNatalie.Se lo contécasi todo, conexcepciónde los
detallesíntimos.
—¿Esoestodoloquetienesquedecir?—pregunté—.¿Queesinteresante?
—¿Quétegustaríaquedijera?
—Nolosé.Algo.Cualquiercosa.
Bowensellevólamanoalabarbilla.
—¿Realmentecreesestarenamoradodeella?
—Sí—respondí—.Sinningunaduda.
—Hacemenosdedossemanasquelaconoces.
—Mi abuelo se enamoró de mi abuela la primera vez que hablaron —repliqué. Aunque, si soy sincero, llevaba
planteándomeesamismacuestión toda lamañana—.Ellaes…distintaa lasdemás—proseguí—.Yséqueno tiene lógica.
Perosí,laamo.
—¿Ynoharíaslaresidenciaporella?
—Enefecto—contesté.
—Interesante—repitió.LaformadehablarevasivayneutradeBowenpodíaresultarcuandomenosfrustrante.
—¿Nomecrees?
—Porsupuestoquetecreo.
—Perohayalgoquetepreocupa,¿noesasí?
—¿Atino?
Claroestáquesabíaperfectamenteaquéserefería.
—Terefieresalotrotipo—dije.
—Esoañadeimplicacionesquepodríansertodoundesafío.
—Soyconscientedeello.Perosussentimientoshaciamísonreales.Ymedijoquemeamaba.
Seajustólasgafas.
—Porloquehasdicho,pareceprobablequeasísea.
—¿Locrees?
—Nome sorprendería lomásmínimo. A veces subestimas la percepción de los demás hacia tu persona. Eres joven,
inteligente,rico,unhombreconéxito,yhayquiendiríaqueeresunhéroeporelservicioprestadoenelejército.
—Vaya,caramba.Gracias.
—Denada.Sinembargo,loquequieroseñalaresque,aunquepuedoimaginarsindificultadqueunamujerseenamorede
ti,esonosignificanecesariamentequenoseacomplicadoparaella.Niquelarelaciónevolucionetalycomotúesperas.Las
personassomoscomplejas,lavidararavezsedesarrollacomoimaginamos,ylasemocionespuedensercontradictorias.Por
loquehascontado,parecequeestabaintentandoexplicartequelarelaciónconlaotrapersonaylaquehainiciadocontigo
entranenconflicto.Hastaqueellanoresuelvaeseconflicto,puedeserproblemático.
DiounsorbodeaguayproceséloqueBowenacababadedecir.
—¿Quédebohacer?—preguntéporfin.
—¿Aquéterefieres?
—ANatalie—respondí,conunafrustraciónmanifiestaenmitonodevoz—.¿Quéhagoconsurelaciónconelotro?
Bowenalzóunaceja.Nodijonada,sinoqueesperóaqueyomismorespondieraamipregunta.Meconocíalosuficiente
comoparacomprenderquealfinalseríacapazdehacerlo,yasífue.
—Tengoqueaceptarquenopuedocontrolaraotrapersona—recité—.Solopuedocontrolarmipropiaconducta.
—Esoescierto—sonrióBowen—.Perosospechoquenotehacesentirmejor.
«No—pensé—,enrealidad,no.»Toméunascuantasrespiracionesprofundas,deseandoquemiafirmaciónanteriorno
fueracierta,antesderepetirautomáticamentebuenapartedeloquehabíaaprendidoensesionesanteriores.
—Medirás que, demomento, debería esforzarme en ser lamejor versióndemímismo.Debodormir, hacer ejercicio,
comer sano, y mantener el consumo de sustancias que afectan el estado de ánimo en un mínimo. Que practique las
habilidadesdelasterapiasconductualescognitivaydialécticacuandosientaansiedad.Heasimiladotodasesascosas.Ylas
practico.PeroquierosaberquépodríahacerenrelaciónconNatalie,paraevitarvolvermelocodeangustia.
Bowennohizoningúncomentariosobrelaemociónqueimpregnabamivoz,siesquelahabíapercibido.Enlugardeeso,
seencogiódehombrosconlaactituddecalmaquesiempreadoptabaconmigo.
—¿Quépuedeshacer,apartedeseguiractuandocomohastaahora?
—Peroesquelaamo.
—Losé.
—Nisiquierasésiviveconél,osisolosalenjuntos.
Bowenparecíacasitristederepente.
—¿Deverasquieressaberlo?
AldíasiguienteenlaautopistaibacavilandosobrelaconversaciónconeldoctorBowen.Sabíaloquequería(queNatalie
dejaseaaqueltipo),peroyosoloeralamitaddelaecuación.Talvezsolounaterceraparte,locualerainclusopeor.Aveces
piensoqueelmundoiríamejorsimepusieranacargodetodoyrealmentepudieracontrolaralagente,peroconociéndome,
seguramentemecansaríadetantaresponsabilidad.
Tenía el GPS activado en mi todoterreno, aunque sabía que probablemente no lo necesitaría hasta que llegara a la
fronteraconCarolinadelSur.Hastaallínohabíaquedesviarse:simplementeseguirporlaautopista70hastalaInterestatal
40cercadeRaleigh,yluegolainterestatal85cercadeGreensboro,pasandoporCharlotteyadentrándoseenCarolinadel
Sur,hastallegaraGreenville.Lamáquinacalculabaquellegaríaamidestinoentrelaunaylasdosdelatarde,yesperaba
queesomedieratiemposuficienteparaobteneralgunasrespuestas.
Eltrayectoeratranquilo,sindemasiadoscambiosderasante,ydiscurríaentrecultivosobosques.Cercadelasciudades
habíamástráfico,aunquenadacomparadoconlazonadeWashingtonD.C.enlaqueyocrecí.Mientrasavanzaba,intenté
imaginarmeamiabuelohaciendoelmismotrayecto,peronoloconseguí.Sucamionetatemblabaamásdesesentaycinco
kilómetrosporhora,yconducirtandespacioporlasinterestataleserapeligroso.Asuedad,debíaserconscientedequesu
vistayreflejostampocoestabanalaaltura.Cuantomáslopensaba,máscreíaquehabríaoptadoporcarreterasrurales,con
unsolocarrilencadadirección.
Peroesomehabríasupuestomuchomástiempoy,porloquesabía,aéllehabíallevadodosdíasllegaraEasley.
ParéacomeralsurdeCharlotte,yluegomepuseenmarchadenuevo.SegúnelGPS,lainterestatal85secruzabaconla
autopista123enGreenville,ydesdeallínoteníaquedesviarmehastallegaramidestino.Antesdesalir,meenterédequela
autopista 123 también llevaba hasta la Universidad de Clemson, que se hallaba un poco más al oeste, lo cual me hizo
preguntarmesiHelenseríaunaestudiante.¿Elperroviejodemiabueloresultaríaserun«asaltacunas»?
Eraunaideaabsurda,pero,despuésdeseishorasconduciendo,mehizoreíracarcajadas.
Encontrélaautopista123sinproblema,ymedispuseaabordarelúltimotramo;despuésdeunoscincominutos,empecé
abuscarpuntoskilométricos.Enmimente,sielderramehubieraocurridomásalestelehabríantransportadoaunhospital
deGreenville, que erauna ciudadmuchomásgrandey conmáshospitales.Al llegar a las afuerasdeEasleymevinieron
algunos recuerdos a la cabeza, peroningunode la ciudad.Nadame resultaba familiar, y tampocopodía recordar la ruta
exactaquehabíaseguidohastaelhospital;losrecuerdoshabíanquedadosepultadosporlapreocupaciónquehabíasentido
enaquellosmomentos.
Por fin avisté el kilómetro 9 y empecé a reducir la marcha para poder inspeccionar la autopista a ambos lados. A
diferenciadelamayorpartedeltrayecto,enesepuntohabíamuchomásquecamposdecultivoybosques:seveíancasasy
tiendasdeempeños,depósitosdechatarraynegociosdecochesdesegundamano,gasolinerase inclusounanticuario.La
vistaeradesalentadora.Encontraraalguienenalgunodeesosnegociosoviviendasquepudieraacordarsedeloquelepasóa
miabuelohacíaseismeses,pornohablardealguienquepudieraofrecermealgunapistaútil,podríallevarmedías,incluso
semanas,yaunqueelmisteriosuscitabamiinterés,eraconscientedequenomeinvolucraríaenunaempresasemejante.Eso
mehizoplantearmesielviajehabíavalidolapena.
Y, sin embargo, cuando por fin dejé atrás el kilómetro 8,mi corazón empezó a latirmás rápido. A la derecha vi un
restaurantedelacadenaWaffleHouse,unafranquiciadelaquemiabueloeraungranadeptoy,acontinuación,alotrolado
delaautopista,otroletreromáspequeñoqueanunciabaunmoteldenombreEvergreen.Recordabahaberestudiadoquelas
apoplejíassolíansucederendosintervalosdedoshoras,unoporlamañanayotroporlanoche.Teniendoencuentalahoraa
la que solía levantarse, y que era posible que hubiera desayunado en elWaffleHouse, además de su hora de llegada al
hospital,podríaserquehubieratopadoconelmotelenelquehabíapasadolanoche.
Mipresentimientoseintensificóalacercarme.EralamismavistadelacallequeyaconocíadeGoogleEarth,peroenla
vidarealeramuchomásfácildeentender.Loquepensabaqueerauncentrocomercialera,enrealidad,unantiguomotel
situado justodetrásde la señaldelkilómetro7, la clasedeestablecimientoquepreferiríaelpagoenmetálico, lo cualera
ideal, ya que mi abuelo no tenía tarjeta de crédito. Es más, podía imaginarme perfectamente que mi abuelo hubiera
pernoctadoallí.ConstabasolodeunaalturaenformadeU,contalvezdocehabitacionesentotal.Elcolorverdeolivadela
fachada había perdido su brillo, y delante de las habitaciones había unas cuantasmecedoras decrépitas, sin duda en un
intentodecrearunambientemásacogedor.MetrajoalamentelacasademiabueloyelTradingPost,comosifuerauna
mezcladeambos,ypudeimaginaramiabuelodandounsuspirodealivioalencontrárselo.
Unpequeñoletrerosituadoenlaventanamáspróximaalaautopistaindicabalarecepción,yaparquédelante.Solohabía
trescochesmásenelaparcamiento,peromeparecieroncasidemasiados.Yahabíapasadolahoranormaldesalida,yeso
significaba que algún cliente había decidido quedarsemás de una noche, lo cual era difícil de creer. Eso o tal vez había
clientesquepagabanporhorasparadisfrutardeunaaventuraamorosa,algoquemepareciómuchomásprobable.Noesque
estuvierajuzgandoanadie,queconste…
Empujé lachirriantepuertamosquitera,oíunacampanillayentréenunpequeñovestíbuloapenas iluminado,conun
mostradorquemellegabaalaalturadelpecho.Enlapareddetrásdelmostradorhabíaunosganchosconllavesdeverdad,
de lasque colgaban llaverosdeplástico.Tambiénhabíaunapuertaparcialmente tapadaporuna cortinade cuentas, y se
podíaoírunprogramadetelevisión.Alguienbajóelvolumen,yunamujerpelirrojadebajaestaturayedadindefinida,talvez
entre la treintenay lacincuentena,emergiódedetrásde lascuentas.Parecíadecepcionada,comosimi llegada lahubiera
apartadodesuúnicafuentedealegríaeneltrabajo,esdecir,latelevisión.
—¿Quiereunahabitación?
—No—dije—,peroteníalaesperanzadequepudieraayudarme.
Lehiceunbreve resumende la informaciónquebuscaba.Mientrashablaba, sumirada fuede lamano sindedosa la
cicatrizdemicara,conunaexpresióndeobviacuriosidad.Enlugarderesponder,preguntó:
—¿Eresmilitar?
—Marina—contesté.
—Mihermanoestuvoenelejército—dijo—.DestinadoaIrakentresocasiones.
—Unsitioduro—comenté—.YoestuveenAfganistán.
—Tampocoesquefueraunlugarfácil.
—No,noloera—admití—.Peroporlomenosnotuvequeirtresveces.
Porprimeravez,sonrió.
—¿Quémehabíaspreguntado?¿Algosobretuabuelo?
Volvíaexplicarlelahistoriademiabueloyañadíquelaempresadeambulanciasmeindicóquelorecogieronenunpunto
concretoquehabíadelante,tempranoporlamañana,porlocualeraposible,sinoprobable,quehubierapasadolanocheen
elEvergreen.
—¿Podríacomprobarelregistro?
—¿Cuándofueeso?
Leindiquélafechayellanegóconlacabeza.
—Losientomucho.Meencantaríapoderteayudar,perotendrásquepreguntaraBeau.Nomepermitendejaralagente
consultarelregistroamenosquehayaunaordenjudicial.Podríaperdermitrabajo.
—¿Beaueselpropietario?
—Elgestor—respondió—.LlevaelnegocioparasutíodeVirginiaOccidental.
—¿Tienesunúmero,parallamarleporteléfono?
—Sí,perosesuponequenodebomolestarle.Duermededía.Noquierequelemolestenporquetrabajadenoche.Deocho
aocho.
Consemejantehorario,amítampocomegustaríaquememolestaran.
—¿Porcasualidadnosabráalgodemiabuelo?¿Estabatrabajandoaquíenesemomento?¿Acasooyóhablardeél?
Tamborileóconlosdedossobreelmostrador.
—Recuerdohaberoídoalgodeunancianoquenecesitabaunaambulancia justoahí fuera, enel aparcamiento.Podría
tratarsedeél.Perotalvezno.Enlosúltimosañoshanmuertounascuantaspersonasporaquí,poresolosconfundo.Casi
siempresetratabadeinfartos.Ytambiénhubounsuicidio.
Mepreguntésiseríaalgotípicodeeselugar,odelosmotelesyhotelesengeneral.
—¿EstaráBeauestanoche?
—Sí.—Enfatizó con la cabeza—.Perono sedesanime cuando le conozca.Pareceunpoco arisco, pero es buena gente.
Tienebuencorazón.
—Graciasporlaayuda.
—Nohehechograncosa—dijo—.LoquesípuedohaceresdejarunanotaaBeau,paraavisarledequevendráydeque
necesitasuayuda.
—Esmuyamable
—¿Cómosellama?
—TrevorBenson.
—SoyMaggie—sepresentó—.Graciasporelservicioprestadoenelejército.Ysientonopoderserdemásayuda.
Teníamuchashorasdeesperapordelante,demodoqueregreséaGreenville,matéeltiempocurioseandoenlalibrería
Barnes&Noble,ydespuésfuiacomerunbistecenunrestaurantedelacadenaRuth’sChris.Meimaginéquetendríaque
quedarmeapasarlanoche,porloquereservéunahabitaciónenelMarriott.ElEvergreentalvezestababienparamiabuelo,
peroyopreferíaunestablecimientoconmásprestaciones.
VolvíalmotelEvergreenalasochoycuarto.Yahabíaoscurecido,ylaslucesdemisfarosiluminaroncuatrovehículosen
elaparcamiento.Noeranlosmismosdeantes;yahacíaratoquedebíanhaberconcluidolasdeliciasvespertinas.Aparquéen
elmismositioyentréenlarecepción.DenuevooílatelevisiónantesdequeBeauemergieradelcuartotrasero.
Loprimeroquesemeocurrióesqueahoraentendía loquehabíaqueridodecirMaggie:elhombrequeseacercabaal
mostradorteníaexactamenteelaspectodealguienquetrabajaraenturnodenocheenunlugarllamadomotelEvergreen,en
unaautopistasinmuchotráficoenmediodelanada.Calculéquedebíatenerlamismaedadqueyo,talvezmásjoven;era
muyflaco,conunabarbarala,yprobablementenosehabíalavadoelpeloenunasemana.Llevabaunacamisetablancacon
manchasyunapequeñacadenaenganchadaaunatrabilladelcinturónparaasegurarsucartera.Laexpresióndesurostro
alternabaentrelaindiferenciaylairritación,ypercibíeloloracervezaensualiento.
—¿EresBeau?
Sesecólabarbillaconeldorsodelamanoyprofirióunsuspiro.
—¿Quiénpregunta?
—TrevorBenson—contesté—.VineantesyhabléconMaggie.
—Ah,sí—dijo—.Medejóunanotadiciendoquedebíaayudarteporqueeresunveterano.Algosobretuabuelo.
Volvíaexplicarlahistoria.Antesinclusodehaberacabado,moviólacabezaparaindicarquesíseacordaba.
—Sí,lorecuerdo.Unanciano,muyviejo,¿no?¿Conunacamionetahechachatarra?
—Probablemente—respondí—.Porloquedices,suenabastanteaquesetratasedeél.
Rebuscóbajoelmostradory sacóuncuaderno,de losquesepuedenencontrarencualquier tiendadesuministrosde
oficina.
—¿Quédíafue?
Ledijelafechayvicómoempezabaapasarlaspáginashaciaatrás.
—Lacuestiónesquesolopedimosundocumentodeidentidadsisepagacontarjetadecrédito.Sisepagaenefectivoyse
abonaeldepósitodelallave,nopreguntamosnada.HaymuchosJuanNadieaquí,asíquenopuedogarantizartenada.
«Hastaahoraningunasorpresa.»
—Estoysegurodequeusósunombrereal.
Siguióhojeandohaciaatrásconelpulgar,yfinalmentellegóalafechaexacta.
—¿Cómohasdichoquesellamaba?
—CarlHaverson.
—Sí—dijo—.Pagóenefectivoporunanoche.Devolviólallaveyrecuperóeldeposito.
—¿Recuerdasalgunacosaquepudierahaberdicho?¿Sobreadóndesedirigía?
—Losiento,nopuedoayudarte.Pasantantoshuéspedesporaquíquelosconfundo,yasabes.
—¿Puedescontarmeloquerecuerdes?
—Recuerdoqueloencontréyo—comenzó—.Estabaenlacamioneta,conelmotoraralentí.Nosécuántotiempollevaba
allí,peromeacuerdodequemiréporlaventanayvilacamionetaapuntodegirarhacialaentradadelaautopista.Unparde
minutosdespués,lacamionetaseguíaallí.Estabaechandomuchohumo,yporesomefijé.Ademásestababloqueandoparte
delasalida,asíquealfinalsalí,yestabaapuntodedarunosgolpecitosenlaventanillacuandoviquesehabíadesplomado
sobreelvolante.Abrílapuertaynoteníabuenapinta.Noestabasegurodesiestabavivoomuerto,asíquevolvíadentroy
llaméalteléfonodeemergencias.Llególapolicíaydespuésunaambulancia,ylosenfermeroshicieronsutrabajoantesde
meterloenlapartetrasera.Todavíaestabavivo,peroesafuelaúltimavezquelovi.
Cuandoconcluyósurelato,echéunvistazoporlaventanahacialasalida,visualizandolaescena.Ariscoono,Beaume
habíaresultadoútil.
—¿Sabesquépasóconlacamioneta?
—Enparte.
—¿Soloenparte?
—Preguntéalsheriffsipodíamoverlaparaquenobloqueaselasalida.Comoyateheexplicado,seguíaenmarcha.Me
dijoqueleparecíabienyqueguardaselasllavesenunsobre,porsielancianoregresaba.Demodoquemovílacamioneta
hastaelfinaldelaparcamiento,yconlasllaveshiceloquemeindicó.
—¿Todavíalastienes?
—No—dijo,negandotambiénconlacabeza.
—¿Porquéno?
—Noquierotenerproblemas.Esperéunpardesemanasporsielancianovolvía.Tuabuelo,queríadecir.Peronuncahizo
apariciónynosupenadamásdeél.
—Noestoyenfadado—aseguré—,ynovasatenerproblemas.Solointentoencontrarlacamionetaporsiexistelaremota
posibilidaddequehubieraalgoensuinteriorquepudieraindicarmeadóndesedirigía.
Meexaminó.
—Mitíomedijoqueselallevaraunagrúa—respondióporfin—.Lasllavesselasdialconductor.
—¿Porcasualidadteacuerdasdeaquiénllamaste?
—AAJ—contestó—.ElserviciodegrúasdeAJ.
ProbablementesehabíahechodemasiadotardeparahacerunavisitaaAJ,asíqueregreséaGreenville,alMarriott.Me
duchéyviunapelículadeacciónen la televisióndepagoantesdearrastrarmehasta lacama.Cogíel teléfonoyescribía
Natalie.
Hola. El viaje fue largo, pero me alegro de haber venido. He descubierto algunas cosas, como que una grúa se llevó lacamioneta.Mañanaseguiréesapista.Tequiero.
Demasiadocansadocomoparavolveraescribirunmensajesirespondía,puseelteléfonoensilencioyapaguélalámpara.
Mequedédormidoencuestióndeminutosymiúltimopensamientoconscientefuecuestionarmedenuevoadóndesedirigía
miabuelo.
Porlamañana,Natalietodavíanohabíarespondido.
Despuésdedesayunar,vaciléentrellamaralaempresadegrúasAJodejarmecaerporallí,yfinalmenteoptéporesto
último.ElGPSmeguioaunazonaindustrialdeEasley,yaunquelleguéaladirecciónindicada,noviningúnletreroconel
nombredelnegocio,nilaentradaaningunarecepción.Enlugardeesoencontréungranedificiorectangularprefabricado
contresenormespuertasmetálicasqueocupabanelcentrodeunpatiodeasfaltoenruinas,todoellotrasunasaltasvallasde
telametálica.Habíaunportóndeacceso,peroestabacerradoconcadenasycandados.Enel ladoopuestoalpatiovi tres
cochespolvorientosaparcadosenfila.Parecíaquenohabíanadieporningunaparte.
Eranhorasdetrabajo,peroalpensarlodetenidamentemedicuentadequeera lógicoque las instalacionesestuvieran
cerradas. A menos que hubieran llevado confiscado algún coche o camión, seguramente no había ningún motivo para
mantener personal en la oficina, ni siquiera alguien que contestara el teléfono. Lo más probable es que el número
correspondientealnegociofueraunmóvil.
Marqué,escuchéel tonodellamada,ytrasoírelrudomensajedevozgrabadodeAJ,dejéunabreveexplicacióndela
informaciónquenecesitabaylepedíquemellamara.
Noteníagrancosaquehacer,apartedeesperar,asíquediunavueltaencocheporEasley,ymepareciómásbonitodelo
quehabíaesperado.Volvíapasarporelhospitaly,sinbajarmedelvehículo,enviémisilenciosoagradecimientoalasbuenas
personas que trabajan allí.Médicos y enfermeras que habían cuidado con esmero ami abuelo en sus últimos días, unas
personastanconsideradasqueseesforzaronenlocalizarme.
Amediodía regresé aGreenville y almorcé en el centro, en un local que servía un excepcional sándwich de cangrejo,
aparentementefrecuentadopormujeresquetrabajabanenlosedificiosdeoficinascercanos.Comoyahabíadejadoelhotel,
mequedéenelrestaurantehastaquealfinalmediovergüenza,ydespuésfuiadarunpaso.
HabíanpasadotreshorassinnoticiasdeAJ.Luegopasaroncuatro,cincohoras,yvaciléentresidebíavolveraNewBern
oquedarme,yaquesentíaqueeramiobligaciónhablarcaraacaraconAJ.Detodosmodos,aunquehubierasalidoporla
tarde,nohabríallegadoacasahastacasimedianoche.
Regresé alMarriott y volví a reservar una habitación. Puse a cargar elmóvil, y dejé el volumen de las notificaciones
activado.MandéotromensajeaNatalie.
Piensoenti.Probablementeiréparacasamañana,estarédevueltaporlatarde.
Decidí ir a cenar a un restaurante mexicano, que estaba lo suficientemente cerca del hotel como para ir andando.
Mientrasregresabacaminando,volvíamarcarelnúmerodeAJ.Estavezalguiendescolgó.Me identifiqué,mencionéque
habíallamadoantesporlacamionetademiabuelo,ylallamadasecortóabruptamente.Mehabíaquedadosincobertura,o
AJhabíacolgado.Volvíallamary,talcomoyahabíaexperimentadoporlamañana,saltóelbuzóndevoz,asíquecolgué.
Yaenelhotelmetumbéenlacamapensandoentodoaquello.AparentementeAJnoqueríahablarconmigo,aunqueno
sabíaporqué.Tampocosabíaquéhaceracontinuación.Puestoquenopodíaencontrarleensulugardetrabajoynoconocía
su apellido,me sentía perdido, no sabía cómo dar con él. Suponía que podría encontrar el nombre correspondiente a la
licenciadelnegocio,otalvezllamaralasoficinascomarcalesconlaesperanzadequemefacilitaranunadirecciónpersonal,
pero¿querríahablarconmigosiaparecíasinprevioavisoenlapuertadesucasa?¿Osimplementemedaríaconlapuertaen
lasnarices?Sospechabaqueesoera lomásprobable, teniendoencuenta lamaneraenquemehabíacolgadoel teléfono.
Consideréporunmomentolaposibilidaddellamarparasolicitarunservicio,peroimaginéqueencuantoseenteraradecuál
eraelmotivorealdemillamada,sesentiríamolestoyestaríaaúnmenosdispuestoacolaborar.
Me quedaban tres opciones: podía seguir dejando mensajes, podía contratar a un abogado o, tal vez, incluso a un
detectiveprivado.Perotodoesosepodíahacerdesdecasa,ypreferíevaluaraquellasopcionesaldíasiguienteporlamañana.
TambiénnecesitabapensarenNatalieporque,curiosamente,todavíanosabíanadadeella.
12
alídeGreenvilletempranoyconseguíllegaracasaaprimerahoradelatarde.Comotodavíanohabíadecididoquéhacer
conAJ, fui a correr durante un pocomás de tiempo de lo normal, y después dediqué una hora a realizar estiramientos.
Tantashorasenelcocheenlosúltimosdíasnolehabíanhechoningúnfavoramiespalda.
EnladuchaestuvepensandosidebíavolveraescribiraNatalie.Despuésdedosmensajestodavíanohabíarespondido,y
no estaba seguro de qué pensar al respecto. Era posible que no le gustara enviar mensajes, o tal vez no había querido
molestarmecreyendoqueestabademasiadoocupado.Tambiéncabíalaposibilidaddequehubieratenidomuchotrabajoy
quedespuésestuvieratancansadaquenisiquierahubieraechadounvistazoalmóvil.Enelpasadoyomehabíacomportado
deformasimilar;recordabalasdiscusionesconSandraacercadeeso.Ellameexplicabacuántolaenojabasentirseignorada,
cuandounabreverespuesta lehabríabastado.EntoncespensabaqueSandraestabaexagerando;ahorameresultabamás
fácilcomprendersufrustración.
Mehiceunsándwichalllegaracasaycomífrentealtelevisor,mientrasveíareposicionesdeunaseriedepolicíasquese
desarrollabaenNuevaYork.Estabacansadodelviajeypensabairmetempranoalacama.Yahabíaoscurecido,ylaluzdela
lunasecolabaporlasventanas.Habíadejadoelmóvilcargandoenlacocina,porloquenomemolestéenecharleunvistazo
hastaquefuialavarysecarmiplato.
¿Yahasvueltoacasa?
SupongoqueeratodoundetallequeNataliedieraseñalesdevida.Perodeboconfesarqueseguíauntantoofendidoporel
retrasoyeltonoimpersonaldelmensaje.Mesentíalevementeagresivo,aunquepasivo,ydecidínoresponderdeinmediato.
EstabasegurodequehablaríaconBowensobremidecisiónenlapróximasesión,ydesiselapodríaconsiderarrealmente
comounesfuerzoporserlamejorversióndemímismo.
Estuveleyendoenelporchetraseromediahoramás,peromefallabalacapacidaddeconcentración,yfinalmentedejéa
unladoellibro.Fuiabuscarelteléfono,decididoaresponderdeformaescuetayconcisa.
Sí.
Mepreguntabasimilacónicarespuestadejaríaentrevermipersistenteirritación.¿Acasonosesuponequelasprimeras
fasesdelasrelacionesestáncolmadasdeentusiasmoydeseo?Enesecaso,¿dóndeestabanesasemocionesporsuparte?
Quizás,oísusurraramivozinterior,eldeseoestáahí,perocomohasestadofuera,hasidodesviadohacia«elotro».
Nisiquieraqueríapensarenello.Trasunosinstantes,Natalievolvióaenviarmeunmensaje.
EstoyenGreenSprings.¿Puedesvenirynosvemos?
Mimentesevioasaltadaporunaoleadaderecuerdosinfantiles.GreenSpringseraconocidoenlamayorpartedelestede
Carolina del Norte como una estructura similar a un parque acuático, un salto atrás a las anticuadas pozas para nadar
habitualesenelsurdesdehacíatantotiempo.LasinstalacionessehallabansituadasenelríoNeuse,ensuinterior,paraser
másprecisos, yhabían sido construidasporun lugareñoconmaderos tratadosapresión,que sebalanceabansobreunos
pilotessumergidosagranprofundidadenelbarro.Presentabatrescostados,cadaunodeunosveinticincometrosdelargo,y
dosniveles,apartedelatorre,quesealzabaaunaalturadecincopisos,yofrecíalaposibilidaddedemostrarsucorajealos
saltadoresquesearrojabandesdelomásalto.Habíaunascuerdasparabalancearse,unatirolina,columpiosyunostroncos
sobre los cuales saltaban los niños como si fueranun caminode piedras.Allí pasémuchosdías estivales demi infancia,
nadando,escalando,columpiándomeysaltandohastaquedartanagotadoquenopodíanimoverme.Miabuelo,queyatenía
másdesetentaaños,enunaocasiónmeacompañóenunsaltodesdeel segundonivel,desatandouna rondadeaplausos
espontáneosdelosespectadores.
Nosecobrabaentrada,peroestabaprohibido llevaralcoholodrogas; tampocosepermitíaningunaclasedeconducta
sexual,nisiquierabesarse.Lareglaera«nadadesexo»,perocuriosamentesepermitíafumar,yrecuerdoveradolescentes
encaramadosenlostramossuperiores,encendiendosuscigarrillosenlosdíascálidosdeverano.
Sinembargo,nuncahabíaestadoallídenoche.No imaginabasiquieraque las instalacionesestuvieranabiertasaesas
horas,perotalvezNatalieteníaprivilegiosespecialesporseragentedelaley.OquizáselpropietariodeGreenSpringsno
teníani ideade supresenciaallí, aunque su casaestaba justodelante.Para llegara la estructurahabíaque cruzarpor el
jardíntraserohastadarconellargoembarcaderoqueseadentrabaenlasaguasmásprofundasdelNeuse.
Notardémuchoentomarunadecisión;apesardemiquisquillosoorgullo,seguíadeseandoverla.Dehecho,medicuenta
dequelaechabademenosyrespondíasumensaje:
Claro.Dentrodequinceminutosestaréallí.
Me embutí en el cortavientos porque la temperatura empezaba a caer en picado, con ese efecto yoyó habitual en
primavera.Cogílasllavesylacartera,yfuihaciaelcoche.
AunquemeacordabadelazonaenlaquesehallabaGreenSprings,mecostómásencontrarlodeloqueesperaba.Google
nopudoayudarme(nosalíaenlalista),asíqueacabéconduciendoporvariascarreterasdeJamesCityenlasproximidades
del Neuse, hasta que finalmente lo encontré. Estacioné en el aparcamiento de grava, y avisté de inmediato el coche de
Natalie.Mepreguntésielpropietariosaldríaaverquiénllegabatantarde,peroapartedeunapequeñalámparaencendida
enunaventanadelpisosuperior,nohabíanadaqueindicaraquealguienestuvierasiquieradespierto.
Laluzdelalunailuminabaelcaminolosuficientecomoparasalvarsinproblemaseltramoenligerapendientedeljardín
hastalaorilla.Desdelacasadelvecinollegabaelladridodeunperro,ydenuevoescuchélaserenatadelosgrillosmientras
inhalabaelaromaapinoyhierbareciéncortada,quesiempremetraíarecuerdosdelverano.
Lleguéalembarcadero,yadvertíque,adiferenciadelríoBricesCreek,enelNeusesiemprehabíacorriente.Laluzdelas
estrellasmoteabalascrestasdelaspequeñasolas,comosielaguaestuvierailuminadadesdeelfondo.Miabuelomedijouna
vez que el Neuse era el río más ancho de Estados Unidos cuando desembocaba en Pamlico, más ancho incluso que el
Misisipi,peroenJamesCitysoloteníaunkilómetrodeanchura.Reprimíunapunzadadeaprensión,ymepreguntéporqué
Nataliehabíaidohastaallídenoche.
Amediocaminodelembarcadero,laestructuraempezóadestacar,ynopudeevitarsonreír.GreenSpringsseguíaigual
queenmisrecuerdos,unodeesossitiosdondelosniñosjueganbajosuresponsabilidad.Nohabíabarandillasdeseguridad,
ni siguiera escalones de un nivel a otro; había que escalar una serie de tablones con cuidado de evitar los clavos que
sobresalían.Elpropietario remplazaba las tablaspodridasyhacíaalgunasmejorasdurante losmesesde invierno; eraun
proyectodeconstrucciónsiempreenobrasquehacíaqueGreenSpringsparecieraperpetuamenteinacabado.
Finalmente, llegué a la estructura principal y busqué a Natalie sin éxito. Decidí llamarla en un tono suave en plena
oscuridad.
—Estoyaquí—respondió,ynotéquelavozveníadearriba.
Sonabacomosiestuvieraenelsegundonivel.Cuandosubíaltramosuperior,lavisentadaenelbordedelaplataforma,
balanceandolospies.Aligualqueyo,llevabaunospantalonesvaquerosyuncortavientos;tambiénadvertílabotelladevino
asulado.
Sevolvióhaciamíconunasonrisa.
—Hasvenido—dijo,con la luzde la lunareflejándoseensusbrillantesojos—.Estabaempezandoapensarquehabías
cambiadodeopinión.
—Mehacostadoencontrarlo.Hapasadomuchotiempodesdelaúltimavezqueestuveaquí.
Mientrasmesentabaenelbordeasulado,Nataliecogiósucopaydiounsorbo;pudenotareloloravinoensualiento,y
medicuentadequelabotellaestabacasivacía.
—¿Quétalelviaje?—preguntóconvozcantarina.
—Fuebien—respondí—.¿Quéhacesaquí?
Ignorólapregunta.
—¿Encontrastelacamionetadetuabuelo?
—Estoyenello—contesté—.Séquiénselallevó,peronohepodidohablarconéltodavía.¿Cuántotiempollevasaquí?
—Nolosé.¿Doshoras,talvez?Notengoniidea.¿Quéhoraes?
—Soncasilasdiez.
—Seestáhaciendotarde—declaró.Laobservémientrasdabaotrosorboalacopa.Aunquenoparecíaestarborracha,era
obvioquelabotelladevinodebíaestarllenacuandollegó,yempecéasentirelprimeratisbodenerviosismo.Pasabaalgo,
algoquenoestabasegurodequefueraagustarme.
—¿Nodeberíamosiracasa?¿Paradescansarunpocoparamañana?
—Notrabajomañana—respondió—.Mehancambiadoelturnoporqueotroagenteteníaquetestificareneljuzgado.De
modoquetengoquetrabajarelfindesemana.Hoyescomomisábadoporlanoche.
—Ah—dije.
Meofreciósucopa.
—¿Quieresunpocodevino?
—No,gracias.
Hizoungestodeasentimientoconlacabeza.
—Deacuerdo—dijo—.SupongoquedeberíahabertraídounaYuenglingparati.
No respondí.Me limité a contemplar su perfil, examinándolo, con la esperanza de descubrir alguna pista de por qué
estábamosallí,sinconseguirlo.
Apuróelcontenidodelacopaydespuésvolvióarellenarlaconelrestoqueaúnquedabaenlabotella.
—¿Estásbien?—pregunté—.¿Hapasadoalgohoy?
—No—contestó—.Nohapasadonada.Yno,noestoybien.
—¿Puedohaceralgo?
Comorespuesta,serioconunacarcajadacargadadeamargura,yluegovolvióacentrarsuatenciónensucopa.
—¿Sabíasquehastaelpasadofindesemanacontigo,nohabíabebidounagotadealcoholenmásdeseismeses?Ahoraes
lasegundavezenunasemana.Debesestarpensandoquetengounproblema.
—Nocreoquetengasunproblema,perosíquealgoteestápreocupando.
—Podríadecirseasí—respondió—.Solíacreerqueloteníatodobajocontrol,peroahoraséquemeestabaengañandoamí
misma.—Volvióareírdenuevo,perosurisaeradesgarradora—.Seguramentenadadeloquedigotienesentido.
«No,nolotiene»,pensé.Perocomprendíaqueestabainmersaenuntorbellinoemocional,yporexperienciasabíaque
hablarsobreellopodíaayudar,siemprequefueraellaquienquisierahacerlo.Mipapelselimitabaaescucharyempatizar,
aunquenoentendieradeltodoquélepasaba.
—¿CreesenDios?—mepreguntóporúltimo.
—Casitodoeltiempo—respondí—.Peronosiempre.
Advertíunatisbodetristezaensuexpresión.
—Yosí—dijo—.Desdesiempre.Cuandoeraniña ibaa la iglesia todos losdomingosy losmiércolespor lanoche.Una
buenabaptista.Megustaba,ycreíaqueentendíacómosesuponíaquedebefuncionartodo.Peroalhacermemayor,medi
cuentadequenoeraasí.SéqueDiosnoscreóconlibrealbedrío,peronuncacomprendíporquéhaytantosufrimientoenel
mundo.¿PorquéquerríaDios,quesesuponequeestodobondadyamor,permitirquesufragenteinocente?Recuerdoque
buscabaunaexplicaciónenlaBiblia,peronolaencontré.Eslacuestiónmásimportantequepuedaplantearse,peronohay
respuesta.Yloveocontinuamenteenmitrabajo.Portodaspartes.Pero…¿porqué?
—Nolosé.YtampocopuedodecirquesepagrancosasobrelaBiblia.Mipartefavoritacuandoibaalaiglesiaeramirara
laschicas.
—Ja—profirióuna risilla, asiendo la copaconambasmanos.Luego, enun tonodevozapagado—:¿Sabesporquéhe
venidoaquí?
—Notengonilamenoridea.
—Porqueesteesunodelosúltimossitiosenlosquerecuerdohabersidoverdaderamentefeliz.Nuncahabíaoídohablar
de este lugar antes demudarme aquí. Recuerdo que la primera vez que vine fue a finales de verano. El agua tenía una
temperaturaperfecta,yextendíunatoallaparatomarelsol.Aquítumbadapenséquetodoeramaravilloso.Mividaerataly
comodeseabaquefuera,yestaba…absolutamentesatisfecha.Queríavolverateneresasensación,aunquefuerauninstante.
—¿Y?
—¿Yqué?
—¿Lahassentido?
—No—dijo—.Poresohetraídoelvino.Porquesinoconseguíasentirmefeliz,entoncespreferíanosentirnada.
Nomegustabaloquedecía,ymipreocupaciónporellaibaenaumento.Quizáslonotó,porqueescondiólabotelladetrás,
yluegoseacercómásamí.Deformainstintivalepaséunbrazoalrededordeloshombros.Ambosguardamossilencio,conla
miradafijaenelrío,observandohipnotizadoslosdestellosquelaluzdelabóvedacelestearrancabadelasaguas.
—Eshermoso,¿nocrees?—dijosuspirando—.Estaraquífueraporlanoche.
—Sí—coincidí—.Nopenséqueestuvierapermitido.
—Noloestá.Peromedabaigual.
—Esevidente.
—¿Sabesenquémásestabapensandoantesdequevinieras?
—Notengoniidea.
—Pensabaenlasabejas.Yenloscaimanesylaságuilas,ylacenaenelporche.Tambiénerafelizenesosmomentos.Tal
veznomesentíaperfectamentesatisfecha,perosí…feliz.Porprimeravezenmuchotiempo,volvíasentirmecomoantes,y
sentadaaquífueramehedadocuentadecuántoloechodemenos.Pero…
No acabó la frase. Puesto que no había expresado del todo su pensamiento, hice la pregunta obvia para animarla a
continuar.
—¿Peroqué?
—Mehedadocuentadequesesuponequenodeboserfeliz.
Esecomentariomesobresaltó.
—¿Porquédiceseso?Porsupuestoquesí.¿Porquépiensaseso?
Enlugarderesponderdiootrotragodelacopadevino.
—Deberíamosirnos.O,porlomenos,yodebería.Seestáhaciendotarde.
—Porfavor,nocambiesdetema.¿Porquénodeberíaspensarquepuedesserfeliz?
—Noloentenderías.
—Talvezsí,sisupieradequéestáshablando.
Enmediodelsilenciooíaelsuaverumordesurespiraciónypodíasentirelsutilmovimientodesupechobajomibrazo.
—A veces, en la vida nos vemos enfrentados a una decisión imposible, sin final feliz, independientemente de lo que
elijamos.Como,porejemplo…,imaginaqueestáscasadoyquetienestreshijos.Undía,escalandocontumujer,algovamal.
Estáscolgandodelprecipiciosincuerda;unamanoaferradaalarocaylaotraasiendoatumujer,teestásagotandocadavez
másysabesquenopuedessalvaratumujeryatimismo.Demodoquetienesquesoltaratumujer,yvivirconeso,oambos
moriréisydejaréishuérfanosavuestroshijos.Enesasituación,ningunadecisióntesatisfará.Merefieroaalgoasí.
Penséenloqueestabaintentandoevitarcontarme.
—¿Terefieresatenerqueelegirentrelosdos?
Ellaasintió,apretandoloslabios.
—Peronoquierohablardeesoahoramismo,¿vale?Esloúnicoenloquehepodidopensardesdequeteviporúltimavez,
yestoytancansada,yademásheestadobebiendo.Noeselmomentoadecuado.Noestoypreparada.
—De acuerdo—conseguí decir condificultad. La amaba.Deseabahablar sobrenosotros, sobrenuestro futuro.Quería
convencerladequepodíaserfelizconmigo,dequeharíatodoloposibleparademostrarlequealelegirmetomabaladecisión
correcta—.¿Dequétegustaríahablar?
—Denada—contestó—.Pero¿podríassimplementequedartesentadoyabrazarmeunrato?
Laatrajehaciamíypermanecimossentadosensilencioenaquellanochefrescayoscuradeprimavera.Enladistancia
pudevercochespasandoporelpuente;había lucesencendidasen lascasasalotro ladodelrío.Elairese impregnabade
humedad,eracadavezmásdenso,ypudepreverquepor lamañanahabríaunaespesacapadenieblaquedifuminaríael
verdepaisajeenunmundodesombras.
Nataliearrojóelrestodelvinoalagua,queapenashizoruidoalcaer;mecentréenelcalordesupielyenlaformaenque
sucuerposeadaptabaalmío.Volvíapensarennuestracita,enlasuavidaddesuslabioslaprimeravezquenosbesamos.
Cerrélosojosysupequelaamaba,sinimportarmenadamás.
Conseguiríamossuperarlo,medijeamímismo.Seríaduroparaella,quizásinclusoinsoportable,peroestabadispuestoa
darleeltiempoyelespacioquenecesitara.Sabíaqueellameamabaconlamismaintensidadqueyoaella.Puedequellevara
algodetiempo,peroteníalasensacióndequeella llegaríaa lamismaconclusión,yqueencontraríamoslaformadeestar
juntos.
Ysinembargo,pormuchoqueintentaraconvencermedetodoeso,measaltóeltemordequepudieraequivocarme.
Peronodijenada.Ellatampoco,ynosquedamossentadosenmediodelanoche,unanochequedeberíapertenecernos,
peroporalgunarazónnoloparecía.Finalmente,oícómoproferíaunaprofundaexhalación.
—Deberíamosirnos—repitió—.Tengoquehaceralgunosrecadosmañanaaprimerahora,puestoqueelfindesemanano
tendrétiempo.
Asentíconrenuencia.Mepuseenpieyleofrecílamanoparaayudarlealevantarse,luegocogílabotellaylacopadevino.
Caminéhaciaellugarpordondehabíamossubido,yaunquemepreocupabaqueelvinohicieraqueperdieraelequilibrio,vi
quepodíabajarsinproblemas.Seguíbajandotrasellaytirélabotellaylacopaenlapapeleradelprimernivel,yempezamos
a caminar por el embarcadero.Mientras avanzábamos,Natalieme cogió de lamano, yme recorrió una oleadade alivio.
Sabíaqueyahabíatomadounadecisión,yderepentemesentímáslivianoquedurantetodalavelada.
Atravesamoseljardínhaciaelaparcamiento.Cuandollegamosasucoche,meaclarélagarganta.
—Nocreoqueseabuenaideaqueconduzcas.
—No—accedió—,noloes.Tengoquecogermibolso,pero¿podríasllevarmeacasa?
—Meencantaría—dije.
Recuperósubolsodelasientodelcopilotomientrasyodesbloqueabalaspuertasdemicoche.Leabrílapuerta,esperéa
quesehubieraacomodado,yluegorodeéelcocheparaponermetraselvolante.Avanzamoshastallegaralacarreterayme
volvíhaciaella.
—¿Pordóndedeboir?
—RegresaalaautopistahaciaNewBern.VivoenlazonadeGhent.¿Sabesdóndees?
—Niporasomo.
—Tomalaprimerasalidadespuésdelpuenteygiraaladerecha.
Trasunospocosminutos,NataliemeindicóquegiraraenSpencerAvenue.Eraunacallebonita,conárbolesviejosycasas
delaprimeramitaddelsiglopasado.Nataliefinalmentemedijoqueaparcaraenlaentradadeunaencantadoracasadedos
plantas.
Apaguéelmotorysalídelcoche.Natalietambiénbajódelvehículoylaacompañéhastalapuertadelantera.
—¿Asíquevivesaquí?
—Demomento—respondió.Empezóarebuscarenelbolso.
—¿Estáspensandoenmudarte?
—Talvez—dijomientrassacabalasllaves—.Nolohedecididotodavía.Escasidemasiadogrande,yquizáspreferiríauna
solaplanta.
—¿Estásbuscandootravivienda?
—Todavíano—dijo.
—¿Demasiadosrecados?
—Exacto—dijo—.Digamosqueeseso.
Yaestábamosenelumbraldelapuerta.Vacilé,intentandoleerlaexpresióndesurostroenlaoscuridad.
—Mealegrodequemeenviarasunmensaje.
—¿Porqué?Hoyhasidoundesastre.
—Nomedicuenta.
—Mentiroso.
Sonreíantesdeinclinarmeparadarleunbeso.Parecíauntantoreaciaperoalfinalmedevolvióelbesoynosseparamos.
—Mealegrodequeestésenmivida,Natalie.Esperoquelosepas.
—Losé.
No quería parecer desesperado, así que fingí no haber advertido que ella no demostraba reciprocidad hacia mis
sentimientos.
—¿Quieresquetepaseabuscarporlamañanapararecogertucoche?
—No—respondió—.Melasapañaré.
—¿Estássegura?
—Haréquealguiendel trabajoseocupedeeso.Notequedadecamino,yhayotroagentequevive justounpocomás
abajo.Noserácomplicado.
Usólallaveparaabrirlapuerta,ylaempujóunpoco,solounarendija.
—Yaséquetrabajaselfindesemana,perotalvezpodríamoscenarjuntosmañana.
Parecíaestarescrutandoconlamiradalafrondosacallesilenciosa.Luegovolvióamirarme.
—Nocreoquepueda.Despuésdeestanoche,seguramentemequedaréencasa.
—Deacuerdo—acepté,aunquedeseabasaberelmotivo,sabíalosuficientecomoparanopreguntar—.Notepreocupes.
Podemosintentarlolasemanaqueviene,¿vale?
Sellevólamanoalacadenaalrededordelcuello,gestoqueyaconocíacomounarespuestanerviosa.Cuandohablóde
nuevo,sutonodevozeraapagado,casiunsusurro.
—Séquemequieres,Trevor,pero¿tambiénteimporto?Merefieroaquesideverasteimportaqueestébien.
—Porsupuestoquemeimporta.
—Entonces,sitepidieraalgo,aunquefueraalgoquenoquiereshacer,¿loharíassiparamífueralomásimportantedel
mundo?
Pudeverensurostrounaexpresióndesúplicasinreservas.
—Sí.
—Entonces,simeamasyteimporto,quieroquehagasalgopormí.Quieroquemeprometasqueloharás.
—Claro,deacuerdo—respondísintiéndomeanegadoporlatensión—.Loquesea—dije—.Loprometo.
Sonrió, apenada, antes de inclinarse hacia mí. Nos besamos de nuevo, con su cuerpo pegado al mío. Sentí que sus
hombrostemblabanyescuchésusesfuerzosporcalmarsurespiración,antesdequefinalmenteseapartarademí.Teníalos
ojoshúmedoscuandoalzólavistayrozólacicatrizdemicara.
—Tenemosqueparar—dijo—.Tengoqueparar.
—¿Pararelqué?
—Esto.Lonuestro.Todo.Tenemosquedejarlo.
Miestómagodiounvuelco.
—¿Quéestásdiciendo?
Seenjugóunalágrima,sindejardemirarmefijamente.Tardóbastanteenconseguirpronunciarlassiguientespalabras:
—Porfavor,nointentesponerteencontactoconmigonuncamás.
La conmoción que aquella petición me causó me impidió hablar, pero ella parecía haberlo esperado. Con una triste
sonrisa, atravesó el umbral y cerró la puerta tras ella, dejándome allímientras cavilaba cómo era posible quemimundo
acabaradedesmoronarseamialrededor.
13
aséel viernesenestadodeaturdimiento,al igualqueel finde semana.Aunquemeobliguéahacerejercicio,nopude
hacermuchomás.Sentíanudosenelestómago,laideadecomermeproducíanáuseas,yaunquepartedemídeseabadarsea
labebidaparaolvidar,fuilobastanteprecavidocomoparanotomarmásdeunacerveza.Noestudié,nilimpiélacasaohice
lacolada;enlugardeeso,medediquéadarlargospaseosporlastardes,rememorandocadamomentoquehabíapasadocon
Natalie,intentandodilucidardóndesehabíatorcidotodo.Enquémehabíaequivocado.
Todoindicabaqueelproblemaera«elotro»,perotodavíanoeracapazdeaceptarloporcompleto.Habíapasadomenos
de una semana desde aquel día y aquella noche inolvidables; incluso aunque Natalie hubiera decidido reavivar la otra
relación, en lugar de darle una oportunidad a la nuestra, ¿por qué no había dicho nada al respecto? ¿Por quéme había
pedidoquenovolvieraacontactarconella,sinmásexplicaciones?¿Estaríajugandoconmigo?Aunquedabaporsentadoque
actuabaconmuchosecretismo,nomeparecíaquefueramanipuladorapornaturaleza.Unapartedemíestabaseguradeque
Natalievolvería.Mellamaríayecharíalaculpaalabebidadesuspalabras;admitiríaquenoestabapensandoconclaridad.
Sedisculparíayhablaríamosde loqueestabapasando realmente.Loarreglaríamosy, antesodespués, todovolveríaa la
normalidad.
Llevabaconmigoelmóviladondequieraquefuese,peronosonaba;tampocointentéponermeencontactoconella.Me
pidió que no lo hiciera, y cumplí mi promesa, aunque eso me enojara y confundiera al mismo tiempo, aunque eso me
rompieraelcorazón.
Recuperéelapetitogradualmente,peronodormíabien.Enlashorasdevigiliamesentíamástensodeloquerecordaba
haberestadoenmuchotiempo,ymealiviabapensarqueelluneshablaríaconBowen.Sentíaquerealmentenecesitabasu
ayudaporprimeravezdesdehacíamuchotiempo.
—Resultaevidentequeestásdisgustado—dijoBowen—.Cualquieraentusituaciónsentiríalomismo.
Estabaenlacocina,mirandofijamentealdoctorBowenenlapantalladelordenador.Lehablébrevementesobremiviaje
a Easley antes de lanzarme a explicar lo sucedido con Natalie. Me repetía continuamente, hablando en círculos,
planteándome lasmismaspreguntas sinesperaruna respuestaen realidad.Alotro lado,Bowenesperabaqueacabasede
hablarantesdeofrecercualquiercomentario.
—Másquenadamesientoheridoyconfundido—dije,pasándomelamanoporelpelo—.Simplementenoentiendoquéha
pasado.Elladijoquemeamaba.¿Quécreesquehapodidoocurrir?
—Nocreoquepuedaresponderaesapregunta—contestó—.Loúnicoqueséconcertezaesque,segúnmecuentas,ha
expresadosusdeseos.
—¿Creesqueesporelotrohombre?
—¿Túno?
«Porsupuestoquesí.¿Porquéotromotivocortaríaalguienunarelaciónconlapersonaalaqueama?»
Alnoresponder,Bowenseaclarólagarganta.
—¿Quétalestásdurmiendo?
—Nodemasiadobienestosúltimosdías.Talveztresocuatrohoras,dandomuchasvueltas.
—¿Hastenidopesadillas?
—Nocreoqueduermalobastantecomoparasoñar.
—¿Ycómoestásduranteeldía?
—Conelalmaenvilo.Tenso.Peronoestoybebiendoyhagoejercicio.Aunquenotengohambre,meobligoacomer.
—¿Ytusmanos?¿Tiemblanaveces?
—¿Porquéibanahacerlo?¿Pensabasquemeibaaconvertirenundespojohumano?—espeté.
—Solohehechounapregunta—comentó—.Metomarélarespuestacomoun«no».
Meapretéconlosdedoselpuentedelanariz.
—Porsupuestoquees«no».Créeme,soyconscientedemisituaciónyséquédebohacerparaestarsano.Estoyestresado
ahoramismo,peroestoyesforzándome,¿vale?SoloquierosaberquéhagoconNatalie.
Podíasentirsumiradaclavadaenmíatravésdelapantalla,hastaqueporfindijoenuntononeutro:
—Sientenderloestanimportanteparati,supongoquesiemprepuedesirasucasaeintentarhablarconella.
—¿Mesugieresquelohaga?
—No—dijo—. Sime pidesmi opinión, no te lo recomiendo. Por lomenos no ahoramismo. Tal comohas descrito la
situación,pareceestarseguradesudecisión.Intentarobligarlaareconsiderarsueleccióncontrasuvoluntadprobablemente
seríacontraproducenteyempeoraríaaúnmáslascosas.
—Nocreoquepuedanempeorarmás.
—Curiosamente,casisiemprepuedeserpeor.
Hiceunparderotacionesconloshombrosantesdeobligarmeainspirarprofundamente.
—Soloquiero…
LamiradadeBowendemostrabaempatíacuandonofuicapazdeacabarlafrase.
—Séloquequieres—dijo—.QuieresqueNataliesientaportilomismoquetúsientesporella.Quieresquetuamorsevea
correspondido,ytenerunfuturojuntos.
—Exacto.
—Y,sinembargo,tambiénsospechabasqueestabaviendoaotrapersona,yqueinclusosetratabadeunarelaciónseria,
antes de que ella lo confesara. En otras palabras, nunca supiste qué podías esperar. Bueno, la terapia de pareja no es
precisamentemi especialidad, excepto en el contexto del trauma por estrés postraumático, pero en el transcurso demi
propiavidaheaprendidoquenosepuedeforzarelinterésrománticoconalguienquenolosientehaciati.
—Peroesaeslacuestión.Tengolasensacióndequerealmentesísienteeseinterés.
—¿Aunquetehayadejadoclaroquequeríadejarlo?—Mehabíadesarmado.Bowenprosiguió—:Entonces,lomejorque
podríashaceresesperarhastaquecambiedeopinión.Entretanto,esfundamentalquecuidesdetimismoysigasavanzando
entupropiavida.Esimportantenoobsesionarse,porqueprobablementetesentirásaúnpeor.
—¿Cómosesuponequepuedoevitarpensarenello?
—Unmétodo es estar ocupado.Concentrarse en las cosasquehayquehacer.Recuerda las lecciones aprendidas en la
terapiaconductualcognitivayladialéctica:esoscomportamientospositivosquepuedenrebajareltorbellinoemocionalque
sientes.Porejemplo,¿yahasencontradounalojamientoenBaltimore?MañanaeselPrimerodeMayo.
—Todavíano—contesté—.Aúntengoqueresolveresetema.
—Salir del pueblo te ayudaría a sentirte mejor. Un nuevo entorno, sobre todo en combinación con un propósito
importanteyespecífico,puedeayudaradistraertedelasemocionesqueestásexperimentando.
Sabíaqueesoeracierto.Noobstante,mecuestionabasielviajeaCarolinadelSurnohabríahechomásfácilparaNatalie
quetomaseladecisióndeacabarconlonuestro.Talvezsihubierapasadomástiempoconellaaprincipiosdesemana,nada
deesohabríasucedido.Pero¿cómopodíasaberloconcerteza?
—Tienesrazón.Mecentraréeneso.
—Siguesteniendoamigosallí,¿no?
—Unpardecompañerosdelaresidenciasiguenenlazona.
—Quizáspuedasasistirconellosaunpartido,oquedarparaalmorzar.Volveraconectarconviejosamigossiemprees
buenoparaelalma.
SabíaqueBowencreíafirmementeencualquierformadedistracciónsana.
—Melopensaré.
—Tambiéndijistequequeríashablarconelpropietariodelaempresadegrúas.
En el último par de días hablar con AJ había dejado de ser una prioridad para convertirse en una cuestión de poca
importancia,sinoinexistente,yquedarremplazadaporlanecesidaddehacertodoloposibleparanovenirmeabajo.
—Loharé—mascullé.
—Bien—dijo—.Noteolvidesdeque,pormuydifícilquesealasituación,siempreesposibleencontraralgoconloque
disfrutaryestaragradecidoporlasoportunidadesquenosofrecelavida.
Bowenusabaesaexpresióncon frecuencia,yaunqueadmitía la importanciadedisfrutary sentirseagradecidopara la
propiasaludmental,avecesmesacabadequicio.Comoahora.
—¿Algúnotroconsejo?
—¿Sobrequé?
—¿QuédeberíahacerconNatalie?
—Creo—dijolentamente—queestásllevándolotodolomejorquesepuedeenestosmomentos.Peroestoyplanteándome
siseríabuenaideaqueterecetaraalgoqueteayudeadormirmejor.Largosperiodossinunsueñodecalidadpuedenafectar
sensiblementelossíntomasdetutrauma.¿Haspensadoenesaposibilidad?
Había tomado pastillas para dormir en alguna ocasión, junto con antidepresivos. Conocía bien sus beneficios, pero
preferíaevitartomarlas.
—Creoqueestoybien.Esperemosaverquépasa.
—Sicambiasdeopinión,dímelo.Recuerdaquesiempreestoydisponiblesisientesquenecesitashablarantesdenuestra
próximasesión.
—Descuida,loharé.
Apesarde laconversaciónconBowen,nomesentíaconganasdeencontrarcosascon lasquedisfrutaropor lasque
sentirmeagradecido.
En lugarde eso, continuabaobsesionado con la situaciónmientrasdeambulabadeun lado a otrode la finca. Intenté
reflexionar sobre las recomendaciones de Bowen; me esforcé en aceptar la idea de que Natalie debía tomar la decisión
adecuadaparaella.Todoesetiempomiestadodeánimosiguiósiendoplomizo,ypodíasentir la tensiónde lamandíbula
transformándoseendolor.
Muyamipesar,Bowenmehabíavueltoademostrarqueteníarazón.Eracomocuandolospadresnosdecíandeniños
quedebíamoscomerverduras:talveznonosgustaban,peroindiscutiblementeesoerabuenoparanuestrasalud.
Sabíalosuficientedemitraumacomoparanoarriesgarmeaestarrodeadodemuchagenteporsiaalguienseleocurría
colarse,odesafiabaencualquierotraformamidudosoequilibrio.Eralosuficientementeconscientedemiestadocomopara
saberqueaveceseramejoresconderseyevitartotalmenteelcontactoconotraspersonas.
Yesoesexactamenteloquehice.
AlamañanasiguientedespertémásirritadoconmigomismoqueconNatalie.Aunquenohabíadormidobien,sabíaque
habíallegadoelmomentodeponerfinalafiestadelaautocompasión,queyadurabacuatrodías.Esonosignificabaqueme
sintiera agradecido, nadamás lejos. Pero con el tiempo había aprendido que la terapia conductual cognitiva y dialéctica
funciona.Enotraspalabras,teníaquemantenermeocupadoyempezaratachartareasdemilista.
Despuésdehacermisejerciciosydedesayunar,mesumergíeninternetparabuscardescripcionesyfotografíasdepisos
en alquiler cerca de laUniversidad JohnsHopkins. Como ya había vivido allí anteriormente, conocía bien los diferentes
barrios,ypudeencontrarochoposibilidadesdistintasquedespertaronmiinterés.
PenséqueBowentampocoseequivocabaencuantoasalirdelpueblo,asíquellaméavariasinmobiliariasparaconcertar
visitashaciaelfinaldelasemana.Acontinuaciónreservéunhotel,yluegoescribíune-mailauncirujanoortopédicoque
seguía viviendo en Baltimore, y accedió a quedar conmigo para cenar el sábado por la noche. Busqué un partido de los
Orioles, pero jugaban fuera. En lugar de eso, reservé una entrada para el acuario nacional. Casi podía sentir a Bowen
dándomepalmaditasenlaespaldaporeltrabajobienhecho.
AúltimahoradeldíavolvíallamaralaempresadegrúasdeAJydejéunmensajeligeramentedistinto:ledijequetrasla
muertedemiabuelohabíaheredadolacamionetayleexigíacategóricamentesudevolución.Encasodenegarse,supondría
quelahabíarobadoyalertaríaalasautoridadescompetentes.Dejémidirecciónynúmerodeteléfono,yledideplazohasta
ellunessiguienteparaponerseencontactoconmigo,sugiriendoquecuantoanteslohiciera,mejor.
Dejar unmensaje tan agresivo tal vez no era la opciónmás inteligente. La gente no suele reaccionar bien ante una
amenaza,pero,enmiestadodeánimoactual,mesentóbiendesfogarmeconalguien.
Elmiércolesempaquetéunascuantascosas,puselabolsaenelmaleterodemitodoterreno,yhacialassieteyasalíapor
lapuerta.Laconducciónpresentalatendenciadeponeralagenteenunestadoreflexivo,yobviamentemetrajoalamentea
Natalie, lo cual convirtió el inevitable tráfico de Washington D. C. en todo un reto para mi hipersensibilidad. Acabé
convencidodequealgunosconductoresintentabanprovocarmeapropósito.
Afortunadamente,yapesardemiestado,lleguéaBaltimoresinincidentesybusquéellugardelaprimeravisita,dondeel
agenteinmobiliariomeesperaba.Unespaciofuncionalenunedificiomediodecente,y,aunquehabríabastado,nosuscitaba
ninguna otra emoción. La decoración estaba anticuada y losmuebles desgastados, por nomencionar las vistas desde el
diminutoporche:uncallejónllenodebasura.Lasegundaopcióneraprácticamenteigual,perolasvistasmejoraban,siempre
quealinquilinolegustaraobservaralvecinoytenerlaposibilidaddeasomarseporlaventanaparapedirunatazadeazúcar.
Eliminéambosapartamentosdelalista.
Serio y malhumorado recorrí los vestíbulos del hotel durante una hora antes de pedir finalmente el servicio de
habitaciones.Aunquemedormítemprano,medespertéenmitaddelanocheyacabéunasesióndeejerciciosextralargaenel
gimnasioantesdequellegaranadiemás.Derrochéeneldesayunoydespuésfuiavertresposibilidadesmás,delascuales
megustó lasegunda.Trasmostrarmemuyinteresado,prometíalagente inmobiliarioque lediríaalgocomomuytardeel
viernesporlatarde.
Elviernesdosdelasopcionesquevisitémeparecieronprometedoras,peroseguíaprefiriendoelapartamentodeljueves.
Llaméa la inmobiliaria, concertéuna citahacia el finalde la tarde, y luego firméel contrato.Estaba satisfechodehaber
tomadounadecisiónydehaberresueltoesetema,asíquedecidícelebrarlocenandoenelbarenlugardepedirelserviciode
habitaciones. Entablé conversación con una mujer que vendía productos veterinarios. Atractiva, buena conversadora, y,
definitivamente,coqueta,medejóclaroqueleinteresaríacualquierpropuestaquelehicieraparaesanoche.Peronoestaba
dehumor,ytrasmisegundacopamedespedí.Yaenlahabitación,metumbéenlacamaconlasmanoscruzadaspordetrás
delacabeza,pensandoensiNatalieseestaríaarrepintiendo.
Elacuariovalíalapenaapesardequeestabaabarrotado;lacenaconmiamigoysumujerfueinclusomejor.JoeyLaurie
sehabíancasadohacíatresañosyteníanunaniñapequeña.Lauriepasópartedelanocheintentandoconvencermedeque
teníaquepresentarmeaunaamiga.
—Haríaisbuenasmigas—dijo—.Esjustotutipo.—Pusealgúnreparo:lerecordéquemeiríaaldíasiguiente,peropara
Laurieesonoeraimportante—.Vendrásaviviraquímuypronto—dijo—.Entoncespodremosencontrarnostodos.
¿Quiénsabe?Quizáscuandollegaraelmomentoestaríaenotroestadomentalquemepermitieraaceptarsupropuesta.
Ahoramismo,nopodíaimaginarlo.
Volví a casa el domingo. Después de poner la ropa sucia en el cuarto de la lavadora, recogí el correo que se había
acumulado enmi ausencia.Normalmentenohabía gran cosa:unas cuantas facturas ypublicidad, así queme sorprendió
encontrarunacartadeunabogadollamadoMarvinKerman,deCarolinadelSur,aminombre.
Tras abrir el sobre, leí la carta mientras caminaba, y llegué al final ya en el porche delantero. El abogado, que
representaba a la empresa de grúas de AJ, me escribía para informarme de que la camioneta de mi abuelo había sido
subastadaporimpagodelservicioderemolqueyalmacenamiento,deacuerdoconlasleyesdeCarolinadelSur.Tambiénse
me informabadeque sehabía enviadouna carta a ladireccióndemi abuelo endiciembre, en laque se explicabaque, a
menosquesehicieralatransferenciadelpago,lacamionetaseconsideraríaabandonadaylaempresadegrúasemprendería
las acciones pertinentes. Hacia el final de la carta, el abogado declaraba que si no dejaba de molestar a su cliente, se
presentaríancargoscriminalesocivilesenmicontra.
Eramásqueprobablequelaprimeracartahubieraestadoenelcorreoquehabíadesechadocontantanegligenciacuando
lleguéa lacasay, talcomomi instintomehabía indicado,habíasidouna ideaestúpidaamenazaraAJocualquiera-que-
fuera-su-nombre.Locualmedejaba,engranmedida,enunavíamuerta.
Peronoporcompleto.
Graciasaaquellacarta,ahoracontabaconotraposiblepistaqueseguir,aunquenoestabasegurodequemeayudaraa
seguirtirandodelhilo.Porlomenosteníaelnombreyelnúmerodelabogado.
Unavezfirmadoelcontratodelapartamento,eltrasladoaBaltimoreparecíainminente,aunquetodavíaquedabamásde
unmesantesdemipartida.SentínostalgiaydecidípasarunratoconlasabejasantesdemisesiónconBowen.
Mevestíconeltrajeprotector,cogítodoloquenecesitaba,yelegícuatrodelascolmenasalazar.Saquéloscuadros,y
comprobé que pronto sería hora de recoger lamiel; las abejas habían estadomuy ocupadas las últimas semanas.Decidí
regresaraNewBernaprincipiosdeagostopararecolectarlamielaunquemiresidenciayahabríaempezadoenserio.Podría
hacerloenunfindesemanaypenséqueamiabuelolehabríagustadoquelohiciera.SupusequeClaudeestaríaencantado.
Al tomar aquella decisión, me di cuenta de que no tenía la menor intención de vender o alquilar la finca. Había
demasiadosrecuerdos,yaunquenosabíaquéimplicacionestendríaparamíenelfuturo,simplementenopodíaimaginarme
aotrapersonaviviendoallí.MepreguntésimidecisióneraunaespeciededeseosubconscientedeestarcercadeNatalie,
perodescartélaidea.
Mequedaríaconlacasapormiabuelo,noporella.Esosignificabaqueteníaquecontrataraunaempresadereformas,
porquerealmentehabíaquehacerreparacionesurgentes.Unacosaeraquedarseunoscuantosmeses,peroconvertirlacasa
enunespaciopermanentementehabitableeraalgomuydistinto.Todavíanecesitabauntechonuevoyrenovarelsuelodela
cocina.Suponía,además,quehabíatermitasyqueelaguahabíadañadoloscimientos,y,simásadelantequeríapasarmás
tiempoaquí,necesitaríauncuartodebañomásgrandeytambiéncambiaralgunascosasenlacocina.Porloquehabíavisto,
talvezhabríaproblemasconlafontaneríaylaelectricidad,osea,quehabíatrabajoparameses.Necesitabaquealguiense
encargarade la finca, vigilase la casa, y controlara los avances en las reformas, parapoder enviarme fotos amedidaque
progresaralaobra.
MepreguntésiCalliemeayudaríaamantenerlascolmenas,añadirlosexcluidoresdereinasymediasalzasaprincipios
deprimavera.Comoteníaquepasarporlafincadecaminoalatienda,nosupondríaundesvío,yleofreceríamásdinerode
lo que seguramente valía el trabajo.Estaba segurode que le iría bien algode dinero extra, pero antes quería hablar con
Claude sobre sus hábitos de trabajo. Aunque ya hubiera ayudado a mi abuelo, quería estar seguro de que era alguien
responsable.
Mi listade tareas,queya creía resuelta,de repentevolvíaa estar llena.Empresade reformas, gestorde lapropiedad,
CallieyClaude…Genteconlaqueteníaquehablar,responsabilidadesqueasumir.Hoyeraundíatanbuenocomocualquier
otroparaponerlotodoenmarcha;apartedelasesiónconBowen,soloteníaotropuntoenlaagenda.
LlaméaMarvinKerman,elabogadodelaempresadegrúasdeAJ,inmediatamentedespuésdeacabarconlascolmenas.
Lasecretariadijoqueestabaenunjuicio,peroqueseguramentemedevolveríalallamadaesamismatarde.
Concertéunacitaconlamismaempresadereformasgeneralesalaquehabíarecurridohacíaalgunosmeses.Medijeron
quevendríandurantelasemanaentrante,ymerecomendaronquemandarahacerunainspecciónconanterioridad,paralo
cualmeofrecieronelnombredeunapersonadeconfianza.Elinspector,afortunadamente,noestabatanocupado,ymedijo
quepodríavisitarlacasaeljueves.Encontrétambiénatrespotencialesgestoresdelapropiedad,yorganicéelhorarioenel
quepodríanpasarporcasaparaentrevistarlos.MisesiónconBowenfuebien.Semostróuntantopreocupadoalsaberque
seguíasindormir,peroleencantósaberqueyahabíareservadounapartamentoparavivirenBaltimore.Hablamossobremi
persistenteinquietudenrelaciónconNatalie,ymeconminóadarmealgodetiempoparacurarlaherida,recordándomeque
noeraposibleacelerarloqueéldescribiócomounperiododeduelo.Intenténegarlaangustiaquesentía,peroalhablarde
ellamisemocionesvolvieronaafloraralasuperficieconlamismaintensidaddehacíadías.Cuandodimosporterminadala
sesiónestabatemblando.
Y,porprimeravezdesdequeNataliequisoponerpuntofinalalonuestro,mederrumbéylloré.
MarvinKermanmedevolviólallamadaesamismatarde.Eranlascincoymedia,ysupusequeeralaúltimallamadadel
día.Alidentificarse,casiparecióestarladrandosunombre.
—Graciaspordevolvermelallamada,señorKerman—respondí—.Esperoquepuedaayudarme.
—Lamentablemente, la camioneta fue subastada —dijo—. Como le indiqué en la carta, el proceso era un método
enteramentelegalderecompensarlosserviciosprestados.
—Comprendo—dijeenuntonoconciliador—.Noestoymolestoporlaventadelacamioneta.Lehellamadoparasabersi
podríacontactarconsuclienteporotrotema.
—Noestoysegurodeentenderaquéserefiere.
Nuevamentevolvíacontarlahistoriadeloqueleocurrióamiabuelo,ylascuestionespendientessobreloquelehabía
pasado.
—PenséqueAJ,otalvezotrapersona,podríanhaberlimpiadolacamionetaypuestolosartículospersonalesenunacaja,
oquequizáesténguardadosenotrolugar—añadí—.Teníalaesperanzadepoderrecuperarsuscosas.
—Entonces,¿estáinteresadoensusefectospersonales,ynoenlacamionetaoeldinero?
—Soloestoyintentandoaveriguarquélepasó.
—Nosésiguardaronsuspertenencias.
—¿Podríapreguntarasucliente?
—Supongoquesí.¿Ysinohaynada?
—Entoncesseacabaránmispesquisas.Nopuedobuscarpistasdondenolashay.
Kermanprofirióunsuspiro.
—Supongoquepuedopreguntarle,pero,repito,nolegarantizonada.
—Seloagradezco.Gracias.
El lunes,consumidopor las lágrimasyconel findeevitarunarecaída,decidípasarmeelrestode lasemanaenpiloto
automático, intentando estar lo más ocupado posible. Con los principios básicos de ambas clases de terapias cognitivas
retumbandoenmicabeza,hicemásejerciciodelonormalyconmásintensidad,evitéelalcoholycomílomássanoposible.
Seguíavanzandoenlastareaspendientes.Elinspectorvinoymeprometióquetendríaelinformelistoparaellunes,conel
findequelaempresadereformaspudieradisponerdelainformaciónparahacerunpresupuesto.Entrevistéalosgestoresde
lapropiedadydecidíconfiarenunamujerque,además,trabajabacomoagenteinmobiliariaycuyomaridohacíatambién
reformas.Measeguróquepodíasupervisaraunacuadrilladeobrerosymeprometióquesepasaríaporlomenosunaveza
la semanapor la fincacuandoyoestuvieraenBaltimore.TodavíanohabíahabladoconClaudeoCallie,perosupuseque
podríahacerloencualquiermomento.
Elviernespor lanoche,sentadoenelporche,medicuentadequehabíanpasadoquincedíasdesde laúltimavezque
habléconNatalie.Volvióacostarmedormir,ycuandomedespertéenmitaddelanoche,decidíqueestabacansadodemirar
fijamenteeltechodurantehorasenmediodelaoscuridad.Melevantécondificultad,mevestíyviqueeranpocomásdelas
dosde lamadrugada.Fuiunmomentoal cobertizode lamiel, subíami todoterrenoy condujehasta laSpencerAvenue.
Aparquéalfinaldelamanzana,ycaminéhastalacasadeNatalie.Alacercarme,mepreguntésiestaríacon«elotro»enese
momento;siestaríanenlacama,osihabríansalido.Penséensilemiraríadelamismaformaquemehabíamiradoamí.
Todoellomehizounnudoenlagargantacuandodejédostarrosdemielalaentradadesucasa.
Sindudasabríaquiénloshabíadepositadoallí;tambiénmeplanteéquépasaríasifuera«elotro»quienlosencontrase.
¿Quélecontaríaella?¿Lehabríahabladodemíalgunavez?¿Habríasiquierapensadoenmílasúltimasdossemanas,oacaso
yamehabríaconvertidoenunvagorecuerdo,teñidodearrepentimiento?
Regreséexhaustoalcoche,únicamenteacompañadoporelecodemispreguntassinrespuesta.
14
asó otro fin de semana y otra sesión con Bowen. Recibí el informe de la inspección y hablé con el responsable de la
empresadereformaselmartes,quienmeprometiópasarmepresupuestoenseguida.
Comohacíadíasquenoprestabaatenciónalmundoexterior,noteníaniideadequeacechabaunatormentahastaque
llegaronunasdensasnubesyelvientoempezóasoplar,pocodespuésdequesehubieraidoelcontratista.Enunprincipio
pensé que sería la típica tormenta de finales de primavera, pero, tras escuchar el noticiero local, me planteé si debía
preocuparme realmente. Se esperaban fuertes lluvias y vientos racheados, y se cancelaban las clases en los colegios los
siguientesdosdías.LasnoticiasendirectodesdeRaleighmostrabancarreterasinundadas,yhablabandevariasoperaciones
derescateencurso.
Alcabodemenosdeunahoraempezaronacaerlasprimerasgotas;cuandomefuialacamalalluviaeratanfuerteque
parecíaqueestabadurmiendoenunaestacióndetrenes.Alamañanasiguiente,latormentasehabíaintensificadohastacasi
convertirseenunhuracán.Lasnubesnegrassearremolinabanenelcielo,yelvientohacíatemblarlasventanas;laotraorilla
delríohabíaquedadoreducidaaunamerasombra,oscurecidaporelaguacero.
Estuveobservandounbuenratodesdeelporchedeatrás,conlalluviasalpicandoenmicara.Finalmentemeretiréala
cocina, ymesequéconuna toallademanos.Estabaempezandoaprepararuncafé cuandoescuchéel ecodeun tintineo
continuadoresonandoportodalacasa.Obviamente,encontréunagoteraenelsalón,dosmásenlahabitacióndeinvitados,
yotraenunodeloscuartosdebaño.Eneltechopodíanversegrandesmanchasdehumedadcirculares,ytambiénpendían
algunastirasdeyeso,locualindicabaquelasfiltracionesprobablementehabíancomenzadoporlanoche.Cómoeraposible
quenomehubieradadocuentaanteseraalgoinexplicable,peroregreséaladespensaylacocinaparacogerelcubodela
fregonaytresollas.Usélafregonaparasecarelsuelodespuésdecolocarlosrecolectoresdelluviaenellugaradecuado,pero
lafrecuenciadelgoteoparecíaestaraumentando.
Proferí un suspiro. El tejado necesitaba una lona urgentemente, y eso significaba que acabaría afuera bajo el diluvio,
probablementedurantehoras.Ademásnecesitaríaunosladrillosparasostenerlalona.
Eldíacadavezibamejor.
No.
Decidínohacernadahastahabermetomadoelcafé.Mepuseunacamisetaviejayunasudadera,volvíalacocina,yme
servíunatazadecafé.Aldarelprimertrago,viquemetemblabanlasmanos.Dejélatazaenlaencimerayobservéfascinado
mismanos.¿Seríadebidoalaperspectivadetrabajarbajolalluvia?¿Oporlanuevaaventuraenlaqueestabaapuntode
embarcarmeenlaJohnsHopkins?¿OtalvezporNatalie?
Larespuestaparecíaobvia,peroalmirarconatenciónmesentíagradecidoalcomprobarqueeltemblornoeratangrave
comoantes.Sinembargo,mesorprendió.Sí,noestabadurmiendobienyhabíaestadollorandorecientemente,porprimera
vezdesdehacíaaños.Admitíquemehabíasentidotenso,perocasinopodíarecordarlaúltimavezquemismanossehabían
vueltolocas.Nisiquieracuandomuriómiabuelo,ocuandomemudéaNewBern.¿Porquéahora?Nataliehabíapuestofina
lonuestrohacíacasitressemanas.¿Cómopodíaelpasodeltiempoempeorarmáslascosas?
Despuésdereflexionarunpoco,supelarespuesta.Mismanosnohabíantembladojustodespuésdelaexplosión;nofue
hastaquetodaslasoperacioneshubieronconcluido,cuandoempecéaadvertirvariossíntomasy,aldarmecuentadeello,lo
vi todo claro. La explosión en Afganistán también hizo volar por los airesmi futuro, y en algún nivel subconsciente, el
rechazodeNatalie tambiénechabapor tierraotraclasediferentedeperspectivas,ysemanifestabacon lamismaclasede
reacción retardada.Nome cabía lamenordudadequeBowen corroboraría que estaba en lo cierto. ¿Acasonomehabía
preguntado al respecto, casi como si esperara que empezaran a temblar de unmomento a otro? Sí lo había hecho.Me
conocíatanbien…Pormuydolidoqueestuviera,seguíaamandoyechandodemenosaNatalie.
Toméunparde respiracionesprofundas,hiceunas cuantas seriesdeejerciciosapretando lospuños, ypocoapocoel
temblorremitió.Probablementelacafeínanomeharíaningúnbien,pero¿quémásdaba?Megustabaelcaféymetomédos
tazas.Luegocogíunchubasquerodecaminoa lapuerta.En todocaso, la tormentaeraahoramás fuerte.Elvientohabía
arreciadoy traíaconsigoopacascortinasde lluviaendiagonal.Dentrodelcoche,meenjugué lacaraynotéelcharcoque
habíadejadoenelasientoalentrar.
Enalgunaspartesde laentradaelaguayaalcanzaba losquincecentímetrosdealtura,y lacarreteranoestabamucho
mejor.Inclusoconel limpiaparabrisasalmáximo,teníaqueinclinarmeporencimadelvolanteyreducirlavelocidadmuy
pordebajodellímite.Uncamiónsecruzóconmigoenladirecciónopuestaymearrojóunaolaquemehizofrenarenseco
paranodesviarmedelacarretera.Eracomoconduciratravésdeuntempestuosotúneldelavado,yalcomprobarquelas
ráfagasdabansacudidasal todoterreno,supequenisiquiera los ladrillosbastaríanparaevitarque la lonasalieravolando
haciaOz.Necesitaríabloquesdehormigón,locualharíacadaascensiónporlaescaleramuchomásemocionante.
Quéafortunadoera.
Noladistinguíhastaelúltimomomento;unafigurasolitariacaminandoporelarcén.Giréelvolanteunpocomientrasmi
cerebroprocesabaloquehabíavisto:simplementenopodíaimaginarmequealguienseaventurasevoluntariamenteasalir
consemejantetemporal.Paramisorpresa,lareconocí.Detuveelcocheybajélaventanilladelasientodelcopiloto.
—Hola,Callie.¡Soyyo,Trevor!—gritéporencimadelestruendodelatormenta—.¿Quieresquetellevealtrabajo?
Aunqueteníapuestalacapucha,noparecíaquesuchaquetafueraimpermeable.Llevabacolgadadelhombrounabolsa
debasuradeplástico,sindudaconropasecaderepuesto.
—Estoybien—dijo,haciendoungestoconlacabezacomoparadesestimarmiayuda—.Nonecesitoquemelleven.
—¿Estás segura?—pregunté—. Voy en lamisma dirección, y la carretera ahora es peligrosa. Los conductores apenas
puedenverte.Venga.Sube.
Parecióvacilarporunmomentoantesdeasir la cerraduraa regañadientesyabrir lapuerta.Subióagatasy se sentó,
chorreandoydesaliñada, conun tonoazuladoen lapiel, comodeporcelana.Apretó con fuerza labolsadeplástico enel
regazomientrasnosincorporábamosaltráficoenlacarretera.
—Apartedeltiempo,¿estásbien?
—Estoybien.—Luego,enuntonocasideresentimiento,añadió—:Graciasporparar.
—Denada.Puedesponerlabolsaenelasientodeatrássiquieres.
—Yaestoymojada.Noimporta.
—Mealegrodehabertevisto.Haceuntiempoterrible.
—Soloesagua.
—Imaginoqueenlabolsallevasropaseca.
Memirósuspicaz.
—¿Cómolosabías?
—Sentidocomún.
—Ah.
Penséenpreguntarlesileinteresaríacuidardelascolmenas,peroantesqueríahablarconClaude.Asíquedecidíhablar
decosasbanales.
—¿QuétalenelTradingPost?
—Bien.
—Mealegro.¿Tegustatrabajarallí?
—¿Porquéquieressaberlo?
—Essoloporhablardealgo.
—¿Porqué?
—¿Porquéno?
Dabalasensacióndequenosabíaquéresponder.Lamirédereojoydenuevopenséqueparecíademasiadojovenpara
estartrabajandoajornadacompletaenlugardeiralaescuela,perotuvelasensacióndequesilepreguntabasecerraríaen
banda.Enesemomentounaráfagadevientozarandeóelcoche,haciendoquesedesplazaraaunlado.Redujelamarchaal
mínimo,navegandoporlacarreterainundada.
—¿Hasvistoalgunavezunatormentaconlluviayvientocomoesta?Escomounminihuracán.
—Nuncahevistounhuracán.
—Creíaquehabíascrecidoaquí.
—No—respondió.
—¿Tuspadresnovivenaquí?
—No.
—Entonces,¿quétetrajoaNewBern?
—Noquierohablardeello.
ComonoibaalaescuelayeltrabajoenelTradingPostnoeraexactamenteunacarreraprofesional,mepreguntési(al
igualqueNatalie)sehabríamudadoporqueteníaunarelaciónconalgúnlugareño.Peromeparecíademasiadojovenpara
eso,adecirverdad.Locual,enmiopinión,sugeríaproblemasfamiliares.
—Evidentemente no es asuntomío—admití—. Siento haberte preguntado. Pero espero que todomejore para ti y tus
padres.
Girólacabezahaciamí.
—¿Porquédiceseso?—preguntó—.Nosabesnadademíodemispadres—espetó—.Paraelcoche.Quierobajar.Andaré
elrestodelcamino.
—¿Estássegura?Casihemosllegado—protesté.ElTradingPostestabaamenosdecienmetrosdedistancia.
—¡Paraelcoche!
Resultabaobvioquehabíapuestoeldedoenlallaga.Noqueríaempeorarlascosas,asíquemeapartéaunladoydetuve
elvehículo.Abriólapuertadelcocheconfuerzaysaliósinmiraratrás,dandounportazo.
Laobservéuninstante,mientrasatravesabapenosamenteloscharcos.Cuandosedistanciólosuficientedeltodoterreno
regresélentamentealacarretera,conlasensacióndequelahabíaofendido.Noeraasuntomío,perovolvíapensarensu
exageradareacción.Meacordédelaconversaciónfrustradadurantesupausaparaalmorzar.Meparecióqueerareservaday
recelosa, y me pregunté cómo había conseguido mi abuelo vencer sus defensas. Por mi experiencia con ella, no podía
imaginarmequeseofrecieraaayudarconlascolmenas;estabasegurodequeellahabríarechazadodeplanolapropuestade
miabuelo,amenosqueseconocierandeantemano.Seguramenteconfiabaenélantesdequeselopidiera.
Pero¿cómohabíanllegadoateneresaconfianza?
Nopodíasaberlo,peroqueríahablarotravezconella,aunquesolofueraparadisculparme.Enfuncióndecómofuerala
charla,ydeloquemecontaraClaudedeella,leofreceríaeltrabajo.
¿Quiénsabe?Quizásalfinalcreeríaquetambiénpodíaconfiarenmí.
Seestabanacabando las lonasen la ferretería,perocomo la casaerapequeñay rectangular, tuve suertey conseguí la
adecuada.Despuésfuiaporuncarrodemetalylocarguéconbloquesdehormigón.Habíagenteesperandoenlacaja,pero
nadiesecoló,locualeraaltamentebeneficiosoparacualquierposibleimplicado.
Carguéelcoche,condujeacasayaparquémarchaatráslomáscercaposibledelaentrada.Enelinterior,vaciéloscubosy
las ollas, y luego fui al granero a por una escalera demano.Después empecé con el largo proceso de subir la lona y los
bloquesdehormigónhastael tejado,haciendovariosviajespor laescalera,y luegocolocar todoensusitio,mientrasme
azotabanlalluviayelviento.Habíaformasmejoresdepasarlamañana.
Alacabarestabacongeladoyfamélico,y,trasunalargaduchacaliente,decidícomerenelTradingPost.Elaparcamiento
estabamásllenodeloqueimaginaba,perosemeocurrióquesiyonoteníaganasdeprepararmeunsándwich,noerade
extrañarquelosdemástampoco.
Unavezdentro,Claudemesaludóalzandolacabezadesdelacajaregistradora,ylocalicéaCallieenunaescaleraplegable
enlapartedeatrásdelatienda,colgandounasbotasdepescarenunosganchosabastantealturaenlapared.Frankestaba
ensupuestoantelaparrillayhabíavarioshombrescomiendoenlasmesas.Lostaburetesdelabarraestabanocupados,por
loquetuvequeabrirmepasoentrelosclientesparaesperarmiturnoypedirunahamburguesaconquesoypatatasfritas.
Las cortinas de lluvia seguían golpeando las ventanas, y pude escuchar algunas conversaciones sobre la tormenta.
Aparentemente,elcentroyotrosbarriosyaestabaninundados.
Después de que Frank tomara nota de mi pedido, saqué una botella de Snapple de una nevera y fui hacia la caja
registradora.Claudeseñalóconungestolasventanas.
—¿Notepareceincreíble?Estácayendounatrombadeagua.
—Unalocuradetiempo—dije.
—¿Quéhaspedido?
Contestéymarcóenlacajaelprecio;trasrecibirelcambio,pregunté:
—¿Tienesunminuto?MegustaríapreguntarteunpardecosassobreCallie.
—Estáahídetrás,porsiquiereshablarconella.
—Preferiríaquemedierasreferenciassobreella—comencéadecir,leexpliquéloqueteníaenlamente,yélasintió.
—Es una empleada fantástica—respondió—.No se queja, no le importa quedarsemás tiempo, y nunca ha fallado, ni
siquieracuandoloestabapasandomal.Esmuybuenalimpiandotambién,casiobsesiva.Creoqueharíaunbuentrabajocon
lasabejas,peronoolvidesqueesunpocorara.
—¿Enquésentido?
—Llevatrabajandoaquí…,nosé,¿diez,oncemeses?Llegóafinalesdelveranopasado,peroapartedequesigueviviendo
enelparquedecaravanasdelacarretera,teprometoquenosénadadeella.Nadiesabegrancosa.
«Nomeextraña»,pensé.
—MedijoquenoeradeNewBern.
—Nolodudo.HastaqueCarlmelarecomendó,nuncalahabíavistoantes.Escomosihubieracaídodelcieloderepente.
Inclinélacabezacomosinohubieraoídobien.
—¿Miabuelotelarecomendó?
—Enefecto—confirmóClaude—.Latrajoaquí,dehecho,hastalapuerta.Mepidióqueledieraunaoportunidadymedijo
queresponderíaporellapersonalmente.Esofueafinalesdeverano,yalgunosdelosestudiantesquetrabajabanaquívolvían
alauniversidad,demodoqueteníaunavacante.Mearriesguéymealegrodehaberlohecho.Esunapenaquetengasqueirte
deaquí.
—Seguroquevolveré—dije—.Graciasporlainformación.
—Haráunapausaenseguida,siquierespreguntarlelodelascolmenas.Conestetiemposeguramentecomeráenlaparte
deatrásynoalladodelrío.
—Yameimagino.Haceuntiempohorrible.
—Estaba empapada cuando llegó. Me dio mucha pena. Si se le ha mojado el almuerzo, intentaré llevarle algo de la
parrilla.Siloacepta,porquepodríaserquenoquisiera.Noseledabienaceptarfavores.Peronopuedoimaginarmeamí
mismocomiendounsándwichdemantequilladecacahueteymermeladamojado.
Sentíqueseactivabaunrecuerdo,comounaburbujasubiendolentamentehastalasuperficie,cuandoClaudemencionó
elsándwich.Curiosamente,meparecíaqueteníaalgoqueverconmiabuelo,perotodavíanopodíaidentificarlo.
—Eslomismoqueestabacomiendocuandohabléconellalaotravez.
—Esloquecomecadadía.
AlcélavistayviqueCallieyahabíaacabadoconlasbotas,peroseguíaenlaescalera,ahoracolgandochalecosdecaza
fluorescentes.MeestabapreguntandodenuevocómohabríallegadoaconoceramiabuelocuandooíaFrankavisandode
quemicomidayaestabalista.
—Deberíasiraportuhamburguesaantesdequeseenfríe—dijoClaude—.Peroantestengounapreguntarápida:heoído
rumoresdequevasavenderlapropiedad.Siesasí,¿porquétepreocupanlascolmenas?
—Hedecididoquevoyaquedármela.
—¿Sí?
—Esloquemiabuelohubieraquerido.
Claudesonrió.
—Sinduda.
La hamburguesa estaba cocinada y condimentada a la perfección. Devoré toda la comida en cuestión de minutos.
Mientras tiraba los restosen lapapelera,oíunestruendorepentinoprocedentede lapartedeatrásde la tienda,yvique
Claudeseprecipitabahaciaallídesdesupuestodetrásdelacaja.Otroscomensalessepusieronenpieytodosseabalanzaron
en lamisma dirección, al igual que yomismo. Al ver la escalera volcada y la silueta deformada de Callie en el suelo, el
instintoentróenacciónyempecéaabrirmepasoaempellonesentrelagente.
—¡Déjenmepasar!—grité—.Soymédico.
Claudeyaestabaencuclillasasulado,conelrostrotensodepreocupación,yparacuandolleguéallí,micerebroestaba
asimilandolaescena,ylainformaciónlellegabarápidamente.
«Pacienteendecúbitolateral…nosemueve…palidez,tonocasiblancogrisáceo…¿posiblehemorragiainterna?…sangre
enelpeloqueempiezaaencharcarseenelsuelodebajodelacabeza…brazodobladoenunángulononaturalbajoelcuerpo,
locualindicaprobablesfracturasenelradioyelcúbito…»
Busqué cuidadosamente la carótidamientras los demás se arremolinaban a nuestro alrededor;mepareció escuchar a
Claudeexplicandoquelahabíavistocaersedelaescalera.Elpulsoeradébilyfiliforme.
—¡Todoelmundoatrás!—grité—.¡Claude…,tienesquellamaraemergencias!
Tardéunpocoendarmecuentadequeleestabagritando.
Claude rebuscó en el bolsillo de atrás para sacar elmóvilmientras yo dedicabami atención a Callie. Aunque habían
pasadoañosdesdemisturnosenemergencias,habíavistomuchasheridasenlacabeza,yquesalierasangredeloídoeraun
síntoma peligroso. Sospechaba que era un posible hematoma subdural, pero habría que hacerle un tac para tener un
diagnóstico.AcomodéelcuerpodeCalliecuidadosamenteparaquedescansarasobrelaespalda,intentandoalmismotiempo
estabilizar el cuello en lamedida de lo posible. La respiración era superficial, las fracturas abiertas, visibles. El brazo se
estabahinchandoyadquiriendounatonalidadpúrpuraynegra.Seguíainconsciente.Saquéelmóvildelbolsillo,encendíla
linternaycomprobésuspupilas.Porsuertesedilatabanconlaluz,perolasheridasenlacabezasiempredebentratarsecon
precaución…
OíaClaudealteléfono,ypercibíelpánicoensuvozcuandomeexplicólasituaciónparadespuésguardarsilencio.
—Dicenquelaambulanciapodríatardarunpoco.Sehainundadounadelasresidenciasdeancianosylosserviciosde
emergenciaestáncolapsados.Tampocoestánsegurosdequelaambulanciapuedallegarhastaaquídebidoalmalestadode
lascarreteras.
Antemis ojos, la palidezdeCallie parecía tornarse cada vezmás cenicienta, y eso implicabaotra complicación grave.
Observéqueenelbrazono lesionadohabíamuchoshematomas;ensumayoríaparecíanhaberseproducidohacíadías,o
semanas. Levanté la camiseta con delicadeza en busca de alguna evidencia de una hemorragia interna, pero
sorprendentementenoencontrénadaqueexplicaralarazóndelempeoramientodeltonodepiel.Teníaqueiralhospitallo
antes posible. Calculé las probabilidades y supe que, a pesar del riesgo que conllevaba transportarla, era más peligroso
esperaraunaambulanciaquetalveznisiquieraconseguiríallegar.
—Podemos ir con mi todoterreno, pero tendrás que conducir para que yo vaya detrás con ella. ¿Tienes algo donde
llevarla?¿Unacamilla?¿Unacamaplegable?Loqueseaservirá.
—Tenemoscamasplegablesenlapartedeatrás,deunpedidodematerialdecampingqueacabadellegar.¿Servirá?
—Sí—dije—.¡Veabuscaruna!
Claudesaliócorriendo.Loshombresamialrededorobservabanlaescenaconlosojoscomoplatos.Saquélasllavesdel
bolsilloylasmostréalzándolas.
—Necesitoqueunodevosotrosvayaamitodoterreno.Estáaparcadoa la izquierdasegúnseentra,esgrandeynegro.
Hayqueabatirlosasientosparaquequepalacama,ydejarlapuertadelmaleteroabierta.Elrestopodéisayudarmeasubirla
alacamaplegable,yvoyanecesitarosparatransportarla.¿Alguientieneunparaguas?Debemojarselomenosposible.
Memiraronfijamente,inmóviles,hastaqueFrank,depronto,seabalanzóhaciadelante,mecogiólasllavesyseprecipitó
hacialapuerta.Almismotiempo,Claudeirrumpiódesdelapartedeatrásdelatiendaconunavoluminosacajadecartón.
—¡Quitaosdeenmedio! ¡Necesitoespacio!—gritóantesdeprácticamentedejarlacaerenel suelo.Empezóa rasgarel
cartónparaabrirla.
—¿Sepondrábien?—preguntó.
—Esoespero—dije—.Escucha,tienesquellamaralserviciodeurgenciasdelhospital.Tienenquesaberquelapaciente
presentaunaseriaheridaenlacabeza,unaposiblehemorragiainternayfracturasabiertasenelcúbitoyelradio.¿Puedes
ocupartedeeso?
Paraentoncesyahabíaconseguidosacarelcamastro,queestababienamarradoconunasfuertestirasdeplásticopara
mantenerlocerrado.
—¿Alguientieneunastijerasouncuchillo?—gritóClaude.
—¿Mehasoído,Claude?Llamaaurgencias.Tienenqueestarpreparadospararecibirla.
—Yomeencargo.Voyallamaralhospital.Sepondrábien,¿verdad?
Lerepetíloquedebíadecircuandoleatendieran.
—Sí,loheentendido—asintió—.Noséquéhapasado.
—Ahoraloimportanteesocuparnosdeella,¿vale?
Claudedabainstruccionesagritosalosdemásseñalandolacamaplegablemientrasbuscabasumóvil.
—Necesitounastijerasouncuchilloparacortarestascintas.
Alguien a quien no reconocí avanzó haciamí con una navaja, cuya hoja se abrió al apretar un botón; en realidad se
tratabadeunarma,peroquémásdaba.Lausóparacortarlastirasdeplástico,ydesplególacama.Sedisponíaaabrirlas
patas,peroleindiquéquenolohiciera.
—Serádemasiadoaltasi lasabres.Simplementeponlaal ladodeCallie, ¿vale?Voyanecesitarayudaparasubirlacon
suavidadalacama,yluegotrasladarlahastaelcoche.Tendréquerecurriratantasmanoscomoseaposible,asíquequedaos
cerca.
Lagentereaccionadeformasdistintasdurantelassituacionesdevidaomuerte.Hevistoapersonasquesecrecenante
semejantes circunstancias y otras que se quedan congeladas, pero los hombres en el Trading Post parecían estar lo
suficientementeconcentradoscomoparasaberquéteníanquehacer.Elpropietariodelanavajadispusolacamaenellugar
adecuado,yunoscuantoshombresmássecolocaronalrededordelcuerpodeCallie.
—Voyaintentarestabilizarelcuellotodoloquepueda,porsihayunalesiónmedular.Losdemástenéisqueponer las
manosbajoelcuerpo.Nocreoquepesesiquieracincuentakilos,osea,quenonoscostarádemasiado.Contaréhaciaatrás
desdetres,ycuandodiga«arriba», levantadlaconunmovimientosuaveparaponerlaen lacama.Todoelproceso llevará
pocossegundos,¿deacuerdo?¿Todoelmundolohaentendido?
Losmiréalosojosunoporunoyviquetodosasentíanconlacabeza.
—Cuandoesté sobre la cama, la llevaremosal coche.No tieneasas,o sea,quepuede resultar incómodo,peronopesa
demasiado,ysomosmuchos.¿Deacuerdo?
Vicómotodosasentían.
Empecé la cuenta atrás y les indiqué que la alzaran.Aguanté su cuello y la pusimos sobre la cama sin incidentes.De
inmediato,cruzamoslatiendahastalapuertatransportandolacamilla,dondeunhombrenosesperabaconunparaguas,con
elqueprotegióaCalliedelchaparrón.Lapuertadelmaleteroestabaabierta.
Tuvequegritarparahacermeoírporencimadelincesanteaguacero.
—¡Necesitoquealguienentreenelcocheparasostenerlacamamientraslacargamos,paraevitarsacudidasextra!
Unhombrejoven,enlaveintena,secolocóentreelasientodelconductoryelcopiloto,mirandohaciaelmaletero.Como
unequipocohesionado,cargamoslacamadesdelapartedeatrássuavemente,másdeloquecreíaposible.Subídeunsalto,
arrodillándome,agachadoalladodelcuerpodeCallie.
—¿Claude?¿Puedesconducir?
Claudesepusotraselvolantemientrasalguiencerrabalapuertadelmaletero.Apenassobrabanunospocoscentímetros
entre la camilla, los asientos delanteros y la puerta de atrás. Callie seguía inconsciente, y su respiración era todavía
superficial.Deloídoaúnsalíasangre.Volvíacomprobarsisuspupilasreaccionaban,yporsuerteasíera.Recéparallegara
tiempoalhospital.
—Haztodoloquepuedasparaquenohayatraqueteos—indiquéaClaudecuandoarrancóelmotor.
Enseguidaestábamosenmediodelacarreterainundada,peroapenaslonoté.TodamiatenciónestabapuestaenCallie,
deseando que despertara, que semoviera. El brazo seguía hinchándose.Me hubiera gustado que Claude condujeramás
rápido,peroenesascondicioneseraimposible.Lasráfagassacudíaneltodoterreno;avecesreducíamoslamarchaalpasar
por zonas donde el agua casi llegaba al suelo del coche y salpicaba las ventanas. Rogué por que hubiera un neurólogo
esperandoenurgencias,ydeseéqueelhospitallocaltuvieraseccióndetraumatología.ElsiguientemáspróximoeraVidant,
enGreenville,aunahoracomomínimodedistanciaconbuen tiempo;peroesedíadudabaqueunaambulancia siquiera
pudierairhastaallí.Yunhelicópteroquedabadescartado.
Claude me avisaba a gritos cuando tenía que dar un rodeo o estaba a punto de hacer un giro, mientras seguía
preguntandoporCallie.Finalmente,enloqueparecióuntrayectointerminable,entramosenelaparcamientodelhospitaly
nosdirigimosaurgencias.ElestadodeCallieparecíahabersedeterioradoaúnmás.LadréunaordenaClaude:
—¡Dilesquenecesitamosunacamillaymuchasmanosparatrasladarla!
Claudesaliódeunsaltoycorrióhaciaelinterior;casialinstanteaparecióunacamillaacompañadademediadocenade
enfermeros y un médico. Salí por el maletero y recité lo que sabía de su estado. Callie fue trasladada a la camilla y
transportadahaciadentro, rodeadade los enfermeros y elmédico,quedesaparecieronen laparteposteriorde la salade
urgencias. Claude y yo los seguimos hasta detenernos en la sala de espera. Todavía sentía la descarga de adrenalina
recorriendomicuerpo.Teníalacuriosasensacióndeestardesvinculado,casicomosiestuvieraobservandodesdefuerami
propiavida.
Enlasaladeespera,lamitaddelassillasestabanvacías.Habíaunamadrecondosniñospequeños,unpequeñogrupode
gentemayor,unamujerobviamenteembarazada,yunhombreconuncabestrilloimprovisado.Aunquehabíaactividad,no
eraunasituacióndecaos,porloqueesperabaqueesofavorecieseaCalliealahoraderecibirlaatenciónnecesaria.
MirédesoslayoaClaudeymedicuentadeloafectadoqueseguíaporloocurrido.
—Hashechounbuentrabajoconduciendo.Lohicistemuybien.
—Gracias.No creo que hubiéramos conseguido pasar unahoramás tarde.Está todo inundado. ¿Crees que se pondrá
bien?
—Esoespero.
—Nocreesquevayaamorir,¿no?
—Nolosé—respondí,porquenoqueríamentir—.Estoypreocupadoporquenorecuperólaconciencia.Esonoesbuena
señal.
—Diosmío—dijo—.Lapobre.Cualquierapensaríaquefinalmentesemereceríaunrespiro.Primeroelfuegoyahoraesto.
—¿Quéfuego?
—Sucaravanasequemóennoviembre,nomuchodespuésdelDíadeAccióndeGracias.Apenasconsiguiósaliratiempo,
y perdió casi todo lo que tenía, con excepción de la ropa que llevaba. Tardó un poco en conseguir un nuevo remolque.
Cuandoporfinsehizoconuno,ledialgunosmueblesviejosqueteníaenelgaraje.Apesardetodo,nuncafaltóaltrabajo.
Ojalá la tiendapudieraofrecerleun seguromédico. ¿Creesque el hospital sehará cargode ella?Dudoque tenganingún
seguro.
—Legalmenteestánobligadosahacerlo.Ymuchoshospitalescuentanconprogramasparalagentequenopuedepagar.
Noséquésistematienenaquí,peroestoysegurodequeresolveránesacuestión.
—Esoespero—repitió—.Malditasea.Todavíanomelocreo.Veolacaídaunayotravezenmimente.
—¿Perdióelequilibrioycayó?
—No—respondió—.Esoeslomásextraño.
—¿Aquéterefieres?
—Estabaenelúltimoescalón,colgandootrochaleco.Usabaunextensoryseestirabaparallegaralgancho,yentonces…
derepentecerrólosojosyfuecomosi…seplegarasobresímisma.Comosisedesmayara.
Depronto,unacampanadealarmaseactivóenmicerebroalprocesarlaspalabrasdeClaude.
—¿Estásdiciendoqueestabainconscienteantesdecaerygolpearselacabeza?
—Eso es lo quemepareció.Recuerdo que justo antes lamiré y pensé que estaba perdiendo la coordinación, como si
estuvieradesestabilizadaoalgoasí.Unclientesedesmayóunavezenlatienda,yCallieteníaelmismoaspecto.
Sonabacreíble,ymepreguntéquépodríasignificar.Undesmayopodríadeberseaalgotansimplecomoladeshidratación
ounabajapresiónarterial,peroenocasioneseraunsíntomadealgomásserio.Seconsiderabaunaemergenciamédicaensí
mismahastaquesedeterminaralacausa.Recordésupalidez,ymepreguntésiambascosasestaríanrelacionadas.
—Esperaunmomento—dije—.Tengoqueexplicárseloalmédico.
Fuihacialarecepción,ylamujerdetrásdelmostradormediounfajodepapeles.
—Tenemosqueregistrarla—empezóadecir—.¿Esustedunfamiliar?
—No—respondí—.Noestoysegurodequetengafamiliaenelpueblo,nosémuchodeella.PerotrabajaparaClaude,ytal
vezélpuedaempezararellenarlosformularios—dije.IndiquéporseñasaClaudequeseacercase,ymientrastantoexpliqué
quequizásdisponíadeinformaciónadicionalparaelmédico,ylepedíunfolio.Garabateéunanotaenlaquerepetíaloque
Claudemehabíacontado,yvicómolamujerse lapasabaaunaenfermeraydespuésregresabaalmostrador.Entretanto,
Claudehabíatomadoasientoyexaminabalosformularios.
—Noséhastaquépuntopuedocumplimentarlos—masculló.
—Simplementehagaloquepueda—respondiólamujer—.Elrestoselopreguntaremosaellamásadelante.
«Esperoqueseaposible»,fueloúnicoquesemeocurriópensar.
Claude llamó a la tienda para hablar con Frank y pedirle que buscase el expediente personal de Callie para obtener
algunos de los datos.Durante todo el procesome quedé sentado en la sala de espera. Poco a poco, la adrenalina se iba
esfumandoyempecéasentirmeagotado.SeguíapensandoenCallieensilencio,deseandolomejorperoconunasensación
deintranquilidadproducidaporelextrañoyrepentinopresentimientodequetodavíanohabíapasadolopeor.
DejéaClaudedelantedelatiendatrasvolveralucharcontralatormentapasandoporlasmúltiplescarreterasinundadas
y,finalmente,conseguíllegaramicasa.Trashacerunrepasorápido,mesorprendiógratamentecomprobarqueparecíaque
lalonaestabafuncionando,deteniendolasgoteras.Volvíaaestarempapado,asíquemetílaropaenlasecadora,mepuseun
chándalypreparéotracafetera.
Mientrasacababadehacerseelcafé,encendíelportátilparainvestigarunpocoenalgunossitioswebdemedicinasobre
posiblescausasdedesvanecimientosyotrasdolenciasquepodríanexplicarsupalidezylasmagulladuras.Habíademasiadas
posibilidades que considerar, algunas incluso potencialmente mortales, pero no sería posible establecer un diagnóstico
definitivohastaquelehicieranpruebas.Contodo,laprincipalpreocupacióneraeltraumacraneal.Teníalaesperanzadeque
yalehubieranhechountacyestuvieranplaneandolassiguientesmedidas.
Aunquenoeraasuntomío.Éramosdesconocidosy,sisudeseodeabandonarelcocheaquellamañanaantesdellegarala
tiendaindicabaalgo,talvezellaprefirieraquesiguiéramossiéndolo.Volvíapreguntarmeporquélasimplemencióndesus
padreshabíaprovocadounareaccióntanviolenta.Hastaentoncessehabíamostradodistante,yfuesoloentoncescuando
entróenpánico.
«Exceptopor…»
Deprontorecordéquelepasólomismocuandointentéhablarconellaensupausaparaelalmuerzo.Intentéacordarme
dequéhabíadichoconcretamentequelehabíamolestado,perosolopodíarecordarbanalidadesyestabademasiadocansado
comoparaseguirpensandoenello.
Tras servirme una taza de café, consulté varias páginasweb de noticias y si había llegado correo. En sumayoría era
publicidadqueborré rápidamente,perohaciael finalabríune-maildeMarvinKerman.Esperabaque la respuesta fuera
negativa, pero resultaba que AJ había guardado los efectos personales de mi abuelo y quería enviármelos. Me pedía la
direcciónylarenunciaacualquierdemandalegalcontrasucliente.Adjuntoaparecíaunformularioquedebíafirmar,que
imprimí,escaneéyenviéporfaxaKerman.Dependiendodelaprisaquesedieranenenviarmelascosasdemiabuelo,talvez
llegaríanlasemanasiguiente.
Volvíaatenerhambre,asíquedecidíprepararmeunsándwich.Cogíunpocodepavodelfrigorífico,yluegofuialarmario
aporpan.Al igualquemiabuelo,nosolíatenerdemasiadacomidaencasa,pero,alsacarelpan,derepenterecordéque
habíatiradotodoslosrestosalmudarme.Ycomosigiraraunallave,tuveunafuertecorazonadaacercadelaidentidaddela
personaquehabíavividoenlacasademiabuelotrassumuerte.
Nopodíaestarabsolutamenteseguro,peropresentíquedebíaserCallie.Habíatiradoalabasurauntarrocasivacíode
mantequillade cacahuete, algoquemiabuelonunca tendría en casaporqueeraalérgico,peroqueCallie comía cadadía.
ClaudetambiénhabíamencionadoqueCallieteníacasiunaespeciedetrastornocompulsivorespectoalalimpiezay,aparte
delapuertatraserarota,lacasaestabaprácticamenteenperfectoestadocuandoNataliefueaecharunvistazo.Todoaquello
podríanconsiderarsecoincidencias,perodadalaamistadconmiabuelo,yquenoteníafamiliaenlaregión,¿dóndepodría
haberidocuandosequemósucaravana?Esoexplicaríaademásporquéhabíainsistidotantoenrecalcarqueellanohabía
hecho nada malo cuando intenté hablarle durante su pausa del almuerzo; aquella manera categórica y asustadiza de
desmentircualquierposiblesospechateníamássentidosihabíaentradorealmenteenlacasa,puestoqueeraconscientede
suculpabilidad.
Todoaquellosumadoresultabaconvincente,aunquenoeraunapruebairrefutable,perodurantelosdíasquesiguieronla
certezadequenomeequivocabafueenaumento,apesardequemepreocuparaporsuestadodesalud.Resultóqueellunes,
justo tras mi sesión con Bowen, recibí una información inesperada que confirmaba que Callie, en efecto, había estado
viviendoenlacasademiabuelo.
UnamujerqueseidentificócomoSusanHudson,administradoradelDepartamentodeFacturacióndelhospital,llamóa
casapreguntandopormiabuelo.Lainformédequehabíafallecidoydequeyoeraelfamiliarmáspróximoy,trastitubearun
poco,finalmentemerevelóelverdaderomotivodesullamada.
—Callie—meinformó—estáusandoelúltimonúmerodelaseguridadsocialquetuvosuabuela.
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onocíaSusanHudsona lamañanasiguiente.Eraunamujerdecabellosyojososcurosen lacincuentena,queparecía
sortear las increíbles dificultades de su trabajo con relativo buen humor. Pasaba la mayor parte del día al teléfono
discutiendoconlascompañíasaseguradoras,hablandoconpacientessobredeudasatrasadasvariadas,ocomunicandoala
gentequesusplanesdesaludnocubríanunouotrotratamiento,algoqueamímehabríahechoabsolutamenteinfeliz.Sin
embargo,fuemuyamableyparecióaliviadaalverme,algoqueyonohabíaprevisto.Porseñas,meindicóquetomaraasiento
enunadelassillasfrenteasumesa,ydespuéshizounallamadarápidaparacomunicarleaalguienqueyoestabaallí.Menos
deunminutodespués,unmédicoentróenlaoficina.
—SoyeldoctorAdrianManville—medijo,tendiéndomelamano—.Soyeljefedelserviciomédico.
—SoyeldoctorTrevorBenson—repliqué,preguntándomeporquéhabríadecididounírsenos.
—¿Esustedmédico?—preguntó.
—Cirujanoortopédico—contesté—.Estoyretirado.EsperonohaberhechonadaquepudieraperjudicaraCalliealtraerla
yomismoalhospital.
—Enabsoluto—respondióManvillemientrassesentaba—.Leagradecemosquehayaaccedidoavenir.
—Sigounpococonfusoencuantoaparaquémenecesitan.—Miréa losojosaManville—.Oporquéestáustedaquí.
Creíaquesetratabaúnicamentedelacuestióndelnúmerodelaseguridadsocialdemiabuela.
Susanalargóelbrazoparacogerunexpedientesituadoalladodesuordenador.
—Noestábamossegurosdequémáspodíamoshacer.Séquenoson familia,pero teníamos laesperanzadequeusted
pudieraarrojaralgunaluzacercadeestasituación.
—¿Teníamos?
—Me refiero al Departamento de Facturación—aclaró—. El hospital. Nadie aquí sabe exactamente cómo deberíamos
proceder.
—Dudoquepuedaserdeayuda.NosénadadeCallie,lahevistounpardevecesynisiquieraconozcosuapellido.
—Bueno,nosotrostampoco.
—¿Perdone?
—Nollevaningúndocumentodeidentidad,yestamosteniendoproblemasparaverificarcualquiercosasobreella.
MisojosmiraronbrevementeaManville,yluegovolvieronaSusan.
—¿Seríaposiblequeempezaradesdeelprincipio?Cuéntemequéesloquesaben.
—Porsupuesto—comenzóSusan—.Talcomoyalemencionéporteléfono,Callieestáusandoelnúmerodelaseguridad
socialdesuabuela.Lociertoesquehemostenidosuertedepoderdetectarlo.Suabuela fuepacientenuestrahacemucho
tiempo,antesdequeinformatizásemoslosregistros.Hemosidoponiéndonosaldía,peroesollevasutiempo,aunqueeneste
casoelregistroestabaactualizado.¿Tienealgunasospechadecómopudoestapacienteconseguirlatarjetaconelnúmero?
—Heestadopensandoenello,perosupongoquelaencontró,oquemiabueloseladaría.
ElbolígrafodeSusanseguíasobrevolandoelexpediente.
—¿Porquéselahabríadadosuabuelo?
—Porquesiemprehatenidodebilidadporlosdesamparados.Porcierto,creoqueellatambién.
—¿Perdone?
—Alimentabaalosanimalescallejerossisecolabanensupropiedad—expliqué—.TalvezCallieaparecióderepenteyél
pensóquenecesitabasuayuda.
—Esilegalpermitiraalguienusarelnúmerodelaseguridadsocialdeotrapersona.
—Serádifícilpresentarcargos—comenté—.Comoyaledijealteléfono,miabuelofallecióelotoñopasado.
Examinóelexpedienteytomóalgunasnotasantesdedejarelbolígrafoaunlado.
—Es complicado,perodadoque el tratamientodeCallie entra en el programade caridadque tenemos en elhospital,
necesitaremos que sea sincera en el formulario de admisión. Hay ciertos requisitos de presentación de informes, y los
documentostienenqueserexactos.
—¿Hanintentadopreguntarle?
—Sí—contestó—.TambiéneldoctorManvilleyotrosadministradores.Apartedelosmédicosquelavisitanregularmente.
Alprincipiocreímosqueeltraumatismocraneallehabríaproducidociertaconfusión,perocuandohablamosconsujefe,nos
confirmóqueeraelmismonúmerode laseguridadsocialqueella le facilitócuandolacontrató.Además, ladirecciónque
indicóenelformularionoexiste.Trasinformarladeestascuestiones,dejóderesponderanuestraspreguntas.
EldoctorManvilleseaclarólagarganta.
—Además, ha empezado a preguntar cuándo podrá irse, y eso también es preocupante, aunque por razones
completamentedistintas.¿Estásegurodequenopuededecirnosnadamásdeella?
Neguéconlacabeza,percatándomedequetodoloquehabíaescuchadohastaelmomentoparecíabastantecoherentecon
loquesabíadeCallie.
—SellamaCallie.MedijoquenoeradeNewBern,peronotengoniideadedóndevivíaantes.Ahoraviveenunparque
paracaravanascercanoamicasa,ytrabajaenelTradingPostdeSlowJim.—Hiceunapausa,ydirigímimiradahaciael
doctorManville—.Peromeparecequeelproblemanoeslafacturación,sinoquehayalgomás,¿meequivoco?Supongoque
creenqueexistelaposibilidaddequehayaunapatologíagraveapartedelalesiónenlacabeza.Talvezporquesedesmayó
antesdecaerdelaescalera,oporlapalidez,oquizásporquehandetectadoalgoenlaspruebas.Quizásseanlostresmotivos
sumados.Esaeslarazónporlaquelespreocupaqueinsistaenqueledenelalta.
Fueunadeclaración,nounapregunta,yManvilleseenderezólevementeensuasiento.
—Comobien sabe, hay cuestiones relativas a la confidencialidad.—Manville contestó con una evasiva—.Nopodemos
divulgarlainformaciónmédicadeunapacientesinsuconsentimiento.
Esoeracierto,peroporsuexpresiónalhablardedujequemissuposicioneseranacertadas.
Susanseaclarólagarganta.
—Pensamosqueustedpodríahablarconella,paraque,comomínimo,sequedeenelhospital losuficientecomopara
recibireltratamientoquenecesita.Ytambiénparaconseguirinformaciónmásprecisaquepuedaanotarseensuexpediente,
yevitarasíquequedenobligacionesfinancieraspendientesquepudieranatribuírseleenelfuturo.
—¿Noseríacualquieradeustedesmásadecuadoparaello?
—Lohemosestadointentando,peroinsisteenqueledemoselalta—contestóSusan—.Dicequeseencuentrabien.
—DeberíanhablarconClaude—aconsejé—.Callietrabajaparaél,ylaconocemuchomejorqueyo.
—Vinoayer—replicóSusan—.Fuelapersonaqueenunprimermomentorellenólosformulariosydejósunúmero,porlo
quecontactamosconél.Notuvodemasiadasuertealintentarhablarconella:aligualqueconnosotros,senegóaresponder
aningunapregunta,yentoncessugirióqueprobáramosconusted.DijoqueCallieconocíaasuabuelo,ylecaíabien,yque
talvezporesoustedpodríaentenderseconella.
ObviamenteClaudenosabíaquecasimehabíagritadoelmismodíaquesecayó.
—Dudomuchoqueestédispuestaaconfiarenmí.
—¿Podría,porlomenos,intentarlo?—insistióManville—.Esimportantedesdeelpuntodevistamédico.Porelbiende
Callie.Comprendemosquenotieneningunaobligacióndeayudar,pero…
Pocos segundos después de que dejara la frase sin acabar, asentí finalmente. Ami abuelo le hubiera gustado que la
ayudara,aunquenosabíaenquésentido.Puestoquehabíasidoalguienimportanteparaél,habríaqueridoqueyolatratara
delamismaforma.
—Nopuedoprometerquecolabore,perohablaréconella.
—Gracias.
—Aunqueconunacondición.
—¿Cuálsería?
—¿Podríanfacilitarmeunformulariodeautorizaciónparaconsultarsusdatos,parapoderrevisarsucasoyhablarconlos
médicos?
—Sí,perotendráqueconvencerlaustedmismodequelofirme.
—Déjeloenmismanos.
Susanmeofrecióunformulario,lepedíprestadoelbolígrafoymedirigíalahabitacióndeCallie,enlaterceraplanta.
Enel interiordeaquelhospital (al igualquemepasaríaencualquierotro),meembargóunasensacióndedéjàvu.En
cuantosalídelascensor,vilasmismaslucesfluorescentes,elmismosuelodebaldosasmoteadas,lamismapinturadecolor
blanco roto en las paredes que recordaba demi residencia, en Pensacola, e incluso en Kandahar. Seguí los letreros que
indicaban los números de habitación, ymientras recorría el pasillo cavilaba sobre el enfoque que debía adoptar cuando
estuviéramoscaraacara.EstabasegurodequetantoSusancomoClaudehabíanintentadohablarconamabilidad,alestilo
«estamos aquí para ayudar», mientras que Manville y los demás médicos probablemente se habían decantado por un
acercamientodeltipo«nosotrossomosaquílosprofesionalesydeberíashacernoscaso».Contodo,Callieseguíainsistiendo
enqueledieranelalta,apesardesuenfermedad.¿Peroporqué?
¿Quizásestaríaenojadaporqueleestabanarrebatandosuindependencia?
Penséqueeraunaposibilidad.PeromeparecíamásprobablequeCallietuvieramiedoyqueestuvierahuyendodealgo.
Tal vez de su familia, de un novio o de la ley, pero estaba seguro de que huía. Imaginé que en cuanto saliera de allí se
desvaneceríaencuestióndehoras.Partiríaparaempezardeceroenotrolugar.Tambiéneraposiblequeusaradenuevoel
númerode la seguridadsocialdemiabuela.Personalmente,amímedaba igual,peroestabacasi segurodequeacabaría
teniendoproblemasdenuevo.Estabamáspreocupadoporqueacabaraenotrohospital,ytalvezentoncesseríademasiado
tardeparaayudarla,sisuestadoeratangravecomolapresenciadeldoctorManvilledabaaentender.Almismotiempo,ya
eralobastantemayorcitacomoparatomarsuspropiasdecisiones…
¿Otalvezno?
¿Eraenrealidadlosuficientementeadultacomoparacuidarsesola?¿Oeraunamenorquehabíahuidodecasa?
Paséal ladode la saladeenfermerasenbuscade lahabitacióndeCallie.Vacilébrevementeantesdeentrar conpaso
firme.Eltelevisorestabaencendido,conunprogramadeentrevistas,apocovolumen.Callieestabaenlacama,conelbrazo
escayoladoylacabezavendada;conjeturéquelehabíanhechounacraneotomíaparadrenarelhematomasubdural.Estaba
conectadaamonitoresysusconstantesvitalesparecíancorrectas.Alverme,girólacaradeliberadamente,concentrándosede
nuevoenlatelevisión.Esperéaqueempezaraahablar,peronodijonada.
Fuihacia laventanaymequedémirando lasvistas, loscochesaparcadosy lasdensasnubes.Aunque la lluviapor fin
habíacesadoeldíaanterior,elcieloseguíaplomizo,ysepreveíanmásprecipitaciones.Trasunosinstantes,meapartédela
ventana yme senté en la sillamás próxima a la cama. Callie seguía ignorándome, demodo que decidí tratarla como a
cualquierotrapacienteeirdirectamentealgrano.
—Hola,Callie—saludé—.Mehandichoquenoestásrespondiendoaalgunaspreguntasimportantesyquequieresirtedel
hospital.¿Esesocierto?
Apretóloslabios,peroesafuelaúnicaseñaldequemehabíaoído.
—Elpersonaldelhospitalestádetuparte,ynoesbuenaideaignorarloquedicen.Supongoqueademásdelbrazoroto
tienesacumulacióndefluidosentucerebro,loquesignificaquedebendrenarlo.¿Cómotesientes?
Parpadeó,peronodijonada.
—Fueunacaídamuymala.Nosésilosabes,perofuiyoquientetrajoalhospital.¿Recuerdascómopasó?Mehandicho
quetalveztedesmayastejustoantesdecaer.
Porfinsevolvióhaciamí,peroignorólapregunta.
—¿Cuándopuedosalirdeaquí?
—Lasheridasenlacabezatardanunpocoencurar—proseguí—.Ynosedebentomaralaligera.
—Eldoctordijoquesolotendríaquequedarmeunpardedías.Yyallevoalgunosmás.
«Esofueantesdesaberqueestásenferma»,pensé.
—¿Piensasresponderalaspreguntas?
—Yalohehecho.—Sutonodevozeraagresivo.
—Noatodas.Ynoestásdiciendolaverdad.
Entrecerrólosojos.
—Vete.Noquierohablarcontigo.
Seguísosteniéndolelamirada.Tuveunacorazonadaylepregunté:
—¿Yatehanhechounabiopsiademédulaósea?
Sellevóunadelasmanoshacialacaderaenunmovimientoreflejo.Eraellugarmáscomúnparahacerunabiopsiade
médulaósea,porloquemelotomécomounarespuestaafirmativa,aunquenohubieracontestado.Otracuestiónerasihabía
recibidolosresultados,peroenesemomentononecesitabaesarespuesta.Enlamesillaalladodelacamahabíaunarevista.
Lacogíparaponerelformularioencimajuntoconelbolígrafoymeinclinéhaciadelante,paradejarlotodoasuladosobrela
cama.
—Necesitoquemefirmesesteformulario—dije—.Esunaautorizaciónparaconsultartusdatos,ymedaelderechode
hablarconlosmédicos,revisarlasgráficasyanalizartucaso.Escomosifueraeldefensordetusintereses,siquieresverlo
así.Locreasono,estoyaquíparaayudarte.
—Nonecesitotuayuda.
—Nolosabestodavía.Puedoresponderatuspreguntas,explicarteeldiagnóstico,debatirlasopcionesdetratamientocon
tusmédicos.Tienesquesersinceraycontestaraloquetepregunten.Y,porahora,debesquedarteaquí.
—Nopuedesdecirmeloquetengoquehacer.
—Creoquesípuedo.—Mereclinéenlasilla,manteniendountonodevoztranquilo—.Sitevasdelhospital,pasaráunade
estasdoscosas:acabarásenotrohospitaloterminarásenlacárcel.
—¡Mecaí!—espetó—.Ynopedíquemetrajerasaquí,lohicisteporcuentapropia.Yoleshabríadichoquenopodíapagar.
—Nosetratadelafactura—dije—.Estásusandoelnúmerodelaseguridadsocialdemiabuela.Esoesundelitofederal.
Además,rompistelapuertadedetrásdemicasaparapodervivirallícuandosequemótucaravana.Esoesallanamientode
morada,osea,queentrasteilegalmente.Tambiénpuedointuirqueeresmenorytehasescapadodecasa.—Hiceunapausa
—.Peronodirénadadeesosillegamosaunacuerdo.¿Haytrato?
Laverdadesquenoteníaniideadequeesainformaciónpodríainteresarlealapolicía,conexcepcióndelaposibilidadde
quesehubierafugado,deloquenisiquieraestabaseguro.Perosielacercamientoamableolapreocupaciónprofesionalno
funcionabanparaconseguirunaactitudmáscooperativa,habíaqueprobarcon lasamenazas.Saquéelmóvildelbolsillo,
asegurándomedequelovierabien.
—Llamaréalapolicíadesdeaquímismo—anuncié—.Puedesescuchar,siquieres.
Alverquevolvíaaconcentrarseenlatelevisión,proseguí.
—No fuemuydifícil averiguarlo.Loúnicoqueno séa ciencia ciertaes cómo llegastea conoceramiabuelo. ¿Estabas
pasandopor la casa algúndía denoche? ¿Quizás estaba lloviendo, o simplemente estabas agotada y viste el granero?Te
colasteallí,visteelcamastro,elmismoqueyotambiénconozco,ypasastelanoche.Talvezmásdeuna,perosupongoquemi
abuelo,alfinal,teencontró.Y,enlugardeecharte,probablementetedioalgodecomer.Puedequeinclusotedejasequedarte
unaodosnochesenlahabitacióndeinvitados.Asíeraél.Despuésdeaquello,empezasteaconfiarenél.Peroencontrastela
tarjetadelaseguridadsocialenunacajadebajodelacama.Trasayudarleconlamiel,miabuelolepropusoaClaudequete
contratara, y tú usaste el número de la seguridad social de mi abuela. Después mi abuelo murió. Cuando se quemó tu
caravana, entraste en la casapor lapuertadeatrás y tequedastehastaquepudistealquilarotra.Comiste sándwichesde
mantequilladecacahueteymermeladaymanzanas,limpiastelacasayusastevelasporquelaluzestabadadadebaja.¿Qué
teparecemiresumen?
Apesardequenorespondió,abriólosojoscomoplatos,yesomeconfirmóquehabíaacertadobastante.
—Tambiénsé loqueestáspensandoahoramismo:encuantomevayate iráscomounrayodelhospital.Entuestado,
supongoqueno llegaríasmuy lejos. Sobre todoporque les explicaré a las enfermeras cuál es tuplan, y estaré esperando
abajoaquelleguelapolicía.—Hiceunapausaparavercómoibacalandotodoaquelloenella,ydespuésmeinclinéhacia
adelante y di unos golpecitos con el dedo en el formulario—.Tienes otra opción: firmar esto, sermás cooperativa con el
personaldelhospitalyaceptarquetequedarásaquíhastaquemejores.Enesecaso,nollamaréalapolicía.—Alverqueno
hacíaamagodetocarelformulario,alcéelmóvilalaire—.Estoyperdiendolapaciencia—dije,clavándoleunamiradaquele
hizosaberqueibaenserio.
Finalmente,cogióelformularioaregañadientesygarabateósunombreenlaparteinferior.
—Norobéelnúmerodelaseguridadsocialdetuabuela—dijo,dejandoaunladoelbolígrafo—.Tuabuelomelodio.
«Talvez—pensé—.Talvezno.»
—¿Dedóndeeres,Callie?
—Florida—respondió,casidemasiadorápido.Fueradedondefuera,noeradeFlorida.
—¿Cuántosañostienes?
—Diecinueve.
«Nidebroma»,pensé.Meacordédesureaccióncuandolepreguntéporsuspadres.
—¿Tienesalgúnfamiliarconelquequierasquemepongaencontacto?
Girólacara.
—No—dijo—,ninguno.
Nuevamente,nopodíacreerla.
Llevéelformulariofirmadoalasaladelasenfermeras,quemeprometieronincluirloenelexpedientemédicodeCallie.
Averigüé los nombres de los otrosmédicos que la visitaban, una de ellas oncóloga, lo cual no hizomás que agravarmi
preocupación,ycuándohacíansuronda.Leshicesaberqueregresaríamástardeparahablarconlaoncóloga,sieraposible.
DespuésvolvíalahabitacióndeCallieyestuveconellaunrato.Lepreguntéporsuslibrosypelículasfavoritas,intentando
charlardebanalidades,peroprontomedicuentadequenoqueríatenernadaqueverconmigo,yalfinalladejésola.
Paraentonces, lasnubesvolvíanadescargarymeabrícaminohastamicocheatravesandoloscharcos.Yaencasa,me
hiceunalmuerzotardío,leísobrebiopsiasytrasplantesdemédulaósea,ydespués,paramatareltiempo,llaméalaempresa
dereformasquehabíacontratado.LesdijequequeríaqueempezasenconeltejadoencuantomefueraaBaltimore,yque
esperabaquelesdieratiempodeprepararlotodo.Lalonaaguantaríacomomuchohastaentonces.
PenséenlasmentirasqueCalliemehabíadicho,especialmenteenlaúltima.Seguroqueteníafamilia.Sospechabaque,
comomínimo,unodesuspadresseguiríavivo,peroaunquenoquisierahablarconellos,¿seríaposiblequenohubieranadie
más?¿Hermanos,tíos,abuelos?¿Nisiquieraunamigoounprofesorfavorito?¿Nadie?Cuandolagenteestabaenelhospital,
casisiemprequeríanelapoyodelaspersonasalasquequerían;ycuandoseenfrentabanaalgunapatologíapotencialmente
mortal, ese deseo era algo prácticamente universal, que casi parecía integrado en la naturaleza humana, lo cualme hizo
pensarquedebíahaberlepasadoalgohorribleparaquellegasearepudiarasufamilia.
Porsupuesto,eraposiblequetuvieranunarelaciónterrible,inclusodemaltrato.Enesecaso,podíaentendersunegativa
ante la idea de verlos o hablar con ellos, pero en función de lo que dijera la oncóloga, su vida podría estar en riesgo y
deberíamospedirlesqueviniesenpormuchoqueellanoloquisiera.
Lashoraspasaronlentamenteelrestodeldía,peroal final llegóelmomentodevolveralhospital.Medejécaerporel
TradingPostparatomaruncaféyhablarunpococonClaude.ÉltampocoteníanilamenorideadequépasabaconCallie,o
deporquénoqueríaresponderaningunapregunta.NomencionóenningúnmomentoelhechodequeCalliehubierausado
unnúmerodelaseguridadsocialfalso,ymeplanteésilehabríanpuestoalcorriente,aunqueimaginéqueseguramenteno.
Unpocomástarde,mientrasempujabalaspuertasdeentradadelhospital,medicuentadealgomás:desdequeCalliese
cayóde laescalera,mismanosno temblabannimehabía sentidocrispado.Nomehabíacostadoconciliarel sueñoyme
sentíamás bien como si fuerami viejo yo otra vez. Era como si al intentar salvar aCallie, de algúnmodo,me estuviera
salvandoamímismo.
Losmédicostodavíanohabíanempezadoahacersusrondasymedispuseaesperar.Lamayoríadeellosteníanconsultas
enelpuebloynosalíanhaciaelhospitalhastaconcluirconelúltimopaciente.Lasenfermerasdeguardiamedescribierona
la doctoraMollieNobles, la oncóloga deCallie: era rubia, con ojos azules, y llevaba unamelena corta por encimade los
hombros,porloqueeracasiimposibleconfundirla.Medijeronqueelneurólogotalveznoharíaactodepresencia,porqueya
habíapasadoporlamañana.
ToméasientoenelvestíbulomáspróximoalascensordelaplantadondeestabaCallie,yobservéalagentepasandoami
lado en ambas direcciones,mientras advertía la discreta eficiencia de las enfermeras en su apresurado ir y venir por las
habitaciones. Siempre he pensado que las enfermeras están infravaloradas. Pasó media hora, y luego una entera, pero
después de un par de años sin hacer prácticamente nada, había aprendido a esperar. Uno a uno, empezaron a salir del
ascensoralgunosmédicos,aunquelosprimeroscuatronosecontabanentrelosquenecesitaba.Comoelexcelentedetective
quesoy,percibíquetodoselloseranhombres.
Larubiaconojosazulesycortamelenasaliódelascensorpocosminutosdespués,conpintadetenerprisa,yunascuantas
carpetasenlamano.
—¿DoctoraNobles?—pregunté,mientrasmeponíaenpie.
Ellasevolvióhaciamí.
—¿Sí?
—Me gustaría hablar con usted sobre Callie. —Me presenté, y le indiqué que había un formulario de autorización
registrado—.Séqueestáocupada,yqueprobablementetendrámuchospacientesquevisitar,perorealmentedesearíaque
mededicaraunosminutosdesutiempo.
—¿EstáconCallie?
—Másomenos—respondíelusivamente—.Porahorasí.
—¿Hastaquépuntolaconoce?
—Nodemasiadobien.He estado con ella esta tarde, perono soy familiar suyo.Ni siquiera creoqueme considereun
amigo.Peroesimportantequeleexpliquesusituación.
—¿Quiénesusted?
LeexpliquémirelaciónconCallie,sinpasarporaltoquetambiénsoymédico,yserepitiólamismaescenaquecompartí
coneldoctorManville.
Alconcluirmirelato,miróendirecciónalahabitacióndeCallie,ydenuevohaciamí.
—Sí—dijofinalmente—.Deacuerdo.¿Hadichoqueelformularioestáenelarchivo?—Asentí,yellaprosiguió—:Tendré
quecomprobarlo,¿quierequequedemosensuhabitacióndentrodeunosminutos?
—¿Seríaposiblequepudiéramoshablarenprivado?
Echóunvistazoalrelojehizounrápidocálculomental.
—Estábien,peronodispongodedemasiadotiempo.Estanochetengolaagendallena—explicó—.Vayamosalvestíbulo.
Trasverificarelarchivoenelordenadordelasaladelasenfermeras,bajamoshastaelvestíbuloynossentamosalladode
unamesapequeña.
—¿Quépuedohacerporusted?—preguntó.
—Megustaríasabersiyatienenlosresultadosdelabiopsiademédulaósea.
—Sino laconoceapenas,¿cómosabeque lehanhechounabiopsiademédulaósea?¿Yporqué lehaautorizadopara
hablarconmigo?
—Lehicechantaje.
—¿Perdone?
—Laamenacéconllamaralapolicía.Esunalargahistoria,peroesperoqueesosirvaparasequedehastaqueestémejor.
Ydemomentopodemoshablar.
—Elchantajepodríainvalidarlaautorización.
—Otalvezno.Nosoyabogado.Noobstante,elformularioseencuentraarchivado,demodoquetécnicamentenopuede
tenerproblemas.
Aunquenoparecíaconvencida,alfinalhizoungestoconlacabeza,comodesestimandosusdudas.
—Laverdadesquepuedequehablarconustedseaunaventaja.Hastaahorahasidounapacientedifícilynoestoysegura
decómoabordarla.
—¿Enquésentido?
—Tengolasensacióndequenadadeloquemehacontadoescierto.
«Amímepasalomismo»,pensé.
—Nopuedoayudarleenesesentido.Meinteresamássuestadodesalud.
—¿Quéquieresaber?
—¿Podríahacermeunrápidoresumendesucaso?Sololomásdestacado.
—Paraalgunosdetallestalvezseríamejorquehablaraconelneurólogooelortopeda.
—Loharésihacefalta—respondí.
Ellaasintióconlacabeza.
—Como ya sabe, ingresó con un traumatismo craneal y fracturas abiertas en el brazo. El tac mostró un hematoma
subdural.Estuvoinconscienteintermitentemente,yvigilamossuestadodeformaexhaustivaalaesperadequelatormenta
amainara.Enelhospitalnormalmentenosehacenoperacionesenelcráneo,sinoquetransferimosalospacientes.Perolos
helicópterosnopodíansalir,lascarreterasseguíaninundadas,ynospreocupabaqueelhechodetrasladarlafueraaúnmás
arriesgado.Entretantocontinuólaacumulacióndefluido,ysuestadoibaempeorando.Finalmentetomamosladecisiónde
llevaracabo lacraneotomíaennuestrohospital,yafortunadamenteunneurocirujanodeVidantpudo llegarhastaaquía
pesar del temporal. La operación salió bien. La confusión y el aturdimiento de Callie remitió casi de inmediato, y desde
entonces ha estado consciente. Puede pronunciar bien las palabras y además ha recuperado la función motora en su
totalidad.
—Parecíaestarbiencuandohabléconella.
—Yo pensé lo mismo ayer. Pero debería hablar con el neurólogo si desea más información sobre estos temas. Mi
impresiónesqueparecebastantesegurodesurecuperación.
—¿Ysubrazo?
—El ortopeda pudo por fin examinarla el domingo, aunque resultó bastante complejo y nos llevó más de lo que
esperábamos.Peronuevamentedijoquehabíaidobienyqueesoptimista.Contodo,esmejorquehableconéldirectamente
sobreello.
Alverquenoañadíanadamás,pregunté:
—¿Algomás?
—Comopuede imaginar,haymuchosmédicosyespecialidades involucradas.Urgencias,neurología,ortopedia,yahora
oncología.
—¿Cuándolavioustedporprimeravez?
—Eldomingoporlanoche—dijo—.Antesdeiniciarcualquiertratamiento,selehicieronlaspruebashabitualesyvimos
algunasirregularidadesenlosanálisisdesangre.Teníabajosnivelesdeglóbulosrojos,leucocitosyplaquetas,ynecesitaba
unatransfusión.Puestoquenosedetectóningunahemorragiainterna,nospreocupabaquepudieratenerleucemia,poreso
estoyaquí.
—Esoexplicalabiopsiademédulaósea.
—Hansidounoscuantosdíasdeactividad frenética,muchosmédicosyprocedimientos,y todoshemospasadotiempo
conella,constatandoquehayunproblemaañadido.
—¿Dequésetrata?
—Acadaunolecuentaalgodistinto—contestóNobles—,ynadiesabelaverdad.Paraempezar,dicequetienediecinueve
años,perono locreo.Pareceque tengaquinceodieciséis.Tambiénmedijoquesuspadresmurieronenunaccidentede
cocheelañopasado,quenotieneanadiemás,yquedesdeentonceshaestadosola.Peroalortopedaledijoquemurieronen
unincendio.Notienesentido.
—Talvezestabaconfusa.
—Al principio tal vez, pero no el domingo: estaba bien, podía sumar, sabía quién era el presidente, en qué día de la
semanaestábamos,ytodolodemásquesesuelecomprobar.Duranteesarondadepreguntasmencionóademásqueerade
Tallahassee.
—AmítambiénmedijoqueeradeFlorida.
—YosoydeTallahassee—enfatizóNobles—.Crecíallí,fuialaUniversidadEstataldeFlorida,yhevividoallícasitodami
vida.Cuandolepreguntéaquéinstitutohabíaido,simplementeporseguircharlando,medijoquealGeorgeWashington.
Nuncahabíaoídohablardeesecentro,porloquesaquéelmóvilycomprobéquenoexiste.Lepreguntéporotroslugares,el
parqueAlfredMaclayGardens,oelrefugiodefaunasalvajeSt.Marks,yaunquedijoconocerlos,medicuentadequeera
mentira.Entonces lepreguntésideverdaderadeTallahassee,ydespuésdeesodejóderesponderamispreguntas.Pero
necesitosabersitienefamilia,ynoquieredecírmelo.Tardeotempranovaanecesitaruntrasplantedemédulaósea,ono
podremoshacernadaporella.Tenemosqueencontraraalgúnfamiliar.
—¿Cómodegraveeslaleucemia?
—Perdone—dijo negando enseguida con la cabeza—. Nome he expresado con claridad. Callie no tiene leucemia. La
biopsiaindicaquetieneanemiaaplásica.
—¿Esoespeorquelaleucemia?
—Másomenos igualdegrave.Básicamente tener laanemiaaplásicasignificaquenoseproducensuficientesglóbulos
rojos.Ensucaso,laenfermedadestámuyavanzada,poresosusituaciónescrítica.Peroantesdecontinuar,¿quésabeusted
detrasplantesdemédulaósea?
—Notantocomousted,obviamente.
Sonrió.
—Puedesermuycomplicadoencontrarundonanteadecuado,perofundamentalmenteenprimerlugarseintentabuscar
donantes con idénticos antígenos leucocitarios humanos.Hay seis antígenos básicamente, y todos deben coincidir en un
donanteóptimo.Cinconoestanbueno,cuatroseríaunaposibilidadperoesmásarriesgado,yasísucesivamente.Detodos
modos,cuandotuvelosresultadosdelabiopsia,consulténuestroregistrodemédulaóseaparacompararloconlosantígenos
deCallie,ylosmáscoincidentessonunpardeposiblesdonantescontresdesusantígenos.Necesitaunmejordonante,yeso
normalmenteimplicaalafamilia.
—¿LosabeCallie?
—No—respondió—.Losresultadosllegaronestamismatarde.Sísabequeesposiblequenecesiteuntrasplante.Ahora
voyaexplicarlelosresultados,yesperoquemecuentealgodesufamilia.Merefieroaquemepareceincreíblequenotenga
familia.Esdemasiadojovenparanoteneranadie,¿nocree?
Aunqueestabadeacuerdoconella,penséenmisconversacionesanterioresconCallie.
—¿Quésucederíasinolecuentanadadesusfamiliares?¿Ovuelveanegarquesiquieraexistan?
—Entoncessolonosquedaríarezarporqueaparezcaotroposibledonante.
—¿Cuántotiempopodríaesperar?
—Nopodemosdeterminarloconseguridad.Existeunamedicaciónparasuenfermedadypodemosmantenerlaconvida
contransfusiones,perotendríaqueseguirconeltratamientodeformaconstante.Nocuentaconunseguroparaesaclasede
atenciónalargoplazo.Necesitauntrasplante.YademástienequesersinceraparapodertrasladarlaaVidant,enGreenville.
Nopodráingresarallísisigueconengañándonos.
—¿Porquétienenquetrasladarla?
—Aquínohacemosradioterapia—continuó—,peroesonoesunproblemagrave.YamehepuestoencontactoconFelicia
Watkins,unaoncólogadeVidant,yyaestáexaminandoelexpedientedeCallie.Hetrabajadoconellaenelpasadoyesuna
profesionalmagnífica.Siencontramosundonante,Callieestaráenbuenasmanos.
—Mealegrodesaberlo.MegustaríaquemeinformaradelareaccióndeCallie.
—¿Sequedaráenelhospitalunrato?
—Sí—contesté—.Esperaréaquí.
LadoctoraNoblesanotóminúmeroymedijoquemellamaríaenbreve.Decidíesperarenlacafetería,dondepedíun
café,mientraspensabapreocupadoenCallie.
¿Quéedadtenía?¿Dedóndeera?¿Quérelaciónteníaexactamenteconmiabuelo,yporquélahabíaayudado?Peromás
importanteaúnerasabersisuspadresestabanvivosysiteníahermanos.¿Yporquémentíaosenegabaacontestar,sisu
familiaeratalvezlaúnicaposibilidaddesalvarsuvida?
Habíaquetenerencuentaquehastaesemomentonosabíalosresultadosdelabiopsia,niquenohabíadonantesconel
grado suficiente de coincidencia en los registros. Tal vez había sido tan testaruda porque estaba convencida de su
recuperación,perosiapartirdeahoraseguíaguardandosilencio,¿quéopcionesteníamos?
¿Quépodíaserpeorquemorir?Noencontrabaningunarespuesta,asíquemeplanteélapreguntadesdelaperspectivade
Callie,conunalevevariación.«Prefieromorirquevivircon…»,yelfinaldelafraseofrecíamuchasmásposibilidades:«con
mipadre»,o«conmispadres»,«mitío,queesunmaltratador»,ylalistapodíaserinterminable,locualpodríaexplicarsus
reticencias.
Pero…¿seríaesorealmente?
Inclusoaunquenotuvieradiecinueveaños,yfueraunamenorensituacióndemaltrato,¿sabíaquepodíaacudiraunjuez
y solicitar su emancipación?Ya hacía comomínimo casi un año que vivía sola, tenía un trabajo, un lugar donde vivir, y
pagabasusfacturas.Eramásindependientequemuchaspersonasquesíeranadultas.Noteníaquevivirconnadie,pensé.
Incapaz de satisfacer amimente con una respuesta, acabé el café y volví al mostrador para comprar unamanzana.
Mientraslasaboreaba,micerebrohizounapausayobservéeliryvenirdelagenteenlacafetería.Alcabodeunratorecibí
unmensajedeladoctoraNobles,quemepreguntabasiseguíaenelhospital.Cuandorespondíqueestabaenlacafetería,me
dijoquelaesperaraallí,quesolotardaríaunosminutos.
En silencio, de pronto me di cuenta de que conocía en parte la respuesta a la pregunta que había parafraseado
anteriormente.Aunqueno lo sabía todo,ni elporqué, y esomehacía sentir comosi estuvieraatrapadoenunapoderosa
corriente,quemearrastrabahaciaundestinodesconocido.
LadoctoraNoblesacudióamimesapocosminutosdespués.
—¿Quétalhaido?—pregunté.
—Leheexplicadolosresultadosylagravedaddelasituación,asícomotodaslasopcionesposiblesdesdeelpuntodevista
médico—dijo, con voz cansina—. Todo, los riesgos, el procedimiento necesario, las consecuencias. Todo. También le he
preguntado cuándoydóndemurieron suspadres,parapoderbuscar algúnpariente, ydenuevo semostrómuy inquieta,
comosisupieraquelahabíapilladoenunamentira.Havueltoainsistirenqueeslobastantemayorcomoparatomarsus
propias decisiones, y cuanto más la he presionado, más obstinada estaba en esperar a que apareciera un donante más
adecuado.Esperoqueustedtengamássuerte.
—¿Porquécreequemediráalgoamí,sinohaqueridohablarconusted?
—Nolosé—respondióNobles,masajeándoselassienes—.Quizáspuedavolverachantajearla.
ElhorariodevisitaestabaapuntodeconcluircuandolleguéalahabitacióndeCallie.Estavezlapuertaestabaabierta.El
televisor seguía encendido a todo volumen, y Callie volvió intencionadamente la mirada hacia la pantalla. Era bastante
predecible.
Mesentédenuevoenlasillaymeinclinéhaciadelante,juntandolaspalmasdelasmanos.Decidíiraportodas,contoda
laartillería,aunquefueraunaapuestaarriesgada.
—Asíqueeresunamentirosa.Tuspadresestánvivos.
Seestremecióantesdevolversehaciamíysupequeteníarazón.
—Vete.
—Deberíahaberloadivinado—dije,ignorándola—.Laspersonasqueviolanlaley,comotú,nosuelensersincerasdesdeel
principio.Pero¿porquéhasmentidosobretuspadres,diciendoqueestánmuertos?¿Porquémentisteydijistequenopodía
contactarconnadiedetufamilia?—Sabedordequenocontestaría,proseguí—:Heestadopensandoenlosposiblesmotivos
paramentiralmédicoycontarque tuspadresestánmuertos,peroningunomeparece tenersentido. Inclusosimipadre
fueraelhombremáshorribledelmundo,megustaríaquelehicieranunapruebaparaversipuedesalvarme.Aunquesolo
fuera para estar seguro de que seguiría con vida, sano y capaz de escupirle a la cara después. Pero si no es un tipo tan
horrible,¿cómocreesquesesentirásimueresydescubrequepodíahaberteayudado?
Nodijonada.
—¿Quéhaydetumadre?¿Esunmonstruotambién?Enesecaso,¿porquétesacrificas?¿Noseríaesodarleexactamente
loquequiere?Perosinoestanmala,¿nocreesqueleimportarásitemueres?
Parpadeó,ydecidíseguirmiintuiciónaúnmásallá.
—Hablemosdetushermanos.¿Quépasaconellos?¿Nocreesquepodríansentirseculpables,siseenterandequeunode
ellospodíahabertesalvado?
—Nolesimportaría—insistió,suvozcomoungruñidoronco.
«Bingo.»Teníahermanos,locualconvertíasureacciónenalgomuchomásinteresante.
—¿Ytúquépiensas?¿Noteimportasivivesomueres?
—Novoyamorirme.
—Necesitasuntrasplantedemédulaósea.
—Losé.LadoctoraNoblesmelohadicho.
—¿Notienesningunadudaalrespecto?
—No.
—Entonces,eresconscientedequeamenosqueencontremosrápidamenteunbuendonante,puedequenohayanada
quepuedanhacerparasalvartuvida.
—Encontraránundonante.
—¿Ysinoesasí?¿Quépasará?
Estaveznorespondió.
—Séqueestásasustada—dije,rebajandoeltono—.Perosealoqueseaquepasócontufamilia,novalelapenamorirpor
ello.Perodeesosetrata,¿no?Prefieresmorirquevivircon…contigomisma.Poralgoquehiciste.
Calliehizounarápidainhalación,yesperéunpocoantesdeproseguir.
—Sealoquesea,nopuedesertanmalo.Estoysegurodequenoquierenquetemueras.
Empezabanabrillarlelosojos,húmedos.
—¿Quétepareceestaotraopción?Sinoquieresverlos,estoysegurodequeelhospitalpuedeorganizarlodeformaqueno
tengasquehacerlo.Solonecesitamosrealizarlesunaprueba,notienenniqueveniraquíparaello.Loúnicoquedebeshacer
esdecirmecómopuedocontactarconellos.
Guardósilencioconlasrodillaspegadasalcuerpoyenesemomentovislumbréalasolitariavagabundaquemiabuelo
debióhaberreconocidocuandolaencontróenelgranero.
—Novoyadejarquetemueras—dije.
Curiosamente,medicuentadequelodecíaenserio,peroCalliesimplementedesviólamiradahaciaotrolado.
Porloquesabía,soloteníadosopcionesparaayudaraCallie:podíallamaralapolicíaopodíaintentarencontrarasu
familiayomismo.Pero¿acasolapolicíapodríahaceralgosiellasenegabaacontestarasuspreguntas?Amenosquesus
huellas dactilares estuvieran archivadas en algún sitio, no tendría por qué estar en ninguna base de datos; si insistía en
explicarlesque eraunaadulta, puedeque sedesentendierandel caso.Despuésde todo, ¿qué crimenestaba cometiendo?
Supusequepodríacontarleslodelnúmerodelaseguridadsocialyqueentróenlacasasinpermiso,peronoqueríabuscarle
problemassinoeranecesario.Aligualquesusmédicos,simplementedeseabaquesepusierabien.Llegadosaunextremo,
haríaesallamada,perocuandomelevantéalamañanasiguientedecidíprobarantesotrasopciones.
Poco después del amanecer subí al coche. No había nadie en la carretera y, afortunadamente, el cielo por fin estaba
despejado. Al pasar por el parque de caravanas examiné los tráileres. Seis de ellos parecían habitables, y había coches
aparcadosdelantedecuatrodelosremolques.PuestoquesabíaqueCallieibacaminandoatodaspartes,supusequevivíaen
unadelasotrasdoscaravanas.Porsuertenohabíanirastrodelrabiosoperroferozcondientesdetiburón.
Volvíacasa,esperéhastamediamañanaydespuéspasédenuevoporelparquedecaravanas.Deloscuatrovehículosque
habíavistoaparcadosantes,tresyanoestaban.Meparecióqueeraunaseñalpropiciaparapoderfisgonearsinquenadie
advirtierami presencia. Si algunode los habitantesdel lugarmepreguntara, les diría queCalliemehabíapedidoque le
llevaraalgunasdesuscosasalhospital.
Avancé lentamente por una vieja pista forestal situada un pocomás arriba en la carretera y, tras aparcar, empecé a
retrocederhaciaelparquedecaravanas.Comenzabaahacercalor:eltiempolocodefinalesdeprimaveraderepentequería
serverano.Lahumedaderasofocanteypodíanotarcómolacamisaempezabaapegarseamiespaldadebidoalsudor.Me
dirigíhacialaprimeradelasdoscaravanasquehabíavistoantes,intentandoesquivarlasgallinasqueaparecíandevezen
cuando.Seencontrabaenlazonamásapartada,cercadelosrestoschamuscadosdelaanteriorresidenciadeCallie,ynovi
ningunaluzensuinterior.Alacercarmeviunaparrillaenlapartedelantera,unospatinesenlíneaenelporche,yuncarrito
debebéllenodejuguetesdeplástico.AmenosqueCallietuvieraniños,cosaquedudaba,estanoeralasuya.
Medirigíhacialasiguientecaravana.Alcambiarderumbo,viunafigurasaliendodeotrodelosremolques,elquetenía
uncocheaparcadoenfrente.Setratabadeunancianoataviadoconunmonodetrabajoypudesentirsusojosclavadosenmi
espaldamientras pasaba a su lado. Alcé lamano para saludar, intentando quemi presencia en ese lugar pareciera algo
natural.Enlugardedevolvermeelsaludo,fruncióelceño.
AlaproximarmealaquecreíaqueseríalacaravanadeCallie,empecéatenerunbuenpresentimiento.Nohabíacortinas
en las ventanas, ni juguetes afuera, tampoco macetas ni móviles de viento, o piezas de motor, algo típico en los otros
remolques.Enefectoparecíalaclasedelugardondeviviríaunachicaqueapenasteníadineroparapagarlasfacturasyno
habíatenidotiempodeacumularcasinada.
Echéunvistazoporencimadelhombroycomprobéqueelhombrequehabíavistoantesyanoestaba;probablemente
había regresadoal interiorde su caravana.Tenía la esperanzadequenomeestuvieraobservandomientrasmeacercaba
furtivamente hacia una de las ventanas para escudriñar el interior, donde pude ver una pequeña cocina, funcional y
extremadamente limpia.Nohabíaplatosocubiertosenel fregadero,nien laencimera,y tampocoviningunamanchade
líquidos derramados en el suelo. En una de las esquinas vi tarros de mantequilla de cacahuete y mermelada alineados
perfectamentealladodeunabarradepan.
Medesplacérápidamentehaciaotraventanayviunsofáfutónyunparmesillasdesparejadas, talvez lasque lehabía
dadoClaude.Tambiénhabíaunalámpara,pero,apartedeeso,eraellugarmásespartanoqueunosepodríaimaginar.
Deambuléalrededordeltráilerenbuscadeotrasventanas,peronoencontréningunamás.Siguiendounimpulso,probé
elpicaporteymesorprendióverlogirarenmimano.AlsalirhaciaeltrabajoCallienohabíacerradolapuertaconllave.Pero
detodosmodosnoparecíaquehubieranadaquevalieralapenarobar.
Vacilé.Una cosa erahusmear a travésde las ventanas y otramuydistinta entrardentrode su casa.Me recordé amí
mismoqueCalliehabíaentradosinpermisoenlacasademiabuelo,yqueyonecesitabatodavíaalgunasrespuestas,porlo
queempujélapuertayentré.
Nomellevómuchotiempoinspeccionarlacaravana.Nohabíasiquieraunacajonera;ensulugar,laropaparecíaapilada
contra la pared. En el armario encontré algunas blusas y pantalones colgados en perchas y dos pares de zapatos. En el
estantesuperiorhabíaunasudaderagastadadelosBulldogsdelaUniversidaddeGeorgia,perocasitodolodemásparecían
hallazgosdeunatiendadesegundamano.
Nohabíafotografías,nirevistasoagendas,peroenlapareddelacocinaencontréuncalendariocolgadodelaparedcon
ilustracionesdeatraccionesturísticasdeGeorgia(incluidoeldesfiladerodeTallulahylascataratasdeRavenCliff),consus
turnosdetrabajoprolijamentemarcados,ademásdeunascuantasfechasseñaladasenrotuladorrojo:elcumpleañosde«M»
enjunio,elde«R»enagosto,elde«T»y«H»enoctubre,elde«D»endiciembre.Eranlasinicialesdepersonasalasque
ellaconocía,peronohabíanadaquemediesealgunapista.
Rebusquéen loscajonesyarmariosde lacocina,y luegoen losdelbaño.Denuevo, laausteraausenciadeobjetosno
aportabagrancosa.Busquéunteléfono,conlaesperanzadeencontraruncontestadorautomático,perofueenvano.
Notengoniideadecuántotiempoestuveenelremolque.Mirérecelosoporlaventanadelacocinaendirecciónallugar
dondeanteshabíavistoalanciano.Noqueríaquemevierasalirdelacaravana,peroporsuertenovolvióaasomarse.
Salí rápidamente por la puerta delantera con la esperanza de conseguir hacer una escapada limpia, pero al instante
advertílapresenciadelcochedecolorgranateconlapalabra«sheriff»estampadaenlaspuertas.Semegiróelestómago.
Apenas unminutomás tardeme sentí aúnpeor, al ver aNatalie saliendodel coche.Durante un buen rato,mi única
reacciónfuemirarlafijamente.
16
i yo estaba asombradode verla, ella parecía igualmente atónita. Cuandopor fin salió de detrás de la puerta del coche
abiertameacordédelaspectoqueteníalaprimeravezquelavi.Ahora,depieanteella,meparecíaquehabíapasadouna
eternidad.
—¿Trevor?—preguntómientrascerrabalapuertadelcoche.
—Natalie—contesté,cuandoporfinmevolvióasalirunhilodevoz.
—¿Quéestáshaciendoaquí?Tenemosunallamadaquedenunciaunposibleroboenunremolque.
«Elviejo.»
—¿Terefieresaesto?—señaléconungestolacaravanadeCallie—.Noherobadonada.
—¿Acabasdeentrarsinpermisoensucasa?Tehevistosalirdelremolque.
—Lapuertanoestabacerrada.
—¿Yhasentrado?
—Mealegrodeverte,porcierto.
—Estanoesunavisitadecortesía.
—Losé—dije,suspirando—.Supongoquedeberíaexplicartequéestabahaciendo.
Por encima de su hombro pude ver al anciano salir al porche delantero de su caravana. Una parte de mí quería
agradecerlequefueraunciudadanotancumplidor.
—¿Ybien?—preguntó.
—Lachicaqueviveaquí se llamaCallie.Ahoramismoestáenelhospital.Poresohevenido,paracomprobaralgunas
cosas.
—¿Sabequeestásaquí?
—Noexactamente.
—¿Noexactamente?—fruncióelceño—.¿Quéesloqueestabascomprobando?
—Estoyintentandoayudarlayeslaúnicaformaquesemehaocurrido.
—¿Meestásrespondiendoconevasivasintencionadamente?
Detrás de Natalie, el anciano había abandonado el porche y se acercaba lentamente a nosotros, sin duda con tanta
curiosidadcomolaquedemostrabaNatalie.
—¿Hayalgúnlugardondepodamoshablarenprivado?
Porprimeravez,advertíunasombradevacilaciónensumirada.
—Nocreoqueseabuenaidea.Primeronecesitosaberquéestápasandoaquí.
Obviamente,NatalieintuíaqueademásdedarleunaexplicaciónsobreCallie,intentaríahablarconellasobreelmodoen
quenosdespedimos.Y,enefecto,esaeraexactamentemiintención,siteníalaoportunidad.
—Yatehedicholoqueestoyhaciendo.Hayunachicaenelhospitalynecesitamiayuda.Solohevenidoaquíparaeso.
—¿Cómovasaayudarlasinisiquierasabequeestásaquí?
—Porfavor—dije—,noquierohablarconpúblicodelante.—Señaléconunmovimientodecabezaalvecino,queahora
estabaapocosmetrosdedistancia.
—¿Hasalidoalgúnobjetodelremolque?
—No.
—¿Hahabidoalgúndesperfecto?
—No—insistí—.Puedesentrarparacomprobarlo.Lapuertaestáabierta.
—Aunasíesallanamientodemorada—indicó.
—Dudomuchoquepresentecargos.
—¿Yesoporqué?
Meacerquéaellaybajélavoz.
—Eslachicaqueentróenlacasademiabuelo;tambiénrobóelnúmerodelaseguridadsocialdemiabuela.Estámuy
enferma.Seguramenteloúltimoquedeseaestenerquehablarconunagentedelaley.
—Sabesquetendréquehablarconellasobretodoesto,¿no?
—Buenasuerte—dije—.Puedequeseniegueporcompletoahablarcontigo.
—¿Yporquétendríaqueserasí?
Aesasalturas,elancianoestabaaunadistanciaenlaqueseguroquepodíaoírnos.Además,habíahechoapariciónotro
vecinoque sedirigíahacianosotros.Al ver queuna tercerapuerta se abría, de la cual salía otramujer,me inclinéhacia
Natalie.
—Porfavor—lerogué—.Estonoleincumbeanadiemás.EstoyhaciendoestoporelbiendeCallie,noporelmío.
—Nopuedodejarquetevayas,asísinmás.Tehanvistoentrarensucasa.
—Entoncesllévameentucochehastaelmío.
—¿Dóndeestá?
—Unpocomásarriba,enlacarretera.Esimposiblenoverlo.Creoqueloshabitantesdellugarestaríanmáscontentossi
subieraalcochepatrulla.Comosimehubierametidoenunlío.
—Estásenunlío.
—No lo creo.—Puesto queno respondía, dimedia vuelta hacia el cochede policía, no sin percatarmede que los tres
vecinos se habían congregado a poca distancia y me lanzaban miradas recelosas—. Si quieres, podemos hablar en la
comisaría.
AvancéhaciaelcochedejandoatrásaNatalie,ymedeslicéenelasientodeatrásantesdequeellapudieraimpedírmelo.
DuranteunosminutosNatalie se quedódepie, paradadelantedel coche, antesde acercarse a los vecinosque sehabían
reunido.Vicómoelancianoempezabaahacergestosseñalándome,obviamentepreocupado.Natalieasentíasindecirgran
cosamientraselhombreseguíahablando,ytrasunosmomentos,regresóalvehículoysepusoalvolante.
CuandoNataliearrancóelmotoryseincorporóalacarreteraprincipalmemiródereojoporelespejoretrovisor.Podía
notarsuirritaciónalverseenunasituaciónqueevidentementehubierapreferidoevitar.
—¿Pordóndellegamosatucoche?
—Giraalaizquierda—dije—.Estáaunosdoscientosmetros.
—Deberíalimitarmeallevartealacomisaría.
—Peroentonces,¿cómorecuperaríamitodoterreno?
Laoísuspirar.Tardómenosdeunminutoenllegarallugardondeyohabíaaparcado.Cuandointentésalir,medicuenta
dequelapuertaestabacerrada.Nataliedescendióconeleganciaymeabriólapuerta.
—Gracias—dije.
—¿Quéestápasando?—preguntó,alavezquecruzabalosbrazos—.Quieroquemecuenteshastaelúltimodetalle.
—Tengosed—dije—.Vayamosamicasa.
—Nidebroma.
—Empiezaahacercalor,yestonosvaallevarunrato.
—¿Cómoeraelnombredelachica?
—Callie.
—Esoyalosé—dijo—.¿Cuálessuapellido?
—Esoesloqueestabaintentandoaveriguar.
Natalieme siguióhastami casa y giró en la entrada, para aparcar al ladodemi coche.Al salir del coche la esperé, y
avanzamos juntos hasta la casa.Me acordé de que hicimos lomismo tras visitar las colmenas y de repenteme asaltó el
sentimiento de pérdida.Nos habíamos sentido atraídos el unohacia el otro, y nos habíamos enamorado, pero ella había
decididoacabarcontodo.¿Quéhabíahechomal?¿Porquénohabíaqueridodarnosunaoportunidad?
Medirigíhacialacocina,ycogídostazasdelarmario.Mevolvíhaciaellaypregunté:
—¿Prefierestéoagua?
Ellamiródereojohaciaelporche,queahorateníaunaspectodistintoaldelanochedenuestracena.
—¿Tédulcecasero?—preguntó.
—¿Quésino?
—Sí,porfavor.
Llenélastazasyañadíunpocodehielo.Leofrecíunatazayleindiquéporseñaselporche.
—¿Puedes explicarme simplemente qué está pasando, sin hacer de ello un acontecimiento? —pidió, obviamente
exasperada.
—Soloquierosentarme—expliqué—.Noloconviertasenloquenoes.
En el porche trasero, agradecido por la sombra, esperé a que se reuniera conmigo. Pasaron unos instantes hasta que
Natalieocupóaregañadientessulugarenlaotramecedora.
—¿Ybien?—preguntó—.Mástevalequeseaunabuenahistoria.
Lecontétododesdeelprincipio,hastallegaralhospitalyelintentodelocalizaralafamiliadeCalliebuscandopistasen
sucaravana.DurantetodoelrelatoNatalieguardósilencio,aunqueescuchabaatentamente.
—¿Deverascreesquepuedemorir?
—Estoysegurodequevaamorir—dije—.Lamedicinaylastransfusionespuedenayudarlaacortoplazo,peroensucaso
alfinalserámortal.EslamismaenfermedadqueacabóconEleanorRoosevelt.
—¿Porquénollamasalapolicía?
—Noquierobuscarleproblemas,yporahoratienequequedarseenelhospitalseacomosea.Porotraparte,sinoquiere
hablarconlosmédicos,probablementetambiénseniegueahablarconlapolicía.
Natalieparecíaestarreflexionandosobreello.
—¿Encontrastealgunapistaenlacasa?
—Nograncosa—dije—.Nohabíademasiadoqueverdentro,seguramentedebidoalfuegodesuanteriorremolque.Pero
encontréunasudaderadelosBulldogsdeGeorgiayuncalendarioconilustracionesdelaregión.
—¿Creesquevienedeallí?
—Nolosé.Talvez.
—Laverdadesquenoesmucho.
—No—admití—.Noloes.YGeorgiaesunestadomuygrande.Nisiquierasabríapordóndeempezar.
Memiróentrecerrandolosojos.
—¿Porquéteimportatanto?
—Porquenosolosoyatractivoyrico.Tambiénsoyunbuentipo.
Por primera vez,Natalie esbozó una sonrisa burlona.Recordaba esa sonrisa, yme sorprendió lomucho que la había
echadodemenos,hastaquépuntoseguíaqueriendoqueformasepartedemivida.PenséquéNatalie intuíaloqueestaba
pensandoporquevolviólacarahaciaotrolado.Finalmenteprosiguió:
—¿Quieresqueintentehablarconella?
—Creoqueesoharíaquesecerraseaúnmás.
—Podríaintentarrecurrirasushuellasdactilares.
—¿Creesqueesopuedeayudar,sinuncahasidoarrestada?
—Probablementeno.
—¿Quépodríahacerentonces?
—Nolosé.Quizásquierahablarcuandosuestadoempieceaempeorar.
—Talvez.—Vaciléantesdeseguirhablando—.¿Puedopreguntartealgo?
Aparentemente,veíavenirmipregunta.
—Trevor…,porfavor,no.
—Soloquierosaberquépasóentrenosotros.Quéhicemal.
—Nohicistenadamal.
—Entonces,¿quépasó?
—Notienenadaquevercontigo,esunproblemaexclusivamentemío.
—¿Quésignificaeso?
—Significaqueteníamiedo—dijoenvozbaja.
—¿Demí?
—Deti.Demí.Denosotros.
—¿Quéesloquetedabatantomiedo?
—Todo—dijo.Miróenladistanciahaciaelrío,yenlaslíneasdeexpresióndesurostroapareciógrabadalaangustia—.
Meencantócadaminutoquepasécontigo—admitió—.Enelparque,conlascolmenas,nuestracenaenBeaufort.Elpaseoen
barcaylacenaentucasa.Todofue…justocomoesperaba,perfecto.Pero…
Noacabólafrase.
—¿Peroqué?
—Tevasair—dijo—.Muypronto,¿noesasí?
—TedijequenoteníaporquétrasladarmeaBaltimore.Mehabríaquedado.Puedoorganizarlodeotramanera.Esonoes
unproblema.
—Perosíloes.Estupróximaprofesión.EslaUniversidadJohnsHopkinsynopuedesposponeresopormí.
—¿Tehasdadocuentadequesoylobastantemayorcitocomoparatomarmispropiasdecisiones?
Desalentada,selevantódelasillaycaminóhacialabarandilla.Uninstantedespuésmepuseenpieymereuníconella.
Alotroladodelríoloscipresessealzabanconsustroncosblanquecinossobrelasaguasantiguas.Lalíneadesuperfilseguía
pareciéndometanhermosacomosiempre.Esperabaquedijeraalgo,loquefuera,peroellaseguíaevitandomisojos.
—Séqueestoesduroparati—dije—,perosiintentasponerteenmipiel,¿puedesimaginartelodesconcertantequemeha
resultadotodoesto?
—Lo comprendo. Y sé que en realidad no estoy respondiendo a tus preguntas, pero, por favor, date cuenta de lo
angustiosoqueestodoestoparamí.
Mientrashablaba,tuvelasensacióndequenosoloestábamoshablandoidiomascompletamentedistintos,sinodequela
traduccióneraimposible.
—¿Mehasqueridoalgunavez,Natalie?
—Sí—dijo, y se volvió paramirarme por primera vez aquella tarde. Con la voz quebrada añadió—: Te quería. Y sigo
queriéndote.Tenerquedespedirmedetihasidounadelascosasmásdifícilesquehehechonunca.
—Sisignificabatantoparati,¿porquéteníaqueacabar?
—Aveces,asíescomotienequeser.
Estabaapuntodecontestarcuandooíunvehículoacercarsealafinca,ydespuéselcrujidodelagravillaenlaentrada.
Escuchécómoalguiencerrabalapuertadeuncocheconunportazo,ydespuésungolpeteoenlapuertadelantera.Notenía
lamenor ideadequiénpodría ser; apartedeNatalie, apenashabía venidonadie a visitarme.Deseabadesesperadamente
seguirconnuestraconversación,ocomenzarunaqueyocomprendiera,peroNataliehizoseñasconlacabezahacialacasa.
—Hayalguienenlaentrada—anunció.
—Losé.Pero…
—Serámejorquevayasaabrir.Yotengoquevolveraltrabajo.
Podíahaberlepedidoquenointerrumpiéramosnuestraconversación,peroyasabíacuálseríasurespuesta,demodoque
regreséalacasa.
Enlaentradareconocíeluniformemarróndeuncartero.Eraunhombredelgadoyenjuto,másomenosdemiedad,que
metendióunacajadetamañomediano.Porunmomento,intentérecordarsihabíapedidoalgo,peronosemeocurriónada.
Memostróunportapapeleselectrónicodelquependíaunbolígrafo.
—¿Puedefirmaraquí?
Dejéaunladolacaja,garabateéminombreycerrélapuertatrasdemí.Enlaetiquetaconelremiteviladireccióndeuna
empresadeabogadosdeCarolinadelSur,yelpasadovolviódegolpeamimente.
Lascosasdemiabuelo.
Llevélacajaalacocina.Natalieentródesdeelporchemientrasdejabalacajasobrelamesa.Vacilé,indeciso.Queríaabrir
lacajainmediatamente;perotambiéndeseabaqueNataliesequedaraparaseguirintentandollegaraellayconvencerlade
queestabacometiendounerrorquenosafectabaaambos.
—¿Sartenesycazuelasnuevas?
—No—dije.Saquéuncortaplumasyempecéacortarlacintaadhesiva—.Esdelabogadodeltipodelaempresadegrúas.
Habíaguardadolascosasdemiabuelo.
—¿Durantetodoestetiempo?
—Ungolpedesuerte—dije.
—Mejortedejosoloparaqueabraslacaja.
—¿Podríasesperarunpoco,sinoteimporta?Puedequenecesitetuayudaparaentenderpartedesucontenido.
Desplegué las tapas de la caja y extraje un poco de papel de periódico arrugado. Arriba del todo había una gorra de
béisbolque reconocíde losveranosquehabíapasadoaquíhacía tanto tiempo,gastadayconmanchas,peromealegréal
verlacomosisetrataradeunviejoyqueridoamigo.Mepreguntésilallevaríapuestacuandotuvoelderrameyselehabría
caído,osilatendríaenelasientodelcopilotoasulado.Nopodíasaberlo;solosabíaqueiríaconmigoalládondefueraque
acabaraviviendo.Losiguientequeencontréfuesucartera,dobladayenmohecida,elcueroarrugado.Si llevabadineroen
efectivo,alguienlohabíacogido,peromeinteresabanmuchomáslasfotografías.HabíaunpardefotosdeRose,unafoto
míadecuandoeraniñoyunretratofamiliarquemimadredebióenviarlecuandoestabaenelinstituto.Tambiénhabíauna
fotodemimadreymipadrejuntos.Enunabolsaconcremalleraencontrélospapelesdelcoche,unoscuantosbolígrafosy
unlápizmordisqueado,objetosquedebíanhabersalidodelaguantera.Debajohabíaunapequeñabolsadelona;lasaquéde
lacaja.Dentrohabíacalcetinesyropainterior,unospantalonesydoscamisetas,juntoconuncepillodedientes,dentífricoy
desodorante.Dondequieraquesedirigiese,noteníalaintencióndequedarsedemasiadotiempo,peronadadeloquehabía
encontradohastaelmomentomeofrecíaalgunapistasobresudestino.
La respuesta llegó al fondo de la caja, en forma de dosmapas de carreteras unidos por un clip. Debían tener como
mínimotreintaañosdeantigüedad,elpapelestabasecoyamarillento,yaldesplegarlosadvertíquehabíaalgunascarreteras
señaladas conmarcador amarillo. Una de las rutas conducía hacia el norte, hacia Alexandria, adonde había ido para el
funeraldemispadres.Peronohabíamarcadolainterestatal,sinoquelahabíaevitadoparatomarcarreterascomarcalesmás
pequeñas.
PodíasentiraNataliepegadaamihombro.Empezóareseguirlaotrarutamarcadaqueconducíahaciaeloesteporotras
carreteras secundarias en dirección a Charlotte, para cruzar luego la frontera conCarolina del Sur. ¿Easley?Aunque era
imposiblesaberloconseguridad,latintadelrotuladorparecíamásreciente,deuncolormásvívidoquelaotrarutamarcada
enelmapa.
El segundomapa incluía los estadosdeCarolinadel Sur yGeorgia.Porunmomento, temíquemi abuelonohubiera
marcadonadaenél.Peroenseguidaviquelarutacontinuabaenellugarenqueseinterrumpíaenelotromapa.Rodeaba
Greenville en una circunvalación que le enviaba por el norte de la ciudad, para seguir por la autopista que llevaba
directamenteaEasley.
Yluegocontinuaba.
AtravésdeCarolinadelSuryadentrándoseenGeorgiaparaacabarenunapequeñaciudadalnorestedeAtlanta,justoen
el límitedelBosqueNacionaldeChattahoochee.NoestabademasiadolejosdeEasley, imaginéqueamenosdedoshoras,
incluso a la velocidad a la que conducía mi abuelo, y al ver el nombre del pueblo me percaté de que algunas piezas
fundamentalesdelpuzleempezabanaencajar.ElnombredelalocalidaderaHelen.
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unqueestabamirandoelmapaenestadodeshock,mimenteregresóalaconversaciónconlosancianosenelporchedel
TradePost,ymeacordédecuandosalíconelboteypenséqueenlomásprofundodemicorazónyosabíaquemiabuelono
habría idoa visitar auna talHelen.No tenía sentido,porquemiabuelo seguía enamoradode lamismamujerquehabía
queridosiempre,aunquehubierafallecidohacíamuchotiempo.
También Natalie miraba fijamente el nombre. Estaba de pie, a mi lado, lo suficientemente cerca de mí como para
tocarnos,yrecordélanochequelahabíatenidoenmisbrazos.Lahabíasentidotanperfectaqueenesemomentopenséque
noscompenetraríamosmaravillosamente,peroellanoestabadispuestaacontarme laverdadde loque leestabapasando
realmente.Ahora,mientraspercibíaelsuavesonidodesuexhalación,medicuentadequeestabaestudiandoelmapadela
mismaformaqueyo.Meparecióquelaspiezasempezabanaencajarparaellatambién,aunqueyonoestuvieramáscercade
comprenderquésentíaellapormí.
Sindecirpalabra,volvíaexaminarlosmapasparaasegurarmedequenohabíamáspistasniotrosposiblesdestinos.Mi
menterepasólalíneatemporal,comoyahabíahechoanteriormente,ydenuevosupequemiabuelodebíaserconscientede
queelviajeibaaserarriesgadodebidoaladistancia,perotambiénporsuavanzadaedad.Fueracualfueralarazónquele
habíaempujado,teníaqueseralgoimportante,ysolopodíaimaginarmeunúnicomotivo.
MirédereojoaNatalieysupusequeellatodavíanohabíallegadoalmismopuntoqueyoenmissospechas.Locualtenía
sentido,puestoque,al finyalcabo,eramimisterio,noelsuyo.Frunció levemente la frentemientrasseguíacavilandoy,
comosiempre,penséqueerahermosa.
—¿Helen,enGeorgia?—preguntófinalmenteNatalie.
—Esoparece.
—¿Conocíaaalguienallí?
Ese era el quid de la cuestión. Intenté recordar si le había oído mencionar esa localidad en alguna ocasión, o alguna
amistadencualquierotrolugarenGeorgia.Alguiendelaguerra,talvezuncompañerodetrabajoquesehubieramudado,o
inclusounapicultor.PeronotardédemasiadoenpercatarmedequelavidademiabuelohabíatranscurridosiempreenNew
Berny,sinembargo,CallieteníaunasudaderayuncalendariodeGeorgia.
—Lodudo—dijeporúltimo—.Perocreoqueélsíconocíaaalguienprocedentedeallí.
Natalietardóunosinstantesenadivinarloqueestabapensando.
—¿TerefieresaCallie?
Asentí.
—Creoqueibaabuscarasufamilia.
—¿Porqué?Nosepusoenfermahastalasemanapasada.
—Nolosé.PerosisuponemosqueCallieeradeGeorgia,yélsedirigíahaciaHelen,enGeorgia,tienesentido.
—Unpocorebuscado,¿nocrees?Siellaestanreservada,¿cómopodíatuabuelohaberseenteradosiquieradequeella
veníadeHelen?
—Todavíanotengotodaslasrespuestas.Peroséqueseconocíanbien.Amiabueloleimportabalosuficientecomopara
ayudarla a encontrar un trabajo. Estaba yendo a Helen por una razón. Quizás creía que ella se había escapado, como yo
mismotambiénpienso,ydeseabaayudarla.
—¿VasapreguntarleaCalliesobretodoesto?
Tardéunpocoenresponder,porquederepentemehabíaasaltadootrorecuerdo.CuandomeacerquéaCalliedurantesu
almuerzono semostrómolestahastaquepreguntéespecíficamente simiabuelohabíamencionadoalgunavezque iría a
visitar a alguna mujer llamada Helen. En ese momento entró en pánico. Se lo conté a Natalie, pero su mirada seguía
pareciendoestarllenadesuspicacia.
—Tengorazón—añadí—.¿Novescómoencajatodo?
Nataliedejósalirunalargaexhalación.
—Dameunosminutos,¿vale?Tengoquehacerunallamada.Vuelvoenseguida.
Sinmásexplicaciones,Nataliesalióporlapuertadelantera.Laobservéatravésdelaventanamientrastecleabaalgunos
números en su teléfono, y después unos cuantos más. Pasaron algo más que un par de minutos, casi diez, antes de que
regresaraadentro.
—HellamadoalDepartamentodePolicíadeHelen.
—¿Quétehandicho?
—Les he pedido que comprueben si se ha escapado alguna chica llamada Callie. No ha desaparecido nadie con ese
nombre.
—¿Estáncompletamenteseguros?
—Esunpueblomuypequeño—explicó—,deunosseiscientoshabitantes.Losabrían.Enlosregistrosdelosúltimoscinco
añossolohayunospocoscasosdejóvenesquesehanescapado.
Apesardesuspesquisas,yosabíaqueteníarazón.Lointuíaysabíaqueteníaquecomprobarlo.Podríaconducirhasta
allí,perovolarseríamásfácil.Toméasientoalamesadelacocinaeiniciémiordenador.
—¿Quéestáshaciendo?—preguntó.
—EstoybuscandovuelosparaAtlanta.
—¿VasairaHelendespuésdeloqueteacabodedecir?¿Paraqué?¿Vasallamaracadapuerta?¿Preguntaralagentepor
lacalle?
—Siesnecesario…sí—respondí.
—¿Ysivivíaenelcampo?¿Oenelpueblodeallado?
—Esonoimporta—dije.
—¿Vasahacertodoestoporunachicaalaqueapenasconoces?
—Ledijequenoibaapermitirquemuriera.
—¿Yrealmentelodicesenserio?—dijo,enuntonoquerozabalaincredulidad.
—Sí.
Guardósilencioporunmomento,ycuandovolvióahablar,sutonodevozsehabíasuavizado.
—Suponiendoquetengasrazónysehayaescapado…¿Porquépreferiríamorirquecontactarconellos?
—Esoesloqueestoyintentandoaveriguar,larazónporlaquevoyair.Peromegustaríapedirteunfavor.
—¿Dequésetrata?
—Llamaotraveza lacomisaría.Sipuedestambiénalsheriff,paraavisarlosdequevoyhaciaallí.Estoysegurodeque
tendréquehablarconellos.Quizáspuedasayudarmeahacermásfácilesaparte.
—¿Cuándocreesquepuedesestarallí?
—Mañana—dije—.Hayunvueloalasonce.SialquilouncochepodríaestarenHelenaprimerahoradelatarde.
—¿Cuántotiempopiensasquedarte?
—Un día o dos. Si no puedo encontrar ninguna respuesta allí, tendré que convencer a Callie de que vuelva a hablar
conmigo.
Reflexionósobremipetición.
—Puedohaceresasllamadas,peronosésiserviránparaalgo.Noeresunagentedelaley,nitampocosufamilia.
—¿Quémerecomiendas?—dije.
—¿Ysivoycontigo?—propusoella.
Poruninstante,noestabasegurodehaberoídobien.
—¿Tegustaríavenirconmigo?
—Desde el punto de vista técnico, si se trata de una persona desaparecida, las fuerzas de la ley tienen cierta
responsabilidad.
Intentéreprimirunasonrisa.
—Necesitotufechadenacimientoparapoderreservarlosbilletes.
—Yameocuparéyodeeso.
—Serámásfácilhacerambasreservasalavez.
Medijolafecha,yalempezaraintroducirlosdatos,meinterrumpióderepente.
—Espera—dijo,conunaexpresiónseriaensurostro—.Iré,peroantestendrásqueaceptarunacondición.—Yasabíaque
mediríaquepreferíahabitacionesdehotelseparadas,yquesolomeacompañabaencalidaddeagentede la ley.Enotras
palabras,quenointentarareavivarlascosasentrenosotros—.Quieroquehagasalgoestanoche.Tepuedorecogercuando
salgadeltrabajo.
—¿Dequésetrata?
Hizounaprolongadaexhalaciónqueestavezsonócomounarendición.
—Quieroqueconozcasamimarido.
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equedéatónito,aquellapeticiónerademasiado.Derepentetodoparecíatenersentido:porquésesentíatanincómoda
en el mercado agrícola cuando su dentista nos había visto juntos, por qué prefería que nos encontráramos en lugares
discretos.Porquéhabíapuestofinderepenteanuestrarelación…
Aunquenotodoparecíatenersentido…
Antesdequepudieraocurrírsemealgoquedecir,Natalieseapresuróhacialapuertadelanteraylaabrióhaciendouna
pausaenelumbral.
—Yaséquetienesmuchaspreguntas—dijosinvolverseparamirarme—,peroloentenderástodoestanoche.Terecojoa
lasseis.
Acabédecomprarlosbilletes,hacerlareservadelhotel, leeralgunasreseñasderestaurantesenHelen,yluegopaséel
restodeldíaintentandodilucidarlanaturalezadelmatrimoniodeNatalie.¿Acasoestabanseparados,peroahoraintentaban
resolver sus problemas? ¿Tenían una relación abierta? Seme pasó incluso por la cabeza la idea de que sumarido había
fallecidoyharíamosunavisitaalcementerio,peroningunadelasposiblesrespuestasparecíaencajarconlamujerquehabía
llegadoaconocer.¿Yporquéqueríaquenosviéramos?
Talvezeraeso loquehacían losmatrimoniosenestos tiemposcuandootrapersonaestaba interesadaensucónyuge.
«Reunámonostodosparahablarlo.»
¿Quésesuponíaquedeberíahablarconsumarido?¿Deberíaabogarpormi ignoranciaanteelhechodequeestuviera
casada?¿Admitirquelehabíasuplicadoempezarunanuevavidajuntoamí,peroqueapesardetodolehabíaelegidoaél?
Paséelrestodelatardedándolesvueltasaposiblespreguntasyrespuestas.Entretanto,empaquetéenunabolsadelona
lonecesarioparamiviajeaHelen,yvolvíarepasarelcontenidodelacajaenbúsquedademáspistas,envano.
CuandoNatalieaparcóenlaentrada,salídecasaantesinclusodequetuvieratiempodeapagarelmotor.Alsubirasu
cochemeofrecióunamirada impenetrableymisteriosa,antesde regresara lacarretera.Alverqueguardabasilencio,yo
tambiénpermanecícallado.
Laprimera sorpresaparamí fueque, en lugarde conducirhacia su casa, tomamos la autopistahacia el este,hacia la
costa. No iba en uniforme; ahora llevaba pantalones vaqueros y una blusa de color crema, más informal que elegante.
Alrededordesucuellolucíalacadenadeoroquesiemprellevaba.
—¿Túytumaridovivísjuntos?—preguntéfinalmente.
Ajustóladistanciadelasmanosenelvolante.
—Yano—respondió,sindarmásexplicaciones.
La ideadequeyahabíafallecidovolvióaasaltarmecomoundestello;denuevonos instalamosenelsilencio.Pasados
entrediezyquinceminutos,Natalieredujolavelocidadysaliódelaautopista,paraadentrarseenunazonacomercialporla
quehabíapasadoen innumerablesocasiones y en laquenuncamehabía fijado realmente.A laderechahabíaun centro
comercial; a la izquierda, con un aparcamiento acogedor y sombreado gracias a unos árboles, se alzaba un edificio de
ladrillosdeunasolaplanta,conaspectodehabersidoconstruidonohacíamásdecincoaños.Cuandoleíelnombredellugar
sentíquesemeencogíaelcorazón.
Noeraelcementerio.
Eramuchopeor.
Aparcamoscercade laentrada,enlapartereservadaa losvisitantes,prácticamentevacía.Trassalirdelcoche,Natalie
recogióunapequeñabolsadelasientotrasero,yambosnosdirigimoshacialaspuertasdedoblecristaldelaentrada.Enel
mostradordeadmisiones,unamujeruniformadasonríoalverquenosacercábamos.
—Hola,señoraMasterson.¿Quétaltodo?
—Bien,Sofía—dijoNatalie,ydespuésanotósunombreenelregistrodevisitantes,mientrascharlabaconlamujercomo
sifueraunaviejaamiga.
—¿Cómoestástú?¿YBrian?
—Comosiempre,meestávolviendoloca.Porsuformadereaccionar,sepodríapensarquearreglarsuhabitaciónespeor
quelimpiarfosassépticas.
—Esunadolescentetodavía.¿Cómolevaenelcolegio?
—Deesonomepuedoquejar,graciasaDios.Essoloamíaquienpareceodiar.
—Estoyseguradequenoteodia—dijoNatalieconunasonrisacomprensiva.
—Esoesfácildecirlo.
Nataliesevolvióentonceshaciamí.
—TepresentoaTrevorBenson.Esunamigomíoytambiénvienedevisita.
Sofíadirigiósuatenciónhaciamí.
—Encantadadeconocerle,señorBenson.¿Podríaanotarsunombretambién?
—Porsupuesto.
Mientrasmeinscribíaenelregistro,Sofíapregunto:
—¿Queréisqueosacompañe?
—No—respondióNatalie—,conozcoelcamino.
Nos alejamos delmostrador y avanzamos por un pasillo limpio y bien iluminado, con suelo de láminas demadera y
bancosdehierroforjadoentrelaspuertas.Aquíyalláhabíaficusartificialesengrandesmacetas,sindudaenunintentode
ofrecerunambientemásrelajantealosvisitantes.
Finalmentellegamosanuestrodestino,yNataliesedetuvounmomentoantesdeempujarlapuertaparaabrirla.Seme
encogióelcorazónalvercómocobrabaánimosantesdeentrarenlahabitación.
—Hola,Mark—dijo—,soyyootravez.Sorpresa.
Markyacíaenlacamaconlosojoscerrados,entubadoaloquereconocícomosondasdealimentación.Estabadelgado,
los rasgos de su rostro parcialmente hundidos, pero todavía era posible vislumbrar al hombre atractivo que había sido
antaño.Supusequeeraunosañosmásjovenqueyo,locualnohacíamásqueempeorarlasensación.Nataliesiguióhablando
enuntonocasicoloquial.
—Trevor,tepresentoaMark,mimarido.Mark,megustaríaqueconocierasaTrevor.
Meseñalóconungesto,ymeaclarélagarganta.
—Hola,Mark—dije.
Marknopodía responder.Mientras lemiraba fijamente, la vozdeNatalieparecía llegar flotandohaciamídesdemuy
lejos.
—Llevaenunestadovegetativopermanentedesdehacecasicatorcemeses—meinformó—.Tieneunaceparesistentede
meningitisbacteriana.
AsentíconunnudoenelestómagomientrasNatalieseacercabaasulecho.Trascolocarelbolsoasulado,lehizolaraya
delpeloconlosdedos,yempezóahablarlecomosiyonoestuvieraenlahabitación.
—¿Cómo te sientes?—preguntó—.Séquehanpasadounoscuantosdíasdesdemiúltimavisita,peroesquehe tenido
muchísimotrabajo.Hevistoenelregistroquetumadrehapasadoantes.Estoyseguradequeestabamuycontentadeverte.
Yasabescuántosepreocupaporti.
Mequedéclavadoenelsitio,sintiéndomecomounintruso.Nataliesediocuentadequemehabíaquedadoparalizado,y
meindicóporseñasunasilla.
—Pontecómodo—medijo,antesdevolversuatenciónaMarkdenuevo—.Losestudiosnodejanclarohastaquépunto
lospacientespuedenexperimentaralgocuandoseencuentranenunestadovegetativo.—AunqueseguíamirandoaMark,era
conscientedequeesaspalabrasibandirigidasamí—.Algunospacientessedespiertanyrecuerdanalgunascosas,otrosno
puedenacordarsedenada,peroporsiacasointentovisitarleunascuantasvecesporsemana.
Prácticamentemedesploméenlasilla,ymeinclinéhaciadelanteapoyandolosantebrazosenlosmuslos,observando.
—Trevor es ortopeda —dijo a Mark—, de modo que puede que no sepa exactamente qué es un estado vegetativo
permanenteoenquésediferenciadeuncoma.—Siguióhablandoenuntonoamableaunquerealista—.Yaséquehemos
hablado de todo esto antes, pero permíteme que se lo explique, ¿de acuerdo, cariño? Sabes que tu bulbo raquídeo sigue
funcionando, por lo que puedes respirar por timismo y a veces incluso abres los ojos y parpadeas. Tus reflejos también
funcionan.Claroestáquetodavíanopuedescomersolo,peroparaesotieneselhospital,¿verdad,amormío?Tambiénte
hacenfisioterapiaparaquenoseatrofientusmúsculos.Deesemodocuandodespiertespodráscaminarousaruntenedor,o
irapescar,comosolíashacer.
Su comportamiento no denotaba para nada la desgarradora tristeza que yo sentía al presenciar esa escena
desarrollándoseantemí.Talvezestabaacostumbrada,ysuentumecimientoanteaquellaexperienciaeracomparableami
abatimiento.Nataliesiguióhablando.
—Séqueteafeitanenelhospital,peroyasabescómomegustahacerlocuandovengodevisita,yademásmepareceque
necesitas un corte de pelo. ¿Te acuerdas de cuando solía cortarte el pelo en la cocina? No entiendo cómo pudiste
convencermedequelohiciera.Nosemedababien,perosiempreinsistías.Creoquesimplementetegustabavermeahíde
pie,tancercadeti.
Extrajodelabolsaunatoallayunbotedecremadeafeitar,asícomounamaquinilla,ymepreguntó:
—¿Teimportaríamojarlatoallaconaguacaliente?Ellavaboestáenelcuartodebaño.
Hiceloquemepedíaasegurándomedequelatemperaturaeralaadecuadaantesdedevolverlelatoalla.Mesonríocon
unaexpresióndegratitudydespuésmojósuavementelasmejillasdeMarkconlatoalla.
—TrevorsevaamudarprontoaBaltimore—dijo,mientrasempezabaaponerleespumaenlacara—.Vaaserpsiquiatra.
Noestoyseguradesiyatelohabíacontado.Meexplicóquetuvoqueenfrentarseauntrastornoporestréspostraumático
despuésderesultarherido,yahoraquiereayudaralosveteranosquetienenelmismoproblema.Eseldelascolmenas,¿te
acuerdas?Elquemellevóaverloscaimanes.Esosíteloconté.Comotedije,hasidounbuenamigoparamí.Estoysegura
dequelosdososllevaríaismuybien.
Empezóaafeitarleconelegantesmovimientoscuandotodoestuvopreparado.
—Ah,semeolvidódecirtequeviatupadrelasemanapasadaenelconcesionario.Parecequeestámejor.Porlomenosha
dejadodeperderpeso.Séquenotevieneavisitartantocomotumadre,peroesduroparaél,tambiéndebidoaquelosdos
trabajabais juntos.Esperoqueseasconscienteen todomomentode lomuchoqueél tequería.Séquenoeramuybueno
diciéndotelocuandoeraspequeño,perotequiere.¿Tehecontadoquetuspadresmehaninvitadoa irensubarcoel4de
julio?Elproblemaesquemi familia estará en laplaya y tambiénquierenque vaya con ellos.Odio cuandoesto sucede…
Supongoquepodríaintentarrepartireltiempoesedía,perotodavíanolohedecidido.Esosuponiendoquemedeneldía
libre,aunqueseguramentenopodráser.Noesdivertidoserelúltimodelafilaeneltrabajo.
Cuandoacabódeafeitarle,lesecólacaraconlatoallaydespuéslepasóundedoporlasmejillas.
—Muchomejor, te lo aseguro. Tú nunca ibas desaliñado. Déjame también recortarte un poco las puntas, ahora que
todavíaestamosaquí.
Sacó unas tijeras y se pusomanos a la obra, con cuidado de recoger los cabellos cortados en una bolsa, debido a la
posicióntumbadadeMark.
—Ya sabesque solíaponerlo todoperdido cuando lohacía, asíque tepidoque tengasunpocodepaciencia conmigo,
¿vale?Noquieroque luego tepique todo.Ah,he tenidonoticiasde tuhermana Isabel esta semana.Está esperandoa su
primer niño en agosto. ¿Qué te parece? Siempre juraba que nunca querría tener hijos, pero parece ser que ahora ha
cambiadodeidea.Nosésipodréllegaratiempoparacuandonazca,peroestoyseguradequeiréaverlosantesdequeacabe
elaño.Quierodejarqueseacostumbreprimeroalamaternidad.
Continuó con la cháchara mientras acababa de cortarle el pelo. Después le alzó la cabeza suavemente para sacar la
almohada,alaquepropinóunpardesacudidasydespuésexaminóparaasegurarsedequeestabalimpiaantesdevolvera
repetirelprocesoalainversa,estavezdeslizandolaalmohadaensulugar.Ajustólasábanaylebesóenloslabiosconuna
ternuraquecasihizoquelaslágrimasacudieranamisojos.
—Teechodemenos,cariño—susurró—.Porfavor,intentarecuperartepronto,¿vale?Tequiero.
Recogiósubolso,selevantódelacamadeMark,ymeindicóporseñaslapuerta.Fuielprimeroensalirhaciaelpasillo,y
unavezallíambosvolvimossobrenuestrospasoshastaelcoche.Alllegarasuvehículo,Nataliesacólasllavesymedijo:
—Mevendríabientomarunvasodevino,¿teapetece?
—Nolodudes.
FuimosaunbarenHavelockllamadoEverly’s.Noestabademasiadolejosdelhospital,yalentrartuvelasensaciónde
que no era la primera visita deNatalie a ese lugar. Tras pedir nuestras bebidas, encontramos unamesa en un apartado
tranquilo,protegidoenpartedelruido.
—Ahorayalosabes—dijo.
—Sientomucholasituaciónporlaqueestáspasando.Debeserhorrible.
—Sí—admitió—.Nuncapodríahabermeimaginadoalgoasí.
—¿Quédicenlosmédicos?
—Despuésdetresmeses,lasprobabilidadesderecuperaciónsonmuyescasas.
—¿Quésucedió?Sinoquiereshablardeello,loentenderé.
—Nopasanada.Noereselprimeroquemepregunta.Enabrildelañopasado,pornuestroterceraniversario,pasamosun
findesemanalargoenCharleston.Pormuyextrañoqueparezcaningunodelosdoshabíaestadoallíantes,perohabíamos
oídohablartantodeesaciudad…Salimoseljuevesporlanoche.Medijoquesesentíacansadoyqueledolíalacabeza,pero
¿a quiénno, al final deuna semanade trabajo?De todasmaneras pasamosunbuendía el viernes, a pesar del dolor de
cabeza,peroentonceselsábadoempezóatenerfiebre.Eneltranscursodeldíafueempeorando,asíquefuimosaurgenciasy
lediagnosticaronunagripe.Sesuponíaquede todosmodosvolveríamosacasaeldomingo,asíquenonospreocupamos
demasiado.Peroaldíasiguienteenelcochesiguiósubiendo la fiebrecadavezmás.YoqueríapararenWilmington,pero
Markmepidióquecontinuáramos.CuandollegamosaNewBernestabaacuarentagradosdetemperatura.Fuimosdirectos
alhospital,peronosupierondiagnosticarlohastaeldíasiguiente.Paraentoncesyaestabaacuarentayuno,ylafiebreno
bajabanisiquieraconantibióticos.Eraunacepaterriblementevirulenta.Traselséptimodíadefiebreporlasnubes,entróen
coma.Másadelante,cuandolafiebreporfinremitió,consiguióabrirlosojos.Penséqueesosignificabaquehabíapasadolo
peor,peroMarkparecíanoreconocermey…
Tomóunsorbodevinoantesdeproseguir.
—Sequedó en elhospitalduranteotromes,pero transcurrido ese tiempoerabastante evidenteque se encontraba en
estadovegetativo.Coneltiempoencontramosunlugarrealmenteestupendoparaél,dondeacabamosdevisitarle,ydesde
entonceshaestadoallí.
—Eshorrible—dije intentandobuscar laspalabrasadecuadas—.Nopuedo imaginarmeloduroquedebehabersido.Y
quetodavíadebeser.
—Fuepeorelañopasado—dijo—,porquetodavíateníaesperanza.Peroenlaactualidadesohacambiado.
Todavíaconunnudoenelestómago,nopodíasiquieradaruntrago.
—¿Eselhombrequeconocisteenlauniversidad?
Natalieasintió.
—Eraunchicomuydulce.Tímidoyatractivo,paranadaarrogante, lo cualnodejabade ser sorprendente, sobre todo
teniendoencuentaquesufamiliaesrica.Sonpropietariosdeunodelosconcesionariosdelpueblo,ydosotresmásentodo
elestado.Elcasoesquejugabaenelequipodelacrosseyyosolíaverlospartidos.Erajugadortitular,aunquenotanbueno
comoparaquelebecaran.Durantelosúltimosdosañosdeuniversidad,jugabacasitodoslosencuentros.Podíacorrercomo
unagacelaymarcaruntantoprácticamentedesdecualquierpuntodelcampo.
—¿Fueamoraprimeravista?
—Enrealidad,no.Laverdadesquenosconocimosenunbaile.Yohabía idoconotrochico;él teníaunacita,pero le
dieronplantón,ycuandomiacompañantedesapareció,empezamosahablar.Supongoqueledimiteléfonoporqueempezóa
escribirmemensajes. Nada raro, o que me hiciera pensar que era un acosador… Después de un mes aproximadamente
quedamos para ir a comer una pizza. Estuvimos saliendo durante los últimos dos años y medio de la universidad, nos
comprometimosunañodespuésdelagraduación,ynoscasamostranscurridootroaño.
—¿Eraisfelicesjuntos?
—Losdosnossentíamosmuyfelices—dijoNatalie—.Tehabríacaídobien.Eraunapersonatanauténtica,tancariñosay
llenadeenergía.—Hizounapausapararectificar—.Perdona,todavíaloes.—Diootrosorboalvinoantesdemirardereojo
micopa—.¿Túnovasabeber?
—Dameunpocodetiempo—contesté—.Todavíaestoyprocesandolainformación.
—Supongoquetedebounadisculpa.Pornohabértelodichoenseguida.
—Aunque lo hubieras hecho, no estoy seguro de que eso me hubiera disuadido de acudir al mercado agrícola, o de
invitarteaverlascolmenas.
—Supongoquedebotomármelocomouncumplido.Pero…Quieroquesepasquenoesningúnsecreto.Muchagenteenel
puebloestáalcorrientedenuestrasituación.MarkcrecióenNewBern;sufamiliaesbienconocida.Sihubieraspreguntado
porahí,nohabríastardadoenaveriguarlo.
—Nuncasemehubieraocurridopreguntarleanadieacercadeti.Lociertoesquenoconozcoacasinadieenelpueblolo
suficientementebiencomoparapreguntar.Peroahoratengocuriosidadporsaberporquénollevastuanillodecasada.
—Síquelollevo—dijo—,alrededordemicuello.
Memostrólacadenayviunpreciosoanillodebodadeororosa;penséquepodíaserdelamarcaCartier.
—¿Porquénolollevaseneldedo?
—Nunca llevé anillos, ni cuando era pequeña. En la universidad empecé a entrenar en el gimnasio.No eran sesiones
demasiado extenuantes, pero intentaba hacer series en algunas de las máquinas. Cuando nos prometimos, el anillo me
pellizcabay teníamiedoderayarlo.Meacostumbrésimplementea llevarloalrededordelcuello.Ycuandomeconvertíen
ayudantedelsheriff,noqueríaquelagentesupieranadasobremividaprivada.
—¿EsonoleimportabaaMark?
—Paranada.Noeraunhombreceloso,yyosolíadecirlequeelanilloestabamáscercademicorazón.Lodecíaenserio,y
éllosabía.
Toméun tragodeaguaparahumedecermigargantaseca.Acontinuación,paracomplacerla,diunsorboa lacopade
vino,peromesupodemasiadoamargo.
—¿Quéopinantuspadres?
—AdorabanaMark.Perosonmispadres.Yatehedichoquesepreocupanpormí.
Recordé que todo ese tiempo lo había achacado a «su trabajo en las fuerzas de la ley». No podía haber estadomás
equivocado.
—Aparentementelecuidanmuybiendondeestá.
—Sonunas instalacionesdealtostanding paraaquellosque se lopuedenpermitir.El seguroapenas cubre los gastos,
perosuspadrespaganladiferencia.Esimportanteparaellos.Yparamítambién.
—¿Quépasaría…?
Alnofinalizarlafrase,ellahizounmovimientodecabezacomodandoaentenderquesabíaaloquemerefería.
—¿Quépasaríasidecidimosdesenchufarlo?Nocreoqueeso llegueasuceder.Ladecisiónnodependedemí,sinoque
dependedesuspadres.
—Perotúeressumujer.
—Ellostienenelpodernotarialmédico,ysonquienestomanlasdecisiones,noyo.Cuandocumpliódieciochoaños,Mark
tuvo acceso a un fondo de fideicomiso, pero para ello tenía que firmar toda una serie de documentos, incluidos los que
otorgaban el derecho a sus padres de tomar decisiones de vida omuerte sobre su persona. Con posterioridad, dudo que
siquierapensaraacercadeello,ydespuésdelabodanuncasalióeltema.Antesdecasarnossesintiómuymolestocuando
suspadresinsistieronenfirmarunacuerdoprematrimonial.Yonoteníaelecciónyrealmentenomeimportaba.Creíaque
estaríamoscasadosparasiempreytendríamoshijos,ynosharíamosmayoresjuntos.
—¿HashabladoconlospadresdeMarksobresufuturo?
—Unaodosveces,peronofuedemasiadobien.Sumadreesmuyreligiosa,yparaelladejardealimentarleartificialmente
escomocometerunasesinato.Laúltimavezque intentéhablarconellaalrespectomedijoque lasemanaanteriorMark
habíaabiertolosojosyselehabíaquedadomirandofijamente,yellalointerpretócomounaseñaldequeestabamejorando.
Estáconvencidadeque,sirezalosuficiente,cualquierdíadeestosMarksimplementeparpadearáderepenteyvolveráaser
eldesiempre.Encuantoasupadre,creoquesencillamentedeseatenerpazensupropiacasa.
—Yesotedejaatienunaespeciedelimbo.
—Demomento,sí—admitió.
—Podríaspedireldivorcio.
—Nopuedohacerlo.
—Porqueno.
—Porque aunque hayamenos de un uno por ciento de probabilidades de queMark se pongamejor, estoy dispuesta
esperar.Hiceunvotodematrimonioen lasaludyen laenfermedad.Lasaludes lapartefácil;cuandoelamorrealmente
brillaesalseguirsiendofielenlaenfermedad.
Quizásteníarazón,peromepreguntésiaquellonorozabaunpocoelconceptodemartirio.Pero,enfin,quiénerayopara
juzgarla.
—Locomprendo—dije.
—Tambiénquierodisculparmeporlanocheentucasa.Despuésdelpaseoenlabarcaylacena…
Alcémimanoparaevitarquesiguierahablando.
—Natalie…
—Porfavor—dijo—.Necesitoexplicártelo.Mientrasestábamoscenando,presentíqueíbamosaacostarnos,ycuandonos
besamoslosupeconcerteza.Ylodeseaba.Porquerealmentemehabíaenamoradodeti,yenesemomentoteníalasensación
dequeestábamoslosdossolosenelmundo.Erafácilfingirquenoestabacasada,oquemimaridonoestababajocuidados
las veinticuatro horas, o que podía tener lomejor de ambosmundos. Podía seguir casada y también tener una relación
contigo.PodríamudarmeaBaltimoreybuscaruntrabajoallímientras túhacías turesidenciayempezábamosunanueva
vidajuntos.Fantaseésobretodasesascosas,inclusomientrasnosdirigíamosaldormitorio…
Nataliehizounapausaymissentidossesintieronabrumadosporlosrecuerdos.Meacordédecómolatrajehaciamíyla
sensacióndetenersucuerpopegadoalmío.Elaromaafloresdesuperfume,exóticoydiscreto,cuandoenterrémicaraensu
cuello.Podíasentirsussenosapretadoscontramipecho,ysusdedosaferrándoseamiespalda.Cuandojuntamosnuestros
labios,elmovimientodesulenguadesencadenóunaoladeplacer.
Laayudéadesabotonarme lacamisay laobservéhaciéndolo;encuestióndepocossegundosambos teníamosel torso
desnudoynosabrazamospielcontrapiel.Y,sinembargo,cuandoempecéabesarlapartesuperiordesupecho,oí loque
parecía un sollozo contenido.Me aparté un poco, y vi queNatalie parecía paralizada, con excepción de una lágrima que
rodabaporsumejilla.Alarmado,meseparédeella.
—Nopuedo—susurró—.Losientomucho,peronopuedo.Porfavor,perdóname.
Sentadofrenteaellaenestelocalobservabacómotragabasaliva,conlamiradafijaeneltablerodelamesa.
—Esanoche…Mebesaste justopordebajode laclavícula.Mark tambiénsolíahacerlo,ydepronto levienmimente:
tumbadoenlacama,rodeadodetubosenesahabitaciónestéril.Ynopodíaquitarmesuimagendelacabezaymeodiépor
ello.Porhacerteeso.Tedeseabaydeseabaquehiciéramoselamor,peronopodía.Meparecíaqueestabahaciendoalgo…
incorrecto,dealgúnmodo.Comosiestuvieraapuntodehaceralgodeloquemearrepentiríaaunquelodeseabamásque
cualquierotracosaenelmundo.—Natalieexhalólargamente—.Soloqueríadecirtedenuevootravezquelosiento.
—Esamismanocheyatedijequenoteníasquedisculparte.
—Sé que lo hiciste, y por alguna razón esome hizo sentir aún peor. Tal vez porque fuiste tan comprensivo en todo
momento.
Puseconsuavidadunamanosobrelasuya.
—Sitesirvedealgo,volveríaarepetirlotodo.
—Tehasenamoradodeunamujerdeshonesta.
—Nofuistedeshonesta—corregí—.Soloomitistecierta información.Todos lohacemos.Porejemplo,no tehecontado
queademásdeserricoyguapotambiénsemedamuybiencolocarlonasenlostejados.
Porprimeravezdesdequehabíamosentradoenellocalesbozóunasonrisa.Apretómimanobrevementeantesderetirar
lasuya.
Alzólacopadevinoparahacerunbrindis.
—Eresunbuenhombre,TrevorBenson.
Aunqueeraconscientedequesetratabadeotradespedida,detodosmodosalarguélamanoparacogermicopadevino.
Lachoquécontralasuyaymeobliguéasonreír.
—Yotambiéncreoquetúeresbastantegenial.
19
ataliemellevóacasa,yaunquenopudedormirbien,porlamañanamedespertéenforma.Lasmanosnometemblaban
ymiestadoanímicoeralobastanteestablecomoparasentirmesegurodequepodíatomarunaterceratazadecafédespués
demicarreramatinal.Apesardequelehabíaofrecidopasararecogerladecaminoalaeropuerto,Nataliecreyóquesería
másconvenienteencontrarnosdirectamenteallí.
Sindudaporquenoqueríaquealguiennosviesellegarjuntos,oquetomábamosunavióncomosifuéramosunapareja.
Lleguéalaeropuertoantesqueellayfuialosmostradoresdefacturación.Nataliellegódiezminutosdespués,cuandoyo
yaestabaenlacolaparapasarelcontroldeseguridad.Alllegaralapuertadeembarquemesentéaesperar,yaunquehabía
unasientolibrecercadelmío,Natalieprefiriósentarsetresfilasmásatrás.Hastaqueestuvimosenelinteriordelavión,no
tuveoportunidaddehablarle.
—Hola—dijemientrasNataliepasabarozandomisrodillashaciaelasientodelaventanilla—,mellamoTrevorBenson.
—Oh,cállate.
Pensabaquepodríamoscharlarunrato,perocerrólosojos,seacomodóacercandolaspiernasalcuerpoysedispusoa
dormir.Mepreguntécuántagentepodíahaberlareconocidoenelavión.
Elvuelodurópocomásdeunahora,yalllegaralaterminalnosdirigimosalmostradordealquilerdevehículos.Había
reservadountodoterrenocomoelmío,queyaestabapreparadoanuestrallegada.Pocodespués,conducíamosdecaminoa
Helen.
—Parecequetehasechadounabuenasiestaenelavión—comenté.
—Estabacansada—dijo—.Nodormíbienanoche.Sinembargo,ayertuveocasióndevolverahablarcon lapolicía,así
comoconelsheriff.Esofueantesderecogerte.
—¿Ah,sí?
—Al igual que la policía, el sheriff tampoco tenía información sobre ninguna chica que se hubiera escapado llamada
Callie.Nosésiservirándemuchaayuda.
—Noobstante,estoysegurodequellegaremosalfondodetodoesto—dije.
—Tambiénmegustaríaexplicartelodeantes—dijo—.Enelaeropuerto.
—Notepreocupesporeso.Hepodidoimaginarmetusmotivosparaevitarme.
—¿Noestásofendido?
—Paranada.TútienesqueseguirviviendoenNewBern.
—Ytútemarcharáspronto.
—Meesperaunanuevavida.
Percibísumiradasobremímientrasdecíaaquellaspalabras,ymepreguntésimediríaqueme ibaaechardemenos.
Peronolohizo.Yotampocoseloexpreséverbalmente.Amboslosabíamos.Enlugardeeso,estuvimoscalladoscasitodoel
camino,ambosaparentementecómodosconduciendoensilencio,cadaunosiguiendoelhilodesuspropiospensamientos.
Natalieteníarazón:Heleneraunpueblopequeño,peroincreíblementehermosoypintoresco,enunsentidoquenunca
habríaimaginado.ParecíacomosiestuvierainspiradoenlasaldeasalpinasdeBaviera,conlascasaspegadasunasaotras,
pintadasdedistintoscoloresycubiertasdetejasrojas,algunasconribetesdecorativoseinclusountorreón.Supusequeera
un destino popular para turistas amantes de excursiones por lamontaña, tirolinas o descensos en neumático por el río
Chattahoochee,antesderecogersepor lanocheenunescenarioqueresultabaexóticoparaencontrarnosenelnorestede
Georgia.
Puesto que ninguno de los dos había comido nada, fuimos a almorzar a una pequeña sandwichería en el centro.
Debatimosnuestraestrategia,quebásicamenteconsistíaenhacerunavisitaalacomisaríayalaoficinadelsheriff.Teníala
esperanzadequesemeocurrieraalgomejordeloqueNataliehabíacuestionadocomoopciones(irllamandodepuertaen
puerta,oasaltaralagenteporlacalleparapreguntarlesporCallie),perodemomentonomehabíallegadolainspiración.
MearrepentídenohabertomadounafotodeCallieenelhospital,porsisucaradespertabaalgúnrecuerdoencualquierade
las personas que encontráramos, pero estaba casi seguro de que, de haberlo intentado, ella no habría dado su
consentimiento.
Nuestra primera parada fue la comisaría, alojada en un edificio que parecía más bien una casa privada, y no unas
dependencias municipales, pero que se integraba perfectamente en el vecindario. El oficial jefe, Harvey Robertson, nos
estabaesperando,yfueanuestroencuentroenlaentrada.Eraunhombrealtoydelgado,depeloblancoyconincipientes
entradas,quehablabaconunmarcadoacentodeGeorgia.Noscondujoalinterior,ynospidióquetomáramosasientoensu
despacho.Traslaspresentaciones,meofrecióunsobredepapelmanila.
—Comoyaosavancéporteléfono,estastressonlasúnicasjóvenesdesaparecidasdelasquetenemosnoticiaconalguna
certeza—explicó—.Unadeellaselañopasado,ylasotrasdosyallevandosañosdesaparecidas.
Abríelsobreyextrajetrescartelesconlapalabra«DESAPARECIDO»enlapartesuperior,consendasfotosydescripciones
de las tres chicas y alguna información sobre su último paradero. Parecían hechos a mano, como si las hubieran
confeccionadolasmismasfamilias,enlugardeboletinesoficialesdelapolicía.Unexamenrápidodelasfotosmeconfirmó
queningunadeellaseraCallie.
—¿Nohayalgúnotroregistrodepersonasdesaparecidasengeneral?
—Sí,perocomoyadije,ningunase llamaCallie.Elcasoesquesini la familianiningunapersonaque laconocieraha
informadodesudesaparición,porlarazónquesea,nohaymaneradequepodamostenerconstancia.Perocomosetratade
unacomunidadpequeña,creoquetenemosbastantecontroladoquiénsehaidoyquiénsigueporaquí.
—Yaséquenoesasuntomío,perotienealgunasospechadequéleshapasadoalasotraschicas.
—Dos de ellas tenían novio, y como tampoco podemos encontrar a los chicos, suponemos que escaparon juntos. En
cuantoa la tercera joven,no tenemos lamenor ideadequé lehapasado.Peroeramayordeedad, y fue su caseroquien
informódesudesaparición,demodoque,porloquesabemos,simplementepodríahabersemudado.
—Esunalástimanotenermásinformación.
—Por teléfono me dijeron que esa chica que están buscando, Callie, está… enferma, ¿no es así? ¿Y que necesitan
encontrarasufamilia?
VolvíacontarlahistoriadeCallie,yobservécómoparecíaestarasimilandocadapalabra.Teníalasensacióndequeerala
clasedepersonaquepuedesorprenderleaunoporsuintuición.
—Notenemosmuchopordondeempezar—comentócuandoacabemirelato.
—EsoesloquedijoNatalietambién.
Eljefedepolicíadirigiósuatenciónhaciaellayluegodenuevohaciamí.
—Esunamujerinteligente.Deberíaplantearselaposibilidaddetenerlacerca.
«Ojalá—pensé—,ojalápudiera.»
La oficina del sheriff estaba en Cleveland, Georgia, a unos veinte minutos de Helen. Era un edificio bastante más
imponentequelacomisaría,locualnodejabadetenerciertalógica,yaqueabarcabaunáreageográficamuchomayor.Nos
condujeronaldespachodeunayudantedelsheriffquehabíarecopiladolainformaciónsolicitadadeformasimilaracomo
habíanhechoenlacomisaríadeHelen.
Entotalhabíanuevepersonasdesaparecidas,incluidaslastresdeHelen.Delasseisrestantes,doseranhombres.Ydelas
cuatroquequedaban,solotreseranderazacaucasiana,yúnicamentehabíaentreellasunaadolescente,peronosetrataba
deCallie.
Mientrasnosalejábamosdeallí,Nataliesevolvióhaciamí.
—¿Yahoraqué?
—Estoyreflexionando.
—¿Quéquieresdecirconeso?
—Queestamospasandoalgoporalto.Noestoysegurodeloquees,perohayalgo.
SubimosanuestrocochedealquilerydespuésNatalievolvióahablar:
—Tengounaidea—dijoporfin.
—¿Dequésetrata?
—Si Callie es de aquí, seguramente fue a la escuela en esta zona, ¿no? ¿Y se supone que debe tener dieciséis años,
diecisiete?
—Sí,creoquedebeteneresaedadmásomenos.
—Losinstitutostienenanuarios.Yalgunasescuelassecundarias,también.Notengoniideadecuántosinstitutoshayenla
región,peronopuedensertantos,yapuestoaqueningunodeellosesmuygrande.Suponiendoqueconservenlosanuarios
enlabibliotecadelaescuela,talvezpodríamosencontrarla.
Mepreguntéporquénosemehabíaocurridoantes.
—Esoesunaideagenial.
—Yaloveremos—dijo—.NoregresaremosaHelenhastadespuésdelasseis,asíqueprobablementehoyserádemasiado
tardeparapoderempezar.¿Quéteparecesilointentamosmañanaporlamañana?
—Mepareceunbuenplan.¿Cómosetehaocurrido?
—Nolosé.Simplementemehavenidoesaideaalacabeza.
—Impresionante.
—¿Aquetealegrasdequeestéaquí?
«Sí—pensé—,muchísimo,perotalveznoporlasrazonesqueteimaginas.»
YaderegresoenHelen,fuimosalhotelaregistrarnos.Aldirigirmealrecepcionistatraselmostrador,percibíelaliviode
Natalieanteelhechodequehubierareservadodoshabitaciones,aunqueestuvieranunaalladodelaotra.Elrecepcionista
nosdiodosllavesmagnéticasynosdirigimoshaciaelascensor.
Aunquefaltabamásdeunahoraparaelocaso,mesentíacansado.Pormuchoquedisfrutaradeltiempoquepasabacon
Natalie,meresultabaagotadormantenerunaactitudexclusivamenteprofesionalyfingirquenoestabaenamoradodeella.
Medijeamímismoquedebíaaceptarsimplementelaayudaquemeestabaofreciendo,sinmásexpectativas,peroavecesla
teoríaesmásfácilquelapráctica.
Enelascensorpulséelbotóndelaterceraplanta.
—¿Cómotegustaríaplantearlo?—preguntó—.¿Quieresquebusqueyolasescuelasoprefiereshacerlotú?
—Puedohacerloyo.Talcomomencionaste,nopuedehaberdemasiadoscentroseducativos.
—¿Aquéhoraquedamosmañana?
—¿Paradesayunaralassieteaquíenelhotelytalvezsalirhacialasocho?
—Mepareceunbuenplan.
Justoenesemomentollegamosaltercerpisoysalimosalpasillo.Nuestrashabitacionesestabanamanoizquierda,no
muylejosdelascensor.
—¿Dóndevasacenarestanoche?—preguntóNataliemientrasabríalapuertademihabitación.
—Estaba pensando en el restaurante Bodensee. «Auténtica cocina alemana.» Vi una crítica cuando estaba buscando
hoteles.Parecebastantebueno.
—Nocreohaberprobadonuncalaauténticacomidaalemana.
«¿Seríaunaindirecta?»
—¿Quéteparecesireservoparalosdosalasocho?Estoycasisegurodequepodemosirandando,¿teparecebienque
quedemosenelvestíbuloamenoscuarto?
—Perfecto—dijosonriendo—.Nosvemosentonces.
Yaenmihabitación,despuésdehacerlareserva,meechéunasiestarápida,meduchéypaséunratobuscandocentros
educativosenlazonaconelbuscadordeinternetdelmóvil.IntenténopensarenNatalieentodoeserato.
Sinembargo,noloconseguí.Elcorazónnopuederesistirseasusanhelos.
Alasochomenoscuartoellameestabaesperandoenelvestíbulo,conunaspectodeslumbrante,comosiempre.Llevaba
una blusa roja, pantalones vaqueros y bailarinas. Al acercarme,me pregunté si ella estaría pensando enmí de lamisma
formaobsesiva,pero,comodecostumbre,nopodíaestarseguro.
—¿Estáslista?—pregunté.
—Estabaesperándote.
ElrestauranteBodenseeseencontrabaapocadistanciacaminandoyelatardecerdeesedíaeraagradable,conunasuave
brisaquetraíaelaromadelasconíferas.Éramoslosúnicosviandantesysepodíaescucharelsonidodenuestrospasosal
avanzarsobreelasfalto,alunísono.
—Tengounapregunta—dijoNatalieporfin.
—Adelante.
—¿QuépiensashacersiconseguimosencontraralafamiliadeCallie?¿Haspensadoquévasadecirles?
—Noestoyseguro—dije—.Supongoquedependedeloquelleguemosadescubrir.
—Encasodequeseamenordeedad,tengoeldeberdeinformaralasfuerzasdelorden.
—¿Inclusoaunquelamaltrataran?
—Sí,peroesaeslapartequepuedellegaracomplicarse—dijo—.Noseráfácilderesolverencasodequeseescaparacon
diecisiete años o menos, y ahora fuera técnicamente una adulta. La verdad es que no estoy segura de cuáles son mis
obligacionessiesefueraelcaso.
—¿Quéteparecesicruzamosesepuentecuandolleguemosaél?
ElrestauranteBodensee,deformasimilaralacomisaría,parecíamásunacasaprivadaqueunedificiocomercial,yen
cuantotraspasamoselumbralmesentícomoencasa.Lascamarerasibanataviadasalestilobávaro,convestidosentallados,
blusasdemangacortaycoloridosdelantales;tambiénhabíaunbar,muyconcurrido,queofrecíagranvariedaddecerveza
alemana.Noscondujeronaunamesaenunrincónqueparecíaprometeralgodeprivacidadenunasalaabarrotada.Altomar
asientopudimosescucharretazosdeconversacionesalolejos.
Natalieechóunvistazoasualrededor,contemplandoelentorno,conunasonrisaenlacara.
—NopuedocreermequeestemosenGeorgia—dijo,volviendosuatenciónhaciamí—.Estelugaresincreíble.
—Tienesuencanto.
Estudiamos la carta.Habíamás opcionesde las que imaginaba, pero, dadami falta de conocimientos sobre la cocina
alemana,noestabamuysegurodecómoseríanlosdistintosplatos,apesardelasdescripciones.
—¿Vasapedirelwienerschnitzel?
—Seguramente—dije—.¿Ytú?
—Nosoyunacomensaldemasiadoatrevida—confesóNatalie—.Creoqueprobaréelsalmónalaplancha.
—Estoysegurodequetambiénestarábueno.
Cuandollególacamareraparatomarnotapedíunacervezarubia;Natalieprefirióunacopadevino,ydespuéspedimosla
comida.Iniciandounaconversación,NataliepreguntóalacamareracuántotiempohacíaquevivíaenHelen.
—Solodosaños—dijo—.Mimaridotrabajaparaeldepartamentodeparquesyjardines,yletrasladaronaquí.
—¿Esesolohabitual?¿Olamayoríadeloshabitanteshancrecidoenlaregión?
—Supongoquehayunpocodetodo.¿Porqué?
—Curiosidad,simplemente.
Cuandolacamarerasealejó,meinclinéporencimadelamesahaciaNatalie.
—¿Dequéibaeso?
—Simplementeestabarecabandoinformación.¿Quiénsabe?Podríaacabarsiendoútil.
Coloquélaservilletaenmiregazo.
—Quieroquesepasqueapreciomuchoquehayasaccedidoaacompañarme,ademásdehaberpreparadoelterrenoconla
policíayelsheriff.
—Hasidounplacer.
—Mesorprendequenotuvierasquetrabajar.
—Me tomé un par de días de vacaciones. —Se encogió de hombros—. Tampoco es que los necesitara realmente.Me
resultadifíciliracualquiersitioquenosealacasadelaplayaavisitaramispadres.Aunquemeencantapasartiempocon
ellos,solomepuedoquedarunosdíasantesdeempezaravolvermeloca.—Moviólacabezadeunladoaotro,enungesto
comoparadesestimarloqueacababadedecir—.Losiento,esoseguramentehasonadobastanteegoísta.
—Paranada.
—Síqueloes,sipiensoenti.Merefieroaqueperdisteatuspadres.
—Cadaunollevasucruz.
Lacamarerareaparecióconlasbebidas,quesirviósobrelamesa.Diuntragoalacervezaymepareciódeliciosa.
Nataliejugueteabaconsucopa,sumidaensuspensamientos,hastaqueporfinsediocuentadesusilencio.
—Perdona—dijo—.Estabapensandoenotrascosas.
—¿Quierescontármelo?
—Estabapensandoenlavida.Nadaimportante.
—Meencantaríaescucharlo.—Alverqueseguíadudando,añadí—:Deveras.
Nataliediounsorboalacopadevino.
—Ennuestroprimerañodecasados,MarkyyovisitamosBlowingRock.Pasamoselfindesemanaenunhostalacogedor,
haciendoexcursionesycomprandoantigüedades.Recuerdoqueesefindesemanapenséquemividaeraexactamentecomo
queríaquefuera.
Mequedémirándola.
—¿Quépiensashacer?
—¿Aqué terefieres?¿AMark?—Alvermeasentircon lacabeza,siguióhablando—:Seguiréaceptando lascosascomo
vengan.
—¿Creesqueesoesjustoparati?
Seriocondesgana,perocaptélatristezaocultaenaquellarisa.
—Dime,Trevor,¿teparecequelavidaesalgunavezjusta?
La conversación fue divagando hacia temas más banales mientras nos disponíamos a disfrutar de la cena. Hicimos
conjeturassobreCallie,preguntándonosdenuevoporquépreferíamantenerasufamiliaensecreto.Tambiénnospusimos
aldía,ylecontécasitodoloquehabíaestadohaciendodesdequelaviporúltimavez.Lehablédemidecisióndenovender
lacasademiabuelo,ydelasreparacionesqueplaneaballevaracabo;leenseñéalgunasfotosquehabíahechodeminuevo
apartamento enBaltimore. Le expliqué además cómo sería el programade residencia psiquiátrica, pero nomencioné las
dificultadesquehabíaexperimentadodespuésdequeellahubieradecididonovolveraverme.Meparecíaquesacaresetema
solohabríaservidoparaaumentaraúnmássuinútilsentimientodeculpa.
Alacabarconlacena,ningunodelosdosteníaganasdepostre,demodoquepaguélacuenta,ysalimospararegresar
paseandoydisfrutardelabrisanocturna.Habíarefrescadounpoco,peroelcielodecolorébanoestabaplagadodebrillantes
estrellas.Lascallesestabanvacías,tranquilas;podíaescucharseelmurmullodelashojasdelosárboles,quemehizopensar
enunamadrearrullandoasubebé.
—Noherespondidorealmenteatupregunta.—Natalierompióelsilencio.
—¿Quépregunta?
—Mepreguntastesiponermividaenpausaerajustoparamí.Noteofrecíunaverdaderarespuesta.
—Creoquecomprendíloquequeríasdecir.
Nataliesonrió,peropodríadecirsequesuexpresióneracasitriste.
—Deberíahabertedichoqueavecesnoestanterrible.Cuandoestoyconmifamilia,enocasionespuedoolvidarmepor
completodelarealidaddemisituación.Porejemplo,cuandoalguienexplicaunaanécdotamuydivertidaytodosnosreímos,
entoncesesfácilfingirquellevounavidanormal.Peroalminutosiguiente,todovuelveaestarpresente.Lociertoesquela
realidadsiempreestáahí,aunquepuedadisimularsetemporalmente…Sinembargo,cuandovuelveasaliralasuperficie,de
repentemesientocomosinodebierareírnisonreír,comosiesoestuvieramal.Comosipudieraparecerquenomepreocupo
porMark.Pasodemasiadotiempopensandoquenomeestápermitidoserfeliz,quenisiquieradeberíaintentarlo.Séque
pareceunalocura,peronopuedoevitarlo.
—¿CreesqueaMarklehubieragustadoquetesintierasasí?
—No—respondió—.Séquenolehubieragustado.Habíamosllegadoahablarsobrecosasparecidas.Bueno,nosobreesta
situaciónexactamente, sino sobrequénosgustaríaque sucediera si laotrapersonamurieseenunaccidentede tráfico,o
cualquierotrosupuesto.Conversacionesdealcoba,¿sabesaquémerefiero?Jugábamosaplantearnoshipótesis,comopor
ejemploladequeunodelosdosmuriera,yélsiempredijoqueaéllegustaríaqueyosiguieraadelante,queencontraseaotra
personaytuvieraunafamilia.Porsupuesto,justodespuésañadíaquemásmevalíanoquererasusucesortantocomoaél.
—Porlomenoserasincero—comentéconunasonrisa.
—Sí—continúoNatalie—.Síqueloera,peroahorayanoséquésignificatodoesorealmente.Unapartedemímediceque
deberíapasartantotiempoconMarkcomoseaposible,quedeberíadejarmitrabajoeiraverlecadadía.Porqueséqueeso
esloquelagentedebehacercuandoalguienestáenfermo,¿no?Perolaverdadesquenotengoningunasganasdehacerlo.
Porquecadavezquevoyaverle,unapequeñapartedemísemuereenmiinterior.Luegomesientoculpableporsentirme
así,demodoquemearmodevalor,yhagoloquesesuponequedebohacer.Aunquesoyconscientedequeaélnolehabría
gustadoquepasaraporesto.
Parecíaestarexaminandoelpavimentoqueseextendíaantenuestrospies.
—Me resulta tan duro no saber cuándo acabará todo esto, si es que eso llega a suceder. El estado vegetativo puede
prolongarsedurantedécadas.¿Quépuedohacer,siséqueexisteesaposibilidad?Todavíaestoyatiempodetenerhijos,pero
¿tendréquerenunciaraesotambién?¿Yquéhaydelasotrascosasquehacenquelavidavalgalapena?Comoqueteabrace
otebesealguienqueteama.¿Tambiéntengoqueolvidarmedeesascosasparasiempre?¿TengoquequedarmeenNewBern
hastaqueMarkmuera?¿Ohastaqueyomemuera?Nomemalinterpretes,meencantaNewBern.Perounapartedemía
veces se imaginaunavidadistinta, vivir enNuevaYork,Miami,ChicagooLosÁngeles.Llevoviviendoenpueblecitosde
CarolinadelNortetodamivida.¿Nomerezcopoderdecidirpormímisma?
Paraentonceshabíamosllegadoalhotel,peroNataliesedetuvoantesdeentrar.
—¿Quieressabercuáleslapeorparte?Nopuedohablarconnadiedeesto.Nadieloentienderealmente.Mispadresestán
desconsoladosconmisituación,demodoquecuandoestoyconelloslesaseguroconstantementequeestoybien.Suspadres
están en otra frecuencia distinta. Mis amigos hablan del trabajo, o de sus parejas y sus hijos, y yo no sé cómo seguir.
Simplemente…me siento sola. Sé que hay gente a quien le importo, y que se solidariza conmigo, pero no creo que sean
capacesen realidaddeempatizar,porqueesalgo tan inusualencomparacióncon loquecualquierapuedeesperarque le
sucedaensuvida.Y…—Esperé—.¿Sabescuandolagentetepreguntacuálessontussueños,otusobjetivos?¿Dentrodeun
año,tresocinco?Aveceslopienso,ymedoycuentadequenosolonolosé,sinoquenisiquierasécómointentarencontrar
lasrespuestas.Porqueelfuturoengranpartenodependedemí,ynohaynadaquepuedahacerparacambiarlo.
Alarguéelbrazoparacogerladelamano.
—Desearíapoderdeciralgoquetehicieralascosasmásfáciles.
—Losé—dijo,apretandomimano—.Igualqueséquemañanasimplementeseráotrodíamás.
Pocos minutos después fuimos a nuestras habitaciones. La confesión de Natalie me entristecía por ella, y al mismo
tiempohacíaquemesintieradecepcionadoconmigomismo.Pormuyempáticoquecreyeraser,talcomoellahabíadicho,
meresultabadifícilponermeensulugaroimaginarmecómoerasuvidadiariarealmente.Lacomprendíaymesolidarizaba
conella,mesentíamalporella,perosiintentabasersinceroconmigomismo,sabíaquenopodíaempatizarporcompleto.
Todostenemosunavidainterioralacualnopuedeaccedernadiemás.
Encendíeltelevisoryelegíuncanaldedeportes,noporquemeimportasequiénhabíaganadoelúltimopartidodebéisbol
otorneodegolf,sinoporqueestabademasiadocansadocomoparaconcentrarmeencualquierprogramaconunatramao
historiaqueseguir.Mequitéloszapatosylacamisa,ymetumbéenlacamaparaescucharaloslocutoresmientrasledaba
vueltasalenigmadeCallie,ysimultáneamenterevivíaelúltimopardedíasquehabíapasadoconNatalie.
Me preguntaba si alguna vez en mi vida volvería a encontrarme a alguien como ella. Incluso aunque volviera a
enamorarme, ¿no caería en la comparación, ya fuera consciente o subconsciente, entre la nuevamujer deseada y la que
amabaenesemomento?
Allíyenesemomento,estábamosjuntosyalaveznoloestábamos.Natalieestabaenlahabitacióncontigua,separadade
lamíaporunaparedyunmundoentero.¿Talvezella,al igualqueyo,estaríapensandoen lo imposibleydeseandoque
hubieraunmundoespecialmentehechoamedidaparanosotrosdos?
No lo sabía. Solo estaba seguro de que, a pesar de sentirme extenuado, no habría cambiado los últimos dos días
transcurridospornadaenelmundo.
Me despertó el sonido de unos golpecitos en la puerta demi habitación. Eché un vistazo al reloj con los ojosmedio
cerradosycomprobéqueeracasimedianoche.Lalámparaylatelevisiónestabanencendidasybusquéatientaselmandoa
distancia,nodeltodoconscientededóndemeencontraba.
Apaguéeltelevisorpreguntándomesihabríansidoimaginacionesmías,cuandovolvíaoír losgolpes,ahoravacilantes,
acompañadosdeunavozquereconocíalinstante.
—¿Trevor?¿Estásdespierto?
Melevantétorpementedelacamayavancémediodormidoytambaleanteporlahabitación,pensandoqueeraunasuerte
quetuvieralospantalonespuestos.AbrílapuertayviaNatalietodavíavestidaconelmismoatuendoquellevabadurantela
cena;suexpresióndenotabadesesperaciónyteníalosojosenrojecidos.
—¿Quésucede?¿Estásbien?
—No—dijo—.Noestoybien,¿puedopasar?
—Claro,porsupuesto—dije,apartándomeparadejarlapasar.Ellasedetuvoenmediodelahabitación,comosiestuviera
buscandounlugardondesentarse.Leofrecílasilladelescritorioymesentéenlacamafrenteaella.
—Heoídolatelevisión,ypenséquetodavíaestabasdespierto—dijo,aladvertirmiestadotodavíasomnoliento.
—Ahoraloestoy—dije—.Mealegrodequehayasvenido.
Duranteunosinstantesseretorciólasmanossobreelregazo,enlosojosunaexpresiónangustiada.
—Noquieroestarsolaahoramismo.
—¿QuieresquevayamosaversihayalgúnlocalabiertoenHelen?—pregunté—.¿Talvezteapetecetomarunacopa,oun
cafédescafeinado?
—No quiero salir —dijo. Luego me miró, vacilante—: ¿Puedo dormir aquí, contigo? No quiero mantener relaciones
sexuales…—Cerrólosojosyprosiguióconlavoztensa—:Peroapartedecontigo,nohecompartidolacamaconnadiedesde
que Mark cayó enfermo, y solo quiero tener a alguien cerca esta noche. Sé que está mal y que debería regresar a mi
habitación…
—Porsupuestoquepuedesdormiraquí—lainterrumpí.
—Trevor…
—Venaquí.—Mepuseenpie, y ella se incorporó lentamenteparaacurrucarseenmisbrazos.Laabracéunbuen rato
antesdemeternosenlacama.Entoncesalarguélalámparaparaapagarla,perovacilé.
—¿Puedoapagarlaluz,oquieresquehablemosunpocomás?
—Puedesapagarla—murmuró.
Pulséelinterruptorylahabitaciónsequedóaoscuras.Medilavueltaparanodarlelaespalda,perosolopodíaveruna
vagasombra,aunquepercibíelsutilaromadesuperfume.
—Mealegrodequeestemosaoscuras—susurró—.Tengounaspectohorrible.
—Túsolopuedesestarguapa.
Sentísumanosobremipecho,yluegoacariciándomelamejilla.
—Síquetequiero,TrevorBenson.Quieroquelosepas.
—Losé—dije—.Yotambiéntequiero.
—¿Podríasabrazarme?
Trasdeciraquellaspalabras,laenvolvíenmisbrazos,permitiendoquedescansaralacabezaenmihombro,dondepodía
sentirelcalordesurespiraciónsobrelapiel.Pormuchoquedeseababesarla,mecontuve.Másquenadadeseabaaliviarsu
tristezayconfusión,aunquesolofueraunpoco,duranteunascuantashoras.
Natalieserelajóporfin,sucuerposeamoldóalmío,enunaposiciónnuevayfamiliarsimultáneamente.Alcabodeun
ratoescuchécómosurespiraciónempezabaaapaciguarse,ymedicuentadequeestabadurmiendo.
Sinembargo,permanecídespierto,conscientedequeesaseríalaúltimavezquepodríaabrazarladeesemodo.Anhelaba
saborearaquellasensación,hacerqueduraseparasiempre.Medolíapensarquetalveznuncavolveríaaexperimentaresa
dichatanespecial.
20
edespertécuandolasprimeraslucesdeldíaempezaronafiltrarsebajolascortinas.Natalieseguíadurmiendo,porlo
quemelevantésigilosamentedelacama,intentandonodespertarla.
Trasponermeunacamisetalimpiaqueextrajedemibolsadelona,mecalcéybusquélacartera,yluegosalídepuntillas
delahabitación.Laluzdelpasilloentróporunmomentoaraudalesalabrirlapuerta,peroNatalienosemovió.Dormirmás
eraexactamenteloquenecesitaba;yo,encambio,necesitabacafé.
El desayuno se servía en un rincón, justo enfrente del vestíbulo. Todavía era demasiado pronto para que sirvieran la
comida,peroafortunadamentehabíacaféamansalva.Mellenéunvasotérmicoytoméasientoenunadelasmesasvacías,
conlamenteabarrotadadepensamientosagridulcessobreNatalie.
Diunos cuantos sorbosami café, y empecéa volvera la vida lentamente.Movidoporun impulso, saqué la carteray
desdoblélanotaqueescribíconlatranscripcióndelasúltimaspalabrasdemiabuelo.Volvíaestudiarlas,ynopudeevitarde
nuevolapersistentesensacióndequeestabapasandoporaltoalgoimportante,algoqueteníaqueverconCallie.
Tre…vor…ayud…paraque…cur…aren…y…sitúpuedes…desmayo…enfermedad…comoRose…encuentrafamilia…veahel…te
quiero…hasvenido…ahoravete…porfavor
Me levanté de lamesa para dirigirme a la recepción y pregunté si podíanprestarmeun bolígrafo y un bloc de notas.
Mientras volvía a sentarme, recordé las largas pausas entre cadaunade esas palabras, y empecé con el supuesto de que
hubieraintentadodecirmealgosobreCallie.
Laordendeescapar,enunamiradaretrospectiva,sereferíaobviamenteparadescribiraCallie,yaquesehabíaescapado.
«Encuentrafamilia»tambiénteníasentido.DadoquehabíapasadoalgúntiempoconCallie,«enfermedad…comoRose»y
«desmayo»tambiéneranrelativamentefácilesdecomprender,especialmentesihabíapresenciadoalgopreocupante.
Pero«veahel…»seguíasintenersentido.Sinembargo,¿ysilaspausasestabanfueradesitio?Susurrélosconjuntosde
palabrasenvozalta.Enlugarde«veahel…»y«escapa»,¿podríaser:«veaHelen»y«escapado»?
Micorazónempezóalatirconfuerzaderepentealreescribirlasúltimaspalabrasanotadas.
Desmayo.Enfermedad.ComoRose.Encuentrafamilia.VeaHelen.Sehaescapado.Tequiero.Hasvenido.Ahoravete.Porfavor.
Aunqueeraimposiblesabersiestabaenlocierto,teníalaintuicióndequeasíera.Apesardeloquelapolicíayelsheriff
mehabíandichosobrelasadolescentesquesehabíanescapado,asícomolaspersonasdesaparecidasengeneralentodala
zona,sabíaquemiabuelosereferíaaCallie.
Peroentonces,¿porquenolahabíallamadoporsunombre?
Mientrasseguíatomándomemicafé,meconcentréenlaprimerapartedemisnotas,buscandonuevasinterpretaciones.
Trasacabarlaprimeratazadecafémeservíotra,yseguírepasandolaspalabras,reordenandolaspausas,peroenningún
momento conseguí encontrar el nombre de Callie ni nada remotamente parecido. Mientras cavilaba, mis pensamientos
volvíanadivagarhaciaNatalie,peroluegomeconcentrabadenuevoenlatareaqueteníaentremanos.
Cuandoyaibaporlamitaddelaterceratazadecafé,measaltóunanuevaideaque,deseracertada,podríaaclararde
formaasombrosatodasmisnotas.
Sabíaquetalvezmeestabaequivocando,peroderepentesentílacertezadequetendríalarespuestaantesdequeacabara
lamañana.
—Hola—dijoNatalie.
Perdidoenmispensamientos,nolahabíavistoentrarenlasaladeldesayuno.Yasehabíaduchado,nocomoyo,ytodavía
teníaunpocomojadas laspuntasdesuscabellos.Susojosbrillaban, sin lasmuestrasdecansancioqueyohabríapodido
imaginar.
—Buenosdías.
—Tehaslevantadotemprano.Noteheoídosalir.
—Soycomounratoncitocuandosetratadeescabullirse.
—Voyabuscarunyogur.¿Quieresquetetraigaalgo?
—Teacompaño.
Tal comohabíadicho, cogióunyogury sepreparóuna tazade té.Yopreferí tomarhuevos conbeiconyuna tostada,
saltándomeporundíaladietasaludable.
Deregresoalamesa,tomamosasientounofrentealotro.
—¿Hasdormidobien?—pregunté.
—Comounbebé—dijoNatalie,aparentementealgoavergonzada—.Anochefuistemuyamable.Gracias.
—Nomedeslasgracias,porfavor.Esopodríaestropearlo.
—Tratohecho—replicó—.¿Hasbuscadoloscolegiosdelazona?
—Sí—respondí—.Anoche,antesdelacena.
—Yotambién.Nohaymuchos,peroestánrepartidosportodoelcondado.Tendremosqueconducirbastantehoy.
—Antesmegustaríairalacomisaría.¿Aquéhoracreesquellegaráeloficialjefe?
—Nosepuedesaber.Probablementehacialasocho.¿Porqué?
—Prefieronocontártelotodavía.Perosiestoyenlocierto,puedequenotengamosqueconducirtanto.
Despuésdealmorzarregreséalahabitación,meduchéyrecogímiscosas.Trasencontrarnosenelvestíbulo,antesdeque
dieralahoraenpunto,yaestábamosenelcoche.
Yaenlacomisaría,volvieronaconducirnosa laoficinadeRobertson.Comonohabíacompartidomi ideaconNatalie,
teníatantacuriosidadcomoélacercadenuestravisita.
—Estoysegurodequenosetratadeunavisitadecortesía—empezó—,¿quépuedohacerporustedes?
—Estabapreguntándome cómo se clasifican las personas desaparecidas enGeorgia. ¿Existe unabase de datos a nivel
estatal?
—Síyno.Losinformesdelaspersonasdesaparecidassegestionangeneralmenteanivellocal,porloquecadacomisaría
cuenta con su propia lista. A veces puede intervenir laOficina de Investigación deGeorgia, y ellos sí que operan a nivel
estatal.
—¿LaOficinadeInvestigacióndeGeorgia?
—Sí —contestó—. Los pueblos pequeños no suelen poder permitirse contar con detectives o investigadores a tiempo
completoentresupersonal,demodoquecuandosecometeundelitooseinformadeladesaparicióndeunapersonafuera
delasprincipalesciudades,serecurrealaOficinadeInvestigacióndeGeorgia.Elloscuentanconsupropialistadepersonas
desaparecidas.
—Entonces,encasodecontarconunnombre,¿seríaposiblecomprobarsiesapersonaestádesaparecida?
—Porsupuesto—contestó—.Laspersonasdesaparecidasnormalmenteseclasificanporordenalfabético,peroenalgunos
departamentoselregistroescronológico.Yenfuncióndecadaunodeellos,algunasdeesaslistassonpúblicas.
—¿Quépasasisolosecuentaconelnombredepila?
—Obviamente,elprocesoesmáslento,perosiguesiendoposible.Habríaquededicarseabuscarenlasdiferenteslistas.Y
cabetenerencuentaquehaypersonascuyadesapariciónseregistróhacemásdediezaños.
—¿Podríahaceresacomprobaciónparanosotros?
—¿QuierenquebusqueelnombredeCallie?NisiquieraestánsegurosdequedesaparecieraenGeorgia.
—Esunaniña,yseestámuriendo.
Despuésdetansolouninstante,asintióconlacabeza.
—Deacuerdo,peronopuedoasegurarlescuántotiempopuedallevarlabúsqueda.
—Hayotracosaquequeríapedirle.
—¿Sí?
—¿PodríabuscarelnombredeKaren,ademásdeldeCallie?
—¿Karen?
Asentíconungesto.
—Unaadolescentecaucásicadesaparecidadesdelaprimaveraoelveranopasado.
Mientrashablaba,pudenotarcómoNataliememirabainquisitivamente.
Robertsonnospidióqueesperáramosenunacafeteríadelamismacalle.Aunqueamboshabíamoscomido,pedíotrataza
decaféyNatalieotroté.Dejéunapropinadelquinientosporcientoenlamesaalavista,porsiteníamosquequedarnosmás
tiempodelonormal.
—¿Karen?—preguntóNatalie.
Leenseñélanotaoriginal.Natalielaleyó.Alterminar,repasélaúltimaparte.
Tre…vor…ayud…paraque…cur…aren…sitúpuedes…desmayo…enfermedad..comoRose…encuentrafamilia…veahel…escapa…
tequiero…hasvenido…ahoravete…porfavor
—Pareceobvioquesereferíaaella.
—NomencionaelnombredeCallie.
—No, es cierto.Pero si tenemosen cuenta sudificultadparahablar en esemomento,que leobligabaahacermuchas
pausas,yquenolepermitíapronunciarbientodaslaspalabras,elresultadoeselsiguiente.
Lemostréunadelasreinterpretacionesquehabíagarabateadoantes:
Trevor…ayudaparacuraraKarensitúpuedes…Sedesmayó…EstáenfermacomoRose…Encuentraasufamilia…VeaHelen.Seha
escapado.Tequiero.Hasvenido.Ahoravete.Porfavor.
Antesdealzarlavistaparamirarme,leyóconatenciónlaspalabras.
—¿Cómohasllegadoaesto?
—Supongoquedebíaestarinspirado.
Pasómenostiempodeloqueesperaba,unoscuarentaycincominutos,antesdequeRobertsonentraraenlacafeteríacon
unacarpetadepapelmanila.Sesentóenunadelassillaslibresdenuestramesa.Sinpreguntarnada,lacamareraregresóa
lamesaconunatazadecaféparaél.Supusequeeraunclientehabitual.Entretanto,Robertsondeslizólacarpetasobrela
mesa.
—Creoquetalvezhedadoconella.
—¿Tanpronto?
—KarenAnne-MarieJohnson—dijo—.DeDecatur.Dieciséisaños.Sefuedecasaconquinceelpasadomesdemayo,lo
cualsignificaquellevadesaparecidapocomásdeunaño.Podríaserlachicaquebusca,¿noleparece?Queríamostrárselo
antesseguirinvestigando.
Abrí eldelgadoexpediente ymisojos seposaronenuna copiadeuna fotografíadeCallie.Porunmomento,nopude
creerlo.Aunquehabíatenidoesperanza,lasensacióndealivioquesentíeraabrumadora.
—Esella.
—¿Estáseguro?
—Sinduda—dije.Natalieseacercóamí,ysusojostambiénexaminaronlafoto.Tuvequehacerunesfuerzoporrecordar
que,apartedelafrenéticanocheenqueseincendióeltráiler(talveznisiquieraentonces),Natalienuncalahabíavisto.
—Nopuedocreerlorápidoquelahaencontrado—dije.
—Nohasidotandifícil.EstabaenlalistadepersonasdesaparecidasdelaOficinadeInvestigacióndeGeorgia,quefuela
primeraquecomprobé.Mellevómenosdediezminutos.Estápublicadaensusitioweb,confotosincluidas,porloqueen
realidad,nonecesitabanmiayuda.PodíanhabersequedadoenCarolinadelNorteyhaber realizado labúsquedaustedes
mismos.
SoloquenosabíamosquelaOficinadeInvestigacióndeGeorgiatuvieraunaweb.Hastaesamismamañana,nuncahabía
oídohablardesuexistencia.
—Agradecemossuayuda.
—Esnuestrotrabajo.Esperoqueestocontribuyaaunfinalfeliz.
—¿Hayalgomásquepuedadecirnos?
Robertsonasintió.
—HehabladoconnuestroscompañerosenDecaturyhanbuscadoelexpediente.Enestacarpetaencontraránunacopia,
peroesunahistoriabastantetípica.Dijoasuspadresquesequedabaadormirencasadeunaamiga.Eldíasiguienteporla
tarde,puestoquenosabíannadadeella,lospadressepusieronencontactoconlaamigayseenterarondequenuncahabía
idoasucasa.Porloquesabían,noteníanovio,demodoquenosetratabadeeso.Enelinformeveránademásquetienedos
hermanaspequeñas.
Locualsignificabaquepodríahaberposiblesdonantesdemédulaóseacoincidentes.
—PerosiesdeDecatur,¿porquéapareciólalocalidaddeHelenenlaecuación?—preguntóNatalie.
—Nolosé—dije—.Perotengolacorazonadadequevoyaaveriguarlo.
—Yo, por mi parte —dijo Robertson—, voy a tener que contactar con la Oficina de Investigación de Georgia para
informarlosdelparaderodeKaren.TambiénconlapolicíadeDecatur.Estoysegurodequeseráunalivioparasuspadres.
Reflexionésobreello.
—¿Podríaesperarhastamañana?
—¿Porquédeberíahacerlo?—dijoRobertsonfrunciendoelceño.
—Porquemegustaríahablarantesconella.
—Aquí,enGeorgia,nohacemoslascosasasí.
—Lo sé. Pero en primer lugar me gustaría saber por qué escapó. En caso de que estuviera sufriendo maltratos, me
gustaríaqueestuvierapreparada.
—Miintuiciónmedicequesuhuidanotuvonadaqueverconunasituacióndemaltrato.
—¿Porquélocreeasí?
—Echeunvistazoalaúltimapágina—dijo—.DespuésdehablarconloscompañerosdeDecatur,imprimíunartículode
lasnoticiasquepudeencontrar.Puedequeleintereseleerlodetenidamente.
EditadooriginalmenteenelperiódicoAtlantaJournal-Constitution,elartículoerabreve,detansolounpardepárrafos
delongitud,ytrasleerlo,estuvedeacuerdoconelpresentimientodeRobertson.
Enmiopinión,eseartículoloexplicabacasitodo.
DespuésdequeNatalieyyoinsistiéramosunpoco,Robertsonaceptódarnosveinticuatrohorasantesdecontactarconla
OficinadeInvestigacióndeGeorgiaylapolicíadeDecatur.Tambiénjuróquemeharíapersonalmenteresponsable,encaso
dequemiplansetorciera.
LoprimeroquehicefuellamaraladoctoraNobles.Trasunalargaespera,mehizosaberqueCallietodavíaestabaenel
hospital y que su estado había empeorado levemente durante la noche. Le dije que había encontrado a su familia y que
planeabahablar conCallie aquellamisma tarde.Acto seguido, cambié la reservadenuestro vueloparapoder estar en el
hospitalamediatarde.Natalieyyodebatimossobrecuálseríalamejormaneradegestionaraquellasituaciónenelcamino
deregresoaAtlanta.Devolvimoselcochedealquiler,facturamosy,porúltimo,nosdirigimosalapuertadeembarque.
Unavezabordo,Natalieguardósilencio,yyotambién.Ambossabíamosquenuestrotiempojuntosestabaapuntode
concluir, pero ninguno de los dos tenía ganas de hablar de ello. Advertí que Natalie había estado examinando
disimuladamentealosdemáspasajerosamedidaqueseaproximabanalapuertadeembarque,sindudapreocupadadeque
alguienpudierareconocerla.Comprendíasusmotivos,pero,aunasí,suactitudmehacíasentirvacíopordentro.
EnlaterminaldeNewBern,mientrasnosdirigíamosa lasalida,ambosoímosaalguienllamarlaporsunombre.Otra
mujer, aproximadamentede su edad, se nos acercaba, obviamente con la intencióndehablar con ella.Me sentí dividido
entresidebíaesperarlaosimplementeseguircaminando,peropudeverunasúplicaenlosojosdeNatalie,quemerogaba
queladejarasola.
Seguí caminandosolohacia el aparcamiento, luchandopor reprimir lanecesidaddemirarporencimademihombro,
preguntándomesiaquelseríaelúltimorecuerdoquetendríadeella.
QuinceminutosdespuéslleguéalhospitalymedirigíalahabitacióndeCallie.
Lapuertaestabaabiertaypasé.Inmediatamentemedicuentadequelehabíanquitadoelvendajealrededordelacabeza,
ysupeloestabaenmarañado.Comoyaerahabitual,teníalatelevisiónencendida,ycuandoadvirtiómipresencia,volvióa
prestarletodasuatención.Movílasillaparaacercarlaalacamaytoméasiento.
—¿Cómoteencuentras?
—Quieroirmeacasa.
—HehabladohaceunratoconladoctoraNobles.
—Estuvoaquíestamañana—dijoCallie—,ymedijoquetodavíaestánintentandoencontrardonantes.
Mequedéobservándola,intentandoimaginarmeloduroquedebíahabersidoelúltimoañoparaella.
—HeestadoenGeorgiaestamañana—dijeporfin.
Sevolvióhaciamí,recelosa.
—¿Yqué?
—Séquiéneres.
—No,nolosabes.
—TunombreesKarenJohnsony tienesdieciséisaños.Teescapastede tucasaenDecatur,Georgia,elpasadomesde
mayo,cuandotodavíateníasquince.TuspadressellamanCurtisyLouise,ytienesdoshermanasgemelasllamadasHeather
yTammy.
Trasunprimermomentodeshock,memiróconlosojosentrecerrados.
—Supongoqueyahabrásllamadoamispadres,¿no?¿Yqueyaestándecamino?
—No—dije—.Nolohehecho.Porlomenosdemomento.
—¿Porquéno?¿Porquetuplanesquemearresten?
—No.Porquemegustaríaquehablarascontuspadresantesdequelohagalapolicía.
—Noquierohablarconellos—dijo,alzandolavoz—.Yatelohedicho.
—Me dijiste muchas cosas —proseguí, manteniendo la calma—. Pero eres una menor y, técnicamente, una persona
desaparecida. La policía contactará con tus padres como muy tarde mañana, de modo que todo esto se ha acabado,
independientemente de lo que tú decidas.Descubrirán dónde estás y estoy seguro de que vendrán a verte. Simplemente
penséqueseríamejorquesupieranantesdetupropiabocaloquehapasado.
—Notienesniidea.
—Quéesloquenosé.
—Meodian.—Suvozeraenparteunsollozo,perotambiénungritoderabia.
Lamiréfijamente,mientraspensabaenelrecortedeprensaquehabíaleído.
—¿PorloquelepasóaRoger?
Se estremeció al oír ese nombre, y supe que había dado vía libre a unamarea de dolorosas emociones. En lugar de
responder,atrajolaspiernashaciaelcuerpo,conlasrodillaspegadasalpechoyempezóamecerse.Deseépoderayudarlade
algúnmodo,perosabíaporexperienciaquelaculpaesunabatalla individualquesiempresehadelibrarensolitario.Me
quedémirándolamientrasempezabaallorar,antesdeenjugarseairadalaslágrimasconeldorsodelamano.
—¿Quieresquehablemosdeello?—pregunté.
—¿Porqué?Esonocambiaráloquesucedió.
—Tienesrazón—admití—.Perohablarsobrelatristezaolaculpapuedeayudartealiberarpartedeldolor,yaveceseso
dejamásespacioentucorazónpararecordarloqueamabasenciertaspersonas.
Trasunlargosilencio,Callieporfinempezóahablar,convozentrecortada.
—Semuriópormiculpa.Sesuponíaquedebíacuidarlo.
—Loque lepasóaRoger fueunespantosoy terribleaccidente.Estoy segurodequequeríasmuchísimoa tuhermano
pequeño.
Apoyólabarbillasobresusrodillas,conaspectodeestarcompletamenteexhausta.Esperéensilencio,parapermitirque
decidierapor símisma.Aprendígraciasamipropia terapia cuánpoderosopuede ser el silencio:permiteque lagente se
tomesutiempoparadecidircómocontarsupropiahistoria,osiprefierennocontarla.CuandoCalliefinalmenteempezóa
hablar,casiparecíacomosiestuvierahablandoconsigomisma.
—TodosqueríamosaRoger.Mispadressiemprehabíandeseadotenerunhijo,perodespuésdeHeatheryTammy,ami
madrelecostómuchovolveraquedarseembarazada.Asíque,cuandoporfinllegóRoger,fuecomounmilagro.Cuandoera
unbebé,Tammy,Heatheryyoletratábamoscomounamuñeca.Leponíamoscombinacionesderopadistintaylehacíamos
fotoscomosifueraunmodelo.Siempreestabafeliz,eraunodeesosbebésquesiempresonreían,yencuantopudocaminar
nos seguíaa todaspartes.Nuncame importó tenerque cuidardeél.Mispadresno salíanmucho,peroesanocheera su
aniversario.TammyyHeather sehabíanquedadoencasadeunaamigaapasar lanoche, yporesoestaba sola conRog.
EstábamosjugandoconsucircuitodetrenesdeThomaslaLocomotora,ycuandoempezóatenerhambre,lellevéalacocina
paraprepararleunperritocaliente.Erasucomidafavorita.Nosecansabadecomerperritos,yyoseloscortabaentrocitos.
CuandomellamómiamigaMaddie,penséquenopasaríanadasisalíaahablarafuera.Estabadisgustadaporquesunovio
acababaderomperconella.Nomeparecióhaberestadohablandotantotiempo,perocuandovolvíadentro,Rogerestabaen
elsuelo,ytenía los labiosmorados,ynosupequéhacer…—Noacabólafrase,comosiestuvierareviviendoesemomento
paralizantedenuevo.Cuando reanudó su relato, parecía aturdida—.Solo tenía cuatro años…Empecé a gritar y en algún
momentounodelosvecinosmeoyóyvinoaverquépasaba.Llamóalteléfonodeemergenciasydespuésllegaronmispadres
ylaambulancia,peroparaentonces…
Hizounalargainhalación,aunqueirregular.
—Enelfuneralllevabauntrajeazulquemispadrestuvieronquecomprarle.Cadaunadenosotraspusounjugueteenel
ataúd, y yo escogí la locomotora. Pero… era como una pesadilla. Ni siquiera parecía él. Le habían hecho la raya al lado
contrariodelhabitual,yrecuerdoquepenséquesilehubieranhechobienlaraya,mehabríadespertadoytodovolveríaala
normalidad.Peroobviamente, todocambiódespuésdeeso.Eracomosi laoscuridadhubieradesplegadosumantosobre
todosnosotros.Mimadresepasabaeldíallorando,ymipadreenelgaraje,yHeatheryTammysepeleabantodoeltiempo.
NadiedebíaentrarenelcuartodeRoger,queestabaexactamenteigualqueenelmomentoenquedejamosdejugarconel
circuitodetrenes.Teníaquepasarpordelantecadavezqueibaamihabitación,oalcuartodebaño,yentoncesloúnicoque
era capaz de pensar era que si nos hubiéramos quedado unos cuantosminutosmás jugando,Maddie no habría llamado
mientrasélestabacomiendoynohabríapasadonada.Ymimadreymipadre…casinopodíanmirarmesiquiera,porqueme
culpabandeloocurrido.Yencimasucedióensuaniversario,asíquetambiénlesarruinésudía.
Vacilé,planteándomecómodarlesentidoaunatragediatanterrible.Finalmentedije:
—Callie,estoysegurodequesabenquenofueculpatuya.
—Teequivocas—replicó,enuntonodevozmásfuerte—.Túnoestabasallí.Losoíhablandounanoche.Decíanquesino
hubiera estado hablando por teléfono, Roger seguiría con vida. O que si hubiera llamado al teléfono de emergencia
enseguida,talvezhabríanpodidosalvarle.
Imaginécuánapabullantedebíahabersidoparaellaescucharesaspalabras.
—Esonosignificaquedejarandequererte—sugerí.
—¡Perosíquefuemiculpa!—gritó—.Yosoylaquesefueafueraparahablarporteléfonoyledejósolo;cadavezquemis
padresmemiraban,sabíaloqueestabanpensando.Yentonces…todoempezóairmal.Despidieronamipadre,amimadre
le diagnosticaron cáncer de piel, y aunque lo detectaron a tiempo, fue un problemamás añadido. Finalmentemi padre
encontróotrotrabajo,perotuvimosquevenderlacasa,yTammyyHeathersedisgustaronmuchoporqueteníanquedejar
atrása todossusamigos.Y loúnicoquepodíapensareraquehabíasidoyoquienhabíaprovocadoquesedesencadenase
todoaquello,ydeprontosupequeteníaqueirme.Simeiba,lascosasvolveríanalanormalidadenalgúnmomento.
Sentílanecesidaddedecirlequeavecesseproducendespidos,yquecualquierapuedetenercáncer;deexplicarlequeen
situacionesdeestrés,laprobabilidaddediscusionesesmuchomásalta.PeroCallienoestabapreparadaparaescucharnada
deesotodavía,porquelaculpalepermitíasentirqueteníaciertocontrolsobrelasituación.
—Asíquedecidisteescaparte.
—Tenía que hacerlo. Fui a la estación de autobuses y cogí el primero en salir. Llegué a Charlotte, luego a Raleigh, y
despuésmellevóunhombrequeibahacialacosta.YasíacabéenNewBern.
—Yentoncesdormisteenelgranerodemiabuelo,yélteencontró.
—No teníadinero, y estaba cansaday sucia—dijo,deuna forma imposiblementeadultapara su edad—.Nomehabía
duchadoendías.Meencontróalamañanasiguiente.
—Adivinoqueseguramentetepropusodesayunar.
Porprimeravezdesdequelahabíavisitadoenelhospital,esbozólamáslevedelassonrisas.
—Síquelohizo.Noparecíaparanadaenfadado.Simplementemepreguntóquiénera,ysinquererledijemiverdadero
nombre,peroentoncesmevinoa la cabezaCallie, asíque ledijequeeseerami segundonombre, yquepreferíaqueme
llamaradeesemodo.Entoncesdijo:«Deacuerdo,Callie,apuestoaqueestáshambrienta.Vamosabuscaralgodecomiday
hacerunacoladaconturopa».Nomehizodemasiadaspreguntas;casitodoelratoestuvohablandodelasabejas.
—Sí,suenacomoalgoqueélprobablementeharía.
—Cuandoacabédecomer,mepreguntóadóndepensabair.Nolosabía,asíquemedijoquepondríasábanaslimpiasenel
cuarto de invitados y que podía quedarmehasta que decidiera quéhacer. Fue casi como si hubiera estado esperandomi
llegada.Recuerdoqueesamañana,despuésdehabermepreparadoeldesayuno,mepidióqueleayudaraconlasabejas.Me
hizoponerunodelostrajesprotectores,aunqueélnoquisollevarninguno.Medijoqueeransusamigasyqueconfiabanen
él. Yo pensé que debería haberlo dicho al revés: que él confiaba en ellas, pero no lo dijo.Me sigue pareciendo un poco
gracioso,¿atino?
Sonreí.
—Sí,amítambiénsolíadecirmelomismo.
Callieasintió.
—Bueno,elcasoesque,despuésdeunpardesemanas,mehablódelTradingPost.Ledijequenuncahabíatrabajadoen
una tienda, pero él dijo que eso no importaba. De modo que subimos a su camioneta, me acompañó al interior, y
prácticamenteconvencióaClaudedequemedieraun trabajo.Cuandopudeahorrarunpoco,meayudóconalgomásde
dineroparapodermudarmealacaravana.Tambiénmeayudóconeso,aunquenoesqueyotuvierademasiadascosas.Pero
medioalgunosmueblesquenonecesitaba,igualqueClaudedespuésdequesequemaraelremolque.
Mecontómuchascosasqueyodesconocía,aunqueningunamesorprendió.
—¿Deverdadtedioelnúmerodelaseguridadsocialdemiabuela?
Trasdudarunmomento,negóconlacabeza.
—No.Encontrélatarjetaenunacajabajolacamalaprimeranochequepaséallí.Sientohaberlacogido,peronosabíaqué
otracosapodíahacer.Eraconscientedequemispadrespodríanencontrarmesiusabalamía.
—¿Ycómoaprendistetodoeso?
—La tele—dijo encogiéndose de hombros—. Películas. Esa fue también la razón de que no cogieramimóvil, de que
viajaraenautobúsydequemecambiaseelnombre.
—Muylista—dijeconciertaadmiraciónenlavoz.
—Funcionó—dijoella—.Hastaquetúlodescubriste.
—¿Puedopreguntarteunpardecosasmás?
—¿Porquéno?—Parecíaresignada—.Seguramenteloaveriguarástodoigualmente.
—¿PorquéelegisteelnombredeCallie?
—PorqueoriginariamentesoydeCalifornia.
—¿Enserio?
—NacíenSanDiego.MipadreestabaenlaMarina.
Otrodetallequenosabía,aunqueprobablementenoerarelevante.
—¿Porquésabíamiabueloqueestabasenferma?
—Ah,sí.Nisiquieraestoyseguradequeyaentoncesestuvieraenferma.Talvezsíloestaba.Nolosé.Elcasoesqueme
desmayécuandoleestabaayudandoconlarecoleccióndelamiel.Cuandovolvíenmí,medijoquelehabíadadounsustode
muerte. Intentó convencerme para ir almédico, pero yo no quería. Pensé queme harían demasiadas preguntas. Lo cual
resultósercierto,comoyasabes.
Alcéunaceja,mientraspensabaqueeramásespabiladadeloquemehabíaimaginado,yqueyonohubierasidocapazde
hacertodoesoasuedad.Apesardetodaesainformación,quedaban,noobstante,unpardepreguntasobviasporresolver.
—Supongoquedespuésdequetufamiliavendieralacasa,tupadreencontróuntrabajoenHelen,¿no?
—Enrealidad,meescapéantesdequesemudaran,peroeseeraelplan.Mipadreconsiguióuntrabajocomodirectorde
hotelallí.
Mepreguntésiseríaelmismohoteldondemealojaba;osiseríaelmismohombrealquelehabíapedidounbolígrafopor
lamañana.
—¿CómosupomiabueloquetufamiliaestabaenHelen?
—Fueunanoche,enlaquesentímuchísimanostalgia.HeatheryTammysongemelas,yerasucumpleaños,yyomepuse
allorarporquelasechabademenos.Creoquemencionéquedeseabaestarconellasallí,enHelen,enesemomento.Noera
conscientedequeélmehubieraoído,oquesupieraquéestabadiciendo,perosupongoqueasíseenteró.—Desviólavistaa
otrolado,ymedicuentadequetodavíaqueríaañadiralgo.Unímismanos,yseguíescuchándoladespuésdequeprofiriera
unsuspiro—.Tuabuelomecaíamuybien—dijo—.Siempreestabapendientedemí,¿sabes?Eracomosi le importasede
veras,aunquenohabíaningunarazónparaello.Cuandomurió, lopasémuymal.Mesentíacomosihubieraperdidoa la
únicapersonaenestepuebloenquienrealmenteconfiaba.Inclusofuialfuneral,¿sabes?
—¿Ah,sí?Norecuerdohabertevisto.
—Mequedéenlapartedelfondo—explicó—.Perocuandosefuetodoelmundo,mequedéallí,yfuiadarlelasgracias,y
ledijequecuidaríaasusabejas.—Sonreí—.Séquetútambiénleimportabasdeveras.
Cuando dejó de hablar, rebusqué en un bolsillo para sacar el móvil y dejarlo en la cama a su lado. Callie se quedó
mirándolofijamente,peronohizoademándecogerlo.
—¿Quétepareceríasillamasatuspadres?—dije.
—¿Tengoquehacerlo?—preguntóconunhilodevoz.
—No.Notevoyaobligar.Perosinolesllamastúporteléfono,lapolicíasepresentaráenlapuertadesucasa,yesotal
vezlesasuste.
—¿Ylapolicíatienequecontárselo?¿Aunqueyonoquiera?
—Sí.
—Enotraspalabras,notengoelección.
—Claroquelatienes.Peroaunquenolesllames,vendránaquí.Vasatenerqueverlos,quierasono.
Setoqueteólasuñas.
—¿Ysitodavíameodian?
—Nocreoquetehayanodiadonunca.Creoquesimplementeestabancombatiendosuduelo,aligualquetú.Cadaunolo
haceasumanera.
—¿Puedesquedarteconmigo?¿Porsinecesitanhablarcontigo?¿Osiyotenecesitoparaquehablestúconellos,porsi
empiezanagritaropierdenlacabeza?¿Ytalvezpodríasestaraquítambiéncuandovenganmañana?
—Claro—aseguré.
Semordióunlabio.
—¿Podríashacermeotrofavor?—Sellevólasmanosinconscientementealpeloenmarañado—.¿Podríastraermealgunas
cosasdelatienda?Tengounaspectohorrible.
—¿Quénecesitas?
—Yasabes…maquillaje.Uncepillo,desmaquillador,ycremademanos.—Fijólamiradacondesagradoensuscutículas
agrietadas.
Asentí,mientrasanotabaenmimóvillalistadeproductosquemeibarecitando.
—¿Algomás?
—No—dijo—.Supongoquedeberíallamarahora,¿no?
—Probablemente.Peroantesquieroquesepasalgo.
—¿Elqué?
—Estoyorgullosodeti.
21
equedéalladodeCalliemientrashacíaaquellallamada.Comoeradeesperar,suspadressemostraronconmocionados
y eufóricos a la vez al oír la voz de su hija. Tras suspirar con incredulidad y llorar de alegría, le hicieron un aluvión de
preguntas,muchasdelascualesCallieprometiócontestarconmásdetallecuandoestuvieranallí.Perocuandomedevolvióel
móvil para que hablara con ellos, el alivio inicial quedó anegado por el temor, al explicarles quién era y cuál era el
diagnósticoyelpronósticodesuhija.Lesprometíque losdoctoresdeCallie lospondríanaldíade todas lasopcionesde
tratamiento cuando llegaranaNewBern, y lesdijeque erade vital importanciaque vinieran lomásprontoposiblepara
poderexplorartodaslasalternativasmédicasparaCallie.
TambiénllaméaloficialjefeRobertsonparainformarledequepodíadaravisoalaOficinadeInvestigacióndeGeorgiay
lapolicíadeDecaturdequeCallieyahabíasidoencontrada,ytambiéndequesehabíapuestoencontactoconsuspadres.
Antesdefinalizarlallamada,mepidióquelemantuvieraalcorrientedelestadodesaluddeCallie,cosaqueleprometítras
pedirlepermisoaella.
DuranteelrestodelatardemequedéconCallie,escuchandolosrecuerdosqueleveníanespontáneamentealacabezade
su vida antes de quemurieraRoger, con los detalles de una adolescencia normal. Era como si el dique impuesto por el
aislamientoyelsecretismodelañoanteriorderepentehubierareventado,liberandounamareadenostalgiahacialavidapor
la que había estado sufriendo todo ese tiempo.Desde las competiciones regionales de voleibol a los hábitos de su perro
labrador,losnombresdesusprofesoresfavoritos,yelchicoconelquehabíasalidobrevemente,losdetallespersonalesdesu
vida surgieron atropelladamente de forma aleatoria durante las siguientes horas, configurando una imagen casi
asombrosamentenormal.Sentíadmiraciónpor lavalentíay la independenciaquehabíademostradodesdequeseescapó,
puestoquenadaenlaplácidayrelativamentedomesticadaexistenciaquemehabíadescritopodríahaberlapreparadopara
lasadversidadesalasquetuvoqueenfrentarse.
EstuveconellacuandoladoctoraNoblespasóensurondayobservéensilenciocómoCallieporfinlecontabalaverdad.
Evitólamiradadeladoctorayretorcióconlasmanoslassábanasmientrassedisculpabaporhaberlementido.Alfinalizar,la
doctoraNobleslecogióunamanoconfuerza.
—Ahorasimplementevamosaconcentrarnosenintentarquetepongasbien,¿vale?—dijo.
SabíaquelafamiliadeCalliepensabaconducirdenocheparallegaraprimerahoradelamañanaalhospital.Callievolvió
apedirmequeleprometieraqueestaríapresente,yleaseguréquemequedaríatodoeltiempoqueellaquisiera.Cuandose
hizolaoscuridadenelaparcamientoquepodíaversedesdesuventana,lepreguntésiqueríaquemequedarahastaquese
acabaranlashorasdevisita.Ellanegóconlacabeza.
—Estoycansada—dijo,dejándosecaersobrelasalmohadas—.Estarébien.—Poralgunarazón,lacreí.
Cuandovolvíacasamesentícompletamenteexhausto.LlaméaNatalie,perosaltóelcontestador.Dejéunbrevemensaje
parainformarladequelafamiliadeCalliellegaríaporlamañana,porsiqueríaconocerlos,ydequeyahabíahabladocon
Robertson.Despuésmedesploméenlacamaynomedespertéhastalamañanasiguiente.
De camino al hospital,me detuve en la tienda, y con ayuda de una de las empleadas, gasté una pequeña fortuna en
productosdebelleza,un cepillo yunespejodemano.Aldarle labolsa aCallie,pudeadvertir la tensiónen su rostro.La
observémientrassemesabaelcabellosincesar,setocabalapieldelosantebrazos,yretorcíalassábanas.
—¿Quétalhasdormido?—pregunté,sentándomecercadelacama.
—Nohedormido—respondió—.Tengolasensacióndequeestuvemirandoeltechotodalanoche.
—Esungrandía.Paratodoelmundo.
—¿Quéhagosiestánenfadadosconmigoyempiezanagritar?
—Harédemediadorsiesnecesario,¿vale?Encasodequelascosassedescontrolen,quierodecir.Peroayerparecíanmuy
contentosdesaberdeti,¿noesasí?Nocreoquevayanagritarte.
—Aunquesealegrendequeestéviva…—Hizounapausaparatragarsaliva,conlacarainexpresiva—.Enelfondosiguen
culpándomedemataraRoger.
Nosabíaquédecir,asíquecallé.Enelsilencio,Callierebuscóenlabolsaconlamanobuena,yexaminólascosasque
habíacomprado.
—¿Quieresquetesujeteelespejo?
—¿Noteimporta?
—Paranada—respondímientrasalargabalamanoparacogerlo.Alversureflejo,Callieseestremeció.
—Tengounaspectohorrible.
—No,noescierto—denegué—.Eresunachicamuyguapa,Callie.
Hizo unamuecamientras se pasaba el cepillo por el pelo, y luego empezó amaquillarse. Aunque yo no creía que su
acicalamientoleimportaseasufamilia,parecíahacerquesesintieramejorconsigomisma,yesosíqueimportaba.
Parecía saber lo que estaba haciendo, y cuando acabó, su transformaciónme pareció asombrosa. Una vez satisfecha,
devolviólosartículosdebellezaalabolsayladejósobrelamesitadenoche.
—¿Cómoestoyahora?—preguntóconescepticismo.
—Estásmuyguapa.Yahorarealmentesíparecequetienesdiecinueveaños.
—Estoytanpálida…—Fruncióelceño.
—Eresdemasiadoexigente.
Miróatravésdelaventana.
—Nomepreocupalareaccióndemimadreymishermanas—dijo—.Perotengounpocodemiedodelademipadre.
—¿Porqué?
—No te lohabíadicho,peroyaantesdequeRogermuriera,nonos llevábamosdemasiadobien.Esunapersonamuy
callada,ynormalmentenodemuestrademasiadosusemociones,hastaqueseenfada.Yseenfadómuchísimocuandomurió
Roger.Nolegustabalagenteconlaqueiba,decíaquepodíairmejorenelinstituto,noleparecíabienlaropaquellevaba…
Lamitaddeltiempoestabacastigada.Loodiaba.
—Esomismoesloquelessuelepasaralamayoríadelosadolescentes.
—Noestoyseguradequerervolveracasa—confesó,conuntonoaterrorizadoenlavoz—.¿Ysitodovaigualdemalque
antes?
—Creo—empecéadecir—quelomejorseríaqueteenfrentarasacadacosaasutiempo.Nonecesitastomaresadecisión
ahoramismo.
—¿Creesqueestaránenfadadosconmigoporhabermeescapadoynohaberllamado?
Asentí,porquenoqueríamentirle.
—Sí. Lo estarán, en parte. Pero por otro lado estarán emocionados por volver a verte. Y también puede que estén
preocupadosportuenfermedad.Creoquevanasentirmuchasemocionesdistintasalavez.Apostaríaaqueestaránunpoco
abrumados,yesoesalgoquedeberíastenerencuentacuandohablesconellos.Perolacuestiónmásimportanteahoraes:
¿cómotesientes?
Sopesólarespuesta.
—Mesientoemocionaday,almismotiempo,tengomiedo.
—Yotambiénestaríaasustado—dije—.Esnormal.
—Soloquiero…
Noacabólafrase,peronoeranecesario.Pudeverenlaexpresióndesurostroloquequería,puestoqueeralomismoque
querríacualquierniño:seramadaporsuspadres.Aceptada.Perdonada.
—Hayalgomásquetalvezquierasconsiderar—añadídespuésdeunmomento.
—¿Aquéterefieres?
—Siquieresquetuspadresteperdonen,entoncesvasatenerqueperdonarteprimeroatimisma.
—¿Cómo?—preguntó—.¿Despuésdeloquehice?
—Perdonarnosignificaolvidar,odejardedesearpodercambiarelpasado.Significa,sobretodo,queaceptaslaideade
quenoeresperfecta,porquenadieloes.Yqueacualquieralepuedenpasarcosasterribles.
Bajó lamirada,yenel silenciopudeverque forcejeabaconesa idea.Le llevaría tiempoyseguramentemucha terapia
poder conseguirlo,pero eraun caminoque ibaa tenerque emprenderparapoder curarse y seguir con suvida.No seguí
insistiendo;enesemomento,teníaotrosdesafíosmásinmediatosalosqueenfrentarse.
Paraevitarquesiguieradándolevueltasa loqueeraobvio, llevé laconversaciónaun terrenomás llano.Compartími
impresióndeHeleny le enseñéalgunas fotos conelmóvil,paraquepudiera imaginarsemejor cómoestabaelpueblo; le
sugeríqueprobaseelwienerschnitzelenelBodenseesiteníalaoportunidad.Y,porprimeravez,lehablédeNatalie;noselo
contétodo,perosílosuficientecomoparaqueellaintuyeracuántosignificabaparamí.
Duranteunapausaennuestracharla,oíunasvocesquellegabandesdeelpasillo;oíelnombredeKarenJohnson,yel
sonidodepasosacercándose.MepuseenpieyvolvíaponerlasillaenelotroladodelahabitaciónymirédereojoaCallie.
Sumiradaeradedesesperación.
—Tengomiedo—dijoconpánicoenlavoz—.Vanaodiarme.
—Nuncatehanodiado—latranquilicé—.Deesoestoyseguro.
—Nisiquieraséquédecir…
—Tesaldrá.Pero¿quieresquetedéunpequeñoconsejo?Dileslaverdadentodomomento.
—Noquierenlaverdad.
—Quizásno—dije—.Peroeslomejorquepuedeshacer.
Mientras estaba ahí de pie, una de las enfermeras llevó a la familia deCallie hasta la habitación, en cuya entrada de
repente se detuvieron, como si fueran incapaces de procesar lo que sus ojos estaban viendo. Louise abría la comitiva,
flanqueadaporTammyyHeather;sentícuatroparesdeojosposándosesobremí,antesdequeseconcentraranenlachica
que sehabía escapadohacíamásdeun año.Mientras lidiaban conunaoleadade emociones,medi cuentade cuánto se
parecíaCallieaLouise,sumadre.Teníanelmismocolordepeloydeojos,unaconstituciónmenudaidéntica,ylapielpálida.
Pensé que no debía sermuchomayor que yo. Curtis también parecía estar todavía en la treintena, pero eramás alto y
corpulento de lo que imaginaba, con una barba ruda y oscuras ojeras.Memiró inquisitivamente, como si sopesara si yo
podríaserunfuncionariooficialaquiendeberíadirigirse,peroyodesmentíconunmovimientodecabeza.
Calliesaludóconunhilodevoz.
—Hola,mamá.
Esaspalabrasbastaronpararomperelhechizo,yLouiseseprecipitórepentinamentehacialacama,conlosojosanegados
en llanto.Heather y Tammy estaban pegadas a su espalda, y emitían gemidos de emoción al unísono. Eranmellizas no
idénticas,y lociertoesquenoseparecíanennada launaa laotra.Comosi fuerancachorritos locosdealegría, treparon
prácticamentealacamamientrasseinclinabanparatocaryabrazaraCallie.Desdedondemeencontraba,pudeoíraLouise
repitiendo«Nomelopuedocreer»,y«Estábamostanpreocupados»,unayotravezmientrasacariciabaloscabellosdeCallie
ylacogíadelasmanos,conlaslágrimassurcándolelasmejillas.Curtis,entretanto,seguíainmóvil,comoparalizado.
Finalmente,volvíaoírlavozdeCallie.
—Hola,papá—dijo,desdedebajodeunamarañadebrazos.Curtispor finhizoungestocon lacabezayseacercóa la
cama.Laschicasseapartaronparahacersitioasupadre,ysevolvieronhaciaél,expectantes.Seinclinóhaciaella,todavía
vacilante.
Callieseincorporóylerodeóporelcuelloconelbrazobueno.
—Sientohabermeescapadoynohaberllamado—dijoenunmurmulloentrecortado—.Osheechadomuchodemenos.Os
quiero.
—Yotambiénteheechadodemenos,cariño.—Laspalabrassalieronahogadasporlaemoción—.Yyotambiéntequiero.
MequedéconCallie,sindecirnada,mientrasellacontabasuhistoriayrespondíaelinterminablealuvióndepreguntas.
Algunaserandepeso(«¿porquéteescapaste?»)yotrasmásmundanas(«¿quécomíascadadía?»).Curtispreguntóenmás
deunaocasiónporquénuncahabíaintentadoponerseencontactoconellos,aunquesolohubierasidoparainformarlosde
queseguíaconvida.ApesardequeCallieerasincera,no fueunaconversación fácil.Sudolor,y tambiéneldeCallie,era
tangibleytodavíafresco,aunenmediodeladichadelreencuentro.Medicuentadequeeltrabajorealdesurecuperación
comofamiliaseextendíaanteellos,suponiendoqueCalliefueracapazderecuperarsecompletamentedesuenfermedad.No
eralachicaquesehabíaescapadodecasahacíaunaño,perosusvidasseguíanenvueltasenunatragediaqueningunode
elloshabíaprocesadorealmente,sobretodoCallie.
Cuando salí de la habitación para permitirles continuar la conversación en privado, recé una plegaria silenciosa
deseándoleselcorajenecesarioparalosmesesyañosvenideros.Mientrasrecorríaelvestíbulodeesehospital,ahorayatan
familiar,nopudeevitarpensarencómoeraposiblequemehubierainvolucradohastatalpuntoenlavidadeunachicadela
quenadasabíahastahacíadosmeses.
Y,sinembargo, lomásextrañodetodoeraoírasufamilia llamarlaporelnombredeKarenunayotravez, locualno
parecíaencajarconlachicaqueyoconocía.
Paramí,despuésdetodo,siempreseríaCallie.
El día siguiente la doctora Noblesme dijo que había pasado casi una hora con su familia después de queme fuera,
intentandoexplicarel estadode saluddeCalliede formaquepudierancomprenderlo fácilmente.LospadresdeCallie, al
igual que sus hermanas, se mostraron dispuestos a que se les hicieran las pruebas de médula ósea necesarias. Dada la
seriedad de la enfermedad de Callie, el laboratorio ya había asegurado que se apresurarían con los resultados;
probablementeal cabodeunoodosdías sabrían si algunode ellospodíaofrecer antígenos leucocitarioshumanos enun
grado suficiente de coincidencia y, en ese caso, se pasaría a la siguiente fase de pruebas adicionales. Si el resultado era
positivo,CallietendríaquesertrasladadaaGreenvilleparacontinuarconeltratamiento.LadoctoraNoblestambiénlespuso
encontactocon ladoctoraFeliciaWatkins, laoncólogadeVidant,y lesaseguróqueelhospitalestaríapreparadoparasu
llegada.TrashablarconladoctoraNobles,reservéypaguélaestanciaparatodalafamiliaenNewBernaquellasemana,así
como dos semanas más en un hotel en Greenville. Era lo menos que podía hacer teniendo en cuenta su devastadora
preocupaciónporCallie,yelretoquesuponíaparaellosestartanlejosdecasa.
Tras haber oídomencionarmi nombre con tanta frecuencia en el transcurso de su conversación con Callie, Curtis y
Louisenaturalmentequeríansabermásdemí.CuandopaséporlahabitacióndeCalliedespuésdereunirmeconladoctora
Nobles,mesentísatisfechoalpoderhacerlesunbreveresumendecómoacabéviviendoenNewBernenlosúltimosmeses,
aunqueomitílosaspectosmáscomplicadosdemiserviciomilitaryrecuperación.Tambiénpudecompartirloquesabíadela
amistaddeCallieconmiabueloyexplicarleslaclasedepersonaqueera.Meentristecióquenoestuvieraallíparaconocer
por fin a los padres de Callie, pero sentía que de algún modo estaba observando desde algún lugar aquel reencuentro,
complacidodequesusesfuerzoshubieranllegadoabuenfin.
Nataliehabíarespondidoamimensajelanocheanterior,ycuandofinalmentellegóalhospital,selapresentéaCallieysu
familia.Mantuvounareuniónprivadaconellosduranteveinteminutos,yseaseguródecontarcontodoslosdetallesparael
informequetendríaquearchivarenelexpediente.Decaminohacialasalida,mebuscóenlasaladeespera,ymepreguntósi
teníatiempoparatomaruncafé.
Enlacafetería,sesentóalamesafrenteamí;suuniformeleconferíaunaspectooficial,peroestabatanhermosacomo
decostumbre.Mientrassosteníamosnuestrastazasdecafépococargado,ledescribílaslargashorasquehabíapasadocon
Callie,reconstruyendosuhistoriaypresenciandoelintensoreencuentroconsufamilia.
—Alfinal,enresumidascuentassupongoquehatenidounfinalfeliz—dijo.
—Demomento.Ahoratododependedelaspruebas.
—Seríaunatragediaparasuspadreshaberlaencontradoparavolveraperderla.
—Sí—dije—.Perotengofeenquetodosaldrábien.
Nataliesonrió.
—Ahoraentiendoporquéestabastanresueltoaayudarla.Esunachica…fascinante.Cuestacreerquesolotengadieciséis
años.Esmásmaduraquemuchosdelosadultosqueconozco.Mepreguntocómoseadaptaráavivirdenuevoconsufamilia
yvolveralinstituto,ohacerlascosasquesuelenhacerlosadolescentes.
—Abuenseguroseráungrancambio.Puedequelecuesteunpocoacostumbrarse,perotengolasensacióndequevaa
estarbien.
—Yotambiénlocreo.Ah,yporcierto,tuabuelodebíaserunhombremuyinteligente.
—¿Enquésentido?
—Si hubieramencionado el nombre de Callie en el hospital, es posible que nunca hubiéramos averiguado quién era.
NuncahabríamosintentadoencontraraunachicallamadaKaren.
Reflexionésobreello,ymedicuentadequeteníarazón.Miabuelonuncahabíadejadodesorprenderme.
—Robertsontambiénestabaenlocierto—continuó—,cuandonosdijoquenosotrosmismospodríamoshaberencontrado
lainformación.VisitélapáginawebdelaOficinadeInvestigacióndeGeorgiaysolomellevócincominutosencontrarla,con
suverdaderonombredepilaysabiendoquéaspectotiene.NohacíafaltairaGeorgia.
—Noobstante,mealegrodehaberido—repliqué—.Delocontrario,talveznohabríavueltoaverte.
Sequedómirandofijamentelatazadecafé.
—Voyaechartedemenos.
«Yotambién.Másdeloquenuncatepodrásimaginar.»
—Creoquevoyarecolectarpartedelamielantesdeirme.¿Quieresveniraayudarme?Teenseñaréaextraerlamielya
filtrarlospanales,yconunpocodesuertetalvezpodrásllevartealgúntarroacasa.
Vaciló,yluegodijo:
—Nocreoqueseabuenaidea.Yaesmuydurosaberquetevas.
—Entonces,¿estevaaserelfinal?¿Nuestroúltimoadiós?
—Noquieroverloasí.
—¿Ycómotegustaríaverlo?
Hizounapausa,pensativa.
—Megustaríarecordareltiempoquepasamosjuntoscomounhermososueño—dijoporfin—.Mientrasduraparecereal
eintenso,ytetransportaporcompleto.
«Perodespuéshayquedespertar»,pensé.
—SeguramentetendréquevolveraNewBerndevezencuandoparaecharunvistazoalacasaylasabejas.¿Tegustaría
queteavisaracuandoestéenelpueblo?¿Talvezpodríamosquedarparaalmorzarocenarenalgunaocasión?
—Talvez…—Inclusomientrasdecíaaquellaspalabras,tuvelasensacióndequepreferiríaquenolohiciera.Sinembargo,
leseguíeljuego.
—Teavisaré.
—Gracias.¿Cuándopiensasirte?
—Dentrodeunpardesemanas,probablemente.Necesitounpocode tiempopara instalarmeantesdequeempieceel
programa.
—Claro—dijo.
—¿Ytú?¿Tienesplanesparaelverano?
—Lohabitual—contestó—.Seguramentepasaréunoscuantosfinesdesemanaconmispadresenlaplaya.
Medolíacomprobarloforzadaqueeranuestraconversación,ymepreguntéporquénoshabíaresultadotanfácilhablar
tansolounosdíasantes.Noeraeladiósquehabíaimaginado,pero,aligualqueella,nosabíacómocambiarlo.
—Si alguna vez vas a Baltimore o aWashington D. C., avísame.Me encantaría hacerte de guía. Podríamos visitar el
complejoSmithsonian.
—Loharé—prometió,aunqueambossabíamosquenoseríaasí.Letemblaronloslabiosaldecirlo.
—Natalie…
—Deberíairme—dijo,poniéndoseenpiederepente—.Tengoquevolveraltrabajo.
—Losé.
—Mepasaréporlacasadetuabuelomientrasestásfuera.Paraasegurarmedequenoentraningúnvagabundo.
—Teloagradezco.
Salimosdelacafeteríaylaacompañéalaentradaprincipal,inclusoaunquenoestuvierasegurodesipreferíaquenolo
hiciese.
Al llegar a las puertas, la seguí al exterior, mientras pensaba que todo aquello estaba sucediendo demasiado rápido.
Incapaz de reprimirme, de pronto le cogí una mano. Ella se detuvo y se volvió hacia mí y, al ver cómo las lágrimas
empezabanadesbordarseentresuspestañas,semehizounnudoen lagarganta.Aunquesabíaquenodebíahacerlo,me
inclinéhaciaellayrocéconmislabioslossuyos,antesderodearlaconmisbrazos.Labeséenlacabezaylaacerquéami
cuerpo.
—Locomprendo,Natalie—murmuréconlabocaensupelo—.Deveras.
—Losientomucho—susurró,ypudesentirsucuerpotemblandomientraslaabrazaba.
—Tequiero,ynuncateolvidaré.
—Yotambiéntequiero.
Elsolbrillabaensupuntomásalto,elaireerasofocante,húmedoycálido.Advertíapenaslapresenciadeunhombreque
pasaba a nuestro lado con un ramo de flores; pocos segundos después alguien salía del hospital empujando una silla de
ruedas en la que ibauna anciana.En el interior habíamujeres dando a luz a niños que tenían toda su vidapor delante,
mientrasqueotrospacientesllegabanalfinaldelasuya.Eraundíanormal,enelquenadaloeraparamí,ymientrasnotaba
quelaslágrimasmeescocíanenlosojos,loúnicoquedeseabaeraqueesemomentoseprolongaraparasiempre.
Pasadosunpardedías, la doctoraNoblesme informódeque lamédula óseadeHeather tenía seisde seis antígenos
leucocitarios humanos coincidentes con los de Callie; en el caso de Tammy, eran cinco. Ya se estaban llevando a cabo
exámenesypruebasadicionales,peroladoctoraNoblesconfiabaenqueaquelgradodecoincidenciaofrecieragarantíasde
éxito.
Esamismasemana,ladoctoraNoblesconfirmólaidoneidaddeldonante,yquetantoeltrasladocomoeltrasplanteya
estabanprogramadosparalasiguientesemana,durantelacualyoyaestaríaenBaltimore.Aunquenodejabadehaberalgún
riesgo,yCallie tendríaqueseguir tomandomedicaciónduranteaños, ladoctoraNobleseraoptimistayconfiabaenquea
largoplazopodríallevarunavidanormal.
SeguípasandoalgunosratosconCallieysufamiliaenelhospitaljustohastaantesdemipartida;elrestodeltiempolo
dediqué a hacer el equipaje y dejar la casa lista parami inminente ausencia. El último día que pasé allí, un equipo de
limpiezarepasódearribaabajolacasayguardólaropadecamaenbolsasdeplásticoparaevitarelmohoyelpolvo.Volvía
reunirmeconlagestoradelapropiedadylaempresadereformas,ysupervisélallegadadelosmaterialesparaeltejadoyel
suelo,asícomosualmacenamientoenelgranero.
Tambiénrecolectélamiel.Meguardévariostarrosparamí,vendícasitodolodemásaClaude,ydejéunaparteenlas
escalerasdelaentradadelacasadeNatalie.Peronollaméalapuertanilallamé.
Pensabaenellaconstantemente;medespertabaconelrecuerdodesuolorysusonrisa;eraloúltimoqueveíaantesde
cerrar losojospor lanoche.En losdíasprevios amimarchadeNewBern,mepreguntabaquéestaríahaciendoen todo
momento,ydóndeestaría.Mesentíaincompleto,comosiunapartedemíestuvierahuecaysoloquedaraunvacíodoloroso.
AntesdeNatalie,solíacreerque,conamor,todoeraposible.Ahoramehabíadadocuentadequeavecessoloelamornoes
suficiente.
NofuehastatresdíasdespuésdemillegadaaBaltimorecuandoencontrélacartaqueNataliemehabíadejadoenunade
lascajasdelibrosquehabíacargadoenelmaleterodemitodoterreno.Enunprimermomentonoidentifiquéelsobreytuve
la intenciónde tirarloa labasura.Perocuandomedi cuentadequeestaba sellado, la curiosidadpudomás.Reconocí su
firmaalfinaldelacarta,ydeprontomefaltóelaliento.
Deambulécomounzombihacia lasaladeestarymesentéenel sofá.Todavíaeradedía, la luzsederramabapor las
puertasacristaladasy,enelsilenciodeminuevoapartamento,finalmenteempecéaleer.
QueridoTrevor:
Teescriboestacartaporquenoséquéotracosapodríahacer.Nosécuándolaencontrarás,yaquetuvequeesconderlaenunadelas
cajasqueyahabíasempaquetado.Porotraparte,comomedejasteunostarrosdemielenelportaldemicasaendosocasionessinavisarme
dequeestabasallí,meimaginéqueinclusotalveztegustaríapensarquehabíastenidounavisitasecreta.
Queríadecirtequeporprimeravezenmividaheentendidorealmenteloquelagentequiereexpresarcuandodicen«Estoyenamorado».
Porqueenmicaso,nomefuidejandollevar,nosucedióconeltiempo,nisiquierahabríapensadonuncaqueesoeraloquedeseaba.Enuna
miradaretrospectiva,sientoquemehepasado losúltimoscatorcemesesen lacornisadeunedificio.Balanceándomedeformaprecaria,
haciendo todo lo que estaba enmimano para permanecer quieta en el sitio. Si nomemovía, si era capaz de quedarme perfectamente
concentrada,estaríabien.Peroentoncesaparecistecomocaídodelcielo.Me llamastedesdeel sueloymeasomédesde lacornisa…yde
repentemecaí,yallíestabastúparacogermeenbrazos.
Trevor, enamorarmede tiha sidounade lasexperienciasmásgloriosasdemivida.Pormuyduroquemeresulteahoramismo (me
atormentacontinuamentelaideadesihetomadoladecisiónadecuada),nolocambiaríapornada.Mehashechosentirmásllenadevida
queen loquesemeantojaunaeternidad.Hasta tu llegada,noestabaseguradepodervolverasentirmeasídevivanunca(inclusomás
intensamente).
Mideseohacia timeparece insaciable, ilimitado.Pero lo ciertoesqueelprecioquedebopagarporesedeseoes terrible.Nopuedo
permitirmedesearquemimaridoestuvieramuerto,nitampocopodríavivirconmigomismasimedivorciara,aunquesolofueraporqueél
no cuenta siquiera con laposibilidadde intentar convencermede lo contrario.De elegir cualquierade esasopciones,no sería lamisma
mujer de la que te enamoraste; eso me cambiaría para siempre. Me transformaría en una persona malvada, algo en lo que no deseo
convertirme;nomereconoceríaamímisma.Y,porsupuesto,tampocomegustaríaesapersonaparati.
Esa es la razón por la que no podía volver a verte tras decirnos adiós en el hospital; la razón por la que sería mejor que no nos
encontráramoscuandovuelvasalpueblo.Sécuántotequiero,ysivolvierasapedirmequemefueracontigo,nocreoquepudieraresistirme.
Sivuelvesahacerlo,meirécontigo;consolounainsinuaciónenesesentido,mepresentaréentupuerta.Pero,porfavor(porfavor,por
favor,porfavor),nuncapermitasquemeconviertaenelantihéroedemipropiahistoria.Teruegoqueenningúnmomentomepongasen
esadiatriba.Enlugardeeso,permítemeserlamujerquellegasteaconoceryamar,lamismaqueseenamoróperdidamentedeti.
A pesar de que no sé lo que nos depara el futuro a ninguno de los dos, quiero que sepas que siempre atesoraré losmomentos que
pasamos juntos, aunque fuera poco tiempo. De alguna forma quiero que sepas que siempre pensaré queme has salvado. De no haber
aparecidoenmivida,unapartevitalypreciosademímismasimplementesehabríasecadoymarchitado;ahora,nuestrosrecuerdos(mis
recuerdosdeti)medanfuerza,yporfinmesientocomosipudieraseguiradelante.Graciasporello.Graciasportodo.
Yateechodemenos.Echodemenostuformadebromearytushorribleschistes,tusonrisaapenastorcida,hastatusestúpidosintentos
dehacermeponer losojosenblanco.Sobre todo,echodemenostuamistad,y tumaneradehacermesentircomosi fuera lamujermás
deseabledelmundo.Teamo,ysilavidaqueestoyviviendofueradistinta,teseguiríaadondefueras.
Tequiero,
Natalie
Cuando acabé de leer la carta, me levanté del sitio que ocupaba en el sofá y me dirigí a la cocina con las piernas
temblorosas.Abríelfrigoríficoysaquéunabotelladecerveza,lequitéeltapónydiunbuentrago.Luegoregreséalasalade
estarymequedémirandofijamentelaspuertascorrederas,imaginandodóndeestaríaNatalieenesemismomomento;tal
vezvisitandoasuspadresenlaplaya,ydandounlargoytranquilopaseoporlaorilla.Devezencuandosedetendríaquizása
examinar una concha, o seguiría con lamirada el vuelo de algunos pelícanosmientras pasaban rozando las rompientes.
Queríacreerque,talvez,estaríaacordándosedemíeneseprecisoinstante,abrazandonuestroamorcomounreconfortante
secretoenunmundoqueavecessemostrabadespiadado.
Mecomplacíaelhechodequemehubieraescritounacarta,ymepreguntésielladesearíaque lecontestaraconotra.
Quizásloharía,otalvezno,porqueesopodríahacerquetodoleresultarainclusomásdifícil.Noteníalaenergíadetomar
esadecisión.
Enlugardeeso,volvíalsofáydejélacervezasobrelamesa.Y,conunsuspiro,empecéaleerdenuevolacarta.
EPÍLOGO
unque leescribímuchascartasaNatalie,nunca lasenvié.Ni tampoco intenté llamarlaobuscarladurantemisvisitas
habitualesaunquepoco frecuentesaNewBern.Enalgunasocasionesescuchésinquererretazosdeconversacionesen las
quelagentecomentaba,normalmenteenvozbaja,loduroquedebíaserparaellayquetendríaqueencontrarlamanerade
seguir adelante. Cada vez que oía semejantes comentarios, sentía un profundo dolor al pensar que su vida seguía
permanentementeestancada.
Para mí, seguir adelante significaba cinco años de residencia, largas horas de trabajo y conseguir la práctica clínica
suficiente para poder finalizar el programa.Aunque en unprincipio pensé queme interesaría casi exclusivamente por el
tratamientodeltrastornoporestréspostraumático,prontolleguéadarmecuentadequelospacientescondichotrastornoa
menudopresentabanotrosasuntospor resolver.Aveces estaban luchandocontra suadiccióna lasdrogaso el alcohol, o
sufríanunadepresión;otrosteníanuntrastornobipolarodepersonalidaddeotrotipo.Aprendíqueeltratamientoeraúnico
paracadapacientey,aunquelointenté,nofuicapazdeayudarlesatodos.MientrasestabaenBaltimore,dospacientesse
suicidaron,yotrofuearrestadodespuésdeunapeleaenunbar,yacabóconunaacusacióndeasesinatoensegundogrado.
Ahoraestáentrerejas,ycomomínimocumpliránueveaños.Devezencuandomeescribeunacartaenlaquesequejadeno
recibireltratamientoquenecesita,ynomecabelamenordudadequeestáenlocierto.
Mi trabajomeparece sumamente interesante,quizásmásde loqueesperaba.A sumanera, suponeunmayordesafío
intelectualquelacirugíaortopédica,ypuedoafirmarconsinceridadquemelevantocadadíaconganasdeiratrabajar.A
diferenciadeotros residentes,al finaldeldíanomecuestademasiadoapartardemimente lospacientesquehe tratado;
cargarconlascuestionespsicológicasdelosdemásacumuladasesdemasiadoparacualquiera.Sinembargo,avecesnoes
posibledistanciarse sinmás; incluso cuandoalgunospacientesnopuedenpermitirsepagar el tratamiento, amenudome
pongoasudisposición.
He continuado además con mis propias sesiones con el doctor. Bowen, aunque con el tiempo, cada vez con menos
frecuencia.Ahorahabloconélunavezalmes,yenrarasocasionesexperimentocualquieradelossíntomasfísicosasociados
altrastornoporestréspostraumático.DuermobienymismanosnohanvueltoatemblardesdemiépocaenNewBern,pero,
detantoentanto,sigosintiendounadolorosatristezaporNatalieylavidaqueimaginéquepodíamoshabertenidojuntos.
En cuanto a Callie, al principio nos llamábamos asiduamente, pero las llamadas fueronmenguando para dar paso a
mensajesocasionales,normalmenteenelperiodovacacional.Eltrasplantefueunéxito,susaludseestabilizóenlamedida
deloposible,teniendoencuentasusituación,yvolvióavivirconsufamilia.Acabóelinstitutoyestudióparaconvertirseen
higienistadental.NotengolamenorideadecómoocuándoconocióaJeffMcCorkle(medioaentenderqueesoeratodauna
historiaaparte),ymientrasesperoenlaiglesiaaqueCallierecorraelcaminohaciaelaltar,miladocínicosepreguntasino
serándemasiadojóvenesparacasarse.Solotienenveintiúnaños,ylasestadísticasnoofrecenprecisamenteunpanoramade
colorrosaparasumatrimonioalargoplazo.Porotraparte,Calliesiemprehademostradoserunapersonadeextraordinaria
madurezydeterminación.
Lomás importanteesqueella,al igualqueyo,hacomprendidoa laperfecciónquees imposiblepredecir lasvueltasy
girosquedalavida.
CuandoconducíahacialaiglesiapasandoporHelen,meembargólasensacióndedéjàvu.Elpuebloteníaexactamenteel
mismoaspectoquelaúltimavezquehabíaestadoallí.DejéatráslacomisaríadepolicíayelrestauranteBodensee,yaunque
llegabatarde,meentretuvefrentealhotelenelqueNataliemehabíapedidoquelaabrazaraennuestraúltimanochejuntos.
Me gusta pensar que desde entonces he avanzado en mi vida, y sé que así es en muchos aspectos. He concluido la
residencia y las prácticas, yme han ofrecido varios puestos en tres estados distintos. Tengo alguna preferencia, peromi
eleccióndependehastaciertopuntodeloquesucedaeneltranscursodeldía.
Desdemiasientopuedooírlosmurmullosysusurrosdelagentesentadaenlosbancosamialrededor;pormuchoque
intentoreprimirme,nopuedoevitargirarmeparaexaminaralaspersonasquevanentrando.CuandoporfinllegaNatalie,
sientoquemicorazóndaunvuelco.Luceunpreciosovestidoveraniegodecolormelocotóny,aunquesehadejadoelpelo
largo,noparecehaberenvejecidoenloscincoañosquehanpasadodesdequenosvimosporúltimavez.Laobservomientras
recorrelaiglesiaconlamirada,intentandoencontrarunsitiolibre,yfinalmentealguienlaacompañaaunbancotresfilas
por delante del mío. Mientras miro su espalda, doy las gracias en silencio a Callie, a quien le pedí que le enviara una
invitaciónespecialaNatalie.
Jeff,finalmente,ocupasulugarenlapartefrontaldelaiglesia,cercadelsacerdote,contrespadrinos,ademásdeunode
honorasulado.Lamúsicaempiezaasonar,Lohengrin,deWagner,yCalliehaceapariciónalfondodeiglesia.Laacompaña
asuladoCurtis,supadre,bienafeitadoyvestidoconuntrajeazulmarino.Ambosestánradiantesytodosnosponemosen
piecuandoempiezanarecorrerelpasillo.CurtisledaunbesoenlamejillaasuhijaytomaasientoalladodeLouise,queya
estárestregándoselosojos.TammyyHeathersondamasdehonor,yllevansendosvestidosrosasajuego.
La ceremonia es tan tradicional como era de esperar, y a Callie y Jeff enseguida se les declaramarido ymujer. Los
invitadosaplauden,ysonríoalescucharcómoalguiensilba.
Enelbanquete,dispuestobajounaampliatiendablanca,mesientoalamesaconalgunosdelosprimosdeCallieysus
cónyuges,ysonríocadavezquelosinvitadosdangolpecitosconlacucharaasuscopasdevino,animandoaqueCallieyJeff
sebesendenuevo.
Calliebailaconsumaridoyconsupadre,antesdequeselesunanelrestodelosinvitados.Inclusoyoconsigobailarcon
la novia, tras lo cualme presenta a sumarido. Tengo la impresión de que es un joven formal, y están envidiablemente
enamorados.Cuandomealejodesulado,oigoaJeffpreguntardesconcertadoaCallieenunmurmullo:«¿Porquétellama
Callie?».
MepreguntoquélehabrácontadodeltiempoquepasóenNewBern,osisencillamentepasóporaltoalgunosdetalles.
Pensandoalargoplazo,supongoquenotieneimportancia.IntuyoqueJeffprobablementeseenterarádetodo,yaquecasi
siempreresultaimposibleguardarunsecreto.
PocodespuésdequeempezaraelbailehabíavistoaNataliesalirdelatienda.Voytrasellaylaencuentrodepiealladode
unviejomagnolio.Alacercarme,elvolumendelamúsicadelbanquetedisminuye,yparecequeestemossolosenlatranquila
tardedeverano.Mefascinasubellezayeternajuventud.
Me recuerdoamímismoquenodeboesperar gran cosa.Cincoaños esmucho tiempo, y enmimentenome cabe la
menordudadequeeseperiodonoshahechocambiaraambos.Unapartedemísepreguntasimereconoceráenseguidaosi
notarélatípicavacilacióndeunafraccióndesegundoalintentarubicarmeensusrecuerdos.Tampocoséexactamentequé
voyadecir,pero,alacercarme,Nataliesedalavueltaparamirarmeconunasonrisacómplice.
—Hola,Trevor—mesaluda—.Estabapreguntándomecuántotiempoibasatardarensalirabuscarme.
—¿Sabíasqueestabaaquí?
—Tevienlaiglesia—dice—.Penséensentarmeatulado,peronoqueríaponértelotanfácil.
Trasdeciresoseacercaamí,y,comositodoeltiempoquepasamosseparadossehubieracomprimidoenloquesetarda
enpestañear,searrojaamisbrazos.Latraigohaciamí,absorbiendolasensacióndesucuerpojuntoalmíoconveneración.
Perciboelaromayaconocido,ymedoycuentadequenoeraconscientedecuántolohabíaechadodemenos.
—Mealegrodeverte—mesusurraaloído.
—Yotambién.Estásmuyguapa.
Nos separamos un poco y, por primera vez, puedo examinarla de cerca. Excepto por unas diminutas arrugas en las
comisurasde susojos, y suvoluptuosopelo largo, es lamismamujerquemevisita en sueños en losúltimos cincoaños.
Aunquehesalidoconalgunasmujeresenesetiempo,todasesasrelacionesconcluyeroninclusoantesdequetuvieranuna
mínimaposibilidaddeempezar.Durante todaesaépoca,medecíaamímismoquesimplementeno tenía laenergíapara
iniciarunanuevarelación;ahora,alladodeNatalie,séqueenrealidadestabaesperándola.
—¿Ybien?¿Yaerespsiquiatra?
—Aprobélosexámeneselmespasado—contesto—.Ahorayaesoficial.¿Quéhaydeti?¿Siguestrabajandoenlaoficina
delsheriff?
—Yano—responde—.Locreasono,ahorallevounafloristería.
—¿Metomaselpelo?
—No.EstáenelcentrodeNewBern.
—¿Cómolaconseguiste?
—Viunanuncioquedecíaquelatiendaestabaenventa.Elpropietariosejubilaba,nopedíamuchoporelnegocio,ypara
entoncesyoyasabíaquenoqueríaseguirsiendounaagentedelsheriff.Demodoqueelpropietarioyyonospusimosde
acuerdo.
—¿Cuándofueeso?
—Haceunosdieciochomeses.
Sonrío.
—Mealegromuchoporti.
—Yotambién.
—¿Quétaltufamilia?
—Apartedequemispadressehanidodefinitivamentealaplaya,todosiguecasiigual.
—¿Siguesvisitándolosconfrecuencia?
—Voyalgunosfinesdesemanaalacosta.Ahoraestánallítodoeltiempo.VendieronsunegocioylacasaenLaGrange.
¿Quéhaydeti?¿SiguesviviendoenBaltimore?
—Demomentosí.Estoyintentadodecidirdóndemevoyaestablecer.
—¿Tienesalgúnsitioconcretoenmente?
—Talvez—contesto—.Sigodándolesvueltasalasdistintasopcionesquemehanofrecido.
—HeoídodecirquehayescasezdepsiquiatrasenelestedeCarolinadelNorte.
—¿Enserio?—pregunto—.¿Dóndetehasenteradodeeso?
—Laverdadesquenomeacuerdo.Ah,porcierto,hevigiladolacasadetuabuelomientrasestabasfuera.Cuandotodavía
eraagentedelsheriff,claroestá.Aunquetodavíalesigoechandounvistazodevezencuando.
—¿Hasidoaverlascolmenas?
—No—respondeconciertopesar—.¿Ytú?
—Unpardevecesalaño.Nonecesitandemasiadaatención.
—Deberíahabérmeloimaginado.TeníanlamielenelTradingPostestosúltimosaños.Elúnicolugardelpueblodonde
puedeconseguirse.
—Mealegrodequeteacordaras.
Serecogeelpeloconambasmanosenunacoladecaballo,yluegovuelveadejarlosuelto.
—Callieestabamuyguapa.Meencantósuvestido.Además,parecequesellevabienconsufamilia.
—Hasidounaceremoniapreciosa.Mealegromuchoporella.Pero,dime,¿quéplanestienes?¿Cuántotiempotevasa
quedarenHelen?
—Soloestanoche.Hellegadoenaviónyalquiladouncocheestamañana.
—¿YdespuésvuelvesaNewBern?
—Claro—dice—.Mimadremeestácubriendoenlatienda,peroestoybastanteseguradequelegustaríapodervolverala
playa.
Por primera vez, advierto que no lleva la cadena alrededor del cuello, aquella de la que pendía el anillo de casada.
Tampocoveolaalianzaeneldedo.
—¿Dóndeestátuanillo?
—Yanolollevo.
—¿Porquéno?
—Mark falleció—mecomunicamirándomea losojos—.Hacediezmeses.Creenque fuedebidoauna tromboembolia
pulmonar.
—Losiento.
—Era un buen hombre —comenta—. Mi primer amor. —Esboza una sonrisa melancólica—. Supongo que regresas a
Baltimoredespuésdelbanquete,¿no?
—Asudebidotiempo—contesto—.Tendréquerecogermiscosasenalgúnmomento.PeroahoratambiéniréaNewBern.
Eselmomentoderecolectarlamiel,ysupongoquemequedaréunpoco.Voyavisitarunpardeconsultoriosdelazona.
—¿EnNewBern?
—UnoenNewBern, elotroenGreenville.Tengoofertasdeambos,peroquieroestar segurodequeestoy tomando la
decisióncorrecta.
Nataliememirafijamenteyluegoempiezaasonreír.
—¿PodríasacabarquedándoteenNewBern?
—Talvez—respondo—.Oye,porcierto,¿salesconalguienahoramismo?
—No—contestaconunatímidasonrisa—.Hetenidoalgunascitas,peronocuajó.¿Ytú?
—Másomenoslomismo—digo—.Heestadobastanteocupadoenlosúltimosaños.
—Melopuedoimaginar—dice,mientrassusonrisasevahaciendomásamplia.
Alverla,micorazónempiezaaelevarseyseñaloconelpulgarhacialatienda.
—¿Tegustaríabailar?
—Meencantaría.—Sindejardesorprenderme,enlazasubrazoenelmíoycaminamosderegresoalbanquete.
—Ah,otracosa—digo—.Siteapeteceayudarmearecolectar lamielcuandovuelvaaNewBern,megustaríaenseñarte
todoelproceso.Quizásestavezdispongamosdemástiempo.
—¿Cuántopagas?
Merío.
—¿Cuántoquieres?
Fingeestarreflexionandosobreelloantesdevolveramirarme.
—¿Quétepareceunacenaenelporchetraserocuandoacabemos?
—¿Unacena?
—Estoyconvencidadequeeltrabajodebeabrirelapetito.
—Mepareceunbuentrato.—Hagounapausa,yluegomepongoserioderepente—.Teheechadodemenos,Natalie.
Alaentradadelatienda,hacequemedetengaunmomento.Luego,sinasomodevacilación,seinclinaparabesarme.Y
entoncestengounasensaciónfamiliar,comosiestuvieravolviendoacasa.
—Yotambiénteheechadodemenos—mesusurra,mientrasentramosjuntosalatienda.
AGRADECIMIENTOS
uestacreerquehayanpasadoveinticuatroañosdesdequemiprimeranovela,ElcuadernodeNoah, fuerapublicada…
Peroresultainclusomásincreíblequetantosdemiscolaboradores,consejerosyamigosdeaquellosiniciossigansiendolos
mismosdespuésdetodoestetiempo.Esimposibleexpresaradecuadamentecuánagradecidoestoyalpolifacéticoequipoque
mehaapoyadoenmilargacarreracomoescritor,perovoyavolveraintentarlounavezmás.
En primer lugar, ami agente literaria, Theresa Park, de Park & Fine Literary andMedia: éramos apenas unos críos
cuandoemprendimosesteviaje,yahoranosencontramosenlamadurez,veintidóslibrosdespués.Decirquecompartimosla
menteyelcorazón,ademásdelmismomanantialdedeterminación,apenasseacercaalarealidad.Graciasporsermisocia
creativayapoyoincondicionaldurantetodaslasetapasdenuestrasaudacesvidas.
ElequipodeParkLiterary&Mediaeslarepresentaciónmássofisticada,proactivayeficazdelgremio.GraciasaAbigail
Koons,EmilySweet,AndreaMai,AlexGreene,EmaBarnesyMarieMichels:soisloseditoresmáshábilesquepuedahabery
esunplacertrabajarconvosotros.TambiénalosnuevosmiembrosdePark&Fine,CelesteFine,JohnMaas,SarahPassick,
AnnaPetkovich, JaidreeBraddix yAmandaOrozco: ¡sedbienvenidos!Me encanta ver que la agencia se expande y estoy
ansiosodepoderaprovecharvuestraampliaexperiencia.
EnGrandCentralPublishing(antiguamenteWarnerBooks,delaépocaenqueempecémicarrera),supresidenteMichael
Pietschhadefendidoentodomomentomicarreraeditorialysiempremehademostradosuapoyoincondicional.Trabajar
coneleditorBenSevierylaeditoraenjefeKarenKosztolnyikhasidounverdaderoplacer;sondospersonasperspicacesy
perseverantes,perosobretodoamables.BrianMcLendonsiguesiendounafuerzacreativaparaelmarketingdemislibros,y
MatthewBallastyStaciBurtgestionanlaorganizacióndemiscampañaspublicitariasconunmimoyunadestrezadeprimer
orden.AgradezcoaAlbertTang,directordeFlagandArt,lascubiertasdemislibros,conunaaparienciatancaracterística,
cadavezmásimpactantes.AmandaPritzker,eresunamaravillaalahoradesincronizartodoslosaspectosdemiscampañas
ytrabajarmanoamanoconmiequipoenPFLM.
CatherineOlim,dePMK-BNC,siguesiendomipublicistaexternahiperresponsableysuperexperimentada,enlacualme
he apoyado fuertemente en los últimos años: Catherine, ¿cómo podría haber sobrevivido almundo de la publicidad tan
infestadodetiburones,sinti?MollieSmithyLaQuisheWrightsiempre,siempreestánunpasopordelanteencuantoa la
difusiónenlasredessociales;meconocéismejorqueamímismo,ynuncahabéiscejadoenvuestrosesfuerzosporsacarlo
mejordemí.
Mi representación enHollywood es la envidia de cualquier artista creativo: Howie Sanders, de Anonymous Content,
promotorardienteeintachableamigoleal;KeyaKhayatian,avezadanegociadoraycolaboradoradesdehacetantotiempo;y,
porsupuesto,ScottSchwimer,elabogadomástenaz,concienzudoeincansablequecualquierapodríadesear.Scottie,cuando
nacisterompieronelmolde.
Sinembargo,elhogaresdondesehallarealmentemicorazón,yseríaunanegligencianomencionaralaspersonasque
salvaguardanyproporcionancalidezallugarenelqueobtengomismayoressatisfacciones:mishijosMiles,Ryan,Landon,
LexieySavannah,quienesalegranmivida;JeannieArmentroutyTiaScott,quecontribuyenaquemividadiariadiscurra
plácidamente;PamPopeyOscaraStevick,misfantásticoscontables;VictoriaVodar,MichaelSmith,ChristieBonacci,Britty
MissyBlackerby,PatyBillMills,ToddyGretchenLanman,LeeySandyMinshull,KimyEricBelcher,PeteryTonye-Marie,
David y Morgan Shara, el doctor Dwight Carlblom y DavidWang, todos ellos estupendos amigos. Y, por supuesto, me
gustaría dar las gracias a todami extensa familia:Mike y Parnell,Matt y Christie,Dan yKira, Amanda yNick, Chuck y
Dianne, Todd, Elizabeth, Monty y Gail, Sean, Adam, Sandy, Nathan, Josh y, finalmente, Cody y Cole, quienes están
dispuestosaatenderunallamadaacualquierhora,ademásdetenersiemprelapuertaabierta.
Títulooriginal:TheReturn
©WillowHoldings,Inc.,2020
www.nicholassparks.com
Primeraedición:juniode2021
©delatraducción:2021AnaDuque
©deestaedición:2021,RocaEditorialdeLibros,S.L.
Av.Marquèsdel’Argentera17,pral.
08003Barcelona
www.rocalibros.com
Composicióndigital:PabloBarrio
ISBN:9788418557545
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