n°2 | 2015 · huelga de los trabajadores contratistas de codelco (2007) rocío guajardo y...

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Sistema económico y de producción que consiste en el ensamblaje manual o unitario de piezas en talleres industriales ubicados en países con mano de obra barata, cuyo resultado son productos que tienen generalmente como destino un país desarrollado LA MAQUILA. Revista del Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT) N°2 | 2015

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Sistema económico y de

producción que consiste en

el ensamblaje manual o

unitario de piezas en

talleres industriales

ubicados en países con

mano de obra barata,

cuyo resultado son

productos que tienen

generalmente como destino

un país desarrollado

LA MAQUILA. Revista del Grupo de Estudios

Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

N°2 | 2015

Revista del Grupo de Estudios

Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

N°2 | 2015

Revista del Grupo de Estudios

Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

Director

Nicolás Ratto

Comité Editorial

Matías Castro

Vanny Catalán

Javier Esnaola

Nicolás Ratto

Gabriel Sotomayor

Revista La Maquila es publicada por el Grupo de Estudios Interdisciplinarios del

Trabajo (GEIT), conformado por estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales

de la Universidad de Chile. Las opiniones vertidas en los artículos publicados son

de exclusiva responsabilidad de sus autores. Se autoriza la reproducción de los

artículos bajo cualquier medio, a condición de la mención de la fuente y previa

comunicación al director.

Año 1, N°2, Noviembre de 2015

Correo electrónico: [email protected]

Dirección: Avenida Ignacio Carrera Pinto 1045, Ñuñoa, Santiago de Chile.

Diseño: Joaquín Arrosamena y Vicente López

ISSN ed. impresa: 0719-613X

ISSN ed. digital: 0719-6121

ÍNDICE

EDITORIAL [5]

Presentación del GEIT y su apuesta

Equipo Editorial ....................................................................................... 5

¿Por qué el nombre “maquila”?

Javier Esnaola .......................................................................................... 8

Estructura de la revista

Equipo Editorial ..................................................................................... 10

REFLEXIÓN [14]

El montaje del empresariado a propósito de la Reforma Laboral

Nicolás Álvarez, Alejandro Castillo, Vanny Catalán, Carolina García y Ángel

Martin .................................................................................................. 15

Entrevista a Carlos Pérez Soto: Trabajo y Marxismo (Primera parte)

Vanny Catalán ...................................................................................... 25

Mundo laboral chileno: Una novedad anunciada. El aporte de John Dunlop

Pablo Cárcamo ..................................................................................... 29

Antecedentes del debate sobre el “proceso de trabajo”

Pablo Seguel ......................................................................................... 33

INVESTIGACIÓN [40]

Relaciones de subordinación y dependencia, en el trabajo de los empaquetadores y

empaquetadoras de los supermercados en la ciudad de Temuco

Felipe Marchant ................................................................................... 41

La Huelga Portuaria de 1921: la lucha por el control del mercado del trabajo en

Valparaíso

Nicolás Muñoz ..................................................................................... 47

Identidad minera, subcontratación y nuevas estrategias sindicales. El caso de la

huelga de los trabajadores contratistas de CODELCO (2007)

Rocío Guajardo y Constanza Araya ........................................................... 53

79753. Investigación etnográfica en una tienda por departamento

Jacinta Henríquez .................................................................................. 59

La (problemática) subcontratación en cinco universidades de Santiago: un

conflicto abierto

Felipe Ruiz .......................................................................................... 65

Diez núcleos problemáticos del sindicalismo: Nuevos problemas del mundo

sindical en el Chile neoliberal

Dasten Julián ........................................................................................ 71

La precariedad laboral en el Chile neoliberal: el caso de los trabajadores

municipales

Camilo Nicolini .................................................................................... 77

ANEXOS [82]

Convocatoria a la Revista La Maquila N°3

Comité Editorial ................................................................................... 83

LA MAQUILA. Revista del Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

N°2 (2015) pp. 5-13

5

EDITORIAL

Comité Editorial

[email protected]

Presentación del GEIT y su apuesta

Lo conseguimos. El primer número de

la revista La Maquila se nos agotó el

mismo día de su lanzamiento y el

segundo, el que tienes en tus manos,

logró dar a luz prácticamente nueve

meses después. Este material continúa

con la iniciativa levantada

colectivamente y de manera

autogestionada por el Grupo de

Estudios Interdisciplinarios del Trabajo

(GEIT) de la FACSO. Esperemos que

el tercer número cuente con algún tipo

de auspicio y/o sea merecedor de

algún proyecto o premio a iniciativas

estudiantiles. Pero para eso queda

tiempo, pues como se puede ver en la

última página de la revista, La

Maquila N°3 saldrá en mayo del

2016.

En la editorial de este número, antes

de hacer una presentación de los

ensayos e investigaciones que

contiene la Maquila N°2, hemos

querido explicitar porque le hemos

puesto a nuestra revista el nombre

“maquila” y presentar brevemente al

GEIT y su apuesta. Partamos por esto

último.

El Grupo de Estudios Interdisciplinarios

del Trabajo (GEIT) es un grupo de

estudiantes de la Universidad de Chile

-hasta el momento solo de la Facultad

de Ciencias Sociales- que se interesan

por los temas de trabajo en un sentido

amplio. Este interés va desde un

interés académico-científico hasta un

interés político. El interés propiamente

político es difícil que lo desarrolle una

organización estudiantil que trata

temas de trabajo. Esta tarea le queda

más ad-hoc a partidos de izquierda,

EDITORIAL

6

militantes sociales y/o a las mismas

organizaciones de trabajadores.

Nuestro aporte va más por el lado de

la producción de conocimiento en

relación al trabajo en el campo de los

estudios sociales –en los que

englobamos a disciplinas como la

economía, la historiografía, la

antropología, el derecho, la

sociología y la psicología– así como

los relatos que buscan dar cuenta de

nuestra realidad socio histórica.

Pensamos fervientemente que esta

producción de conocimiento debe ser

útil para la reconstrucción del tejido

social de los trabajadores, para

develar al adversario, para articular

sectores sociales, entre otros

elementos.

En otro lugar ya hemos detallado que

entendemos por producción de

conocimiento “útil” para los

explotados/oprimidos en las

relaciones laborales, por lo que a

continuación haremos una breve

síntesis de eso, profundizando y

desarrollando algunos temas

pendientes.

Para nosotros existe un conocimiento

fundamental, "abstracto", que debe ser

aprendido: el funcionamiento del

capitalismo actual y el papel del

trabajo en éste; pero evidentemente

este tipo de conocimiento no libera ni

abre mecánicamente el campo de

disputa, ni se reduce a nociones

generales de economía política y/o

teoría (neo)marxista de clases sociales.

Así pues, el conocimiento puede ser

sobre la misma experiencia de un

sindicato en procesos de

movilizaciones, sobre derecho laboral,

sobre procesos de negociación

colectiva y/o huelga, sobre historia de

un sector/rama de trabajadores,

sobre coyuntura y/o contexto en que

el actor se moviliza, entre otros. En

definitiva, como se aprecia, cuando

hablamos de “conocimiento” podemos

referirnos a infinidad de elementos.

Entre las múltiples posibilidades que

hay nosotros hemos decidido apuntar

a seis tipos de "conocimientos".

Evidentemente quedan muchos afuera

que pueden ser también

fundamentales:

1) Sistematizaciones sindicales y

talleres de sistematización: Hoy en día

son pocos los militantes y cientistas

sociales que se dedican a acompañar

a organizaciones sindicales durante y

después de movilizarse. Los sindicatos

pocas veces se detienen a registrar y

evaluar rigurosamente sus

Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

7

movilizaciones (entender porqué pasó

lo que pasó) o bien estas reflexiones

se concentran en las dirigencias. Las y

los científicos sociales pueden

vincularse orgánicamente de distintas

formas con el sindicato con el fin de

poder ser un aporte en el

autoconocimiento de estas

organizaciones pensando críticamente

los procesos pasados para así poder

desarrollar de mejor manera los

procesos de movilización que vengan.

2) Escuela Sindical: Creemos que es

importante, al largo plazo (en uno o

dos años), desarrollar una escuela de

formación sindical desde la Facultad

de Ciencias Sociales de la

Universidad de Chile, pero articulada

con otras facultades (como Derecho) y

organizaciones (como el GEIT y otras

organizaciones a las que les interese

participar). Privilegiando que exista

unidad de esfuerzos en el desarrollo

de esta escuela, recordando siempre

que su razón de existencia es ser un

aporte a la formación de los

trabajadores más que una fuente para

referenciar colectivos particulares.

3) Análisis de coyuntura laboral: Es

importante estar procesando los

sucesos relevantes que están

ocurriendo en el mundo del trabajo,

como insumo para que las

organizaciones sindicales puedan

observar críticamente el entorno en el

que se movilizarán y/o el entorno

desfavorable que comenzará y que,

por lo mismo, requerirá de alerta y

mecanismos de presión por parte de

los trabajadores. Por ejemplo, el

artículo sobre la reforma laboral que

tiene este número de La Maquila.

4) Registro de huelgas: Es importante

mantener un registro de las grandes

huelgas/paros, tanto legales como

ilegales, que ocurren en nuestro país.

Esto ya lo hacen organizaciones como

OHL o CIPSTRA y como GEIT nos

gustaría aportar en seguir

desarrollando tales iniciativas. Esto es

lo que hacemos brevemente al final de

la editorial del libro "Conflicto laboral

y formas de organización del trabajo

en Chile. Versión extendida de la

Revista La Maquila N°2” del que se

hablará más adelante.

5) Investigaciones y ensayos sobre

trabajo: esta es la razón por la que

hemos creado la revista de difusión "La

Maquila" que estamos presentando.

Se objetivo es potenciar la producción

de conocimiento sobre las realidades

laborales y difundir estas producciones

para estudiantes, académicos,

EDITORIAL

8

militantes y ojalá trabajadores

organizados. También por esto es que

miembros del GEIT han participado en

la elaboración del estudio sobre

trabajo subcontratado en las

Facultades de Ciencias Físicas y

Matemáticas y de Ciencias Sociales

de la Universidad de Chile, han

realizado entrevistas sobre

movimientos contra el subcontrato en

distintas universidades (UCH, USACH,

PUC) para apoyar su divulgación,

entre otras cosas.

6) Formación continua en estudios

laborales: en la Universidad de Chile

existe un fuerte déficit formativo en

torno a la problemática laboral, hemos

colaborado en la organización y

realización de diversos talleres de

formación interdisciplinaria en

problemáticas laborales. Además, se

han constituido ramos con el apoyo de

profesores para aportar en remediar

este problema. Esperamos esta

iniciativa concite el interés y apuntale

la formación interdisciplinar de

aquellas y aquellos

científicos/estudiosos sociales en

formación.

Creemos que todas estas iniciativas se

ligan a los objetivos tanto de

producción como de difusión de

conocimientos de orientación crítica

sobre el trabajo, y con la vinculación y

articulación entre diversas

organizaciones que orientan su acción

política desde una perspectiva crítica.

En tal medida, sostenemos que la

crítica fácil y el radicalismo estético

que parte de palabras y consignas

bonitas, si bien pueden resultar

convocantes, no ayudan a encarar los

problemas y desafíos reales del

presente: creemos que lo que

actualmente necesita la izquierda en

Chile son actores políticos con la

voluntad no sólo de sentarse a escribir

palabrerías y consignas políticas, sino

también de construir aquí y ahora,

prácticas efectivas orientadas por (y

que retroalimenten a) un conocimiento

riguroso de la realidad, que nos

permitan vislumbrar caminos

alternativos y proyecciones fructíferas

para un horizonte socialista.

¿Por qué el nombre “maquila”?

Para poder explicar esto, es necesario

en primer lugar entender a grandes

rasgos qué se entiende por este

concepto. Las maquilas o

maquiladoras se refieren a cualquier

manufactura parcial, de ensamble o

empaque, llevado a cabo por una

empresa que no sea el fabricante

Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

9

original. Estas surgen en México en la

década de los sesenta como una

respuesta económica al

encarecimiento de la mano de obra

que tuvo lugar principalmente en

Estados Unidos y en Japón.

Posteriormente, este tipo de modalidad

productiva se expandirá por Centro y

Suramérica durante el transcurso de los

años. Este tipo de fábricas de

ensamblaje se puede entender a

grandes rasgos como una forma de

subcontratación a nivel internacional,

donde los grandes capitales y

multinacionales utilizan una mano de

obra más barata y al mismo tiempo

más precarizada para poder asegurar

menores costos en la producción

mediante un encadenamiento

productivo.

Es necesario entender que este tipo de

modalidad productiva se origina y se

expande bajo la justificación de que

ésta generaría un mayor crecimiento

económico en los distintos países

donde se establecen, generaría

mayores empleos y mayores

oportunidades para un área de la

población. Lo que no se planteó a la

hora de instalar estas fábricas de

ensamblaje serían las paupérrimas

condiciones laborales que tendrían los

empleados, con un nivel de

precarización muy alto, flexibilidad y

rotatividad constante, lo que genera

inseguridad e inestabilidad laboral,

entendiendo que los trabajadores

insertos en las maquilas son

principalmente mujeres con bajos

niveles de calificación.

De acuerdo a lo explicitado, como

GEIT le damos este nombre a la

presente revista ya que las

maquiladoras son un fiel reflejo (o una

manifestación) de la dependencia

económica de los países

latinoamericanos con respecto al

capital extranjero y las distintas

multinacionales y al mismo tiempo

sigue un patrón de constante

producción y reproducción de

condiciones laborales precarias sin

ningún tipo de resguardo para los

distintos trabajadores. Lo que

queremos reflejar con este nombre, no

es simplemente una visión fatalista del

trabajo propio de nuestra región, sino

que es entender el trabajo como un

proceso donde confluyen distintos

factores de interrelación tanto

nacionales como internacionales y al

mismo tiempo ver la emergencia de

las distintas condiciones laborales

presentes en el mundo de trabajo

desde una perspectiva crítica e

integral. En base a los diferentes

EDITORIAL

10

estudios y artículos que esta revista

contiene esperamos poder generar un

material que sirva como puente

teórico-político para contribuir a los

diferentes debates relacionados con el

trabajo y sus respectivas condiciones

de reproducción, y de esta manera

generar cambios en la opinión

colectiva de la sociedad civil. Y así,

algún día ojalá más pronto que tarde,

esta revista pueda dejar de llamarse

"La Maquila", pues ya no habrá

realidad tan desgraciada que

representar y recordar.

Estructura de la revista

Una primera sección que hemos

denominado “reflexión”, contiene una

serie de reflexiones -y una entrevista-

que buscan proporcionar respuestas a

dos grandes preguntas. Una teórica-

empírica y otra contextual: 1) ¿Qué

herencias teóricas nos sirven para

estudiar el trabajo en el Chile actual?

y 2) ¿Como una reforma puede

modificar/romper el Plan Laboral de

1979 heredado hasta hoy en día?

¿La reforma laboral del gobierno de

Michelle Bachelet lo modifica en sus

puntos centrales? ¿Cómo ha sido la

discusión de la reforma laboral este

año?

Para lograr responder a una de estas

preguntas, como ya se comentó, un

equipo de trabajo del GEIT generó

una profunda reflexión sobre la

reforma laboral, y a su vez, se le

preguntó al profesor Carlos Pérez Soto

sobre su lectura de este proceso. Para

intentar responder a la otra pregunta

al mismo profesor se le preguntó sobre

la herencia del marxismo para estudiar

el trabajo en Chile. También los

estudiantes de sociología de la

Universidad de Chile Pablo Cárcamo

y Pablo Seguel elaboraron unas

breves reflexiones sobre los aportes

del sistémico John Dunlop y de la

escuela del "proceso de trabajo",

respectivamente, al estudio del trabajo

en Chile.

Una segunda sección que hemos

denominado “investigación” reúne una

serie de artículos, que resumen

trabajos más extensos realizados por

estudiantes y egresados del área de

las ciencias sociales (sociología y

antropología fundamentalmente)

realizados durante el primer semestre

del año 2015. Si bien acá

divulgamos breves síntesis de tales

trabajos, las versiones completas de

cada uno se pueden encontrar en el

libro compilatorio que hemos editado

Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

11

y publicado de manera digital:

“Conflicto laboral y formas de

organización del trabajo en Chile.

Versión extendida de la revista La

Maquila N°2” disponible en nuestro

sitio web

http://www.http://geitfacso.wix.com

/geit-facso desde el 01 de Diciembre

del 2015.

A grandes rasgos, las temáticas de

estas investigaciones se mueven en el

eje estructura/acción en el trabajo.

Por un lado se caracterizan distintas

formas de empleo y condiciones de

trabajo y sus efectos en las

subjetividad de los trabajadores, y por

el otro, se muestran distintas formas de

acción (huelgas principalmente) que

han realizado los trabajadores en

respuesta a estas mismas condiciones.

En el punto medio, hay investigaciones

que abordan los dos temas a la vez

en un mismo sector de trabajadores,

como también hay una investigación

más general que intenta mostrar

núcleos de tensión en el sindicalismo

en Chile.

(1) Partimos, entonces, con una

investigación en curso del estudiante

Felipe Marchant, de la Universidad

Católica de Temuco, que intenta

mostrar las relaciones de

subordinación entre los

empaquetadores con los distintos

supermercados en los que actualmente

trabajan. Se constata una cierta

naturalización, por parte de los

empaquetadores, sobre contexto del

trabajo lo que da paso a la

reproducción de prácticas y a lo que

se puede caracterizar como un

“habitus precario”, entendiéndose

como disposiciones de un esquema

valórico y práctico que legitima -sin

descartar la existencia de conflicto en–

el contexto de trabajo precario.

(2) Luego continuamos con la

investigación de Nicolás Muñoz,

licenciado en historia de la

Universidad de Chile, que tiene por

objeto el análisis de las relaciones

laborales y el mercado del trabajo en

el puerto de Valparaíso a inicios del

siglo XX. Es una investigación que

tiene por objetivo el narrar y explicar

los sucesos de la huelga portuaria del

año 1921, así como reflexionar en

torno a la potencialidad de las

concesiones obtenidas tras ella.

(3) Seguimos con el artículo de las

estudiantes Constanza Araya y Rocío

Guajardo, de la Universidad de

Santiago de Chile (USACH), que

presenta un análisis de la huelga de

los trabajadores contratistas de

EDITORIAL

12

Codelco del 2007, considerando los

elementos de continuidad y cambio

con el sindicalismo concertacionista y

el sindicalismo previo a 1973. Releva

el papel de nuevos elementos de

acción colectiva y los cambios en la

dirigencia, dando cuenta de los

cambios en términos de conflictividad

y saber técnico. El análisis hecho por

el artículo resulta útil para pensar los

elementos constitutivos del llamado

nuevo sindicalismo y cómo se

relaciona este con el contexto

nacional.

(4) Posteriormente se presenta una

investigación de Jacinta Henríquez,

estudiante de Antropología de la

Universidad de Chile, en donde se

realiza una etnografía sobre la

realidad laboral que experimentan

distintos trabajadores dentro de un

departamento en una tienda de retail

del sector oriente de Santiago,

tocando diversos aspectos laborales,

como la precariedad, la

polifuncionalidad, la flexibilidad, entre

otros. El nombre de la tienda queda

reservado.

(5) Después Felipe Ruiz, estudiante de

sociología de la Universidad de Chile

y miembro del GEIT, muestra como el

subcontrato ha emergido como un

problema político al interior de las

universidades durante el año 2015,

después de varios años en que

diversas organizaciones estudiantiles

remarcaban la necesidad de terminar

con la externalización de servicios,

considerando las negativas

consecuencias que este tipo de vínculo

laboral provoca para las trabajadoras

y trabajadores subcontratados:

actualmente los conflictos en torno al

tema comienzan a encontrar algunas

salidas políticas. El autor describe las

principales características tanto de las

condiciones laborales del trabajo

subcontratado en tres universidades,

como del conflicto por el término de la

subcontratación al interior de cinco

universidades de la región

metropolitana.

(6) Luego, el profesor Dasten Julián de

la Universidad Católica de Temuco,

presenta diez núcleo de tensión del

sindicalismo en Chile. Estos núcleos

problematizan la constitución,

fortalecimiento y perspectivas del

sindicalismo en Chile. Problematizan

el legado dictatorial que afecta al

sindicalismo actual, la estrecha

relación entre partidos y sindicalismo

tradicional, la falta de credibilidad de

dirigentes de centrales sindicales y de

estas mismas como organización, la

Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

13

falta de democracia y de unidad de

las organizaciones sindicales

(sindicatos y centrales), el nuevo

sindicalismo emergente tras las nuevas

realidades laborales, las nuevas

subjetividades laborales, la legislación

y el código del trabajo, entre otros

elementos. Todo esto entendiéndolo en

la dialéctica entre lo nuevo y lo viejo

en el sindicalismo actual en Chile.

Resulta un texto clave para introducirse

en las problemáticas del sindicalismo

chileno.

(7) Finalmente se presenta una

investigación de Camilo Nicolini del

Diplomado en Metodologías

Cualitativas en Investigación

Psicosocial, impartido por el

Departamento de Psicología de la

Universidad de Chile. El artículo

intenta abordar las condiciones

laborales de los funcionarios públicos

en general, y en concreto sobre los

trabajadores municipales. Hace un

análisis de lo que se ha denominado

"precariedad laboral" en el

neoliberalismo, que afecta las

condiciones objetivas y subjetivas de

los trabajadores que se traduce en una

serie de determinantes. Así, se refiere

a: salario, tipo de contrato,

condiciones pre y post dictadura,

relación gremial y las movilizaciones,

etc.

Tras esta presentación/editorial de la

revista y sin más palabras previas

dejamos invitado al atento lector a leer

las reflexiones e investigaciones

presentes en la revista.

1

[ REFLEXIÓN ]

ALFREDO RAMOS MARTÍNEZ (1933). LAS FLORERAS. ÓLEO SOBRE TELA. 97.2 X 76.2 cm. [DETALLE]

LA MAQUILA. Revista del Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

N°2 (2015) pp. 15-23

15

EL MONTAJE DEL EMPRESARIADO A PROPÓSITO DE LA REFORMA LABORAL

Nicolás Álvarez, Alejandro Castillo, Vanny Catalán

Carolina García y Ángel Martin

Investigadores del Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo

En el artículo anterior sobre el

proyecto de reforma laboral

presentado como GEIT (Castillo &

García, 2015), se señalaron los

principales ejes del proyecto de

reforma laboral; en particular, se

abordó la cuestión de la titularidad

sindical, la negociación colectiva, la

adaptabilidad pactada, el derecho a

huelga efectiva y los despidos

arbitrarios por “necesidades de la

empresa”. Se dio cuenta de cómo en

cada uno de estos puntos existen

indefiniciones y letras chicas que

hacen retroceder todos los “avances”

anunciados por el gobierno,

centrando así la discusión en torno al

contenido ambiguo y capcioso de los

principales ejes del proyecto de

reforma y cómo ello incidió en la

falta de respaldo de parte de

organizaciones de trabajadores y

también de empresarios. Sin

embargo, luego de un año de

discusión parlamentaria y debate

ciudadano, es necesario volver a

mirar dicho proceso y analizar cómo

cada actor, en particular el

empresariado, ha jugado sus cartas

en un debate en el que existen una

gran diversidad de intereses en

juego.

El gobierno de la Nueva Mayoría

durante el 2015, ha reafirmado lo

que vimos desde los inicios del

proyecto: una completa renuncia a la

posibilidad de una transformación

sustantiva de los pilares del orden

laboral heredado de la dictadura.

Como señalamos, una reforma que

pareciera no dejar satisfecha las

aspiraciones de ninguno de los

actores partícipes del debate, pero

que se enfrenta a la determinación

política del gobierno por “sacar

REFLEXIÓN

16

adelante” su programa pese a lo

espurio que puedan ser los cambios

y la poca valoración que existe por

parte de la sociedad civil sobre los

mismos.

¿Dónde podríamos ubicar la posición

política del gobierno en estas

circunstancias? La pregunta es

gravitante, pues expresa dentro de

esta coyuntura en particular lo que ha

sido el proceder político de los

gobiernos de la Concertación

durante todo el período de transición

a la democracia: promesas de

grandes cambios que terminan

reducidos a reformas “de macetero”,

pero anclados en la retórica

progresista que les facilita la

diferenciación con la derecha

política.

La mencionada “discriminación en la

acción estatal” que sostiene los

enormes desequilibrios en la relación

entre capital y trabajo (Ruiz &

Boccardo, 2014), reproduciendo la

desigualdad en Chile, parece seguir

avanzando en la misma dirección,

pero esta vez consagrando una

dinámica de grandes anuncios que

han quedado vaciados de

contenido, muy similar a lo que ha

ocurrido con las iniciativas de ley en

materia educacional, donde el

gobierno no ha encontrado

aprobación ni apoyo en los actores

sociales que en su momento

instalaron y empujaron la necesidad

política por transformaciones

estructurales.

Yendo a los hechos concretos que

han marcado hitos en dicho proceso,

en Septiembre del presente año, en

un intento del Gobierno por

“asegurar mayor simetría entre las

partes” y atenuar las constante

críticas que ha recibido la Agenda

Laboral, especialmente desde los

sectores empresariales, el ejecutivo

presentó en el Senado una serie de

indicaciones al proyecto inicial

aprobado por la Cámara Baja.

Dentro de tales indicaciones -

ordenadas en torno a 8 ejes

temáticos- si bien se recogen algunas

demandas sentidas por los y las

trabajadoras, se continúa en la

lógica de generar mecanismos que

dificulten la acción colectiva,

llegando incluso a empeorar

posiciones con respecto al proyecto

inicial.

En este sentido, tal como vimos en la

presentación inicial del proyecto,

aparece nuevamente disfrazada, tras

Álvarez, Castillo, Catalán, García y Martin.

El montaje del empresariado a propósito de la Reforma Laboral

17

un discurso sumamente técnico que

dice “perfeccionar el proyecto”, la

voluntad exclusiva del Gobierno por

atenuar las tensiones con un

empresariado que se ha tomado muy

seriamente la tarea de defender sus

propios intereses de clase. Volvemos

al viejo chantaje que busca contener

las demandas en nombre de la

estabilidad. Pese a ello, ¿por qué los

empresarios han tenido han

generado tal alarma ante una

reforma que, en la práctica, no va a

significar un cambio sustantivo en el

orden social y laboral mantenido

desde la dictadura?

Como GEIT sostenemos que la

posición crítica del empresariado

frente al proyecto se explica por su

opción estratégica de intentar evitar

todo tipo de discusión que puedan

generar focos de disconformidad

social o de movilización política de

parte del mundo del trabajo y/o de

la sociedad civil misma. Este

resguardo cobra especial relevancia

en un contexto de creciente

percepción de conflictividad social

de parte de la ciudadanía, que se

traduce en que un 64% de los

chilenos percibe que hay una alta

conflictividad entre empresarios y

trabajadores (COES, 2015), además

del probable aumento de

deslegitimidad del mundo

empresarial a raíz de los casos de

boletas y facturas irregulares en el

ámbito político por parte de los

grupos económicos PENTA y SQM, y

los casos de colusión y prácticas

monopólicas u oligopólicas como el

reciente caso Matte.

El relato de los empresarios

Si bien el discurso crítico del

empresariado frente a la reforma

laboral aborda los diversos puntos

que considera más problemáticos y

que serán revisados más abajo, a

grosso modo, el argumento general

del mundo empresarial se mantiene

incólumes desde antaño: se estaría

poniendo en peligro el crecimiento

de la economía del país. En

palabras del presidente de la

Corporación de Producción y

Comercio (CPC) “el proyecto yerra el

foco a no apuntar a mayor empleo,

crecimiento y productividad”. Por lo

demás, el fantasma de la permanente

amenaza de una caída sustantiva de

las inversiones extranjeras en Chile,

que afectaría directamente el nivel de

empleo y el crecimiento, es

REFLEXIÓN

18

manifestada no sólo por el

empresariado chileno sino que

también por instituciones financieras

internacionales como el Banco

Mundial y el Fondo Monetario

Internacional (FMI). De acuerdo a

este último, “las reformas del

mercado laboral anunciadas parecen

haber acrecentado la incertidumbre

del sector privado con respecto al

entorno económico de Chile en el

futuro”.

Este argumento es respaldado por

una defensa férrea y explícita a los

pilares del Plan Laboral, que es

posible de observar en la respuesta

que entregan frente cada uno de los

ejes de la reforma. En cuanto al

debate por la titularidad sindical y la

extensión de beneficios, sectores

empresariales agrupados en la

Confederación de la Producción y el

Comercio (CPC) señalaron que se

fomenta una desigualdad en el

hecho de que el trabajador que se

asocia al sindicato adquiera

beneficios que el trabajador no

sindicalizado no posee, atentando

contra la libertad sindical. Desde esta

perspectiva, esto sería injusto pues

incorpora un criterio (el estar

sindicalizado) que altera la igualdad

de oportunidades, ya que no todos

los trabajadores se encuentran en la

misma posición inicial para percibir

un determinado beneficio, que en

principio debiera distribuirse bajo un

principio meritocrático.

El gobierno, reafirmando la

centralidad del empresariado a la

hora de discutir sobre los nudos

problemáticos de las reformas, en sus

últimas indicaciones retrocede e

introduce en esta materia una

indicación que permite que el

empleador extienda a todos los

trabajadores la cláusula de

reajustabilidad de las remuneraciones

según variación del IPC, cuando ese

reajuste esté contemplado en la

respuesta al proyecto de contrato

colectivo. Además, señala que “no

constituye práctica antisindical los

acuerdos individuales sobre

remuneraciones o beneficios que se

funden en las capacidades,

calificaciones, idoneidad,

responsabilidad o productividad del

trabajador”, explicitación innecesaria

e intencionada considerando que

siempre ha existido como posibilidad

el hecho de que el empleador

negocie individualmente mejoras en

las remuneraciones.

Álvarez, Castillo, Catalán, García y Martin.

El montaje del empresariado a propósito de la Reforma Laboral

19

Por otro lado, en cuanto a los

servicios mínimos en períodos de

huelga, el problema que relevan los

empresarios radica en la dificultad

para determinar qué servicios son

considerados como mínimos. Como

antes, esto condujo a que el

gobierno, como indicación en la

materia, estipule un nuevo

procedimiento para la calificación de

servicios mínimos y equipos de

emergencia, asegurando que estos

sean calificados por acuerdo de las

partes, y en caso de que no exista

acuerdo, intervenga la Dirección del

Trabajo. Servicios mínimos y equipos

de emergencia deben estar

determinados antes del inicio de la

negociación colectiva, pudiendo ser

motivo de suspensión de la

negociación en caso de no estarlo. A

esto se suma además un nuevo

derecho al empleador para realizar

nuevas ofertas una vez iniciada la

huelga, debiendo someter dicha

oferta a votación secreta con el

objetivo de mantener o deponer la

huelga, facilitando el descuelgue

colectivo. Asimismo, se agrega una

indicación que repone el descuelgue

individual, poniendo como requisito

que el trabajador renuncie al

sindicato, quitando fuerza y

capacidad movilizadora al mismo.

En cuanto al derecho a huelga y el

reemplazo de trabajadores, tema

controversial que ha generado el

mayor alegato del empresariado, el

gobierno repone la clausula que

prohíbe el derecho a huelga en las

llamas empresas “estratégicas”.

Sumado a ello, si bien mantiene la

prohibición del reemplazo de los

puestos de trabajo, se señala lo

siguiente: “Los trabajadores no

involucrados en la huelga podrán

ejecutar las funciones convenidas en

sus contratos. El empleador en el

ejercicio de sus facultades legales

podrá efectuar las adecuaciones

necesarias con este objeto, incluidos

ajustes a los turnos u horarios de

trabajo, sin que lo previsto en este

párrafo constituya práctica desleal”.

En este sentido, hay un notorio guiño

al empresariado en esta materia,

pues se explicita la posibilidad de

“adecuaciones necesarias” para

evitar a toda costa una huelga

efectiva que paralice el proceso de

producción.

Es interesante observar que, a los

tradicionales grupos de presión del

REFLEXIÓN

20

empresariado, se sumaron en este

punto las pequeñas y medianas

empresas (las famosas pymes). En

palabras de Juan Pablo Swett,

presidente de la Asociación de

Emprendedores de Chile (Asech), “la

reforma afectará a las pymes, porque

no podrán reemplazar a sus

trabajadores cuando las faenas estén

paralizadas. Tenemos que entender

que las pequeñas empresas tienen

una realidad diferente a las grandes,

porque no tienen espaldas

financieras para mantenerse

operativas durante una paralización

de varios días (...) Nosotros

apoyamos la huelga efectiva y legal,

mientras no signifique la quiebra de

los negocios”. Esto no deja de ser

relevante, pues desde la transición a

la democracia ha existido un

importante discurso de parte de los

sucesivos gobiernos de proteger y

promover las pymes en Chile en la

medida en que encarnarían el ideal

de esfuerzo y emprendimiento

necesario para el desarrollo y

crecimiento del país.

Finalmente, dentro de los ajustes más

importantes, se encuentran las

especificaciones a los pactos de

adaptabilidad. Dichos pactos, en un

contexto como el chileno de baja

articulación de los trabajadores,

pueden significar un empeoramiento

de las condiciones laborales, por lo

que el empresariado, consciente de

la asimetría en la relación, se mostró

sumamente favorable. A este

respecto, en las indicaciones del

gobierno se mantiene la posibilidad

de que en las empresas con un 30%

de afiliación sindical se acuerden

condiciones de trabajo que afecten

derechos que bajo la legislación

actual son irrenunciables, pero se

introducen algunas atenuaciones: se

exigirá un consentimiento expreso de

los trabajadores no sindicalizados,

evitando la imposición unilateral; y

durante los primeros 24 meses de

entrada en vigencia de la leyes se

requerirá de un 50% de afiliación

sindical para negociar dichos pactos.

Es quizás esta la única indicación

que busca poner algunas trabas,

insuficientes por cierto, a las

estrategias empresariales de

flexibilización de las condiciones

laborales. De alguna manera, con

esta indicación el gobierno busca

tímidamente ceder a las presiones de

organizaciones del mundo del

trabajo como la Central Única de

Trabajadores (CUT).

Álvarez, Castillo, Catalán, García y Martin.

El montaje del empresariado a propósito de la Reforma Laboral

21

Así pues, las estrategias del

empresariado para moderar un

proyecto de reforma que ya estaba

hecho a su medida surtieron efectos.

Acudieron además a las tradicionales

comparaciones con la Organización

para la Cooperación y el Desarrollo

Económico (OCDE), señalando que

"la tasa de sindicalización en nuestro

país no es baja como se ha

planteado, incluso es mayor que el

promedio de la OCDE. El desarrollo

no dice relación con este factor”. Sin

embargo, lo que representantes de la

CPC no señalan es que la cobertura

de negociación colectiva se mantiene

en apenas un 8% en relación al

promedio de los países de la OCDE

que alcanza el 60%. En términos de

Ugarte (2015), “no es tan relevante

cuánta gente está en los sindicatos,

la relevancia es a cuánta gente

representan los sindicatos”, y

efectivamente la representación

sindical en Chile es bajísima. ¿Por

qué? Porque a diferencia de muchos

países de la OCDE, en Chile no

existe la posibilidad de negociación

colectiva por rama productiva, lo que

ni siquiera es mencionado en el

proyecto de reforma laboral.

Además, tampoco existe un derecho

de huelga efectiva tanto por los

resquicios que permiten el reemplazo

de trabajadores durante huelga como

por la obligación de los sindicatos

de avisar con 45 días de

anticipación la iniciación de una

huelga (lo que da un margen

temporal necesario para que los

empleadores contraten a personal

adicional haciendo estéril la

movilización). En definitiva, como

señala Sehnbruch (2015), el

proyecto de reforma no empodera a

los sindicatos en la medida en que

los comprende más como una traba

para el desarrollo que como una

institución relevante para un proyecto

nacional de desarrollo sustentable.

Conclusión

Desde la transición, las posibilidades

de hegemonía del empresariado en

Chile (Ruiz & Boccardo, 2014)

tienen como supuesto fundamental su

liderazgo exclusivo en el crecimiento

de la economía nacional. Así es

como no sólo se busca evitar el

fomento de toda conflictividad social

sino que, además, en un contexto

donde se funde la elite económica

con la elite política, el

comportamiento del gobierno y sus

eventuales formas de acción o

REFLEXIÓN

22

intervención social responde a

lógicas de acción mercantiles que

resguardan los intereses de los

grandes empresarios.

La estrategia de terror del

empresariado frente a la Reforma

Laboral logra ser efectivo a corto

plazo, con un gobierno que, en su

misma estrategia de siempre, no está

dispuesta abrir la discusión del

proyecto de reforma en respuesta a

las nuevas conflictividades. Sin duda,

pareciera que la re-distribución del

poder no es solo un problema para

el empresariado sino para el sistema

político general, caracterizado

durante estas dos décadas por la

prescindencia del control social sobre

el Estado. Así pues, la apuesta por

“modernizar las relaciones laborales”

en la agenda laboral gubernamental

queda circunscrita a un programa de

modernización capitalista, que no

atiende la nueva fisonomía laboral

chilena y que no responde

cabalmente a los intereses ni de un

empresariado en extremo retardatario

y mucho menos a la necesaria

democratización del poder social y

político como objetivo que subyace

en la demanda de las franjas de

trabajadores que se han movilizado

por una reforma laboral

transformadora.

Esta estrategia empresarial de

sepultar toda conflictividad laboral se

contradice a las recomendaciones de

organismos internacionales de corte

más progresista como el Programa

de Naciones Unidas para el

Desarrollo (PNUD). Así pues, la “élite

económica o empresarial” no busca

re-establecer relaciones con la

sociedad civil en función de un

proyecto de desarrollo sustentable

sino más bien negar al interlocutor;

es decir, ignorar que existen

organizaciones en el mundo del

trabajo que buscan discutir ejes

fundamentales de la reforma laboral.

El problema de esta estrategia radica

en que mantener una absoluta

ceguera frente al conflicto laboral no

implica necesariamente que éste,

cual profecía autocumplida,

desaparezca. En un contexto de

sobre-regulación, donde los marcos

legales ya no son capaces de

procesar los problemas y estos

terminan estallando y canalizando

por fuera del pacto laboral, dicha

estrategia no parece tener la

capacidad de antaño para

desmovilizar y desarticular a los y las

trabajadoras. En el mediano y largo

Álvarez, Castillo, Catalán, García y Martin.

El montaje del empresariado a propósito de la Reforma Laboral

23

plazo se tapan los ojos ante una

clima de conflictividad inminente que

va a seguir pujante en torno a la

insuficiencia de la reforma laboral y

las reformas del gobierno en general.

BIBLIOGRAFÍA

Álvarez, R.. (2015). Valdés rechaza

críticas a indicaciones de la

reforma laboral. La Tercera, 38.

2015, Noviembre 13, De

http://www.latercera.com/notici

a/politica/2015/09/674-

647097-9-valdes-rechaza-criticas-

a-indicaciones-de-la-reforma-

laboral.shtml

Boccardo, G., Allende, D., & Moya,

C. (2015). ¿Una nueva cuestión

laboral en Chile? Apuntes para

abrir el debate. Cuadernos de

Coyuntura N.º 7 - Fundación

Nodo XXI, 17-26.

Castillo, A. & García, C. (2015)

“Gatopardismo en el proyecto de

reforma laboral”, Revista La

Maquila N°1, Santiago de Chile.

Disponible en:

http://geitfacso.wix.com/geit-

facso#!revista-la-maquila/c24xh

Centro de Estudios de Conflicto y

Cohesión Social (2015),

“Resultados Encuesta: Conflicto,

desigualdad y territorio”.

Disponible en:

http://coes.cl/blog/coes-lanza-

su-encuesta-en-modulo-de-conflicto-

desigualdad-y-territorio/

PULSO (2015): Kirsten Sehnbruch:

"Comparar a Chile con países

OCDE que tienen reemplazo

interno es una interpretación

superficial". En:

www.pulso.cl/noticia/economia

/economia/2015/08/7-

69427-9-kirsten-sehnbruch-

comparar-a-chile-con-paises-ocde-

que-tienen-reemplazo-interno.shtml

Ruiz, C., & Boccardo, G. (2014).

Discriminación en la acción estatal

y producción de desigualdad

social. Análisis del año 2013 -

Departamento de Sociología

Universidad de Chile, 25-46.

LA MAQUILA. Revista del Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

N°2 (2015) pp. 25-28

25

ENTREVISTA A CARLOS PÉREZ SOTO: TRABAJO Y MARXISMO

Vanny Catalán Castro

Estudiante de Sociología, Universidad de Chile

[email protected]

Introducción

Carlos Pérez Soto (Chile, 1954) es

profesor de Estado en física, docente

en universidades como la Arcis y la

Universidad de Chile. Es autor de

obras como "Proposiciones para un

Marxismo Hegeliano", "Sobre Hegel",

"Para una crítica del poder

burocrático", "Una nueva

antipsiquiatría", "Proposiciones en

torno a la historia de la danza", entre

otras. Como se ve, aborda una

amplia gama de temas de van desde

el marxismo hasta la danza, pasando

por la filosofía de las ciencias, la

danza y la anti psiquiatría. Hasta

finales de los ochenta militó en el

Partido Comunista de Chile y hoy es

activo militante del "marxismo

peresiano".

En la presente entrevista hemos

querido conversar con él algunos

temas de interés para el GEIT. Estos

temas son los aportes del marxismo

para estudiar el trabajo en Chile y

una lectura sobre la reforma laboral y

toda la discusión que esta ha

concitado. A continuación

presentamos la primera parte de la

entrevista por temas de extensión.

Para ver la entrevista entera por favor

visitar nuestra página web y revisar el

libro "Conflicto laboral y formas de

organización del trabajo en Chile.

Versión extendida de la Revista La

Maquila N°2”.

E: Entrevistador, Vanny Catalán

CPS: Carlos Pérez Soto

E: ¿Qué elementos de la teoría

marxista sirven para estudiar el

trabajo en Chile actual?

REFLEXIÓN

26

CPS: Bueno, hay que tener presente

para qué sirve la teoría marxista. La

teoría marxista es un marco que lo

que establece es una condición

histórica general: vivimos en una

sociedad capitalista donde hay lucha

de clases: la burguesía es la clase

dominante, la economía capitalista

entra en crisis… Esa tipo de cosas.

Uno puede inspirado en el marxismo

hacer un análisis de clase. Sin

embargo, para que el análisis de

clase sea suficiente tiene que hacer

un análisis de estratificación. Una

manera de hacer el análisis de

estratificación es preocuparse por los

niveles salariales, pero otra manera

más compleja es preocuparse por los

modos de relación contractual.

Entonces, si uno mirara desde el

marxismo, si es esa la preocupación,

lo relevante es establecer como los

modos de la relación contractual

favorecen o realizan las distas formas

de explotación capitalista, los

distintos modos de acumulación

capitalistas.

Pero a lo mejor la pregunta de lo que

la teoría marxista tiene que decir es

un poco forzada. A lo mejor lo que

hay que hacer es estudiar la realidad

del trabajo. Y lo que tiene eso de

marxista es la voluntad política de ver

las contradicciones, de ver las

condiciones de explotación, de sobre

explotación. No es que haya una

teoría marxista del trabajo. Si no que

hay una sensibilidad marxista desde

la cual acercarse a ese fenómeno

concreto. Esa sensibilidad marxista

está enmarcada, determinada por la

idea de la lucha de clases. Uno va a

estudiar la realidad del trabajo

pensando que aquí lo que voy a

especificar es cuál es la modalidad

concreta de la lucha de clases.

E: En ese sentido, ¿cuál sería la

centralidad del trabajo en Marx

propiamente tal y esta sensibilidad

que usted plantea?

CPS: Lo que pasa es que en el

marxismo el trabajo es el gran

supuesto filosófico. Que los hombres

se realizan en el trabajo, que es

suyo, que tienen el derecho a

apropiarse de su trabajo. Es una

cuestión filosófica, de fondo. Incluso

Hegel, que no era revolucionaria y

mucho menos marxista, ya está

planteando que los productos que

una persona hace pertenecen a su

libertad. Entonces, en la tradición

anarquista, marxista, socialista, esta

este derecho básico de que el

trabajo es para quien lo trabaja. La

Vanny Catalán. Entrevista a Carlos Pérez Soto. Trabajo y Marxismo.

27

frase ya era “la tierra para quien la

trabaja”. En este sentido es “los

productos del trabajo son para quien

trabaja”. Esa connotación filosófica

fundamental es la que permite

concentrar a Marx en porque no

ocurre esto. En este sentido el trabajo

como derecho, como realidad

fundamental de lo humano es central

en el marxismo. Ahora, por otro

lado, cuando Marx intento mostrar

como ocurría la explotación

capitalista, estudio los modos

concretos. El trabajo, no cierto,

gremial, el trabajo del gran taller

industrial, y ya fue capaz en 1860-

1870 de vislumbrar cuestiones que

iban a pasar con el trabajo industrial

que en su tiempo son apenas

incipientes. En este sentido,

preocuparse por como ocurre el

proceso de trabajo es una manera

de especificar como ocurre el

proceso de apropiación de plusvalía.

El correlato empírico, concreto, de

como ocurre la apropiación de

plusvalía.

E: Respecto de la relación de la

teoría marxista y del propio Marx,

¿qué cosas servirían de la herencia

marxista, que elementos servirían

para plantearse el trabajo hoy en

día?

CPS: Esa pregunta es relacionada

con el estudio del trabajo,

empíricamente. Sea uno marxista o

no. Es constatable que el trabajo

industrial clásico no es igual que el

trabajo industrial distribuido,

deslocalizado que impera desde los

años 80 en adelante. La gran

industria, que por Ford se llama

industria fordista. Esa organización

concreta del trabajo fordista está

íntimamente relacionada con todas

las relaciones sociales, concretas,

determinadas, particulares: un

régimen salarial, una relación con el

estado, con los derechos laborales.

Eso ha cambiado radicalmente

desde los últimos 30 años.

Ahora, se podría decir así, en

términos marxistas, hay un nuevo

modo de acumulación capitalista que

pasa por un reordenamiento radical

de la organización del trabajo.

Entonces ahí tú puedes hablar de

posfordismo, toyotismo, etcétera.

¿Cuál es el punto entonces con el

marxismo? Toda la tradición marxista

del siglo XX. Desde 1880 hasta

1980 está ligada al desarrollo del

fordismo. En mi opinión, esa

tradición que intentó soluciones

teóricas, caminos políticos, para

REFLEXIÓN

28

oponerse al fordismo, hoy no es útil

para oponerse al pos fordismo. Y lo

que no debería hacer es que toda

esa tradición entre 1880 y 1980 es

muy buena para hacer historia, pero

no muy buena para armar la política

de ahora, donde es difícil armar

sindicatos, aparece la diferencia

entre movimiento sindical y obrero,

aparecen luchas de nuevo tipo, muy

antiguas pero que hoy emergen

como las luchas de medio ambiente,

de género.

Mi opinión, entonces, es que la obra

de Marx es suficientemente profunda

en general para que uno vaya

directamente a Marx y se salte 100

años de marxismo y de fordismo. Se

salte en concreto toda la forma de

leninismo y comencemos a inventar

una formulación del marxismo que

sea apropiada para dar cuenta del

internet, de la deslocalización, de la

gran industria, la época en que el

capital industrial de cambiar de

Europa y EE.UU. a la India y China,

la época de la crisis ambiental

general. Un marxismo que dé cuenta

del presente, de una sociedad

altamente tecnológica, altamente

comunicativa. En ese sentido yo creo

que tenemos que inventar con una

pata en Marx y otra en el presente,

un marxismo que dé cuenta de estas

nuevas realidades. Y estudiar el

trabajo, la forma, como ha

cambiado la organización del

trabajo es una cuestión clave.

Continuar revisando la entrevista en

"Conflicto laboral y formas de

organización del trabajo en Chile.

Versión extendida de la Revista La

Maquila N°2”.

Disponible en:

https://geituchile.wordpress.com/

LA MAQUILA. Revista del Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

N°2 (2015) pp. 29-32

29

MUNDO LABORAL CHILENO: UNA NOVEDAD ANUNCIADA.

APORTES DE DUNLOP

Pablo Cárcamo

Estudiante de Sociología, Universidad de Chile

[email protected]

Es importante constatar la razón que

está incentivando la siguiente

reflexión, y es que en pleno Siglo XXI,

estamos padeciendo en Chile una de

las formaciones más complejas y

nebulosas de la estructura laboral.

Nos referimos a cada una de las

formas particulares que ha adoptado

el trabajo en Chile en las últimas

décadas; adaptando a veces el

contrato, externalizando al

empleador, de intensidades cíclicas,

turnos, intensidades diferenciadas en

el año, y muchas otras variables.

Existe un trabajo en particular en el

que observamos cuáles son esas

dimensiones o aspectos que forman

parte de todo lo que toma parte en el

proceso del trabajo. Nos referimos al

aporte de John Dunlop con su libro

“Las Relaciones Industriales”.

El sistema de relaciones industriales,

según Dunlop (1978) “debe

apreciarse como un subsistema de

una sociedad industrial en el mismo

plano lógico que un sistema

económico es considerado como un

subsistema analítico”. Sin embargo,

lo interesante a notar son los

componentes del sistema: “ciertos

actores, ciertos contextos, una

ideología que mantiene unido al

Sistema […] y un cuerpo de normas

creadas para dirigir a los actores en

el lugar y comunidad del trabajo”

(1978:19). Para el Profesor Dunlop,

son las normas el objeto de estudio

de la disciplina de las relaciones

industriales, puesto que es en ellas

donde se cristalizan las distintas

formas que adopta la relación entre

los actores, el trabajo con sus

distintos componentes y el

REFLEXIÓN

30

contexto/entorno. Para profundizar,

interesa comentar la lectura que hace

de los componentes del trabajo que

él observa, y que están inmersos en

dicha actividad o proceso, y en

particular, el componente del “lugar

de trabajo como contexto técnico”.

El lugar de trabajo sitúa a los actores

en un lugar específico, que por las

características particulares de la

actividad va a condicionar tanto las

normas internas como la potestad de

los actores en su constante

interrelación. El lugar de trabajo

influye de manera externa en las

relaciones laborales y a la vez

integra dimensiones diferenciables a

la hora de configurar una profesión u

oficio, sus determinantes y sus

condiciones. Entonces entra en juego

la residencia, la dinámica (rotación o

lugar fijo) y la intensidad, como

cuestiones diferenciadas a lo largo

del transcurso de la actividad, y

cómo esto condiciona distintas

formas de control y contratación del

trabajo.

Por otro lado, Dunlop también

agrega otras cuestiones a tomar en

cuenta, como el contenido del cargo.

Es decir, a la responsabilidad y

requerimientos técnicos del

desempeño, que Dunlop los dividirá

en cinco: 1) Trabajadores a cargo

de herramientas, 2) Trabajadores a

cargo de máquinas, 3) Labores al

ritmo de las máquinas, 4) Labores de

Servicios de máquinas y 5) Servicio

al cliente. O también agrega

cuestiones en su matriz de análisis

como las horas de funcionamiento

del trabajo. Es decir, el momento

social en que la labor se desempeña.

Todo esto es importante, y permite

entender la particularidad de las

problemáticas chilenas en el trabajo,

porque ofrece precisamente un marco

de lectura que permite entender la

mayoría de los casos presentes en la

realidad laboral chilena. Dunlop,

entonces, ofrece dimensiones

materialmente diferenciables para

caracterizar nuestro mundo laboral

chileno, cuantificarlo y contrastarlo.

Analicemos con el marco de Dunlop

a la Unión Portuaria de Chile, como

actor constituido e ilegal. Distintas

formaciones laborales, trabajo por

faena, por turnos, por jornada, por

temporada, puedan organizarse bajo

una misma orgánica como la Unión

Portuaria, y a su vez bajo un mismo

interés. Este actor (ilegal) de los

trabajadores negocia como un actor

legítimamente reconocido por sus

pares, en términos prácticos, con el

Pablo Cárcamo. Mundo laboral chileno: Una novedad anunciada. Aportes de Dunlop

31

actor de las gerencias pertinentes.

Sin embargo, esto no se exporta al

sistema mayor, la sociedad

neoliberal, donde el código laboral

sigue sin adaptar la generalidad de

la norma al modelo laboral que se

desarrolla en paralelo al económico

actual y vigente.

Tenemos, en Chile, una economía

que contiene dentro suyo muchas

industrias, desde el entendimiento del

profesor Dunlop, donde hay trabajos

de intensidad variante durante el

año, de duración rotativa, de

duración fija, y de duración variable,

de lugar fijo, de lugar variable, de

cargo fijo, de cargo estratégico; y en

todas ellas operan figuras legales

que a nuestro ver no logran concertar

un equilibrio que integre su

“particularidad” hoy generalizada,

como es el trabajo informal y

externalizado, y los demás ya

nombrados. La tarea de lograr una

caracterización de nuestro

encadenamiento productivo general,

nuestro proceso del trabajo, nuestro

mundo laboral, está al alcance en la

literatura disciplinar, y es necesario

realizar dicha tarea puesto que

nuestro aporte puede mitigar la

existencia de sobreexplotación,

vacíos legales, e incluso

inconsistencias económicas posibles

de reparar.

Las variables a ajustar que acusa

Castel (2012), para que la industria

logre tasas de rentabilidad altas

exigidas por su capital patrono, el

financiero, ya estaban descritas hace

50 años. La deformación actual de

las relaciones laborales en Chile,

más que una adaptación a

contingencias del mercado parece

haber sido el simple ejercicio

profundizar la flexibilización de

aquellas dimensiones presentes en la

teoría de Dunlop, nos referimos a

todos esos aspectos que Dunlop toma

en cuenta y nota que forman parte

del proceso del trabajo.

BIBLIOGRAFÍA

Castel, R. (2012). El ascenso de las

incertidumbres: Trabajo,

protecciones y estatuto del

individuo. Buenos Aires: Fondo de

cultura económica.

De la Garza, E. (2012). Tratado de

metodología de las ciencias

sociales: perspectivas actuales.

REFLEXIÓN

32

México: Fondo de Cultura

Económica.

Dunlop, J. T. (1978). Sistema de

relaciones industriales. Península.

LA MAQUILA. Revista del Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

N°2 (2015) pp. 31-38

33

ANTECEDENTES DEL DEBATE SOBRE EL PROCESO DE TRABAJO

Pablo Seguel Gutiérrez

Egresado de Historia y Estudiante de Sociología, Universidad de Chile

[email protected]

El desarrollo del enfoque del proceso

de trabajo surge en el marco de la

reflexión del marxismo francés e

italiano en las décadas de 1960-

1970, en la que se retoman las

reflexiones de Karl Marx sobre esta

temática trabajada en el romo I del

Capital. Sin embargo, su punto de

inflexión fue introducido por el

marxismo inglés en la que se

entroncaron la perspectiva del grupo

de Brighton (Brighton Labour Process

Group) y el ala radical de la escuela

de las relaciones industriales de

Richard Hyman (Tapia, Ibsen &

Kochan, 2015: 159-160).

Este enfoque surge con la recepción

del trabajo de Harry Braverman

(1982) y de Raniero Panzieri en la

discusión anglosajona impulsada por

la Conferencia de Economistas

Socialistas (The Conference of

Socialist Economy) y su revista

Capital & Class (Thompson, 2010).

Inicialmente surge con el panfleto

publicado en 1977 por el Brighton

Labour Process Group (BLPG), titulado

The Labour Process and Class

Strategies (BLPG, 1977) y el trabajo

de Andy Friedman publicado el

mismo año, titulado Responsibly

Autonomy versus Direct Control over

the Labour Process. (Friedman, 1977)

Hacia la década de 1980, este

debate comienza a bifurcarse

producto del desarrollo de las

escuelas críticas de gestión

empresarial (Fernández, 2007),

paralelamente a la diversificación de

los enfoques de la escuela de

relaciones industriales. Dos criticas

importantes a los trabajos de Harry

Braverman y al Brighton Labour

Process Group incidirán en una

REFLEXIÓN

34

pérdida de relevancia de este

enfoque para el análisis de las

transformaciones de las economías

en la década de 1980, con el

comienzo de la introducción de la

clean producción, la reconversión y

deslocalización productiva.

La tesis central propuesta por Harry

Braverman es que el capitalismo

monopolista introduce una

polarización en las calificaciones

obreras con la consiguiente pérdida

progresiva de la calificación

profesional, dado que el proceso de

trabajo queda subordinado a la

lógica de la acumulación capitalista,

resultando en una división de la

ejecución y la concepción del

trabajo. Para afirmar esto, Braverman

retoma la tesis central del proceso de

trabajo de Marx, enfatizando los

resultados de este proceso a nivel de

la estratificación social.

La propuesta de Marx entiende que

“el proceso de trabajo, tal como lo

hemos expuesto en sus momentos

más simples y abstractos, es una

actividad específica orientada a

producir valores de uso, adecuar lo

natural a las necesidades

humanadas, es la condición general

del metabolismo entre el hombre y la

naturaleza, la condición natural

eterna de la vida humana y es, por

tanto, independiente de cualquier

forma de esta vida y, más bien,

común a todas sus formas sociales

por igual” (Marx, 2010: 192). A

partir de aquello, Braverman asumirá

que en la sociedad contemporánea

el proceso de trabajo es dominado y

modelado por la acumulación de

capital (Braverman, 1982), y que su

objetivo principal es transformar la

fuerza de trabajo en trabajo

efectivamente (De la Garza, 2012).

Siguiendo el grueso de esta lectura,

la propuesta del BLPG señalaba la

existencia de tres leyes inmanente al

proceso de trabajo capitalista e

inherentes a la estructura de

organización capitalista de la

producción: 1) la división del trabajo

intelectual y manual; 2) el desarrollo

en ese proceso de una jerarquía

entre las funciones del proceso de

producción; 3) y la tendencia hacia

la fragmentación y descalificación de

la fuerza de trabajo.

En el primer argumento, señalaban

que como el capital tiene el

monopolio sobre el conocimiento, así

como sobre el poder de diseñar los

sistemas de producción, su resultado

era la división inmanente entre

Pablo Segue.l. Antecedentes del debate sobre el proceso de trabajo

35

concepción y ejecución. En el

segundo, afirmaban que la jerarquía

era el resultado inherente del

antagonismo entre Capital y Trabajo.

Finalmente, planteaban que la

descalificación era resultante de la

lógica de la circulación capitalista

orientada hacia la ganancia y la

rentabilidad, lo cual exigía una

utilización mayor de técnicas de

calculabilidad, estandarización y

rutinización del trabajo. Sin

embargo, estas proposiciones fueron

fuertemente criticadas a nivel teórico

y práctica.

Desde la perspectiva práctica, los

estudios críticos en gestión

empresarial demostraban que la

descalificación no era una tendencia

central del desarrollo del proceso

productivo; al mismo tiempo, el

posfordismo, enfatizó que la

descalificación constituía una

tendencia del modo de organización

fordista, pero que las modificaciones

en los modos de organización y

gestión del trabajo recientes,

basaban su estrategia de ganancia

en la mayor calificación de la mano

de obra y la mayor flexibilidad de los

proceso productivos.

Si bien a nivel teórico, estas

propuestas fueron criticadas desde

enfoques totalmente alejados (por

ejemplo desde el enfoque

neoshumpeteriano o desde las

escuelas críticas en gestión

empresarial), desde el ala radical de

las relaciones industriales y desde

dentro del enfoque del proceso de

trabajo, se introdujo una crítica más

moderada que nos permite cruzar el

enfoque de las relaciones industriales

con el del proceso de trabajo.

A nivel teórico, Thompson (2010)

introdujo una crítica realista a

algunos de estos elementos. Para

Thompson, la proposición de leyes

inmanente al proceso de trabajo es

empíricamente incorrectas y

teóricamente confusas. Lo primero

que señala el autor, es que la

división entre trabajo manual e

intelectual dentro del proceso

capitalista de producción, no permite

dar cuenta ni distinguir si el conflicto

se produce por los cambios de

presión de los entornos institucionales

o por la políticas internas de la

empresa o firma. Lo segundo,

tomando la noción weberiana de

jerarquía y control, señala que el

fenómenos de la jerarquía y el

control no son inherentes a la

REFLEXIÓN

36

organización empresarial.

Finalmente, señala que la

descalificación en el proceso de

trabajo no es aplicable a todas las

formas de trabajo.

En ese mismo eje crítico, De la

Garza (2012) señala que Braverman

y El BLCG tradujeron el problema

más amplio del poder (coerción) y

dominio (consenso), en la

terminología weberiana, por el

concepto norteamericano de control

(se puede controlar por la fuerza o el

consentimiento), poniendo el énfasis

en el despotismo del capital dentro

del proceso de trabajo, sin advertir

que el despotismo es una de las

formas de control. De ahí que

Braverman afirme “la descalificación

como tendencia”, “se controla

descalificando”. Sin embargo, el

hecho de no predominar la fuerza no

significa que no haya control, ya que

hay presiones estructurales como la

tasa de ganancia que presionan por

el aumento de la productividad.

Por el contrario, el espacio de lo

posible en el proceso de trabajo

depende de estructuras de mercado

del producto, de la fuerza de

trabajo, de sistemas de relaciones

industriales, de estructuras

organizacionales. Pero sobre todo,

de las relaciones de fuerza en el

trabajo y fuera de él, medidas por

las concepciones de los sujetos

involucrados. Esto no quiere decir

que sólo sea contingencia, sino que

“entre la estructura del proceso de

trabajo y control media la

subjetividad y la acción (De la

Garza, 2012: 11)

Desde esta perspectiva, el error del

enfoque del proceso de trabajo no

constituye un punto de no retorno. Por

el contrario, una adecuación de los

principales elementos del análisis nos

permitiría encuadrar de mejor

perspectiva esta propuesta para el

estudio de las problemáticas del

mundo del trabajo.

Lo primero que debemos señalar a

nivel teórico, es que la lógica del

proceso de acumulación de capital

no es la descalificación, sino que la

ganancia (Marx, 2010: 156-159;

Edwards, 1990: XII). Esto nos lleva a

considerar que la obtención de

ganancias empresariales circula en

relación a la determinación de

estrategias dentro de ramas de

producción, lo que significa que para

determinadas labores la

descalificación y el control pueden

Pablo Segue.l. Antecedentes del debate sobre el proceso de trabajo

37

ser el resultado de un proceso de

trabajo (por ejemplo en el fordismo),

pero para otra organización de

trabajo (por ejemplo en el

posfordismo) la cualificación de la

fuerza de trabajo y la utilización de

la cooperación son fundamentales.

En palabras de Thompson, “El

imperativo del control no nos puede

decir nada, independiente de las

relaciones de competición y de las

relaciones entre capital y trabajo en

un determinado contexto” (Thompson,

2010: 10). Cambios en los

contextos organizacionales e

institucionales, pueden configurar

marcos de intensificación cualitativa

del trabajo.

En ese sentido, no existen tendencias

inmanentes ni al control ni a la

descalificación en el proceso de

trabajo, sino que estas dependerán

de los sistemas de relaciones

industriales ancladas a determinados

procesos de trabajo. Al mismo

tiempo que la forma en cómo se

organice el trabajo quedará

encuadrada por determinadas

estrategias de ganancia del rubro

industrial, el marco jurídico-legal y las

posiciones de fuerzas entre los

diversos actores del proceso laboral.

Por ello es que este debate nos

permite de mejor manera situar

nuestro objeto de análisis.

Si el espacio de lo posible en el

proceso de trabajo depende de

estructuras de mercado del producto,

de la fuerza de trabajo, de sistemas

de relaciones industriales, de

estructuras organizacionales; pero

también, de las relaciones de fuerza

en el trabajo y fuera de él, mediadas

por las concepciones de los sujetos

involucrados, parece evidente que

las tendencias que cruzan las

organizaciones sindicales cruzan

diversos ámbitos: jurídico, político,

económico, cultural y social, en una

relación conflictiva. En otras

palabras, la estructura del proceso

de trabajo en el capitalismo afecta el

desarrollo de las relaciones

industriales y de los sectores

sociocupacionales donde el

sindicalismo se desenvuelve (Hyman,

1981: 118).

BIBLIOGRAFÍA

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1

[ INVESTIGACIÓN ]

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LA MAQUILA. Revista del Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

N°2 (2015) pp. 41-45

41

RELACIONES DE SUBORDIUNACIÓN Y DEPENDENCIA, EN EL TRABAJO DE LOS

EMPAQUETADORES Y EMPAQUETADORAS DE LOS SUPERMERCADOS EN LA

CIUDAD DE TEMUCO: SU PROPINA ES MI SUELDO

Felipe Marchant Fuentes

Estudiante de Sociología, Universidad Católica de Temuco

[email protected]

El tema de estudio que intentaremos

abordar, de una manera

exploratoria, a continuación a lo

largo de éste escrito, está enmarcada

dentro una investigación en curso que

se desarrolla en el contexto en el

cual trabajan los “empaquetadores o

empaques universitarios” de la

ciudad de Temuco.

Nosotros abordamos el presente

caso desde la concepción del sujeto

ampliado de trabajo (De la Garza,

2005: 2011) que el o la empaque

constituyen una figura –que ha

mutado durante los años-, quedado

casi exclusivamente destinada por ser

un trabajo desarrollado por

estudiantes. Este trabajo representa

unas “nuevas” formas de

tercerización y flexibilización, a tal

punto que muchas veces es difícil

clasificarlo o caracterizarlo, y

establecer el tipo de relación laboral

que lo norme. Esta situación nos

indica ciertos problemas asociados a

la seguridad y la estabilidad laboral,

como también una perspectiva

particular a la subjetivar el trabajo,

como lo sería constituir una identidad

y/o hasta una cultura laboral

(Guadarrama, 2000).

El objetivo general principal de esta

investigación es demostrar la

existencia de relaciones de

subordinación entre los

empaquetadores con los distintos

supermercados en los que

actualmente trabajan. Se toma en

cuenta, desde la problematización,

la necesidad de diferenciar los

INVESTIGACIÓN

42

conceptos de empleo y trabajo,

utilizando éste último como el

concepto idóneo para desarrollar el

análisis presentado.

Para recolectar la información que

sustenta el estudio, se realizaron las

siguientes estrategias de recolección

de datos: Se realizaron 80 encuestas

autoaplicadas en 8 establecimientos

distintos, teniendo una muestra

promedio de 10

trabajadores/estudiantes por cada

local. Las encuestas se realizaron en

periodos en donde la mayoría de los

empaques del establecimiento

estaban presentes. La mayoría de las

veces fueron en lugares ajenos al

lugar de trabajo (plazas, calles, etc.)

que tienen como espacios regulares

para ese tipo de instancias, excepto

un par de casos, que fue en los

estacionamientos de los locales,

como el lugar oficial de sus

reuniones.

La recolección de información de

carácter cualitativa se realizó

mediante: (1) la participación de

empaquetadores de 8

supermercados de la ciudad de

Temuco, los cuales participaron en un

Focus Group en donde se exponían

las particularidades y experiencias

que han tenido lugar su espacio de

trabajo. Ahí se produjo una

“simbiosis”, donde se sacaron puntos

comunes y transversales que

identifican la actividad, como por

ejemplo la falta de reconocimiento

como trabajadores dependientes por

parte de las gerencias y jefaturas de

los distintos locales comerciales en

los cuales prestan servicios. (2) Se

entrevistó a un experto en materia

laboral, como lo es el Abogado

Laboralista Iván Díaz, académico de

la Facultad de Ciencias Jurídicas de

la UCT, que nos dio el punto de vista

del derecho señalándonos ciertas

premisas o hechos que pueden

determinar (o no) la existencia de una

relación laboral (y de qué tipo), y por

ende como se puede situar a la

figura del empaque en una relación

dependiente con una contraparte la

cual es el trabajador asalariado

(Neffa, 2009). Y por último (3), aún

se espera entrevistar aun

“supervisor/coordinador” de una

agencia de empaquetadores, la cual

es la única que aún funciona, en dos

supermercados de la ciudad, con el

sistema de cobro por turno a cada

empaque que trabajaba.

En relación a los principales

resultados que se obtuvieron

Felipe Marchant. Relaciones de subordinación y dependencia…

43

mediante el análisis de los datos

cuantitativos. Se puede decir que los

mayores ingresos que perciben en

una jornada diaria (ya sea por un

turno definido o de tiempo libre) se

perciben en los supermercados de la

Zona “Centro”, con un promedio de

$9.222 pesos diarios, mientras que

en las zonas de la “Feria Pinto” y

“Barrio Ingles” tienen un promedio de

$7.500 y $5.125 respectivamente.

También se puede agregar que existe

una heterogeneidad en cuanto a la

sensación de que este trabajo les

proporciona un ingreso estable, lo

cual se relaciona con la zona en

donde trabajan, ya que en forma

interna se visualizaría un consenso.

Es decir que existen ciertas zonas,

como la del “Centro”, donde los

ingresos sería más estableces en

cada jornada para los

empaquetadores, en desmedro de lo

que pasa en las demás zonas donde

el ingreso es mayormente relativo. Lo

anterior se puede asociar a

declaraciones emanadas del Grupo

Focal, tales como “las propinas

dependen de la fecha o de la suerte

con la que andes”, aludiendo a lo

contingente que puede ser el ingreso

diario.

Un segundo dato que es relevante es

que el 100% de los encuestados

señalan que no tienen ningún tipo

de seguridad social (previsión de

salud, seguro de desempleo,

indemnización, etc.). Sumado a que

el 92,3% declara que el local

comercial en que trabaja no les

entrega ningún tipo de uniforme de

trabajo, el cual tiene un carácter de

obligatoriedad cuando la empresa

requiere un cierto perfil de imagen

corporativa. Y un 54,2% declara que

no se les facilita un espacio

destinado para cambiarse la ropa o

el uniforme de trabajo. Estos últimos

datos nos muestran algo, que según

el sentido común nos pudiera parecer

natural o esperable para este

trabajo, dado que se interpreta como

un “trabajo no clásico” (De la Garza,

2001), por lo cual que no serían

necesarias tantas normas, garantías y

protecciones, lo que se podría

traducir o resumir en que un 54% de

los encuestado está de acuerdo o

muy de acuerdo con la afirmación de

que “si las propinas fueran más altas,

no me importaría tener contrato”, y

que a un 16% no está de acuerdo ni

en desacuerdo.

Desde de los resultados de carácter

cualitativo se identifican experiencias

INVESTIGACIÓN

44

continuas de subordinación, las

cuales se retratan en relaciones

cotidianas y que se adaptan y

asumen como un aspecto intrínseco e

inseparable de esta actividad

laboral. Lo cual regula el rol y la

función en que asumen cuando se

desarrolla esta figura o trabajo.

Restringiendo las acciones que son

posibles y cuáles no, y las que debe

aceptar y acostumbrarse el

trabajador/ra. En este marco de

correcciones constantes de la

ejecución de la labor, y en qué lugar

del establecimiento debería realizar,

para no entran en conflicto con las

jefaturas las cuales poseen y se rigen

por un soporte simbólico, más que de

una manera “positiva”, tal como lo

vendría siendo un protocolo de

acuerdo mínimo entre las partes.

De lo mencionado anteriormente

cobra sentido hablar sobre las

disposiciones de los sujetos, que

podría dar cuenta o develar la

socialización e internalización que se

da en estos espacios, entendiéndolo

desde la perspectiva ya clásica de

Bourdieu (2007: 86): a manera de

un sistema de disposiciones, de

estructuras que funcionan como

principios generadores y

organizadoras de prácticas. Esta

perspectiva asociada al contexto y

espacio de trabajo que tiene un

ordenamiento simbólico especial

flexibilizado, tercerizado y

naturalizado que da un espacio

caracterizado por una “permanente

inseguridad que tiende obligar a los

trabajadores a la sumisión, y a la

aceptación de la explotación”,

traducido en un habitus precario que

toma sentido en contexto y en sujetos

que se desenvuelven en estos. (Julián,

2013: 199). Esta tesis puede

terminar asumiendo que se

(re)producen y/o reafirman las

disposiciones tenientes a legitimar y

asumir condiciones informales de

trabajo, sin ningún tipo de seguridad

ni estabilidad en el desarrollo y

permanencia en el trabajo, dadas las

condiciones normadas

simbólicamente que los sujetos

legitiman y respetan.

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LA MAQUILA. Revista del Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

N°2 (2015) pp. 47-51

47

LA HUELGA PORTUARIA DE 1921: LA LUCHA POR EL CONTROL

DEL MERCADO DEL TRABAJO EN VALPARAÍSO

Nicolás Muñoz Cerda

Licenciado en Historia y Estudiante de Magíster en Ciencias Sociales, con

mención en sociología de la modernización, Universidad de Chile

nicolas.muñ[email protected]

Para referirme al periodo a estudiar,

considero que lo más adecuado es el

concepto de ‘Crisis Social’, el cual

desde una mirada global, puede ser

entendido como un periodo crítico

para las estructuras que daban

sustento a la institucionalidad chilena.

Según Mario Garcés, la cuestión

social correspondería a una crisis

social de la clase popular, que parte

desde las condiciones de vida de los

sectores populares, pero que se debe

complementar con sus consecuencias

en las formas de organización que

dichas condiciones generan en los

sectores populares, así como en las

respuestas que, desde los grupos

dirigentes, se ofrecen a estos nuevos

movimientos.

Por otro lado, hasta el año 1924 la

legislación laboral en el país es casi

inexistente. Se destacarían algunos

hitos como son la ley de habitación

obrera (1906), de la silla (1914),

etc. en donde el Estado intentaría

entregar una solución a las

constantes demandas de mejora en

las condiciones de vida de las clases

más desfavorecidas.

La modernización de las labores

portuarias tenderá a incidir de mayor

manera en aquellos sujetos que se

desempeñan en labores propias de

la bahía. Antes de la incorporación

de las grúas mecánicas y los

ascensores eléctricos, el sistema de

desembarco de mercaderías se

realizaba de manera manual. “Este

sistema de lanchaje para el

INVESTIGACIÓN

48

desembarco efectuado en forma

exclusiva por el gremio de jornaleros

y lancheros, en el caso de las

mercaderías sujetas a derecho, y la

ausencia de un muelle adecuado

para estas faenas, implicaba muchos

retardos en la salida de las naves.

(Schmutzer, 2000: 119).

El movimiento político popular urbano

se diferencia del minero nortino en su

composición ideológica, siendo

predominante en Valparaíso el

anarquismo en general, y

particularmente el anarcosindicalismo

en el periodo analizado, lo que será

retomado posteriormente. La cantidad

de adscritos a los consejos

regionales de la Federación Obrera

de Chile (FOCh) arroja la cantidad

de 5 mil miembros entre Valparaíso y

Viña del Mar, para el año 1919

(Mancilla, 1996, p.54), mientras la

cantidad de Consejos caía a 5 en la

provincia de Valparaíso dos años

más tarde, mientras el

anarcosindicalismo Wobblie

cobraba mayor vigor. (DeShazo,

2007: 280).

La táctica política de la I.W.W.

consistía en huelgas periódicas que

tenían por finalidad el conseguir

concesiones inmediatas de cada

casa comercial, aislando a los

patrones uno a uno, evitando así

posibles repercusiones y

persecuciones a sus miembros. De

esta manera “en 1920-1921, la

fuerza de los trabajadores en los

muelles del puerto, llegó a su punto

máximo cuando la Gente de Mar y

la IWW establecieron un alto grado

de control laboral sobre el trabajo en

la bahía” (DeShazo, 2007: 221-

222). Mientras esto ocurría, la

Asociación General de Comerciantes

(AGC), entidad patronal que

agrupaba a los representantes de las

compañías navieras y a otros

comerciantes menores, enviaba

informaciones referentes a la

actividad política de la I.W.W. en el

puerto, pidiendo mayor resguardo

policial y persecución a los

agitadores y a los “elementos ajenos

al gremio” que pululaban por el

malecón1

.

Al firmarse – con cierta reticencia de

ambos actores involucrados – el

acuerdo arbitrado por la Oficina del

Trabajo el día 12 de Abril entre la

AGC y la Federación de Gente del

Mar (FGM; adscrita a la I.W.W.),

en donde se regularían: nuevos

jornales, horarios de trabajo,

1 ARNAD, Mint. 1919, V5181

Nicolás Muñoz. La huelga portuaria de 1921

49

comidas, medios de transporte, entre

otros, y declarando además, que la

Oficina del Trabajo sería la entidad

que intervendría como mediadora al

surgir cualquier problema que

estableciese por la aprobación de

dicho acuerdo reglamentario.,

teniendo como resultado que la

Oficina no daría abasto para actuar

como mediadora en el conflicto. Es

importante destacar del fallo en sí,

quizás el punto más importante es el

numero 1: “El 70% por lo menos, de

la tripulación de las naves mercantes

pertenecerá a la Federación de

Gente de Mar”. 2

Meses más tarde la AGC iniciaba un

nuevo periodo de conflictividad,

basado en la imposición de lockouts

para quitar el control logrado por la

I.W.W. con el Fallo Arbitral. De esta

manera, el día 4 de Julio se

declarara la paralización de las

faenas por parte de los empleadores,

reanudando 5 días más tarde con el

compromiso de revisar el acuerdo

logrado con anterioridad3

.

2 ARNAD, Mint. 1921, V5562 (el subrayado

es propio) 3 El Mercurio, Valparaíso. 8 de julio de

1921.

El 30 de Agosto los obreros enviaron

un escrito al Presidente Alessandri

exigiéndole se hiciera participe de lo

que consideraban una acción

planificada con anterioridad, que

tenía como fin último el purgar a la

I.W.W. del escenario político

porteño4

.

En términos legales, la AGC no

había cometido ninguna falta, sino

que se habría aprovechado de la

ausencia de una legislación social

adecuada, como ellos mismos

reconocen5

. En tal sentido, la AGC

se valió de todos los resquicios

legales existentes para justificar su

actuar, incluyendo la pobre

sistematización de datos por parte de

la Oficina del Trabajo.

Es este último punto el fundamental

para comprender el proceso, la

articulación y el desarrollo del

conflicto político que he descrito. La

modernización de la estructura

4 El Mercurio, Valparaíso. 30 de Agosto de

1921. 5 “Cuando exista en el país “la legislación

adecuada” cuya ausencia lamenta el señor

Jefe de la Oficina del Trabajo, la Asociación

General de Comerciantes será la primera que

subordine a ella su acción y sus resoluciones”

15 de septiembre de 1921. ARNAD, Dtrab.

V74

INVESTIGACIÓN

50

laboral en un marco desregulado,

desde la mirada de la economía

neoclásica supondría que el mercado

del trabajo, así como los otros

mercados, se auto regularía, por la

libre competencia y la ley de oferta y

demanda, sin embargo he

presentado suficientes pruebas de

que esto no sucedió. Propongo, por

tanto que los conflictos por el control

del mercado del trabajo pueden

entenderse en términos de correlación

de fuerzas en el sistema político,

dado que las dinámicas laborales

previas a la publicación del Código

Laboral de 1924 estaban sometidas

a las disposiciones patronales, cuya

máxima expresión en el imaginario

es el salario en fichas, por ejemplo.

Así mismo, al enfrentar la

organización sindical no pocas veces

se recurrió a las matanzas de obreros

para imponer el orden.

Es en este proceso que los

trabajadores, además de lograr un

control sobre el mercado del trabajo,

buscaban transformar la lógica del

trabajo en su conjunto, reivindicando

no solo el reajuste salarial, o mejora

de las condiciones laborales, sino

que la demanda se relaciona con la

reapropiación del proceso productivo

y la incorporación de nuevas lógicas

industriales. Sin embargo, la

campaña contraofensiva de las

organizaciones patronales, la

creación de una oficina de

enganches paralela a la existente, y

la seguidilla de lock-outs, junto a la

contratación de esquiroles y

movilización de mano de obra desde

otros lugares del país, terminaron por

desgastar a la I.W.W. en

Valparaiso.

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LA MAQUILA. Revista del Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

N°2 (2015) pp. 53-57

53

IDENTIDAD MINERA, SUBCONTRATACIÓN Y NUEVAS ESTRATEGIAS

SINDICALES. EL CASO DE LA HUELGA DE LOS TRABAJADORES CONTRATISTAS

DE CODELCO (2007)

Constanza Araya Fernández y Rocío Guajardo Quiñones

Universidad de Santiago de Chile

[email protected] / [email protected]

En memoria de Nelson Quichillao,

trabajador contratista recientemente asesinado

bajo el gobierno de Michelle Bachelet.

La consolidación y expansión del

neoliberalismo trajo consigo

importantes transformaciones en el

mundo del trabajo, siendo una de

ellas el debilitamiento del

trabajador(a) como sujeto político,

como es el caso de nuestro

fragmentado y golpeado país. No

obstante, durante las últimas décadas

hemos sido testigos de un incipiente

proceso de rearticulación del

movimiento sindical en distintos

ámbitos, motivo por el cual es

necesario dar cuenta tanto a nivel

político como a nivel teórico de

dichas dinámicas y transformaciones

en el mundo del trabajo. En este

nuevo escenario un sector que

históricamente ha estado involucrado

en los procesos políticos del país, los

mineros de CODELCO, son quienes

reaparecen con un nuevo actor en

juego: el trabajador subcontratado

en la histórica huelga de la

Confederación de Trabajadores del

Cobre ocurrida el 2007.

A partir de ese momento la temática

laboral comienza nuevamente a

cobrar relevancia y se instala en el

debate público abriendo un camino

a la movilización y al despliegue de

nuevas estrategias sindicales. Pero,

¿cuáles fueron estas nuevas

INVESTIGACIÓN

54

estrategias sindicales? ¿Qué

elementos tiene la huelga del 2007

que la hacen efectiva y genera tanto

impacto en la agenda política y la

opinión pública? ¿Qué repercusiones

en el corto y largo plazo tendrá para

el movimiento sindical chileno? Estas

son las preguntas que nos hacemos y

que buscamos responder a

continuación, bajo el imperativo de

que este artículo se convierta en un

insumo para la discusión desde la

historiografía respecto a las

transformaciones que ha vivido el

mundo del trabajo durante las últimas

décadas. En ese sentido, sostenemos

que la efectividad de dicha huelga

radica en torno a la existencia de

dos factores claves: el rol que

cumplieron los dirigentes sindicales

en términos organizativos y los

repertorios de acción colectiva

utilizados por los trabajadores

contratistas de CODELCO, entre los

cuales se combinan elementos de la

tradición sindical de los trabajadores

del cobre junto a las innovadoras

formas de lucha que aporta la

identidad preeminentemente

subcontratista de sus trabajadores.

Desde el punto de vista metodológico

nos hemos propuesto el desafío de

hacer dialogar a la sociología junto

con el enfoque de la historia del

tiempo presente, con el propósito de

rescatar tanto la experiencia de los

sujetos como el proceso ascendente

de movilización. En ese sentido

recurrimos principalmente a la

revisión bibliográfica de la literatura

pertinente al tema, junto con el

análisis de fuentes primarias, esto es,

documentos oficiales de la

Confederación de Trabajadores del

Cobre. A lo anterior le sumamos la

revisión de fuentes periodísticas de

los meses de junio, julio y agosto del

año 2007 de los periódicos La

Tercera y El Siglo.

La subcontratación como

articuladora de identidad

El régimen de subcontratación en

CODELCO no es nuevo, sino que

por el contrario tiene larga data. Se

produce en mayor o menor medida

desde los años 30’, pero en aquel

entonces se trataba de un proceso de

especialización y limitado en el

tiempo (Aguilera y Villalobos, 2008).

Es a partir de la década de los 70’

que comienza una paulatina

disminución de la planta de

trabajadores, precisamente porque la

subcontratación dejó de ser un

proceso de especialización de la

Constanza Araya y Rocío Guajardo. Identidad minera, subcontratación y nuevas

estrategias sindicales.

55

producción pasando a ser una

técnica para abaratar costos y

disminuir los riesgos. El Plan Laboral

de Piñera, mediante el decreto

16.75, permite ampliar las funciones

de los subcontratistas a las del giro

principal de las empresas,

regularizando dicha práctica.

Producto de los cambios a nivel

mundial del régimen de acumulación

capitalista y las formas que este

adoptó en Chile -su formato

neoliberal-, CODELCO sufrirá

importantes transformaciones en su

estructura organizacional interna. Es

en este proceso donde se va

configurando una división en la

fuerza laboral del país entre

trabajadores de primera y segunda

categoría: de planta y

subcontratados, respectivamente. Así,

la subcontratación se vuelve política

de Estado “institucionalizando” la

precariedad en todos sus términos. A

partir de entonces el trabajador

subcontratista irá progresivamente

construyendo una identidad propia

en tanto se reconoce en

oposición/negación al otro (el de

planta). Identidad que combina la

tradición histórica minera y la

experiencia de vivir el subcontrato

como un régimen de doble

explotación. Esta acumulación de

precarias condiciones laborales a lo

largo de veinte años (bajos salarios

por el mismo trabajo, imposibilidad

de organizarse y de negociar con la

estatal, el no reconocimiento de la

labor de su trabajo, entre otras) es la

que le dará una impronta distintiva al

movimiento sindical que veremos

surgir en la década del 2000, en el

cual se genera un encuentro entre la

tradición de lucha del sindicalismo

chileno antes de la dictadura, el

intento de superación de la política

del consenso que prima en la

década de los 90’s y la instalación

de innovadoras prácticas sindicales

relacionadas con el sujeto-trabajador

contratista.

Dirigencias sindicales y repertorios

de acción colectiva

Las estrategias de movilización fuera

de la legalidad como la acción

directa y la presión, su condición de

sector económico estratégico sumado

a la precarización laboral y la

desigualdad respecto de sus pares

de planta, fueron las condiciones

necesarias para el despliegue de

nuevas estrategias sindicales por

INVESTIGACIÓN

56

parte de los trabajadores contratistas,

de las cuales destacamos dos: las

transformaciones en las dirigencias

sindicales y en los repertorios de

acción colectiva, donde se

combinaron elementos de la tradición

sindical de los trabajadores del

cobre y las formas de lucha que

aporta la juventud de este

movimiento. Respecto al primer

punto, creemos que en esta

movilización se configuró un “nuevo

tipo de dirigente” que respondió a

las necesidades del contexto,

produciendo un distanciamiento del

dirigente formado en el sindicalismo

clásico, aquel que identificamos con

el patrón de acumulación

desarrollista que predomina durante

todo el siglo XX chileno (Agacino,

2007). Esto en base a tres aspectos

clave: el carácter confrontacional con

el que se deben enfrentar a sus

contrapartes -empresa contratista,

CODELCO, Gran Empresariado y

Estado-, el carácter técnico para

afrontar la negociación y el elemento

generacional, vale decir, la breve

trayectoria sindical de sus dirigentes.

En segundo lugar, respecto a los

repertorios de acción colectiva es

posible observar –mediante la

reconstrucción de la huelga- que las

acciones emprendidas por los

trabajadores entremezclan lo violento

y lo pacífico: mientras unas se

vuelven hacia la faena y el lugar de

trabajo, otras se desarrollan hacia la

comunidad y las familias. Dicha

estrategia es en total innovadora,

pero combinó distintos elementos de

la tradición de lucha de los mineros

del cobre, como la acción directa y

la participación de sus familias,

dando paso a una nueva forma de

acción sindical.

Consideraciones finales

En función de lo expuesto

anteriormente, podemos concluir que

la trascendencia de la huelga de los

trabajadores contratistas de

CODELCO del año 2007 se debe a

una mezcla de factores que

entrecruzan el escenario favorable a

dicho proceso, junto con las

estrategias de movilización de los

trabajadores, en donde dirigentes y

las bases adquieren un protagonismo

nunca antes visto. Además, esta

huelga tiene un gran impacto a nivel

nacional, tomando en cuenta que la

negociación entre los trabajadores

contratistas y la empresa mandante

es ilegal, desfavoreciendo en parte la

posición del empresariado, por lo

que significó un precedente para el

Constanza Araya y Rocío Guajardo. Identidad minera, subcontratación y nuevas

estrategias sindicales.

57

desarrollo de movilizaciones

posteriores, dejando abierta la

posibilidad de repetir este tipo de

negociación en otros sectores

(aunque no con la misma suerte). Por

otro lado, la constitución de la nueva

CTC marcó un hito en tanto

posicionó al trabajador contratista de

CODELCO como un nuevo actor

sindical de importancia, con una

identidad y una impronta muy propia

que nace y se configura a partir de

la tradición histórica minera y de vivir

la experiencia del subcontrato como

un régimen de doble explotación,

inaugurando así una etapa llena de

aprendizajes, errores y sobre todo

desafíos para el sindicalismo de la

Gran Minería del Cobre.

BIBLIOGRAFÍA

Agacino, R. (2007) Pasado y

Presente: Los trabajadores una vez

más. Disponible en Archivo Chile,

web del Centro Estudios “Miguel

Enríquez”, CEME. Revisado por

última vez en

www.archivochile.com el 10 de

septiembre del 2015.

Aguilera, L. & Villalobos, C. (2008)

El proceso de subcontratación en

el siglo XXI. Relaciones sociales y

de Trabajo en los Subcontratistas

de Codelco. En: Cuadernos de

Estudios del Trabajo, Serie

Colaboraciones, Santiago.

LA MAQUILA. Revista del Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

N°2 (2015) pp. 59-63

59

79753. INVESTIGACIÓN ETNOGRÁFICA EN UNA TIENDA POR

DEPARTAMENTO

Jacinta Henríquez J.

Estudiante de Antropología Social, Universidad de Chile

[email protected]

Según la Nueva Encuesta Nacional

de Empleo, entre octubre y diciembre

del año 2014, 1.588.820 personas

se ocupaban en el sector comercio

(lo cual representaba un 19,82% de

los ocupados a nivel nacional) en el

cual encontramos a las grandes

tiendas o tiendas por departamento.

Entre octubre y noviembre de ese

mismo año, trabajé como

Ordenadora en una de estas tiendas,

la cual se encuentra ubicada en uno

de los malls del sector oriente de

Santiago. Ahí, yo debía

desempeñarme específicamente en el

área de Deportes, y encargarme de

atender a público y ordenar la ropa

de la marca masiva, marca propia

de esta empresa. Una vez adentro,

decidí ahondar en el discurso de

responsabilidad social1

que mantiene

la empresa hacia sus trabajadores, y

compararlo con las condiciones

laborales reales en las que ellos se

encuentran.

Las prácticas cotidianas y concretas

que hacían del trabajo de mis

1 “la responsabilidad social de la empresa

supone, en sentido general, además del logro

de los objetivos económicos; la aportación

de beneficios al individuo, a los

colaboradores y a la comunidad; el

cumplimiento cabal de los principios éticos,

cívicos y la normatividad legal; la

capacitación de los empleados, no solo en

asuntos relacionados con su desempeño

laboral, sino también en aspectos

relacionados con el mejoramiento personal,

familiar y social; el aseguramiento de las

condiciones laborales y de salud de las

personas; así como la consideración de las

decisiones en función de cuestiones éticas y

ambientales”. (Alea, 2007, p. 4)

INVESTIGACIÓN

60

compañeros y compañeras de

labores un trabajo precarizado; son

conocidas por cientos de personas

que trabajan día a día en las tiendas

por departamento, no obstante, ello

parece invisibilizarse detrás de los

discursos de responsabilidad social

empresarial y de las prestigiosas

encuestas de clima

laboral/organizacional. Debido a

esto, en el artículo presentado se

pretende realizar una manifestación y

un cuestionamiento explícito y

sistemático, a aquellos discursos de

responsabilidad social empresarial

que esconden las precarias

condiciones de trabajo en la

actualidad.

Es importante manifestar que, en

términos metodológicos, para

acceder a la información se trabajó

desde un enfoque de tipo

etnográfico; y que mis objetivos

investigativos no fueron manifestados

en ningún momento ni a la empresa,

ni a mis compañeros de labores. Esta

decisión se basó en el prejuicio de

que de haberlo hecho, el acceso al

campo se habría visto afectado, o

simplemente impedido. Si bien aquí

hay consideraciones éticas –que, por

cierto, invito a discutir- me parece

que la labor política de

manifestación de las condiciones

laborales de los y las

trabajadores/as así como el

cuestionamiento por mi parte como

investigadora hacia la macro

empresa, justifica la omisión. No

obstante a ello, se ha decidido

ocultar y/o modificar los nombres de

la empresa, de los distintos cargos, y

de mis propios compañeros para

resguardar su privacidad y la fuente

laboral de quienes continúan

trabajando ahí.

Fueron precisamente mis compañeros

de sección quienes actuaron de

padrinos e interlocutores clave.

Dentro de mi área se encontraban

vendedores, promotores externos, y

bodegueros de tienda. Algunos de

ellos fueron más relevantes a la hora

de aprender las dinámicas de

desempeño dentro de las tienda; así

como otros me otorgaron mayor

información respecto al mal

funcionamiento de la misma, y de las

críticas que los trabajadores le

realizaban.

El trabajo de campo se enmarcó

dentro de un proceso de aprendizaje

que buscaba desarrollar habilidades

de tipo etnográficas, por lo cual, el

énfasis era netamente metodológico.

Jacinta Henríquez. 79753. Investigación etnográfica en una tienda por departamento.

61

En base a ello, además de poner en

cuestión los discursos de

responsabilidad empresarial y de

buen clima laboral, el artículo

presentado busca sistematizar la

experiencia y validar con ello el

empleo del enfoque etnográfico para

la investigación de las problemáticas

del mundo del trabajo. En este breve

resumen resulta complejo condensar

la gran cantidad de material

empírico producido, y por ello, invito

a complementar esta lectura con la

del artículo en su versión extendida.

Principales resultados

En la Inducción realizada por la

empresa contratante, se nos planteó

que con los nuevos modelos de

management, los y las

trabajadores/as ahora son

comprendidos/as en términos de

colaboradores, y para la empresa

resulta importante contar con un buen

clima organizacional que aumente

los niveles de productividad. La firma

en la que trabajé se encuentra, según

el ranking Las Mejores Empresas

para Trabajar en Chile 2014

realizada por la empresa de

consultoría internacional Great Place

To Work, dentro de las 50 primeras

firmas, no obstante, a lo largo del

trabajo de campo se evidenciaron

una serie de prácticas que hacen de

esta tienda por departamentos un

lugar en el que ninguno de nosotros

quería trabajar.

Por ejemplo, los y las trabajadores

de la tienda no podían negarse a

aquello que en teoría era de carácter

opcional, o cuestionar aquellas

situaciones con las que se

discrepaba: los jefes u subgerentes

se justificaban unos a otros y nadie

se hacía cargo de las situaciones

que atentaban contra los propios

trabajadores. Estos tampoco podían

dedicarse a aquellas áreas donde se

sentían más realizados, ya que las

necesidades de la empresa eran la

única prioridad a la hora de repartir

las labores. Además, prácticamente

el único reconocimiento que se le

hacía a vendedores y ordenadores,

era en función de la superación de

sus metas de venta; y dicho

reconocimiento se realizaba en una

reunión los días sábados por la

mañana, a la cual pocos asistían por

realizarse muy temprano.

Si bien un objetivo de la nueva

responsabilidad de la empresa era

contar con una buena comunicación

con sus colaboradores, las pantallas

disponibles, las reuniones y carteles

INVESTIGACIÓN

62

eran absolutamente ineficientes ya

que no estaban actualizados, o

pocos trabajadores los

consideraban. Por otro lado, las

capacitaciones no le hacían sentido

a los/las trabajadores/as, ya que

aquellas sólo estaban enfocadas en

el aumento de productividad

individual (cómo captar más tarjetas

de crédito, o hacer que los

consumidores pidieran avances en

efectivo), y no en un crecimiento

personal o en una formación que les

otorgara herramientas de ascenso

como nos habían dicho en la

Inducción al comienzo del proceso.

En ese sentido, la movilidad interna

que asegurara la concreción de una

carrera dentro de la empresa (cosa

que también fue recalcada en la

Inducción), era prácticamente nula y

tenía límites sumamente demarcados:

para superar el cargo de Vendedor,

se debía tener estudios completos de

Ingeniería Comercial –o afines-, por

lo cual, ninguno de mis compañeros

de trabajo podría ascender jamás.

A la vez, la calidad de vida de los

trabajadores no era en absoluto un

objetivo de la empresa. Esto se

puede inferir a partir del hecho de

que los beneficios con los que se

contaba, en muchos casos no se

adecuaban a la realidad social y

material de los y las

trabajadores/as. Por ejemplo, la

tarjeta de descuentos se podía utilizar

en costosos restaurantes o SPA de

relajación, por lo cual, la mayoría de

mis compañeros no la utilizaban, o

simplemente, no la conocían.

Además, el descanso y el trabajo se

presentaban de manera dicotómica

para los jefes, ya que las sillas no se

encontraban en el lugar adecuado

para atender al cliente. Por otra

parte, la vigilancia y el reproche eran

una amenaza constante, a tal punto

que los trabajadores desarrollaban

estrategias que permitían simular el

trabajo constante frente a sus

superiores, incluso cuando no había

clientes a quién atender. Finalmente,

en ciertas situaciones puntuales las

condiciones de trabajo eran

inaguantables, como aquellos días

en que me enviaron a bodega:

recortaron mi hora de colación sin

consultarme, y permanecí de pie en

un reducido espacio del subterráneo

realizando una actividad mecánica

por cerca de nueve horas. Tan

sofocante fue la sensación de ese

día, que por la noche no pude volver

sola a mi casa, y cuando llegué a

escribir el cuaderno de campo, no

Jacinta Henríquez. 79753. Investigación etnográfica en una tienda por departamento.

63

tenía recuerdo alguno de cómo

había sido mi hora de almuerzo.

No obstante a todo ello, el nivel de

exigencia era tan alto también para

los jefes, que ellos asistían a la

tienda en días y horarios que no les

correspondían, y por los cuales no

les remuneraban sus horas ni sus

labores trabajadas. Esto hacía, por

ejemplo, que nuestro jefe fuera

considerado como un enfermo

maniático por parte de los demás

trabajadores de tienda; pero esta

situación no es excepcional, ya que

como plantea Acuña (2008), el

modelo de flexibilidad laboral que

impera en nuestro país genera

inestabilidad, precariedad e

intensificación del trabajo; y afecta

de manera directa y negativa el

bienestar material, psicológico, la

salud mental y las relaciones sociales

de los trabajadores y trabajadoras.

Conclusiones

La empresa contratante contaba –y

cuenta aun- con altas cifras de clima

organizacional, escondiendo la

precaria condición en la se

encontraban los y las

trabajadores/as. Sólo accediendo

en primera persona, y no desde una

encuesta generalizada, fue posible

percatarnos -de manera

sistematizada- de estos quiebres

estructurales que alienan y explotan a

los trabajadores y las trabajadoras

de las tiendas por departamento. A

pesar de todos los nuevos discursos

respecto al trabajo, dentro de la

empresa los sujetos siguen siendo

vistos como empleados y no como

personas, ya que su escala y objetivo

de medición sigue siendo la

productividad del individuo.

LA MAQUILA. Revista del Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

N°2 (2015) pp. 65-69

65

LA (PROBLEMÁTICA) SUBCONTRATACIÓN EN CINCO UNIVERSIDADES

DE SANTIAGO: UN CONFLICTO ABIERTO

Felipe Stefano Ruiz Bruzzone

Estudiante de Sociología, Universidad de Chile

[email protected]

La subcontratación en Chile es una

forma de inserción laboral instalada y

en aumento, y es en este contexto

donde se inserta la práctica de

externalizar servicios en las

principales casas de estudios de

nuestro país; no parece entonces

descabellado suponer que la lógica

de gestión neoliberal del trabajo –

que lo precariza mediante la

flexibilidad - también ha permeado a

las principales universidades de

Chile.

En este sentido, resulta posible

diagnosticar la emergencia de la

subcontratación como conflicto

político al interior de las

universidades durante el período

2014-2015. Para el presente trabajo

ocuparemos principalmente dos

fuentes de información: tres estudios

sobre condiciones laborales del

personal subcontratado, realizados

en el período 2014-2015 en tres

universidades (USACH, PUC,

UCHILE) y una serie entrevistas que el

mismo autor ha realizado para el

Grupo de Estudios Interdisciplinarios

del Trabajo (GEIT), a diversas

organizaciones estudiantiles

articuladas contra la subcontratación

en sus respectivas casas de estudios.1

Uno de los elementos más

importantes que aporta la evidencia

considerada sobre el trabajo

subcontratado en estas universidades,

es la posibilidad de construir un

diagnóstico relativamente objetivo

sobre las condiciones de empleo y

1 Se trata de cinco entrevistas realizadas por

el autor en la UCHILE, la PUC, la USACH y

la UTEM.

INVESTIGACIÓN

66

de trabajo del personal externalizado

al interior de las casas de estudio. A

partir de esta evidencia, señalamos a

continuación algunos puntos comunes

entre los casos considerados.

En primer lugar, es posible plantear

que en las universidades analizadas

se externaliza principalmente

funciones de baja especialización:

en muchos casos el personal

subcontratado no ha terminado la

educación escolar, ni cuenta con

capacitaciones laborales en su lugar

de trabajo. Esta evidencia echa por

tierra un argumento que a veces se

esgrime: que la subcontratación se

practica debido a que se trata de

actividades muy especializadas.

En segundo lugar, la evidencia

indica que en la subcontratación, lo

que principalmente se externaliza son

las responsabilidades en términos

legales y económicos que implica

una relación laboral directamente

establecida por las casas de

estudios, lo que produce una alta

precarización de las condiciones de

empleo y trabajo. Todo ello redunda

en una fuerte división de la fuerza de

trabajo al interior de las

universidades, pues se crean – en

términos materiales y simbólicos –

trabajadores de primera y de

segunda categoría, condición en la

cual los segundos están escasamente

integrados a la comunidad

universitaria y restan un importante

número de potenciales trabajadores

sindicalizados a las organizaciones

gremiales de estas casas de estudios.

Utilizando el término propuesto por

Fundación SOL, se asiste a un

empleo altamente formalizado, pero

al mismo tiempo altamente

precarizante de las condiciones de

vida y de trabajo de las personas así

contratadas.

En tercer lugar, la incertidumbre

producida por este tipo de vínculo

laboral inviabiliza la organización

colectiva de las y los trabajadores,

quienes deben mantener a grupos

familiares numerosos y no pueden

arriesgar sus empleos – por

denigrantes que sean las condiciones

de trabajo – en pos de una

movilización u organización

colectiva.

En cuarto lugar, el argumento de la

subcontratación como modo de

aumentar la eficiencia en la gestión

de las universidades es

completamente barrido por la

evidencia que hemos considerado en

esta reflexión. Es posible concluir que

la subcontratación no ha sido ni más

Felipe Ruiz. La (problemática) subcontratación en cinco universidades

de Santiago: un conflicto abierto

67

económica ni más eficiente, pues no

posibilita un total desentendimiento

por parte de la institución mandante

en relación a la organización y

supervisión del trabajo, lo que se

expresa en la constatación de una

doble subordinación que corre por

fuera de la norma legal.

En toda esta situación, y como quinto

punto común, la organización y

lucha estudiantil han resultado ser

clave en la búsqueda de una salida

política al problema: la acción

colectiva de los estudiantes ha

logrado enfrentar los abusos de las

empresas contratistas; asimismo, los

estudios realizados gracias a la

presión del estudiantado organizado

resultan de crucial importancia para

rebatir los argumentos de corte

tecnocrático que defienden la

práctica de la subcontratación al

interior de las casas de estudio. Por

otra parte, en 3 de las 5

universidades consideras, estas

organizaciones han buscado

construir una salida política con las

autoridades universitarias, que

permita avanzar en procesos de

internalización de personal que

viabilicen el término del subcontrato

en las instituciones de educación

superior.2

Un conflicto abierto. Reflexiones

sobre gobierno y comunidad

universitaria:

El diagnóstico efectuado deja muy

mal parada la alternativa de la

subcontratación. En este sentido, en

relación con la temática del gobierno

democrático al interior de las

universidades se plantea con

urgencia que el trabajo también

debe ser un ámbito democratizado;

en tal medida debiera avanzarse en

que sus condiciones sean acordadas

triestamentalmente por toda la

comunidad universitaria

2 En este sentido cabe destacar las

propuestas de internalización elaboradas

durante 2015 por la Comisión Subcontrato

del CEI UCHILE, así como la propuesta de

internalización que ha elaborado el GEIT, en

conjunto con la Comisión Subcontrato del

CECSO UCHILE. Otra experiencia

significativa resulta ser el trabajo de la

Comisión Fin al Subcontrato en la UTEM, que

ha logrado incidir de manera directa en los

criterios de evaluación y selección de los

concursos públicos que se harán durante

2015 y 2016 con el objetivo de internalizar

al personal actualmente subcontratado.

INVESTIGACIÓN

68

Ahora, creemos relevante anotar que

en estos procesos de disputa política

resulta necesarios superar dos falsas

dicotomías: la primera tiene que ver

con disociar una posible mejora de

condiciones laborales respecto al fin

de la subcontratación como sistema

de relaciones laborales; en algunos

espacios se plantea que lo central no

sería la lucha por el fin al subcontrato

sino la lucha por la mejora de las

condiciones de trabajo. Ante ello,

creemos que la evidencia empírica

demuestra que el subcontrato trae en

sí mismo una lógica de flexibilidad

precarizante sobre el trabajo

asalariado.

La segunda dicotomía dice relación

con la forma de organizar la disputa

política para terminar con la

subcontratación al interior de las

universidades. Existen perspectivas

que plantean que no debiera ser el

estudiantado (como “vanguardia”)

quien deba encarar la disputa

política, sino que debiera ser el

mismo personal externalizado que, a

través de la auto-organización acabe

con la subcontratación. Resulta ser

una falsa dicotomía toda vez que la

evidencia indica que el subcontrato

precisamente imposibilita la

organización colectiva de las y los

trabajadores; por eso mismo debiera

ser la comunidad universitaria como

un todo – no el estudiantado como

vanguardia iluminada – quien acabe

con la subcontratación. Ahora, al

estudiantado le cabe un importante

rol - debido a su capacidad de

movilización – a la hora de

dinamizar tales conflictos y apostar

por abrir nuevos espacios de

democracia al interior de las

universidades.

De todas formas el conflicto político

está abierto, y dependerá de las

fuerzas políticas de cada espacio

local que la perversión de la

subcontratación al interior de las

universidades termine. La inclusión de

la demanda por el fin al subcontrato

en procesos recientes de

movilización en diversos espacios

universitarios3

, da cuenta de la

3 Destaca a este respecto la inclusión del

término al subcontrato como punto del

petitorio de las movilizaciones internas en la

USACH, la UDP, la UTEM y la UCHILE

durante 2015. Como experiencia personal,

puedo mencionar la participación en un

claustro deliberativa (no resolutivo) en la

Facultad de Comunicación y Letras de la UDP

el pasado 25 de Septiembre de 2015,

donde se debatió el tema de la

subcontratación; resulta ilustrativo que los

argumentos de las autoridades de tal casa de

estudios ante la propuesta de internalización

Felipe Ruiz. La (problemática) subcontratación en cinco universidades

de Santiago: un conflicto abierto

69

centralidad del trabajo como eje de

conflicto al interior de las

universidades, toda vez que apunta a

condiciones concretas de

desigualdad que nuestras

instituciones siguen reproduciendo

gracias a la hegemonía de un

discurso neoliberal sin –hasta ahora–

mayores contrapesos.

¡Arriba las y los que luchan!

¡Abajo el subcontrato!

sea que ésta no es posible pues es muy

costosa para la universidad.

LA MAQUILA. Revista del Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

N°2 (2015) pp. 71-75

71

DIEZ NÚCLEOS PROBLEMÁTICOS DEL SINDICALISMO: NUEVOS PROBLEMAS

DEL MUNDO SINDICAL EN EL CHILE NEOLIBERAL

Dasten Julián Vejar

Dr. en Sociología del Trabajo, FSU - Jena

[email protected]

Se pueden constatar como síntomas

generales del sindicalismo chileno, su

debilidad en términos de afiliación y

actividad; su fragmentación a partir

de la estructura productiva y el

mercado del trabajo; la

desprotección ante la desregulación

laboral; el consecuente debilitamiento

de la acción y la negociación

colectiva vía mecanismos

institucionales; y su falta de

imbricación y sincronización con los

actores/procesos sociales de

protesta y movilización social.

A partir de la triada, sujeto, mercado

y acción colectiva, hemos

identificado diez núcleos que

problematizan la constitución,

fortalecimiento y perspectivas del

sindicalismo en Chile.

Núcleo I: El sindicalismo y el legado

de la dictadura militar.

Núcleo II: Relación endogámica

entre los partidos políticos y el

sindicalismo

Luego del “regreso a la democracia”

en 1990, la refundada Central

Unitaria de Trabajadores el año

1988, se hace parte del acuerdo de

la llamada “democracia protegida”,

respondiendo a un “compromiso

responsable” con las demandas de

democratización. La continuidad por

más de dos décadas de esta

complicidad y endogamia entre las

direcciones sindicales y las directrices

de los partidos políticos en materia

laboral, tiene hoy a los/as

trabajadores/as, prácticamente, con

la misma institucionalidad de las

INVESTIGACIÓN

72

relaciones laborales de la dictadura

militar – entre ellas el ya mencionado

plan laboral de 1979 –, e incluso

con su profundización, por medio de

las reformas de flexibilización del

trabajo, la legalización del

subcontrato, etc. La CUT ha

establecido un innegable modelo de

cooperación entre el sindicalismo y el

sistema político.

Surge la tensión entre: a) una vieja y

tradicional estructura sindical

endogámica, fundada en la triada

del modelo consensual gobierno-

sindicato-partido, y b) la emergencia

o desborde de la anterior triada por

medio de un ethos societario y

comunitario exogámico, representado

en la relación entre democracia-

sindicato-comunidad, como forma de

sociabilidad emergente.

Ciertos sectores del espectro sindical

han avanzado en procesos de

sincronización y coordinación con los

demás actores sociales, para

conseguir, tanto objetivos de “corto

alcance” (por ejemplo, cambios en la

legislación laboral, reformas en el

área de protección social), como

medidas que comprenden el plano

de los derechos sociales (como el

apoyo y solidaridad a los demás

movimientos sociales, en la salud,

educación, Asamblea Constituyente,

NO+AFP, etc.).

Núcleo III: Declaraciones,

performances y falta de credibilidad

De una forma u otra el imaginario del

trabajo que maneja el sindicalismo

tradicional en la actualidad, se

encuentra asociado a una

concepción fordista-periférica y

clásica del trabajo-trabajador(a).

En el caso de la Central Unitaria de

Trabajadores (CUT), esta sostiene,

desde su formación, un discurso y

una práctica neo-corporativa. Sus

direcciones centrales han estado

estrechamente relacionadas con la

política y programas de gobierno,

por lo que los métodos de paro y

huelga nacional – medidas y

métodos históricos de la clase

trabajadora -, han sido desplazados

como parte de la línea del

“consenso” político-social y de lo que

Núñez (2012) llama el decálogo del

“rol responsable” del movimiento

social.

Dasten Julián. Diez núcleos problemáticos del sindicalismo

73

Núcleo IV: La democracia y unidad

sindical

Uno de los grandes problemas en la

actualidad del movimiento sindical

chileno – y latinoamericano – es la

unidad sindical. La unidad sindical,

pieza clave de la CUT desde el año

1962, donde se supone primarían

los intereses de la clase trabajadora

sobre los ideológicos, donde se

fundaba el carácter “Único” de la

Central, ha decaído por el mismo

problema de hace 30 años: una falta

de democratización interna al interior

de la estructura orgánica de la CUT

que ha debilitado su

representatividad y ha fracturado el

sindicalismo.

Núcleo V: Los “nuevos”

sindicalismos

Las transformaciones del mundo del

trabajo están asociadas con la

emergencia de condiciones de

trabajo más precarias y la presencia,

cada vez mayor, de un trabajo no-

típico, modificando el carácter de las

relaciones de trabajo y de

subordinación. Las nuevas formas de

integración sindicales y de la clase

trabajadora se vuelven cada vez más

múltiples y diversas a nivel global.

Núcleo VI: Nuevas subjetividades:

Fragmentadas, atomizadas, pero

obreras

Núcleo VII: Legislación y Nuevo

Código del Trabajo

El Plan laboral del 1979, y una serie

de disposiciones incluidas dentro del

mismo, son parte de la estrategia de

debilitamiento y disciplinamiento del

sindicalismo en el hoy.

Michelle Bachelet, tras su reelección

en 2013, en un nuevo escenario

político y con un programa de

reformas (educación, trabajo,

tributario, etc.), ha intentado hasta la

fecha promover un proyecto de

“reforma” del código del trabajo

(solo el capítulo IV), que involucra

tensionar los intereses y

sensibilidades del empresariado.

Para los dirigentes sindicales, este

objetivo de “dignificación del

trabajo”, sólo es posible de lograr a

través de: 1) la generación de una

legislación que promueva un modelo

de protección y simétrico de

relaciones laborales, y 2) una

“cultura sindical” que sea capaz de

llevarla a cabo, como construcción

INVESTIGACIÓN

74

de aprendizaje para sujetos capaces

de ejercer sus derechos laborales. De

allí la centralidad de nociones como

“libertad sindical” y “autonomía

sindical” (Gernigón, Odero y Guido,

1998).

Núcleo VIII: Género, migración y

etnia

El objetivo debe ser evitar la

generación de nuevas dinámicas de

competencia y violencia entre los/as

trabajadores/as por medio de

discursos nacionalistas o racistas,

promoviendo la identidad colectiva

de los/as trabajadores/as como un

elemento central para el

fortalecimiento de capacidades

organizativas que permitan mayor

cohesión en la acción y la disputa de

posiciones de negociación/poder en

las relaciones laborales y el campo

social.

Núcleo IX: Dirigencias sindicales y

el legado de los partidos políticos

de la Concertación

El ejercicio de la táctica corporativa

que ha desarrollado la CUT ha sido,

de una u otra forma, el reflejo del

programa político de la Concertación

durante los 20 años de su gobierno

(Frías, 2008).

Núcleo X: El sindicalismo entre “lo

nuevo” y “lo viejo”

“Lo nuevo” (lo contingente y

emergente), y “lo viejo” (la tradición y

la memoria), como partes

estructurantes de una nueva práctica

en el sindicalismo chileno.

En el seno del sindicalismo se

vislumbra un proceso re-fundacional

de la práctica sindical,

especialmente a partir del debate de

la reforma laboral y de la

emergencia de una serie de

sindicatos fuera de la línea política

gubernamental.

BIBLIOGRAFÍA

Frías, P. 2008. Desafíos del

sindicalismo en los inicios del

Siglo XXI. Buenos Aires. Consejo

Latinoamericano de Ciencias

Sociales.

Gernigón, B.; Odero, A. y Guido,

H. (1998) Principios de la OIT

sobre el derecho de huelga.

Dasten Julián. Diez núcleos problemáticos del sindicalismo

75

Zurich: Organización

Internacional del Trabajo.

Julián, D. (2015) Legados del

“Momento socialista en Chile”.

Revista Teoria & Sociedade.

Núñez, D. (2012) “Apuntes sobre el

renacer de la huelga obrera en

Chile”, Revista Colombiana de

Sociología. Vol. 35, No. 1: 41 –

58.

LA MAQUILA. Revista del Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

N°2 (2015) pp. 77-80

77

LA PRECARIEDAD LABORAL EN EL CHILE NEOLIBERAL:

EL CASO DE LOS TRABAJADORES MUNICIPALES

Camilo Nicolini Leiva

Estudiante de Magíster en Ciencias sociales, mención sociología de la

modernización, Universidad de Chile

[email protected]

Las transformaciones en el modelo de

desarrollo suscitadas a partir de la

contra-revolución neoliberal llevada a

cabo por la dictadura cívico-militar

entre los años 1973-1990, luego

profundizada por los gobiernos

civiles desde los noventa hasta la

actualidad, han configuraron un

nuevo escenario en las relaciones de

producción y en la estructura de

clases. Es el paso de la acumulación

de riquezas de matriz fordista a la

acumulación flexible, que tiene su

correlato superestructural en la

transformación del “Estado de

Compromiso” al “Estado Subsidiario”

y la asunción de la ideología

neoliberal como hegemónica, lo que

determina las principales variables

donde se enmarca nuestro objeto de

estudio: El análisis de las condiciones

laborales de los trabajadores

municipales.

La relevancia de este estudio está en

función del propósito de indagar

respecto a las condiciones laborales

de los trabajadores del Estado,

particularmente los funcionarios

municipales, quienes en octubre del

año 2013 protagonizaron una

huelga que tuvo 33 días de

duración. A partir de este estudio de

caso, fue posible analizar cómo las

contra-reformas neoliberales han

afectado las condiciones objetivas y

subjetivas de la clase trabajadora.

La investigación comienza con una

revisión histórica, donde se alude

someramente a las principales

transformaciones en el modelo de

INVESTIGACIÓN

78

desarrollo suscitadas a partir de la

década de los 70´ en adelante. En

consecuencia, se describe la

introducción violenta del

neoliberalismo en Chile, por parte de

la dictadura cívico militar, donde se

cimientan las bases para el paso de

un Estado de Compromiso con una

matriz fordista a un Estado

Subsidiario con un modelo de

acumulación flexible y neoliberal,

luego profundizado por los gobiernos

civiles. Posteriormente se revisan las

principales características de las

relaciones de producción regidas por

la política económica neoliberal,

donde la flexibilización y la

precariedad constituyen las dos caras

de la misma moneda. Luego, se

presentan capítulos resultantes del

proceso de análisis, donde obtuvimos

dos principales dimensiones: Una

relativa a las condiciones laborales y

otra sobre la acción colectiva de los

funcionarios municipales.

Dentro del capítulo sobre condiciones

laborales, hallamos tres categorías:

Una referente a las condiciones

laborales antes de la contra-

revolución neoliberal, otra que

concierne a los efectos del

neoliberalismo en el sistema sanitario

y en las pensiones, y la última

categoría relativa a los discursos

sobre los tipos de contrato en el

municipio. En el capítulo sobre

acción colectiva, encontramos dos

categorías: La primera referente a las

demandas y la organización gremial,

y la segunda donde se alude a las

movilizaciones de los funcionarios

municipales. Para finalizar, se

concluye aludiendo a los principales

hallazgos que emergieron del

proceso investigativo y a las nuevas

líneas investigativas que se pueden

desprender de algunos análisis

surgidos de este estudio.

Entre los principales hallazgos a

destacar, es el hecho de que entre

los entrevistados está vigente una

memoria histórica respecto a las

condiciones y beneficios que tenía la

clase trabajadora antes de la

dictadura y la imposición del sistema

neoliberal en Chile. En ese sentido,

la memoria es comprendida como un

contrapunto para evaluar las

condiciones actuales de la clase

trabajadora. Un segundo hallazgo

relevante es que pudimos apreciar

que la situación actual de los

trabajadores está atravesada por los

distintos tipos de contrato que rigen

las relaciones entre las partes

involucradas. En ese sentido, uno de

Camilo Nicolini. La precariedad laboral en el Chile neoliberal:

El caso de los trabajadores municipales

79

los elementos que constituye una

situación de precariedad, es la

inestabilidad y cuasi informalidad

que en la práctica tienen ciertos

contratos, tales como los honorarios y

sus derivaciones. Un tercer hallazgo,

gira en torno a la organización

gremial, donde se pudo observar una

crítica respecto a su funcionamiento

interno y conducción en periodos de

conflicto. Si bien hay percepciones

distintas, dadas principalmente por la

condición objetiva del tipo de

contrato que posee cada entrevistado

y su rol dentro de la organización

(dirigente versus trabajador de base

imposibilitado de participar en la

organización), fue posible constatar

una tendencia hacia la poca

representatividad que actualmente

posee la organización. En ese

sentido, la carencia de democracia

interna y el escaso número de

funcionarios posibilitados de

participar en relación a la cantidad

total de trabajadores que laburan en

un municipio, hace de esta

organización una estructura

cuestionable en tanto que no

representa a la totalidad de los

trabajadores (discrimina por contrato)

y adolece de autoritarismo por parte

de ciertas dirigencias enquistadas en

el poder. Por último, podemos

destacar los datos relativos a las

huelgas y el poder de negociación

que poseen los trabajadores y sus

organizaciones de clase. En el

estudio fue posible establecer una

relación entre el poder de

negociación de la clase trabajadora

y la desigual distribución de las

riquezas en el país. En consecuencia,

en un Estado donde hallamos un

gran porcentaje de huelgas y

trabajadores que son catalogados

como ilegales (especialmente en el

sector público, donde todas sus

paralizaciones son ilegales de

acuerdo a los estatutos vigentes), un

escuálido porcentaje de trabajadores

tienen permitido negociar y dentro de

ese conjunto, un paupérrimo

porcentaje de sindicatos, en la

práctica, llevan a cabo

negociaciones colectivas.

En síntesis, en esta investigación se

analizaron las condiciones laborales

de los funcionarios municipales,

teniendo como eje teórico el

concepto de precariedad laboral. La

pregunta de investigación que guió el

estudio fue la siguiente: ¿Cuáles son

las condiciones laborales de los

funcionarios municipales, durante el

INVESTIGACIÓN

80

segundo semestre del año 2014, en

el marco del capitalismo neoliberal

chileno? El diseño de la investigación

fue cualitativo, donde la técnica de

producción de datos utilizada, fue la

técnica conversacional de la

entrevista focalizada o semi-

estructurada, aplicada a una muestra

de dos funcionarios municipales con

distinto tipo de contrato y

considerando si formaban parte de

alguna organización gremial o no:

Una dirigente con contrato de planta

y un trabajador con contrato a

honorario que no pertenecía a

alguna organización gremial. La

interpretación de los datos fue

mediante un análisis de contenido

recurriendo al software Atlas Ti 6.0.

1

[ ANEXOS ]

ALFREDO RAMOS MARTÍNEZ (1933). LAS FLORERAS. ÓLEO SOBRE TELA. 97.2 X 76.2 cm. [DETALLE]

LA MAQUILA. Revista del Grupo de Estudios Interdisciplinarios del Trabajo (GEIT)

N°2 (2015) pp. 83-85

83

CONVOCATORIA REVISTA LA MAQUILA N°3

Comité Editorial

Estimadas compañeras y estimados

compañeros:

Los invitamos a participar del tercer

número de nuestra revista enviando

un resumen de alguna investigación o

ensayo teórico/empírico que hayan

realizado durante el año 2015 o

principios del 2016, relacionada/o

con la problemática del trabajo. Este

resumen (de no más de 3 páginas)

aparecerá, si es seleccionado, en la

tercera revista de divulgación del

GEIT en Mayo del año 2016.

Además, la versión larga del

producto aparecerá en un libro virtual

de consulta que se subirá a nuestra

página web.

Proponemos los siguientes ejes

temáticos sobre trabajo para la

realización de las investigaciones o

ensayos:

1. Morfología del trabajo.

2. Nueva cuestión social y

precariedad laboral.

3. Conflictividad laboral y/o

sindicalismo.

4. Subjetividad y subjetivación en los

procesos de trabajo.

5. Mercados de trabajo.

6. Configuraciones productivas:

estilos de desarrollo, Estado y

Sociedad.

7. Género y Trabajo

8. Inmigración y trabajo precario.

9. Salud, seguridad y Discapacidad

en el trabajo.

10. Estudios de procesos de trabajo

Término de Referencia:

Los resúmenes deben ser enviados al

correo [email protected] en un

documento electrónico en formato

WORD (.doc o .docx). El archivo, en

sus propiedades, no debe poseer

ningún elemento que identifique al

autor o autora.

ANEXOS

84

El resumen no debe superar las tres

páginas.

Se debe enviar, además del

resumen, el artículo o ensayo en

formato Word con formato de

compatibilidad 2007 (no más de 30

páginas). Este será agregado a un

libro virtual de artículos del GEIT, a la

cual se podrá acceder a partir de un

enlace que aparecerá en la revista y

en nuestra página web.

En los resúmenes, ensayos y artículos

debe estar citado (APA) todo uso de

ideas o frases perteneciente a un

tercero.

Los resúmenes, ensayos y artículos

deben tener coherencia lógica y

argumentativa.

Los resúmenes, ensayos y artículos

deben tener rigurosidad

metodológica y no presentar errores

de redacción ni de formato.

En la primera página del ensayo o

artículo completo debe adjuntarse

una carta que indique si el

artículo/ensayo se enmarca dentro

de un estudio más extenso o una

investigación en curso. A su vez,

debe indicarse si el trabajo es inédito

o si ha sido publicado o estuviera en

proceso de evaluación en otro medio

de publicación.

En la segunda página deben incluirse

los siguientes datos: título del

artículo/ensayo y nombre, correo

electrónico, afiliación institucional y

teléfono de contacto del(los) autor(es)

del artículo.

Letra Calibri, tamaño 12 e

interlineado de 1,15, justificado.

Margen normal.

La convocatoria se abrirá el día 29

de Febrero del 2016 y se tiene

plazo hasta el día 27 de Marzo del

2016 a las 23:59 para enviar los

artículos o ensayos.

Una vez revisados se notificará a los

autores seleccionados vía email; si

fuera pertinente, se le solicitará

realizar algunas correcciones sobre

ambos documentos.

Criterios de selección

1. Tendrán preferencia las

investigaciones de estudiantes de

pregrado de todas las universidades.

2. Tendrán preferencia los trabajos

inéditos y novedosos.

3. Tendrán preferencia las

investigaciones de carácter empírico

Equipo Editorial. Convocatoria Revista “La Maquila” N°3

85

o ensayos que hablen sobre

coyuntura laboral y/o contexto

sociopolítico que interpele al mundo

del trabajo.

4. Tendrán preferencia las

investigaciones o ensayos que

aporten hallazgos relacionados

principalmente con la situación del

trabajo en Chile.

5. Tendrán preferencia las

investigaciones y ensayo con

significación política

6. Tendrán preferencia los artículos o

ensayos interdisciplinares.

Equipo editorial Maquila N°2 y N°3

Noviembre, 2015