mujeres nomo: bajo una gran · ro no da hijos, da tumores; o a usar frases co - mo: 6se te estÀ...

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Viernes 6 de diciembre de 2019 EL UNIVERSAL A34 CULTURA PROYECTO UNAM Texto: Roberto Gutiérrez Alcalá [email protected] Diplomado sobre historia y cultura mayas El Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM invita al diplo- mado “Historia y cultura mayas”, que se realizará todos los martes, del 28 de enero de 2020 al 12 de enero de 2021, de 16:00 a 19:00 horas. Coor- dinadoras: Francisca Zalaquett y María Elena Guerrero. Inscripciones e informes en los teléfonos 56-22-66-66 y 56-22-18-88, extensión 49448, y en el correo electrónico [email protected] b ESPECIAL Proyecto de reforma del Ministerio Público El Programa Universitario de De- rechos Humanos (PUDH) de la UNAM presentó un proyecto de reforma del Ministerio Público (MP), que busca dotarlo de alta ca- lidad profesional en sus tareas de investigación y persecución del delito. La propuesta se llevó a cabo a partir de un diagnóstico del es- tado actual de esa representación social. El documento fue enviado hace unos días al Presidente de la República y a todos los goberna- dores y fiscales, así como a los pre- sidentes de las comisiones de jus- ticia del Congreso de la Unión y de los congresos estatales. b ESPECIAL Se inaugura estación de lisímetros en CU La UNAM inauguró su estación de lisímetros, primera en su tipo en México y segunda en el continente, junto a la Planta de Composta, en CU. A cargo del Instituto de Geolo- gía, analizará y comparará la cali- dad de suelos regados con aguas re- siduales, tratadas o crudas (sin tra- tar). Un lisímetro es un monolito o bloque de suelo de uno a dos metros cúbicos de volumen y de dos a tres toneladas de peso, extraído en cam- po con un cilindro de acero inoxi- dable. Es útil para la investigación y docencia, pues permite medir y ob- tener desde la superficie datos re- ferentes al subsuelo. b Hace tres décadas, algunas mujeres que por deseo y con- vicción no querían ser mamás se hicieron visibles en el mun- do anglosajón. Pronto se les conoció popularmente como las mujeres No- Mo (abreviatura en inglés de Not Mothers , “No Madre s”). En la actualidad, el número de mujeres No- Mo ha aumentado, lo que hace evidente que cada vez más personas del sexo femenino de- ciden romper el mandato de la maternidad co- mo proyecto único de vida. Como señala el Instituto Nacional de Es- tadística y Geografía (INEGI), basado en los datos generados por la Encuesta Nacional sobre Discriminación, de 1960 a la fecha, la Tasa Global de Fecundidad ha ido a la baja, pasando de siete hijos promedio a dos, es- pecialmente en mujeres que viven en con- textos urbanos y tienen una mayor prepa- ración educativa. “Hasta hace poco no había en español un concepto equivalente que diera nombre a esa condición, por lo cual se hablaba de mujeres sin hijos, que implicaba la idea de que a esas mujeres les faltaba tener un hijo, por lo menos, para estar completas. Apenas en los últimos años se ha popularizado el concepto ‘no ma- te r n i d a d ’ para nombrar y reconocer el deseo de las mujeres de no tener hijos”, dice Tania Rocha Sánchez, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM. La decisión de no tener hijos puede estar condicionada por diferentes causas, como las dificultades en materia de salud que algunas mujeres enfrentarían al buscar procrear o los estragos que muchas sufrirían al someterse a tratamientos especializados que, por lo de- más, no son accesibles para todas. No obstante, también hay mujeres que to- man esta decisión desde su propia historia y el deseo de no ser madres, en algunos casos porque no quieren repetir la vida de las mu- jeres que las antecedieron, como abuelas o ma- dres; porque no les atrae el hecho de dedicar su vida al cuidado y la crianza de un hijo o porque dan prioridad a su desarrollo personal y profesional. Quizás en algún momento las mujeres No- Mo sí pensaron en la posibilidad de tener hijos, pero entonces no había las condiciones (eco- nómicas, de disponibilidad de pareja…), o bien, cuando había las condiciones, ellas sin- tieron que no era el momento adecuado. Es importante pensar en un deseo fluctuante, en el que diversos factores, tanto externos como internos, se vinculan con la vivencia de la no m a te r n i d a d . “Sea como sea, es fundamental echar por tierra la idea de que las mujeres NoMo tienen algún problema psicológico, sufrieron algún trauma en la infancia o son lesbianas, aspecto que no interfiere con el deseo y la posibilidad de que sean madres. Muchas de las mujeres NoMo manifiestan que tienen otras priorida- des en su vida, como desarrollarse en el ámbito personal y profesional, o que sencillamente no se sienten atraídas por el proceso que las con- vertiría en madres. Sin embargo, no les resulta fácil asumir esta posición porque, a partir de la creencia de que el deseo de ser madre es universal e innato y, por consiguiente, está pre- sente en todas las mujeres, la sociedad ejerce una presión muy fuerte sobre ellas”, indica Ro- cha Sánchez. Argumento Esta presión social sobre las mujeres NoMo se pone en práctica mediante los discursos pre- dominantes y los estereotipos que se cobijan bajo ellos; así, se les tilda de “i n c o m p l e t a s”, “e g oís tas”, “f r í a s” o “i n m a d u r a s”. Y no sólo la familia, la pareja o las amistades ejercen esta presión, sino también los profe- sionales de la salud de ambos sexos, que lle- gan a comentarles, por ejemplo, que si un úte- ro no da hijos, da tumores; o a usar frases co- mo: “Se te está acabando el tiempo”, “si es- peras más, no vas a poder”, “te vas a arrepen- tir”, etcétera. “Generalmente, el argumento que se esgri- me a la hora de insistirle a una mujer que de- bería embarazarse es que, si no lo hace, no tendrá quién vea por ella y la cuide cuando sea mayor, pues un hijo, le aseguran, siempre es una compañía…, y justo por esto no pocas mujeres deciden no ser madres, ya que re- chazan la perspectiva de establecer una re- lación tan utilitaria con un hijo”, apunta la académica universitaria. A veces, cuando una mujer NoMo mantiene una relación amorosa (que puede ser hetero- sexual o no heterosexual), su pareja tampoco está interesada en tener hijos, y todo es armo- nía; pero a veces sí lo está, debido a lo cual dicha relación puede terminar por la no coin- cidencia de intereses. “En ocasiones sucede también que una mu- jer resuelve casarse, pero, con el tiempo, la idea de ser madre no surge en ella como un deseo real: está ahí, pero sin que se den las condiciones para que lo alcance. Y es que el deseo de ser madre no brota de repente, se ESPECIAL “Las mujeres que eligieron no ser madres han considerado también las repercusiones que, tanto en lo económico como en materia de demanda de tiempo y presión personal, tiene el hecho de cuidar a otro” TANIA ROCHA SÁNCHEZ Académica de la Facultad de Psicología de la UNAM Mujeres NoMo: bajo una gran presión social A quienes no quieren ser madres se les tilda de “i nc o m p le t a s ”, “frías”, “i n m adu ra s ” o “e go í st a s ”. Aunque son escasos los datos al respecto, se calcula que en nuestro país sólo representarían entre 1% y 2% de la población femenina construye a partir de los aspectos culturales, la historia específica, la subjetividad y la ca- pacidad o habilidad con que se percibe cada mujer y, por supuesto, del apoyo real con que cuenta para tal responsabilidad. Es decir, el instinto maternal no existe, aunque a muchas personas les cueste trabajo admitirlo”, añade Rocha Sánchez. Contraste Se sabe que entre más educación y prepara- ción profesional tienen las mujeres, menos hijos llegan a parir. No obstante, en México aún prevalece el discurso de que lo mejor que le puede pasar a una mujer es tener hijos. Las consecuencias de esto son patentes: mientras disminuye la tasa de fecundidad en mujeres que viven en contextos urbanos y gozan de una mayor preparación educativa, el país enfrenta un problema de salud grave por la tasa elevada de embarazos adolescen- tes, propiciado por los estereotipos y las ex- pectativas en torno a las mujeres y el rol de ser madres. “Se debe ver este contraste para entender, por un lado, que el movimiento NoMo sí está creciendo en México, pero a pasos muy lentos; y, por el otro, que el reto que afronta es gigan- tesco, sobre todo si tomamos en cuenta que sigue habiendo niñas de 10 u 11 años que son forzadas a parir y que el aborto todavía no se ha legalizado en todo el territorio nacional.” Falta de igualdad y equidad No es raro que las mujeres NoMo reciban cas- tigos que la mayoría de las veces no son con- siderados tales por quienes se los imponen. Uno de ellos consiste en plantearles que, como no tienen hijos, les toca cuidar a alguno de sus padres (o a los dos) o a otros parientes de la tercera edad, precisamente porque domina la idea de que, incluso sin hijos, es tarea de las mujeres hacerse cargo del cuidado de otros. “Me parece grave creer que las mujeres que eligieron no ser mamás tienen un problema de amor propio y que, como no se aman, no son capaces de amar a alguien más. Pero hay que decirlo: a partir de los estereotipos de género, si algo nos ha tocado por obligación a las mu- jeres desde que somos niñas, es cuidar a otros. Según el INEGI, las mujeres destinan la mayor parte de su tiempo a tareas de cuidado de sus hijos o de otros parientes, y domésticas; en cambio, los hombres destinan únicamente en- tre cinco y ocho horas a la semana a dichas tareas. De este modo, ante la falta de igualdad y equidad, se puede comprender con más fa- cilidad por qué quienes tienen las condiciones y las posibilidades deciden no ser madres”, fi- naliza la académica. b

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Page 1: Mujeres NoMo: bajo una gran · ro no da hijos, da tumores; o a usar frases co - mo: 6Se te estÀ acabando el tiempo 7,6si es-peras mÀs, no vas a poder 7,6te vas a arrepen - tir 7,

Viernes 6 de diciembre de 2019 EL UNIVERSALA34 CU LT U R A

PROYECTO UNAMTexto: Roberto Gutiérrez Alcalá

ro [email protected]

Diplomado sobre historia y cultura mayasEl Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM invita al diplo-mado “Historia y cultura mayas”, que se realizará todos los martes, del28 de enero de 2020 al 12 de enero de 2021, de 16:00 a 19:00 horas. Coor-dinadoras: Francisca Zalaquett y María Elena Guerrero. Inscripciones einformes en los teléfonos 56-22-66-66 y 56-22-18-88, extensión 49448, yen el correo electrónico [email protected] b

E S P E

C I A L Proyecto de

reforma delMinisterio PúblicoEl Programa Universitario de De-rechos Humanos (PUDH) de laUNAM presentó un proyecto dereforma del Ministerio Público(MP), que busca dotarlo de alta ca-lidad profesional en sus tareas deinvestigación y persecución deldelito. La propuesta se llevó a caboa partir de un diagnóstico del es-tado actual de esa representaciónsocial. El documento fue enviadohace unos días al Presidente de laRepública y a todos los goberna-dores y fiscales, así como a los pre-sidentes de las comisiones de jus-ticia del Congreso de la Unión y delos congresos estatales. b

E S P E

C I A LSe inaugura

estación delisímetros en CULa UNAM inauguró su estación delisímetros, primera en su tipo enMéxico y segunda en el continente,junto a la Planta de Composta, enCU. A cargo del Instituto de Geolo-gía, analizará y comparará la cali-dad de suelos regados con aguas re-siduales, tratadas o crudas (sin tra-tar). Un lisímetro es un monolito obloque de suelo de uno a dos metroscúbicos de volumen y de dos a trestoneladas de peso, extraído en cam-po con un cilindro de acero inoxi-dable. Es útil para la investigación ydocencia, pues permite medir y ob-tener desde la superficie datos re-ferentes al subsuelo. b

Hace tres décadas, algunasmujeres que por deseo y con-vicción no querían ser mamásse hicieron visibles en el mun-do anglosajón. Pronto se les

conoció popularmente como las mujeres No-Mo (abreviatura en inglés de Not Mothers, “NoMadre s”).

En la actualidad, el número de mujeres No-Mo ha aumentado, lo que hace evidente quecada vez más personas del sexo femenino de-ciden romper el mandato de la maternidad co-mo proyecto único de vida.

Como señala el Instituto Nacional de Es-tadística y Geografía (INEGI), basado en losdatos generados por la Encuesta Nacionalsobre Discriminación, de 1960 a la fecha, laTasa Global de Fecundidad ha ido a la baja,pasando de siete hijos promedio a dos, es-pecialmente en mujeres que viven en con-textos urbanos y tienen una mayor prepa-ración educativa.

“Hasta hace poco no había en español unconcepto equivalente que diera nombre a esacondición, por lo cual se hablaba de mujeressin hijos, que implicaba la idea de que a esasmujeres les faltaba tener un hijo, por lo menos,para estar completas. Apenas en los últimosaños se ha popularizado el concepto ‘no ma-te r n i d a d ’ para nombrar y reconocer el deseode las mujeres de no tener hijos”, dice TaniaRocha Sánchez, académica de la Facultad dePsicología de la UNAM.

La decisión de no tener hijos puede estarcondicionada por diferentes causas, como lasdificultades en materia de salud que algunasmujeres enfrentarían al buscar procrear o losestragos que muchas sufrirían al someterse atratamientos especializados que, por lo de-más, no son accesibles para todas.

No obstante, también hay mujeres que to-man esta decisión desde su propia historia yel deseo de no ser madres, en algunos casosporque no quieren repetir la vida de las mu-jeres que las antecedieron, como abuelas o ma-dres; porque no les atrae el hecho de dedicarsu vida al cuidado y la crianza de un hijo oporque dan prioridad a su desarrollo personaly profesional.

Quizás en algún momento las mujeres No-Mo sí pensaron en la posibilidad de tener hijos,pero entonces no había las condiciones (eco-nómicas, de disponibilidad de pareja…), obien, cuando había las condiciones, ellas sin-tieron que no era el momento adecuado. Esimportante pensar en un deseo fluctuante, enel que diversos factores, tanto externos comointernos, se vinculan con la vivencia de la nom a te r n i d a d .

“Sea como sea, es fundamental echar portierra la idea de que las mujeres NoMo tienenalgún problema psicológico, sufrieron algún

trauma en la infancia o son lesbianas, aspectoque no interfiere con el deseo y la posibilidadde que sean madres. Muchas de las mujeresNoMo manifiestan que tienen otras priorida-des en su vida, como desarrollarse en el ámbitopersonal y profesional, o que sencillamente nose sienten atraídas por el proceso que las con-vertiría en madres. Sin embargo, no les resultafácil asumir esta posición porque, a partir dela creencia de que el deseo de ser madre esuniversal e innato y, por consiguiente, está pre-sente en todas las mujeres, la sociedad ejerceuna presión muy fuerte sobre ellas”, indica Ro-cha Sánchez.

A r g u m e ntoEsta presión social sobre las mujeres NoMo sepone en práctica mediante los discursos pre-dominantes y los estereotipos que se cobijanbajo ellos; así, se les tilda de “i n c o m p l e t a s”,“e g oís tas”, “f r í a s” o “i n m a d u r a s”.

Y no sólo la familia, la pareja o las amistadesejercen esta presión, sino también los profe-sionales de la salud de ambos sexos, que lle-gan a comentarles, por ejemplo, que si un úte-ro no da hijos, da tumores; o a usar frases co-mo: “Se te está acabando el tiempo”, “si es-peras más, no vas a poder”, “te vas a arrepen-tir ”, etcétera.

“Generalmente, el argumento que se esgri-me a la hora de insistirle a una mujer que de-bería embarazarse es que, si no lo hace, notendrá quién vea por ella y la cuide cuandosea mayor, pues un hijo, le aseguran, siemprees una compañía…, y justo por esto no pocasmujeres deciden no ser madres, ya que re-chazan la perspectiva de establecer una re-lación tan utilitaria con un hijo”, apunta la

académica universitaria.A veces, cuando una mujer NoMo mantiene

una relación amorosa (que puede ser hetero-sexual o no heterosexual), su pareja tampocoestá interesada en tener hijos, y todo es armo-nía; pero a veces sí lo está, debido a lo cualdicha relación puede terminar por la no coin-cidencia de intereses.

“En ocasiones sucede también que una mu-jer resuelve casarse, pero, con el tiempo, laidea de ser madre no surge en ella como undeseo real: está ahí, pero sin que se den lascondiciones para que lo alcance. Y es que eldeseo de ser madre no brota de repente, se

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C I A L

“Las mujeres que eligieron noser madres han consideradotambién las repercusiones que,tanto en lo económico como enmateria de demanda de tiempoy presión personal, tiene elhecho de cuidar a otro”TANIA ROCHA SÁNCHEZAcadémica de la Facultadde Psicología de la UNAM

Mujeres NoMo:bajo una granpresión social

A quienes no quieren sermadres se les tilda de“i nc o m p le t a s ”, “frías”,“i n m adu ra s ” o “e go í st a s ”.Aunque son escasos losdatos al respecto, secalcula que en nuestropaís sólo representaríanentre 1% y 2% de lapoblación femenina

construye a partir de los aspectos culturales,la historia específica, la subjetividad y la ca-pacidad o habilidad con que se percibe cadamujer y, por supuesto, del apoyo real con quecuenta para tal responsabilidad. Es decir, elinstinto maternal no existe, aunque a muchaspersonas les cueste trabajo admitirlo”, añadeRocha Sánchez.

C o nt ra steSe sabe que entre más educación y prepara-ción profesional tienen las mujeres, menoshijos llegan a parir. No obstante, en México aúnprevalece el discurso de que lo mejor que lepuede pasar a una mujer es tener hijos.

Las consecuencias de esto son patentes:mientras disminuye la tasa de fecundidad enmujeres que viven en contextos urbanos ygozan de una mayor preparación educativa,el país enfrenta un problema de salud gravepor la tasa elevada de embarazos adolescen-tes, propiciado por los estereotipos y las ex-pectativas en torno a las mujeres y el rol deser madres.

“Se debe ver este contraste para entender,por un lado, que el movimiento NoMo sí estácreciendo en México, pero a pasos muy lentos;y, por el otro, que el reto que afronta es gigan-tesco, sobre todo si tomamos en cuenta quesigue habiendo niñas de 10 u 11 años que sonforzadas a parir y que el aborto todavía no seha legalizado en todo el territorio nacional.”

Falta de igualdad y equidadNo es raro que las mujeres NoMo reciban cas-tigos que la mayoría de las veces no son con-siderados tales por quienes se los imponen.Uno de ellos consiste en plantearles que, comono tienen hijos, les toca cuidar a alguno de suspadres (o a los dos) o a otros parientes de latercera edad, precisamente porque domina laidea de que, incluso sin hijos, es tarea de lasmujeres hacerse cargo del cuidado de otros.

“Me parece grave creer que las mujeres queeligieron no ser mamás tienen un problema deamor propio y que, como no se aman, no soncapaces de amar a alguien más. Pero hay quedecirlo: a partir de los estereotipos de género,si algo nos ha tocado por obligación a las mu-jeres desde que somos niñas, es cuidar a otros.Según el INEGI, las mujeres destinan la mayorparte de su tiempo a tareas de cuidado de sushijos o de otros parientes, y domésticas; encambio, los hombres destinan únicamente en-tre cinco y ocho horas a la semana a dichastareas. De este modo, ante la falta de igualdady equidad, se puede comprender con más fa-cilidad por qué quienes tienen las condicionesy las posibilidades deciden no ser madres”, fi-naliza la académica. b