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Como te mencionamos en el boletín anterior CICE AMÉRICA tiene su propio stand en la Aldea Global de desarro- llo. En el mismo encontrarás una variedad de libros a tu disposición, bastante útiles, entre los cuales están: Desde la Naturaleza, Jesús Habla a los Jóve- nes 30 temas de reflexión desarrollados por el sa- cerdote y educador scout Guido Blanchette B., O.M.I. Cada tema se presenta con fotografías alusivas, un breve texto tomado del Evangelio, una reflexión para ado- lescentes y sus animado- res, y una oración toma- da generalmente de los Salmos o de otros libros tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Historia de la Conferen- cia Internacional Católi- ca de Escultismo El primer libro publicado sobre la historia de la CICE a nivel mundial, cómo se fundó, cuáles fueron los factores que indujo a este propósito, sus precursores, etc. Encontrarás también polos, botones y la paño- leta y la insignia oficial de CICE AMÉRICA. CICE en el MOOT Nuestro Stand staff Secretario Regional CICE América Dr. Rolando Rocha Dirección General Boletín Info CICE América : Daniel Nisttahuz Diseño y Diagrama- ción Andrea Cabrera Fotografías e Imágenes: Darwin Nisttahuz Edición de Textos Daniel Nisttahuz Redacción y recopila- ción de textos: Ximena Romero Andrea Cabrera Sylvia Said Hanna André Torricelli Daniel Nisttahuz Dr. Rolando Rocha Dirección: Calle Litoral Nº300, Margen Laguna Alalay Teléfono: (591)-4-4542202 Fax: (591)-4-4540404 Visita nuestra web: www.cice-america.org Primer Moot Scout Panamericano— No. 2 Gracias Señor, por todo cuanto me diste en el año que termina. Gracias por los días de sol y los nublados tristes; por las tardes tranquilas y las noches oscuras. Gracias por la salud y la enfermedad, por las pe- nas y las alegrías. Gracias por todo cuanto me prestaste y luego me pediste. Gracias Señor por la son- risa amable y por la mano amiga, por el amor y por todo lo hermoso y por todo lo dulce. Por las flores y las estre- llas por la existencia de Dame paciencia y humildad, desprendi- miento y generosidad. Dame Señor, lo que Tú sabes que me conviene y yo no se pedir. Que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activas y que me halle siempre dispuesto a hacer tu Santa Volun- tad. Derrama Señor, tus gracias sobre todos los que amo y concede Tu paz al mundo entero... Amén. los niños y de las almas buenas. Gracias por la soledad, por el trabajo por las inquietudes, las dificulta- des y las lágrimas.. Por todo lo que me acercó a Tí... Gracias por haberme conservado la vida y por haberme dado techo, abrigo y sustento... Que me traerá el año que empieza? Lo que Tú quie- ras Señor. Pero te pido FE para mirarte en todo, esperan- za para no desfallecer y cari- dad para amarte cada día más y para hacerte amar de los que me rodean. Oración ORACIÓN POR EL AÑO QUE TERMINA Extraído de: www.devociones.org Visita nuestra web: www.cice-america.org

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Dirección General Boletín Info CICE América : Daniel Nisttahuz Gracias por todo cuanto me prestaste y luego me pediste. los niños y de las almas buenas. Gracias por la soledad, por el trabajo por las inquietudes, las dificulta- des y las lágrimas.. Por todo lo que me acercó a Tí... Gracias Señor, por todo cuanto me diste en el año que termina. Que me traerá el año que empieza? Lo que Tú quie- ras Señor. Dirección: Calle Litoral Nº300, Margen Laguna Alalay Amén.

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Page 1: MOOT2

Como te mencionamos en el boletín anterior CICE AMÉRICA tiene su propio stand en la Aldea Global de desarro-llo.

En el mismo encontrarás una variedad de libros a tu disposición, bastante útiles, entre los cuales están:

Desde la Naturaleza, Jesús Habla a los Jóve-nes

30 temas de reflexión desarrollados por el sa-cerdote y educador scout Guido Blanchette B., O.M.I. Cada tema se presenta con fotografías alusivas, un breve texto tomado del Evangelio, una reflexión para ado-lescentes y sus animado-

res, y una oración toma-da generalmente de los Salmos o de otros libros tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Historia de la Conferen-cia Internacional Católi-ca de Escultismo

El primer libro publicado sobre la historia de la CICE a nivel mundial, cómo se fundó, cuáles fueron los factores que indujo a este propósito, sus precursores, etc.

Encontrarás también polos, botones y la paño-leta y la insignia oficial de CICE AMÉRICA.

CICE en el MOOT

Nuestro Stand

staff Secretario Regional

CICE América

Dr. Rolando Rocha

Dirección General

Boletín Info CICE

América :

Daniel Nisttahuz

Diseño y Diagrama-ción

Andrea Cabrera

Fotografías e Imágenes:

Darwin Nisttahuz

Edición de Textos

Daniel Nisttahuz

Redacción y recopila-ción de textos:

Ximena Romero

Andrea Cabrera

Sylvia Said Hanna

André Torricelli

Daniel Nisttahuz

Dr. Rolando Rocha

Dirección:

Calle Litoral Nº300, Margen Laguna Alalay

Teléfono:

(591)-4-4542202

Fax:

(591)-4-4540404

Visita nuestra web: www.cice-america.org

Primer Moot Scout Panamericano— No. 2

Gracias Señor, por todo cuanto me diste en el año que termina. Gracias por los días de sol y los nublados tristes; por las tardes tranquilas y las noches oscuras. Gracias por la salud y la enfermedad, por las pe-nas y las alegrías. Gracias por todo cuanto me prestaste y luego me pediste. Gracias Señor por la son-risa amable y por la mano amiga, por el amor y por todo lo hermoso y por todo lo dulce.

Por las flores y las estre-llas por la existencia de

Dame paciencia y humildad, desprendi-miento y generosidad. Dame Señor, lo que Tú sabes que me conviene y yo no se pedir. Que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activas y que me halle siempre dispuesto a hacer tu Santa Volun-tad. Derrama Señor, tus gracias sobre todos los que amo y concede Tu paz al mundo entero...

Amén.

los niños y de las almas buenas. Gracias por la soledad, por el trabajo por las inquietudes, las dificulta-des y las lágrimas.. Por todo lo que me acercó a Tí... Gracias por haberme conservado la vida y por haberme dado techo, abrigo y sustento... Que me traerá el año que empieza? Lo que Tú quie-ras Señor. Pero te pido FE para mirarte en todo, esperan-za para no desfallecer y cari-dad para amarte cada día más y para hacerte amar de los que me rodean.

Oración ORACIÓN POR EL AÑO QUE TERMINA

Extraído de: www.devociones.org

Visita nuestra web: www.cice-america.org

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Agosto estaba terminando tibio. Había llovido en la últi-ma semana y, con el llanto de las nubes, el cielo se había despejado. Cuando se acerca septiembre, suele suceder que el viento de tierra adentro sopla suavemente y a la vez que va entibiando su aliento, logra devolver al cielo todo su azul y su luminosidad. Y aquella tarde, pasaje entre agosto y septiembre, el cielo azul se vio poblado por las finas telitas voladoras que los niños llaman Babas del Dia-blo. ¿De dónde venían? ¿Para adónde iban? Pienso que ven-ían del territorio de los cuen-tos, y avanzaban hacia la tierra de los hombres. En una de esas telitas, finas y misteriosas como todo naci-miento, venía navegando una arañita. Pequeña : puro futuro e instinto. Volando tan alto, la arañita veía allá muy abajo los campos verdes recién sembrados y

acompañó en el trayecto y la mantuvo unida a su punto de partida. Y por ese hilo volvió luego a subir hasta su punto de desembarco. Ya era de noche. Y como era pequeña y la tierra le daba miedo, se quedó a dormir en la altura. Recién por la mañana volvió a repetir su descenso, que esta vez fue para ponerse a construir una pequeña tela que le sirviera en su deseo de atrapar bichi-tos. Porque la arañita sintió hambre. Hambre y sed. Su primera emoción fue grande al sentir que un insecto más pequeño que ella había quedado prendido en su tela-trampa. Lo envol-vió y lo succionó. Luego, como ya era tarde, volvió a trepar por el hilito primor-dial, a fin de pasar la noche reencontrándose consigo misma allá en su punto de desembarco. Y esto se repitió cada maña-na y cada noche. Aunque cada día la tela era más gran-de, más sólida y más capaz de atrapar bichos mayores. Y siempre que añadía un nue-vo círculo a su tela, se veía obligada a utilizar aquel fino hilo primordial a fin de mantenerla tensa, agarrando de él los hilos cuyas otras puntas eran fijados en ra-mas, troncos o yuyos que

dispuestos en praderas. Todo parecía casi ilusión o ensueño para imaginar. Nada era preciso. Todo permitía adivinar más que conocer. Pero poco a poco la nave del animalito fue descendiendo hacia la tierra de los hombres. Se fueron haciendo más claras las cosas y más chico el horizonte. Las casas eran ya casi casas, y los árboles frutales podían distin-guirse por lo floridos, de los otros que eran frondosos. Cuando la tela flotante llega en su descenso a rozar la altura de los árboles grandes, nuestro animalito se sobresaltó. Porque la enorme mole de los eucaliptos comenzó a pesar misteriosa y amenazadoramente a su lado como grises témpanos de un mar desconocido. Y de repente: ¡Tras! Un sacudón conmovió el vuelo y lo detuvo. ¿Qué había pasado? Simplemen-te que la nave había encallado en la rama de un árbol y el oleaje del viento la hacía flamear fija en el mismo sitio. Pasado el primer susto, la arañi-ta, no sé si por instinto o por una orden misteriosa y ancestral, comenzó a correr por la tela hasta pararse finalmente en el tronco en el que había encallado su nave. Y desde allí se largó en vertical buscando la tierra. Su aterrizaje no fue una caída, fue un descenso. Por- que un hilo fino, pero muy resistente, la

reflexiones

Página 2 INFO - CICE No. 2

El Hilo Primordial

Visita nuestra web: www.cice-america.org tironeaban para abajo. El hilo ese era el único que tironeaba para arriba. Y por ello lograba mantener tensa toda la estructu-ra de la tela. Por supuesto, la arañita no filo-sofaba demasiado sobre estructu-ras, tironeos o tensiones. Simple-mente obraba con inteligencia y obedecía a la lógica de la vida de su estirpe tejedora. Y cada noche trepaba por el hilo inicial a fin de reencontrarse con su punto de partida.

Pero un día

atrapó un bicho de marca ma-yor. Fue un banquetazo. Luego de succionarlo (que es algo así como : vaciar para apropiarse) se sintió contenta y agotada. Esa noche se dijo que no subiría por el hilo. 0 no se lo dijo. Simple-mente no subió. Y a la mañana siguiente vio con sorpresa que por no haber subido, tampoco se veía obligada a descender. Y esto le hizo decidir no tomarse el trabajo del crepúsculo y del amanecer, a fin de dedicar sus fuerzas a la caza y succión de presas que cada día preveía ma-yores. Y así, poco a poco fue olvidándo-se de su origen, y dejando de recorrer aquel hilito fino y pri-mordial que la unía a su infancia viajera y soñadora. Sólo se pre-ocupaba por los hilos útiles que

dónde conduciría. Y tampo-co logró darse una respuesta apropiada. Esto le dio rabia. ¡Caramba! Ella era una araña práctica, científica y técnica. Que no le vinieran ya con poemas infantiles de vuelos en atardeceres tibios de pri-mavera. O ese hilo servía para algo, o había que elimi-narlo. ¡Faltaba más, que hubiera que ocuparse de cosas inútiles a una altura de la vida en que eran tan exi-gentes las tareas de creci-miento y subsistencia! Y le dio tanta rabia el no verle sentido al hilo primor-dial, que tomándolo entre las pinzas de sus mandíbulas, lo seccionó de un solo golpe. ¡Nunca lo hubiera hecho! Al perder su punto de tensión hacia arriba, la tela se cerró como una trampa fatal sobre la araña. Cada cosa recuperó su fuerza disgregadora, y el golpe que azotó a la araña contra el duro suelo, fue terrible. Tan tremendo que la pobre perdió el conoci-miento y quedó desmayada sobre la tierra, que esta vez la recibiera mortíferamente. Cuando empezó a recuperar su conciencia, el sol ya se acercaba a su cenit. La tela pringosa, al resecarse sobre su cuerpo magullado, lo iba estrangulando sin compasión y las osamentas de sus presas le trituraban el pecho, en un abrazo angustioso y asesino. Pronto entró en las tinieblas, sin comprender siquiera que se había suicidado al cortar aquel hilo primordial por el que había tenido su primer contacto con la tierra madre, que ahora sería su

había que reparar o tejer cada día, e ido a que la caza mayor tenía exigencias agotadoras. Así amaneció el día fatal. Era una mañana de verano pleno. Se despertó con el sol naciente. La luz rasante irisaba de perlas el rocío cristalizado en gotas en su tela. Y en el centro de su tela radiante, la araña adulta se sin-tió el centro del mundo. Y co-menzó a filosofar. Satisfecha de sí misma, quiso darse a sí misma la razón de todo lo que existía a su alrede-dor. Ella no sabía que de tanto mirar lo cercano, se había vuelto miope. De tanto preocuparse sólo por lo inmediato y urgente, terminó por olvidar que más allá de ella y del radio de su tela, aún quedaba mucho mundo con existencia y realidad. Podría al menos haberlo intuido del hecho de que todas sus pre-sas venían del más allá. Pero también había perdido la capaci-dad de intuición. Diría que a ella no le interesaba el mundo del más allá; solo le interesaba lo que del más allá llegaba hasta ella. En el fondo sólo se interesa-ba por ella y nada más, salvo quizá por su tela cazadora. Y mirando su tela, comenzó a encontrar-le la finalidad a cada hilo. Sabía de dónde partían y hacia dónde se dirigían. Dónde se enganchaban y para qué serv-ían. Hasta que se topó con ese bendito hilo primordial. Intriga-da trató de recordar cuándo lo había tejido. Y ya no logró recor-dar-lo. Porque a esa altura de la vida los recuerdos, para poder durarle, tenían que estar ligados a alguna presa conquistada. Su memoria era eminentemente utilitarista. Y ese hilo no había apresado nada en todos aquellos meses. Se preguntó entonces a

Página 3 Primer Moot Scout Panamericano

Autor Mamerto Menapace

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