mons. alfonso uribe j. la iglesia en pentecostes

8/12/2019 Mons. Alfonso Uribe j. La Iglesia en Pentecostes

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LA IGLESIA EN PENTECOSTES

MONS. ALFONSO URIBE JARAMILLO



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INTRODUCCION

San Lucas Escribió el Evangelio y los Hechos como partes integrantes deuna misma obra. Más tarde fueron separadas cuando se reunieron los

cuatro Evangelios en un mismo códice.

Por lo tanto, si queremos conocer bien el mensaje y el contenido de losHechos de los Apóstoles debemos conocer primero el Evangelio de SanLucas.

La finalidad principal de los Hechos es narrar la historia de los orígenes delcristianismo y poner de presente la acción del Espíritu santo en esta etapatan importante y decisiva.

El plan es muy claro: Mostrar cómo tuvieron cabalcumplimiento laspalabras del Señor antes de la Ascensión: “Recibiréis la fuerza del EspírituSanto que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén,en toda Judea, en Samaría, y hasta los confines de la tierra” (Hch 2, 8).

La fe se implanta sólidamente primero en Jerusalén, donde la primeracomunidad crece en gracia y número, Pronto se inicia la expansión,preparada por la tendencia universalista de los convertidos del judaísmohelenista y por su expulsión a raíz del martirio de Esteban, se llega aSamaria así como a la región del sur y oeste de Jerusalén, hasta la costa yCesárea, mientras la conversión de Pablo nos descubre que ya haycristianos en Damasco presagia la evangelización de Cíclica.

Estribillos como (que añade Galilea) subrayan bien a las claras la difusiónde la fe. Luego, es Antioquia la que recibe el mensaje de JESÙS, y se va aconvertir en foco de irradiación, no sin mantener con Jerusalén relaciones

por las que se establecen acuerdos sobre los principales problemasmisionales. En efecto este es el momento de que el Evangelio llegue a losgentiles. Pedro, después de la conversión de Cornelio y de la prisión deJerusalén ha salido con destino desconocido, y en adelante, será Pablo elque en el relato de Lucas ocupará el primer plano. Después de un primerviaje a Chipre y Asia menor, antes del Concilio de Jerusalén, otros dosviajes le llevarán hasta Macedonia y Grecia. Siempre vuelve a Jerusalén: ysu arrebato en esta ciudad y su cautiverio en Cesárea, le darán ocasiónpara hacerse llevar, preso sí, pero siempre misionero, hasta Roma, donde

en cadenas anuncia a Cristo. Esta capital del Imperio, vista desde Jerusalén



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representa perfectamente los “confines de la tierra” y Lucas puede cerrarahí su libro.

Esta obra no narra la actividad misionera de Pedro fuera de Palestina, ni la

de los demás Apóstoles porque Lucas se limita a escribir lo que conoció yvivió por sí mismo, o por fuentes cuyo valor puedo verificar.

Y es que el valor principal de los Hechos está en su aporte doctrinal cuyariqueza veremos a continuación.

Pero el eje de toda esta obra es el soplo irresistible del Espíritu Santo queaparece desde el Comienzo (H. 1,2), hasta el punto que los Hechos hansido llamados “El evangelio del Espíritu Santo”.

Cuan pobres serían nuestros conocimientos de la persona y de la accióndel Espíritu nos da por medio de san Lucas en este libro admirable.

Advertencia importante

Al estudiar, a la luz de los Hechos, la acción del Espíritu Santo en losApóstoles y en la primera comunidad cristiana no queremos, ni muchomenos, proponer y exaltar una Pastoral primitivista como la única válidapara todos los tiempos y todos los lugares.

Defender esta posición primitivista sería negar la acción constante delEspíritu Santo que “renueva incesantemente a su Iglesia” (L.G. No. 4) yque la enriquece siempre con el tesoro infinito de su gracia, de su luz, desu amor y de sus dones.

Si algo no es estático es el dinamismo del Espíritu Santo, alma de la Iglesia.

Pero lo que sí debemos descubrir quienes ya nos acercamos al nuevomilenio del cristianismo es que la Iglesia es el instrumento de Cristo parala salvación de la humanidad, y que, por lo mismo, debe vivir en continuaexpansión para ser la levadura que fermenta toda la masa.

Peo no podrá cumplir su misión universal de Evangelización y Salvación sino está lleno del poder del Espíritu y si no se dedica a la extensión delReino con toral docilidad a la acción y conducción de este Espíritu Santo

que “es Señor y dador de vida”.



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ORACION

Oh divino Espíritu, Maestro de toda verdad, enséñame algunas de las

grandes verdades y muéstrame algunas de las riquezas que encierra “los Hechos de los Apóstoles”, que son la expresión de algo de lo que Túhiciste en los Apóstoles y en los cristianos de la Iglesia en sus comienzos.

Te doy gracias por las maravillas que hiciste en este primer Pentecostés ypor las que haces ahora, cuando sigues reglando a tu Iglesia la efusión detu amor, de tu verdad y de tu santidad.

Gracias, porque me has enseñado que tu Pentecostés en la Iglesia es

continuo, y que no debo leer los hechos solamente como la historia de unpasado lejano, sino como el comienzo de una acción constante eininterrumpida de tu amor. “Abre mi inteligencia para que comprenda lasEscrituras “ (Lc. 24,45 ) y aumenta mi fe, en tu acción insustituible.

Lléname de tu verdad y llévame a la verdad plena” (J. 16, 13). Renueva tu Pentecostés en mí y en toda tu Iglesia.

Cuánta necesidad tenemos de ti!

1. COMO ERAN LOS APOSTOLES DESPUES DE LA RESURRECCION DEJESUS Y ANTES DE PENTECOSTES?

Los apóstoles habían recibido la gracia de conocer a Jesús, es decir, derecibir todas sus enseñanzas y de haber disfrutado durante varios años desu compañía y de su amistad.

En la Cena Pascual habían recibido la consagración sacerdotal: Haced estoen memoria mía “.

Había recibido la misión universal de predicar la Buena Nueva a todas lasgentes. “Como mi Padre me envió así yo os envío”.

“Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación”(Mc. 16,15); y pudieron comprobar de muchas maneras la resurrección de

Jesús.



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No dedicamos mucho tiempo a empresas temporales, prefiriendo la pescaen el lago, a la entrega total al servicio del Señor?

Estamos llenos del poder del Espíritu, para ser testigos de JESÙS

Resucitado En todas partes?

2. BAUTIZADO EN EL ESPIRITU SANTO

Los once apóstoles obedecieron la orden de Jesús; se volvieron del Montedelos olivos a Jerusalén subieron a la estancia superior donde vivían “y todos ellos perseveraban en la oración con un mismo espíritu encompañía de algunas mujeres, de MARÌA la Madre de Jesús y de sus

hermanos (H.1, 12-15).

“Uno de aquellos días, fue agregado Matías al Número de los doceapóstoles” (H. 1,26).

En este pasaje recibimos una gran lección y es la de que todo Pentecostéstiene que ser preparado con intensa oración.

Jesús mismo recibe el Espíritu Santo en el Jordán “cuando estaba enoración” (Lc. 3, 21); y cuando habló de la eficacia de la oración dijo: “Sivosotros siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, cuántomás el Padre del cielo, dará el Espíritu Santo a los que se los pidan” (Lc.11,13).

Pablo VI dijo en su homilía de Mayo de 1975: “El encuentro con el EspírituSanto y Santificador, tiene lugar en el secreto del Corazón”.

Por eso los apóstoles, antes del gran día, perseveraban unánimes en laoración con María La madre de JESÙS”. Es el primero y maravillosos retiroespiritual”.

Vemos cómo en la Renovación Espiritual Carismática, por lo general, laque llamamos efusión o bautismo en el Espíritu Santo, se da al final de unseminario de vida y en un grupo fraternal de oración.



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En la medida en que con el corazón digamos: “Ven Espíritu Santo, VenEspíritu Creador”, El vendrá con la plenitud de su amor y con la riqueza delos dones.

PENTECOSTES

Llegado el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar.De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de vientoimpetuoso que llenó toda la casa en que se encontraban. Se lesaparecieron unas lenguas de fuego que se repartieron y se posaron sobrecada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron ahablar enotras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. Habíaen Jerusalén hombres piadosos que allí residían, venidos de todas las

naciones que hay bajo el cielo (Hch. 2,1-5).

Pablo VI en la homilía ya citada, describió así lo que fue ese primerPentecostés: “En este momento, la reparación desemboca ya en elcumplimiento del misterio de Pentecostés: el Espíritu Santo, es decir Dios-amor vive en el alma, e inmediatamente el alma se siente invadida poruna imprevista necesidad de abandonarse al AMOR, a un super-amor; y almismo tiempo, se siente como sorprendida, por una insólita valentía, lavalentía propia de quien es feliz y está seguro; la valentía de hablar, decantar,de proclamar a los demás, a todos, “ las grandezas de Dios” (Act. 2,11); he aquí que estalla el milagro de las lenguas, que para nosotros,lejanos pero no indolentes herederos de tan gran prodigio, se traduce enla felicidad del testimonio a todos, para todos, en un ilimitado radio deapostolado. No sólo el ministerio, sino de positiva, voluntaria yanimosaactividad efusiva ydifusiva del mensaje de Cristo; de apostolado,repetimos.

Detengamos hoy aquí nuestro anuncio de Pentecostés: es el anuncio deldonde una nueva vida interior, animada por la presencia y la fuerzadeDios que se comunica en amor; es la sublimación de la vida natural, enla vida sobrenatural, vida de gracias, se entiende así de forma consciente ypersonal la doble vocación de nuestro pobre ser caduco, tímido, inepto,que se hace capaz de contemplación interior y de acción exterior; es el díadel nacimiento de la Iglesia apostólica, una católica, santa, nuestra Iglesia,la Iglesia de CRISTO. Exultemos!” (Mayo 18 de 1975).



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El texto de los Hechos sintetiza esta maravillosa realidad con estaspalabras: “Quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el espíritu les concedía expresarse (Hch. 2,4).

Y es que en estas cortas palabas está expresada en síntesis muy rica, ladoble proyección de la efusión del Espíritu: a) personal; b) la comunitariao pastoral.

Los Apóstoles “quedaron llenos del Espíritu Santo” para su santificaciónpersonal y para poder proclamar en toda lengua las maravillas de Dios”(Hch 2, 11).

Reciben en sus personas el poder del Espíritu y con él, se convierten en

testigos de Jesús resucitado (Cfr. Hch. 1,8).

Esta doble finalidad de todo Pentecostés, debe ser reconocida conclaridad por todo aquel que reciba esta gracia. Todo Pentecostés tienecomo fin, renovar integralmente la persona, y después por medio de ella,renovar a muchas otras tal como sucedió con los apóstoles.

Se recibe el Fuego del Espíritu para abrasarse y luego abrasar a muchos.Toda experiencia del amor de Dios, se vuelve comunicación e irradiación.

En el pasaje de los Hechos, vemos como los apóstoles reciben con estaplenitud personal del Espíritu, un gozo tan grande, que al proclamar lasmaravillas de Dios dan la sensación de “estar llenos de mosto” (Hch. 2,13)y enseguida abren las puertas y “Pedro se presenta con los once” paracomunicar a la multitud, el maravilloso kerigma de la resurrección,glorificación y señorío de Jesús (Hch. 2, 14 y ss).

EFECTOS PERSONALES DE PENTECOSTES

Cuáles fueron los principales efectos producidos por el Espíritu Santo en lapersona de cada uno de los Apóstoles?



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1º La Santificación personal.

El espíritu Santo es el santificador y cuando se comunica a unapersona, lasantifica. Por eso los apóstoles al recibir en Pentecostés la plenitud del

Espíritu, fueron santificaos por El de una manera especial. Desde esemomento fueron los “Santos Apóstoles”, como los llama la Iglesia en elCanon de La Santa Misa.

Santificados por el Espíritu Santo, podrías ser canales de santidad para laiglesia llamada a la santidad (L.G.C. 5). Y sabemos que la esencia de lasantidad es el amor que el Divino Espíritu derrama en los corazones” (R.5,5) y que en forma de “lenguas de fuego” abrazó el corazón de losapóstoles (Hch. 2,2).

2º El Gozo

La experiencia intensa que tuvieron los apóstoles de la presencia de lapersona ydel amor del Espíritu Santo en ellos, les produjo un gozo intensoque abarcó todo su ser y que fue manifiesto para todos los que atraídospor el fenómeno externo,se acercaron al cenáculo.

Lo primero que hace “Pedro, cuando levanta la voz con los once” (2,14) esexplicar que ellos no están borrachos sino que en ellos se ha cumplido laprofecía de Joel “derramarémíEspíritu sobre toda carne y profetizará sushijos y sus hijas…. Y yo sobre mis siervos y sobre mis siervas, derramaré miEspíritu (Hch. 2, 15-19)

Recibieron la “sobria embriaguez del Espíritu”.

3º El cambio profundo en sus vidas.

El espíritu Santo cuando penetra en una vía que se abre a su acción, lacambia radicalmente y en todos los campos.

a) Pentecostés quitó el miedo que dominaba a los apóstoles ylosconvirtió en valientes testigos del Resucitado.



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Antes tenían las “puertas cerradas”, por miedo a los judíos y ahorasalen al balcón, para proclamar a Jesús y pregonar su divinidad, suresurrección y su señorío.

b) Recibieron el “poder del Espíritu” que les había anunciado Jesús(Hch. 1,8) y “daban testimonio con gran poder, de la resurreccióndel Señor Jesús “(Hch. 4, 38).

c) Su mentalidad respecto al Reino de Dios, cambio totalmente, Yanunca más pensaron en un reino temporal y su única preocupaciónfue predicar y buscar el reino de Dios. De hombres carnales pasan aser espirituales.

d) Recibieron el Espíritu de oración, anunciado por medio del profetaZacarías (12,10), y los que no habían sido capaces de orar duranteuna hora en el huerto con Jesús, terminaron dedicados a la oracióny al ministerio de la Palabra” (Hch. 6,4).

e) Jamás retornan a la pesca en el lago de Tiberìades y se dedicantotalmente a “ser pescadores de hombres” (Mt. 4,19).

EFECTOS PASTORALES DE PENTECOSTES

Los apóstoles, un vez que recibieron la “plenitud del Espíritu con susmaravillosos efectos en sus personas, no se aislaron para disfrutarde esta riqueza sobrenatural sino que “se presentaron delante de lamultitud de que se había congregado allí para comunicarles elmensaje de la salvación.

Una vez evangelizados por El Espíritu se convierten, bajo su acción,en eficaces evangelizadores.

La gran evangelización que hacen “Pedro y los once (Hch. 2,14) estuvo llena del poder del Espíritu y comunicó a los oyentes estasverdades principales”.

1) Después de la glorificación de Jesús, el don del Espíritu Santo espara todos los hombres y en todos los tiempos.

Encontramos en este mensaje tres afirmaciones al respecto:



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a) “Derramaré mi Espíritu sobre toda carne” (Hch. 2,17).

b) Y Jesús, exaltado por la diestra de DIOS, ha recibido del padre

el Espíritu Santo prometido, y ha derramado lo que vosotrosveis y oís” (Hch. 2, 33).

c) Y recibiréis el don del Espíritu Santo, pues la promesa (elespíritu Santo prometido) es para vosotros y para vuestroshijos y para todos los que están lejos, para cuantos llame elSeñor DIOS nuestro” (Hch. 2,39).

A la luz de estas palabras y de estos hechos, se comprenden

muy bien las palabras del Evangelio de san Juan: “El último

día de la fiesta, el más solemne, puesto en pie. Jesúsgritó:

“Si alguno tiene sed, venga a Mí y beba; el que cree en Mí,

como dice la Escritura: de su seno correrán ríos de agua viva”:

Esto lo decía refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los que

creyeran en El. Porque aún no había Espíritu (no había sido

dado en plenitud) pues todavía Jesús, no había sidoglorificado (J.7, 37-40).

De estos tres textos del mensaje de Pedro y de los once, elmás importante es el del versículo 33” y exaltado por ladiestra de Dios, ha recibido el Espíritu Santo prometido y haderramado lo que vosotros veis y oís” porque aquí se nosrevela la nueva unción del Espíritu Santo que recibe a Cristoresucitado cuando es exaltado a la diestra del Padre. Fue una

unción de una intensidad y plenitud, que ni siquiera podemosimaginar y que capacitó al Resucitado y glorificado, para“derramar su Espíritu Santo”, sobre su Iglesiaconstantemente.

Jesús recibió varias unciones del Espíritu Santo a lo largo de suvida mortal. La primera, fue en el momento de su concepción,“cuando fue ungido con el óleo de la alegría” (Hb. 1,9) que losantificó plenitud y lo consagró sacerdote Sumo y Eterno.



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Ya resucitados, tendremos una nueva capacidad de serungidos por el Espíritu Santo y El la realizará en nosotrospara que podamos disfrutar de la visión beatifica.

2) El segundo gran anuncio que hacen los apóstoles, es el de laresurrección de Jesús. “Israelitas! Escuchad estas palabras: AJesús, el Nazareno, hombre acreditado por Dios entre vosotroscon milagros, prodigios y señales que Dios hizo por su medioentre vosotros, como vosotros mismo sabéis, a Este que fueentregado según el determinado designio y previo conocimientode Dios, vosotros le matasteis clavándole en la cruz por mano de

los impíos: a Este pues, Dios le resucitó librándole de los doloresdel Hades pues no era posible que quedase bajo su dominio;porque dice de Él, David: Veía constantemente al Señor, delantede Mí, puesto que está a mi derecha, para que no vacile. “Aeste Jesús, Dios lo resucitó; de lo cual nosotros somos testigos”(2,32).

La resurrección de Jesús que anuncian los apóstoles en estaprimera kerigma, es el hecho cumbre de la historia de lasalvación; la gran prueba de la divinidad de Jesús y la roca sobrela cual se apoya la fe cristiana.

Pablo escribe a los corintios: “Porque os trasmitió lo que a mi vezrecibí: Que Cristo murió por nuestros pecados según laEscrituras, que fue sepultado y que resucitó al tercer día segúnlas Escrituras; que se apareció a Cefas y luego a los Doce…. Y enúltimo término se me apareció también a mí” (1 Cor. 15, 3-9) Y

añade: “Si Cristo no resucitó vuestra fe es vana y estáis todavíaen vuestros pecados”. Pero no! Cristo resucitó de entre losmuertos como primicia de los que durmieron “(I Cor. 15, 17-21).Con este anuncio de los Apóstoles, sabemos que Jesús vive y queno es un muerto ilustre. Y vive con nosotros y “estará connosotros todos los días hasta la consumación de los siglos” (Mt.28,20).



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Jesús Resucitado es el Señor. “Sepa pues con certeza toda lacasa de Israel que Dios ha constituido Señor y Cristo, a esteJesús, a quien vosotros habéis crucificado” (Hch 2, 36).

FRUTOS DE ESTA EVANGELIZACION

Este Kerigma que fue proclamado con el poder del Espíritu queacababan de recibir los Apóstoles, produjo unos efectos, unosfrutos admirables: Al oír esto, dijeron con el corazóncompungido a Pedro y a los demás apóstoles: “ Que hemosde hacer, hermanos?”.Pedro les contestó: “Convertíos y quecada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de

Jesucristo; y recibiréis el donde el Espíritu Santo”. Con otrasmuchas palabras les conjuraba: “Salvaos de esta generaciónperversa. Los que acogieron su palabra, fueron bautizados.Aquel día se les unieron unas tres mil almas. (Hch. 1, 37-42).

La predicación de Pedro y los once, estuvo llena del Poder delEspíritu y llegó a lo más hondo de los oyentes hasta terminar ensu conversión y en la recepción del bautismo.

No se limitó este mensaje a una ilustración de los oyentes, sinoque los conmovió y llego a preguntar que debían hacer.

Y es que la evangelización que no termine en la conversión delos oyentes y en su encuentro personal con Cristo, es incompletay muy pobre, por erudita que sea.

Hoy, gracias a Dios, hay un gran interés por la evangelización,especialmente en nuestra América Latina, pero todo cuanto seestá planeando y ejecutando con este fin, conseguirá muy poco,si antes de salir a llevar la buena nueva, no recibimos, como losApóstoles, el “bautismo en el Espíritu, que nos comunique supoder y su ardor”.

Sólo así podremos llevar a cabo, la “nueva evangelización”,proclamada por Juan Pablo II.



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Cuando uno compara la fecundidad del ministerio apostólico,con la pobreza del nuestro, se da cuenta de que la diferenciaestá en que ellos, los Apóstoles, salieron a predicar la BuenaNueva, después de haber recibido” El bautismo en el Espíritu

“(Hch. 1, 5) mientras que nosotros carecemos de él.

Necesitamos primero, “permanecer en la ciudad, hasta queseamos revestidos del poder desde lo alto” (Lc. 24,49). Creemosque basta la preparación académica que hemos recibido en losseminarios y aún en universidades y olvidamos las palabras deJesús: “El que está en Mí y Yo en él, ese da mucho fruto porquesin Mí, nada podéis hacer” (J. 15,5).

La ordenación sacerdotal tiene que estar completada conPentecostés.

LOS MEDIOS PARA CRECER EN LA NUEVA VIDA

Pentecostés no es un término sino el primer paso del nuevocamino en el Espíritu. Es el nuevo nacimiento a la vida en elEspíritu, que debe desarrollarse constantemente en nosotros,Aquellas tres mil personas que ese día se unieron a losApóstoles y recibieron el don del Espíritu, necesitaban mediosespeciales para crecer en su nueva vida. Fueron cuatros losprincipales que emplearon.

“Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles a lacomunión, a la fracción del pan y a las oraciones” (Hch. 2, 42).

1. La enseñanza de los Apóstoles.

Los millares de personas que abrazaron la fe después dePentecostés necesitaban una evangelización profunda que nohabían recibido antes.

Movidos por el Espíritu Santo, “acudían asiduamente a laenseñanza de los apóstoles para que ellos pudieran transmitirlestodo el mensaje de JESÙS. De esta manera fueron conociendoprogresivamente la persona, la vida y la doctrina del Señor.



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Los Apóstoles comprendieron que esta era la principal misiónsuya y vieron la necesidad de dedicarse exclusivamente a laoración y al servicio de la Palabra (Hch. 6, 4).

Esta conducta debe mostrarnos la necesidad de una “pastoralBíblica” que lleva a nuestros fieles las riquezas de la palabra deDios.Cuanto vacíos tenemos en este campo!.

2. La comuniónTodo crecimiento humano, natural y sobrenatural, se consigueen una comunidad.

Por eso los primeros cristianos, con el amor que recibieron delEspíritu Santo, formaron una verdadera familia de Dios y unacomunidad donde todos tenían un solo corazón y una sola alma”(Hch. 4,32) y en donde “todos los creyentes vivían unidos y teníatodo en común; vendían sus posesiones y sus bienes y repartíanel precio entre todos, según la necesidad de cada uno” (Hch.2,44)

Recordemos que la tarea del Espíritu Santo, es unir personas yque donde hay apertura a su acción, aparece siempre la unión yla comunión de las personas.

3. La fracción del pan o Eucaristía. Aquella comunidad cristiana, conoció por medio de losapóstoles la presencia del Señor en La Eucarística llamada en eseentonces “fracción del pan”.

Supieron que Cristo es el “pan de vida” y que su carne esverdadera comida y su sangre verdadera bebida (J. 6,55) yfueron descubriendo la riqueza infinita del banquete eucarístico.

San Pablo en su primera cara a los Corintios les hablódetenidamente de la “Cena del Señor” (Cap. 11,17 y ss.) y lesdice: “Cada vez que coméis este pan y bebéis este cáliz,anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga” (l Cor. 11,26) yde ahí el respeto que debe acompañar a toda celebración

eucarística (V 28-32).



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Pablo “recibió del señor lo que les transmite acerca de laEucaristía” (V. 23).

Hoy, por fortuna hemos puesto la Eucaristíacomo elfundamento, el centro y el ápice de toda la vida cristiana, y de lapastoral.

4. Las oracionesEl Espíritu santo comunica el don de la oración a quienes loreciben y se abren a su acción. Por eso, la comunidad cristianaque se formó después de Pentecostés, creció con las oracionesde sus miembros.

La oración en todas sus formas, animó a los apóstoles ya losdiscípulos. En un artículo posterior, nos referiremosa la oraciónde esa Iglesia y de ella aprenderemos a orar siempre y en ElEspíritu,si queremos crecer en nuestra vida cristiana.

LOS FRUTOS DE ESTE CRECIMIENTO ESPIRITUAL

Pronto aparecieron los frutos de esta vida den el Espíritu comonos los dicen los Hechos “Todos los creyentes vivían unidos ytenían todo en común. Acudían al templo todos los días conperseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por lascasas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón.Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. ElSeñor agregaba cada día a la comunidad, a los que se habían desalvar” (Hch. 2,44 y ss.).

Todo verdadero Pentecostés produce abundantes frutosespirituales en quien los recibe. San Pablo enumera muchos deellos en su cara a los Gálatas (Cap. V, 22).

El texto de los Hechos enumera los siguientes:

a) Intensa caridad fraterna que los llevó hasta la comunidad debienes.

b) Iban al templo a orar todos los días con perseverancia.



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c) La alegría que se manifestaba hasta en la toma de losalimentos.

d) La alabanza que es un grado importante en la oración y quetiene un gran poder delante de Dios.

e) Merecen el aprecio y simpatía de todo el pueblo con su vidasencilla y llena de amor fraterno para todos.

f) El crecimiento numérico de la comunidad, como resultado desu oración, del ejemplo de sus vidas y de la comunicación delmensaje que había recibido.

“Los apóstoles realizaban muchos prodigios y señales “(Hch.2,43).

El “Poderdel Espíritu Santo” que recibieron los apóstoles en Pentecostés, tenía como fin primero, capacitarlos para quefuesen “los testigos de su resurrección”, hasta los confines dela tierra” (Hch. 1,8).

Era después, para que su predicación llegase no sólo alamene, sino también al corazón de los oyentes y los moviese ala verdadera conversión. (Hch. 2,37).

Pero tenía también la finalidad de capacitarlos para que“pudiesen predicar la palabra con toda valentía (Hch. 4, 29) ypudiesen realizar curaciones, señales y prodigios por elnombre de Jesús “(Hch. 4,30).

Esta fuerza del Espíritu en este campo aparece en losApóstoles desde el comienzo de su ministerio como lo dicenlos Hechos. “El temor se apoderó de todos, pues los

Apóstoles realizaban muchos prodigios y señales” (H. 2,43).

San Marcos nos dice que “Ellos salieron a predicar por todaspartes, colaborando el Señor con ellos y confirmando lapalabra con las señales que la acompañaban” (16,20).

Quiera Dios que con su luz, descubramos la necesidad quetenemos de recibir el poder del Espíritu” para que seamosverdaderos testigos de Jesús resucitado, para que nuestra

evangelización, leve a la auténtica conversión y para que



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también esté acompañada de señales. Una revisión sería denuestra pastoral a la luz de esta verdad, nos dejaríaseguramente bien preocupados.

LA CURACION DEL TULLIDO

Con gran pedagogía lo Hechos nos presentan después de lariqueza del capítulo II, la curación de un tullido, que Pedro YJuan realizan en el nombre de Jesús. Este capítulo III contieneenseñanzas muy valiosas.

1ª La curación se efectúa cuando Pedro Y Juan Subían al

templo para la oración de Nona (Hch. 3,1).

2ª El hombre “era tullido de nacimiento” y lo colocaban a lafuera del templo para que pidiera limosna.

3ª El no pide a los apóstoles que no curen, sino que le denlimosna, pero éstos, “no tienen ni oro ni plata”, pero le dan loque tienen: “en el nombre de Jesucristo Nazareno, ponte aandar” (V. 3,6).

4ª Al instante cobran fuerza sus pies y tobillos y de un saltose puso a andar”.

5ª Entró con ellos, en el templo andando, saltando y alabandoa Dios” (V. 7-9).

6ª Al ver este prodigio “Todo el pueblo alababa a DIOS”.

El discurso que en esa ocasión dirigió Pedro al pueblo, esadmirable, porque le permite reafirmar” la resurrección deJESUS, de la cual ellos son testigo” (3,15) y cómo por la fe ensu nombre, este mismo nombre, ha restablecido a éste quevosotros veis y conocéis (v. 16).

“Es la fe dada por sus medios la que ha restablecidototalmente ante vosotros (lb).



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Fue pues, Jesús resucitado quien curó al tullido y lo hizo porla fe que Pedro y Juan pusieron en el poder de su nombre.

Pero se vale de esta manifestación del poder de Jesús para

llamarlos a la conversión “arrepentíos, pues, convertíos, paraque vuestros pecados sean borrados “(3,20).

Y termina dándoles esta buena noticia “para vosotros, enprimer lugar, Dios ha resucitado a su Siervo para bendeciros yapartaros de vuestras inquietudes” (3,26).

Esta curación fue el preámbulo de muchas otras queacompañaron el ministerio de los apóstoles.

“Todo el pueblo, presa de estupor, corrió donde Pedro yJuan, al pórtico de Salomón. Pedro al ver esto, se dirigió alpueblo: “Israelitas: por qué os admiráis de esto, o por qué nosmiráis fijamente, como si por nuestro poder o piedadhubiéramos hecho caminar a éste?” (Hch. 3,12). Vosotrosrenegasteis del Santo ydel justo y pedisteis que se os hicieragracia de un asesino y matasteis al jefe que lleva a la vida.Pero Dios le resucitó de entre los muertos ynosotros somostestigos de ellos. Y por la fe en su nombre, este mismonombre ha restablecido a este, que vosotros veis y conocéis:es pues, la fe dada por su medio la que le ha restablecidototalmente ante vosotros. Ya sé yo hermanos, que obrasteispor ignorancia, lo mismo que vuestros jefes” (Hch. 3,14-17)

El diácono Felipe, era escuchado con atención, porque veían yoían las señales que realizaban (Hch. 8,4).

Pedro cura a un paralítico en Lidia y resucita en Joppe a laJoven Tabitá (Hch. 9,32-42).

Pablo y Bernabé en Iconio, vieron cómo el “Señor lesconcedía obrar por sus manos, señales y prodigios dando asítestimonio de la predicación de su gracia” (Hch. 14,3). Pablocuró allí a un tullido de pies, cojo de nacimiento y que nuncahabía andado” (Hch. 14,8).



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OTRAS EFUSIONES DEL ESPIRITU SANTO EN LOS HECHOS

El Pentecostés que nos descubre el capítulo II de los HECHOS,

no fue el único.

La iglesia desde ese momento, ha vivido y vivirá en uncontinuo Pentecostés, pero que tiene manifestacionesespeciales en determinadas personas y épocas.

En el capítulo 4º encontramos un nuevo Pentecostés, cuandoal final de la oración que hicieron los discípulos con Pedro yJuan después de su liberación, “acabada su oración retembló

el lugar donde estaban reunidos, y todos quedaron llenos delEspíritu Santo y predicaban la Palabra de Dios con valentía“(Hch. 4,31). Fue un pequeño Pentecostés, comparable alprimero.

Más tarde el diácono Felipe, lleva la Buena Nueva a Samaria yal enterarse de los apóstoles,queestaban en Jerusalén, deque Samaria había aceptado la palabra de Dios, les enviarona Pedro y Juan. Estos bajaron y oraron por ellos, para querecibieran el Espíritu Santo; pues todavía no habíadescendido sobre ninguno de ellos. Entonces les imponíanlas manos y recibían el Espíritu Santo (Hch. 8, 14-18).

Está efusión del Espíritu Santo en Samaria, debió estartambién acompañada de señales externas pues “al ver Simónque mediante la imposición de las manos de los apóstoles, sedaba el Espíritu, les ofreció dinero diciendo: “Dadme a mí

también ese poder, para que reciba el Espíritu Santo aquel aquien yo imponga las manos” (Hch 8, 18.20).

En casa del Centurión Cornelio, sucede algo extraordinario.“Estaba Pedro diciendo estas cosas, cuando el Espíritu Santocayó sobre todos los que escuchaban la palabra y los fielescircuncisos que habían venido con Pedro,quedaron atónitos,al ver que el don del Espíritu Santo había sido derramadotambién sobre los gentiles, pues les oían hablar en lenguas y

glorificar a Dios” (Hch. 10. 44-47).



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Notemos que este Pentecostés en la casa de Cornelio, tienemanifestaciones parecidas al de Jerusalén como son laslenguas y la glorificación de Dios.

Y no sobra advertir que esta efusión del Espíritu SobreCornelio y su familia, se da antes de que hayan recibido elbautismo, lo que ordeno Pedro cuando vio el fenómenoespiritual (Hch. 10, 47).

Años más tarde, Pablo llegó a Efeso, donde encontró algunosdiscípulos que habían recibido el bautismo de Juan yquecuando Pablo les pregunto “ Recibisteis el Espíritu Santo

cuando abrazasteis la fe? Ellos le contestaron: Pero sinosotros no hemos oído decir siquiera que exista el EspírituSanto”.

Cuando fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús yhabiéndoles Pablo impuesto las manos, vino sobre ellos elEspíritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas y aprofetizar” (Hch. 19, 1-7).

En otros casos la plenitud del Espíritu Santo, se daindividualmente. Por ejemplo: “Esteban, lleno de gracia y depoder, realizaba entre el pueblo grandes prodigios y señales”(Hch. 6,8) “y lleno del Espíritu Santo, miró fijamente al cielo yvio la gloria de DIOS” (7,55).

Los siete diáconos que escogen los apóstoles para el serviciode las mesas eran “hombres de Espíritu y de sabiduría” (6,3).

UNA IGLESIA EN ORACION

La Iglesia de Pentecostés fue una comunidad orante.

En ella tuvieron cumplimiento las palabras del Señor, pormedio del profeta Zacarías: “Derramaré sobre la casa deDavid ysobre los habitantes de Jerusalén, un espíritu de graciay de oración” (ZAC. 12,10).



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todos quedaron llenos del Espíritu Santo predicaban la

Palabra de Dios con valentía” (4,31).

5. La institución de los siete:

“Por aquellos días, al multiplicarse los discípulos, huboquejas de los helenistas contra los hebreos, porque susviudas eran desatendidas en la asistencia cotidiana. Losdoce convocaron la asamblea de los discípulos, y dijeron:No parece bien que nosotros abandonemos la Palabra deDIOS por servir alas mesas. Por tanto, hermanos,buscando de entre vosotros a siete hombres de buenafama, llenos de Espíritu y de Sabiduría y los pondremos al

frente de este cargo; mientras que nosotros nosdedicaremos a la oración y al ministerio de la Palabra.Pareció bien la propuesta a toda la Asamblea y escogierona Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo; a Felipe,a Prócoro, a Nicanor, a Simón, a Pármenas y a Nicolásprosélito de Antioquía, los presentaron a los Apóstoles yhabiendo hecho oración, les impusieron las manos” (Hch.6, 1-6).

Tengamos en cuenta este detalle: “Los Apóstoles hicieronoración y les impusieron las manos” (6,6).

Creo que este momento fue definitivo en la evangelizaciónporque al dedicarse los apóstoles exclusivamente a laoración, y al servicio de la Palabra, realizaron su verdaderaMisión y empezaron a ver los frutos, pues nos dicen losHechos a continuación: “La palabra de Dios iba creciendo;

en Jerusalén se multiplicó considerablemente el númerode los discípulos y multitud de sacerdotes iban aceptandola fe” (6,7).

Como cambiaría el mundo y cómo “crecería la Palabra deDios” si todos los Obispos y presbíteros nos dedicásemosde lleno a la oración y al servicio de la Palabra, ydejásemos a un lado tantas tareas temporales queacaparan nuestra atención y nuestro trabajo.



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6. Esteban ora cuando es apedreado y como Jesús en la cruzpide: “no les tengas en cuenta este pecado, Señor” (Hch.7,60).

7. Pedro y Juan bajaron a Samaria oraron por ellos para querecibiesen el Espíritu Santo” (8, 15).

8. El señor le dice a Ananías: “Levántate y vete a la calle rectay pregunta en casa de Judas por uno de Tarso llamadoSaulo; mira, está en oración y ha visto que un hombrellamado Ananías entraba y le imponía las manos paradevolverle la vista” (Hch, 9,11).

9. Pedro en Joppe resucita a una mujer: “Se puso de rodillasy oró; después se volvió al cadáver y dijo: “Tabitá,levántate “ (Hch. 9,40).

10. “Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio,centurión de la cohorte itálica, piadoso y temeros de Dios,

como toda su familia, daba muchas limosnas al pueblo ycontinuamente oraba a Dios “ (Hch.10, 1-3).

11. “Pedro subió al terrado sobre la hora sexta para haceroración” (Hch. 10,9), cuando recibe la visión del cielomediante la cual el Señor le ordena ir a casa de Cornelio yno desecharlo por ser pagano.

12. Cornelio le dice a Pedro: Hace cuatro días, a esta mismahora, estaba yo haciendo oración de nona en mi casa, yde pronto se presentó delante de mí un varón convestidos resplandecientes y me dijo: “Cornelio, tu oraciónha sido oída y se han recordó tus limosnas ante Dios; envíapues a JOPPE haz llamar a Simón Pedro, que se hospedaen casa de Simón el curtidor, junto al mar” (Hch. 10, 30-33).



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13. “Cuando Pedro estaba custodiado en la cárcel, la Iglesiaoraba insistentemente por él a Dios” (Hch. 12,5). Estaoración obtuvo la milagrosa liberación del Apóstol; ycuando “Pedro regresa a la casa de María, madre de Juan,

se hallaban muchos reunidos en oración” (Hch. 12, 13).

14. La elección de Bernabé y de Pablo se realiza en momentosde oración. “Mientras estaban celebrando el culto delSeñor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Separadme ya aBernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.Entonces, después de haber ayunado y orado, lesimpusieron las manos y los enviaron” (Hch. 13, 2-4).

15. Pedro y Bernabé “designaron presbíteros en cada Iglesia ydespués de hacer oración con ayunos, los encomendaronal Señor en quien habían creído” (Hch. 14,23).

16. Pablo y Silas “van a lugar de oración” Cuando viene a suencuentro una esclava poseída por un espíritu adivino y esliberada de él.

17. La milagrosa liberación de Pablo y Silas, y la conversióndel carcelero y su familia ser realizan” hacia la medianoche cuando Pablo y Silas estaban enoración cantandohimnos a Dios” (Hch. 16, 15).

18. En Efeso, cuando Pablo termina su maravilloso discurso,

“se puso de rodillas y oró con todos ellos” (Hch. 20, 36).

19. En el discurso de Pablo a los Judíos de Jerusalén les dice:“habiendo vuelto a Jerusalén y estando en oración en eltemplo, caí en éxtasis, y le vi a él que me decía: Date prisay marcha inmediatamente de Jerusalén, pues no recibiránsu testimonio a cerca de mí”· (Hch. 22, 17).



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En Malta el padre de Publio se hallaba en cama atacado,de fiebre y disentería: “Pablo entró a verle, hizo oración, leimpuso las manos y le curó” (Hch. 28,9).

IGLESIA EVANGELIZADORA

La Iglesia de Pentecostés recibió la gran evangelización dePedro, los Once, Pablo y demás misioneros y, fueevangelizadora del pueblo judío y del mundo pagano. Yesto fue fruto de la acción del Espíritu Santo que habíallenado a los enviados con su luz, su verdad, su fuerza y suamor.

No ha existido otra evangelización que haya tenido lafuerza y los alcances de ésta.

Pablo Vi escribe en la Evangelii Nuntiandi: “En efecto,solamente después de la venida del Espíritu Santo, el díade Pentecostés, los Apóstoles salen hacia todas las partesdel mundo para comenzar la granobra de la evangelizaciónde la Iglesia, y Pedro explica el acontecimiento como unarealización de la profecía de Joel: “Yo derramaré miEspíritu” (112). Pedro, lleno del Espíritu Santo habla alpueblo acerca de Jesús Hijo de DIOS (113). Pablo mismoestá lleno del Espíritu Santo (114) antes de entregarse a suministerio apostólico, como lo están también Estebancuando es elegido diácono y más adelante, cuando datestimonio con su sangre (115). El Espíritu Santo que hacehablar a Pedro, a Pablo, a los Doce, inspirando las palabras

que ellos deben pronunciar, desciende también “sobre losque escuchan las palabras” (116).

Fue sólo después de Pentecostés cuando los Apóstolestuvieron una clara conciencia de la misión que Cristo leshabía confiado: “Id, pues, y haced discípulos a todas lasgentes... Enseñándoles a guardar todo lo que yo os hemandado” (Mt. 28, 19 y 20) y cuando salieron para llenarel mundo con el Evangelio de Jesús.



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Esta evangelización empieza a ser cumplida por Pedro ylos Once el día mismo de Pentecostés (Hch. 2, 14).

Empieza así la predicación apostólica que nos ha

transmitido el libro de los Hechos en cinco discursos dePedro: Hch. 2,14-39; 3,12-26; 4, 9-12; 5, 29-32; 10, 34-43 yuno de Pablo: 13, 16-41. El centro de este Kerigma seráJesús resucitado, exaltado de la diestra del Padre yconstituido por El, Señor y Cristo, y el llamado a laverdadera conversión.

Pero cuando los primeros cristianos, ávidos a conocer lavida doctrina de Jesús, “asistían asiduamente al templo

para la enseñanza de los apóstoles” (Hch. 2, 42) éstos sededicarán a la oración y a al servicio de la Palabra” (Hch.6,4).

Esta evangelización, realizada con la fuerza del divinoEspíritu será kerigmática y después catequética paraquienes acepten al Señor y abracen la fe.

Las ideas centrales de los discursos kerigma de Pedro YPablo son, además de las que expusimos al comentar elkerigma de Pedro y los Once en el Cap. II, que:

1º Jesús, murió, pero Dios lo resucito y los Apóstoles sontestigos de este hecho. (Hch. 2,23; 3,15; 4,10; 5,30; 10, 43y 13, 30).

2º Jesús resucitado es el Señor Y salvador (Hch. 2,23).

“Porque no hay bajo el Cielo otro nombre dado a loshombres por el que nosotros debamos salvarnos” (Hch. 4,12).

3º Que Jesús Resucitado, Señor y Salvador, perdona lospecados a quienes se conviertan a Él con sincero corazón.

“Para conceder a Israel la Conversión y el perdón de los

pecados” (Hch. 5,31).



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“Todo el que cree en El alcanza por su nombre el perdónde los pecados” (Hch. 10,43).

“Por medio de éste os he anunciado el perdón de lospecados” (Hch 13, 38).

Este punto es importantísimo porque una evangelización,como la de Pentecostés, no termine en la compunción yverdadera conversión de los oyentes sería casi inútil.

Y esa fue la evangelización que realizaron los Apóstolesdespués de la gracia de su Pentecostés, como aparece a lo

largo de los Hechos cuando refieren las múltiplesconversiones que siguieron a las tres mil de ese día.

Muchos de los que oyeron la Palabra creyeron; y elnúmero de hombres llegó a unos cinco mil” (Hch. 4,4).

“Los creyentes cada vez en mayor número se adherían alSeñor, una multitud de hombres y mujeres “(Hch. 5, 14).

Cuando llegó Bernabé a Antioquia y vio la gracia de Dios sealegró y exhortaba a todos a permanecer, con corazónfirme, unidos al Señor. Porque era un hombre bueno,lleno del Espíritu Santo y de fe, y una considerablemultitud se agregó al Señor “(Hch. 11,23-35).

En Corinto: “Otros muchos corintios al oír a Pablocreyeron y recibieron el bautismo” (Hch. 18,8).

Cuán urgente es el que revisemos nuestra PastoralProfética con la de los Hechos Apostólicos yveamos sicomunica el mismo mensaje, si está acompañada delpoder del Espíritu y si arrastra a muchos a la fe y a laverdadera conversión.

Otro aspecto muy importante en la Evangelización de laprimera época de la Iglesia y que debe enseñarnos mucho

es que estuvo centrada en la “Palabra de DIOS”.



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“Predicaban la Palabra de Dios con valentía” (Hch. 4, 31).

“La Palabra de Dios iba creciendo”, es un término que

encontramos en Hechos 6, 7, en 12, 24 y en 19, 20.

“Ellos (Pedro y Juan) después de haber dado testimonio yde haber predicado la Palabra del Señor, se volvieron aJerusalén evangelizando muchos pueblos samaritanos”(Hch. 8,25).

“Bernabé y Saulo anunciaban la Palabra de Dios en lassinagogas de los judíos” (Hch. 13,5).

“Los gentiles se alegraron y se pusieron a glorificar laPalabra del Señor. Y la palabra del Señor se difundía portoda la región”. (Hch. 13,48-50).

En Tesalónica “Pablo según su costumbre, se dirigió a ellosbasándose en las Escrituras explicándolas y probando queCristo tenía que padecer y resucitar de entre los muertos yque este Cristo es Jesús a quien yo os anuncio” (Hch. 17.3).

“Cuando llegaron a Macedonia, Pablo, se dedicóenteramente a la Palabra, dando testimonio de que elCristo era Jesús” (Hch. 18,5) “y permaneció allí un año yseis meses enseñando entre ellos la Palabra de Dios” (Hch.18,11).

En Efeso, “duró dos años, de forma que pudieron oír la

Palabra del Señor todos los habitantes de Asía, tanto judíos como griegos” (Hch. 19,10).

Cuál es el tema actual de la Evangelización en la Iglesia?.

Si está de veras centrada en la palabra de Dios” (Hch.28,31)?



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No se ha desviado con frecuencia, en muchas partes atemas secundarios buscando más la “añadidura” que alReino?

CARACTERISTICAS ESPECIALES DE ESTA EVANGELIZACIÒNAPOSTOLICA

Cuando uno lee con atención: “Los Hechos” cae en lacuenta de detalles muy importantes que tuvieronpresentes a los Apóstoles al evangelizar, y que nosotroshemos descuidado.

1. En el Cap. 5 Vers. 42 leemos: “Y no cesaban de enseñay de anunciar la Buena Nueva de CRISTO Jesús cada díaen el templo y por las casas”. Como vemos, los Apóstoles no se dedicaron apredicaciones masivas, son que adelantaron unaevangelización de persona a persona y casa por casaque es la más efectiva.

Hoy corremos el peligro de dejarnos atraer sólo por lasgrandes concentraciones y de olvidar el apostoladopersonal porque confiamos más en el que nos brindanlos medios de comunicación de masas.

VAN JUNTOS A PREDICAR

Jesús,cuando envió a los setenta y dos discípulosdelante de sí a todas las ciudades y sitios por dondehabía de pasar, los envió “de dos en dos” (lc. 10,1).

Los misioneros que, después de Pentecostés, sededicaron a la Evangelización generalmente iban de dosen dos.



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“Al enterarse los Apóstoles que estaban en Jerusalén deque Samaria había aceptado la Palabra de DIOS, lesenviaron a Pedro y Juan (Hch. 8,14).

Cuando Bernabé es enviado a Antioquia “parte paraTarso e n busca de Saulo., lo encontró y estuvieron juntos durante un año entero en la iglesia yadoctrinaron una gran muchedumbre” (Hch. 11, 25).

Después, en la misma Antioquia,” mientras estabancelebrando el culto del Señor y ayunando, dijo elEspíritu Santo: “Separadme ya a Bernabé y a Saulo parala obra a que los he llamado. (Hch 13, 2).

“Ellos, pues, enviados por el Espí ritu Santo, bajaron aSeleucia y de allí navegaron hasta Chipre. Llegado aSalamina anunciaban la Palabra de Dios en lasSinagogas de los Judíos. (Hch. 13, 4-6).

Juntos realizaron esta larga misión hasta queregresaron a Antioquía de donde habían partido (HCH.14,26).

Cuando Pablo se separó de Bernabé“eligió porcompañero a Silas y con él recorrió Siria Y Ciciliaconsolidando las Iglesias “(Hch. 15, 40 y 41).

“Pablo envió a Macedonia a dos de sus auxiliaresTimoteo y Erasmo, mientras él se quedaba un tiempoen Asia” (Hch. 19,22).

Es que en la extensión del Reino debemos trabajar enunión de los demás y siempre conducidos por elEspíritu Santo cuya misión es unir personas.

FUE UNA EVANGELIZACION SOLIDA

Quien no haya leído con atención “Los Hechos “ y nohaya oído hablar de la intensa y extensa actividad

evangelizadora de San Pablo, quizás pensé que el



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Apóstol hacía sus giras de una manera rápida, en suafán de llevar el mensaje de salvación a todos lospueblos.

San Pablo se detenía en cada ciudad todo el tiempo queera necesario para implantar la fe y después paraafianzarla. Veamos algunos ejemplos:

“En Corinto permaneció un año y seis meses enseñandoentre ellos la Palabra de Dios” (Hch. 18,11).

En Iconio, “se detuvieron bastante tiempo, hablando con valentía del Señor” (Hch. 14,3).

“Bernabé y Saulo estuvieron juntos durante un año enla Iglesia y adoctrinaron a una gran muchedumbre”(Hch. 11,26).

La permanencia en Efeso “duró dos años” (Hch. 19,10).

Y San Pablo no se contentaba con una visita adeterminada Iglesia sino que las visitó varias veces paraconsolidarlas.

Dijo Pablo a Bernabé: “volvamos ya para ver cómo lesva a los hermanos de todas aquellas ciudades en queanunciamos la Palabra del Señor” (Hch. 15,36).

“Después de pasar allí algún tiempo (en Antioquía)marchó a recorrer una tras otras las regiones de Galacia

y Frigia para fortalecer a todos los discípulos “(Hch.18,23).

IGLESIA INSTITUCIONAL Y CARISMATICA

La Iglesia de Pentecostés recibió y conservó loselementos institucionales que le había legado Cristo sudivino Fundador, pero los animó siempre el dinamismo

del Espíritu y con su fuerza carismática. En ella se



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cumplió a cabalidad lo que dice el Concilio: “El EspírituSanto provee y gobierna a la Iglesia con dones jerárquicos y carismáticos y la embellece con susfrutos”. (L. G. No. 4).

“El mismo dio a unos ser Apóstoles; a otros profetas, aotros evangelizadores; a otros pastores y maestros parael recto ordenamiento de los Santos en orden a lasfunciones de ministerio, para la edificación del Cuerpode Cristo… “ (Ef. 4,11).

Pero este “Pueblo de Dios” enriquecido todo condones diversos o carismas, tiene una jerarquía

instituida por el mismo Cristo para su necesariaorganización y dirección.

Los Hechos nos presentan desde el comienzo de laIglesia” a Pedro que se presenta con los Once” (Hch.2,14).

Y los que escucharon el kerigma “ dijeron con elcorazón contrito a Pedro y a los demás Apóstoles: Quehemos de hacer, hermanos?” Ven a Pedro y a los Oncecomo integrantes del Colegio Apostólico, reconocen suautoridad, pero los miran como a sus hermanos.

Estos Apóstoles, con Pedro a la Cabeza, ordenanlamarcha de la Iglesia.

“Envían a Pedro y Juan a Samaria” (Hch. 8,14).

“Envían a Bernabé a Antioquia” (Hch. 11,23).

En el Concilio de Jerusalén toman una importantedecisión en favor de los gentiles que se han convertidoa la fe, y lo hacen en unos términos admirables:“Hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros noimponeros más cargas” (Hch. 15,28).



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Pablo después de su conversión “sube a Jerusalén paraconocer a Cefas y permanece quince días en sucompañía” (Gal, 1,18).

Pablo obedece dócilmente al Espíritu Santo y va a casadel Centurión Cornelio”.

“Estando Pedro pensando en la visión, le dijo al Espíritu:“Ahí tienes unos hombres que te buscan. Baja, pues almomento y vete con ellos sin vacilar pues yo los heenviado” (Hch. 10. 15-21).

En Antioquía el Espíritu Santo dijo “Separadme ya a

Bernabé y a Saulo para la obra a la que os he llamado.Entonces, después de haber orado les impusieron lasmanos y les enviaron” (Hch. 13, 2-4).

Pablo y Silas “intentaron dirigirse a Bitinia, pero no se loconsintió el Espíritu de Jesús. Por la noche Pablo tuvouna visión: “Un macedonio estaba de pie: “Pasa aMacedonia y ayúdanos”. En cuanto tuvo la visión,inmediatamente intentamos pasar a Macedonia,persuadidos de que Dios nos había llamado paraevangelizarles” (Hch. 16, 9-11).

En Corinto el Señor dijo a Pablo durante la noche enuna visión: “No tengas miedo, sigue hablando y nocalles, porque yo estoy contigo y nadie te pondrá lamano encima para hacerte mal. Y permaneció allí unaño y seis meses enseñando entre ellos la Palabra de

DIOS” (Hch. 18,9-12).

En la conmovedora despedida que Pablo hace de lospresbíteros en Efeso les dice: “Mirad que ahora yo,encadenado en espíritu, me dirijo a Jerusalén sin saberlo que allí me sucederá; solamente sé que en cadaciudad el Espíritu me testifica que me aguardanprisiones y tribulaciones” (Hch. 20, 22-24).



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DOCILES AL ESPIRITU

Uno de los distintivos de los primeros evangelizadoresfu su gran docilidad a la voz y a la voluntad del Espíritu

Santo que moraba en ellos.

Aún antes de recibir la plenitud del Espíritu Santo enPentecostés oran para conocer a quién debe elegir parareemplaza a Judas en el Apostolado. Entonces oran así:“Tú, Señor, que conoces los corazones de todos,muéstranos a cuál de estos dos has elegido paraocupar el ministerio del apostolado” (Hch. 1,24).

Y observemos que ya empiezan a ver el apostoladocomo un servicio y no como un medio para escalar altasposiciones en el Reino.

La oración que estaban haciendo había empezado acambiar su mentalidad, la que aparece en el V. 6anterior.

Cuando el Sanedrínprohíbe a los Apóstoles queenseñen en el nombre de Jesús, “Pedro y los Apóstolesles contestaros: Hay que obedecer a Dios antes que alos hombres” (Hch. 5, 29).

Ya antes “Pedro y Juan contestaron (cuando lesprohibieron que enseñasen en nombre de Jesús):Juzgad si es justo delante de Dios obedeceros avosotros más que a Dios” (4, 19).

Los que se pusieron a disputar con Esteban “no podríaresistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba”(Hch. 6, 10).

Felipe es modelo de fidelidad al Espíritu Santo.

“Levántate y marcha hacia el mediodía por el caminoque, por el desierto, baja de Jerusalén a Gaza. Se

levantó y partió” (8,26).



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Días después: “Se levantó el Sumo sacerdote y todos lossuyos, y llenos de envidia echaron mano a los Apóstolesy les metieron en la cárcel pública “(Hch. 1,17-19).

Entonces llamaron a los Apóstoles y después dehaberles azotado, les intimidaron que no hablarán en elnombre de Jesús. Ellos marcharon contentos porquehabían sido considerados dignos de padecer por Cristo”(Hch. 5, 40).

Esteban fue conducido al Sanedrín, después fueapedreado por confesar a Jesús (Hch. 7).

“Herodes hizo morir por la espada a Santiago, elhermano de Juan y llegó también a prender a Pedro y loencarceló con la intención de matarlo después dePascua, pero fue liberado milagrosamente por el Ángeldel Señor” (Hch. 12, 1-8).

Después de la muerte de Esteban se desarmó una granpersecución contra la Iglesia de Jerusalén. Todos, aexcepción de los Apóstoles se dispersaron por lasregiones de Judea y Samaria. Entretanto Saulo hacíaestragos en la Iglesia” (Hch. 8, 1-3).

Después Saulo, respirando amenazas y muertes contralos discípulos, se presentó al Sumo sacerdote y le pidiócartas para que si encontraba algunos seguidores delcamino hombres y mujeres, los pudiera llevar atados aJerusalén” (Hch. 9, 1-3).

UNA IGLESIA CARISMATICA

Pero la Iglesia de Pentecostés que tuvo la firmeza de lainstitución jerárquica que le dió Cristo al edificarlasobre Pedro y los demás apóstoles, fue enriquecida conla vida sacramenta, centrada en la Eucaristía yconvertida en depositaria de su verdad de su doctrina



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salvadora, recibió también el dinamismo de todos loscarismas.

Ni fue solamente institucional, y únicamente

carismática. Tuvo una institución dinamizadapoderosamente por los dones y carismas del divinoEspíritu. Así se explica su expansión maravillosa y suextraordinaria vitalidad.

En ella se cumplió a cabalidad lo que, veinte siglosdespués, nos ha dicho el Concilio Vaticano II: “El pueblosanto de Dios participa también de la función proféticade Cristo, difundiendo su testimonio vivió sobre todo

con la vida de fe y caridad y ofreciendo a DIOS elSacrificio de alabanza, que es fruto de los labios queconfiesan su nombre (Cfr. Hb. 13,15). La totalidad delos fieles que tienen la unción del Santo, no puedeequivocarse curando cree; y esta prerrogativa peculiarsuya la manifiesta mediante el sentido sobrenatural dela fe de todo el pueblo, cuando desde los Obispos hastalos últimos fieles laicos, presta su consentimientouniversal en las cosas de fe y costumbres.

Con este sentido de la fe, que el Espíritu de verdadsuscita y mantiene, el pueblo de Dios se adhiereindefectiblemente a la fe confiada de una vez parasiempre a los santos, penetra más profundamente enella con juicio certero y le da más plena aplicación en lavida, guiada en todo por el sagrado Magisterio,sometiéndose al cual no acepta ya una palabra de

hombres son la verdadera palabra de Dios (Cfr. I Test.2,13).

Además el mismo Espíritu Santo no sólo santifica ydirige el Pueblo de Dios mediante los sacramentos y losmisterios y le adorna en virtudes, sino que tambiéndistribuye gracias especiales entre los fieles decualquier condición distribuyendo a cada uno segúnquiere (1 Cor. 12,119 sus dones, con los que les hace

aptos y prontos para ejercer las diversas obras y



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deberes que sean útiles para la renovación y la mayoredificación de la Iglesia, según aquellas palabras: A cadauno… se le otorga la manifestación del Espíritu paracomún utilidad (I Cor. 12,7). Estos carismas, tanto los

extraordinarios como los más comunes y difundidosdeben ser recibidos con gratitud y consuelo, porque sonmuy adecuados y útiles a las necesidades de la Iglesia.Los dones extraordinarios no deben pedirsetemerariamente no hay que esperar de ellos conpresunción los frutos del trabajo apostólico. Y ademásel juicio de su autenticidad y de su ejercicio razonablepertenece a quien tiene la autoridad en la Iglesia, a loscuales compete ante todo no sofocar el Espíritu, sino

probarlo todo y retener lo que es bueno (Crf. I Test. 5,12 y 19,21).

Un estudio detenido y profundo de los carismas en laprimitiva iglesia daría material paraun libro muyvoluminoso y esto sobrepasa los límites de estesintético sobre “Los hechos Por eso me limito a darunos ejemplos que muestran la riqueza carismáticasque apareció en esta Iglesia que recibió la plenitud delEspíritu.

1. Los carisma de gobierno y que son enumerados porSan Pablo en su Carta a los Efesios, aparecen a lo largode todo el relato de los Hechos. Allí vemos, en efecto,cómo “dio” a unos ser apóstoles; a otros profetas, aotros evangelizadores; a otros pastores y maestros(4,11) vemos allí Apóstoles como Pedro y los Once.

Profetas y maestros como los que encontramos en elCap. 13: “Había en la Iglesia de Antioquia profetas ymaestros: Bernabé, Simeón llamado Niger, Lucio elcirenense, Manahèn, hermano de leche del tretrarcaHerodes y Saulo” (13, 1) evangelizadores como eldiacono Felipe y Apolo.

2. Los carisma de servicio



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En El capítulo 12 de la carta a los Romanos, San Pabloenumera una serie de carisma de servicio que sonsiempre de gran importancia para la Iglesia. “peroteniendo dones diferentes, según la gracia que nos ha

sido dada, si es el don de profecía, ejerzámosla en lamedida de nuestra fe; si es el ministerio, en elministerio; la enseñanza, enseñando; laexhortación,exhortando.

El que da con sencillez, el que preside con solicitud eque ejerce la misericordia, con jovialidad” (12, 6-9).

Quién no ve estos carismas en unos cristianos de los

cuales pudo decir San Lucas: “La multitud de loscreyentes no tenía sino un solo corazón y una solaalma. Nadie llamaba suyo a sus bienes, sino que todolo tenían en común. No había entre ellos ningunanecesidad porque todos los que poseían campos o casalos vecinos traían el importe de la venta, y lo ponían alos pies de los Apóstoles y se repartía cada uno segúnsus necesidades” (Hch. 4, 32-36).

3. Carismas extraordinarias

San Pablo en su primera carta a los Corintios cita nuevecarismas que para muchos, equivocadamente, son losúnicos que deben tenerse en cuenta.

Dice así: “A cada cual se le otorga la manifestación delEspíritu para provecho común. Porque a uno se le da

por el Espíritu palabra de sabiduría, a otro carisma decuraciones, en el único Espíritu; a otro poder demilagros; a otro profecía, a otro descernimiento deespíritus; a otra diversidad de lenguas; a otro don deinterpretarlas” (I cor,12,7-11).

Estudiemos brevemente cada uno de estos carismas enla Iglesia de “Los Hechos”.



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1. PALABRA DE SABIDURIA

La palabra de sabiduría es un carisma que nosproporciona en un momento dado los conocimientos

necesarios para defender la fe, para dar testimonio delSeñor, para solucionar un problema difícil, o para ver lamanera de realizar un plan que el Señor nos hamostrado individual o comunitariamente. Aquí no setrata de la sabiduría humana, fruto del estudio o de laexperiencia, sino de un conocimiento sobrenatural queen unmomento dado nos proporciona el Espíritu deverdad que lo hace para crecimiento y renovación de laIglesia.

Este carisma lo encontramos en las respuestasadmirables que dan los Apóstoles en el día dePentecostés y cuando están delante del Sanedrín. Lovemos en Esteban cuando habla con tanta claridad almismo Sanedrín “que ellos no pudieron resistir a susabiduría y al espíritu con que hablaba” (Hch. 6,9).

2ºLA PALABRA DE CIENCIA

A otro La palaba de ciencia según el mismo Espíritu”(12,9). Este carisma: “Es una relación sobrenatural desituaciones, hechos, sucesos pasados, presentes yfuturos que no son conocidos por medios humanos. Esun fragmento del conocimiento de Dios revelado anuestra inteligencia y que se relaciona con un hechodeterminado”.

No es pues, la ciencia, aún la teológica que adquirimoscon la reflexión y el estudio, ni tampoco el don deciencia como hábito que acompañan a la graciasantificante y que es definida por Tanquereyasí: un donque por la acción iluminadores del Espíritu Santo, haceperfecta la virtud de la fe dándonos a conocer las cosascreadas en sus relaciones con DIOS”. Es utilísimoporque nos permite mirar las cosas creadas con la luz

de la fe nos enseña a usarlas debidamente y a



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convertirlas en peldaños para ascender hasta Dios y noen medios para alejarnos de Él.

El carisma de palabra de ciencia es “el diagnóstico que

Dios hace de un hecho, de un problema, de un estadode ánimo, de una situación, y que El comunica anuestra mente”.

Dios quiere muchas veces participamos conocimientosconcretos con un especial. Lo hace mediante esteCarisma cuya utilidad es mayor de la que suponemos.

En la Sagradas Escrituras encontramos muchos casos en

los cuales aparece este Carisma. Por ejemplo el profetaNatán descubre el pecado de David y conoce tambiénque ha sido perdonado.

Saúl recibe noticia del paradero de las asnas quebuscaba; Pedro conoce que lleganlos que han deconducirlo a casa de Cornelio. Ananías tieneconocimiento sobrenatural de la presencia de PabloenDamasco y de su conversión. En las vidas de Santoscomo el Párroco de Ars San Juan Bosco, Santa Catalinade Siena, aparece este carisma con mucha frecuenciaysiempre con su función benéfica de una o de variaspersonas.

Esta carisma aparece, por ejemplo en Pedro cuandodescubre el fraude de Ananías y Safira. (Leer el Cap.5,1-11).

3º CARISMA DE FE

La fe como don del Espíritu Santo es distinta de la virtudde la teologal y que consiste en la adhesión al Señor y asu mensaje, y que recibimos desde el bautismo comoregalo de Dios.

Aquí se trata de un carisma para beneficio común que

nos permite confiar ciegamente el Señor en



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circunstancias especiales y difíciles y que es el requisitopara que el Señor entonces maravillas y aún milagros.

San Cirilo de Jerusalén en una de sus catequesis expone

la diferencia que existe entre las dos clases de fe: “Lafe, aunque por su nombre es una, tiene dos realidadesdistintas. Hay, en efecto una fe por la que se cree enlos dogmas y que exige que el espíritu atienda lavoluntad y se adhiera a determinadas verdades; esta fees útil al alma, como lo dice el mismo Señor: El queescucha mi palabra y cree en Aquel que me ha enviadotiene vida eterna y no incurre en condenación y añade:El que cree en el Hijo no está condenado, sino que ha

pasado ya de la muerte a la vida.

Oh! gran bondad de Dios para con los hombres! Losantiguos justos ciertamente, pudieron agradar a Diosempleando para este fin los largo años de su vida; maslo que ellos consiguieron con su esforzado y generososservicio de muchos años; eso mismo te concede a tiJesús realizarlo en un solo momento. Si, en efecto,crees que Jesucristo es el Señor y que Dios lo resucitóde entre los muertos conseguirás la salvación y serásllevado al paraíso por aquel mismo que recibió en sureino al buen ladrón. No desconfíes ni dudes de si ellova a ser posible o no: el que salvó en Gólgota al ladrón acausa de una sola hora de fe; él mismo te salvarátambién a ti si creyeres.

La otra clase de fe es aquella que CRISTO concede a

algunos como don gratuito. A unos es dado por elEspíritu el don de sabiduría; a otros el don de ciencia enconformidad con el mismo Espíritu; a otros la gracia decuraciones en el mismo y único Espíritu.

“Esta gracia de fe que da el Espíritu no consistesolamente en una fe dogmática, sino también enaquella otra fe capaz de realizar obras que superantoda la posibilidad humana; quien tiene esta fe puede

decir a un monte: “Vete de aquí a otro sitio”, y se irá.



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Cuando uno, guiado por esta fe, dice estoy y cree sindudar en su corazón que lo que dice se realizaráentonces éste tal ha recibido el don de esta fe.

Es de esta fe de la que se afirma: Si tuviese fe como ungrano de mostaza, aunque pequeño de tamaño, estádotado de una fuerza parecida a la delfuego, y plantadoaunque sea en un lugar exiguo, produce grandes ramashasta tal punto que pueden cobijarse en él las aves delcielo así también la fe, cuando arraiga en el alma, enpocos momentos realiza grandes maravillas. El alma,en efecto, iluminada por esta fe, alcanza a concebir ensu mente una imagen de Dios y llega incluso hasta

contemplar al mismo Dios en la medida en que ello esposible, le es dado recorrer los límites del universo yver, antes del fin del mundo, el juicio futuro y larealización de los bienes prometidos.

Procura pues llegar a aquella fe que de tí depende yque conduce al Señor a quien la posee y así el Señor tedará también aquella otra que actúa por encima de lasfuerzas humanas”.

La fe como carisma es la que posee María en elmomento de la Anunciación y que fue loada por Isabel.Es la que mantiene firme a la Cananea, a pesar de lasaparentes negativas que recibe.

Es la de Pedro cuando camina sobre las aguas en buscade Jesús, es la de Marta y María que llaman a JESÙS

cuando está enfermo su hermano Lázaro.

En los Hechos aparece este carisma de fe por todaspartes, pero el ejemplo mejor es el que encontramos enPedro y Juan cuando curan el tullido.

“Por qué nos miráis fijamente como si por nuestropoder o piedad hubiéramos hecho andar éste?”, Y por la fe en el nombre de Jesús este mismo nombre

ha restablecido a éste a quien vosotros véis y conocéis;



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es pues, la fe dada por su medio la que le harestablecido totalmente ante todos vosotros” (Hch.3,12-17).

Recordemos que Jesús dijo: “Yo os aseguro” el que creaen mí, hará también las obras que yo hago, y harámayores aún”. (Jn. 14,12).

4º CARISMA DE CURACIONES

No nos detenemos a estudiar aquí este carisma porqueya citamos antes las innumerables curaciones queacompañaron la predicación de los Apóstoles, la del

diácono Felipe y la de San Pablo. En todos ellos apareceel Carisma de curaciones en un gado extraordinario.

5º PODER DE MILAGROS

San pablo enuncia el Carisma de milagros después delde curaciones porque son distintos. No toda curaciónes milagrosa.

El poder del Espíritu Santo puede ser tan grande enuna persona de fe que ésta puede hacer con élverdaderos milagros. Este Carisma aparece confrecuencia en Los Hechos.

“Por mano de los Apóstoles se realizaban muchasseñales y prodigios en el pueblo” (5,12).

“En Joppe Pedro resucitó a la joven Tabita” (HH. 9, 36-43).

En Tróada Pablo también resucitó al joven Eutico (Hch.20, 7-13). Y Cuantos más pudiéramos citar.

6º PROFECIA



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El carisma de profecía ocupa un puesto muy importanteen el Nuevo Testamento. Es el único Carisma queaparece en las tres listas de San Pablo en Romanos 12,en II Cor. 12, y en Efesios 3.

San Pedro le da también gran valor, especialmente ensu Segunda Carta (3,2) y en la (4,11).

Los profetas son hombres carismáticos que hablan ennombre de Dios bajo la inspiración del Espíritu Santo.Joel había anunciado: “Derramaré mi Espíritu sobretoda carne, y profetizarán sus hijos y sus hijas” (Hch.2,17).

Algunos reciben este carisma en grado especial ymerecen el título de profetas. Así por ejemplo en Hch.11, 27; 13, 1; 15, 32; 21, 9 y 10.

En la jerarquía de los Carismas ocupa el segundo lugar,después del de los Apóstoles (EF. 4, 11).

Su función no se limita a predecir el futuro, sino quecomo dice San Pablo a los Corintios: “El que profetiza,habla a los hombres para su edificación, exhortación yconsolación” (I Cor. 14,2).

Por eso aprecia tanto este carisma y dice: “Buscad lacaridad pero aspirad también a los dones espirituales,especialmente a la profecía” (I co. 14,1).

Habiendo ocupado la profecía un papel tan importante,como el que tuvo en la Iglesia primitiva, debemospeguntarnos por qué ahora le damos tan pocaimportancia.

“Felipe tenía cuatro hijas vírgenes que profetizaban”(Hch. 21,9).



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Fue célebre el profeta Agabo (Hch. 11, 28) y (Hch. 21,10).

7ºDISCERNIMIENTO DE ESPIRITUS

Este es el don que nos permite determinar el origen delos fenómenos carismáticos: Dios, el hombre, lanaturaleza, el demonio. Y es que un mismo fenómenopuede tener origen muy diverso.

En San Pablo aparece bien claro este Carisma cuandodescubre el espíritu adivino que pronunciaba oráculosen beneficio económico de sus amos por medio de la

muchacha esclava. “ella seguía a Pablo y a susacompañantes gritando: “Estos hombres son siervos deDios Altísimo que os anuncian el camino de salvación”.Cansado Pablo se volvió y dijo al espíritu: “En el nombrede Jesucristo te mando que salgas de ella” Y en elmismo instante salió” (Hch. 16,16-9).

8º DIVERSIDAD DE LENGUAS

El carisma de lenguas tan discutido y tan importantepara el crecimiento espiritual, apareció con gransecuencia en la Iglesia Primitiva.

El mismo día de Pentecostés “todos oyeron a losapóstoles hablar en sus respectivas lenguas lasmaravillas de Dios” (Hch. 2, 11).

En casa de Cornelio “cuando el Espíritu Santo cayósobre todos los que escuchaban la Palabra” (10,44) “ losfieles que habían venido con Pedro quedaron atónitosal ver que el don del Espíritu Santo había sido tambiénderramado sobre los gentiles, pues les oían hablar elenguas y glorificar a Dios” (Hch. 10, 45-47).Compárese este Pentecostés de la Casa de Cornelio conel efectuado en Jerusalén.



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En Efeso Pablo “impuso a las manos, vino sobre ellos elEspíritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas y aprofetizar” (Hch. 19,6) Pero donde apareció estecarisma con más profusión que en la Iglesia de Corinto,

tanto que San Pablo tuvo que dedicar buena parte desu carta a clarificar y ordenar su uso.

Allí entre otras afirmaciones importantes hallamos lassiguientes:

a) “El que habla en lenguas se edifica a sí mismo” (ICor. 14, 4).

b) “Doy gracias a Dos porque hablo en lenguas más que

todos vosotros” (14, 18). c) “No estorbéis que se hable en lenguas pero hacedlo

todo con decoro y orden” (14, 39).

9º DON DE INTERPRETARLAS

El don de lenguas que sirve, ante todo, para la oraciónpersonal, puede también comunicar un mensaje delSeñor a la comunidad. En ese caso se requiere quealguien tenga el carisma de interpretación para quepueda comunicar el contenido a la asamblea.

En el Cap. 14 de la Primera Carta a los Corintios, SanPablo de las normas prácticas para su uso (Cfr. V. 26 ysiguientes).

VISIONES Y SUEÑOS

En la profecía de Joel que cita Pedro con los Once el díade Pentecostés leemos: “Derrame mi Espíritu sobretoda carne; los jóvenes tendrán visiones y los viejossueños: (Hch I, 2m17), Se trata aquí de fenómenosextraordinarios a través de los cuales el Señor puededar un mensaje y manifestar su voluntad.

“En los Hechos” encontramos también estos casos.



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testimonio de toda la nación judía ha recibido de unángel santo el aviso de hacerte venir a su casa y deescuchar lo que tú digas”. Entonces les invitó aentrar y les dio hospedaje (Hch. 10, 9-23).

El mensaje que dio el Señor a Pedro por medio deesta visión fue tan claro y tan fuerte que se decidió allevar el mensaje de salvación a unos paganos.

3. En Tróade “por la noche Pablo tuvo una visión: “Unmacedonio estaba en pie suplicándole: “pasa aMacedonia y ayúdanos”. En cuanto tuvo la visión,inmediatamente intentamos pasar a Macedonia

persuadíos de que DIOS los había llamad paraevangelizarles”. (Hch. 16,9-11).

Pablo tuvo esta importante visión probablementedurante el sueño, ya que la recibió por la noche.

4. San Pablo en su segunda Carta a los Corintios hablatambién “de las visiones y revelaciones del Señor”.Sé de u hombre en CRISTO el cual hace catorce años.Si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios losabe- fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y sé queeste hombre- en el cuerpo o fuera del cuerpo no losé, Dios lo sabe, fue arrebatado al paraíso y oyópalabras inefables que el hombre no puedepronunciar. De ese tal me gloriaré; pero en cuanto amí, sólo me gloriaré en mis flaquezas. Si pretendieragloriarme no haría el fatuo, diría la verdad. Pero

me abstengo de ello. No sea que alguien se formede mí una idea superior a lo que en mí ve u oye demi” (12, 2-7).

GRANDES RETOS QUE ENFRENTARON LOS PRIMEROS CRISTIANOS.

Uno se asombra al ver todos los problemas y retos que afrontaron losprimeros cristianos y se preguntas: ¿Cómo pudieron resolverlos y

superarlos?.



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La única respuesta es: “Habían recibido el poder del Espíritu Santo paraser los testigos del Señor resucitado”.

Veamos algunos de ellos.

1. El Sanedrín

Desde el comienzo de su ministerio, los Apóstoles tuvieron quepadecer las amenazas y la persecución del Sanedrín.

Pedro y Juan son conocidos ante el gran tribunal presidido por el SumoSacerdote Caifás para dar cuenta a la curación del tullido. “ Con qué

poder o en nombre de quien habéis hecho vosotros eso?” (Hch. 4, 7).

Ese Sanedrín condena a Esteban a la muerte (Hch. 7).

Y “el día del martirio de Esteban el Sanedrín desató una granpersecución contra la Iglesia de Jerusalén. Todos, a excepción de losApóstoles se dispersaron por las regiones de Judea y Samaria” (Hch.8,1).

2. El poder romano

También desde el comienzo los cristianos padecieron la persecucióndel poderío de Roma.

En su oración dice a los que reciben a Pedro y Juan cuando sonliberados: “Porque verdaderamente en esta Ciudad se han aliadoHerodes y Poncio Pilato con las naciones y los pueblos de Israel contra

tu Santo Siervo Jesús (Hch. 4, 27).

“El rey Herodes echó mano a algunos de la Iglesia para maltratarlos.“Hizo morir por la espada a Santiago hermano de Juan “(12, 1-3).

Pablo es conducido prisionero a Roma para ser juzgado por Cèsar.

Pedro y Pablo padecen el martirio en Romas. Los demás Apóstoles einnumerables cristianos tiene que dar con su sangre testimonio del

señorío de Jesús.



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3. Los judíos

Fueron muchos los padecimientos que tuvieron que soportarlos

cristianos de parte de los judíosque no aceptaron la fe en Jesús. Bastaleer el Cap. 17 de los Hechos para ver unejemplo muy claro de estasdificultades.

“Pero los judíos, llenos de envidia, reunieron a gente maleante de lacalle, armaron tumultos y alborotaron la ciudad, etc. “(Hch. 17, 5).

San Pablo escribe a los Corintios lo mismo que podrían decir en esetiempo muchos cristianos: “Atribulados en todo, más no aplastados,

perplejos, más no desesperados; perseguidos, más no abandonados;derribados, mas no aniquilados. Llevamos siempre en nuestro cuerpospor todas partes el morir de JESÙS, a fin de que también la vida deJESÙS se manifieste en nuestro cuerpo” (II cor, 4, 7-10).

Pero cómo triunfaron estos cristianos? Por la fe en Jesús resucitado yporque estaban sostenidos por el poder del Espíritu Santo.

“Por este motivo estoy soportando estos sufrimientos; pero o meavergüenzo, porque yo sé bien en quién tengo puesta mi fe, y estoyconvencido de que es poderoso para guardar mi depósito hasta aquelDía” (II Tim. 1,12).

UNA IGLESIA CARENTE DE RECURSOS HUMANOS PERO LLENA DELESPIRITU SANTO

Es admirable ver como los Apóstoles y sus colaboradores llevaron elEvangelio a todas partes sin recursos humanos yen medio de tantasdificultades.

“No tengo plata ni oro” dice Pedro. (Hch. 3, 6).

Todos cumplieron lo que les había dicho Jesús: “No toméis nada para elcamino, ni bastón, ni alforja, n pan, ni dinero, ni tengáis dos túnicas (LC.9,3). Pero antes de decirles esto, “les dio poder y autoridad sobre todos



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Pero ¿Quién puede ser agente efectivo o de esta nuevaEvangelización? El mismo Santo Padre lo dijo en el capo de Chambacùde Cartagena: “La nueva Evangelización de América Latina ha de ser,

pues, promovida por una Iglesia orante, bajo la guía del Espíritu “(N:705)

Si de veras queremos llevar a cabo una nueva evangelización tenemosque estudiar e imitar la que siguió a Pentecostés.

Necesitamos llenarnos del poder del Espíritu, dedicarnos a la oración yal servicio de la Palabra y pedirle a JESÙS que “colabore con nosotros yconfirme la Palabra con señales que la acompañen” (Mc. 16,20).

Necesitamos “evangelizar en el Espíritu Santo”...



INDICE

Introducción…………………………………………………………………………………………… 1Oración……………………………………………………………………………………………………4Cómo eran los Apóstoles y después de la resurrecciónDe Jesús y antes de Pentecostés?.......................................................... 5

Bautizado en el Espíritu Santo………………………………………………………………… 6Pentecostés……………………………………………………………………………………………… 7Efectos personales de Pentecostés……………………………………………………… …8Efectos pastorales de Pentecostés………………………………………………………. ..10Frutos de la Evangelización…………………………………………………………………….14Los medios para crecer en la nueva vida…………………………………………………15Los frutos de este crecimiento espiritual……………………………………………..17La curación del tullido…………………………………………………………………………19Otras efusiones del Espíritu Santo en los Hechos………………………………21Una Iglesia en Oración…………………………………………………………………………..22Iglesia Evangelizadora……………………………………………………………………………27 Características especiales de esta evangelizaciónApostólica……………………………………………………………………………………………. 31 Van juntos a predicar………………………………………………………………………….. 31 Fue una evangelización sólida………………………………………………………………..32Iglesia institucional y carismática…………………………………………………………. 33Dóciles al Espíritu…………………………………………………………………………………. 36

Una evangelización fuerte en las persecuciones…………………………………….37Una iglesia carismática………………………………………………………………………… 38 Visiones y sueños…………………………………………………………………………………. 49Grandes retos que enfrentaron los primeros cristianos………………………. 51 Una iglesia carente de recursos humanos pero llena del Espíritu Santo. 53La nueva evangelización…………………………………………………………………….. 54

mons. alfonso uribe j. la iglesia en pentecostes

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