monólogo meche

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Meche. Sobre ella se proyectan imágenes de Santiago de Chile de 1973. No son las más emblemáticas. Quizás son de un Santiago más amable, más niño. Usted, ¿qué sabe de mi? ¿Estaba ahí? Usted no estaba ahí. Usted es una copia de una copia de si mismo. Repite juicios como si se los hubiera aprendido de memoria. Yo si sé como fueron las cosas. Ellos hablaban en serio. Hablaron en serio desde el principio. Yo nunca fui de aquí ni de allá. Yo era joven y hermosa. Yo solo quería hacer mi trabajo. Ellos no se andaban con cuentos. Ellos vinieron un día al diario y entraron sin saludar. Ser un civil por esos días no era muy bien visto. Era sospechoso. Aunque tuvieras una foto de la junta. Si, nosotros teníamos una línea editorial que día por medio hacía bolsa a Allende. Pero, ¿tu crees que eso era garantía de algo? Los tipos estaban paranoicos. No eran brillantes, pero lo que les faltaba ahí lo suplían con prepotencia. ¿Quién es el director?, preguntó uno. Nos quedamos mirando. La respuesta estaba en los labios de todos, pero a esas alturas uno no sabía las consecuencias de nombrar a alguien. Yo miraba mis zapatos, mientas intentaba sacar punta a un lápiz. Mi general quiere hablar con el, insistió. Es Carneyro, Mario Carneyro, dije yo; mientras sentía la mirada de todos sobre mi. Carneyro, salió de su oficina y los hizo pasar. Estuvieron más de una hora conversando. Los colegas me preguntaban a mi si iban a cerrar el diario. No creo, nosotros siempre fuimos oposición a Allende, decía yo

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Meche. Sobre ella se proyectan imgenes de Santiago de Chile de 1973. No son las ms emblemticas. Quizs son de un Santiago ms amable, ms nio.Usted, qu sabe de mi? Estaba ah? Usted no estaba ah. Usted es una copia de una copia de si mismo. Repite juicios como si se los hubiera aprendido de memoria. Yo si s como fueron las cosas. Ellos hablaban en serio. Hablaron en serio desde el principio. Yo nunca fui de aqu ni de all. Yo era joven y hermosa. Yo solo quera hacer mi trabajo. Ellos no se andaban con cuentos. Ellos vinieron un da al diario y entraron sin saludar. Ser un civil por esos das no era muy bien visto. Era sospechoso. Aunque tuvieras una foto de la junta. Si, nosotros tenamos una lnea editorial que da por medio haca bolsa a Allende. Pero, tu crees que eso era garanta de algo? Los tipos estaban paranoicos. No eran brillantes, pero lo que les faltaba ah lo suplan con prepotencia. Quin es el director?, pregunt uno. Nos quedamos mirando. La respuesta estaba en los labios de todos, pero a esas alturas uno no saba las consecuencias de nombrar a alguien. Yo miraba mis zapatos, mientas intentaba sacar punta a un lpiz. Mi general quiere hablar con el, insisti. Es Carneyro, Mario Carneyro, dije yo; mientras senta la mirada de todos sobre mi. Carneyro, sali de su oficina y los hizo pasar. Estuvieron ms de una hora conversando. Los colegas me preguntaban a mi si iban a cerrar el diario. No creo, nosotros siempre fuimos oposicin a Allende, deca yo no muy convencida. Hoy recuerdo eso tan claramente. Bueno, tambin olvide otras cosas muy oscuramente. Carneyro nos deca, muevan el culo. Hay que sacar un diario hoy. No nos cerraran? Ingenua yo. Nadie nos cerrara. ramos el brazo derecho de Augusto. En nosotros confiaban para regar como plvora las nuevas. Que la va chilena al socialismo haba fracasado. Que las cosas iban a cambiar rotundamente. Que las reformas iban a ser un recuerdo muy lejano. Que si no estabas con ellos, estabas contra ellos. Y yo slo quera trabajar. Quera escribir mis notas. Quera entrevistar a quienes estaban reconstruyendo nuestro pas. Este era el plan en el mejor de los casos: trabajar no ms de all de diez aos y retirarnos al sur, a Puerto Varas con el Mononono, y mis hijos. Olvidarme de todo esto. Yo nos oy parte de esto. Yo solo quiero trabajar. Carneyro me dice, Meche tu tienes futuro ac. Tu me reemplazars algn da. He visto demasiado. S demasiado. Y un da alguien me lo cobrar. Lo s.