modelo del razonamiento clínico para la resolución de problemas del especialista clínico de la...
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Introducción
En los últimos años la salud es considerada cuestión central y condición del
desarrollo. Esto es consecuencia de múltiples factores, entre ellos el aumento de las
inequidades en el mundo globalizado, el aumento de riesgos debido a cambios
ecológicos, demográficos y socioeconómicos, la generación de alianzas globales para el
desarrollo social, el control de enfermedades y una renovada acción a favor de la
atención primaria en salud.
En este contexto adquieren relevancia los recursos humanos en salud que
actualmente, a nivel mundial, atraviesan por una triple problemática: “La distribución,
la composición y competencias de la fuerza laboral en salud”.
Las competencias de la fuerza laboral de enfermería representan un componente
central para la adecuación de la gestión del cuidado y las prácticas de atención.
Permiten disminuir las inequidades, el acceso limitado a los servicios y favorecen una
atención segura y de calidad.
La formación de enfermeras/os juega un rol fundamental en la composición y
dinámica de la fuerza de trabajo en enfermería, en la calidad y pertinencia de los
cuidados y en el desarrollo de la capacidad institucional en salud. La enfermera/o
profesional demuestra competencia cuando aplica en forma efectiva una combinación
de conocimientos, habilidades y juicio clínico en la práctica diaria o desempeño laboral.
En las definiciones de enfermería hay un amplio acuerdo respecto a las
competencias que las enfermeras (os) deben reflejar en el desempeño de sus funciones,
y los estándares requeridos. Estas son conocimiento, comprensión y juicio crítico
razonamiento clínico. Comprende una serie de habilidades cognitivas, técnicas,
psicomotoras e interpersonales. De este modo podemos definir las competencias como
un conjunto de comportamientos que incluye conocimientos, habilidades y atributos
personales.
Gestionar los procesos de enfermería implica que el cuidado de salud se brinde
de una manera racional, oportuna y equitativa. De ésta forma para una adecuada gestión
del cuidado de enfermería, se requiere la ejecución de acciones de gestión y
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administración de enfermería. No obstante, las competencias para enfermería están
estrictamente ligadas al desarrollo de un buen razonamiento clínico, que nos prepare
para tomar decisiones correctas, basadas en datos empíricos y para la solución de
problemas dentro de un razonamiento adecuado.
La Enfermería de Práctica Avanzada nació en los EE.UU. en los años sesenta
debido a la falta de médicos. El rol ha ido evolucionando a lo largo de los años, ganado
cada vez más autonomía. Aparte de esto, según va apareciendo más evidencia que
sugiere que la optimización de la enfermería en la atención a la salud al aumentar sus
competencias, es una estrategia efectiva que mejora los servicios de salud, las
autoridades están más preparadas para buscar soluciones que incluya esta opción. El
aumento de los costeos, unos recursos presupuestarios limitados, el incremento en los
retos y las expectativas de atención de la población por los sistemas de salud ha
animado a los gobiernos a aceptar que un acceso y una cobertura a los servicios de salud
es más importante que quién los proporciona. Tal y como afirma la Organización
Mundial de la Salud: "La falta de profesionales de la salud en muchos países significa
que se requieren nuevos planteamientos; las fronteras tradicionales de los roles podrían
ser un obstáculo. Funciones que han sido competencia de los médicos podrían
convertirse en práctica habitual para las enfermeras, mientras que algunos roles de las
enfermeras podrían ser asumidos por otros asistentes en los cuidados de la
salud" (traducido por el autor). Al margen de que sigan haciendo falta médicos, la
positiva contribución de la EPA y de otros profesionales que no son facultativos, ha sido
reconocida por algunos líderes médicos en todas las especialidades clínicas.
En el siguiente trabajo investigativo, se presentan diferentes perspectivas que
van dirigidas a desarrollar y fomentar el razonamiento clínico. Esto como marco para la
resolución de problemas en el campo de la enfermería en general con un enfoque directo
a la Enfermería de la Práctica Avanzada.
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Concepto Razonamiento
El razonamiento es uno de los procesos de pensamiento que más interés ha
generado. La habilidad específica del ser humano, sin ella no existirían leyes y ciencias.
Se entiende por razonamiento a la facultad que permite resolver los problemas, extraer
conclusiones y aprender de manera consciente de los hechos. En sentido más restringido
se puede hablar de diferentes tipos de razonamiento.
Podemos comenzar mencionando el razonamiento lógico, se basa en el estudio
formal de las leyes de pensamiento. Tiene un carácter prescriptivo (indica o prescribe
como debes razonar) a partir de una información contenida en las premisas previas. Es
un proceso de lógica mediante el cual, partiendo de uno o más juicios, se deriva la
validez, la posibilidad o la falsedad de otro juicio distinto. Por lo general, los juicios en
los que se basa un razonamiento expresan conocimientos ya adquiridos o por lo menos
postulados como hipótesis. El razonamiento inductivo en el que interviene la
probabilidad y las formulaciones de conjeturas. El razonamiento psicológico, se refiere
a lo que pensamos en nuestra mente. El término razonamiento, se entiende como la
ocasión en que el sujeto llega a conclusiones "lógicas" a partir de datos que dispone
sobre una situación determinada. Esto es, la persona hace acopio de información ,
teniéndola a su disposición o "aprendiéndola", a través de operaciones cognitivas la
organiza, reelabora, establece relaciones entre los datos que posee, y así llega a
conclusiones. El objetivo es estudiar cuales son la estrategias que usan los sujetos para
generar o elaborar una conclusión. El razonamiento no lógico, se basa en premisas de
una única alternativa correcta, (razonamiento lógico formal) y es más amplio en cuanto
a soluciones, basándose en la experiencia y el contexto. El razonamiento clínico, es el
concepto que se utiliza en la medicina para describir los procesos mentales que los
clínicos expertos llevan a cabo para resolver problemas médicos. El razonamiento
clínico en enfermería, el pensamiento crítico en enfermería es el pensamiento
informado, que tiene un objetivo y está centrado en los resultados (orientado a los
resultados) y que está dirigido por los estándares profesionales, códigos éticos y leyes.
En el proceso, identifica cuidadosamente y pronto los problemas clave, las
cuestiones y los riesgos implicados incluyendo a los pacientes, familias y cuidadores.
Se basa en principios del proceso enfermero, la resolución de problemas y el método
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científico. Aplica lógica, intuición y creatividad. Se basa en conocimientos específicos,
habilidades y experiencias. Está dirigido por necesidades del paciente, familia
ycomunidad, así como por las necesidades de las enfermeras de brindar cuidados
competentes y eficientes. Requiere estrategias que obtengan el máximo potencial
humano y compensen los problemas creados por la naturaleza humana. Requiere una
constante reevaluación, autocorrección y lucha por mejorar.
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El pensamiento crítico en Enfermería
El pensamiento crítico en enfermería es un pensamiento cuidadoso, deliberado,
centrado y orientado a la obtención de un objetivo. Supone un pensamiento deliberado,
dirigido a un objetivo o varios objetivos. Se orienta al paciente, a la familia y a las
necesidades de la comunidad en general. Se basa en los principios del proceso de
enfermería y del método científico. Requiere de constante reevaluación, conocimientos,
habilidades y experiencias. Supone estrategias para desarrollar el máximo potencial
humano ( usando recursos individuales) y se guía por los estándares profesionales y los
códigos éticos.
Se deben desarrollar características que conviertan a los profesionales de
enfermería en pensadores críticos. Deben estar conscientes de sus recursos y
capacidades, confiar en su capacidad de razonar para obtener respuestas y tomar
decisiones acertadas. Sensibilidad a sus propias limitaciones y predisposiciones, lo que
los lleva a conocer sus puntos débiles, sus valores e ideas y reconocer cuando esto
puede llegar a afectar negativamente su capacidad para valorar una situación o resolver
los problemas.
Otra característica importante es la capacidad de tener mente abierta, escuchar
las nuevas ideas y diferentes puntos de vista. Considerar las situaciones de diferentes
perspectivas para poder evaluar la mejor respuesta. La creatividad es imprescindible,
buscar nuevas formas de realizar las cosas dirigiéndose a las metas y objetivos. Deben
ser proactivos, aceptar la responsabilidad social y legal de sus acciones. Estudiar cada
situación, anticipar los problemas y buscar formas de solucionarlos antes de que se
presenten. Una característica importante es, ser flexibles y reconocer la importancia de
cambiar las prioridades e intervenciones cuando los enfoques planificados no pueden
obtener buenos resultados. No obstante, deben estar conscientes de que los errores son
escalones para acceder a nuevas ideas, convirtiéndolos en una oportunidad de
aprendizaje. Perseverar es una de las actitudes más valiosas, enfocarse que en ocasiones
las respuestas no son sencillas y se deben mantener largas batallas para lograr los
mejores resultados.
Imprescindible ser introspectivos, evaluar y corregir su propio pensamiento. Un
buen pensador crítico, que aplica razonamiento clínico, mantiene una actitud inquisitiva,
aplica conocimiento previo a nuevas situaciones, ven situaciones desde diferentes
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perspectivas, sopesan los riesgos y los beneficios (ventajas y desventajas). Piden ayuda
cuando precisan, distinguen los hechos de las falacias, distinguen los hechos de las
influencias y apoyan sus opiniones con evidencias, datos empíricos.
En las habilidades intelectuales del pensamiento crítico existen diversos criterios
y estudios a nivel mundial, principalmente en el campo de la salud. En el año 2,000
(M.Gordon), enfermera norteamericana, informó que las escuelas de enfermería han
desarrollado cursos de pensamiento crítico incorporados a los currículos para reforzar
estas habilidades en los estudiantes y conducirlos a pensar en forma crítica. De tal
modo, que los estudiantes y futuros profesionales de enfermería desarrollen
independencia, creatividad, responsabilidad, pensamiento crítico y capacidad para
resolver los problemas. Si se logra el intercambio de ideas y se le proporcionan medios
para pensar y ser creativo, se formarán destrezas que estimulen el pensamiento lateral y
por ende profesionales que no solo solucionen problemas de salud, sino que sean
capaces de detectarlos y prevenirlos tanto en los individuos como en la comunidad.
En este aspecto, cuando los profesionales de enfermería adoptan posiciones
críticas respecto a las instituciones basadas en la investigación pertinente de calidad y
proponen o realizan cambios sobre la base ética del cuidado, las instituciones aceptan
las críticas y con frecuencia ponen los medios necesarios para el cambio. El
pensamiento crítico es un pensamiento constructivo, enriquecedor, comprometido y
ético.
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Razonamiento clínico, ético y distrés moral en los enfermeros de la práctica
avanzada
Dentro del marco del pensamiento clínico experto y las habilidades en el
desempeño de las competencias de los enfermeros (as) en Práctica Avanzada, vamos a
hablar sobre el razonamiento clínico, ético y distrés moral que afecta a todos los
proveedores de salud entre los que se encuentran los Enfermeros de la Práctica
Avanzada.
Hanson, Spross y Hamric (2004), hablan que le razonamiento clínico está
extrínsecamente ligado al razonamiento ético. El razonamiento clínico está ligado a la
probabilidad “ de lo que se podía haber hecho en una situación determinada”, mientras
que el razonamiento ético añade una dimensión de lo que debería haber hecho en la
misma situación. Los avances en los cuidados de salud y en las nuevas tecnologías
médicas han incrementado la obtención de datos acerca de los resultados sobre las
lagunas entre los cuidados que son médicamente posibles y los cuidados que en la
actualidad son más interesantes para los pacientes, siendo estas lagunas más acusadas
cuando están en relación con decisiones que tienen que ver, por ejemplo, con retirar o
mantener la nutrición, hidratación o tratamiento, las nuevas tecnologías reproductivas y
genética humana, así en los casos que las decisiones dentro del tratamiento clínico, se
basan en los costos, lo que hace que estas situaciones se vuelven muy problemáticas
desde el punto de vista éticos.
Arnold y Parker (1993), aportan un enfoque basado en la incorporación
preventiva y consideraciones prospectivas éticas en relación al pensamiento clínico y
toma de decisiones con el mayor sentido posible, poniendo el énfasis estos autores en
evitar los conflictos éticos en vez de esperar a que estos se desarrollen, estableciendo y
enfatizando en la precoz instauración de la comunicación entre el paciente, familia,
cuidadores y proveedores de salud. Estos autores consideran además, que un aspecto
importante de la prevención ética se basa en el esfuerzo de crear y preservar la
confianza y comprensión entre los proveedores de salud, así como entre los pacientes y
sus familiares. El uso de la ética preventiva la podemos considerar como el paradigma o
modelo proactivo, que se basa en los procesos de rutina de los cuidados y que trata de
prevenir los conflictos éticos o la pronta identificación de estos problemas en sus etapas
iniciales.
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Por otro lado el concepto de distrés moral está progresivamente reconocido
como un problema que afecta a todos los proveedores de salud incluyendo a los
enfermeros (as) de la Práctica Avanzada, y que la American Asociation of Critical Care
Nurses, define como el conocimiento de las acciones éticamente inapropiadas, pero que
son barreras que desalientan a los enfermeros (as) para llevar a cabo las acciones.
Existen datos de que entre el 30 y 70% de los proveedores de cuidados de salud están
presentes. Estas barreras para la acción sobre las decisiones éticas están relacionadas
con falta de recursos y apoyos, conflictos e intereses y reglas estrictas. En el caso de los
Enfermeros de la Practica Avanzada, el distrés está principalmente causado por rechazo
de los pacientes o tratamiento inapropiado. La Asociación Americana de Cuidados
Críticos de Enfermería ha desarrollado un modelo para reconducir el distrés moral “the
4’As Model to Rise Above Moral distress” que todos los enfermeros(as) y en especial,
los Enfermeros en Práctica Avanzada pueden usar para comprender y trabajar para
resolver los problemas en situaciones de distrés y que describimos a continuación:
1. Preguntar (Ask): explorar y comprender de donde viene el distrés,
2 .Afirmar (Affirm): confirmar el distrés y considerarlos como una parte de nuestro
trabajo (obligación profesional),
3. Evaluar (Assess): utilizar la autoconciencia, reflexión y evaluación de las barreras
evaluadoras, oportunidades y las potenciales consecuencias en la preparación para la
acción,
4 .Acción (Action): poner en marcha acciones que resolverán el distrés, anticipando
contratiempos y vías que impidan su desaparición.
Finalmente destacar que el enfrentarse a estas situaciones de distrés pueden
abrumar pero pueden ser la oportunidad para los Enfermeros en Práctica Avanzada para
evaluar las creencias y valores presentes, pudiendo usar los Enfermeros(as) Avanzadas,
simultaneas y retrospectivas reflexiones en estas situaciones como una forma de crecer
y desarrollar experiencias que pueden ser usada positivamente, proactivas
intervenciones en futuros encuentros con los pacientes. Los Enfermeros de la Práctica
Avanzada pueden dirigir modelos de roles en distrés moral, liderando foros que
promuevan la apertura a través de una comunicación honesta, establecer colaboraciones
interdisciplinarias y aportar incógnitas e interrogantes, así como la revisión de casos que
son una gran oportunidad para aprender.
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La Enfermería de la Práctica Avanzada: Innovación y Agente de Cambio
Es en Estados Unidos donde surgen los movimientos más innovadores con
respecto a las disciplinas sanitarias. Ya sea debido a un acontecimiento traumático
(catástrofe, guerra, etc.) o al alto poder adquisitivo y por ende la alta utilización de los
servicios de salud, que se convierten en verdaderos baluartes de la innovación y las
tecnologías. Las inversiones en los sistemas de salud de un país que no destierra
cerebros sino que los importa, y su alta preparación en investigación de los
profesionales de la salud convierten a éste, junto con otros países también anglosajones
(Inglaterra, Canadá), en referentes de los países que en la actualidad ni siquiera se
pueden considerar emergentes en investigación y desarrollo, que siempre han estado
desventajados, a pesar de tener personas altamente capacitadas, de estos países, donde,
si se usaran políticas menos liberales hundirían aún más a los países que les siguen.
La aparición del término “Enfermería de Práctica Avanzada” (EPA) es
relativamente muy reciente. La participación de las enfermeras americanas en la
Segunda Guerra Mundial, les permite una gran especialización en determinadas áreas,
junto con la carencia de facultativos. Durante los años setenta comienza a utilizarse en
Estados Unidos el término de “Enfermería de Práctica Avanzada” delimitándose a
cuatro campos o dominios de práctica: la enfermera Anestesista, la enfermera Matrona,
la enfermera Clínica y la enfermera Practicante. La idea es siempre la misma, y desde
el comienzo de la evolución de la enfermería en EE.UU, el propósito final es la
autonomía de la enfermera. La enfermera Practicante, la enfermera Especialista y por
último la enfermera de Práctica Avanzada, va siempre a la utilización de los recursos a
su más alto nivel, convirtiendo a la enfermera, en referente de la asistencia sanitaria, en
educación para la salud, en evidencia científica, en definitiva, en Práctica Avanzada.
En los años noventa, estos roles se establecen definitivamente y se produce un
aumento muy importante en el número de profesionales que, habiendo realizado
estudios de enfermería de segundo nivel (máster) o tercer ciclo (doctorado), desarrollan
sus funciones científicas y profesionales dentro de lo que hoy conocemos con el nombre
de Enfermería en Práctica Avanzada. En Canadá, la EPA comienza algunos años más
tarde que en Estados Unidos, pero su evolución es muy similar. Hamric (2004-2006),
establece la diferenciación de la EPA entre “Research-Sensitive Practice, Research-
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Based Practice, Evidence-Based Practice y Theory-Based Practice , las cuales
conforman en su conjunto una vía o modelo de pensamiento para que los EPA
incorporen la evidencia en sus prácticas profesionales. Research-Sensitive Practice
(2006), hace referencia a la práctica en la cual los hallazgos clínicos individuales de la
investigación contribuyen a dirigir la práctica de enfermería de una manera no
estructurada. Research-Based Practice (2006). La podemos definir como la vía más
sistemática, rigurosa y precisa para trasladar los hallazgos de la investigación a la
práctica, es un proceso usado dentro de las organizaciones para diseñar los estándares
de cuidados para un grupo determinado de pacientes, más formal porque puede ser
ampliamente usado como guía de cuidados y por tanto como conclusiones científicas
sobre las que se basa, para estar libre de sesgos y errores.
Evidence-Based Practice. Lo idóneo sería tener todas las prácticas basadas en la
investigación, pero en realidad, frecuentemente no existe investigaciones o estudios en
los cuales basarse para tomar decisiones. Sackett (1998) la define como “una explícita
y juiciosa interpretación de las mejores evidencias de la experiencia clínica y los valores
de los pacientes”. Usar únicamente la evidencia externa en toma de decisiones prácticas
es tan inaceptable como usar aisladamente la experiencia clínica individual.
Theory-Base Practice. (2006). Los EPA cada vez se están acostumbrado a la
idea de trabajar con la evidencia obtenida de la investigación como guía de práctica,
pero la Theory-Base Practice es un concepto que les es mucho menos familiar.
Contrariamente a la percepción común, la teoría puede ser una herramienta muy
práctica, puesto que con frecuencia proporciona junto con los hallazgos de la
investigación, una forma de contribuir a que la práctica sea más útil, sistemática y
exhaustiva. Aunque en el pasado las discusiones sobre la Theory-Base Practice se
centraron en el uso de los Modelos o Paradigmas Conceptuales de Enfermería como
guía de práctica, en la actualidad el énfasis se ha dirigido a las teorías de rango medio
que tratan de guiar la práctica de la enfermería más específicamente. Las “teoría de
medio rango” son aquellas que están típicamente orientadas a las experiencia
particulares de los pacientes como por ejemplo vivir con la artritis reumatoide o
problemas como el manejo del dolor crónico entre otros, y aunque su rango de
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aplicabilidad de las mismas es mucho más estrecho, esto va a permitir, que se
desarrollen para reconducir problemas específicos de la práctica clínica.
Pero, ¿cómo trabaja una enfermera de práctica avanzada? El modelo de la
A.N.A. (Asociación Americana de Enfermería), es un modelo institucional por el que si
un enfermero de Práctica Avanzada tiene que hacer frente a un problema relacionado
con la práctica, debe intentar en primer lugar, orientarse basándose en políticas y
procedimientos institucionales. Si el EPA no ha sido capaz de encontrar la respuesta,
deberá hacer una revisión de las regulaciones y leyes aplicables a la práctica Enfermera,
recurriendo a los organismos colegiales, si fuera necesario. Finalmente decir que, la
suma de todas estas actuaciones, conjuntamente con la revisión de la literatura
científica, las normas en relación a la práctica y código deontológico le van a permitir
garantizar la prestación de los cuidados enfermeros seguros, de calidad y basados en la
evidencia científica.
Sin embargo y en contra de todo lo expuesto aún quedan algunas preguntas que
desde un pensamiento crítico tendríamos que hacernos, como por ejemplo; ¿cuantas
enfermeras de Practica Avanzada necesitaríamos en nuestro sistemas de salud?, ¿Qué
similitud existe con la enfermera gestora de casos y/o con la enfermera especialista.
¿Qué estudios habría que realizar para ser enfermera de práctica avanzada en algunos
países? Se trata de una enfermería que tiene unas características especiales, y puede que
caigamos en estereotipos de dudosa ética, pues igual identificamos enfermeras de
primer y segundo nivel, cuya capacitación al menos a priori es la misma. ¿Qué impacto
podría tener la implantación en nuestro entorno de la EPA? Las características de la
enfermera de Practica Avanzada es la formación en colaboración terapéutica con los
pacientes, pensamiento clínico experto y desarrollo hábil y optimizado, uso de una
perspectiva holística en la prestación de los cuidados, desempeño de una práctica
reflexiva, utilización de la evidencia científica como guía de práctica clínica y manejo
de diversos enfoques en la gestión del proceso salud-enfermedad. Los estudios expresan
que la enfermera representa un costo neutral en la asistencia de salud, ya que aunque en
algunos aspectos aminora el gasto sanitario, en otros se ha demostrado que lo aumenta,
por lo que no se puede establecer a la enfermera como personal que disminuye el gasto
sanitario en términos absolutos. Sin embargo, es este uno de los motores principales
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para que políticas sanitarias de algunos países contemplen a la enfermera con un papel
fundamental en la dispensación de los servicios de salud. También podemos comprobar
que la enfermera aumenta los resultados en salud, disponemos estudios que establecen
que existe un mayor nivel de satisfacción por parte de los usuarios cuando son atendidos
por una enfermera, este término asociado a otros factores como mayor tiempo en la
atención dispensada, mayor efectividad, mejor accesibilidad y mejor manejo de grupos,
como personas con enfermedades mentales, diabéticos, hipertensos, área materno
infantil, hacen de la enfermera un profesional más seguro en la atención sanitaria.
Mención especial hay que hacer a la controvertida prescripción enfermera. Después de
un largo avatar no excento de dificultades tanto legislativas como institucionales, se ha
comprobado la gran seguridad en la prescripción enfermera.
Los roles de la EPA son de sustitución del médico generalista, capacitada por su
gran experiencia, la mayor accesibilidad y por las necesidades tanto de los usuarios
como de los sistemas de salud de los países a largo plazo; como de suplantación y
compensación. Es posible que países como Inglaterra, EEUU y Canadá, donde la
asistencia sanitaria no está universalizada, donde existen grandes barreras para acceder
al sistema sanitario, donde el sistema no es equitativo y los profesionales médicos son
escasos debido al alto costo y lo dilatado del tiempo de los estudios de medicina en
estos países, se asienten las raíces para emerger el papel de la enfermera de Práctica
Avanzada, donde cumple un papel de sustitución del médico en las consultas de
atención primaria, en contraposición al antiguo rol de la enfermería basada en tareas
donde el paciente se siente en manos del enfermero, sin identidad, se le saca sangre, se
le realiza un electro, póngase aquí, vaya a este lugar.
La enfermera debe de tener una relación más cercana con el paciente, debe de
contextualizarse en un equipo multidisciplinario, desarrollar técnicas avanzadas y
promover el contacto directo con el paciente, en un input dirigido a aumentar la
relación enfermero-paciente en función del tiempo que se debe dedicar según las
características socioculturales de la población que atiende. Sin embargo es importante
que se siga fomentando en cada profesional de enfermería, el estímulo para continuar
estudiando y dirigirse a desarrollar mayores profesionales de Práctica Avanzada en
Enfermería.
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Habilidades de Razonamiento Clínico en Enfermería
Formar habilidades de razonamiento clínico en enfermeros (as) es indispensable
para otorgar calidad y seguridad en el cuidado, pues implica un accionar reflexivo para
seleccionar mejores cursos de acción. (Perset, 1999, Benner,1995). En el campo de la
enfermería se considera imprescindible el análisis de las habilidades de razonamiento
así como el lugar que ocupan en las propuestas curriculares, ya que los egresados de los
programas de enfermería pondrán en práctica conocimientos y habilidades para
diagnosticar y tratar las respuestas del paciente a problemas reales o de riesgo en su
salud (Pinto, 2008). No obstante, el desarrollo de las habilidades de razonamiento
clínico comienza desde la escuela de enfermería.
Se parte de que el razonamiento clínico es la suma de pensamiento y procesos de
toma de decisiones asociadas con la práctica clínica, es una habilidad crítica de los
profesionales de la salud, central para una práctica profesional autónoma. Esto permite
tomar decisiones acertadas, lo que significa realizar mejor acción basada en juicio
clínico y un contexto específico. (Cervero,1988. Harris,1993).
En este sentido, el proceso de atención de enfermería, representa un excelente
ejercicio de pensamiento crítico, de razonamiento clínico y de toma de decisiones. Que
ha cambiado con el tiempo y ha evolucionado desde un enfoque basado en problemas,
hacia otro basado en los resultados. Por ello, el razonamiento clínico centrado en los
resultados según Perset (1999), lleva el juicio satisfactorio en el que coinciden el
resultado esperado y el estado real del paciente. Este modelo representa una forma útil
para aprender a evaluar el razonamiento clínico a través del reconocimiento de patrones,
diagnósticos de enfermería, en los que se utiliza un lenguaje especializado. De aquí se
desprenden las intervenciones a realizar y ayuda a los profesionales a focalizar el juicio
clínico.
Cuando se es experto más allá de utilizar para la resolución de problemas los
elementos teóricos adquiridos, se produce un plan de atención dirigido a resolver
situaciones de salud en las que se percibe la totalidad de la situación. (Lefevre, 1997).
Por tanto en la aplicación del proceso de enfermería; los fundamentos del juicio clínico
se centran en la aplicación del proceso de enfermería, el método de atención al paciente
que sirve como marco para aplicar los cuidados. Aplican los conocimientos y la
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experiencia en una situación clínica para desarrollar una solución. El pensamiento
crítico en enfermería, concepto más general que incluye el juicio clínico y se aplica no
solo a la atención al paciente, sino a promover el trabajo en equipo, flujo de trabajo y la
resolución de problemas. Sin embargo la forma de aplicar estas habilidades y el proceso
de enfermería han de adaptarse a las diferentes coyunturas históricas, como es el caso de
los actuales cambios en el sistema de salud, que demanda del profesional una atención
multidisciplinaria, el manejo de historiales electrónicos y el incremento en las
responsabilidades. Es importante mantener un pensamiento deliberado y dirigido hacia
un objetivo. Emitir juicios basados en evidencias (hechos) en vez de conjeturas
(suposiciones). Basarse en los principios de la ciencia y del método científico
manteniendo una actitud inquisitiva, enfoque organizado e información fideligna. Se
deben desarrollar estrategias que maximicen el potencial humano y compensen los
problemas causados por la naturaleza humana. Percepciones, valores, creencias
personales deben manejarse con extremo cuidado. Por lo que razonamiento es sinónimo
de pensamiento crítico.
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La enfermera experta en el cuidado del paciente crítico según Patricia Benner
A pesar de la dificultad de definición del término, cuidar es la función principal
de la profesión enfermera. Al hablar de cuidados resulta impensable separar al individuo
de su contexto más inmediato, la familia, a la que Benner(1999) define como unidad
básica, alguien significativo para el otro que participa en el cuidado y bienestar de la
persona.
Aunque una gran parte de los profesionales de enfermería cuida a la persona y la
familia como un todo, hay situaciones críticas donde, para este abordaje integral, se
hace necesario un mayor expertís por parte de la enfermera que atiende la situación.
Estaríamos pensando, por ejemplo, en el ámbito de unidades de cuidados intensivos
donde resulta difícil manejar un entorno altamente tecnificado, donde las situaciones
críticas pueden desembocar en la muerte del paciente y donde, a la vez, se ha de
proporcionar unos cuidados de calidad que engloben la atención a la familia. Cuando la
atención está muy focalizada en el mantenimiento o en salvar la vida de los pacientes,
puede aparecer un mayor riesgo de “desatención” a los miembros de la familia, así
como unas altas demandas de cuidados por parte de estos, dada la situación a la que se
enfrentan.
En este contexto, el aislamiento que se produce del enfermo respecto de la
familia tiene repercusiones para ambos. Sobre la familia produce un aumento de la
ansiedad y algunos autores indican que permanece elevada durante toda la estancia en
UCI, relacionándolo con la falta de contacto directo con el paciente. Asimismo, hay
estudios que apuntan la idea de que es en estos servicios donde las familias sufren más
y que dicha tensión y angustia que sufren se podrían resolver en parte si los cuidados se
dirigieran en esta dirección.
Incorporar a la familia como participante en los cuidados de un paciente crítico
supone una habilidad que no se desarrolla hasta que el profesional de enfermería es
competente en términos de Benner( 1999). La habilidad que pueda tener la enfermera
para implicarse en el cuidado de los pacientes y de la familia se adquiere con el tiempo
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y la experiencia. A su vez, esta habilidad de implicación familiar resulta esencial para
llegar a considerarse una enfermera experta . La experiencia dota a la enfermera de las
condiciones para la sensibilización sobre aspectos más humanos y para la comprensión
del significado que para el paciente tienen las relaciones interpersonales. Ofrecer unos
cuidados de calidad implica una enfermería cualificada. La actividad clínica enfermera
lleva implícita un conocimiento que resulta fundamental entender para una mejor
comprensión de la profesión, así como por las posibles repercusiones que, sobre la
asistencia a las personas, pueda tener. A continuación se presenta un trabajo
investigativo cuyo propósito es explorar el comportamiento y el juicio clínico de la
enfermera experta en áreas de cuidados críticos, según Patricia Benner (1999) ,
identificando las respuestas que esta ofrece a las necesidades del paciente y la familia.
Se parte del legado de Patricia Benner,(1999) quien estudió la práctica
enfermera para describir el conocimiento que sustenta dicha práctica. La autora
diferencia entre el saber teórico y el saber práctico y sostiene que este último puede
desarrollarse incluso antes que la teoría, por lo que puede ayudar a ampliarla.
Benner,(1999) en su conocida obra sobre la adquisición de habilidades en
enfermería, adaptadas del Modelo Dreyfus, ayuda a comprender la práctica profesional
poniendo de relieve la existencia de cinco grados de competencias: principiante,
principiante avanzada, competente, eficiente y experta. Es en este quinto estadío cuando
la enfermera, en cuanto experta, conoce al paciente, es capaz de identificar sus
problemas sin malgastar tiempo y de actuar partiendo del conocimiento profundo de la
situación global. Conocer las necesidades reales de la persona es un aspecto
fundamental para la enfermera experta, incluso si esto implica un cambio en la práctica.
En la práctica del día a día del profesional de enfermería experto en cuidados de
pacientes críticos, Benner(1999) identifica nueve dominios (situaciones importantes
alrededor de las cuales se organizan objetivos). En cada uno de estos dominios se
destacan seis aspectos del juicio clínico y del comportamiento de la enfermera experta:
a) pensamiento en acción y razonamiento en transición
b) conocimientos técnicos expertos
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c) práctica basada en la respuesta
d) representación-mediación
e) agudeza perceptiva y habilidad de implicación
f) enlace clínico y ético.
Con el fin de explorar el comportamiento y el juicio clínico en la práctica
enfermera experta en áreas de cuidados críticos se escogió a María, enfermera experta
con más de 20 años en una unidad de cuidados intensivos (UCI). Los criterios de
selección fueron: tiempo trabajado, experiencia en UCI, claridad de ideas sobre lo que
es la enfermería y el reconocimiento de experta por parte de sus iguales. Se le pidió que
relatara un episodio clínico significativo cuyo tema central fuera el cuidado a la familia
del paciente, uno de los dominios según Benner, ( 1999) y que, a partir del cual, se
produjera un cambio en la práctica.
Caso. María es enfermera y trabaja en una UCI de un gran hospital. Miguel es su
paciente, un joven que ingresó en la unidad tras haber sufrido un accidente de tráfico.
Miguel está intubado, con ventilación mecánica y graves lesiones cerebrales. Las
secuelas irreversibles del accidente van a cambiar su vida y la de su familia. El entorno
familiar más inmediato de Miguel está formado por su padre, su madre y su novia. Cada
uno de ellos ejerce un rol al lado de Miguel. María acompaña a cada uno en su proceso,
lleva más de 20 años trabajando con pacientes críticos, pero la situación de Miguel y la
práctica experta de María producen un cambio en el modo de afrontar los cuidados. Se
muestra cómo la práctica experta y el saber hacer de la enfermera impulsa un cambio
importante en la práctica diaria: la apertura de horarios de visita en la unidad.
El pensamiento en acción y razonamiento en transición tal y como señala
Benner, “el razonamiento clínico requiere razonamiento en transición”, es decir,
razonamiento sobre los cambios en una situación, en este caso en la familia. Tal y como
se observa en lo narrado, María, la enfermera, como experta que es, percibe a cada
instante el significado y la importancia de la situación para la familia y está
constantemente interpretando la situación. Esto se aprecia desde prácticamente el inicio
de la entrevista donde ella razona que tuvo la impresión de que el núcleo familiar era
muy compacto y estaba muy unido y que, por lo tanto, el paciente requería tenerlos a
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todos juntos allí: “Aún así, yo tenía la impresión, en este caso, de que el núcleo familiar
había sido un núcleo muy compacto, que eran una familia muy unida, que era una
familia muy estructurada, muy implicada unos con otros. Y desde el principio tuve la
percepción de que, probablemente, mejor seguramente, el chico requería tener cerca a
su madre y a su chica, que era importante para él y también para la familia, pero que
para él también era importante.
María adapta su práctica al involucrar a la familia e intentar hacerla partícipe del
cuidado del paciente, flexibilizando los horarios de visita, lo cual nos muestra su
habilidad por percibir “minuto a minuto”: “Clínicamente era un caso como muchas otras
veces. Para mí, la novedad era el hecho de tener dentro de la habitación físicamente a
una persona que no es del equipo sanitario… ¿a qué me obliga esto? Me obliga a hacer
un cuidado no sólo centrado en aquella persona, sino también en la familia. Trabajando
sola haces las cosas más rápidas, a tu ritmo. Así, tienes que explicar directamente a la
familia lo que vas haciendo para que se vaya adaptando a la nueva situación”.
Además de esto, María llega a plantearse durante su actuación que lo que estaba
haciendo, implicar a la familia en el cuidado del paciente y no limitarle los horarios, no
le resultaba tan costoso: “En el aspecto personal pensé que no era tan difícil lo que
estaba haciendo. Yo lo único que estaba haciendo era cuidando a aquella persona lo
mejor que sabía hacer y que además estaba ofreciendo esos cuidados a otra persona, que
no me estaba suponiendo un esfuerzo tan importante, que no era tan difícil, y pensaba
que las barreras que ponemos en este entorno eran poco, no sé cómo decirlo, poco
humanas”. María demuestra tener capacidad para leer la situación inicial del grupo
familiar, para entenderla y para plantear cambios o ajustes de momento a momento
según la respuesta de la familia, lo que evidenciaría tanto el pensamiento en acción
(unos patrones de pensamiento y de las acciones unidos hacia la respuesta a la familia)
como el aspecto de la práctica basada en la respuesta. Podríamos decir que estamos ante
un profesional experto. Estos aspectos se pueden volver a observar cuando menciona
que los objetivos que se plantearon en los primeros días y posteriormente, cuando
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supieron que no había posibilidad de curación, fueron diferentes, pues las necesidades
de la familia eran otras:
“Evidentemente, la primera semana nuestro objetivo es intentar mejorar el
estado clínico. En estos primeros días no puedes plantear a la familia los cuidados (…).
A partir de los primeros días, cuando se va confirmando el pronóstico, nuestro objetivo
básicamente era reposicionar a la familia en este nuevo entorno que tendrán: tener en su
casa, a su cargo, a una persona que no será nunca más la que ellos conocían y que si
continuaba viviendo sería una persona totalmente dependiente”. Todo esto, el
pensamiento en acción, el razonamiento en transición y la práctica basada en la
respuesta son los “sellos del buen juicio clínico”, según Benner.
Conocimientos técnicos expertos
Se trata de la habilidad que permite a la enfermera pensar en la acción, es decir,
la respuesta del paciente a las intervenciones permite a la enfermera obtener un
conocimiento mejor de aquello que le está pasando a este. El saber práctico se suele
hacer evidente con la observación, aunque hay aspectos que no son visibles. Cómo y
dónde se sitúan las enfermeras para observar al paciente son considerados
conocimientos técnicos expertos ya que puede implicar la posibilidad de reconocer un
cambio del paciente. Dado que la observación directa en la práctica no se ha realizado,
no hay evidencias en el relato para poder valorar este aspecto. Sería interesante tenerlo
presente para futuras líneas de investigación.
Práctica basada en la respuesta
Es la capacidad de la enfermera para responder de forma flexible a las
necesidades del paciente y, especialmente, de la familia. María demuestra un diálogo
continuo con la situación, desde que ingresa el paciente con unas determinadas
necesidades hasta pasados unos días donde las necesidades se modifican y la enfermera
cree conveniente centrarlas en la familia. También demuestra capacidad para leer la
situación y entender que las necesidades de la madre son unas y las del padre o la novia
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son otras distintas. Es decir, comprende las necesidades particulares de cada uno de los
miembros de la familia y es capaz de adaptar las respuestas dependiendo de lo que
sucede: “Lo que hicimos fue eso, romper la normativa de visitas y ofrecer a la madre y a
la novia la implicación en el cuidado del chico. La madre aceptó, ya, rotundamente.
Dijo sí, es mi niño, lo he cuidado toda la vida y ahora me ofreces la posibilidad, claro
que sí, y estaré aquí como un clavo, las horas que tú me digas; la novia no, la novia
aunque venía a las horas de visita, y se benefició de que estas fueran más amplias, nunca
quiso participar del cuidado como tal, lo que sí hizo la madre, bañarlo, cambiarle las
sábanas, aprender a limpiarle la herida de la boca, aprender a limpiarle los ojos, todas
estas cosas…, la novia, no”. Además, María se muestra proactiva en el sentido de
ofrecerles un abanico de posibilidades, en función de lo que ella cree que son las
necesidades y de lo que va viendo en cada momento, pero sin forzar las respuestas.
En resumen, la enfermera demostró leer la situación en cada momento y orientar
sus intervenciones por la secuencia de las respuestas, en este caso, de la familia. Si las
respuestas hubiesen sido otras, seguramente la intervención enfermera también lo
hubiese sido, aspecto que reafirma que estamos ante una profesional experta.
Representación-mediación
Se refiere a la “capacidad de actuar o de influir en una situación”. La práctica de
María influye en el equipo y modifica normas: cambio de horarios de visita y su
flexibilización. No se trata de una acción de trasgresión de la norma llevada a cabo por
la enfermera sin consultar a nadie o sin la aprobación del resto del equipo, sino que la
idea es suya y cuenta con la aprobación de los demás: “A ver, esto era un planteamiento
mío, nosotros tenemos un equipo, sobre todo en el turno de mañana, muy estricto en
este aspecto. Fue un planteamiento mío, que fue transportado a todo el equipo, y que
afortunadamente el equipo aceptó”. Tal y como argumenta Benner, las enfermeras
expertas cuentan historias donde se “da la vuelta o cambia la situación”.
Agudeza perceptiva y habilidad de implicación
Queda patente cómo María va identificando y resolviendo los diferentes
problemas a medida que cambia la situación, demostrando así tener agudeza perceptiva.
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Creemos que esto ha quedado plasmado en todo lo expuesto hasta ahora, pero
también se podría ejemplificar con el extracto siguiente: “Y desde el principio tuve la
percepción de que probablemente, mejor seguramente, el chico requería tener cerca a su
madre y su chica, que era importante para él y también para la familia, pero que para él
también era importante [se emociona] y entonces, desde esta perspectiva, intentamos
hacer.
Este fragmento nos sirve también para observar que desde el principio de la
situación hay una alta implicación y un compromiso por parte de María, en este caso
compromiso emocional. Incluso después de haber pasado tanto tiempo, recordando el
caso vuelve a emocionarse. Esta capacidad de compromiso también se refleja en que
desde hacía tiempo le preocupaba el tema de los horarios de visita y saber si realmente
su práctica era correcta o no: “Siempre tenía la duda de que quizá no lo estábamos
haciendo suficientemente bien o podríamos hacerlo mejor”. María permanece
emocionalmente unida y abierta a la familia, siendo esta una habilidad de compromiso
social y humano que caracteriza la práctica enfermera experta.
No podemos olvidar que, además de todo lo anterior, existe una buena capacidad
de interrelación con la familia o con algunos miembros como la madre y la novia. La
preocupación y la involucración con el paciente y la familia dirigieron las acciones de la
enfermera. Por último, decir que María se anticipa a las posibles demandas o problemas
de la familia, haciendo una buena identificación de ellos. Tal y como expresa Benner,
“ser bueno en resolver un problema no es suficiente si se pasa por alto el problema más
crucial o el problema se enmarca o se define de manera equivocada”.
Enlace clínico y ético
Aspectos de este último punto han ido apareciendo en apartados anteriores, y es
lógico si pensamos que no es posible separar el razonamiento clínico y el ético. Desde
un principio, María demostró implicación por las necesidades y los problemas tanto del
paciente como de la familia. Esta no-indiferencia, esta involucración, se realiza también
en términos de consideración de lo que es bueno para ellos y de preocupación por si las
prácticas profesionales no son lo buenas que deberían ser. Se da, por lo tanto, un
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cúmulo de aspectos tan importantes como el compromiso, la preocupación ética y la
idea de lo bueno y lo malo: “Siempre tenía la duda de que quizá no lo estábamos
haciendo suficientemente bien o podríamos hacerlo mejor. Una vez constató que esto no
es bueno, me planteo que esto no puede ser: con unos sí y con otros no. Esto es
buenopara unos y para los otros…”. Aparece también la postura de no enjuiciar y el
respeto por las decisiones y las actuaciones tan diferentes entre la madre y la novia, no
habiendo juicios de valor. Se les había ofrecido una serie de posibilidades y ahora eran
ellas quienes debían decidir: “La madre aceptó, ya, rotundamente, la novia no, y aunque
venía a las horas de visita, se benefició de que estas fueran más amplias, nunca quiso
participar del cuidado como tal. Al ver, que son dos posicionamientos, ambos igual de
válidos y muy coherentes, cada una de ellas con la relación que tenían con el chico”.
Cabe señalar también que dentro de esta implicación y el compromiso por parte
de la enfermera y ligado al razonamiento ético, hay un momento en el que aparece el
principio de beneficencia. Este aparece cuando se plantea el hecho de si realmente tener
a la familia cerca es beneficioso y útil para el paciente, así como para la elaboración del
duelo de la familia: “Ver como el contacto que ella podía tener con el chico y ver como
aquello le era útil le era una manera de ir resolviendo su dolor. Me hizo pensar que
realmente el hecho de que mantengamos estructuras tan cerradas y el hecho de que
mantengamos horarios tan restringidos, de alguna manera estamos haciendo un
impedimento en el cuidado de los pacientes que tenemos en la UCI”.
A partir de la práctica clínica de María, la enfermera entrevistada, se han podido
observar los aspectos del juicio clínico y del comportamiento que Benner identifica en
una enfermera experta. Una enfermera experta permanece abierta a todas las
posibilidades de confort del paciente y la familia. Las actividades de cuidados directos
que dirige a las personas requieren explorar sus preferencias, y especialmente detectar el
momento en que cada una de ellas está preparada para recibir información y participar
en el proceso.
En cuanto a la familia, y a pesar de los obstáculos que encuentran en relación
con su participación en el cuidado del paciente, diferentes estudios, y el caso expuesto,
muestran hasta qué punto los familiares desean y valoran la posibilidad de involucrarse
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en el cuidado de un ser querido. Animar a la familia a ello facilita la unión, decrece la
impotencia y la ansiedad y ayuda a asimilar la situación del ser querido, aspectos que
forman parte de la competencia enfermera para proporcionar un cuidado integral.
Destacar que las actuaciones de la enfermera entrevistada, como experta que es,
estuvieron guiadas, seguramente, por su capacidad de hacer una buena práctica, donde
además del aprendizaje experiencial hubo un factor personal nada desechable. En
palabras de Benner: “Los practicantes expertos son motivados y guiados por su
capacidad de hacer práctica excelente. Existen otras motivaciones y hay muchas
amenazas para esta práctica, pero la ética de la práctica excelente es motivada por uno
mismo.”
Creemos que el estudio sobre el conocimiento experto de las enfermeras en áreas
de cuidados críticos ha de servir para una mayor comprensión de la profesión, en
concreto de la naturaleza de sus intervenciones y del conocimiento implícito en estas.
Este conocimiento puede generar teoría, que será a la vez aplicable a la práctica, y
revertir en la forma de afrontar los cuidados prestados, aumentando su calidad. La
repercusión en el campo de la investigación es clara, ofreciendo a las enfermeras un
amplio camino para trabajar y desarrollar.
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Conclusión
El porqué de centrar la atención en el pensamiento crítico, el futuro pertenece a
aquellos de nosotros que aprendan a obtener el máximo de su poder mental, a aquellos
que piensen críticamente. Para tener éxito en el mundo actual, tan cambiante debemos
tener más conocimientos que los usuales en relación con nuestra profesión. Precisamos
habilidades de pensamiento altamente desarrolladas, habilidades de pensamiento crítico,
que nos ayuden a adaptarnos a nuevas situaciones, toma de decisiones competentes y
resolución de problemas de manera segura tanto para el paciente como para la familia.
El razonamiento crítico es la clave para resolver los problemas. Los
profesionales de enfermería que no puedan desarrollar y aplicar el pensamiento y
razonamiento clínico efectivo, se convierten en parte del problema. Las enfermeras (os)
en general y más aún los profesionales de la práctica avanzada, debemos tomar
decisiones complejas, adaptarse a nuevas situaciones y actualizar continuamente sus
conocimientos y habilidades. Consta este proceso de pensamiento de las etapas
similares al método científico. Observación, clasificación de datos, extraer conclusiones
lógicas, poner a prueba las hipótesis y dirigir los experimentos.
En otras palabras aplicamos de forma efectiva el proceso de enfermería. Se
podrían identificar diferentes estilos de pensamiento; perceptivo, que se describe como
flexible y abierto, le gusta ser espontáneo. Intuitivo, que percibe al mundo en general,
busca el significado. Introvertido, piensa para sí, obtiene energía de la quietud.
Sensitivo, usa los datos subjetivos y toma decisiones justas. Por lo tanto para obtener
éxito en una profesión tan cambiante, necesitamos poder desarrollar habilidades de
razonamiento clínico, pensamiento crítico y reflexivo a la vez que es imperante
mantener unas competencias y dentro de la profesión. Esto nos ayuda a adaptarnos a las
nuevas situaciones, a la toma de decisiones competentes y a la solución de problemas de
una manera acertada. El juicio clínico es la base del proceso de resolución de problemas
y en el ámbito de la enfermería de práctica avanzada es el método de intervención o
gestión de cuidados. Consiste en plantear un buen diagnóstico y determinar las
intervenciones necesarias para la resolución de problemas.
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Referencias
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Marañón, MJ. Estorado, S Ferrer Frances. Enfermería Intensiva, Vol 22. Issue 3. Julio
2011, Pag.112-116. Recuperado de : www.laenfermeraexpertaenelcuidadodel.org
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J. Vichez Puertas.ISSN: 1885-7124. 26-02-2014. Recuperado de :
www.eccpn.aibarra.org
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José Pérula de Torres. Enfermería de Práctica Avanzada. Boletín docTutor de
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www.enfermeríadeprácticaavanzada.or
Razonamiento clínico, ético y distrés moral de los proveedores de salud.
Hamric, Hanson, Spross. Advace Practice Nursing: an Integrative Aproach. 2011.
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El pensamiento crítico en enfermería. Epistemiología del Cuidado. Marta Lucía
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Advance Practice Nursing: Emphasizing Common Roles. Tercera Ed.
Philadelphia: FA. Davis. ISNB-13: 978-0-8036-2274
Enseñar Estrategias de Razonamiento y Pensamiento Crítico a estudiantes de
Enfermería. Anna Falcó Pegueroles. Barcelona España. 2009. Vol.12. Pag. 68-72.
Recuperado de: www.metasdeenfermeria.com
Indice
Introducción…………………………………………………………. …............ 1-2
Concepto Razonamiento …………………………………………………….. …... 3-4
Pensamiento Crítico en Enfermería ……………………………………………… 4-5
Razonamiento clínico, ético y distrés moral en los enfermeros de la práctica avanzada
……………………………………………………………....................................... 7-8
La Enfermería de la Práctica Avanzada:
Innovación y Agente de Cambio………………………………………………….. 9-12
Habilidades de Razonamiento Clínico en Enfermería…………………………….. 13-14
La enfermera experta en el cuidado del paciente crítico según Patricia Benner ….. 15-23
Conclusión ………………………………………………………………………. … 24
Referencias ………………………………………………………………………….. 25