milcíades peña, industria, burguesía industrial y liberación nacional (1974).pdf

207
MILCIADÉS'VPEÑÁ INDUSTRIA, BURGUESIA INDUSTRIAL Y LIBERACION NACIONAL

Upload: jonathan-rocca-funes

Post on 25-Sep-2015

121 views

Category:

Documents


11 download

TRANSCRIPT

  • MILCIADS' VPE

    INDUSTRIA, BURGUESIA INDUSTRIAL

    YLIBERACION NACIONAL

  • ((r\rVc-(/ . v (/

    (c((K(/V/V(((

    ((((

    ((

    (c((cc(V (

  • BUBGUESIA INDUSTRIAL

  • FICHA TECNICA

    Este libro fue escrito por Milcades Pea en el ao 1964 y publicado en forma seriada en la revista Fichas de Investigacin Econmica y Social en sus nmeros 4 (diciembre de 1964), 5 (xnarzo de 1985), 6 (junio de 1965) y 8 (diciembre de 1965).

    En su conjunto constituye, a travs de la crtica a Jorge Abelardo Ramos, una formidable exposicin marxista sobre las clases actuantes en la sociedad argentina, sus intereses y objetivos, que ratifica y resume en forma popular los trabajos e investigaciones publicados en la revista Fichas en sus diez nmeros de existencia, cuyo valor fundamental se ha acrecentado con los aos, pese a los cambios sufridos por el pas.

    Coi^ no jorge Abelardo Hamos tiene la mana de publicar sus obras en ediciones que llevan distintos ttulos, donde permanentemente se modifican las posiciones y testos, todas las referencias bibliogrficas fueron mantenidas como estaban en el texto original. En cuanto al artculo de Hamos, motivo principal de esta crtica, el lector podr encontrarlo reimpreso sin variantes en la recopilacin titulada Marxismo para latinoamericanos (Plus Ultra,

    'i 1973).Los anlisis de Pea' obre la realidad ar

    gentina pueden encontrarse en los tres ejemplares de la revista Estrategia (Bs. As., 1957- 58),' en los diez nmeros de Fichas (Bs\ As., 1964-66) as. como en los seis tomos sobre Historia Argentina publicados por esta editorial, los Documentos sobre el Peronismo y el libro La Clase Dirigente Argentina Frente al Imperialismo (ediciones Fichas, 1967-73).

  • M I L C I A D E S P E A

    I N D U S T R I A B U R G U E S I A I N D U S T R I A L

    Y L I B E R A C I O N N A-CIO N A L

    EDICIONES FICHASBuenos Aires

    1974

  • Copyright porEDICIONES FICHAS Librera El Lorraine

    Corrientes; 1513

    Queda hecho el depsito que marca. a ley 11.723 Impreso en Argentina Printed in Argentina

  • F B E S E N T A C I O N

    Este ensayo polmico tuvo m origen en las mixisiigacones rmli&adm por Mcades Pea sobre la estructura econmica y social &tg&mma, que aparecieron publicadas en gran medida en el nmero 1 de la revista Fichas de Investigacin Econmica y Social (Buenos Aires, 1984). En dicho ejemplar, dedicado a la evolucin industrial y a la case empresa-fia argentina, se presenta?* han como mi todo coherente los textos sobre el terna ya escritos y publicados por Pea en 19571 y a ellos se agregaban algunas investigaciones estadsticas y de detalle realizadas por un pequeo equipo de colaboradores bajo su direccin. En su conjunto la revista analizaba ampliamente una gama de variables socioeco nmicas? que incluyen desde las posiciones de lq burguesa argentina frente a las tareas de la industrializacin nacional (base ineludible para la liberacin del pas) hasta los resultados concretos obtenidos en ese campo luego de treinta aos de poltica econmica. Esos trabajos, que tienen todava gran actualidad (y que sern publicados oportunamente por esta edUorial) fueron objeto de apresurada crtica por Jorge Abelardo 'Ramos en un artculo que apareci intercalado con textos de diverso inters en la recopilacin editada l mismo ao 1964 bajo el ttulo de La Lucha por un Partido Revolucionario.

    Las caractersticas de esa crtica son ampliamente analizadas en este libro y basta con adelantar que Ramos deforma sistemticamente las posiciones enunciadas por Pea para luego desplegar una confusa ideologa nacionalista cuyos resultados prcticos ubican al fundador del F1P entre los servidores incondicionales de la burguesa argentina. Pea decidi responder al crtico y prepar este trabajo, que fue publicado en Fichas, con la aclaracin de que las pginas de la revista estaban abiertas a los posibles comentarios de ste. Ramos no slo ignor la oferta sino que pretende todava suponer que la respuesta de Pea no existe, Acorde con los mtodos que exhibe en sus obras, y las que derivan de su actuacin poltica, l reproduce su crtica nuevamente en 1973 en una nueva recopilacin titulada ahora Marxismo para Latinoamericanos, y sin el ms mnimo comentario sobre la* de

  • moledora crtica que l lector encontrar en estas pginas. Con su proverbial deshonestidad intelectual, Ramos insiste en su tcnica de criticar sin ton ni son a sus adversarios mientras ignora todo argumento intelectual que no sirva a sus fines; con absoluta indiferencia frente a la verdad, l repite insistentemente sus mentiras tratando de vencer al adversario por l simple predominio de la masa de papeles que edita, y cuya magnitud crece en proporcin directa a la falta de ideas originales que llas contienen.

    Pero si este libro fuera solo una crtica a ese poltico que fui deformado permanenternnie a!, marxismo para ponerlo al servicio de la burguesa, su valor sera relativo. Jorge Abelardo Ramos exhibe ya una amplia biografa intelectual y poltica que sera larga y enojosa de escribir. De ella pueden extraerse sin esfuerzo algunos ejemplos que recuerden sus actitudes de cr~> tesana intelectual dl poder\ como deca Pea, y que haga 'C o nocer a las jvenes generaciones que este escritor,

    consecuente con esa situacin, en setiembre de 1955 adam al Ejrcito como defensor hasta el fin" del Estado peronista, y afirm que slo en la fantasa de los opositores era concebible una insurreccin de la Marina; aunque slo faltaban das para que la represin se abatiera implacable sobre l pueblo argentino;

    en busca de nuevos apoyos oficiales, apoy, en l perodo1958-62, la poltica petrolera de Frondizi, por ser una poltica de emancipacin nacional, y en sus . textos daba a entender que se trataba de un gobierno autnticamente industrializante que luchaba por levantar la industria pesada en l pas; '

    en 1960 aclam al General Eisenhower, Presidente de los Estados Unidos en visita a la Argentina, como aliado de la "emancipacin nacional;

    en sus diversas obras sostiene que las compaas automotrices y petroleras, de origen norteamericano o europeo., que hacen pinges negocios en nuestro pas, son baluartes de la independencia econmica argentina;

    en 1966 sostuvo que el golpe militar que llev al poder a Ongana contena ribetes nacionalistas y populares que lo ubicaban en vsperas del da menos pensado39 respecto a la autntica* liberacin nacional;

    ~ en j.973 recobr su antiguo ardor peronista y llam a votar . / por Pern desde a izquierda;

  • divulga ua filosofa ce la historia segn la cual la Argentina es gracias a Rosas, Roca, Yrigoyen y Pern una grn nacin moderna de la cual hay sobrados motivos para enorgullecerse; teora que confluye naturalmente con aquella propaganda por los tericos de la Argentina Potencia.

    En fin, como deca Pea a propsito de una obra de Ramos, pero que puede generalizarse a iodos los escritos de ese autor,

    *cabe afirmar que Revolucin y Contrarrevolucin'en la Argentina no es mas que prostitucin, simplemente prostitucin intelectual3 sin revolucin ni contrarrevolucin. Lenin dijo un da que el movimiento obrero necesitaba cerebros lcidos, pero sobre iodo ;manos limpias. Desde ambos puntos de vista el seor Jorge Abelardo Ramos es el prototipo de lo que el movimiento obrero NO necesita (Estrategia, N? 1, setiembre de 1957, *Desvergenza y Contrvergenza de la C ortesam R ofadeA poffi).

    Pero, como se indicaba anteriormente, la biografa lamentable d un poltico lamentable no justifica la publicacin de esta obra. La explicacin fundamental para su reedicin se debe a qu muchas de las ideas expuestas por Ramos corresponden a los numerosos mitos que circulan en la izquierda argentina y son repetidos por escritores y polticos advenedizos sin advertir que los ntsmos no tim en relacin alguna con la realidad. En ese sentido, Ramos es slo ia figura tpica, el exponente ms claro, de trn estil poltico arrogante y pretencioso, y de un mtodo indolente y cargado de prejuicios cuyos resultados infectan f -'literaitra' poltica, argentina y constituyen la base intelectual para la enorme confusin ideolgica que caracteriza a la mayor parte de los movimientos pretendidamente de izquierda del pas. Afirmaciones sin documentar qu se transforman en verdades ?ideitesZ pr l mcHabarismo de las citas recprocas que repiten los escritores de prejuicios anlogos incoherencias doctrinarias de intelectuales qu, incapaces de pensar a fondo sus propias ideas, reemplazan su ausencia por slogans; incapacidad de pensar el pas y comprenderlo en trminos cientficos, esto es, en trminos marxistas y de clase. Todo lo cul lleva a la supeditacin natural respecto a la ideologa de las clases dominantes y a la poltica que stas pretenden llevar a cabo, como lo clemuestra la experiencia actual del populismo en todas sus

  • Esa sendo metodologa debe ser criticada imptoeablentenie y confrontada en forma permanente con los resultados aportados por el anlisis cientfico d la realidad; y en ese sentido la obra d Vena es fundamental, porque l expresa en todos sus textos la fuerza del mtodo marxista y sus posibilidades para ofrecer una visin global de la realidad argentina. Un mtodo que consiste en el anlisis'sistemtico y cuidadoso de la estructura de clases y de los intereses de las mismas> tal como lo determina su posicin en l procedo productivo y la prppia interpretacin que ellas hacen de sus intereses a travs de sus rganos e individuos ms representativos; y que rechaza por consiguiente las afirmaciones apresuradas y la libre expresin de los deseos personales.

    Las actitudes de las clases sociales no han sido decididas de una vez y para siempre en ningn manual, por slido y cientfico que sea, sino que surgen naturalmente de la propia realidad social en la que se insertan. Por eso el marxismo es un mtodo antes que un resultado. Como deca Trotsky, el marxismo no es l anlisis de los textos legados por los clsicos sino un mtodo para comprender la realidad social y modificarla.

    Pea hace honor a esa actitud, y por eso su polmica con Hamos marca indeleblemente a todo un sector de la .izquierda local> al mismo tiempo que resume brillantemente algunos aspectos de sus anlis sobre la sociedad argentina, sobre las tareas que plantea la liberacin nacional, y sobre la disposicin de los distintos sectores sociales a emprenderlas. Su anlisis, adems de til para comprender nuestra Argentina, reivindica el valor del mtodo marxista, y lo demuestra capaz de avanzar con anticipacin los problemas que encara el pas; y por eso se presenta de permanente actualidad.

    ' V. T.

    variantes durante estos ltimos aos y de sus. seguidores deizquierda*

  • El nmero 1 da la revista Fichas, dedicado a estudiar la evolucin industrial y la clase empresaria argentina, ha sido objeto de exaltada crtica en un artculo sorprendentemente titulado La Cuestin Nacional y el Marxismo que firma Jorge . Ramos1*

    El singular talento de este escritor consiste en escribir con especial desembarazo sobre cosas de que no sabe nada. Adems, como podr comprobarse enseguida, es un hombre totalmente incapacitado para hacer, aunque solo sea por excepcin, una cita ajustada a la verdad. A todo lo cual viene agregarse la circunstancia. pblicamente notoria de que el crtico de Fichas es ma impostor poltico, qu obviamente no cree ni una palabra de lo que escribe. El contempla las falsedades que publica y exclama como aquel personaje de Pirandello: "Qu verdad ni verdad, hgame el fvorl Aqu estamos en un teatro! As, pues, polemizar con ste escritor que parece haberse fijado en la vida el propsito de mentir siempre, constituye una tarea enfadosa y desagradable, y pudiera pensarse con alguna justificacin que es algo as como arrojar fwrgaritm ante porcos.

    Dos circunstancias hay sin embargo que pueden excusar el uso de las pginas d Fichas para responder a la crtica de un hablista intelctualmente tan iisignificnte. Una es que esta respuesta nos brinda la ocasin para desarrollar de un modo positivo ideas anteriormente expuestas en Fichas acerca de problemas cruciales dela sociedad argentina.

    La otra circunstancia a que aldimos es la siguiente: sta ' respuesta nos permite reiterar con fins eductivps algunas ideas

    .1 jf. . Ramos, JL Cuestin Nacional y el Marxismo", en La Lucha por un Partido Revolucionario (Ed. Pampa y Ciel> Bs, As., 1904), p. 111 y ss. De aqu en adelante, salvo indicacin,. todas las citas, de Ramos pertenecen a stas pginas. : '

  • 12 Milciades Pea

    sustanciales del mamsinio acerca1 del problema nacional en los pases atrasados y semicoloniales; y de pas, para beneficio de quienes en 1955 eran menores de edad, bicir en el tiempo y en su rol social la trayectoria del impostor crtico de Vichas.

    1. Cmo plemim un Imposte

    SIBILOT. - Qu haces ah?JORGE. Mis ensayos.SIBILOT. - Qu ensayos?JORGE. Me miento a m mismo. < :SIBILOT. A ti tambin?JORGE. A m en primer lugar. Tenga demasiada incli

    nacin por el cinismo; es indispensable que yo sea mi primer engaado." (Nekrasof, de j . P. Sartr). *

    A fin de medir la deshonestidad intelectual del impostor poltico jorge Abelardo Ramos, vale la pena detenerse a observar las artes de que se vale en la polmica, pues para conocer a un cojo lo mejor es verlo andar" segn deca. Martn Fierro.

    1.1. Cm tergiversa un Impostor lo que se dSoe: em Ficto s sobre el carcter atrasado y sentirolanii del pas

    X a revista Vichas desconoce el carcter semieolonal de la Argeatma. El. imperialismo y la propia burguesa nacional, al emplear el pdico vocablo cepalino de pas subdesarroliado convienen en aceptar el carcter semicolonial de la Argentina, notorio para todo el mundo excepto para el investigador de 'Fichas

    En verdad, es perfectamente notoo que la revista Fichas, lej'os de desconocer el carcter atrasado y semiolonial del pas; dedic su primer nmero a exponer esa situacin y analizar las fuerzas que la conservan. La Argentina no puede salir del estancamiento sin una rigurosa planificacin socialista. Pero, por supuesto, slo tm Estado Obrero pude sentar las basesso- ciales.de a planificacin. De modo que la. toma del poder poltico por la clase obrera viene a resultar una exigenciaimperiosa

  • V(

    _ c' (

    Industria, Burguesa Industrial y Liberacin Ndcional 13 (

    del dsarrollo nacional. No hay otra alternativa, excepto SEGUIR VEGETANDO COMO PAIS ATRASADO Y SEMICO- (LONIAL K

    (El hecho de que este prrafo se encuentre en la n#sm pgina expresamente citada por el crtico de Fichas, revela: no slo vque ste es un impostor, sino tambin el desprecio que siente {por sus lectores.) y

    En otra pgina de Fichas se lee: "Ni en la Argentina ni en ningn PAIS, ATRASADO hay industrializacin posible sin liqui- (dar las fuentes mismas de las superganancias imperialistas. Sin (embargo, eso no significa que mientras no se libre de la explotacin imperialista la Argentin permanezca estacionaria, en un latras siempre igual a s mismo. Evidentemente, aunque SIGUE (SIENDO UN PAIS ATRASADO, AUNQUE CONTINUA SUJETA A LA EXPLOTACION IMPERIALISTA, la Argentina no Cest igual hoy que hace cincuenta aos2. Y aun en otra pgi- (na: En verdad, tanto la conducta de ios terratenientes como la de los industriales (argentinos), est regulada por y se ajusta a ^las normas habituales de conducta del empresario en el sistema (capitalista de LOS PAISES ATRASADOS Y SEMICOLONIA- -LES53. ^

    R e s u m e n :

    El impostor dice: que la revista Fichas desconoce el carcter atrasado y semicolonia del pas.

    Los hechos son: que Fichas caracteriza expresa y textualmen- (te a la Argentina como pas atrasado y semi- fcolonial.

    ' (1,1 .1 . Qu significa que la &rg@ntfna es ua nacin ara- . C

    sada y seim cotaial? (

    Acabamos de ver que la revista Fichas caracteriza al pas ^como atrasado y semicolonia. Esta caracterizacin se basa: Pri~ (

    ' V ' '1 Fichas, N 1, Bs. As., abril 1964, p. 80.2 . .Fichas, N9 1, p. 47. (3 Fichas, N9 1, p. 32. . (

    (

  • Mddes Pea

    mro, la Argentina no ba pasado por un proceso d revolucin industrial. En consecuencia, la productividad del trabje es baja, o, lo que es la mismo, hay una baja intensidad de capital en todos los niveles de la produccin; segundo, la Argentina es un pas deudor, dependiente de las metrpolis del mundo capitalista; tercero, en el mercado mundial desempea exclusivamente el papel de proveedor de alimentos y materias primas; cuarto, por el Tratado de. Ro de Janeiro, la Carta de la Organizacin de Estados Americanos y otros compromisos semejantes, ha delegado atributos esenciales de la soberana, en particular el declarar la guerra, en un superestado continental controlado por Estados Unidos.

    El impostor crtico de Fichas, en cambio, sostiene que la Argentina es un pas a^trasado y semicolonial por osme^ sis, vale decir, por hallarse en un continente que en su conjunto es atrasado y semicolonial. Pues el carcter semicolonial de nuestro pas dice reside precisamente en su aislamiento, similar en esto a los otros Estados hermanos que forman las provincias de la gran nacin latinoamericana que habr de constituirse4. De donde. desprende la conclusin de que "slo serenaos nacin si nos nimk>s a los 19 Estados latinoamericanos5. . . lo cual no impide afirmar tambin que la industria pesada es la clave de la soberana6. ,

    As, pues, para este elstico impostor, la soberana5 depende ora de la unificacin de Amrica latina en un solo Estado, ora de la construccin d la industria pesada. . .

    -La descalabrante definicin segn la cual nuestro pas es atrasado y semicolonial por osmosis, est destinada precisamente a permitir esos juegos malabares sobre la nacin y la soberana. .. los cuales a su turno cumplen funciones polticas muy

    : concretas. As, por ejemplo, si slo seremos nacin si nos unimos a los 19 Estados latinoamericanos resulta necesario condenar cualquier intento de establecer un gobierno obrero en ua provincia latinoamericana aislada y, a la vez, se imipone acia-

    4 J. A. Ramos, La Lucha p o r p. 82.5 Idem.6 J. A. Ramos en Octubre, Bs. As., noviembre 1947, p. 10 y Am-

    Tica Latina Un Pas, Bs. As., 1949, p. 187.

  • Industria, Burguesa Industrial y Liberacin Nacional 15mar a todo gobierno burgus que desarrolle la industria pesada... con capital norteamericano.

    Volveremos sobre el tema ms adelante, cuando veamos cmo el impostor crtico de Fichas es en los hechos, bajo sus estentreas frases nacionales y antiimperialistas, un sutil apologista del atraso argentino y del capital extranjero.

    1.2. Cmo tergiversa un impostarlo que se dice en Fichas acerca del proletariado y la Miseracin nacional

    La revista Fichas. . . afirma en la pgina 80 que fuera del proletariado no hay ninguna otra clase1 interesada en la independencia nacional. En la Argentina, que es nuestra patria . . . existen otras clases interesadas en el crecimiento econmico y en a independencia, nacional: existen el proletariado rural, a pequea burguesa urbana y rural, los pequeos comerciantes y los pequeos industriales. La inmensa mayora del pas est Interesada .en la liberacin nacional.

    . * Se trata por supuesto de una cita falseada con la impvida mala fe qu caracteriza a nuestro impostor. n efecto, Fichas afirma enja pgina 80, NO que el proletariado es la nica clase INTERESADA en la independencia nacional, como pretende l impostor, sino la nica case CAPAZ de lograr la independencia nacional, que es algo muy distinto. El texto completo de Fichas dice as: "Aguardar que la burguesa nacional saque al pas del atraso para recin despus llamar a la clase obrera a la conquista del poder no es apoyar el desarrollo nacional sino renuncaic a l, ya que aparte del proletariado. NO HAY NINGUNA OTRA

    - GLASE CAPAZ de realizar esa tarea" 7 (Arturo Frondizi tambin habla de la "urgencia y la profundidad de la poltica que hay qu seguir para liberar a nuestro pas del atrs dependencia para lo- cual propone sta solucin: ^Estimular el ingreso de capital Mnacipi^.^j^%^.y;. .^nydo) '

    Desde luego, en la Argentina ..la inmensa mayora del pas proletariado y pequea burguesa, urbanos y rurales est interesada en la liberacin nacional y en el crecimiento econmico.

    7 Fichas, N9 1, p. 80.8 Arturo Frondizi, La Argentina, Es un Pas Subdesarrollado?, Edi

    ciones C.E.N., Bs. As., 1964, p. 9 y 23.

  • 16 Mcmdes Pea

    Pero slo el proletariado es capaz de conducir a la Nacin hasta el logro de esos objetivos, mediante la planificacin socialista de la economa. Pruebas? Sera ocioso ofrecerlas d tipo terico, cuando la realidad misma dl siglo XX las presenta en vivo, frescas y concretas. En toda la extensin de este siglo que ya entr en su sexta dcada los pases atrasados y senjdcoloniales han sido gobernadas por coaliciones de la ms diversa ndole: imperialismo extranjero ms oligarquas locales, imperialismo extranjero ms oligarquas y burguesas locales, oligarquas y burguesas nacionales, burguesas y pequeas burguesas nativas, etc. etc. Ija mayora de esas combinaciones polticas, en particular las de tipo nacional relativamente antiimperialista, intentaron o dijeron intentar sacar a sus pases del atraso y la dependencia. Ninguna lo lognS. Los nicos pases semicoloniales que han logrado dejar, de serlo son los pases que, como Eusia y China, se convirtieron en Estados Obreros e iniciaron la planifica- cin socialista de la economa. Por ello, aunque moleste al deshonesto crtico, y casualmente tambin a la burguesa criolla, toda la historia del siglo XX suscribe la tesis de la revist Fichas: slo el proletariado es capaz de sacar a la Argentina del atraso y la subordinacin al imperialismo, pese a que la vasta mayora del pas est interesada en que el pas crezca y se independice.Y como el impostor crtico de Fichas dice ser "trotskista vale la pena recordar a Trotsky: Ni una sola de las? tareas de la revolucin burguesa* puede ser resuelta en estos pases atrasados bajo la direccin de la burguesa nadona!, pues esta ltima emerge desde el comienzo con apoyo extranjero como una dase ajena u hostil al pueblo. Cada estadio en su. desarrollo la liga ms estrechamente al capital financiero extranjero del cual es en esencia el agente... La tarea de esa conduccin recae por lai naturaleza de las cosas sobre el proletariado, el cual, desde sus primeros pasos, se opone no slo a la burguesa extranjera sino

    j su propia burguesa nacional... Slo esa clase que no tiene ; nada que perder sino sus cadenas puede conducir hasta sus l- tirrias consecuencias la lucha contra el imperialismo por la emancipacin nacional 9

    9 Len Trotsky, The Chnese Revolution en Furth International, octubre 1945, p. 312.

  • (. * ' ^

    Industria, Burguesa Industrial y Liberacin Nacional 17 ^

    . Antes de abandonar este punto veamos otra hazaa muy .(caracterstica de nuestro impostor. Hemos visto que finge indignarse contra la revista Fichas porque sta afirma que el proletariado es la nie clase capaz de resolver los problemas b- (sicos de la nacin. Pues bien; pocas pginas antes el impostor ha escrito: "Estamos en condiciones de afirmar categricamente que slo la clase obrera y su pensamiento poltico constituyen la fuerza capaz de resolver por mtodos revolucionarios todos los problemas que aquejan a la Repblica 10 Es que el crtico d F ic to est de acuerdo con FichasP O es que ha perdido el (equilibrio y afirma inadvertidamente en una pgina lo que niega ,en la pgina siguiente? Ni lo uno ni lo otro. Nuestro impostor, como todos estos personajes que escriben pane lucrando, est (profesiorialmente adiestrado para escribir a medianoche lo contrario de lo que escribi al medioda, y siempre sin creer ni una vsola palabra de lo qu afirma. (

  • 18 Mdades Pea

    chas lo que sta no dice, y le contrapone como iruto de su sa^ j bidura. . . precisamente lo que la revista afirma. Textualmente Fichas dice:

    Desde el momento en que objetives democrticos o nacionales (tales? como la expropiacin de los terratenientes y del capital extranjero) slo pueden ser realizados por la dase obrera apoderada del Poder, la revolucin, si ha d e triunfar, debe ser obrera. Y sus mtodos, tales como la planificacin de la economa y el armamento de los trabajadores, sern, mtodos socialistas. Democrtica y nacional por sus objetivos Inmediatos, obrera y socialista por sus mtodos y por la clase que la realiza, la revolucin argentina, como la de todos los pases atrasados, tendr un carcter permanente. Su propsito inicial ser expropiar a los terratenientes y al capital imperialista, colocar las grandes empresas en manos del Estado Obrero y comenzar la planificacin de la economa, con lo cual se iniciar tambin -a un ritmo que las circunstancias nacionales e internacionales indicarn la edificacin del socialismo11

    Gomo puede advertir sin dificultad cualquier lector honesto, la revista Fichas NO afirma que la revolucin socialista es la nica tarea concebible en un pas atrasado segn le. atribuye mendazmente nuestro angelical impostor. -Ni tampoco se dedica a deshojar la margarita metafsica de la etapa democrtica7' pura versus a etapa socialista pura. Simplemente, la revista Fichas demuestra que la esencia de la cuestin reside en esto: la independencia nacional y la superacin del atraso^ que constituyen las tareas de la revolucin nacionaF\o "revolucin de-: miocrticaVno pueden ser resueltas baj el predominio d la burguesa. El Gobierno Obrero, el ascenso de proletariado poder, entra en escena NO despus de superado l trso y obtenida la "etapa democrtica sino como condicin pi'evia necesaria para la realizacin de esas tareas. Pero esto no es otra cosa que la teora de la,revolucin permanente. Con respecto a los pases de desarrollo burgus retrasado, y en particular de las' colonias y semicolonias explicaba Trotsky la teora de la revolucin permanente significa que la resolucin ntegra y efectiva de sus fines democrticos y de su emancipacin nacional tan slo puede

    IX Fichas, m 1, p. 80.

  • Industria, Burguesa Industrial y Liberacin Nacional 19concebirse por medio de la dictadura del proletariado, empuando ste el poder como caudillo de la nacin oprimida/ 12 Tal es lo que sostiene Fichas..

    R e s u m e n :

    El impostoi' dice\ que segn la revista Fichas la revolucin socialista es la nica tarea concebible en los pases atrasados; la myista ignora que en un pas como la Argentina la revolucin tiene carcter permanente.

    Los hechos son: que Fichas expone de miodo expreso y textual cmo la revolucin argentina tendr' un carcter permanente,/pues ser democrtica y nacional por sus objetivos inmediatos, obrera y socialista por sus mtodos y por la clase

    1 que la realiza.

    1.4 . mo" tergiversa m i Impostor lo que se dice en Fictos sobre la targw sa nacional

    * C. . .Ia burguesa nacional. . . la revista Fichas estima que es contra-revolucionaria; por -considerarla mero agente del capital extranjero.

    Lo cierto es que la revista Fichas N considera que la burguesa nacional sea "mero agente del capital extranjero. La burguesa nacional es contrarrevolucionaria, demuestra Fichas? desde el punto de vista de la misin histrica revolucionaria de la nacin, porque no est dispuesta, porque susintereses no permiten que est dispuesta, a realizar esa misin. Textualmente Fichas dice:

    "Es la burguesa argentina una, clase absolutamente contra- . revolucionaria? Tal es la pregunta que atormenta a Puiggrs, quien la contesta negativamente. Pero la historia contesta que s, que es, y no puede dejar d ser una clase contrarrevolucionaria. A partir de la revolucin alemana de 1848 la historia comprueba en todo el mundo , que all donde aparece, una clase obrera moderna, que sale a la calle a defender sus intereses de clase, ja

    12 Len Trotsky, La Revolucin Permanentey Editorial. Osirs, Santiago ; 1933, p. 169.

  • 20 Milcades Pea

    burguesa abandona cualquier reivindicacin revolucionaria que pudiera abrigar y se pasa al campo de la contrarrevolucin monrquica, zarista o imperialista. Comentando la revolucin espaola de 1850, Marx la explicaba as: "de una parte st la industria y el comercio modernos, cuyos jefes naturales sienten adversin por el despotismo militar; por otra parte, cuando empieza la lucha contra este mismo despotismo, entran en combate los obreros, que reclaman su parte del resultado de la victoria. Atemorizada de las consecuencias de una alianza as impuesta en contra de sus deseos, la burguesa se repliega nuevamente bajo

    , las bateras del despotismoAqu, n la Argentina,, es la prdpia burguesa nacional quien

    se encarga de demostrar que DESDE EL PUNTO DE VISTA DE SU POSICION ANTE LA MISION HISTORICA REVOLUCIONARIA DE LA NACION, O SEA, EXPULSAR AL IMPERIALISMO Y LXQUJDAR A LOS TERRATENIENTES, ella es una clase contrarrevolucionaria y antinacional, ya que est en contra de'esas tareas. Acaso los intereses de la burguesa industrial la impulsan a realizar, o le permten tolerar, la expropiacin de los t^erratenientes y del imperialismo? No, y por eso es una clase contrarrevolucionaria y antinacional. Sus capitales estn demasiado vinculados al latifundio y al capital extranjero. Y, adems, la burguesa industrial es bastante realista para comprender que una lucha seria contra l imperialismo exige una accin tan vigorosa de las masas revolucionarias que ella sera la primera amenazada. Los escarceos de Pern contra Braden le costaron a la burguesa industrial 10 aos d prepotencia de la-burocracia sindical en las fbricas. Una lucha efectiva contra el imjperialismo desembocara en la dictadura obrera, y basta esta perspectiva, por si no hubiera otros motivos, para colocar a la burguesa en el cmpo imperialista.

    Por supuesto, QU LA BURGUESIA NACIONAL SEA UN CLASE CONTRARREVOLUCIONARIA DESD EL PUNTO DE VISTA DE LA REALIZACION DE LAS GRANDES JAREAS DE LA NACION, NO SIGNIFICA QUE O TENGA ROCES Y ENCONTRONAZOS CON EL IMPERIALISMO, llegando incluso a buscar el apoyo de las masas trabajadoras. Pero en estos casos la burguesa no se propone liquidar al im- perialismp, sino llegar a un acuerdo ms provechoso con l. De

  • modo que la lucha antiimperialista de la burguesa nacional tiene un carcter ficticio y es en esencia la lucha del competidor ms dbil contra , el gran trust de quien necesita.13

    R esu m en :

    El impostor dic%: qu segn la revista Fichas la burguesaargentina es contrarrevolucionaria por ser un mero agente del capitalismo imperialista.

    Los Hechos son: la revista Fichas demuestra que pese & susroces y encontronazos con el imperialismo- la burguesa argentina es una clase contrarrevolucionaria porque sus intereses la llevan a colocarse contra la realizacin de todas las tareas en que consiste la revolucin en la Argentina.

    1 .5 . Como tergiversa irn impostor lo que.se dice en Fichas sobre l nacionalismo de la burguesa Industrial

    Negar en consecuencia todo nacionalismo a la burguesa industrial o al movimiento nacional burgus.

    El impostor sigue mintiendo y falsificando de un modo sorprendente. Fichas no niega todo nacionalismo a la burguesa industrial argentina. Se limita a demostrar que se trata de un nacionalismo d trocha angosta, el cual de ningn modo se pro-. pone terminar con el dominio imperialista acto que implica destruid las bases mismas del ordenamiento capitalista de la sociedad argentina sino tan. solo regatar los trminos en que l imperialismo, en cuanto socio mayor, participa con la burguesa nacional en la explotacin del pas. He aqu lo que realmente manifiesta el artculo de Fichas acerca del nacionalismo de los industriales:

    V *^n resumen, la burguesa industrial argentina se halla unida al capital internacional por mil lazos de inters econmico ^y sobre todo por la solidaridad que une a todos los capitalistas contra la clase obrera, cuyas movilizaciones amenazan la propiedd privada

    Industria, Burguesa Industrial y Liberacin National 21

    13 Fichas, 1, p. 80

  • 22 Mciades Tea

    de las fbricas, tanto nacionales como extranjeras. Sin embargo* unidad no significa identidad de intereses, y por cierto que entre la burguesa industrial y el imperialismo existen roces y choques. Pero la fuente de estos conflictos no es el deseo de la burguesa industrial de liquidar el control imperialista sobre la economa argentina, sino su empeo en levantar murallas aduaneras contra la competencia extranjera. Es decir, la burguesa argentina,, junto con los consorcios internacionales que han invertido capital en la industria argentina, se enfrenta a los industriales imperialistas que insisten en exportar no capitales, sino mercancas que compiten con la industria local. Su lucha antiimperialista jams pas de ah.

    "Qu proponan los industriales a lo largo de la historia argentina desde 1B90 hasta hoy? La respuesta de Rodolfo Puiggrs, historiador seducido por la burguesa industrial, es extremadamente reveladora. Los industriales proponan dice el aumento de los aforos aduaneros. O. sea que, como Juan B. Justo, aunque en sentido inverso, eran revolucionarios de la tarifa de avalos. Lo sorprendente es que el mismo Puiggrs habla del "fuego revolucionario de la burguesa argentina. Lo nico que semejante fuego poda quemar eran las cuentas de los importadores y de los contrabandistas, que fueron siempre y son todava los enemigos jurados de la industria local. Pero las arremetidas de la burguesa industrial contra la ley de aduanas revelan justamente su absoluta carencia de impulsos revolucionarios. Porque en un pas aplastado por el latifundio y el capital imperialista una clase que limita su actividad a presionar en pro de mayor proteccin aduanera revela no ser otra cosa que una asociada de los latifundistas y del imperialismo. 14

    R e s u m e n :

    El impostor dice: qu Fichas niega a los industriales todo nacionalismo.

    Los hechos son: la revista Fichas muestra las limitaciones del nacionalismo de la burguesa industrial, clase

    que no intenta eliminar al imperialismo sino- obtener mejores trminos en sus relaciones con

    las metrpolis.

    14 Fichas, N9 1, p. 79-80.

  • Industria, Burguesa Industrial y Liberacin Nacional 23

    1.6. m tergiversa un impostor 1 que se lce en aFI- elias57 acerca de. las. relaciones entre la clase terrateniente y la burguesa Industrial

    Negar, adems, toda divergencia entre terratenientes e industriales.

    Tedioso es repetirlo, pero no queda otra alternativa: el impostor miente. Lo que en verdad se dice en Fichas es esto:

    La. burguesa industrial argentina no ha nacido desde abajo, siguiendo el largo y complejo desarrollo que va del artesanado a la gran industria, creciendo autnoma, como la burguesa inglesa, francesa o yanqui. La burguesa industrial argentina ha nacido estrechamente ligada a los terratenientes, como diferenciacin en su seno. Ambos sectores, industrial y terrateniente, se entrelazan continuamente, borrando los imprecisos lmites que los separan, mediante la capitalizacin de la renta agraria y la territorializacin de la, ganancia industrial, que convierte a los terratenientes en industriales y a os industriales en terratenientes. 15

    Sin embargo, sobre esa unidad general de intereses, SE /PRODUJERON MUCHAS VECES ROCES en tomo al problema del proteccionismo reclamado siempre por los industriales, y el lxbrecambio, exigido a veces por los terratenientes. Digo a veces, porqu es totalmente falso que en la Argentina los terratenientes hayan sido siembre librecambistas. 16

    "Sin embargo, sobre la unidad general de intereses SE PRODUCIAN HASTA 1933 ALGUNOS ROCES PROVENIENTES DE QUE'LOS,.TERRATENIENTES QUE VENDIAN TRAN- QUILAMNTE SUS PRODUCTOS EN EL MERCADO MUNDIAL, NO VACILARAN EN SACRIFICAR LA INDUSTRIA ARGENTINA A,LA COMPETENCIA EXTRANJERA. Los industriales en cambio dmandaban proteccin para la industria, pidiendo que se restringiera la-importacin de mercancas, atrayendo as al pas capitales extranjeros que las produciran aqu. En eso consista todo su nacionalismo. 17

    Todo lo anterior quiere decir que si de liquidar a la oligarqua terrateniente se trata, es preciso no contar con la burguesa

    15 Fichas, N9 1, p. 61. 16 Idem, p. 67.

    17 Idem, p. 68.

  • Mcades Tea

    industrial. Mucho es lo que une a estas clases, social y econmicamente, como para que SUS ROCES vayan mucho ms all del intercambio de solicitadas a fvor o en contra de la importacin detractores 18 .

    R esu m en :

    El impostof dic&: que la revista Fichas niega la existencia de divergencias entre industriales y terratenientes igntinos.

    Los hechos son: en los artculos de Fichas se demuestra que- . ' los mltiples roces y conflictos ocurridos entre

    v Ja burguesa industrial y la clase terrateniente transcurren dentro del marco y sobre la base del entrelazamiento de sus intereses, econ&ni-- micos que llega a ser fusin en la cspide de ambas clases y de la solidaridad de sus intereses sociales, de clases propietarias.

    1 .7 .- Cm irn Impostor ignora todas las investigaciones sobr los vamios exitre terratem eiite e inusstoals

    . y cmo tergiversa la nica investigacin d' qu y hblar

    La investigacin; realizada por el Prof. Jos Luis de Imaz con el ttulo de La Clase Alta d e Buenos Ares, demuestra que en la llamada oligarqua portea el 56 % perciba ingresos provenientes de la renta de la tierra y el 12,8. % de la actividad industrial'. La separacin econmica, social y psicolgica entre ambos sectores no es menos evidente.,

    La mala fe y la torpeza alcanzan aqu un armonioso equilibrio. Diversos articulistas han demostrado, en la revista Fichas. la unidad general y el entrelazamiento de intereses entre la burguesa industrial y la lase terrateniente argentina, manejando una abundante documentacin que comprende:

    Primero: Las Investigaciones de Adolfo Dorfman sobre el origen y evolucin de la industria argentina, cuyos resultados pueden sintetizarse as: La clase industrial argentina no ha nacido

  • libre. Depende estrechamente de la tierra y se siente ligada con sus usufructuarios por ms de. un lazo de consanguinidad y semejanza. Apenas est saliendo del cascarn, el cordn umbilical que la une a los terratenientes es fuerte y potente.;19

    Segundo: El anlisis biogrfico de los ms importantes industriales y dirigentes industriales, revelador de la elevada proporcin de industriales significativos que pertenecen a la clase terrateniente, y en particular a la Sociedad Rural Argentina/5 20

    Entre muchos otros hechos se seala la sintomtica presencia en el acta de fundacin de la Unin Industrial* Argentina de personajes prceres de la tradicional clase dirigente criolla como Ayer- za, Biedma, Bullrich, Badaraco, Camfeaceres, Carlos Casares, Duhalde, Huergo, Iraola, Nogus, Leonardo Pereira, Mximo Paz, Picabea, Quirno Costa, Santa Coloma, Snz Pea, Seni- llosa, Sansinena, Terry, Unzu, Ugarte, Uren, Uriburu...

    Tercero: El anlisis de la abundante participacin de intereses terratenientes en la propiedad y el control del ncleo de firmas industriales que ocupan la mayora de los obreros y arrojan la mayor parte de la produccin industrial del pas. Tambin .s constata la elevada participacin d intereses industriales en empresas agropecuarias.;21 !

    Cuarto: El anlisis de contenido de las publicaciones industriales y estanciriles a lo largo de 90 aos. El material obtenido puede resumirse en las declaraciones del muy peronista presidente de la Confederacin Econmica Argentina (nombre primitivo de la CGE) quien declaraba en 1949 celebrando el da de la industria: son inciertas las descripciones que frecuentemente se han hecho y se hacen sobre oposicin de ganaderos de un lado y los industriales de otro Por el contrario, son losprimeros el fundamento de la riqueza de. los segundos ; 22 .

    D modo, que las conclusiones de Fichas acerca de la unidad entre terratenientes e industriales se asientan en el anlisis de cuatro clases distintas de hechos y documentos. A todas estas investigaciones, desde luego, l impostor crtico prefiere ignorarlas.

    19 Fichas, N9 1, p. 62.20 Fichas, N9 1, p. 57 y 62; Fichas, N 2, p. 40.21 Fichas, N9 1, p. 62. . .22 Fichas, N9 1, p. 68.

    Industria, Burguesa Industrial y Liberacin Nacional 25

  • 26 Mcades Pea

    Entre los materiales analizados en' Fichas figura una encuesta que sobr La Clase A lta de Buenos Aires llev a cabo el profesor Imaz. El material fctico obtenido por esta encuesta indica, como puede leerse en Fichas, qu 1) aiite una pregunta relativa a las perspectivas deseadas para la economa argentina, las respuestas indicativas de una attud netamente industrialista quintuplicaban a las respuestas reveladores de "una actitud netamente agropecuaria. Ms an dic el profesor Imaz entre los entrevistados que son miembros de la Sociedad Rural, 7 manifiestan opiniones exclusivamente industriales"23; 2) sobre los 106 integrantes de la muestra tomada por el profesor Imaz, que representaba la tradicional "oligarqua agropecuaria residente en la Capital Federal, seleccionados con criterios de figuracin social, 32 ERAN PRODUCTORES AGROPECUARIOS PERTENECIENTES A LA SOCIEDAD RURAL y 31 POSEIAN INTERESES INDUSTRIALES. Por otra paite, DE LOS 15 ENCUESTADOS QUE POSEEN EMPRESAS DONDE TRABAJAN MAS DE 100 PERSONAS, EL 50 % SON INDUSTRALES, O INDUSTRIALES Y ESTANCIEROS A LA VEZ.

    . Y algo' ms: ENTRE LOS PARIENTES Y AMIGOS DE LOS ENCUESTADOS LOS INDUSTRALES CONSTITUYEN, A ESCASA DISTANCIA DE LOS ESTANCIEROS, "EL NUCLEO MAS NUMEROSO entre quienes s dedican a actividades productivas24. Todo lo cual prueba que, en exacta oposicin a lo que afirma inescrupulosamente el crtico de Fete, es evidente la. proximidad econmica, social y psicolgica entre terratenientes industriales.

    Segn lo hemos visto, toda la documentacin publicada por Fichas pertenece al universo de las cosas que nuestro impostor

    : ignora a sabiendas, universo inmensamente grande aunque sinduda msv pequeo que el de las cosas que ignora sin percatarse de ello. n vez de rebatir esa documentacin hazaa imposible, porque los hechos son duros de roer el tramoyista intenta mostrarse erudito trascribiendo aspectos parciales de un trabajo citado por la propia revista Fichas y, lo que es ms,

    23 Fichas, 1, p. 69.24 Fichas, N* 1, p. 62. '

  • Industria, Burguesa Industrial y Liberacin Nacional 27criticado fundadamente por la revista25, en una critica a la cual desde luego el impostor 110 hace mencin.

    R e s u m e n :

    que una encuesta realizada por el profesor Imaz entre l clase alta de Buenos Aires revela contra lo sostenido por Fichas que los terratenientes se hallan econmica, social y sicolgicamente separados de la burguesa industrial.que el entrelazamiento econmico y social entre terratenientes e industriales han sido probado por la revista Fichas empleando una documentacin emprica e histrica que no ofrece lugar a dudas y que el impostor no osa rebatir. En cuanto a la encuesta mencionada por el crtico, analizada y criticada tambin por Fichas, confirma la proximidad y aun la fusin entre terratenientes e industriales. -

    1.8, mo -im Impostor tergiversa lo que se dice en la m vista 4Fic!ias respecto a la movilidad social en l a '

    (La revsta Fichad) "niega toda movilidad social en la industria... (afirma), que la inmensa mayora de los directivos industriales son los mismos que dirigan la industria antes de 1846. . . Con la ayuda inapreciable de la Gua de Sociedades Annimas ofrecen las pruebas. Es conocido el hecho de que dicha Guia no persigue un propsito cientfico, sino que est destinada a las agencias de publicidad.;. Pero los nmeros empleados por estas manos indiestras demuestran sin dejar lugar a dudas que la movilidad social' de ese perodo constituy una realidad aplastante.

    La Gua e Sociedades Annimas publicacin benemrita para todos los investigadores y en particular para los marxistas, pues permite develar muchos secretos de la sociedad y la poltica argentinas est destinada a todos aquellos que necesiten

    - * .

    25 Fichas, N 1, p. 69-70.

    El impostor dice,:

    Los hechos son:

  • 28 Mcaes Pea

    informaciones sobre las sociedades annimas existentes en el pas. Corra) la Gua Telefnica, esta gua no persigue un propsito cientfico sino un propsito informativo que cumple adecuadamente. Resulta pues un instrumento imprescindible para la investigacin cientfica de las clases dominantes argentinas.

    Un investigador que public su trabajo en Fichas realiz la siguiente tarea: revis la Gua de 1946 y cont los directores all existentes: eran 7.000; luego tom la Gua de 1960 y cont lew directores: eran 43.000. Despus cotej ambas listas y. observ que prcticamente la totalidad de los directores de sociedades existentes ' en 1946 permanecen en sus puestos en 1960 es decir agregamos nosotros, no fueron afectados por la llamada revolucin peronista. Por otra parte, investigando una muestra de 100 directores de sociedades annimas, l colaborador : de Fichas demostr lo siguiente: las grandes sociedades annimas, las situadas estratgicamente en la economa argentina, tienen en 1960 prcticamente los mismos directorios integrados por las mismas personas que 15 aos antes. En este sentido, es sumamente significativa la proporcin de un director advenedizo por cada director clsico en las empresas que cuentan con un capital de ms de 20 millones de pesos. Mxime si se considera que 15 aos es tiempo suficiente para que se lleve a cabo una apreciable renovacin generacional... Se puede afirmar entonces que DEL ESTUDIO DE LOS DIRECTORES DE LAS SOCIEDADES ANONIMAS EN EL PERIODO 1946- 1960 no surge la evidencia, ni indicios, de que baya existido movilidad social ascendente hacia y/o dentro d la clase empre- saria26.

    Obsrvese que el articulista de Fichas pone lmites precisos a sus conclusiones destacando que slo son vlidas en lo relativo al sector empresario abarcado por la Gua de Sociedades Annimas. Sin embargo, pese a que nuestro increble crtico finge ignorarlo, no es solamente del estudio d la Gua de Sociedades Annimas de donde surge que existi escasa o nula movilidad social ascendente dentro de la clase empreara. Una encuesta sobre El empresrio industrial en la Argentina realizada por

    26 Fichas, W 1, p. 51-55.

  • el Centr de Investigaciones Econmicas del Instituto Torcuato di Telia y analizada tambin en Fichas indica que no existe evidencia de que los actuales grandes empresarios hayan ascendido desde un tramo ms bajo de la pirmide social27.

    Otro investigador , que colabora en la revista Fichas, analizando los censos industriales de 1937 en adelante demuestra que Los establecimientos ms pequeos ocupan entre 10 y 25 obreros duplican las cifras de obreros entre 1937 y 1946, y aumentan slo un 11 % entre 1946 y 1954. El grupo de establecimientos que ocupa de 26 a 50 obreros seala el miismo fenmeno.: crecimiento entre 1937 y 1946; estancanilento entre 1946 y 1954. Por su parte el sector que agrupa establecimientos con 50 a 10 Oobreros 'es el nico donde se advierte una disminucin absoluta: del nmero de establecimientos' tanto como del nmero de obreros ocupados... Las cifras prueban que es casi imperceptible el nmero de establecimientos pequeos que pueden llegar a ser grandes y siguen creciendo. Por supuesto, algunos talleristas lograron convertirse en grandes industriales, pero se trata de casos aislados, carentes de significacin estadstica28. En efecto, los-censos industriales revelan que: "No se ajusta a los hechos la afirmacin de que la burguesa industrial argentina es l producto de un aluvin de pequeos talleres nacidos durante la segunda guerra mundial. Los establecimientos fundados antes de 1935 aportan el 54 % de la produccin total29.

    R e s u m e n :

    que' en la Repblica Argentina la burguesa industrial se desarrollaba caticamente, un operario se asociaba con otro, montaba un pequeo taller, se expanda, se haca burgus 30.que segn los censos industriales prepero- nistas, peronistas y post peronistas, y segn

    27 Fichas, N9 1, p. 55 ^28 Idem, p. 18.29 Idem, p. 19.30 J. A. Ramos, Revolucin y Contrarrevolucin en la Argentina,

    Bs. As., 1957, p. 387.

    Industria, Burguesa Industrial y Liberacin Nacional 29

    E l impostor dice:

    Los hechos son:

  • 30 Milcades Pea

    la evidencia concurrente de todas las. investigaciones realizadas, es falsa la afirmacin segn la cual los grandes industriales argentinos son ex pequeos talleristas enriquecidos. multitud de pequeos talleres que evolucionaron hasta convertirse. en .grandes fbricas no pasa de ser un mito.

    1.9. Cm. tergiversa m tmpmim?' I que se efee en Fi chas acierra de la sigmimcin d las seriedades ammas en. la industria argentina

    La revista Fichas finge considerar que la industria argentina slo puede concebirse bajo la forma de Sociedad Annima. Que honestidad cien tfica! Dejan a un lado sigilosamente.. . (a) la pequea o mediana empresa".

    , Honestidad ^cientfica. En la pluma de nuestro critico impostor estas palabras suenan como invocaciones a la castidad en labios de una cortesana. Desde luego, al investigar a las sociedades annimas los colaboradores de Fichas comienzan por puntualizar que Sociedad Annima es la forma jurdica que adoptan casi sin excepcin las grandes empresas industriales argentinas. Este hecho permite considerarlas dentro de ciertos lmites como una buena muestra de los sectores decisivos de la industria. Es esta una considferacin arbitraria? El Censo Industrial peronista de 1954 da la respuesta: las sociedades annimas ocupan el 34% de los obreros y aportan el 42% de la produccin industrial argentina31. En cuanto a la pequea y mediana empresa, Fichas no la "deja de lado sigilosamente como pretende nuestro sigiloso impostor; se limita a sealar que esas empresas, propietarias de 94 d cada 100 establecimientos industriales, en conjunto, pese a ser decenas de railes, producen menos que los 234 establecimientos qu ocupan al 32% de la dase obrar32.

    31 Fichas, N 1, p. 23.32 Fichas, * 1, p. 17.

  • Industria, Burguesa Industrial y Liberacin Nacional 31

    R e s u m e n :

    que los colaboradores de Fichas proceden con deshonestidad identificando toda la industria argentina con las empresas organizadas en forma de Sociedad Annima.En Fichas se dice textualmente que las S. A. son dentro de ciertos lmites una muestra representativa. No de toda la industria, sino de los sectores decisivos de la industria.

    1.10'. Cmo tergiversa m t impostor lo que se dice en Ft chast acerca de la dependencia .d la muastm argentina respecto al capital imperialista

    "Atribuir a la industria argentina una dependencia completa del capital imperialista".

    Como el lector ya habr imaginado, el impostor miente. La revista Fichas en lugar alguno atribuye a la industria argentina tina 'dependencia completa del capital imperialista. La revista Fichas demuestra algo distinto pero palpablemente cirto: el capital extranjero es el principal capitalista industrial de la soberana Repblica Argentina "nuestra patria; en consecuencia, el sector ms poderoso del capitalismo industrial argentino est

    compuesto por extranjeros que viven fuera del pas y slo se interesan en el desarrollo nacional para explotarlo. El lector hallar en Fichas los siguientes conceptos:

    El nmero de empresas industriales que producen para el mercad interno argentino y a las cuales en la actualidad (es decir, sin revisar los archivos de todas las empresas) es posible descubrirles conexiones con el capital internacional oscila alrededor del medio millar. CANTIDAD INSIGNIFICANTE SI S LA COMPARA CON LAS DECENAS DE MILES DE ESTA-

    BLECIMIENTOS INDUSTRIALES QUE HAY EN El, PAIS. Los profesores docendos por la burguesa imperialista o nacional utilizan precisamente esta comparacin para demostrar que la importancia del capital extranjero en la industria argentina es. insignificante. Pero mienten, puesto que ignoran de intento la

    El impostor dice:

    Los hechos son:

  • 32 M ilcades Pea

    lay d concentracin y centralizacin del capital, qu act con fuerza particular en la industria argentina y origina na situacin en la cual EL CAPITAL FINANCIERO INTERNACIONAL POSEE O CONTROLA SOLO UN PEQUEISIMO NUMERO DE ESTABLECIMIENTOS que son los que ocupan la mayora aplastante de los obreros y arrojan la mayora aplastante de la produccin.

    Y stas son las empresas que controla Eli CAPITAL INTERNACIONAL, QUIEN NO CONTROLA EL MAYOR NUMERO DE EMPRESAS INDUSTRIALES en general, pero posee la mjayor parte de las grandes empresas, que marcan el ritmo de cada industria, que cuentan miles de obreros y producen el grueso de la produccin industrial del pas.

    Para ilustrar lo que significa la concentracin y centralizacin del capital, observaremos que, por ejemplo, un solo consorcio internacional (Fabril Financiera) emplea tantos obreros como 12.000 establecimientos nacionales y su capital asciende a tanto como tres veces el producto anual de 28.000 establecimientos nacionales. En su conjunto, la industria argentina presenta una situacin simlar en rasgos generales1 a la descripta recientemente en la industria minera por la Unin. Minera Argentina. Existe la gran empresa, en su mayora con. capital extranjero, que posee gran desarrollo tcnico y est altamente mecanizada; existe la mediana empresa constituida por capital argentino con desarrollo tcnico, pero existe tamjbin la pequea empresa, con precarios medios econmicos y sin ninguna mecanizacin. Corresponden al primer tipo el 77 % de la produccin, al segundo el 20 % y al tercero un mezquino 3 %. (La Nacin, enero 3, 1956)'.

    Su concentracin en grandes empresas otorga al capital internacional un peso especfico aplastante en el conjunto de la industria. Xa influencia de una gran compaa afirma la obra clsica sobre el tema de a concentracin y centralizacin dl capital se extiende mucho ms all de las inversiones bajo su control. Las pequeas empresas que compran o venden a las grandes compaas son influenciadas por ellas en mucho mayor grado que por las restantes pequeas empresas. En muchos casos la sostenida prosperidad de las compaas depende del favor de las grandes y casi inevitablemente los intereses de las ultimas se

  • Industria;, Burguesa Industrial y Liberacin Nacional 33convierten en los intereses d .las primeras (Berle y Means,- The Modern Corporation, New York, 1934, p. 33) 33,

    R esumen-:

    que segn la revista Fichas la industria argentina depende completamente"' del capital extranjero.en Fichas se demuestra que el capital financiero internacional posee o controla slo un reducido nmero de empresas industriales, pero esas empresas son las decisivas en cada rama de la industria por el monto de su capital, el volumen de su produccin y el nmero de obreros que ocupan.

    1.11. Gomo tergiversa un impostor lo que se dice-en ffi- cKas acerca de la poltica imperialista frente* a la

    ' todiastrlllsacin de! pas

    La revista citada juzga que las grandes empresas Imperialistas Vea complacidas la PSEDO INDUSTRIALIZACION porque ella origina una creciente demanda de esos productos*. . . .Todo el pas conoce los resulta- - dos de la complacencia' imperialista por nuestra INDUSTRIALIZACION, a la luz del milln de desocupados "que la poltica imperialista ha producido en los ltimos aos. (maysculas nuestra, MP).

    Resulta molesto seguir desmenuzando y poniendo en evidencia Jas imposturas del crtico, pero qu remedio queda, si su - capacidad y su disposicin para falsificar los hechos ante las narices mismas del lector, no reconocen lmite alguno? Si el lector coteja las dos palabras destacadas en mayscula, advertir sin dificultad que mientras la revista Fichasy en el prrafo impmdentemene transcripto por el impostor, dice que las empresas imperialistas ven complacidas la PSEUI>OINT)USTRIA- LIZACION, el crtico pasa con absoluta impavidez a polemizar angelicalmente con Fichas, cmo si sta afirmase que el imperialismo ve complacido la INDUSTRIALIZACION del pas. Es que aca,so pseudo industrializacin es lo mismo que industria- .

    El impostor dice:

    Los hechos son:

  • 34 Mcddes Pea

    lzacin? La mayor parte del primer nmero de la revista Fichas est dedicada precisamente & plantear y demostrar la diferencia sustancial entre la "industrializacin o revolucin industrial y la [pseudoindustrializacin* o injerto de fbricas y talleres en un pas atrasado, y a demostrar cmo la estructura del imperialismo permite la pseudo industrializacin pero impide la industrializacin.

    He aqu, textualmente, lo que la revista Fichas manifiesta al respecto en el artculo titulado Imperialismo e Industrializacin de los Pases Atrasados.

    -Metrpolis cierras el a M 'Inustralizacin del pats?

    Sin una poltica monopolista, l capital financiero no puede contrarrestar el descenso de la cuota de ganancia. Consecuencia y causa de ello es el .esfuerzo del capital financiero por mantener y acrecentar la desigualdad de desarrollo de las diversas ramas de la economa dentro de la nacin y, en escala internacional, entre las distintas economas nacionales. Un trust obtiene su suprganancia impidiendo la difusin a toda la economa de los adelantos tecnolgicos; la industria pesada logra sus super- ganancias trabando el desarrollo de la industria mediana. L industria en su conjunto esquilma a la agricultura. En escala internacional; las metrpolis estrangulan el desarrollo de los pases atrasados, los esquilman, y obtienen as una suprganancia. La esencia misma del imperialismo implica la utilizacin de las diferencias de nivel que existen en el desarrolla de las fuerzas pro- ductwas de los distintos sectores de la economa mundial, con el fin de aseg u ra la totalidad de la ganancia monopolizada. Diferencias de nivel que se mantienen aunque en los pases atrasados surja una industria, si sta es incapaz de elevar la productividad de la economa nacional en su conjunto.

    pseudoinfirasMalkacisi deja m.pie * la. explotacin imperialista .

    /^Evidentemente, el imperialismo tiene inters en mantener nuestro atraso. Tiene inters en perpetuar las relaciones de pro-

  • piedad qu perpetan el atraso. Y siendo la industrializacin inseparable de la subversin de esas relaciones de propiedad, el imperialismo se opone inexorablemente a la industrkMzacin del pas. Esto no es un silogismo: es toda la historia del siglo XX. Ni en la Argentina ni en ningn pas atrasado hay industrializacin posible sin liquidar las fuentes mismas de las superganancias imperialistas.

    Sin embargo, eso no significa que mientras no se libre de la explotacin imperialista la Argentina permanezca estacionaria, en un atraso siempre igual a s mismo* Evidentemente, aunque sigue siendo un pas atrasado, aunque contina sujeta

  • 36 Mdades Pea

    ataque directo a los superbeneficios de las metrpolis explota- doras. 37

    Todas estas inexactitudes se desmentan as en Fichas:

    Prdida'de mercados? .

    "En esencia toda la teora sobre el fin del imperialismo a consecuencia dl desarrollo industrial d los pases atrasados consiste en esa trasnochada vulgaridad de tendero segn la cual el surgimiento de fbricas en los pases atrasados perjudica l imperialismo porque le resta mercados. Es decir, si la Argentina fabrica telas no importar telas de Inglaterra, si fabrica heladeras no comprar heladeras en Estados Unidos, etc. Esta es slo

    : una verdad a medias, o sea una falsedad completa. Algunos sectores imperialistas se ven perjudicados por7 la aparicin de na competencia en la Argentina. La industria textil inglesa, por ejemplo, perdi su mercado a consecuencia de la expansin de la industria textil en la Argentina, y se opso a ella hasta ltimo momiento. Sin embargo, el crecimiento industrial dl -pas expande el mercado para otros sectores imperialistas, que son justamente los ms poderosos, y los qu cada vez imprimen ms el sello de su propia poltica a la poltica general del imperialismo. Las industrias imperialistas que producen medios de produccin, y.las industrias imperialistas que producen bienes de consumo durables (aparatos elctricos y automviles, por ejemplo) ven complacidas la pseudoindustrializacin, porque ella origina una creciente demanda de esos productos. As lo han confirmado in-

    - finidad de investigaciones acerca de los efectos que ejerce sobre la industria imperialista la aparicin de industrias en los pases atrasados. Y eso surge a simple vista al observar cmo las compras de los pases atrasados en las metrpolis imperialistas crecen paralelamente al avance de su pseudoindustrializacin.38

    Pero para el torpe crtico de Fichas no existe diferencia entre industrializacin y pseudoindustrializacin. Segn l, el crecimiento de la industria manufacturera ocurrido en la Argentina es una verdadera revolucin industrial, una "genuina indus-

    38 Fichas, N9 1, p. 47-48.

  • triaHzaci. Y ante este proceso dice el imperialismo no muestra complacencia alguna, como lo prueba el mlln de desocupados que la poltica imperialista ha producido en los ltimos aos. Un verdadero argumento cientfico! Abstengmonos por. ahora de desinflar la imaginacin del impostor y aceptemos la cifra d un milln de desocupados. La apelacin emocional a la tragedia de esa masa sufriente es apenas un barato cotp de thatre. Como deca Lenn, interrumpir una discusin terica sobre ua cuestin terica con gritos de agitador es una manera de proceder que ya hemos observado, pero es una mala manera. 39

    En verdad la actitud de las grandes empresas imperialistas ante la industria argentina es en efecto de complacencia, tal cual afirma y demuestra la revista Fichas. Pruebas? Las hay por millones de contantes dlares y libras. Concretamente, la poltica imperialista en los ltimos aos a que alude el crtico con su precisin caracterstica se traduce en: 1) 270 nalones de dlares invertidos en el pas entre julio d 1958 y mayo de 1960. Destino? 48 % a la industria qumica fundamentalmente petroqumica, 26 % a la fabricacin de automviles y camiones, 10 % a derivados del petrleo40; 2) 186 millones de dlares de maquinarias importadas en 1983-64 por inversiones directas. Destinos principales? Industria automotriz (70 millones), produccin de acero (45 millones) 41; 3) 345 millones de dlares de maquinaria a importarse mediante prstamos acordados pr AID (Agency for International Development), BID (Banco In'teramericano de Desarrollo), BIRF (Banco Internacional de Reconstruccin y Fomento), CFX (Corporacin Financiera Intemacionl) y Exim- bank (Banco de Importacin y Exportacin). Destinos principales: enrga elctrica, petroqumica, acero

    Los nombres de los prestatarios lucen como un catlogo de lo ms distinguido de la industria argentina, grande, mediana y pequea: Celulosa Argentina, Cristaleras Rigolleau, La Papelera

    39 Lenin, Obras Completas, t. XXIII, p. 63.40 Consejo Federal de Inversiones, Las Radicaciones de Capitales

    Extranjeros, Serie de Estudios N9 1, Bs. As., 1960.41 FIAT OECE, Balance de Pagos de la Repblica Argentina, Bs;

    As., octubre 1963, cuadro C-7.42 Idem, cuadro C-8. ' '

    Industria, Burguesa Industrial y Liberacin Nacional 37

  • 38 Mcades Tea

    . del Plata, General Electric, John Deere Argentina, Industrias Petroqumicas Koppers, Acinfer, Siat, Talleres San Justo, Ca. Ge- neral Papelera de Buenos Aires, La Papelera Argentina, Neumticos Good Year, Ca. Sudamericana de Cemento Portland, RYCSAu, Acindar, Buranor, Dlmine Safta, Industrias Kaiser, Atma, Schcolnidc, Noel y Ca., Ca. Argentina de Maderas Industriales, Hazan, Pitchon y Ca. ,Siam di Telia Automotores, F-

    ' brica Argentina de Alpargatas, S. A. Industrias Algodoneras, Manufacturera Fort, Papelera Burlingham, Molinos Ho de la Plata, Metalrgica Tandil, Fbrica Argentina de Telas Engomadas, Metalrgica Baha Blanca, Industrias Plsticas y Electrnicas d Crdoba, La Bemalesa, Fibrolin S.A., Ca. Metalrgica Argentina, Virgilio Fossati, La Emilia, Establecimiento Text Oeste, Textil del Plata, Cristalera Maioboglas, Industrias -Colchones y Anexos, Campomar S. A., Fbrica Argentina de Tejidos La Unin, Fbrica de Manteca S ancor, Productex, Alpesa, Halifax Argent-

    na, The American Rubber, Buxtoa Ltda., Iggam, Establecimientos Metalrgicos Santa Rosa... 43 y sera tedioso continuar la enumeracin.

    En sntesis pues, sin investigar en - profundidad, atenindonos solamente a las inversiones pblicas y notorias, que todo el pas eonoce" pues han sido declaradas en publicaciones al alcance de todo el mundo, tenemos que la poltica imperialista en los ltimos aos ha consistido en colocar 615 amillones de dlares en la industria argentina. Pero si se investiga un poco ms a fondo, y se toma en cuenta la informacin de que dispone el Banco Central, las cifras son an ms reveladoras: en los ltimos aos los capitalistas extranjeros prestaron a la industria argentina 1.155 millones de dlares44. Estos prstamos imperia-' listas, sumados a las inversiones imperialistas en la industria petrolera, permitieron que en 1961 la industria importara maquinaria por 661 millones d dlares, la cifra ms elevada de a historia. Extrao modo de desmantelar una industria! Si la poltica imperialista no" es complaciente hacia la industria argentina sino que consiste en desmantelarla y llenar al pas de

    t

    43. dem, cuadro 33-6.44 Tal era el monto de la deuda de la industria argentina con el

    exterior a diciembre 31, 1963. Declaracin del presidente de] Banco Central en Financial Times, julio 13, 1964. -

  • desocupados tal l delirar d nuestro impostor cabe preguntarse a qu se parecer una poltica imperialista complaciente,

    Por lo dems, siempre atenindonos a la informacin que "todo el pas conoce excepto el inipostor que nos critica, la complacencia de las grandes empresas imperialistas por la instalacin de fbricas en la Argentina es decir* por la pseudoindustrializacin se advierte con slo anotar ios nombres de las empresas decisivas en las ramas decisivas de la industria argentina* Automotores: Kaiser, General Motors, Ford (45,6% d las ventas de la industria), Fiat, Peugeot, Di Telia, British Motors, Citroen, DKW, Isard, (44,7 % de las ventas), Mercedes Benz Siderurgia: Acindar, Tamet, Santa Rosa, Cantbrica, Siderpa todas fusionadas con el capital imperialista y Somisa, controlada desde el directorio por las anteriores y financiada por el Eximibank. Petroqumica: Cabot^ Ipako, Monsanto, PASA (US. Rubber, Continental Oil, Cities Service, Wjitco Chemical, Fish International), Duperial, Atanor, Duranor (Atanor-Hooker Chemical), Govanor (Atanor-BF Goodrich-RT Vanderbilt), Casco (Borden Belchetz, Petrosur (American and Foreign Power Co.-, Shell, Koppers). Industria pesada: Materfer (Fiat Concord, Grandes Motores Diesel (Fiat-Concord), MAN, Koerting, Stork, A.V.D., Perkins, Dmine, Siat.. . Y remitimos al lector al nme-lo l de Fichas para completar el cuadro.

    En cuanto al milln de desocupados" que nuestro impostor atribuye al desmantelamiento de industrias, digamos tan slo que en 1954 -ltimo censo industrial peronista haba en el pas 1.055.496 obreros. As pues, si aceptamos las cifras del impostor crtico de Fichas, arribamos a este resultado: prcticamente todos los obreros argentinos estn sin trabajo y todas las fbricas se hallan cerradas.

    R esu m en :

    El impostor dice: que es falsa la tesis de la revista Fihas segn la cual las grandes empresas imperialistas ven complacidas la instalacin de fbricas en la Argentina, Segn l, la poltica imperialista consiste en desmantelar la industria argentina -

    Los hechos, son: la poltica imperialista consiste eri invertir

    Industria, Burguesa Industrial y Liberacin Nocional 39

  • 40 Mcades Pea

    capital en 3a. industria argentina ya existente i y en levantar nuevas fbricas,hechos estos

    documentados por la revista Fichas y notorios para todos los habitantes , del pas capaces de leer los diarios.

    Cmo un impostor ninosea el pm sam np de Le- . m i. Opinin de Lxtii'sobre' los Jorges Abelardos

    Bmos

    Redactan la revista Fichas y agobian al lector con especiosas estadsticas... la'recomposicin de estadsticas sobre bases de diversas fuentes, de aos distintos, de pesos de valor diferente, ha dado nacimiento a un arte que ms se vincula con la ficcin literaria que con la investigacin responsable. Sus resultados estn a la v is ta ..., la pura enunciacin de estadsticas nada evidencia, puesto que la poltica es la expresin concentrada de la economa', segn Lenin.

    A la vista est la ejemplar desfachatez del impostor. Los investigadores que publican en Fichas comienzan sus artculos con un ttulo que dice: La carencia de informacin estadstica dificulta el estudio d e la industria argentina45; .sealan que se cien al uso de aquellas estadsticas que pueden manejarse con cierta seguridad subrayan que, dado sus mltiples limitaciones, las estadsticas empleadas tienen un valor indicativo, para marcar tendencias y efectuar comparaciones globales entre perodos47; controlan, verifican y confirman la realidad de las tendencias indicadas por la estadstica mediante una sustanciosa masa de informacin cualitativa en su mayor parte consistente en testimonios directos aportados por la burguesa industrial que compensada y resumida al mximjo abarca 6 pginas de la revista en apretado cuerpo ocho48. Y hace falta mjencionar- lo? desde luego los investigadores de Fichas han tomado las providencias numricas necesarias para convertir los valores de

    45 Fichas, 1, p. 5.46 Idem, ps. 5-6.47 Idem, p. 6.48 Fichas, N ^ , ps. 38-41. .. v

  • Industria, Burguesa Industrial y Liberacin Nacional 41produccin indicados en los censos a pesos de valor constante"49.

    En fin, el conocimiento de las limitaciones de toda estadstica en general, y de las argentinas en particular conocimiento que no es ms que la Otra cara de su respeto por la cienci de la estadstica es tal entre los investigadores de Fichas que en el segundo nmero de la revista, a raz de algunas cifras del Consejo Nacional del Desarrollo, se apresuraron a publicar un medular trabajo de Oscar Morgenstem titulado "Quien comienza a contar comienza a'errar50.

    Pese a todo esto, o mejor dicho, por todo esto, el impostor crtico no es capaz de apuntar especficamente ni .un solo errr, ni un solo tratamiento incorrecto de los datos, ni un solo dato falso, en los .39 cuadros y grficos estadsticos, y las 80 pginas de informacin estadstica qu contiene la revista Fichas. En cambio, con seorial mala fe, afirmamos que las estadsticas de Fichas son "especiosas. Coni> acabamos de ver, miente tambin en eso.

    No satisfecho por sus anteriores imposturas, el impostor manosea con inslente ramplonera el pensamiento de Lenin, y procura utilizar la sustanciosa frmula leninista segn la cual la poltica es la expresin concentrada de la economa para respaldar esa circense tontera de que la pura enunciacin de estadsticas nada evidencia. Desde luego se usemos un eufemismo equivoca. Incluso la pura enunciacin de estadsticas puede revelar mucho. Por ejemplo: una estadstica revela que entre 1946 y 1954 censos peronistas la ocupacin obrer creci slo11 % y la produccin industrial apenas 17%; en cambio entre 1937 y 1946 la ocupacin creci 75 % y la produccin 62 % 51. Esta estadstica desnuda demuestra de modo puro que es pura fantasa la afirmacin de nuestro pursimo impostor segn la cual la dcada peronista vuelca haci la industrializacin todos los recursos del pass2. En cuanto a Lenin, toda su obra acredita una fuerte predileccin por ese hbito de investigacin cientfica

    49 Idem, p. 5.50 Fichas, N9 2, ps. 49-57.51 Fichas, N 1, p. 7.

    , 52 J. A. Ramos, Revolucin y Contrarrevolucin n la Argentina, Bs.As., 1957, p. 442.

  • -42 Mcades Pea

    que e! crtico de Fichas denomina agobiar al lector con estadsticas. A Lenin pertenecen estas palabras, que dedicamos piadosamente a los impostores que se sienten demolidos por la estadstica revista F i c h a s ecEs muy comn l introduccin de cualquier contrabando bajo la bandera de frases comunes: CREEMOS POR- LO TANTO, QUE UN POCO DE ESTADISTICA N ESTARA D MAS... Hechos exactos, hechos indiscutibles he aqu lo particularmente insoportable para esta clase de escritores ( Hola! Tambin en tiempos d Lenin haba jorges abe- lardos ramos. MP) y lo verdaderamen necesario, s uno desea orientarse con seriedad en el complejo y difcil problema, a menudo enredado con toda premeditacin... Partiendo de estas premisas, HEM;OS RESUELTO COMENZAR CON ESTADISTICAS, CONCINTES DE LA GRAN ANTIPATIA QUE SUE-. LEN PROVOCAR EN ALGUNOS LECTORES Y ESCRITORES, quienes prefieren la noble mentira" a las Ijajas verdades; por su aficin a pasar, bajo la bandera de meditaciones 'generales", contrabando poltico sobre internacionalismo, cosmopolitismo, nacionalismo, patriotismo, etc.. El crtico de Fichas puede enorgullecerse: ha sido retratado por Lenin. El retrato s halla en un trabajo titulado Estadstica y Sociologa33 (Lo sabemos y no podemos evitarlo. Ese titul de fuertes matices anglosajones, y el britnico The Statesmans Year-Book empleado por Igniii como fuente de informacin, disgustan intensamente al critico de Fichas. Pero le pedimos que sea clemente con Lenin, quien no tuvo la suerte de ser instruido por Arturo Jauretche acerca del veneno imperialista que se esconde en el idioma ingls,. . ) .

    R e s u m e^ :

    que los colaboradores de Fichas manejan con falsedad estadsticas falsas. Dice,, adems, que las estadsticas en. s mismas nada evidencian y cita en su apoyo a Lenin. el impostor no indica especficamente ni un solo dato estadstico, ni de otra ndole que sea incorrecto, ni un solo tratamiento esta-

    53 Lenin, Obras Completas, t XXIII, p. 273.

    l impostor dice:

    Los hechos son:

  • dstico falso, en los 30 cuadros y 80 pginas de Fichas. En cnanto a Lenin, afirma textualmente que a los escritores emjbusteros hay que sepultarlos bajo estadsticas y hechos exactos.

    2. Vm Uc dl disparate permanente

    Las referencias de Oviedo y Las Casas, aparte de las investigaciones realizadas por el Instituto de Filolo- ga de la Facultad de Filosofa y'Letras de la Universidad de Buenos Aires, permiten definitivamente clasificar la raz de la palabra macana en la lista de los vocablos indgenas emparentados con la familia caribe. Su etimologa arahuca es ma, grande, y cana, nombre de una palmera.

    *' ' . En nuestro pas, la palabra tiene una acepcin particular: macana es igual a disparat, errr, y se dice: hice una macana por comet una tontera. Posee, adems^ otros derivados muy usuales, tales como macar- nazo, gran disparate, y macaneador, embustero, mentiroso, hablador sin control.

    ;:;nf^ Acbarqos de ver qu el. impostor critic de Fichas es orgnicamente incapaz de transcribir una cita con exactitud, siquiera

    -sea por casualidad. Vimos tambin que sus crticas a la revista Fichas resultaron ser una' pura farsa, basada en la tergiversacin sistemtica de los hechos. A continuacin veremos cmo el impostor sabe'acreditar una ignorancia que, desde que existen libros de bolsillo, ya no es fcil encontrar, y que hasta en las seoritas de Filosofa y Letras, habra que buscar con linterna.

    .1. El terico de! disparate, corrige a Marx a propsito d la burguesa europea..

    Es un error corriente afirmar que la burguesa europea fue revolucionaria. En realidad^ burguesa no fut revolucionaria en parte alguna del mundo nii en poca alguna.

    El error corriente de afumar que.Ja burguesa europea fue revolucionaria lo han venido divulgando durante un siglo los

  • 44 Milcades Pea

    clsicos ixiarxistas, empezando a contar por Marx.burguesa europea fue revolucionaria, porgue en procura

    d sus intereses de clase revolucion la estructura econmica y social de las viejas sociedades agrarias del medioevo europeo, cre las naciones modernas y el moderno estado democrtico.

    , Cuando la marcha de esta revolucin impuso la necesidad de conquistar el poder poltico mediante insurrecciones y guerras civiles, la burguesa clase que tiene bienes para conservar y adems numricamente poco significativa cabalg sobre el mpetu y el sacrificio de las masas pequeoburguesas y semipro- letarias del campo y de la ciudad, pero en todo momento conserv l control d ios sucesos y su ala plebeya democrtica pequeoburgues slo fue eso: un a plebeya de la burguesa revolucionara. He aqu algunas noticias de buena fuente que dedicamos con simpata al desopilante detractor de Fichas: LA SIGNIFICACION HISTORICA DE LA BURGUESIA HA SIDO EMINENTEMENTE REVOLUCIONARIA. All donde la burguesa se ha apoderado del poder pblico, ha destruido al punto todas las condiciones feudales, patriarcales, de a vida social. . . Hace poco ms de cien aos que la burguesa es la clase imperante, y ya ha creado fuerzas productivas cuya prodigiosa variedad y colosal poder exceden a todo cuanto han sabido hacer las generaciones que nos han precedido (MARX54). '"Estamento oprimido en sus orgenes, tributario de la nobleza feudal dominante, reclutado entr siervos y vasallos de todo gnero, la burguesa, luchando constantemente Contra la nobleza, fue. conquistando una posicin tras otra, hasta aduearse, n los pases ms avanzados, del Poder y ocuparlo en lugar suyo; (Hola! Segn el disparatante crtico, ni siquiera en la Europa capitalista la burguesa logr asumir enteramente el poder MP) ei^Francia, derrocando directamente a la nobleza, en Inglaterra aburguesn- dola y convirtindola en la cspide ornamiental de su propia clase. Y cmo consigui tqdo esto? Lo consigui sencillamente por el cambio de la situacin econmica, al que sigui luego ms tarde o ms temprano* espontneamente o mediante lucha, el cambio de las instituciones polticas. La lucha de la burguesa

    . contra la nobleza feudal es la lucha de la ciudad contra el cam-

    54 Marx, Manifiesto Comunista.

  • VV

    / Industria, Burguesa Industrial y Liberacin Nacional 45 (

    pq, de la industria contra l terrateniente, de la economa basada ^en el dinero contra la economa natural, y las armas decisivas esgrimidas en est lucha por el burgus fueron sencillamente sus ^recursos de poder econmico, constantemente reforzados mediante el desarrollo de la industria, primfero artesana y luego (manufacturera, y por difusin del comercio. Durante toda esta ^lucha el Poder poltico estuvo al lado de la nobleza, con la nica excepcin de un perodo en que el poder real crey con- (veniente utilizar a la burguesa contra la nobleza para contrarres- {tar a un estamento con el otro; pero a partir del momento en ;que la burguesa, todava impotente polticamente, comenz a lser peligrosa, gracias a su potencia econmica cada vez mayor, ' f la monarqua Volvi a aliarse con la nobleza, provocando as, primero en Inglaterra y luego en Francia, la revolucin de la burguesa. En Francia, los estados - polticos permanecan inva- (dables, pero la situacin econmica se desbordaba de ellos. Po- rlticamlente la nobleza lo era todo y el burgus no era nada; so- cialmnte, el burgus er ya la clase ms importante dentro del ^Estado... Y no slo eso, sino que la burguesa vease cohibida (en toda su actividad de produccin por las formas polticas feudales de la Edad Media, con las que haca ya mucho tiempo sque esta produccin no slo la manufactura sino ya el mismo (artesanado no poda avenirse, maniatada por un cmulo de privilegios gremiales y de aranceles provinciales y locales que no eran ya ms que otras tantas molestias y trabas para la produc- (cin- La revolucin burguesa puso fin a todo esto (ENGELS S5). (

    Algo ms? SL "La historia de burguesa puede dividirse en dos fases: durante la primera, la burguesa se destaca como (una clase sujeta al rgimen feudal y a la monarqua absoluta; du- rante la segunda, organizada ya coms clase independiente, derriba l orden de l sociedad feudal y la monarqua, e instaura sobre ^

    * sus ruinas el nuevo sistema burgus (MARX56). "L revolucin (alemana de .1848 no es sino una parodia de l revolucin francesa de 1789. La burguesa francesa de 1789 no abandon ni un mi- vuto a sus aliados, los campesinos. Ella saba que su dominacin (

    55 F. Engels, Anti-Dhrng, Ed. Cnit, Madrid, 1932, ps. 172-73. ^58 Marx, Misere de la Phlosophe, Costes Editur, Pars, 1927, p. (

    242. . ,

    t

  • 46 M ilcades Pea

    se basaba en la liquidacin-del feudalismo en el campo, en la creacin de una clase de campesinos propietarios libres57 (MARX57). En fin7 sera redundante insistir sobre este punto pues las referencias a la. burguesa revolucionaria europea se bailan abundantes en las obras de Marx y Engels, a disposicin de toda persona que sepa leer. Como* sntesis, vayan estas pala-

    ' bras de Trotsky: Todas las revoluciones burguesas se han fundado en la colaboracin de las masas oprimidas de a ciudad y del campo.' En las antiguas revoluciones, los obreros y campes!- nos 'colaboran bajo la direccin de la burguesa liberal o de su ala democrtica pequeoburguesa38.

    Pero nada ms fuerte contra el terica del disparate que el terico del disparate mismo. PgMs antes de afirmar que la, burguesa no fue revolucionaria en parte alguna del mundo ha descripto la hegemona incuestionable de la burguesa en la realizacin de las revoluciones nacionales y democrticas de los siglos anteriores59, afirmando que la burguesa europea pudo, desarrollar hasta sus ltimas consecuencias una ideologa y una concepcin del mundo burgus, que aniquil al feudalismo en la esfera del pensamiento mucho antes de exterminarlo polticamente'60. ,

    En verdad, leyendo a este terico uno no puede menos que recordar a Aristteles: el hombre es un animal poltico.

    R esu m en -: ,

    El terico dl disparate dice: que es tm error afirmar que laburguesa europea fue revolucionaria, pues a burguesa no ha sido revolucionaria en parte

    v alguna.hos hechos sonx que las clsicas burguesas eu

    ropeas y tambin la norteamericana fueron profundamente

    57 Marx,'citado por Lenin en Dos Tcticas en la Revolucin Democrtica, Obras Escogidas Ed. Problemas, Bs. As., 1946, t. 2, p. 132.

    58 Trotsky, La Revolucin Permanente, ob. cit, p. 73. - , . . ' I

    60 Idem, p. 88, ; ,

  • Industria? Burguesa Industrial y Liberacin Nacional 47

    revolucionaras. La significacin revolucionaria de esas burgue-

    ~ s as fu subrayada por Marx yEngels en mltiples ocasiones.

    '.2."XjO que ramea s debi escribir acerca de los chaca feros y las exportaciones argentinas ctaante la gueir

    (Dice la revista Fichas qiie); "/Durante la ltima guerra mundial, el chacarero vivi al borde.de la miseria, en momentos en que no se exportaban sus productos. . /* La revista Fichas miente con .una impudicia so comparable a "La Nacin. De modo que durante la ltima guerra no se exportaban sus productos y por eso el chacarero estaba arruinado? El seor Milcades Pea, no sabe leer los archivos de los diarios al menos? No ha. odo hablar de las libras congeladas en Gran Bretaa? Alguien ig-

    . ora en nuestro pas que esos fondos congelados en Inglaterra eran el fruto de las exportaciones argentinas de carne y cereales?"

    Como el protxido de nitrgeno, los disparates del detractor de Fichas poseen todos un efecto intensamente hilarante. Pero el que acabamos de transcribir es uno de los ms eficaces. Todo el mundo capaz de leer los archivos de los diarios1 sabe que las libras congeladas se acumularon fundamentalmente en base a la exportacin de carnes, no de cereales. Quin desconoce en nuestro pas que, tal cual lo afirma la revista Fichas, la produccin de los chacareros slo se exportaba en mnima parte y las cosechas se quemaban como combustible? Alguien ignora. en nuestro pas que las exportaciones de trigo declinaron de un promedio anual de 3,2 millones de toneladas durante 1934-38 a 2 millones en 1943-44; en tanto que las exportaciones de maz bajaron de un promedio anual de 7 millones de toneladas en 1934r38 a menos de un dcimo de esa cantidad en 1944? Deseo-

    noce alguien que en diciembre de 1943 haba en el pas 5,5 millones de toneladas de trigo sin vender, y que en julio de 1944 llegaban a 8 millones las toneladas de maz invendible? Frente a esta crisis de la agricultura, que empobreca a la mayora de los chacareros, se alzaba la prosperidad de la ganadera, beneficiosa para los terratenientes y estancieros y para un reducidsimo sector de chacareros muy ricos que contaban con el capital necesario para dedicarse a la ganadera extensiva. Pues durante

  • 48 Mades Pea

    la guerra las exportaciones de carne se mantuvieron y an crecieron en volumen pero sobre todo en precio; en tanto que la falta de barcos impeda exportar cereales. (En 1944 el volumen de carne exportada era 44 % mayor que en 1938, pero el valor de esa exportacin superaba en 130% al de 1938).

    Algo ms: En 1940-44 el promedio anual de exportaciones agrcolas: slo fue de 484,5 millones de pesos* contra un promedio de 973,3 mellones en 1937-39, mientras el valor d las exportaciones ganaderas creci de 684,9 nalones de pesos en la preguerra (promedio 1937-39) a 1.039,7 durante la guerra (promedio 1940-44). Y algo ms aun: basta los nios de escuela pueden ir al Ministerio de Hacienda y enterarse de que los productos de la agricultura, que en 1937-39 constituan el 54 % de las exportaciones argentinas slo representaron el 27 % durante l guerra (promedio 1940-44), mientras qu los productos ganaderos pasaron del 40% en la preguerra al 56%, durante la guerra61. En fin, hay que ser el impostor crtico de Fichas para ignorar hechos tan -notorios como los que resea el siguiente cuadro: -

    EXPORTACIONES ARGENTINAS

    Trigo, Maz y Lino C a r n eVolumen

    (1,000 tons.)Valor

    (millones de pesos)

    Volumen (1,000 tons.)

    .Valor (ncllones de pesos)

    Aos de preguerra: Total 1937-1939 . . Promedio anual . . .

    29.7489.916

    2.541,7847,2

    .1.928642,6

    961.4320.4

    Aos de guerra:Total 1940-1944 . . Promedi anual *..

    18.5293.705,8

    1.637,9327,5

    3.338667,6

    2.575,9515,1

    Porcentaje de aumento disminucin durante la guerra . . - 6 3 63 4- 3 -f 66

    61 Todas las cifras provinen de la Estadstica delCom ercioExte- rior Argentino, publicada por la Direccin Nacional de Estadstica y Censos y de United StatsTariff Comtnission, Recent Developments in THe Foreign Trade of Argentina ( GPO, Washington, 1950)T, ps. 60-73.

    1

  • Industria, Burguesa Industrial y Liberacin Nacional 49' R e s u m e n :

    El terico del disparate dice: que la reyista Fichas, miente conimpudicia . al afirmar' que duran-

    ' te la guerra no se exportaban losproductos agrcolas. Todo el mundo sabe dice que la Argentina acumul libras en Inglaterra exportando carne y cereales.

    Los hechos son; que durante Ja guerra las cosechas se almacenaban sin poder exportarse y la ganadera desplaz a a agricultura.

    S6.3. Novsimos disparates sote la situacin .de la. ag'r-....

    (Los chacareros, durante los aos de la Segunda Guerra Mundial) si eran felices propietarios de su tierra, triplicaron sus ganancias con los altos precios de la guerra, y si eran arrendatarios aprovecharon la congelacin de los arrendamientos dictada por el gobierno militar en 1944.

    Las cifras que acabamos de dar ms arriba mjden a la vez la magnitud de la crisis vivida durante a guerra por la agricultura de la regin pampeana es decir, la regin chacarera y la regocijante ignorancia del detractor de Fichas. Los "altos precios de la guerra eran los precios mnimos que el Gobierno pagaba para evitar el hundimiento. de la agricultura en momentos en que se acumulaban millones de toneladas de granos invendibles. ( Ver las cifras rns arriba). Lejos de triplicar sus ganancias los chacareros vieron mermar sensiblemente sus ingresos..

    En cuanto ~a la congelacin de los arrendajnientos, todo el mundo infrr,do acerca de la vida argentina sabe que rige como norma no desde 1944 sino desde 1941, cuando durante el gobierno conservador de Ramn S. Castillo hasta los terratenientes advirtieron que en ls condiciones de la crisis agrcola era imposible estrujar ms al chacarero. En cunto a ste, el arrendamiento congelado no le brindaba ni brinda seguridad alguna de permanecer en el campo y en nada contribuy a "enriquecerlo como asnalmente supone el seor Ramos. Cul ha sido el resul-

  • 50 M ades Fea

    tad neto de la congelacin de los arrendamientos? Dejemos la respuesta a carga de un distinguido especialista argentinos Muchos arrendatarios y aparceros... ante los bajos precios agrarios s vieron casi corapelidos a explotaciones cada vez ms extensivas, que ocupaban menos gente y producan menos por h,ectrea. Prcticamente todos permanecieron ms aos de lo previsto en el campo, pero sin seguridad y por tanto sin aliciente para encarar planes de largo plazo 62. Por eso el solo sistema de prrrogas y rebajas no mejor la situacin agraria,.. Aunque se alarg, la permanencia de los productores en el predio, rein siempre l misma sensacin de incertidumbre ante cada nuevo vencimiento de los plazos legales, y subsistieron casi todas las trabas, para una explotacin menos extensiva y ms diversificada63.

    >2.4. Todava ms disparates a propsito .de t e chacareros y @1 Estatu del Pen

    "El Estatuto del Pen impuesto por Pern los oblig (a los chacareros