mÉxico en el siglo xxi

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  “Es una tarea de la ciencia reducir  el movimiento visible y solamente aparente al movimiento real interno ”. Marx. Capital T III. *  INTRODUCCIÓN  Estudiamos la historia y la realidad, para poder actuar. Escribir sobre la historia o sobre la sociedad, exige recoger los hechos y analizarlos. Los hechos originalmente nos son  proporcionados por las fuentes primarias de los q ue los vivieron y que se manifest aron acordes con la posición de clase que ocuparon en su momento y con su correspondiente mentalidad, idealista o materialista, metafísica o dialéctica. Muchos de los acontecimientos históricos y sociales los podemos conocer en forma secundaria a través de posteriores estudiosos que los resumieron o presentaron con determinada intención, agrupándolos y dando preferencia a aquellos que les parecieron más aproximados a su punto de vista teórico o ideología personal, en cada caso. Quienes tratamos de aplicar el método materialista y dialéctico, tomamos los hechos de sus fuentes originarias y de sus analistas  posteriores, ord enándolos de a cuerdo con crite rios científicos que consideran , que: ..."los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, ni bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias en que se encuentran directamente, que existen y trasmite el pasado". * Y esas circunstancias que condicionan la vida de los seres humanos se derivan de que... "en la producción social de su existencia, los hombres entran en determinadas relaciones sociales, necesarias, independientes de su voluntad, relaciones sociales de  producción que corresponden a un grado determinado de desarrollo de sus fuerzas  productivas mater iales. El conjunto de estas relaciones sociales de producción  constituye la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la cual se levanta la sobreestructura  jurídica y políti ca a la que corr esponden formas sociales determina das de concien cia. El modo de producción  de la vida material condiciona el proceso de la vida social , política e intelectual en general. No es la conciencia de los hombres la que determina la realidad; por el contrario, la realidad social es la que determina sus conciencias". * Las relaciones sociales de producción o su expresión jurídica, las relaciones de  propiedad, sirv en inicialmente pa ra el desarrollo de las nuevas f uerzas producti vas, pero al desarrollarse éstas a límites superiores entran en contradicción con las relaciones sociales de producción que les dieron origen y estas envejecidas relaciones sociales de producción se transforman en trabas del desarrollo de las fuerzas productivas, dificultándol o hasta impedir su desarrollo. Las nuevas fuerzas productivas chocan con las viejas relaciones sociales de producción, hacen inservible a la enorme superestructura jurídica y política existente y abren una era cambios que tienden sustancialmente al establecimiento de nuevas relaciones de producción adecuadas al avance de las nuevas fuerzas productivas. Si el cambio social es frenado por el poder político, jurídico y social creado al amparo de las viejas relaciones de producción ya obsoletas, se abre una etapa de revolución social que  puede realizars e de existir las condiciones  subjetivas necesarias, esto es, si se crean las Esperanza Ortega 29/2/00 02:10 PM Con formato

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Es una tarea de la ciencia reducir el movimiento visible y solamente aparente al movimiento real interno. Marx. Capital T III. * INTRODUCCIN Estudiamos la historia y la realidad, para poder actuar. Escribir sobre la historia o sobre la sociedad, exige recoger los hechos y analizarlos. Los hechos originalmente nos son proporcionados por las fuentes primarias de los que los vivieron y que se manifestaron acordes con la posicin de clase que ocuparon en su momento y con su correspondiente mentalidad, idealista o materialista, metafsica o dialctica. Muchos de los acontecimientos histricos y sociales los podemos conocer en forma secundaria a travs de posteriores estudiosos que los resumieron o presentaron con determinada intencin, agrupndolos y dando preferencia a aquellos que les parecieron ms aproximados a su punto de vista terico o ideologa personal, en cada caso. Quienes tratamos de aplicar el mtodo materialista y dialctico, tomamos los hechos de sus fuentes originarias y de sus analistas posteriores, ordenndolos de acuerdo con criterios cientficos que consideran, que: ..."los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, ni bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias en que se encuentran directamente, que existen y trasmite el pasado". * Y esas circunstancias que condicionan la vida de los seres humanos se derivan de que... "en la produccin social de su existencia, los hombres entran en determinadas relaciones sociales, necesarias, independientes de su voluntad, relaciones sociales de produccin que corresponden a un grado determinado de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones sociales de produccin constituye la estructura econmica de la sociedad, la base real sobre la cual se levanta la sobreestructura jurdica y poltica a la que corresponden formas sociales determinadas de conciencia. El modo de produccin de la vida material condiciona el proceso de la vida social, poltica e intelectual en general. No es la conciencia de los hombres la que determina la realidad; por el contrario, la realidad social es la que determina sus conciencias". * Las relaciones sociales de produccin o su expresin jurdica, las relaciones de propiedad, sirven inicialmente para el desarrollo de las nuevas fuerzas productivas, pero al desarrollarse stas a lmites superiores entran en contradiccin con las relaciones sociales de produccin que les dieron origen y estas envejecidas relaciones sociales de produccin se transforman en trabas del desarrollo de las fuerzas productivas, dificultndolo hasta impedir su desarrollo. Las nuevas fuerzas productivas chocan con las viejas relaciones sociales de produccin, hacen inservible a la enorme superestructura jurdica y poltica existente y abren una era cambios que tienden sustancialmente al establecimiento de nuevas relaciones de produccin adecuadas al avance de las nuevas fuerzas productivas. Si el cambio social es frenado por el poder poltico, jurdico y social creado al amparo de las viejas relaciones de produccin ya obsoletas, se abre una etapa de revolucin social que puede realizarse de existir las condiciones subjetivas necesarias, esto es, si se crean lasEsperanza Ortega! 29/2/00 02:10 PM Con formato

fuerzas polticas y sociales necesarias dentro de la mayora del pueblo, dndoles conciencia y organizacin. El conflicto que las nuevas fuerzas productivas originan en la vieja y ya inservible sobreestructura social, puede ser de dos tipos: el trastorno de las condiciones econmicas, que se puede comprobar matemticamente con ayuda de las ciencias fsicas y naturales, y el trastorno de "las formas jurdicas, polticas, religiosas, artsticas o filosficas, en una palabra, las formas ideolgicas, bajo las cuales los hombres adquirieron conciencia de este conflicto y lo resuelven" El proceso de desarrollo material de las condiciones de la produccin puede ser observado cuantitativamente, el proceso de cambio social que se deriva de las relaciones sociales de produccin y de las formas ideolgicas que stas toman, de la conciencia que adquieren los hombres de la realidad y de la contradiccin entre las ms organizadas y desarrolladas fuerzas productivas y las viejas relaciones de produccin que ya no pueden contenerlas, requiere de la formacin de la conciencia social que puede organizar, programar y realizar el cambio social, la revolucin social propiamente dicha. No es el proceso de desarrollo econmico el que mecnicamente origina el cambio social, sino la conciencia desarrollada de los hombres, es la conciencia de las contradicciones sociales entre las nuevas fuerzas productivas y las viejas relaciones de produccin, la que permite conocer el proceso de cambio y resolver el conflicto. El factor subjetivo, consciente, en el proceso de cambio revolucionario, es el nico que puede conducir a la transformacin social. La conciencia social se origina en el conocimiento y en la actividad poltica organizada de los hombres. La organizacin emerge en la medida en que se eleva el factor consciente y hace, en la prctica organizadora del Partido de la Clase Obrera, que el nivel de conciencia sea igual al nivel de organizacin. El cambio social es tarea de los hombres conscientes y organizados, que se integran en organizacin poltica constituyendo, con base en los sectores avanzados de la sociedad capitalista, de la clase obrera, los intelectuales y de la pequea burguesa, al Partido que representa sus intereses y los de las masas populares, de la mayora del pueblo. Las masas son las que "hacen" la historia con su accin consciente y organizada, conciencia y organizacin que les aporta el Partido de la Clase Obrera; y es la clase obrera la fuerza productiva desarrollada en el seno de la sociedad burguesa la que crea, al mismo tiempo, las condiciones para resolver el antagonismo entre las nuevas fuerzas productivas y las enviciadas y caducas viejas relaciones sociales de produccin (jurdicas, polticas, sociales, etc.), basadas en la explotacin de la fuerza del trabajo asalariado. La explotacin asalariada, cimentada en la propiedad de los medios de produccin por parte de los grandes capitales transnacionales que niega y destruye toda forma de propiedad individual y de pequeas asociaciones de productores, tiene que ser superada y eliminada para dar paso a la propiedad social, al trabajo social y al poder social, a la dictadura proletaria y a sus nuevas relaciones de produccin, que impulsarn el desarrollo de las fuerzas productivas hasta lmites infinitos, terminando para siempre con la etapa en que los seres humanos fueron inconscientes actores en el proceso de desarrollo social, terminando con los antagonismos de clase, con la "prehistoria de la humanidad". Ni la historia ni el anlisis social pueden ser "originales" en el sentido de que cada quin invente a su manera los hechos ocurridos en aos y siglos anteriores, dndoles interpretaciones esotricas, requieren por el contrario tomar los hechos de sus fuentes primarias y secundarias y darles el orden, la valoracin y la explicacin esencial y necesaria para comprenderlos.

La aplicacin de un anlisis cientfico y crtico a la historia y a las sociedades que se han sucedidos en el proceso de desarrollo humano, son imprescindibles para quienes actan y luchan por la transformacin de la sociedad capitalista que hoy vivimos y para quienes tratan de incorporarse a esa accin. El capitalismo, de no integrarse el factor consciente, organizado y actuante, nos llevar al empantanamiento social, a largos perodos de degradacin social y humana y a la posible extincin de la sociedad y de nuestra propia especie, en medio de catstrofes represivas y de la guerra abierta del gran capital transnacional dominante en contra de los pueblos, a provocaciones de guerras intestinas, guerras promovidas con supuestos motivos religiosos y guerras entre los ncleos de poder financiero utilizando sus aparatos estatales, que pueden arrastrarnos a hecatombes sociales. El proceso de empantanamiento y la degradacin social resultado de ese empantanamiento, persistira mucho tiempo si no se integra el factor subjetivo, la conciencia - organizacin, que pueda aglutinar a las masas, unificar sus acciones espontneas limitadas y darles coherencia, continuidad y una perspectiva histrica. El Partido proletario, aglutinado por la clase obrera expresin de los intereses de todo el pueblo, es el instrumento social de las masas para consolidar su unidad y dirigir la accin revolucionaria, para estructurar el estado mayor de la revolucin proletaria y hacer posible la estructuracin del poder social que elimine el dominio burgus imperialista y construya una nueva sociedad que establezca la propiedad SOCIAL sobre los medios de produccin y los desarrollo incesantemente para dar satisfaccin de las necesidades de los pueblos. La democracia directa permitir la incorporacin de los ms avanzados representantes de las masas en las funciones del Estado que, desde el primer da, ser conducido a su paulatina extincin al eliminarse el prepotente ejercicio de poder econmico y social del gran capital, al reducirse la parasitaria burocracia y suprimirse toda fuerza represiva encima del pueblo, hasta lograr en un lapso histrico la extincin del Estado, ocupando su lugar en la administracin de la sociedad los productores integrados en nuevas relaciones de produccin basadas en la produccin, la propiedad y el poder sociales, que permitirn, al final del proceso, que cada quin aporte lo que le sea posible de acuerdo con su capacidad y aptitud y reciba todo lo que necesite para una vida plenamente humana en lo material y en lo cultural. Condensar en estas pginas el hilo de la historia de Mxico y la situacin en que vivimos hoy, al final del siglo XX, en una sociedad capitalista interdependiente integrada como sistema imperialista mundial (SIM), sometidos los trabajadores y las masas populares a doble explotacin por parte de los monopolios y transnacionales imperialistas y por parte por la burguesa local de nuestros pases atrasados, que les sirve de intermediaria desde posiciones del Estado capitalista dependiente o de prestanombres privados. Condensar nuestro proceso histrico interpretando objetivamente los hechos y acontecimientos, aclarar a las masas esta interpretacin basada en el conocimiento de nuestra realidad pasada y presente, hacerles accesible el llegar a un grado de conciencia y organizacin que les permita transformar a la sociedad mediante su accin revolucionaria. De lo que tratamos, es de atacar las cosas en forma prctica y modificarlas, de revolucionar el mundo existente. No tratamos de hacer solamente una teora crtica, pues estamos conscientes de que la fuerza motriz de los cambios que ha conocido y conocer la historia no es la crtica especulativa, sino la revolucin como parte esencial del proceso de cambio. Por eso orientamos nuestra accin, no en funcin de nuestros deseos subjetivos, sino en funcin de las regularidades que observamos en la sociedad que vivimos y en nuestra

vinculacin internacional. Nuestro concepto de proceso histrico exige de nosotros la accin revolucionaria y el mximo de energa y de lucidez intelectual. El cambio social slo podr realizarse con la accin organizada de los seres humanos que trabajan por eliminar lo que obstrucciona el proceso de desarrollo y por superar las contradicciones sociales. Vivimos en la poca de la brutal prepotencia del imperialismo y del consecuente desarrollo de la revolucin proletaria, pero sta no ocurrir sin la accin organizada y consciente de la clase obrera y las masas populares, que lograr el Partido Revolucionario de la Clase Obrera. No existe el futuro sin nosotros! La prolongacin indefinida del perodo de estancamiento social que vivimos, sujetos al capitalismo, tiene como causa la traicin de las organizaciones polticas que dicindose "socialistas" y "comunistas" abandonaron el anlisis de la lucha de clases, el anlisis terico correcto del capitalismo y sus contradicciones y prescindieron de la conciencia y de la organizacin revolucionaria, se apartaron de la accin revolucionaria y cayeron en el colaboracionismo oportunista con sus burguesas, adaptndose a ellas y sirvindoles para la permanencia y reproduccin del capitalismo cada vez ms brutal, explotador, opresivo y represivo; que abandonaron a la clase obrera y a las masas populares en manos de los aparatos de control de la burguesa y de su publicidad masiva, de sindicatos burgueses y de "partidos" burgueses, aunque se titulen de "socialistas", de "izquierda" o de "comunistas". Estos renegados esperan que los cambios sociales se produzcan por decisin de la burguesa y dentro de las decadentes y obstruccionadoras relaciones de produccin basadas en la propiedad privada de los medios de produccin en manos de una nfima minora de capitalistas y en la explotacin de millones de hombres de los trabajadores y pueblos de los pases an sometidos al infierno del capitalismo mundial. Conocer la historia y la realidad de Mxico en este final del Siglo XX, ayudar a los proletarios y revolucionarios mexicanos y a los de los dems pases, a buscar una interpretacin correcta de los hechos, de la realidad social y de las contradicciones sociales y desarrollar, en lo que resulte posible, la conciencia que integrar el factor subjetivo, el factor humano, nico capaz de transformar mediante la accin revolucionaria a la sociedad capitalista, con su conciencia organizada que es el Partido de la Clase Obrera. Si no somos capaces, o si abandonamos cobardemente la accin revolucionaria consciente y organizada, si no cumplimos nuestra tarea de militantes revolucionarios, el capitalismo en esta etapa brutal imperialista sumir al mundo en una serie de catstrofes peores que las que hemos ya vivido, durante mucho tiempo y con graves consecuencias para la humanidad. La disyuntiva es clara: o el oportunismo colaboracionista o la concienciaorganizacin - accin revolucionaria.

EL SIGLO XX Y SU HERENCIA. Podemos precisar con bastante exactitud el perodo en que se origin la industria moderna que destruy sistemticamente las viejas relaciones sociales de produccin basadas en la propiedad privada y personal de los instrumentos de produccin, la etapa del artesanado y de la agricultura de subsistencia, ambos trabajados con instrumentos manejados directamente por los productores, rudimentarios, que requeran de especiales

destrezas. Desde finales del siglo XVI se abra paso los pases avanzados de Europa el trabajo manufacturero que concentraba en usinas especiales a los productores manufactureros, controlados crecientemente por comerciantes que daban paso a la concentracin de capitales comerciales formados esencialmente en el comercio mundial. La produccin manual, con instrumentos personales y directos de cada productor, aunque concentrados en la manufactura, inauguraba una etapa con un sistema de produccin asociado entre comerciantes y antiguos maestros artesanos y en ocasiones hasta viejos terratenientes, que producan alquilando fuerza de trabajo o concentrndola en locales unidos para dar respuesta a un creciente mercado mundial, acrecentado por el descubrimiento de Amrica, el comercio de esclavos y la llegada de mercaderas, principalmente de oro y plata, que impulsaba a los empresarios manufactureros a controlar la produccin eliminando los riesgos y falta de seguridad en las entregas comerciales que resultaba de una produccin con herramental atrasado y con personas acostumbradas a una economa de sobrevivencia que nunca antes trabajaron principalmente para el mercado. La cooperacin entre los productores manuales aument las posibilidades productivas, pero no resolvi las crecientes necesidades del comercio mundial. Se introdujo en los talleres manufactureros una cada vez mayor divisin del trabajo aprovechando diversas aptitudes de los trabajadores y simplificando las operaciones. Esto aument la produccin, pero no en la medida de las necesidades del mercado. La divisin del trabajo hizo posible identificar labores repetitivas, y para 1725 en Inglaterra se comenz a introducir en las usinas manufactureras mquinas que facilitaban y aceleraban los trabajos repetitivos. La maquinaria introducida sustituy a decenas de miles de trabajadores que iniciaron una guerra en contra de las mquinas, culpndolas de su situacin. Su resistencia fue vana y reprimida. Los viejos instrumentos individuales de produccin fueron absorbidos por los capitalistas y desplazados en su uso. Los productores individuales fueron expropiados de su propiedad privada de instrumentos de trabajo y quedaron como desposedos, sin ms propiedad que su fuerza de trabajo, obligados a venderla a los capitalistas industriales, contratndose ellos como asalariados. La produccin industrial desde sus orgenes separ toda forma de propiedad de los instrumentos de produccin de los productores directos, de los trabajadores y concentr la propiedad del capital industrial en manos de los capitalistas industriales, productivos en cuanto usaban los recursos acumulados para una produccin dirigida al mercado. Con la eliminacin de la propiedad privada de los instrumentos individuales de trabajo desapareci sistemticamente la produccin para la supervivencia personal. Todo lo producido a partir de entonces fueron mercancas destinadas al mercado. El objeto de la produccin dej de ser la satisfaccin de las necesidades de uso de los seres humanos y pas a ser el de obtener una constante y creciente valorizacin del capital invertido, un plusvalor o ganancia como le llaman los capitalistas con la inversin y uso de capitales integrados en maquinaria industrial, materias primas y auxiliares y en fuerza de trabajo. El asalariado qued condenado a recibir a cambio de largas jornadas de trabajo, slo el equivalente a los bienes necesarios para una miserable subsistencia y para la precaria reproduccin de su familia. El tiempo de trabajo necesario para reponer la fuerza de trabajo gastada cada da no representa ms que una parte de la jornada. Mientras ms avanzan los instrumentos de produccin con la aplicacin de una tcnica superior, el tiempo de trabajo necesario se reduce y con ello crece correlativamente el plustrabajo no pagado, la

ganancia del capitalista y la concentracin del capital en manos de un ncleo cada vez ms reducido de ellos, se abaratan las mercancas y, en la desesperada carrera por la ganancia, enfrentados a la competencia de otros capitalistas, la fuerza de trabajo es compulsada cada vez ms para producir ms, reducir el tiempo de trabajo necesario y prolongar, en beneficio del capital, el tiempo no necesario de trabajo, que sin compensacin alguna para el trabajador, aparece como propiedad de los capitalistas, como una fuerza extraa que da poder dominante al capital para someter a la ms despiadada explotacin a los asalariados sin pagarles nada por ese trabajo no necesario que forma un valor mayor, un plusvalor que los capitalistas llaman su ganancia. El sistema capitalista as integrado surgido a partir de 1725, en un breve lapso de 275 aos a la fecha, sobre la explotacin del trabajo asalariado y cada vez en mayor volumen por el avance de nuevas tcnicas productivas e inventos de maquinaria especializada, ha engendrado una gigantesca concentracin de capital en manos de una minora de sociedades annimas, de accionistas de bolsas de valores, de banqueros y financistas sin rostro, cuya identidad carece de importancia, ha llevado a la ciencia a ser un apndice de las fuerzas productivas y a la inmediata aplicacin de ella para aumentar la produccin y con ella la ganancia que es el nico fin de las actividades productivas y comerciales que las auxilian. Ha incrementado la competencia entre capitalistas, competencia brutal que obliga a una permanente aplicacin de nuevos mtodos, de nuevas tcnicas y de cada vez mayores recursos para inversiones primarias y de control de las fuentes de energa y materias primas, a la integracin de un gigantesco ejrcito industrial de reserva formado hoy, al final del Siglo XX por ms de 2700 millones de seres en capacidad productiva, condenados a la desocupacin y la miseria. Ha desplazado, con tcnicas superiores, a millones de trabajadores ocupados para abaratar sus costos y ha creado en una docena de pases con mayor desarrollo sus sedes de control internacional y transnacional, subordinando a los Estados en forma total como gestores y representantes de sus intereses internacionalizados. Menos de 300 grandes consorcios y transnacionales, que benefician a unos 800,000 accionistas de las bolsas de valores y de los sistemas del rentismo bancario, manejan los gigantescos recursos monetarios mundiales, el capital monetario constituido por un porcentaje cada vez ms reducido de valores reales y quintuplicado cuando menos por dinero ficticio constituido por documentos de crdito de todo tipo, con los que se efectan, sin control y sin respaldo de bienes reales algunos, transacciones que actualmente representan alrededor de tres billones de dlares diarios, ocupados en especulaciones, en el cobro de intereses en cualquier pas del mundo que los eleve ms, retirando y manejando sus capitales de un pas a otro por medios electrnicos sin control de los Estados, por medio de satlites y de la utilizacin de los cada vez ms avanzados sistemas de cmputo y de transmisin de comunicaciones orales y escritas. De esta manera, con dinero ficticio, la economa mundial se ha convertido en un casino de juego, en donde la especulacin, las compras o fusiones agresivas, la presin financiera sobre empresas y pases enteros, ha puesto en manos de organismos internacionales dominados por el gran capital como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Internacional de Pagos, y las dominantes bolsas de valores de Nueva York, Londres, Tokio, Suiza, y otras que son la base de una gigantesca especulacin mediante la cual se concentran y centralizan cada vez ms los capitales internacionales y transnacionales en menores manos de ncleos de poder econmico que juegan el la economa mundial para disponer a precios mnimos de materias primas, partes industriales, recursos energticos, infraestructuras que realizan a su servicio las burocracias gobernantes

de los pases atrasados y dependientes cargando el costo sobre la creciente miseria de sus pueblos. La enorme concentracin de capital dinerario, real y ficticio, permite a los grandes consorcios y complejos econmicos realizar cada vez ms costosas inversiones productivas o no, desplazando de todos los mercados y en todos los pases a los capitalistas pequeos, medios y an grandes localmente hablando, conduciendo a la ruina a las economas locales y colocndolas bajo su control y dependencia por diversos mtodos: maquiladoras, franquicias, dependencia de crditos, control accionario, y la brutal competencia en los mercados de todos los pases que son obligados a abrirlos y a ponerlos a disposicin de las mercaderas de todo tipo producidas internacionalmente a costos menores que los locales por empresas dominadas por el gran capital internacional. El gran capital internacional ha sometido a su control y servicio a los Estados y a las burocracias gobernantes, principalmente de los pases atrasados en el desarrollo econmico, utilizando el control de los recursos internacionales, tanto monetario como de materias esenciales y de productos intermedios necesarios para la produccin dependiente, de maquila y franquicias que realizan. Ese sometimiento ha sido sencillo dada la degeneracin y corrupcin de las burocracias estatales de todo el mundo, introducidas en el mundo del gran capital como cmplices del saqueo de sus riquezas naturales y en la expoliacin brutal de la fuerza de trabajo pagada con salarios de menos de la dcima parte de la que pagan los grandes consorcios a sus trabajadores en sus pases sede y las entrega privatizada de empresas y recursos internos, que fueron en un momento dado base de un falso desarrollo rodeado de protecciones arancelarias, de barreras comerciales, de precios fijados arbitrariamente por el Estado y de la sumisin brutal de la fuerza de trabajo pagada con salarios miserables por debajo del nivel mnimo de subsistencia. Sobre la miseria y el aplastamiento de los trabajadores y de todos los sectores productivos de estos pases, burocracias corruptas gobernantes forjaron fortunas ilcitas, que trasladaron a los bancos de los pases dominantes integrndose ellos mismos como partes del parasitario capital especulativo y rentista mundial. Con sus intereses as ligados al gran capital internacional y transnacional, han gobernado al servicio del gran capital integrndose a l como asociados menores, dependientes y serviles, que sirven de instrumento para que el gran capital internacional se apodere de todas las unidades productivas, comerciales y de servicio importantes, eliminando a millones de empresas locales grandes, medias y pequeas, que no tienen capacidad de competir por sus atrasados medios de produccin, por el atraso de su capacidad laboral, y comprando en verdaderas ventas de garaje a precios irrisorios, todas las empresas que les interesan y esencialmente las grandes empresas manejadas como propiedad estatal, que les son vendidas en un proceso de privatizaciones que elimina cualquier pretensin de autonoma nacional, incorporndolas al sistema mundial del gran capital internacional. El gran capital internacional domina ahora sobre todos los pases de la tierra, incluidos aquellos que integraron sistemas de capitalismo estatal monoplico como la ex unin sovitica (?) y sus satlites. An tratan de defenderse limitadamente algunos pases que pretenden mantener alguna autonoma y soberana propia, como China, Cuba y Vietnam, pero estn siendo arrastrados, por la fuerza de los hechos, al mercado internacional y a la necesidad de adquirir capitales de prstamo para comprar la nueva tecnologa y evolucionar sus sistemas productivos hacindose capaces de competir con la produccin avanzada, con menores costos y mayor capacidad productiva, bajo control de las grandes corporaciones mundiales, y dar alguna satisfaccin a las necesidades de sus pueblos.

Se ha constituido mundialmente el sistema imperialista mundial (SIM), integrado por el poder econmico transnacional de los gigantescos capitales y por el control social, poltico y militar que pueden ejercer, mediante sus Estados, desde esa posicin indiscutida de poder, sobre las burocracias gobernantes de todos los pases y en particular sobre las corrompidas y desacreditadas burocracias gobernantes de los pases atrasados y dependientes como Mxico. Quienes hoy gobiernan en todos los pases, con las limitaciones arriba sealadas, estn asociados al gran capital transnacional, son sus deudores en deudas pblicas que constituyen prcticamente la venta de sus propios pases y el control sobre su economa y su poblacin y actan como sus instrumentos en el control de su fuerza de trabajo y en la opresin y represin de su poblacin, cuya desocupacin y procesos degenerativos en el consumo y en las formas de vida, se hacen cada da ms graves. El Siglo XX ha sido testigo de dos gigantescas guerras mundiales libradas entre los capitalistas nacionales en la lucha por mercados y beneficios, guerras que costaron ms de 60 millones de muertos, la destruccin de ms de ocho billones de dlares de bienes establecidos y de recursos gastados en armas de todo tipo, ejrcitos y guerras. Ha visto surgir una potencia central que concentra el mayor capital dinerario, productivo, comercial y de servicios del mundo, los Estados Unidos de Norteamrica, a cuyo rededor funcionan los capitalistas de los pases avanzados y las burguesas burocrticas y dominadas de los pases atrasados y dependientes y, entre ellos, someten a todos los pueblos del mundo a condiciones de desocupacin, miseria, degeneracin y hambrunas, provocan entre ellos guerras locales y de baja intensidad vendindoles armas de todo tipo, fomentando la integracin de grupos disidentes o abiertamente subversivos cuando no consiguen algo de los respectivos gobernantes locales, a quienes desacreditan y destruyen, para poner elementos que les abran ms y ms las puertas a sus intereses especulativos y de saqueo, a la mayor concentracin de capitales y propiedades en sus manos y un mayor dominio sobre la tierra entera. Hoy da, deambulan por todo el mundo ms de tres mil millones de personas en capacidad de trabajar, que en unin de sus familias representan ms de 5,900 millones de seres de los 6000 que hoy da existimos sobre la tierra, que carecen de medios y de posibilidades para integrarse al sistema. desocupados, subocupados, integrantes de una economa subterrnea o marginal, que los deja incapacitados para una subsistencia realmente humana, presas fciles de enfermedades epidmicas, de radical desnutricin que limita sus facultades fsicas y mentales. En cambio, parsitos que representan menos de la octava parte de la humanidad, particularmente en los pases avanzados, disponen de la riqueza social acumulada en la etapa del capitalismo y la producida cotidianamente por esclavos asalariados en todo el mundo, con salarios decrecientes y condiciones de vida en permanente descenso. Los gastos suntuarios, los gastos para el control opresivo y represivo de las masas humanas de todos los pases, la publicidad deformante de la TV, radio, peridicos, revistas, etc., que nos presenta una apariencia falsa de las cosas y nos desva de todo conocimiento de la realidad, las diversiones que enajenan la conducta humana y la alejan de la realidad; el derroche de recursos en la fabricacin y trfico de armas que significa para el gran capital ms de 550 mil millones de dlares de ganancias al ao, el desarrollo mundial del narcotrfico, que le produce beneficios de una cantidad similar al gasto en armas y degenera a los seres humanos, el gasto parasitario en gigantescas burocracias estriles, el fomento de la pornografa y de un deporte embrutecedor, que les sirve de sistema de apuestas de juego, casinos, y, sobre todas las cosas, el juego especulativo en las bolsas de valores de todo el mundo, que representa, como ya sealamos,

alrededor de tres billones de dlares reales diariamente. Se han desarrollado las peores formas de existencia social con una creciente actividad antisocial, de delincuencia, con la corrupcin de la vida social en todos sus aspectos, la inseguridad, el temor al futuro, la impotencia y la desesperanza de miles de millones de seres. En su breve etapa histrica, el capitalismo ha logrado integrar el ms avanzado sistema productivo de la humanidad. Con las instalaciones industriales, de comercio y servicios que hoy existen, dotadas de adelantos tcnicos y cientficos en constante evolucin y prctica, los seis mil millones de seres que hoy poblamos la tierra podramos vivir plenamente, una vida sana con todos los servicio de asistencia social, con una educacin superior mltiple, con posibilidades de trabajo para todos, en cornadas reducidas al trabajo socialmente necesario para cubrir todas nuestras necesidades fsicas y espirituales plenamente, nuestro esparcimiento y nuestros descansos necesarios para realizar creativamente nuestras diversas preferencias artsticas, tcnicas, cientficas, etc. Ya existen las condiciones y posibilidades materiales para realizarlo, sin embargo, para que esto sea posible, es preciso preservar y tomar en manos de quienes realizan las actividades productivas, comerciales y de servicios todos los avances logrados por el capitalismo en sistemas de produccin, comercio y servicios, en las especialidades cientficas y tcnicas y, con ellas, y la accin consciente y organizada de las masas, superar al sistema, eliminando los aspectos degenerativos que hoy estorban el desarrollo humano, suprimiendo la apropiacin de la riqueza social humana por una minora de parsitos improductivos rodeados de aparatos estatales y fuerzas opresivas y represivas, aplicando toda la riqueza hasta hoy formada y la que en el futuro se cree con trabajo productivo al servicio de las necesidades humanas, desapareciendo paulatinamente toda forma de control opresivo o represivo sobre la sociedad, poniendo las funciones pblicas en manos de un limitado nmero imprescindible de administradores ciudadanos y organizando la sociedad jurdicamente como una sociedad de propiedad social y de poder social. El puro devenir mecnico del sistema capitalista, que hoy estorba al desarrollo de nuevos medios productivos, jurdicos, sociales y polticos, no traer como consecuencia el cambio necesario, un cambio que implica una revolucin de la sociedad y la integracin de nuevas relaciones sociales de produccin adecuada a las actuales fuerzas productivas. Ese cambio tiene que ser realizado con la participacin de las masas humanas hoy hundidas en la explotacin o en una supervivencia indigna de nuestra esencia. La conciencia y organizacin de las masas humanas no ser resultado de la espontaneidad, requiere de la integracin de organizaciones polticas verdaderas formadas por los individuos, clases y sectores ms avanzados en el conocimiento y en la accin social, que se desarrollen con base en quienes realizan las esenciales labores productivas y tienen cultura laboral, que crean valores objetivos, entre la clase obrera, entendida como quienes a cambio de un salario realizan el trabajo social desde actividades de direccin, admnistracin, comunicacin, control de trabajo y la ejecucin del trabajo directa y quienes realizan todo tipo de actividades cientficas, de investigacin, de trabajo terico, profesional y tcnico, que adquieren conciencia de la realidad que vivimos. Es tarea de los elementos ms conscientes y activos de las sociedades humanas emprender la ardua tarea de desarrollar el conocimiento de nuestra realidad, de llevarlo en un trabajo cotidiano a las masas de productores y al resto de la sociedad y preparar el instrumento necesario para revolucionar esta sociedad y terminar con el empantanamiento y degeneracin criminal que est ya produciendo el capitalismo en sta su fase terminal de sistema imperialista mundial.

Es en este entorno internacional que se ha desenvuelto la vida de Mxico independiente, y la superacin de nuestra crtica situacin social degenerativa, est unida a la accin de todos los productores organizados de la tierra, respaldados por las masas de desposedos, conscientes y organizados por los ncleos avanzados de nuestra sociedad. HISTORIA DE MXICO CAPITULO I Los mexicanos hemos vivido durante cerca de cinco siglos, un largo proceso de integracin. Los primeros habitantes de nuestro territorio evolucionaron lentamente de la organizacin nmada recolectora y cazadora hasta su asentamiento como agricultores. En su vida sedentaria no contaron con el auxilio de la fuerza o de la base alimenticia de animales mayores. Tuvieron que esforzarse en crear una extraordinaria organizacin social de trabajo y realizar la produccin social de limitados excedentes con sistemas cada vez ms definidos de una minuciosa divisin del trabajo. La ausencia de animales mayores impidi el desarrollo de los medios tcnicos que surgieron de su utilizacin en Europa y Asia, como la rueda y, por necesidad de ella, de los metales para una agricultura con traccin animal, para el perfeccionamiento de los transportes tirados por animales con multiplicada capacidad de carga y de distancia. En Europa, Asia y Africa, contando con el ganado mayor, se desarroll la tcnica y aparecieron fuerzas productoras y medios de produccin superiores pasando de la llamada edad de piedra, a uso del cobre y del hierro, que permitieron la acelerada acumulacin de excedentes, acumulacin que es ms lenta si est basada en la sola fuerza humana de trabajo. Esos excedentes permitieron en el viejo mundo desplazar del trabajo directo a ncleos de la poblacin, que tomaron en sus manos el estudio del medio, la organizacin y direccin del trabajo social, el trueque y la relacin comercial interna y con otras sociedades, los transportes, la defensa del grupo y la administracin en diversas ramas de la vida social. Sobre el caballo, el buey, el camello y el ganado mayor, se desarroll la tcnica en el norte de Africa, en el Oriente Medio, en Asia y en Europa y evolucion la sociedad desde sus primeras formas de familia tribal a la organizacin urbana, a la formacin de regiones agrcolas de gran potencialidad en donde crece la poblacin y se diferencian los estamentos en funciones cada vez ms especializadas y con una creciente produccin de excedentes, integrndose con posterioridad las clases sociales que implican la terminacin de la sociedad gentilicia que estuvo basada en la propiedad y produccin sociales de los magros bienes necesarios para una vida limitada y dura, en la posesin y produccin en comn de los territorios de asentamiento de los grupos humanos. La necesidad de mantener complejos sistemas de canalizacin y de riego, de conocer con precisin los periodos de siembra, de laboreo y de cosecha coincidentes con determinadas pocas en cada ao, la administracin, comercio y defensa del ncleo, exigi el desarrollo de lites especializadas, lites que acumularon poder social hasta el punto de lograr transferir la propiedad comn a su propiedad privada. Por encima de la sociedad los propietarios establecen aparatos de fuerza que los mantenga y afiance en sus propiedades y beneficios y en el poder sobre la sociedad engendrndose as el Estado, sobre el cual asentaron su privilegio de dueos privados y lograron la exclusin paulatina de toda

propiedad de la mayora de sus hermanos y familiares gentilicios. Se desarroll entonces la propiedad privada, la familia patriarcal y el Estado. La especializacin de las lites se bas, para consolidar sus intereses, en la propiedad privada y en la transferencia hereditaria a sus familiares inmediatos, por descendencia, patrilineal, de los conocimientos, de la propiedad y del poder social que tales elementos les proporcionaban, con el manejo del Estado, representante de los intereses comunes de la clase dominante. En nuestro territorio, en el Mxico antiguo, no pudo consumarse tal proceso social. Las condiciones maduraron ms lentamente por la inexistencia de animales mayores que aligeraran el esfuerzo humano y permitieran y urgieran un desarrollo tecnolgico ms acelerado y por la imposibilidad de acrecentar los excedentes necesarios para liberar del trabajo comn a ncleos especiales. Prcticamente, las tcnicas de siembra y recoleccin y todos los procesos de produccin de intercambio y de transporte, permanecieron con la base exclusiva del trabajo humano. La nica forma o modo de produccin que pudo desarrollarse en el Mxico antiguo fue la organizacin social del trabajo que requera de la unin y accin colectiva de cada grupo tribal. Y cada tribu integr sus estamentos, sus especialistas conocedores de tal o cual rea productiva, del transporte, del intercambio, de las necesidades de defensa o de accin militar, del trabajo social, por medio de los ceremoniales colectivos que reglamentaron y definieron las obligaciones sociales de cada miembro de la tribu, con relacin a la subsistencia y desarrollo de la misma. Aunque algunos ncleos tribales ejercieron cierta hegemona o predominio sobre otros, normalmente no desintegraron la organizacin social de los tributantes ni eliminaron a sus estamentos, a sus especialistas y conductores, u organizadores sociales, salvo excepciones limitadas. Cada tribu, las que llegaron a recibir tributo y las que lo dieron, mantuvo ntegra su organizacin social, sus ceremoniales, sus estamentos especializados y su existencia autnoma. Dentro de cada tribu, an de la mexca y del grupo azteca, se mantuvo la propiedad comn de la tierra la produccin social organizada, la distribucin tribal dentro de la familia gentilicia. Hacia 1519 no se haba desintegrado el sistema tribal y permanecan sin clases sociales, sin el predominio de formas de propiedad privada y menos aun de familias patrilineales. El Estado, que representa los intereses de una minora de propietarios privados de una clase dominante, y es necesario para imponer esos intereses sobre el resto de la sociedad, no lleg a integrarse. La familia gentilicia con descendencia matrilineal, existi hasta el final, como lo demuestran los estamentos ms elevados y especializados de la organizacin tribal, de donde provenan los administradores y jefes de ncleo, los tlatoani o seores, cuya capacidad o posesin de mando no se transmita por la va paterna sino matrilinealmente, como ocurri de Moctezuma Xocoyotzin a su primo Cuitlhuac y de ste a su sobrino Cuauhtmoc. Los privilegios de las lites tribales no pueden ser confundidos con la propiedad privada de la tierra y dems bienes sociales, ni con los sistemas patriarcales de herencia, ni con el "derecho" de abuso de la propiedad personal. Tampoco las relaciones de produccin tribal pueden compararse con la explotacin de la fuerza de trabajo en ninguna de las formas histricas conocidas, ni puede definirse otra especfica en los ncleos tribales de Mesoamrica. Por ltimo, el poder social de los estamentos tribales (administradores, ceremoniales, militares, etc.), no es una fuerza social de ningn ncleo de esa sociedad, sino una fuerza social organizadora del trabajo social sobre la propiedad comn de la tierra.

El uso de determinadas reas y construcciones por las lites de los estamentos, no los transformaba en explotadores del trabajo social. Su legitimacin se deriva de la existencia tribal, no de actos polticos por medio de los cuales se imponga el poder de una minora sobre la mayora desposeda pues, en nuestro caso, la propiedad comn de la tribu sobre el esencial medio de produccin que era la tierra, permaneci hasta el fin, pese a que se afirme y pueda ser cierto que algunos miembros de la elite se estaban ya apropiando de algunas extensiones para su uso, pues tal propiedad privada nunca se transform en predominante dentro de la sociedad tribal de Mxico antiguo hasta 1519. La sociedad tribal, gentilicia, dej de existir en Mxico por el efecto combinado de la guerra tribal, que se libr en contra del grupo azteca por parte de un agrupamiento mayor de tribus que logr la destruccin de los aztecas y de su centro ceremonial y habitacional principal, Tenochtitln y la posterior dominacin espaola. En la guerra tribal, 180 000 guerreros indgenas libraron el combate en el cual actuaron los menos de 600 espaoles, que sacaron el provecho de ello al desintegrarse, despus de la derrota azteca, la coalicin tribal y dispersarse la temporal coalicin de tribus para tratar de continuar cada una de ellas por su cuenta su vida tribal particular. Aisladas y dispersas las tribus fueron fciles presas de la fuerza externa espaola que contaba con un desarrollo social de clases, con recursos tcnicos y militares superiores, con un Estado feudal de explotadores dominantes, una burocracia cortesana parsita que viva sobre las espaldas del pueblo espaol y que tenan como aspiracin el aumentar sus riquezas y su poder social por los medios que fuera necesario. En el vaco que dejaron con su derrota las predominantes tribus que integraron el grupo azteca con los mexicas como centro, se instal la burocracia inferior de la corona espaola y procedi a destruir implacablemente todas las relaciones de produccin tribales y las relaciones humanas derivadas de ellas. Destruyeron sin excepcin a los estamentos y lites de especialistas, a ceremoniales y administradores, a organizadores sociales y jefes guerreros o a los que eran simplemente escribas. Junto con la destruccin de los portadores del saber y de la conciencia social, fueron destruidos todos los registros culturales y prohibida hasta la referencia oral a los mismos. Los cdices, estelas, registros en muros o en estructuras en piedra, fueron implacablemente destruidos y los que fueron enterrados u ocultados por los vencidos an no ha sido posible descifrarlos, como ocurre con el llamado Calendario Azteca, resumen de la vida y del trabajo social realizados colectivamente mediante actos conjuntos ceremoniales. Los espaoles instauraron la esclavitud sobre los indios. Los seres humanos fueron marcados a fuego y utilizados como bestias para todo tipo de carga incluyendo la de los propios espaoles que "cabalgaban" sobre los indios hasta producirles la muerte, porque les negaban lo necesario para el sustento y haban sido destruidas sus formas de trabajo y su organizacin productiva. Las "instituciones" indgenas que se mantuvieron transitoriamente fueron degeneradas en su funcin y fines. El "cobro de tributo" se transform en sistema de exaccin brutal y de explotacin colectiva. El desarrollo milenario de las fuerzas productivas y de la cultura indgena qued brutalmente interrumpido. La explotacin, sin pago ni alimento necesario de la fuerza de trabajo, extingui a nueve dcimas partes de la poblacin indgena en el transcurso del dominio colonial espaol. Sin alimentacin adecuada los indgenas fueron sometidos a extenuantes trabajos en las minas, en construcciones de "palacios", templos y conventos, en plantaciones agrcolas en donde realizaban un trabajo esclavo en calidad de

"encomendados" o en "repartimientos". Su calidad humana se negaba como forma de "justificar" la bestial explotacin y el genocidio. A pesar de los estudios antropolgicos, arqueolgicos e histricos, no ha sido posible reconstruir el modo de produccin tribal desarrollado por las tribus en el Mxico antiguo y menos an su organizacin social y su cultura. Consecuentemente, no podemos ni siquiera reclamar como experiencia histrica la extraordinaria organizacin social y productiva de nuestros antecesores en su vida tribal. Los espaoles implantaron un sistema esclavista feudal, y se erigieron en la clase dominante explotadora, su Estado era un apndice del poder real espaol, de la burocracia atrasada y corrompida de la corte espaola y de la brutal, enriquecida y dominante iglesia con el poder represivo ilimitado de la "santa inquisicin". Durante tres siglos se desarrollaron en Mxico limitadas fuerzas productivas y muy diferentes relaciones de produccin. Se establecieron grandes latifundios en manos de la iglesia, de cortesanos y de encomenderos, plantaciones, minas, etc., utilizando el trabajo semiesclavo, semiservil. El aparato estatal virreinal y dependiente, qued constituido por burcratas saqueadores, que servan de instrumento para remitir a Espaa el producto del trabajo social de los habitantes de la Colonia y todas las riquezas fsicas y naturales que pudieron arrancar con l. Un Estado colonial burocrtico que no tena compromiso con la poblacin que creca en Mxico y que la someta a la explotacin ilimitada, a la degradacin fsica y a la negacin de toda cultura y organizacin. La administracin colonial espaola nicamente sirvi al Estado espaol y a la corte corrompida y burocratizada que rodeaba a los reyes de Espaa. Todo bien, toda riqueza introducida era remitida a la corte espaola y al "rey". La burocracia virreinal se llenaba las bolsas y se apropiaba de riquezas de todo tipo como "duea" directa de los bienes territoriales y de los seres humanos. En tres siglos se integr una nueva poblacin que confin a los indgenas sobrevivientes en poblaciones especficas y los mantuvo en represin constante buscando su explotacin esclava o servil o su simple extincin. La nueva poblacin criolla y mestiza creci al margen de la "sociedad" colonial de espaoles y criollos dominantes; fue circunscrita a funciones elementales de trabajo, sin desarrollo tcnico ni medios avanzados, en unidades dispersas en latifundios, "fundos legales", villas y poblaciones, sin ninguna cultura ni educacin. Una minora de la poblacin de la Colonia alcanz algunas posiciones menores: curas de pueblo, soldados, burcratas, capataces, escribientes, etc., y form una capa social al servicio de la administracin colonial y de la Iglesia, la gran propietaria. De entre ellos, una parte llegaron a tener conocimientos histricos y un nivel cultural medio, sobre todos los curas educados en conventos y escuelas del clero (Real y Pontificia Universidad, Colegio de San Nicols etc.), a quienes llegaron conocimientos y libros avanzados, obtenidos clandestinamente de Europa (Francia, Holanda, Inglaterra). Las luchas sociales que se dieron en la Colonia, se caracterizaron por su espontaneidad, por su desorganizacin, su aislamiento y carencia de objetivos claros, fruto todo ello de la aplastada sociedad colonial y de su atraso. Fueron una y otra vez reprimidas fcilmente por el ejrcito espaol. En ese ejrcito, mantenedor de la represin colonial y educado con un profundo odio y desprecio para las masas populares, llegaron a ocupar posiciones secundarias de capitn algunos criollos que se distinguieron por su servilismo al poder virreinal o por su fiel adhesin y respaldo al mismo, como Iturbide, Lpez de Santa

Anna y otros, que fueron protagonistas y gobernantes en la siguiente etapa de la vida de Mxico. Durante los tres siglos de la Colonia no se desarrollaron ni nuevas fuerzas productivas, ni tcnicas avanzadas, ni sistemas de organizacin de la poca. Se mantuvieron las formas primitivas en explotacin con predominio de las relaciones semiesclavas-semifeudales que se dan en el "peonaje", en el trabajo en las minas, en manufacturas y en pequeas formaciones artesanales. La exportacin de todo tipo de bienes a precios nfimos y la importacin a elevados precios de bienes necesarios y sobre todo de bienes suntuarios, era la razn de ser del sistema colonial. El miserable mercado interno estaba limitado a productos de consumo inmediato, a trueques y a cambio directo en tianguis o ferias. Una economa y una sociedad dependiente fue la colonial. La burocracia espaola, inepta y cortesana, derrochadora y saqueadora, no desarroll una produccin coherente, no desenvolvi las fuerzas productivas ni permiti el avance de la tcnica ni nada que de alguna manera compitiera con los productos espaoles o con los que ellos comerciaban en ultramar. En la propia Espaa, las posesiones coloniales fueron fuente de parasitismo y despilfarro, de lujos estriles de la minora burocrtica cortesana, de la cretina "nobleza" y de la "casa real". Mientras con las riquezas de las Indias se desarrollaba la industria inglesa, holandesa, francesa y alemana, Espaa se sumi en un atraso de tres siglos mientras cunda la miseria y la incultura de la gran mayora de los espaoles. El propio pueblo espaol fue vctima de esta clase social decadente e impotente para crear nada. Al cabo de tres siglos haba crecido una nueva poblacin en Mxico, la gran mayora en actividades de pura subsistencia, una minora como cortesanos, burcratas o servidores del Estado dependiente virreinal y el nfimo ncleo de menos de 6 000 espaoles "nobles designados por el Rey para la administracin colonial. Con formas de produccin primarias, no evolucionadas, la integracin como pas de la Nueva Espaa en un territorio de cuatro millones de kilmetros cuadrados, result imposible. El nico "lazo" de unin era la burocracia de la Corte Real, los "vnculos" entre la "nobleza" y la iglesia y las instituciones que mantuvieron a raya o conforme a la poblacin pobre y desposeda, el ejrcito y el clero, ste ltimo con inmensas propiedades territoriales y financieras y con la fuerza represiva de la "santa inquisicin". Al final de la etapa colonial, la produccin agrcola para "consumos interiores", representaba el 60% de lo que hoy conocemos como producto interno bruto. Estaba constituida en orden de importancia por la produccin para el inmediato consumo de maz y trigo, ganado vacuno, ganado menor, ganado de cerdo, azcar, pomelo y mieles, sebo de macho, pollo y gallinas, frutas, pulque, ixtle y otros productos menores. En estas labores se ocupaba ms del 82% de la poblacin. La produccin artesanal y manufacturera, representaba un 20% del producto interno bruto, siendo sus principales productos por su orden las manufacturas de pan (panaderas), tejidos de lana; cordobanes, badanas y gamuzas, lea y carbn, ramo de arriera, cueros de res curtidos, zapatos y huaraches, jabn, tejidos de algodn, chinguirito y mezcal, maderas, cal y otros productos menores. Un 12% de la poblacin se ocupaba de estas manufacturas. Los productos de "extraccin" o de exportacin representaban, independientemente de los minerales de oro y plata, el 2% del producto interno bruto, integrados en su orden de importancia por la grama fina, frutos, cacao y otros menores, y se ocupaba en ello el 1% de la poblacin.

La produccin de minerales representaba el 12% del producto interno bruto y era casi en su totalidad exportada a Espaa, siendo los minerales producidos oro y plata en un 99.1%, el mnimo resto de 0.09% se produca para usos internos y era cobre, alumbre, sulfatos, mrmoles y cantera. En estas tareas se ocupaba el 1% de la poblacin. Un 4% de la poblacin desempeaba trabajos o servicios en la burocracia, en el clero y sus auxiliares, en el ejrcito, en la servidumbre personal, en profesiones liberales, en las limitadas actividades comerciales o de intermediacin, en transportes y otras diversas. La burocracia, el clero y el ejrcito consuman los excedentes de la produccin total disponiendo de la riqueza producida y manteniendo a la inmensa mayora en situaciones de hambre y de subconsumo. Fuera de la burocracia, del clero, la milicia y de los profesionales sujetos a la propia burocracia, una pequea capa de pequeos productores, comerciantes, maestros, trabajadores agrcolas, mineros, etc., integraba el ncleo intermedio entre los espaoles que en nmero de 6 000 acaparaban todos los puestos superiores y eran grandes terratenientes, casatenientes, prestamistas, usureros, comerciantes ricos, etc., y cerca de 6 millones de habitantes en la llamada entonces Nueva Espaa, geogrficamente el Mxico de hoy, sumando adems dos millones de kilmetros cuadrados al norte (Texas, Nuevo Mxico, Arizona, las Californias, etc). La produccin de entonces revela la increble miseria de la poblacin y el atraso de siglos con relacin al desarrollo industrial, agrcola y comercial alcanzado por Europa en el siglo XVIII. La poblacin de la Nueva Espaa era analfabeta en su casi totalidad y viva dispersa e incomunicada prcticamente, sin haberse constituido en los tres siglos ms aglutinante que la lengua impuesta, el dominio del clero y del ejrcito y el poder desptico de la burocracia virreinal. Ninguno de esos factores desarroll una conciencia o integracin propiamente nacional. Sobre cualquier inters social predominaba el inters particular de la clase dominante y de sus personeros y serviles. Cada uno de los miembros de la clase dominante trabajaba en su propio y personal beneficio. Solamente la pequea parte culta de la poblacin criolla, mestiza o indgena en mnima proporcin, y los productores y comerciantes medios y pequeos, alentaban ideas de libertad con relacin a Espaa, confusas e inconexas, que habran de desarrollarse en la primera parte del siglo XIX, despus de ser declarada la independencia poltica del pas. Pero aun entre ellos, exigua minora, las diferencias, las ambiciones personales y el desenfrenado carrerismo para "ascender", hizo imposible la unidad para consolidar al pas, defenderlo de las agresiones externas y crear una idea general de nacin entre los mexicanos. La mayora de los que integraron organismos de Estado no estaban ligados a actividades productivas ni integraban sectores, con intereses comunes, peleaban los puestos burocrticos, las posiciones gajes y beneficios personales, recurriendo a la corrupcin, a la intriga y a la traicin cuando lo creyeron oportuno; "institucionalistas", serviles con los "de arriba", dspotas con los inferiores, con desprecio al pueblo. Solamente una minora de personas cultivadas profesionalmente, algunos del clero medio y bajo y pequeos productores, actuaron con desinters, desarrollaron bases de existencia nacional, plantearon la necesidad de una Constitucin como ley fundamental y una legislacin que permitiera la existencia econmica, social y cultural del pas. Insurgentes en la Independencia, hombres de la Reforma en el Mxico independiente, pugnando en contra del burocratismo, del

militarismo y absolutismo "presidencial" o "imperial" y en contra del dominio represivo y econmico de la iglesia. La Colonia espaola estaba atrapada entre los intereses de la "corona", de su ejrcito y burocracia virreinal y la absorbente propiedad centralizada por la iglesia, atraso y miseria. El Estado Virreinal integrado por la corona espaola y su corte se caracterizaba por ser: a) Un Estado dependiente sin autonoma. b) Un Estado representativo del inters de la clase dominante espaola y, al final de la colonia, tambin representativo de la burocracia virreinal, del clero gran propietario y usurero y de los jefes militares espaoles y criollos. c) Un Estado que defenda y preservaba los intereses de la Corona espaola, de los grandes propietarios de la tierra, urbanos y rurales, de los dueos de los minerales, del sistema usurario de crdito y de los dueos de "grandes" manufacturas, entre cuyos propietarios se destacaban la iglesia, los militares y la burocracia espaola y criolla. d) Un Estado que oprima y reprima brutalmente por medio de sus fuerzas burocrticas y represivas policiaco-militares, sumadas a la criminal "santa inquisicin", brazo de la intolerancia de la iglesia. e) Un Estado dependiente que admita en su seno otros pequeos "Estados", con sus reglamentaciones y "fueros" por encima de la Ley Civil, concedidos al ejrcito y a la iglesia. f) Un Estado represivo que dividi y clasific a la poblacin de la Colonia en grupos y castas rigurosamente diferenciadas: I. Los espaoles originarios venidos directamente de Espaa, designados por el rey, poseedores de todos los derechos y prerrogativas, grandes propietarios, la ms elevada burocracia de funcionarios, los mandos militares elevados, la iglesia con su riqueza en manos del alto clero; II. Los criollos, privados de los puestos principales a pesar de ser hijos directos de espaoles nacidos en Nueva Espaa, que heredaron propiedades y que ocuparon los puestos intermedios de la burocracia, del ejrcito y del clero sin poder ascender de esa posicin, algunos participaron en la lucha por la independencia; III. Los mestizos, hijos de espaoles e indgenas, que estaban colocados en las posiciones inferiores de la burocracia, del clero y del ejrcito, casi todos desposedos, con excepciones de algunos miles que llegaron a ser pequeos productores en todas las ramas, profesionistas incorporados como gente culta a las escuelas de la iglesia, a institutos y a la Universidad Pontificia, como escribanos y en funciones profesionales judiciales o administrativas de la Colonia, que fueron base de la que emergieron muchos de los que lucharon por la independencia del pas, o que se beneficiaron oportunamente con ella; IV. Los indios, siervos, y esclavos en las tierras "del rey" o de "la iglesia", al igual que en los latifundios privados, en las minas y obrajes, en el campo y en las zonas urbanas; peones cuya existencia como seres humanos fue negada o puesta en duda para "justificar" la genocida explotacin a que estuvieron sometidos que provoc casi su extincin, ya que de alrededor de 8 millones que vivan antes de la Colonia, al terminar la vida de sta quedaron solamente alrededor de 1.5 millones en las haciendas herederas de encomiendas y repartimientos, en reservaciones indgenas alrededor de los antiguos pueblos limitados en un "fundo legal", restringidos o acorralados en zonas inhspitas de la montaa o del desierto, devueltos a las formas ms primitivas de subsistencia, a la recoleccin de yerbas, frutos y la pequea caza de animales menores.

De los indios, algunos fueron utilizados en labores de servidumbre en conventos y casas de espaoles, criollos y mestizos propietarios y, en su propio beneficio, fueron educados algunos, a los que llam "indios ilustrados" en quienes se delegaron funciones de secretarios y ayudantes, de mayordomos en casas y haciendas, labores inferiores burocrticas y administrativas del Estado y en tribunales judiciales de acuerdo con la profesin adquirida. Pero estos "indios ilustrados" no pasaron de ser algunas decenas que sin excepcin se separaron de sus grupos originarios y se incorporaron a las formas de vida y a las disposiciones e intereses de la clase dominante en la Colonia y aun despus en el Mxico independiente. La divisin de la sociedad colonial en dos clases principales y una serie menor de capas, ncleos y estamentos intermedios, fue evidente. La gran masa de desposedos y explotados representaba ms del 95% de la poblacin, las capas medias un 4.5% y un 0.5% los grandes propietarios, burcratas, altos dignatarios de la iglesia y del ejrcito, simples instrumentos de saqueo y de represin. ESPAA Y LA REVOLUCION FRANCESA El pueblo espaol, durante los siglos del dominio colonial sobre los pases de la Amrica "hispana", fue tambin vctima de la explotacin y de la represin absolutista de los reyes espaoles y su corte corrompida, de la iglesia y su brazo criminal de la "santa inquisicin" y las fuerzas represivas policiacas y militares. Los "fueros" y privilegios para estos sectores regan igual que en la Nueva Espaa y en las dems colonias. Una minora de cortesanos, clrigos y militares dilapidaron durante tres siglos las riquezas saqueadas de Amrica, adquiriendo bienes suntuarios, haciendo gastos irracionales en su particular beneficio y en perjuicio y ruina del pueblo espaol. Los pequeos productores y los sectores avanzados de la sociedad espaola se oponan cada vez ms firmemente al absolutismo y luchaban por establecer libertades cvicas y limitar los privilegios de clase dominante, suprimiendo sus fueros. Sin embargo, no pudieron por s mismos lograr la unidad del pueblo espaol, unidad que hizo posible el desarrollo del proceso de la Revolucin democrtico-burguesa en Francia y sus repercusiones en Europa y particularmente en Espaa. Ya a finales del siglo XVIII, el Estado absolutista monrquico espaol entra en contradiccin con el clero, pues la iglesia haba tomado en sus manos una parte enorme de las propiedades territoriales, de los bienes inmuebles, y del capital usurario. Carlos III se vio en la necesidad, de pedir al Papa la facultad para disponer de bienes de la iglesia inmovilizados por ella, "de manos muertas", que se mantenan improductivos y fuera en absoluto del comercio, arruinando a toda la sociedad. Los reyes espaoles tomaron posesin de los bienes de la iglesia y reprimieron a diversos grupos clericales como fue con los jesuitas. En la Nueva Espaa, 4/5 partes de las propiedades rurales y urbanas estaban en manos del clero, inmovilizadas. Al aplicarse la expulsin de los jesuitas, los virreyes y la burocracia cortesana tomaron posesin de sus bienes para sostener al poder virreinal. La lucha en contra de la concentracin de riqueza en manos de la iglesia se inici desde la Colonia en la Nueva Espaa, asfixiada e inmovilizada por los bienes de "manos muertas" y por la especulacin usuraria del clero prestamista.

Si bien no se desarrollaron fuerzas productivas nuevas en la Colonia, ni la produccin econmica de subsistencia y saqueo poda subsistir por el freno brutal de la inmovilizacin econmica producida por la concentracin de la riqueza (tierras y capitales) en manos del clero. Esta lucha, que se libr en Espaa desde el siglo XVIII, tambin se desarroll durante la Colonia y dio origen a la formacin de la corriente liberal reformista que modific la vida de Espaa con la Constitucin de Cdiz, y origin la integracin de la constitucin liberal y de la reforma en Mxico independiente, que nunca lleg a aplicarse. Cuando la burguesa francesa logr utilizar la exasperacin de las masas populares para eliminar revolucionariamente al poder de la realeza, de la nobleza feudal y del clero, que eran estorbo para el desarrollo de nuevas fuerzas productivas, el equilibrio de las fuerzas feudales europeas qued roto. La Revolucin Francesa da paso a la liquidacin en Europa de la sociedad feudal. Con las bayonetas de Napolen la burguesa francesa derrumb las barreras feudales en toda Europa y, en 1808, Napolen ocup a la atrasada Espaa llevndose al Rey Fernando VII que abdic al trono en beneficio de Napolen, quien instaur en el "trono" a Jos Bonaparte con el directo apoyo del ejrcito francs. Las ideas de liberalismo burgus ya se manifestaban en Espaa, y se desarrollaron con la ocupacin francesa. Los encomenderos y terratenientes esclavistas y feudales en la Nueva Espaa vieron en peligro privilegios. A partir de 1809, los espaoles avanzados organizan en Espaa la guerra popular de guerrillas y combaten la intervencin francesa a la vez que plantean la reorganizacin de Espaa bajo la Constitucin Liberal que somete y limita el poder absolutista del rey. REPERCUSIONES EN MEXICO Ese mismo ao 1808 los espaoles en Mxico inician una serie de "conspiraciones" para mantener sus privilegios e impedir que el liberalismo burgus penetrara. Tambin conspiraron los ncleos avanzados de la Colonia, criollos y mestizos. Del sector de los curas pobres vinculados a las masas miserables, de funcionarios y burcratas locales militares con grado inferior de capitn y de profesionales (licenciados telogos, etc.)., surgen ncleos dirigentes que tratan de organizar confusamente la desesperacin hambrienta de los mexicanos: Hidalgo, Allende, Aldama, Lpez Rayn, Morelos y muchos otros. La posicin de Hidalgo y Allende al descubrirse la conspiracin en que participaban en septiembre de 1810 los llev a reclamar la accin de todos en "contra del mal gobierno" y de los gachupines", atrayendo a las masas. Esta accin constituye el punto de crisis y estallido social que inicia la lucha armada en busca de la integracin autnoma de la Nueva Espaa y el rompimiento del nexo colonial. Las acciones militares que se desarrollaron de septiembre de 1810 a 1815 en las que participaron ms de medio milln de insurgentes, sobre todo en su inicio con Hidalgo, no lograron destruir al ejrcito espaol que, por el contrario, elimin a los ncleos insurgentes, al grado de que para 1817 nicamente la accin del capitn espaol Javier Mina reanim la lucha guerrillera. De guerra popular con Hidalgo, la lucha insurgente se reduce a acciones militares guerrilleras centralizadas por Morelos y al final, a partir de 1815, quedan reducidas guerrillas aisladas amparndose en las montaas del sur. La brutal represin en contra de las masas populares y de sus dirigentes aplast el proceso de independencia y desintegr en su cuna la unidad de las masas de la Colonia. Esa dispersin fue ayudada por las pugnas entre los propios ncleos insurgentes que aunque con

Lpez Rayn y Morelos, esbozan un programa y bases constitucionales, no logran unir nuevamente a la mayora, ni organizar la accin por la independencia. Las proclamas y documentos ms importantes que trataron de definir los objetivos de la guerra de independencia, son las emitidas por Hidalgo y Lpez Rayn el 8 de diciembre de 1810, los Elementos Constitucionales planteados por Ignacio Lpez Rayn como capitn general designado por Hidalgo, Allende y dems jefes y aprobados por el primer ncleo concentrado de mexicanos en la junta de Zitcuaro instalada el 11 de agosto de 1811, llamada Junta Suprema Gubernativa, que reuni a medio centenar de los elementos ms representativos de la pequea propiedad, funcionarios y profesionales, criollos, mestizos e indios ilustrados de la zona de Zitcuaro. Los reglamentos, bandos, rdenes y decretos expedidos por Lpez Rayn como Primer Ministro de la Junta y por ltimo, los llamados "Sentimientos de la Nacin", firmados por Jos Mara Morelos y aprobados en Chilpancingo, Guerrero, el 14 de diciembre de 1813. El primer documento de Hidalgo y Lpez Rayn proclama la libertad de los esclavos, el cese de la contribucin de tributos a las "castas" y de toda exaccin exigida al los indios y la abolicin del papel sellado en asuntos judiciales o civiles. Los Elementos Constitucionales de Lpez Rayn, aprobados por la Junta de Zitcuaro declaran por primera vez que "IV. La Amrica es libre e independiente de toda otra nacin", que "V. La soberana del pueblo" aunque la refiere todava al rey espaol como titular, dando su ejercicio a un Supremo Congreso Nacional Americano; establece el fuero personal insoluble para los miembros de ese Congreso; establece el principio de los tres poderes, proscribe la esclavitud; declara vacantes los puestos (destinos) ocupados por europeos, decreta la libertad de imprenta; establece la inviolabilidad de la residencia personal y se proscribe la tortura. En uno de sus bandos posteriores Lpez Rayn precisa que el pas debe llamarse Mxico y los habitantes mexicanos y no americanos. En septiembre de 1813, Morelos instala en Chilpancingo un Congreso, para el cual, el propio Morelos design sus diputados: Lpez Rayn, Liceaga y Berduzco, de la Junta de Zitcuaro como propietarios, y como suplentes a Bustamante, Cos y Andrs Quintana Roo, a quienes se agregaron dos ms, electos por los grupos independientes de Oaxaca, Jos Mungua y de Tecpan, Jos Herrera. Ante ese Congreso Morelos formul los puntos bsicos constitucionales. El 6 de noviembre de 1813 ese Congreso formul el Acta solemne de la Declaracin de Independencia y, perseguido ese congreso por el ejrcito espaol y criollo, termin de formular el 27 de octubre de 1814 el primer proyecto Constitucional para nuestro pas, en Apatzingn. Los "Sentimientos de la Nacin" precisan algunos puntos "I. Que la Amrica es libre e independiente de Espaa y de toda otra nacin, gobierno o monarqua, limitan a la Iglesia a sostenerse nicamente de los "diezmos y primicias" suprimiendo todo otro pago". que los empleos los obtengan los americanos"; pugna por un gobierno liberal y no tirnico que eche del pas al enemigo espaol; plantea que las leyes deben moderar la opulencia y la indigencia "de tal suerte (que) se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, aleje la ignorancia..."; "XIII. Que las leyes generales comprendan a todos, sin excepcin de cuerpos privilegiados...", esto es, proclama la abolicin de fueros y privilegios, las leyes sern dictadas por el congreso; se proscriben la esclavitud y la distribucin de castas "quedando todas iguales"; "XVII. Que a cada uno se le guarden las propiedades y respeten su casa como asilo sagrado"; "XX. Que las tropas extranjeras no pisen nuestro suelo";

"XXII. Que se quiten infinidad de tributos, pechos e improvisaciones que nos agobian". Persiste la denominacin de "Amrica y americanos" en este documento. Los "Elementos Constitucionales" que contiene el primer proyecto constitucional, sealan: "El gobierno se instituye para beneficio de la sociedad y no de algunas familias, clases o individuos, por lo que la sociedad tiene derecho a establecer el gobierno que ms le convenga, alterarlo, modificarlo o abolirlo totalmente cundo su felicidad lo requiera", afirma que "la soberana radica en el pueblo originariamente y su ejercicio en la representacin nacional". Perseguido el Congreso de Chilpancingo por el ejrcito colonial, tuvo oportunidad de formular el "Decreto Constitucional para la Libertad de Amrica Mexicana", primer proyecto de Constitucin de Mxico, que estableca "los Principios o Elementos Constitucionales". El decreto sancionando los "principios" fue dado el 22 de octubre de 1814 en Apatzingn. En apretado resumen, los principios Constitucionales proyectaban: 1. Frente al poder absolutista del Rey espaol, la "soberana entendida como facultad de la sociedad, que reside en el pueblo, para dictar leyes y establecer la forma de gobierno conveniente sus intereses. 2. Frente al poder personal absoluto del Rey espaol y de su burocracia cortesana, "establecer la divisin de poderes legislativo, ejecutivo y judicial sobre la base de una representacin nacional de todo el pueblo". 3. Declara a todos los ciudadanos iguales y libres, estableciendo las condiciones para su seguridad personal y de domicilio, de su propiedad y de sus libertades, estableciendo la sumisin e igualdad ante la ley. 4. En abierta pugna en contra del absolutismo personal y de la arbitrariedad incontrolada, elimina del centro del poder social a una persona y erige como tal a un Supremo Congreso integrado por diputados representantes de los ciudadanos. Un parlamento, en suma. 5. El supremo congreso tiene la facultad de elegir a quienes ejerzan el poder ejecutivo o supremo gobierno y al supremo tribunal de justicia y la facultad de controlar sus actos. 6. Un Tribunal de Residencia electo directamente por los ciudadanos, juzgar los actos de todos los funcionarios del Congreso, del Gobierno y de la Justicia, promovidos por acusaciones de los ciudadanos. Estos principios constitucionales representan un punto de vista ms avanzado que la Constitucin Poltica de la monarqua espaola promulgada en Cdiz en 1812, aunque toma de ella numerosas disposiciones para la organizacin y funcionamiento del Estado y del gobierno que proyectaban para Mxico. Suprime al Rey, la monarqua y sus aparatos y establece un gobierno parlamentario en manos de diputados que deban representar al pueblo exclusivamente. Ni los "Sentimientos de la Nacin", ni los "Principios o Elementos Constitucionales" fueron aplicados, por la derrota de Morelos y la dispersin del Congreso de Chilpancingo. Tras la derrota de Hidalgo, cuya accin revolucionaria dur 6 meses, afianzados en el poder los colonialistas espaoles, observaban con desesperacin los acontecimientos que ocurran en Espaa, en donde se desarrollaba, junto con la lucha guerrillera en contra del ejrcito francs de ocupacin, un vasto movimiento liberal que los llev a proclamar una Constitucin en 1812, en las Cortes de Cdiz, eliminando el absolutismo feudal y dando

lugar a una monarqua parlamentaria y a la eliminacin de los fueros y privilegios de la nobleza, del clero y del ejrcito. En octubre de 1813 fue derrotado Napolen y pudo retornar a Espaa Fernando VII, quien desconoci totalmente la Constitucin de Cdiz y restaur el absolutismo y a su brazo represor la "santa inquisicin". Fue designado Virrey el brutal militarista Flix M. Calleja, que aplast implacablemente toda lucha independiente, restaur con toda su fuerza a la "santa inquisicin" y desarroll al ejrcito colonial duplicando su fuerza. Los espaoles, el clero alto, la ms elevada burocracia y los altos jefes militares parecan decididos a sostener el poder colonial. Pero los acontecimientos en Espaa tomaron otro curso. En marzo de 1820 culmina la sublevacin de los liberales espaoles dirigidos por Rafael de Riego, alcanzando la victoria y sometiendo a Fernando VII al juramento y aceptacin de la constitucin liberal de Cdiz, anulando, por tanto, los privilegios feudales de la nobleza y de la corte, al absolutismo del Rey y los privilegios del clero, desapareciendo a la "santa inquisicin". Desesperados por estos acontecimientos los privilegiados de la Colonia, los espaoles aqu radicados, la burocracia alta, el alto clero y los jefes militares, decidieron defender sus privilegios y fueros separndose de Espaa de ser preciso. Iniciaron una vasta conspiracin en contra del poder liberal espaol y lanzaron a su ejrcito a tomar posiciones independentistas. Designan jefe del ejrcito y encargado de la accin antiinsurgente y antiliberal a uno de los ms connotados militares criollos que cruelmente reprimieron a los mexicanos: Agustn de Iturbide. Tomando en cuenta que enfrascarse en la lucha antiguerrillera en contra de Vicente Guerrero y otros grupos en permanente rebelin en las sierras del sur de Mxico les iba a trabar su accin antiliberal en contra del nuevo poder instaurado en Espaa, decidieron buscar un pacto con los insurgentes y proclamar de inmediato la Independencia de Espaa, evitando con ello la prdida de sus privilegios. En esa lnea Iturbide firm con Vicente Guerrero un pacto el 24 de febrero de 1821, unificando al pretoriano ejrcito colonial con las guerrillas insurgentes, como "ejrcito trigarante", es decir como fuerza para garantizar la continuidad de los privilegios de la alta burocracia, del clero y del ejrcito. El 27 de septiembre de 1821 queda proclamada la formal independencia de Mxico con relacin a Espaa, proclamacin que se hace a nombre de los ms bastardos intereses de la clase dominante de la Colonia, para eludir la reforma liberal triunfante en Espaa que les quitara sus privilegios. Los insurgentes quedaron colocados en una situacin ambigua y la vieja contradiccin entre las clases dominantes (encabezadas por la gran propietaria iglesia, apoyadas por la burocracia espaola, los grandes terratenientes y "nobles" y la fuerza del viejo ejrcito) y las fuerzas insurgentes (de la baja y media burocracia de los militares inferiores criollos y mestizos, de los curas pobres, de los profesionistas liberales que luchaban por dar fin a su marginacin y abrirse paso a posiciones superiores eliminando a la burocracia espaola y a sus aliados clericales y militares), toma un giro decisivo. Iturbide intenta mantener "igual" el viejo poder colonial y sus clases privilegiadas y se lanza a la aventura de un "Imperio Mexicano". El odio a la minora de cortesanos espaoles monopolizadores del poder y de los mandos con exclusin de la inmensa mayora de la poblacin de la Colonia, dio lugar a una integracin unitaria en su contra. La ficticia unidad que permiti la declaracin de independencia qued destruida. Hasta jefes del viejo ejrcito colonial se unieron contra Iturbide en busca de posiciones personales. El "Imperio" se hundi en un breve lapso y fue proclamada la Repblica, instaurndose como presidente

a un insurgente criollo, Guadalupe Victoria. Los espaoles fueron expulsados del pas o huyeron. Pero el msero gobierno no poda sostenerse sin recursos econmicos, sin apoyo del ejrcito y con la accin subversiva de la iglesia duea de 4/5 partes de las propiedades rurales y urbanas del pas y del manejo de los recursos econmicos como prestamista usurera. El Estado colonial haba quedado intacto con todas sus caractersticas y como expresin de las clases privilegiadas dominantes, con todos sus aparatos burocrticos y de poder. Al expulsarse a los espaoles, instrumentos de la corona y de la corte espaola en su poca ms oscura y reaccionaria, fueron sustituidos en los mandos por criollos, mestizos, indios ilustrados dentro de la burocracia o al servicio del clero o de los militares que mantenan los privilegios, leyes, usos y costumbres y mantenan al pas como dependiente del extranjero. El viejo ejrcito colonial en manos de los ambiciosos "jefes" criollos y mestizos era un factor de permanente desestabilizacin y de golpismo para imponer a sus irresponsables y prepotentes generales, entre los que destac como el ms cnico y aventurero, Antonio Lpez de Santa Anna. Los privilegios y fueros de la burocracia alta y particular del clero y del ejrcito, se mantenan, aunque el factor decisivo estaba representado por el acaparamiento de bienes inmuebles y de enormes territorios por parte de la iglesia que nicamente los utilizaba para su particular enriquecimiento asfixiando toda la economa al inmovilizar la riqueza territorial y los recursos financieros en sus manos, propiedades en "manos muertas" que representaban la parlisis econmica, la imposibilidad del desarrollo comercial o manufacturero, la imposibilidad de que el Estado tuviera recursos para sobrevivir pues no sealaba impuestos a esos bienes. Toda la economa del Mxico independiente era botn de la iglesia, de los militares y de la gran burocracia, que facilitaban un sostenido saqueo de las riquezas al extranjero. La dependencia del comercio exterior pona al pas de rodillas ante las dominantes economas de Inglaterra, Francia y Estados Unidos, sin perjuicio de sostener el comercio desventajoso con Espaa. Las aduanas eran la fuente de recursos y una y cien veces su control fue otorgado en pago a los acreedores extranjeros. Nada se desarrolla en el Mxico independiente de esa poca. El estancamiento econmico, la inexistencia de fuerzas productivas propias y las relaciones sociales basadas en el pago de "sueldos" del Estado o en el contrabando y saqueo de productos, en importaciones suntuarias y exportaciones de materias primas y minerales saqueados prcticamente del pas. Las contradicciones en el seno de la clase dominante, ya integrada con los recin "ascendidos" criollos y mestizos, se hacen cada vez ms agudas. Los gobiernos inestables son sustituidos por medio de asonadas militares interminables. La burocracia gobernante busca recursos en donde los haya y tiene que tomarlos de los bienes acaparados por la iglesia. Los grupos de la clase dominante con intereses encontrados van definiendo sus posiciones contradictorias. El clero con sus inmensas propiedades territoriales, dueo del crdito usurero, aliado a los grandes terratenientes y a la ms elevada burocracia que dej tras de s el rgimen colonial que permaneca en sus puestos y aliado tambin al viejo ejrcito cuyos jefes criollos ostentaban los ms altos grados en el ejrcito "mexicano", entre ellos Iturbide y Antonio Lpez de Santa Anna, integran una fuerza que pretenda conservar los privilegios del clero, del viejo ejrcito y de la ms elevada burocracia, manteniendo la

situacin de hambre y miseria de las masas del pueblo, la agona del comercio y de la produccin artesanal y manufacturera. Por otra parte se manifiestan los medianos y pequeos productores y comerciantes, la pequea burguesa rural y urbana, por medio de sus sectores educados y de profesionistas, casi todos dentro de la burocracia, que tenan una mayor conciencia de la situacin del pas y planteaban la necesidad de liquidar al poder del clero, de los militares del viejo ejrcito y a la alta burocracia espaola heredados de la Colonia, que formaban la clase dominante y explotadora por el dominio econmico que le daba la propiedad territorial, el control de inmuebles, latifundios, del crdito por la iglesia y la fuerza del viejo ejrcito y la alta burocracia. Los ncleos liberales sumaban la fuerza de la burocracia ilustrada media y baja con las formaciones militares o semimilitares restos de las guerrillas insurgentes de la etapa 1810-1821, tenan el respaldo y respeto de la mayora de la poblacin y mantenan bajo su mando estados y zonas enteras del pas. Esta segunda fuerza plantea un programa liberal burgus, tendiente a la eliminacin de las fuerzas polticas y econmicas del feudalismo semiesclavista y a dar al comercio y a la produccin la posibilidad de existir poniendo los bienes monopolizados por la iglesia y fuera del comercio y de la produccin, dentro del comercio y en manos de productores capaces de iniciar un desarrollo econmico propio en el pas. Este ncleo toma el nombre de Partido Liberal y esgrime como programa la Reforma. LA PEQUEA BURGUESIA Y EL PROGRAMA LIBERAL Desde 1822 se inici la integracin de los ncleos avanzados de los pequeos propietarios y profesionales y quienes haban participado en la lucha insurgente por la independencia. El asesinato de Vicente Guerrero provoc la reaccin de los sectores liberales de la pequea burguesa avanzada: Lorenzo de Zavala, Jos Mara Luis Mora y sobre todo Valentn Gmez Faras, impulsaron la accin en contra del gobierno clerical de Bustamante-Alamn que sostenan en los hechos la estructura colonial a pesar de los proyectos de "industrializacin" que pregonaba Alamn. Los liberales plantearon su programa de Reforma como una posibilidad de eliminar los residuos coloniales. Esta pequea burguesa que repudiaba a los espaoles estaba constituida por jvenes abogados y hombres de ciencia y por productores medios y pequeos en su mayor parte, y por polticos y burcratas liberales que buscaban posiciones y que deseaban colocarse en los aparatos del Estado para satisfacer sus ambiciones. Estaban encabezados por Valentn Gmez Faras que ocup la vicepresidencia de la Repblica en abril de 1833, encargndose de la Presidencia por una supuesta enfermedad del Presidente "electo" general Antonio Lpez de Santa Anna que desde ese momento se opuso a la poltica liberal. Adems de Gmez Faras se destacaron: Jos Mara Luis Mora y Lorenzo de Zavala, gobernador del entonces enorme e importante Estado de Mxico. El doctor Mora resume el programa de los liberales reformistas en los siguientes trminos: 1. Libertad absoluta de opiniones y supresin de las leyes represivas a la prensa. 2. Abolicin de los privilegios del clero y la milicia. 3. Supresin de las instituciones monsticas y de todas las leyes que atribuyen al clero el conocimiento de negocios civiles, como el contrato de matrimonio, etc. 4. Reconocimiento, clasificacin y consolidacin de la deuda pblica, designacin de fondos para pagar desde luego su renta y su hipoteca para amortizarla ms adelante.

5. Medidas para hacer cesar y reparar la bancarrota de la propiedad territorial, para aumentar el nmero de propietarios territoriales, fomentar la circulacin de este ramo de la riqueza pblica, y facilitar medios de subsistir y adelantar a las clases indigentes, sin ofender ni tocar en nada del derecho de los particulares. 6. Mejora del estado moral de las clases populares, por medio de la destruccin del monopolio del clero en la educacin pblica, por la difusin de los medios de aprender y la inclusin de los deberes sociales, por la formacin de museos, conservatorios de artes y bibliotecas y por la creacin de establecimientos de enseanza para la literatura clsica, de las ciencias y la moral. 7. Abolicin de la pena capital para todos los delitos polticos y aquellos que no tuvieron el carcter de un asesinato de hecho pensado. 8. Garanta de integridad del territorio por la creacin de colonias que tuviesen por base el idioma, usos y costumbres mexicanos. En julio de 1833 Lorenzo de Zavala emiti una serie de decretos del gobierno del Estado de Mxico desquiciando la base econmica del clero como monopolizador del crdito, al mandar suspender el pago de los rditos de los capitales impuestos por la iglesia sobre los agricultores; en otro decreto extingui el diezmo, el mayo ingreso del clero. Gmez Faras en tanto aboli la coaccin civil para el cumplimiento de los votos monsticos, declar la extincin de la "Real y Pontificia Universidad" por considerarla perniciosa e intil y tom en manos del gobierno civil la atribucin de dirigir la educacin pblica arrebatndole al clero ese privilegio. En la lucha por la Reforma liberal, en esta etapa, auxiliaron a Gmez Faras: Jos Mara Luis Mora, Jos Espinosa de los Monteros, Andrs Quintana Roo, Manuel Eduardo de Gorostiza, Juan Rodrguez Puebla y Agustn Buenrostro, indgena letrado, constituidos como Direccin de Instruccin Pblica. La desamortizacin de los bienes del clero fue planteada por Gmez Faras, Mora y Espinosa de los Monteros, partiendo de las siguientes premisas: "a) El clero monopoliza la propiedad rural y urbana de la nacin, ya que aun las propiedades que no son suyas, con respaldo en ellas se le otorgan cuantiossimos crditos. b) Los gravmenes que pesan sobre la propiedad raz imposibilitan su divisin y democratizacin, ni siquiera a travs de la herencia, pues el clero, para garantizarse plenamente, se opone a ello. c) La deuda que pesa sobre la propiedad, aun cuando paga el rdito de 5% anual, es un estorbo para el desarrollo agrcola del pas. d) El monopolio del capital y consecuentemente del crdito, en manos del clero, determina que la industria y la minera estn en el mayor atraso, ya que el clero sistemticamente se niega a facilitar dinero a ninguna empresa, si no es con la garanta de bienes races. e) El comercio, monopolizado en manos de extranjeros no slo no crea riqueza sino que es instrumento para despojar al fisco, por medio del contrabando, de sus ingresos y a los artesanos mexicanos de su oportunidad de trabajar y producir. f) Las finanzas nacionales estn en quiebra perpetua. A consecuencia de ello, el Estado, para subsistir, tiene que recurrir a agiotistas, cuyas ganancias fabulosas implican prdidas cuantiosas del erario que cada vez se hunde en el mayor descrdito a medida que el dficit aumenta.

g) Doce aos despus de consumada la Independencia, pesa sobre el pas una deuda nacional de ms de 100 millones de pesos. h) El pago de la deuda no es posible esperarlo de una poltica fiscal, ya que la agricultura, la industria y la minera estn tambin en bancarrota. La desamortizacin de los bienes del clero, la ocupacin de sus bienes, era sealada como la nica salida "posible, justa, eficaz" y "benfica para la riqueza pblica y bienestar de las masas". Para arrebatar al clero el soporte militar, los reformistas plantearon: la disolucin del ejrcito permanente en cuyas manos haban estado hasta entonces los destinos del pas y que haba luchado tan slo por sus privilegios de clase y como aliado del clero, crendose en lugar del ejrcito permanente un instrumento eficaz para la defensa de la integridad nacional: la milicia nacional, el pueblo armado, disciplinado y organizado para sostener sus derechos". "El pueblo en armas har imposibles las `guerras civiles' manipuladas por unos cuantos hombres, pocos en nmero con respecto al pueblo, pero que tienen sobre l las ventajas de estar organizados, armados, disciplinados. Cuando las milicias populares estn organizadas no podrn nada los conspiradores, ni menos los militares profesionales cuyos intereses personales perturban el orden, como lo han hecho el ltimo cuarto de siglo, adems de ocupar puestos pblicos y consumir la renta nacional". "La prevalencia sin oposicin del ejrcito como casta social privilegiada se fundaba en la idea de que a l se deba la independencia nacional, el rgimen federal y mil glorias ms. No ha parado en esto el mal, sino que se ha pretendido hacer extensiva y vincular en la clase una gratitud que debera ser individual y terminarse en las personas que han hecho al pas estos importantes servicios, as es como jefes oscuros y despreciables pretenden recoger la herencia del honor y gloria y, sobre todo, de poder, que apenas sera tolerable acordar a los que los prestaron". "La iniciativa de ley reduca al ejrcito permanente a seis batallones de infantera y seis regimientos de caballera, que serviran en puntos litorales y fronterizos