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México, D.F., 8 de marzo de 2013. Versión estenográfica del panel “La Mujer Formadora de Valores y Modelo de Administración”, durante los trabajos del Foro Mujeres Formación de Valores y Administración Doméstica: Modelo para el Desarrollo de un Nuevo Pacto Fiscal, organizado por la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente, en el salón Revolución del Hotel Meliá de esta ciudad. Presentador: Damos inicio al panel denominado: La Mujer Formadora de Valores y Modelo de Administración. Haciéndoles mención que al terminar la moderadora abrirá un espacio para preguntas y respuestas. Les recuerdo que podrán formular preguntas a nuestros panelistas a través de las cédulas que están insertas en su folder de registro, mismas que podrán entregar al personal de Prodecon que se encuentra a un lado de sus pasillos. Este panel es moderado por la licenciada Diana Bernal Ladrón de Guevara, Procuradora de la Defensa del Contribuyente, a quien cedemos el uso de la voz. Lic. Diana Bernal Ladrón de Guevara: Muchas gracias a todas las presentes; muchas gracias a todos los presentes. Me toca, efectivamente, moderar este segundo panel y yo quisiera empezar platicando, bueno, antes que nada agradeciendo aquí que tengo la presencia de dos destacadas mujeres y queridas amigas, Gabriela Pellón y Gabriela Ríos, ya en su momento leeré sus semblanzas y también reconociendo mucho, al único hombre de todos los que invitamos teníamos una lista como de 750 que participaran en

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México, D.F., 8 de marzo de 2013. Versión estenográfica del panel “La Mujer Formadora de Valores y Modelo de Administración”, durante los trabajos del Foro Mujeres Formación de Valores y Administración Doméstica: Modelo para el Desarrollo de un Nuevo Pacto Fiscal, organizado por la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente, en el salón Revolución del Hotel Meliá de esta ciudad. Presentador: Damos inicio al panel denominado: La Mujer Formadora de Valores y Modelo de Administración. Haciéndoles mención que al terminar la moderadora abrirá un espacio para preguntas y respuestas. Les recuerdo que podrán formular preguntas a nuestros panelistas a través de las cédulas que están insertas en su folder de registro, mismas que podrán entregar al personal de Prodecon que se encuentra a un lado de sus pasillos. Este panel es moderado por la licenciada Diana Bernal Ladrón de Guevara, Procuradora de la Defensa del Contribuyente, a quien cedemos el uso de la voz. Lic. Diana Bernal Ladrón de Guevara: Muchas gracias a todas las presentes; muchas gracias a todos los presentes. Me toca, efectivamente, moderar este segundo panel y yo quisiera empezar platicando, bueno, antes que nada agradeciendo aquí que tengo la presencia de dos destacadas mujeres y queridas amigas, Gabriela Pellón y Gabriela Ríos, ya en su momento leeré sus semblanzas y también reconociendo mucho, al único hombre de todos los que invitamos teníamos una lista como de 750 que participaran en

el panel, pues aquí tenemos un valiente y además un muy querido amigo y destacadísimo fiscalista, ya leeremos su semblanza, el licenciado Manuel Tron. Muchas gracias a las dos Gabrielas y a Manuel por estar aquí. Yo quisiera empezar mi participación platicándoles un poco cómo nace la idea de este foro; La Mujer Formadora de Valores y Administración Doméstica: Modelo para un Nuevo Pacto Fiscal. Quiero decirles que desde hace muchos años me dedico a la materia fiscal y es común que dé pláticas, dé conferencias y cuando hablo sobre la necesidad que tienen las personas, los sujetos, los seres humanos de contribuir con sus impuestos a la causa del país, siempre se me ocurría poner este ejemplo, el ejemplo de cómo en un modelo tradicional, histórico de familia, el hombre es convencido a sostener el hogar durante su vida productiva y puede decirse que el hombre entre los 25 y los 60 años pasa su vida generando ingresos, recursos, trabajando, comprometido para la causa de su hogar y el hombre es el primer convencido en aportar estos recursos y la mujer los administra. Pero también me gusta poner el ejemplo que si un hombre que en este modelo tradicional está aportando su salario para el mejor desenvolvimiento de su hogar, llegara a su casa en un ejemplo hipotético y pues advirtiera que en el baño no hay papel sanitario, no hay toalla, luego pues tiene hambre, va al refrigerador a ver si hay algo que comer y que ve el refrigerador está vacío, luego se le acerca si hijita de cinco años y se le acerca sin suéter, hace un frio espantoso, sin zapatos y le dice: “papi, no he comido”, pues yo creo que el hombre definitivamente en este esquema tradicional pues se desalentaría de estar participando con sus ingresos. Y yo pongo este ejemplo, porque es lo que nos pasa a los contribuyentes. Los contribuyentes tenemos que hacer durante toda nuestra vida útil, durante toda nuestra vida productiva un esfuerzo por

aportar nuestra riqueza para el bienestar de nuestra sociedad, de nuestra comunidad. ¿Pero qué sucede cuando vemos pues que no hay vías de acceso rápidas? Que falta mayor seguridad pública, que no hay una cobertura universal en el sistema de salud, que hay gran parte de nuestro pueblo que está en condiciones de pobreza, en condiciones de hambre. Pues sucede algo parecido a lo que podría pasar en este esquema tradicional de familia, se desalienta, porque el sacrificio de aportar algo económico se ve recompensado con el funcionamiento óptimo de la colectividad, de la sociedad a la que pertenece el individuo. Y por eso cuando la Lotería Nacional nos da la emisión de un billete conmemorativo y elegimos precisamente el 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer, nosotros tratamos de buscar cómo rescatar o cómo ponderar algunos de los valores que tradicionalmente ha tenido el género femenino para que pudieran un poco verse proyectados en lo que es el modelo social, o sea en lo que es la importancia de que los ciudadanos, las ciudadanas se sientan parte de su colectivo, se sientan comprometidos con la pobreza, con las necesidades de la sociedad, se sientan comprometidos con una mejor prestación de servicios públicos y esto los lleve a cubrir sus impuestos, porque vean que hay una convocatoria solidaria y además hay un resultado en el ejercicio del gasto. Y en relación con lo que se habló en el otro panel, quiero reflexionar un poco sobre el papel histórico de la mujer. La mujer por milenios ha sido fundamentalmente compañera y madre, y como decía Juan José Arreola: “La mujer, incluso, ha sido la parte más corporal o sexual de la relación.” Él incluso hablaba de que la mujer es la sexófora. Y la mujer en este papel que históricamente las sociedades le dieron, la mujer encontró muchas fortalezas. Un día le preguntaron al propio Juan José Arreola en un debate que cómo era posible que hubiera tantos hombres-genios. Está Mozart, está Brahms, está Albert

Einstein, están realmente grandes personalidades, científicos, músicos, artistas. Y que por qué en cambio había tan pocas mujeres con niveles de genialidad, por qué no había grandes compositoras, grandes artistas históricamente. Y nunca se me olvidará, yo era una muchacha muy joven en esas épocas, la repuesta de Juan José Arreola. Dice: “La mujer históricamente ha estado relegada a ser amante y madre. En esos papeles como compañera, como amante del hombre y como madre la mujer ha alcanzado niveles de genialidad que muchos hombres quisieran alcanzar, pues en una manera más general.” O sea, la genialidad en el hombre, decía Arreola, es digamos una particularidad y en cambio es una generalidad en la mujer en sus roles tradicionales históricos. La mujer integra a la familia, históricamente provoca la solidaridad del colectivo familiar de los miembros de la familia con los otros miembros de la familia, y distribuye los recursos con que cuenta el hogar y cuida, como aquí se ha dicho en el otro panel, en este modelo histórico cuida a todos los miembros de la familia, desde los más fuertes, desde los que más se sostienen por sus propios medios hasta los más vulnerables; desde luego los pequeños hijos y también como aquí se ha dicho en el panel anterior tiene esta responsabilidad de cuidar a los adultos mayores en muchas ocasiones. Sin embargo, sí quiero decirles que el que yo en este panel y a través de este foro y en compañía de ustedes busque exaltar estos valores históricos de la mujer. Por ningún momento pasa por desconocer lo siguiente: En el siglo XX, el siglo pasado, a mi juicio se vive la revolución más importante en la historia de la humanidad. Y para mí esa revolución fue precisamente la llegada de la mujer a la edad adulta, la emancipación de la mujer.

Es en el siglo XX cuando la mujer empieza a actuar a nivel económico en el mercado laboral, a nivel productivo, alcanza el voto. Aquí en México en 1953, como nos dijo la senadora Cristina Díaz, la mujer empieza a ser un sujeto activo y partícipe en su entorno social, a generar riqueza económica, a incorporarse al mundo de las ideas, a incorporarse al mundo laboral. Y junto con este fenómeno, hay otro muy importante. Por primera vez en la historia de la humanidad, la mujer tiene la posibilidad de emanciparse de las cargas reproductivas. El advenimiento de la píldora anticonceptiva, que trae consigo incluso la revolución sexual, permite que por primera vez en la historia del mundo, la mujer pueda tomar la decisión si desea, dentro de ciertos parámetros, desde luego, pero hablando en un nivel conceptual, de si desea o no ser madre y la mujer se empieza a liberar y adquirir grandes fortalezas. ¿Pero qué sucede? Y esto lo decía la doctora Laura Sour, que realmente la liberación femenina, debió traer o debe traer consigo un repensamiento o replanteamiento de los roles tradicionalmente masculino y tradicionalmente femenino. La mujer aprendió los roles que tradicionalmente el hombre había detentado, que el hombre había tenido. En cambio el hombre se vio rezagado y hablo en forma general, porque el hombre no se emancipó de su rol tradicionalmente masculino, para acercarse a lo que significa los valores tradicionales de la mujer: ser el mejor amante, el mejor compañero y el mejor padre. Y compartir efectivamente todos estos procesos biológicos, familiares, íntimos, personales que constituyen una riqueza fundamental de la humanidad y es donde se requiere que el hombre también tenga este aprendizaje y este replanteamiento de los roles tradicionales.

Ahora, en cuanto a los valores tradicionales y haciendo esta salvedad, diré que son valores tradicionales de la mujer, entre comillas, porque en el desenvolvimiento histórico, ella los aportó; en el desenvolvimiento histórico ella fue la madre y maestra, ella fue el núcleo de su hogar y ella administró los recursos. Pero el que esto haya sido así históricamente, de ninguna manera significa que ahora yo esté dividiendo y diciendo: “Ésta es la tarea de las mujeres y ésta es la tarea de los hombres”, sino lo que trato de plantear es que hay valores que históricamente la mujer desarrolló más y valores que históricamente el hombre desarrolló más y ambos tipos de valores aportan para una mejor sociedad y sobre todo, si en lugar de clasificarnos porque somos mujeres tenemos que ser de cierta manera y porque somos hombres, como dicen no vamos a poder echar la ropa a la lavadora o qué sé yo, si en lugar de hacer eso, nos replanteamos como seres maduros, adultos, pensantes, independientes, ya se vuelve un valor, el que antes era femenino, un valor de la humanidad, que es accesible tanto al hombre como a la mujer. Igual en el caso de un valor tradicionalmente masculino, una mujer que no quiere tener hijos, una mujer que asume su libertad laboral, su libertad sexual, pues también es una elección que ya pasa a un nivel personal. Y entonces, la idea de este Foro es, reivindicar estos valores que por años fueron desarrollados y en los cuales, como decía Juan José Arreola, la mujer llegó a la genialidad de ser formadora de valores y ver cómo como sociedad, también tenemos que plantearnos, que más allá de las variables económicas, más allá de las variables sociológicas, si no hay causa por los otros, si no hay valores, si no hay solidaridad, si no hay unión, amor entre los miembros de una sociedad, pues difícilmente se podrá acceder a una cultura contributiva.

Es cierto que es importante, “bueno, yo pago mis impuestos para evitarme mayores problemas”. Son valores muy utilitaristas que, desde luego, están presentes pero la administración ahora puede estar a cargo del hombre, de la mujer o de ambos, esto va a motivar a los miembros más fuertes de esa familia a aportar sus recursos. Debe pasar lo mismo en la sociedad mexicana, todos aquellos hombres y mujeres que tengan la potencialidad económica de contribuir al gasto público si ven que este gasto público se ejerce con rigor, con transparencia, se ejerce para lograr una sociedad más moderna, más equitativa donde cada hombre y mujer pueda aspirar a su mejor desenvolvimiento y desarrollo, yo creo que eso será lo primero la génesis misma del valor de la cultura contributiva. Y quiero concluir reflexionando en un gran pueblo que existió en la historia de la humanidad y que todos conocemos y que es Roma, se cuenta que en Roma el ser ciudadano, porque la mujer no podía ser ciudadano, pero el ser ciudadano era un motivo de gran orgullo, porque estaba totalmente identificado el romano con su ciudad, con la polis. Y los romanos se apresuraban a cumplir y a contribuir, en la mejor época de Roma, a las causas públicas, ¿por qué? Por el orgullo de ser romano. Es tan importante este orgullo por la patria que cuántas películas ha hecho Hollywood sobre la grandeza de Roma y lo que significaba para los seres que formaban aquel pueblo pertenecer a Roma. Tenemos, que reivindicar también la superior causa de México, más allá de partidos políticos, más allá de los políticos que, en un momento dado, estén en un nivel directivo. Cada mexicano, cada mexicana tiene que hacer su tarea. Ésa es la posición de la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente; esa primera relación es de la persona con la polis, en este caso con la patria y esa relación con esa patria que nos forma a todos, con esa patria que nos alimenta, que nos nutre, que nos permite caminar, esa relación tiene que ser reivindicada en la génesis misma de una nueva cultura contributiva para lograr un mejor pacto fiscal por la causa de México. Yo aquí dejaría mi participación y pasaría a dar la palabra a mis colegas que me acompañan hoy. En primer lugar le voy a dar la palabra a nuestro valiente y brillante amigo, el licenciado Manuel Tron, y voy a leer una semblanza breve de Manuel. Él es Licenciado en Derecho por la Universidad Panamericana, cursó especialidades de posgrado en Derecho Económico y Corporativo y en Derecho

Fiscal; ha sido –y esto es un orgullo- el primer presidente de Latinoamérica de la International Fiscal Association a nivel Mundial. Ha cursado especialidades de Derecho Fiscal Internacional; se ha desempeñado como profesor de materias relacionadas con el Derecho Fiscal en diversas universidades, es articulista habitual en publicaciones especializadas en nuestra materia tributaria y conferencista en diversos foros, incluso en foros por la causa de las mujeres. Eso no aparece aquí en tu currículum, Manuel, pero ya lo puedes agregar. También publicó el régimen Fiscal de 105 Extranjeros en México y bueno, sin más y siendo socio Director, actualmente, de Tron, Abogados y agradeciéndote mucho, Manuel, estamos listos para escuchar tu participación. Lic. Manuel E. Tron Pérez Kühn: Gracias Diana, gracias por tu gentileza y gracias a la Procuraduría institucionalmente, por la invitación para estar aquí el día de hoy con ustedes, mi reconocimiento a la labor destacadísima de Diana Bernal al frente de esta institución que establece un parte aguas en este país. Un reconocimiento también a mis compañeras del panel, Gabriela Pellón y Gabriela Ríos Granados, porque no es común poder compartir un espacio como este con tanto talento reunido. Tengo que reconocer que a pesar de tener muchos años de experiencia hablando en público, no es lo mismo hablar entre puras mujeres talentosas y a un público mayoritariamente femenino, normalmente mis congéneres me creen más cosas y me cuestionan menos; entonces tendré que ser un poco más cuidadoso. Pero tratando de contextualizar y créanme, no trataré de explicar a las mujeres, todavía sigo tratando de entender, pero bueno. Lo que yo quisiera es retomar esa parte de la nueva cultura tributaria. Estoy totalmente de acuerdo, nos hace falta, nos hace falta en este país claramente una nueva cultura tributaria; pero más allá de una nueva cultura tributaria, Diana usó un concepto que a mí me gusta mucho y que no es privativo de la sociedad mexicana en Europa, hoy está en las banderas, que es la necesidad de una nueva cultura de verdadera solidaridad social y dentro de esa solidaridad social la parte contributiva, la parte del cómo hacer efectiva esa solidaridad es precisamente el cumplimiento fiscal.

Y ante esta realidad y tanta necesidad social y con el ánimo de tampoco hacerlo tan serio y sabiendo que además estamos ya al final de la mañana, después de haber escuchado a muchísimas mujeres talentosas y con quien difícilmente podría yo competir, no me queda más que citar a un gran filósofo mexicano, por supuesto, varón y que eran don Salvador Chava Flores, y escribió hace muchos años: “Mira, Bartola, ahí te dejo esos dos pesos, pagas la renta, el teléfono y la luz. De lo que sobre coges de ahí para tu gasto y guárdame el resto para echarme mi alipús”. Eso decía esto, no tiene desperdicio la letra y el insigne autor sigue afirmando: “Que el dinero que yo gano toditito te lo doy” y así nos va llevando por su canción. Yo diría que no se adorne, porque a mucho nos pasa lo mismo, pero bueno. Pero ya hablando en serio y pasando un poco, esta letra nos muestra de alguna manera muy ingeniosa que esta habilidad clarísima de la mujer para hacer más con lo menos, esta habilidad que parece innata, genética o incluso histórica y nos lleva a pensar necesariamente en las formas en que podría; primero transmitirse y no solamente a las hijas claramente; y segund cómo aplicarlo, cómo llevar esto a la materia tributaria. Aquí daría una brevísima reflexión, primero que es un tema que recientemente me ha venido a la mente y es que el tema del contribuyente, de ser contribuyente es importante que partamos de una realidad, no es un tema vocacional. Yo le he preguntado a infinidad de niños, empezando por los míos, qué quieren ser y me han dicho astronauta, pintor, doctor, veterinaria, ama de casa. Nadie me ha dicho: oye, papá, yo quiero ser contribuyente, qué lindo, cuando crezca. No, eso no existe, no nos queda más remedio, es parte del tema, es una obligación. Y hoy, todos los días estamos encontrando con impuestos, ahí viene una Reforma Fiscal. Estamos intercambiando información con muchos

países, particularmente con Estados Unidos y que vamos a meter a la cárcel a todos los evasores. Yo siempre me he preguntado: ¿Si los metieran a todos, quién cierra la puerta? Porque yo creo que para empezar no íbamos a caber. Pero bueno. Lo que también es cierto y que a lo que Diana se refería, es que oímos muy poco de cómo vamos a reducir los gastos y al reducirlo no en el sentido de que nos ocupemos de menos cosas. El estado tiene grandes responsabilidades sociales, sin duda. Pero debemos dejar, para decirlo claro, dejar de desperdiciar el dinero, necesitamos tener una mejor rendición de cuentas de la forma en que administran nuestro dinero. Que no perdamos de vista, es nuestro dinero, es nuestro patrimonio común de los mexicanos. Quienes estamos en este tema de los impuestos, entes de la parte jurídica, hemos oído hablar de un señor que a mí me encanta leer sus decisiones en la Corte, fue juez de la Suprema Corte de los Estados Unidos entre 1902 y 1932, hijo de un gran poeta norteamericano, este señor se llamaba Oliver Wendel Holmes Jr. y se le conoció en la Suprema Corte como “El Gran Disidente”. El gran disidente porque siempre en ese momento eran buscar los puntos flacos de las decisiones y los más profundos. Y dijo en varias ocasiones, pero la primera en 1904, al menos la primera que está registrada al hablarle a un grupo de alumnos, no recuerdo si era la Universidad de Harvard o Yale al graduarse y les dijo un frase que hoy se ha vuelto fundamental: “Los impuestos son el precio que pagamos por una sociedad civilizada”. Esta frase de Oliver Wendel Holmes, en el Internal Revenue Service de los Estados Unidos lo adopta como lema y si ustedes visitan el edificio central en Washington está inscrita a la entrada: “Los impuestos son el precio que pagamos por una sociedad civilizada”.

Cuando pienso en esta frase y en otras similares que ciertamente no tienen desperdicio, una lástima que hoy el tiempo no nos daría para entrar en todas, siempre me hago una pregunta que yo no sé si a ustedes se les ha ocurrido particularmente hoy, hoy que hemos estado hablando de cultura tributaria, de compromiso solidario, de responsabilidad social, y yo creo que esta pregunta tiene mucho que ver, creo yo, insisto, hoy seré muy cuidadoso en hacer afirmaciones categóricas. Creo, me atrevo a suponer que tiene mucho que ver con el tema central del panel, y la pregunta, es una pregunta que me ronda la cabeza constantemente, es ¿por qué pagan impuestos los contribuyentes cumplidos? Es muy interesante, por qué las mujeres y los hombres de este país dedican tiempo, dinero, esfuerzo, su clave de internet, llevar sus registros, pedir facturas, pagar el IVA, estar al día, ir a sacar su firma electrónica avanzada, su clave para poder tramitar a través de internet, preparan su declaración, sacan dinero de su cuenta, dinero que ya no van a poder usar para otras necesidades o para otros gustos y se lo entregan voluntariamente al gobierno. Buscar razones para evadir impuestos es muy sencillo: Que si el dinero se lo roban, que si ya vimos a los líderes, que la maestra y ahora qué escándalo, lo de Neiman Marcus, que si mi vecino que era un don nadie y ahora fue un puestecito en el gobierno y ahora es rico. No nos faltan pretexto para decir, no nos faltan pretextos para evadir la responsabilidad. Pero la pregunta es otra vez: ¿Cuáles son las razones que motivan a los contribuyentes cumplidos? ¿Por qué hay contribuyentes cumplidos? Hoy en México, siendo una tendencia mundial hay un ataque frontal a la evaluación y a la elusión fiscal. Las autoridades del mundo,

particularmente a partir de 2006 se han encargado de decirnos que planear fiscalmente ya no sólo es ilegal. El Primer Ministro de Inglaterra, los últimos meses ha insistido es inmoral y poco ético. Los escándalos están al orden del día que si Starbucks no paga, que si tal otra empresa mundial tampoco. Hay todo un tema de debate, donde incluso está planteando la OCDE la necesidad de dejar sin efectos los tratados de doble imposición porque se está abusando de ellos. En este contexto, creo yo claramente persecutorio, me atrevería a decir incluso o de una posición mucho más radical y más firme o más agresiva de la autoridad fiscal en el mundo, y en México no nos escapamos, se ha desarrollado una escuela paralela de pensamiento que tiene a tres autores como exponentes principales, al menos que yo he encontrado, que son Menon Togler, Larts Felt y Bruno Fe. Y estos señores afirman algo muy interesante. Ellos afirman que el efecto de la amenaza de acción legal, por parte de la autoridad en contra de los evasores no justifica el nivel de cumplimiento. En otras palabras, el susto que le tenemos a que nos pesquen en la maroma no es suficiente para motivar el cumplimiento. Y miren que hay gente que sí le da más que a otras. Me contaban de un señor que el otro día cerraba su negocio en la tarde y al estar poniendo ahí candados se le presentaron dos señores muy trajeados, muy correctos, y le dijeron: Disculpen, venimos a hacer una auditoría fiscal, ¿nos permite, usted, pasar? Y dice: Tómala. Bueno, pues pasen ustedes. Entran los señores, abren el portafolio, sacan una pistola y le dicen: Arriba las manos, esto es un asalto. Y el señor dice: Uff, qué suerte, qué barbaridad. Así exactamente nos sentimos. Pero estos señores dicen, que el chiste es aparte, no hace sentido y no se logra el efecto de cumplimiento por la mera amenaza.

La afirmación contraria sería cierta, de no haber una amenaza sí habría una mucha mayor evasión. Claramente una norma sin sanción, nos ensañaron a los abogados desde el primer año de carrera, es una norma imperfecta. Y en México el peor enemigo de la cultura tributaria, es la impunidad, empecemos por ahí. Pero en fin, estos señores hacen una serie de estudios para soportar esto que dicen y afirman que no es sensato. Que en Estados Unidos, por ejemplo, en el año 2011, con una población de cerca de 300 millones de habitantes, se presentaron 144 millones de declaraciones anuales, casi el 50 por ciento de la población total. En Suiza el cumplimiento voluntario está arriba del 76 por ciento, en términos de población. En México, el año pasado con más de 110 millones de habitantes, escasamente tuvimos tres millones de declaraciones anuales. Estos señores sostienen, entonces, si no es eso, si no es ese miedo a que nos pesquen qué motiva. Y ellos afirman que hay cinco poderosas razones para motivar a un contribuyente. La primera, tiene que haber vigencia del Estado de Derecho. La ley se tiene que aplicar. Y yo aquí siempre uso un ejemplo. Todos hemos visto, hemos oído del taxista que va en Tijuana, hablando por teléfono, comiéndose unas papitas, sin ponerse el cinturón, y al cruzar el puente cuelga el teléfono o lo pone en manos libres, se abrocha el cinturón y en lugar de tirar el envase por la ventana se para en el primer descanso de carretera, busca el bote de reciclado de aluminio y ahí pone su lata. “Oye y bueno, señor, el aire americano es mejor o qué le pasó al cruzar la frontera. ¿Se le prendió el foco?” “No”. La respuesta es muy sencilla: ese señor percibe que en ese país hay una ley que se tiene que cumplir y que si no se cumple, hay consecuencias.

El estado de derecho a la vigencia y el estado de derecho es un tema de percepción y se tiene que lograr. Primer elemento: estado de derecho. Segundo elemento: control de la corrupción y no solamente en el tema de que no se roben el dinero, sino van más allá, que se use eficientemente, que se rindan bien las cuentas, que se logre lo más con lo menos. Tercera: eviten los tratamientos preferenciales, que generan una percepción de injusticia. ¿Y por qué esos señores de esta agrupación equis o zeta? No, no voy a decir sindicatos, luego alguien se ofende, no tienen obligación de dar cuentas y yo sí. ¿Y por qué aquel puede decir que le regalaron dinero y no paga impuestos y si lo hago yo voy a dar a la cárcel? Los tratamientos preferenciales, son de injusticia que va en contra. Siguiente, que la ley se aplique siempre, no hay escape; por pequeño que sea el asunto, la autoridad tributaria debe seguirlo siempre, la autoridad debe adoptar a todos. Y por último: transparencia e intercambio de información. Ahora, la pregunta más interesante aún sería cómo podemos estos cinco argumentos o estas cinco razones vincularlas eficiente e inteligentemente con el tema central del día de hoy y especialmente con este panel. No está fácil, y como no tenemos aquí en el panel a doña Bartola, que nos diga cómo le hacía con los dos pesos, me atrevo a pasar el uso de la palabra a la licenciada Pellón, que ciertamente talento no le falta y estoy seguro que ella podrá hacer mucho mejor contestación de este planteamiento de cómo vinculamos estas razones con el tema central y con el papel de la mujer como formadora de valores.

Gracias. Lic. Diana Rosalía Bernal Ladrón de Guevara: Es antes y ya se oyen reflexiones, y voy a darle la palabra a la licenciada Gabriela Pellón Martínez. Ella es licenciada en derecho por la Universidad Iberoamericana. Tiene una especialidad en derecho fiscal por la misma Universidad. Es miembro de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, y participa en la Comisión Fiscal de la misma, desde 2001. Actualmente es social del Despacho Ortiz Sáez y Arreguerena; ella es miembro del International Fiscal Asociation desde el 2002 y es la Coordinadora del Comité de Cursos y Seminarios desde 2008 a la fecha; además de que es miembro del Consejo de la IFA México. Fue reportera por México para la publicación de Cahiers du Droit Fiscal International, fue panelista en el Congreso de la IFA 2010, llevado a cabo en la ciudad de Roma; miembro de la Comisión Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México, miembro del Comité Fiscal de la American Chamber of Commerce; expositora en diversos cursos y pláticas fiscales. Como verán tenemos a una brillante mujer, brillante abogada, brillante fiscalista. Muchas gracias Gaby, te escuchamos con mucho interés. Lic. Gabriela Pellón Martínez: Muchas gracias Diana, muchas gracias por la invitación. Gracias a ustedes por estar aquí con nosotros hoy, conmemorando el Día de la Mujer y escuchando estas cuestiones tan interesantes. Este panel, la primera vez que escuchamos el nombre, nos llamó la atención a los tres, en qué significa o qué pretende Diana con el título

de la Mujer como Pilar en los Valores de la Sociedad o de la Familia, y cómo hacer una analogía con la relación fisco-contribuyente. De aquí, bueno, regresando al tema de Bartola, cuando Manuel dice que tiene mucho talento, espero que no estuvieras esperando a que me arranque cantando, ya que tú no lo hiciste, pero resulta que Bartola, que en esta ocasión son a todas las madres de nuestro país, que efectivamente, como lo comentaba Diana, durante todo el Siglo XX y más ahorita, hemos tratado de incursionar en casi todas las áreas de la vida profesional, hoy vemos, no me dejarán mentir nuestras senadoras aquí, nuestras diputadas, ya tenemos en casi todas las áreas, mujeres destacadas, llevando a cabo una labor importantísima en sus ámbitos profesionales, competitiva, al igual que la de los hombres, sin embargo, en nuestro país y un poquito siguiendo lo que decía Diana, la mujer quizá no ha logrado y creo que es por una necesidad económica, esa emancipación de sus labores de madre y de sus labores al frente del hogar. Entonces, resulta que la mujer juega dos roles, el papel de profesionista y el papel de madre, quienes lo hacemos nos partimos en 20 y lo logramos. Y para esto les traje brevemente unas estadísticas que reflejan lo que les estoy diciendo. Ya hablamos de por qué la mujer es el pilar históricamente, por qué quizá naturalmente o moralmente, pero la realidad mexicana, y la doctora Laura también nos lo explicaba económicamente, nos dice que la mujer por necesidad económica también ha tenido que ser sustento familiar, por ejemplo, según el INEGI por cada diez personas económicamente activas seis son hombres y cuatro son mujeres. Del porcentaje de las económicamente activas el 38, aproximadamente, están casadas, el 34 son solteras y el 27 por ciento se encuentran en unión libre, están separadas, divorciadas o viudas. De las mujeres económicamente activas tres de cada diez son consideradas el pilar soporte de la familia; así también las mujeres dedican –y este dato me fascinó y viene el caso con lo que se hacía en el otro panel- 92 horas semanales al trabajo, ya sea laboral y/o del hogar, superando con 25 horas más al trabajo del varón.

Este panel no pretendemos que de ninguna manera parezca que es un panel feminista ni mucho menos. Manuel es un suicida. Las mujeres no somos más inteligentes que los hombres, no tenemos más capacidad que los hombres, no somos más responsables que los hombres, simplemente una cuestión de características incluso cerebrales, platicábamos, la mujer es adversa al riesgo, pero por una cuestión química en el cerebro; es decir, hay muy pocas corredoras de autos, creo que hay una y creo que ninguna en la “Fórmula 1”, ¿por qué? No es casualidad, la mujer es adversa al riesgo, la mujer prefiere sentirse segura, la mujer protege, la mujer es responsable de lo que tiene y trata de multiplicarlo, hacer más con lo que tiene porque puede no haber más; pero no es porque sea ni más inteligente ni más capaz ni mucho menos. Entonces, siguiendo un poco con estas cifras que nos llevan a lo principal del panel, es que actualmente en México existen familias nucleares y monoparentales. Hoy día la familia monoparental con jefatura masculina son minoría, y esto es dramático. El 41.7 por ciento de los jóvenes mexicanos hoy crecen en una familia monoparental, sin figura paterna. Estos son datos de la Federación Mexicana de Comunidades Terapéuticas, y con un 54 por ciento se ven en la necesidad de apoyar al sustento familiar una vez que cumplen la mayoría de edad, si no es que antes, en casos dramáticos. En los últimos 50 años los hogares con jefatura femenina aumentaron en México en más de un 700 por ciento. En 1960 había, aproximadamente, 927 mil hogares con jefatura femenina. Del 2000 al 2008 los hogares con jefatura femenina aumentaron en más de un 50 por ciento, hoy hay 2.33 millones; y se conoce que desde el año del 2008 uno de cada cuatro hogares estaba encabezado por una mujer. Entonces, el hecho de que la mujer sea el sustento familiar es independiente a si juega un rol laboral o no lo juega, si se queda en casa como Bartolo esperando los dos pesos o sale a buscar los dos pesos, haya o no haya Bartolo. Es una necesidad económica. Ahora bien, resulta que la mujer tiene dos notables tareas en la casa, administrar los recursos y la educación de los hijos, me refiero dentro de la educación de los hijos y el cuidado del hogar, la mujer es quien pone atención a que no falte nada en el hogar, insisto trabaje o no, alimento, limpieza, que el hogar esté limpio, si alguien se enferma es la que se encarga del remedio casero de ir por la medicina, de regresar, de levantarse cada cinco minutos a ver si tiene calentura, ya se le

bajó, meterlo a baña, todo lo que implica eso; que no falte ropa, que no falte calzado, si hay que poner un parche, si hay que coser una bastilla, si hay que quitarle la bastilla, pasarle la ropa del hermano grande al chico. Todas esas labores finalmente las hace una mujer. Insisto, es una cuestión de característica femenina. Y entonces resulta que los hijos tratando de hacer esta relación que hace Prodecon entre fisco, contribuyente y madre e hijo, resulta que nos damos cuenta que el fisco o el estado, en este caso, quien es el encargado de proveer a los ciudadanos de seguridad, de salubridad y demás, resulta que es mujer. O sea, resulta que el estado ya no es el papá gobierno, es la mamá gobierno, resulta que el SAT es mujer también, tratando de hacer este símil. De ahí que la relevancia de lo que la mujer transmite a los hijos, ahora sí es entrando al tema del panel, para que se desarrollen dentro del núcleo, el mínimo núcleo social que es la familia y puedan replicarlo, siendo los futuros contribuyentes de este país en su comunidad, hablando de la solidaridad, hablando de la integración en la comunidad, hablando de todo eso. Manuel tocaba cuatro puntos muy importantes que se debían de cumplir para vivir en una comunidad y para tratar de que se paguen los impuestos y por qué pagan impuestos los que pagan impuestos. Primero. El estado de derecho. La madre pone reglas claras, pone conductas que se deben de seguir dentro de la familia y los hijos saben que hay cosas que no pueden violar dentro de la familia, los hijos y el esposo incluso también… Bartola no lo sabe también, pero bueno. Digamos que la mamá es quien establece el estado de derecho dentro de la familia y dentro de su entorno ella establece el estado de derecho, establece las sanciones.

Normalmente una madre trata de no darle un trato desigual a sus hijos. Es decir, los hijos los conocemos por las mismas razones, los beneficios también los conocemos por las mismas razones. En general la madre trata de transmitir esos valores a los hijos y déjenme hablar aquí hoy que es el Día de la Mujer, no el día de las mamás, déjenme hablar también de las abuelas que en muchas ocasiones son quienes educan también y de las personas de asistencia que en algunas casas privilegiadas existen y normalmente son mujeres. Insisto, no es una cuestión feminista, es una cuestión de naturaleza humana. ¿Quién duda que mamá esté destinando los recursos muchos o pocos que hay en la familia para lo necesario? Nadie, nadie lo pone en duda, mamá sabe qué hacer con el dinero; la mamá sabe qué pagar, qué no pagar; cuando nos dice no, no te compro esto porque no hay dinero, el niño se calla, el niño ya sabe que no puede, no repela, no argumenta, no nada. ¿Por qué? Porque hay plena confianza en que la mamá va a distribuir los recursos que se tienen para las finalidades de la forma más eficaz y eficiente. De aquí tendríamos que las madres además de todos estos valores relevantes que podemos transmitir a nuestros hijos, transmitir uno más importante que creo que todavía no lo tenemos en nuestra escala de valores y es la necesidad de pagar impuestos. Los impuestos no son optativos, son una obligación de todos los mexicanos y si las madres tenemos la capacidad de moldear, iba a decir pequeños contribuyentes, pero no, ojalá sean grandes contribuyentes en el futuro; tenemos la capacidad de moldear a los futuros contribuyentes, qué importante sería que la mamá también dentro de estos valores

inculcara la necesidad de contribuir al gasto público, en la necesidad de contribuir con el pago de impuestos. ¿Y cómo? Con el ejemplo. A todos nos hacen ojitos cuando el niño pide la carta a Santa Claus, el juguete que no encontramos en ningún lado y lo vemos en el alto, lo está vendiendo un señor, la tentación de comprarlo y comprarlo más barato y comprarlo rápido y demás es mucha; pero la madre que compra, que contribuye con la informalidad, la madre que no se preocupa, nos preocupamos por todos los pagos, pero yo quiero saber ¿cuántas madres se preocupan por el pago del predial? Eso sí que lo vea Bartolo. O sea, hay muchas cosas, los impuestos finalmente deben de ser parte de estos valores entendidos, la necesidad de pagar impuestos y creo que esa es la responsabilidad que hoy tenemos las madres mexicanas. Somos muy buenas para transmitir otros valores. Creo que la obligación o la moral tributaria también es un valor que hay que transmitir. Hasta aquí mi primera participación, Diana. Lic. Diana Bernal Ladrón de Guevara: Muchas gracias Gaby, por tu participación tan interesante y tan amena. Muchísimas gracias. Le voy a dar la palabra a la otra Gaby, a la doctora Gabriela Ríos Granados. Gabriela es doctora en Derecho por la Universidad de Salamanca, España. Es investigadora titular de tiempo completo y coordinadora del área de Derecho Tributario del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Es profesora de Derecho Tributaria de la Facultad de Derecho de la propia Universidad.

Miembro fundador del Grupo Análisis Tributario Legislativo, ATRIL. Investigadora nacional nivel 1 del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT. Miembro del Colegio Nacional de Profesores Investigadores de Derecho Fiscal y Finanzas Públicas, miembro del Instituto Latinoamericano de Derecho Tributario y de la Comisión de Derecho Fiscal de la Barra Mexicana Colegio de Abogados. En sus ratos libres es también madre y jefa de familia. Autora de los libros “Control de proporcionalidad en el Derecho Tributario Mexicano”, “Notas sobre Derecho Tributario”, “Tributación ambiental”, “La contribución por gasto”, entre otros. Ha publicado más de 50 artículos en revistas especializadas y obras colectivas en México, España, Perú e Italia. Ha impartido más de 45 cursos alrededor de la República Mexicana y el extranjero. Ha organizado números seminarios y congresos en materia tributaria y dictado innumerables conferencias, tanto en México, como en Italia y España. Nos honras con tu presencia y con todo este currículum tan destacado, Gaby. Muchas gracias. Dra. Gabriela Ríos Granados: Muchísimas gracias Diana querida, por esta invitación que me permite compartir opiniones con un panel con personalidades tan destacadas, con la frescura de Gaby Pellón, con la simpatía de Manuel Tron y con la versatilidad de la palabra de Diana.

La verdad es que me siento muy honrada y espero estar a la altura de mis co-panelistas y para no ser redundante en el tema del rol de la mujer y cuando amablemente nos convocó Diana Bernal. Me permito hablarte de forma muy coloquial. En un desayuno no comprendíamos, en efecto, el alcance y la vocación de este foro. Sin embargo, después de varias reuniones hemos alcanzado a ver la concepción que tiene Diana, lo cual lo aplaudimos, es muy loable. Y en este sentido yo quisiera poner no el ejemplo del mexicano que está en el extranjero. Yo quisiera poner el ejemplo del francés que está en México, y es una anécdota que la he vivido, y la voy repitiendo, porque el ejemplo se llama Michel, es papá de una compañerita de mi hija. El disfruta de una educación de primer nivel, porque va y lo digo así, porque va al Liceo Francés. El Liceo Francés no depende del sistema educativo nacional, depende del Ministerio de Educación Francesa. De hecho no llevan los planes de estudio de México, sino los llevan todos del Ministerio de Educación Francesa. Y él tiene esta oportunidad de llevar a su hija, porque el Gobierno de Sarkozy tiene esta apuesta a esa cultura por la educación. Y no paga ningún centavo por esa educación, mientras que los padres de niños mexicanos que optamos por esta educación tenemos que pagar. Y él estando en México, es carpintero, se ha capacitado para ser carpintero, pero él decidió no pagar contribuciones. O sea, él tomó como opción no pagar contribuciones. No se ha dado de alta en el SAT. No expide sus recibos de honorarios, y yo le he dicho a Michel ¿pero por qué no te das de alta? Es que tú eres la única persona en México que me ha dicho que me dé de alta. Y le dije: ¿Y qué harías si estuvieran en Francia, en París, Michel? Y me dice: Ah, claro, allá sí pagaría mis impuestos. Y yo ¿cómo? ¿Sí, me daría de alta ante la Administración Tributaria?” Y no nada más eso, más de la mitad de mi ingreso lo tendría que pagar a Administración Tributaria.

Y ese es el ejemplo del francés en México, que cambia comportamientos. Y es un poco como lo que comentaba Manuel en el sentido que por qué hay contribuyentes cumplidos. En todas partes, no hay contribuyentes cumplidos; y sí es cierto lo que comentaba Manuel, no es un tema aspiracional. En Alemania también hay contribuyentes incumplidos, donde la cultura en Alemania se caracteriza por ser integrada, por tener un gran sentido de la responsabilidad, por tener un gran sentido de la solidaridad y donde no existen grandes brechas salariales y en este sentido no significa la fuerza o el imperio de la Ley o la existencia de una amenaza, sino también hemos visto que el derecho se ve influenciado por la economía y la economía a través de los estímulos. Por ejemplo, quisiera recordar el famoso perro de Pablof, que responde a los estímulos ante una zanahoria. Y yo quisiera no hablar nada más de los estímulos o del castigo y del premio, de cómo persuadir a las personas a que paguen contribuciones y el ejemplo es el francés en México de Michel. Y tiene que ver con un tema cultural. Y cuando estábamos discutiendo el tema cultural y el tema de este panel, coincidimos los tres, que la formación de valores no es exclusivo de un género, o sea, no es exclusivo de la mujer o no es exclusivo de un hombre. Tanto hombres como mujeres construimos valores. Y en este sentido, yo quisiera hablar del tema de sistemas culturales, y para hablar de sistemas culturales, pues nos tenemos que ir a lo que significa la cultura. La cultura significa en el sentido etimológico, proviene del latín, y es “colere” y significa cultivar, construir.

Y atendiendo a los especialistas del multiculturalismo y a los sistemas culturales en la empresas, a mí me gustaría dejar sentado en estos escasos 10 minutos, dos ideas primordiales que las podemos debatir posteriormente, y es que la idea de la cultura, significa una programación colectiva de la mente, y esta programación colectiva de la mente, contiene valores, que es lo que estábamos discutiendo en este foro y es la idea que tú querías transmitir en este foro, tradiciones, nuestra tradición como mexicano, creencias, qué es lo que queremos los mexicanos y además otra concepción de lo que es la definición de cultura, la cultura también es un proceso de comunicación. Y la comunicación se puede dar en el sentido más amplio, la comunicación verbal como lo estamos expresando en este panel, la comunicación no verbal, la comunicación emocional. Entonces, para complementar estos dos conceptos de cultura, podemos señalar que la programación colectiva se realiza mediante los diversos procesos de comunicación y es así que engarzo las ideas que ha comentado Gaby. Desde pequeños nos han programado mentalmente con ciertas ideas. Por ejemplo, como madres o como padres, señalamos qué es lo que correcto o qué es lo incorrecto, qué es lo bueno y lo malo. Por ejemplo, yo en mi caso, yo soy agnóstica, mi hija no está bautizada, porque es una idea de vida, decidí que fuera a una escuela laica y que tuviera la mejor educación, porque yo apuesto por la educación, porque para mí la educación es el motor de movilidad social. En este sentido, la cultura va a guiar nuestras acciones y va a ser la que va a limitar nuestro pensamiento; la cultura es la que va a formar o la que marca la forma de utilizar el poder. Por eso es tan importante idea de que incluso hayas incorporado como una subprocuraduría la cultura contributiva y aquí nos

representa altamente nuestra amiga Diana, perdón, es que son dos, Minerva Hernández. En este sentido hay que reflexionar sobre la cultura mexicana, y los mexicanos hemos apostado por el petróleo, y hay que cambiar paradigmas y hay que empezar a apostar por una educación y apostar por una evolución cultural de nuestra gente. Pero no es fácil, no es nada fácil, por eso hay que empezar con uno mismo, es decir, cambiar paradigmas culturales personales. Por ejemplo, la disciplina es una cultura, hay que cultivar la disciplina y también hay que tener el conocimiento hacia dónde vamos, qué es lo que queremos, por ejemplo, Diana es una mujer muy visionaria y además es muy disciplinada porque todos los días, porque ella es maratonista, perdóneme que lo comente, pero para ser maratonista tiene que todos los días levantarse muy temprano y hacer, dedicarle cierto tiempo de su día a hacer ejercicio. Esto es una cultura. En México, desafortunadamente, tenemos la cultura en algunas dependencias públicas o a lo mejor incluso en organismos privados la cultura hacia la personalidad, el culto hacia la personalidad y no cultivamos el tema de la meritocracia, es decir, avanzar conforme al mérito de las personas y no hacia las alabanzas de las personas. Entonces, aquí hay que cambiar el chip, el chip es de hombres y mujeres, o sea, no es que, yo pienso en el tema de la administración del hogar, bueno, mi casa es un caos, desde que Israel se fue, que es el único hombre que ha estado a mi lado por más de cinco años, Israel actualmente es Director de Cultura Tributaria en Prodecon y él organizaba mi vida, en el sentido académico él es súper organizado y yo desde que se fue Israel pues soy caótica. Entonces, realmente lo que dice Gaby, tiene toda la razón, aquí también hay que romper paradigmas, no es que las mujeres seamos más, quizá seamos más intuitivas. Yo quisiera no abusar del tiempo y no tener que ser, sacar al árbitro y me tenga que expulsar con la tarjeta roja, quisiera nada más dejar esta idea de la cultura, es una programación colectiva de la mente que se da a través de la comunicación. ¿Y qué es lo que vamos a comunicar, qué tipo de información queremos transmitir? Eso es muy importante.

Hasta aquí lo dejo para dar lugar a los planteamientos que nos haga Diana a los panelistas. Lic. Diana Bernal Ladrón de Guevara: Muchas gracias a la Doctora Gabriela Ríos por esta exposición tan interesante y con tanta solidez en mostrarnos lo que es el proceso cultural y cómo se puede ir generando este proceso en bien de la causa contributiva. Yo quisiera ahora a los panelistas, a las panelistas plantearles algunas preguntas que se han derivado o pueden derivarse. Me referiré primero a algo que dijo Manuel Tron, con mucha precisión, que hay cinco causas, factores que según han estudiado los que han, grandes tratadistas que han desarrollado el tema de moral tributaria, de cultura contributiva, motivan el cumplimiento, el pago de los impuestos en las sociedades, en los estados; que son la vigencia del Estado de Derecho, el control de la corrupción no hacer tratamientos fiscales especiales o desiguales porque esto genera percepción de injusticia, dar la idea de que el fraude fiscal, me corriges Manuel si en algo estoy equivocada, dar la idea de que no hay escape para el defraudador fiscal, para evasor fiscal, algo muy importante, la transparencia e intercambio de información. Una pregunta que yo quisiera plantearles en relación con estos indicadores, es a mis compañeras panelistas, a mi compañero panelista, ¿cuál sería entonces el papel del proceso educativo en la generación de la cultura contributiva? ¿El proceso educativo tradicionalmente entendido como aquel que se da a los niños, a los jóvenes, a las nuevas generaciones, tanto en la familia, como en la escuela, como en la sociedad, este papel de la educación donde podría estar la génesis probablemente -es pregunta- de la formación de los valores solidarios podría jugar un rol importante en la generación de cultura contributiva? Más que darle la palabra a alguien, me gustaría que quien quisiera, interviniera y pudiéramos ir comentando. Lic. Gabriela Pellón Martínez: Muy brevemente, más o menos de lo que se trató mi ponencia, Gaby hablaba de que la cultura se transmite con la comunicación.

Es decir, en una familia donde se pagan impuestos, donde mamá y papá trabajan asalariados, donde no se cae en la ilegalidad, donde incluso lo llevábamos al extremo. Creo que eso sería a donde debiéramos de llegar, pero donde se le pide, donde la asistencia está dentro del IMSS, donde se le pide un recibo al jardinero, quizá no existe el jardinero, sería en México que lo hagan, pero el ejemplo finalmente es lo que los niños ven, es lo que los niños harán cuando sean grandes. Dra. Gabriela Ríos Granados: En ese sentido Gaby, sí quisiera complementar la idea que acabas de decir. Es comunicación finalmente, es una comunicación no formal y viene implícita la comunicación. Entonces comunicación es una comunicación incluso emocional. Es lo único que quería decir. Lic. Diana Bernal Ladrón de Guevara: Manuel por favor, tu turno. Lic. Manuel E. Tron Pérez Kühn: Sin duda, suscribo y coincido con lo que se ha expresado. El problema que tenemos en México, es que vivimos en un entorno cultural, en un entorno de educación que nos manda mensajes contradictorios. Tenemos que ir al SAT a darnos de alta para estar en la legalidad y para entrar a la oficina que nos corresponde tenemos que pasar por arriba del puesto de un señor que vende películas piratas en la puerta del SAT. A ver por favor, no podemos, o sea, todo está muy lindo mientras sea de aquí para allá y no de éste lado.

Digo, me acuerdo de aquel sistema viejo que contaban de la época comunista en Rusia, que un día haciendo un programa de propaganda, le preguntaban a un campesino: ¿Si usted tuviera dos tractores y su camarada no tuviera uno, qué haría usted? No, pues yo se lo daría. ¿Y si tuviera dos mulas y el camarada del otro lado no tuviera una, usted qué haría? No, pues yo le daría una. ¿Y si usted tuviera dos vacas? Dice: No, esa sí no les daría yo ninguna. ¿Por qué? Porque dos vacas sí tengo. Y eso es lo que nos pasa; esta parte que no asumimos de compromiso personal, sí está muy bien que todo se haga bien, que todo esté en orden. El otro día platicando con un destacado jurista mexicano, exdirector de la Facultad de Derecho del ITAM, el doctor José Roldán Xopa, que es un pensador espléndido, él se hacía una pregunta en este mismo concepto, y decía: ¿A ver, para ti un alto en la calle, a la hora que sea, es una pared o es una sugerencia? Si no empezamos por no pasarnos los altos, por no comprar películas pirata, por no darle mordida al policía, por no tener una conducta ordenada dentro de la legalidad, será imposible desarrollar el concepto de obligaciones más elaboradas como es la contributiva. Lic. Diana Bernal Ladrón de Guevara: Por favor, Gaby. Dra. Gabriela Ríos Granados: Quisiera comentar que la educación es fundamental incluso no nada más en el seno familiar, sea hombre-hombre, mujer-mujer, abuelita y nietos, por circunstancias de la vida pues puede ser que alguno de los padres haya fallecido, digo, ahora

no podemos insertarnos en la idea de la familia tradicional, aunque se repliquen esas formas. Pero yo creo que es muy importante que la labor educativa formal desde la escuela es muy importante. ¿Por qué? Otro ejemplo que viene a colación y que lo habíamos comentado anteriormente con los panelistas, mi hija me dice el otro día: Mamá, es que yo me saqué, tuve cinco faltas en la “dicté negocié”. Y yo qué es la “dicté negocié”. Y me dice: Es que cada semana la maestra les pone a memorizarse algunas palabras que son en francés, pero a ellos les dicta la maestra, y el grupo de cuatro o cinco niños tienen que negociar de cómo es la manera en que se escribe la palabra. Cuál es la manera correcta de escribirlo. Y tuvimos cinco faltas. Pero la niña asumió que era solidario. Es decir, llegaron a tener que negociar ellos y decir: Cómo se escribe esta palabra. Yo pienso que se escribe con sin “h” y con “h”, porque no se escucha, y además el francés es muy complicado. Pero al final ella asumió que entre los tres compañeritos la idea de la realidad y llegar a un buen puerto, por él tuvimos cinco falta. No, entre todos tuvieron que negociar y llegar a decir: Así se escribe. Y yo creo que tenemos que cambiar ese paradigma con el sistema educativo, y yo creo que, Diana, el tema de la Prodecon es fundamental. Aprovechar que ya no tenemos a nuestra lideresa, y empezar a establecer ese tipo de vínculo con las escuelas y la cultura contributiva desde pequeños. Lic. Manuel E. Tron Pérez Kühn: Aquí hay un punto muy interesante. Hace algunos años tuve oportunidad de visitar a un amigo común de algunos de nosotros, a donde Fernando Serrano, profesor español destacado, que en esa época era el defensor de los derechos del contribuyente en Madrid, y fuimos a conocer su oficina, un edificio

bonito, austero, pero en la parte bonita en Madrid, en el centro y me muestra y entro y me encuentro un muro tapizado de dibujos infantiles. Y le dije: Bueno, ahora sí me tiene sorprendido o tú te dedicas al asilo o tienes más hijos que yo, lo cual no está fácil o por qué guardas los de todos, tus sobrinos; por qué tienes tantos. Dijo: No, estos dibujos son los ganadores, entre todas las escuelas, que hicimos en los niños de primero y segundo año de primaria que hicieran un dibujo de por qué debo pagar impuestos. Y tienen un programa de cultura contributiva, empezando en primero de primaria con los niños, fenomenal. Por ahí habría que empezar. El problema que tenemos hoy, es un tema que incluso con Diana hemos platicado en el pasado de hacer un programa formal al respecto. Es que hoy que me invitan frecuentemente diversas universidades públicas y privadas a hablar de temas fiscales, parece ser que convertir a un determinado contribuyente en el evasor fiscal más listo del país, es un gran logro para el muchacho universitario. Se premia y se aplaude. Es verdaderamente vergonzoso el mensaje que muchos de los maestros universitarios hoy transmiten. Creo que necesitamos trabajar sí abajo, pero también arriba. Es decir, tenemos que asumir esta parte que es un compromiso, que al final es un beneficio para todos. Yo les aseguro que si todos, todos en este país pagásemos los impuestos que tenemos que pagar la cosa sería muy diferente. Un datos estadístico, y esto lo pueden ustedes, si van a la página del SAT, hay una parte de transparencia, una sección que se llama “Transparencia focalizada”, y ahí encuentran datos muy interesantes, cuestión de saberlos buscar.

Se habla mucho que los grandes corporativos, que las grandes empresas no pagan impuestos o que pagan muy poco. Las 1,500 empresas más grandes de este país. 1,500 estoy hablando de nada. Las 1,500 empresas más grandes de este país contribuyen con más del 50 por ciento del total de la recaudación del país. Pemex pone otro veintitantos por ciento, y los restantes 110 millones de habitantes qué caramba estamos haciendo. Lic. Diana Bernal Ladrón de Guevara: No sé si quieras, porque va un poco en relación con esto que están diciendo, si me permitieran adicionar un poco mi pregunta, incluso, plantearla desde un aspecto teórico. Creo que todos coinciden, en todas coincidimos en que hay que educar para pagar contribuciones. Hay que educar para que los niños, los jóvenes que se van volviendo adultos sepan que tienen este deber con su comunidad. Yo quisiera hacerles una pregunta un poco teórica ¿se puede educar así directamente al pago de contribuciones o debería esto pasar previamente por otro proceso educativo? Que sería apostarle al valor de México, apostarle al valor de la patria. El lograr que más allá de las inconveniencias de los errores, de los graves problemas que tenga el país, el ciudadano, la ciudadana, el mexicano, la mexicana se sintiera que por el hecho de estar en México, él tiene un llamado directo a contribuir a la causa de México y que para este llamado no lo excusa ninguna situación, ni la corrupción, ni la falta de transparencia, ni la impunidad, porque es un valor, digamos, superior que sería el valor de la patria misma en la cual se vive. Yo no sé si esto sea algo muy teórico o sea tal vez algo pasado de moda, pero nos decía Manuel, no sé si dijiste Suiza, que tiene un nivel de cumplimiento del 76 por ciento y quién ha visitado Suiza, que por cierto es una Confederación y tiene cantones; sin embargo, conocerá

a los suizos y a las suizas y pues son bastante petulantes, o sea, están muy orgullosos de su nivel educativo, están muy orgullosos de esto, de esta nacionalidad. Más allá de los gobiernos, de las confederaciones o de algunos que dicen que en Suiza se lava más blanco, hay esta idea de cohesión con un colectivo superior. Esta idea de la patria, que muchas generaciones fueron educadas mucho en esta idea de la patria y que a lo mejor ahora, no sé, les planteo, ya es una idea que deberíamos abandonar, que es pasada de moda y deberíamos ir directamente el utilitario, educar para pagar contribuciones. Sería la pregunta. Gracias, Gaby. Lic. Gabriela Pellón Martínez: Lo que mencionas es muy relevante, importantísimo, porque en el círculo o en la relación estado-contribuyente, estamos solamente hablando de la parte del contribuyente, de educar a los niños y demás. Pero la primer pregunta que viene a la mente de la mayoría de los ciudadanos es no veo reflejados mis impuestos, las calles están llenas de hoyos, no hay alumbrado público, no hay seguridad, es una reacción normal, porque efectivamente quizá, independientemente de transparencia, no palpamos el pago de nuestros impuestos. Entonces, yo creo que lo relevante aquí, viene mucho al caso lo que acabas de mencionar, es si queremos lograr un cambio en la cultura contributiva, es un cambio circular; es decir, contribuyente-Estado y para eso no nos queda de otra más que educar niños que el día de mañana sean funcionarios públicos y desde luego inculcar el valor a la patria, el valor a México, que es la única razón de por qué podemos entender, y lo decía Manuel claramente el otro día, no importa que lo que pagues, de los dos lados, no importa que lo que pagues no

alcance para tu alumbrado público, tienes que pagarlo, no es pretexto, como tampoco importa, por el otro lado, si no te dan los números con lo que te pagan los contribuyentes, ni modo: “Mamá Bartola, tienes que hacer que suceda”. Entonces, yo creo que es una obligación bipartita, en donde estamos todos los ciudadanos: Estado y contribuyentes. Lic. Diana Rosalía Bernal Ladrón de Guevara: Gracias, Gaby. ¿Alguien más quiere intervenir sobre este punto? Dra. Gabriela Ríos Granados: En esta pregunta que nos has hecho y me ha hecho reflexionar, valga la redundancia, en que podemos apostar y debemos apostar por un mexicano universal; es decir, me parece correcto que nos identifiquemos y que tengamos una cultura y raíces muy profundas, si pensamos en el México prehispánico, pues es que no había la idea del Estado-Nación. Incluso se pagaban los tributos por guerra, por sujeción. No había esa identificación. Sin embargo, hoy por hoy nos podemos sentir muy orgullosos de que somos herederos de la cultura Mexica, de la cultura Maya y no había esa unificación. Entonces, yo creo que sí hay que ensalzar la identidad mexicana, pero hay que saberla direccionar, porque si no podíamos caer en discursos muy sin contenido. Entonces, es importante, somos mexicanos; sin embargo, como somos mexicanos, tenemos que pagar contribuciones, no. También todos, o sea, nada más por pertenecer a una colectividad, tenemos que pagar contribuciones y viene perfectamente la cita que hizo Manuel, don Manuel Tron, al juez Oliver Halls, pero era el pagar contribuciones, el pagar un impuesto es el precio que pagamos por vivir en una civilización, sea cual sea.

Entonces, sí hay que reconducir la idea de: “porque estamos viviendo en una sociedad tenemos que pagar contribuciones”. Lic. Manuel E. Tron Pérez Kuhn: Si me permites Diana, que esto es muy interesante, porque efectivamente los impuestos son el precio que pagamos por una sociedad civilizada, y si lo vemos en ese contexto hay varias preguntas que habría que hacernos. ¿Cuál es el precio que estoy dispuesto a pagar a cambio de qué tipo de sociedad civilizada estoy recibiendo? Efectivamente, es una relación binaria, es una relación bilateral, diríamos los abogados, estas palabras si no las decimos luego hasta agruras nos dan a los abogados, “sinalagmática perfecta”, donde hay una relación de intercambio recíproco de valores, etcétera. Pero efectivamente, Diana, contestando tu pregunta, nos falta esta identidad y el orgullo de la misma. Hace poco, y no me dejará mentir uno de los presentadores de ese libro que lo veo que ahora anda por acá, presentaron dos buenos amigos Luis de la Calle y Luis Rubio, un libro que se llama “Clasemediero”, si no lo han leído se los recomiendo, con una visión diferente y diría yo optimista de este país, basado en cifras y en temas muy puntuales, demostrándonos con evidencia empírica cómo el país ha ido progresando. Y en la presentación ese día Luis de la Calle, que además es un tipo muy articulado, dijo una frase que no se me puede olvidar y decía: “El problema es que en México hablar bien del país es políticamente incorrecto”. Si yo empiezo a hablar bien de México, “claro, eres un vendido de Peña Nieto, quieres que te den una chamba”. O si estoy en el Gobierno de la Ciudad, “no, pues con quién estás quedando bien y con qué proyecto…” Momento, se nos olvida esta cosa, en este trabajo del que amablemente Diana me ha echado muchas porras, de presidir esta organización internacional desde hace cuatro años, he tenido oportunidad de viajar por todo el mundo literalmente, y el año pasado, en Corea, en una reunión asiática de secretarios de Hacienda, donde me invitaron a hacer una presentación, en el momento antes de salir, tenía una salida muy agradable con café y tal, y yo no entendía nada de lo que hablaba porque los coreanos hablaban entre ellos y los de la India y así, me senté a tomar el café y estaban unas pantallas grandes con reportajes continuos que tenían que ver con la reunión de CNN Asia; y para mi sorpresa –y esto fue los últimos días de junio- de pronto, “y desde México nuestro enviado especial”, y dije: “cómo desde México, pues qué tenemos que ver aquí”. Y empiezo a ver el reportaje y empiezan a hablar de que las estadísticas muestran y

las encuestas que probablemente gane el PRI porque Peña Nieto… Estaban dando los últimos números, esto era tres días antes de las elecciones. Dan diez segundo, la foto de la estadística de la elección de las encuestas y empieza a hablar del país un reportaje de tres o cuatro minutos: “Porque México su estabilidad monetaria, el crecimiento de su planta productiva, el sector salud, ya no hay –empiezan a decir- gente que esté fuera del sector salud bajo A, B o C”. Y empieza a dar datos y empieza a comparar el programa: “Porque, por ejemplo, en España cuando se cayó, en México pasó esto y se mantuvo y en México lograron esto que no logró Estados Unidos y en México…” Y concluye el reportero diciendo: “México es un país de grandes logros y grandes promesas, del que todo mundo parece darse cuenta menos los mexicanos”. Me dejó helado. Lic. Diana Bernal Ladrón de Guevara: Yo quisiera, a continuación, dar paso a algunas de las preguntas, hay comentarios muy interesantes que voy a circular con los panelistas que nos dirigen nuestro público; y también quisiera dar lectura a algunas de las preguntas para ver quién las quiera contestar y con base en esto podamos ir formulando una conclusión. También quiero dar, de manera muy especial, la bienvenida a un hombre que tuvo la visión que yo recuerde fue el primer lema de campaña que se dirigió en forma directa con un lenguaje femenino cuando Carlos Navarrete, hoy Secretario del Trabajo, hizo aquel lema que dijo: “No me sigas, vamos juntas”. Gracias, Carlos, por tu presencia. Y está aquí una pregunta que dice: ¿De qué manera puede llegar mejor y sencilla la educación de pagar impuestos a cada uno de los hogares y primordialmente sea la mujer la que enseñe? Esta pregunta se me dirige a mí. Y yo no quiero decir, y quiero ser clara en esto, que es responsabilidad de la mujer el educar. En esto yo difiero con algunas de mis compañeras panelistas o a lo mejor con Gaby. Yo creo que la responsabilidad de educar es del hombre y de la mujer y es mi opinión personal que la mujer se dice que por naturaleza tiene muchas fortalezas. Yo más bien creo, que más que ser por naturaleza, es precisamente por la educación que durante milenios ha recibido el género femenino y que mientras se piense que es la mujer que tiene estos talentos, que

sí los tiene indiscutiblemente para ser buena administradora, para forjar la conciencia moral de los hijos, esto es valioso, pero demos dar el paso siguiente. Y el paso siguiente es que el hombre tiene también la capacidad de adquirir estos talentos, el hombre también debe tener la capacidad de liberarse. Hace falta la liberación masculina. Y esa liberación masculina -no en el sentido en que lo están pensando algunos señores- esa liberación masculina implica que así como la mujer ha aprendido de los roles que históricamente desempeñó el sexo masculino, así los hombres deben aprender de los roles que históricamente ha desempeñado la mujer. Es cierto que pues el hombre no puede parir un hijo, pero el hombre puede cobijarlo al recién parido desde el primer momento, lo puede tener entre sus brazos, le puede proporcionar calor y afecto, le puede, desde luego, dar el biberón, no tiene necesariamente que realizar la función de amamantar desde el punto de vista estrictamente biológico, le puede cambiar los pañales, puede estar con sus pequeños hijos en una serie de experiencias. Y en cuanto a su hogar, el hombre también puede contribuir a la mejor administración del hogar. Entonces yo lo que trato de exponer es que históricamente así se dividieron los valores, así se desarrolló. Mujer, a ti te tocan estos valores, ah, qué bien, oye, está padre. Hombre, a ti te tocan estos valores, ah qué bien. Se entusiasmó mucho el hombre con lo que le tocó. Pero la humanidad evolucionó y actualmente debemos reasumir estos valores como valores del ser humano, como valores, a mi juicio, de la colectividad.

Y vienen otras preguntas, aquí incluso viene una para Gaby, para que así tenga la oportunidad de darnos su opinión, y dice esta pregunta que nos dirigen: En el símil que se ha hecho entre el SAT y el papel de la mujer, quedó claro que la mujer contribuye a formar ciudadanos conscientes de su papel en el pago de impuestos. No obstante, dice aquí, hay una pequeña queja. Si los ciudadanos somos los hijos del SAT, entonces el SAT debe cumplir su labor como madre. Esto es, debe distribuir, creo que el mensaje está muy bien captado, eficientemente los recursos, dar trato igual a todos, transparentar sus actos y el resultado de su fiscalización. Como se observa, primero debe integrarse y tomar su papel como madre, dejando de lado exenciones y simplificando procesos. Tu comentario, Gaby. Dra. Gabriela Pellón Martínez: Diana, no sé quién lo escribió, pero lo expuso mejor que yo. O sea, esa era la idea. En este símil que estamos tratando de hacer en este panel, en donde Bartola, la mujer, que trabaje o no trabaje, hace lo que hace con los hijos y con los recursos y además la transparencia y la equidad con lo que trata a todos los miembros de la familia y el cuidado, etcétera, es lo que esperamos que haga el SAT o haga el estado -déjame decirlo así- en esta analogía que estamos haciendo de la familia como el núcleo mínimo de comunidad y llevado hasta el máximo que es la relación estado-ciudadano. Nada más una precisión con lo que decías, Diana. No puedo estar más de acuerdo contigo en que el papel del hombre debiera de ser ese y sucede en muchos países y existe la mamá profesionista y el

papá amo de casa, está perfectamente bien visto y los niños mejor educados no pueden estar. A lo que yo me refería, por eso traje las cifras es porque la realidad de México lamentablemente aún no es esa. Hay cada vez más familias en donde la mujer no sólo es el pilar, sino que además está sola. Entonces, de ahí que quien educa a los hijos todavía hoy en nuestro país parece ser la mamá y por eso hablé también de la abuela, porque a veces es la abuela, las abuelas. Pero estoy de acuerdo contigo en que el hombre debe de liberarse. Lic. Diana Bernal Ladrón de Guevara: Voy a leer una pregunta que va dirigida a algo que dijo Manuel y así nos puede también comentar sobre esto que tú dices, Gaby. Dice aquí: Es un hecho que ha habido gran avance en materia de equidad de género, sin embargo, cuál es el reto hoy en día en materia de política fiscal desde la perspectiva de género y por supuesto, en materia social. ¿Desde la lógica de los impuestos son los ingresos que pagamos por una sociedad civilizada? Es una obligación que también deberá ser equitativa, ¿correcto? Manuel, por favor. Lic. Manuel E. Tron Pérez Kühn: Evidentemente sí. Hoy estamos hablando del principio y de la cultura. Pero esa cultura conlleva al igual que la cultura familiar y que la convivencia en el núcleo de la familia, conlleva necesariamente reglas de actuación e implica necesariamente la libertad y la capacidad del individuo de actuar dentro de esas reglas. Cuando el Estado establece la obligación de contribuir, lo decíamos hace un rato, el ser contribuyente no es un tema vocacional, nadie

sueña: Cuando sea grande yo quiero ser contribuyente. Digo: Qué linda cosa, me voy a sentir orgullosísimo. Papá, ya soy contribuyente. No, la verdad es que es un tema de obligación, pero al ver esa obligación acordémonos de una cosa el derecho es necesariamente un fenómeno relacional. Necesariamente el derecho regula la vinculación entre dos sujetos, entre dos personas, entre dos entidades. Yo en abstracto, yo solito en una isla desierta, como Robinson Crusoe. No pongo regla, no necesito reglas porque no hay convivencia, no hay referencia con la otra persona. Y en las relaciones, pueden ser de dos tipos, y voy a tratar de ser breve, pero es importante. Hay relaciones entre iguales que son las relaciones que sostenemos entre todos nosotros, donde yo puedo asumir un día un papel y otro día otro, y hoy le digo a alguien que le vendo mi coche, y a lo mejor me lo compra y funjo como vendedor. Y me volteo y le digo a ése mismo me gusta el tuyo, te lo compro y funjo como comprador. Y un día asumo un rol y otro día asumo otro, y elijo qué debo hacer. En las relaciones entre el Estado y el particular, donde hay una parte que no es igual a la otra, una parte que tiene autoridad imperio y fuerza sobre la otra, y puede imponerle su voluntad, conlleva una serie de obligaciones, que es precisamente este permitir al sujeto la actuación libre dentro de las reglas que le pongo. Yo tengo la capacidad de poner las reglas y de obligarte a cumplirlas. No te puedo restringir la libertad de actuar dentro de las mismas, y ahí vamos a este tema de equidad. Así, si el contribuyente cumple con la ley, aplica los preceptos, cumple su obligación tributaria y no se logra el objetivo de recaudación no podemos hacerlo corresponsable, no le toca eso al contribuyente.

Precisamente en esta necesidad de libertad va esta equidad implícita, este tratemos igual a todos los que estén en el mismo supuesto. Diferente a los desiguales. Y aquí la pregunta de la igualdad de género, ¿frente al tributo el hombre y la mujer, el varón y la mujer son distintos o somos iguales? Producimos, demandamos servicios y efectivamente en aquellos puntos atingentes o relativos a nuestras diferencias de ser razonables justificarán un trato distinto y eso será lo equitativo. Justificarán un trato preferencial en uno u otro caso, y eso será lo equitativo, porque precisamente estaremos tratando igual en aquello que somos iguales y diferente a lo que somos desiguales. Lic. Diana Bernal Ladrón de Guevara: Finalmente, una pregunta que me gustaría que respondieras. Sí quiero agradecer al público su participación. Vamos a leer con mucho cuidado todos estos comentarios, incluso los vamos a publicar en nuestra página electrónica. Incluso ha habido más comentarios que preguntas, lo que denota el gran involucramiento que ha tenido nuestro auditorio, lo cual los felicito. Y te hago esta pregunta finalmente, Gaby. A modo de propiciar la causa contributiva recaudatoria, a modo de toma de conciencia, quien no paga impuestos, qué provoca, qué propicia, etcétera, desde varios puntos de vista de los panelistas en diferentes áreas. En general tú cómo responderías, quién no pague impuestos, qué provoca, qué propicia, cómo afecta la causa de México. Dra. Gabriela Ríos Granados: Bueno, el que no paga impuestos, no permite que en general no se lleve el que el Estado no cumpla su fin último, es decir, es una persona egoísta.

O sea, debe de pagar impuestos, o sea, no es una opción, como hemos dicho, no es una opción no pagar impuestos. Y por eso pongo yo el ejemplo del francés en México, porque él está actuando egoístamente, y desemboca muchísimas consecuencias y no son consecuencias precisamente favorables, y son externalidades negativas, hablándolo en el sentido económico, porque el Estado deja cumplir con su función de prestar servicios públicos, porque existe ese, se va permeando también esa conducta del contribuyente que no cumple en la sociedad. Es decir, si yo no pago impuestos, tampoco paga impuestos tú. Entonces, yo creo que tiene que ver con una serie de conductas negativas hacia la sociedad, que no es nada grato. Yo creo que hoy por hoy, aunque no exista plenamente una transparencia y que estamos formándola desde el ámbito público, desde el ámbito académico, desde el ámbito del sector privado, yo creo que es una cuestión que se va forjando y se tiene que ir cambiando ese paradigma de pagar contribuciones. Ya también se ha discutido mucho, incluso el amigo que citaba Manuel Tron, que es un amigo también muy querido mío, José Roland Chopa, me dijo: “Gaby, ya viste el amparo que hicimos destacados, junto con Luis Manuel Pérez de Hacha, por el trato inequitativo de algunos contribuyentes, de algunos ilustres pensadores en México, por el trato inequitativo que se ha dado a los contribuyentes que hemos cumplido cabalmente con nuestro pago de contribuciones, respecto a la condenación que se ha dado al subgobierno, a las entidades de los municipios por el pago del Impuesto Sobre la Renta de esos salariados, y ellos invocaron el trato inequitativo, porque ellos son cumplidores frente al municipio y a las entidades federativas por no pagar contribuciones.

Y él me decía: “¿Por qué lo hicieron, Pepe?” Y me decía: “Porque hay que hacer al gobierno responsable de sus propios actos. Y yo realmente suscribí también ese juicio de amparo, porque no es justo que existan contribuyentes que tenemos esa obligación y hasta es una satisfacción, cuando pagas la luz, cuando pagas el predial, cuando pagas tus impuestos, es una satisfacción personal de: “Pagué mis contribuciones”. Sí genera muchísimas conductas nocivas en la sociedad, y hay que cambiar ese paradigma. No permitimos que lleguen los recursos a quien realmente debe llegar. Y lo más importante, ya para acabar con mi intervención, no se permite cumplir con ese principio de solidaridad, de los que tienen más, transmitírselos a los que menos tienen a través del gasto público. Yo creo que con eso remataría mi intervención. Lic. Diana Rosalía Bernal Ladrón de Guevara: Yo creo que lo que dice Gaby, lo avalamos plenamente. Lic. Manuel E. Tron E. Pérez Kühn: Si me permites, ya nada más una frase, que tal vez sirve también como una cereza en este pastel. Tenemos que lograr que en México, evadir impuestos sea una conducta socialmente reprochable, eso es urgente, tenemos que entenderlo así. Lic. Gabriel Pellón Martínez: Diana, ya nada más tematizar, más que egoísta, o sea, llevado en un extremo a su máxima consecuencia, es u delito no pagar impuestos. O sea, jurídicamente hablando, es un delito.

Entonces, yo creo que más que decirle al SAT es que por egoísta no quise pagarlo, no. O sea, yo creo que es un defraudador y en esta relación de imperio que comentaba Manuel, pues no es admisible el: “pues es que no quise”. Lic. Diana Rosalía Bernal Ladrón de Guevara: Pues muchas gracias. Presentador: Agradecemos la brillante participación de nuestros panelistas por compartir con nosotros su opinión para que este panel pudiera llegar a buen puerto. Procedemos ahora a título de la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente, a la entrega de los reconocimientos. Recibe su reconocimiento la licenciada Gabriela Pellón Martínez. Recibe su reconocimiento la Doctora Gabriela Ríos Granados. Recibe su reconocimiento, también, el licenciado Manuel Tron. Distinguidos amigos, ahora para clausurar con broche de oro los trabajos de nuestro foro, solicitamos la presencia en este pódium del licenciado Carlos Navarrete Ruiz, Secretario del Trabajo y Fomento al Empleo, del Gobierno del Distrito Federal, quien nos dirigirá un mensaje final. Lic. Carlos Navarrete Ruiz: Muy buenas tardes a todos ustedes. Un enorme gusto haber podido aceptar la invitación de mi amiga, antes que los cargos y todo lo demás, Diana Bernal. Muchas gracias, Diana, por la invitación. Y por si fuera poco todavía alcancé una rebanada deliciosa del panel que acaba de terminar con brillantes intervenciones, que me dan pie además para decir unas cuantas palabras, por lo que el panelista acaba de decir hace rato. Hace aproximadamente un año y medio, un año tal vez, acudí a un evento, a un foro en República Dominicana, con una cuarentena de líderes de América Latina, había gente del gobierno chileno, de los partidos chilenos, brasileños, argentinos, panameños, de 10, 12 países de América Latina. De México estuvimos media docena de invitados y durante dos días estuvimos evaluando la situación de América Latina en su contexto económico, la transformación democrática del

continente, sus índices macroeconómicos, lo que estaba ocurriendo en Estados Unidos, en Europa, en Asia y lo que estaba pasando en América Latina. Y los mexicanos teníamos una visión, no diría que pesimista pero se acercaba a ella, de lo que estaba pasando en México. Pero cuando escuchábamos a los brasileños, varios de ellos que habían participado en el gobierno de Lula, y algunos todavía con el gobierno de Dilma, tenía unas intervenciones de 25 o 30 minutos cada uno, y hablaban maravillas de Brasil, su desarrollo económico, su combate a la pobreza, su tema fiscal, la empresa de petróleos, la generación de energía, el agrandamiento de la clase media, el sistema educativo, las exportaciones, el liderazgo de Brasil en Sudamérica. De verdad nos pintaban un panorama que daba envidia escucharlo; y Héctor Aguilar Camín, que era uno de los mexicanos que participó, cerró esa parte de la discusión diciendo: “Escuchando a los brasileños creo que ya encontré qué es lo que nos falta a los mexicanos, lo que a los mexicanos nos falta es tener publirrelacionistas brasileños, francamente, porque qué maravilla, cómo hablan de su país y Brasil está creciendo en el 2012, o creció en el 2012, 2 puntos menor que lo que México creció”. Yo debo confesar en este foro, y les agradezco mucho su atención, debo confesar que soy un optimista respecto a mi país y un optimista respecto a nuestra ciudad, sin duda alguna. No es que esté conforme con lo que tenemos, estoy profundamente insatisfecho con muchas cosas, no es que esté tranquilo cuando veo los niveles salariales que se están pagando en la Ciudad de México, que ahora es mi nueva responsabilidad y estoy preocupado por ello, no. Claro que hay cosas que no hemos hecho bien y otras que no hemos hecho, pero no nos equivoquemos pensando que lo que hemos hecho insuficientemente o lo que hemos dejado de hacer es todo, porque hay cosas que hemos hecho bien en este país, como hay cosas que hemos hecho bien en esta ciudad y eso hay que reconocerlo y valorarlo, no para regodearnos en el conformismo, sino para partir de ahí en enfrentar los retos que se viene. México hoy está en la boca de muchos seres humanos en el mundo, lo decía bien nuestro panelista, efectivamente. Se comprara lo que está ocurriendo en Europa, lo que está ocurriendo en países específicamente como España, como Portugal, como Grecia, incluso ahora acaba de haber un primer dato preocupante de Alemania en materia de empleo, el gigante de Europa.

Lo que está ocurriendo en Estados Unidos, que nos preocupa de sobremanera. Yo que nunca he sido norteamericano y tengo mis dudas todavía de esta relación con Estados Unidos, tengo que reconocer que diario una de las notas que busco en la prensa es ¿cómo le está yendo al Presidente Obama, si destrabó el tema con el congreso o no lo destrabó? ¿si va a haber el recorte presupuestal o no? ¿si la economía se recupera? Porque sé muy bien las consecuencias de que en Estados Unidos les vaya mal y que al Presidente Obama lo frenen los republicanos en el congreso, porque tendrá repercusiones México, en nuestra economía, en las exportaciones, en nuestros trabajadores migrantes que se van para allá, en los que regresan; porque entre otras cosas a mí en esta ciudad me toca recibir a los migrantes y tratar de orientarlos, ayudarlos desde el gobierno de la ciudad para llevarlos a buscar empleo permanente, a darles un seguro de desempleo por seis meses, a capacitarlos para que se inserten en el trabajo formal. Y por lo tanto, claro que me preocupa la economía norteamericana. Pero concluyo en esta parte diciéndoles que México tiene potencialidades, sin duda alguna. Permítanme una pequeña digresión. Por eso es importante que le demos seguimiento a los 95 acuerdos del Pacto por México, porque ahí hay reformas importantes, no reformas del PRI o del Presidente Peña Nieto, del PAN o del PRD; no, reformas que las principales fuerzas políticas reconocen que son indispensables y que parten de un reconocimiento precio. Ningún gobierno que tenga minoría en las cámaras va a tener capacidad de impulsar reformas si no tiene el consenso de sus opositores. Y esto fue lo que ocurrió en el Pacto por México. El Presidente Peña Nieto rápidamente entre septiembre y octubre del año pasado se dio

cuenta que si no construía un acuerdo político y parlamentario con sus oposiciones iba en el rumbo de lo que ocurrió en el gobierno del presidente Fox y de lo que ocurrió en muchos casos en el gobierno del presidente Calderón; que las reformas del gobierno, la visión del gobierno se empantana en el congreso por la falta de consensos. Y cuando se empezaron a discutir estos temas con las tres principales fuerza políticas, oh sorpresa, surgieron primero los cinco cuerdos o las cinco coincidencias, luego 10, luego 20, llegaron a tener 135 puntos de acuerdo. Era demasiado grande, se sintetizó en 95 acuerdos específicos, de los cuales 37 son reformas legislativas y el resto son acciones de gobierno que el Presidente Peña Nieto está comprometido a impulsar desde el Ejecutivo. Las reformas en México que están en el Pacto por México son necesarias. Viene ahora la de Telecomunicaciones. Confío que la próxima semana al darse a conocer se ratifique que fue correcto impulsar en este Pacto porque esta Reforma de Telecomunicaciones ningún gobierno en solitario estaría en condiciones de impulsarla, ni el gobierno del PRI, ni del PAN, ni del PRD incluso, por mucha intención que tuvieran. Se requiere un acuerdo multipartidario mayoritario de las tres principales fuerzas que tienen el 90 por ciento de las cámaras del congreso para lograrlo y espero que esto vaya caminando. Y todo esto lo digo porque celebro que hayan decidido participar entusiastamente en este foro, que yo diría: “es un foro sui géneris”. Cuando yo vi el tema, dije: ¿Qué anda haciendo mi amiga Diana con este tema de Formación de Valores y Administración Doméstica? ¿De qué se trata el asunto?

Ya entendí cuáles son las cosas que aquí platicaron, las inquietudes, las preocupaciones, las sugerencias, la reflexión alrededor de un tema relacionado con el tema fiscal, con el tema hacendario, con la equidad, con las obligaciones de los contribuyentes, con el valor que tienen los mexicanos que contribuimos al fisco. Por cierto una de las cosas que menos me gustan es que en este país los asalariados contribuyamos en mayor medida en la recaudación de Impuesto de la Renta, que es las empresas, porque nosotros somos causantes cautivos. Cada quincena o cada mes nos llega el recorte, y ahí el gobierno no tiene ningún problema en recaudar. Donde tiene problema al recaudar es con las personas morales, que de la evasión hacer virtud, y hasta regodeo de gente lista y capaz de burlar al fisco año con año. Y son temas de la mayor importancia porque seguramente que en el periodo legislativo de septiembre a diciembre se entrará a discutir el tema de la reforma hacendaria que México necesita. No les digo más, pero sólo les digo que en el acuerdo que está firmado por las tres principales fuerzas políticas. Hay temas, Diana, las vas a recordar la eliminación de los regímenes especiales, la eliminación de la consolidación fiscal, el tema de la progresividad del Impuesto Sobre la Renta y el combate a elusión y la evasión. ¿Cuántos años hemos discutido eso en el Congreso, como parte de una propuesta progresista que atraviesa el interés de los mexicanos? Y que pronto, espero, estemos discutiendo públicamente eso. No puedo sino felicitar a Diana Bernal, la Procuradora de la Defensa del Contribuyente, a sus colaboradores por este foro, además es emblemático, en 8 de marzo. Es el tercer evento que acudo el día de hoy con mujeres. En la mañana fue impresionante ver a 10 mil mujeres uniformadas, policías de la ciudad de México, en la arena, ahí en Azcapotzalco. Entusiastas, rompieron el protocolo de la disciplina, gritaron consignas, se entusiasmaron. Con toda la disciplina que tiene la policía, pero el doctor Mancera tuvo el acierto de reconocer algo que

vale la pena que no lo olvidemos: Sí, la ciudad de México tiene niveles aceptables en materia de seguridad, con algunas preocupaciones, pero a niveles aceptables, sobre todo comparado con el entorno. Y esto se explica de muchas maneras, tiene muchas razones y muchas explicaciones, pero no hay que olvidar que al final de cuentas la seguridad de ustedes y mía y de todos los capitalinos, de nuestro patrimonio, de nuestra familia, de nuestra integridad está en manos de hombres y mujeres policías. Que las 24 horas del día cuidan nuestro patrimonio, cuidan nuestra integridad. Y no dudo en decir que acertó el Jefe de Gobierno cuando dijo: Estoy orgulloso de ser el jefe de la mejor policía de una entidad del país. Y yo creo que no faltó a la verdad. Creo que nosotros también tenemos que estar orgullosos de la policía que hemos construido. Con salarios más dignos, con seguros de vida, con reconocimiento a su valor, a su sacrificio, con medidas de promoción, de capacitación, con combate a la corrupción interna, para que sea mucho más reconocible y mucho más orgulloso ser un buen policía que tiene asegurado el sustento de su familia, el crédito de su vivienda, las becas para sus hijos, un trabajo estable que estar en las nóminas del narcotráfico, del narcomenudeo o de la delincuencia, y eso lo hemos logrado aquí en la ciudad de México. Por eso reitero que hay que ser optimistas sobre el futuro de México, y hay que estar satisfechos sobre el desarrollo que lleva la ciudad de México. Una ciudad de libertades, una ciudad de derechos consagrados en la ley. Una ciudad donde las mujeres han llegado ya a la mayoría de edad por esfuerzo propio. Aquí no son menores de edad, aquí las mujeres tienen reconocimiento, campo de acción, sólo hay que ver que a nuestro amigo lo dejaron en minoría en el foro hoy aquí, en este panel. Qué bueno, y decir que este día, que es un día emblemático, el

Día Internacional de la Mujer, antes era de la Mujer Trabajadora, ahora es de la mujer en general. No hay que celebrarlo como el 10 de mayo, un día de comida con la mamá o con la abuela y luego el resto del año de abandono; no, debe ser un día de reflexión sobre el nuevo papel de las mujeres mexicanas en nuestra sociedad. Me acaban de dar un dato que todavía no me atrevo a dar como oficial, porque lo estoy verificando, pero si se confirma el dato, será un gran dato. Me acaban de decir ayer que el volumen de los salarios, de los ingresos de las mujeres en el Distrito Federal, por primera vez ha superado al volumen de lo que ganan los hombres. No digo en salarios hombre o mujer, en conjunto. Si eso fuese cierto, no lo sé, lo estoy verificando, sería un buen dato, pero vamos a verificarlo, ayúdenme a entrar a las estadísticas a ver si esto es cierto, en conjunto, incluyendo trabajo formal e informal. Estoy hablando solamente de trabajo formal, porque hay que decir que uno de los retos principales que la ciudad tiene, es que tenemos ya un millón 200 mil personas en el trabajo informal de la Ciudad de México, una cifra en crecimiento por cierto, en los últimos años explicado por muchas razones y multifactorial. Bueno, decirles finalmente que me da mucho gusto venir a saludarlas, a saludarlos, que tiene razón Diana, hoy al rato voy a acompañar a las compañeras de Vamos Juntas, que se convirtieron en asociación civil, decidieron agruparse y están haciendo un gran trabajo importante en la ciudad. Hoy inauguran sus oficinas las compañeras de la asociación civil Vamos Juntas, que surgió de aquel eslogan que difundimos en la

ciudad, por el cual me llovió no poca cantidad de bromas y descalificaciones de todo tipo, pero yo estaba dispuesto a enfrentarlos, evidentemente, así era el tema y no importaba y creo que hoy hay que celebrar el Día Internacional de la Mujer, el día de las mujeres mexicanas, el día de las mujeres del Distrito Federal, con optimismo, con ganas de seguir enfrentando los retos de nuestro país y de la ciudad con la convicción de que hoy las mujeres mexicanas tienen mejores condiciones para enfrentar los nuevos retos. Aun no estamos en el nivel que requeriríamos en esta materia, falta mucho, pero lo logrado no es poco y a partir de lo logrado en sus derechos, en su exposición, en sus reconocimientos y en su inserción política laboral y social, hay que partir de ahí para lograr lo nuevo que viene. Y si ustedes me permiten, porque me pidieron que clausurara este Foro, permítanme decir que a nombre del Gobierno de la Ciudad de México, me complace muchísimo acompañarlos en este Foro de la Formación de Valores y de Administración Doméstica, un modelo para el desarrollo del nuevo pacto fiscal, felicitarlos por esta iniciativa, por esta mañana productiva y declarar formalmente clausurados los trabajos de este Foro, esperando que en el futuro, la Procuraduría de Defensa del Contribuyente, siga convocando estos espacios de reflexión, de participación, de propuesta y que todos sigamos trabajando orgullosamente por nuestro país y por nuestra ciudad. Muchas gracias.

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