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MEXICOEN VÍSPERAS DE LA

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REVOLUCION;Por Ernesto de la Torre Vi/lar.... a¡¡ñi¡¡¡añi ¡fññ¡.¡ñ ññ ñ •

__________ 18 ~~

¡ I ..

\.\.

Dibujo dt1 P6rez y Soto

educación. Ei positivismo implantado desde la época de Ga­bino Barreda tiñ.ó todo el pensamiento filosófico y el adelantocientlfico y tecnológico de esta época.

Consolidada la Reforma y a través de una politica de conci­liación, la Iglesia pudo recuperar poco a poco parte de susposiciones . Logró abrir nuevos semimirios y organizar en Mé­xico la Universidad Pontificia. Prelados que gozaron de laamistad de Dlaz como Gillow, Mon,tes de Oca, Labastida,Mora y del Río, prohijaron la oratoria sagrada. las humanida·.'

.des y el esplendor del culto. Algunos de ellos, confiados enque la politica habla cambiado, en que la mayoría de la naciónera católica y que la Iglesia debía '!l0strarse ,m ás que digna­mente, con esplendor, pensaron que.el libe~lismo había des­mayado y que las leyes de Reforma, como otras tantas, yacianen el olvido. La imprudencia de algunos prelados. como Mon­tes de Oca de San Luis Potosí , provocaría una radicalizaciónde viejos liberales y jóvenes socialistas que encontraron en laIglesia puntos de ataque vulnerables. Ya que no podían atacaral régimen, atacarlan a esa institución protegida por él y querepresentaba, como muchas veces lo.ha representado, el valIa­dar, la muralla a romper para hacer caer todo un sistema, todauna forma de vida. El anticlericalismo representa la primerafase de un ataque general contra el régimen. A base de portarla bandera reformista se atacaba al Estado que había claudi­cado de sus ideales .

En contraste con eso, varios obispos como Mora y del Rlo yseglares como Sánchez Santos percibieron las desigualdadessociales, los desajustes económicos, y en una importante aper­tura de su pensamiento y acción, señalaron era menester me­jorar la situación de obreros y campesinos. Bajo la influenciade las ideas de Manuel Von Ketteler, de Federico Ozana, Al­berto de Mun y el Marqués Rene de la Tour du Pin , quehicieron posible obtener y difundir las Encíclicas de LeónXIII, principalmente la de 15 de mayo de 1891 , la RerumNouarum , varios eclesiásticos mexi~anos convocaron en elaño de 1903 al Primer Congreso Católico Mexicano, al queseguirían el de 1904 en Morelia, el de 1906 en Guadalajara, elde 1909 en Oaxaca y uno final, en plena revolución en 1913.En ellos abordaron los problemas existentes y dieron solucio­nes. Alguna de ellas como la de crear las Cajas Reiffeisen paraayudar a los obreros, que más tarde prohijara un porfirista,Alberto Garcia Granados; el de establecer escuelas de artes yoficios, considerar la situación de los campesinos y proponermás justos salarios, reducción de jornadas de trabajo, medidasde protección para los niños , la desvinculación de los bienes

~ctos sociales

Iniciar ;mos este trabajo most rando algunos aspectos quepresentaba el país en las postrimerías del gobierno del GeneralDiaz, Iácompleja y heterogénea composición de la sociedad y

. los.p'roble~as que afligen a su mayor parte. Veremos igual­mente cómo penetran en diversas clases sociales ideas de re­novación, de cambio, producidas tanto como reacción a la si­

- tuaci6n existente, cuanto procedentes del exterior, ideasuniversales que fluyen y caen en terreno apropiado.

En primer término demos una ojeada a la composición de lasociedad.

El censo de 1910 señalaba que la República Mexicana teniauna RObl~ciÓn de 15, 160 ,369. La poblaci6n distribuida muydiversamente en el país, estaba int egrada por una terceraparté de -in~ios en estados sociales y culturales muy bajos, poralgo 'más de una tercera parte de mestizos, los cuales represen­taban' según Justo Sierra la auté ntica familia mexicana. Elresto lo cpmponían blancos de diver sas procedencias y otrasetnias. Esa población manten ía una situaci6n social, económicay cultural muy diversa. Las gra ndes diferencias de la épocacolonial' todavía podían observarse: ricos mu y ricos y pobresdemasiados pobres. Los me xicanos podía n ta mbién clasificarseen Poblición rural, que era la mayor, y urbana. Los ind iosformaban parte en su mayor ía de la población ru ral con buena

" proporci ón de mestizos y blancos. El campesino mexicano , noes ni menos era en aquellos años, exclusivamente ind ígena,pues hay zonas rurales de población blanca totalmente.

Tanto en el campo com o en las ciudades hab ía una pobla­ciónheterogénea, pero distingulase ya la clase media. Con di­ferencias económicas notables, la clase media constituía la ma­yor parte de la burguesía mexicana y de ella proven ía en sumayor parte el sector ilustrad o, los intelectuales que ten iangrandes ambiciones de mejoría social y económica.

Como las ciudades principales cre cieron a base de conce n­trar población campesina que buscaba mejores fuentes de tra­bajo, en ' ellas apareció un lumpen-proletariat designado conel despectivo vocablo de " pe lados" . Amplios cinturones de pe­lados rodeaban las ciudad es de México, Puebla . Guadalajara ysu situación era pésima. Servían en fábri cas, talleres y comodomésticos: muchos vivían del peque ño come rcio y otros demilagro. En el centro de las poblaciones o en modernas colo­nias~ en casas estilo europeo, los próceres nacionales y ex tran­jeros ostentaban su soberbia y riqueza, La clase media obli­gada a la convivencia, real izaba esfue rzos increíbles paraaparentar una situación bon ancible y mer ecer el calificativo de"decente". Los barrios de San Lázaro, Peral villo, San AntonioTomatlán hervían de pobres en los cuales la indumentaria eramitad urbana mitad campesina. Se ap iñaban en horrendas ve­cindades, con comunes a la vista en medi o de los patios delozas.-con su rincón de lavaderos y con los tendidos de ropa

I desgarrada y descolorida por usada . En el centro el Casino1 Nacional, el Jockey Club, los cafés y resta ura ntes que cantara

el Duque Job, servían para que la sociedad "decente" pasarasus ocios en medio de un cosmopolitismo ramplón y ofensivo.

Frente a grandes masas analfabetas, círculos pequeños ex­traordinariamente cultivados di rigían el intelecto, dictabanlas'normas del arte y mantenían altos ideales del espíritu . Si elli~~lismo con el cierre de las instituciones clericales diogolpé' mortal al humanismo que sólo contados ecl~si~sticos cul­tivaban, la influencia de la cultura fran cesa, principalmente,marcó a la mayor parte de nuestros intelectuales y de nuestra

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agrícolas , el limite de la usura, la creación d Imiliar y de una federación agrlcola. Est n

. cola Católico, las Semanas Sociale y otr pmás, dirigidos por católicos conscient d la ituron junto con otras ideas para crear una con in '

Desde principios de siglo y como prolon ga i n dción, de enciclopedismo y del jacobini mo dfrancesa penetran en México una serie d id dexpansiva. A partir de 1821 el ingreso d I idnarias y socialistas es mayor, llegan bien sea en Ia través de portadores de prestigio. Cuando nuna reacción contra el socialismo, mucho demigran a América y aqui difunden y en nan uLos hermanos Aragó, de la misma familia que el n tabltífico francés, vivieron y actuaron relevantemente enA ellos y a otros más hay que incorporar ent re las fi d Idifusores del socialismo. Es el utópico el que pen et ra porprimera. Las ideas en torno a las asociaciones obreras d feras de sus derechos, los elogios de los falansterios, aquellas quensalzaban al "honrado artesano" y "sufrido proletario" , em­piezan a difundirse. Son las ideas de Saint Simón , Fouri r ,Louis Blanc, Proudhon, Owen, Sismondi las que van a encon­trar eco y materia de reflexión entre algunos int elect ualmexicanos, entre trabajadores que han recibido alguna edu •ción y que viven preocupados por las condiciones general dsus compañeros. Si la literatura económica penetra e influlos dirigentes de la hacienda pública y las finanzas mencionany utilizan a Adam Srnith, a Ricardo, a Malthus, un poco mástarde ya se empezará a hablar de Marx. Ignacio Mariscal por

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El I'roblnuJ d, IfU clfUIS campesiflfU

El hijo de.

EL AHUIZOTE

d una mad uraci ón, de: que se diera el c1imax que hizo posibleI adve nimiento revolucionar io. Francisco 1. Madero, que

pa lo viejos socialistas como Flores Magón, ya no rep resen­taba los ideles por los que ellos luchaban pues vivían dentro dela ideo logía anarquista más radical, va a catalizar las volunta­des y a hacer una revolución de otro tipo pero la cual concen­trarla muchos de los principios que ellos postularon.

.H .. X\' I. ··Tumn XVI. s....7'~~."r:". I"I .

El hijo del AhuIzote

En el mundo del campesino, advertíamos que éste vivía condi­cionado por dos factores principales: el de la distribución de latierra y el del régimen de trabajo. Respecto al primero dire­mos que la propiedad territorial en México se configuró desdela época colonial al quedar concentrada en manos de la Co­rona. AsI quedó la realenga integrada por más de un 25% delterritorio; la eclesiástica, que beneficiaba a un corto número yque comprendía algo más del 30%; la privada en manos deconta das familias con un 25% y la comunal y pequeña propie­dad que: comprendla menos del 20%.

La estructura social de México mantuvo una oligarquladesde el siglo XVI a la cual se unían nuevos ingresados penin­sulares. quienes a través del mayorazgo monopolizaron gran­des extensiones de tierra. La clase de los terratenientes rura­les, hacendados herederos de los estratos superiores de la no­bleza virreinal, era la más respetada. Podían invertir en otrosbienes, pero la hacienda les daba prestigio económico, social ypolltico. Este grupo se mantendrá incólume, más aun, se incre-

harán más tarde los hermanos Flores Magón en Rmovación yRegeneración .1 A medida que el social ismo }'el anarquismo progresaron enAmérica y las agrupaciones de trabajadores crecieron. las rela­ciones, el apoyo y la colaboración inte rnac ional. aun cuandono muy amplia. se impuso. Los congresos anarquistas de AI­,?3!ny en. 1878 ; el de Alleghany City en 1879; el de Londres en1881 y el Chicago en 1893 present ar on otras directrices yalentaron al movimient o en general. A algunos de ellos acu­dieron delegados mexicanos.. Es indudable que las ideas socialistas y anarquistas influ ye­

ron para que la con cien cia existente , a unque latente, que'?breros y campes inos ten ían de su inflicriva situación. se afia n­zara y que buena part e de los movimient os de descontentosurgidos en el siglo XIX ya pr incipios del nuest ro , estuvieronen cierta for ma influido s por esas ideas. Entre los obre ros. lalabOr de organización real izada fue más efec tiva que en losnúcleos campesinos. pues éstos tu vieron que sufrir otros im­ponderables y sus movimientos fueron espont áneos como re­acci ón a una realidad intolerable,

La re vuelta de Tuxtepec paraliza la labor d lo dirigent esy los trabajadores se dividen . a~jo el r égimen d Dlaz en elque la ind ustrialización y proleta riza ri ón 11 Ifoll l a u apogeo,losconflictos obreros patron ales aumentan. las hu 11fo' r pi.~en interminablemente y son reprimidas con dur za. . amnaza a los líderes o se le orrolllpe , El C{xliJ(o f' nal d 1872que tipificaba delito e ntra las prr\onas }' hu propiedad •-como consecuencia d I id al libe ra l de proteJ( r a toda o talibertad, iniciativa , propi dad individuales- se apli riguro •mente ante la ausencia de leJ(islólción labora l. En 111 77 I •bra el Segundo Congreso Obrero (lur intrn t:c unili r i mo­vimiento lab ora l. Junt o a los r irados , s indu d 1>1 quprovocan un fermento más v hcmem c en tre art no , I baojadores, maestros normalistas, ;IhoJ("dos in li 111 la, l' obrade Eugenio Zue y má tard hu de VI tor lI ul(o , Emilio Zo~,

Meslier, Go rki ; lo escritos de juan Montalvo, nto ho-cano , Blanco Fombona; la novelas de Varlfol Vil. I ntRojos de Falco. No Ialta rá en ~fl-xi«) su !lCJ(lIidor n Ant on ioPlaza. Los periodistas Filomeno Matól . "aul ino Mart ln t; JuanSarabia, Alfonso Crav ioto, Fernando Celada, Dolores J imén zy Muro, Francisco Césa r Morales. desde la I ginas d El DUJ'rio del Hogar, Jua n Panadero. 1':1 lI ijo del Ahuizote, El ComilloPúblico, El Dem ácrata , real iz...rán 1;, alllp."lftól má con tante yefectiva para camb iar un estado de ros;,s insufrible.'. Los dirigentes aprov echan la discr iminación que se hace delos mexicanos para realizar una campaña contra las compañ tas'extranj eras . Entre ciertos intelectuales como Camilo Arriagaen San Luis Potos i, quien es seguido por Anton io Dlaz Soto yGama, Juan Sarabia , Librado Rivera , Praxed is Guerrero, An­

'tonio I. Villarreal , los he rmanos Ricardo, Enrique y J esúsFlores Magón -éste sólo en un principio- las ideas socialistas,fundamentalmente anarquistas. les impulsan ya no sólo a unalabor de organización . de defensa de: los derechos de los traba­jadores: sino a un cambio de estructuras. a un movimiento•revolucionario que ven como única efectiva )' radical salida:que derrumbe al viejo r égimen e: instaure un nuevo orden decosas. Antes de 1906 los dirigent es del Partido Liberal habla n,como en la época de la Ind ependencia. recorrido el país agru-

. pando a los descontentos. conmoviendo sus conciencias y sucondición de hombres. impu lsándolos a la lucha. Al lanzar suprograma tenlan ya listas las armas con qué defenderlo. Notodos los siguieron en sus primeros intentos. Hubo necesidad

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tudiar una leypi dad indlgena.

d pobres, lar, a los pue­r las tierras

mu orto conte­n de 1900 a

, 09 tltulos deadjud ica-

I cegó al gradof cedo desechó la

n forma efec-

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mentará con el tiempo. A'los latifundistas crioll un i niextranjeros.

La propiedad realenga o nacional a partir dmenzó a fraccionar por dos razones: la. , por un um ntomográfico; y 2a., por la idea que se tuvo de mo iIi rfuerte resorte de la economía que es la tierra, in orpo nal desarrollo económico general del pals.

En 1824 se procedió a la venta y colonizaci6n dnos baldíos, dividiendo el producto entre tadción; se enajenaron grandes extensiones nacionalcas a políticos y ex-funcionarios, hasta que int r inofederación y quitó el control a los Estado .

La propiedad comunal, civil y eclesiástica mantu o1856 en que se expidió la Ley de desamortiza iafectó a la propiedad eclesiástica, pero tambi ndades indígenas que empezaron a perder u propila expansión de rancheros criollos y m tizo d hacendados,En 1863 Juárez dictó en San Luis Potosi la L d Osobre ocupación y enajenación de terreno Idl . Pconcedía derecho a ocupar hasta 2500 h lAque se comprarían a bajo precio con la obliga i n d.con un mínimo de una persona por cada 200 h rla situación reinante, esta ley no tuvo f¡ to I un

Con el fraccionamiento de la propiedad I i timunidades de indios , los hacendado f rtalposición de capitales formados en el com r idad territorial, abrió a ésta nueva po ibilidadros se sumaron a los latifundi ta exi t ntoligarquía hacendista del régim en d DI z,

Como la población creci6 y el núm ' ro dsionó a las autoridades a buscar ti rra didiciembre de 1883 se promulg6 la Ley dlinde de terrenos baldíos , por la cual rdeslindadoras, Éstas se integraron con omnientes, extranjeros, politicos y u finalidaddeslindar los terrenos baldlos para pon rllos campesinos mediante su venta. La L Y t rñías, por compensación de sus rvicios, un. tlas tierras deslindadas y el resto lo puso n v nt• .fe, la ambición de los deslindador y I uituvo con esa labor , las Compa ñía ñalaron mrras propiedad de pueblos, iniciando su d po]o. Icibió muy cortas ventajas y las tierras v ndida qumanos de unas cuantas personas que la adquiri n nciones favorables. En 9 años se deslindaron 3 .249. 7 hreas. Poco más de 12 millones pasaron al d Iquedó en manos de particulares. Alguno dato mu t nenorme despojo. California tiene poco más d 15 mili nhectáreas; de ellas Luis Huller ob tuvo 5,3 7,157; 1Hale 1,946,455; Adolfo Bulle y socios 1,053.402 . P b1cedo 3,620,532. Así ellos obtuvieron má d 12 mili nresto pertenecía a los pueblos, caminos y zona f di ' peq uñísimas propiedades de los habitantes. En Chihuahu 1 n-zuela obtuvo 6,954,426 y Del Campo Hermano 6.0 O.en Sonora Bulle 655,522 y Penich e 2,188,074; en DuranAsúnsolo 1,043,099; en Tabasco Valenzue1a 74 ,33 1 I n

otros lugares.La oposición a ese enorme despojo , que fue el trabajo d

deslindadoras, desencadenó la violencia. En Pihuano en 1se rebelaron numerosos campesinos. Los yaquis y lo mav dSonora se disgustaron e iniciaron sus revueltas qu r1an d

minadas a sangre y fuego.

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V la o en lo que se proponían medidas prudentes para reso l­v 1'10 . no escuchó voz ninguna en defensa de [os campesi­n . 1'01' ello a part ir de esos años y una vez que [a República

r taura , la rebeliones campesinas aumentan. En 1869 apa­r I Plan grari la de T ezontepec y se escuchan [as vocesd I indig na de ayarit que encabeza Manuel Lozada. Enl 70 ha . r -lion en Chiapas. Puebla, Michoacán . E[ año• nt rior habla ocurrido [a revuelta de Ch ávez López quien

pI' h ndid fu ' fu i1ado en la " Escuela del Rayo y del Socia­Ii 11\ " . qu ' u grupo hab ía creado en Chaleo . Los continuoslzami nt d l iguel egrete y de Tiburcio Montiel que [0­

b: n . dh rir a u hu tes a numerosos campesinos , mues-1.11\ 111. I un dirig ntes político-militares eran conscien­I d I pro bl ma qu' e agudizó día tras .día. Las siguientesti .Id.I 1 IX rtir d [ 70 están llenas de rebeliones surgidas en

ntinu 1u .11' • por comunes causas. En los sitios en que [aIla i n. 11m ntaba, pero en donde también [a tierra estaba

111. ara .•da por uno cuantos hacendados , Morelos y Pue­ti .1111 z fu lila 01'. Jovi to Serrano, campesino delegado

I morel n ,pagó con el destierro en Quintana Roo sundl; d r pI' mar a miles de hombres y mujeres despoja­

[ nido a él estuvo Emiliano Zapata quien,n r d la ti rra de Anenecuileo , se dará cuenta de que

I l bl ma funda mental de [a mayor parte de la població

i . na 1 on titu la la pro piedad de [a tierra. Con el lemaqu I p; n ido liberal enarboló, "T ierra y Libertad", se lanzaZ'IIX l . a la l' belión, portador de un deseo viril de reivindica-i n d u propiedades.

En • 1 una r -gic nes del país las rebeliones campesinas fue­r 11 mu ' gra ve como en Sonora y Quintana Roo, en [os añosd [ 5· 7 en 189 1-1892. La rebelión de Tomochic, na­r ada tan dramáticamente por Heriberto Frías, revela [a an-

u tia de un pueblo que se siente cercado y en trance de per­d 1'10 lodo. nte ello. el sacrificio de la vida es la única salida.

R peCIO a las condiciones de trabajo, a más de mencionarl. larga jornadas de sol a sol, los bajos salarios, el endeuda­mi 11\0 cont inuo, maltra to de capataces y mayordomos, elr ra igo forzoso a la hacienda y [a imposibilidad de movi­

mi nto , el ca tigo impuesto a los que intentaban fugarse, lari tencia de cárceles " tlapixqueras" en donde se encerraba a

lo re miso y rebeldes, la confabulación entre hacendados paraqu no hu 'eran los peones encasillados hacia otros lugares, [asvejaciones continuas, la fragmentación de [a familia por el en-

nch forzo o, " la leva" que se practicaba para integrar elejérci to , males que a lgu nas mentes conscientes señalaron

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lo en : '111 l.u i Pot I en febrero de eseongr par t irían una serie de directrices

mu di ¡¡en 1 nd i 1lI ;a mud ifi r la ituació n general delp;al . EI I'art id Libe al (IUC sur¡(ir ' d grupos. va a hacer

nt ir su prMoCI illllui lar \'i m lile a lasautoridades. aldarse cuenta (I U no C ól un mero 1 nido el Clora l. sino un1 nido al, e n UIl id • rio po lhi u ' I muy avanzado.diriRido por r con d ¡R"io d tol y mártires. Lainqui IlId !OC'm cb por C'C hom br n todo el país preo-up6 ..1 gobicrn o. bl lod ll cu ndo dio cuenta que no

bit labol l sul fI o, la t I l. el d li rro o la muerte para110ae rl varUar u idt" I

El Io , dc j ulio d I ( Oli "1 rrtioUI edi iOIl dc :lS ,o O (PUa (IUC ir utaron por todo el país,1/" Of"d. d J,I P "iJo IJbmli , el bu d d ués de recoger

opi ni 11 d mu div r ro r IXlr Ri rdo y Enrique Flo-f g n, AIIl n' 1. illarrc••I, Lib Riv ra , Juan Sara-

bía Y I mi mo milo n ía 11 qui n n r6 muchas de lasid " rqui 1 qu ( 1lI lila. n i ho P mil recogió todaslas .. pi i 11 r i it li iÓII • l. d justicia económicay d mbi I llti IXl elllc!OC' lu 1 , i bien puede afir-

ma qlle.' h"bo plan upcrior " d terminados aspectos, J.en u rou lidad , 11 11 n cI ión glo l. I Progra'M4 del Par- ./ido l.iHrdl es u tod o d i irvió de base para queel p;al pudi n ir de 191 7, 11 usarse dentro de nor-mas y prin ipi . 1 '" nzadcs. En efecto , los Consti-tuyentes d 191 6- 17 i ro n I pum esenciales de aquelP'OfTG.G y I in lu r n n la n tit ución General de laRepública . Algun orr fu ron in orporados en las leyesobreras y d isposi lon gra edu tivas posteriores.

Los d irigent d I Panid Liberal no pensaron que bastabacon lanzar un p ma para cambiar la situación reinante,sino que era ind O bl una revolución que destruyera algobierno existen te. por ell a panir de 1906 prohijaron unaserie de tevamamieru armad • como los dirigidos por Anto­nio 1, Villarreal en J iménez, Coa huila, Noga les. y los ocurridosen Acayucan, Chinam otros sitios.

La acti vidad de I dirigentes d I Panido Liberal no fuesubestimada por el gobierno que trató de aplastarla usando 'del máximo rigor. P a ello, el Partido movilizó núcleosobreros importantes. qu e dirigid por Mbiles lideres, agita- .ron al pall .

El propio afto de 1906. en Cananea. Sonora. y en 1907 enRIo Blanco. Veracruz. ocurrieron sangrientos acontecimientosque conmovieron hon damente la opinión pública. Si bien en

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Si hasta ahora hemos mencionado a los partidarios pollticosoficialistas, los paleros del gobierno, hay que señalar quedesde las últimas décadas del siglo XIX se constituyeron agru­paciones o clubes que desembocaron en la política. Por ahoraindicaremos que desde finales del siglo un grupo de hombresliberales, influidos por las ideas socialistas y anarquistas, y bajoel influjo del ingeniero Camilo Arriaga inició la creación deClubes Liberales que llevarían en 1901 a convocar al Con-

El Partido Liberal y los cambios políticos

como lacras del régimen, hay que señalar también el que sedio en algunos lugares, Oaxaca, Yucatán y Quintana Roo, laexistencia de una condición servil, escalvista, Indios traslada­

dos en masa desde el yaqui hasta el Valle Nacional, a los cam­pos henequeneros de la penlnsula yucateca, y con los cua les

.comerciaban pollticos, hacendados en contubernio con nume­rosas autoridades. Esa situación de gravedad extrema alar -mará las dormidas conciencias de los mexicanos, cua ndo va­rios extranjeros, entre otros John K. Turner reportero de TIuAmerican Magazine, de Mexican Herald y colaborador de lUp­neración , el diario de los Flores Mag6n, denunció en un tonoviolento el restablecimiento de la esclavitud en México, la cua lconsideró más terrible y cruel que la existente en Sibe ria o enlas colonias africanas. Su obra Míxito bárbaro fue un " Yoacuso" sensacional. Su circulación en 105 Estados Unidos y enM~xico mostrarla una de las lacras sociales más graves del ré­

gimen de Dlaz.

La ceguedad de las autoridades, el circulo cerrado de adula­dores en torno del viejo dictador que no percibía ya los malesdel pueblo, de ese pueblo al cual habla prometido tantas mejo­ras y tanto bienestar en su Plan de Tuxtepec, de ese puebloque si lo admiró y apoyó, ahora le despreciaba. más aun leodiaba, pues pensaba que todo el mal venia de arriba. esa re­sistencia o imposibilidad de escuchar el sordo clamor de unanación, va a ser una de las causas fundamentales de la revolu­ción de 1910. No fue un pretexto polltico el que la originó.sino males sociales ancestrales que se trataron de suprimir.

Eso fue lo que grandes capas del pueblo comprendieronocurrla durante la administración de Díaz, y lo que las llevó.arrastradas por la desesperación. a concluir con un régimenque no les había escuchado.

Tales son a grandes rasgos algunos de los aspectos funda­mentales que ofrece la sociedad en las últimas décadas del si­glo XIX Y los primeros anos de 1900.

AltoXV .--Tomo XV. Núm. 7f'

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)\~xiC'... .Iall.> Ad. IUOII.

BI Rijo de

El Ahuizote

El hijo del Ahuizote

" Los ricos -dijo- están demasiado preocupados con sus ri­quezas y con sus dignidades para ocuparse en algo del bienes­tar general; los hijos de ellos no procuran con ahínco ni mejo­rar su instrucción ni formar su carácter.

" Por la otra parte, los individuos de la clase del pueblo son ,por desgracia bastante ignorantes para aspirar al poder...

"Los indios, que forman la mitad de nuestra total pobla­ción, están en tinieblas aun respecto a sus derechos y obliga­ciones politicas; están acostumbrados a delegar en sus autori­dades sus dest inos en lugar de pensar por sí mismos. Esta fueuna fatal tendencia que provino de los conquistadores. quienessiempre les impidieron mezclarse en los asuntos públicos, de­jando a sus mandatarios que arreglasen todos sus asuntos...

" En la clase media, que viene en alguna proporción, de laclase pobre y a su vez, con pocos elementos de la rica , se for­man los mejores y más saneados elementos que anhelan supropia elevación y mejoramiento ; es la clase entregada conardor al trabajo más activo en todas sus fases, y de ella extraela democracia a sus propagadores y adeptos. Es la clase mediala que interviene en la política y de la que depende el progresoen general" .

Después de señalar que en lo personal no tenía enemigos, yestar convencido que a los ochenta años ya no podria seguirgobernando, por lo cual no aceptaría ser reelecto, pero si po­dria con su experiencia aconsejar a quien le sucediera en elmando. conclu yó el Presidente con unas frases que no se sabesi están preñadas de autenticidad o son un mero deseo que noestaba muy dispuesto a cump lir, pero las cuales le comprome­tieron fuertemente, pues diversos sectores políticos las consi­deraron sinceras y como esperanza cierta de cambio.

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afios anteriores hubo intentos de asonadas, levantamientos mi­litares, rebeliones campesinas que mostraron el descontentopopular, no había hab ido desde 1879 en que ocurrió en Vera­cru z el ajusticiamiento de los lerd istas, ningún otro aconteci­miento que despertara tanta ámpula. Ni siquiera la rebeliónde Tomochic en 1892 encont ró el eco que el aplasta miento~ruel de las huelgas de los mineros de Cananea y de los obre­ros textiles de Río Blanco, eco que deb ido a las alianzas de lasorganizaciones obreras mexican as con algunas de los EstadosUnidos, repercutió en el exterior con grave descréd ito para elgobierno. .

En 1908, el Presidente Díaz que siempre atendió con exqui-' sito cuidado la fachada internacional, nuestra cara al exteriory que trató que las relaciones con los Estados Unidos, por loscuales no sentía gran simpatía, no se empañaran. accedió a serentrevistado por un repo rtero de The Pearson's Magazine . Laentrevista giró en torno de la situación politica del pa ís, delsistema de sucesión existe nte y de las posibilidades, ante laavanzada .edad del dictad or, de que la tran smisión futura delpaís se hiciera bajo fórm ulas democráticas. El genera l Díaz,quien se refirió a su advenimiento al pod er a través de unarevolución, justificó ese hecho corno sigue: " Yo recibi e l Go­bierno de las victoriosas manos de un ejército. en un tiempoen que este pueblo estaba dividido y muy poco preparado pa rael supremo ejercicio de las prácticas democrá ticas. Haber de­jado sobre las masas la completa responsabilidad del Gobiernodesde un principio, hubiera sido lo mismo qu crear ta les con­diciones que hubieran traído el descrédi to d la causa para ungobierno liberal" . Y respecto a sus cont inua reel ccion s, lasexplicó afirmand o: " He tratado de d jar muchas veces el po­der; pero siempre que lo he inten tado se me ha hecho desis tirde mi próposito, y he perm anecido en su j er clcio, creyendocomplacer a la Nación que confiaba en mI. El hecho de: que: elprecio de los valores mexicanos descend ió onc puntos cuandoestuve enfermo en Cuernavaca, tcn la t:11 videncia para mi,que me persuadió. al fin, :1desist ir de mi persona l inclinacióna retirarme a la vida privada."

Adelante explicó el sentido pai erna lista de su régimen y lasposibilidades de un cambio que no alterara el orde n: "He pro­curado con el concurso de las personas que me rodean, con­servar incólume la práctica del gobierno democrá tico. Hemos

,mantenido intactos sus principios y al mismo tiempo hemosadoptado una política que bien pudiera llamarse patria rca l, enla actual administración de los negocios de la Nación; guia ndoy restringiendo a la vez las tendencias populares . con plen a feen que los beneficios de la paz traerían como resultados laeducación, la indus tria y el comercio, desarrollando al mismotiempo, elementos de estabilidad y unión en un pueblo natu­ralmente inteligente, afectuoso y caballeresco.

" He aguardado du rante muchos años pacientemente a queel pueblo de la República estuviera prepa rado para elegir ycambiar el personal de su Gobierno, en cada periodo electo­ral, sin peligro ni temor de revo lución armada y sin riesgo dereprimir el crédito nacional o pe rjudicar en algo el progresode la Nación, y hoy presumo que ese tiempo ha llegado ya".

Al referirse a las clases sociales que configuraban a la Na­ción, don Porfirio tra ta de hacer una interp retación históricade la estratigrafía social y emitir algunos juicios poco favora­bles a los estratos superior e inferior , elogiando a la clase me­dia a la que él pertenecía, en la que encontraba condiciones

excepcionales para que los principios democráticos arraigarany pudiera dirigir al pa ís.

1.

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8E P UBL IC A TODOS LOS OON IÑ a os.

urvn. Jillll;al... (11Ir f taba apto parab , '11Ir UI,(I dch o tar el sufragio y

intliblr r ¡' Iir". un I rtido antirreeleccío-b \;¡ Il\;lnrl;a hri t ni

1 ione 1);11;( IrJelll:er 1: vida pública de Mé-u \;¡ d un \ul\;ll lor (Iur cauti , aun cuandopu i n U" 1);lItC' . nt como principios

.. uf gio C'fr<rivo, no reelección". concluiar \;¡ t; bilidad , deberí dmitirse que el ge­

ligi a. pero llevando como Vicepresidente ato . ti 1l\C'1l\ C' elegido por el pueblo. En

upó d In problem sociales, sólo de losn I (I"t' provocaban el descontento. La

obra de M d ro tu vo ampl ia difu ión y dejó un impactopollti , qut' vi ron en su autor. deseen­da ro mili; d hacendados de San Pedro de

las Colon' . huila , Ji do on gr upos liberales como los deCamilo Arria , un lid r qu em pez ó a contar con el apoyopopular.

Animad di rores por toda esas manifestaciones,desd principi d 1909 agi taron las aguas de la política. Losantiguos partid , cional Porfiri ta , el Científico y el Re­yista lanzaron a la pal tra , hab iendo ido eliminado el Re­yi ta con el al jamiento d u jefe. Los otros dos sostendrian lacandidatura d D Z con un Vicep residente que osciló entreRamón Corral. po do por el Presidente y Tbeodoro Dehesaque representaba poca m joria . Dos partidos nuevos , fundadoen 190 8 el Partido Democritico o en 1909 el Antirreeleccio­ni ta, se aprestaron a actuar. El Democrático consignaba cómo

"Veria coil"gusto -afirmó- la formación de un partido opo­skionistaenlaRepública de México. Si llegara a surgir, veríaen él un beneficio y no un peligro; y si acaso esa oposiciónayudara al Gobierno, no en el sentido de explotarlo. yo mismoestiria'aJ'u lado y la apoyaría, y la aconsejaría, en la inaugura­ción ' yen , el .éxito 'del completo gobierno democrático delpaís" .•~'¡~.' .

r.:Últ-úi~~~s 'reflexiones de esta entrevista estuvieron rela­cion~(liiS:éon la ~litica internacional, y en ellas se mostró

• ,_t ....-.,., • .:

~ cáu~o ' y' patriota. ., " ,La éñtrevista Diaz-Creelman representó para el pueblo una'~ ;vá~y~la~ab,ié'~:~México" sinti¿ como promesa real las declara­cion~s d~ Díáz y diversos sectores pollticos se aprestaron a ac­tua~':: E!'grupe) reyista poi labios de su jefe indicó que "la na­

lfi~€,necesi~bá al general Díaz y deseaba que continuara en lar' pr~idericiapara que completase su titánica obra", Es evidente

qü~~el ' 'genera l Reyes manifestó siempre una gran lealtad aDíaz,~En 1908 declaró ' varias veces que no aceptarla figurar'como' Vicepresidente y aun pidió a sus partidarios votaran porCorral. Es seguro que el general Reyes deseaba contar con el~poyo de Diaz para ascender al poder, pero como hombre ra­zonable Tlo quiso nunca enfrentársele. Conviene apuntar que'paraestos.momentos ,Reyes contaba con numerosos partida.rios, lo cual preocupó al propio Presidente. quien sinti éndoseinseguro y desconfiado aun de sus colaboradores más cercancotno Lirria~ioJr, temió también -a Reyes a quien creyó másPt:~groso" q"ue-a ninguno. por tener una gran influencia en el'ej~~~ito:~uyos 20Q.º-0 hombresde efectivo podria utilizar paracu~lq4i~r,¡m~v.iobrn:.L~~ enemigos de Reyes declaraban queé~t~, ~~,:~:~cñ~ba: ~ lo~~militares para hacerse propaganda. yque'Jos ~'militáres que instrulan por todo el pals a la SegundaRe serva e ra--;:r é-misarios,' pagados con los haberes del ej~rcito.

que.Jnclinaban. á la Población en pro de don Bernardo. Esto(o debió creer el general. Díaz, quien manifestó a sus partida.rios que 'si elegian a Reyes como Vicepresidente. ~I. Dial. noaceptaría serPresidente: pero que si no lo elegían estaba se­guro se rebelaría. Este temor fomentado por los cientlficos fueel que hizo que el Presidente relevara a Reyes de la jefaturamilitar de laSa, Zona, cambiara al gobernador de Coahulla ,amigo de Reyes y finalmente obligase a don Bernardo a acep­tar una comisión para ir a' Europa a estudiar estrategia y orga·nización militar.

Otros políticos que se manifestaron en relación a la entre­vista ' Diaz-Creelman fueron: Querido Moheno en un folleto¿Hacia dónde vamos?, en el que afirmaba que Dial podla orga­nizar con su experiencia los partidos pollticos; Francisco de P,Sentíes en La organización polítUa de Mixico. El Partido DIfIId­crata;y.Manuel Calero en Cuestiones electorales. msaJO pol(tico.anhelaban la formación de un partido democrático de acuerdocon la liberalidad del -r égimen: Emilio Vázquez Gómelque era un político oportunista en La reelección iruUfrnida . sepronunció contra ella aun cuando más tarde apoyó la reelec­ción de Díaz. La más importante obra fue sin duda La suusi6npresidencial, de Francisco I. Madero quien después de hacerun análisis del desarrollo político de México. hace ver las ven­tajas de crear un Partido Nacional Independiente. Enjuicia laobra de Díaz, reflexiona sobre la formación del poder abso­luto y condena' las represiones de Tomochic, de los yaquis. losmayas, las matanzas de Cananea. Puebla y Orizaba.

Al hablar de la sucesión opina que Díaz no fue sincero conCreelman, que deseaba seguir en el poder y que él seria, comosucedió , quien designaría a su sucesor. Corral o Reyes. nin-

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programa los puntos sigu ientes: " ed ucación popular en escue­las gratuitas. obligatorias . laicas y cívicas; el sufragio directo

- pero restringido a los qu e supiesen lee r y escribir o fuesen' j efes de familia; la libe rtad y reorganización del municipio; la' inamovilidad y responsabilidad del poder judicial; la efectivi­dad de ia libertad de imp renta y de las leyes de Reforma; lainversión fecunda de las reservas del Tesoro; una ley agrariapara mejorar la producción y levantar el nivel económico ymoral del campesino y una legislación obrera". Afirmaban losautores de ese programa y directores del partido: Manuel Ca­lero. Benito Juárez Maza, T or ibio Esquive] Obregón . Jesús

~ Urueta, Rafael Zubará n Capman y, Heriberto Barrón y otros.que ese programa tenía qu e realizarse evolutivamente perocon eficacia. Tuvo este grupo corno órgano de expresió n aMéxico Nueuo el cual después sirvió a revistas y a los antirre­eleccionistas, Este Partido se desbandó al poco tiempo y conalgunos elementos re yistas se COllSlilUYÓ el Part ido NacionalDemocrático que postuló para las elecciones próximas la fór­mula Madero-Vázquez G ómez.

El Antirreeleccionista estaba di riKido IXlr Emilio VázquezGómez, Francisco 1. Madero . T o ribiu Esquivel Obregón qu edejó el Democrático. Filorncno ~bl;l . Paul ino Iart ínez, n iixF. Palaviccini, Roque Estrada, Luis Cahre .1. Jo V on el ,esto es. abogados culto IXlSIrrKad m 1'01' los ahogado i nt lfi­cos como Casasús, M" do y 0 11os dr re-ndeu Í41 r formi ta ,preocupados por un mb io rl n l i", prro sin 11 I(l r a di Iimos. Aun cuando lo problemas ...Hialr \ y eron óml o I procuparon y más ta rd e algunr» .... rlllprf'\;lIon ('11 su r .1I01u ién,<lepronto deseaban UII ca mbi» poli! j, o drlllO('I, tico y un" d ­fensa de la econom ía nacional..1 1.1 'Iur \r \;1II :1111 1I",...da porlas masivas inversion e:-xlr;lIIjrl ;l\ , IKu;IIIIIC'IIIC' no I impa ti­zaban las canee ion s que:- r l bl;"l o h;lb l.1 h('(JIU .. lo F t dUnidos. de sitio e t ru t l(il O\ dd tr- r l il'" jo m illo Bahla f g.

dalena.

Unidos el Partido acioll;lli.la IlrlllC Hl . lilll y el Antileccionista. a t ra vés de 1;1 COll\TIII 'ÚII N:l(i oll;II h ui pe n·diente. en abril de 191 () plr \('III ;1I 011 1.1 Ió r mul.. rol m 11 io­nada de Madero- v ázquw ( ;<'JIl lr l 1(lIr IU\'o 101110 prol( amapolltico uno sern jante a l del ;II"iKIIO 1';lI lido l>Crnocrát i o ,pero con algunas variantes. "~\(' proKI~IIl1a r r.I rI igu nt : "i m­perio de la Constitución IlIrd i;lI1l r 1;1 rlrflivid:ul de los de­rechos y deberes establecid os e-n ella , med iante la mutua inde­pendencia de los Pod eres Fede ra les y med iante la r pon bili­dad de funcionarios p úblicos: no rer-lccr ióu del pr id me,vicepresidente y gobe rnadolc" 1·lr\';I('" a art íc u lo onstitucio­nal; reforma de la ley de:-C101~1 1. lilx-rt:«! mun icipal )' abo liciónde las jefaturas pol íticas: lilX'I\;1(1 de rmcl';II1 /~I )' fome nto dela instrucción pública: mej oram ient o de la condición material,intelectual y moral del obrero v del indio: impue to eq uitati­vos y bien distribuidos. supresi ón dt' 1m mon opolios ), privi le­

gios. y útil inversión de los fond m púl~ l ic,os : ,fomento ~e lagrande y pequei'la ag ricuhur.l y de la irrigaci ón , y meJora-

miento del Ejército" .

Dispuestos así los partidos v I'n medi o cit· una gran efe rves­cencia provocada principalmenu por la, campañas politicasque' Francisco 1. Mad ero rea lizó por numerosos Estados de laRepública, conmoviendo la opini ón p ública , r prin cipalmentepor el arresto que en San Luis Potosí :-e hizo de Madero paraimposibilitarlo a participa r en la contienda electoral. se efec­tuaron las elecciones en junio v j ulio de 19 10. las cua les die­

ron el triunfo a Díaz.

Madero, quien escapó de la prisión. pudo preparar. apo yadopor numero s grupos, la revolución, que pensó era la únicafor ma de hacer respetar la voluntad popular. Esta. después de

ria fru traciones y de acuerdo con el Plan de San 'Luis Po­to 1, estalló el mes de noviembre de 1910. El Plan declarabanula las elecciones presidenciales, desconocía al presidenteDI" l . reafirmaba el principio de no reelección, y haciéndose

o del clamor campesino prometía la restituci ón de tierras alo peque ños propietarios. Asumla Madero la PresidenciaProvisional de la República. la utilización de facultades extra­ord inarias y el derecho de designar gobernadores. Convocabaal pueblo a tomar las armas y proponía medidas para hacermen os cruenta la lucha.

Habiéndose iniciado la Revolución ante el desconcierto ge­neral , las acciones militares ocurridas, el temor de una inter­vención de parte de los Estados Unidos y la deslealtad de suscolaboradores. el general Dlaz se vio obligado a renunciar a laPresidencia de la República Mexicana el 25 de mayo de 1911.Al dla siguiente. acompai'lado de su familia , se dirigió a Vera­cruz y abandonó el suelo mexicano el 31 de mayo rumbo aFrancia. En París falleció el 2 de julio de 1915. habiendo sidosepultado modestamente en el Panteón de Montparnase conun pui'lado de tierra mexicana. Limantour, quien le apoyó le­almente en los últimos meses y a quien debió la consolidaciónde su régimen , 'murió en agosto de 1935, en París .

Así finalizó ese largo periodo de nuestra historia. del cualfue principal protagonista un gran gobernante, que lamenta­blemente. como afirmó don Emilio Rabasa, no fué un esta­dista autént ico. " porque no tuvo la visión del porvenir". <>

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