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  • 8/6/2019 Memoria Seminario Mujer Rural

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    Memoria

    Seminario internacional Mujer rural: cambios y persistencias

    Lima, 2 y 3 de diciembre de 2010

    Introduccin

    El seminario internacional Mujer rural: cambios y persistencias se desarroll los das 2 y 3 dediciembre de 2011 en la ciudad de Lima, con la participacin de expertos y expertas de Mxico,Colombia, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Chile y Per. Asimismo, cont con la asistencia derepresentantes de organizaciones rurales y agrarias de mujeres de distintas regiones del Per y deespecialistas de instituciones pblicas y privadas.

    El seminario se propuso ser un espacio de intercambio de informacin, anlisis y debate sobre lasituacin de las mujeres rurales en Amrica Latina, que resulte un aporte para disear y proponerpolticas dirigidas a enfrentar de manera ms eficiente la situacin de pobreza y marginacin que

    las afecta, y al fortalecimiento de su protagonismo y autonoma.

    A lo largo de dos das de trabajo, se realizaron seis mesas temticas. La primera mesa, trat sobreel acceso a la tierra de las mujeres y las diferencias en la propiedad y control del recurso entrehombres y mujeres. La segunda mesa, abord el tema de los derechos de las mujeres en espacioscomunales, centrndose en cmo la mujer ejerce sus derechos y participa en distintos espacios dela vida comunal. La tercera mesa toc el tema del rol de las mujeres en las actividades productivasfamiliares, en la seguridad alimentaria y la conservacin de la biodiversidad. La cuarta mesa,abord sobre las mujeres y su insercin en la agroexportacin y en el trabajo asalariado, lasnuevas relaciones laborales que se van gestando entre la poblacin local y las empresas en elcampo y las condiciones en que las mujeres atraviesan este proceso. La quinta mesa trat sobre el

    tema de las industrias extractivas y sus impactos sobre la vida de las mujeres rurales de lasfamilias en las reas de influencia minera en el pas. Finalmente, la sexta mesa present unbalance acerca del modo en el que las polticas pblicas de tres pases de Amrica Latina (Per,Ecuador y Bolivia) incorporan a la mujer rural como un actor con caractersticas, necesidades ypotencialidades propias.

    Este seminario fue posible gracias a la organizacin de CEPES, CooperAccin y el MovimientoManuela Ramos -en el marco del Programa Democracia y Transformacin de Conflictos de ICCO-,de la Asociacin Latinoamericana de Organizaciones de Promocin al Desarrollo (ALOP) y de laInternational Land Coalition (ILC).

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    Presentacin

    El seminario se inici con las palabras de bienvenida de Fernando Eguren, presidente de CEPES,quien seal que la preocupacin central del mismo era la de conocer cules son los procesosrelacionados a la mujer rural y cules son aquellos cambios, desafos y nuevos problemas queenfrentan. Asimismo, coment tres procesos que se vienen dando en la sociedad rural,importantes para discutir la situacin de la mujeres. El primero, es una tendencia a la reduccindemogrfica en las zonas rurales, y al mismo tiempo, a una creciente diversidad econmica; a ellose suma que la mayora de los ingresos tiende a ser no agrcola. El segundo, que los agricultores yagricultoras, en muchos casos, tienen residencia urbana, lo cual es una muestra ms de que loslmites entre lo urbano y lo rural son cada vez ms difusos y sus articulaciones muy dinmicas. Eltercero es el proceso de insercin de la mujer trabajadora en la industria de agroexportacin, queplantea una gran diversidad de situaciones; de otra parte, estn tambin las mujeres que sededican a la agricultura independiente, a las chacras en el hogar, que continan siendo unimportante sector de la poblacin femenina en el campo. Finalmente, Eguren inaugur el eventodeseando que sea un intercambio productivo, en el que se encuentren pistas y respuestas, y seplanteen los desafos futuros.

    Conferencia de apertura

    Situacin de las mujeres rurales en Amrica Latina; cambios y persistencias. Patricia Ruiz Bravo,

    PUCP

    Esta ponencia, expone los principales resultados de una reciente investigacin sobre mujeresrurales en Amrica Latina. La expositora inici su intervencin sealando que la manera en queabordara el tema pone nfasis en reconocer la heterogeneidad de las mujeres rurales, por lo queprefiere utilizar el trmino en plural, en vez de referirse solo a la mujer rural. Los cambios que sevienen dado en las sociedades rurales, no favorecen a todas las mujeres por igual. Un segundo

    aspecto importante es tener en cuenta que, tomando en consideracin los postulados de AmartyaSen, parte del enfoque de desarrollo humano, por lo cual la manera de abordar la pregunta sobrelos cambios en la vida de las mujeres rurales es en qu medida estos cambios y persistenciasafectan sus posibilidades de accin y de elegir.

    Seal que los cambios se dan en un contexto internacional marcado por el proceso deglobalizacin y neoliberal, que son el teln de fondo de estos; al mismo tiempo se handesarrollado una serie de espacios de encuentro y normas internacionales que favorecen a lasorganizaciones regionales y locales de mujeres. En el contexto nacional es importante considerarel proceso de descentralizacin por la creacin de una serie de espacios de participacin local quetambin favorecen la participacin de las mujeres.

    Luego, pas a compartir los principales resultados, mostrando cifras recientes de documentoselaborados por la FAO y la CEPAL. En primer lugar, seal que los cambios tienen dimensiones; notodos son solo positivos o negativos. Un primer cambio se da en relacin a la educacin, mbito enel que, a nivel de Latinoamrica, la brecha de gnero entre los jvenes rurales ya se cerr. Sinembargo, la brecha en la poblacin adulta rural se mantiene: es la poblacin adulta rural, y dentrode ella la poblacin femenina, el sector que presenta los ms bajos niveles educativos y lasmayores tasas de analfabetismo.

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    Un segundo cambio se da en lo laboral, donde se observa un crecimiento sostenido en la tasa deactividad femenina en el mbito rural. Las mujeres rurales se dedican principalmente en tresactividades: empelo rural agrcola (sobre todo en Per y Ecuador); agroindustria; y empleo rural noagrcola. En el primer caso, se trata sobre todo de trabajo familiar no remunerado. En el segundocaso, las mujeres trabajan como obreras en la agroindustria. En el tercer caso se trata de diversasactividades en las que son trabajadoras a cuenta propia u obreras. En relacin a este tema, unapersistencia es que en el caso del trabajo agrcola, no se visibiliza el aporte de las mujeres ruralesen la produccin ni en la seguridad alimentaria.

    Sobre el tema de la pobreza, es importante sealar que los datos muestran que la forma en quelos hogares rurales van saliendo de la pobreza es a travs del empelo rural no agrcola,principalmente vinculado a la agroindustria. Sin embargo, el estudio seala que la dependencia deeste sector tan especializado de los mercados internacionales es muy grande, lo que lo hacevulnerable. La presencia de la mujer en la agroindustria es importante, pero hay puntos en debate:por un lado, las mujeres entran al mercado laboral, y este es un cambio que puede tener impactospositivos en la vida de las mujeres; sin embargo, las condiciones laborales no son buenas (largasjornadas, impactos negativos en l salud, limitado o nulo acceso a seguridad social, entre otros) y

    los salarios son bajos. En relacin a este tema, otra persistencia es que la pobreza rural siguesiendo sumamente alta. Es lo que se llama pobreza dura y est vinculada a la actividad agrcola

    tradicional.

    En cuanto a la salud, si bien las mujeres perciben que los servicios de salud han mejorado, lascifras muestran una desigual distribucin de bienes y servicios en perjuicio de poblaciones ruralese indgenas. Asimismo, hay dificultades para acceder a estos servicios y no existe un enfoque quereconozca la diversidad cultural y lingstica. De otro lado, no hay datos exactos sobre temasrelevantes: por ejemplo, sobre mortalidad materna. Las encuestas nacionales no estn poniendoal da el ndice de mortalidad materna y hay una resistencia a brindar los datos; este ese es untema que trabajar hacia delante.

    El gran cambio a resaltar se da el tema de la participacin poltica y las organizaciones de mujeres,en varios niveles. Por un lado, las organizaciones de mujeres se han incrementado enormemente,se ubican en diferentes espacios de decisin poltica y actan en distintos espacios. Hay unairrupcin de organizaciones de mujeres de diverso tipo y en diferentes mbitos (local, regional,nacional). Asimismo las mujeres ya no solo buscan participar en sus organizaciones gremiales sinoque muchas de ellas discuten con las ONG, en espacios pblicos y otros, como foros de organismosinternacionales. Este es un cambio que se viene dando en la ltima dcada a travs de distintosprocesos: por ejemplo, el liderazgo de las mujeres rurales en el proceso de violencia poltica hagenerado una mayor visibilizacin de su participacin. De otro lado, al interior de las localidadestambin hay una mayor participacin de las mujeres; hay una demanda por una mayor rendicinde cuentas y mayor fiscalizacin, temas que se asocian y estn muy ligados al de participacin.

    Finalmente, la expositora seal que se est dando un debate sobre si existe un feminismoindgena; al respecto, refiri que hay quienes sealan que las mujeres indgenas s planteandemandas reivindicativas de gnero, pero que stas no han sido reconocidas bajo el paraguas defeminismo. En el Per hay un movimiento de mujeres indgenas que tiene un acercamiento conotras organizaciones de mujeres; quieren hacer reivindicaciones de gnero pero al mismo tiempoquieren mantener su autonoma.

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    Dentro de las reflexiones finales se sintetizaron las principales ideas sobre los cambios expuestos yse resalt la heterogeneidad de situaciones entre mujeres campesinas e indgenas, que se datambin por ubicacin territorial y tipo de productora, y que la historia de las zonas es central paraentender las organizaciones femeninas. Como ya se ha mencionado, existen cambios importantesen educacin, trabajo y participacin, pero las brechas de pobreza urbano/rural se mantienen. Lapobreza rural es dura de atacar pues la produccin se sustenta en actividades agropecuarias desubsistencia; hace falta una poltica de desarrollo rural. Como ya se ha dicho, el cambio msimportante es la irrupcin de nuevas actoras sociales y una mayor participacin y demanda deciudadana. Las organizaciones aumentan y son de heterogneas (vinculadas a federacionescampesinas, redes de regidoras, organizaciones de mujeres indgenas, entre otras). Finalmente,ante la pregunta por si se han ampliado las capacidades de las mujeres y sus posibilidades deelegir la vida que consideran valiosa, la respuesta es compleja: si bien es positiva por el lado de laagencia y el empoderamiento, hay persistencias importantes que todava implican un gran retopor delante.

    MESA 1

    Avances y lmites en el acceso a la tierra

    Tres utopas sobre la propiedad femenina. Alejandro Diez, PUCP, Per.

    Esta presentacin abord la temtica del acceso de las mujeres a la tierra en comunidadescampesinas, a partir de estudios de caso realizados en tres comunidades de la sierra peruana, en laregin Huancavelica.

    El trabajo se desarroll fundamentalmente en dos comunidades: nuevo Occoro y Tinyaclla;adicionalmente, se realizaron algunas aproximaciones exploratorias en la comunidad de Larmenta.Cada una de estas comunidades muestra formas diferentes de utilizacin y por lo tanto de

    apropiacin y acceso- de la tierra: Nuevo Occoro dedicada a la agricultura de secano; Tinyaclla alpastoreo; y Larmenta a la agricultura de riego. Diez expuso los tres casos, con sus diferencias ysimilitudes, mostrando que las mujeres no tienen la misma capacidad de acumular tierras que losvarones, y cuando lo hacen, es a travs del matrimonio.

    El expositor seal que existen tres utopas sobre la propiedad femenina (absoluta) de la tierra.Precis que es importante tener en cuenta que es distinto hablar de propiedad que de acceso.Para abordar la problemtica del acceso de las mujeres a la tierra, realiza el anlisis de tresmbitos: la normatividad nacional, las normas comunales y los usos y costumbres. Estos tresniveles de normatividad no estn anticuados entre s.

    a. Normas del Estado; estipulan igualdad entre hombres y mujeres, pero al cruzarlas con las

    normas sectoriales y otras normas, se observa que no hay ningn esfuerzo de articulacin. Dentrode la ley de tierras hay una parte que se refiere a las leyes comunales; en sntesis, reconoce laautonoma de las comunidades para regular el acceso a la tierra en su interior.

    b. Normas comunales: existen en dos niveles, la norma escrita y las normas que estn dada por eluso y la costumbre, que es lo que la gente aplica. Respecto a la propiedad de la tierra, losestatutos y reglamentos analizados expresan unnimemente tres consideraciones fundamentales:1) la propiedad de las tierras que ocupan; 2) el carcter de usufructuarios que detentan sus

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    miembros; y, 3) declaran su conformidad con las leyes y reglamentos nacionales de los queproviene dicho derecho. Si la propiedad es comunal, existen muy pocas regulaciones respecto a lasformas de usufructo de la propiedad comunal de parte de sus comuneros. En lneas generales, seseala que todos los comuneros tienen acceso a los diferentes tipos de terrenos comunales,aunque sin consignar la naturaleza de dicho acceso ni especificar regulaciones sobre el mismo.

    c. Normas de uso y costumbres locales. La costumbre manda que hay varias formas de acceso a latierra: la herencia, las compras al interior de la comunidad, al partir, por prstamo (en el caso de lamigracin, por ejemplo). Aunque de la lectura de los estatutos se deducira que las mujeres tienenlos mismos derechos de acceso que el conjunto de comuneros, el estudio muestra que normas de

    la costumbre establecen diferencias.

    Las tres utopas se refieren al acceso absoluto de las mujeres a la propiedad, en los tres casosestudiados: tierras de secano (Nuevo Occoro), donde la utopa es que se acede a la tierra comomiembro de la comunidad, lo cual en la prctica no basta para las mujeres; 2) Tierras de pastoreo(Tinyaclla), donde el ser miembro de un patrilinaje ampliado sera una supuesta forma de acceso ala tierra que en la prctica no es tal; y 3) tierras de riego (Larmenta), donde el ttulo de propiedad

    plantea una ilusin de propiedad absoluta, pero que en trminos de acceso real solo sigue siendouna utopa.

    En estos tres casos, se identificaron tres tipos de trayectorias de acceso limitado a la tierra:1) mujeres en proceso de acceso a la tierra, segn una forma o trayectoria ya identificada (casosde mujeres jvenes);2) mujeres con acceso limitado como complementario a las actividades agropecuarias; Lasdificultades de consolidacin de la propiedad provienen de la escasez de terrenos, pero tambinde la ausencia de apoyos familiares y la falta de consolidacin de una unidad conyugal propietaria:la ausencia de pareja (abandono, distancia, no conformacin) y el dficit en la capacidad laboraldificultan la consolidacin y la seguridad en el acceso a las parcelas que cultivan.

    3) mujeres sin vocacin por actividades agropecuarias o rurales y con formas de reproduccin yaspiraciones ms bien urbanas; Una situacin diferente e inesperada en nuestras hiptesisiniciales de trabajo lo constituyen aquellas mujeres sin acceso a tierras pero adems sin pretensinde acceso, cuyas opciones productivas no privilegian las actividades agropecuarias y que remitenms bien a estrategias de trabajo vinculadas a los servicios y a modos de vida ms urbanos.

    Luego, Diez seal tres niveles de acceso a la tierra y dos situaciones de acceso:

    Control de la mujer jefe de familia o propietaria, (secano disposicin absoluta perocomunal; riego propietaria representante de una rama familiar)

    Control parcial en el marco de la sociedad conyugal (riego y secano) Control del ganado como persona individual o en pareja (doble mediacin patrilinaje,

    comunidad) Control imperfecto sobre tierras prestadas por familiares (secano o riego), solo usufructo Ausencia de control por ausencia de acceso (en proceso, imperfecto por carencia, sin

    vocacin)

    Finalmente, el estudio revela que los factores que inciden en el acceso a la tierra son diversos. Losfactores positivos seran la sociedad conyugal, el control del consumo, uso y produccin de lamujer para la sobrevivencia, el trabajo masculino fuera de la comunidad, la migracin y

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    desplazamiento que deja tierras libres, y el empoderamiento femenino. Como factor neutroestara en la condicin de ser comunera (factor necesario pero que no garantiza el acceso). Y entrelos factores negativos estn: la preferencia de varones en la herencia, los patrones devirilocalidad y dominacin masculina; y la falta de vocacin de la mujer por la vida rural.

    Otra de las conclusiones del estudio plantea que la insuficiencia de la legislacin para garantizar elacceso de las mujeres a la tierra en igualdad de derechos con los varones. Las leyes sobrepropiedad comunal de la tierra funcionan ms hacia el exterior de las comunidades que al

    interior de las mismas y no regulan los mecanismos de acceso de las diversas familias o de loscomuneros a la tierra colectiva. El reconocimiento de la diferencia es poco significativo en lasnormas escritas comunales y es desfavorable en las prcticas concretas y habituales de acceso a latierra. Los estatutos comunales son por lo general, ciegos al gnero, y no reconocen sino

    mnimas condiciones de diferencia a las mujeres. Una segunda conclusin es que frente a lasmujeres, y a las familias comuneras en general, la comunidad en tanto propietaria formal de latierra se constituye en intermediaria y mediadora en el acceso a la tierra de hombres y mujeres. Elacceso de las mujeres a la tierra slo es favorecido en el marco de la unin conyugal,desfavoreciendo significativamente la acumulacin y un incremento en el acceso a tierras de las

    familias monoparentales femeninas.

    Finalmente, el estudio concluye que el real acceso a la propiedad est marcado por las normas yprcticas habituales de acceso ms que por las regulaciones o ttulos externos a las colectividadeslocales. Cualquier proceso que busque garantizar el acceso de las mujereso de los comuneros engeneral- a las tierras no necesita garantizar ttulos ni procedimientos legales, sino reconocimientolocal a la exclusividad del acceso o de la propiedad.

    Mujeres Indgenas, campesinas y su organizacin por el acceso a la tierra. Rita Borquez

    PROCASUR, Chile.

    En esta ponencia se comparten los principales hallazgos y conclusiones del estudio realizado en elmarco del concurso de investigaciones de la International Land Coalition sobre el acceso de lasmujeres a la tierra en Amrica Latina. El estudio busca visibilizar los aportes de las mujeres comosujetos colectivos e individuales en el proceso de consagracin y aseguramiento de sus derechos ala tierra y a los territorios, a partir de sus puntos de vista peculiares. Y muestra las estrategiasactivas de las mujeres -aquellas donde las mujeres organizadas son actoras centrales en laplanificacin y aplicacin de polticas y en el desarrollo de procesos de acceso a la tierra- puedenincidir en un mayor empoderamiento de las mujeres y sus derechos y, por ende, en un mayorimpacto del acceso a la tierra en la calidad de vida de las familias y comunidades rurales.

    La expositora inici su presentacin poniendo en contexto la situacin de las mujeres en relacin

    al acceso a la tierra. Citando a Deere y Len, seal por ejemplo, que la distribucin de lapropiedad de la tierra en Amrica Latina segn el gnero es extremadamente desigual, en dondela mujer solo excepcionalmente representa ms de una cuarta parte de los propietarios (Deere yLen 2005: 404). Recogiendo la misma fuente, mencion que la persistencia de esta brecha serelacionara con cinco factores: La preferencia hacia los varones al momento de heredar;

    privilegios de los hombres en el matrimonio; tendencia a favorecer a los varones en los programasde distribucin de tierras tanto de las comunidades como del Estado, y sesgos de gnero en elmercado de tierras (2005: 398). En la actualidad, la brecha del acceso a la tierra entre hombres y

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    mujeres se mantiene, por lo que es importante relevar el rol de las mujeres en la defensa de lastierras.

    La expositora present las ideas centrales que se desprende de los estudios de caso realizados.Entre las principales ideas seal que acceso de las mujeres a la tierra incide directamente en elbienestar de las familias y las comunidades rurales, as como en sus potencialidades de desarrolloy en la seguridad alimentaria. Asimismo, que la tierra es un factor de empoderamiento de lasmujeres rurales, en tanto ampla su capacidad de negociacin en el mbito familiar, comunitario ypblico. El sondeo de experiencias y los estudios de casos, permiten conocer diferentes estrategiaspor medio de las cuales, desde organizaciones campesinas o indgenas mixtas u organizacionespropias, las mujeres rurales han tomado las riendas de procesos de defensa de sus derechos a latierra, a la seguridad alimentaria y el acceso a los recursos. De esta forma, se observan estrategiasdefensivas y constructivas. Las primeras se dan en contextos de vulneracin de derechos, dondelas mujeres salen a defender derechos que ya haban sido conquistados y ahora, estnconstantemente amenazados. Las segundas, estn dirigidas a dinamizar y poner en valor activosnaturales, culturales y sociales ligados a sus territorios, para incrementar el nivel de vida de suscomunidades. Se puso nfasis en sealar que, finalmente, elementos de uno y otro tipo, se

    encuentran al mismo tiempo en casi todas las experiencias revisadas.

    Igualmente, el sondeo de experiencias y los estudios de caso permiten concluir que las mujeresestn inmersas en distintos tipos de organizaciones y aparecen como actoras del espacio pblicolocal, donde se visibiliza su participacin. Los estudios de caso son el de la experiencia de laCentral Intercomunal de Mujeres Isoseas en Boliva y el de la comunidad indgena AymaraChusmiza-Usmagama en Chile. A partir de ellos, la expositora profundiza en algunas conclusiones.Seala, en primer lugar, la necesidad de distinguir entre las nociones de tenencia o titularidad, yde uso y control efectivo de la tierra; los estudios muestran que la titularidad de la tierra nogarantiza su control ni uso efectivoque se refiere a la capacidad para decidir sobre su tenencia yuso- , sino que ello debe asegurarse con otros procesos. Otra idea importante es que la

    concepcin que se tienen del derecho a la tierra es la deun derechoencadenado necesariamentea otro tipo de derechos a recursos o activos. Y que la tierra es percibida como un recurso enmovimiento para generar mayores ingresos o fuentes de subsistencia, para lo cual esimprescindible el acceso de las mujeres a recursos como el agua, los recursos naturales y tambinal crdito y los servicios financieros. Por tanto, la demanda por el derecho a la tierra, contiene lademanda por una redistribucin integral de los activos rurales para posibilitar que un mayoracceso de las mujeres a la tierra, en trminos de propiedad, incida realmente en una mayorequidad de gnero.

    De otro lado, en relacin al tema del empoderamiento, se concluye que ste no garantiza por smismo el acceso de las mujeres campesinas e indgenas rurales al uso y tenencia de la tierra. Y quesi bien la tierra es vista como un factor de autonoma y como elemento depoder, sta no se

    traduce por s misma en ms poder. Para que ello ocurra, hacen falta procesos de visibilizacin,concientizacin y fortalecimiento de la actora de las mujeres que posibiliten un control efectivo;procesos de lucha por los derechos a la tierra, procesos personales -en el marco de esta lucha-donde se fortalece su autoestima y conciencia de derechos, procesos de capacitacin eintercambio con otras experiencias, entre otros. Es importante tener en cuenta, tambin, que ellono est libre de dificultades que el contexto tradicional de gnero pone a la participacin de lasmujeres y a su reconocimiento como sujetos de derechos.

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    Finalmente, desarroll lo que llam estrategias exitosas para el empoderamiento de la mujeres yel acceso a la tierra, as como los principales obstculos que se presentan para ello. Entre lasprimeras, se encuentran la generacin de una agenda paralela para posicionar las demandas degnero en procesos de reivindicacin territorial; actividades de sensibilizacin y formacin, y laparticipacin en procesos polticos, sociales, judiciales y de gestin comunitaria donde seconviertan en protagonistas activas; desarrollar alternativas de subsistencia vinculadas con elterritorio y la capacidad de generar alianzas con entidades gubernamentales y nogubernamentales, as como de establecer vnculos y negociaciones con actores clave como losmedios de difusin. Dentro de los obstculos para el acceso y control efectivo de las mujeres sobrela tierra y los recursos, mencion obstculos de tipo Legal, econmico, sociocultural einstitucional. Un tema a resaltar en el marco del seminario es que la legitimidad del acceso a latierra y las especificaciones de gnero son construidas sobre la base de una diferenciacin que esvista como complementaria y que muchas veces invisibiliza la inequidad en el acceso de lasmujeres a la tierra.

    Campesinas en situacin de desplazamiento en Colombia. Flor Edilma Osorio, CINEP, Colombia.

    La expositora plantea dos temas introductorios para comprender el contexto. Primero, que existeun vnculo entre tierra, gnero y sentido del lugar. La vivencia sobre cmo el lugar se usa y quedainscrito en la memoria, pasa tambin por el gnero y la edad. As, se construyen memoriasdistintas del lugar, segn sea uno hombre o mujer. La cotidianidad de estos lugares se vetrasformada por el conflicto armado: algunas zonas resultan peligrosas, los que eran antes lugaresde recreacin se convierten en lugares de dolor. Entonces se modifica el vnculo con los lugares.Entre quienes se encuentran ahora en las ciudades, existe una enorme valoracin del campo comoespacio de vida y de esperanza: esta visin se reconfigura a partir de la vivencia de la miseria en laciudad. Las personas desplazadas llegan a las ciudades buscando seguridad y encuentran que hanperdido un pequeo paraso. Esta es una tendencia importante.

    El segundo tema se refiere al impacto del conflicto armado. Las mujeres son las que llevan la cargade la sobrevivencia, muchas asumen la continuidad de las estrategias familiares en las ciudades yse convierten en jefes de hogares. La viudez supone un recurso para la usurpacin de la tierra. Laviolencia sexual es tambin una estrategia de dominacin y de sancin. En este contexto, muchasmujeres salen a las ciudades intermedias buscando estar ms protegidas, y, al mismo tiempo, laposibilidad de obtener nuevas fuentes de ingreso.

    Es importante comprender que el conflicto armado colombiano va ms all de las guerrillas; losgrupos paramilitares son mercenarios que se han articulado en defensa de las empresas y de losterratenientes en alianza con el narcotrfico y con las fuerzas armadas. Existe una gran cantidadde actores no armados con mucho poder, que han promovido el proceso de violencia para

    imponer un orden en el que ellos salen beneficiados e imponer proyectos de desarrolloagroindustriales y mineros, a ritmos ms acelerados; es decir que hay una relacin funcional entreestos poderes econmicos y la violencia. Finalmente, algunas caractersticas que definen estecontexto: impacto en los proyectos familiares que quedan truncos para huir y salvar la vida; unaconcentracin de la tierra y empobrecimiento muy marcados; desarrollo de cultivos ilcitos ydesarrollo del paramilitarismo en las estructuras de poder.

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    Se calcula que son cerca de cinco millones de personas desplazadas. En este proceso los grupostnicos han quedado al margen de las polticas que se han construido en funcin de uncrecimiento empresarial, que ha quitado estmulo a la economa campesina.

    Luego, la expositora present las trayectorias frecuentes de las mujeres en el conflictocolombiano. Se han identificado cinco trayectorias: quedarse, retornar, la reubicacin rural, lareubicacin urbana, y la reubicacin urbana pero trabajando tierras colectivas. La primeratrayectoria es poco frecuente; es importante anotar que la mayor parte de instituciones no prestaayuda a los que se quedan sino a los que migran a las zonas urbanas. La segunda trayectoriaconsiste en salir y luego volver al lugar de origen; se trata de un retorno sin garantas, dedecisiones familiares ms que colectivas, y en el que las familias sern estigmatizadas. En latercera trayectoria, la de la reubicacin rural, las personas reubicadas son apoyadas por el estadoo por ONG; este proceso genera dinmicas organizativas y exige construir una nuevaterritorialidad rural. En la cuarta trayectoria, la gente siente un enrome vaco por la falta de unespacio para producir; adems, hay problemas con la seguridad alimentaria de las familias que, ensu mayora, se encuentran en una situacin marginal en las ciudades. La ltima trayectoria es unproceso ms mixto; se logra acceder a un terreno colectivo en zonas rurales cercanas que

    normalmente ha sido expropiado a narcotraficanteslo cual ya supone un riesgo-; es un reto muygrande porque exige reconstruir un tejido social con actores distintos para compartir y utilizar estenuevo espacio.

    Finalmente, luego de desarrollar cada trayectoria, la expositora mencion ideas centrales sobre losprocesos de desplazamiento en Colombia. En primer lugar, que los procesos de desplazamientoson diversos; hay bsquedas distintas, y por tanto experiencias y formas de reconstruir memoriasdistintas. En segundo lugar, que los lugares son fuente de identidad y de memoria. En tercer lugar,que existe, en algunos casos, cierta activacin de ofertas institucionales con componentes comocapacitacin a las mujeres. En cuarto lugar, que si bien se puede tener la formalidad del acceso ala tierra, ello no quiere decir necesariamente que sta se utilice (por falta de recursos, situaciones

    de riesgo, falta de acompaamiento institucional, entre otros factores). En quinto lugar, que laguerra exacerba las inequidades las discriminaciones y los comportamientos violentos. En sextolugar, que las decisiones tomadas en medio de incertidumbres, implican una enorme carga sobrelas mujeres para la sobrevivencia y la reconstruccin del tejido social.

    Comentarios de Gaby Cevasco

    La especialista del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristn, destac los aportes de los tresestudios, sealando que son tres fuentes distintas pero que llegan a conclusiones similares. Porejemplo, mencion la persistencia de patrones socioculturales que impiden a las mujeres el accesoefectivo a la tierra, haciendo referencia a las relaciones de gnero y de poder que impiden a la

    mujer desarrollarse como sujeto pleno de derecho, y que al mismo tiempo, impiden el acceso auna serie de elementos econmicos y productivos. Al respecto, destac la importancia de laparticipacin de las mujeres en sus comunidades; y complet que las mujeres deben construir susagendas particulares, asimismo, la importancia de sensibilizar a los varones en las comunidadesrurales. Otro elemento comn que remarc es que si bien las normas no ponen obstculos paralas mujeres, hay una falta de concordancia entre lo nacional y lo comunal, donde uno de los temascentrales es el ejercicio del derecho consuetudinario. En su opinin, el reto es una norma decoordinacin entre el sistema de justicia consuetudinario y la justicia formal.

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    De otro lado, observ que un aspecto que no aparece en los trabajos es la indocumentacin de lasmujeres, y que sin embargo es un problema muy comn en las zonas rurales. Comenta los casosen que las mujeres no pueden formalizar su propiedad sobre la tierra porque, al no tener DNI,stas se son registradas a nombre del varn. Otro de los puntos abordados fue el del concepto decomplementariedad, que se lleva a todos los planos de las relaciones de hombres y mujeres peroque no es real. Los movimientos indgenas han tomado este concepto para plantear una relacinarmnica entre hombres y mujeres, pero los estudios muestran que en la prctica esta armona noes tal. Es importante revisar algunos conceptos como los de complementariedad, madre tierra oseguridad alimentaria, porque no se ha discutido el tema de gnero en ellos.

    Finalmente, llam la atencin sobre la enorme cantidad de conflictos sociales que dan en el pas, yla falta de respeto del gobierno por los derechos de las poblaciones. Hay un cambio en lasrelaciones entre comunidades y empresas y esto est generando transformaciones importantes.La presencia de estas empresas tambin es una forma de violentar las costumbres; se pregunta,qu implica ello en la vida de las mujeres; y si donde hay beneficios, las mujeres acceden a ellos.Hay un cambio de ritmo, de exigencias, de expectativas, por lo que hay que discutir cmo estn

    afectando estos cambios a las mujeres. Asimismo, seal que hay que trabajar ms el tema detierras y territorio, y las dimensiones que implican la vinculacin entre estos temas y las mujeres.

    Por su parte, Pedro Castillo seal que la tierra es un recurso finito. El acceso a la tierra implica,por tanto, que un grupo de personas va a perder derechos con relacin sta. Retom el tema delpuente roto entre la normativa estatal y la comunal y agreg que se puede hablar de cuatroniveles; el cuarto sera el de la normativa internacional incorporada a la legislacin de nuestrospases. Considera que es un problema que las mujeres no aparezcan expresamente en las normastanto nacionales como comunales y sugiri que tal vez las comunidades podran incorporar oreproducir elementos de la normativa internacional.

    Finalmente, resalt como otro aporte de los casos presentados que estos muestran que el accesoa la tierra debe complementarse con mecanismos que permitan un control efectivo de la tierra.El control efectivo siempre estar relativizado por el control que tiene el estado sobre los recursosnaturales. En la disputa por los recursos naturales, el empoderamiento de las mujeres y lasorganizaciones es vital, pero est sujeto al modelo estatal. En el caso colombiano, se observacmo el Estado no hace nada frente a la realidad; en el Per hay una poltica estatal diseada paradesconocer derechos de unos, que son los grupos ms vulnerables como las comunidades rurales,y favorecer a empresas privadas.

    Intercambio

    Las preguntas de los participantes versaron sobre temas muy diversos. Un grupo de stas se refiri

    a las relaciones de gnero en la familia y en relacin a la tierra. Diez sugiri que en el marco de losestudios de parentesco hay dos grandes corrientes, quienes plantean que la familia es una unidady por otro lado, la familia vista como un campo de batalla. Considera que en realidad lo que se daen la prctica es un punto medio. Hay espacios de complementariedad y hay espacios deenfrentamientos y de intereses distintos. En algunos casos, el hombre puede ser incluso un aliadopara el acceso a la tierra de la mujer. En algunos casos hay conflicto, dependiendo del espacio y lostipos de tierra.

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    Se abord tambin el tema de la memoria en el proceso de desplazamiento. Edilma seal que lamemoria est en muchas cosas. Y que los jvenes y nios que crecen en las ciudades ya tienen unamemoria distinta a la de sus padres, por lo que la aoranza va a ser distinta, adems de que estnmarcados por el discurso del progreso que es muy fuerte en las ciudades. No hay por tanto unamemoria, sino varias memorias, y stas se construyen de manera distinta no solo en funcin deelementos compartidos sino tambin en funcin de la experiencia propia, de cmo se vive esaexperiencia en contextos distintos.

    Uno de los temas ms abordados fue el de la brecha entre las normas y lo que dictan los usos ycostumbres. En el caso de las comunidades campesinas peruanas, Diez plantea que son los usos ycostumbres los que definirn el real acceso a la tierra de las mujeres, y este acceso tiene muchoque ver con el hecho de ser parte de una unidad conyugal. Tanto en el estudio de Borquez comode Edilma, se muestra como la titularidad de la tierra no garantiza su acceso o control efectivo,sino que sta debe estar acompaada de otros procesos. En el caso colombiano, se explic porejemplo que en la propuesta de restitucin de tierras hay un problema estructural porque enmedio de conflicto armado se dificultan las decisiones normativas y la operatividad de loscambios; hay normas que tal vez seran inaplicables, adems de que se trata de tierras de

    paramilitares y el narcotrfico, que son estructuras que con frecuencia siguen vigentes.

    Otro de los ejes de este intercambio fue el tema del empoderamiento de las mujeres. Diez precisque hay que aclarar de qu nivel de empoderamiento se est hablando y plante tres diferentes:el de la mujer como persona, el de las mujeres en su comunidad y de las mujeres que, comocolectivo, tienen una serie de intereses comunes. Son tres empoderamientos que no siempre vande la mano en el mismo camino, y que incluso pueden ser contradictorios. Por su lado, Brquezseal que las mujeres se empoderan frente a otros. El primero de los roles es el de la validacindel reconocimiento o las trabas cuando se cuestiona las estructuras masculinas. En el proceso deempoderamiento de las mujeres, stas se encuentran con distintas respuestas que las fortalecenporque exigen su visibilizacin, adems de que, cuando hay interlocucin -de las mujeres con otros

    actores-, los discursos van tomando forma y poco a poco se cuenta con discursos ms armados.

    Finalmente, se plantearon algunas preguntas sobre las estrategias y situaciones futuras de lascomunidades y familias rurales. Edilma resalt que, en el caso colombiano, si bien se cuenta conalgunos programas y mecanismos, existe un vaco de polticas para la economa campesina, porejemplo, polticas que prevean cmo los nuevos predios puedan articularse a mercados y puedahaber cierta acumulacin. La institucionalidad es muy frgil y sin polticas adecuadas, losprogramas actuales pueden resultar en un fracaso. Borquez seal que la estrategia de lascomunidades para defender sus derechos es acudir primero a la va legal, donde se encuentrancon una serie de contradicciones; luego buscan nuevas estrategias, donde es importante el rol delas mujeres como agentes que reivindican una identidad indgena. Tambin se empiezan arevitalizar las fiestas tradicionales tratando de generar un arraigo en el territorio que tiene que ver

    con el agua pero tambin con una identidad que surge en el proceso de lucha.

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    MESA 2

    Ejercicio de Derechos en Espacios Comunales

    La justicia comunitaria y su impacto en las mujeres. Carmen Elena Sanabria, Bolivia.

    Esta exposicin presenta los resultados de un estudio sobre pluralismo jurdico realizado en sietepueblos de las tierras altas y bajas bolivianas, siendo los primeros pueblos indgenas. Los aymarastienen un debate sobre el uso trmino indgena y los quechuas tienen una identificacin con locampesino, aunque en los ltimos aos ha resurgido una identidad indgena. La expositora sedetuvo en explicar aspectos que llam poltico-metodolgicos, puesto que resulta relevantecomprender que se parti desde el conocimiento situado; es importante explicitar los lugares deenunciacin, saber desde donde se habla, as como un comprender las distintas implicancias de unanlisis situado (en realidades, pueblos y personas) frente a un enfoque abstracto. Estapresentacin busca confrontar visiones y esquemas que surgen en el debate sobre derechoscolectivos, donde surgen visiones dualistas que, para oponerse a reivindicaciones de autonoma yderechos colectivos, los denuncian como contrarios a la igualdad de gnero y los derechoshumanos de las mujeres indgenas. Y en general, se propone discutir los discursos e idealizaciones

    tanto sobre el derecho estatal como sobre el derecho indgena.

    En la primera parte de la exposicin, se brind una mirada conceptual, en la que desarrollaron ydiscutieron los conceptos relevantes para la comprensin del tema de la investigacin, as comosobre sus usoslas implicancias de sus usos- y las relaciones entre ellos. Por ejemplo, la expositoraabord la discusin sobre el multiculturalismo, la diversidad cultural y los derechos de las mujeres,y explic los conceptos de justicia comunitaria, integralidad y pluralismo jurdico. Plante que lasreformas multiculturales han producido avances importantes para el reconocimiento de losderechos de pueblos indgenas, y que al mismo tiempo existe un debate sobre la tensin entrefeminismo y multiculturalismo; desde los feminismos poscoloniales se cuestiona a los feminismoshegemnicos por su tendencia a hacer conceptualizaciones universalizantes sobre los de rechos

    de las mujeres. Finalmente, se explay sobre el enfoque de interculturalidad, que considera mspropicio para abordar la problemtica planteada ya que, junto con el de integralidad, permite darcuenta de la complejidad de los fenmenos jurdicos en los que las fronteras jurdicas seentrecruzan.

    En la segunda parte, expuso sobre la mirada emprica, sobre el ejercicio de derechos en casosespecficos; se trata de examinar casos concretos, de ver las especificidades y las formas en que lasmujeres ejercen sus derechos y libertades en sus propios rdenes normativos. Los mbitosestudiados fueron los de: los derechos econmicos, las relaciones familiares y aspectosreproductivos, la integridad personal de las mujeres, y la organizacin y participacin polticas. Delos siete casos de estudio, se desprenden varias ideas y aspectos crticos. Un primer punto es queen muchos casos de conflicto, los principios que han estado en cuestin tienen que ver con bienes

    que se consideran colectivos; sin embargo, se trata invisibilizar las estructuras de poder queimpiden que las mujeres accedan a derechos o que las silencian. Incluso se dan prcticas deceguera de gnero, en las que caen las autoridades comunales. Se dan, asimismo, procesosconciliatorios que se imponen por sobre las demandas de las mujeres, conservando las relacionesasimtricas entre hombres y mujeres.

    Un segundo aspecto, relacionado a los procedimientos y formas de gestionar esos conflictos, esque existe una vigencia de mecanismos de conciliacin para encarar los problemas de violencia

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    contra la mujer. Se hace un uso estratgico de los rdenes normativos y este uso se convierte enun arma para negociar mejor; es importante la capacidad de agencia de las mujeres dentro de susrdenes, las acciones de resistencia y respuesta a contextos y entornos que tienden asubordinarlas. Se dan procesos de apropiacin y de resemantizacin del discurso de derechoshumanos, de derechos especficos de las mujeres y de la categora de gnero.

    En la tercera parte, present un conjunto de reflexiones y desafos. La expositora resalt laimportancia de trabajar en la articulacin de derechos individuales y colectivos, si bien pertenecena matrices diferentes. Asimismo, es importante reconocer el aporte de las mujeres indgenas parala construccin de su ordenamiento jurdico y el fortalecimiento de sus organizaciones.Finalmente, seal que los dilogos interculturales constituyen desafos sobre diversidad cultural,interculturalidad y derechos de mujeres, y que es necesario fortalecer la presencia de ms mujeresindgenas en los espacios de decisiones y en cargos de autoridad en el ejercicio de justicia en susrdenes normativos.

    La mujer indgena en la colonizacin amaznica: ruptura de masculinidad, trnsito y nuevos

    actores polticos. Luisa Elvira Belaunde, PUCP, Per.

    La expositora inici su presentacin sealando que la Amazonia peruana es sujeto de un procesode colonizacin andina que comenz hace unos 50 aos, pero que en los ltimos aos, se ha dadouna oleada muy fuerte. Ello ha derivado en un proceso de cambio intertnico entre lo andino y loamaznico donde el componente de gnero es un eje crucial. Luego, desarroll las principalestransformaciones que se vienen dando como parte de este proceso de cambio, a partir del estudiode las mujeres ashaninka del rio Ene y mujeres shipibo-conibo del ro Pisqui y Aguata. Lapresentacin mostr las lneas de cambio en las relaciones de gnero en estas poblaciones, que nosolo involucran la relacin entre hombres y mujeres sino tambin entre las generaciones. Sealque la actual oleada de colonizacin se debe a un crecimiento desordenado de la industria

    extractiva en la Amazona. Parece ser una migracin econmica pero es tambin una migracinpoltica en tanto el plan de reparaciones no se ha aplicado y al ser muchos de los migrantesandinos, hijos del conflicto armado interno: al no poder reasentarse en sus comunidades, muchospobladores andinos emprendieron la colonizacin de la Amazonia y hacia otras ciudades. Enmuchos casos, el Estado titul tierras a nombre de colonos y cuando volvieron los nativos, sustierras ya no les fueron devueltas.

    El matrimonio con una mujer indgena es una de las principales estrategias de insercin de loscolonos andinos y mestizos de otros lugares del pas en las comunidades nativas y un medio deacceder a tierras y redes sociales en las comunidades. Esto reposa sobre la premisa de que, en laspoblaciones amaznicas, las mujeres tienen derecho a la tierra tanto como los varones. Adems, laresidencia es uxorilocal, es decir, que el novio va a vivir en el lugar de residencia de la novia, por lo

    que la relacin con los suegros es fundamental. Este es un aspecto clave, pero que sin embargo noes tomado en cuenta en los proyectos de gnero. Los shipibo y los ashaninka respetan mucho asus suegros, es una relacin autoridad y muy ritualizada. Con los matrimonio entre colonos ymujeres nativas esta relacin ha cambiado y con ello todo un orden social que regulaba muchosotros aspectos de la vida -como el acceso a la tierra y la fuerza de trabajo- se ve alterado.

    Los cambios en las relaciones de gnero ocasionados por la colonizacin deben estudiarse, porqueel cambio en la relacin con los suegros est socavando la estructura de autoridad dentro de estas

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    sociedades. Este tema, tiene mucha relacin con la idea de vivir bien. La expositora aclar queexiste una confusin pero que no es lo mismo referirse a vivir bienque a vivir mejor. El vivirmejor se asocia a la capacidad de acceso y de consumo, de acumular bienes. Para las sociedadesamaznicas, el vivir bien est asociado a una relacin de respeto y enseanza entre lasgeneraciones, no solo con los suegros, a un orden que permite vivir en armona. 1

    Adems de lo sealado, debido a su mayor manejo del castellano y contacto con las ciudades, loscolonos suelen transformarse en los propulsores de nuevos hbitos de consumo. Laimplementacin de modalidades de trabajo y de consumo monetizadas se acompaa de actitudeshacia las mujeres calcadas del modelo criollo, que miden la virilidad por el nmero de conquistas yde hijos, lo que acarrea el surgimiento de la madre soltera. Esta ltima es un fenmeno que noexista entre los grupos estudiados y que, actualmente, se ha convertido en un problema muyfrecuente. A ello se suma que en lugar que el yerno sea quien de apoyo y demuestre respeto haciasus suegros, estableciendo la afiliacin social a su grupo de residencia y aceptacin de suautoridad, son los suegros quienes se encuentran subordinados a sus yernos que poseen recursoscomo dinero, tierras que han ido acumulando, contactos con trasportistas, madereros cocaleros ymineros y, en algunos casos, mayor educacin.

    Son varias las estrategias de insercin de los colonos andinos en las comunidades nativas y se danprocesos de acumulacin: primero acceso a la tierra, luego negocios, luego botes, y luego alquilerde tierras a sus parientes y otros en la comunidad. Adems, los colonos tienen derecho a latitulacin fuera de la comunidad, por lo que pueden tener tierras internas y tierras externas. Contodo ello, la idea de compartir con los suegros, se quiebra. Los negocios y vnculos externos conpersonas que transitan por la zona. El alarmante incremento del abuso de alcohol comercial y laprostitucin infantil y adulta entre la poblacin indgena amaznica estn estrechamenterelacionados al auge de las actividades extractivas, la tala, y la explotacin petrolera y minera, y lasactividades productivas al margen de la ley, como la produccin cocalera y de algunos cultivos dealto precio comercial, que generan la movilizacin de frentes de trabajadores masculinos. Con

    todo lo anterior, se produce una ruptura de la masculinidad indgena. Y una ruptura del vivir bien.

    En este contexto surgen nuevos liderazgos femeninos. La expositora desarrolla la historia de unalidereza ahaninka. A partir de la historia de esta dirigente que es presidenta de la CentralAshaninka y lidera la lucha frente al proyecto hidroelctrico de Pakitzapango que desplazara a 10mil ashaninkas-, plantea reflexiones sobre el liderazgo y la participacin poltica de las mujeres.Con la ruptura de la masculinidad y cambio en las relaciones de gnero, las mujeres indgenas hanganado ganando terreno en el campo de las nuevas estructuras de autoridad, generadas a partirde la creacin oficial de las Comunidades Nativas y las federaciones indgenas regionales ynacionales. Sin embargo, esta es una lucha constante dado que las nuevas instituciones de poder,la asamblea comunal y los cargos polticos comunales, reproducen los principios androcntricos delas instituciones polticas nacionales. Las estructuras polticas para la participacin indgena estn

    culturalmente predeterminadas, favoreciendo el lenguaje hegemnico de los hombres criollos ymestizos. Pero tambin tienen que lidiar con factores internos, como la oposicin y los celos de lasparejas, las crticas de las dems mujeres, y las dificultades de desplazarse y dejar solos a los hijos

    1Con los matrimonios mestizos, por tanto, se pierde la estructura del vivir bien. En relacin a ello, es importante sealar

    que las migraciones ms recientes son las ms agresivas, y estn llevando de manera muy rpida a una monetizacin dela economa indgena. Ello, a su vez, conduce a una prdida de valor de las actividades tradicionales (como lapreparacin del mazato) que no generan ingresos o que son vistas por los colonos como formas de perder el tiempo,

    pero que son parte esencial de la vida y reproduccin de las sociedades amaznicas.

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    y la chacra. A pesar de ello, hay casos como el expuesto, en el que las mujeres estn liderandoprocesos importantes procesos polticos, de defesa del territorio y reivindicacin de derechos.

    Comentarios de Maruja Barrig

    La comentarista inici su intervencin llamando la atencin sobre el hecho de que en el Per, hayuna notoria falta de investigacin sobre temas rurales en las ltimas dcadas. Seala que rural yano tiene fronteras claras, que se han dado muchos cambios y que a pesar de ello, no se cuentasiquiera censo agropecuario reciente.

    Luego pasa a sealar temas relacionados con las exposiciones. Primero, comenta que se tiende aolvidar que en la construccin de patrones en las relaciones de gnero, intervienenconsideraciones de tipo econmico. El tema de la virilocalidad, por ejemplo, tambin es un temade relaciones de produccin. Ello implica que los cambios no solo afectan las relaciones de gnerosino tambin las relaciones de produccin, y lo que est presente tras todos estos cambios es laeconoma de mercado. En segundo lugar, rescata el hecho de que un proceso que ha golpeado

    profundamente a las comunidades ashaninkas es la esclavitud que sufrieron en el conflictoarmado; ste es parte de la historia de estas comunidades y debe ser tomado en cuenta. En tercerlugar, llama la atencin sobre un aspecto que considera interesante: cuando se quiebra el sistemaque podra oprimir a las mujeres (la autoridad del suegro, es decir, del padre), stas se quedandesprotegidas. Es decir, se quiebran las reglas sociales de control y sancin, y se quedanexpuestas; se podra decir que el sistema que las oprime las protege tambin.

    La comentarista expres que le gustara encontrar estudios bisagra: estudios que puedan decircmo eran antes las cosas y que muestren cmo son ahora; es decir, que puedan decir qu seperdi y que se gan. De lo contrario, no es posible saber cmo estn ahora en relacin al pasado,o peor an, no es posible saber qu cosa es producto de qu. Sobre los estudios de caso en Bolivia,

    considera que el trabajo trae al Per un tema sumamente importante: el de la tensin entre losderechos universalesque cree son irrenunciables porque tienen que ver con la dignidad humana-y el derecho comunitario.

    Intercambio

    En el intercambio generado por las distintas preguntas, se discutieron los temas del vivir bien y laimportancia de recoger la voz de los actores. Se record que el vivir bien es un concepto que seencuentra entre los pueblos de la Amazona, que tiene que ver con la crianza, con la idea deautonoma, para que las personas logren hacer las cosas por voluntad propia; son sociedades sinsistemas de sancin ni coercitivos fuertes, que se basan en la autoridad y el respeto. Se subray

    que hay variaciones entre los distintos pueblos.

    Otro tema abordado fue el de los impactos de la justicia comunitaria en las mujeres. No se trata declasificar los impactos entre negativos y positivos, pero hay impactos crticos: se da undebilitamiento de las autoridades para sancionar conductas que tienen que ver con las relacionesfamiliares; al mismo tiempo, hay mayor participacin de mujeres como autoridades. Asimismo, seest discutiendo la ley de deslinde jurisdiccional, en la que se ha propuesto que haya ms mujeresejerciendo la justicia comunitaria. Otro impacto es que en algunos casos las mujeres pueden

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    ejercer mecanismos de vigilancia y control en la gestin de conflictos. Finalmente, de discutisobre la visin de las demandas e intereses de las mujeres. Y sobre la construccin de una visinde feminismo en la que se plantee la descolonizacin y despatriarcalizacin; en la que se habledesde las realidades particulares de las mujeres.

    MESA 3

    Las productoras y la agrobiodiversidad

    Interculturalidad y gestin de la biodiversidad. Mara Cuvi, Ecuador.La ponencia abord la relacin entre ambos conceptos, discutiendo su desarrollo histrico,apropiacin y uso en distintos contextos. Se discuti el concepto de interculturalidad, analizndoloen distintas dimensiones: desde la antropologa, luego, desde el debate poscolonial y desde lasiniciativas ambientales. Finalmente se explor los vnculos entre gnero, etnicidad einterculturalidad. A lo largo de la exposicin, se presentaron diversas definiciones deinterculturalidad, sealando que sta es un fenmeno muy antiguo, producido por encuentros

    entre distintas culturas a lo largo de la historia, variando las condiciones de estos encuentros. En elcontexto actual, el trmino se activa y el concepto se dinamiza con la globalizacin, y elcontrapunto poltico ms importante son las resistencias polticas a la globalizacin hegemnica,que se expresa en el Foro Social Mundial, donde se defiende la supervivencia de las culturaslocales. La globalizacin, si bien tiende a hacia la homogeneizacin de una cultura occidental, notiene capacidad para ocultar las diferencias.

    Se desarrollaron distintas aproximaciones al concepto de interculturalidad, el cual nos remite a lainteraccin compleja de culturas que buscan posicionarse las unas frente a las otras. Lainterculturalidad trata de colocar, en el escenario mundial y en un plano de igualdad, las lgicas,prcticas y modos de vivir de las diferentes culturas. De otro lado, se trata de promover un dilogo

    intercultural al que concurran todas las formas de vida colectiva, en el que se requiere aceptar ladiversidad. En cuanto a la relacin entre gnero e interculturalidad, se resalt que esta es unadimensin ausente en la discusin sobre interculturalidad. En los pases andinos hay tensionesentre los conceptos de gnero y de etnia; en el discurso ambiental, por ejemplo, el predominantees el de etnia y las mujeres tienen poca visibilidad. Predomina una tendencia a vincular elconcepto nicamente con los pueblos indgenas con lo cual se restringe su significado. Son sussaberes con respecto al cuidado de los ecosistemas los que se defienden polticamente,independientemente de que quienes los posean y practiquen sean hombres o mujeres indgenas.Concluye, finalmente, que desde las versiones ms suaves hasta las ms duras, el concepto deinterculturalidad se construye, al menos en Amrica Latina, a partir de la crtica a lamulticulturalidad y a la hegemona de la cultura occidental. La interculturalidad promueve elestablecimiento de una relacin respetuosa y horizontal entre culturas, tratando de amortiguar el

    etnocentrismo, es decir, la tendencia a interpretar otras culturas partir de los principios de lacultura de quien interpreta.

    Antes de plantear la reflexin sobre la relacin entre interculturalidad, gnero y gestin deecosistemas andinos, la expositora repas una serie de crticas al discurso ambiental, que no poneen relieve las diferencias de los usos del ecosistema que hacen hombres y mujeres y pone elnfasis en los impactos ambientales, pero no hace evidente los impactos diferenciados. Resalt el

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    desarrollo de la ecologa poltica feminista, que abre los trminos del debate al introducir ladimensin del poder en el anlisis de los ecosistemas.

    La expositora plante ideas centrales sobre el vnculo entre interculturalidad y empoderamientode las mujeres rurales andinas. Por un lado, el debate sobre la interculturalidad es planetario; deotro lado, se ha dado un debilitamiento de los movimientos feministas mundiales. En estecontexto, Amrica Latina ofrece la oportunidad de reposicionar el debate, en el que se observanlas tensiones entre la defensa de los derechos de las mujeres y los derechos de los pueblosindgenas. El debate sobre interculturalidad podra ayudar a integrar tres conceptos: gnero, etniay ambiente. Finalmente, explic cmo el campo ambiental ofrece una ventaja para encontrar losvnculos entre gnero e interculturalidad.

    Mujeres y conservacin de la biodiversidad. Dr. Angel Mujica, Per

    La ponencia se centr en dar cuenta de la importancia del rol de las mujeres en la conservacin dela biodiversidad, enfatizando que ello se da desde pocas prehispnicas. Resalt que las mujeres

    poseen saberes y conocimientos para conservar, transformar y utilizar esta enorme diversidad. Sinembargo, an no se reconoce el rol que vienen jugando los hombres y mujeres andinos en laconservacin. Este rol debe entenderse dentro de la cosmovisin andina.

    Seal varios ejemplos. Hay mujeres especializadas en los valles interandinos en la conservacinde la biodiversidad del maz. De igual manera, ocurre con la papa; cada uno de los 4.500 tipos depapa tiene caractersticas diferentes, sabores, usos y condiciones diferentes. Todo ello tiene unpotencial enorme curativo y nutritivo, que ahora est siendo sujeto de reconocimiento en todo elmundo y es gracias a la mujer rural andina ello se conserva. Adems, se han conservado losparientes silvestres de diversas especies, que son los que resisten las adversidades climticas.Estos conocimientos siempre han sido manejados por la mujer andina, y constituyen un con

    conocimiento cientfico de alto nivel, y son los que van a permitir sobrellevar los retos quevendrn en el futuro en el contexto del cambio climtico.

    Asimismo, hay saberes en el manejo de la ganadera andina: camlidos, cuyes y otros. Elconocimiento en tintes, en tejidos, tambin son saberes, as como los conocimientos medicinales.Concluy enfatizando que a mujer andina conoce de estos usos, de los usos de esa diversidad. Ellatiene un conocimiento tcnico y cientfico. Adems sabe como contrarrestar las heladas, lasgranizas y otras condiciones climticas extremas. Es decir, la mujer andina tiene un conocimientotecnolgico y del ambiente muy especfico.

    Mujeres productoras de hierbas orgnicas. Kirai de Len, Uruguay.

    La expositora desarroll el contexto del campo en Uruguay, explicando que tiene condiciones muydistintas a las de las zonas rurales de otros pases en Latinoamrica como Per, Ecuador o Bolivia.Describe la zona de Canelos, donde se centra la experiencia que motiva la ponencia, como unazona rural sin concentracin de viviendas y bastante aislada en trminos de distancia. En Canelos,donde se concentra el 50% de la produccin alimenticia para el pas, la escasez de tierra no es unproblema, como lo es en otros lugares, sino la falta mano de obra de las familias: las familiasrurales solo tiene dos hijos en promedio. Considera que para el contexto rural uruguayo, es ms

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    viable la elaboracin de planes pequeos, pensando en las particularidades de cada zona. Hay quetonar en cuenta, adems, que no hay tantas diferencias entre pobladores urbanos y rurales encuanto al acceso a servicios; los pobladores rurales acceden a servicios de educacin y salud.

    Por otro lado, Uruguay no tiene una poblacin indgena considerable; en los ltimos, se hanrealizado algunos estudios sobre descendencia indgena, pero son una minora. En Canelones, seha dado una migracin de las Islas Canarias, por lo que la cultura de esta zona es diversa y distintaa la del resto del pas. Por ejemplo, las mujeres no participan en el trabajo asalariado agrcola.Participan en sus comunidades en formas de trabajo que vienen de los canarios y que hansobrevivido. Un problema en la zona es que las mujeres trabajan igual que los varones, pero encalidad de subordinadas; las tienen casi como si fuesen peones, y no logran un nivel deconocimiento que les permita liderar las labores del predio.

    Luego, la expositora desarroll, aunque de manera breve, el caso interesante caso de las mujeresproductoras de hierbas orgnicas. No haba una actividad con hierbas aromticas en Uruguay, yrealizando estudios en la zona de Canelos, se consider que sta era viable y se les propuso a lasfamilias, que estuvieron de acuerdo. Empezaron a desarrollar la agricultura orgnica, en una escala

    en la que la lgica era la de compensar a las mujeres que estaban organizadas por primera vez;que stas tengan la posibilidad de reunirse semanalmente. El proceso fue lento pero bueno. Laexperiencia avanz y en el ao 1985 las hierbas se instalaron en los supermercados del pas yempezaron a venderse bien. As, empezaron a haber resultados tambin en trminos de ingreso -lo cual le dio a las mujeres independencia para manejar estos ingresos-, adems de haberaprendido el manejo orgnico. Todo ello fue importante desde el punto de vista de crecimientopersonal; las mujeres empezaron a comunicarse por radio, se organizaron visitas planificadas a lospredios. Con el tiempo, la experiencia creci y las ONG agrarias empezaron a dar cursos a lasmujeres, viajaron, ganaron premios internacionales, entre otras experiencias.

    Finaliz resaltando que todo lo que se hizo con las mujeres en el pasadodesde que se inici el

    proyecto- posibilit que, en los ltimos aos, se haya dado un crecimiento tan grande queempezaron a recurrir a recursos financieros ms grandes para reinvertir. Por ejemplo, ahora lasmujeres tienen sus propios secaderos solares en sus predios, ya no venden por temporadas sinodurante todo el ao, guardan producto seco y logran estabilizar sus ingresos a lo largo del ao. Ellotiene repercusiones importantes ya que genera mayor independencia de las mujeres tanto dentrode sus familias como en la comunidad.

    TESTIMONIO 1

    Gladis Vila. Asociacin Nacional de Productoras Ecolgicas.2

    Gladis quiere compartir una forma de vivir y para ello, nos habla de tres momentos:

    I. La convivencia de una comunidad indgenaCuando ella era nia, viva con su abuela quechua hablante. Su abuela le ense desde nia a

    reconocer el canto de los pjaros que dice que es la hora de levantarse, a hacer el desayuno, el

    trabajo en la chacra: todos tenemos vida, le deca. Si en el camino encontraba una semilla la

    2Para todos los testimonios se ha respetado los trminos y utilizados por las mujeres quienes compartieron

    su experiencia.

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    llevaba a la chacra, cuando le hablaba en las noches de la religiosidad andina, entendi que el

    lugar donde ella viva era armnico. Y ahora, puede decir que todo eso que ella aprendi, es lo que

    llaman la biodiversidad. Ahora entiende y reafirma su compromiso como productora ecolgica y

    entiende la importancia de este conocimiento.

    II. En el colegio le hicieron pensar que todo ese conocimiento no vala: ustedes estudian para no

    ser como sus padres, les deca el profesor. Vamos perdiendo nuestra identidad y con ello, todos

    nuestros saberes, el rol que hemos jugado las mujeres en la conservacin de la diversidad. Mi to

    nos deca que la variedad de papas que sembraba mi abuela no serva, sino que tena que sembrar

    un solo tipo para poder vender en cantidad en el mercado.

    III. En estos tiempos hay cambios. Los hay positivos, por ejemplo, los medios de comunicacin que

    nos permiten conocer de otras experiencias y de cmo ahora estudian sobre nuestros saberes. Pero

    tambin hay cambios negativos, por ejemplo, el avance de las actividades extractivas, la minera,

    la extraccin de madera, han trado muchos cambios que nos hacen perder la diversidad por los

    impactos que generan.

    Todo ello le ha hecho pensar en lo importante que es hablar de interculturalidad. Qu estamos

    haciendo para practicarla? Se pregunta Qu hacemos para poner en prctica el enfoque de

    gnero del que hablamos? Para construir una sociedad ms equitativa? Seala que es en esecamino en el que estn y plantea los siguientes retos:

    1) Posicionar el ayllin causa, el buen vivir, que significa vivir en armona: armona entre el hombre y

    la mujer, armona entre los hombres con la naturaleza. No es vivir mejor.

    2) El reto de la incidencia poltica: se pregunta qu polticas estn realmente orientadas a eliminar

    la extrema pobreza, y en cuntas de ellas est considerado el papel de las mujeres indgenas.

    Concluye en que este es un aspecto central e que trabajar.

    3) Continuar este tipo de encuentros: no queremos solo escuchar que hablen de nostras queremos

    participar y ser protagonistas del camb io en la sociedad.

    Finalmente, seala que las organizaciones indgenas estn armando una agenda propia comomujeres indgenas porque sus dirigentes varones tambin les ponen barreras y ellas quieren

    contribuir al desarrollo y a mejores condiciones de vida para las futuras generaciones.

    Comentarios de Victoria Villanueva

    Todo lo que ocurre en la sociedad no puede comprenderse si no se analizan tambin las relacionesde poder; y el gnero tiene, en ese sentido, un lugar central.

    La heterogeneidad es un rasgo que define este encuentro. Entonces, vamos a tener un trabajomuy difcil para afrontar el reto de articular propuestas desde esta diversidad. Ella misma se

    sorprende siempre de la diversidad que existe dentro de un mismo lugar. Es, por tanto, un temamuy complejo que nos debe llevar a tomar este asunto como un reto muy importante: lasfeministas lo hemos estado mirando con unos anteojos, los que trabajan interculturalidad conotros lentes, y este evento abre puertas para darnos cuenta que es necesario tomar en cuenta ladiversidad de enfoques tambin.

    Los tres ponentes han hablado de la produccin, y con ellos hemos visto la inmensa variedad quetenemos. Pero Cmo se da ese proceso de produccin? Por qu las mujeres tienen el trabajo

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    temporal? Si miramos dentro, veremos que el trabajo de las mujeres est siendo menosreconocido y menos pagado. Ah hay una brecha. Al igual que en el caso de los saberes, lasexposiciones y el testimonio muestran que los saberes que las mujeres conservan no gozan de unreconocimiento; no se trata solo de un tema econmico, las mujeres no reclaman solo dinero, sinoel derecho a recibir informacin y devolucin. Finalmente, las mujeres indgenas quieren serprotagonistas: hay que escuchar lo que estn diciendo.

    Intercambio

    El intercambio se centr en dos grandes temas: la discusin sobre los conceptoscomplementariedad e interculturalidad; y el empoderamiento de las mujeres, con nfasis en eltema de su participacin en espacios polticos. Por un lado, se aclar que lo que sucede con elconcepto de complementariedad es que ste tiene que ver con la interpretacin de las sociedadesindgenas; intenta explicar las relaciones gnero en un plano de igualdad. La interculturalidad encambio, es un concepto ms amplio que intenta abordar cmo se relacionan las diversas culturasentre s. Desde su punto de Cuv, existe desigualdad entre hombres y mujeres en todas las culturas

    y en todas se practica la violencia contra las mujeres; entonces, es difcil pensar en que haycomplementariedad en relaciones que son asimtricas y jerrquicas. De otro lado, se explic quela interculturalidad tiene distintas acepciones y la ms radical es la que plantea Worth, conrespecto a lo que deben hacer los pueblos frente a la cultura occidental; la autora plantea quedebemos confrontar nuestros saberes y conocimientos con los occidentales.

    Sobre la participacin poltica de las mujeres, se seal que en las comunidades originarias hayautoridades mujeres. Por otro lado, con relacin a la organizacin de productoras ecolgicas, seseal que las mujeres estn proponiendo un gobierno local intercultural, con mucho nfasis en laproduccin agroecolgica, y que, si bien con limitaciones, han empezado a participar en lospresupuestos participativos y continuarn incidiendo en los gobiernos locales. Finalmente, sobre

    el empoderamiento de las mujeres se mencion, por un lado, la importancia de reconocer yvalorizar su aporte en la conservacin de la biodiversidad y, de otro lado, la experiencia demujeres productoras de hierbas orgnicas, que llama la atencin sobre la importancia de que lasmujeres puedan generar ingresos durante el ao.

    MESA 4

    Agroexportacin y asalaramiento

    La agroindustria de exportacin no tradicional en el pas de las maravillas: condiciones de

    trabajo y derechos laborales. Karim Flores, Asociacin Aurora Vivar, Per.

    La primera parte de la exposicin se centr en la explicacin del modelo agro exportador. Elmodelo de desarrollo de los 80 en adelante se basa en promover las exportaciones, donde elEstado se convierte en promotor de la inversin privada con distintos mecanismos comobeneficios tributarios y otros. Hay un crecimiento sostenido de esta actividad y entre los factoresque favorecen este crecimiento estn el abaratamiento de las tierras, la geografa costea, laampliacin de frontera agrcola y otros. Este tipo de agricultura se basa en los grandes complejos

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    agroindustriales -a los que ahora se articulan los productores- que requieren de inmensasextensiones de tierras.

    Durante la segunda parte de la exposicin, la especialista se centr en los impactos de laagroindustrias de exportacin no tradicional en el campo y, en particular, en la vida de las mujeres.Un primer impacto son las migraciones campo-ciudad, en las que muchas mujeres llegan a la costade las zonas andinas buscando empleo en la agroindustria. Otro impacto importantes que loscultivos agroindustriales no tradicionales han desplazado a las exportaciones tradicionales comoalgodn y caf. Entre los nuevos productos estn el esprrago, el pimiento piquillo, la alcachofa,entre otros. Si miramos los impactos en la vida de las mujeres, una primera constatacin es que laparticipacin laboral de las mujeres en el mundo agrcola ha variado. Para las mujeres, laagricultura no tradicional de exportacin genera empleo asalariado, cuando antes estaban ligadasa la pequea agricultura familiar. Las cifras muestran que entre el 2004 y el 2008 se ha producidoun crecimiento de las mujeres dependientes y una baja del trabajo familiar no remunerado. Deotra parte, hay una valoracin habilidades asociadas a la condicin femenina, como la habilidadmotora fina por ejemplo.

    Pero todo ello, Qu genera? La expositora reflexiona alrededor de esta pregunta y advierte que elque las mujeres tengan un mayor manejo econmico no implica necesariamente que se genereautonoma y empoderamiento frente a la comunidad ni al interior de las organizaciones. En esteltimo mbito, ha habido un proceso de regresin: al principio las mujeres accedieron a cargos enorganizaciones, pero encuentran limitaciones as que luego volvieron a asumir su rol en la casa. Yello, porque no hay una estructura que permita que las mujeres puedan permanecer en elmercado de trabajo y a la vez escalar en las organizaciones. Entonces, en este proceso aparente deganancia de empoderamiento hay matices importantes y hay muchas cosas que trabajar an.Finalmente, si bien hay ventajas, como el tema de la temporalidad por ejemplo -que hace que eltrabajar sea ms accesible para las mujeres pues les permite salir y reinsertarse al mercado laboraly por pocas estar en su casa-, al mismo tiempo, tiene condiciones laborales precarias. La

    precarizacin del trabajo se ve en distintos indicadores: muchas horas, bajos salarios, sinbeneficios, trabajo a destajo, limitada sindicalizacin y con limitada o muy baja participacin de lasmujeres e incumplimiento de derechos laborales. Por ltimo resalta que marco normativo existedel sector termina precarizando an ms el empleo y concluye sealando que no hay polticas niprogramas para las mujeres temporeras en el Per, que se basen en cifras desagregadas porsexo en la agroindustria, por lo cual es necesario trabajar en estos temas generando,informacin, realizando incidencia, haciendo vigilancia- para fortalecer la proteccin de derechoslaborales en el sector.

    Cambios y persistencias en el empleo en la horticultura de exportacin. Boris Maran, Mxico.

    En la primera parte de la exposicin, se presentaron las principales caractersticas del contextorelacionado a la horticultura de exportacin, rubro que ha crecido mucho pero sobre el que no secuenta suficiente informacin estadstica, en particular, sobre la situacin de los trabajadores ytrabajadoras del sector. La horticultura tiene una base corporativa, organizada e influyente, y secuenta con polticas estatales para favorecer la agroexportacin. Este sector depende de EEUU, adonde va el 80% de las exportaciones mexicanas. Hay una lucha poltica por el reparto de losexcedentes, dato relevante para comprender el manejo del sector. Dentro de los factores quefavorecen la expansin de la agroexportacin estn: el crecimiento de tierras irrigadas, el cambio

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    del patrn de acumulacin hacia fuera, la dieta que genera otro tipo de demanda -que produceuna segmentacin del mercado de empleo-, las campaas de salud de EEUU, entre otros.

    Dentro de las principales caractersticas del sector se encuentran el racismo, la segmentacin, lasobre explotacin y la desestructuracin. Expliquemos: el reclutamiento se da en zonas indgenasdel sur del de Mxico para llevarlas a las zonas empresariales del norte; los enganchadores tienenun rol fundamental. Se trata de mercados laborales no estructurados; hay una construccinsociopoltica del mercado laboral en un contexto de presiones y acciones estales y empresarialespara desorganizarlo. La situacin laboral es precaria, con jornadas largas, condicionesinfrahumanas en los campamentos. Adems, hay una segmentacin por raza y gnero de laslabores en el empleo; existe una jerarquizacin del poder por la raza. La mujer jornalera sufrediscriminacin, violencia familiar, acoso, y realiza una doble jornada laboral. Luego de los aos 90hay un despliegue de estrategias empresariales, se introducen nuevas tecnologas, la inocuidadalimentaria y la responsabilidad social empresarial. Se crean programas de monitoreo, seestablece la certificacin de buenas prcticas agrcolas estatal-voluntaria y privada-obligatoria.

    Luego, el expositor desarroll los principales impactos en el empleo agrcola y su evolucin. Por un

    lado, hay mejoras importantes en condiciones de vida (hay seguros de salud, algunos servicios),pero no en los aspectos laborales porque los temas salariales y contractuales no se tocan; porejemplo, la jerarquizacin racial contina. Las polticas estatales se centran en el apoyo a losmigrantes, pero hay ausencia de iniciativas y acciones relacionadas al tema laboral, al mercado detrabajo, y al respeto a los derechos humanos,

    Finalmente, el expositor plante reflexiones y propuestas. Una reflexin es si la agroexportacines una va de desarrollo rural. La respuesta es compleja. Si bien por un lado sta genera empleo,por otro lado, hay una insercin subordinada en el sector; adems de que no hay posibilidad deampliar el valor agregado porque hay una estructura de poder que no deja cambiar las reglas. Nosolo se trata de un trabajo precario, sino que tambin tienen elementos de trabajo esclavizante;

    por ejemplo, se retiene al trabajador bajo diversas modalidades de enganche. Se trata deestructuras laborales de explotacin con relaciones laborales atpicas. Considerando lo anterior,una propuesta necesaria es la articulacin de alianzas sociales internacionales que incidan en elcumplimiento de estndares y cdigos de conducta para estas empresas. Concluye proponiendoque si el empleo asalariado ya no crece como antescomo lo muestran las cifras-, se podra ir aotras formas de trabajo e ingreso, por ejemplo, formas de economa solidaria. Es necesaria unareflexin sobre una posible ruptura epistemolgica que lleve al cuestionamiento del actual modelode mercado.

    TESTIMONIO 2

    Gladys Campo. Federacin Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indgenas, Nativas y

    Asalariadas del Per (FEMUCARINAP)

    Gladys Campo dio a conocer, partir de su experiencia, las condiciones de las mujeres en los campos

    de trabajo agrcola de exportacin. Narra que duermen en el piso, que les descuentan por

    alojamiento, por alimentacin, y que el trato es muy malo, que trabajan bajo el sol, haciendo horas

    extras que no son pagadas. Seala que si bien las cifras muestran que hay pleno empleo en La

    Libertad, tambin tenemos provincias con extrema pobreza; se pregunta entonces qu implica

    este crecimiento econmico? Como mujeres trabajadoras, se encuentran en malas condiciones,

    pero esto no se da a conocer; por ejemplo, a veces trabajan ms 16 horas u seala que somos

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    nosotras y nosotros los que sostenemos ese supuesto crecimiento. Son trabajadoras que estn

    desde hace 20 aos en estos trabajos, sin vacaciones, sin pago de utilidades, sin pago de horas

    extras. No es un problema reciente. Las empresas dicen que son trabajos temporales, pero no es

    cierto en todos los casos: se disfraza el trabajo temporal, cuando en realidad, seala, estn como

    estables hace aos en condiciones inaceptables.

    Por otro lado, coment que por formar un sindicato y denunciar situaciones injustas, ponen a las

    dirigentes en listas negras que circulan a todas las empresas de la regin, por lo que se quedan sin

    trabajo. Tambin han sido perseguidas y han recibido amenazas de muerte. A pesar de ello, en el

    2004 nace el primer sindicato en La Libertad, las mujeres formaron una asociacin y no

    retrocedieron. Hoy en da han logrado que muchos de los trabajadores se organicen, formen otros

    sindicatos, y ese proceso lo encabezaron las mujeres desde nuestra Asociacin.

    Finalmente, seala que tambin hay problemas dentro de los gremios nacionales. La

    FEMUCARINAP es solo de mujeres y no reciben el apoyo de los gremios mayores; pareciera que no

    reconocen el trabajo de la Asociacin, que las hicieran a un lado. Seguiremos Concluye diciendo

    que seguirn luchando a pesar de todos los problemas que enfrentan, invocan y agradecen a las

    instituciones que se preocupan por este tema que afecta a miles de trabajadores y trabajadoras enel pas.

    Comentarios de Julio Gamero

    La ampliacin del asalaramiento en el pas es parte de la expansin del modelo capitalista. Lasexposiciones y el testimonio nos muestran que si entramos al universo de las relaciones salariales,vemos que la teora convencional no es suficiente. Detrs de la teora est la consideracin de que

    los mercados son homogneos; pero, como seala Figueroa, no hay un elemento clave: al interiordel trabajo, tambin hay diferencias, la diferencia no es solo entre capitalista y trabajador. Hayelementos no contemplados en la teora: la discriminacin por etnicidad o por gnero, que tienenque ver con la dignidad, con el hecho de considerarnos todos ciudadanos y ciudadanas por igual.

    De otro lado, seal que la Ley de Promocin Agraria fomenta la expansin de grandes industrias,de grandes extensiones de tierra. stas son las que incorporan en trabajo asalariado, hayempresas que contratan miles de trabajadores; este es un cambio en lo que haba sido eldesarrollo del sector agrcola pos Reforma Agraria. Desde fuera, se puede ver como muy modernopor las tecnologas que emplea, pero no resuelve un problema que es sustantivo: la debilidad quetiene el proceso de asentamiento del capitalismo en el pas. Es decir, no bastan mecanismospromocionales para que haya inversin, sino que hacen falta regmenes laborales especiales que

    no se han desarrollado. Adems, lo promocional se convirti en permanente (beneficiostributarios, etc.) Si bien en los ltimos veinte aos surge un nuevo paradigma de lo empresarial, lainversin no es una funcin nica: para que haya trabajo se requiere capital, pero para que hayadesarrollo capitalista se necesita trabajo. En el Per, el acento solo ha estado puesto la promocinde la inversin, pero tambin se requiere fortalecer la capacidad de empleabilidad del trabajo;porque el tema de la competitividad, requiere tambin inversin en trabajo: seguridad social,empleabilidad, nivel educativo del empleado y mecanismos de proteccin que son necesarios. Esdecir, se requiere polticas de promocin de un trabajo decente, que busque equiparar este

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    desbalance que estamos presenciando. Los procesos que han descrito las exposiciones, hacenvisible la forma como se est llevando la expansin del capitalismo en el agro, quelamentablemente est dejando de lado un elemento clave que es la calidad del trabajo.

    Intercambio

    El intercambio gir en torno a los temas de las condiciones del trabajo asalariado, los logros de lasorganizaciones, y las implicancias del modelo capitalista para el campo. Respecto de los logros delas organizaciones, la representante de FEMUCARINAP seal que ellas llevan diferentes luchaspero que han sabido articular el trabajo de los diferentes espacios de las mujeres. Asimismo, hanluchado por su reconocimiento en contextos de negociacin, como sucedi en el caso de unaempresa que no quera negociar con los trabajadores, pero que finalmente, por la incidencia anivel nacional y el respaldo de sus redes nacionales e internacionales, lograron hacer pblica estalucha y lograron que la empresa se sentara a negociar a negociar con sus trabajadores, llegando alograrse varias de las demandas planteadas. De otro lado, Karim Flores resalt que lasorganizaciones sindicales son pocas, son mixtas y tienen dificultades para organizarse; y que enellas, la participacin de las mujeres ha tenido un proceso de regresin.

    Boris Maran explic que la migracin generada por la expansin de la agroindustria deexportacin es, en su mayora, de jvenes varones, aunque en la dcada pasada se promovi lamigracin familiar para que los trabajadores se queden en un campo. El trabajo esclavo est encampamentos en donde los jornaleros no pueden salir y hay dispositivos de seguridad, se lesretiene bajo amenaza o les retienen los salarios. Finalmente, retom el tema del actual modeloeconmico, donde el acento est puesto en el desarrollo del capital, pero no en el de laciudadana. Por ello, considera que se debera pensar en otras alternativas, como formas deeconoma solidaria; cit como ejemplo un moviendo en Amrica Latina en el que las personasviven con poco mercado y con poco estado; viven basndose en la idea de la colectividad y lareciprocidad, y desarrollando principios como el de la autogestin.

    MESA 5

    Industrias extractivas e impactos sobre las mujeres y hogares rurales

    Impactos de la minera en la vida de hombres y mujeres. Julia Cuadro, Cooperaccin, Per.

    La expositora inici su presentacin presentando el contexto en el que se inscriben los estudios decaso, destacando que durante la ltima dcada la conflictividad social en el Per muestra unatendencia creciente. Alrededor de la mitad de estos conflictos estn vinculado a la actividadminera, la cual involucra al 50% de las comunidades campesinas reconocidas y ente las que hay1,500 cuyos territorios estn bajo concesiones mineras. Cuadros mostr cifras sobre la evolucinde los conflictos y de las concesiones mineras en el Per y plante las principales causas de estos

    conflictos entre las cuales se encuentran: la expansin territorial de las industrias extractivas, lacompetencia por recursos naturales, la poltica nacional de concesiones, la superposicin deconcesiones en territorios de comunidades campesinas y nativas, la dbil coordinacin entre elnivel nacional las autoridades locales y regionales -generada por la falta de relacin entre laspolticas nacionales y los planes de desarrollo subnacionales-, un Estado dbil para fiscalizar, ladesinformacin, entre otras.

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    Los impactos de la actividad minera son diferenciados, lo cual se mostr a partir de dos casos deestudio: Tintaya y Las Bambas en Apurmac. Se trata de dos casos vinculados a una mismaempresa minera, Extrata, pero que presentan diferencias locales. En el caso de Tintaya, lasmujeres no participaban de la conformacin de la mesa de dilogo; luego de instalada la mesa, hahabido un esfuerzo de las mujeres que lograron constituir una asociacin y pasan a formar partede sta. Este caso se caracteriza por una poltica de privatizacin de tierras comunales; porejemplo, como parte de ello a los yernos de los comuneros, se les retir del padrn comunal, locual perjudica directamente a las mujeres, hijas de comuneros, que pierden una forma de acceso ala tierra. En el caso de Las Bambas, a diferencia del otro caso, el proyecto de Extrata est an enexploracin. Sin embargo, en el proceso de negociaciones entre la empresa y la comunidad, staha tendido a dialogar y consultar a los varones, con lo que se ha fortalecido un rol masculino detomador de decisiones.

    Lo anterior guarda relacin con la falta de una poltica corporativa que incorpore el enfoque deequidad de gnero; la empresa no tiene polticas dirigidas a brindar igualdad de oportunidades avarones y mujeres y tampoco es consciente de que su programa de empleo temporal estimpactando negativamente en las mujeres y sus hijos; por ejemplo, las tareas de pastoreo, hilado,

    tejido, preparacin de quesos, entre otras, han sido trasladadas a los nios de ms edad, y lastareas domsticas han sido trasladadas a las nias. As, las hijas mujeres estn siendo afectadas ensu educacin, aumentando el ausentismo y la desercin escolares.

    En los casos estudiados, los impactos de la minera sobre la vida de las mujeres se dan en diversosmbitos. En el mbito laboral, las mujeres trabajan ms horas que los varones, pero no tomandecisiones sobre el uso del dinero. Asimismo, asumen las tareas de los hombres cuando stossalen de la comunidad pero tambin continan haciendo sus labores tradicionales. Se hagenerado, tambin, conflicto entre varones y mujeres por acceso a oportunidades de empleo. Enrelacin a lo anterior, las mujeres de la zona asocian el incremento de alcoholismo y violenciafamiliar al incremento de los ingresos por el empleo temporal. De otra parte, la empresa no ha

    promovido una poltica con enfoque de gnero que incluya la participacin equitativa de lasmujeres en el acces