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MEMORIA NÓMADA
Antonio Carrillo Cerda
MEMORIA NÓMADA - 2011
2 Antonio Carrillo Cerda
Índice
1 – Vuelvan 3
2 – La cura 5
3 – Pulverizadas urbanidades 8
4 – Edén en la tierra 10
5 – Silencio ornamental 12
6 – Indemne 14
7 – Bellman 16
MEMORIA NÓMADA - 2011
3 Antonio Carrillo Cerda
Vuelvan
Tras el tiempo la mirada. ¡Vuelvan!
Una fémina de sal sacrifíquese en mi nombre
ya el monstruo Inmensidad amenaza devorarme
se escapa la mirada mía tras el horizonte.
¿Adónde es que van? ¡Vuelvan!
En el aire (tacto de la memoria)
aparecen formas humanoides
la proyección espectral del ayer
cinematografía de lo que fuimos.
Oscila el cuarzo de la percepción
figuras, nombres, voces llamándome.
Mi otro nombre lo grita un hambre desconocido
huesos que corren allá a lo lejos.
MEMORIA NÓMADA - 2011
4 Antonio Carrillo Cerda
La bandera azul de las montañas se agita.
La ciudad en ojos humedecida,
el cielo y su ardiente presagio amenazador,
los pechos huecos de la plaga muchedumbre
se expanden infinitamente,
¿dónde está el aire?, ¿dónde?
Han escapado los justos.
La calle aguarda con asquerosa resignación,
el puente Sal si puedes
sonrisa invertida se ofrece abominable.
Espaldas, pies y polvo en la distancia,
¡aún puedo ver la caravana!
¡Vuelvan! ¡Vuelvan!
MEMORIA NÓMADA - 2011
5 Antonio Carrillo Cerda
La cura
¿Has buscado la cura entre las hojas?
Las más verdes para tu bienestar de asceta,
al pasar las hojas azules del tiempo
ante tu mirada una manada de animales simbólicos,
aromas que a nada saben
ajena simulación de la vida.
¿Voyeur, has hallado la cura?
—No
Entre las hojas del grueso libro
al interior de la espesa selva de la salvación,
tus recorridos, tan sólo recorridos sin fruto,
igual que los jardines de tu hambre tan vasta.
Ya la justicia y la tierra te reclaman
horca, infarto o suicidio.
MEMORIA NÓMADA - 2011
6 Antonio Carrillo Cerda
Te empeñas, te resistes.
Afloja las cuerdas antes que reviente el piano de marfil,
antes que el violín se pliegue en astillas de arce,
antes que columna machete de dolor
te salude con la mano.
Hermano, deja ya la idolatría de tu permanencia.
De la divina alquimia, ¿cuánto más pretendes saber?
¿Cuántos planos de la universal arquitectura
recorrerás con la punta de tu lápiz?
¿Cuántos para reconocer que te has perdido?
Traías leontina en el bolsillo,
dime, de ella qué ha sido.
¡Bravo! Ganado has tu primera derrota,
roto el alambique ni extracto de blancura marmórea,
ni encuentros desconocidos, algún amante,
ni la eutanasia de un te quiero asesino.
Dime, ¿quién te ha esperado?
De ti, ¿qué es lo que queda?
Sé, no has encontrado la cura.
Los párpados de negrura henchidos, sin tregua,
pálida la piel, sin sol, sin agilidad las piernas.
MEMORIA NÓMADA - 2011
7 Antonio Carrillo Cerda
Déjate ya de espesuras,
de junglas jeroglíficas,
de salvadores y salvajes,
que ningún sabio te revelará la cura.
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Pulverizadas urbanidades
Con miedo, con temor a desmoronarme,
con un puñado de arena (pulverizadas urbanidades),
con la humedad limítrofe de mi cuerpo
y el deseo inmenso de apartarme,
adentrándome en la soledad.
¿Cuál ha sido tu intención?
¿Por qué un camino tan largo?
¿Quién manda en tu espacio de silencio?
¡Maldito el saguaro y su agua suculenta,
maldita la sed, ambición del hombre¡
Maldigo la belleza de la estrella y su aguijón titilante,
maldigo la incomprensión y el desconocimiento,
maldigo el dolor, la espina y la herida punzante.
¡Maldito el regreso, oasis de mi perdición!
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9 Antonio Carrillo Cerda
Déjame morir durante el sueño de la Cascabel,
las aristas del viento sangran mi nombre,
déjame apagar el resplandor tan lejano de ese tu cielo,
en la ceguera del no ser déjame envolver.
Cuán frío es tu abrazo, cuán torpe tu forma de amar.
Qué insonoro lenguaje mana de los cosas.
Morir, vivir, da igual.
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10 Antonio Carrillo Cerda
Edén en la tierra
Compartimos la riqueza frutal del amor
segamos los campos del ahora no,
mieses de otro tiempo quizá.
Poco antes del fin de la soledad
sólo el sol y sus manos,
poco antes de finalizar la espera
sólo el verde atemporal y los años.
Una flor blanca necia en la oscuridad,
un resplandor aurora de polen boreal
aquella noche, aquel sueño, aquel dolor.
Amaneció el rocío sobre tu cuerpo, alegría de mis ojos,
un nombre para ti, para mí un te quiero,
te mostré los seres secretos,
la joya de la selva y el lecho del río;
te mostré los peces de oro, la flor de hielo
MEMORIA NÓMADA - 2011
11 Antonio Carrillo Cerda
y el ave de ojos azules;
te aparte del sitió prohibido guiándote a la otra inmensidad
para que contemplaras el otro destino.
El regalo de tu cuerpo, mi cuerpo,
los labios santos de tu boca, mi boca,
tus ojos felinos refractándose en la oscuridad,
la flor que escondes, su aroma,
yo el primer hombre, el único hombre,
en ti, la selva se hacía pequeña.
Bajo el manto estelar y los distantes planetas,
nuestra vida se empeñó en ser eterna,
más adentro, allá en los dominios del jaguar,
tan adentro en lo entretejido nos perdimos
borrando de nuestra memoria cada paso.
Lo prohibido fue devorado por el olvido,
mientras la flama inocente de nuestro cuerpo
ardiendo en desnudez venció el ocaso.
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12 Antonio Carrillo Cerda
Silencio ornamental
Jamás, ni por un instante.
Tú, imagen desde siempre.
¿De quién eras hija?
Te estremecías como el anhelo de la mirada
tan humana, tan abierta, tan fija.
Tú en la sombra, yo en el viento,
mis palabras caían sobre tu frente,
medroso jamás rebasé el intento
sin sospecha de un secreto más ardiente.
Dije todo de mí, nada oculté,
preguntaste: ¿alguna vez tu corazón?
Sí, por completo. Sin dudarlo contesté.
De escaparse tu pasado a mi razón,
¿qué habré de reclamarte a ti mujer?
MEMORIA NÓMADA - 2011
13 Antonio Carrillo Cerda
Ángel, de mí no probarás la desazón,
aunque sí me empeñaré en verte caer.
Seriedad de labios, diálogo de miradas
de mi mano tu piel, roce accidental
feliz explosión de caricias añoradas
del secreto la forma y el silencio ornamental.
De las intenciones nada más allá de las palabras
ni un encuentro nocturno, intimidad
dos cuerpos cubiertos y dos caras
criaturas ateridas por su animalidad.
De la otra estación, frutos secos y flores
prosigue la contemplación, mengua el valor
así nosotros, así el tiempo pasan los amores
en la siguiente estación florece el dolor.
La memoria, mayo solar y eterno.
Tú imagen, tótem y deseo: te quería.
Reserva de luz, aurora del invierno,
reliquia de juventud, tesoro de la cobardía.
MEMORIA NÓMADA - 2011
14 Antonio Carrillo Cerda
Indemne
En cada momento de la caída, de la búsqueda,
cuando intento, sin consolidar el fracaso,
impulsar (manos expuestas) el giro de la rueda,
se delinea el mapa escarpado del Parnaso,
¿adónde la estampida? Quizá la polvareda.
Ni una gota de sangre siquiera.
El camino que a otros llevó a la muerte,
condújome a divisar la nueva era.
Te pregunto, ¿crees en la suerte?
¿Dónde el amigo? ¿Dónde la compañera?
Tribulación, alma azorada por ocasos
en ausencia de verano o primavera,
suficiente amor nace de mis pasos.
En este y otro tiempo la salvación.
Luego del castigo y la tortura
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15 Antonio Carrillo Cerda
una bala, un cráneo, la resurrección;
la belleza de un lirio en armadura.
¿Qué diría Darwin, evolución?
MEMORIA NÓMADA - 2011
16 Antonio Carrillo Cerda
Bellman
Oh, pregonero de los infortunios,
Tú, el primero
en alcanzar la estrella.
Te vimos brillar, ¡ah, cómo eras!
Vienes por la calle
con los zapatos polvosos.
¿Te acuerdas?
Ayer un Cadillac,
hoy un hambre sobre ruedas
que saluda con sombrero agujereado.
Déjame invitarte una coca-cola y un tabaco.
¡Qué brillante supernova fue aquella!
¡Qué fulgor te achicharró la genialidad!
Anda cuéntanos, nos apetece acabalarte,
MEMORIA NÓMADA - 2011
17 Antonio Carrillo Cerda
¿qué noticias nos traes desde el Fracaso?
¿Lo viste a él?
Sí, sé que lo viste,
pero no te apures, ya volverá.
Ah, tus historias marcianas,
ah, que la buena vida,
ah, que las Europas y las estrellas de TV,
ah, que tu manada de elefantes.
Tus cincuenta ancianidades te fornican la sesera,
ahí vas de nuevo con el recorte del diario Apariciones,
ahí vas de nuevo con las fotitos rubricadas.
Síguele pues con la narración,
especulación, contradicción…
De tu paracaídas descompuesto,
de tu cuerpo aún robusto,
de tu […] ¿qué más nos puedes decir?
Qué campaneante forma de arrastrarse la tuya,
qué amigos los tuyos que ya te olvidaron
tan famosos ellos, montados en su cometa de luz a gas neón,
MEMORIA NÓMADA - 2011
18 Antonio Carrillo Cerda
y tú con turbosina en el motor.
Lo sé, mi buen Campana, lo sé…
Si tan sólo una de esas ideas tuyas pegara,
si Míster Dinero te volteara a ver una vez más.
Te encamabas a Miss Bañada y Perfumada,
te comías la espada completa:
churrasco, chorizo y arrachera, mmm…
Engordarías de pura felicidad
como en la foto ―B2‖,
donde abrazas a la famosa artista de cabaret
que tenía una CINTURITA
y tú una CARTEROTA.
Ah, qué tiempos aquellos,
pero quemaste todos tus milagros de un cuetazo,
primero un señor préstamo,
después un joven préstamo,
luego un prestamito…
(palmaditas en la espalada)
MEMORIA NÓMADA - 2011
19 Antonio Carrillo Cerda
Pero te queda la lengua
tu mayor talento,
todavía raspa consciencias (maroma psicológica)
entre otras destrezas la manipulación,
la recriminación y unas pisquitas de chantaje.
Y no te hagas el santo que te conozco mosco
y ya presiento el piquete.
Órale pues mi buen Campana,
déjame picharte tu Marucha
que uno nunca sabe, y en una de esas
te vuelvo a ver dando vueltas a la luna.
MEMORIA NÓMADA - 2011
20 Antonio Carrillo Cerda
Portada: Así piensa el poeta, 2005, ACC
Edición del Autor – 2011
Toluca, Estado de México
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