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Material para Informe de RAENAS Virginia Gudiño

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¨La integración de lo saberes en todas las áreas del conocimiento, y la decisión de aplicarlos en beneficio del conjunto de las sociedades y el mundo, es el gran desafío del siglo XXI¨

Virginia Gudiño* I- INTRODUCCIÓN Los aportes de la neurociencia (ciencias del cerebro) y otras disciplinas que hacen a la comprensión de las conductas y decisiones humanas, permiten desarrollar habilidades y estrategias éticas que lleven a las personas, empresas, organizaciones y sociedades al éxito conjunto. Por ello es imprescindible que estos conocimientos y herramientas sean tenidos en cuenta en la formulación de políticas públicas y muy especialmente de políticas de Estado (y no de Gobierno únicamente), con miras a largo plazo y en busca de soluciones tanto particulares como globales. En nuestro afán de progreso, sin darnos cuenta, hemos ido provocando paulatinamente el desequilibrio del mundo civilizado, restringiendo a pocos sectores los beneficios de la economía, la política y la educación, y lo que es más grave, afectando severamente las bases éticas de la sociedad. Esto evidencia que nuestra mente no ha evolucionado en concordancia con los adelantos de la humanidad en otras áreas, y que es sumamente necesario que nos dediquemos a crecer y desarrollarnos de un modo más íntegro como Seres Humanos.

“Los progresos más sensacionales del siglo veintiuno ocurrirán, no por los avances de la tecnología, sino por la expansión de lo que significa Ser Humano”(John Naisbitt).

Desarrollar la Inteligencia orientada al Mundo Interior, nos permitirá comprender lo que realmente sucede en nuestra Unidad Cerebro-Mente (UCM); el desarrollo de este tipo de inteligencia constituirá algo así como una nueva evolución de la U.C.M., una nivelación con el mundo exterior (creado por ella misma), que es muy diferente de aquél con el que interactuaba el hombre primitivo. Intervenir oportunamente para el desarrollo de esta inteligencia (en edades tempranas y especialmente en la pubertad y adolescencia), es de vital importancia para construir naciones pacíficas y consolidar un mundo sostenible y sustentable a largo plazo. Tener en cuenta los avances de las ciencias del comportamiento en general y de la neurociencia en particular, es de cuantioso valor al respecto, considerando que dichas investigaciones están ayudando a descifrar la actividad cerebral que se esconde detrás de nuestros estados mentales. Michael Gazzaniga confía en el advenimiento de una filosofía de la vida basada en el cerebro, una ética fundada en nuestro cerebro. Guerras, sufrimientos, conflictos podrían eliminarse si conviniéramos en vivir mucho más concientemente.



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II- FUNDAMENTOS La historia del mundo es la historia del cerebro. Si logramos comprender el origen, qué llevó a conformar nuestro encéfalo, podremos comprender el por qué de nuestras conductas, el por qué de nuestras decisiones, con la posibilidad de revertir aquellas destructivas que nos perjudican individual y socialmente. Y para ello, contar con una mirada histórico-evolutiva es imprescindible. Es importante saber que nuestra UCCM (Unidad Cuerpo Cerebro-Mente) no está biológicamente preparada para enfrentar los desafíos actuales que nos plantea el mundo moderno globalizado. Nuestro cerebro es el resultado de millones de años de ensayos y pruebas evolutivas, y es el mismo que tuvo el primer homo sapiens -sapiens en la sabana africana hace aproximadamente 150.000 años atrás. Podemos decir entonces, que fue terminado de modelar siguiendo las necesidades de aquellos tiempos y preparado para responder y sobrevivir en ese medio. Si bien socialmente somos personas del siglo XXI, genéticamente seguimos siendo "ciudadanos del Paleolítico".

a) Toma de decisiones

Desde Descartes en adelante se pensaba que la emoción era un obstáculo en la toma de una buena decisión, pero en realidad todas las emociones básicas fueron desarrolladas para poder facilitar el tomar decisiones rápidas e inconscientes, algo fundamental para cumplir con éxito con el mandato biológico de Supervivencia

Ahora se sabe claramente, que las emociones son una pieza fundamental en la neurobiología de la elección, siempre y cuando no sean muy exageradas, pues sino distorsionarán el resultado de la decisión final.

Pensamientos y acciones El pensamiento y la acción se despliegan en diversos niveles explicativos a partir de elementos básicos. En el nivel neurobiológico operan las células componentes. Los genes dirigen el desarrollo

de las neuronas; las neuronas establecen circuitos entre ellas. En otro nivel encontramos el procesamiento de la información, es decir, la computación y la dinámica reticular neuronal. Viene luego el nivel de los estados mentales (percepciones, sentimientos, pensamientos, conocimientos e intenciones). Por encima, los contextos sociales y

culturales, que desempeñan un papel poderoso en la conformación de nuestros pensamientos, sentimientos y conductas. Unos niveles de explicación son más informativos para determinados fines que otros, pero la dinámica que se da entre ellos es contínua, vinculante, estrecha. El idioma de la neurobiología y el de la vida mental convergen en un lenguaje común.

Compartiré algunos estudios e investigaciones que subyacen a la comprensión de la toma de decisiones (que en primera instancia, son siempre inconscientes), pues, sin lugar a dudas, la Unidad Cerebro Mente (UCM) debe todo el tiempo tomarlas y por supuesto nuestra vida está llena de ellas.



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Determinismo La doctrina clásica del determinismo, defiende que nuestras decisiones son resultado inevitable de un amplio despliegue de influencias:

- nuestros genes (con la historia evolutiva que ellos representan) - los mecanismos de nuestro cerebro - nuestra educación - y el entorno físico y social donde vivimos.

Esas fuerzas convergirían para producir un acto específico, ¨bueno o malo¨. No es nuestra elección. Se acaba así con la idea de libre albedrío. El lugar de la ética se cedería a la neurociencia. Pero hay quien ve compatible el determinismo de la naturaleza con la responsabilidad moral. Según su modo de razonar, aún cuando los humanos carezcan en última instancia de libertad (es decir, de capacidad para actuar de otro modo), podemos considerar a los adultos personas responsables desde el punto de vista moral, pues tienen capacidad de comprometerse en una deliberación consciente, seguir reglas y controlarse a sí mismos. Poder de veto Ya hay máquinas para ver cómo decide el cerebro y los primeros resultados muestran que antes de entrar en la conciencia, muchas decisiones ya están tomadas por complejas redes cerebrales. Libet realizó en la Universidad de California una serie de experimentos con electroencefalogramas aplicados a individuos que debían levantar el dedo o mover la muñeca en momentos aleatorios. Ante el segundero de un reloj debían indicar el momento en que se sentían urgidos a actuar. Libet medía la actividad eléctrica en una región del lóbulo frontal denominada área motora suplementaria, implicada en los movimientos de planificación. Se encontró con un descubrimiento sorprendente: podía detectarse actividad en el área motora 400 milisegundos antes de que los probandos fueran conscientes de su decisión tomada. Con otras palabras, la conciencia de los sujetos aparecía tarde en la secuencia de hechos como para influir en la acción. En un experimento análogo al de Libet, pero utilizando IRMf, John Dylan Haynes predijo con una precisión del 60 por ciento si una persona movería su mano derecha o izquierda para presionar un botón seis segundo antes de que la persona fuera consciente de la decisión adoptada.

Lamentablemente no siempre las decisiones son acertadas y muchas veces nos meten en graves problemas, que a su vez nos obligarán a tomar otras nuevas decisiones.

Libet no consideraba que sus resultados constituyeran un rechazo absoluto de la conciencia en el comportamiento. Admitía que aunque la conciencia interviniera tarde en la secuencia de acontecimientos, seguía manteniendo la libertad de «veto» o de suprimir acciones causadas por procesos fuera de la conciencia. (ver Lóbulos Prefrontales) No disponemos de libre albedrío, sino que tenemos libertad de decir «no». Un comportamiento en parte sometido a control consciente y en parte fuera del dominio de la conciencia. Todo dependería de las circunstancias de cada momento y del buen uso del módulo Orbito Frontal de los Lóbulos prefrontales (LPF).



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El poder tomar buenas determinaciones, exige a nuestra mente mantener un equilibrio entre la

emoción y la razón. Para ello es necesario conocer y comprender cómo poder vetar los impulsos emocionales, cómo modelar los estados emocionales y cómo poder optimizar la toma de decisiones conscientes. (ver Lóbulos Prefrontales) b) Evolución

Se considera que un animal, responde adecuadamente a los desafíos que le plantea la evolución, cuando está en condiciones de evaluar sus percepciones sensoriales y transformarlas en reacciones motoras concretas (comportamientos) dirigidas a asegurar su supervivencia y perpetuar a la especie que integra.

Todo esto se hace posible gracias a la existencia de un sistema nervioso

Además, el funcionamiento normal de un organismo requiere que todas sus partes actúen coordinadamente. La eficiencia y la flexibilidad en la acción y reacción de cualquier organismo animal, sólo puede lograrse si el mismo posee una red interna encargada de la transmisión de

información entre las distintas partes. Durante el desarrollo del embrión (de cualquier animal), la coordinación de los procesos vitales se lleva a cabo mediante el uso de señales químicas, que son relativamente lentas, pues en ese período el factor tiempo no es crítico. Pero cuando un animal ya esta fuera del útero o del huevo, debe enfrentar situaciones para las cuales las respuestas deben ser muy rápidas, precisas y adaptativas, por lo que se hace necesario contar con un sistema que permita que estas vitales premisas se cumplan exitosamente. Las funciones que desempeña nuestro Sistema Nervioso nos permiten vivir. Desde un punto de vista funcional se lo puede subdividir en Sistema Nervioso Central (SNC) y Sistema Nervioso Periférico (SNP). Tipos de células Las células especializadas del Sistema Nervioso son básicamente de dos tipos: las neuronas y las células acompañantes o de sostén (glía). Nuestro encéfalo (cerebro), ubicado dentro del cráneo, es parte de nuestro SNC (sistema nervioso central), y pesa aproximadamente unos 1350 gramos en promedio. Es una masa de tejido color gris rosáceo, compuesta por unos 100.000 millones de neuronas, que se hallan conectadas en forma de una intrincada red de 100 billones de sinapsis o conexiones nerviosas .

Cada neurona tiene la capacidad de conectarse con hasta otras 10.000 de sus compañeras.



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Sistema Nervioso Central (SNC)

Recordemos que nuestro encéfalo es el resultado de millones de años de ensayos y pruebas evolutivas, y es el mismo que tuvo el primer homo sapiens-sapiens en la sabana africana hace aproximadamente 150.000 años atrás. Podemos decir entonces, que fue terminado de modelar siguiendo las necesidades de aquellos tiempos y preparado para responder y sobrevivir en ese medio. Un punto clave de conocer y comprender es darnos cuenta lo diferente respecto del actual, que era el mundo hace 150.000 años en la sabana africana, cuando aparecieron los primeros homo sapiens sapiens.

Nuestro cerebro es el mismo de hace tantos años atrás, preparado para responder a los desafíos que le presentaba la vida en aquellos tiempos. Fundido en una sola estructura, nuestro Sistema Nervioso Central alberga tres subsistemas. Si bien los citaré por separado recordar que la UCCM funciona como una Unidad. Por órden de aparición en la historia evolutiva, esos cerebros son: primero el reptiliano (reptiles), a continuación el límbico (mamíferos primitivos) y por último el humano (mamíferos evolucionados o superiores).

Cada nuevo cerebro creció por encima de su predecesor, de lo que se desprende que la evolución, cada vez que conseguía producir un cerebro de mayor capacidad, NO eliminaba al

anterior. Por el contrario, lo mantenía con sus funciones, para que se dedicara a las tareas en las que se había especializado, y unía los nuevos módulos al cerebro anterior.

Al ver las imágenes nos damos cuenta que las “exigencias” a las que estaba sometida la UCCM (Unidad Cuerpo Cerebro-Mente) hace 150.000 años atrás eran muy distintas a las que debe

enfrentar ahora.

Nuestro encéfalo alberga entonces tres cerebros: el instintivo (o reptiliano), el emocional (o sistema límbico ó cerebro de mamífero) y el cerebro cognitivo-ejecutivo (humano), que se han

ido integrando a lo largo de nuestra historia evolutiva.



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CEREBRO EMOCIONAL

(o C. de Mamífero o CMI)

CEREBRO INSTINTIVO

(o C. Reptiliano)

CEREBRO COGNITIVO

(o C. Humano o CMS)

LPF I

LPF D

Descubriendo nuestros cerebros

Cada nuevo cerebro

creció por encima de su predecesor

La evolución NO

eliminaba al anterior.

Lo mantenía con sus funciones, para quese dedicara a la

tareas en las que se había especializado

• Es fundamental reconocer la existencia del legado evolutivo que hay en nosotros, y lo es mucho más, DARSE CUENTA cuándo son los cerebros primitivos los que guían nuestros comportamientos.

• Poder gestionarlos apropiadamente es el primer paso para lograr autocontrol y adaptación al mundo moderno

Nuestro Sistema Nervioso evolucionó para adaptarse maravillosamente a las condiciones ambientales correspondientes al momento en que apareció el Homo Sapiens (Sabana Africana) Hace miles de años no existían los supermercados, ni una información que nos bombardeara sin consideración, "on line" "real time", 24 horas al día, etc, etc. Éramos simplemente cazadores -

recolectores. O sea que la estructura y funcionamiento de nuestro Sistema Nervioso NO está

preparado para la sociedad en la que vivimos.

Esto explica la gran cantidad de trastornos

nerviosos que nos aquejan

actualmente.



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Nuestro cerebro cognitivo o humano representa el 85 % del volumen total, el 10 % corresponde al cerebro de mamífero y tan solo un 5 % al cerebro reptiliano. Pero pese a las diferencias en su volumen, el cerebro de reptil o instintivo y el de mamífero o emocional (complejo cerebro reptil y mamífero: CCRM), debido a la principal función de cuidar nuestra supervivencia inmediata, son siempre los primeros en recibir los estímulos, procesarlos y determinar si debemos accionar o no ante ellos.

Pero hay una muy buena noticia y es que la evolución también nos dotó con herramientas neurobiológicas (módulos cerebrales) capaces de hacer ajustes comportamentales y desplegar las capacidades ¨superiores¨ y verdaderamente humanas (alojadas en el cerebro cognitivo o humano). El gran desafío es aprender a utilizarlas apropiadamente y entrenarlas. Lóbulos Prefrontales

Es importante conocer que contamos con los Lóbulos

Prefrontales (exteriormente se corresponden con la frente)

Los Lóbulos Prefrontales (LPF) son parte de la corteza cerebral

frontal y constituyen las áreas más evolucionadas de nuestro cerebro. Es en donde se crean y sostienen las nuevas ideas y se gestan los planes. Tienen el inmenso poder de conducir todas las actividades cognitivas (intelectuales), y son además los responsables de nuestra “inteligencia emocional”, tanto a nivel personal (inteligencia intrapersonal) como social (inteligencia interpersonal).

Ambos tienen entonces una mayor influencia en la vida mental de todo ser humano, pese a que entre los dos sólo ocupan el 15% en volumen

Ellos son lo último que se desarrolla en el cerebro ocupando aproximadamente el 30% de su volumen, y completan su maduración más o menos a los 21 años (de ahí el concepto de

mayoría de edad).

LPF

Si bien socialmente somos personas del

siglo XXI, genéticamente

seguimos siendo "ciudadanos del

Paleolítico".



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Son el asiento de las cualidades cognitivas-ejecutivas y éticas del ser humano. Además, esta porción del cerebro humano es el ¨hogar de la conciencia¨, el lugar en donde los productos de las zonas o áreas automáticas de la UCM, pueden ser examinados y evaluados, pues poseen la capacidad de frenar los instintos evolutivos, así como también de modelarlos, llevándolos de la expresión más primitiva, hacia la más humana. Son los únicos que pueden crear un observador consciente de los movimientos internos de nuestra mente, lo que nos permite crecer y mejorarnos como personas. Aquí es donde se manifiesta la autoconciencia (conciencia de uno mismo), y en donde las emociones dejan de ser simples sistemas pro supervivencia para transformarse en sentimientos

subjetivos. c) Soluciones

En el mundo civilizado las cosas no siempre se resuelven aquí y ahora con respuestas simples, por el contrario muchas son las veces que necesitamos de todas las capacidades de nuestros LPF y gestos de buena información para poder actuar correctamente.

Muchos de nuestros inconvenientes o trastornos emocionales, provienen con frecuencia de la falta de información y entrenamiento en habilidades cognitivas y ejecutivas para que los LPF cumplan eficazmente con su primera función de freno, si la situación no merece una respuesta rápida. Vetar el impulso emocional, razonar, pensar, evaluar, auto-observarse, ver a futuro, hacer planes, trazar estrategias, comunicarse a través del lenguaje verbal, desarrollar valores trascendentes, auto-motivarse son algunas funciones que podemos llevar a cabo y potenciar con una adecuada comprensión y entrenamiento de la UCM.

Distorsiones cognitivas Las distorsiones cognitivas se producen cuando la carga emocional de un hecho es alta. Sin el freno (módulo orbito frontal) y sin la posibilidad de evaluar nuestras maneras erróneas de

pensar, muchas de cuales son habituales pero imperceptibles conscientemente, es sumamente difícil dejar de usar la capacidad del intérprete para justificar nuestras acciones y el seguir igual.

Para poder realizar un ajuste cognitivo, es necesario conocer los pensamientos automáticos que se tienen ante determinadas situaciones. Se los llama automáticos pues no exigen ningún esfuerzo conciente para que surjan, simplemente, aparecen en nuestra mente.

La tarea cognitiva permite hacer consciente la manera en que pensamos acerca de una situación. Por tanto una educación dirigida al Mundo interior, que permita enseñar a hacer uso eficiente y eficaz de los LPF, posibilitará el desarrollo de una Neurocultura capaz de contribuir a dar el salto cualitativo que el mundo está demandando.

Neurocultura y epigenética, son 2 alternativas que, en conjunto, aportarán herramientas (con bases científicas) para afrontar los enormes desafíos que nos plantea el siglo XXI.



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Epigenética. Respuesta al dilema Genética vs Cultura Se sabe que lo adquirido puede afectar realmente lo innato. Lo adquirido se plasma en los

circuitos cerebrales. Antecedentes: el Genoma Humano El Genoma Humano es el número total de cromosomas del cuerpo. Los cromosomas contienen genes, que son los responsables de la herencia. La información contenida en los genes ya ha sido decodificada. El proyecto Genoma Humano permitió identificar casi 100.000 genes humanos en el ADN, pero no explicó los mecanismos que regulan el comportamiento de los genes, particularmente aquellos que provocan la diferencia entre hombres y mujeres o los que están en el origen de muchas enfermedades. Para continuar esta labor se ha puesto en marcha un nuevo proyecto, el Epigenoma, que pretende cartografiar los cambios químicos (epigenéticos) que ocurren en la cadena de ADN y los mecanismos que activan o desactivan a los genes. Epigenética La investigación científica de vanguardia está mostrando que la genética tiene la misma plasticidad que el cerebro. Los genes son como interruptores, y es el estado químico en que vivimos el que hace que algunos estén encendidos y otros apagados. La epigenética (del griego epi, en o sobre) se refiere a los cambios reversibles de ADN que hace que unos genes se expresen o no dependiendo de condiciones exteriores (polifenismo). La epigenética es un nivel superior en el complejo sistema de la regulación de la expresión génica. En este sentido, los mecanismos moleculares implicados en la regulación epigenética consisten, esencialmente, en el control de la expresión de ciertos genes (silenciamiento temporal o permanente o, su activación en el momento requerido). La epigenética es el interlocutor del ambiente con la genética, es lo que explica la acción del estilo

de vida sobre los genes. Es la herencia de patrones de expresión de genes que no vienen determinados por la secuencia genética [la cadena de pares de bases del ADN de cada individuo]. La información epigenética modula la expresión de los genes sin alterar la secuencia de ADN. Los genes se expresan o no dependiendo de ciertas condiciones bioquímicas, como la metilación del ADN o de las histonas, la forma de la cromatina, y otras que se van conociendo. Las primeras alteraciones epigenéticas se vieron en la década de 1980. Al tiempo que se redescubrieron los primeros oncogenes empezó a verse que en el ADN había metilaciones. Pero entonces no había una tecnología apropiada para estudiar esas alteraciones bioquímicas. Hoy si se cuenta con ella, y recientemente se ha puesto en marcha un proyecto para secuenciar el epigenoma humano. Epigenoma El epigenoma es la información epigenética global de un organismo. Desafío: conseguir el mapa de los cambios químicos (epigenéticos) que permiten que los genes se activen o desactiven. Lo que se trata de conocer es por qué estos cambios se producen en determinadas circunstancias y



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lugares, y no en otras, una labor que se considera la prolongación natural del mapa genético humano. Neuroepigenética Es lógico que este sofisticado mecanismo se utilice durante el desarrollo y, más aún, si se trata del Sistema Nervioso, puesto que las modificaciones epigenéticas permiten la activación de aquellos genes específicos de cada tipo de célula, así como el silenciamiento permanente de los que corresponden a otro tipo celular. De hecho, la neurógenesis tiene lugar gracias a la desinhibición de los genes neurogénicos por reversión de los mecanismos epigenéticos que los mantienen silenciados en las células pluripotentes o progenitoras. Pero los procesos epigenéticos no se limitan a la regulación de la diferenciación celular, sino que intervienen, asimismo, en el desarrollo neuroendócrino, particularmente en la sexificación del

cerebro durante el periodo perinatal. Así, el control epigenético de la expresión del gen del receptor del 17ß-estradiol, el ER2, dirige el desarrollo sexual del cerebro, puesto que señala las zonas que se verán afectadas por la hormona. Genoma + epigenoma Si bien el genoma no es modificable, si es posible controlar los cambios epigenéticos mediante el estilo de vida. El epigenoma es más fácilmente moldeable por nuestros hábitos y pensamientos. Ayudará a entender por qué aparecen las enfermedades y por qué somos distintos unos de otros. La integración de las informaciones genéticas y epigenéticas no sólo va a permitirnos conocer mejor cómo y cuándo se activan o desactivan los genes, sino que aumentará el caudal de conocimientos respecto a la influencia que ejerce el entorno (traducido a nivel celular en un contexto químico-biológico) en el estado de salud, en las decisiones y en los comportamientos. Regulación Es importante saber que nuestro organismo se acostumbra al nivel de sustancias químicas que circulan por nuestro torrente sanguíneo, rodean nuestras células o inundan nuestro cerebro. Cualquier perturbación en la composición química constante y regular de nuestro cuerpo dará como resultado un malestar. Cada vez que pensamos fabricamos sustancias químicas y estas sustancias a su vez son señales que nos permiten sentir exactamente como estábamos pensando. En el momento en que empezamos a sentir de la manera en que pensamos, empezamos a pensar de la manera en que nos sentimos, y eso produce aún más química. Un círculo (vicioso o virtuoso, depende). La repetición de estas señales hace que algunos genes estén activados y otros apagados. Memorizamos este estado como nuestra personalidad, así que la persona dice: "Soy una persona ………XXX…", pero en realidad lo único que ha hecho es memorizar su continuidad química y definirse como tal. Estamos enganchados a nuestra química interna. Haremos prácticamente todo lo que esté en nuestro alcance, tanto consciente como inconscientemente (y a partir de lo que sentimos), para restaurar nuestro equilibrio químico acostumbrado. Es cuando el cuerpo ya manda sobre la mente. De ahí, el uso la terminología UCCM (Unidad Cuerpo Cerebro Mente), ya que nuestro organismo actúa como una Unidad (física y funcional).



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III- NEUROSOLUCIONES Las células neuronales se activan conjuntamente, se entrelazan creando una conexión más permanente. Una persona ante una situación recurre a las conexiones más antiguas y automatizadas para dar respuesta, es decir, repite el mismo pensamiento una y otra vez y da las mismas respuestas; su cerebro no cambia, vive con la misma mente cada día.

La estrategia primordial es lograr entonces interrumpir ese ciclo y para ello es fundamental utilizar

herramientas de cognición.

No se trata sólo de cambiar la química cerebral, también los circuitos cerebrales, el cableado. Si podemos forzar al cerebro a pensar con otros patrones o secuencias, estamos creando una nueva

mente.

Pero para ¨ver¨ hay que saber; el saber es quien permite darse cuenta, es quien da las instrucciones al cerebro. No se puede ver lo que no se sabe, por eso es fundamental la tetacognición: “verse a uno mismo”. Podemos modelar nuestro Cerebro y Mente (lograr un reorganización neuronal y de patrones

mentales) y ayudar a que otros también lo logren, a partir de la comprensión de cómo operan en unidad y del entrenamiento personal para hacer los ajustes necesarios. Ello es de primordial importancia en los padres y educadores, ya que son quienes conviven con los niños y adolescentes y es en estas etapas del desarrollo donde la UCCM se va co-formando, almacenando información y experiencias en los bancos de memoria. A mayor alfabetización y educación neurocientífica a mas temprana edad, mejor calidad cognitiva y emocional tendrá esa UCM, y mejores comportamientos podrá emitir. Si desde edades bien tempranas logramos formar bancos de memoria ¨optimizados¨ (con información de calidad almacenada), no será necesario invertir tanto tiempo y esfuerzo posterior para cambiarlos o hacer ajustes (que es lo que sucede a los adultos, con redes neuronales antiguas automatizadas). a) Neuromodelación

La neuroplasticidad como propiedad universal del sistema nervioso (SN), tiene en general carácter adaptativo. La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro de reorganizar y modificar funciones para poder adaptarse a los cambios (externos e internos). Se expresa en cada etapa del desarrollo, a partir de fenómenos genéticamente programados (como el crecimiento y la migración neuronal) y también asociados a las experiencias individuales.



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NEUROPLASTICIDAD

Positiva Negativa

Crea y amplia Desarma

Redes Hebbianas

En ambos casos es necesario un trabajo consciente para

fortalecer (usar) y debilitar (no usar) redes hebbianas.

Aquí vemos como se va desarmando una vieja red

red

Redes hebbianas

Este proceso permite que las nuevas experiencias de vida, las conversaciones que mantenemos, los nuevos conocimientos que vamos adquiriendo, remodelen una y otra vez nuestro cerebro.

Por tanto, si bien nuestros genes pueden predeterminar algunas de las características de nuestra personalidad no son los responsables finales de ella.

La genética nos da el tono general, pero es el estado mental (pensamiento + emoción) quien condiciona nuestra forma de pensar, nuestra actitud corporal y la forma en que actuamos. Recíprocamente, al actuar distinto estaremos cambiando la forma de pensar, la posición corporal y lo que sentimos.

La llamada "realidad", no es más que nuestra realidad y no la realidad absoluta. Cambiar interiormente significa expandir esa limitada realidad subjetiva. Podemos lograr lo que nos propongamos, especialmente si entendemos que cambiar interiormente es la clave para seguir

evolucionando.

b) Proceso de cambio. Ejes de acción

Pero todo proceso de cambio requiere el desaprender y el reaprender. A través del proceso de conocimiento y de la experiencia podemos cambiar el cerebro y la mente, por ello postularé algunas acciones que considero el puntapié inicial de una nueva dimensión en el aporte de soluciones ¨de fondo¨ para encarar los desafíos que el siglo XXI, y muy especialmente las nuevas generaciones, demandan.

Para que la neuromodelación

sea posible es necesario no sólo la creación de un nueva red hebbiana, sino también que si una red hebbiana no se usa, debe ir perdiendo, poco a poco, sus células componentes hasta desaparecer.

Existen entonces, dos tipos de

neuroplasticidad: la positiva, que se encarga de crear y ampliar las redes Hebbianas, y la negativa

que se encarga de eliminar aquellas que no se utilizan.

Cuanto más grande es una red hebbiana, mayor será su potencia



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Plantearé 3 grandes ejes de acción como primeras medidas a tener en cuenta, para facilitar :

• contextos enriquecidos y procesos cerebro-mentales saludables

• optimización para la toma de decisiones conscientes

• la toma de conciencia en la co-responsabilidad individual y colectiva que todos tenemos en la formación de las nuevas generaciones.

Ejes principales:

1. Cuidado del entorno y de los vínculos/relaciones (familiares, laborales, sociales, etc) 2. Control de nuestro Mundo Interior 3. Mejoramiento de los Bancos de Memoria

* 1) Cuidado del entorno y los vínculos/relaciones La UCCM-MA (Unidad Cuerpo CerebroMente-Medio Ambiente) es un procesador biológico de la información emocional y cognitiva, que interactúa con el contexto (fisico, emocional, ambiental, etc) y por tanto, las modificaciones socioculturales van transformando al cerebro, dado que, la evolución se va adaptando a estímulos del medio externo. Fueron los contextos socioculturales quienes obligaron a la “especie humana” a re-organizarse como seres individuales y sociales (lo que indefectiblemente llevó a la re-organización del cerebro, para poder controlar el mundo exterior y lograr la supervivencia), por tanto, uno de lo primeros desafíos es poder comprender la importancia de los contextos en nuestros comportamientos y aprender a ¨manipularlos¨, a efectos de lograr una optimización de los procesos mentales. La realidad exterior se vuelve realidad interior y armamos interpretaciones subjetivas de las cosas que nos ocurren. La realidad se crea en el cerebro y la reacción es a esa realidad interior. El Yo se basa en la historia de cada uno y es el contexto el que determina que cierta zona del cerebro se active o no. Los estímulos del mundo exterior llevan a una selección automática de PAF (Patrones de Activación Fijos) que nos permiten la supervivencia –individual y como especie-. Pero el cerebro busca en el menor tiempo y con el mínimo esfuerzo posible encontar el PAF que le solucione el problema, y esta solución a corto plazo generalmente se transforma en un inconveniente en el largo plazo, al hacernos tomar decisiones sin supervisión del LPF.

Pero cuidado!, si bien es tentador querer pensar que siempre para hacer buenas elecciones es necesario contar con mucho tiempo, en realidad en muchas ocasiones una elección intuitiva puede ser correcta.

Pero cabe aclarar que las decisiones intuitivas siempre dependerán de la calidad de información

que poseemos en nuestra memoria con respecto a un tema (ver bancos de memoria).

Conocer la importante influencia del entorno en la vida mental de todo ser humano y comprender y comprometernos con la real necesidad de intervenir apropiadamente en ese sentido, es una valiosa oportunidad para comenzar a revertir los graves problemas de convivencia que nos aquejan como sociedad, país, Nación... Es de suma importancia trascender con Políticas Públicas integrales e integradas (salud, educación, infraestructura/vivienda, economía, etc.), ya que todas las decisiones que afecten al hábitat, al contexto y al entorno inmediato de las personas (vivienda, familia, etc.) impactan directamente (a favor o en contra), en el funcionamiento cerebro-mental de todos y cada uno de los involucrados.



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Premisas:

• Mejor contexto físico (ambiente limpio, ordenado etc.) y habitacional (vivienda, acceso al agua potable, a la electricidad, al gas, etc.) = mejor rendimiento cerebral

• Mejores contextos emocionales (tranquilidad, buenas relaciones vinculares, emociones ¨positivas¨) = bienestar= mejor rendimiento cerebral

• Mejor acceso a alimentos con alto poder nutricional = mejor rendimiento cerebral Lo opuesto se da cuando las decisiones de políticas públicas generan contextos empobrecidos, violentos, inseguros, etc Neurodesarrollo- Desentrañando algunos misterios del cerebro El cerebro pasa por grandes transformaciones durante el ciclo vital –en especial en la etapa prenatal, primera infancia y adolescencia– y su crecimiento y desarrollo son el resultado de la interacción armoniosa entre genética y experiencias del entorno.

El desarrollo del sistema nervioso y del cerebro obedece a una programación genética que tiene principios básicos de organización. La construcción cerebral empieza tan solo tres semanas

después de la concepción, cuando la gran mayoría de las gestantes aún no sabe que tiene una nueva vida en su vientre.

Es necesario y de vital importancia entonces, educar a las mujeres (antes y durante el embarazo) sobre el desarrollo cerebral del bebé, ya que su estado de salud, alimentación, la exposición o utilización de algunas sustancias químicas y también su bienestar emocional, influyen y perfilan este proceso de formación.

La etapa prenatal es la primera etapa del ciclo vital y el vientre materno es el primer entorno del ser humano y, aunque el cerebro no esté aún lo suficientemente maduro, empieza a construir un organismo.

Para respetar la secuencia de acontecimientos relacionados a la estructuración y funcionalidad del cerebro, las experiencias de la madre durante esta etapa son trascendentes, pues determinan -favorablemente o no- las fases posteriores del neurodesarrollo.

Al nacer, el cerebro de un bebé pesa aproximadamente la cuarta parte de lo que llegará a pesar cuando sea un adulto, y esto gracias a todo lo que ha sucedido dentro del vientre materno.

Aunque cada niño y niña nace con un cerebro programado genéticamente para sacar del entorno (emocional, físico, social y cultural) toda la información que necesita para desarrollarse y dar

continuidad al proyecto arquitectónico cerebral que empezó en el vientre materno, las experiencias vividas (o la privación de las mismas) van a matizar el proceso del “cableado”

cerebral.

Shanker, en sus investigaciones acerca del rol del educador de primera infancia y su influencia en el crecimiento del cerebro del bebé, resaltó que el adulto cuidador sirve de “cerebro externo”, motivando y apoyando al bebé.



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La relación de los niños con los adultos causa un gran impacto en el desarrollo de su cerebro desde la etapa prenatal. Las relaciones interpersonales son el eje central del desarrollo infantil, ya que los niños y niñas aprenden de los adultos habilidades emocionales, sociales, cognitivas y se adaptan al entorno.

Las experiencias desde esta relación directa niño-adulto, son vitales para la integración sensorial, la coordinación sensoriomotora, el desarrollo emocional, los procesos de atención y también de autorregulación.

Un niño con sus necesidades emocionales satisfechas es mucho más “racional” que otro que tiene que luchar por conseguirlas.

* 2) Control de nuestro Mundo Interior

Conocer y comprender qué sucede adentro de la UCCM (Unidad Cuerpo Cerebro-Mente) y ejercitar herramientas que permitan comenzar a controlar el propio mundo interior, es uno de los principales paradigmas a trascender. Hoy, basados en el conocimiento científico (gran logro evolutivo que llevó a la humanidad cien mil años), podemos construir una nueva forma de pensar, de ver la realidad y el mundo, hasta hace solo unas décadas totalmente imposible de lograr. Podemos cambiar la mentalidad al crear nuevos cableados en el cerebro y fortalecerlos con nuestro pensamiento.

La posibilidad de construcción de este nuevo pensamiento (que necesita de la inteligencia y de la memética) es lo que nos posibilitará el control de nuestro mundo interior, capacidad que históricamente quedó relegada por la necesidad imperiosa de controlar el mundo exterior.

Queremos seguir actuando rápido en un mundo que requiere comportamientos conscientes, más lentos. La búsqueda de soluciones de fondo nos exige manejarnos con cautela, seleccionando las mejores opciones para uno y en beneficio social. Solo de esta manera lograremos revertir el

descontrol y la auto-destrucción que nuestros cerebros primitivos causan, en forma inconsciente, por falta de educación y entrenamiento en habilidades de autorregulación. Pensamientos También es fundamental comprender la bioquímica y arquitectura biológica de la UCCM. Se afirma que la bioquímica del cuerpo es un producto de la conciencia, de las creencias, de las emociones y de los pensamientos, que crean las reacciones químicas que sostienen la vida en cada célula.

Ya no es un misterio, como hasta hace poco lo era, hablar de la mente y la influencia de los

pensamientos, no tan sólo en nosotros mismos sino que en el entorno y más allá de él. Cuesta aceptar que somos el resultado de lo que hemos pensado. Ojalá no nos cueste aceptar que seremos lo que desde ahora pensemos.

Llegado este punto, es importante remarcar la importancia de acceder a información de calidad, desde edades tempranas, respecto a cómo funciona nuestra UCCM, y como cada uno puede entrenarla y modelarla para ponerla a su favor (y en beneficio de quienes le rodean)



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Nuestros pensamientos provocan reacciones químicas que nos llevan a la adicción de comportamientos y sensaciones y cuando aprendemos cómo se crean esos malos hábitos, no sólo podemos romperlos, sino también reprogramar y desarrollar nuestro cerebro para que aparezcan en nuestra vida comportamientos nuevos. Premisas:

• Aquello en lo que pensamos y en lo que concentramos nuestra atención con más frecuencia es lo que nos define a escala neurológica.

• Tenemos la oportunidad de aprender cosas nuevas y recordarlas, es la manera que tiene la evolución de hacer conocido lo desconocido.

• Podemos cambiar nuestra mentalidad. Al crear nuevos cableados y fortalecerlos con nuestro pensamiento, dándoles prioridad, los que no utilizamos tienden a desaparecer.

• La ciencia nos permite explicar que efectivamente tenemos control sobre nuestra mente y nuestro cerebro, es decir, que no somos un efecto de nuestros procesos biológicos sino una causa.

Pero saber quienes somos no es suficiente para cambiar el ¨cableado¨ cerebral. El conocimiento es lo que precede a la experiencia. Aprender una información es personalizarla y aplicarla. Debemos modificar nuestro comportamiento para poder tener una nueva experiencia que a su vez crea nuevas emociones. El conocimiento es para la mente; la experiencia, para el cuerpo. Tenemos que enseñar al cuerpo lo que la mente ha entendido intelectualmente. Si seguimos repitiendo esa experiencia, se archiva en un sistema nuevo en el cerebro, y eso permite pasar del pensar al hacer, al ser. Pero para cambiar hábitos de comportamiento, tiene que haber acción. El hábito más grande que tenemos que romper es el de ser nosotros mismos, porque la neurociencia y la psicología dicen que la personalidad ya esta formada antes de los 35 años, eso significa que tenemos los circuitos hechos para poder enfrentarnos a cualquier situación y, por lo tanto, vamos a pensar, a sentir y actuar de la misma manera el resto de nuestros días. Pero los últimos estudios muestran que es posible cambiar la personalidad en todas las etapas de

la vida, para eso hay que convertir el hábito inconsciente en algo consciente, llegar a tener conciencia de esos pensamientos y sentimientos inconscientes.

Cualquier proceso de cambio requiere el desaprender y el reaprender. Cerebro y aprendizaje El cerebro humano es un sistema estructural y funcional diseñado para recibir información,

integrarla de modo flexible y creativo y elaborar conductas destinadas a la adaptación. Para ello, está configurado en forma de módulos funcionales altamente dinámicos, constituidos por células que están interconectadas y que realizan una sofisticada mensajería química y física dentro del cerebro y con el resto del organismo.

Aprender es un proceso innato del ser humano, siempre estamos en constante aprendizaje.



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El aprendizaje cambia la estructura física del cerebro, es decir, que se fortalece con el ejercicio mental. Aún más, por ej. estudiar, organiza y reorganiza la mente, por tanto, el ejercicio mental cambia nuestro modo de percibir y comprender la realidad.

Nuestra UCM (Unidad Cerebro-Mente) hace de nosotros lo que somos: cómo reaccionamos ante diferentes situaciones, de quién nos enamoramos, qué tememos y qué recordamos.

Nuestros genes afectan las conexiones y el trabajo del cerebro (que manipula nuestros impulsos, temperamento y patrones de pensamiento), pero lo adquirido puede afectar realmente lo innato. Lo adquirido se plasma en los circuitos cerebrales. Innato y adquirido son en realidad ¨lo mismo¨.

Toda la conducta procede del cerebro y el entorno. Los cambios en lo adquirido se codifican en realidad en las células del cerebro, por tanto, podemos afirmar que tanto la genética como los bancos de memoria, formados desde etapas muy tempranas del desarrollo, serán los responsables de las decisiones que tomamos (inconcientes y conscientes) y por lo tanto de nuestras conductas.

El cerebro tiene sexo El cerebro tiene sexo (en contra de lo se creía), lo que hace que tengamos diferencias en estructuras y circuitos neuronales (tanto en tamaño como en forma) que llevan a maneras diferentes de actuar.

El cerebro de hombres y mujeres es muy similar. Compartimos más del 99% de nuestro ADN y los genes son iguales en ambos sexos, pero las mujeres tenemos 2 X y los hombres solo tienen 1X. Pero éstos tienen además el pequeño cromosoma Y, que será el responsable de las diferencias en todas las células del cuerpo.

De ahí, surgen algunas de las diferencias en los circuitos cerebrales que ahora se comienzan a entender: todos al nacer ya tenemos circuitos cerebrales femeninos o masculinos.

Aunque hoy sabemos que durante las ocho primeras semanas del embarazo todos los embriones son iguales: sus circuitos cerebrales son de tipo femenino. Aunque las mujeres tengamos genéticamente cromosomas XX y los hombres XY, la forma biológica por defecto, en la naturaleza, es femenina.

* En conclusión: genéticamente somos distintos, pero los circuitos cerebrales son los mismos

hasta las 8 semanas de vida.

Cuando los diminutos testículos del embrión masculino empiezan a liberar enormes cantidades de testosterona, ésta impregna los circuitos cerebrales y los transforma del tipo femenino al tipo masculino.

Numerosos estudios afirman que existen criterios estructurales, hormonales y de procesamiento

emotivo de la información, que inciden directamente sobre el desarrollo vincular, el aprendizaje y la conducta de niños y niñas.

Estas particularidades promueven la diversidad social, emocional y cognitiva entre ambos

géneros y es importante tenerlas en cuenta a la hora de planificar legislaciones e intervenciones pedagógico-educativas.



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* 3) Mejoramiento de los Bancos de Memoria

Cada uno de nosotros es memoria. Somos memoria, la suma de una memoria genética (que posee respuestas de lucha y huida) y de una memoria memética (educación). Los bancos de memoria se van formando por distintas neuronas que se fueron especializando

Cada recuerdo es grabado en una red neuronal con una disposición espacial concreta. Este modelo memorístico fue esbozado en 1949 por el psicólogo canadiense Donald Hebb. Éste afirmó que la huella de un recuerdo fruto de una experiencia ocurre y se mantiene por medio de

modificaciones celulares que primero trazan y luego consolidan la estructura espacial de las redes neuronales.

La memoria está pues constituida por un conjunto de sistemas cerebrales que tratan y almacenan

componentes específicos de la información. En condiciones normales, estos subsistemas, que en última instancia quedan grabados en la corteza cerebral, trabajan de forma coordinada.

Los científicos saben que aprendemos de la experiencia porque en el cerebro ocurren cambios que hacen posible que la

información pueda ser adquirida, grabada y evocada. A nivel celular, estas modificaciones suceden en la sinapsis, el punto de comunicación entre neuronas.

Bancos de Memoria y Redes Hebbianas Todas las interpretaciones se originan en los bancos de memoria (redes hebbianas), creados a través de los memes sociales, familiares, experiencias de vida propias y ajenas y los contextos

en donde crecimos o nos encontramos.

Debemos considerar también que nuestra genética personal nos permite ser más o menos sensibles a determinadas situaciones, a tener mayor o menor resistencia al estrés y a poseer más facilidad para adquirir determinados memes.

El aprendizaje consciente es solo una pequeña fracción de nuestra instrucción, la mayor parte de nuestra memoria se ha formado en etapas tempranas en donde el mismo fue adquirido de forma inconsciente sin que pudiéramos percatarnos de la calidad de información recibida.

Los supuestos personales son la forma en que la persona da sentido y significado a su experiencia pasada, actual y por ocurrir en el futuro. Mucha de la información que posee nuestra UCM, está inactiva o como dormida hasta que determinadas situaciones hacen que ésta se ponga en acción.

Recientes estudios revelan que las experiencias sensoriales dejan

huella en el cerebro modificando la eficacia de las sinapsis entre neuronas, así como en la estructura espacial de las redes neuronales implicadas. Así pues, dependiendo del grado de activación durante la experiencia sensorial, algunas sinapsis desaparecen, otras quedan reforzadas e, incluso, surgen nuevos contactos sinápticos. Los axones y las dendritas modifican su morfología y fisiología, dependiendo de la relación que tengan con el medio y con las células cercanas.



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Por ejemplo, la información de cómo actuar como padres, no la podemos ver ni conocer realmente en acción hasta que nos convertimos en tales.

De alli la importancia de que padres y educadores cuenten con alfabetización neurocientífica y herramientas prácticas que les posibiliten:

- una progresiva transformación de la ignorancia a nivel del Mundo Interior -propio y ajeno-, ya que ello es la causa principal de las dificultades humanas (tanto a nivel de las relaciones de pareja, familiares, laborales y sociales, como el trato que las personas se dan a si mismas -lenguaje interior-)

- ayudar a co-construir seres humanos con óptima calidad emocional y cognitiva, para que que se transformen en Neurocapital Humano sostenible y sustentable en el tiempo, contribuyendo así al mejoramiento de las generaciones futuras en el mismo sentido.

Interpretaciones

Para cambiar o ajustar nuestro estilo interpretativo debemos trabajar con las redes hebbianas

formadas en la memoria consciente.

¿Qué son las Redes Hebbianas?

Bancos de Memoria = Grupos de neuronas = Redes Hebbianas

Red hebbiana antigua –Fuerte - Automática – No necesita esfuerzo para surgir

Red hebbiana nueva – Débil - No automática – Necesita de esfuerzo consciente para surgir, fortalecerse

y mantenerse

Estímulo

Nuestro estilo interpretativo o manera de ver la vida (interpretar los hechos) se produce a través de nuestros bancos de memoria.

Las redes hebbianas son

nuestras redes neuronales!!

Todo lo que representamos como persona: nuestros recuerdos, anhelos, miedos, valores, conocimientos, capacidades, etc, está esculpido en una inmensa telaraña formada por

neuronas.



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La sinapsis de dos neuronas que se descargan reiteradamente en forma conjunta, sufre cambios

bioquímicos de tal forma que cuando una de sus membranas se activa o desactiva, la otra también lo hace, como si se hubieran convertido en hermanas siamesas, por lo tanto, tras algunas descargas simultáneas, las neuronas tienden a unirse más y más, formando así parte de un mismo equipo.

Tipos de memoria

Si bien podemos distinguir varios tipos de memoria, haré referencia a las memorias emocionales y las corticales (memorias de largo plazo)

Primero, porque todas nuestras evaluaciones, en primera instancia, son inconscientes (realizadas por bancos de memoria emocionales) y segundo, porque los bancos de memoria a largo plazo, que están alojados en la corteza cerebral, son posteriormente los más automatizados para hacer interpretaciones (sobre las personas, situaciones, etc), y decidir comportamientos.

Algo de evolución

Los homo sapiens sapiens, pertenecemos a la línea de mamíferos denominados primates, y al igual que otras especies vivas, somos el resultado de millones de años de evolución y adaptación. Vimos que fundido en una sola estructura, nuestro Sistema Nervioso Central alberga tres subsistemas: el Cerebro instintivo (o reptiliano), el Cerebro emocional (o sistema límbico ó cerebro de mamífero) y el Cerebro cognitivo-ejecutivo (o humano), que se han ido integrando a lo largo de nuestra historia evolutiva. Recién en el cerebro emocional aparece una memoria que depende del aprendizaje y se suma a la memoria genética del cerebro de reptil. Este aprendizaje implica guardar todas las experiencias

nuevas, asociadas con su calificación pro-supervivencia o contra-supervivencia en un sistema de archivo. Este sistema de archivo se divide en dos. Una parte destinada a grabar las experiencias dolorosas, y la otra en grabar las experiencias placenteras. Cada vez que experimentamos dolor o placer, no

Las neuronas establecen conexiones entre ellas, llamadas sinapsis y a través de neurotransmisores se envían mensajes

En pocas palabras, se han asociado, y esto garantiza que en el futuro se activen mucho más veces que antes, porque no sólo dependerán de su propia estimulación, sino también de la activación de sus ¨nuevas amigas¨. Este fenómeno fue denominado por el psicólogo estadounidense Donald Hebb aprendizaje

hebbiano, y es la base de la neuroplasticidad.



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importa en qué grado, nuestro cerebro mamífero buscará la causa que lo ha producido y lo registrará en la memoria, creando neurofusiones, para facilitar las decisiones del futuro.

Las emociones (que surgen también en el cerebro emocional), son un mecanismo de

supervivencia, y evolucionaron para hacernos escapar del peligro o impulsarnos al placer, por lo tanto, si algo nos provoca Dolor, automáticamente tenderemos a alejarnos (Conducta Alejamiento), y si algo nos evoca Placer, haremos lo contrario, procuraremos acercarnos a ello (Conducta Acercamiento).

A través de este sistema de archivo se desarrollan las neurofusiones, quienes nos permiten

acceder rápidamente a los recuerdos para evaluar diferentes acontecimientos.

La capacidad de desarrollar determinado tipo de neurofusiones tiene también una base genética, pues ciertos estímulos para cada cerebro serán más o menos importantes de ser registrados, según sea la genética particular de cada UCM (Unidad Cerebro-Mente) * Primer punto clave: lo que da placer o dolor a una persona puede ser muy diferente y hasta opuesto de lo que “significa” para otra, pues son la genética individual, el contexto y la educación lo que va formando los Bancos de Memoria - tanto placenteros como dolorosos- y cada uno de nosotros actúa en base a esos personales archivos.

Sobre las memorias corticales o de largo plazo, es importante saber que el intérprete apelará a estos bancos de memoria para hacer su interpretaciones, de allí que sea tan importante la

información que se aloje en la corteza cerebral.

* Segundo punto clave: tanto las emociones y los bancos de memoria emocionales, como las memorias de largo plazo (redes neuronales bien consolidadas por la repetición, durante largo tiempo, que crean hábitos que se automatizan) juegan un rol fundamental en las evaluaciones,

interpretaciones (que hacemos de nosotros mismos y de los demás) y decisiones (inconscientes y conscientes)

Esta plasticidad del sistema nervioso (el cual por mucho tiempo fue considerado un sistema más bien rígido), es la que alimenta la esperanza de los investigadores que ven en ella una posibilidad no solo con fines terapéuticos (al utilizarla aplicada a la salud), sino como una gran oportunidad de des-aprender, re-aprender y modelar la UCCM, los ¨primeros pasos¨ hacia el logro de su ¨adaptación¨ al mundo moderno.

Se sabe ahora, que la genética es responsable del 10 % de las redes hebbianas, pero que el 90% restante se forma bajo el influjo de otros dos factores que, a diferencia del primero, pueden ser variados por la voluntad: - las experiencias de vida, - y los conocimientos adquiridos.



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Integrando con lo ya visto:

Tener distorsiones cognitivas o pensamientos errados algunas veces es algo que no altera o interfiere con nuestra calidad de vida, pero cuando se vuelven intrusivos, producen alteración

emocional, transforman nuestra existencia, o nos hacen sentir sin posibilidad de solucionar los inconvenientes, es necesario ajustarlos (y para ello, primero hay que conocerlos).

Nuestra forma de ver y comportarnos en el mundo, nuestros planes y proyectos, nuestro nivel de conciencia y la calidad de persona que somos, dependen del buen funcionamiento de los Lóbulos

Prefrontales (LPF), parte anterior de la corteza cerebral frontal.

Vimos que son los que poseen la capacidad de frenar los instintos evolutivos, así como también de modelarlos (llevándolos de la expresión más primitiva hacia la más humana), y constituyen la base de la neuromodelación consciente de nuestras redes hebbianas. Ellos nos dan una capacidad única en la naturaleza: poder decidir el propio destino, otorgándonos el privilegio de tener una vía de escape al predeterminismo que la biología (genes)¨ impone¨. Ajuste cognitivo

Durante un tiempo la persona estará entre dos bancos de memoria que se enfrentan, siendo

más fuerte el antiguo.

Distorsión cognitiva

Ajuste cognitivo

Distorsión cognitiva

Ajuste cognitivo

A través del uso del esfuerzo de los LPF y la aplicación de la neuroplasticidad positiva y

negativa, la distorsión ira perdiendo fuerza a la vez que la ganara el ajuste cognitivo.

Gracias a los LPF podemos elegir qué cosas de la cultura tomar, y qué experiencias vivir, para poder remodelar nuestra UCM y crear nuevas redes hebbianas, con el fin de lograr un aprendizaje significativo, efectivo y constructivo, coadyuvando a la realización plena de nuestra existencia .



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Adolescencia

Las conductas características de esta etapa del desarrollo son la respuesta a un cerebro que se encuentra en plena transformación. Es fundamental la comprensión de los procesos neuronales que sufre el Cerebro Adolescente y cómo podemos poner a nuestro favor (como padres, educadores, formadores de políticas públicas, etc) lo que sucede en esta especial etapa del desarrollo. Al investigar los cerebros adolescentes, se ha observado algo fenomenal y es precisamente la significativa remodelación de su estructura básica en diferentes zonas que tienen relación directa

con los comportamientos y el aprendizaje. Durante esta etapa el cerebro se reorganiza y muchas de las estructuras aumentan en tamaño. Se han comprobado transformaciones insospechadas: además de las fisiológicas, mentales y

emocionales, las de orden social. El propósito es ayudarles a que logren una maduración cerebro-mental óptima, dar el salto cuanti y cualitativo, que afiancen lo logrado y potencien sus posibilidades para que el crecimiento se convierta en oportunidades hacia el bienestar y desarrollo sustentable de sus propias vidas, lo que redundará directamente en el bienestar de sus familias, comunidades y países en que habiten.

El cerebro tiene una enorme capacidad para el cambio y para el aprendizaje, esencialmente en la infancia y adolescencia, pero hay que recordar una ley que rige los acontecimientos neuronales:

¨lo que no se usa, se pierde¨.

Construir cerebros y mentes lo más adaptados posible al mundo moderno, sanos, con optimización de funciones cognitivas y emocionales, cerebro-compatibles y funcionales a los

procesos de desarrollo de un país, es una estrategia inteligente que toda inversión con proyección de crecimiento sostenible y sustentable debería adoptar, muy especialmente al considerarlo como el principal legado que estamos dejando a las generaciones futuras.

El robo hebbiano, es el responsable de la constante redistribución del cuantum de neuronas con el fin de generar adaptaciones a los estímulos ambientales que permitan actuar más eficazmente. Por lo tanto, a lo largo de la vida, una neurona puede cambiar varias veces de red hebbiana, cumpliendo de esta manera diferentes actividades, según las exigencias que se le presenten.



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• Directora de NEUROCAPITAL HUMANO

• Directora de la revista NEUROFELICIDAD– Creciendo como Seres Humanos y Aprendiendo a Ser Felices.

• Miembro de la Asociación Hispano Americana de Nutriologia Alterna tiva, Ortomolecular y Antienvejecimiento (AHANAOA Internacional. Seattle, WA- USA). Miembro de AHANAOA Sudamérica . Miembro de AHANAOA capítulo Argentino . Miembro de AHANAOA Juvenil.

• Miembro acreditado y Consultora Internacional de REDEM (Red Educativa Mundial)

• Miembro de RII-PEI (Red Internacional de Investigación en Psicología y Educación)

• Miembro de CECIP (Centro de Capacitación e Investigación Pedagógica)

• Co-Investigadora -Universidad de Yesiva. New York USA

• Miembro de Código R , Grupo S y RAENAS

• Socia fundadora de la Asociación Argentina de Terapia de Juego Es ideóloga, responsable académica y tutora de cursos internacionales destinados a la comunidad

docente Iberoamericana, impartidos en alianza con REDEM, CECIP y Eduvirtual , y con respaldo

académico de COMAU (Consejo Mundial de Académicos e Investigadores Universitarios).

Experiencia profesional e n Dirección (de cursos, proyectos y Organizaciones); Coordinación (de

programas institucionales y de equipos de trabajo); Capacitación y facilitación de procesos

(individuales y organizacionales); Relaciones Institucionales e Investigación (académica, sectores

privado, público y social).

Neurosioeducador a y Neurosicoentrenadora (AE), Teletrabajadora (Fundeso y Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación) e investigadora .

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