material de filología

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REGLAS DE EVOLUCIÓN DEL LATÍN AL CASTELLANO Una palabra puede haber tenido una evolución natural, popular o vulgar (patrimonial); puede haber tenido una evolución controlada, restringida o culta que escapa a los cambios fonéticos naturales (cultismo); o puede tener ambas (doblete). Palabra patrimonial: tiene evolución natural; farinam: harina. Oposición lengua vulgar / lengua culta. Lengua vulgar: la usada por la masa en sus relaciones ordinarias. También se llamó así a cada una de las lenguas romances frente al latín, llamado a veces lengua culta. No debemos confundir una forma de la lengua vulgar con un vulgarismo, que es un fenómeno de índole vulgar, pero inadmisible en la lengua de uso, por ejemplo: andó por anduvo. Palabra culta o cultismo: no ha sufrido cambios o apenas se ha diferenciado del latín: benévolo, fructífero, causa, filial, paupérrimo. Doblete: cada una de las dos palabras que poseen un mismo origen etimológico; es el resultado de las dos evoluciones, la culta y la vulgar: collocare = colocar / colgar, limitem = límite / linde, ligare = ligar / liar. N.B.: la evolución de los sustantivos y adjetivos se produce a partir del acusativo, caso al que se redujeron todos los casos.

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REGLAS DE EVOLUCIÓN DEL LATÍN AL CASTELLANO

Una palabra puede haber tenido una evolución natural, popular o vulgar (patrimonial); puede haber tenido una evolución controlada, restringida o culta que escapa a los cambios fonéticos naturales (cultismo); o puede tener ambas (doblete).

Palabra patrimonial: tiene evolución natural; farinam: harina.

Oposición lengua vulgar / lengua culta. Lengua vulgar: la usada por la masa en sus relaciones ordinarias. También se llamó así a cada una de las lenguas romances frente al latín, llamado a veces lengua culta. No debemos confundir una forma de la lengua vulgar con un vulgarismo, que es un fenómeno de índole vulgar, pero inadmisible en la lengua de uso, por ejemplo: andó por anduvo.

Palabra culta o cultismo: no ha sufrido cambios o apenas se ha diferenciado del latín: benévolo, fructífero, causa, filial, paupérrimo.

Doblete: cada una de las dos palabras que poseen un mismo origen etimológico; es el resultado de las dos evoluciones, la culta y la vulgar: collocare = colocar / colgar, limitem = límite / linde, ligare = ligar / liar.

N.B.: la evolución de los sustantivos y adjetivos se produce a partir del acusativo, caso al que se redujeron todos los casos.

EVOLUCIÓN DE LAS CONSONANTES

Los cambios fonéticos consonánticos suelen estudiarse atendiendo a la posición de la consonante, que puede ser:

1. Inicial2. Interior3. Final

1. Consonantes iniciales:

Pueden ser 1.1 iniciales simples 1.2 iniciales agrupadas

1.1. Iniciales simples

Regla general: Se conservan en virtud del acento de intensidad inicial.

patrem: padre; pauperem: pobre

Particularidades

f- (f inicial) se convirtió en h- aspirada; el sonido aspirado se perdió apartir del siglo XVI; ver la palabra jamelgo (famélico es la culta); noobstante se siguió escribiendo la h filium= hijo; facere: hacer; farinam =harina.

g- se conserva ante a, u: guttam: gota; gaudium: gozo pero se convierteen y (palatal) ante e tónica: generum = yerno.

la i (sonante): se convierte en j delante de o, u, a : iuvenem: joven; iocum:juego; iactantiam: jactancia

N.B.: la i y la u latinas son sonantes: pueden actuar de vocal o consonante, según sean o no centro de sílaba: Iulius = julio; virtutem = virtud. Estas letras desarrollaron en castellano las letras v y j que no existían en latín, aparte mantuvieron también el sonido vocálico.

La i delante de a tiene sonido palatal y- : iam = ya; iacet = yace.

1.2. Iniciales agrupadas

pl- = ll- : pluviam = lluvia

cl- = ll- : clamare = llamar

fl- = ll- : flammam = llama

s + cons. ( s líquida) desarrolla una e protética: sperare = esperar

2. Consonantes interiores

Pueden ser 2.1. interiores simples 2.2. interiores agrupadas

2.1. Interiores simples

Las oclusivas sordas tienden a convertirse en sonoras: p t c ( k ) = b d g(petaca=bodega): -p- : -b- : lupum = lobo; -t- : -d- : vitam = vida; -c- : -g- :lacum = lago

(Atención a los cultismos: epistulam: epístola, rotundum: rotundo)

Las oclusivas sonoras tienden a desaparecer: b d g = 0: -b- :- 0- : tenebat =tenía; -d- : -0- : foedum = feo; -g- : -0- : magistrum = maestro;

Fricativa sorda -f- : -h- : en palabras compuestas se considera inicial y porello sigue la evolución de inicial: profilare: prohijar

Las líquidas - l- y - r- se conservan: dolorem: dolor; ferum: fiero

La nasal - n- se conserva: honorem: honor

Particularidades Interiores simples seguidas de la sonante i:

di+V : -y- : podium : poyo / podio (cult.) (N.B.: V = vocal)

gi- +V : -y- : fugio : huyo

li + V :- j- : mulierem : mujer, filium : hijo

ti + V : z / c : nationem : nación, rationem : razón; fortiam : fuerza

cul + V : j : oculum : ojo;

ni + V :- ñ- : Hispaniam : España,

2.2. Interiores agrupadas

Las consonantes dobles, por lo general, se han simplificado: summun: sumo; buccam: boca; admitto: admito.

La ll (doble l), generalmente pasa a ll (palatal), por ejemplo:

gallinam> gallina; vallem> valle; follem> fuelle.

nn- :- ñ- : annum: año

mn- : -ñ- : dom(i)num: dueño (síncopa)

gn- : -ñ- : lignum : leño

2.3. Interiores agrupadas o dobles

-x- : j : texere: tejer , exercitum : ejército

-ct- :- ch-: octo : ocho

3. Consonantes finales

Regla general : tienden a desaparecer : lupum :lobo

-m : se perdió ya en latín vulgar; perdura en monosílabos, pero convertida en -n, ya que el castellano no admite la -m final, salvo en cultismos (album) : quem : quien, cum : con

-s : se conserva : magis : más; amas: amas N. B.: los monosílabos tienden a conservar sus letras e incluso a reforzarse para no perder su entidad fonética o fónica: in: en; nos: nos-otros.

-r se conserva o pasa por metátesis a interior: per: por; inter: entre; semper: siempre

Muchas finales en castellano no ocupaban aquella posición en latín; han resultado finales por la pérdida de e precedida de t, d, n, l, r, s, c: aetatem: edad; consulem: cónsul; dolorem: dolor; pacem: paz, legionem: legión

EVOLUCIÓN DE LAS VOCALES

1. Vocales tónicas 2. Vocales átonas

1. Vocales tónicas

1.1. a tónica

a tónica, larga o breve, se conserva: famam: fama; pratum : prado

a + i : e : laicum: lego

a + u : o ( diptongo) : taurum : toro; aurum: oro

a + e : e : (diptongo) : praetorem: pretor; aedificium : edificio (a veces a + e : ie : graecum : griego; caelum : cielo) 1.2. e tónica

e larga acentuada : e : habere: haber

e breve : ie : terram : tierra; tempus: tiempo; pero templum: templo, por cultismo 1.3. i tónica

i tónica breve evoluciona a e cerrada en vulgar y pasa a e: inter: entre; in : en; litteram : letra; se mantiene en cultismos: librum : libro

i tónica larga se mantiene: filium: hijo; insulam : isla; dico : digo 1.4. o tónica

o tónica larga se mantiene: vocem : voz

o tónica breve acentuada se diptonga en ue: bonum: bueno; fontem : fuente; aveces este diptongo ue se reduce a e : frontem : fruente : frente

o + e (diptongo): e : poenam : pena; (poetam : poeta; cultismo) Nota especial y difícil: o breve seguida de i (yod) en el proceso evolutivo, ct, cul, dejó de diptongarse: foliam: hoja; podium: poyo; octo: ocho; oculum: ojo

1.5. u tónica

u tónica larga se mantiene: fumum : humo; acutum : agudo; murum : muro

u tónica breve pasó a e cerrada en latín vulgar y luego a o en castellano: lutum: lodo; lupum : lobo; humerum : hombro

Vocales latinas no finales tónicas

Latín -ă- -ā- -ĕ- -ē- -ĭ- -ī- -ŏ- -ō- -ŭ- -ū-

Español -a- -ie- -e- -i- -ue- -o- -u-

Latín -ă- -ā- -ĕ- -ē- -ĭ- -ī- -ŏ- -ō- -ŭ- -ū-

Español -a- -ie- -e- -e- -i- -ue- -o- -o- -u-

2. Vocales átonas

2.1. En sílaba inicial : amare 2.2. En sílaba interior protónica ; aperire 2.3. En sílaba interior postónica: litteram 2.4. En sílaba final : (en latín no hay agudas), luego las vocales finales

son átonas

2.1. En sílaba inicial

Generalmente se conservan, salvo la i y la u breves

a generalmente se conserva: cantare: cantar; catenam: cadena

ae : diptongo, también en posición átona pasa a e: praeconem : pregón

au : diptongo, también en posición átona pasa a o : laudare: loar

N.B.: a en contacto con la yod pasa a e: lactucam, laituca: lechuga; maxillam: mejilla

e se conserva : errare: errar

i breve : e : plicare : plegar

i larga se conserva: dico: digo

o se conserva: dolorem: dolor

u larga se conserva : curare: curar

u breve pasa a o: superbiam: soberbia; super: sobre

2.2. En sílaba interior protónica

Las vocales interiores protónicas tendieron a desaparecer todas, excepto

la a que se conservó o pasó a e por influencia de la yod: paradisum: paraíso; solitarium: soltero

2.3. En sílaba interior postónica

Las interiores postónicas generalmente desaparecieron: oculum : oclu: ojo. La a se conserva en algunas palabras: orphanum: huérfano

Vocales latinas no finales átonas

Latín - ă - -ā- -ĕ- -ē- -ĭ- -ī- -ŏ- -ō- -ŭ- -ū-

Español -a- -e- -i- -o- -u-

2.4. En sílaba final

a : se conserva : rosam : rosa

e larga o breve: se conserva : patrem : padre

Excepción: la e pasa i ( y ) cuando queda en hiato con la vocal tónica : legem : ley; regem : rey

e final detrás de t, d, n, l, r, s, c, desaparece: consulem : cónsul; en cultismos se conserva: sacerdotem : sacerdote

i larga o breve pasa a e : dixi: dije

o se conserva : amo: amo

u se convierte en o: lupum : lobo, templum: templo

Vocales latinas finales

Latín - ă - -ā- -ĕ- -ē- -ĭ- -ī- -ŏ- -ō- -ŭ- -ū-

Español -a- -e- -o-

RESUMEN DE LA EVOLUCIÓN DE LAS VOCALES

En su evolución al castellano las vocales largas apenas han sufrido cambios. Por el contrario, las breves han sufrido numerosos cambios. Estos son los más importantes:

La e breve tónica diptonga en ie, por ejemplo: terram> tierra; tempus> tiempo; cervum> ciervo.

La i breve pasó a e, por ejemplo: ordinare> ordenar; intrare> entrar; imperatore> emperador

La o breve tónica diptonga en ue, por ejemplo: portam> puerta; portum> puerto; mortem> muerte.

La u breve tónica se convirtió en o, por ejemplo: corrumpere> corromper; angustum> angosto; surdum> sordo.

Una vocal breve postónica desaparece, por ejemplo: calidum> caldo; diabolum> diablo; stabulum> establo.

Diptongos

A diferencia del castellano, en latín sólo se consideran diptongos tres grupos vocálicos: ae, au y oe.

El diptongo au se convierte en o, por ejemplo: aucam> oca; aurum> oro; taurum> toro.

El diptongo ae, pasa a e, aunque si se acentúa en latín, el resultado es ie, por ejemplo: aedificare> edificar; caelum> cielo; daemonium> demonio.

El diptongo oe se transforma en e, por ejemplo: comoediam> comedia; amoenum> ameno; oeconomicum> económico.

Diptongos latinos

Latín -au- -ae- -oe-

Español -o- -e-

REGLA  EVOLUCIÓN FONÉTICA AL CASTELLANO 1 En posición final la ‐M latina desaparece -/m/>/ø/

2 En  posición  final  la  ‐E  átona  latina  desaparece  en 

determinados contextos (apócope) -/e/>/ø/

3 En posición final la ‐U átona latina larga o breve pasa a ‐o -/u/>/o/ 4 La grafía latina ‐X pasa a ‐j /ks/>/χ/ 5 La grafía latina –C, pronunciada como /k/, ante E e I (CE, CI) 

pasa a pronunciarse como /θ/, con grafía –c o ‐z /k/ + /e/ >/θ/ /k/ + /i/ >/θ/

6 La –S inicial latina (también llamada ‐s líquida) seguida de otra consonante desarrolló una vocal de apoyo o protética /s/- > /es/-

7 El diptongo latino grafiado –AE pasó a ‐e /ai/> /ae/ > /e/ 8 La grafía latina –Y pasó a ‐i /ü/> /i/ 9 La grafía latina –PH pasó a –f /ph/> /f/ 10 La grafía latina –TH pasó a –t /θ/> /t/ 11 La grafía latina –CH pasó a –c (ante /a/, /o/ y /u/) o a –qu ante 

/e/ e /i/ /χ/> /k/

12 Las oclusivas sordas latinas intervocálicas (o entre vocal y ‐L o vocal y –R) se sonorizaron, es decir, ‐P‐, ‐T‐ y –C‐ pasaron respectivamente a –b‐, ‐d‐ y –g‐

/p/> /b/, /t/ > /d/ /k/> /g/

13 Las consonantes geminadas latinas se simplificaron  14 La  consonante  labiovelar  sorda  latina  /kw/ –o  velar  más 

semiconsonante‐, grafiada QU, tiene diversas evoluciones  /kw/> /k/

(grafía c o qu) /kw/ > /gu/ /kw/ > /g/ /kw/ > /θ/

(grafía –c-) /kw/ > /ku/

(grafía –cu-) 15 El grupo –NS‐ pasa a –s‐  /ns/ > /s/ 16 Las  vocales  latinas  átonas  postónicas  internas 

desaparecieron (síncopa) /vocal/ > / ø /

17 Los  grupos  interiores  latinos  TI/TE  ante  vocal  y CI/CHI/CE/CHE  ante vocal  evolucionaron  a  z  (final o  ante /a/, /o/ y /u/) y /c/ ante /e/ e /i/ 

/t/+ yod > /θ/ /k/ + yod > /θ/

18 Las oclusivas sonoras latinas, grafiadas B, D, G, en posición intervocálica (o entre vocal y L o vocal y R) se fricativizan e incluso desaparecen 

/b/ > /ø/ /d/ > /ø/ /g/ > /ø/

19 Los grupos latinos PL, FL y CL dan diversos resultados  /pl/, /fl/, /cl/ > /ļ/ (grafía ll)

conservación /pl/, /fl/, /cl/ > /č/

(grafía –ch-) inicial /fl/ > /l/

20 La U breve tónica latina pasó a o /ú/ > /o/ 21 La I breve tónica latina pasó a e  /í/ > /e/ 22 La O breve tónica latina pasó a ue  /ó/ > /ué/ 23 Las geminadas latinas –LL‐ y –NN‐ palatalizaron, pasando a 

las grafías ‐ll‐ y ‐ñ‐ /ll/ > /ļ/

/nn/ > /ň/ 24 La E breve tónica latina pasó a ie  /é/ > /ié/ 25 Las  consonantes  finales  latinas  se  pierden  excepto  en 

monosílabos –/m/ >  ‐/n/,  ‐/s/ y –/l/  se  conservan y R pasa a posición interior (metátesis) 

-/consontante/ > /ø/

26 La  F‐  inicial  latina  (y  la  interior  –F‐ en  algunas  palabras 

compuestas) se aspiró para finalmente desaparecer /f/ > /h/ > /ø/

27 El diptongo latino grafiado OE se monoptongó en e  /oi/ > /ė/ > /e/ 28 La I breve átona latina pasó a e  /ĭ/ > /e/ 29 El grupo interior latino –CT‐ pasó a –ch‐ /kt/ > /it/ > /č/ 30 Las  vocales  latinas  átonas  protónicas  internas,  excepto  la 

vocal ‐/a/‐ desaparecieron (síncopa) /e/, /i/, /o/, /u/ >

/ø/ 31 Los grupos interiores latinos –MN‐, ‐NG‐, ‐GN‐, ‐ND‐, ‐NI‐, 

‐NE‐  +  vocal  se  palatarizaron,  dando  como  resultado  /ň/, grafiado –ñ‐

/mn/, /ng/, /gn/, /nd/, /ni/, /ne/> /ň/

32 El diptongo AU  latino se monoptongó en o; el grupo AL + consonante también evolución a o

/au/ > /o/ /al/ + cons > /o/ + cons

33 determinados  sonidos  sufrieron  metátesis  (cambio  de posición dentro de la palabra) 

34 La U breve átona latina pasó a o /ŭ/ > /o/ 35 A  consecuencia  de  la  síncopa  se  produjeron  en  posición 

interior algunos grupos consonánticos que se resolvieron así  /c’l/, /g’l/, /t’l/ >

/χ/, (grafía j) cons + /c’l/, /g’l/,

/p’l/ > /č/, (grafía ch)

36 Al diptongo ai, distinto del latino AE, se monoptongó en e  /ai/ > /e/ 37 Disimilaciones: algunos sonidos  latinos se  transformaron o 

desaparecieron por semejanzas a otros sonidos 

38 Los  grupos  interiores  latinos  –LI‐,  ‐LE‐ +  vocal  se palatalizaron, pasando a ‐/ļ/‐ e incluso a ‐/χ/‐, grafiadas –ll‐ y –j‐

-/li/- > -/ļ/- > -/χ/- -/le/- > -/ļ/- > -/χ/-

39 Los hiatos latinos y romances tendieron a eliminarse  40 En algunos casos la E latina pasó a i  /ĕ/, /ē/ > /i/ 41 Epéntesis:  por  síncopa  se  crearon grupos  consonánticos 

inusitados e inestables que se resolvieron en ocasiones con /m’n/ > /mbr/, /m’r/ > /mbr/ y

la  introducción  de  una  consonante  epentética  (o  intrusa  o parásita)

/m’l/ > /mbl/ /st/ > /str/

/n’r/ > /ndr/ 42 Se  produjeron  otras  asimilaciones  entre  grupos 

consonánticos interiores latinos 

43 La H inicial latina, consonante aspirada débil /h/, dejó de ser pronunciada y dejó de ser grafiada, aunque en castellano, a partir  del  siglo  XVII,  se  restituyeron  algunas  por conservación  e  imitación  de  la  grafía  latina.    Como consecuencia hay gran confusión y vacilación en su uso

44 La  I  semivocálica  inicial  latina  /y/  ‐incluso  en  palabras compuestas‐ tuvo diferentes resultados 

conservación ante /a/ y /e/ tónicas,

(grafía y-) desaparición ante

/a/ y /e/ átonas evolución a /χ/ ante /o/ y /u/,

(grafía –j) 45 Excepcionalmente, la O latina pasó a u /o/ > /u/

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 0: Latinismos  Las palabras o expresiones latinas que han pasado directamente a otras lenguas sin cambiar su escritura se llaman latinismos.

1 a priori 2 ad hoc 3 alter ego4 carpe diem 5 curriculum vitae 6 deficit 7 et cetera8 ex voto 9 grosso modo 

10 honoris causa 11 in memoriam 12 in situ 13 in vitro 14 ipso facto 15 locus amoenus 16 manu militari 17 mutatis mutandis 18 nihil obstat 19 non plus ultra 20 per capita 21 persona non grata22 pro medio 23 quorum 24 verbi gratia 25 vice versa 

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 1:  En posición final la ‐M latina desaparece: 

‐/m/>/ø/  Ya en época latina (hay ejemplos en el siglo III a. C.), quizás por un proceso de nasalización de la vocal final, parecido a lo ocurrido en francés y portugués. Este cambio será uno de los más importantes de la fonética latina y que supuso la transformación radical de las declinaciones al desaparecer la desinencia final de los acusativos singulares (-m). En castellano sólo perdura esta –m final en los latinismos (Regla 0) y una alto porcentaje de las palabras latinas que han pasado al castellano sólo con esta evolución fonética son cultismos

1 arietem  2 basilicam  3 centuriam  4 cohortem  5 curiam  6 inertem  7 infamem  8 infantem  9 insaniam  10 Italiam  11 lucernam  12 Martem  13 musam  14 participem  15 patriam  16 personam  17 plebem  18 pontificem  19 principem  20 satiram  21 sirenam  22 superficiem  23 togam  24 tunicam  25 vigiliam  

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 2:  En posición final la ‐E átona latina desaparece en 

determinados contextos (Apócope): ‐/e/>/ø/ 

Este fenómeno se produce tras l, n, s, r, d y c (/l/, /n/, /s/, /r/, /d/ y c pronunciada en castellano como /θ/) cuando estas consonantes no formaban grupo. El apócope se generaliza a finales del siglo XI, sobre todo por influencia del provenzal (también es frecuentes en otras lenguas romances como el francés y el catalán). No obstante, a partir del siglo XIII se restableció la –e en muchos casos, en parte por influencia de la épica, donde se usaba una e paragógica. Cuando en un contexto de desaparición de –e, ésta se conserva, debemos pensar que el término es un cultismo.

1 antecedere  2 augurem  (1) 3 censorem  (1) 4 centurionem  (1) 5 compensare  6 consulem  (1) 7 crucificare  8 deponere  9 distare  10 divulgare  11 dominare  12 gravare  13 inflare  14 legionem  (1) 15 lictorem  (1) 16 nectarem  (1) 17 Neronem  (1) 18 priorem  (1) 19 proconsulem  (1) 20 resonare  21 satisfacere  22 sermonem  (1) 23 tribunalem  (1) 24 trivialem  (1) 25 vulnerare  

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 3:  En posición final la ‐U átona latina larga o breve 

pasa a ‐o: ‐/u/>/o/ 

1 atrium  (1)2 augustum  (1)3 auspicium  (1)4 barbarum  (1)5 calamum (1)6 Cupidum (1)7 imperium (1)8 indomitum  (1)9 ingenium (1)

10 libertum (1)11 lustrum  (1)12 manipulum  (1)13 miliarium  (1)14 nefandum  (1)15 nafastum (1)16 neutrum  (1)17 obvium  (1)18 oraculum (1)19 patricium  (1)20 postumum  (1)21 sacrificium  (1)22 tribunum (1)23 triclinium  (1)24 tropum  (1)25 viaticum (1)

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 4:  La grafía latina ‐X pasa a ‐J: 

‐/ks/>/χ/ (grafiado j)  En época medieval la –x latina, que se pronunciaba como /ks/, pasó a pronunciarse como una consonante prepalatal fricativa sorda /š/ -semejante a la grafía sh del actual inglés- y ya en el siglo XVI se pronunció definitivamente como /χ/; no obstante, hasta el siglo XIX, como norma ortográfica de la Real Academia de la Lengua desde 1815, la grafía en castellano era –x; a partir de ese año se pasó a grafiar como –j. En cultismos se conserva –x pronunciada como /ks/, si bien en palabras como México, Oaxaca y Texas la –x debe pronunciarse como /χ/.

1 Alexandriam  (1) 2 Alexandrum  (1, 3) 3 Artaxerxes  (1) 4 circumflexum  (1, 3) 5 complexum  (1, 3) 6 coxum  (1, 3) 7 crucifixum  (1, 3) 8 exemplum  (1, 3) 9 exercere  (2) 10 exercitum  (1, 3) 11 fixum  (1, 3) 12 fluxum  (1, 3) 13 influxum  (1, 3) 14 luxum  (1, 3) 15 luxuriam  (1) 16 luxuriosum  (1, 3) 17 perplexum  (1, 3) 18 prolixum  (1, 3) 19 proximum  (1, 3) 20 reflexum  (1, 3) 21 relaxare  (2) 22 rixosum  (1, 3) 23 texere  (2) 24 vexare  (2) 25 Xerxes   (1)

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 5:  La grafía latina –C, pronunciada como /k/, ante E e I (CE, CI) pasa a pronunciarse como /θ/, con grafía –c o ‐z: 

‐/k/+ /e/ o /i/>/θ/  1.º.- En posición intervocálica /k/ evolucionó a una consonante africada palatal-dentoalveolar sonora /dz/ (grafía z) y en el castellano actual ha pasado a /θ/ (grafía –z- ante -a, -o y -u, y grafía -c-, ante -e e -i). 2.º.- En otras posiciones el resultado fue en castellano medieval una consonante africada palatal-dentoalveolar sorda /ts/ (grafía ç) que en castellano actual también ha pasado a /θ/ (grafía -c-). 3.º.- El grupo intervocálico medieval –sç- pasó a grafiarse –c-.

1 calicem  (1, 2) 2 convalescere  (2) 3 crescere  (2) 4 feracem  (1, 2) 5 florescere  (2) 6 fugacem  (1, 2) 7 lucem  (1, 2) 8 matricem  (1, 2) 9 mendacem  (1, 2) 10 mordacem  (1, 2) 11 nascere  (2) 12 nescium  (1, 3) 13 pascere  (2) 14 perdicem  (1, 2) 15 pertinacem  (1, 2) 16 precem  (1, 2) 17 rapacem  (1, 2) 18 recrudescere  (2) 19 resuscitare  (2) 20 sagacem  (1, 2) 21 salacem  (1, 2) 22 varicem  (1, 2) 23 velocem  (1, 2) 24 veracem  (1, 2) 25 voracem  (1, 2)

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 6:  La –S inicial latina (también llamada ‐s líquida) seguida de otra consonante desarrolló en castellano una vocal de 

apoyo o protética: /s/‐ > /es/‐ 

1 scabrosum  (1, 3) 2 scalam  (1) 3 scandalizare  (1, 3) 4 scoriam  (1) 5 scribam  (1) 6 Spartacum  (1, 3) 7 Spartam  (1) 8 spectaculum  (1, 3) 9 spectrum  (1, 3) 10 spermam  (1) 11 spinam  (1) 12 spiritum  (1) 13 spumam  (1) 14 stadium  (1, 3) 15 stateram  (1) 16 statuam  (1) 17 stelam  (1) 18 stilum  (1, 3) 19 stirpem  (1) 20 stoicum  (1, 3) 21 stolam  (1) 22 stolidum  (1, 3) 23 strigilem  (1, 2) 24 studium  (1, 3) 25 stuprum   (1, 3)

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REGLA 7:  El diptongo latino grafiado –AE pasó en castellano a ‐e: 

/ai/> /ae/ > /e/  En latín un primitivo diptongo –ai evolucionó a –ae que monoptongó ya en época latina, en el siglo I d. C. a /e/. Su evolución es general para todas las lenguas romances.

1 aedificare  (2) 2 aedilem  (1, 2) 3 Aeginam  (1) 4 aemulum  (1, 3) 5 Aeolum  (1, 3) 6 aerarium  (1, 3) 7 Aesculapium  (1, 3) 8 Aesopum  (1, 3) 9 aestuarium  (1, 3) 10 Aetnam  (1) 11 Baeticam  (1) 12 Caesarem  (1, 2) 13 caesuram  (1) 14 coaetaneum  (1, 3) 15 Daedalum  (1, 3) 16 daemonium  (1, 3) 17 maenadem  (1) 18 Maenandrum  (1, 3) 19 paedagogum  (1, 3) 20 paeninsulam  (1) 21 praefectum  (1, 3) 22 praeludium  (1, 3) 23 praematurum  (1, 3) 24 praemonitorium  (1, 3) 25 scaenam  (1)

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REGLA 8:  La grafía latina –Y pasó en castellano a ‐i: 

/ü/> /i/   La letra griega grafiada como –υ –mayúscula Y- (hypsilon), que se pronunciaba como /ü/, se diferenció durante un tiempo del sonido latino /i/ que se grafiaba –i. Sin embargo, ya en época latina el sonido /ü/ evolucionó a /i/, por lo que el castellano adoptó el cambio de grafía para dos sonidos. Esta regla se aplica básicamente a palabras de origen griego.

1 Aegyptum  (1, 3, 7) 2 Clytaemnestram  (1, 7) 3 cyclicum  (1, 3) 4 cyclopem  (1) 5 cynicum  (1, 3) 6 dyspepsiam  (1) 7 gymnasium  (1, 3) 8 gynaeceum  (1, 3, 7) 9 hydram  (1) 10 hydropicum  (1, 3) 11 hyperboreum  (1, 3) 12 Hyperionem  (1, 2) 13 hypnoticum  (1, 3) 14 hypogeum  (1, 3) 15 hypotenusam  (1) 16 Lycaeum  (1, 3, 7) 17 lyram  (1) 18 myopem  (1) 19 Pygmalionem  (1, 2) 20 pyram  (1) 21 Scytiam  (1, 6) 22 symposium  (1, 3) 23 synagogam  (1) 24 syndicum  (1, 3) 25 synodum  (1, 3)

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REGLA 9:  La grafía latina –PH pasó en castellano a –F: 

/ph/> /f/   La letra griega grafiada como –φ –mayúscula Φ- (phi), que se pronunciaba como /ph/, se transcribió al latín como –ph, conservando su pronunciación griega, sobre todo en el habla culta latina, al menos hasta el siglo I d. C. Sin embargo, ya en época latina y en lengua vulgar el sonido /ph/ era pronunciado como /p/ y más probablemente como /f/, sobre todo a partir del siglo IV, por lo que el castellano adoptó este último sonido, pero llevó a cabo un cambio de grafía a -f. La Real Academia Española regularizó oficialmente la grafía –f y el desuso de –ph en 1780. Esta regla se aplica básicamente a palabras de origen griego.

1 asphaltum  (1, 3) 2 asphodelum  (1, 3) 3 blasphemiam  (1) 4 graphicum  (1, 3) 5 gryphum  (1, 3, 8) 6 Phaedonem  (1, 2, 7) 7 Phaedram  (1, 7) 8 Phaedrum  (1, 3, 7) 9 phalangem  (1) 10 phantasmam  (1) 11 pharaonem  (1, 2) 12 pharmacum  (1, 3) 13 Pharsaliam  (1) 14 Pharum  (1, 3) 15 philologiam  (1) 16 philosophiam  (1) 17 philtrum  (1, 3) 18 phosphorum  (1, 3) 19 phreneticum  (1, 3) 20 Phrygiam  (1, 8) 21 physiologiam  (1, 8) 22 sphaeram  (1, 6, 7) 23 sphingem  (1, 6) 24 stropham  (1, 6) 25 trophaeum  (1, 3, 7)

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REGLA 10:  La grafía latina –TH pasó en castellano a –T: 

/θ/> /t/   La letra griega grafiada como –θ –mayúscula Θ- (theta), que se pronunciaba como /th/, se transcribió al latín como –th, conservando su pronunciación griega, sobre todo en el habla culta latina, al menos hasta el siglo I d. C. Sin embargo, ya en época latina y en lengua vulgar el sonido /th/ era pronunciado como /t/, por lo que el castellano adoptó dicho sonido, pero llevó a cabo un cambio de grafía: -t. Esta regla se aplica básicamente a palabras de origen griego.

1 Aegisthum  (1, 3, 7) 2 aetherem  (1, 2, 7) 3 athletam  (1) 4 catharticum  (1, 3) 5 cathedram  (1) 6 catholicum  (1, 3) 7 citharistam  (1) 8 epithalamium  (1, 3) 9 epithetum  (1, 3) 10 thalamum  (1, 3) 11 thapsiam  (1) 12 theatrum  (1, 3) 13 thecam  (1) 14 themam  (1) 15 Theocritum  (1, 3) 16 theogoniam  (1) 17 theologum  (1, 3) 18 theoriam  (1) 19 Theseum  (1, 3) 20 theurgum  (1, 3) 21 thiasum  (1, 3) 22 thium  (1, 3) 23 Thraciam  (1) 24 Thrasybulum  (1, 3, 8) 25 thyrsum   (1, 3, 8)

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REGLA 11:  La grafía latina –CH pasó en castellano a –C o a ‐QU: 

/χ/> /k/   La letra griega grafiada como –χ –mayúscula Χ- (ji), que se pronunciaba como /χ/, se transcribió al latín como –ch, conservando su pronunciación griega, sobre todo en el habla culta latina, al menos hasta el siglo I d. C. Sin embargo, ya en época latina y en lengua vulgar el sonido /χ/ era pronunciado como /k/, por lo que el castellano adoptó dicho sonido, pero llevó a cabo un cambio de grafía: -c ante –a, -o y –u y –qu ante –e e -i. Esta regla se aplica básicamente a palabras de origen griego.

1 Acherontem  (1) 2 Aeschylum  (1, 3, 7, 8) 3 architectum  (1, 3) 4 Chaldaeam  (1, 7) 5 characterem  (1, 2) 6 charisma  7 Charontem  (1) 8 chartam  (1) 9 Chimaeram  (1, 7) 10 chirographum  (1, 3, 9) 11 Chironem  (1, 2) 12 chirurgicum  (1, 3) 13 chlamydem  (1, 8) 14 Chloem  (1) 15 choleram  (1) 16 cholicum  (1, 3) 17 chorographiam  (1, 9) 18 Christum  (1, 3) 19 chronicum  (1, 3) 20 chrysolithum  (1, 3, 8, 10) 21 echinum  (1, 3) 22 haeresiarcham  (1, 7) 23 pulchrum  (1, 3) 24 schemam  (1, 6) 25 scholasticum   (1, 3, 6)

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REGLA 12:  Las oclusivas sordas latinas intervocálicas (o entre vocal y ‐L o vocal y –R) se sonorizaron en castellano, es decir, ‐P‐, 

‐T‐ y –C‐ pasaron respectivamente a –b‐, ‐d‐ y –g‐: /p/> /b/, /t/> /d/ y /k/> /g/  

Un proceso común en la evolución fonética de todas las lenguas es la economía, es decir, reducir el esfuerzo de pronunciación, siempre y cuando ello no comprometa el mensaje; en este sentido, es más cómodo y fácil pronunciar consonantes oclusivas sonoras entre vocales que sordas. Posteriormente en castellano las oclusivas sonoros se fricativizaron, pero no cambiaron su grafía.

1 acetum  (1, 3) 2 acutum  (1, 3) 3 anatem  (1) 4 aperturam  (1) 5 apricum  (1, 3) 6 aprilem  (1, 2) 7 blasphematorem  (1, 2, 9) 8 caecare  (2, 7) 9 clericum  (1, 3) 10 comatrem  (1) 11 draconem  (1, 2) 12 fidelitatem  (1, 2) 13 frugalitatem   (1, 2) 14 legatum  (1, 3)  15 machinatorem  (1, 2, 11)  16 praelatum  (1, 3, 7)  17 sacratum  (1, 3)  18 salubritatem  (1, 2)  19 saporem  (1, 2)  20 securum  (1, 3)  21 senatorem  (1, 2)  22 spicam  (1, 6)  23 statum  (1, 3, 6)  24 stratum  (1, 3, 6)  25 virtutem  (1, 2)  

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REGLA 13:  Las consonantes geminadas latinas se simplificaron en 

castellano:  El único caso en que no lo hacen es la doble r, grafía –rr-, al tiempo que la doble l, grafía –ll-, y la doble n, grafía –nn-, tienen en determinados contextos un comportamiento distinto (Regla 23). La Real Academia Española regularizó el uso de las simplificadas en el año 1763. Con este fenómeno se suplió parcialmente el paso de las oclusivas sordas intervocálicas a sonoras (Regla 12)

1 abbatem  (1, 2, 12) 2 affinem  (1, 2) 3 affluentem  (1) 4 affrontare  (2) 5 aggravare  (2) 6 aggregare  (2) 7 allegoriam  (1) 8 alluvionem  (1, 2) 9 attenuatum  (1, 3, 12) 10 Atticam  (1) 11 bacillum  (1, 3) 12 bellicum  (1, 3) 13 classicum  (1, 3) 14 crystallinum  (1, 3, 8)  15 fallacem  (1, 2, 5)  16 fragellare  (2)  17 occasum  (1, 3)  18 passum  (1, 3)  19 peccatum  (1, 3, 12)  20 praedecessorem  (1, 2, 7)  21 preoccupare  (2, 7)  22 scissionem  (1, 2, 6)  23 stellarem  (1, 2, 6)  24 triennalem  (1, 2)  25 tyrannum   (1, 3, 8)  

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REGLA 14:  La consonante labiovelar sorda latina /kw/ –o velar más 

semiconsonante‐, grafiada QU, tiene diversas evoluciones  en castellano: 

1.º.- Pérdida del apéndice labial: /kw/> /k/, con cambio a la grafía c- ante –a y –o, pero con mantenimiento de la grafía qu- entre –e e –i. 2.º.- En posición intervocálica pasa de ser sorda a sonora (como en la Regla 12),con dos opciones: que el apéndice labial se sonorice /kw/ > /gu/ o que se pierda /kw/ > /g/. 3.º.- en determinados contextos /kw/ > /θ/, con grafía –c-. Los cultismos el apéndice labial se vocalizó: /kw/ > /ku/, grafiado –qu-, hasta que la Real Academia Española regularizó su escritura en 1815 con la forma –cu-.

1 aequanimem  (1, 7) 2 antiquam  (1) 3 aquaeductum  (1, 3, 7) 4 aquam  (1) 5 aquilam  (1) 6 liquatum  (1, 3, 12) 7 quadrigas  8 quadrupedum  (1, 3) 9 quaerere  (2, 7) 10 quaestionem  (1, 2, 7) 11 quaestorem  (1, 2, 7) 12 qualem  (1, 2) 13 quando  14 quartanam  (1)  15 quasi   16 quaternionem  (1, 2)  17 quietum  (1, 3)  18 quinquennalem  (1, 2, 13)  19 quintanam  (1)  20 Quintilianum  (1, 3)  21 Quintum  (1, 3)  22 Quirinalem  (1, 2)  23 Sequacem  (1, 2, 5)  24 Squalum  (1, 3, 6)  25 Squamam  (1, 6)  

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

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REGLA 16:  Las vocales latinas átonas postónicas internas desaparecieron en castellano (síncopa): 

Es un fenómeno que ya se producía esporádicamente en época antigua, atestiguado en latín arcaico y vulgar. No obstante, la /a/ es la vocal más resistente a la síncopa. En cultismos se conservan estas vocales.

1 aequiparabilem  (1, 7, 14) 2 asinum  (1, 3) 3 calidum  (1, 3) 4 diabolum  (1, 3) 5 dominicum  (1, 3, 12) 6 ineffabilem  (1, 13) 7 ineluctabilem  (1) 8 inexorabilem  (1) 9 inexpiabilem  (1) 10 insulam  (1, 15) 11 irrevocabilem  (1) 12 manicam  (1, 12) 13 monstrabilem  (1, 15) 14 nobilem  (1)  15 nubilum  (1, 3)  16 operam  (1, 12)  17 permeabilem  (1)  18 plausibilem  (1)  19 praedicabilem  (1, 7)  20 regulam  (1)  21 resolubilem  (1)  22 stabilem  (1, 6)  23 stabulum  (1, 3, 6)  24 tabulam  (1)  25 venabulum   (1, 3)  

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REGLA 17:  Los grupos interiores latinos TI/TE ante vocal y CI/CHI/CE/CHE 

ante vocal evolucionaron a z/c en castellano: /t/+ yod y /k/ + yod > /θ/ 

En época medieval estos grupos se palatalizaron en un fonema africado dentoalveolar sordo /ts/ (grafía –c- o –ç-) o sonoro /dz/, (grafiado z). Finalmente estos fonemas medievales evolucionaron a un mismo fonema /θ/, grafiado –z- (en cultismos –ci-). En muchos casos hay doblete (palabra patimonial/cultismo).

1 acutiare  (2, 12) 2 aequationem  (1, 2, 7, 14) 3 aequinoctialem  (1, 2, 7, 14) 4 allocutionem  (1, 2, 13) 5 attributionem  (1, 2, 13) 6 brachium  (1, 3, 11) 7 calceare  (2) 8 claudicationem  (1, 2) 9 cremationem  (1, 2) 10 diligentiam  (1) 11 factionem  (1, 2) 12 gradationem  (1, 2) 13 gratiam  (1) 14 haesitationem  (1, 2, 7)  15 lanceare  (2)  16 Martium  (1, 3)  17 nationem  (1, 2)  18 negotium  (1, 3)  19 patientiam  (1)  20 plateam  (1)  21 potionem  (1, 2)  22 puntionem  (1, 2)  23 rationem  (1, 2)  24 sationem  (1, 2)  25 traditionem   (1, 2)  

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REGLA 18:  Las oclusivas sonoras latinas, grafiadas B, D, G, en posición intervocálica (o entre vocal y L o vocal y R) se fricativizan e 

incluso desaparecen en castellano: /b/, /d/, /g/ > /ø/ 

En el siglo I d. C. ya se encontraron ejemplos de este fenómeno.

1 alligare  (2, 13) 2 cadere  (2) 3 credere  (2) 4 crudelem  (1, 2) 5 fidelem  (1, 2) 6 legalem  (1, 2) 7 legere  (2) 8 ligare  (2) 9 limpidum  (1, 3) 10 litigare  (2, 12) 11 lucidum  (1, 3) 12 paradisum  (1, 3) 13 pedonem  (1, 2) 14 radere  (2)  15 radicem  (1, 2, 5)  16 rancidum  (1, 3)  17 regalem  (1, 2)  18 rodere  (2)  19 rugitum  (1, 3, 12)  20 rumigare  (2)  21 sucidum  (1, 3)  22 taedam  (1, 7)  23 traditorem  (1, 2, 12)  24 turbidum  (1, 3)  25 vaginam   (1)  

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REGLA 19:  Los grupos latinos PL, FL y CL dan diversos resultados en 

castellano:  1.º.- El resultado normal es la palatalización de l y la correspondiente pérdida de la consonante inicial: /pl/, /fl/, /cl/ > /ļ/, grafiada en castellano como ll- 2.º.- En cultismos y palabras vacilantes el grupo inicial latino se conserva: pl, fl, cl. 3.º.- En posición interior precedidos de consonante evolucionan a fonema africado sordo /č/, grafiado en castellano como –ch-. 4.º.- En ocasiones, el grupo FL- inicial pierde la fricativa labiodental sorda: /fl/ > /l/.

1 amplum  (1, 3) 2 clamare  (2) 3 Claudium  (1, 3) 4 clausulam  (1) 5 clavem  (1) 6 Cleopatram  (1) 7 clepsidram  (1) 8 flaccidum  (1, 3, 13, 18) 9 flammam  (1, 13) 10 flavum  (1, 3) 11 Floram  (1) 12 plagam  (1) 13 plantam  (1) 14 planum  (1, 3)  15 Platonem  (1, 2)  16 Plautum  (1, 3)  17 plebem  (1)  18 plebiscitum  (1, 3)  19 plectrum  (1, 3)  20 plenilunium  (1, 3)  21 plenum  (1, 3)  22 Plinium  (1, 3)  23 plorare  (2)  24 Plutum  (1, 3)  25 pluviam  (1)  

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REGLA 20:  La U breve tónica latina pasó a o en castellano: 

/ŭ/ > /o/  Se conserva, no obstante, en cultismos.

1 angustum  (1, 3) 2 buccam  (1, 13) 3 bullam  (1, 13) 4 burram  (1) 5 corrumpere  (2) 6 cumbam  (1) 7 currere  (2) 8 curtum  (1, 3) 9 fluxum  (1, 3, 4) 10 gulam  (1) 11 gurdum  (1, 3) 12 guttam  (1, 13) 13 lucrum  (1, 3) 14 lupum  (1, 3, 12)  15 lutum  (1, 3, 12)  16 muscam  (1)  17 mustum  (1, 3)  18 puteum  (1, 3, 17)  19 surdum  (1, 3)  20 truncum  (1, 3)  21 turpem  (1)  22 turrem  (1)  23 tussem  (1, 2, 13)  24 ulmum  (1, 3)  25 undam   (1)  

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 21:  La I breve tónica latina pasó a e en castellano: 

/i/ > /e/  Se conserva, no obstante, en cultismos.

1 bibere  (2) 2 blitum  (1, 3, 12) 3 cibum  (1, 3) 4 circum  (1, 3) 5 cistam  (1) 6 citrum  (1, 3, 12) 7 committere  (2, 13) 8 convincere  (2) 9 duritiam  (1, 17) 10 inde  11 linguam  (1) 12 litteram  (1, 13, 16) 13 malitiam  (1, 17) 14 nigrum  (1, 3)  15 pilum  (1, 3)  16 pirum  (1, 3)  17 sagittam  (1, 13, 18)  18 siccum  (1, 3, 13)  19 silvam  (1)  20 sinum  (1, 3)  21 sitem  (1, 2, 12)  22 spissum  (1, 3, 6, 13)  23 tripedem  (1, 12)  24 viridem  (1, 16)  25 vittam  (1, 13)  

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 22:  La O breve tónica latina pasó a ue en castellano: 

/o/ > /ue/  Se conserva, no obstante, en cultismos. El primer paso de la evolución fue un diptongo uo, como en italiano, que pasó en castellano a ue: /ŏ/ > /wo/ > /we/ > /ue/.

1 absolutum  (1, 3, 16) 2 antepositum  (1, 3, 16) 3 bonum  (1, 3) 4 contum  (1, 3) 5 cornu  (3) 6 chordam  (1, 11) 7 focum  (1, 3, 12) 8 fortem  (1) 9 forum  (1, 3) 10 grossum  (1, 3, 13) 11 hortum  (1, 3) 12 hostem  (1) 13 molam  (1) 14 nostrum  (1, 3)  15 novem  (1)  16 pontem  (1)  17 populum  (1, 13, 16)  18 porcum  (1, 3)  19 portum  (1, 3)  20 rotam  (1, 12)  21 scholam  (1, 6, 11)  22 socerum  (1, 3, 12, 16)  23 solidum  (1, 3, 16)  24 sortem  (1)  25 volutum  (1, 3, 16)  

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 23:  Las geminadas latinas –LL‐ y –NN‐ palatalizaron en castellano, pasando a /ļ/ y /ņ/ con las grafías ‐ll‐ y ‐ñ‐: 

En la Edad Media hubo alternancia gráfica entre –nn- y –ñ-, hasta que esta última se impuso. Conviene recordar que estos grupos en ocasiones se simplifican (Regla 13); ocurre lo mismo en los cultismos, donde LL > l, mientras que en los semicultismos LL > ld.

1 annum  (1, 3) 2 ballaenam  (1, 7) 3 bellum  (1, 3) 4 caballum  (1, 3) 5 cabannam  (1) 6 caepullam  (1, 7, 12, 20) 7 callum  (1, 3) 8 cannam  (1) 9 capillum  (1, 3, 12, 21) 10 castellanum  (1, 3) 11 collarem  (1, 2) 12 decollare  (2, 12) 13 follem  (1, 22) 14 gallinam  (1)  15 gannitum  (1, 3, 12)  16 grillum  (1, 3)  17 grunnire  (2)  18 mollem  (1, 22)  19 pannum  (1, 3)  20 sannam  (1)  21 stannum  (1, 3, 6)  22 thallum  (1, 3, 10)  23 vallatum  (1, 3, 12)  24 vallem  (1)  25 villam  (1)  

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 24:  La E breve tónica latina pasó a ie en castellano: 

/é/ > /ié/  En posición inicial el primer elemento consonantiza y se grafía en castellano ye-. En cultismos no hay diptongación y se conserva /e/.

1 bene  (2) 2 centum  (1, 3) 3 decem  (1, 2, 5) 4 desertum  (1, 3) 5 equam  (1, 14) 6 febrem  (1) 7 ferum  (1, 3) 8 hederam  (1, 16) 9 herbam  (1) 10 leporem  (1, 12, 16) 11 mel  12 membrum  (1, 3) 13 messem  (1, 2, 13) 14 metum  (1, 3, 12)  15 nebulam  (1, 16)  16 pedem  (1, 2, 18)  17 pelagum  (1, 3)  18 pellem  (1, 2, 13)  19 pernam  (1)  20 petram  (1, 12)  21 serram  (1)  22 servam  (1)  23 terram  (1)  24 ventrem  (1)  25 ventum  (1, 3)  

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 26:  Por influjo del vasco, la F‐ inicial latina (y la interior –F‐ en algunas palabras compuestas) se aspiró en castellano, 

h‐ (como la h‐ inicial del inglés), para finalmente desaparecer: /f/ > /h/ > /ø/ 

La desaparición se produjo a partir del siglo XVI. No obstante, se conserva en cultismos y ante –ue- y en ocasiones –ie-.

1 fabam  (1) 2 fabulam  (1, 16) 3 facere  (2) 4 faenum  (1, 3, 7) 5 falconem  (1, 2) 6 farinam  (1) 7 farturam  (1) 8 fatum  (1, 3) 9 fel  (24) 10 ferire  (2) 11 ferrum  (1, 3, 24) 12 fibram  (1, 21) 13 ficum  (1, 3, 12) 14 filum  (1, 3)  15 findere  (2, 21)  16 formam  (1)  17 formicam  (1, 12)  18 fossam  (1, 13, 22)  19 fumum  (1, 3)  20 fundum  (1, 3, 20)  21 fungum  (1, 3, 20)  22 furcam  (1, 20)  23 furonem  (1, 2)  24 furtum  (1, 3)  25 fuscum  (1, 3, 20)  

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 27:  El diptongo latino grafiado OE se monoptongó en e en 

castellano: /oi/ > /ė/ > /e/ 

El fenómeno ya está atestiguado desde época romana en latín vulgar.

1 amoenum  (1, 3) 2 Boeotiam  (1, 17) 3 coeliacum  (1, 3) 4 coenobitam  (1) 5 comoediam  (1) 6 Croesum  (1, 3) 7 choerilum  (1, 3, 11) 8 foederare  (2) 9 foedum  (1, 3, 18, 26) 10 foenum  (1, 3, 26) 11 foetidum  (1, 3) 12 Moesiam  (1) 13 oboedientem  (1) 14 Oeagrum  (1, 3)  15 oeconomicum  (1, 3)  16 oecumenicum   (1, 3)  17 Oedipum  (1, 3)  18 Oenomaum  (1, 3)  19 oestrum  (1, 3)  20 Oetam  (1)  21 Phoebum  (1, 3, 9)  22 Phoeniciam  (1, 9)  23 poenam  (1)  24 soloecismum  (1, 3)  25 tragoediam  (1)  

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REGLA 28:  La I breve átona latina pasó a e en castellano: 

/ĭ/ > /e/ 

1 brevitatem  (1, 2, 12) 2 caerimoniam  (1, 7) 3 circare  (2) 4 continere  (2) 5 fricare  (2, 12) 6 gravitatem  (1, 2, 12) 7 imperatorem  (1, 2, 12) 8 inimicum  (1, 3, 12) 9 integrum  (1, 3, 18) 10 intrare  (2) 11 involutum  (1, 3, 16, 22) 12 levitatem  (1, 2, 12) 13 minorem  (1, 2) 14 minutum  (1, 3, 12)  15 navigare  (2)  16 novitatem  (1, 2, 12)  17 ordinare  (2)  18 originem  (1, 2)  19 picare  (2, 12)  20 pigritiam  (1, 17, 18, 21)  21 piscare  (2)  22 plicare  (2, 12, 19)  23 providere  (2, 18)  24 timorem  (1, 2)  25 virginem  (1, 2)  

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REGLA 29:  El grupo interior latino –CT‐ pasó a –ch‐ en castellano: 

/kt/ > /it/ > /č/ (grafiado ch)  El proceso de evolución supone la palatalización de la –c- y la transformación del grupo por acción de la yod. No obstante, en cultismos se conserva –ct- o bien se pierde la /k/ sin palatalizar la /t/: /kt/ > /t/.

1 arcticum  (1, 3) 2 auctorem  (1, 2) 3 cataractam  (1) 4 cinctum  (1, 3) 5 delictum  (1, 3) 6 despectum  (1, 3) 7 dictatum  (1, 3, 12, 28) 8 dictum  (1, 3) 9 distinctum  (1, 3) 10 ductum  (1, 3) 11 filictum  (1, 3, 21, 26, 28) 12 fructum  (1, 3) 13 lectum  (1, 3) 14 luctam  (1)  15 luctatorem  (1, 2, 12)  16 noctem  (1)  17 octo   18 planctum  (1, 3, 19)  19 refectum  (1, 3, 26)  20 respectum  (1, 3)  21 sanctitatem  (1, 2, 12)  22 strictum  (1, 3, 6, 21)  23 tectum  (1, 3)  24 tractare  (2)  25 tructam  (1)  

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REGLA 30:  Las vocales latinas átonas protónicas internas, excepto la 

vocal ‐/a/‐ desaparecieron en castellano (síncopa): /e/, /i/, /o/, /u/ > /ø/ 

Este fenómeno está atestiguado en latín vulgar al menos desde época imperial. No obstante, en los cultismos se conservan dichas vocales.

1 amaricare  (2, 12) 2 aperire  (2, 12) 3 benedictum  (1, 3, 29) 4 bonitatem  (1, 2, 12) 5 carricare  (2, 12, 13) 6 civitatem  (1, 2, 12) 7 collocare  (2, 12, 13) 8 comparare  (2) 9 consuturam  (1, 15) 10 crudelitatem  (1, 2, 12, 18) 11 delicatum  (1, 3, 12) 12 eremitam  (1) 13 fabulatorem  (1, 2, 12, 26) 14 follicare  (2, 12, 13, 26)  15 honorare  (2)  16 iterare  (2, 12, 28)  17 laborare  (2)  18 litteratum  (1, 3, 12, 13, 28) 19 maledictum  (1, 3, 29) 20 operare  (2, 12) 21 pectoralem  (1, 2, 29)  22 populatum  (1, 3, 12)  23 saecularem  (1, 2, 7, 12)  24 solidare  (2)  25 veritatem  (1, 2, 12)  

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REGLA 32:  El diptongo AU latino se monoptongó en o en castellano; 

el grupo AL + consonante también evolución a o: /au/ > /o/ y /al/ + consonante > /o/ + consonante 

Este fenómeno ya está atestiguado en latín vulgar, ya desde época republicana. En los cultismos se conservan dichos grupos, incluso cuando /al/ + consonante procedía de la síncopa de una vocal.

1 alterum  (1, 3, 16) 2 aucam  (1) 3 audire  (2, 18) 4 aullam  (1, 23) 5 aurificem  (1) 6 aurum  (1, 3) 7 ausare  (2) 8 aut  (25) 9 baucalem  (1, 2) 10 calcem  (1, 2, 5) 11 caudam  (1) 12 caulem  (1, 2) 13 causam  (1) 14 cautum  (1, 3)  15 falcem  (1, 2, 5, 26)  16 laudare  (2, 18)  17 lautiam  (1, 17)  18 lautianum  (1, 3, 17) 19 Maurum  (1, 3) 20 paucum  (1, 3) 21 pauperem  (1, 12, 16)  22 pausare  (2)  23 saltum  (1, 3)  24 taurum  (1, 3)  25 thesaurum  (1, 3, 10)  

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REGLA 33:  En algunos casos determinados sonidos sufrieron 

metátesis (cambio de posición dentro de la palabra) en su evolución del latín al castellano: 

1.º.- simple: cuando sólo un sonido cambia de posición dentro de la palabra. 2.º.- recíproca: cuando dos sonidos intercambian su posición dentro de la palabra; este intercambio se denomina interversión cuando los dos sonidos están contiguos.

1 acerem  (1, 2) 2 animalia  (31) 3 appectorare  (2, 13, 29, 30) 4 capitulum  (1, 3, 12, 16) 5 catenatum  (1, 3, 12, 30) 6 crocodilum  (1, 3) 7 crustam  (1, 20) 8 graphium  (1, 3, 9) 9 integrare  (2, 28) 10 integratum  (1, 3, 12, 28) 11 inter  (21) 12 miraculum  (1, 3, 12, 16) 13 parabolam  (1, 16) 14 pectorina  (29, 30)  15 periculum  (1, 3, 12, 16)  16 piperem  (1, 12, 16, 21)  17 praesepem  (1, 7, 12)  18 pro  19 quattuor  (13, 14, 16) 20 semper  (21) 21 sibilare  (2, 30)  22 spatulam  (1, 6 ,12, 16)  23 super  (12, 20)  24 tenerum  (1, 3, 16, 24)  25 viduam  (1)  

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REGLA 34:  La U breve átona latina pasó a o en castellano: 

/ŭ/ > /o/  Se conserva en cultismos.

1 angustare  (2) 2 cucullum  (1, 3, 12, 20, 23) 3 cuminum  (1, 3) 4 cumulatum  (1, 3, 12, 30, 33) 5 curtare  (2) 6 curvare  (2) 7 ducalem  (1, 2, 12) 8 duplare  (2, 12) 9 duplicare  (2, 12, 28) 10 epistulam  (1) 11 gubernare  (2) 12 gulosum  (1, 3) 13 lucratum  (1, 3, 12) 14 nucalem  (1, 2, 12)  15 putare  (2, 12)  16 recuperare  (2, 12, 30)  17 sturninum  (1, 3, 6)  18 subornare  (2) 19 superare  (2, 12, 30) 20 superbiam  (1, 12) 21 superponere  (2, 12)  22 supersedere  (2, 12 ,18, 33)  23 supportare  (2, 13)  24 umbilicum  (1, 3, 12, 30)  25 urticam   (1, 12)  

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REGLA 35:  A consecuencia de la síncopa en las lenguas romances se 

produjeron en posición interior algunos grupos consonánticos que se resolvieron así en castellano: 

/c’l/, /g’l/, /t’l/ > /χ/, grafiado j Consonante + /c’l/, /g’l/, /p’l/ > /č/, grafiado ch 

Se conserva en cultismos.

1 acuculam  (1, 12, 16) 2 annuculum  (1, 3, 16, 20, 23) 3 apiculam  (1, 12, 21) 4 articulum  (1, 3, 16, 21) 5 auriculam  (1, 16, 21, 32) 6 butticulam  (13, 16, 34) 7 cernicula  (16, 21) 8 cingulum  (1, 3, 16) 9 claviculam  (1, 16) 10 cubiculum  (1, 3, 16, 34) 11 faculam  (1, 16, 26) 12 folliculum  (1, 3, 16, 21, 23, 26) 13 graculum  (1, 3, 16) 14 lenticulam  (1, 16, 21)  15 oculum  (1, 3, 16)  16 oviculam  (1, 16, 21)  17 pelliculam  (1, 16, 21, 23)  18 regulam  (1, 16) 19 sorticulam  (1, 16) 20 speculum  (1, 3, 6, 16) 21 tegulam  (1, 16)  22 trunculum  (1, 3 ,16, 20)  23 vetulum  (1, 3, 16, 24)  24 vinciculum  (1, 3, 16, 21, 28)  25 vulpeculam  (1, 16)  

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 36:  Al diptongo ai, distinto del latino AE, se monoptongó en e 

en castellano: /ai/ > /e/ 

La aparición de este diptongo ai se debe a fenómenos como las metátesis –arium/ -ariam > ero/ era o -asi > -ais > -es o palatalizaciones de grupos de consonantes, como /act/> /ait/ > /ech/. Se conserva en cultismos.

1 basiare  (2, 33) 2 calidarium  (1, 3, 30, 33) 3 Caprariam  (1, 12, 33) 4 carnarium  (1, 3, 33) 5 cerarium  (1, 3, 33) 6 cocturarium  (1, 3, 33) 7 cuparium  (1, 3, 12, 33) 8 dentariam  (1, 33) 9 facturam  (1, 26, 29) 10 ferrarium  (1, 3, 26, 33) 11 granarium  (1, 3, 33) 12 lactosam  (1, 29) 13 laicum  (1, 3, 12) 14 lignarium  (1, 3, 28, 31, 33)  15 magistrum  (1, 3, 18)  16 malefactorem  (1, 2, 26, 29, 30)  17 operarium  (1, 3, 12, 16, 33)  18 primarium  (1, 3, 33) 19 quadraginta  (1, 14, 18) 20 ripariam  (1, 12, 33) 21 sagittarium  (1, 3, 13, 18, 28, 33)  22 salarium  (1, 3, 33)  23 solitarium  (1, 3, 30, 33)  24 thesaurarium  (1, 3, 10, 32, 33)  25 tractum  (1, 3, 29)  

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 37:  Disimilaciones: algunos sonidos latinos se transformaron o desaparecieron por semejanzas a otros sonidos en su 

evolución al castellano: 

1.º.- parciales: cuando un sonido o una sílaba se transforman en otro sonido o sílaba semejante por la proximidad de otro sonido afín: /n-m/ > /l-m/, /m-m/ > /n-m/, /m-n/ > /m-l/, /l-l/ > /l-r/, /r-r/ > /l-r/ o /r-l/, /ti-ti/ > /ti-θi/. 2.º.- totales: se suprime un sonido o una sílaba completa: /r-r/ > /l-Ø/ o /Ø-r/.

1 animam  (1, 16) 2 aratrum  (1, 3, 12) 3 arborem  (1, 2) 4 arboretam  (1, 12) 5 carcerem  (1, 2) 6 commilitonem  (1, 2) 7 communicare  (2, 12, 13, 30) 8 fragrantem  (1) 9 immunem  (1) 10 laetitiam  (1, 7, 17) 11 lilium  (1, 3) 12 marmorem  (1, 2) 13 proprium  (1, 3) 14 proram  (1)  15 prorsam  (1)  16 prostrare  (2)  17 quinquaginta  (14, 18, 36)  18 roborem  (1, 16) 19 solstitium  (1, 3, 17) 20 stercorare  (2, 6) 21 stultitiam  (1, 6, 17)  22 taratrum  (1, 3, 12)  23 temperare  (2, 30)  24 tripartitionem  (1, 2, 17)  25 triticum  (1, 3, 12)  

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 38:  Los grupos interiores latinos –LI‐, ‐LE‐ + vocal se 

palatalizaron en castellano, pasando a ‐/ļ/‐ e incluso a ‐/χ/‐, que se grafían –ll‐ y –j‐: ‐/li/‐, ‐/le/‐ > ‐/ļ/‐ > ‐/χ/‐ 

Este fenómeno de palatalización ya empezó a producirse en latín vulgar; es frecuente encontrar en castellano palabras que responden a los dos estadios, /-ļ-/ e incluso a /-χ-/. En cultismos se conserva el grupo latino.

1 alienum  (1, 3) 2 alium  (1, 3) 3 battualia  (13, 30) 4 cilia  (21) 5 concilium  (1, 3, 21) 6 consilium  (1, 2) 7 cordolium  (1, 3, 21) 8 despoliare  (1, 3) 9 erviliam  (2) 10 filium  (1) 11 folia  (1, 3, 26) 12 humiliare  (26) 13 malleolum  (2) 14 meliorem   (1, 3, 13, 22)  15 milium  (1, 2)  16 millia  (1, 3)  17 molliare  (13)  18 mortualia  (30)  19 mulierem  (1, 2)  20 muralia   21 paleam  (1)  22 taleare  (2)  23 taleolam  (1, 22)  24 victualia  (29)  25 virilia  (28)  

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 39:  Los hiatos latinos y romances tendieron a eliminarse en 

castellano: 

1.º.- por contracción de las dos vocales en una sola sílaba (sinéresis): /ee/ > /e/ (grafía EE> e), /ii/ > /i/ (grafía II> i), /oo/ > /u/ (grafía OO> u). 2.º.- formando diptongos (cambiando en ocasiones la posición del acento): /oi/ > /ui/ (grafía OI> ui), /oa/ > /wa/ (grafía OA> ua), /eu/ > /jo/ (grafía EU> io), /ui/ > /we/ (grafía UI> ue). 3.º.- alterando la estructura silábica de la palabra por metátesis o combinándose alguna de las vocales con una consonante próxima. 4.º.- perdiendo una de las dos vocales.

1 aream  (1, 7, 33) 2 basium  (1, 3, 33, 36) 3 coagulare  (2, 30, 35) 4 coagulum  (1, 3, 16, 35) 5 cogitare  (2, 12, 18) 6 comedere  (2, 18) 7 cooperire  (2, 12, 30) 8 digitum  (1, 3, 12, 18, 21, 28) 9 duos  10 fastidium  (13, 18, 26) 11 februarium  (1, 3, 33, 36) 12 fidem  (1, 18, 21) 13 frigidum  (1, 3, 18) 14 glaream  (1, 7, 33)  15 manuaria  (33, 36)  16 ostream  (1)  17 pedem  (1, 18, 24)  18 puteolum  (1, 3, 17, 22, 34)  19 rubeum  (1)  20 sedere  (2, 18)  21 sibi  (18)  22 sigillare  (2, 18, 23, 28)  23 sigillum  (1, 3, 18, 21, 23, 28)  24 temporaneum  (1, 3, 30)  25 tibi  (18)  

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 40:  En algunos casos la E latina pasó a i en castellano: 

/ĕ/, /ē/ > /i/ 

1.º.- /ĕ/ tónica > /ie/ > /i/: ante S agrupada y en el sufijo ELLUM/ELLLAM> iello/iella > illo/illa. 2.º.- /ē/ tónica > /i/: por influjo de yod romance en grupos /ry/, /sy/, /py/ > /i/ o por hiatos, por ejemplo en los imperfectos que perdían la B /eba/ > /ia/. 3.º.- /ĕ/ átona > /i/: en los infinitivos de la 3.º conjugación –ERE /ĕre/que confundidos con los de la 2.º conjugación –ERE /ēre/pasaron a -ir. 4.º.- /e/ final paso a /i/, grafiada y cuando quedaba en hiato con una vocal tónica.

1 adducere  (2, 13) 2 adhaerere  (2, 7) 3 adscribere  (2) 4 affluere  (2, 13) 5 calamellum  (1, 3, 23, 37) 6 carpentarium  (1, 3, 33, 36) 7 castellum  (1, 3, 23) 8 cereum  (1, 3, 39) 9 cingere  (2, 21, 31) 10 concludere  (2, 18) 11 concurrere  (2) 12 decembrem  (1, 24) 13 defunctum  (1, 3, 29) 14 denarium  (1, 3, 33, 36)  15 deputatum  (1, 3, 12)  16 fervere  (2, 26)  17 gregem  (1, 18)  18 legem  (1, 18)  19 meam  (1)  20 regem  (1, 18)  21 scandere  (2, 6)  22 scutellam  (1, 6, 12, 23)  23 sellam  (1, 23)  24 tepidum  (1, 3, 12, 18)  25 translucere  (2, 15)  

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 41:  Epéntesis: a consecuencia de la síncopa se crearon en castellano grupos consonánticos inusitados e inestables que se resolvieron en ocasiones con la introducción de una consonante epentética (o intrusa o parásita): 

1.º.- Se introdujo una –b- en los siguientes casos: /m’n/ > /mbr/, /m’r/ > /mbr/ y /m’l/ > /mbl/. 2.º.-. Se introdujo una –r- en los siguientes casos: /st/ > /str/, y otros casos no regulares. 3.º.- Se introdujo una –n- en algunos casos. 4.º.- Se introdujo una –d- en los siguientes casos: /n’r/ > /ndr/, y otros casos no regulares.

1 alaudulam  (1, 32, 37) 2 brochum  (1, 3, 11) 3 cinerare  (2, 28, 30) 4 colluminare  (2, 13, 30) 5 faminem  (1, 16, 26) 6 feminam  (1, 16, 26) 7 ferruminem  (1, 16, 26) 8 figicare  (18, 26, 39) 9 foliatilem  (1, 12, 16, 26, 33, 38) 10 hominem  (1, 16) 11 humilem  (1) 12 leguminem  (1, 16) 13 luminaria  (30, 30, 36) 14 maculam  (1, 16, 35)  15 mattianum  (1, 3, 13, 17)  16 nominare  (2, 30)  17 praenominem  (1, 7, 16)  18 pronominem  (1, 16)  19 rememorare  (2, 30)  20 seminare  (2, 30)  21 staminem  (1, 16)  22 stellam  (1, 6, 23)  23 stuppaculum  (1, 3, 6, 13, 16, 34, 35)  24 tonare  (2)  25 tremulare  (2, 30, 37)  

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 42:  Se produjeron otras asimilaciones entre grupos 

consonánticos interiores latinos en su paso al castellano: 

1.º.- /st/ + consonante > /s/ + consonante. 2.º.-. /pt/ > /p/. 3.º.- /m’t/ > /nd/. 4.º.- /kss/ > /ks/.

1 adscriptum  (1, 3)  2 aptare  (2)  3 comitatum  (1, 3, 12, 30)  4 comitem  (1, 12, 16)  5 exsecrabilem  (1, 16)  6 exequias  (14)  7 exsistere  (2, 40)  8 exspectationem  (1, 2, 17)  9 exspirare  (2)  10 exspoliare  (2)  11 exstinguere  (2, 40)  12 exstirpare  (2)  13 exsudare  (2)  14 exsultationem  (1, 2, 17)  15 limitare  (2, 30)  16 postcaenium  (1, 3, 7)  17 postpositum  (1, 3, 16, 22)  18 rupturam  (1, 34)  19 saeptum  (1, 3, 7)  20 scriptorium  (1, 3, 6)  21 sculptorem  (1, 2, 6)  22 semitam  (1, 12, 16)  23 semitarium  (1, 3, 12, 30, 33, 36)  24 septem  (1, 24)  25 temptare  (2)  

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REGLA 43:  La H inicial latina, que hasta el período clásico era una consonante aspirada débil /h/, dejó de ser pronunciada en dicha época, si bien se mantuvo en la escritura; en su paso al castellano y otras lenguas romances dicha H dejó de ser grafiada, aunque en castellano, a partir del siglo XVII, se restituyeron algunas por conservación e imitación de la grafía latina.  Como consecuencia hay gran 

confusión y vacilación en su uso. 

1 abhorrescere  (2, 5) 2 erilem  (1, 2) 3 Hamilcarem  (1, 2) 4 Hannibalem  (1, 2, 13) 5 harenam  (1) 6 Harmodium  (1, 3) 7 Harmoniam  (1) 8 harpam  (1) 9 harundineum  (1, 3) 10 haruspicem  (1) 11 Hasdrubalem  (1, 2) 12 hastam  (1) 13 Helenam  (1) 14 helleborum  (1, 3, 13)  15 hendiadys  (8)  16 horminum  (1, 3)  17 incohare  (2)  18 inflare  (2, 19)  19 operam  (1, 12, 16, 22)  20 ossum  (1, 3, 13, 22)  21 prehendere  (2, 39)  22 umeralem  (1, 2)  23 umerum  (1, 3, 16, 20, 41)  24 umidum  (1, 3, 28)  25 umorem  (1, 2)  

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REGLA 44:  La I semivocálica inicial latina /y/ ‐incluso en palabras compuestas‐ tuvo diferentes resultados en su paso al 

castellano:  1.º.- conservación ante /a/ y /e/ tónicas, aunque grafiado como y-. 2.º.- desaparición ante /a/ y /e/ átonas. 3.º.- evolución a /χ/ ante /o/ y /u/, grafiándose como –j.

1 adiunctum  (1, 3, 29) 2 Iacchum  (1, 3, 11, 13) 3 iacere  (2) 4 iactare  (2, 29, 36) 5 iam  (1) 6 iambum  (1, 3) 7 Iapetum  (1, 3) 8 iiniperum  (1, 3, 12, 16, 21, 28) 9 iniustum  (1, 3) 10 iocum  (1, 3, 12, 22) 11 Iovem  (1) 12 Iovis  (22, 28) 13 iubilaeum  (1, 3, 7) 14 iubilationem  (1, 2, 17)  15 Iudaeam  (1, 7)  16 Iulium  (1, 3)  17 iumentum  (1, 3)  18 iunceam  (1, 40)  19 iuncum  (1, 3)  20 Iunium  (1, 3)  21 Iuppiter  (13)  22 iurare  (2)  23 iustitiam  (1, 17, 37)  24 iuventutem  (1, 2, 12)  25 praeiudicium  (1, 3, 7, 18)  

Reglas de evolución fonética del latín al castellano

REGLA 45:  Excepcionalmente, la O latina pasó a u en castellano: 

/o/ > /u/  Este fenómeno se produjo a consecuencia de la resolución de hiatos, por acción de la yod o de la wau o por otras razones.

1 cognatum  (1, 3, 12, 31) 2 complere  (2, 40) 3 completum  (1, 3, 12, 40) 4 doctum  (1, 3, 29) 5 dormientem  (1) 6 foraneum  (1, 3, 26, 31) 7 iocatum  (1, 3, 12, 44) 8 iocularem  (1, 2, 12, 30, 44) 9 localem  (1, 2, 12, 37) 10 locellum  (1, 3, 23, 40) 11 mollire  (2, 23) 12 nodosum  (1, 3) 13 nodum  (1, 3) 14 orditum  (1, 3, 12)  15 polire  (2)  16 politorem  (1, 2, 12)  17 politum  (1, 3, 12)  18 polypum  (1, 3, 16)  19 pollicarem  (1, 2, 12, 13, 30)  20 sortitum  (1, 3, 12)  21 tofum  (1, 3)  22 tollere  (2, 23, 40)  23 tondere  (2, 40)  24 tonsum  (1, 3, 15)  25 torcularem  (1, 2, 30, 33, 35, 37)  

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Fonética 1

EVOLUCIÓN DEL LÉXICO LATINO AL CASTELLANO (ETIMOLOGÍA) ___________________________________________

1. PALABRAS PATRIMONIALES, CULTISMOS, SEMICULTISMOS, LATINISMOS.

2. CLASIFICACIÓN DE LOS SONIDOS

3. ACENTO

4. CAMBIOS FONÉTICOS MÁS FRECUENTES

5. LEYES FONÉTICAS DE EVOLUCIÓN DEL LATÍN AL CASTELLANO

a. Vocales

b. Diptongos

c. Consonantes simples (iniciales, interiores y finales)

d. Grupos de consonantes

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Palabras patrimoniales, cultismos, semicultismos, latinismos: La lengua española, como el resto de las lenguas romances, procede del latín hablado por los soldados y comerciantes romanos que se afincaban en las provincias conquistadas. Este latín era una lengua popular, que a veces no seguía las normas del latín literario. Por tanto, las lenguas romances derivan del latín vulgar, no del culto, aunque no dejan de ser la misma lengua. Debe tenerse en cuenta, además, que en cada provincia romana esta lengua sufría una influencia distinta, según la lengua que se hablaba antes de la llegada de los romanos (prerromana).

Desde la caída del Imperio (finales del siglo V), se acentuó más la diferencia entre los dialectos debido a las invasiones bárbaras y cada provincia fue formando su lengua con sus propias palabras según unas leyes fonéticas de evolución, aunque todas tuvieran como tronco común el latín vulgar. Estas palabras surgidas desde el nacimiento de una lengua y sujetas a unas leyes fonéticas regulares son las palabras patrimoniales, y constituyen la base de nuestro léxico. En español un 70/80% son palabras patrimoniales (también denominadas palabras tradicionales) derivadas del latín. Desde el Renacimiento hasta hoy se han seguido introduciendo, además, palabras nuevas de la lengua latina o de la griega para designar nuevos conceptos. Estas palabras ya no están sujetas a las leyes fonéticas, sino que solamente han sido adaptadas para no parecer extrañas, pero mantienen su forma original. Son los cultismos.

Frecuentemente de un mismo término latino derivan dos castellanos, uno patrimonial y un cultismo: son los dobletes. Algunas palabras (no muchas) presentan algunos rasgos de evolución, pero menos que las palabras patrimoniales. Son los semicultismos. Además conservamos algunas palabras o expresiones en lengua latina sin ningún cambio. Son los latinismos.

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Fonética 2

Resumen: • Palabra patrimonial: la que existe desde el nacimiento de la lengua y ha estado sujeta a leyes

fonéticas de evolución regulares. clavem > llave. annum > año. novum > nuevo. nostrum > nuestro. fumum>humo

• Cultismo: Palabra introducida con posterioridad, no evolucionada, sino simplemente adaptada

al español. cathedram > cátedra. denarium > denario. clavem > clave.

• Doblete: dos palabras, una patrimonial y una culta, que derivan de la misma latina.

clavem > llave y clave. clamare > llamar y clamar. cathedram > cadera y cátedra. denarium > dinero y denario.

• Semicultismo: palabra cuya evolución se ha visto frenada por diversas razones, casi siempre

por la influencia de eclesiásticos o letrados. saeculum: la evolución total hubiera dado como palabra patrimonial *siejo. El cultismo habría sido *seculo. La evolución incompleta ha dado siglo.

• Latinismo: palabras o expresiones tomadas directamente del latín. quorum, referendum, ante meridiem, a priori, et cetera...

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CLASIFICACIÓN DE LOS SONIDOS Vocales: se clasifican atendiendo a:

• Timbre: sonido distintivo de cada vocal. • Abertura: según la abertura de la boca al pronunciarlas, se clasifican en abiertas y

cerradas. La más abierta es la a y las más cerradas la i y la u. • Localización: según la parte de la boca en la que se articulan: anteriores o palatales

(i, e), central (a) y posteriores o velares (u, o).

Localización Abertura

Anteriores(palatales)

central Posteriores (velares)

cerradas i u medias e o abierta a

• Cantidad: las clasifica en largas y breves. En español no tenemos esta diferencia.

Vocales largas: ā, ē, ī, ō, ū Vocales breves: ă, ĕ, ĭ, ŏ, ŭ Semivocales o semiconsonantes: La i y la u pueden funcionar como vocales o como consonantes. Cuando la u es consonántica, suele representarse con la grafía v. mittere: la i es vocal / iubere: la i es consonante ludum: u vocal / uiuere (vivere): u consonante

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Fonética 3

Diptongos: En latín había pocos diptongos. Los más frecuentes son ae, au y oe: paeninsula, aurum, poena. Consonantes: Se clasifican por el modo de articulación: oclusivas (orales, nasales) y constrictivas (líquidas, fricativas). Y por el punto de articulación (labiales, dentales, velares o guturales). Según la acción de las cuerdas vocales, pueden ser, además sordas o sonoras.

• Oclusivas o mudas : − Orales

labiales dentales velares

sordas p t c,q,k sonoras b d g

− Nasales : m , n (sonoras

• Líquidas : l , r (sonoras) • Fricativas : f , s (sordas)

ACENTO La sílaba que en una palabra es pronunciada con más fuerza se llama tónica. Las demás sílabas de la palabra son átonas. En latín el acento de una palabra depende de la cantidad de la penúltima sílaba. Sólo hay palabras llanas y esdrújulas. No existe el acento gráfico (tilde)

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CAMBIOS FONÉTICOS MÁS FRECUENTES

Síncopa: Pérdida de una vocal breve en posición interior entre consonantes. calidum > caldo Apócope: Pérdida de la vocal final o de la porción final de una palabra. quomodo > quomo > como Prótesis: aparición de una vocal inicial (e) delante del grupo inicial s + conson. para facilitar su pronunciación: scutum > escudo Epéntesis: aparición de un sonido nuevo en interior de palabra, para tratar de solucionar algún problema de pronunciación, como el anterior. Por ejemplo, si después de una síncopa (pérdida de una vocal) entran en contacto varias consonantes. En este caso es frecuente la simplificación, pero puede, a veces, desarrollarse una nueva consonante. humĕrum > humru > homro > hombro Asimilación: un sonido se transforma para acercarse o igualarse a otro contiguo o cercano. Muchos de los cambios fonéticos son producto de asimilaciones, como la monoptongación de los diptongos, la reducción de hiatos a una sola vocal, la simplificación de consonantes geminadas... Asimilaciones son, por ejemplo, estas evoluciones: -st- > -ss- > -s- / -pt- > -tt- > -t- / -xs- > -x-: postpositum > possposito > pospuesto / rupturam > ruttura > rotura / exspirare > expirar

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Fonética 4

Disimilación: fenómeno contrario al anterior. Se sustituye algún fonema por otro diferente para evitar la repetición en sílabas inmediatas. Algunos de los cambios vocálicos que veremos se deben a disimilaciones. Otros ejemplos de disimilación: roborem > robre > roble / marmorem >marmor > mármol / arborem > árbol / animam > anma > alma / sanguinem > sangne > sangre / quinque > cinque > cinco / hominem > homne > homre > hombre (epéntesis). Metátesis: intercambio de posición de algunos sonidos dentro de una palabra: inter > entre ; semper > siempre ; quattuor > cuatro ; integrare > intregare > entregar ... Frecuente intercambio de r y l : periculum > periglo > peligro ; miraculum > miraglo > milagro ; parabolam > parabla > palabra La metátesis es casi general en el sufijo –arium, que tiene esta evolución: -arium > -airum (metátesis) > airo (pérdida de m y apertura de u en o) > ero (monoptongación del grupo ai). Ej.: solitarium > soltairum >soltairo > soltero Sonorización: Cambio de una consonante sorda a la sonora correspondiente. petram > piedra Palatalización: cambio de la articulación a la región del paladar duro. cervum > ciervo / damnum > daño / clavem > llave -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

LEYES FONÉTICAS DE EVOLUCIÓN DEL LATÍN AL CASTELLANO Los sustantivos y adjetivos del español derivan del caso acusativo, porque fue el caso que se conservó cuando los demás fueron desapareciendo.

A) SINGULAR: El acusativo singular pierde la –m final (lo veremos en la evolución de las consonantes finales), que ya no se pronunciaba en época tardía, y el resultado es el siguiente: • -am > -a (la a se mantiene) : horam > hora amicam > amiga festam > fiesta. • -um > -o (la u se abre en o) : bonum > bueno amicum > amigo exercitum> ejército. • -em > puede mantenerse la e o perderse también, terminando la palabra en la consonante

anterior (lo veremos en las vocales en sílaba final): plebem > plebe. fontem > fuente. matrem > madre. oratorem> orador. consulem > cónsul. pacem > paz

B) PLURAL: El acusativo plural mantiene su terminación –s (lo veremos en la evolución de las consonantes finales), dando los plurales -as, -os y –es. Los neutros en plural suelen adaptar la terminación –a. La mayoría hacen el plural como un masculino: templum / templa > templo / templos. Otros neutros plurales, por su semejanza con la terminación –a de la 1ª declinación, pasaron a femeninos: arma > arma. signa > seña.

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Fonética 5

1. VOCALES • Vocales tónicas:

− Las vocales tónicas largas permanecen sin cambios. − Las breves cambian, excepto la a.

ă se mantiene > a: pănem>pan ĕ diptonga > ie: pĕtram >piedra

A veces ie monoptonga > i: sĕlla >siella >silla / castĕllum >castiello >castillo. ĭ abre > e: pĭlum>pelo ŏ diptonga > ue: pŏrcum>puerco

A veces ue monoptonga > e: frontem>fruente> frente ŭ abre > o: pŭllum>pollo

A veces se mantiene > u : mŭltum>mucho / acŭculam > aguja El resumen de esta evolución de las vocales tónicas se puede ver en el siguiente cuadro:

Latín

ā ă famam

ĕ tĕrram

ē ĭ plēnum nĭgrum

ī dīco

ŏ fŏrum

ō ŭ hōram lŭpum

ū secūrum

Castellano

a fama

ie tierra

A veces ie>i

e lleno negro

i digo

ue fuero

A veces ue>e

o hora lobo

u seguro

• Vocales átonas:

- En sílaba inicial. Las vocales átonas en sílaba inicial se mantienen todas en español, excepto: ĭ > e y, a veces, ŭ > o . plĭcáre > llegar. sŭpérbiam > soberbia. fīdelitátem > fidelidad. cūráre > curar...

- En sílaba interior protónica y postónica. Se produce síncopa: Las vocales en sílaba interior, delante o detrás de la sílaba acentuada, desaparecen, excepto la a que generalmente se mantiene: paradísum > paraíso. recuperáre > recobrar. honoráre > honrar. víridem > verde. Si hay dos vocales protónicas, se pierde la más cercana al acento: vicinitátem > vecindad. A veces ē y ĕ > i : scribĕre > escribir; regĕre > regir; lucēre > lucir

- En sílaba final: en final todas las vocales son átonas y el resultado, en general, es este: - a y o se mantienen. - i abre > e : dixi > dije - u abre > o : templum > templo - e puede dar distintos resultados:

- Se mantiene precedida de dos consonantes: montem > monte. - Desaparece (apócope) detrás de d, n, l, r, s, z, c : senatorem > senador.

crucem> cruz. libertatem > *libertadem > libertad. - En hiato con una vocal tónica cambia a i: regem > ree > rei > rey

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2. DIPTONGOS.

En latín son diptongos au, ae, oe. Al pasar al español, monoptongan según las siguientes reglas: au > o (monoptongación): taurum > toro Este diptongo au elimina la u por disimilación cuando le sigue una velar: augustum > agustum > agosto. ae > ie / e: caelum >celo> cielo (pero celeste). A veces, monoptonga en e : saecularem > seglar. oe > e (monoptongación): poenam > pena Grupo ai > e: La secuencia vocálica ai, que puede ser producto de distintas influencias vocálicas o consonánticas, evoluciona a e (monoptongación). laicum > lego; amavi > amai > amé; factum > faitum > fecho > hecho (ver grupo -ct-); solitarium > soltairu > soltero (ver metátesis)

3. CONSONANTES SIMPLES.

Independientemente de que se encuentren en posición inicial o interior, las siguientes consonantes o semiconsonantes tienen esta evolución:

• Consonante velar c ante e , i pasa a ser interdental z (con grafía c / z ) por asimilación.

c + e , i > z : lucem > luz. veloces > veloces.

• Consonante velar g ante e, i se fue debilitando su pronunciación hasta, a veces, desaparecer: corrigere > corregir (no correguir) ; gelum (se pronunciaba gelu, en lugar de guelu) > yelu > hielo; fugere > fugire > huir

• qu > qu / c / cu: quintum > quinto; quattuor > cuatro; quattuordecim > catorce

• i consonántica puede mantenerse con la grafía j, evolucionar a y o perderse: iocum > juego; iam > ya; ianuarium > enero; maiorem > mayor; meiare > mear

• u consonántica (v) se conserva como consonante v y con la misma pronunciación que b: vinum > vino.

• Consonantes líquidas y nasales se mantienen : l, r, m, n.

A) Consonantes iniciales ante vocal normalmente se mantienen, con algunas excepciones: petram > piedra; corvum > cuervo...

• f > h . Consonante f inicial suele aspirar, posiblemente por influencia del euskera. Los diptongos ue / ie en español impiden el cambio.

fabam > haba; fumum > humo; Pero feram > fiera; fortem > fuerte

• Consonante s líquida inicial desarrolla una e (prótesis): scutum > escudo; speculum > espejo

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Fonética 7

B) Consonantes interiores: No son propiamente interiores las consonantes que, siendo iniciales en una palabra simple, quedan en interior en alguna compuesta: refacere (re + facere) > rehacer (la f se comporta como inicial, no como interior), adiutare (ad + iutare) > ayudar (la i es consonántica, no vocal)

• Consonantes oclusivas sordas ( p, t, c ) en posición intervocálica o entre vocal y r / l se

sonorizan. El diptongo au impide el cambio. El resultado de esta sonorización es el siguiente:

p > b t > d c,k,q > g capram > cabra datum > dado acutam > aguda aquam > agua. Pero aucam>oca.

• Consonantes oclusivas sonoras ( b, d, g ) en las mismas condiciones, unas veces se

debilitan y desaparecen y otras se mantienen. La más resistente es la b, que raramente desaparece: bibere > beber También suele conservarse la v (u consonántica): novum > nuevo La d puede desaparecer (foedum > feo) o permanecer (nidum > nido) También la g puede desaparecer (ligare > liar) o permanecer (augustum > agosto) (Tras la desaparición de una sonora, hay tendencia a eliminar hiatos: vĭdere > vedere > veer > ver; rēgīnam > reína > reina.)

• Consonante l seguida de i (li) ante vocal pasa a j : filiam > hija. A veces, li > ll : humiliare >

humillar.

• Consonante x > j ante vocal y no siempre : luxum > lujo. C) Consonantes finales

• Tienden a desaparecer, excepto la l y la s: tenet > tiene; mel > miel; deus > dios; Las consonantes finales en español se deben, salvo casos especiales, a la pérdida de la e final (panem > pan...) o a que son cultismos o préstamos de otras lenguas.

• La r final pasa a interior (metátesis): inter > entre; pauper > pobre

• La consonante final m se conserva convertida en n en preposiciones, conjunciones y, en general, en palabras átonas: cum > con; tam > tam; quam > cuan. También permanece en el interrogativo quem > quién por su intensidad expresiva al pronunciarlo. Y como influencia de este interrogativo, quedó en las respuestas: aliquem > alguien.

4. GRUPOS DE CONSONANTES • Consonantes geminadas: normalmente se simplifican: vaccam > vaca; guttam > gota;

cuppam > copa... Excepciones: rr > rr : currere > correr. ll (l+l) palataliza en la ll española : collum > cuello. A veces simplifica: illaesum > ileso nn tambiém palataliza en ñ : cannam > caña. A veces simplifica: triennium > trienio

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Fonética 8

• Grupos iniciales de consonantes sordas p, c, f ante l palatalizan dando la consonante

española ll : pl-, fl-, cl- > ll- : plenum > lleno. clavem > llave. flammam > llama. • Grupos mn, nn, gn, ni (ne) palatalizan dando la consonante española ñ: mn, nn, gn, ni > ñ

damnum > daño. annum > año. pugnum > puño. vinea > vinia > viña. • Grupo ct palataliza en la consonante española ch: ct > ch

lectum > lecho. factum > hecho. En el grupo –ct- primero vocaliza la c en i : lectu > leitu; factu > faitu; lacte > laite. Esta i hizo que la t palatalizara pasando a ch: lectu > leitu > lecho. (Además el grupo ai se redujo a e : factu > faitu > fecho > hecho; lacte > laite > leche)

• Grupo –lt- detrás de u palataliza en la consonante española ch: -ult- > -uch-:

Primero vocaliza la l en i. Después la i palatalizó la t que pasó a ch: multum > muito > mucho / auscultare > ascuitare > escuchar.

• Grupo -cl-, -gl- y -tl-, que proceden de –cul-, -gul- y –tul- átonas respectivamente, dieron el sonido de la j española: -cul- > -cl- > -j- / -gul- > -gl- > -j- / -tul- > -tl- > -j- :

speculum > especlo > espejo / tegulam > tegla > teja / vetulum > vetlum > viejo

• Grupo ti(te) ante vocal: desde muy pronto se confundió la t con la c y luego el grupo se palatalizó en z o en ci: patientiam > paciencia / tristitiam > tristicia > tristeza

• Grupo di ante vocal > z : gaudium > godium > gozo

Reglas de evolución fonética del latín a las lenguas romances 1

Selección de las 25 principales reglas

Las lenguas romances provienen de la evolución del latín vulgar, pero el latín culto no dejóde influir en ellas tras su creación. De este modo, el léxico de origen latino de las lenguas ro-mances se conforma, sobre todo, por dos vías: las palabras patrimoniales y los cultismos.

Las palabras patrimoniales son aquellas que derivan directamente del latín y han experimen-tado todos los cambios fonéticos propios de cada lengua romance, cambiando, en general,mucho de forma respecto del original latino; así oculum > cast.: ojo, cat.: ull, gal.: ollo.

Los cultismos son aquellos términos que, por no existir en las lenguas romances ya formadas, se to-man o se forman directamente del latín clásico, por lo que están muy poco evolucionadas y mantie-nen una gran semejanza con la palabra latina original; cast.: oculista, cat.: oculista, gal.: oculista.

Hay también algunas palabras que no han completado su evolución, sino que la han visto in-terrumpida, en general por influjos cultos (vocabulario eclesiástico, etc.), son los llamados se-micultismos; así, en castellano, encontramos procedente de seaculum > cast. siglo (en vez deun inexistente ‘sejo’, que hubiéramos encontrado de haberse completado la evolución).

A menudo, de un mismo término latino han derivado una palabra patrimonial y un cultismo,son los llamados dobletes; así, de plenum encontramos en castellano «pleno» y «lleno».

Pérdida de -m latina en final de palabra

historiam > cast.: historia, cat.: història, gall.: historia

1

– iram – diatribam – disciplinam – materiam– fabricam – gloriam – victoriam – fortunam

Apócope: la -e final átona latina en ciertos contextos ha desaparecido

rivalem > cast.: rival, cat.: rival, gall.: rival

2

– amorem – tutorem – augurem – errare– vilem – exclamare – vigorem – tribunalem

La -u final átona latina pasa a -o. El catalán pierde frecuentemente la -o.

cruentum > cast.: cruento, cat.: cruent, gall.: cruento

3

– animum – murum – solum – exitum– odium – futurum – publicum – gremium

Reglas de evolución fonética del latín a las lenguas romances

Reglas de evolución fonética del latín a las lenguas romances 2

La s- inicial latina seguida de otra consonante desarrolló una vocal e- protética

studium > cast.: estudio, cat.: estudi, gall.: estudio

4

– specialem – statutum – stadium – sperare– structuram – stare – studium – scribam

El diptongo ae pasó a e

aedificium > cast.: edificio, cat.: edifici, gall.: edificio

5

– praemium – praesidium – praeparare – taedium– aestivalem – praesentem – taeniam – aeternum

Las siguientes grafías griegas evolucionaron:

gr. u > lat. y > i. lyram > cast.: lira, cat.: lira, gall.: liragr. f > lat. ph > f. sphaeram > cast.: esfera, cat.: esfera, gall.: esferagr. q > lat. th > t. theatrum > cast.: teatro, cat.: teatre, gall.: teatrogr. c > lat. ch > c/qu. chartam > cast.: carta, cat.: carta, gall.: carta

6

– mysterium – elephantem – pyramidem – theologiam– chorum – typicum – phantasiam – themam

Las oclusivas sordas latinas intervocálicas (o entre vocal y l o r) sonorizaron(-p- > -b-, -t- > -d-, -c- > -g-)

mutare > cast.: mudar, cat.: mudar, gall.: mudar

En catalán no variaron en posición final: aetatem > cast.: edad, cat.: edat, gall.: idade

7

– apricare – secare – sapere – capram– vitam – catenam – vestitum – lacrimam

La -n- intervocálica se mantiene en castellano y en catalán, y se pierde en gallego8

-n- intervocálica

latín > castellano catalán gallegolunam > luna lluna lúasirenam > sirena sirena sereatenere > tener tenir terterrenum > terreno terreny terreovanitatem > vanidad vanitat vaidade

Reglas de evolución fonética del latín a las lenguas romances 3

l- inicial

latín > castellano catalán gallegoluctam > lucha lluita loitalibertatem > libertad llibertat libertadelinguam > lengua llengua lingualanam > lana llana lálegem > ley llei lei

Las consonantes geminadas latinas se simplificaron

attentum > cast. atento, cat.: atent, gall.: atento

Se mantuvo -rr- narrare > cast. narrar, cat.: narrar, gall.: narrar

9

– aggregare – horrorem – flaccum – apportare– grammaticam – turrem – cappam – occasum

El grupo -ll- en cast. y cat. se mantiene y en gall. se simplifica;

el grupo -nn- palataliza tanto en cast. como en cat. y se simplica en gal.

10

Grupo -ll-

latín > castellano catalán gallegobellam > bella bella belacapillum > cabello cabell cabelodecollare > degollar degollar degolarquerellam > querella querella querelavallem > valle vall val

Grupo -nn-

latín > castellano catalán gallegoannum > año any anocabannam > cabaña cabanya cabanacannam > caña canya canapannum > paño pany pano

-l- intervocálica

latín > castellano catalán gallegoaquilam > águila àguila aguiadolorem > dolor dolor dorfilum > hilo fil fíosolam > sola sola soatelam > tela tela tea

Reglas de evolución fonética del latín a las lenguas romances 4

Las oclusivas sonoras (b, d, g) intervocálicas (o entre vocal y l o r) suelen desaparecer

traditorem > cast.: traidor, cat.: traïdor, gall.: traidor

11

– legalem – habebam – sapidum – alligatum– nudum – vaginam – crudelem – rancidum

El grupo -nd- se mantuvo en cast. y gal. mientras en cat. cayó la -d-; el grupo -ns-perdió la -n- y el grupo -gn- palatalizó en todas las lenguas romances

12

Grupo -nd-

latín > castellano catalán gallegomandare > mandar manar mandarrotundam > redonda rodona redondasecundam > segunda segona segundaundam > onda ona onda

Grupo -ns-

latín > castellano catalán gallegoconstare > costar costar costarmensem > mes mes mesmonstrare > mostrar mostrar mostrarsponsam > esposa esposa esposa

Grupo -gn-

latín > castellano catalán gallegoligna > leña llenya leñapraegnatam > preñada prenyada preñadapugnum > puño puny puño

Las vocales átonas postónicas generalmente se pierden

En gallego a veces se conservan por su tendencia a mantener las esdrújulas

miserabilem > cast.: miserable, cat.: miserable, gall.: miserable

13

– calidum – terribilem – nobilem – sensibilem– solubilem – operam – possibilem – ineffabilem

Reglas de evolución fonética del latín a las lenguas romances 5

Los grupos cl-, fl-, pl- se mantuvieron en catalán, pasaron a ll- en castellano

y a ch- en gallego

17

Grupos iniciales cl-, fl-, pl-

latín > castellano catalán gallegoclavem > llave clau chaveflammam > llama flama chamaplenum > lleno ple cheoplorare > llorar plorar chorarpluviam > lluvia pluja chuvia

Diptongo au

latín > castellano catalán gallegoaurum > oro or ourocausam > cosa cosa cousalaudare > loar lloar louvarpaucum > poco poc poucotaurum > toro toro touro

ov± (o breve tónica latina) > cast.: ue, cat.: o, gall.: o

fortem > cast.: fuerte, cat.: fort, gall.: forte

15

– rotam – bonum – pontem – grassum– hortum – socerum – molam – scholam

v± (e breve tónica latina) > cast.: ie, cat.: e, gall.: e

bene > cast.: bien, cat.: bé, gall.: ben

16

– centum – desertum – petram – feram– mel – sextam – membrum – ventum

El diptongo oe pasó a o en las tres lenguas; el diptongo au pasó a o en castellanoy en catalán y a ou en gallego

14

Diptongo oe

latín > castellano catalán gallegoamoenum > ameno amè amenopoenam > pena pena penacomoediam > comedia comèdia comediatragoediam > tragedia tragèdia traxediafoenum > heno fe feno

Reglas de evolución fonética del latín a las lenguas romances 6

La f- inicial latina ante vocal pasa a h- en castellano y se mantiene en catalán y gallego

En castellano se conserva a veces ante -ue-/-ie-

formicam > cast.: hormiga, cat.: formiga, gall.: formiga

18

– fabam – ferrum – ficum – ferire– falconem – formam – febrem – filum

Las vocales breves interior de palabra i y u evolucionan i > e y u> o en todas laslenguas

19

Evolución de i breve átona

latín > castellano catalán gallegobrevitatem > brevedad brevetat brevedadeintegrum > entero enter enteirominorem > menor menor menororiginem > origen origen orixeplicare > plegar plegar pregar

Evolución de u breve átona

latín > castellano catalán gallegocuminum > comino comí comiñoduplicare > doblegar doblegar dobregargubernare > gobernar governar gobernarrecuperare > recobrar recobrar recobrarurticam > ortiga ortiga ortiga

El grupo latino -ct- pasó a -it-

En castellano palataliza la -t-: -it- > -ch-. En catalán y gallego no palataliza la -t-

tructam > cast.: trucha, cat.: truita, gall.: troita

20

– lactem – lectum – despectum – noctem– luctam – factum – strictum – octo

El grupo latino -cul- en posición postónica sufre síncopa y pasa al grupo romance -c’l-, que evoluciona:

lat. -cul- > -c’l- → cast.: -j-, cat.: -ll-, gall.: -ll-

acuculam > cast.: aguja, cat.: agulla, gall.: agulla

21

– claviculam – graculum – auriculam – oculum– lenticulam – apiculam – speculum – oviculam

Reglas de evolución fonética del latín a las lenguas romances 7

El grupo -arium pasa por metátesis a -airo y de aquí a: cast.: -ero, cat.: -er, gall.: -eiro

ferrarium > cast.: herrero, cat.: ferrer, gall.: ferreiro

24

– calidarium – operarium – solitarium– primarium – salarium – februarium

Grupo -li-

latín > castellano catalán gallegoalium > ajo all alloconcilium > concejo consell concellofolia > hoja fulla follamulierem > mujer muller muller

El grupo i + a/o/u pasa a x en gal., a j en cat. y a y/j en cast. 25

Grupo -i- ante vocales a y o, u

latín > castellano catalán gallegoiacere > yacer jaure xaceriam > ya ja xaiocum > juego joc xogoiuventutem > juventud joventut xuventude

Los grupos -ti/te- y -ci/ce- pasaron a c/z en cast. y en gall. y a ç/c en cat. 22

Grupos -ti/te- y -ci/ce-

latín > castellano catalán gallegocalceare > calzar calçar calzariustitiam > justicia justícia xusticialanceare > lanzar llançar lanzarMartium > marzo març marzoplateam > plaza plaça praza

El grupo -li- intervocálico pasó a -j- en cast. y a -ll- en cat. y en gall.23

Jaime Morente Heredia (Prof. de Latín) I .E .S . “ F u ente de l a Peñ a” (Jaé n)

CAMBIOS FONÉTICOS (LATÍN > castellano) I/ VOCALISMO (generalidades)

Ă

Ā

Ĕ

Ē

Ĭ

Ī

Ŏ

Ō

Ŭ

Ū

En “sílaba tónica”

a

ie

e

i

ue

o

u

En “sílaba átona-no final”

a

e

i

o

u

En “sílaba final”

a

e

o

centrales

anteriores

posteriores

*Las vocales “postónicas” o “pretónicas” en sílaba interior suelen perderse (síncopa vocálica) *Los diptongos suelen simplificarse: AU > o/ AI>AE > e (ie)/ OE > e. *La vocal “A” no suele cambiar, no obstante, a veces, -ACT- >-ech-/ -AX- >-ej-/ -AR- >-er. II/ CONSONANTISMO (cambios más frecuentes y generales) * CONSONANTES SIMPLES:

a) Posición “inicial”: generalmente se mantienen. F- > h-, f- / G- > y-, h-, g-, Ø / I- > j-, y- / H- > h-, y-.

b) Posición “intervocálica”: generalmente se debilitan. SORDAS > sonoras: -P- > -b- / -T- > -d- / -C- > -g- SONORAS > Ø o se mantienen: -B- > Ø, -b- / -D- > Ø, -d- / -G- > Ø, -g-.

OTRAS: -X- > -j- c) Posición “final”: generalmente desaparecen.

* Se mantienen: -S > -s / -L > -l. * Cambia de posición (metátesis): -R > -r-.

* Consonantes afectadas por “sonidos contiguos” (“I/E + vocal”) -TI- > -ci-, -z- -CI- > -z- -CE- > -z- -NI- > -ñ- -NE-> -ñ- -LI- > -j- -DI- > -j-/-y-

* GRUPOS CONSONÁNTICOS: (generalmente se simplifican)

a) Consonantes geminadas: se reducen a una sola. (TT > t / MM > m / etc.) * Se conservan -LL- > -ll- / -RR- > -rr-

b) Consonantes en contacto: * Se asimilan: -MB- > -m- / -RS- > -s- / -PT- > -t- / -NS- > -s- /... * Se fusionan originando un nuevo sonido: PL- / FL- / CL- (iniciales) > ll- -MN- > -ñ- / -M’N- > -mbr-/ -NN- > -ñ-/ -GN- > -ñ- -C’L/-G’L-/-T’L- > -j-, -ch-/ -CT- > -ch-/ -(u)LT- > -ch- * Intercambian sus posiciones (metátesis): -RD- > -dr- / -NR- > -rn-.

Jaime Morente Heredia (Prof. de Latín) I .E .S . “ F u ente de l a Peñ a” (Jaé n)

EJERCICIOS DE EVOLUCIÓN FONÉTICA (LATÍN > castellano) ABBATEM > abad ACTIONEM > acción ACUCŬLAM > aguja ADPODIARE > apoyar ADRIPARE > arribar ADULATIONEM > adulación ADVOCATUM > abogado AETATEM > edad ALACREM > alegre ALIENAM > ajena ALĬQUEM > alguien ALĬQUOD > algo AMABĬLEM > amable AMOENITATEM > amenidad AMOENUM > ameno AMPULLAM > ampolla ANSAM > asa ANTELATIONEM > antelación APĔRIĪRE > abrir APICŬLAM > abeja APRICARE > abrigar APRILEM > abril AQUAM > agua AQUILAM > águila ARTICŬLUM > artejo ASĬNUM > asno AUCAM > oca AUDĪTE > oid AUDĪTUM > oido AURICŬLAM > oreja AURUM > oro AUSCULTARE > escuchar AUT > o AUTUMNUM > otoño BŎNAM > buena CADERE > caer CAECARE > cegar CAECUM > ciego CAELESTE > celeste CAELIBEM > célibe CAELUM > cielo CAEMENTUM > cemento CAENUM > cieno CAESAR > César CALĔNTEM > caliente CANICŬLUM > canijo

CANNAM > caña CAPERE > caber CAPILLUM > cabello CAPRAM > cabra CAPUT > cabo CARŎLUS > Carlos CATENAM > cadena CATHEDRAM > cadera CAUSAM > cosa CĔNTUM > ciento CEPULLAM > cebolla CĔRVUM > ciervo CHŎRDAM > cuerda CIRCUM > cerco CLAMARE > llamar CLAVEM > llave CLAVICŬLAM > clavija COLLUM > cuello COMITEM > conde COMPĂRĀRE > comprar COMPLEXUM > complejo CONIUGEM > cónyuge CONSECRARE > consagrar CONSILIUM > consejo CŎRIUM > cuero CŎRNU > cuerno CŎRPUS > cuerpo COTURNICEM > codorniz CREDERE > creer CRUCEM > cruz CRUDELĬTĀTEM > crueldad CUBICŬLUM > cobijo CUCULLUM > cogollo CULTELLUM > cuchillo CUNICŬLUM > conejo CUPAM > cuba CUPPAM > copa DATE > dad DATUM > dado DĔCEM > diez DĔCIMĀRE > diezmar DECOLLARE > degollar DELĬCĀTUM > delgado DESTINATUM > destinado DICERE > decir DICTIONEM > dicción

abad

Jaime Morente Heredia (Prof. de Latín) I .E .S . “ F u ente de l a Peñ a” (Jaé n)

DIGĬTĀLEM > dedal DIRECTUM > derecho DIXI > dije DIXIT > dijo DOCTUM > ducho DŎMĬNAM > dueña DŎMĬNUM > dueño DRACONEM > dragón DUBĬTARE > dudar DUPLICARE > doblegar / doblar EXEMPLUM > ejemplo EXERCERE > ejercer EXITUM > ejido (éxito) FABAM > haba FABŬLAM > habla FACTUM > hecho FACTURAM > hechura FACŬLAM > faja FAENUM > heno FARINAM > harina FATUM > hado FĔBREM > fiebre FEMĬNAM > hembra FĔRRUM > hierro FERVĔNTEM > hirviente FERVOREM > hervor FĔSTAM > fiesta FICUM > higo FILICTUM > helecho FILIAM > hija FILIUM > hijo FILUM > hilo FIXUM > fijo FLAMMAM > llama FOEDUM > feo FOETERE > hedor FŎLLEM > fuelle FŎNTEM > fuente FORMAM > horma FŎRTEM > fuerte FŎRTIA > fuerza FORUM > fuero FOVEAM > hoya FRICĀRE > fregar FRIGĬDUM > frío FUMUM > humo FUNDUM > hondo FURCAM > horca

FUSTIGARE > hostiar GANNITUM > gañido GĔLUM > hielo GEMMAM > gema GERMANUM > hermano GRACŬLUM > grajo GRŎSSUM > grueso GRUNNIRE > gruñir HĔRBAM > hierba HERĔDAM > yedra HEREDĬTĀTEM > heredad HOMĬNEM > hombre HŎRTUM > huerto IMPIGNUM > empeño INCREDIBĬLE > increible INIUSTAM > injusta INSPECTIONEM > inspección INSŬLAM > isla INTEGRUM > entero IŎVIS > jueves IUDICEM > juez IULIAM > Julia IURARE > jurar IUSTAM > justa IUSTITIAM > justicia IUVENTUTEM > juventud LABŎRĀRE > labrar LACRIMAM > lágrima LACTEM > leche LACTUCAM > lechuga LACUM > lago LACUS > lagos LAICUM > lego LATRARE > ladrar LATRONEM > ladrón LATUS > lado / os LAUDARE > loar LEGEM > ley LEGERE > leer LEGO > leo LENTICŬLAM > lenteja LIGARE > liar LITEM > lid LITTĔRAM > letra LUCTAM > lucha LUPUM > lobo LUXUM > lujo LUXURIAM > lujuria

Jaime Morente Heredia (Prof. de Latín) I .E .S . “ F u ente de l a Peñ a” (Jaé n)

MACRUM > magro MAGISTRAM > maestra MAGISTRUM > maestro MAIOREM > mayor MAIUM > Mayo MALITIAM > maleza MANCIPUM > mancebo MARTIUM > Marzo MASCŬLUM > macho MATAXAM > madeja MATERIAM > madera MATREM > madre MAURUM > moro MAXILLAM > mejilla MELIOREM > mejor MENDICARE > mendigar MENSEM > mes MĔTUM > miedo MILIUM > mijo MŎLLEM > muelle MONTENSEM > montés MOVERE > mover MULIEREM > mujer MULTUM > mucho MUSCUM > musgo MUTABĬLEM > mudable NĔBŬLAM > niebla NIGRAM > negra NOCTEM > noche NOMĬNEM > nombre OCTAVUM > ochavo OCTO > ocho OCŬLOS > ojos OCŬLUM > ojo OLLAM > olla OPĔRAM > obra OVICŬLAM > oveja PACEM > paz PAENINSULAM > península PALUMBAM > paloma PANNUM > paño PARADISUM > paraiso PARIĒTEM > pared PATREM > padre PAUCUM > poco PECTUS > pecho PERDICEM > perdiz PERICŬLUM > peligro

PĔRNAM > pierna PETRAM > piedra PINEAM > piña PINNAM > peña PLANCTUM > llanto PLANNUM > llano PLICARE > plegar/llegar PLUMBUM > plomo PLUVIAM > lluvia PODIUM > poyo POENAM > pena PŎPŬLUM > pueblo PŎRCUM > puerco PŎRTAM > puerta PRETIUM > precio PROLIXUM > prolijo PROXIMUM > prójimo PUGNUM > puño PULLUM > pollo QUATTUOR > cuatro RADIARE > rayar (hacer rayas) RADICEM > raiz RADIUM > rayo (atmosf.) RALLARE > rallar (desmenuzar) RALLUM > rallo (desmenuzo) RANCIDUM > rancio RAPTUM > rato RAPUM > rabo RECEPTAM > receta RECIPERE > recibir REGEM > rey REGŬLAM > regla RODĒRE > roer RŎTAM > rueda SACRATUM > sagrado SAGITTA > saeta SALUTEM > salud SAPOREM > sabor SATIONEM > sazón SCAMNUM > escaño SCHŎLAM > escuela SCUTARIUM > escudero SCUTUM > escudo SĔCAT > siega SECURITATEM > seguridad SEDITIONEM > sedición SĔMPER > siempre SENATUM > senado

Jaime Morente Heredia (Prof. de Latín) I .E .S . “ F u ente de l a Peñ a” (Jaé n)

SENIOREM > señor SENSUM > seso SERPĔNTEM > serpiente SĔRVAM > sierva SĔTEM > siete SEXUM > sexo SIGĬLLUM > sello SIGNA > seña SIMILIARE > semejar SITIM > sed SŎCRUM > suegro SOLĒRE > soler SŎLET > suele SŎLĬDUM > sueldo SŎMNUM > sueño SPARTUM > esparto SPATHŬLAM > espalda SPATIUM > espacio SPECŬLUM > espejo SPICAM > espiga SPIRARE > espirar SPONSAM > esposa SPONSUM > esposo SQUAMAM > escama STABĬLEM > estable STAGNUM > estaño STYLUM > estilo SUPER > sobre SUPĔRĀRE > sobrar SUPERBIAM > soberbia TAEDAM > tea

TAEDIUM > tedio TAURUM > toro TECTUM > techo TEGŬLAM > teja TĔNĔRUM > tierno TEPIDUM > tibio TĔRRAM > tierra TĔSTUM > tiesto TEXERE > tejer TIMĒTE > temed TINGIT > tiñe TOTUM > todo TRISTITIAM > tristeza URTICAM > ortiga VADEAM > vaya (de “ir”) VAGINAM > vaina VALLA > valla (empalizada) VAXILLAM > vajilla VĔNTREM > vientre VETĀRE > vedar VEXARE > vejar VILLUM > vello VINDĬCĀRE > vengar VINEAM > viña VIRTUTEM > virtud VITAM > vida VITEM > vid VITIUM > vicio VITTAM > veta VIVITE > vivid VOLUNTATEM > volu

NOTAS: * *

Jaime Morente Heredia (Prof. de Latín) I .E .S . “ F u ente de l a Peñ a” (Jaé n)

Departamento de ClásicasProf. Bernardo García

1

ETIMOLOGÍA: DEL LATÍN AL ESPAÑOL I

CUESTIONES GENERALES Uno se asimila a otro (uno modifica total o parcialmente sus rasgos articulatorios para igualarlos al del otro). Uno de ellos desaparece (previa asimilación, un sonido relaja su articulación y deja de pronunciarse).

- ¿Qué le puede suceder a dos sonidos en contacto?

Un sonido cambia de lugar (metátesis de lugar). -Fonema, sonido, rasgos pertinentes. -Consonante/sonante/vocal. -Punto de articulación Labial, dental, palatal, velar, labiovelar.

Según vibración de las cuerdas vocales: sonoro/sordo. Según grado de abertura de la boca: oclusiva, fricativa Según la intervención de las vías nasales: orales/nasales

- Revisión de conceptos de fonética articulatoria. - Modo de

articulación

Otros criterios: líquidas/no líquidas, laterales, vibrantes.

- REVISIÓN DEL SISTEMA FONOLÓGICO DEL LATÍN.

LABIALES DENTALES PALATALES VELARES LABIO-

VELARES CONSONANTES sorda sonora sorda sonora sorda sonora sorda sonora sorda sonora

oclusivas /p/ /b/ /t/ /d/ /k/ /g/ /kw/ /gw/ orales

fricativas /f/ /s/ /iiii/ /uuuu/ no

líqui

das

nasales /m/ /n/

laterales /l/

líqui

- das

vibrantes /r/

GRAFÍAS /iiii/ → i ante vocal

/kw/ → qu ante vocal

/gw/ → gu ante vocal

/uuuu/ → u ante vocal, v /k/ → c /g/→ g

VOCALES palatales centrales velares cerradas /ī/ /ĭ/ /ŭ/ /ū/ medias /ē/ /ĕ/ /ŏ/ /ō/ abiertas /ă/ /ā/

- REVISIÓN DEL SISTEMA FONOLÓGICO DEL ESPAÑOL. LABIALES DENTALES PALATALES VELARES

CONSONANTES sorda sonora sorda sonora sorda sonora sorda sonora

oclusivas /p/ /t/ /ĉĉĉĉ/ /k/ orales

fricativas /f/ /b/

/s//θ/ /d/

/y/ /x/ /g/

no

líqui

das

nasales /m/ /n/ /n /

laterales /l/ /l /

líqui

-das

vibrantes /r/ //

Bilabiales: /p/ /b/ /m/. Labiodental: /f/. Interdental: /θ/.

Alveolares: /s/ /n/ /l/ /r/ // Dentales: /t/ /d/.

GRAFÍAS /ĉĉĉĉ/ → ch /θ/ → z, ce, ci /k/ → ca, co, cu, que, qui, k /g/ → ga, gue, gui, go, gu /x/ → j, ge, gi

/n / → ñ /l / → ll /r/ → r intervocálica // → rr intervocálica, r- inicial /i/ → i, y en diptongos finales (-ay, -ey, -oy)

VOCALES palatales centrales velares cerradas /i/ /u/ medias /e/ /o/ abiertas /a/

Departamento de ClásicasProf. Bernardo García

2

VOCALES -Fonema, sonido, rasgos pertinentes. -Consonante/sonante/vocal. -Punto de articulación Labial, dental, palatal, velar, labiovelar.

Según vibración de las cuerdas vocales: sonoro/sordo. Según grado de abertura de la boca: oclusiva, fricativa Según la intervención de las vías nasales: orales/nasales

- Revisión de conceptos de fonética articulatoria.

- Modo de articulación

Otros criterios: líquidas/no líquidas, laterales, vibrantes. La posición de la vocal dentro de la palabra es pertinente cuando es átona; las tónicas evolucionan igual sin tener en cuenta la posición. Puede resultar pertinente que la posición inicial o final sea absoluta o no.

- Esquema de evolución de las vocales latinas al español. LATÍN CLÁSICO ī ĭ oe ē ae ĕ ă ā ŏ ō au ŭ ū

Tónicas i e ie (i) a ue (e) o u

Átonas iniciales i e a o u

ESP

OL

Átonas finales e a o

De las vocales finales del latín se conservan en español a, e y o. La e también se perdía cuando lo permitía la tendencia del español sobre sonidos en posición final absoluta. Con respecto de palabras españolas acabadas en i y u, cabe decir que no son de origen latino y presentan problemas en la formación del plural (tabú/tabús, tabúes, pirulí/pirulís, pirulíes). 2 3 En general, las vocales son más resistentes al cambio cuanto más lejos estén de la sílaba final. La vocal más resistente al cambio es a, que cambia en contadas ocasiones. Las vocales tónicas conservan la situación del latín vulgar en la que había siete; el cambio se da en que diptongan las vocales medias abiertas: > éééé > ie y > óóóó > ue. En algunos casos ambos diptongos se simplifican en i y e respectivamente. 20 21 22 24 34 40 45 Las vocales interiores átonas tienden a perderse, más las postónicas que las pretónicas y, cuando hay más de una seguida, tiende a conservarse la más próxima a la tónica. 16 30 De hecho es frecuente la eliminación de vocal interior átona en palabras esdrújulas latinas e1 El latín clásico sólo conocía tres diptongos, que han sido incluidos en el esquema de evolución de las vocales, por seguir patrones de vocales muy próximas, oe como ē, ae como ĕ y au como ō. Pero en el latín vulgar surgieron más diptongos, especialmente por la formación de la yod (iiii). 7 27 32 36 e4 El latín clásico sólo conocía tres diptongos, en tanto que existían más posibilidades de hiatos, muchos de los cuales terminaron por diptongar en la evolución del latín al español. 39 Prótesis de e- ante s- líquida inicial. Cuando una palabra latina se iniciaba con s seguida de consonante (s líquida), se añade una e- para adaptar la pronunciación de la palabra a la tendencia articulatoria del español. Es un hábito fonético que subsiste en la actualidad. R

asgo

s ge

nera

les

de

la e

volu

ción

voc

álic

a d

el la

tín

al e

spañ

ol

Algunos fonemas vocálicos podían experimentar un cambio de lugar (metátesis de lugar). 33

CLASIFICACIÓN DE LA VOCAL CON RESPECTO DEL ACENTO PROSÓDICO

ÁTONA TÓNICA

INICIAL INTERIOR FINAL

PRETÓNICA POSTÓNICA

Departamento de ClásicasProf. Bernardo García

3

CONSONANTE

POSICIÓN NATURALEZA

INICIAL (absoluta)

INTERIOR

FINAL (absoluta)

SIMPLE

GEMINADA

GRUPO CONSONÁNTICO intervocálica

no intervocálica

CONSONANTES

-m > ø, la pérdida de –m final del acusativo igualaba los casos nominativo, acusativo y ablativo del singular en gran parte de la flexión nominal. No obstante en monosílabos suele conservarse pero cambiando su punto de articulación: -m > -n, así tam > tan.

¿Qué consonantes latinas se pueden encontrar en posición final? 25

¿Qué consonantes españolas se pueden encontrar en posición final?: -z, -d, -n, -s, -r, -l, -j.

En español primitivo la -e final formada por la pérdida de -m o bien de -e final latina, tendió primero a perderse y luego a ser repuesta incluso allí donde no había. El caso es que la pérdida de -e está condicionada básicamente por la consonante o el grupo consonántico precedente. Si era aceptable como final consonántico en español, se perdía -e, así legalem > legale > leal / legal; en cambio si el final consonántico resultante era ajeno a la tendencia del español, no se perdía: matrem > madre y no *madr.

Posi

ción

fina

l

De las consonantes latinas finales, se conservan en español -l y -s, en tanto que -r experimenta metátesis y pasa a interior 33. f- > h-, aunque ha habido un cambio fonológico importante: /f/ > /h/ > /ø/. Este cambio conducía a la aspiración y posterior pérdida de la f- inicial latina, aunque se conserva en algunos casos (ante los diptongos ue o ie). 26 s+cons.+cons.- (s líquida inicial) > es-. Consiste en la prótesis de una vocal media palatal ante una s líquida inicial; es, además, una tendencia fonética aún vigente en español contemporáneo: stare > estar, ingl. standard > esp. estándar. 6

pl-, fl-, cl- > ll- /l/, pero fl- > l- 19

bl-, gl- > l- o conservados

c+e/i- > c+e/i- pero /k/ > /θ/

g+e/i- > y- > ø

s- > j- (muy esporádico)

Posi

ción

inic

ial

quá- > cua-, con el resto de vocales la qu pierde la u 14

- Las consonantes oclusivas sordas en posición intervocálica (aún seguidas de -r-) sonorizan. 12 e3 - Las consonantes oclusivas sonoras intervocálicas tienden a perderse, aunque algunas veces se conservan. 18 e5 - Las consonantes geminadas se simplifican en la simple correspondiente. 13 Algunas geminadas dan lugar a nuevos fonemas como -nn- > -ñ- (/nn/ > /nnnn/), -ll- > -ll- (pero /ll/ > /llll/) y -rr- > -rr- (pero /rr/ > /rrrr/)

Posi

ción

inte

rvoc

álic

a

- La tendencia de las fricativas es relajarse y perderse.

Departamento de ClásicasProf. Bernardo García

4

- Epéntesis. 41 - La h. 43

-ns- > -s- 15 -ty-, -cy- > -ci-/-zi- (yod 1) 17 e2 -dy-, -gy- > -y- cons. + pl/fl/cl- > ch 19 -ct- > -ch- (yod 4)/-t- /l/ 29 cons. + c’l / g’l / p’l > ch 35 -ult- > -uch- -ct- > -ch- (yod 4)/-t- /l/ 29 -ll- > -ll- /ll/ > /l/23 -b’l- > -ll- -ly- > -ll- / -j- (yod 2) 38 -c’l-, -g’l-, -t’l- > -j- (yod 2) 35 -nn- > -ñ-23 -mn-, -gn-, -ng-, -ny-, -nd-? > -ñ- 31 e7 cons. + c’l / g’l > ñ Vocalización de /b/ (procedente de b, u consonántica o p intervocálica) en u cuando trababa sílaba e8 al+cons, > au+cons. > o + cons. 32

-st- > -s-, -xs- > -x-

- Los grupos consonánticos pueden experimentar tres fenómenos: evolución a un nuevo fonema, reducción por simplificación o conservación

Asimilaciones diversas 42 -mb- conservado o simplificado

-pt- > -t- -mt- > -nd-

- La qu. 14 - Metátesis de lugar. 33 - Disimilaciones diversas. 37 Evolución de la /i/ latina e6 Triple tratamiento:

1) Conservada como /y/ 2) Reforzada como /x/ grafía j (g) 3) Perdida

υ > y 8 φ > ph > f 9 χ >ch > c/qu 18

Evolución de grafías griegas

θ > th > t 10 ¿En qué consiste? ¿Qué subsiste de ella hoy día?

ce,i > ce,i pero /k/ > /θ/ /θ/

ty, cy > ci/zi pl-, fl-, cl- > -ll- 19, pero fl- > l- por simplificación. -ll- > -ll- (pero /ll/ > /llll/) 23 /llll/ grafía ll

-ly- > -ll- 38 x > j 4 -ly- > -j- 38 /xxxx/ grafías g/j

-c’l-, -g’l-, -t’l- > j -ly- > -ll- 35 cons. + pl/fl/cl > ch 19

Pala

taliz

ació

n

/c / grafía ch

-ct- > -ch- (también t) 29

Departamento de ClásicasProf. Bernardo García

5

cons. + c’l/g’l/p’l > ch 35 /nnnn/ grafía ñ -nn-, -gn-, -ny-, -mn-, -ng-, -nd- 23 31 -rr- > /rrrr /

al+ cons. > au + cons. > o + cons.

PRINCIPALES FENÓMENOS DE EVOLUCIÓN FONÉTICA DEL LATÍN AL ESPAÑOL

(en general, no se señalan los casos de falta de alteración)

VOCALES

ÁTONAS TÓNICAS

en sílaba inicial sólo cambian: i breve > e → vindicare > vengar u breve > o → suspectam > sospecha

e breve > ie terram > tierra

en sílaba interior se pierden protónicas y postónicas fabulare > hablar

i breve > e pilum > pelo

o breve > ue portam > puerta

en sílaba final: a y o se conservan e se pierde generalmente → mare > mar i larga > e → dixi > dije u > o → cornu > cuerno u breve > o

iuvenem > joven

DIPTONGOS

ae > ie → caecum > ciego pero a veces ae > e → faenum > heno

oe > e → poenam > pena

au > o → causam > cosa

CONSONANTES + YOD (procedentes de una i o de una e en hiato)

di + vocal > y / j → podim > poyo

li + vocal > j → meliorem > mejor

ni, ne + vocal > ñ → seniorem > señor / vineam > viña

ti, -ci + vocal > -ci- / -z- → prudentia > prudencia / pelliceam > pelliza

te, ce + vocal > z → lanceam > lanza / lintenum > lienzo

-ari- + vocal > -air- > -er- → ferrarium > herrero

CONSONANTES SIMPLES

SÍLABA INCIAL SÍLABA INTERIOR SÍLABA FINAL

oclusivas, líquidas, nasales y silbante se conservan. c ante e, i > ç > c g ante e, i > se pierde o pasa a y generum > yerno germanum > hermano

oclusivas sordas intervocálicas o entre vocal y r, l sonorizan aquilam > águila capram > cabra

como caso general, solamente se mantienen –l, –s mel > miel

f > h → facere > hacer se mantiene la f- cuando va seguida de e y o breves tónicas fontem > fuente / festa > fiesta

oclusivas sonoras intervocálicas o entre vocal y r, l desaparecen. Ocasionalmente se mantienen. legere > leer laudare < loar

-m final desaparece, pero en monosílabos se conserva y pasa a –n cum > con / tam > tan quem > quien

s- a veces > j → sucum > jugo

i > y seguida de a → iam > ya y > y seguida de o, ou → iurare > jurar

x > j → fixum > fijo

v se conserva las demás se conservan

-r final pasa a interior semper > siempre

CONSONANTES AGRUPADAS

SÍLABA INCIAL SÍLABA INTERIOR (grupos latinos) SÍLABA INTERIOR (grupos romances)

cl-, fl-, pl-, > ll → plenum > lleno fl- a veces no cambia → florem > flor

-ct > ch → noctem > noche -ult > ch → multum > mucho

c’l > j → ovicula > oveja g’l > j → tegula > teja

-gn- > ñ → ligna > leña t’l > j

cr- > gr a veces → creta > greda -mb- > m → lumbum > lomo m’l > mbl → tremulare > temblar

sc- sp-, st- > esc- esp-, est- scribit > escribe

-mn- y -nn- > ñ autumnum > otoño

m’n > mbr homine > hombre

que-, qui- permanecen quindecim > quince

-nct- > nt → sanctum > santo -sce-, -sci- > ce /ci cognoscit > conoce

m’r > mbr humerum > hombro

qua- ántona > ca- quattordecim > catorce

-ps- > -ss- > s → ipsum >eso m’t > nd → comitem > conde

al + consonante > au > o saltum > soto

-pt- > t → septem > siete n’r > ndr / rn (metátesis) tenerum > tierno

-rs- > -ss- > s → ursum > oso

consonantes geminadas se simplifican

p’d, b’d > ud debita > deuda

1

REGLAS ETIMOLÓGICAS

INTRODUCCIÓN: Generalmente las palabras latinas pasan al castellano a partir del acusativo.

REGLA 1: En posición final de palabra la -M latina se perdió.

Ej.: arietem > ariete

REGLA 2: La -E final átona (sin acento) latina en ciertos contextos ha desaparecido en castellano.

Ej.: augurem > augure > augur

REGLA 3: En posición final la vocal átona latina -U pasó a -o.

Ej.: libertum > libertu > liberto

REGLA 4: La grafía latina -X pasó en castellano a -j.

Ej.: exemplum > exemplu > exemplo > ejemplo

REGLA 5: La grafía latina -C ante E, I (CE, CI) pasa en castellano con grafía c o z.

Ej.: sagacem > sagace > sagac > sagaz

REGLA 6: La -S inicial latina seguida de otra consonante desarrolló en castellano una vocal -e de apoyo o vocal protética.

Ej.: scabrosum > scabrosu > scabroso > escabroso

REGLA 7: El diptongo latino con grafía -AE pasó en castellano a e.

Ej.: aedificare > aedificar > edificar

REGLA 8: La grafía latina Y ha pasado al castellano como -i.

Ej.: lyram > lyra > lira

REGLA 9: La grafía latina -PH ha pasado al castellano como -f.

Ej.: asphaltum > asphaltu > asphalto > asfalto

REGLA 10: La grafía latina -TH ha pasado al castellano como t.

Ej.: cathedram > cathedra > cátedra

REGLA 11: La grafía latina -CH ha pasado al castellano como c/qu.

Ej.: charismam > charisma > carisma

2

REGLA 12: Las consonantes oclusivas sordas latinas (p, t, c) entre vocales (o entre vocal y L , o entre vocal y R) se sonorizaron en castellano:

P > B T > D C > G (petaca - bodega)

Ej.: acutum > acutu > acuto > agudo

REGLA 13: Las consonantes geminadas latinas se simplificaron en castellano.

Ej.: abbatem > abbate > abbat> abbad> abad

REGLA 14: La labiovelar latina o grupo de velar más semiconsonante (grafía QU) puede evolucionar a las grafías qu, c, cu, g, gu.

Ej.: quadrigas > cuadrigas

REGLA 15: El grupo latino NS pasa al castellano a -s.

Ej.: mensam > mensa > mesa

REGLA 16: Desaparecieron en castellano las vocales latinas átonas (no acentuadas) situadas detrás de sílabas acentuadas en posición interior de palabra (síncopa).

Ej.: tabulam > tabula > tabla

REGLA 17: Los grupos interiores latinos -TI-, -TE- ante vocal y -CI-, -CHI-, -CE-, -CHE- ante vocal evolucionan a z,c.

Ej.: plateam > platea > plaza

REGLA 18: Las oclusivas sonoras latinas (grafías b, d, g,) en posición intervocálica (o entre vocal y L o entre vocal y R) se hacen fricativas y a veces desaparecen en castellano.

Ej.: Cadere > cader > caer

REGLA 19:

* En los grupos iniciales latinos PL-, FL-, CL- el resultado normal en castellano es la palatalización de la l y la pérdida de la primera consonante, dando ll.

Ej.: clamare > clamar > llamar

* En posición interior estos mismos grupos precedidos de consonante dan en castellano ch.

Ej.: amplum > amplu > amplo > ancho

* El grupo FL- a veces pierde la f-.

Ej.: flaccidum > flaccidu > flaccido > flacido > flacio > lacio

REGLA 20: La U breve latina tónica (acentuada) pasó a o en castellano.

Ej.: Currere > currer > correr

3

REGLA 21: La I breve latina tónica (acentuada) pasó a e en castellano.

Ej.: bibere > biber > beber

REGLA 22: La O breve tónica (acentuada) latina diptongó en ue en castellano.

Ej.: pontem > ponte > puente

REGLA 23: Los grupos de geminadas latinas -LL- y -NN- se palatalizaron en castellano, pasando a garfía -ll- y -ñ- respectivamente.

Ej.: annum > annu > anno > año

REGLA 24: En castellano la E breve tónica latina se diptongó en ie.

Ej.: bene > ben > bien

REGLA 25: Las consonantes finales latinas se pierden en castellano excepto:

* -M> -n en los monosílabos.

* -S y -L se conservan.

* -R pasa a posición interior.

Ej.: ad > a

REGLA 26: Por influjo del vasco la F- inicial latina (y a veces la -F- interior, en palabras que se sentían como compuestas) pasó en castellano a h- aspirada, perdiéndose el sonido aspirado a partir del siglo XVI.

Ej.: fabam > faba > haba

REGLA 27: El diptongo latino con grafía OE- se monoptongó en castellano en e.

Ej.: amoenum > amoenu > amoeno > ameno

REGLA 28: La I breve átona (sin acentuar) latina pasó a e en castellano.

Ej.: brevitatem > brevitate > brevitat > brevitad > brevedad

REGLA 29:

* En castellano el grupo interior latino -CT- pasó a -ch-, grafía -CT > it > -ch-.

Ej.: octo > oito > ocho

* En cultismos se conserva el grupo o se pierde la /k/, sin que se palatalice la /t/ (grafía: -CT- > -t-.

Ej.: delictum > delictu > delicto > delito

4

REGLA 30: Desaparecieron en castellano las vocales latinas átonas protónicas (las que van antes de la sílaba que lleva el acento) internas, menos la -A-.

Ej.: aperire > aperir > aberir > abrir

REGLA 31: Los grupos interiores latinos -MN-, -NG-, -GN-, -ND, -NI-, -NE- + vocal se palatalizaron en castellano, dando todos como resultado -ñ-.

Ej.: araneam > aranea > araña

REGLA 32: El diptongo latino AU se monoptongó en o en castellano incluso si procedía del grupo AL+ consonante.

Ej.: audire > audir > auir > oir > abrir

REGLA 33: Algunos ejemplos de metátesis en castellano:

* simple: Un sonido cambia de lugar en la palabra.

* recíproca: Dos sonidos intercambian sus lugares. Si estos sonidos están en contacto se denomina interversión.

Ej.: acerem > acere > acer > acre

REGLA 34: La U breve átona latina pasó a o en castellano.

Ej.: curtare > curtar > cortar

REGLA 35: Algunos grupos consonánticos interiores romances (originados por síncopa: reglas 16 y 26)se resolvieron en castellano así:

* c’l-, -g’l-, -t’l- > ll > j

* consonante + c’l-, -g’l-, -p’l- > -ch-

Ej.: apiculam > apicula > apicla > abicla > abecla > abeja

REGLA 36: El diptongo ai, distinto del antiguo latino AE se monoptongó en castellano en e.

Ej.: basiare > basiar > baisar > besar

REGLA 37: Disimilaciones:

* Parciales: un sonido o sílaba se transforman por la proximidad de otro afín:

N-M> l-m M-M> n-m M-N> m-l R-R > l-r y r-l TI-TI > ti-ci

Ej.: animam > anima > anma > alma

5

* Totales: se suprime un sonido o sílaba (por las mismas razones anteriores):

R-R> r-∅∅∅∅ y ∅∅∅∅-r

Ej.: proprium > propriu > proprio > propio

REGLA 38: Los grupos interiores -LI-, -LE + vocal se palatalizaron, pasando a ll y a j.

Ej.: folia > holia > holla > hoja

REGLA 39: Los hiatos latinos y romances tendieron a eliminarse en castellano:

* Por contracción de las dos vocales en una sola sílaba (sinéresis):

-EE- > -e-

-II- > -i- -OO- > u

* Formando diptongos:

Cambiando el acento de lugar: reginam > regína > reina.

-Oi- > -ui- -EU- > -io- -OA- > -ua- -UI- > -ue-

* Alterando la estructura silábica de la palabra por metátesis (habui > hube), o combinándose alguna de las vocales con una consonante próxima (di-ur-na-lem > di-or-na-le > jornal).

* Perdiendo una de las dos vocales (d(u)odecim > doce).

REGLA 40: En algunos casos la E latina pasó a i en castellano:

A) Cuando E era tónica:

* e > ie > i:

a) Ante S agrupada.

b) El sufijo -ELLUM/-AM > -iello/-a > illo/-a

* e > i:

a) Por influjo de algunos tipos de yod 3ª y yod 4ª (grupos /r/+yod, /s/+yod, /p/+yod).

Ej.: vindemiam > vindemia > vendemia > vendimia

vitreum > vitreu > vitreo > vidreo > vidrio

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b) En hiato: entre otros casos, en los imperfectos en -E(B)A > -ía.

B) Cuando E era átona:

* La E- inicial pasó a i- por influencia de yod o wau.

* La /e/ de los infinitivos de la 3ª conjugación se confundió con la /e/ de los verbos de la 2ª conjugación, y ambas pasaron a i (-ir).

* La /e/ final pasó a /y/ (grafía y), cuando quedaba en hiato con la vocal tónica.

Ej.: ho(di)e > hoy

REGLA 41: Epéntesis. Una de las consecuencias de la síncopa (reglas 16 y 30) fue la creación en castellano de grupos consonánticos inusitados e inestables que en algunos casos se resolvieron mediante la introducción de una consonante epentética (llamada a veces intrusa o parásita).

* b: -M’N- > -mbr- -M’R- > -mbr- -M’L- > -mbl- * r: Tras ST- . En otros casos. * n * d: -N’R- > -ndr-

REGLA 42: Algunas otras asimilaciones entre grupos de consonantes interiores (con posterior simplificación en algunos casos: regla 13) se produjeron en castellano:

* -ST + consonante > s + consonante. * -PT- + consonante > -tt- > -t-. * -M-T- + consonante > -nd-. * -XS- > -x-.

Ej.: postpositum > postpositu > postposito > postposto > postpuesto > pospuesto.

REGLA 43: En el latín clásico había una consonante aspirada /h/ muy débil e inestable, representada por la letra H. No se pronunciaba más que en posición inicial, y había desaparecido de la conversación ordinaria en los últimos tiempos de la República, aunque se antenía en la escritura. De este modo en las lenguas romances al principio no se escribió. Pero desde el siglo XVII se empiezan a escribir con h estas palabras para imitar la ortografía latina. Todo esto motivó muchas confusiones.

REGLA 44: La I- inicial consonántica latina ha evolucionado en castellano de las siguientes formas:

* Se ha mantenido como consonante ante /a/, /e/ tónicas como el actual fonema /y/ (grafía y).

7

* Se ha perdido ante /a/, /e/ átonas.

Ej.: Ianuarium > ianuariu < ianuario > ianario > ianairo > ianero > ienero > enero.

* Ante /o/, /u/ ha dado /x/ (grafía j).

REGLA 45: Excepcionalmente una O latina pasó a u en castellano.

Ej.: Cognatum > cognatu >cognato > cognado > coñado > cuñado.

UNIVERSIDAD DE SALAMANCA.

DEPARTAMENTO DE LENGUA ESPAÑOLA.

COMENTARIO FILOLÓGICO DE TEXTOS CURSO ACADÉMICO 2004-2005. Optativa de Segundo Ciclo. Filología Hispánica.

José L. Herrero

REGLAS DE EVOLUCIÓN FONÉTICA

INTRODUCCIÓN. ETAPAS. A. LATÍN (HASTA SIGLO V) 1-29 B. PROTORROMANCE HISPANO (V-VII) 30-43 C. CASTELLANO PRIMITIVO (VIII-XII) 44-94 D. CASTELLANO MEDIEVAL (XIII-XV) 95-102 E. ESPAÑOL MODERNO (DESDE XVI) 103-108 Estas ciento ocho reglas de evolución convierten, con mayor o

menor seguridad, a muchas palabras del latín hablado en español. Más que “reglas de evolución” deberíamos hablar de “tendencias”.

No hay que olvidar que la lingüística nace con el concepto de “ley fonética”: los neogramáticos alemanes creían en una serie de leyes fonéticas ciegas. Pero el lenguaje es muy complejo: no sólo es un producto de la naturaleza (con “leyes de evolución”: era la época de Darwin), también es un producto del hombre y, por tanto, hay factores que “perturban” esas leyes. Las palabras están relacionadas entre sí formando familias de palabras (cantar, canto, canción…) o formando parte de campos semánticos (lunes, martes…)…

Las reglas del grupo A (29) afectan a las palabras del latín vulgar:

esos cambios, por tanto, son comunes a todas las lenguas románicas. Las reglas del grupo B (14) se desarrollan en el periodo visigótico:

son cambios, por tanto, comunes a las lenguas hispánicas.

SISTEMA VOCÁLICO LATINO

ă ā mălum (‘malo’) mālum (‘manzano’) ĕ ē lĕvo (‘aligero’) lēvo (‘pulo’) ĭ ī lĭber (‘libro’) līber (‘libre’) ŏ ō nŏta (‘signo’) nōta (‘conocida’) ŭ ū

SISTEMA CONSONÁNTICO LATINO SEMIVOCALES j (yod) w (wau) ORALES OCLUSIVAS SORDAS p pp t tt k kk OCLUSIVAS SONORAS b bb d dd g gg FRICATIVAS SORDAS f ff s ss LÍQUIDAS l ll r rr NASALES m mm n nn A partir de siglo III podemos hablar de una consonantización de las

semivocales: yod y wau, como consecuencia del acento de intensidad. ACENTUACIÓN LATINA - Nunca aparece acento en la última sílaba. - En palabras de dos sílabas, aparece en la antepenúltima (con vocal

larga o breve): vī’num prā’tum mū’tum cē’ram tō’tum sĭ’tem mă’num bĕne bŏ’num lŭ’pum - En palabras de tres sílabas o más, aparece en la penúltima si a) tiene una vocal larga o un diptongo: amī’ku formī’ka praecō’nem monē’tam secū’rus venā’tus b) tiene una vocal breve y está trabada por una consonante

(grupo* / geminada): apĕ’rtum ballĭ’stam palŭ’mba infĕ’rnum appĕ’llat cabă’llum - En palabras de tres sílabas o más, aparece en la antepenúltima si la

penúltima tiene una vocal breve y es sílaba libre: límpĭdum ánĭmam vúltŭrem ómĭne hédĕra mulíĕrem paríĕtem páupĕrem ŏ’rphănum putéŏlum génĕrum

*La secuencia de consonantes muta + líquida (l,r): pr, br, tr, dr, kr, gr… en el latín clásico, en el uso literario, funcionaba como una sola

consonante (debido al carácter vocal de la líquida, más abierta que otras consonantes): cá/tĕ/dram, á/lă/crem, té/nĕ/bras, cólŭbram, íntĕgrum, tónĭtrum

pero el latín vulgar lo interpreta como grupo norma: ca/tĕ’d/ra, á/lă’c/rem, té/nĕ’b/ras, co/lŭ’/bram, in/tĕ’g/rum, to/nĭ’/trum

REGLAS DE EVOLUCIÓN 1. Fonologización del timbre. La abertura o el cierre de las vocales

se convierten en rasgos distintivos, frente a la cantidad (breve, larga). 2. Pérdida de la cantidad. La cantidad (larga o breve) desaparece a

favor del timbre. ă > a ā > a mă’num > mánum venā’tus > vena’tus ĕ > ę ē > ẹ bĕne > bĕne cē’ram > cẹ’ram ĭ > į ī > ị sĭ’tem > sį’tem vī’num > vị’num ŏ > ỏ ō > ọ bŏ’num > bỏ’num tō’tum > tọ’tum ŭ > ủ ū > ụ lŭ’pum > lủ’pum mū’rum > mụ’rum El timbre y la cantidad parece que eran en latín rasgos redundantes: las

vocales largas tenían una entonación descendente, eran más tendidas y más cerradas que las vocales breves.

El acento latino parece que era tonal, es decir, cualitativo, musical (la sílaba tónica se pronunciaba con un tono más alto que las átonas; así lo describían los gramáticos latinos, muy influidos sin duda por lo que ocurría en griego, modelo cultural y lingüístico en Roma). Pasa a ser cuantitativo, quizás por razones diastráticas y diatópicas (influjo rústico) o de sustrato (extensión del latín a otros pueblos). Esto provoca la desfonologización de la cantidad vocálica (además de la conversión de muchos hiatos en diptongos y la consiguiente aparición de la yod y el wau: la yod va a dar lugar a una serie de sonidos palatales o africados inexistentes en latín).

Se han dado varias explicaciones: a) estructural (Alarcos 1968, Lausberg 1965): la monoptongación de “ae”

en ē larga pero abierta condiciona un reajuste del sistema, que supone la abertura de į en ẹ y de ủ en ọ: y por tanto la aparición de un sistema de siete vocales: a / ę / ẹ / i / ỏ / ọ / u

b) influjo del sustrato (suditálico: el osco tenía 7 vocales): el latín se extiende a gentes que no podían mantener la diferencia de cantidad

c) tendencia general de las lenguas indoeuropeas a eliminar la cantidad vocálica.

Para algunos investigadores, ya en el latín hablado del III a.c. se había abandonado la cantidad en favor del timbre.

3. Apócope de –m final > 0: óminem > ómine. La m final de palabra

desaparece. La m en final de palabra (posición difícil para muchas consonantes)

desaparece muy pronto. Probablemente tiene que ver con la aparición del acento de intensidad que hacía fuertes a las consonantes sólo en principio de palabra. Como se sabe era el morfema de acusativo (del complemento directo) en muchos sustantivos y adjetivos y el morfema de 3ª persona de singular de varios tiempos verbales. En el primer caso, es un síntoma de que el sistema de casos entra en crisis y las funciones sintácticas pasan a ser expresadas por preposiciones.

Ver regla 29. Ver regla 86.

4. Síncopa de n en grupo -ns- > -s-: mensa > mesa. La n del grupo ns desaparece.

Quizás más que de síncopa, sería más exacto hablar de asimilación de un grupo consonántico, fenómenos que vamos a ver en varios momentos a lo largo de la evolución del latín al español. Este parece ser el primer caso (y muy antiguo, hay inscripciones del siglo III a.C.: cosul por consul: la s resultante evoluciona como s intervocálica (va a ser sonora), no como asimilaciones posteriores (Ver regla 24, –rs-, -ps-) en los que la s es sorda (-ss-).

Ver regla 21 (-kst- > -st-; -nkt- > -nt-). Ver regla 54 (j- > 0). Ver regla 55 (–δ- > 0).

5. Prótesis de i > sC-: sperárę > isperárę. La s líquida inicial

desarrolla una i protética. Ya desde el siglo II aparecen casos aislados de i delante de la llamada s

impura (es decir, seguida de consonante oclusiva al principio de la palabra). Quizás al principio sólo se pronunciaba si la palabra anterior acababa en consonante; después se generalizó en cualquier contexto. Pero se mantuvo en la Romania oriental (italiano y rumano).

Está relacionada esta tendencia con la mayor intensidad que las consonantes iniciales tuvieron en el latín hablado a causa de la acentuación de intensidad.

6. Monoptongación del diptongo latino: oe (oi) > ẹ: foedus >

fẹ’du; póena > pẹ’na; koéna > kẹ’na. El diptongo latino “oe” se monoptonga en “ẹ” cerrada y larga.

Mucho más raro que ae-, se convierte en una e larga y cerrada (que coincide con la ya existente).

Ver regla 7 (ae). Ver regla 62 (au, ai). 7. Monoptongación del diptongo latino: ae > ẹ: káelủ > kę’lủ. El

diptongo latino “ai” se monoptonga en “ę” abierta y larga. Ya aparecen testimonios en Pompeya (siglo I). Para algunos

investigadores, la monoptongación de ae en ē y abierta (rasgo este último que realmente importaba) fue la causa del reajuste vocálico latino vulgar; era abierta como la procedente de ĕ, pero larga como la procedente de ē.

Ver regla 6 (oe). Ver regla 62 (au, ai). 8. Abertura de į > ẹ: kapį’llu > kapẹ’llu. La i abierta se abre un

grado y coincide con e cerrada. En el reajuste del sistema vocálico en el latín hablado (ver regla 2), la i

breve y, por tanto, abierta se confunde con la e cerrada. Un paso paralelo sucede en el orden velar (ủ > ọ): ver regla 15.

9. Cierre vocales en hiato: e-u > i-u: pủ’teủ > pủ’tiủ; bálneu >

bálniu. La “e” en hiato se cierra en “i” (y, después, se convierte en yod). Es una de las consecuencias del cambio de un acento cualitativo

(musical) a uno de intensidad. Las vocales átonas se volvieron más débiles. Ver regla 10.

10. Formación de diptongos crecientes (procedentes de hiatos: i-u > ju; i-o > jo; i-e > je; i-a > ja; u-o > wo: pủ’tiu > pủ’tju; eríkiu > eríkju; titióne > titjóne; fúgio > fúgjo; mủlię’rę > mủlję’rę; rádia > rádja; mỏ’rtuo > mỏ’rtwo. La “i” y la “u” en hiato pasan a ser semiconsonantes “j” y “w”. Son la yod y el wau.

Es una de las consecuencias del cambio de un acento cualitativo (musical) a uno de intensidad. En el paso del latín a las lenguas románicas hay una tendencia constante a evitar el hiato, tendencia que llega a nuestros días (hoy es un vulgarismo la pronunciación “piór” por “peor”).

Ver regla 9. 11. Síncopa de wau (1): -wo > -o: mórtwo > mórto; kwáttuor >

kwáttor. El wau, seguido de la vocal velar “o”, desaparece. Son dos sonidos muy cercanos (velares ambos; uno más cerrado –w-,

otro más abierto –o-). A veces, cuando hay dos sonidos seguidos muy semejantes, la lengua tiende a diferenciarlos (disimilación): una forma es la eliminación del primero.

Ver regla 11 (-wo > -o). Ver regla 12 (-wu- > -u-). Ver regla 26 (aw > a). Ver regla 35 (kwé, kwí > ké, kí). Ver regla 19 (Síncopa postónica). 12. Síncopa de wau (2): -wu- > -u-: ríwủ > ríủ. El wau, seguido de la

vocal velar “u”, desaparece. Son dos variantes consecutivas de la vocal (la primera semiconsonante).

A veces, cuando hay dos sonidos seguidos muy semejantes, la lengua tiende a diferenciarlos (disimilación): una forma es la eliminación del primero.

Ver regla 11 (-wo > -o). Ver regla 26 (aw > a). Ver regla 35 (kwé, kwí > ké, kí).

Ver regla 19 (Síncopa postónica). 13. Bilabialización (consonantización) de wau: w- > β-: walę’rjủ >

βalę’rjủ. El wau seguido de vocal adquiere una pronunciación consonántica bibabial.

En principio de palabra era una consecuencia de la mayor intensidad de las consonantes en esa posición.

En el Appendix Probi, “toleravilis”. Ver regla 14 (-b- > -β-). Ver regla 102 (β > b: # o C -). 14. Fricativización de -b- > -β-: fỏwja > fỏβja; tábula > táβula. La

oclusiva b intervocálica se fricativiza. Es consecuencia del debilitamiento general de las consonantes en interior

de palabra provocado por el paso del acento musical al acento de intensidad. A causa de las vocales que las preceden y siguen se abren (no olvidemos que la articulación vocal es abertura, frente al cierre de la consonante), pierde su oclusión y se convierte en fricativa.

En el Appendix Probi, “toleravilis”. Más tarde, lo hacen la –d- y –g- (ver regla 31); después, ocurrirá lo mismo

con las fricativas procedentes de las oclusivas sordas intervocálicas (ver regla 100). Ver regla 42 (–p-, -t-, -k- > -b-, -d-, -g-).

Ver regla 81 (-β-, -δ-, -γ- > 0).

15. Abertura ủ > ọ: pủ’tjủ > pótjủ. La “u” abierta tónica se abre un

grado y coincide con “o” cerrada. En el reajuste del sistema vocálico en el latín hablado, la u breve y, por

tanto, abierta se confunde con la o cerrada. Un paso paralelo sucede en el orden palatal (į > ẹ). Este velar parece más tardío que el palatal: en rumano las dos vocales no se confunden…

Ver regla 8 (į > ẹ). 16. Reducción del timbre de las átonas: ę > ẹ į > ị ỏ > ọ ủ > ụ:

lę’gỏ > lę’go; gęnę’sta > genę’sta; pótjủ > pótju. Las vocales átonas abiertas coinciden con las cerradas.

Es una de las consecuencias del cambio de un acento cualitativo (musical) a uno de intensidad. Las vocales átonas se volvieron más débiles y desaparecen las diferencias de abertura.

Las átonas iniciales son más resistentes que las pretónicas y postónicas internas (ver regla 19, ver regla 20). La “a” (la más abierta) es la vocal más resistente.

Ver regla 65 (–u > -o). 17. Absorción vocales iguales: ee > e; oo > oo. Dos vocales iguales

se simplifican. En el paso del latín a las lenguas románicas hay una tendencia constante

a evitar el hiato. En este caso se consigue con la asimilación de dos elementos iguales (no existen casos de aa, ii y uu; ee > e sólo se da en formas verbales –fakeébat > fakébat-; cooperire > cubrir)

18. Geminación ante yod o wau: pj > ppj, tj > ttj, kj > kkj, bj > bbj, dj >

ddj, gj > ggj…: sápjat > sáppjat; sápwi > sáppwi; pủ’tjủ pủ’ttjủ; brákju > brákkju; fỏ’bja > fỏbbja; ódje > óddje; fúgjo > fúggjo. La yod y el wau geminan las consonantes anteriores.

La yod y el wau hacen que las consonantes anteriores se tensen y se geminen.

Ver regla 27 (ttj > tsj. YOD 1ª). Ver regla 28 (kkj > tſj). Ver regla 38 (ddj, ggj > dζj).

Ver regla 43 (-pp- > -p-; -tt- > -t-, -kk- > -k-, -bb- > -b-; -mm- > -m-). Ver regla 46 (bj > j). 19. Síncopa postónica: βérede > βérde; táβula > táβla. tón. + r,s - /

vocal tón. + c -/ l,r. : Las vocales postónicas en determinados contextos desaparecen.

Es consecuencia del debilitamiento general de las vocales átonas provocado por el paso del acento musical al acento de intensidad. Parece que fue posterior a la de la pretónica, puesto que sólo afecta a la Romania occidental.

Esta caída supone que aparezcan nuevos grupos de consonantes en contacto: t’l (ver regla 22); k’l (ver regla 23)

Ver regla 20. Ver regla 11 (wo > -o). Ver regla 12 (-wu- > -u-). Ver regla 26 (aw > a). Ver regla 35 (kwé, kwí > ké, kí). Ver regla 57 (Síncopa de vocales átonas internas).

20. Síncopa pretónica: kosutúra > kostúra; solitárju > soltárju s/l,r –t

+ tón. Las vocales pretónicas en determinados contextos desaparecen. Es consecuencia del debilitamiento general de las vocales átonas

provocado por el paso del acento musical al acento de intensidad. Parece anterior a la de la postónica, puesto que es general a toda la Romania.

Ver regla 19. Ver regla 11 (wo > -o). Ver regla 12 (-wu- > -u-). Ver regla 26 (aw > a). Ver regla 35 (kwé, kwí > ké, kí). Ver regla 57 (Síncopa de vocales átonas internas).

21. Síncopa de grupos consonánticos: -kst- > -st-; -nkt- > -nt-:

sę’ksta > sę’sta; kínkta > kínta. En determinados grupos de tres consonantes con “k” y “t” desaparece una de ellas.

Con la aparición del acento de intensidad, los grupos consonánticos tienden a reducirse o asimilarse: sobre todo los grupos de tres sílabas no demasiados frecuentes.

Ver regla 4 (ns- > -s-). Ver regla 54 (-j- > 0). Ver regla 55 (–δ- > 0). Ver regla 66 (–mb- > -mm-). 22. Velarización de t implosiva: -t/l- > -k/l-: βę’tlu > βę’klu. La t en

final de sílaba, seguida de l, pasa a k. La situación de las oclusivas en final de sílaba o de palabra (situación

implosiva) es inestable. En el caso de la t, el punto de articulación se retrotrae al velo del paladar. ¿Por qué? La secuencia t/l era extraña y se asimila a la más normal k/l.

Ver regla 23 (-k’l- > -xl-). 23. Fricativización de k, g implosivas > x, γ: -kt- > xt; -ks- > -xs-; -

k’l- > -xl-; -gn- > -γn-: fáktu > fáxtu; bę’klu > bę’xlu; ákse > áxse; awrékla > awréxla; estágnu > estáγnu; fráksinu > fráxinu. Las oclusivas velares “k” o “g” en posición implosiva se convierten en fricativas.

La situación de las oclusivas en final de sílaba o de palabra (situación implosiva) es inestable. Existe una tendencia en el paso del latín al español de evitar las sílabas trabadas (acabadas en consonante); es más normal que acaben en vocal.

Ver regla 32 (xl > jl; γn > jn). Ver regla 33 (lj > λ; jl > λ; nj >מ; jn > מ). Ver regla 51 (xt > jt, xs > js-). Ver regla 94 (Despalatalización de la implosiva palatal: ſ > s; λ > l). 24. Asimilación de grupos consonánticos: pt > tt; ps > ss; db >

bb; rs > ss; mn > nn; nf > ff: kaptáre > kattáre; ípse > ísse; adbíβere > abbíβere; órsu > óssu; dámnu > dánnu; infante > *iffante. Las consonantes de determinados grupos consonánticos se asimilan: siempre el primero se asimilas al segundo.

La asimilación de -nf- parece que no se consolidó (quizás por influencias analógicas de los prefijos in- y con-).

En otras ocasiones, cuando los grupos están constituidos por sonidos muy semejantes, se disimilan (ver regla 95).

Ver regla 4 (ns- > -s-).

25. Copia vocálica: -er > -ere; -or > -oro: énter > éntere; kwáttor > kwáttoro. Una “e” o una “o” seguida de r en final de palabra desarrolla una vocal igual.

Ver regla 57. 26. Síncopa de wau (3): aw > a: awgóstu > agóstu; awskoltáre >

askoltáre. El wau entre la “a” y un sonido velar (“g” o “k”) desaparece. Es un caso de disimilación de dos sonidos velares: el primero de ellos se

elimina. Ver regla 11 (-wo > -o). Ver regla 12 (-wu- > -u-). Ver regla 35 (kwé, kwí >

ké, kí). Ver regla 19 (Síncopa postónica). 27. Asibilación de ttj > tsj. YOD 1ª: póttju > pótsju; térttju > tértsju.

La t seguida de yod pasa a articularse como alveolar y africada. La yod atrae a la “t” (dental) a su punto de articulación palatal. Además, la

convierte en una africada. Es el primer paso para la creación de una serie de consonantes africadas no existentes en latín.

Tenemos testimonios desde los siglos II y III. Ver regla 18 (GEMINACIÓN). Ver regla 33 (YOD 2ª). Ver regla 38 (YOD

3ª: dj, gj > dζj:). Ver regla 51 (YOD 4ª). Ver regla 68 (tſ > ts). Ver regla 75 (Jt > tſ). Ver regla 104 (ts > ş; dz > z’). 28. Palatalización de kkj > tſj. YOD 1ª. brákkju > brátſju. La “k”

seguida de yod adelanta su punto de articulacion a la zona palatal y se hace africada.

Tenemos testimonios desde el siglo III. Parece más tardía que la de “ts”, porque en algunas lenguas (como en italiano) no se confunde (la palatalización de ke,i es más tardía). Más adelante “ke,i” coincide con este resultado (Ver regla 37). Más adelante, coincidirá con el resultado de “ttj”: ver regla 71.

Ver regla 18 (Geminación). Ver regla 27 (ttj > tsj). Ver regla 33 (YOD 2ª). Ver regla 38 (YOD 3ª). Ver regla 48 (YOD 4ª). 29. Apócope de oclusivas finales: -k, -Ct, -d > 0: sík > sí; ámant >

áman; sę’ks > sę’s; illud > ẹ’llu. Las oclusivas finales desaparecen (la t sólo precedida de consonante).

Como consecuencia del cambio de acento (cualitativo a cuantitativo), los sonidos de las sílabas no tónicas son más débiles. La posición final es aún más débil. La –t precedida de vocal se mantendrá más tiempo (ver regla 89).

Ver regla 3 (-m). Ver regla 86 (–t > 0). 30. Tensión de vibrante inicial y paso a vibrante: r- > r:- > rr- : rósa

> r:ósa > rrósa. La “r” en inicial de palabra adquiere el rasgo de tensión (como la geminada intervocálica) y, después, pasa a articularse como vibrante múltiple.

APARICION DE LA R VIBRANTE MÚLTIPLE

31. Fricativización de oclusivas sonoras: -d- -g-> -δ-, -γ-: βedére > βeδére; mágu > máγu V-(L)V. Las oclusivas sonoras en posición intervocálica se convierten en fricativas.

APARICIÓN DE δ. FRICATIVA DENTAL SONORA. APARICIÓN DE γ. FRICATIVA VELAR SONORA. Parece que la sonorización de oclusivas sordas, la fricativización de

oclusivas sonoras y la simplificación de geminadas son tres fenómenos relacionados: todo apunta (cronología) a que lo primero fue la fricativización de las oclusivas sonoras (recuérdese la pronta fricativización de la –b- y w-: ver regla 14): -pp- > -p- > -b- > β.

Es consecuencia del debilitamiento general de las consonantes en interior de palabra provocado por el paso del acento musical al acento de intensidad. A causa de las vocales que las preceden y siguen se abren (no olvidemos que la articulación vocal es abertura, frente al cierre de la consonante), pierde su oclusión y se convierte en fricativa.

Ver regla 42 (–p-, -t-, -k- > -b-, -d-, -g-). Ver regla 43 (pp- > -p-; -tt- > -t-, -kk- > -k-, -mm- > -m-). Ver regla 100 (b-, -d-, -g- > -β-, -δ-, -γ-).

Ver regla 55 (–δ- > 0). Ver regla 81 (-β-, -δ-, -γ- > 0). Ver regla 89 (δC > dzC). 32. Vocalización (palatalización) de implosiva velar x/ y γ/ (< -k’l-

y –gn-): xl > jl; γn > jn. YOD 2ª: awréxla > awréjla; estáγnu > estájnu. Las fricativas velares (x y γ) procedentes de las oclusivas velares se vocalizan.

Las consonantes en posición implosiva (excepto l, r y nasales) son inestables. Estas velares fricativas (x y γ), procedentes de las correspondientes oclusivas, van a abrirse aún más y se convierten en una vocal palatal (la yod).

Ver regla 23 (kt- > xt; -ks- > -xs-; -k’l- > -xl-; -gn- > -γn-). Ver regla 33. Ver regla 44 (–ll- > -λ-). Ver regla 49 (Inflexión de vocales por yod 2ª). Ver regla 50 (δ/ implosiva: δ >j). Ver regla 51 (: xt > jt, xs > js-). Ver regla 73 (λ (< k’l, lj ) > ζ). 33. Palatalización de lj > λ; jl > λ; nj >מ; jn > מ. YOD 2ª. Ver regla

35: álju > áλju; awréjla > awréjλa; βínja > βíמja; estájnu > estáמu. La l y la n cambian su punto de articulación a la zona palatal por influencia de la yod.

APARICIÓN DE λ. LÍQUIDA LATERAL PALATAL SONORA. APARICIÓN DE מ. NASAL PALATAL Ver regla 23 (kt- > xt; -ks- > -xs-; -k’l- > -xl-; -gn- > -γn-). Ver regla 45 (nn). Ver regla 49 (Inflexión de vocales por yod 2ª). Ver regla 27 (Yod 1ª). Ver regla 38 (YOD 3ª). Ver regla 54 (YOD 4ª). Ver regla 44 (–ll- > -λ-). Ver regla 73 (λ > ζ). 34. Palatalización de ke,i > tſ: kę’lu > tſę’lu; sálice < sáltſe. La

oclusiva velar ante vocal palatal (e,i)

Tenemos testimonios desde el siglo V. Es un segundo proceso de palatalización diferente del de “kkj” o “ttj”. En este caso no hay coalescencia entre la consonante y la vocal: no desaparece “e”,”i”. Es más tardío también: no afecta al sardo.

Se dice que el cambio viene condicionado por la evolución de Kwe,i > ke,i (ver regla 35), que adelanta su punto de articulación (pero son pocas las palabras afectadas y se diferencia de Kwe,i, pero se confunde con el resultado de kj).

Ver regla 27 (ttj > tsj.). Ver regla 68 (tſ > ts). Ver regla 75 (Jt > tſ). Ver regla 87. 35. Síncopa de wau (4): kwé, kwí > ké, kí: kwę’ro > kę’ro; kwiétu >

kjétu. El wau de los grupos kwé y kwí desaparece. Cronología: Siglo V. Se dice que es la causa de que ke,i- adelante su

punto de articulación (ver regla 37). Ver regla 11 (-wo > -o). Ver regla 12 (-wu- > -u-). Ver regla 26 (aw > a). Ver regla 19 (Síncopa postónica). 36. Absorción de la yod 1ª: tsj > ts; tſj > tſ: pótsju > pótsu; brátſju >

brátſu. La yod desaparecen detrás de la consonante palatal, que la asimila. Como en otros casos (yod 3ª, ver regla 39), la yod se embebe en

(desaparece dentro de) la consonante palatal. Ver regla 27 (ttj > tsj) Ver regla 79. (Absorción yod 2ª). 37. Reducción del diptongo palatal tónico: jé > é: parjéte > paréte;

kiétu > kétu. El diptongo jé se reduce a e en determinados contextos fonéticos. Ver regla 8. Ver regla 39. Ver regla 101. 38. Asibilación ddj, ggj > dζj: óddje > ódζje; pỏ’ddju > pỏ’dζju;

fággja > fádζja. YOD 3ª. La “d” y la “g” son palatalizadas por la yod, con resultado africado.

APARICIÓN DE dζ AFRICADA PREDORSOPREPALATAL SONORA Ver regla 27 (ttj > tsj). Ver regla 18 (YOD 1ª). Ver regla 36 (YOD 2ª). Ver regla 52 (YOD 4ª). Ver regla 48 (dζ > j). Ver regla 53 (Inflexión de vocales por yod 3ª). Ver regla 72 (Absorción de j). 39. Absorción de yod 3ª: dζj > dζ: ódζje > ódζe; pỏ’dζju > pỏ’dζu;

fádζja > fádζa. La yod desaparecen detrás de la consonante palatal, que la asimila.

Como en otros casos (yod 1ª, ver regla 36), la yod se embebe en (desaparece dentro de) la consonante palatal.

Ver regla 38 (ddj, ggj > dζj). Ver regla 53 (Inflexión de vocales por yod 3ª).

40. Inflexión condicionada de e > i, o > u: séppja > síppja (p no palataliza) C: (L)J: En determinados contextos (consonante y yod) la “e” y “o” se cierran en “i” y “u”.

41. Palatalización de gge,i > dζe,i: genę’sta> dζenę’sta; fuγíre >

fudζíre. La velar sonora “g” ante vocales palatales (e,i) se palataliza en una africada prepalatal sonora.

Tenemos testimonios desde el siglo V. Es un segundo proceso de palatalización diferente del de “kkj” o “ttj”. En este caso no hay coalescencia entre la consonante y la vocal: no desaparece “e”,”i”. Es más tardío también: no afecta al sardo.

Ver regla 18 (Geminación). Ver regla 38 (ddj, ggj > dζj) . Ver regla 48 (dζ > j). Ver regla 72 (Absorción de j). APARICIÓN DE AFRICADA PREPALATAL SONORA (Dζ) 42. Sonorización oclusivas sordas: –p-, -t-, -k-, -s- > -b-, -d-, -g-, -

z-: rrípa > rríba; pę’tra > pę’dra; kása > káza. V _ (L) V: apricáre > abrigár. Las oclusivas sordas entre vocales (o líquidas) se sonorizan.

Cronología: a partir del siglo V (casos en el II o III). Parece que es de la época mozárabe, aunque ejemplos en el latín

visigótico, sobre todo en el oeste y centro (zonas celtas, lo que refuerza la tesis de influjo de la lenición celta).

Parece que la sonorización de oclusivas sordas, la fricativización de oclusivas sonoras y la simplificación de geminadas son tres fenómenos relacionados: todo apunta (cronología) a que lo primero fue la fricativización de las oclusivas sonoras (recuérdese la pronta fricativización de la –b- y w-): -pp- > -p- > -b- > β.

Ver regla 14 (-b- > -β-). Ver regla 31 (d- -g-> -δ-, -γ-). Ver regla 42 (–p-, -t-, -k- > -b-, -d-, -g-). Ver regla 43 (pp- > -p-; -tt- > -t-, -kk- > -k-, -mm- > -m-). Ver regla 100 (b-, -d-, -g- > -β-, -δ-, -γ-).

Ver regla 81 (-β-, -δ-, -γ- > 0). Ver 105 (z > s). 43. Simplificación de geminadas: -pp- > -p-; -tt- > -t-, -kk- > -k-, -

bb- > -b-, -mm- > -m-: kattáre > katáre; síppja > sípja. Las geminadas intervocálicas se simplifican.

Parece que la sonorización de oclusivas sordas, la fricativización de oclusivas sonoras y la simplificación de geminadas son tres fenómenos relacionados: todo apunta (cronología) a que lo primero fue la fricativización de las oclusivas sonoras (recuérdese la pronta fricativización de la –b- y w-): -pp- > -p- > -b- > β.

Ver regla 14 (b- > -β-). Ver regla 31 (d- -g-> -δ-, -γ-). Ver regla 42 (–p-, -t-, -k- > -b-, -d-, -g-). Ver regla 100 (b-, -d-, -g- > -β-, -δ-, -γ-).

Ver regla 44 (–ll- > -λ-), Ver regla 45 (–nn- > -מ-). 44. Palatalización de –ll- > -λ-: kultę’llu > kulęλu; gállu > gáλu. La l

geminada se palataliza en λ.

El proceso de simplificación de geminada en el caso de las lateral alveolar supone el cambio de punto de articulación: pasa a articularse como palatal. Parece que va a provocar que λ < de k’l (ver regla 32) y lj (ver regla 33) > ζ.

Ver regla 43 (pp- > -p-; -tt- > -t-, -kk- > -k-, -mm- > -m-). Ver regla 108 (λ > y). 45. Palatalización de –nn- > -מ-: ánnu > aמu. La n geminada se

palataliza en מ. El proceso de simplificación de geminada en el caso de las nasales

alveolares supone el cambio de punto de articulación: pasa a articularse con palatal.

Ver regla 33 (lj > λ; jl > λ; nj >מ; jn > מ ). Ver regla 43 (pp- > -p-; -tt- > -t-, -kk- > -k-, -mm- > -m-). Ver regla 44 (–ll- > -λ-).

46. *Absorción de b en bj > j: fỏ’βja > fỏja; áβja > ája (rróbju / rróju):

bj > j o > bj. La b, en ocasiones, desaparece ante yod. Las labiales eran consonantes más difíciles de palatalizar. La b lo hace a

veces, pero la m, nunca: vendímja. Ver regla 18 (GEMINACIÓN). Ver regla 43 (: -pp- > -p-; -tt- > -t-, -kk- > -

k-, -bb- > -b-, -mm- > -m-). 47. Bimatización de e abierta: ę’ > eę’: kojtę’λo > kojteę’λo; sę’te >

seę’te; kadę’ra > kadeę’ra. La “e” abierta comienza, con su desdoblamiento o alargamiento, el proceso de diptongación.

Según algunos lingüistas, el proceso de bimatización más lógico sería > ę’e >íe > jé.

Parece que se produjo en un periodo muy primitivo, porque no le afecta la yod 2ª (no la inflexiona), frente a la bimatización de ỏ, más tardía a la que sí cierra la yod 2ª (Ver regla 49).

La diptongación de las abiertas latinas (“e” y “o”) se dan en todas las lenguas románicas (en italiano y en francés sólo en sílaba libre), excepto en sardo y gallego-portugués (en rumano, sólo diptonga la “e”).

El tema de la diptongación en las lenguas románicas es muy complejo. Existen varias teorías sobre la diptongación: para Wartburg (1971) en francés (sílaba libre) es influencia de los pueblos germánicos (en España es muy discutible que los visigodos tuvieran tanta fuerza); para Alarcos (1968) lo atribuye a sustrato (los hablantes de lenguas prerromanas –vasco e ibero, en el español- al intentar diferenciar la “e” y la “o” abierta de la cerrada intentaría corregir la posición de los órganos articulatorios en el curso de la emisión fónica: así aparecería una vocal de abertura variable).

Ver regla 60. Ver regla 63. 48. Desafricación de dζ > j: mádζis > májes; ódζe > óje; fádζa > fája;

pỏ’dζu > pỏ’ju; ardζíλa > arjíλa. La africada prepalatal sonora pierde el elemento oclusivo y se convierte en una fricativa.

Ver regla 38 (ddj, ggj > dζj). Ver regla 41 (gge,i > dζe,i). Ver regla 53 (Inflexión de vocales por yod 3ª). Ver regla 54 (-j- > 0). Ver regla 72 (Absorción de j). Ver regla 78 (Cj > Cts).

49. Inflexión de vocales por yod 2ª: ỏ’jλo > ọ’jλo; kojמádu >

kujמádu; mọλjeę’re > muλjeę’re. Las vocales en contacto con la yod 2ª se cierran un grado.

La yod es un elemento muy cerrado (es un sonido intermedio entre vocal –que se caracteriza por la abertura del canal bucal- y consonante –que se caracteriza por el cierre-). Influyen en la consonante en contacto (cambiando su punto o su modo de articulación). Pero también puede influir en la vocal anterior y la cierra un grado.

La yod segunda es la primera que cierra las vocales anteriores (la yod primera se embebió enseguida en la consonante afectada).

Ver regla 32 (xl > jl; γn > jn.). Ver regla 33 (> λ; jl > λ; nj >מ; jn > מ( .). Ver regla 53 (Inflexión de vocales por yod 3ª). Ver regla 62 (Inflexión

de vocales por yod 4ª). Ver regla 94 (Despalatalización de la implosiva palatal: ſ > s; λ > l). 50. Vocalización (palatalización) de δ/ implosiva: δ >j: kadeę’δra >

kadeę’jra. La d fricativa en posición implosiva se vocaliza en yod. Como en otros casos (ver regla 32: -kt- > xt; -ks- > -xs-; -k’l- > -xl-; -gn- > -

γn-), las consonantes en posición implosivas son inestables. Esta d fricativa procede de una oclusiva intervocálica. En esa posición de debilita aún más y se abre: se convierte en una vocal palatal (yod).

51. Vocalización (palatalización) de velar implosiva : xt > jt, xs >

js-. YOD 4ª: fáxtu > fájtu; bę’xlu > bę’jlu; áxse > ájse; fráxsinu > frájsinu. La x, procedente de kt y ks, se vocaliza en yod.

Ver regla 23 (-kt- > xt; -ks- > -xs-; -k’l- > -xl-; -gn- > -γn-). Ver regla 32 (x/ y γ/ (< -k’l- y –gn-): xl > jl; γn > jn). Ver regla 62 (Inflexión de vocales por yod 4ª). Ver regla 69 (: js > jſ). Ver regla 74 (yod < kt, ult: jt > Jt). 52. Metátesis de yod y wau. YOD 4ª: -rj- > -jr-; -pj- > -jp-; -sj- > -js-; -

pw- > -wp-: kórju > kójru; fornárju > formájru; sápjat > sájpat; básju > bájsu; sápwi > sáwpi. Con r, s y p la yod y el wau se colocan delante.

La yod sólo puede cambiar el punto de articulación de determinados sonidos (t, d, g, b, l, n, k); con otros sonidos no puede y entonces se coloca delante de la consonante (r,p,s).

Ver regla 61 (-alt- > -awt-). Ver regla 92 (új > wí). Ver regla 62 (Inflexión de vocales por yod 4ª). 53. Inflexión de vocales por yod 3ª: pỏ’ju > pọ’ju; βendémja >

βendímja; rróβju > rrúβju. Las vocales cercanas a la yod 3ª se cierran un grado.

La yod es un elemento muy cerrado (es un sonido intermedio entre vocal –que se caracteriza por la abertura del canal bucal- y consonante –que se caracteriza por el cierre-). Influyen en la consonante en contacto (cambiando su

punto o su modo de articulación). Pero también puede influir en la vocal anterior y la cierra un grado.

Ver regla 38 (ddj, ggj > dζj). Ver regla 39 (dζj > dζ ). Ver regla 48 (dζ > j). Ver regla 49 (Inflexión de vocales por yod 2ª). Ver regla 62 (Inflexión

de vocales por yod 4ª). 54. Síncopa de palatal intervocálica: -j- > 0: májes > máes. En

determinados contextos, la j desaparece. Ver regla 48 (dζ > j). Ver regla 56 (e > 0).

55. Síncopa de dental intervocálica –δ- > 0: límpiδu > límpiu. Entre vocales la d fricativa desaparece.

Ver regla 31 (-d- -g-> -δ-, -γ-). Ver regla 56 (e > 0). Ver regla 81 (-β-, -δ-, -γ- > 0).

56. Absorción o palatalización e en hiato: e > 0; i > j: máes > más;

límpiu > límpju. Después de vocal tónica, la a en hiato se absorbe y e en hiato se cierra en i.

Ver regla 54. Ver regla 55. 57. Síncopa de vocales átonas internas: ỏ’mine > ỏ’m’ne; sálitſe > sáltſe; púliga > púlga; Vtónica (C)(C/L) - faβuláre > faβláre - (C/L) V tónica éntere > éntre; kwáttoro > kwátro En determinados contextos, las átonas internas desaparecen. Ya en latín vulgar hay un debilitamiento general de las vocales átonas

provocado por el paso del acento musical al acento de intensidad (Ver regla 19: Síncopa postónica; Ver regla 20: Síncopa pretónica;). Ver regla 25 (-er > -ere; -or > -oro).

58. *Cierre condicionado de ỏ > o: ỏ’mne > ọ’mne. En determinados

contexto (casi siempre nasales), la o abierta se cierra. 59. Vocalización (palatalización) de l/ implosiva: -olt- > -ojt-: móltu

> mójtu; kolteęλo > kojteę’λo. La l implosiva entre una “o” y una “t” se vocaliza en “i”.

Existe una tendencia en el paso del latín al español de evitar las sílabas trabadas (acabadas en consonante); es más normal que acaben en vocal. De ahí, este tipo de vocalizaciones.

La “l” vocaliza en una palatal “i” cercana a su punto de articulación (ápicoalveolar).

Ver regla 61 (-alt- > -awt-). Ver regla 74 (yod < kt, ult: jt > Jt). Ver regla 75 (Jt > tſ). Ver regla 98 (rrábdo > rráwdo). Ver regla 94 (Despalatalización de la implosiva palatal: ſ > s; λ > l).

60. Bimatización de o abierta: ỏ’ > oỏ’: bỏ’nu > boỏ’nu La “o”

abierta comienza, con su desdoblamiento o alargamiento, el proceso de diptongación.

Según algunos lingüistas, el proceso de bimatización más lógico sería > ỏ’o > úo > úe > wé.

Más tardía que la de “ę’”: a esta no la inflexiona la yod 2ª (Ver regla 49). La diptongación de las abiertas latinas (“e” y “o”) se dan en todas las

lenguas románicas (en italiano y en francés sólo en sílaba libre), excepto en sardo y gallego-portugués (en rumano, sólo diptonga la “e”).

El tema de la diptongación en las lenguas románicas es muy complejo. Existen varias teorías sobre la diptongación: para Wartburg (1971) en francés (sílaba libre) es influencia de los pueblos germánicos (en España es muy discutible que los visigodos tuvieran tanta fuerza); para Alarcos (1968) lo atribuye a sustrato (los hablantes de lenguas prerromanas –vasco e ibero, en el español- al intentar diferenciar la “e” y la “o” abierta de la cerrada intentaría corregir la posición de los órganos articulatorios en el curso de la emisión fónica: así aparecería una vocal de abertura variable).

Ver regla 64 (oỏ’ > wé). Se produjo después de la inflexión de la yod 2ª (ver regla 49) que le

afecta: inflexiona ỏ y no permite la diptongación; la bimatización de ę’ (ver regla 47) es más temprana, puesto que no le afecta la yod 2ª.

Ver regla 63 (eę’ > jé). 61. *Vocalización (velarización) de l/ implosiva: -alt- > -awt-: sáltu >

sáwto. La “l” implosiva en contacto con “t” se vocaliza en “u”. Existe una tendencia en el paso del latín al español de evitar las sílabas

trabadas (acabadas en consonante); es más normal que acaben en vocal. De ahí, este tipo de vocalizaciones.

Parece extraño que se vocalice en “u” y no en “i” (la “l” es apicodental, más cerca, por tanto, del paladar) Hoy la “a” de “alto” es velar. La “l” implosiva tiene por tanto un componente velar que condiciona que se convierta en “u”.

Ver regla 62. Ver regla 94 (Despalatalización de la implosiva palatal: ſ > s; λ > l). 62. Inflexión de vocales por yod 4ª: - (J/W) / (#): lájte > lęjte; lę’jtu >léjtu; hájto > héjto hornájro > hornéjro; kantáj > kantę’j; kojteęλu> kujteęλù; mójtu > mujtu; kójru > kúrju; áwru > ỏ’wro; kantáwt > kantỏ’wt El diptongo ai puede ser etimológico (lájkum >lego, vajkam > vega; la yod

impide la sonorización de la sorda intercoválica; efectivamente ai era hiato en latín: lá-i-ko; y pasa a láj-ko), procedente de kt (lájte) o ks (ájse) o de metátesis (sápiat > sájpa > sépa; básium > bájsu > beso) o de síncopa de consonantes (amávi > amáj > amé)

La yod es un elemento muy cerrado (es un sonido intermedio entre vocal –que se caracteriza por la abertura del canal bucal- y consonante –que se

caracteriza por el cierre-). Influyen en la consonante en contacto (cambiando su punto o su modo de articulación). Pero también puede influir en la vocal anterior y la cierra un grado.

El diptongo au ya monoptongaba esporádicamente en latín (quizás por influjo osco-umbro): Cicerón escribe “oricla” (hay más ejemplos en el Appendix Probi). Como en el caso de “ai”, el wau impide la sonorización de la sorda intervocálica (káwtum > kóto; páwkum > póko), aunque en otros casos (con la monoptongación ya cumplida), no (páwpere > póbre; káwsa > kósa).

La reducción de ambos diptongos parece haber comenzado a finales del VII en la Tarraconense; se conservaría durante más tiempo en la Bética, Lusitania y Gallaecia.

“Au” puede ser resultado de metátesis (sapuit > saupi > sope> supe) de vocalización de l implosiva latina (alteru > altru > autru > otro) o l implosiva resultante de síncopa de postónica (cálice > cuθe; sálice > sauce). En este último caso se mantiene sin monoptongar (al ser mucho más tardía la tendencia no funcionaba ya).

Ver regla 6 (oe). Ver regla 7 (ae). Ver regla 49 (Inflexión de vocales por yod 2ª). Ver regla 51 (xt > jt, xs > js). Ver regla 52 (ª: -rj- > -jr-; -pj- > -jp-; -sj- > -js-;

-pw- > -wp-). Ver regla 59 (-olt- > -ojt-). 63. Diptongación de ę’ abierta: eę’ > jé: kujteę’λo > kujtjé’λo; seę’te

> sjéte. La “e” bimatizada se convierte en el diptongo creciente “jé”. La “e” abierta, tras el proceso de bimatización (Ver regla 50), cierra el

primer elemento en “i”, como parte del conocido proceso de eliminación de hiatos (ver regla 10). Se culmina así el proceso de diptongación.

Ver regla 60. 64. Diptongación de ỏ’ abierta: oỏ’ > wé: boỏ’nu > bwénu La “o” bimatizada se convierte en el diptongo creciente “wé”. La “o” abierta, tras el proceso de bimatización (Ver regla 60), cierra el

primer elemento en “w”, como parte del conocido proceso de eliminación de hiatos (ver regla 10). Se culmina así el proceso de diptongación.

65. Abertura –u > -o: póju > pójo; féjtu > féjto. La u final se abre en o. La vocales átonas finales quedan reducidas a tres: a, e, o. La –u sólo

pervive en latinismos (espíritu, tribu…). La –i sólo existe en español como tónica (la mayoría, préstamos árabes –carmesí- y algunos galicismos –berbiquí-).

Ver regla 16 (Reducción del timbre de las átonas). 66. Asimilación de –mb- > -mm-: lómba > lómma. La b de del gupo

mb se asimila a la m. Frente a otros casos de asimilaciones latinovulgares de grupos

consonánticos (ver regla 21), esta es muy tardía. Es un caso de asimilación progresvia (el primer elemento atrae a su punto de articulación al segundo).

67. Simplificación de –mm- > -m-: lómma > lóma. La –mm- se

simplifica.

Hay que poner en relación este fenómeno con la simplificación de geminadas (ver regla 43: GEMINADAS).

Ver regla 66. 68. Despalatalización de tſ > ts: tſjélo > tsjélo. La tſ, procedentes de

la palatalización de “kj” (ver regla 27) y “ke,i” (ver regla 34), se convierte en alveolar.

Este cambio parece que sucede en torno al siglo VII. El punto de articulación se adelanta a la zona alveolar y coincide con el

resultado de la asibilación de “tj” (ver regla 27). Se ha explicado porque “ult” y “kt” se palataliza en tſ (ver regla 78).

Ver regla 75 (Jt > tſ). Ver regla 85 (ts > dz). 69. Palatalización de sibilantes: js > jſ: éjse > éjſe; frájsinu > frájſinu.

La sibilante alveolar pasa a sibilante palatal por influencia de la yod. La yod procedente de “k” del grupo “ks” hace que la “s” cambie su punto

de articulación y se haga palatal. Ver regla 51 (xt > jt, xs > js-. YOD 4ª). Ver regla 83 (éj > ée). Ver regla 84

(ée > e). Ver regla 106 (ſ > x).

APARICIÓN DE ſ FRICATIVA PREPALATAL SORDA

70. Aspiración de f-: f- > h-: farína > harína. La f inicial, en muchos casos, se aspira (se mantiene en contacto con –w o líquida).

F- en la grafía hasta el siglo XVI (antes, desde el XIV, se dan casos esporádicos). En la zona norte de Castilla tenemos testimonios de aspiración ya desde el siglo IX.

Se ha escrito mucho sobre el origen de este cambio. Menéndez Pidal defiende la influencia del sustrato vasco (aspiran castellano y gascón). Para otros, la razón están en la pronunciación especial (bilabial fricativa, φ) que tenía en latín en muchas zonas del Imperio Romano (en Roma era labiodental).

Ver regla 99. 71. Inflexión de átonas por wau o yod: o> u; e > i: -(C/L)(JW)V:

tsemjénto > tsimjénto; tserwéla > tsirwéla; kolwébra > kulwébra; jenjésta > jinjiésta. “o” “e” átonas en determinados contextos se cierra un grado por influencia del yod o del wau.

72. Absorción de j prodecente de dj, gj, ge,i: # - +e / vtónica – v :

jinjésta > injésta; hastíjo > hastío. La yod procedente de “dj,gj,ge,i”, en determinados contextos, desaparece.

Ver regla 38 (ddj, ggj > dζj). Ver regla 41 (gge,i > dζe,i). Ver regla 48 (dζ > j).

ABSORCIONES Ver regla 77 (pλ > λ, kλ > λ, fλ > λ). 73. Deslateralización y rehilamiento de λ (< k’l, lj ) > ζ: ójλo >

ójζo; kojλére > kojλére. La lateral palatal procedente de k’l y lj pierde su articulación lateral y se rehíla: es una fricativa prepalatal sonora rehilada.

Parece que tiene que ver este cambio de articulación se produce para mantener diferenciado el sonido de la λ procedente de la palatalización de -ll-.

Ver regla 32 (xl > jl; γn > jn. YOD 2ª). Ver regla 33 (lj > λ; jl > λ; nj >מ; jn .YOD 2ª). Ver regla 79 (Absorción yod 2ª) .מ <

74. Retroflexión de yod < kt, ult: jt > Jt: kujtjéλo > kuJtjéλo; héjto >

héJto. La yod, procedente de la palatalización de kt y ult, adquiere una articulación cacuminal.

Ver regla 51 (> jt, xs > js-.). Ver regla 59 (-olt- > -ojt-). Ver regla 75. 75. Africación palatal retrofleja (cacuminal): Jt > tſ: kuJtjéλo >

kutſjéλo; héJto > hétſo. La yod retrofleja y la ſ se funden en el sonido tſ. Este cambio justifica, según algunos, el paso de tſ procedente de kj (ver

regla 27: ttj > tsj) y ke,i (ver regla 34: ke,i > tſ) a ts (ver regla 68: tſ > ts). Ver regla 74. Ver regla 91 (jé > í (< ellu). 76. Palatalización pl > pλ, kl > kλ; k’l > kλ; fl > fλ: pláno > pλáno;

infláre > infλáre; másk’lo > máskλo. La lateral l precedida de las oclusivas sordas y la f se convierte en una lateral palatal.

Ver regla 77. 77. Absorción de oclusiva y fricativa en grupo pλ > λ, kλ > λ, fλ >

λ: pλáno > λáno; reducción del gli- > li-: glirone > lirón. Las oclusivas sordas y la f seguidas de la palatal lateral se absorben en ella.

Ver regla 76. Ver regla 72 (Absorción de j). 78. Rehilamiento de j- > ζ- o africación Cj > Cts: jwégo > ζwégo;

arjíλa > artsíλa. La j- se rehíla en principio de palabra; si está detrás de consonante se asibila.

Ver regla 48 (dζ > j). Ver regla 68 (tſ > ts). 79. Absorción yod 2ª: - C palatal C palatal -: ójζo > óζo; βíמja >

βíמa. La yod 2ª (procedente de k’l, gn, ji, nj) se embebe en la palatal posterior. Ver regla 32 (xl > jl; γn > jn. YOD 2ª). Ver regla 33 (lj > λ; jl > λ; nj >מ; jn

. YOD 2ª). Ver regla 73 (λ (< k’l, lj ) > ζ .מ <Ver regla 36 (Absorción de la yod 1ª). 80. Deslateralización y africación de λ tras m,n o s: –nλ- > ntſ-; –

sλ- > stſ-: inλáre > intſáre; másλo > mástſo. La lateral λ en ciertos contextos se convierte en africada palatal.

Ver regla 76 (pl > pλ, kl > kλ; k’l > kλ; fl > fλ). 81. *Síncopa de -β-, -δ-, -γ- > 0: leγále > leále; mordéβa > mordéa.

Las fricativas sonoras (las oclusivas sonoras latinas) en posición intervocálica desaparecen.

Las fricativas sonoras, que eran las oclusivas sonoras latinas (ver regla 14, para la b; y ver regla 31, para la de y g), entre vocales se abren aún más y acaban en ocasiones por desaparecer.

Ver regla 42 (p-, -t-, -k-, -s- > -b-, -d-, -g-, -z-). Ver regla 55 (–δ- > 0). Ver regla 82. 82. Cierre de e en éa > ía (verbos): mordéa > mordía. La vocal

palatal e se cierra un grado en las desinencias verbales. La vocal é en contacto con a por síncopa de consonante (β) se cierra en í

en las desinencias verbales del imperfecto de indicativo de los verbos de la segunda y de la tercera conjugaciones.

Ver regla 81. 83. Vocalización de la yod en diptongo decreciente (aj): éj > ée:

hornéjro > hornéero; éjſe > éſe. Vocalización del wau en diptongo decreciente (aw): ów > óo: ówro > óoro; kanto’wt > kanto’ot. La yod y el wau de los diptongos decrecientes se abren y se convierten respectivamente en “e” y en “o”.

Es el paso intermedio entre el cierre de la a, en los diptongos “ai” y “au” y la monoptongación.

Ver regla 64. Ver regla 65. Ver regla 69 (js > jſ: éjse > éjſe). Ver regla 87. 84. Absorción vocálica en diptongo creciente (aj): ée > e;

hornéero > hornéro. Absorción vocálica en diptongo decreciente (aw): óo > ó: óoro > óro; kanto’ot > kanto’t. Las vocales iguales del diptongo se simplifican.

Las monoptongaciones en latín (oe > e; ae > e) eran un rasgo rústico. Tenemos ya un testimonio de au > o en Cicerón (“oricula”, en lugar de “auricula”), aunque ese será precisamente el diptongo más resistente.

Es el paso final de la monoptongación de los diptongos “ai” y “au”. Ver regla 25. Ver regla 26. Ver regla 31. “Au” no monoptonga en rumano, italiano meridional, retorromance, gallego

y portugués. Ver regla 69 (js > jſ: éjse > éjſe). Ver regla 86. 85. Sonorización ts > dz: pótso > pódzo; detsíre > dedzíre. La

africada apicodental sorda sonoriza entre vocales. En situación intervocálica, la sonoridad de las vocales invaden la sordez

de la consonante (recuérdese la sonorización de las sordas latinas intervocálicas: ver regla 42).

Ver regla 34 (ke,i > tſ). Ver regla 68 (tſ > ts). 86. Apócope de –t > 0: kantót > kantó. La t final desaparece. En el paso del latín al español, las consonates finales desaparecen. Unas

muy pronto, como la –m. La –t, desinencia verbal, es más resistente. Ver regla 3. Ver regla 29. 87. Absorción de s/ implosiva (< sce,i): s/ts > ts: nastsére >

natsére; africación de λ precedida de s: -sλ- > tſ: másλo > mátſo. La s implosiva en el grupo sce,i se absorbe en la africada alveolar; la lateral palatal precedida de s se africa en tſ.

Ver regla 34 (ke,i > tſ). Ver regla 79. Ver regla 80. Ver regla 83. Ver regla 94 (Despalatalización de la implosiva palatal: ſ > s; λ > l). 88. *Apócope de –e > 0: / (C/L) - #: nótſe > nótſ, mwérte > mwért. La

–e final desaparece detrás de casi todas las consonantes. El apócope se hace muy intenso en el siglo XII (apócope extrema) por

influencia del francés. Después, se va reponiendo en determinados contextos. Ver regla 97. 89. Africación d/ implosiva: δC > dzC: portáδgo> portádzgo; ζuδgár

> ζudzgár. La d fricativa en sílaba implosiva se convierte en una africada alevolar sonora.

Ver regla 31 (-d- -g-> -δ-, -γ-) Ver regla 94 (Despalatalización de la implosiva palatal: ſ > s; λ > l). 90. Ensordecimiento de d/ implosiva: dzC > tsC: portádzgo >

portátsgo; ζudzgár > ζutsgár. La dz en situación implosiva pasa a ts (se ensordece).

Ver regla 89. 91. Reducción jé > í (< ellu) / é; jés > és; ζier > ζer: kutſjéλo >

kutſíλo; βjéspera > βíspera; muζjér > muζér. Rŏtellam > rodilla; castellum > castillo. El diptongo jé se reduce a í en determinados contextos.

En la secuencia “jéλo”, en la secuencia “jés/” con s implosiva y en la secuencia “ζier” (aquí se embebe en la palatal precedente ζ).

En –ieλ- son tres sonidos palatales, con rápida bajada (e) y subida (λ) de la lengua casi en el mismo punto de articulación. La primera bajada se evita.

En –ies- la explicación es parececida. La s es fonológicamente palatal. Pero en este caso hay más excepciones: fésta > fiésta; séksta > siésta.

Ver regla 37 (jé > é). Ver regla 101 (wé > é). Ver regla 75 (Jt > tſ). 92. Hiato > diptongo. új > wí: kújro > kwíro. El hiato úi pasa a

diptongo wí. Ya desde el latín vulgar (ver regla 10) hay una tendencia a evitar el hiato y

en convertirlo en diptongo. Ver regla 52 (4ª: -rj- > -jr-; -pj- > -jp-; -sj- > -js-; -pw- > -wp-). Ver regla 93. 93. Cambio de diptongo uí > ué: kwíro > kwéro. El diptongo uí pasa

a ué. Es un caso de disimilación de dos vocales cerradas: la segunda (i) se abre

un grado (e). Ver regla 92. 94. Despalatalización de la implosiva palatal: ſ > s; λ > l: - # (/):

fréſno > frésno; pjéλ > pjél. Las palatales ſ y λ se convierten en situación implosiva en alveolares s y l.

Sabemos que la posición implosiva o final (excepto en l, r y nasales) es inestable (ver regla 23; ver regla 50 (Vocalización (palatalización) de δ/

implosiva: δ >j); ver regla 59 (Vocalización (palatalización) de l/ implosiva: -olt- > -ojt); ver regla 61 (Vocalización (velarización) de l/ implosiva: -alt- > -awt-); ver regla 87 (Absorción de s/ implosiva (< sce,i): s/ts > ts); ver regla 89 (Africación d/ implosiva: δC > dzC); ver regla 103 (Fricativización implosiva final –d > -δ: - # o /). En este caso, las palatales pierden su punto de articulación: la ſ se convierte en alveolar s; y la λ se convierte en la alveolar l.

95. Disimilación de grupos nasales secundarios: -m’n- > -m’r-; -

n’m- > -l’m-: hámne > hámre, ánma > álma. Los grupos nasales, procedentes de síncopas vocálicos, cambian sus sonidos cercanos (m,n) para diferenciarse.

La n en ambos casos es la consonante que cambia de articulación: se hace vibrante (r) o lateral (l).

(nominare> nombrar, femina > hembra, lumine > lumbre, homine > hombre, seminare > sembrar)

Ver regla 57 (síncopa átonas internas). Ver regla 24 (asimilación: pt > tt; ps > ss; db > bb; rs > ss; mn > nn; nf > ff).

Ver regla 96. 96. Epéntesis b, d en grupos nasales: -m’r- > -mbr-; -n’r- > -ndr-; -

m’l- > -mbl-: hámre > hámbre; ómru > ómbro; enζenrár > enζendrar; tremlár > tremblar. En grupos nasales secundarios, se inserta una consonante (b,d) para facilitar la pronunciación de sonidos en secuencias no habituales.

Estos grupos proceden de la caída de la vocal postónica. Cuando la primera consonante es “m” la consonante epentética es la también bilabial “b”; en el caso de la “n”, la también dental “d”.

Ver regla 95. 97. Restricción del apócope (tras tſ y dentales): nótſ > nótſe, mwért

> mwérte. La –e desaparecida se repone detrás de determinadas consonantes. El proceso es muy lento y llega hasta el siglo XIV. Ver regla 88. 98. Vocalización b/, l/ > w implosivas: rrábdo > rráwdo; sáltſe >

sáwtse. La b o l en posición implosiva se vocaliza en w. Existe una tendencia en el paso del latín al español de evitar las sílabas

trabadas (acabadas en consonante); es más normal que acaben en vocal. De ahí, este tipo de vocalizaciones.

Ver regla 59 (-olt- > -ojt-). 99. Pérdida de h- (aféresis): harína > arína. La aspiración

procedente de f- desaparece. En la grafía hasta principios del XVI se mantiene la h. En Castilla se había perdido hacía tiempo. En Toledo se aspiraba aún en

el XVI. Ver regla 70. 100. Fricativización de –b-, -d-, -g- > -β-, -δ-, -γ-: (V/L)-V: kabéλo >

kaβéλo; βérde > βérδe. Las consonantes oclusivas sonoras se fricativizan en situación intervocálica.

Como ya había ocurrido con la b (ver regla 14) y con la d y g latinas (ver regla 31) las consonantes oclusivas sonoras, derivadas de las oclusivas sordas latinas, a causa de las vocales que las preceden y siguen se abren (no olvidemos que la articulación vocal es abertura, frente al cierre de la consonante): pierden su oclusión y se convierten en fricativas.

Ver regla 42 (–p-, -t-, -k- > -b-, -d-, -g-). Ver regla 43 (pp- > -p-; -tt- > -t-, -kk- > -k-, -mm- > -m-). Ver regla 100 (b-, -d-, -g- > -β-, -δ-, -γ-).

101. Reducción de diptongo velar: wé > é: fr-, fl- - é / - ébr,bl

frwénte > frénte; kulwéβra > kuléβra. El diptongo velar se monoptonga en “é” en determinado contexto fonético.

Es un caso de disimilación de sonidos labiales: el wau (vocal con un importante factor labial) acaba desapareciendo.

Para reducción de otros diptongos ver regla 37 (jé > é) y regla 91 (jé > í (< ellu) / é; jés > és; ζier > ζer).

102. Oclusión β en posición fuerte: β > b: # o C -: βérde > bérde;

eNβjár > eNbjár. La fricativa bilabial se convierte en oclusiva en inicio de palabra o tras consonante (posición fuerte).

Ver regla 13 (w- > β-). 103. Fricativización implosiva final –d > -δ: - # o / : berδád > berδáδ.

La oclusiva dental sonora en final de sílaba o palabra se convierte en fricativa. En la fonética española, las oclusivas no son fáciles de pronunciar en

posición final de palabra. Ver regla 94 (Despalatalización de la implosiva palatal: ſ > s; λ > l). 104. Desafricación de las africadas dentales: ts > ş; dz > z’:

kaβétsa > kaβéşa; ludzír > luz’ír. Las africadas dentales pierden la oclusión y sólo se articula con la fricación (fricativas dorsodentales).

APARICIÓN DE ş y z’: FRICATIVAS DORSODENTALES SORDA / SONORA

Es un cambio forma parte del reajuste fonológico del Siglo de Oro. Los fonemas sibilantes (en su mayoría inexistentes en latín) que se articulaban en la zona palatal y alveolar se reducen (de 6 a 3) y cambian de punto de articulación (uno lo adelante a la zona interdental; otro lo retrasa a la zona velar). La pareja de africadas apicodentales se desafrican: es decir, se convieten en fricativas dorsodentales (ş y z’). Después se reducen al sordo (ş) y finalmente adelanta el punto de articulación: se interdentaliza (ver regla 107).

Ver regla 27. 105. Ensordecimiento sibilantes: z > s; z’ > ş; ζ > ſ: kósa > kóza;

luz’ír > luşír; muζér > muſér. Las tres parejas de sibilantes se reducen al elemento sordo.

Ver regla 42 (–p-, -t-, -k-, -s- > -b-, -d-, -g-, -z-). Ver regla 104 (ts > ş; dz > z’). Los fonemas sibilantes (en su mayoría inexistentes en latín) que se

articulaban en la zona palatal y alveolar se reducen (de 6 a 3) y cambian de

punto de articulación (uno lo adelante a la zona interdental; otro lo retrasa a la zona velar).

106. Velarización ſ > x: muſér > muxér; díſo > díxo. La fricativa

prepalatal retrasa el punto de articulación a la zona velar. APARICIÓN DE x: FRICATIVA VELAR SORDA Los fonemas sibilantes (en su mayoría inexistentes en latín) que se

articulaban en la zona palatal y alveolar se reducen (de 6 a 3) y cambian de punto de articulación (uno lo adelanta a la zona interdental; otro lo retrasa a la zona velar).

Ver regla 69 (js > jſ). Ver regla 105 (ζ > ſ). 107. Interdentalización ş > θ: luşír > luθír. La fricativa dorsodental

sorda adelanta su punto de articulación a la zona interdental. APARICIÓN DE θ: FRICATIVA INTERDENTAL SORDA Ver regla 105 (z’ > ş). Ver regla 106 (ſ > x) . Los fonemas sibilantes (en su mayoría inexistentes en latín) que se

articulaban en la zona palatal y alveolar se reducen (de 6 a 3) y cambian de punto de articulación (uno lo adelante a la zona interdental; otro lo retrasa a la zona velar).

108. Deslateralización de λ > y: kaβáλo > kaβáyo; kutſíλo > kutſíyo.

La palatal lateral λ pierde la lateralidad y se hace central. Es el fenómeno del yeísmo. Supone el hecho de que se pierde un fonema

(los 18 consonánticos se reducen a 17). Ver regla 44 (–ll- > -λ-).

Alarcos (1968): E. Alarcos, Fonología española, Madrid. Ariza (1989), M. Ariza, Manual de fonología histórica española, Madrid. Lausberg (1965), H. Lausberg, Lingüística Románica, Madrid. Lloyd (1993), P.M. Lloyd, Del latín al español (I. Fonología y Morfología

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