MBA 2007-2008

MÓDULO: MEDIO AMBIENTE

MATERIA Introducción, contaminación y legislación medioambiental

Profesor: Angel Villanueva

MBA-Edición 2007-2008

©: Quedan reservados todos los derechos. (Ley de Propiedad Intelectual del 17 de noviembre de 1987 y Reales Decretos). Documentación elaborada por EOI.

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ÍNDICE

1. MEDIO AMBIENTE.

1.1 Introducción. La necesidad de preservar el Medio Ambiente. 1.1.1 El Medio Ambiente como reto. 1.1.2 Problemas medioambientales asociados a la actividad humana.

1.1.2.1.- Emisiones Atmosféricas.

1.1.2.2.- Generación de residuos y contaminación de suelos.

1.1.2.3.- Vertidos de aguas residuales

1.1.3 Las nuevas tendencias. El medio ambiente como oportunidad de negocio.

1.2 Factores que impulsan la protección ambiental.

1.2.1 Normativa legal ambiental. Marco y Obligaciones.

1.2.1.1. Introducción

1.2.1.2 Evolución de la Política protectora del Medio Ambiente en la Unión Europea

1.2.1.3 Fuentes de normativa legal y marco competencial

1.2.1.4 Legislación Medioambiental Sectorial 1.2.1.4.1.- Requisitos en el ámbito medioambiental de obligado cumplimiento.

1.2.2 Normativa Ambiental Voluntaria

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1. MEDIO AMBIENTE E INDUSTRIA.

1.1.- Introducción. La necesidad de preservar el Medio ambiente.

1.1.1 El Medio Ambiente como reto Siguiendo un criterio amplio sobre los que significa “medio ambiente”, podemos decir que es “todo lo que nos rodea”. Este entorno vital, desde el punto de vista humano, comprende una serie de elementos geológicos, químicos, climáticos, biológicos, sociales, etc. que rodean al hombre, existiendo un complejo sistema de interrelaciones entre estos elementos con él y entre ellos mismos.

La visión de un observador externo (y suficientemente longevo) sobre el paso del hombre sobre la tierra pondría de manifiesto que durante miles de años la evolución humana y su cultura ha supuesto cambios casi inapreciables en relación con los grandes cambios naturales. Nuestro observador podría apreciar como esta tendencia cambiaba drásticamente en los últimos años, en que el hombre ha alcanzado una capacidad de actuación sobre su entorno que le permite dejar huellas perceptibles en el planeta.

El crecimiento y agrupación de las poblaciones, las grandes infraestructuras, las actividades agropecuarias e industriales han tenido como consecuencia unos desequilibrios medioambientales cuyo control y minimización suponen un reto para la sociedad de primera magnitud. Esta sociedad, generadora y receptora de estos desequilibrios, consciente de la importancia de mantener un entorno habitable comienza a exigir a los sectores económicos la compatibilidad entre el desarrollo de las actividades productivas y el respeto al medio ambiente.

En este contexto, ¿cuáles son los principales retos para la empresa?. Si duda ser sensibles a esas demandas que exige la sociedad, asumiendo un compromiso con el medio ambiente, siendo conscientes del impacto que generan sus actividades y actuar con sentido de responsabilidad. Actuar con responsabilidad hacia el medio ambiente implica poner en marcha los mecanismos necesarios para lograr controlar y minimizar progresivamente los impactos medioambientales que genera la actividad productiva. Del grado de atención a estos elementos dependerá en gran medida la viabilidad de nuestra empresa en un mercado cada vez más exigente.

De este modo, conocer aquellos elementos de nuestras actividades que tienen un efecto negativo sobre el medio ambiente es el primer paso a la hora de abordar acciones para su control y minimización que van a ayudar a la pervivencia y éxito de la empresa del futuro.

1.1.2 Problemas medioambientales asociados a la actividad humana. Es rara la actividad humana que no tenga de una manera directa o indirecta

repercusiones sobre el medio ambiente. Muchas de las actividades empresariales, como otras actividades del hombre, tienen como consecuencia la interacción con el medio ambiente. Esta interacción puede ser negativa y es necesario conocerla para proponer medidas.

Los elementos residuales de naturaleza líquida, sólida o gaseosa procedentes de las actividades de diferentes sectores económicos (principalmente, industrial y energía)

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suponen una contribución muy importante respecto a la emisión total de contaminación al medio ambiente.

Las actividades industriales y de producción energética en nuestro país son las principales fuentes de emisión a la atmósfera de contaminantes con efectos importantes sobre el medio ambiente como el dióxido de azufre (principal responsable de la lluvia ácida) y el de CO2 (principal responsable del efecto invernadero). Se estima que estas fuentes suponen un porcentaje de emisiones respecto a la emisión total de estos contaminantes de un 90 % y 50%, respectivamente. Otras muchas sustancias se suman a la lista de emisiones porcentualmente importantes a la atmósfera por parte de las actividades industriales.

En España se calcula la existencia de 50.000 vertidos de aguas residuales de actividades industriales y agrícola-ganaderas cuyo destino son los ríos, lagos y mares. Muchos de estos aportes contaminantes no reciben un tratamiento adecuado lo que supone la alteración de la calidad de nuestras aguas, impidiendo o limitando muchos de sus posibles usos.

Por último, millones de toneladas de residuos son generados al año por diferentes actividades productivas. La mayoría de éstos derivan de la actividad agrícola-ganadera y minería. La actividad industrial supone también un porcentaje significativo del total y, dentro de sector, se estima una generación anual de entre 5 y 10 millones de toneladas de residuos que se pueden considerar peligrosos.

Lógicamente el efecto de aportes de esta naturaleza sobre el medio ambiente va a tener una incidencia importante y contribuyen a los grandes problemas medioambientales a los que se enfrenta la sociedad de nuestros días.

La industria no puede se un objeto pasivo y, junto con otros agentes económicos y sociales, debe tomar conciencia de sus problemas medioambientales y contribuir en su solución o minimización.

A continuación y ya con más detalle se revisarán los principales aspectos ambientales derivados de la actividad industrial y humana, en general y sus repercusiones sobre el medio ambiente.

1.1.2.1.- Emisiones Atmosféricas: La contaminación atmosférica es uno de los principales problemas

medioambientales existentes en la actualidad. Normalmente se encuentra asociado al incremento sistemático de las actividades antropogénicas que implican una incidencia significativa en la atmósfera, incluyendo la participación activa en la reducción progresiva de los elementos naturales relacionados con los sistemas de autodepuración. Seguidamente vamos a realizar un breve análisis de este problema considerando los aspectos más destacables.

Aunque el concepto de contaminación es bastante intuitivo, se necesita una definición que aclare de manera inequívoca cuándo nos enfrentamos a un proceso de contaminación y cuándo no, así como conocer o estar de acuerdo en lo que respecta al concepto de atmósfera limpia.

Según el Consejo de Europa “se entiende como contaminación atmosférica la presencia de sustancias extrañas o variación importante en la proporción de sus componentes, capaz de producir un efecto perjudicial, habida cuenta de los

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conocimientos científicos del momento, o capaz de crear una incomodidad.” De forma análoga, en la legislación española se define como contaminación atmosférica “la presencia en el aire de sustancias y formas de energía que alteran la calidad del mismo, de modo que implique riesgos, daño o molestia grave para las personas y bienes de cualquier naturaleza”.

De estas definiciones se desprende que lo que hoy en día no tiene la consideración de contaminante puede ser calificado como tal a la luz de resultados de estudios científicos, epidemiológicos o de otro tipo, actuales y futuros. Otro aspecto importante contemplado en ambas definiciones, es la referencia a las molestias o perjuicios que los episodios de contaminación puedan provocar, implicando en consecuencia la necesidad de conocer los efectos generados o derivados de la contaminación debida a un contaminante o a un grupo de contaminantes en un determinado espacio y tiempo. TIPOS DE CONTAMINANTES ATMOSFÉRICOS

• Contaminantes químicos (sustancias) • Contaminantes físicos (formas de energía)

Según la definición de contaminación atmosférica anteriormente planteada, tendremos dos tipos principales de contaminantes:

1. Sustancias químicas. 2. Formas de energía

Son las sustancias químicas sobre las que vamos a profundizar en mayor medida. No obstante, es preciso comentar que la contaminación por formas de energía cada vez tiene una mayor importancia, especialmente en el caso del ruido, uno de los contaminantes más destacados en áreas urbanas. CONTAMINANTES QUÍMICOS

• Contaminantes primarios: aquellas sustancias que son vertidas directamente a la atmósfera desde los focos contaminantes, es decir, los que se emiten desde chimeneas, conductos, zonas de almacenamiento al aire libre, etc

• Contaminantes secundarios: no son directamente introducidos en la atmósfera, sino que proceden de las interacciones (transformaciones y reacciones químicas) que en el seno de la misma sufren los contaminantes primarios.

Por lo que respecta a las sustancias químicas, como agentes de contaminación, se clasifican en dos grupos principales en función del modo en que son introducidas en la atmósfera: contaminantes primarios y contaminantes secundarios.

Los contaminantes primarios se pueden definir como aquellas sustancias que son vertidas directamente a la atmósfera desde los focos contaminantes, es decir, los que se emiten desde chimeneas, conductos, zonas de almacenamiento al aire libre, etc. Por otra parte, los contaminantes secundarios, a diferencia de los anteriores, no son directamente introducidos en la atmósfera, sino que proceden de las interacciones (transformaciones y reacciones químicas) que en el seno de la misma sufren los contaminantes primarios.

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CONTAMINANTES PRIMARIOS

Contaminantes particulados Compuestos inorgánicos:

Compuestos azufrados (SO2; SO3, SH2) Compuestos carbonados (CO, CO2) Compuestos nitrogenados (NO2, NO, N2O, NH3) Metales pesados (Pb) Compuestos halogenados (HCl, HF, CFC’s)

Compuestos orgánicos: hidrocarburos (PAH’s, PCB’s, dioxinas, furanos)

Como hemos comentado anteriormente bajo la denominación de contaminantes primarios se alude a aquellos que entran directamente en la atmósfera desde los focos contaminantes donde se generan (chimeneas, conductos, zonas de almacenamiento, etc). Estos contaminantes se pueden agrupar, a pesar de sus diferentes características y orígenes, por elementos químicos comunes (sustancias que contienen azufre, nitrógeno, carbono, etc), produciendo alteraciones de la calidad del aire, determinando lo que habitualmente se denomina como “contaminación convencional”. Normalmente el ámbito donde se manifiesta esta alteración está bastante localizado y centrado en los propios focos emisores. Seguidamente vamos a revisar algunos de los contaminantes primarios considerados como de mayor importancia.

Contaminantes particulados Constituye uno de los grupos de contaminante primarios de mayor importancia, y se

pueden definir como dispersiones de sustancias sólidas y/o líquidas en el aire, es decir, no se clasifican en función de su naturaleza sino atendiendo a su forma de encontrarse en la atmósfera.

Las características de los mismos que más influyen en los procesos de contaminación son el tamaño de las partículas (comprendido entre 10-1 y 103 µm), la forma de éstas y su composición química.

Compuestos inorgánicos En este grupo se integran la mayor parte de los contaminantes gaseosos

tradicionales, originados principalmente en procesos de combustión donde se utilizan combustibles fósiles. Como indica su nombre se trata de compuestos inorgánicos que se pueden clasificar atendiendo a diferentes criterios, uno de los cuáles es su agrupación por elementos comunes (azufre, nitrógeno, carbono), que es el que vamos a seguir a continuación para efectuar una breve revisión de este grupo de contaminantes.

Compuestos azufrados (SO2, SO3, SH2) La mayor parte de las fuentes energéticas de la actualidad están basadas en combustibles fósiles (carbones, petróleo, aceites minerales, etc), los cuales tienen en su composición una determinada cantidad de azufre. Este azufre es liberado a la atmósfera en los procesos de combustión en forma de óxido, primordialmente como dióxido de azufre (SO2) y trióxido de azufre (SO3). Así mismo, de este elemento existen fuentes

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naturales de cierta consideración como los volcanes, océanos y zonas pantanosas con materia orgánica en descomposición en condiciones anaeróbicas. Ambos óxidos se presentan en forma de gas si bien el SO3 es muy reactivo, lo que explica su escasa presencia en la atmósfera. Son contaminantes a tener en cuenta tanto por su acción directa como por su participación en los procesos de lluvia ácida. Otro compuesto azufrado a tener en cuenta es el sulfuro de hidrógeno (SH2), gas de olor característico (a huevos podridos), que se genera en fuentes específicas como son las degradaciones anaeróbicas (en ausencia de oxígeno) que se producen en el sistema digestivo de los seres vivos o en zonas de aguas embalsadas, las refinerías de petróleo o los procesos de fabricación de pasta de papel.

Compuestos carbonados (CO2, CO) Los dos principales contaminantes de este tipo son el dióxido de carbono (CO2) y el monóxido de carbono (CO), ambos existentes en forma de gas. El dióxido de carbono es un gas esencial para la vida, es emitido y absorbido por las plantas (en el proceso de la fotosíntesis) y emitido por los animales (en la respiración). Obviamente, se genera en cualquier proceso de combustión. La importancia de este contaminante radica en el incremento de su concentración en la atmósfera (aumenta a un ritmo de 0.5% anual) determinante de consecuencias negativas, como es el calentamiento global o cambio climático. Por lo tanto, aunque se trata de un gas esencial para la vida, su abundancia implica su clasificación como contaminante. Por lo que respecta al monóxido de carbono (CO), es un gas producto de la combustión incompleta, incoloro, inodoro, fuertemente tóxico, e inflamable.

Compuestos nitrogenados (NO, NO2, N2O, NH3) El amoniaco es un compuesto que habitualmente se encuentra en forma gaseosa, presente en bajas concentraciones en la atmósfera, y su detección ocasional suele estar asociada a reacciones de putrefacción. Esta situación no debe restar importancia a los efectos que puedan derivarse de su presencia, pues facilita el proceso de lluvia ácida. Por otra parte, de las ocho formas oxidadas que puede presentar el nitrógeno, solamente tres de ellas –NO, NO2 y N2O- tienen cierto interés como contaminantes. Las restantes formas no están ausentes totalmente, sino que se mantienen en equilibrio con las anteriores. Los tres se encuentran en forma gaseosa, siendo tóxicos el NO y el NO2. De forma natural se producen en las tormentas, erupciones volcánicas y por descomposición de los nitratos del suelo, mientras que la oxidación del nitrógeno del aire en los procesos de combustión a temperaturas elevadas es el origen antrópico más normal.

Metales pesados (Pb) Una de las características de este tipo de contaminantes es su escasa presencia natural, y el hecho de que no son degradados ni química ni biológicamente, por lo que se consideran contaminantes persistentes en el medio. Dicha persistencia implica un fenómeno de acumulación en la cadena trófica. Entre los más significados por sus efectos y sobre todo por su presencia cabe mencionar al plomo. El plomo y sus derivados, especialmente los óxidos, pueden tener diferentes orígenes pero, en general, su presencia en la atmósfera de las ciudades se debe a los humos de escape de los automóviles (se encuentra en el combustible que utilizan por su propiedad de conferir un cierto poder antidetonante a las gasolinas).

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Compuestos halogenados

Fundamentalmente, los contaminantes halogenados son el cloro y el flúor, y algunos derivados de ellos (principalmente cloruro de hidrógeno, ClH, y fluoruro de hidrógeno, FH). Además existen diferentes sustancias que presentan más de un halógeno en su composición, destacando los clorofluorocarbonos (CFC’s) y los halones. Los clorofluorocarbonos (CFC’s) son un grupo de derivados halogenados muy conocido y cuyo uso ha estado muy expandido, principalmente como fluidos refrigerantes, propulsores de atomizadores, disolventes y espumantes. Son estables, no inflamables, no tóxicos y buenos disolventes. Su importancia como contaminantes radica en su efecto destructor sobre la capa de ozono estratosférica. Por su parte, los halones se emplean en la extinción de incendios y actúan de manera similar a los CFCs sobre la capa de ozono estratosférica. Estos compuestos son derivados bromofluorados de hidrocarburos volátiles.

Compuestos orgánicos Este grupo de contaminantes está constituido por sustancias cuyo elemento principal es el carbono. Normalmente no se encuentran en elevadas concentraciones aunque este hecho no significa que carezcan de importancia ya que los efectos que pueden determinar sobre los receptores pueden llegar a ser muy significativos.

Hidrocarburos Dentro de la amplia gama de compuestos que forman parte de las mezclas que constituyen los hidrocarburos, los que tienen de 1 a 4 átomos de carbono son gases a la temperatura ordinaria, y por tanto, presentan gran interés desde el punto de vista de contaminación atmosférica. Las fuentes más intensas son las antrópicas, constituidas primordialmente por el gas natural liberado en escapes y emisiones incontroladas o accidentales, la combustión de biomasa, industria agropecuaria, etc. Las fuentes naturales de otros hidrocarburos son unas nueve veces mas intensas que las antrópicas, debido fundamentalmente a la generación biológica, como es el caso del pineno, responsable del olor a pino, o el isopreno, producido por árboles de hoja caduca en zonas cultivadas. A pesar de ello la emisión de compuestos orgánicos antrópicos es importante por su reactividad en la atmósfera, al estar en presencia de otros compuestos y por la alta sensibilidad del olfato humano a algunos de ellos. Otros compuestos con carácter similar son los alquitranes adheridos a las partículas emitidas en focos de combustión y por los automóviles. Estos alquitranes se forman por pirólisis de los combustibles y carburantes, y llevan asociados hidrocarburos poliaromáticos (PAH’s), entre los que se encuentran especies cancerígenas reconocidas como el benzo(a)pireno. Un gran grupo de contaminantes dentro de los hidrocarburos son los hidrocarburos, en el que se integran entre otros los policlorobifenilos (PCB’s), dioxinas (PCDD) y furanos (PCDF). Estos compuestos no son gaseosos en condiciones normales, pero se transfieren el medio atmosférico por varias vias; los PCB’s por la combustión de sustancias que los contienen a temperaturas inferiores a la necesaria para romper sus moléculas; las dioxinas y furanos son producto de determinadas reacciones intermedias en el procesado de productos químicos orgánicos clorados o en la incineración de residuos conteniendo sustancias cloradas.

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CONTAMINANTES SECUNDARIOS Los contaminantes secundarios no son directamente introducidos en la atmósfera, sino que proceden de transformaciones y reacciones químicas que en el seno de la misma sufren los contaminantes primarios.

Oxidantes fotoquímicos Un elevado grado de contaminación (especialmente debida a contaminantes generados en procesos de combustión -hidrocarburos inquemados y óxidos de nitrógeno-), y la existencia de condiciones climáticas adecuadas (insolación, situación anticiclónica, inversión térmica) favorecen la aparición de la denominada niebla fotoquímica también denominada smog fotoquímico. Si bien la niebla fotoquímica presenta una composición química compleja, haciendo intervenir las fases gaseosa, líquida y sólida y a la radiación solar, se caracteriza por un contenido alto de oxidantes (ozono (O3), dióxido de nitrógeno (NO2), peróxido de hidrógeno (H202), etc). Esta tipo de contaminación se localiza en el entorno urbano (presencia masiva de hidrocarburos) y presenta un perfil muy característico al poner en relación su concentración con la hora del día. Es el responsable de la boina grisácea que envuelve ciertas ciudades y puede llegar a ser peligroso si se prolongan por mucho tiempo los factores que contribuyen a su formación.

Lluvia ácida Se entiende como tal la pérdida de la capacidad neutralizante del suelo y del agua como consecuencia de la deposición, en forma de compuestos ácidos, de los óxidos de azufre y nitrógeno atmosféricos (las precipitaciones se consideran ácidas cuando el pH alcanza un valor de 5.6). Es este un ejemplo claro de la interrelación de los diferentes compartimentos en que normalmente se divide el medio para su estudio, puesto que es este un efecto producido tras la interrelación de la atmósfera, suelo, agua y biosfera. La acidificación se ha convertido en un problema de grandes dimensiones, tanto desde el punto de vista de intensidad como de extensión espacial. La gran cantidad de SOX y NOX lanzados a la atmósfera (unos 200 millones de toneladas anuales) propician contaminaciones severas que se ponen de manifiesto en zonas geográficas muy alejadas de los puntos de emisión, proceso de transporte que se ve favorecido por la estabilidad de estos compuestos. PROBLEMÁTICA DERIVADA DE LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA

La problemática derivada de la contaminación atmosférica es amplia y variada y, en consecuencia, compleja. Por una parte, hay que considerar que, hasta cierto punto, la contaminación puede ser económicamente beneficiosa para algunos miembros de la sociedad (emisión a la atmósfera como forma “barata” de deshacerse de residuos, repercutiendo en un precio más bajo de los productos fabricados), y que su reducción es cara en sí misma y, en muchos casos complicada. Por otro lado, para la sociedad en general, y especialmente a largo plazo, la contaminación implica costes (de todo tipo) tremendamente elevados (la enfermedad o la muerte prematura debida total o parcialmente a la contaminación del aire, la afección negativa de otros elementos como el suelo, el agua,

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las cosechas, la vegetación, la fauna, el clima, etc). En definitiva, este panorama determina que el grado de control de la contaminación adoptado depende de diferentes factores: políticos, sociales, técnicos, ... . Es preciso una buena comprensión de los principales problemas derivados de la contaminación atmosférica antes de poder emprender un control apropiado y eficaz de la misma. Dichos problemas se centran en los efectos que la contaminación puede determinar sobre los diferentes receptores: ser humano, fauna, vegetación, y materiales, básicamente. Por otra parte, el área de influencia de los procesos de contaminación atmosférica que tradicionalmente se limitaba a zonas más o menos cercanas al punto de emisión de los contaminantes, lo que se conoce como contaminación local, se ha ido ampliando progresivamente y hoy en día hablamos de “contaminación transfronteriza”, poniendo de relieve la existencia de alteraciones en zonas geográficamente alejadas de los puntos de generación de los contaminantes que determinan los efectos detectados, e incluso de efectos globales, aludiendo a alteraciones a escala mundial.

Sobre receptores específicos: - Salud humana La calidad de nuestro ambiente debe ser vigilada desde el momento en que por nuestro organismo pasan cada día más de 12 m3 de aire y los fenómenos repiratorios son la base de nuestro metabolismo celular, de nuestra vida. De aquí que los procesos de contaminación atmosférica puedan suponer un riesgo importante para la salud de las persona expuestas. Aunque es evidente que la presencia de contaminantes en la atmósfera supone un riesgo para la salud, las relaciones causa-efecto no son sencillas y no se conocen en su totalidad. Determinar científica y rigurosamente las consecuencias de la contaminación del aire en la salud no es cosa fácil pues los parámetros a considerar son numerosos, tanto para el individuo expuesto como para la contaminación misma.

Principalmente, se dispone de pruebas que relacionan concentraciones altas de contaminantes en la atmósfera con enfermedades, demostrando la peligrosidad de estos procesos. - Vegetación

La influencia de la contaminación atmósférica en los vegetales es conocida desde hace mucho tiempo, no obstante en los últimos veinte años, las publicaciones científicas sobre este tema se han multiplicado, existiendo actualmente estaciones de estudios sistemáticos, en donde se efectúan investigaciones sobre diferentes especies de vegetales, tanto al aire libre como en invernaderos. Este tipo de experiencias se llevan a cabo en la, mayoría de países industrializados, estudiando toda clase de vegetales: cereales, cultivos de regadío, árboles frutales, árboles de bosque y de adorno, etc. Es muy importante el objeto de estos trabajos, ya que no se estudia solamente el comportamiento de los árboles en las grandes ciudades, en donde los espacios verdes suelen ser muy escasos, sino que también se analizan los perjuicios causados a los cultivos por la instalación (cada vez más frecuente) de fábricas en zonas rurales. En estas regiones, debido a diferentes situaciones (condiciones meteorológicas desfavorables, a algún accidente, ...), puede darse una contaminación elevada, y entonces afectar sustancialmente a los cultivos (principalmente en lo que respecta a especies sensibles (cereales, hortalizas o viñedos)).

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Es evidente, por otra parte, que la simplicidad de la estructura de los organismos vegetales, la posibilidad de experimentación sencilla y la rapidez de sus respuestas a las agresiones hacen de ellos un material particularmente propicio al estudio científico. La sensibilidad de las plantas es tan acusada que el ataque perpetrado contra algunas de ellas indica que se ha obtenido una determinada tasa de contaminación y que, por lo tanto pueden ser utilizadas como indicadores naturales o bioindicadores. - Fauna Los animales no son ajenos a los peligros de la polución atmosférica, y las pérdidas económicas que pueden suponer su enfermedad y/o muerte no son, en absoluto, despreciables. Según parece, el mecanismo de acción puede ser doble: por un lado, una afección directa del contaminante sobre el animal expuesto (por inhalación de productos tóxicos o ingestión de alimento afectado, por ejemplo); por otro, también pueden resultar afectados en su fecundidad o en su productividad, manifestaciones que, aunque sean menos agudas que los grandes accidentes broncopulmonares, no dejan de constituir un peligro grave para las regiones de cría.

Efectos globales - Efecto invernadero

La radiación solar es capaz de atravesar la atmósfera, interaccionando con la materia. Parte de esa radiación, del orden de un 30%, se devuelve al espacio, es decir, se refleja. El 70% restante, después de numerosas interacciones, calienta la materia, la cual emite a su vez energía, pero siempre a longitudes de onda superiores (principalmente en el infrarrojo). En las capas bajas de la atmósfera existen gases que absorben dicha radiación convirtiéndola en calor, por lo que ésta no se emite fuera de la Tierra, determinando una “capa protectora” que origina temperaturas templadas en la superficie terrestre, al impedir su enfriamiento. Este efecto es el equivalente al utilizado en los invernaderos, pues se interpone entre el Sol y las plantas una capa de vidrio o de plástico, que son transparentes a la radiación visible y opacos al infrarrojo. La concentración de los gases de “efecto invernadero” (a excepción del vapor de agua) no ha hecho mas que aumentar recientemente.

La tabla siguiente aparecería si se pincha sobre lo subrayado

Aumento anual medio de concentración de los gases del efecto invernadero

Gas Aumento anual medio de concentración

CO2 0,5%

CH4 0,9%

N20 0,25%

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CFCs 4%

La eficacia de cada uno de estos gases en el efecto invernadero es distinto, así el metano es 60 veces mas absorbente que el gas carbónico y los CFC’s son del orden de miles de veces mas absorbentes que el gas carbónico.

La tabla siguiente aparecería si se pincha sobre lo subrayado

Contribución relativa de cada gas con efecto invernadero apreciable

Gas Contribución

CO2 55%

CH4 15%

N2O 4%

CFCs 21%

O3 troposférico 2%

Otros 3%

No se tiene certeza sobre cuáles serían las consecuencias de un aumento del efecto

invernadero, si bien los estudios existentes parecen indicar un consecuente aumento de la temperatura media de la Tierra. Por otro lado, los estudios sobre la evolución de la temperatura medida en la superficie indican un calentamiento del orden de 0,5º C en el último siglo. Esto puede significar una tendencia al calentamiento o simplemente una parte de un ciclo oscilatorio natural, por lo que no se pueden extraer conclusiones extrapolables hacia el futuro. - Agujero de la capa de ozono

Hasta la estratosfera las radiaciones solares llegan con la radiación ultravioleta prácticamente “intactas”. Merced a la elevada energía de la radiación ultravioleta, se producen diferentes reacciones, estableciendo un equilibrio dinámico entre las especies oxígeno molecular (O2), oxígeno atómico (O) y el ozono (O3). Esto ocasiona la presencia de ozono en la estratosfera, principalmente entre los 15 y 60 km de altura, aunque es máxima entre 30 y 40 km (8 ppmv, como valor medio de los máximos), donde se absorbe gran parte de la radiación ultravioleta (lo cual explica el aumento de temperatura con la altura en la estratosfera). Esta absorción impide su llegada a la superficie de la Tierra, permitiendo la vida tal y como la conocemos. La capa de ozono es muy frágil, pues este compuesto es muy reactivo. Desde 1980 se han detectado disminuciones importantes, del orden del 50%, de la capa de ozono en el polo sur, afectando a todo un continente, la Antártida. La hipótesis hasta ahora admitida de este fenómeno es, en resumen, la superposición de varios efectos en

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los que participan activamente compuestos nitrogenados y clorados (entre otros), a cuya emisión a la atmósfera contribuye notablemente la actividad antropogénica. 1.1.2.2.- Generación de residuos y contaminación de suelos:

Toda actividad industrial genera, en mayor o menor medida, algún tipo de residuo como consecuencia del desarrollo de su proceso productivo. Dos son las principales razones:

- El aprovechamiento de una materia prima principal raramente puede alcanzar el 100%. Difícilmente se podrá evitar, por ejemplo, la generación de chatarras en los procesos de mecanizado de piezas metálicas.

- Los procesos de producción precisan la utilización de materias auxiliares, que no se incorporan en el producto, y que cuando dejan de reunir las especificaciones necesarias para su uso se convierten en residuo. Un ejemplo de esto son las taladrinas utilizadas en los procesos de mecanizado, una vez utilizadas pierden sus propiedades y deben ser reemplazadas.

Una inadecuada gestión de estos residuos (también podríamos incluir las aguas residuales que posteriormente veremos) las puede dar lugar a la contaminación de los suelos.

La contaminación del suelo puede deberse a diversas causas relacionadas principalmente con vertidos de sustancias en el terreno, bien en superficie o de forma subterránea, destacando los vertederos incontrolados aunque la experiencia indica que los derrames y fugas en las instalaciones industriales presentan un riesgo mayor. PRINCIPALES CONTAMINANTES

En la tabla se incluyen los contaminantes que aparecen con mayor frecuencia en los suelos contaminados.

Contaminantes

1. Hidrocarburos alifáticos no halogenados (combustibles, etc.)

2. Hidrocarburos aromáticos (benzeno, tolueno, xileno, etc)

3. Hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP)

4. Otros hidrocarburos no halogenados (ftalatos, estirenos, etc)

5. HAP halogenados, PCBs, hidrocarburos clorados cíclicos

6. Hidrocarburos alifáticos clorados volátiles

7. Plaguicidas

8. Otros hidrocarburos halogenados

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Contaminantes

9. Compuestos organometálicos (Sn, Hg, Si)

10. Metales

11. Fluoruros

12. Cianuros

PROBLEMÁTICA DERIVADA DE LA CONTAMINACIÓN DEL SUELO

Los factores que determinan la aparición de espacios contaminados derivan fundamentalmente del uso indiscriminado del suelo para cubrir las necesidades de la actividad antropogénica en general, e industrial en particular, sin una adecuada previsión de futuro. Los problemas que puede plantear la contaminación del suelo son tan variados como pueden serlo las sustancias presentes en los vertidos y las características del suelo receptor y de su entorno. En cualquier caso suponen que se comprometa gravemente el desempeño de las funciones básicas del suelo.

De forma general se pueden plantear los daños y riesgos que se comentan a continuación:

– En primer lugar, se compromete gravemente el desempeño de las funciones básicas del suelo y, en su caso, las aguas.

– En segundo lugar, las sustancias peligrosas presentes en el suelo contaminado pueden producir daños sobre diversos receptores (ser humano, fauna, vegetación, materiales) a través de diferentes vías de contacto

Sin embargo, es necesario desterrar la idea errónea de que las sustancias químicas son de forma inherente peligrosas a cualquier nivel y que la contaminación del suelo constituye siempre una grave amenaza para la salud. En cada caso es necesario identificar los peligros de los contaminantes existentes y establecer los riesgos planteados por un suelo contaminado. 1.1.2.3.- Vertidos de aguas residuales:

Entre los usos del agua en la industria podemos destacar los siguientes:

- Uso sanitario, es decir empleo en inodoros, duchas e instalaciones que garanticen la higiene personal.

- La transmisión de calor para la condensación de vapor y refrigeración de equipos o líquidos.

- La producción de energía por vaporización.

- Como materia prima de fabricación de muchos productos.

- Disolvente o medio de transporte de muchas sustancias.

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- Limpieza de piezas o instalaciones.

Durante de estos usos, el agua queda alterada en sus características, constituyendo, muchas veces un elemento residual que habrá que eliminar.

El agua es un elemento fundamental para la vida y, en consecuencia, su alteración incide de forma notable sobre todos los seres vivos. De hecho desde la más remota antigüedad, los núcleos de población se han establecido en las proximidades de cauces de agua, como fuente de ese elemento imprescindible para el desarrollo de la vida.

Por todo ello es importante preservarla y mantenerla en las mejores condiciones posibles tanto para la generación actual como para las venideras. No obstante, la contaminación del medio acuático es cada día un problema más importante tanto porque la disminución de la calidad del agua implica una reducción en su posible utilización como por la limitación de este recurso en la Naturaleza. Pero, ¿cómo podemos definir la contaminación de las aguas?. La contaminación del agua puede definirse como cualquier alteración perjudicial de sus características físicas, químicas, biológicas o simplemente estéticas ya sea por la acción directa o indirecta de la actividad del hombre. ORIGEN DE LA CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS Las causas de esta contaminación tiene orígenes diversos, pudiendo mencionar entre ellos:

Una primera causa se debe a la modificación del ciclo del agua, la capacidad de dilución y de mezcla de ríos y lagos. La construcción de embalses es un ejemplo claro de esta modificación: el agua se decanta en ellos, se estanca, pudiendo apreciarse otros fenómenos tales como procesos de eutrofización, desoxigenación de las capas profundas, etc.

Rellenado de las zonas húmedas determinando la eliminación de un filtro natural en el que las sustancias nutritivas, los metales y otros microcontaminantes pueden ser acumulados y/o descompuestos.

La tala forestal y los incendios provocados liberan grandes cantidades de nutrientes. La generalización de la irrigación y la aspersión, especialmente en países áridos, provoca un aumento muy fuerte de la evaporación de las aguas de superficie y su salinización general que puede plantear graves problemas cuando se añade a niveles naturales elevados.

Las grandes obras, en especial la construcción de carreteras de montaña, son responsables de una aceleración de la erosión mecánica de los suelos.

El lavado de las escorias de las minas, y los vertidos de aguas residuales mineras, pueden originar contaminaciones metálicas y ácidas muy acentuadas. En cualquier caso, son los vertidos al medio acuático los que representan el tipo más

visible de los impactos humanos sobre la calidad de las aguas.

CONTAMINANTES DEL MEDIO ACUÁTICO

Físicos:

- Color

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- Olor

- Grasas y aceites

- Espumas

- Temperatura

- Sólidos

Químicos:

- Materia orgánica

- pH

- Nitrógeno y fósforo

- Tóxicos e inhibidores

Biológicos

Los diferentes contaminantes que pueden estar presentes en el medio acuático se puedan clasificar de acuerdo con las alteraciones que producen en:

• Contaminantes físicos • Contaminantes químicos • Contaminantes biológicos

Hay que tener en cuenta que la presencia de un determinado compuesto químico en un agua residual, puede dar origen a diferentes efectos contaminantes. A continuación vamos a hacer una breve revisión de los principales contaminantes del medio acuático y los posibles efectos que pueden determinar en cada caso. Físicos: Son aquellos que modifican las características organolépticas del agua (color, olor, aspecto). Color

El color puede ser de origen natural o proceder de la contaminación. Así, en cauces sin presencia de agentes contaminantes externos, puede ocurrir que la existencia de materiales orgánicos naturales dé origen a una coloración amarillo-café y la presencia de fitoplacton a tonalidades verdosas.

La presencia de sólidos en suspensión con color da lugar al denominado COLOR APARENTE. Así, en aguas naturales el arrastre de arcillas origina un color marrón.

El COLOR REAL será el obtenido sobre una muestra filtrada, por la eliminación de sólidos en suspensión, siendo en este caso las aguas naturales prácticamente incoloras.

Las aguas residuales urbanas, si son de reciente origen (frescas), son de tonalidad marrón claro, oscureciéndose a medida que pasa el tiempo hasta convertirse en negras, debido a su descomposición biológica anaerobia. El color de las aguas industriales, dependerá del tipo de fabricación que se lleve a cabo en la industria, materias primas, etc. Así, las aguas procedentes de la fabricación de pasta de

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papel presentan una coloración blanquecina, siendo este un color aparente ya que es debido a la presencia de fibras de pasta (sólidos en suspensión). En los mataderos y en la fase de sacrificio, las aguas residuales son de tonalidad rojiza tanto mayor cuanto menor sea la recuperación de sangre, etc. La presencia de color en el medio acuático da lugar a efectos estéticos muy perjudiciales. Por otra parte, el color disminuye la transmisión de la energía solar en la masa de agua y en consecuencia el proceso autodepurador de la fotosíntesis. Olor El olor se produce por desprendimiento de gases de la masa del agua residual. Un aspecto particular del olor es que cantidades muy pequeñas de contaminantes pueden producir olores intensos, generalmente debido a la presencia de compuestos orgánicos volátiles en el agua. Las aguas residuales urbanas si son “frescas”, no tienen olores desagradables ni intensos. A medida que pasa el tiempo aumenta el olor, por desprendimientos de gases como sulfhídrico o compuestos amoniacales que se generan por descomposición anaerobia. En las aguas residuales industriales, el olor va a depender de los productos presentes en los procesos. Las aguas naturales tienen determinados olores, procedentes de las descomposiciones de productos naturales, desove de peces, etc. Grasas y Aceites Dentro de este grupo de contaminantes se incluyen todo tipo de aceites, ya sean de origen animal, vegetal o mineral. De estos últimos, destacan por su importancia los derivados del petróleo ya que además del efecto contaminante correspondiente, su presencia en los colectores puede dar lugar a atmósferas explosivas y/o tóxicas, por vaporización. Una característica de las grasas y aceites, es que pequeñas cantidades vertidas al cauce receptor, ocupan grandes superficies, debido a la tensión superficial de muchos de ellos.

Este contaminante tiene una gran importancia en aguas industriales como refino de petróleo, petroquímica, así como aquellos que utilicen disolventes, derivados del petróleo. En las en aguas residuales urbanas, sin componente industrial, su presencia es muy pequeña. Los efectos que determinan este grupo de contaminantes no se limitan a una alteración estética de la superficie del agua sino que también hay que tener en cuenta: • Un número importante de derivados del petróleo son tóxicos, impidiendo o

interfiriendo la actividad biológica, afectando al ecosistema del receptor. • Por otra parte las grasas y aceites impregnan las hojas o partes verdes de los vegetales

impidiendo la fotosíntesis. • Sobre las aves acuáticas, actúan disolviendo la grasa de sus plumones anulando su

flotabilidad, así como su transpiración. • Además, forman una barrera en la superficie del medio receptor que impide la

transferencia de oxígeno desde la atmósfera a la columna de agua. Espumas La aparición de espumas en un cauce receptor, es un efecto producido por la presencia de determinados contaminantes, que producen una disminución de la tensión superficial. Este tipo de efectos se ha incrementado notablemente en los últimos 20-30

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años, debido al empleo masivo en los hogares de compuestos tensoactivos, como detergentes, productos de limpieza etc. En las aguas residuales urbanas, la espumación es debida a la presencia de proteínas y detergentes, y en las aguas de procedencia industrial por tensoactivos, partículas sólidas muy finas, alcalinidad o salinidad elevada, etc. Sobre los efectos que determinan, además de los efectos estéticos muy perjudiciales, las espumas pueden determinar otras serie de efectos sobre el medio acuático: • Su presencia reduce la capacidad de autodepuración pues:

• Dificulta la transferencia de oxígeno desde la atmósfera. • Disminuye la energía solar que llega a la masa de líquido.

• Causa graves problemas en las plantas depuradoras de aguas al actuar negativamente sobre los procesos biológicos, interfiriendo igualmente en los sistemas de coagulación-floculación, así como en decantación.

Temperatura Las aguas residuales urbanas se encuentran generalmente a una temperatura entre 10 y 20ºC, siendo 15ºC un valor medio normal. La temperatura de las aguas residuales industriales dependerá del tipo de procesos utilizados (frios-calientes), así como del volumen de agua utilizado en los sistemas de refrigeración. Dos son los principales efectos determinados por las variaciones de temperatura en el medio acuático: • La solubilidad de los gases y por tanto la del oxígeno, disminuye de forma notable a

medida que aumenta la temperatura. Esto supone que las cantidades de este elemento fundamental para la presencia de vida en los cauces, se vea reducida y en consecuencia la cantidad y calidad de vida presente, de tal forma que un incremento de la temperatura en el cauce lleve consigo la desaparición de ciertas especies.

• Por otra parte al aumentar la temperatura, se incrementa la velocidad de las reacciones biológicas (de dos a tres veces por cada 10ºC), lo que implica que los procesos de biodegradación sea mas rápidos produciéndose, en consecuencia, un mayor consumo de oxigeno. Esto además coincide con una menor cantidad disponible de oxígeno, lo que puede dar lugar a la aparición de anaerobiosis en el cauce.

Sólidos Se podría definir la denominación genérica de "sólidos", como todos aquellos elementos o compuestos presentes en un agua residual y que no son agua ni gases. Cuando hablamos de contaminación por sólidos no se contemplan los efectos que dichos compuestos pueden transmitir al agua por su naturaleza, como toxicidad, inhibición, etc, sino aquellos asociados a la forma de presentarse. Entre los efectos más negativos de la presencia de sólidos en suspensión y coloides en un agua residual se encuentran: • Incremento de la turbidez y color del agua, produciendo color aparente y

disminuyendo el paso de la energía solar, lo que lleva consigo una disminución de la fotosíntesis • Depósitos sobre plantas y branquias de los peces, pudiendo llegar a originar su

muerte.

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• Depósitos por sedimentación, sobre el fondo de los cauces receptores, favoreciendo aparición de condiciones anaerobias si los sólidos son materia orgánica y dificultando la alimentación de determinadas especies piscícolas.

Por otra parte, la presencia de sólidos disueltos produce: • Aumento de la salinidad, lo que lleva consigo incrementos de la presión osmótica. • Variación en la solubilidad del oxígeno en el medio • Aunque los sólidos no sean tóxicos, pueden inducir la toxicidad de determinados

compuestos. Materia orgánica Los contaminantes orgánicos se dividen en dos grandes grupos: biodegradables y no biodegradable. La biodegradabilidad se define como la característica de determinados compuestos para poder ser utilizados por microorganismos como fuente de alimentación. La presencia de ambos tipos de materia orgánica se puede determinar a partir de dos parámetros: la demanda bioquímica de oxígeno o DBO, y la demanda química de oxígeno o DQO. La primera, DBO, es la forma de cuantificar la biodegradabilidad y se puede definir como la cantidad de oxígeno que precisan los microorganismos, para la degradación de la materia orgánica biodegradable existente en el agua residual, a través de procesos bioquímicos, en las condiciones de reacción específicas. Por su parte la DQO es la cantidad de oxígeno que se precisaría para la oxidación de la materia orgánica por medio de reactivos químicos.

En lo que respecta a los efectos que determinan, también es preciso diferenciar el contenido en materia biodegradable y no biodegradable. • La presencia de materia orgánica biodegradable en un vertido, conlleva su

biodegradación natural en el cauce receptor con el consumo de oxigeno del medio. Por otra parte en la reacción de biodegradación se forman nuevos microorganismos, lo que supone un mayor consumo. De esta forma, ante un vertido significativo, la disminución de oxigeno en el cauce puede llegar a ser tan importante que desaparezca este compuesto del medio y como consecuencia toda forma de vida aerobia en el receptor.

• La presencia de materia orgánica no biodegradable, por esta misma condición, no puede ser eliminada de los cauces por medios naturales, permaneciendo en los mismos, con lo que el deterioro de la calidad del agua es permanente.

pH El valor del pH es un parámetro de gran importancia para determinar la calidad de un agua residual, debido a que el rango en el cual se desarrollan los procesos biológicos corresponde a un intervalo estrecho y crítico, no existiendo vida en valores fuera del mismo, por desnaturalización de las proteínas. El valor óptimo para el desarrollo de la muchas formas de vida acuática oscila entre 7,5-8,0. Igualmente la toxicidad de determinados productos químicos se ve afectada por el pH del agua, como ocurre con el amoníaco. Por otra parte hay que considerar que a pH ácidos, el agua ataca a los elementos metálicos, como estructuras, que puedan estar presentes en el cauce receptor.

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Las aguas residuales urbanas, generalmente son ligeramente alcalinas 7,5-8,0 (valor optimo para el desarrollo de la vida). En las aguas de procedencia industrial, el pH estará en función de los productos fabricados, materias primas, etc. Los efectos se pueden resumir en: • Vertidos ácidos o alcalinos van a provocar la desaparición de la vida, al no existir esta

fuera de un rango relativamente estrecho de pH. • La acidez o alcalinidad del agua puede incrementar la toxicidad de ciertos compuestos. Nitrógeno y fósforo

El nitrógeno y el fósforo, en forma de diferentes sales, son esenciales para la vida en pequeñas concentraciones, ya que entran a formar parte de la estructura química de las proteínas, siendo en consecuencia necesaria su presencia en los procesos biológicos. En las aguas residuales urbanas ambos elementos son abundantes, en forma de fosfatos, nitratos, amonio y formando compuestos orgánicos más o menos complejos, procedentes de las heces humanas, desechos y productos de limpieza. En aguas industriales su presencia va a estar motivada por los productos fabricados. La presencia en el vertido de cantidades importantes de derivados de nitrógeno y fósforo, producen la eutrofización del cauce, o lo que es lo mismo, un crecimiento desmesurado de algas, sobre todo cuando la masa de agua se remansa, por ejemplo en lagos o pantanos. La eutrofización del cauce, lleva consigo la disminución espacial o temporal del oxígeno disuelto en el agua, debido a:

• La gran demanda de este elemento que supone la presencia de las algas muertas y depositadas en el fondo.

• La oscuridad y opacidad que producen en el agua, y que supone una disminución de la energía solar disponible.

Esta disminución de oxígeno se ve agravada en periodos nocturnos, en donde no se produce la fotosíntesis que compense los procesos de consumo de oxígeno Tóxicos e inhibidores Con esta denominación nos referimos tanto a los compuestos químicos que presentan un cierto nivel de toxicidad en el medio acuático como a aquellos que inhiben el desarrollo o reproducción de seres vivos.

• Cationes: los más importantes son los metales pesados, debido a que por los procesos de bioacumulación a lo largo de la cadena alimenticia, pueden dar lugar a concentraciones tóxicas para los consumidores finales, generalmente la especie humana. Dentro de éstos se encuentran: plomo, cobre, mercurio, cromo o arsénico

• Aniones: por su toxicidad elevada destacan cianuros, cromatos, fluoruros y sulfuros

• Son también contaminantes clasificados en este grupo compuestos como: plaguicidas, fungicidas, bactericidas, derivados clorados, etc, .pues presentan una toxicidad elevada.

Contaminantes biológicos Independientemente de la introducción de especies animales o vegetales en un cauce, la contaminación biológica más importante es la introducción en los cauces

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receptores de gérmenes patógenos, entendiendo por tales aquellos capaces de transmitir enfermedades al género humano. Esta es una contaminación típica de las aguas residuales urbanas. Por otra parte hay que considerar que el agua es un medio muy importante de transmisión de enfermedades y que una parte elevada del agua de captación de los municipios procede de ríos, pantanos, etc. siendo en consecuencia imprescindible su potabilización, que incluye, entre otros procesos, la desinfección antes de ser suministrada a la población.

PROBLEMÁTICA DERIVADA DE LA CONTAMINACION DEL MEDIO ACUATICO

La problemática de la contaminación del medio hídrico ha alcanzado unos límites máximos a lo largo del último siglo, debido fundamentalmente al gran crecimiento industrial, así como la evolución demográfica de la población, viéndose agravado el problema por la concentración tanto industrial como humana en áreas delimitadas.

Hasta hace relativamente poco tiempo, los vertidos producidos por los asentamientos de población y por la escasa industria existente, podía ser asimilada por los cauces receptores, de tal forma que a través de los procesos de autodepuración natural de las aguas, en espacios y tiempos delimitados, las aguas volvían a adquirir unas características lo suficientemente aceptables como para poder ser reutilizadas por otros posibles usuarios del cauce público. En la actualidad, los vertidos producidos son de tal importancia que, en muchos casos, la capacidad de autodepuración del cauce no es suficiente, deteriorándose de tal forma, que llega a desaparecer la vida en el cauce o la calidad del agua es tan baja que impide su reutilización posterior.

Hay que tener en cuenta que a lo largo de un río, el agua va a ser utilizada por múltiples usuarios con diferentes fines, entre los que se encuentran el consumo humano, aportación a industrias, riego o simplemente para fines recreativos, por lo que la presencia de contaminación en un punto determinado puede deteriorar la calidad aguas abajo que no permita su reutilización. Entre los efectos nocivos que la polución de un cauce produce son de destacar: • Propagación de enfermedades transmisibles por vía hídrica. Es importante tener en

cuenta que en los países denominados del "tercer mundo" el 80% de las enfermedades y el 30% de los fallecimientos se producen por enfermedades transmitidas por el agua, al consumir las mismas de forma inadecuadamente tratadas.

• Acción tóxica y carcinogénica. • Inutilización para uso humano directo posterior o muy difícil de potabilizar, o con

costes muy elevados. • Incidencia sobre la producción de productos alimenticios o simplemente su inutilizaron

para riego. • Reducción de las posibilidades de su empleo industrial y agropecuario posterior. • Limitación del uso del agua con fines recreativos.

1.1.3 Las nuevas tendencias. El medio ambiente como oportunidad de negocio.

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Tradicionalmente uno de los factores que más han impulsado la protección medioambiental en las empresas de nuestro país ha sido la existencia de una extensa y compleja legislación en esta materia. De este modo, la actuación en este frente por parte de los sectores económicos ha sido eminentemente reactiva, atendiendo demandas concretas de la Administración ambiental y, en general, ante situaciones de degradación medioambiental clara, cuando la solución a los problemas pasaba por procesos de recuperación o corrección. Pero en los últimos tiempos, son cada vez más las empresas que tienen un enfoque de sus aspectos ambientales desde un punto de vista preventivo, buscando, incluso, ventajas competitivas al reconocer y responder proactivamente a estas nuevas demandas de la sociedad.

De este modo, inevitablemente, la empresa está obligada a desarrollarse en este doble ámbito que, por una parte, supone el necesario cumplimiento de unas obligaciones legales complejas y exigentes y, por otra, estimula la búsqueda de las ventajas que proporciona la utilización de las diferentes herramientas de la correcta gestión ambiental. Dentro de este último ámbito, son cada vez más las empresas que aceptan el reto del medio ambiente como una oportunidad de negocio. Esta nueva visión servirá para identificar nuevas oportunidades de mercado y mejorar la competitividad de sus productos y servicios.

Así, la preocupación por el medio ambiente está propiciando el desarrollo de una empresa que atiende a una nueva filosofía que potencia de forma simultánea los intereses económicos y los ambientales. Gran número de entidades en todo el mundo comienzan a integrar en sus políticas estos principios, con objeto de materializar de una forma práctica y viable económicamente el concepto de “desarrollo sostenible”. Así, son muchas las acciones que para conseguir este objetivo ponen en práctica cada vez más empresas. Entre estas acciones se pueden destacar:

ACCIONES MEDIOAMBIENTALES EN LA EMPRESA

- Evaluación de las repercusiones sobre el medio ambiente de su actividad.

- Vigilancia y control de los aspectos que repercuten sobre el medio ambiente.

- Actuaciones de prevención y minimización de elementos residuales.

- Adopción de medidas correctoras de la contaminación cuando las preventivas no sean suficientes.

- Establecer una estrategia medioambiental, plasmada en objetivos, metas y programa de actuaciones, sensibilización y formación del personal y, en general, considerar las cuestiones medioambientales como un elemento más dentro del sistema de gestión general de la empresa.

1.2 Factores que impulsan la Protección Medioambiental Como ya se avanzó en la introducción, existen requerimientos legales de carácter obligatorio que estimulan a las empresas a adoptar medidas de protección ambiental. El origen de la legislación que regula los aspectos ambientales de las empresas, sus características y áreas de interés se comentarán en la primera parte de este

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capítulo. Como complemento a esta información se mencionarán aquellos instrumentos voluntarios, algunos regulados legalmente, que van a facilitar introducir en las empresas sistemas que permitirán mantener controlados sus efectos medioambientales e implantar modos de actuación que mejorarán su competitividad.

1.2.1 Normativa legal ambiental. Marco, Obligaciones y Responsabilidades.

1.2.1.1 Introducción En 1.978 se promulga la Constitución Española como norma suprema reguladora de todas las cuestiones que afectan al funcionamiento de nuestro país. La Constitución Española en su Artículo 45 establece el reconocimiento constitucional del “derecho” a disfrutar de un Medio Ambiente adecuado y el “deber” de conservarlo. Este Articulo queda redactado en 3 apartados. A continuación se refleja el mismo con un comentario de cada uno de estos apartados:

1.- “Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo.

Este primer apartado establece una clara contraposición entre el derecho de todo ciudadano a disfrutar de un medio ambiente adecuado y su obligación a contribuir a su preservación.

2.- Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.

En este segundo apartado el legislador se dirige a los Poderes Públicos (constituidos por las tres Administraciones: Estatal, Autonómica y Local) a quien les encomienda la tarea garantizar una utilización racional de los recursos, lo que les confiere la capacidad de intervenir cuando sea preciso. Así mismo, se hace un nuevo llamamiento a la colectividad para que apoyen a los poderes públicos en la tarea de velar por la protección del medio ambiente (idea que se expresaba en el primer párrafo)

3.- Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar el daño causado”.

Por último, en el tercer apartado, encuentra todo su fundamento el sistema de responsabilidades que pueden derivarse de las agresiones al medio ambiente: la Responsabilidad Administrativa, Penal y Civil.

Posteriormente, a partir de 1.986, el ingreso de España en las Comunidades Europeas (hoy Unión Europea) conlleva importantes cambios desde el punto de vista jurídico. Entre el fin de 1.985 y principio de 1.986 existe una gran diferencia en cuanto a la legislación vigente, ya que el 1 de enero de 1.986, y como consecuencia de la adhesión de España a la CECA, EURATOM y CEE, entraba en vigor todo el derecho comunitario promulgado hasta ese momento (matizado por los periodos transitorios pactados entre las autoridades españolas y comunitarias). Esto supuso uno de los mayores cambios de ordenamiento jurídico experimentados en nuestro país, ya que “de la noche a la mañana” se heredaban varios cientos de disposiciones legales promulgadas por las Comunidades Europeas desde su constitución. En los referente al medio

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ambiente, las Comunidades Europeas ya contaban con un gran número de disposiciones legales reguladoras de cuestiones ambientales. Desde entonces España se ha visto obligada a realizar un enorme esfuerzo por dictar normativa interna que desarrollara el contenido de estas disposiciones europeas.

La incorporación en la Unión Europea ha supuesto uno de los mayores cambios de ordenamiento jurídico experimentados en nuestro país.

Compartimos con el resto de los países de la Unión Europea muchos aspectos y requerimientos en relación con la legislación medioambiental.

1.2.1.2 Evolución de la Política protectora del Medio Ambiente en la Unión Europea A través de los Tratados de Roma, firmados en marzo de 1.957, se constituyen la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM). En ninguno de estos tratados originarios se incluyó referencia alguna a cuestiones ambientales.

A finales de los años sesenta y principios de los setenta se producen los primeros actos legislativos en materia de medio ambiente por parte de las instituciones comunitarias. En este periodo surgen diferentes disposiciones en relación con la contaminación provocada por vehículos a motor y control de sustancias peligrosas. Son normas sueltas, no obstante empieza a forjarse una Política Ambiental dentro de la CEE, que encontrará su expresión en los diferentes programas de acción comunitaria en materia de medio ambiente (PACMAS) que se comentarán posteriormente.

El 1 de julio de 1.987, entraba en vigor el Acta Unica europea, por la que se modificaba el Tratado. Aunque el objetivo que persigue es la consecución de un mercado único, en lo relativo al tema ambiental se incorpora un título dedicado a definir la política ambiental comunitaria. De este modo, el Acta Unica marco el inicio del cambio de mentalidad respecto a cuestiones medioambientales.

En 1.992 y 1.993 se produjeron una serie de acontecimientos que han tenido una trascendencia fundamental para la política medioambiental comunitaria. La firma del nuevo Tratado de la Unión en Maastricht (febrero, 1.992), la celebración de la Conferencia de las Naciones unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo en Río de Janeiro (junio, 1992) y la aprobación del V Programa de Acción Comunitaria en materia de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (febrero, 1.993).

El Tratado de la Unión de Maastricht establece los principios en que debe basarse la aplicación de la política ambiental de la Unión Europea:

- Principio de cautela

- Principio de acción preventiva

- Principio de corrección de los atentados al medio ambiente, preferentemente en la fuente misma

- Principio de quien contamina paga

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El nuevo Tratado de Ámsterdam (octubre, 1.997) continúa la progresiva evolución de las comunidades Europeas hacia un mayor compromiso con la protección del medio ambiente.

En relación con los diferentes Programas de Acción Comunitaria en materia de Medio Ambiente (PACMA), en la tabla siguiente se reflejan sus periodos y los aspectos más destacables, pudiéndose observar los cambios de tendencias desde su inicio hasta nuestros días.

PROGRAMAS COMUNITARIOS EN MATERIA DE MEDIO AMBIENTE

1º PACMA (1973-1977): Su aprobación constituyó un éxito en sí como intento de subsanar el vacío normativo existente. En él se recogen los objetivos, principios básicos y acciones a seguir orientadas fundamentalmente a responder a los graves problemas de contaminación existentes.

2º PACMA (1977-1981): Se trata más bien de una prolongación del primero (mantiene sus objetivos y principios básicos), si bien presenta ciertas diferencias en cuanto a su estructura y redacción. Estas diferencias se traducen en una mayor concreción de las medidas que en él se plantean, aunque sin atreverse a establecer plazos concretos para su consecución.

3º PACMA (1.982-1986): Continuó la línea fijada en los dos anteriores aunque incorporó los aspectos económicos y sociales de la política medioambiental, instauró el principio de prevención en un texto legal (Directiva de Evaluación de Impacto Ambiental) y contempló la necesidad de integrar la política medioambiental en el resto de políticas comunitarias.

4º PACMA (1.986-1.992): Parte de una posición radicalmente diferente a los anteriores. Su inicio coincide con la entrada en vigor del Acta Unica Europea (1 de julio de 1.986), en la que se estableció la base jurídica para el desarrollo de una política medioambiental comunitaria. Este nuevo enfoque se basa en:

- Integración de las diferentes políticas comunitarias con la política medioambiental.

- Elaboración y aplicación eficiente de la legislación ambiental.

- Mejora del acceso a la información medioambiental

- Impulso de las actividades de investigación y desarrollo en esta materia

- Uso de incentivos económicos para apoyar las actuaciones de protección ambiental.

5º PACMA (1.993-2000): Se materializa una mayor responsabilidad asumida por la Unión Europea, como consecuencia del aumento de la sensibilidad ciudadana hacia los problemas del medio ambiente, así como por la mayor conciencia de la dimensión transfronteriza de los mismos. Como novedad más relevante se puede resaltar un cambio de estrategia respecto a los anteriores programas basada en el principio de prevención y dirigida a la consecución del desarrollo sostenible.

Este programa selecciona cinco sectores prioritarios por su significativo impacto ambiental (industria, energía, transporte, agricultura y turismo) y a ellos dirige sus medidas.

Por último el 5º PACMA hace un llamamiento a que se utilicen diferentes instrumentos (los

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anteriores programas recurrieron casi exclusivamente a instrumentos legislativos) que pueden contribuir a lograr una política medioambiental eficaz, como son los instrumentos de mercado, de apoyo y mecanismos de asistencia financiera.

En la actualidad existe el sexto Programa de Acción Comunitaria, “Medio Ambiente 2.010: El futuro está en nuestras manos” (Decisión 1600/2002 de 22 de julio de 2002), que marcará las líneas directrices de la política europea en esta materia en las siguientes áreas prioritarias:

- Cambio climático - Naturaleza y biodiversidad - Medio ambiente, salud y calidad de vida - Uso y gestión sostenibles de los recursos naturales y residuos - Cuestiones internacionales

Como objetivos de esta propuesta están, entre otros, el avance en las políticas para el cumplimiento de la legislación y el estímulo de la participación de todas las partes interesadas.

1.2.1.3 Fuentes de normativa legal y marco competencial La necesidad de abordar ciertos problemas medioambientales desde un punto de vista transnacional, la incorporación de España en la Unión Europea y lo establecido por la constitución Española en relación con la distribución de competencias sobre legislación y gestión en materia de protección ambiental entre las distintas Administraciones Públicas (estatal, autonómica y local), hace que existan cinco niveles productores de normativa ambiental.

a.- Nivel Internacional: Muchos problemas medioambientales deben ser abordados jurídicamente mediante tratados o convenios internacionales por su carácter global o supranacional. En estos Convenios los países implicados establecen unos compromisos en a la hora de abordar soluciones conjuntas. Una vez ratificados por los estados estos Convenios adquieren el carácter de derecho nacional positivo. Existen muchos aspectos medioambientales regulados a través de Convenios Internacionales, entre ellos podemos citar la fabricación y utilización de sustancias que afectan a la capa de ozono estratosférica, emisiones que producen cambio climático, protección de los mares, comercio de especies amenazadas, etc.

b.- Nivel Comunitario: Con el objetivo para establecer requisitos mínimos en materia ambiental y uniformizar jurídicamente estas cuestiones en los países miembros, la Unión Europea puede adoptar diferentes normas. Estas disposiciones emitidas a nivel comunitario son la fuente principal de normativa medioambiental. Estas normas comunitarias, en función de sus características pueden ser:

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Reglamentos: Son normas de carácter general (dirigidos a todos los Estados miembros), obligatorias en todos sus aspectos (fines y medios) y de aplicación directa (sin necesidad de ser desarrollados a través de normas de derecho interno y desde la misma fecha que determina el propio reglamento o, en su defecto, transcurridos 20 días desde su publicación en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas).

Directivas: La mayor parte de la legislación medioambiental de la Unión Europea se emite en este tipo de norma. Son normas de carácter general, pero no son directamente aplicables (necesitan que los Estados incorporen su contenido mediante normas de derecho interno). Estas normas son vinculantes en cuanto a los fines pero se otorga libertad a los Estados para adoptar los medios que se consideren adecuados para su consecución.

Decisiones: Son disposiciones directamente aplicables (no necesitan de transposición), obligatorias en fines y medios, pero vinculantes para destinatarios concretos (uno o varios Estados y/o particulares). En el área medioambiental suelen adoptarse para la firma de Acuerdos Internacionales o desarrollar requerimientos contenidos en Reglamentos o Directivas.

Recomendaciones, Comunicaciones y Dictámenes: Son disposiciones complementarias sin poder vinculante. Sus objetivos suelen ser sugerir determinadas indicaciones, informar o evaluar situaciones existentes.

En la siguiente tabla se resumen las características de los diferentes tipos de Normas de Derecho Comunitario.

ALCANCE OBLIGATORIEDAD APLICABILIDAD

REGLAMENTOS General Total

(fines y medios)

Directa

DIRECTIVAS General Parcial

(fines: Sí, medios: No)

Necesitan ser transpuestas

DECISIONES Concreto Total Directa

RECOMENDACIONES Y COMUNICACIONES

General y/o particular

Escaso valor jurídico -

Fuente: Introducción al Derecho del Medio Ambiente. Paz Vizcaino

c.- Nivel Estatal: El Estado Español ostenta de forma exclusiva la facultad de elaborar la legislación básica en materia de medio ambiente. Esta facultad la ejerce a través de diferentes instrumentos normativos. A continuación se reflejan los más utilizados:

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Leyes: Disposiciones de carácter general (todo el territorio español) en donde se establecen las líneas directrices que regirán las cuestiones ambientales en nuestro país. Son aprobadas por el Parlamento y suelen ser desarrolladas a través de posteriores reglamentos.

Real Decreto: Entre otras cosas, aprueban los reglamentos. Estos desarrollan el contenido de las leyes y son aprobadas por el Gobierno Central.

Ordenes Ministeriales: Son disposiciones legales emitidas por un Ministerio respecto a la materia en que es competente.

d.- Nivel Autonómico: Todas las Comunidades Autónomas ostentan competencias para desarrollar legislación básica del Estado o establecer normas complementarias en materia de medio ambiente. Las disposiciones autonómicas son sólo aplicables en el territorio de la Comunidad autónoma y su contenido deberá ser igual o más restrictivo que lo dispuesto en las normas básicas estatales. Los instrumentos normativos utilizados son Leyes Autonómicas, Decretos y Ordenes . Sus características son similares a las de las normas estatales equivalentes, teniendo en consideración el menor nivel legislativo.

e.- Nivel Municipal: Los Ayuntamientos también cuentan con competencias legislativas dentro de su término municipal. La extensión de estas competencias dependerán del tamaño del municipio. En materia de medio ambiente diversas cuestiones suelen estar reguladas por las Entidades Locales a través de Ordenanzas Municipales, que deben estar en consonancia con la normativa nacional y autonómica. Es el caso del ruido, los usos del suelo, autorizaciones de actividades clasificadas, redes de saneamiento, residuos sólidos urbanos, etc.

1.2.1.4- Legislación Medioambiental Sectorial Muchas son las normas que regulan las diferentes materias medioambientales que pueden afectar a una empresa. Estas disposiciones se pueden agrupar por los elementos regulados (aguas residuales, residuos, emisiones a la atmósfera, etc), constituyendo los grandes bloques normativos sectoriales. Otra forma de clasificación puede ser el de considerar la legislación medioambiental según sus diferentes fines. Estos fines pueden ser de distinto carácter:

• Preventivo de la contaminación o deterioro ambiental

• De gestión de la contaminación

• De represión de las actividades de degradación

A continuación se reflejan los principales sectores de interés dentro de cada uno de los enfoques señalados:

Preventivo: En las disposiciones de carácter preventivo se establecen reglas para la implantación y desarrollo de determinadas actividades potencialmente impactantes sobre el medio. En este sentido, derivado de las nuevas políticas, casi toda la normativa generada en los últimos tiempos tiene elementos con este enfoque preventivo. No obstante, dentro de la legislación con un único fin de prevención de la degradación ambiental podemos hacer referencia a la relacionada con:

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Actividades clasificadas.

Actividades sometidas a evaluación de impacto ambiental

En un término intermedio entre este enfoque y la gestión de la contaminación encontramos normativa relacionada con la prevención y control integrado de la contaminación (IPPC)

Gestión: Son un conjunto de normas que tratan de regular las actividades de producción de la contaminación, estableciendo normas para su control, aceptando la imposibilidad de la no generación de contaminación. Su objetivo es la gestión de los elementos contaminantes para producir el menor daño ambiental aceptable. Esta normativa también trata de definir esos niveles de “aceptabilidad”, estableciendo en muchos casos límites de emisión de contaminación y objetivos de calidad medioambiental.

En este grupo normativo podemos encontrar la mayoría de las disposiciones legales, que tratan los siguientes aspectos:

Contaminación atmosférica

Contaminación sonora

Gestión de residuos y contaminación de los suelos

Contaminación de las aguas

Represión: Por último, podemos encontrar disposiciones (algunas complementan normativa anteriormente señalada) cuyo fin es tipificar y sancionar conductas o actividades que dañen o pongan en una situación de riesgo al medio ambiente o establecer la obligación de reparar los daños producidos. 1.2.1.4.1.- Requisitos en el ámbito medioambiental de obligado cumplimiento.

En este punto se va a realizar un repaso general de estos requisitos legales en los diferentes ámbitos medioambientales que pueden afectar a las actividades industriales. Atmósfera

En el ámbito de la contaminación atmosférica de origen industrial la normativa de aplicación establece diversas obligaciones a cumplir por aquellas actividades calificadas como potencialmente contaminadoras de la atmósfera entre las que cabe mencionar:

Autorización de puesta en marcha. Las actividades potencialmente contaminadoras de la atmósfera deben disponer de la correspondiente autorización administrativa para su puesta en marcha. Inspecciones periódicas. Las actividades potencialmente contaminadoras de la atmósfera tienen La obligación de ser inspeccionadas por un OC con una periodicidad variable en virtud de su clasificación oscilando entre al menos una vez cada dos años para las actividades del grupo A, una vez cada tres años las del grupo B y una vez cada cinco años las del grupo C.

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Autocontroles. Está establecida la obligación de efectuar autocontroles de las emisiones de esta actividades, si bien únicamente se especifica la periodicidad de dichos autocontroles para la actividades clasificadas en el grupo A: como mínimo cada quince días. Acondicionamiento de focos emisores. Para la realización de los controles, los focos emisores deben encontrarse convenientemente acondicionados según lo especificado en la normativa de aplicación.

Cumplimiento de niveles de emisión. Tanto en las inspecciones como en los autocontroles debe comprobarse el cumplimiento de los niveles de emisión aplicables. Libro de Registro. Las instalaciones industriales correspondientes a actividades clasificadas como potencialmente contaminadoras de la atmósfera deben llevar un libro-registro ajustado a modelo oficial, foliado y sellado por el órgano autonómico con competencias. Existen dos tipos de Libros, uno correspondiente a instalaciones de combustión y otros a procesos industriales. Cumplimiento de niveles de inmisión. Las actividades potencialmente contaminantes deben respetar los niveles de referencia de calidad del aire en situación admisible. Ruido. Cumplir con los objetivos de calidad acústica en ambientes exteriores o interiores. Estos normalmente viene marcados en función del horario y la sensibilidad acústica de la zona (residencial, industrial, etc). Facilitar tareas de inspección. los titulares de actividades calificadas como potencialmente contaminadoras de la atmósfera deben facilitar en todo momento los actos de inspección y de comprobación que los inspectores de las Corporaciones Locales o del organismo autonómico competente. Aguas En el ámbito del control de vertidos de aguas residuales la normativa de aplicación establece diversas obligaciones a cumplir por los titulares de los mismos entre las que cabe indicar:

Autorización de vertido. Una de las obligaciones reflejadas en la normativa es la de disponer de Autorización de Vertido concedida por el Organismo competente en función del destino de dicho vertido. Sistema de vigilancia y control. Tanto en la normativa legal como en la propia autorización de vertido se establece la obligación de control del vertido con una periodicidad determinada, incluyendo habitualmente en dicho control tanto parámetros físico-químicos como medida de caudal. Declaraciones periódicas. Los resultados del control del vertido debe ser comunicado al Organismo competente en virtud de donde se efectúe el vertido con la periodicidad marcada por la normativa legal o por la propia autorización de vertido.

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Además de la declaración periódica sobre las características del vertidos, en el caso de que éste se produzca a aguas continentales debe efectuarse igualmente una declaración anual sobre incidencias en las instalaciones de depuración que debe remitirse a la correspondiente Confederación Hidrográfica

Cumplimiento de límites de emisión Tanto en la legislación aplicable como en la autorización de vertido se establecen la obligación de cumplir con los límites establecidos. Hay que tener en cuenta que dichos límites pueden referirse tanto al vertido de forma directa, denominándose en este caso como límites de emisión, como de forma indirecta mediante limitación en el medio receptor, y hablamos en este caso de objetivos o normas de calidad.

Pago de canon o tarifa por verter (control de vertido o saneamiento) Los titulares de vertidos, tanto al medio ambiente como a los sistemas de saneamiento deben pagar un canon destinado a la protección y mejora del medio receptor de vertidos –Canon de vertido o de control de vertido- o para depurar los vertidos industriales en las instalaciones de saneamiento y depuración –tarifa o canon de saneamiento- Facilitar tareas de inspección. Los titulares de vertidos de aguas residuales deben facilitar en todo momento los actos de inspección y de comprobación que los inspectores de los Organismos competentes. Residuos y suelos En la normativa legal aplicable a residuos se establecen diferentes obligaciones para los titulares de las actividades que los generan, principalmente para productores de residuos peligrosos. Seguidamente comentamos los puntos más significativos:

Clasificación de residuos. El primer paso en la gestión de los residuos generados en una determinada actividad es proceder a su correcta clasificación en función de sus características y de lo establecido al respecto en la normativa de aplicación. Autorización como productor de residuos peligrosos. La primera de las obligaciones reflejadas en la normativa aplicable a actividades productoras de residuos peligrosos es la de disponer de la correspondiente autorización para la instalación, ampliación o reforma como industria generadora de residuos peligrosos, concedida por el órgano autonómico con competencias en materia medioambiental. Cuando se generan menos de 10 Tm/año de residuos peligrosos no será necesario esta autorización pero sí la inscripción en el Registro de Pequeños Productores de la Comunidad Autónoma en la que se ubique la actividad. Envasado y etiquetado. Los residuos peligrosos deben ser envasados y almacenados correctamente. De forma muy general, las normas a cumplir se concretan en la utilización de envases y cierres adecuados (herméticos, sólidos, resistentes, ...), convenientemente etiquetados (figurando código de identificación de los residuos, identificación del titular, fecha de envasado, naturaleza de riesgos) y almacenados en condiciones idóneas (evitando riesgos, separando residuos de diferente naturaleza, ...), durante un periodo de tiempo inferior a los 6 meses en zonas habilitadas al efecto (convenientemente delimitadas y señalizadas, manteniéndose separados de otros tipos de almacenamiento). Registro de residuos peligrosos

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Es preciso cumplimentar y mantener actualizado un registro de los residuos peligrosos producidos en el que consten su origen, cantidad, naturaleza y código de identificación, fecha de cesión de los mismos, fecha inicial y final de almacenamiento, frecuencia de recogida y medio de transporte y pretratamientos realizados en su caso. Gestor autorizado. La retirada de los residuos peligrosos generados debe efectuarse por gestor autorizado, contando con un transportista también autorizado para realizar esta operación, y cumplimentando y archivando la documentación que se genera según lo reflejado en la normativa y que se recoge en el punto siguiente. Así mismo, los productores de residuos no peligrosos deben entregarlos a las Entidades locales o a un gestor autorizado según la normativa específica que aplique..

Documentación relacionada con la gestión. En la normativa aplicable a la gestión de residuos peligrosos se establecen diferentes obligaciones relacionadas con la cumplimentación y posterior archivo de diversos documentos, unos relativos a la aceptación de los residuos por parte del gestor (solicitud de admisión y documento de aceptación), otros a la transferencia de titularidad de los residuos y a su traslado (notificación previa de traslado y documento de control y seguimiento). Declaración anual. Anualmente los productores de residuos peligrosos deben realizar la declaración anual al órgano competente de la Comunidad Autónoma, en donde se incluya información sobre el origen y cantidad de los residuos generados, el destino dado a cada uno de ellos y la relación de los que se encuentren almacenados temporalmente, así como las incidencias relevantes acaecidas en el año inmediatamente anterior. Esta obligación no es aplicable a los pequeños productores de residuos de peligrosos. Estudio de Minimización. En el Real Decreto 952/1997 se establece que los productores de residuos peligrosos deben elaborar y remitir a la Comunidad Autónoma correspondiente un estudio de minimización de dichos residuos en un plazo no superior a cuatro años a contar desde la entrada en vigor de dicho Real Decreto. Inspección. Los productores de residuos peligrosos están obligados a facilitar las actividades de inspección efectuadas por las autoridades, a fin de permitirles exámenes, controles, encuestas, tomas de muestras y recogida de información. Al respecto de la toma de muestras hay que indicar que en la normativa también se indica que las instalaciones deben encontrarse convenientemente acondicionadas para permitir la realización de mediciones y tomas de muestras representativas.

Obligaciones y responsabilidades en relación con los suelos. La Ley 10/1998 establece diferentes obligaciones y responsabilidades relacionadas con la contaminación de suelos.

La declaración de un suelo como contaminado obligará a realizar las actuaciones necesarias para proceder a su limpieza y recuperación, en la forma y plazos en que determinen las respectivas Comunidades Autónomas. Estarán obligados a realizar estas operaciones, previo requerimiento de las Comunidades Autónomas los causantes de la contaminación, que cuando sean varios responderán de estas

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obligaciones de forma solidaria y, subsidiariamente, por este orden, los poseedores de los suelos contaminados y los propietarios no poseedores. La transmisión del título del que trae su causa la posesión o el mero abandono de la posesión, no eximen de dichas obligaciones.

La declaración de un suelo como contaminado podrá ser objeto de nota marginal en el Registro de la Propiedad, a iniciativa de la respectiva Comunidad Autónoma. Esta nota marginal se cancelará cuando la Comunidad autónoma correspondiente declare que el suelo ha dejado de tener tal consideración.

Los propietarios de las fincas en las que se haya realizado alguna actividad potencialmente contaminadora del suelo estarán obligados, con motivo de su transmisión, a declararlo en escritura pública. Este hecho será objeto de nota marginal en el Registro de la Propiedad.

Los titulares de dichas actividades deberán remitir periódicamente a la Comunidad Autónoma correspondiente informes de situación, en los que figuren los datos relativos a los criterios que sirvan de base para la declaración de suelos contaminados, es decir, las concentraciones de los contaminantes a comparar con los niveles de referencia.

Los titulares de actividades potencialmente contaminadoras de los suelos deben remitir periódicamente a la Admón.. informes de situación del suelo (R.D. 9/2005)

1.2.2 Normativa Ambiental Voluntaria Como complemento a los tradicionales instrumentos jurídicos de carácter obligatorio en relación a cuestiones medioambientales y como consecuencia de las nuevas tendencias de la Unión Europea en los últimos tiempos han surgido otros mecanismos de carácter voluntario. Estos sistemas tratan de potenciar el respeto al medio ambiente de las empresas o sus productos a través del mercado. Entre estos instrumentos de mercado se pueden incluir aquellos que van a avalar un correcto manejo del factor ambiental en las empresas como son los Sistemas de Gestión y Auditoría Medioambiental (EMAS) y aquellos que garantizan la puesta en el mercado de productos que en su producción y uso respetan el medio ambiente (Etiqueta Ecológica)

A esta normativa legal voluntaria podemos añadir otra sin carácter legal pero con los mismos fines, derivadas de Organismos Internacionales de Normalización, como son las normas de gestión medioambiental de la serie ISO 14.000.

Por último, son cada vez más los sectores económicos que establecen acuerdos y compromisos entre sus integrantes con fines medioambientales, adelantándose a aquellos requerimientos impuestos de forma obligatoria.

Todos estos mecanismos voluntarios, además de tener como consecuencia prepararse para un futuro contexto cada vez más exigente, suponen grandes ventajas que derivarán en un aumento de la competitividad. Entre estos beneficios podemos señalar:

- Reducir costes por unidad de producto

- Mejorar sus relaciones con clientes y su cuota de mercado

- Simplificar procesos y procedimientos

- Aprovechar elementos residuales

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- Llevar a cabo el desarrollo de nuevos productos y servicios

- Implantar mejoras de calidad de productos existentes

- Mejorar su acceso a la financiación

- Incrementar su capacidad de cambio

- Facilitar las relaciones con la Administración

- Racionalizar y mejorar su política de proveedores

- Liderar un proceso de mejora continua

- Poseer una importante herramienta de motivación de sus empleados y consolidación de su política corporativa

- Reducir riesgos ambientales y derivados del incumplimiento legal.

Debido a la importancia para la empresa de estas herramientas voluntarias de gestión medioambiental se dedicará el siguiente tema a su profundización.