divos de hoy MARÍA BAYO ES MÉLISANDE EN BARCELONA

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Vuelve con Pelléas et Mélisande al Liceu la soprano navarra María Bayo, una de las pocas can-tantes que puede presumir de haber adquirido carta de naturaleza en el teatro barcelonés por la regularidad de sus apariciones y por el evidente aprecio de que goza por parte del público. Si en el Teatro Real de la capital de España ha podido imponer su clase en papeles como la Rosina de Il barbiere di Siviglia o la Nedda de Pagliacci, el coliseo de las Ramblas evoca aún con delectación su reciente Micaëla de Carmen o la deslumbrante protagonista de Les mamelles de Tirésias que le permitió utilizar hasta el límite todas sus posibilidades de cantante y de actriz. La emisión de María Bayo se caracteriza por la luminosidad y la lim-pieza, con un desembarazado registro agudo y la homogeneidad en la producción del sonido y cuando consigue eludir el peligro de la afectación, siempre presente en una vocalidad de estas características, su fraseo es natural y espontáneo. Destacada en su faceta de intérprete

de canción de concierto, ha cuidado especialmente la dedicación al repertorio español, con resultados excepcionales en el caso de la recreación de los ejemplos operísticos de Vicente Martín y Soler.

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MARÍA BAYO ES MÉLISANDE EN BARCELONA d ivos de hoy

cr í t ica NACIONAL

En tre ambos, la lección de canto extático de Roberto Alagna en “Magische Töne” de La reina de Saba, la Rossina sorprendentemente eficaz de Karine Deshayes, la Habanera desafiante de Ildiko Kom-losi, el Lied de Lulu valientemente defendido por Cristina Obre-gón, la Muerte de Isolda de Linda Watson y el Falstaff ya clásico de Juan Pons. Magníficos todos, como lo fue en su imprevista presen-cia Lang Lang, que deslumbró con su virtuosismo. Una cosa, sin embargo, se constituyó en el factor predominante: la emoción, tanto en los artistas como en un público que dedicó a los partici-pantes grandes ovaciones. Reconfortante. * Marcelo CERVELLÓ

BilbaoTEATRO ARRIAGA

Recital MARÍA BAYOObras de Beethoven, Schubert, Guastavino, Montsalvatge y Lecuona. R. Fernández, piano. 10 de mayo

Pocas son las cualidades que pueden sorprender al día de hoy de la soprano María Bayo si se tiene en cuenta la extensa y gran

carrera que lleva a sus espaldas. Cabe destacar, sin embargo, la so -bresaliente musicalidad que le otorga el dominio del género de la canción al que hay que añadir una dicción impecable. Expresivi-dad, nitidez, dominio técnico y frases cantadas con un gusto exqui-sito fueron sus cualidades más evidentes. Al brillante desempeño de la soprano hay que añadir el toque pianístico de Rubén Fernán dez Aguirre, que otorgó, aún más si cabe, mayor calidad al recital gra-cias a una interpretación inteligente y precisa. * Teresa ALBERO

MadridTEATRO DE LA ZARZUELA

Recital CHRISTIAN GERHAHERObras de Schubert. G. Huber, piano. 24 de abril

Hay ocasiones en que un segundo bis puede valer por todo un concierto. Esa atmósfera subyugante, única, desplegada por

Christian Gerhaher desde las primeras frases de Im Abendrot termi-nó envolviendo al público en los últimos sorbos de un recital dedi-cado a Schubert. Hasta ese mo mento había dejado su impronta en Lieder como Abschied, Der Wan derer, Abendstern, Frühlingsglaube o el trágico final de Der Zwerg, muy bien acompañado por Gerold Huber al piano. Pero ese final fue sencillamente para el recuerdo: “¿Cómo podría lamentarme, amedrentarme? / ¿Perder la fe en ti y en mí?”. Este barítono alemán convive con la paradoja de que su bellísimo y delicado timbre nace de una particular y extraña coloca-ción. Destaca su canto por su sencillez, por esa facilidad proverbial con que deja fluir la voz, hasta cerrar con notas que desaparecen con la quietud con que se deshace un azucarillo. * Felipe SANTOS

IBERMÚSICA

Wagner ESCENA FINAL DE EL OCASO DE LOS DIOSESI. Theorin. Gustav Mahler Jugendorchester. Dir.: D. Afkham.AUDITORIO NACIONAL, 14 de abril

Había expectación en Madrid por ver en acción a David Afk-ham, último talento de la inagotable cantera de jóvenes batu-

tas alemanas. El de Friburgo, que a sus 29 años atesora ya una meteórica trayectoria a sus espaldas, suena además como posible candidato a titular de la OCNE, lo que sin duda acrecentaba el morbo. No decepcionó, aunque tampoco puede decirse que entu-siasmara: la Gustav Mahler Jugendorchester sonó tan espléndida como era de esperar, pero el Ocaso wagneriano requiere amplitud y grandeza, drama, hondura y sentido trascendente, cualidades que van mucho más allá del gesto preciso y la mera pulcritud sonora. El apartado solista contó con Iréne Theorin, una de las sopranos dra-máticas más solicitadas del momento gracias a su instrumento poderoso en vo lumen y metal, de agudos amplios y autoritarios. Con todo, el tremendo fuste de la página unido a la presencia de la orquesta so bre el escenario le costó varios momentos al límite, con el consiguiente afeamiento de la emisión. * Jesús ORTE

TEMPORADA OCNEMahler DAS LIED VON DER ERDEA. Larsson. J. Botha. Orquesta Nacional de España. Dir.: J. Pons.AUDITORIO NACIONAL, 15 de abril

El penúltimo concierto de la serie Aniversarios Mahler puso sobre los atriles de la ONE la crepuscular Canción de la Tierra.

La ocasión sirvió para demostrar que nueve años después de su lle-gada a la ONE, Josep Pons deja la orquesta en un momento artís-tico dulce, capaz de cuajar interpretaciones del más alto nivel cuan-do concurren concentración, intensidad y compromiso. Todo ello se dio en esta ocasión, resultando una lectura de honda musicalidad y sonido bien cincelado, digna de un mahleriano devoto como lo es Pons. Al mérito de la versión contribuyó también la aportación de los dos excelentes solistas vocales. Johan Botha posee de sobra los medios y la valentía que requiere la parte; solo cabría exigirle un punto de matización afectiva y control del apabullante metal de su instrumento. Por su parte, la refinada contralto Anna Larsson de -rrochó sensibilidad y penetración expresiva, sobre todo en el extáti-co número final Der Abschied. El público, visiblemente tocado, pre-mió a todos con ovaciones prolongadas y entusiastas. * J. O.

TEMPORADA ORCAMConcierto ELENA DE LA MERCED - DAVID MENÉNDEZObras de Mompou, Villa Rojo y Fauré. ORCAM. Dir.: J. R. Encinar.AUDITORIO NACIONAL, 24 de abril

La espiritualidad y el misticismo fueron los protagonistas de otro interesantísimo programa de la ORCAM. La primera parte se

abrió con el breve Cantar del alma de Mompou, música despojada, casi ascética en su simplicidad, desgranada aquí de forma inmejora-ble por la dicción nítida y sincera de Elena de la Merced. El refe-rente de la mística castellana estuvo presente también en el estreno de Jesús Villa Rojo titulado En la noche callada, obra de escritura accesible, carente de efectismos, con una sonoridad que “surge del

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