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MARÍA TERESA BAQUERIN DE RICCITELLI (ed.)
LOS MEDIOS
¿ALIADOS O ENEMIGOS
DEL PÚBLICO?
Derivaciones de las teorías de la comunicación
surgidas en los setenta
Editorial de la Universidad Católica Argentina
Riccitelli. Teresa
Los medios ¿aliados o enemigos del público?:
derivaciones de las teorías de las comunicaciones surgidas
en los setenta - la ed. - Buenos Aires: Educa, 2008.
296 p.; 15x21 cm.
ISBN 978-987-620-087-5
l. Periodismo. I. Título
CDD 070.4
EDITORIAL DE LA
UNIVERSIDAD CATÓLICA
ARGENTINA
FUNDACIÓN UNIVERSIDAD CATÓLICA ARGENTINA
A. M. de Justo 1400 • P.B., Contrafrente • (C1107AAZ)
Tel./ Fax 4349-0200 • [email protected]
Buenos Aires, diciembre de 2008
ISBN: 978-987-620-087-5
Queda hecho el depósito que previene la Ley 11.723 Printed in Argentina - Impreso en la Argentina
PREFACIO
Este volumen fue escrito por docentes e investigadores especializados
en algunos de los temas que se abordan en su interior. Nuestro principal
propósito fue proveer a estudiantes de grado y posgrado de comunicación
social material teórico correspondiente al área. Sobre todo, teniendo en
cuenta que estas lecturas no siempre son accesibles en las bibliotecas
hispanoamericanas o en las bases de consulta on line focalizadas en la
mencionada disciplina.
El propósito del texto es ofrecer un estado del arte de las principales
corrientes investigativas surgidas en la década de 1970, cuyos alcances siguen
vigentes en este nuevo siglo XXI. Las teorías que aborda el presente libro son
las siguientes: teoría del cultivo (Gerbner, Morgan y Signorielli); la teoría del
distanciamiento social de la información o Knowledge Gap (Tichenor,
Denohue y Olien); teoría de la fijación de la agenda o agenda setting
(McCombs y Shaw); teoría de la dependencia (Ball-Rokeach y De Fleur);
teoría del encuadre o Framing (Tuchman); y estudios de Newsmaking (Gans
y Tuchman). Todas estas perspectivas teóricas se han desarrollado en el
ámbito de la investigación empírica llevada a cabo en los Estados Unidos,
comúnmente conocida como Mass Communication Research.
Dichas perspectivas también han servido de marco teórico a
investigaciones realizadas en otras geografías. En algunos capítulos, se
podrán encontrar referencias de estudios hechos en la Argentina y
Latinoamérica. Sin duda, el crecimiento de las carreras de doctorado y
maestría en comunicación social ha favorecido la investigación, que procura
comparar y validar teorías desarrolladas en los Estados Unidos y Europa.
Describir el desarrollo teórico de tales planteamientos y sus
aplicaciones en diferentes contextos me permite creer que la edición llevada a
cabo por la Dra. Teresa Baquerin de Riccitelli y la elaboración a cargo de los
diferentes autores serán bienvenidas por profesores y estudiantes. Este trabajo
les permitirá contar con bibliografía actualizada del estado de la cuestión en
temas de comunicación social y política.
ÍNDICE
PREFACIO…………………………………………………………………... 7
PRÓLOGO………………………………………………………………… 9
Capítulo 1- La teoría del cultivo …………………………………………. 17
1. Fondo y bases ......... ………………………………………………… 18
2. Cambios en el proceso de contar cuentos ………………………... 21
3. Características especiales de la televisión ………………………. 23
4. El problema de los efectos ………………………………………. 24
5. Indicadores culturales …………………………………………… 27
6. Unidades de análisis…………………………………………….. 28
7. Mensajes de poder…………………………………………… 29
7.1. ¿Cómo estudiar efectos? …………………………………… 30
7.1.1 Un ejemplo...................................................................... 32
8. El síndrome del mundo malo (mean world) …………………… 35
9. Las críticas: horas de mirar ….………………………………… 37
9.1. Las críticas: control estadístico …..………………………. 37
10. Mainstreaming ………………………………………………….. 40
10.1 La política de mainstreaming ……………………………. 41
11. El cultivo en el siglo XXI ………………………………………. 42
Capítulo 2. Los desniveles del conocimiento………………………… 47
1. Origen de la teoría del distanciamiento social
del conocimiento ………………………………………………. 50
1.2. Incidencia del nivel socioeconómico- la perspectiva
transituacional ............................................................................. 50
1.3. La importancia de la educación…………………………... 55
2. Confrontando miradas………………………………………….. 58
2.1. Factores condicionantes de las brechas de conocimiento… 58
2.1.1. Factores relativos a la audiencia……………………. 58
2.1.2. Factores relativos al mensaje………………………... 61
288 ÍNDICE ÍNDICE 289
2.1.2.1. Efectos techo artificiales ……………………… 61
2.1.2.2. Efectos techo impuestos ................................ 62
2.1.2.3. Efectos techo reales .………………………….. 62
2.2. Motivación versus conocimiento …………………………. 64
2.2.1. Dimensiones de la motivación…………….................. 65
2.2.1.1. Dimensión cognitiva ......... ……………………. 65
2.2.1 2. Dimensión afectiva ..................... …………….. 66
2.2.1.3. Dimensión conductual......... .......................... … 66
2.3. ¿Qué es la motivación? ... ........................ ........................... 67
3. Factores clave en juego .................... ............................ ............. 70
3.1. Modelo de explicación causal............ ........... .................... 70
3.2. Modelo de la explicación opuesta ...................... . ............. . 70
3.3. Modelo de la explicación contingente .............. …………… 71
4. El distanciamiento social de la información versus las
características de la comunidad . . ..................................................... 74
4.1. La comunidad ............................ ..................................... 74
4.1.2. Estructura de la comunidad ............ ........................ 75
4.1.3. Los lazos comunitarios y el factor aglutinante ........... 77
4.1.4. E1 conflicto .......................... ..... ................................ 78
5. La importancia de las relaciones interpersonales ..... ............... 80
5.1. Las relaciones interpersonales a través del tiempo. .......... 80
5.2. ¿Cuál es el rol de las relaciones interpersonales en la
difusión del conocimiento? .............................................................. 81
5.3. Una experiencia estimulada……………………………….. 82
6. La exposición a los medios .......................................................... 84
6.1. ¿Cómo opera el uso de los medios en la
formación de brechas?..... . ............ .................................................... 84
6.2. El rol divulgador de la prensa………………….. 87
7. Conocimiento versus diferenciación social ..........................……… 89
7.1. Una escalera al conocimiento …………………………….. 90
7.1.1. El conocimiento factual ................ ………………….. 90
7.1.2. El conocimiento estructural ………………………… 91
8. Consideraciones finales…………………………………………. 92
Capítulo 3. La Teoría de la Agenda Setting............................................ 97
1. Los orígenes intelectuales de la agenda setting. Walter
Lippmann y Bernard Cohen .......... .................................. ................ 99
2. Fase I: descubrimiento y desarrollo de la función de agenda
setting de primer nivel ............................................. ………….... 101
2.1. Metodología de los estudios del primer nivel de la agenda
setting ………………………………………………………………… 103
2.2. La función de consenso social en el marco de la agenda
setting de primer nivel ............................ ………………………………. 105
3. Fase II: las condiciones contingentes de la agenda setting …... 106
3.1.Variables individuales .................................................................. . 107
3.1.1. Variables psicológicas: Necesidad de orientación … 108
3.1.2. Variables de la conducta: Comunicación
interpersonal y uso de los medios ………………………………… 110
3.1.3. Variables demográficas ……………………………………….. 111
3.1.4. Variables de actitud: Interés en la política y credibilidad
en los medios ……………………………………………………… 112
3.2. El poder de la agenda según el tipo de medios …………………. 115
3.3.Variables del mensaje ........................................... …..................... 117
3.3.1. El poder de la agenda según el tipo de temas ……… 117
3.3.2. La teoría de la suma cero (zero sum)………….. ....... 119
3.4.Estudios de efectos de la agenda setting de temas o de
primer nivel en la Argentina …………………………………………. 120
3.4.1. Función de consenso social ………………… ........... 121
3.4.2. Factores contingentes……………………………….. 121
4. Fase III: la agenda setting de atributos o de segundo nivel.................. 123
4.1. El concepto de framing ....................... …………………………… 125
4.2. Metodología de los estudios de agenda setting de atributos
o de segundo nivel ........ ………………………………………. 127
4.3.La agenda setting de atributos o de segundo nivel en la
Argentina…………………………………………………………… ... 128
5. Fase IV: Intermedia Agenda Setting o ¿quién fija la agenda de
los medios? .............................. ....... ...... ………………………. 130
5.1. Las "capas de la cebolla" ........................ ………………… ......... 130
5.2. La agenda entre los medios (intermedia agenda setting)………… 132
5.3. Agenda setting entre los medios (intermedia agenda setting)
en la Argentina………………………………………………………… 133
Capítulo 4. Micro y macrodependencia de los medios ....................... 139
1 La dependencia por dentro ........................... ......................... ........... 140
2. El cruce de paradigmas ................................................................... 145
3. Un modelo de dos miradas .......................... ........... ........................ 149
4. Tipología de las relaciones de dependencia individuales ................ 152
290 ÍNDICE ÍNDICE 291
5. Características de las mierrelaciones de dependencia ……….. 160
6. Medios versus organizaciones..,, ......... , .... ...... ...... ...... ............ 166
7. Trilogía de efectos ......... ............ ... ............................................ 172
7.1. Los efectos en el nivel cognitivo ........................... ........ ..... 173
7.2. Los efectos en el nivel afectivo.. ......................................... 176
7.3. Los efectos en el comportamiento ................................. ..... 177
8. Una mirada crítica ... .................................................................... 178
Capítulo 5. Framing: Modelo para armar ........................................... 183
1. Nombre y objetivos de la teoría ........................................... ….. 184
1.1. Las etapas de la comunicación ........................................... 185
1.1.1. La elaboración de la noticia............................. ........... 186
1.1.2. El texto de la noticia .................................... .............. 190
1.1.3. La recepción y los efectos de la noticia ...................... 192
1.1.4. El framing como proceso ............................................ 194
1.2. Diferentes perspectivas ........................................................ 199
1.2.1. La corriente "psicologista" ................................. ……. 200
1.2.2. La corriente "sociologísta" ............ ........... ................. 202
1.2.3. Una nueva perspectiva: la psicosociologista ............... 205
2. Comparación con otras teorías ........ ............................................ 209
2.1. La Teoría de la Mediación ................................................... 209
2.2. Teorías sobre elaboración de la noticia... ............................. 212
2.2.1. Objetividad.................................................................. 213
2.2.2. Indexing... ................................................................... 218
2.3. Teorías de efectos ............................... ................. ............... 221
2.3.1. Agenda-setting ... ...... …. ............... ......... .................... 222
2.3.2. Priming ........................................................................ 225
3. Framing, comunicación e idiosincrasia………………………… 227
Capítulo 6. La prodúcelos de noticias... ......... .. .................................... 239
1. Gatekeeping, ........... ..................... ............................................... 242
2. Distorsión involuntaria ............................................ ..................... 247
3. Newsmaking .................................................................. ……….. 248
4. Algunas observaciones frente a los cambios en el paradigma….. 251
5. Aspectos metodológicos ............................................................... 254
6. Algunos estudios clásicos sobre la Teoría del Newsmaking......... 256
6.1. Warren Breed y el control del personal en las redacciones:
diseño y preservación de las políticas editoriales ......................... 256
6.2. Warren Breed: el rol de los MMC relativo a la integración
socio-cultural y el mantenimiento del statu quo ……………. 261
6.3. Gaye Tuchman: los rituales de objetividad periodística y
la construcción social de la realidad ..................................... 265
6.4. Herbert Gans y los valores duraderos en las noticias ………. 270
6.5. William Lances Bennett y las distorsiones en la producción
de noticias…………………………………………………. 273
7. Hacia una conclusión …………………………………………… 277
ACERCA DE LOS AUTORES …………………………………………. 283
CAPÍTULO 6
LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS
CECILIA BALBIN
El aporte del enfoque de la sociología de los emisores contribuye a desmitificar
una serie de creencias relativas a las noticias y las rutinas del trabajo periodístico.
La investigación relativa al proceso de elaboración de información pública,
conocido como newsmaking, desnuda a quiénes ejercen la acción de filtro de los datos
con valor noticioso, además de precisar cuándo, dónde y cómo este fenómeno ocurre
explícita e institucionalmente. Estas maniobras, sometidas a la influencia de factores
condicionantes internos de tipo operativo, profesional, ideológico y estructural junto a
otros externos, tendrán en el largo plazo un efecto acumulativo sobre la percepción de
las audiencias de sus entornos, al construir relatos relativamente sesgados de la
realidad.
Los sucesivos estudios desarrollados a mediados del siglo XX hasta la actualidad
sugieren que:
Los periodistas aplican criterios mutuamente consensuados para identificar,
interpretar y retratar los fenómenos de la realidad.
La ideología de las instituciones y los sistemas de valores colectivos tienen un
impacto cierto sobre la construcción de los relatos noticiosos. Son difundidos
entre los profesionales de las empresas de medios, tanto por vías formales
como informales.
La reconocida objetividad periodística es resultado de la interacción de una
compleja red de factores que hacen que sea muy difícil para los reporteros,
editores, productores, guionistas, entre otros, tomar distancia de sus
creencias y rutinas.
Todo esto transforma a los profesionales de medios en verdaderos coproductores de
significados de los mensajes que elaboran y difunden.
240 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS DEL PÚBLICO? LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 241
Recién a mediados de la década de 1950, un mosaico de estudios especializados
–encarados principalmente por sociólogos estadounidenses y británicos–
comenzó a observar y comprender los modos de producción y difusión de
noticias, así como la injerencia de los entornos profesionales, organizacionales e
institucionales en este proceso. Al principio, apenas unos pocos trabajos se
interesaron en la figura de los emisores y sus rutinas laborales, mientras el grueso
de las investigaciones de la Communication Research seguía aferrándose al
análisis de los efectos de la comunicación de masas sobre las audiencias. La
Teoría del Gatekeeper o Guardabarreras se encuentra justamente entre los
llamados aportes clásicos a la descripción de la actividad de filtro de quienes
tienen la responsabilidad de seleccionar el material informativo con miras a su
divulgación.
Sin embargo, estas investigaciones iniciales proporcionaban una mirada
incompleta al soslayar la presencia de factores adicionales que actúan en el
proceso de elaboración de información pública –reconocido como newsmaking–.
Así a lo largo de los años setenta, este enfoque, también denominado Media
Sociology o Sociology of News Production, evolucionará y se consolidará para
ofrecer una perspectiva sociológica de la producción de mensajes por parte de
distintos medios abocados a tareas periodísticas. Shoemaker y Reese destacan
que el foco de atención se desviará hacia la exploración de los factores que,
desde dentro y fuera de las organizaciones de medios, influyen sobre el
contenido de los mensajes noticiosos (Lozano, 2007: 36).
La intención era entonces analizar desapasionada y objetivamente los
estándares profesionales y las prácticas periodísticas en medios gráficos y
audiovisuales –aplicados en las etapas de newsgathering, newsmaking y
newsreporting–, localizándose en distintos tipos de variables determinantes.
Según un estudio de Shoemaker y Reese, se puede distinguir entre:
Nivel individual: Asociado al estilo propio, antecedentes y
características personales referidas al sexo, edad, nivel socio-
económico, educación, valores y creencias e ideales profesionales, así
como también otras consideraciones relativas a modelos de pensamiento
que explican cómo los gatekeepers evalúan e interpretan los mensajes y
modelos de decisión.
Nivel de normativas y procedimientos profesionales: Aplicado en el
marco de rutinas y prácticas diarias socializadas en el ámbito laboral y,
particularmente, asociado a descripciones formales de funciones, me-
canismos de recolección, selección, tratamiento y presentación de las
noticias, horarios de trabajo, roles y ética profesional, red de fuentes
consultadas y verificación de testimonios, perspectiva relativa al ma-
nejo de fuentes oficiales y/o funcionarios públicos, entre otros.
Nivel de la organización: Derivado de la existencia de políticas
editoriales, disposición y comprensión de los propietarios y/o
superiores jerárquicos, acceso a recursos y servicios informativos,
tiempos y espacios asignados.
El modelo propuesto por Shoemaker y Reese presenta un proceso en cadena en el cual fuerzas positivas o negativas operan en distintos niveles para determinar el flujo de información que pasa a través de varios filtros. Arranca a partir de cuestiones personales y laborales que operan a escala de los emisores como individuos para llegar a consideraciones estructurales derivadas de diversas situaciones de interacción profesional y social, además de los contextos socioculturales más amplios que los que enmarcan. Las características de personalidad de los reporteros, productores, editores, junto a sus valores profesionales y rutinas laborales, poseen un menor peso relativo, mientras que factores generales del entorno relativos a la política, la economía y las ideologías ejercen una influencia sustantiva sobre los contenidos informativos objeto de difusión pública.
242 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS DEL PÚBLICO?
Nivel extramedio: Vinculado a interacciones institucionales,
demandas y presiones de los entornos político, económico, social y
cultural, así como la competencia directa e indirecta y los
anunciantes.
Nivel ideológico y cultural: Relativo al poder de diferentes
cosmovisiones e interpretaciones de la realidad.
En resumen, la adopción v socialización de ciertas ideas y prácticas
dominantes dentro de las organizaciones de medios resultan del apoyo
incondicional de todos sus cuadros profesionales, quienes, en su carrera contra el
reloj, abrazan ciertas rutinas de producción periodística, mientras descuidan
ciertos ideales sociales. De esta forma, no solo podrán sortear las presiones de
tiempo, espacio y recursos, sino también imprimir ritmo a sus tareas, además de
manejar su dependencia respecto a fuentes oficiales o de elite. No obstante, este
proceso, junto a los procedimientos de encodificación y recontextualización
asociados, se convertirán, paradójicamente, tanto en barreras como en
instrumentos de facilitación operativa.
Mauro Wolf, en su libro La investigación de la comunicación de masas:
Críticas y perspectivas (Wolf, 1987, 201-290), proporciona un pantallazo de las
distintas investigaciones iniciadas a mediados de los cincuenta, que desnudan la
existencia de distorsiones involuntarias en los contenidos mediáticos. Advierte
que, a diferencia de las perspectivas contendientes que configuran el paradigma
de los efectos limitados, en este caso, los sucesivos estudios avanzan en forma
lineal y progresiva hacia conocimientos relativamente más articulados (Wolf,
1987, 202).
En una primera instancia, se observará la misma estructura de análisis
aplicada por Wolf en la mencionada obra, proponiendo una síntesis de los
principales aportes y autores por él citados, y al mismo tiempo de la ampliación y
actualización de algunos de sus conceptos.
1. Gatekeeping
Se centra en la etapa de selección de la información y su mérito consiste en
detectar quién ejerce la acción de filtro, además de precisar dónde y cómo ocurre
explícita e institucionalmente.
El gatekeeper no personifica a un censor, sino que es una figura o grupo que
decidirá a puertas cerradas cuáles serán los temas y contenidos a disposición del
público lector del medio, además de cómo se reportarán. Su función relativa se
asocia al control manifiesto o latente de la información.
LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 243
El término fue acuñado por Kurt Lewin alrededor de 1947, cuando en
sus estudios sobre la dinámica de grupo detecta que en el traspaso de
información existen algunas zonas en los canales que pueden funcionar como
puertas que, a su vez, bloquean la circulación de mensajes.
Las zonas de filtro son controladas por:
Sistemas de reglas oportunamente socializadas.
Individuos o grupos que tienen el poder de decidir si dejan pasar o
bloquean la información.
En esta instancia, los periodistas y las organizaciones de medios donde
se desenvuelven profesionalmente (lo que involucra tanto a editores como a
ejecutivos) deciden:
Qué voces y contenidos se difundirán y cuáles se excluirán.
Cómo se encodificarán.
Tampoco deberían soslayarse las eventuales presiones derivadas del
accionar de fuerzas políticas y económicas, así como las reacciones de sus
audiencias y anunciantes, que igualmente inciden sobre los contenidos
informativos.
Varios trabajos comprueban que la selección de información es un
proceso ordenado jerárquicamente y vinculado a un complejo feedback
esencialmente interno. Permiten identificar diferentes criterios de
noticiabilidad que definen la selección de información de asuntos de interés
público, además de advertir que ciertas tareas realizadas en una redacción,
como, por ejemplo, la publicación de una nota firmada en primera plana, son
interpretadas por los propios periodistas como señales de estatus y éxito
profesional.
También definen el rol asumido por periodistas veteranos y editores de
diarios sobre la base de la aplicación de ciertas normas informales,
generalmente no expresadas abiertamente, que inciden sobre el
comportamiento grupal. Algunas regirán sobre la gestión de tareas, mientras
otras afectarán la interacción social y, en este caso particular, derivarán
esencialmente de la ideología del medio y de la socialización profesional.
Las tareas más básicas de gatekeeping ocurren en la reunión general
diaria entre los principales editores de un medio gráfico o los encuentros de
producción, cuando se trata de medios audiovisuales. Poco se sabe acerca
244 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS DEL PÚBLICO?
de los procedimientos que las rigen, mientras la mayoría de los estudios
analizan la labor de selección de los reporteros, sus rutinas de relevamientos,
el manejo de fuentes, así como también factores tecnológicos y comerciales
que inciden sobre los relatos noticiosos.
En un sentido más amplío, para Tichenor, Olien y Donohue, el
gatekeeping se amplía a todas las formas de control de la información
resultante de las decisiones sobre:
Encodificación del mensaje
Selección de datos
Organización de la información
Presentación de la información
Difusión de la información
Programación de tareas
Exclusión total o parcial del mensaje o de sus componentes
Se advierte en consecuencia, que el periodista define sus valores en
forma pragmática en su rutina diaria, en vez de adherir incondicionalmente a
ideales sociales y profesionales.
Los críticos de estos estudios les achacan el descuido de variables como
la moral, uno de los factores que afecta la productividad del trabajador, así
como las relaciones humanas dentro de la redacción.
Si bien no se la considera una teoría controvertida, son varios los
académicos que han refinado su línea de análisis original, y sus avances más
sofisticados se asocian a la creciente relevancia de los weblogs, junto a los
cambios en los paradigmas tradicionales del periodismo.
Históricamente, White fue el primero en advertir en forma intuitiva la
noción de que no todo lo que sucede en el mundo se transforma en noticia, e
introdujo el concepto de subjetividad de los gatekeepers. Si bien su estudio de
1950 sobre el Sr. Gates fue duplicado y criticado tanto por su simplicidad como
por su metodología, aún se reconoce como una pieza fundamental de la
investigación sobre la comunicación de masas. Enfoques similares fueron
utilizados por Snider en 1967, quien replicó el estudio original con el mismo Sr.
Gates y halló que sus respuestas a las preguntas formuladas en 1949 fueron
consistentes con sus afirmaciones de dieciséis años más tarde.
Otra variante interesante al trabajo de White fue realizada por Gieber en
1956, al aplicarlo a 16 editores de cables de agencia. Su principal hallazgo fue
que estos profesionales están no sólo “atrapados en un camisa de fuerza
LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 245
de detalle mecánicos”, sino también a merced de las asociaciones de prensa,
porque únicamente pueden difundir la información de los cables. Gieber
prefirió concentrarse en el proceso en el que están inmersos quienes toman
las decisiones en vez estudiar la figura del gatekeeper y sus atributos. No
obstante, observó que los gatekeepers son pasivos y reactivos, incapaces de
hacer algo para influir en la copa recibida (si los cables recogen 12 historias
sobre un tema, y todas ellas son malas, el periódico deberá decidir entre
publicarlo o ignorarlo).
El aporte más notorio de estas primeras investigaciones fue la idea de
múltiples gatekeepers, que controlan diversas funciones dentro del
procesamiento noticioso. McNelly, en un trabajo publicado en 1959, eligió
focalizarse en la labor de los reporteros, dado que ellos están más cerca de las
“fuentes” y son los primeros de una larga cadena de gatekeepers que opera
entre un potencial suceso noticioso y su publicación final. Asimismo, este
autor subraya que existen diferentes tipos de fuerzas que afectan el accionar
de los diferentes tipos de guardabarreras.
En 1969, Bas también amplió el alcance de la teoría a través de un
estudio más sofisticado en el que criticaba los análisis de sus predecesores
por su enfoque simplista. Elaboró un modelo de flujo de noticias interno de
doble acción que mostraba la transformación de un flujo en bruto/crudo en un
producto terminado. Consideró que los recolectores de noticias (reporteros y
editores) se diferenciaban de sus procesadores (editores y traductores). Por
este motivo, creyó que tenía más sentido enfocar las investigaciones en las
figuras recolectoras de información, sobre todo si se pensaba que las historias
no cubiertas nunca llegarían a ser presentadas.
Por otra parte, un análisis de Dimmick difundido en 1974 afirmó que la
principal función del gatekeeping en las organizaciones de noticias es reducir
la disonancia en la toma de decisiones y la ambigüedad acerca de las
definiciones sobre qué debería ser noticia. En otras palabras, el editor nece-
sita de un modelo para reducir su incertidumbre en cuanto a la selección de
información con valor noticioso.
La obra conjunta de Chafee y Shoemaker ha proporcionado una versión
histórica de esta teoría. Además, propuso un nuevo modelo de gatekeeping
que reconoce a los guardianes individuales que trabajan dentro de una
institución, al accionar fuerzas internas y externas sobre los canales, y al feed-
back. Al igual que otros modelos de la comunicación de masas, esta
propuesta reconoció las sucesivas influencias asociadas al accionar del
individuo, la organización, la institución y la sociedad en su conjunto.
246 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS DEL PÚBLICO? LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 247
Shoemaker advirtió que uno de los problemas de su trabajo con Chafee
fue que no realizaron una investigación aplicada. Por eso, en el año 2001
realizó un estudio junto a otros expertos sobre la forma en que los diarios
cubrieron una serie de proyectos legislativos. Además, reconoció que los
modelos de gatekeeping más recientes aún dejaban muchas preguntas sin
responder.
La teoría del gatekeeping ha sido la piedra angular para investigar a los
principales elementos individuales –el canal, el mensaje, las fuerzas (internas y
externas)– que inciden sobre el gatekeeper, como individuo o grupo, y el
feedback. Algunos estudios hicieron hincapié en el mensaje en sí mismo, un
tópico a menudo descuidado en los primeros modelos. Otros han preferido
analizar su resultado, sobre todo las definiciones de “noticia”, por la eventual
distorsión de la realidad que puede crear.
Gráfico 1 - Modelo de Gatekeeping
PUERTAS
El estudio de White revela que las decisiones de los gatekeepers relativas a los datos a
procesar son esencialmente de carácter subjetivo y, por lo tanto, se definen a nivel
individual. Pero investigaciones posteriores presentan a varios gatekeepers, capaces de
controlar el conocimiento público de los eventos actuales a través de su labor de filtro.
A veces, una simple elección individual abre o cierra la puerta a una información,
aunque también puede asociarse a una cadena de influencias que resulten en un proceso
que terminará distorsionando sutilmente al contenido y el sentido de los datos de base.
Incluso, Schramm (Schramm, 1949: 175-177) ha sugerido que, cuando más larga es la
cadena, mayor será la posibilidad de deformación del mensaje transmitido.
Parece evidenciarse, entonces, que las decisiones editoriales resultan de una red
compleja de influencias de rutinas de trabajo de fuentes, combinada con preferencias,
motivos, valores comunes y sentido común. El gatekeeping es un mecanismo vital para la
planificación de las comunicaciones porque aparece como un proceso inevitable que
puede revelarse tanto funcional como disfuncional para el individuo y el sistema social.
No obstante, en los medios suele ponerse en práctica ateniéndose a una rutina ajustada a
un cuestionario estándar.
Así, por ejemplo, Lance Bennett, en 2004, ha manifestado que las no-
ticias de TV (y las gráficas, en menor grado) han pasado de ser duras (hard)
a ligeras (soft), esencialmente por razones económicas. Señala que la infor-
mación pasa por cuatro puertas: el reportero, el medio u organización, su
economía y la tecnología de recolección.
Asimismo, la llegada de Internet como fuente de la comunicación de
masas ha generado nuevos debates entre los académicos y periodistas. Sin-
ger estudió en 2001 cómo los diarios tradicionales (llamados mainstream
media o MSM en la jerga de Internet) optaron por vincularse o no a sitios
web, y cómo esas decisiones de nuevos actores (los bloggers, por ejemplo)
forzaron a los gatekeepers tradicionales a tomar nuevas decisiones y en una
forma mucho más rápida.
2. Distorsión involuntaria
Estos estudios destacan la importancia de las distorsiones involunta-
rias derivadas de la forma de trabajo cotidiano de los periodistas y de la
organización de las empresas de medios. Ellas san capaces de disparar
efectos cognoscitivos en los receptores.
Se asocian a los criterios aplicados a la selección y presentación de los
acontecimientos.
Otros estudios apuntaron a relacionar la imagen de la realidad que los
MMC proporcionan con la organización y rutinas de producción periodísti-
ca. Configuraron una fase intermedia entre los estudios de gatekeeping de
los cincuenta y del newsmaking propiamente dicho, enfatizando el análisis
de cómo algunos medios retrataron ciertos acontecimientos puntuales.
Estos trabajos evidencian que en los medios masivos de comunicación
existe una lógica relativa a:
exigencias de producción y prácticas burocráticas propias de
una organización;
exigencias expresivas propias del medio;
limitaciones en la estructura de fuentes;
representaciones del público receptor;
prácticas compartidas en cuanto al oficio,
que estructuran la imagen transmitida de los acontecimientos cubiertos.
En otras palabras, las exigencias de organización y estructura, junto a
las características técnico-expresivas de cada canal, podrían afectar el
retrato de la realidad social difundida. Los códigos y estándares
profesionales del
248 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS DEL PÚBLICO? LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 249
periodismo en general, así como los valores y rutinas de trabajo particulares,
añaden restricciones relativamente importantes a la información difundida como
noticias.
Estos estudios advirtieron que tanto la selección de materiales como los
tiempos (sobre todo en la TV) determinan un contexto particular para la
interpretación de los hechos.
La investigación de los británicos Halloran, Elliot y Murdock, publicada
en 1970, comparó y contrastó la cobertura de una manifestación contra la Guerra
de Vietnam realizada por varios periódicos y dos canales de TV en Londres.
Este estudio ha sido considerado un clásico, y su objetivo central fue observar
las etapas de selección y presentación de información, además de analizar la
influencia de los valores periodísticos cuando un evento se convierte en noticia.
Este mismo tema fue retomado en un artículo publicado en 1991 en la
Encyclopedia of Mass Communications, el cual concluye que los medios –en
particular la TV– al retratar manifestaciones van a reforzar los análisis simplistas
predominantes de las situaciones complejas y esto no conducirá a comprender
las circunstancias sociales que las producen.
Asimismo, en el análisis sobre la cobertura periodística del caso Water-
gate, Lang y Lang argumentaron que el lenguaje utilizado por los medios de
comunicación masivos podía afectar la percepción de la importancia de un
asunto público. Al comienzo, las referencias de los medios respecto a este suceso
político aparecieron como un simple hecho delictivo aislado sin mayor
relevancia. Meses después, cuando su prominencia empieza a ser indiscutida, ese
acontecimiento pasó a describirse como un “escándalo” (Ruggiero, 1998: 4).
Algo similar ocurrió en los noventa, antes de estallar la Guerra del Golfo,
cuando el público estadounidense también tuvo escasa oportunidad de debatir
acerca de los pros y contras de la opción militar, en alguna medida, a causa de la
“dependencia crónica de los medios respecto a las fuentes oficiales para obtener
información y foco de sus relatos” (Ruggiero, 1998: 4).
3. Newsmaking
Las investigaciones en esta línea trataron de responder a las siguientes
preguntas:
¿Cuál es la imagen del mundo que transmiten los informativos de radio y
TV?
¿Cómo se relaciona esa imagen de la realidad con las exigencias
cotidianas de la producción de noticias en emisoras de radio y TV?
Identifican un conjunto de criterios relevantes para definir la
noticiabilidad (newsworthiness) de cada evento, es decir, su aptitud para
transformarse en una noticia.
Estas pautas se aplican en las distintas etapas de la producción de in-
formación. Esta operativa rutinaria también será fuente de distorsiones
involuntarias en las coberturas periodísticas.
A través de estos estudios se amplió verdaderamente la perspectiva de
análisis hacia las coberturas informativas rutinarias relativas a períodos lar-
gos. Su enfoque se articuló entre dos polos:
La cultura profesional del periodista (formada por códigos, estereo-
tipos, símbolos, tipificaciones, representaciones de roles, rituales y
convenciones relativas al oficio, las funciones de los medios, la
concepción de los productos informativos y modos de producción).
La organización del trabajo y de los procesos productivos (convencio-
nes profesionales relativas a la definición de noticia, recurso y uso de
fuentes, selección de datos y formas de presentación).
Estos trabajos revelaron la existencia de una serie de negociaciones a
nivel interno pragmáticamente orientadas y realizadas en distintos momentos
del proceso productivo entre los periodistas. Estas rutinas estandarizan las
prácticas para ajustarse a las exigencias espacio-temporales y a las limi-
taciones de recursos.
La noticia apareció, entonces, como el producto de un proceso
organizado que proporciona un enfoque práctico sobre los hechos para
agruparlos; jerarquizarlos y presentarlos en forma amena y entretenida.
La definición y las características de los valores noticias (news values)
serán objeto de un pormenorizado abordaje en la obra de Wolf. En líneas
generales, estos elementos básicos de la noticiabilidad funcionan como
estándares de referencia para los profesionales y representan –a la vez– un
conjunto de cualidades deseables en una información que se convertirá en
noticia.
Tales requisitos operan en forma complementaria y se definen a partir
de una serie de consideraciones relativas a:
Criterios sustantivos, que giran en torno a dos factores clave: la
importancia y el interés de los acontecimientos.
250 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS DEL PÚBLICO?
LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 251
Criterios relativos al producto, correspondientes a la disponibilidad de
material y exigencias relativas al producto informativo, brevedad,
novedad, calidad de la historia.
Criterios relativos al medio, conectados a la existencia de material de
archivo, la presencia de enviados especiales, posibilidades de entrevistas
exclusivas u otros materiales de alta calidad o definición, frecuencia en el
seguimiento, entre otros.
Criterios relativos al público, enfocados tanto en el tipo de servicio que se
les presta y la función cumplida por el medio, como en la defensa de
valores sociales e individuales.
Criterios relativos a la competencia, vinculados a la posibilidad de acceder
a fuentes exclusivas que aseguren primicias (scoops), a las expectativas
recíprocas despertadas por las coberturas de medios rivales directos e
indirectos y al comportamiento de medios admirados que sirven como
referencia profesional.
Por último, Wolf analiza la aplicación de los valores noticia en el marco de
las rutinas productivas de un medio, en sus fases específicas de recopilación,
selección y presentación. Manifiesta la presencia de la distorsión involuntaria en
cada una de ellas, derivada del uso de los mencionados criterios para salvar la
escasez de tiempo, espacio y de otros recursos. Resultan particularmente
interesantes las apreciaciones relativas al manejo y clasificación de fuentes y el
material de agencias, así como del trabajo de edición.
El lado oscuro de estas prácticas rutinarias, asociadas a la operativa de los
tres medios de comunicación de masas preponderantes en el siglo XX (gráfica,
radio y TV), se relaciona con la fragmentación de las imágenes difundidas en sus
relatos informativos, así como con la descontextualización y abordaje superficial
de los temas que soslayan el análisis de las causas y consecuencias detrás de los
fenómenos retratados. Otras críticas apuntan a las distorsiones, la
homogeneización de los contenidos informativos y la dificultad de argumentar,
como consecuencia de la escasa preparación del periodista en el tema o de las
dificultades expresivas del medio.
En conclusión, estos sistemas de reglas y pautas funcionan dentro de los
medios tradicionales como una ideología dominante, al ser socializada y
apuntalada por sus cuadros profesionales para sortear las exigencias en materia
de economía de presentación, tiempos acotados y presiones externas.
Paradójicamente, este paradigma constriñe y facilita a la vez a la producción de
noticias en términos de credibilidad, autenticidad, precisión, objetividad y
responsabilidad.
El newsmaking también constituyó un marco de referencia en algunos
estudios emprendidos en el Instituto de Comunicación Social de la Univer-
sidad Católica Argentina, pertenecientes al Programa de Calidad Periodística,
a cargo de las investigadoras Lidia de la Torre y María Teresa Téramo. En
estos estudios se diseñaron instrumentos que permitieron analizar los valores
noticia tanto en los productos periodísticos (diarios y noticieros) como en el
receptor de la información (el público).
Los diarios privilegian las noticias actuales mientras que los lectores prefieren las
atemporales. El criterio de noticiabilidad “novedad/actualidad” dejaría de ser un
valor de calidad periodística en el proceso de selectividad de los acontecimientos
en los medios escritos […]. Los lectores eligen acontecimientos emocionalmente
más relevantes que los seleccionados por los diarios. Éstos se alejan de esa forma
de uno de los criterios más universales de calidad periodística [...]. Diarios y
públicos se comportan de manera parecida frente al criterio que mide la
relevancia geográfica de los acontecimientos. Tal como lo establece el
newsmaking, ambos privilegian las noticias geográficamente más próximas. [...]
El público se aproxima más en este criterio [impacto] a lo que define el
newsmaking como calidad [de la Torre y Téramo, 2004: 227-228].
4. Algunas observaciones frente a los cambios en el paradigma
Los periodistas demuestran ser muy versados en las competencias de su
oficio y las defienden gustosamente frente a las acusaciones de compor-
tamientos profesionales aberrantes. Sin embargo, Tom Rosenstiel y Bill
Kovach (Lance Bennett, 2007: I) advienen que
[...] el trabajo de un periodista es separar los hechos de las opiniones, y facilitar
a los ciudadanos información precisa y confiable para que puedan
autogobernarse. Este proceso está hoy en riesgo.
[...] las personas se están alejando del periodismo a medida que éste se
transforma en un foro para el conflicto […]
Este tipo de periodismo apela a los extremos, pero es menos confiable y una
forma menos eficiente para los ciudadanos de conocer y navegar su mundo.
Existen, pues, varias razones para mostrarse insatisfechos acerca de lo
que las noticias ofrecen en la actualidad. No obstante, correspondería analizar
estos temas desde una perspectiva más amplia.
252 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS DEL PÚBLICO? LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 253
William Lance Bennett (Lance Bennett, 2007: 4) señala que en un mundo
ideal los periodistas deberían reconocer las tendencias y desarrollos más
importantes, además de encontrar las fuentes que representan las posturas más
representativas y diversas. Esas fuentes ideales tratarían de debatir con sus
oponentes para permitir al público elegir el mejor curso de acción posible; y la
audiencia ideal querría tomarse su tiempo para entender los distintos enfoques
sobre las cuestiones sociales relevantes. Lamentablemente, en el mundo real son
muchos los factores que atentan contra esos principios democráticos: el espectro
abarca tanto las presiones extensas a las organizaciones de medios como sus
propias características internas, sus obligaciones contractuales e intereses
comerciales, el desinterés de los ciudadanos y las operaciones de prensa de los
políticos de turno, entre muchas otras actitudes y circunstancias involucradas.
En definitiva, el panorama general no está exento de contradicciones. El
sistema informativo es capaz tanto de generar niveles impresionantes de
información socialmente útil y relevante, fomentando la reflexión pública de
gobernantes y gobernados, como también de ocultar o distorsionar ciertos
temas, asumiendo posturas obtusas o miopes.
La credibilidad en el negocio de las noticias siempre ha dependido de la
búsqueda de verdad, el relato de los hechos y la contabilidad de las fuentes. Sin
embargo, los estándares tradicionales del periodismo se ven sacudidos ante la
progresiva incorporación de la Internet al sistema de medios. Nuevos desafíos y
problemas surgen en materia de legalidad, ética, credibilidad y objetividad
porque, a diferencia de los medios tradicionales, donde los gatekeepers
supervisan el material objeto de difusión, en la Red no sólo se hace difícil
separar la verdad de la ficción, sino también los atributos de la información
corren peligro de desnaturalizarse. Los académicos más críticos advierten al
respecto que parecería que la diferencia entre quienes están entrenados como
periodistas y quienes los emulan en el ciberespacio es que, mientras los primeros
adhieren a un conjunto de lineamientos éticos, los otros sólo obedecen a sus
propios impulsos.
La credibilidad y la rendición de cuentas han sido dos de los pilares del
paradigma dominante en el periodismo estadounidense, descrito en los estudios
de Tuchman, 1978; Gitlin, 1980 y Stempel, 1985. Estos autores coinciden en que
los periodistas de los medios de masas tradicionales, gráficos o audiovisuales,
tienden a recurrir a fuentes de elite y con autoridad.
Contrariamente, quienes son optimistas acerca del aporte de las tecnologías
digitales que éstas desafían a los patrones mediáticos convencionales
porque les permiten a los públicos encontrar fuentes de información
alternativas sobre los asuntos realmente importantes para ellos. Esta mayor
independencia informativa de las audiencias suele convertirse en un dolor de
cabeza para los gobernantes al defender sus políticas y fortalecer su poder.
Lo cierto es que, a medida que se pasa de la era de la comunicación de
masas a la digital, los frentes de debate y los dilemas para los actores sociales
proliferan a un ritmo acelerado. Las respuestas al respecto son disímiles:
algunas organizaciones de medios se han vuelto más sensibles respecto a la
variable calidad, a pesar de su impacto negativo sobre su estructura de gastos,
al tiempo que otras procuran desarrollar contenidos visualmente más
atractivos, interactivos, creativos y especializados. Paralelamente, pequeñas
comunidades de ambientalistas, defensores de derechos humanos, ligas de
consumidores, ONG, aborígenes, entre muchas otras, han logrado insertarse
en la aldea global, apoyadas en campañas en la red y cadenas de e-mails.
Todo esto, en la visión de Lance Bennett, podría involucrar la necesidad de
replantear tanto la idea de equilibrio de poder dentro de un régimen
democrático como la definición de lo que es noticia (Lance Bennett, 2007:
11).
En este sentido, el mencionado autor propone adoptar la siguiente
definición de la noticia política:
Se trata de la información que
la mayoría de los actores políticos promueven como oportuna,
importante e interesante;
las organizaciones de medios seleccionan, narran y presentan para su
transmisión vía tecnologías de la comunicación;
las personas consumen en un determinado momento del transcurso de
los acontecimientos.
Por último, Lance Bennett se refiere al nuevo gatekeeping. Reconoce que
en el caso del sistema político estadounidense apoyado en la comunicación de
masas, la prensa cumple el rol crucial de gatekeeper al abrir o cerrar las puertas
a ciertas voces e ideas a la exposición pública. A pesar de todos sus defectos,
las noticias centrales siguen siendo un vínculo importante entre las personas y
sus líderes (Lance Bennett, 2007: 11-12).
Sin embargo, advierte que este sistema se ha vuelto más complejo y, tal
vez, menos competente para establecer la agenda nacional y mantenerla
dentro de cauces serios, frente a su tentación de cautivar al gran público
254 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGO DEL PÚBLICO? LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 255
mediante escándalos. A esta situación se unen otras tendencias –tales como el
crecimiento del infotainment y de canales digitales de información on demand,
on line, on time y on mobile, además de la fragmentación de las audiencias
masivas– que contribuyen a nublar la capacidad tradicional de la prensa para
monitorear y seleccionar lo que es importante y su porqué.
Una de las consecuencias más evidentes de estos fenómenos es para Lance
Bennett la transformación de las noticias en fuentes de información secundaria,
que se ubican detrás de los docudramas televisivos y los monólogos de
presentadores estrella como Jon Stewart y Jay Leno en los programas de
comedía nocturnos The Daily Show y The Tonight Show, respectivamente. Por
eso, parecería que quienes son más suspicaces respecto a la injerencia de los
intereses políticos y periodísticos en la construcción de noticias encuentran en el
entretenimiento un camino para demoler esos montajes. No obstante, tampoco
debería soslayarse el hecho de que las principales fuentes de información de
esos comediantes son las noticias difundidas por los medios y que el grueso de
la información política aún proviene de la prensa.
En definitiva, más allá de sus matices, es posible detectar importantes áreas
en las que el rol de gatekeeping en las noticias está cambiando. Según Lance
Bennett (Lance Bennett, 2007: 12-13), estas modificaciones son producto de la
decisión de los ejecutivos de las organizaciones de medios de conceder mayor
espacio al sensacionalismo y al drama en los relatos informativos para combatir
el hastío de su público. Así, frente a la ocasión de contar con historias sin
proyección, los periodistas pueden verse forzados a proseguirlas, creando sus
propios temas o reciclando eventos pasados, en vez de limitarse a reportar los
hechos. En otras palabras, muchos profesionales han dejado de manejarse como
custodios o guardianes, para transformarse en fuentes originales.
5. Aspectos metodológicos
La mayoría de los estudios realizados sobre las noticias e instituciones
periodísticas especializadas en este tipo de contenidos recurrieron, a partir de la
década de 1940, a una metodología cualitativa, con posteriores variantes. La
técnica más popular fue la de la observación participante, propia del enfoque
etnográfico, que promueve la interacción con los sujetos estudiados y la
realización de entrevistas para recopilar historias, tanto relatos como
explicaciones de hechos y episodios. De este modo, se busca identificar el
sistema de valores, así como también analizar los contactos formales e
informales y las pautas corrientes de relaciones sociales tanto de las redaccio-
nes como de productoras de programas televisivos y radiales (Jensen y Wester,
1993: 57-74).
El relevamiento de los datos durante la fase de observación tiene dife-
rentes matices que derivan del comportamiento y grado de implicación del
investigador dentro del escenario social estudiado, como también de la calidad
de sus proyectos y la flexibilidad de sus planteos. Por este motivo, durante los
años cincuenta y sesenta, algunos investigadores –especialmente en los
EE.UU.– rechazaron este método, inclinándose a favor del análisis cuantitativo
de las decisiones de los gatekeepers o de la observación participante ajustada
al contexto del enfoque funcionalista.
Otros desafíos se vincularon a la posibilidad de permanecer en las
redacciones por espacios de tiempo prolongados. Para los estudios de natura-
leza etnográfica resulta importante apreciar distintos momentos y fases de
crisis, que ponen a prueba su operativa y valores diarios, y permiten corroborar
su congruencia, entre otros atributos, además de observar las correcciones
propuestas y las nuevas relaciones que plantean.
Posteriormente, a finales de los sesenta, los investigadores renovaron su
atención en los métodos cualitativos para plantear temas esenciales acerca de
las noticias, la cultura y la sociedad. Dentro de esta línea de análisis de la
información mediática, en los setenta se incorporaron los análisis semióticos,
mientras que en los ochenta se incluyeron medios sistemáticos como el análisis
del discurso. Este último, en particular, subraya –tanto desde la perspectiva de
los relatos periodísticos como de las empresas de medios– la importancia de la
significación ideológica de las noticias como parte del proceso de elaboración
informativa. No obstante, se reconoce que el contenido del análisis lingüístico
y discursivo plantea las mismas cuestiones epistemológicas abordadas en los
estudios basados en la observación participante.
En cuanto a los estudios centrados en los medios noticiosos, se pasó de
analizar la labor de los reporteros o editores individuales a examinar a estas
organizaciones como instituciones complejas. Asimismo, sus autores
procuraron entender cómo las noticias acababan apoyando las interpretaciones
oficiales de los hechos controvertidos, sugiriendo de alguna forma el manejo
“político” de estas cuestiones. Cabe destacar que la aplicación de técnica de
observación participante fue muy variada.
Así, por ejemplo, Gans, en 1979, completó sus observaciones y entre-
vistas con análisis de contenido. Fishman y Lester, en los ochenta, fueron
menos observadores y más participantes, trascendiendo los roles de “ir a
256 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS DEL PÚBLICO? LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 257
buscar” y de “confidente personal”. Incluso, Lester trató de vincular la teoría y
los datos en forma estrecha. Otros sociólogos y periodistas, como Gitlin1 a
principios de los noventa, se concentraron en las audiencias televisivas y el rol
de la ideología difundida por este tipo de medios en la sociedad actual. En su
obra Inside Prime Time (Routledge, Londres, 1994), analizó cómo se
construyen los contenidos para el gran público, a partir de doscientas entrevistas
con productores, guionistas y actores, entre otros.
Por último, la investigación cualitativa más reciente se centró en las
interacciones entre los reporteros y sus fuentes. Los estudios que arrancan en la
segunda mitad de los ochenta combinaron la observación participante con
trabajos de campo, entrevistas, análisis de contenido, consultas a archivos
históricos, correspondencia, entre otros. Todo esto contribuyó a refinar sus
estudios y detectar en profundidad los procesos de influencia de fuentes y de
negociación, así como la lectura preferencial de los medios de la información
recibida.
6. Algunos estudios clásicos sobre la Teoría del Newsmaking
A continuación se presentará un recorrido histórico de algunos estudios de
la Teoría del Newsmaking considerados clásicos. Pertenecen a los principales
autores de la escuela estadounidense a lo largo de las décadas de 1950, 1970 y
1980.
6.1. Warren Breed y el control del personal en las redacciones:
diseño y preservación de las políticas editoriales
El periodista y doctor de la universidad de Columbia, Warren Breed1, es
uno de los primeros investigadores que, a mediados de los cincuenta, analizó las
prácticas profesionales propias del periodismo en su ámbito laboral natural.
Procuró definir cuáles eran los factores de control en la producción de las
noticias, cómo se mantenían y dónde se localizaban. Sus aportes se incluyeron
dentro de la corriente de análisis del gatekeeping.
1 Autor de dos conocidas obras: The Whole World Is Watching, Berkeley, U. of
California Press, 1980; Inside Prime Time, Nueva York, Pantheon, 1983 (Routledge,
Londres, 1994).
En su breve artículo de 1955, “Social control in the Newsroom: A
Functional Analysis” (Breed, 1955), estudió la conducta de los periodistas
desde la perspectiva de la organización, recurriendo a la observación directa, a
entrevistas, encuestas y a su propia experiencia profesional. Advirtió que la
redacción, más allá de albergar las funciones rutinarias del medio, opera
involuntariamente como una estructura dominante que socializa los modos de
hacer del periodista y los ajusta a los intereses y objetivos de la empresa
editora. La burocratización del trabajo y la organización interna definen una
cultura propia y particular, que crea una ilusión de cohesión y democracia, a
pesar de ser formalizada por la cúpula dirigente, para luego ser difundida y
mantenida entre los niveles más bajos (Breed, 1955: 328).
El editor de un diario, en calidad de propietario o representante de sus
dueños, tiene el derecho de establecer e instaurar una política –entendida como
la orientación general del medio relativamente consistente en las posturas
sostenidas en editoriales, columnas y titulares referidos a ciertos asuntos u
hechos públicos– aunque la conformidad por parte de su personal no sea
automática. Breed señaló que todos los diarios, lo admitan o no, tienen una
política editorial encubierta que, en el fondo, atenta contra las normas éticas
del periodismo y puede avergonzar a los directivos cuando se los acusa de
presentar información tendenciosa y sesgada por su propia agenda e ideología.
También, para Breed los subordinados suelen manifestar actitudes más
liberales que las de sus jefes (Breed, 1955: 328-330).
Lo cierto es que las omisiones, la ubicación estratégica de ciertos artí-
culos, la selección de los datos y el enfoque del tema proporcionan acabadas
muestras de la alineación de un medio. Estas posturas se evidencian, sobre
todo, en las secciones relativas a política, economía y temas laborales al reflejar
sus decisiones referentes a: cuál partido político apoyar, cuáles problemas
gremiales descubrir o soslayar, qué información levantar para ganar un espacio
publicitario, qué temas evitar para no lesionar la relación con los anunciantes o
los círculos de poder, entre otras cuestiones que comprometen el presente y el
futuro de la empresa de medios.
Por otra parte, Breed precisó que entre las normas profesionales que
entran en conflicto con la orientación editorial se encuentran las siguientes:
Técnicas: relativas a operaciones de recopilación, redacción y edición
más eficientes.
Éticas: emparentadas con la obligación del reportero hacia sus
lectores y su arte, sin soslayar los ideales de responsabilidad,
imparcialidad, exactitud, juego limpio y objetividad.
258 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS PÚBLICOS? LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 259
En sus entrevistas a 72 miembros del personal de la redacción de dife-
rentes diarios, Breed detectó que las discrepancias entre las posturas del
periodista y las del medio son mayores entre los miembros más jóvenes,
mientras que los más experimentados tienden a ser más moderados; pero tam-
bién advierte que a su investigación le faltan datos acerca de la intensidad de las
actitudes.
Por todos estos motivos, al periodista no se le dice abiertamente cuál es la
política, pero deberá aprender a anticipar lo que se espera de él para ser
recompensado y evitar castigos. Como forma de control Breed reveló que la
reprimenda y el temor latente a un cambio en las responsabilidades –del tipo
“pasar de la sección de policiales a la de obituarios”– se reconocen como
sanciones. Además, entre las penalidades más frecuentes se cuentan los recortes
de un artículo, un comentario frío o poco halagador de un superior, o la
cancelación de un viaje de trabajo (Breed, 1955: 330).
Dado que las políticas nunca son explícitas, se aprenderán de forma
indirecta a través de la lectura diaria del medio, ajustándose a su estilo y al de
sus colegas en la edición de los primeros trabajos en las reuniones de redacción,
en los chistes de los jefes, los chismes, las características de sus ejecutivos, los
house organs, entre otros canales internos. Se trata, en el fondo, de un proceso
de aprendizaje que se cristaliza en otro de control social (Breed, 1955: 332). Así
el cronista novato aprende rápidamente a deponer sus actitudes de confrontación
y desactiva ideales éticos para acoplarse sin resistencia a las normas grupales.
Después de todo, observó Breed, sus mayores recompensas provienen de sus
pares y superiores en vez de del público, por lo que el individuo tiende a
volverse pragmático.
Para Breed, la conformidad hacia las políticas se asocia a la presencia de 6
factores con potencial para evitar desvíos entre los miembros eventualmente más
intransigentes. El autor reconoció que 5 de ellos aparecen en forma constante en
todas las redacciones estudiadas, con algunas variantes relativas al segundo
punto, que además se identifica con la motivación del personal y el buen
desempeño profesional (Breed, 1955: 330-332).
1. Autoridad institucional y sanciones, asociadas a la obediencia debida a las
jerarquías superiores y sus reglas.
2. Sentimientos de lealtad y estima hacia sus superiores, derivados del respeto,
admiración o gratitud.
3. Aspiraciones de ascenso para alcanzar cierto prestigio entre sus colegas.
4. Ausencia de lealtad hacia grupos conflictivos, como podrían ser sindicatos u
otras asociaciones profesionales, que no suelen desafiar abiertamente en la
arena pública a las políticas editoriales.
5. Naturaleza placentera y espíritu cooperativo de la actividad, que llevan a
tratar a sus miembros como colegas y no como meros subordinados. Esta
percepción y el común acuerdo entre las diferentes jerarquías forjan un
vínculo muy profundo que, a su vez, se conjuga con el orgullo de pertenecer a
una institución valorada por su rol social.
6. Noticia entendida coma valor en sí misma, dado que entraña un desafío
permanente para los profesionales en ejercicio y canaliza sus energías hacia la
búsqueda de primicias en el marco de una acelerada competencia. La noticia
precede y se prioriza ante eventuales discusiones sobre ética u objetividad, y
hay siempre motivos para indagar y buscar más.
En cuanto a las historias que se alejan de las políticas editoriales, los
testimonios indican que se puede llegar al despido (bien indemnizado) del
periodista o al traspaso del artículo a un “colega confiable” cuando el tema no
se puede soslayar. Sin embargo, Breed observó que el fenómeno de los despidos
en los diarios es raro, y las razones efectivas son alcoholismo excesivo,
libertinaje, entre otras causas, además de los recortes presupuestarios o el cierre
del medio. Los editores también cumplen con su parte, ignorando historias con
potencial para generar desvíos, o bien asignando tareas difíciles a periodistas de
confianza. De esta forma, por distintos caminos se preserva la cultura “oficial”
del medio, entendida como una expresión ideal, impulsada por sus dirigentes
para proyectar una imagen de unidad de saber y pensar consensuados, que –en
realidad– se sitúa en la intersección2 de las diferentes subculturas y
microculturas, manteniéndose al margen de debates o cambios.
Las expectativas e intereses de los propietarios del medio se manifiestan
en la estructura de gestión, encargada de neutralizar tensiones inconvenientes, al
tiempo que justifica en términos profesionales las orientaciones asociadas a
imperativos económicos o personales de la cúpula dirigente. Esta élite, junto a
los profesionales destacados por su predicamento y experiencia, suele constituir
un grupo de referencia para los novatos, en el marco de las condiciones de
conformidad antes mencionadas. Antes de acceder al estrellato, el novel
periodista escribe artículos breves sobre accidentes, edita gacetillas o reporta
sobre reuniones, para luego establecerse en una sección, donde terminará de
asimilar los valores de la redacción, además de fortalecer sus vínculos
informales con sus compañeros. Frente a eventuales conflictos, los subalternos
tienen libertad de discutir con sus
2 No quiere decir armonía: se trata de un espacio donde, por diferentes motivos,
coinciden principios, valores, creencias y mitos.
260 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS DEL PÚBLICO? LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 261
superiores jerárquicos sobre las decisiones relativas a la noticia y sus ángulos
informativos en el marco de breves encuentros privados. En esta instancia,
surgen 5 factores que juegan a favor del periodista (Breed, 1955: 332-334):
- Las normas relativas a la política editorial se prestan a variadas interpretaciones
por su naturaleza ambigua.
- Los dirigentes desconocen algunos aspectos de los sucesos en cuestión, mientras
que el periodista posee información más amplia y completa.
- La posibilidad de sorprender a la competencia con una historia inédita.
- La historia proviene de la investigación exhaustiva e independiente del pe-
riodista, lográndose despegar de los temas y coberturas tradicionales del medio,
así como del monitorio de algún editor.
- La historia en cuestión proviene de la pluma de un periodista “estrella” del
medio.
Por último, Breed se refirió a las consecuencias de estas prácticas cul-
turales dentro de un medio gráfico, señalando que:
- A nivel de la sociedad en su conjunto, se preserva el statu quo en las relaciones
de poder existentes entre las distintas clases, y el régimen de propiedad, entre
otros. Pero, por más que una gran mayoría del público considere a las noticias
impresas como objetivas en su planteo y favorables a la formación de una libre
opinión, en cuestiones en las que el medio expresa su orientación existe el
peligro de que actúen de forma disfuncional al presentar información
incompleta.
- A nivel individual se verifica la misma disfunción mencionada.
- A nivel de la dirigencia del periódico, este comportamiento se revela favorable
para mantener su estatus, con eventuales brotes de culpa respecto a sus políticas
y los intereses que defiende.
- A nivel de los periodistas, también se advierten los mismos beneficios citados
en el punto anterior, en virtud de un proceso de autopersuasión que afecta,
incluso, a los más rebeldes [Breed, 1955: 334].
A pesar de estos resultados, derivados de la particular forma de tratar la
información noticiosa en función de intereses propios y prácticas estandarizadas,
Breed no se manifestó abiertamente pesimista. Enfatizó el rol activo de las
escuelas de periodismo en la formación de comunicadores libres y responsables,
así como el del público lector para exigir información socialmente valiosa, ya que
los patrones culturales predominantes en el ámbito de la redacción de un diario
proveen una solución insuficiente para las expectativas de una sociedad
democrática.
6.2. Warren Breed: el rol de los MMC relativo a la integración
socio-cultural y el mantenimiento del statu quo
Años más tarde, Warren Breed explicó en su artículo “Mass
Communication and Socio-Cultural Integration” (Breed, 1958) cómo y por
qué ciertos medios masivos de comunicación resultan funcionales para una
sociedad al preservar ciertos patrones socio-culturales en aras del consenso,
aun cuando puedan ser antidemocráticos o defectuosos para la mayoría. Para
este autor, el mantenimiento del orden y la cohesión social son un problema
clave para cualquier entorno social y el sistema de medios no es ajeno a ellos
porque tiende a difundir formas de comportamiento generalmente aceptadas.
Por este motivo, algunos medios gráficos y audiovisuales pueden enfrentar el
dilema de publicar o no material que eventualmente podría dañar la fe
popular o poner en peligro las estructuras vigentes. Incluso agrega –
parafraseando a Robin Williams– que en los Estados Unidos “existe el
acuerdo tácito de no expresar o concienciar sobre aquello que pudiese resultar
disfuncional” (Breed, 1958: 109).
En este sentido, Breed hizo hincapié en numerosos estudios de colegas
y sociólogos que asociaron a las funciones latentes de los medios con el
reforzamiento de las tradiciones y la explicación de nuevos roles. Afirmó que
“como forma de socialización de adultos, los medios son percibidos como
garantes de un cuerpo de valores comunes necesarios para sostener el
consenso a pesar de los cambios” (Breed, 1958: 110). Asimismo, en el plano
de la cultura, su aporte se remite al fortalecimiento y la estabilización de
estructuras e instituciones como, por ejemplo, la familia, la religión o la
justicia.
Los hallazgos de este autor fueron el resultado de un análisis de conte-
nido relativo a material informativo aparecido en periódicos locales, que se
comparó con once estudios sociológicos –elaborados entre los años treinta y
mediados de los cincuenta– sobre diferentes comunidades de los Estados
Unidos, junto a la consideración de varios casos conocidos de historias y
materiales descartados por publicaciones populares. Breed detectó patrones
de regularidad, a partir del examen de todos estos documentos, que contri-
buyeron a una construcción teórica consistente.
Dentro de sus aclaraciones preliminares, el investigador reseña que la
definición de medios con la cual trabajó abarca la mayoría de la prensa diaria,
radio, televisión, películas de cine, revistas populares y canciones, mientras
que excluye al diario New York Times y a la revista Harper's por tratarse de
exponentes de la prensa seria o quality press que no alcanzan a las masas.
262 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS DEL PÚBLICO?
De un conjunto de 250 ítem omitidos por razones, el 66% se vinculó al poder
y los abusos de las elites acaudaladas, el 20% a la religión y el 14% a temas de
salud, justicia y familia.
También realizó un análisis particular de cada una de las áreas consideradas
“sagradas” por los medios masivos evaluados, en el sentido de que son defendidas
por ellos, puntualizó los siguientes conceptos (Breed, 1955: 329-333):
LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 263
Incluso, observa que la prensa minimiza las faltas de los soldados
estadounidenses en el exterior cuando violan normas sobre la propiedad
y derechos de civiles, que en su país de origen serían sancionadas. En
esos lugares, ellos son considerados “representantes” de su país y
ocupan, por lo tanto, una posición casi sagrada. Tampoco se enfatiza la
complicidad y la intervención de los Estados Unidos en los asuntos
internos de otros países. En este sentido, Breed advierte que cuando los
medios describen la historia, las acciones y los héroes estadounidenses
son glorificados y las desviaciones se atenúan. Para ello, las guerras se
ganan merced al coraje y el carácter, mientras el rol del poderío técnico
se soslaya. Este valor se encarna en la figura del soldado desconocido,
destinatario último de todos los honores, depositario de todas las
virtudes.
COMUNIDAD La inclinación hacia el etnocentrismo local u orgullo cívico también se
manifiesta en la prensa. El progreso, el crecimiento y los logros de una
ciudad son elogiados y las faltas, omitidas. Incluso, suelen difundir las
arengas de agrupaciones cívicas que llaman a la excelencia y
características únicas de su localidad, y en el fondo buscan atraer
inversores y negocios. También, a la manera de la tradición de
Hollywood, asocian al villano con una muerte violenta, mientras
preservan la integridad y bondad del héroe, aún a costa de la realidad de
los hechos.
MEDICINA Y
SALUD
La medicina es un asunto vital, especialmente cuando los resultados de
alguna terapia se asocian más a la fe del paciente en su doctor que en la
medicina o la habilidad profesional. Se considera que el mantenimiento
del prestigio del médico por parte de los medios es una contribución
social ya que la fe desempeña una función positiva. Casi nunca se
muestra a los médicos en forma negativa, e incluso son siempre
retratados como abnegados y dignos de admiración de casos de
discriminación en la atención de enfermos, así como la referencia al
egoísmo respecto a la reducción de los costos de tratamientos para los
más desfavorecidos y al ingreso de especialistas extranjeros a la práctica
local.
OTROS
VALORES
La injusticia es otro valor de innegable relevancia, particularmente
cuando un tribunal decide sobre la vida y la muerte, además tener
injerencia sobre negocios privados y el bienestar público, La figura de
los jueces es tratada con respeto, aun cuando haya críticas serias.
Asimismo, la dignidad de los individuos atrae la atención y respeto de la
prensa. Lo mismo pasa con financistas exitosos, celebridades del
espectáculo y deportistas famosos. Sin embargo, el temor a demandas
por difamación libelo e invasión de la privacidad resultan factores
disuasores en la cobertura de asuntos privados. Incluso, cuando los
chismes se pasan de la raya en los medios sensacionalistas, se
multiplican las condenas y la indignación de los columnistas. Sólo los
criminales son blanco de intromisiones y críticas abiertas. Otras áreas
delicadas, objeto de defensa de los medios, tienen bases francamente
locales. Por último, la juventud, los grupos étnicos, el trabajo duro y
ciertos aspectos de la educación son también resguardados.
ELITES CON
PODER
ECONÓMICO
La mayoría de los temas usualmente minimizados, apenas
reportados o enterrados por la prensa, se relacionan con esta
categoría. El relato es muy discreto y parcial en cuanto al tratamiento
de denuncias por apelación a recursos poco democráticos para la
obtención de prebendas por parte de un individuo privilegiado, los
favoritismos y la desigualdad de oportunidades. Incluso advierte que
la palabra “clase” está ausente casi por completo.
RELIGIÓN Los temas soslayados fueron clasificados en función de las
siguientes categorías:
Fieles: la escasa concurrencia a los servicios por parte de los
feligreses, las diferencias extremas en la participación
religiosa, actitudes de escepticismo e incredulidad, creciente
número de reuniones de carácter no religioso en la iglesia y
comportamientos poco piadosos por parte de las clases más
acomodadas respecto de las más humildes.
Clero: Los ministerios expresan su descontento sobre los
obstáculos a su labor y las dificultades para alcanzar a la
comunidad.
Iglesias en la comunidad: Rivalidad entre iglesias, iglesias
menos comprometidas en contribuciones caritativas de orden
cívico, ranking de iglesias según consideraciones de clase y
riqueza, resistencia al entretenimiento científico en agricultura
y a la modernización de planes de estudios escolares.
Otros datos señalaron la existencia de caricaturas prohibidas
en publicaciones, además de la publicación de suplementos de
fin de semana sobre actividades de la iglesia en casi todos los
diarios, aunque reconoce que rara vez mencionan temas de
doctrina religiosa y rituales.
FAMILIA Los medios masivos suelen referirse a la familia como una
institución sin la cual la sociedad perecería. Por lo general, se suele
retener información sobre cuestiones extramaritales y, en el caso de
caricaturas, se limitan las relativas al sexo adulto. Otro tema que no es
objeto de tratamiento positivo es el control de la natalidad. En este
sentido, los medios suelen enfatizar virtudes tales como el deber, la
obediencia y el cariño.
PATRIOTISMO El patriotismo o etnocentrismo nacional suele ser un valor
protegido por los medios. Cuando un individuo es acusado de
deslealtad, se manejan con mucha cautela en sus apreciaciones
positivas de él, y suelen retratarlo como un sospechoso controvertido.
264 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMÍGOS DEL PÚBLICO? LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 265
Breed aclaró que la lista detallada previamente no es exhaustiva y, por lo
tanto, es pasible de cambios con el transcurso del tiempo. Concluyó que el
“poder” y la “clase” son categorías protegidas en las coberturas mediáticas.
Hombres de negocios, doctores y jueces aparecen entre los niveles más altos de
la pirámide social, y están entre aquellos que pueden emplear medios
antidemocráticos, amparados en su poder relativo, para alcanzar sus fines. Estos
hallazgos estuvieron lejos de sorprenderlo, pues los críticos han notado por
décadas el poder desproporcionado de las elites y el guiño favorable de los
medios de comunicación masiva hacía sus acciones.
No obstante, consideró que estas observaciones no eran las únicas
respuestas. Sería difícil imaginar a las madres, soldados, feligreses y el soldado
desconocido como figuras poderosas. También reconoció patrones culturales
objeto de cautela por parte de los medios. Incorporo los valores del capitalismo,
el hogar, la religión, la salud, la justicia, la nación y la comunidad al conjunto
de “intocables”. Inclusive, subrayó que el desinterés de los medios en hablar
sobre las clases en sus facetas tanto culturales como sociales representa la
antítesis del credo estadounidense.
Desde otro ángulo, Breed sugirió que los medios no desafían a las
instituciones explorando sus defectos. Por ejemplo, en casos de corrupción en
organizaciones sin fines de lucro, se concentran en el individuo más que en la
institución. Los medios funcionan como órganos de la comunidad y sirven
mucho más a los fines de unidad que como voceros de intereses de subgrupos.
Otro mecanismo funcional promotor del consenso es para Breed el humor.
Reveló que algunos estudios sobre temas relativos a la religión, la hispanidad y
la figura paterna fueron objeto de fuertes restricciones. Así, se permiten chistes
sobre obligaciones religiosas y santos, pero se bloquean los relativos a la
Eucaristía y el Viernes Santo.
En realidad, la omisión de ciertos temas sensibles parecía ser un rasgo
típico de la prensa, aunque no era obligatoria y las excepciones podían ocurrir.
Esta posibilidad se presentaría cuando pasaran a formar parte de las pre-
ocupaciones de la opinión pública, por ejemplo, por la visibilidad que pudieran
adquirir a raíz de la intervención policial o de la justicia por las acusaciones
contra un individuo o grupo. Breed observó que los dramas televisivos
ocasionalmente retratan a los hombres de negocios como villanos pero se centran
en la moralidad individual y no en la de las instituciones. En el caso de los
diarios, se publican noticias generales sobre fallas estructurales resultantes de
investigaciones de campañas de financiamiento, lobbying, maniobras de
concentración económica, entre otras razones, pero no como notas especiales.
Para Breed, el análisis funcional tendía a ser más estático que dinámico,
Era por eso que las excepciones ocurrían y la posibilidad de que el foco se
esfumara o se concentrara en determinada élite o valor podía acaecer en
diferentes períodos. Sin embargo, reconoció que, a pesar del cambio y la
variedad, ciertos patrones documentados resultaron muy persistentes. En este
sentido, los medios masivos de comunicación tenían distintos propósitos y
contenidos respecto a los medios serios, la prensa partidista o de protesta y el
arte. Este último se manifestaba libre en su crítica de instituciones y valores.
Más allá del debate sobre si los medios protegían al consenso, Breed
encontró que la cuestión más significativa era el consenso positivo o
pseudoconsenso y, por lo tanto, recomendó la realización de investigaciones
posteriores. Algunas de sus omisiones podrían ser interpretadas como
contribuciones –discutibles– al consenso, mientras otras tomarían la forma de
racionalizaciones de los desvíos de las elites. Lo cierto es que los líderes
protegidos por las coberturas mediáticas encarnaban los valores vinculados a
sus puestos y su discreción reforzaría la estructura cultural vigente. Por otra
parte, cuando sus faltas son objeto de escándalo público, el peligro de efecto
dominó puede comprometer la fe en la institución que éstos representan.
En sus conclusiones, Breed comentó que era probable que, frente a los
rituales de difusión repetitivos y estandarizados de los medios, las personas se
acostumbraran a ellos y aprendieran algo. Además, estableció un paralelo entre
la discreción respecto a ciertos asuntos en la comunicación de masas y la
interpersonal. Muchas veces las mentiras blancas contribuyen a mantener la
estructura de las relaciones ante las tensiones.
Los críticos advierten que muchas de estas apreciaciones de Breed
realizadas hace más de 40 años aún persisten. Hay algunas que han mejorado,
pero, para otros, la brecha entre lo ideal y lo real subsiste y seguirá siendo un
problema para las sociedades democráticas.
6.3. Gaye Tuchman: los rituales de objetividad periodística
y la construcción social de la realidad
En la década de 1970, la socióloga estadounidense Gaye Tuchman
(Tuchman, 1972: 660-679) procuró analizar cómo los valores de los periodistas
influyen sobre las noticias, incluso cuando se esfuerzan por evitar estos efectos.
Encontró que las pretensiones de objetividad de los profesionales de la prensa
se basan en la aplicación de ciertos procedimientos estándar que, en
266 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS DEL PÚBLICO? LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 267
el fondo, operan como estrategias defensivas frente a eventuales críticas de
colegas o ataques de profanos. Las consecuencias más evidentes de estos
rituales, más allá de la contradicción entre su finalidad y los medios empleados
para alcanzarla, es la aparición de sesgos en las noticias.
A partir de la consideración de Everett Hughes (citado por Tuchman, 1972:
661) relativa al rol protocolar que cumplen ciertas tácticas utilizadas por los
periodistas en el desarrollo de su labor, Tuchman señala que un “ritual” es un
procedimiento rutinario, con poca o tangencial importancia para el fin buscado, y
suele evaluarse como un acto compulsivo. En el caso particular de los
profesionales de la prensa, estas prácticas sirven como protección ante los
riesgos de su actividad, vinculados a la presión del cierre, potenciales juicios por
difamación, agresiones en general, reclamos sindicales y reprimendas de sus
superiores jerárquicos, entre una larga lista de potenciales problemas
individuales o institucionales. Al ser esencialmente sujetos de acción, los
periodistas tienen un repertorio limitado para definir y garantizar su objetividad.
Diariamente deben decidir rápidamente acerca de la validez y fiabilidad de los
testimonios y hechos que recogen, para luego presentar una noticia. Asimismo,
el procesamiento de la información no les deja tiempo para reflexionar y analizar
los datos. Por estos motivos, apelarán a alguna noción eficaz de objetividad que
minimice la posibilidad de conflictos, cuya escala se magnifica y se perpetúa sí
se piensa en la cantidad de noticias que un medio procesa y difunde
continuamente.
En este sentido, para contar una historia asociarán a los hechos con una
serie de atributos formales que les permitirán mostrar su capacidad para discernir
entre lo que ellos opinan o creen y lo que se informa. En primer lugar, apelan a la
posibilidad de verificación de los acontecimientos a través de la consulta directa
a fuentes oficiales. Cuando esta posibilidad se trunca, podrán recurrir a cuatro
mecanismos estratégicos (Tuchman, 1972: 665-667):
Presentación de
diferentes
posturas en
conflicto
Aunque el reportero no pueda corroborar por sí mismo los
hechos o testimonios, buscará a alguien que lo hará en su lugar.
De ahí pueden surgir versiones conflictivas en cuanto a la
veracidad de los hechos, pero el periodista puede proclamar su
objetividad puesto que ha presentado diferentes voces sin
favoritismos. La última palabra la tendrá el público consumidor
quien decidirá cuál de los actores involucrados “dice la verdad”.
El problema de este procedimiento es la aparición de una serie de
versiones rivales que representan distintas opiniones y terminan
siendo presentadas como hechos. Este enjambre de testimonios
contradictorios acabará por:
Otra de las observaciones de Tuchman hace hincapié en el hecho de que los
periodistas usan la etiqueta “análisis periodístico” para diferenciar a una historia
potencialmente problemática de un relato informativo “objetivo”. A través de este
recurso se indica que el material en cuestión es de carácter interpretativo y no
representa la opinión del medio ni es necesariamente verdadero. La evaluación de los
públicos pasará por la credibilidad del profesional y la ponderación de sus
antecedentes. Es evidente que este tipo de pieza informativa involucra juicios de
valor, algo que está vedado en las noticias propiamente dichas.
En este contexto, el hombre de prensa invoca a su experiencia y sentido
común. Se trata en el fondo de un saber sagrado, una especie de sexto
Presentación de
diferentes
posturas en
conflicto
confundir o hastiar a los públicos;
en el mejor de los casos, invitará al público a ejercer su percepción
selectiva.
Tuchman concluye al respecto que esta práctica está muy lejos de
generar objetividad.
Presentación de
evidencia
ampliatoria de
apoyo
En este caso, se incorpora información adicional que sustente las
afirmaciones originales. Este mecanismo ilustra la creencia generalizada
entre los periodistas de que los hechos hablan por sí solos. De esta
forma, el profesional preserva su imparcialidad e independencia. Desde
la óptica de la sociología, Tuchman afirma que es una obviedad que los
hechos no hablan por sí mismos y aclarar que la aceptación de un
suceso depende en gran medida de los procesos sociales.
Uso ponderado
del
entrecomillado
Los testimonios literales de fuentes oficiales y reconocidas
intercalados suelen reforzar la creencia de que los hechos hablan por sí
solos. De esta forma, se evita la presencia del periodista como relator.
También se puede aplicar como un recurso para: poner distancia entre el
periodista y la fuente; poner en duda la legitimidad de un dicho o grupo;
anticipar las eventuales críticas de superiores jerárquicos frente lo que
se pueden interpretar como tendencioso o ideológico en el relator y su
historia.
Adaptación de la
información a
determinadas
estructuras
formales de
presentación y
estilo
Por lo general, la estructura de un relato periodístico clásico se ajusta al
uso de técnicas como la de la pirámide invertida. Para Tuchman, éste
será el aspecto formal más problemático de la objetividad periodística
porque resulta innegable la responsabilidad del autor en la selección del
titular. Sólo podrá invocar su profesionalismo para validar el recurso a
su juicio u olfato periodístico.
268 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS PÚBLICOS? LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 269
sentido, que se asocia al conocimiento y a la comprensión de las relaciones
interorganizativas, el trato con el medio al que pertenece y otras instituciones
profesionales. Todo este bagaje informativo o know-how le permite defender su
juicio y pretensión de objetividad. A partir de allí, Tuchman señala que el
periodista realiza tres generalizaciones:
1. La mayoría de las personas, incluidas las fuentes de información, sirven a
sus propios fines. El individuo deberá demostrar su fiabilidad para ser
creíble a través de un proceso de prueba y error.
2. Algunas personas están en posición de conocer mejor que otras a una
organización. Aunque puedan defender sus propios intereses, es probable
que su información sea más “exacta” por su acceso directo a los hechos.
3. Las instituciones y organizaciones (de medios) tienen procedimientos
dispuestos para su propia protección, así como la de las personas que se
contactan con ella.
Para Tuchman, estas generalizaciones aumentan su importancia cuando los
reporteros las conjugan y sobre la base de ellas evalúan los hechos. Desde esta
perspectiva, parece que la experiencia profesional sobre la organización y sus
códigos impone una serie de prejuicios que les impedirán considerar otras
alternativas en la interpretación de la realidad.
Lo cierto es que, en última instancia, el sentido común juega un rol crucial
en la definición del contenido de una noticia, ya que permite discernir, entre una
multitud de hechos, cuáles serán realmente dignos de consideración. Por este
motivo, los profesionales tenderán a descartar todo aquello que contradiga al
sentido común, es decir, lo que “todo el mundo sabe” o presume como cierto en
una estructura altamente socializada, incluso a pesar de la experta opinión del
profesional.
En este punto, Tuchman hace referencia a uno de sus estudios previos
(Tuchman, 1969), en el que afirma que las nociones que los periodistas asumen
sin cuestionamientos son realmente imágenes de sus propias visiones de la
realidad social y la política. Por esta razón, concluye que es preciso saber que:
1. Algunos contenidos serán aceptados como “hechos” si tienen sentido.
2. Los juicios periodísticos que justifican tal “sentido” se fundan en un
saber profesional sagrado.
No obstante, los críticos cuestionan directamente la fuente de ese saber porque
consideran que los rituales de objetividad están muy lejos de cumplir con su
pretensión.
Más allá de los ataques de sus detractores, para Tuchman, los rituales
periodísticos cumplen las dos funciones básicas: alientan una percepción
selectiva por parte de los públicos, al tiempo que constituyen un recurso para
disimular las opiniones de su autor. También, reconoce su vinculación con la
política editorial de las empresas de medios y advierte que estas prácticas
inducen a la confusión de sus audiencias al crear la ilusión de ofrecer un
análisis equilibrado, meditado y definitivo de la realidad. En suma, Tuchman
sostiene que la palabra objetividad se usa como un ritual estratégico, ya que
estos mecanismos proporcionan un conjunto de seguros y contrapesos
emocionales y organizativos contra los riesgos objetivos y subjetivos de la
profesión.
Seis años más tarde, en su obra Making the News (Tuchman, 1978),
Tuchman avanzó en sus investigaciones en cuanto al rol de los medios de
comunicación en el descubrimiento y cultivo de grupos minoritarios y
movimientos sociales, como, por ejemplo, el feminista. Consideró que el
tratamiento periodístico de las actividades de los mencionados grupos, en su
afán por contrastar puntos de vista, termina por degradar sus ideas y denigrar a
sus representantes al sacar sus declaraciones fuera del contexto original. Así,
las opiniones cargadas de emotividad de los líderes de agrupaciones poco
conocidas son confrontadas con los argumentos sesudos y convencionales de
amplía aceptación, esgrimidos por figuras oficiales dotadas de cierta
respetabilidad y credibilidad.
En líneas generales, encontró que los periodistas se esfuerzan poco por
tratar de entender la filosofía de estas minorías o crear un contexto de
interpretación acorde a sus objetivos y necesidades. Incluso, muchos de los
informes noticiosos tienden a centrarse en eventos dramáticos, montados por
simpatizantes aislados con escasa representatividad. Todo esto terminará
desvirtuando los argumentos originales, asociándolos a manifestaciones
extremistas, por más que los reporteros no expresen abiertamente críticas, ni
reconozcan su ignorancia del tema, ni definan el método para elegir las citas y
el uso de fuentes de élite. Estas mismas conclusiones fueron corroboradas por
otros investigadores: Mark Fishman (1980) y Todd Gitlin (1980).
En este sentido, Tuchman afirmó que las noticias construyen la realidad
social. Sostiene que el acto de producir (hacer) las noticias es el acto de
componer la realidad misma más que presentar una imagen (reproducir) de la
realidad. Además, afirma que las noticias resultan un aliado para las
instituciones reconocidas, así como también legitiman el statu quo.
270 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS PÚBLICOS? LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 271
Estas investigaciones fueron el fruto de sus observaciones en carácter de
participante en las redacciones de los medios masivos de comunicación, en
particular de diarios, así como de entrevistas con periodistas durante un período
de 10 años.
Tuchman asocia el profesionalismo de los periodistas y las organizaciones
de medios con el surgimiento del capitalismo corporativo. Deduce que las
noticias son un recurso social cuya construcción limita la comprensión analítica
de la vida contemporánea y sostiene que: “A través de las rutinas de trabajo y
las pretensiones de los periodistas de arbitrar el conocimiento al presentar
relatos de hechos, las noticias legitiman el statu quo” (citado por Baran y
Davis, 2002: 337).
6.4. Herbert Gans y los valores duraderos en las noticias3
Herbert Gans, en una investigación de 1979, señala que “Las noticias no
se limitan a juicios sobre la realidad; contienen valores o declaraciones de
preferencias”. Agrega que, en los EE.UU., detrás de las noticias, aparece una
imagen de cómo deberían ser, según los medios, la nación y la sociedad.
Aclara también que “los periodistas se esfuerzan por ser objetivos, pero ni
ellos ni nadie pueden proceder sin valores. Además, los juicios sobre la realidad
nunca están divorciados de los valores”. En realidad, para Gans, esos valores
deben inferirse de los diferentes artículos a lo largo del tiempo, ya que rara vez
se explicitan, pues los periodistas no los abordan directamente en las noticias.
Tras el análisis de diversas noticias durante un tiempo, Gans detectó la
presencia de 8 de valores perdurables:
VALOR SIGNIFICADO
Etnocentrismo
Valoración de la propia nación por sobre otros (esto es evidente en las
noticias internacionales). Las coberturas tienden a obviar atrocidades
cometidas por las fuerzas propias.
Democracia
altruista
Las noticias implican que la política debe basarse en el interés público
y en el servicio. Se citan las desviaciones al cumplimiento de los
ideales no establecidos. Esto se advierte en las historias sobre
corrupción, conflictos, protestas, trabas burocráticas, entre otros. No
obstante, Gans advierte que los MMC son selectivos en cuanto a la
denuncia de violaciones a las
3 GANS, Herbert: Deciding What's News, New York, Pantheon, 1979.
VALOR SIGNIFICADO
Democracia
altruista
normas oficiales (suelen preocuparse más por las transgresiones a la
libertad de prensa que por temas como la pobreza, las dificultades de
la clase media para alanzar acceso político).
Capitalismo
responsable
Las noticias implican que los empresarios van a abstenerse de obtener
ganancias irrazonables y de explotar a los trabajadores o clientes. Los
MMC se muestran demasiado optimistas respecto a los beneficios de
la libre competencia, sin prestar atención a su actual naturaleza
oligopólica, y denuncian sus errores una vez que las autoridades
exponen los hechos.
Pastoralismo
aldeano
Favorecer a las pequeñas poblaciones.
Individualismo Preservación de la libertad individual frente a las intromisiones de la
nación y de la sociedad.
Moderación Desaliento a los excesos o extremismos (violaciones de la ley y
valores predominantes).
Orden Respeto de la autoridad y de los valores perdurables relevantes;
preocupación por la cohesión social.
Liderazgo Liderazgo moral y competente, honesto y cándido, con visión, empuje
y coraje.
Este autor sostiene que las noticias contienen valores e ideologías. Estas
últimas no son ni liberales ni conservadoras, sino más bien valores
profesionales que los propios periodistas aprecian (por ejemplo, las
referencias en noticieros a ciudadanos modelo en función de principios y
valores como heroísmo, solidaridad, altruismo, honestidad, patriotismo, entre
otros, que ellos mismos enfatizan corno deseables).
En este punto, convendría incorporar otras opiniones más actuales que
desafían y, por otro lado, completan la propuesta de Gans. Así, resulta
interesante citar la opinión de Stephen Reese sobre la aparente postura neutral
de los periodistas, despojada de ideologías políticas evidentes, que termina, en
el fondo, sosteniendo las tendencias políticas dominantes en el ámbito social:
El concepto de objetividad se apoya en supuestos que son eminentemente
compatibles con los requerimientos de la clase hegemónica. [...] las reglas de
la imparcialidad no sólo disfrazan los mensajes ideológicos en los medios, sino
que son una parte esencial de su funcionamiento ideológico. Las definiciones
272 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS DEL PÚBLICO? LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 273
convencionales de los sucesos son reforzadas, mientras que los puntos de vista
fuera del consenso se califican de irracionales e ilegítimos [Resse, 1990: 395].
Asimismo, desde otro enfoque del análisis, Van Dijk reconoce que los
medios suelen tomar partido al lado de quienes detentan poder, contribuyendo a
la producción y reproducción de la dominación occidental, blanca, neoliberal en
los mercados económicos, además de la hegemonía política y la marginación
social. Todo esto se alcanza a través del recurso a “valores noticiosos
dominantes, encabezados, narrativas, editoriales, tópicos, metáforas y
descripciones que podrían ser usados como bases para la legitimación y
naturalización de desigualdades étnicas y sociales, tanto a nivel local como
global” (Van Dijk, 1995:30).
Por último, Doris Graber se refiere a los criterios que definen la selección
de historias específicas por parte de los gatekeepers y advierte que la pretensión
del matutino New York Times de presentar “todas las noticias que caben en la
prensa” es un mito imposible. Existen muchas más noticias publicables y
disponibles que cualquier diario puede usar. Los gatekeepers también deciden
cómo encuadrar cada asunto para difundir un mensaje particular.
Graber recuerda, por ejemplo, que cuando un grupo de agitadores destruyó
varios vecindarios en la ciudad de los Ángeles, California en 1992, sus acciones
parecieron justificarse al ser encuadradas como una venganza pública ante la
brutal paliza que habían recibido dos jóvenes negros por parte de policías
blancos. La investigadora atribuye este efecto al hecho de que se intercalaron las
escenas de golpizas con las de motines. Aclara, además, que, si se hubiesen
enfocado en los asaltos, saqueos e incendios intencionales durante los ataques a
los vecindarios, la historia habría tomado otro giro.
Concluye, entonces, que
los criterios de los periodistas acerca de la selección de una historia se relacionan
más con la seducción de la audiencia que con su relevancia política, su valor
educativo, sus amplios propósitos sociales a las posturas políticas del reportero.
Esto es particularmente cierto en el caso de la TV, en la que el número de
televidentes, sus características demográficas y actitudes son monitoreados
permanentemente. […] y por el solo hecho de que ven o escuchan o compran un
diario en gran número, se asume que esto certifica que les gustó lo que recibieron
[Graber, 1997: 104-105].
6.5. William Lance Bennett y las distorsiones en la producción de noticias
En 1988, Lance Bennett realizó una reseña acerca de la bibliografía
disponible en materia de la producción de noticias y distinguió 4 formas en las
que las prácticas y la operativa de los medios masivos de comunicación
generan distorsiones o sesgos en sus contenidos informativos, a pesar de ser
capaces de atraer la atención de las audiencias (Lance Bennett, 2007:36-44).
Noticias personalizadas
Dado que la mayoría de las personas se relacionan mejor con otros
individuos que con los grupos y las instituciones, gran parte de las noticias que
aparecen en los medios masivos se centran en individuos. Según Lance Bennett,
“el foco en actores individuales, fácilmente reconocibles e identificables -
positiva o negativamente— invita a los miembros de la audiencia a proyectar
sus sentimientos y fantasías en la vida pública” (Baran y Davis, 2002: 336).
Por lo tanto, la personalización ayuda a las personas a identificarse y
hallar relevancia en temas remotos. Sin embargo, se corre el riesgo de trans-
formar al mundo social en una gigantesca telenovela e ignorar los problemas
complejos de la realidad política.
Así, por ejemplo, los estadounidenses vieron sus vidas sacudidas a raíz
del atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, y sus diplomáticos bus-
caron una rectificación por parte del gobierno afgano mientras fuerzas espe-
ciales del ejército fueron enviadas al Medio Oriente. Algunos medios, como el
diario Boston Globe, resumieron el conflicto en los siguientes términos: Bush-
Taliban avanzan a un punto muerto (Baran y Davis, 2002; 336).
Bennett reconoce que uno de los principales defectos del periodismo
estadounidense es su sobrecogedora inclinación por restar importancia a los
grandes problemas económicos, sociales y políticos, en favor de la cobertura de
procesos judiciales, tragedias y triunfos que colocan a las audiencias en la
superficie de los hechos. En este sentido, los medios se concentran más en las
figuras de las contiendas políticas que en los temas de fondo, los intereses y los
procesos en juego.
Este tipo de comportamiento se atribuye, según este autor, a un amplio
espectro de razones: desde el miedo a espantar al público, hasta la obligación de
explicar en profundidad causas y efectos, sacrificando la relativa comodidad de
presentar una simple historia de interés humano.
274 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS DEL PÚBLICOS? LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 275
Cuando se invita a las personas a tomar las noticias como una cuestión
personal, se puede hallar un vasto número de significados privados y emotivos.
Sin embargo, esas interpretaciones instigadas por los relatos periodísticos
pueden llegar a hacer muy poco por una comprensión crítica y la participación
ciudadana. La atención puesta en ciertas figuras alienta una actitud pasiva en
sus destinatarios. Ya sean héroes simpáticos o villanos, despreciables, las
preferencias de los medios por estas historias particulares crean un sesgo
informativo del tipo “por ver el árbol no se aprecia el bosque”, que entorpece la
comprensión del amplío panorama institucional que está detrás del elenco de
actores en el centro de la escena, objeto de un inusitado interés mediático.
Esta tendencia resultaría menos preocupante si estos ángulos de interés
humano fueran utilizados para despertar en las audiencias una reflexión
profunda sobre asuntos y problemas comunes, al igual que lo hacían los dramas
griegos. E1 principal obstáculo a este tipo de análisis es la tendencia a
reducirlos a cuestiones de índole personal, que suelen rematarse con una tímida
alusión al resto de las personas.
Bennett, incluso, reconoce que aun cuando hay quienes rechazan estas
fórmulas periodísticas, la personalización nunca acaba y evidencia un sesgo en
las noticias (como ocurrió, por ejemplo, durante la caótica cobertura in-
formativa del comportamiento sexual del presidente Clinton).
Noticias dramatizadas
Como todas las mercancías de los medios masivos de comunicación, las
noticias deben ser envasadas en forma atractiva y la forma primaria para
alcanzarlo requiere de la dramatización, con particular énfasis en sus actores. Al
respecto, Edward Epstein destaca una cita extraída de un memorando escrito por
un productor de TV:
Toda noticia debería, sin ningún sacrificio de probidad o de responsabilidad,
exhibir. Debería tener una estructura y un conflicto, problema y desenlace, llamar
a la acción y aquietarla, tener una introducción, un desarrollo y una conclusión.
Éstos no son sólo los elementos esenciales de un drama, son los básicos de la
narrativa [Baran y Davis, 2002: 336]
Bennett y Murray Edelman aseguran que este tipo de narrativa es limitada
y está sesgada hacia el mantenimiento del statu quo. Suelen priorizar la crisis
por sobre la continuidad, el presente por sobre el pasado, y destacan
la presencia de personalidades en figuras centrales. Por otra parte, reducen -
cuando no ignoran- la importancia de la información política compleja, el
trabajo de las instituciones gubernamentales y las bases de poder detrás de los
personajes involucrados. Se pierden en el melodrama el análisis de problemas
persistentes, tales como la desigualdad, el hambre, el tratamiento de residuos
tóxicos, las presiones demográficas y poblaciones, el colapso del ambiente y la
opresión política. A pesar de su gravedad, estos asuntos sólo son atendidos
sobre bases cotidianas cuando se produce una crisis que dispara una reacción
en las autoridades.
Para Bennett, las crisis son un material noticioso perfecto porque se
ajustan sin dificultad al sesgo de la dramatización. Su ciclo es retratado con los
ascensos y caídas en la acción, personajes bien definidos, así como la reso-
lución o moraleja de la trama. Sin embargo, esta secuencia terminará
lamentablemente reforzando la impresión popular de que los altos niveles de
las dificultades humanas son inevitables y, por lo tanto, aceptables. Para las
coberturas informativas, las crisis se resuelven cuando las situaciones vuelven a
niveles tolerables de gestión, a pesar de que los problemas subyacentes puedan
continuar creciendo. Si bien no puede acusarse a las noticias de ser la causa de
estos fenómenos, no es menos cierto que podrían transformarse en parte de la
solución al sustituir el relato dramático de los síntomas por el debate de las
causas.
Al igual que en el caso de las noticias personalizadas, la dramatización no
constituiría una dificultad si se usara para focalizarse en la presentación de
antecedentes y el contexto que rodea a los acontecimientos. El drama puede
ayudar a comprometer distintas fuerzas provenientes del mundo de la ciencia,
la política, las instituciones sociales. Su potencial puede ser utilizado tanto en
forma positiva como negativa. Tiende al golpe bajo y a la emoción a flor de
piel, pero también puede dar pie a iluminar y explicar.
E1 recurso a fotos, gráficos y videos en vivo puede volverlo más grave y,
por lo tanto más atractivo desde la perspectiva informativa. Estos elementos no
sólo tornan un mundo distante en algo más real, sino que convierten a las
noticias en más creíbles. En el caso particular de la TV, muchas veces este
material contribuye a la decisión de los editores y reporteros sobre cuáles
historias contar y cómo hacerlo. En realidad, no hay nada de malo en este
proceder; incluso se puede reconocer que funcionan como un poderoso aliado
para capturar los sentidos de los públicos. No obstante, siempre surge una
tensión entre no presentar historias relevantes porque resulta difícil retratarlas y
contar situaciones insignificantes por disponer de buenas imágenes.
276 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS PÚBLICOS? LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 277
Noticias fragmentadas
El diario y los noticieros televisivos se componen de informes de even-
tos breves y encapsulados, que son como fotografías instantáneas del mundo
social. Al construir las noticias de esta manera, los periodistas buscan cumplir
con su estándar de objetividad.
Los hechos son tratados en forma aislada, evitando favorecer sus
interconexiones. Su articulación requiere contextualizarlos dentro de una
perspectiva más amplia, lo que a su vez conduciría a ensayar vinculaciones
especulativas y tal vez controvertidas. ¿Existe alguna conexión entra tres
accidentes de avión aislados, o entre tres derrames de residuos tóxicos en
distintas ciudades? Al fragmentar los hechos, los artículos e informes
periodísticos dificultan la comprensión por parte de la audiencia y
condicionan la posibilidad de relacionar los acontecimientos desde su propio
enfoque.
Lance Bennett asegura que cuando los periodistas intentan realizar un
análisis, en realidad, hacen un collage. Combinan evidencia con posiciones
encontradas y yuxtaponen las piezas en una forma que desafía la interpreta-
ción, en particular, de quienes no tienen interés en el tema o carecen de
conocimientos previos. Tal vez muchas de esas historias puedes cumplir con
el requisito de equilibrio, pero para este autor, poco ayudan al destinatario a
captar el verdadero sentido de las cosas.
El resultado final de esta operativa es la presentación de relatos
esquemáticos, desprovistos de la mirada de sus orígenes y significado
histórico. Incluso, es muy difícil reconocer esas historias cuando resurgen en
el futuro, asumiendo la apariencia de eventos caóticos o crisis despojados de
toda causalidad.
Noticias normalizadas
Las noticias sobre catástrofes o movimientos sociales tienden a normalizar
esas potenciales amenazas al statu quo. Las fuentes de elite explican los
desastres y desafían a los miembros de movimientos. Se presenta a los miembros
de las elites como personajes con autoridad, racionales y conocidos, que
efectivamente hacen frente a las amenazas. Pueden resultar confiables y ser
reconocidos corno capaces de volver las cosas a la normalidad.
Así, por ejemplo, si existe algún problema con la tecnología de un avión,
éste podrá ser subsanado, porque la FFAA cuenta con la caja negra y
determinará sus causas a la brevedad. En el caso de un movimiento que hace
demandas legítimas, éstas serán satisfechas y el gobernador anunciará que
está siendo asesorado por un comité de notables que estudia el problema.
También en esa línea, otras investigaciones revelan que en la cobertura de
cuestiones científicas, tales como el recalentamiento de la tierra, el público
termina interpretando que sólo existe una disputa entre dos grupos de
especialistas.
En resumidas cuentas, a los medios masivos les preocupan cuestiones
como el orden, así como la posibilidad de que las autoridades sean capaces de
establecerlo o restaurarlo. Bennett afirma que hay temas interminables y
versátiles que pueden combinarse con episodios noticiosos personalizados,
dramatizados o fragmentados. Cuando la vuelta a la normalidad se dificulta,
la información periodística puede virar su foco desafiando a la autoridad
involucrada, por ejemplo, al publicar un escándalo personal, o azuzando a sus
rivales para que se ataquen entre sí.
Bennett también advierte que, en ediciones anteriores de su libro, había
dicho que las noticias solían favorecer los pronunciamientos oficiales
respecto a la normalización de situaciones conflictivas para crear la
apariencia de orden y control. Según el politólogo Murray Edelman, un
escenario clásico para la política es que las autoridades se apropien del centro
de la escena para responder a las crisis a través promesas que procuren
tranquilidad emocional y demuestren un manejo diligente de la situación
(Bennett, 2007:43).
En suma, el mayor cambio que se ha producido en esta perspectiva es
que el celebrado equilibrio periodístico se ha alejado del enfoque positivo del
accionar de las autoridades para dar paso a la cobertura más cínica y negativa
de los ineficientes manejos de los políticos y sus juegos de poder,
asociándolos a la proliferación del desorden y la falta de respuestas.
Para Bennett, estos cambios en el enfoque periodístico obedecen más a
razones de índole económica, en particular la caída de sus ventas, que a
realidades externas. En definitiva, existe un nuevo eje informativo
autoridades-desorden que es explotado por los medios para mantener la
atención de sus audiencias.
7. Hacia una conclusión
Es evidente que los estudios de newsmaking plantean un amplio
espectro de posibilidades en cuanto al rol de los medios masivos de
comunicación y el retrato de la realidad. Más allá de las críticas, los estudios
más actuales sugieren cómo la cobertura periodística puede tener un impacto -
directo o
278 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS DEL PÚBLICO? LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 279
Indirecto, deliberado o involuntario- sobre el conocimiento y la percepción de
las audiencias de los problemas sociales, el accionar de grupos de interés,
organizaciones de todo tipo y del gobierno. Las noticias, lejos de ser
inocentes, pueden aumentar o desvirtuar la calidad del discurso político de las
elites o de las bases, descubrir los juegos de poder o prestarse a ellos, dar
cabida a las minorías o erradicarlas de la arena pública, alentar a la
participación ciudadana o alimentar la apatía y el descreimiento acerca de las
instituciones y sus representantes. Éstas no son consecuencias menores para
la salud de las democracias modernas.
Los trabajos realizados, entre otras cosas, descubren que enfrentarse con
cuestiones como los contenidos informativos de los medios es muy difícil
porque involucra un choque con los valores que la mayoría de las personas
sostienen. Para las empresas de medios resulta igualmente controvertido
mantener el equilibrio entre lo que sus públicos quieren y necesitan, sin
perder de vista sus propios intereses económicos e institucionales.
Sin embargo, la contribución más relevante de estas investigaciones ha
sido corroborar que las imágenes mediáticas, embanderadas en la pretensión
de la objetividad, son en el fondo visiones construidas artesanalmente de una
realidad que puede tener escasa relación con la mirada de un observador
imparcial. De esta forma, este juego de ser y aparecer se asemeja al cuento del
traje del emperador, en el que las personas creen más en lo que otros les dicen
que en lo que ellos mismos ven.
El reconocimiento de estas situaciones y limitaciones de la labor
periodística invita esencialmente a la reflexión constructiva acerca de la esen-
cia de su rol social en el actual contexto de cambio de sus paradigmas tradi-
cionales. Éste es parte del aprendizaje continuo que plantea la búsqueda de la
verdad, la práctica de la responsabilidad social y la constitución de una
sociedad comprometida.
Fortalezas
Proveen recomendaciones para producir cambios útiles en la producción
de noticias.
Cuestionan el impacto de las prácticas de rutina en la producción de
noticias.
Encuadran las investigaciones relativas a la producción de distintos tipos
de noticias.
Conjugan las 2 principales tendencias de análisis: la sociológica y la
comunicacional.
Los estudios de gatekeeping han contribuido al desarrollo de las teorías
sobre el control social, el framing y la agenda-setting.
Las investigaciones cualitativas han demostrado que el proceso de
elaboración de noticias codifica tanto el conocimiento cultural como los
marcos de las fuentes de los paquetes de noticias. De este modo, los
públicos, al igual que los reporteros y editores, participan en la creación
de noticias como respuesta cultural a las condiciones estructurales.
Debilidades
Se centran en la producción de noticias pero no se ha demostrado
empíricamente su efecto. No las analizan en todas las comunicaciones
de masas en general.
Presentan una visión pesimista y descriptiva de los periodistas y su rol
social junto con una pincelada normativa, pero carecen de poder
predictivo.
Han sido ignorados y rechazados por los periodistas y editores por
considerárselos poco prácticos. Advierten que la noticia es tan
imprevisible como los mismos sucesos y no puede circunscribirse a
esquemas analíticos, así como también reconocen que es fruto de las
capacidades subjetivas del profesional -llamadas olfato o sexto sentido-.
Asimismo, objetan las capacidades de observación de los investigadores
por ser ajenos a la cultura y a la profesión, ya que no estarían en
condiciones de apreciar y comprender la lógica de sus rutinas.
Abusan en demasía de la observación y la subjetividad del investigador.
Además, se objeta que el tiempo de observación resulta muy limitado y,
por lo tanto, el análisis se torna superficial, cuando no artificial, y
alejado de la realidad. Tampoco es ajeno el riesgo de que el observador
pierda su neutralidad tras desarrollar un trato familiar con quienes
estudia.
La metáfora del gatekeeper minimiza la complejidad de la producción
de noticias, al olvidar que los acontecimientos noticiosos no sólo se
seleccionan, sino se construyen. Además, no considera el proceso de
retroalimentación que surge a partir del trabajo de las agendas
productoras de información para la prensa que se anticipan a los
criterios de los selectores para lograr quedar adentro (Lozano, 2007:
35).
280 LOS MEDIOS. ¿ALIADOS O ENEMIGOS DEL PÚBLICO?
LA PRODUCCIÓN DE NOTICIAS 281
Los estudios se circunscriben en general a los niveles más bajos de las
operaciones productivas de algunos medios, desatendiendo la
investigación sistemática de los niveles más altos, dedicados a la
planificación económica y programación política (Wolf, 1987: 203).
No profundizan en el análisis de la posición social de los emisores
dentro de la red social ni de las presiones que ejercen ciertos agentes con
distintas fuentes de poder.
Al consolidarse la transformación del paradigma de la comunicación de
masas asociado a los medios tradicionales, así como la de las
modalidades de comunicación, se han desactualizado varias de las
conclusiones de los estudios de newsmaking.
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