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Desarrollo del arte en el Imperio Bizantino: Un reflejo de los cambios econmicos y sociales

`tx ixztTemario:1. 2. Introduccin Perodo Primitivo (330-725) 2.1 La Ravena bizantina 2.2 La escultura 2.3 La pintura: los iconos 2.4 Otras manifestaciones artsticas Literatura Msica Manuscritos Esmaltes Textiles Perodo Iconoclasta (725-843) 3.1 La guerra contra las imgenes 3.2 El arte durante la iconoclasia 3.3 Fin de la iconoclasia Perodo Medio (843-1204) 4.1 La renovacin macednica 4.2 Los manuscritos 4.3 Arquitectura y mosaicos 4.4 Literatura 4.5 Otras manifestaciones artsticas Perodo Tardo (1204-1453) Bibliografa

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1 IntroduccinLos perodos del arte bizantino son marcados de manera especial por los vaivenes econmicos y polticos por los que transit el Imperio Bizantino. Con la misma exactitud con la que se fecharon los diferentes acontecimientos histricos, tambin ha sido factible delimitar con precisin cuatro perodos por los que transit dicho arte. Estas etapas estn directamente relacionadas con sucesos econmicos, polticos y religiosos que se verificaron en el Imperio. Perodo Primitivo (330-725): Esta etapa se inicia con la fundacin de Constantinopla y termina con el Edicto iconoclasta de Len III. Perodo Iconoclasta (725-843): Comprende la totalidad de la poca de la prohibicin de los iconos, hasta el decreto de la emperatriz Teodora otorgando libertad para su veneracin. Perodo Medio (843-1204): Implica los acontecimientos histricos y artsticos acaecidos a partir del Edicto de Teodora, hasta el saqueo de Constantinopla por los Cruzados. Perodo Tardo (1204-1453): Lapso comprendido entre el saqueo de la capital por la IV Cruzada hasta su cada y destruccin por los turcos. Fin del Imperio.

2 Perodo Primitivo (330-725)Al inicio del siglo IV parece como si por generacin espontnea brotase en Constantinopla un nuevo y diferente estilo artstico, muy propio y totalmente distanciado del que es practicado en Occidente. Resulta extrao que siendo ambos estilos hijos de un mismo padre, el arte paleocristiano, hayan tomado rumbos tan diferentes y sin embargo tan prximos, pues las primeras representaciones de este estilo artstico en su mayora son pinturas monocromticas realizadas con las tcnicas del fresco, sobre un fondo blanco, que con la oxidacin propia del paso del tiempo va tomando un tono amarillento. Todas estas primeras imgenes tienen un origen pagano que, al ser transformado su significado y convertirse en autnticos smbolos cristianos, trascienden los siglos. A pesar de no poderse apreciar en ellas una depurada tcnica, ni un gran valor esttico, es muy grande su vala puesto que fueron elaboradas por personas que carecan de una slida formacin pictrica.

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El Edicto de Tolerancia, como se conoce a las novedosas leyes expedidas en Miln por Constantino I (324-337), permiti a los artistas cristianos que sus obras ocuparan espacios pblicos, que en la Constantinopla imperial alcanzaran su mximo esplendor. Durante ste perodo, las transformaciones tuvieron gran trascendencia, pues los temas tratados pasaron a ser eminentemente religiosos, los que perduraran a lo largo de los siglos. Para las pinturas se continu utilizando la misma tcnica de la pintura al fresco, pero dndoles un colorido diferente. Aparecen las primeras imgenes del Cristo Resucitado, de la Cena Pascual, de la Virgen y de algunos santos, especialmente de los mrtires, vctimas de pasadas persecuciones. Todas estas figuras son presentadas en forma esttica y frontal, acaso como avanzadas del esplendor de la pintura bizantina. Con los cambios antes descritos no se pretendi demostrar la existencia de un nuevo estilo pictrico, ni la destreza que haban alcanzado sus autores, que por cierto todos son desconocidos; lo que verdaderamente aspiraban era hacer patente el triunfo del cristianismo. Es el emperador Justiniano I (527-565) quien inicia una poca de oro del arte bizantino, que abarc los siglos VI y VII. Una vez que se puso punto final a la Rebelin Nika, como fueron llamados los disturbios que amenazaron el poder imperial en 532, y se logr consolidar la paz interna, tuvo lugar el recuento de los daos sufridos por la ciudad, comprobndose que ms de la mitad de los edificios haban sido severamente daados. Las baslicas de Santa Sofa, Santa Irene y la de Los Doce Apstoles, todas ellas construidas durante el reinado de Constantino I, estaban totalmente destruidas por los incendios. La reconstruccin de la metrpoli se inici de inmediato bajo nuevos criterios de creacin artstica, pues la capital del Imperio de Oriente deba tener los edificios ms ricos y grandiosos: ninguna ciudad debera sobrepasarlos en majestad ya que aqulla debera ser a partir de entonces la capital del mundo. La primera gran edificacin hecha en Constantinopla durante este perodo, fue la iglesia de San Sergio y San Baco. Igualmente corresponde a esta primera mitad del siglo V, la iglesia rectangular con dos cpulas de la Hagia Irene o Santa Paz. Justiniano, el gran mecenas de la renovacin de Constantinopla, tom personalmente la iniciativa de erigir la ms grandiosa iglesia que hasta esos tiempos se hubiese construido. Para ello convoc a dos arquitectos que, de acuerdo a su criterio, seran los nicos capaces de llevar al cabo tan magnifica obra: Artemio de Tralles, a quien Procopio seala como el hombre ms instruido en la denominada ciencia mecnica no solamente de todos los hombres de su tiempo sino de todos los de muchas generaciones anteriores, e Isidoro de Mileto, de quien el mismo historiador dice hombre de singular inteligencia y verdaderamente digno de que se le llamase para la ejecucin de tan magna obra concebida por Justiniano Augusto Hay que hacer justicia a la gran perspicacia del emperador que entre todos los hombres de su arte y

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oficio supo escoger aqullos que mejor podan interpretar sus altos pensamientos. Fue el propio emperador el que decidi que la nueva baslica debera estar dedicada a la Hagia Sophia, es decir, a la Santa Sabidura de Dios, tomando en cuenta que la anterior llevaba el mismo nombre. Sus constructores innovaron totalmente la arquitectura de la poca, al disponer que toda esa enorme estructura estuviese diseada para soportar la cpula central y las adyacentes. Lo verdaderamente revolucionario fue la idea de insertar esa gran cpula, sin tambor, en un cuadrado formado por enormes columnas, llenando los espacios vacos de las esquinas con un nuevo elemento arquitectnico, las pechinas, que adems de servir de sostn, hacen que la cpula parezca continuarse en los muros. El mismo historiador Procopio, respecto de las enormes columnas dice: estos pilares estn hechos de piedras cuadradas duras por naturaleza, labradas con mucho arte y unidas, no con cal viva o mortero, sino con laminas de plomo. La cpula es por s misma un milagro arquitectnico. Con sus 35 metros de dimetro y vista desde el interior, la cpula parece flotar en el cielo (se encuentra colocada a 55 metros de altura), efecto en el que contribuyen las 40 ventanas que la rodean y que simbolizan la integritas saeculorum. Durante su construccin los arquitectos debieron resolver una gran cantidad de problemas mecnicos, entre ellos, su enorme peso; para aminorarlo utilizaron polvo de piedra pmez, de gran ligereza, en vez de la arena acostumbrada. De acuerdo con algunos cronistas de la poca, la ornamentacin interior de sta grandiosa cpula era un mosaico con la imagen de un Pantocrtor rodeado de ngeles; otros mencionan que en el centro de ese mosaico se dibujaba una gigantesca Cruz. Es muy posible que ambas versiones sean ciertas y que la figura de Cristo fuese retirada cuando se emprendieron trabajos de restauracin. Estos mosaicos, ya sea por ignorancia o por la incomprensin de los otomanos, no han llegado hasta nuestros das. Nuevamente es necesario recurrir a la crnica de Procopio para describir la decoracin de los muros: los mosaicos que los decoraban producen la ilusin de un maravilloso jardn lleno de flores con su fondo azul y su verde y muy ameno follaje. Los mosaicos a los que se refiere el historiador estaban confeccionados con pequeas teselas cuyos fondos estaban recubiertos con hoja de oro o plata. Pablo el Silenciario, un cronista de la poca, hace una apologa de los mrmoles utilizados para recubrir sus muros: el fresco verde de Caristo, el mrmol polcromo de la variedad frigia, en el cual un rubor sonrosado se mezcla con el blanco o brilla en flores de un rojo obscuro o de plata. Hay tambin gran riqueza de aquel prfido espolvoreado de luminosas estrellas, que antao se carg en las barcazas del Nilo. Est presente tambin el precioso nice, que hace que hace ver como si el oro brillase a travs de l y el que produce la tierra de trax, no proveniente de un desfiladero de las tierras altas sino de las llanuras, de un alegre color verde, fresco como el mar o bien con flores azules de centeno entre la hierba, con una rfaga de nieve ac y all, un suave contraste con la obscura y brillante superficie. Egeria, en el siglo IV, hace una descripcin muy similar.

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Un aspecto de gran importancia en esta grandiosa construccin, es el efecto que produce la luz en su interior. La ventanas estn cuidadosamente distribuidas a fin de intensificar la luz gradualmente, desde las reas mas obscuras de las naves laterales a la zona algo mas iluminada de las plataformas superiores, hasta culminar en la nave principal plenamente iluminada por las ventanas de la cpula. Algunas de las ceremonias eran celebradas una vez que el sol se haba puesto y la magnfica iglesia era iluminada con numerosas lmparas y cirios; era entonces cuando los mosaicos con sus fondos de oro producan el ms espectacular de los efectos, pues stos haban sido creados para servir a la luz. Ese juego de luces y sombras produca tambin la impresin de movimiento, por lo que Procopio al referirse a esa especial iluminacin de Santa Sofa declara: Los destellos de la luz impiden al espectador detener su mirada en los detalles; cada uno atrae la vista y la conduce hacia otro. El movimiento circular de la mirada se reproduce hasta el infinito, pues el espectador no es capaz nunca de elegir en todo el conjunto lo que sera de su preferencia. Grandes riquezas guardaba Santa Sofa, pues as lo requera el ceremonial y las fastuosas ceremonias religiosas que ocupaban gran parte de la vida del emperador, de su familia, de la corte y en general de toda la poblacin constantinopolitana. Entre los ms importantes ritos celebrados en esa majestuosa baslica, se cuenta la solemne entrada que haca el emperador, seguido por los principales dignatarios eclesisticos y civiles, que continuaba hasta el altar principal, donde depositaba el cliz y la patena, para posteriormente dirigirse al lugar de honor que tena asignado en la nave izquierda. En la fundicin del altar mayor se utilizaron 40,000 libras de plata, pues estaba enteramente elaborado con ese metal. El ajuar litrgico, manteles y cortinajes, fueron hechos con la ms fina seda, tramada con hilos de oro y con bordados que representaban la faz de Cristo y de la Virgen. Haba un gran nmero de clices, patenas y copones de oro ornamentados con piedras preciosas de gran tamao. Pedro el Silenciario, en sus escritos, hace mencin de un maravilloso Iconostasio hecho de plata en el que destacaban, entre otras imgenes, las de un Pantocrtor, la de la Virgen y los Apstoles: tampoco haba olvidado el artesano las imgenes de aquellos cuya infancia transcurri entre la cesta y las redes de pescar. El mismo autor describe un plpito tambin de plata, con incrustaciones de marfil. Supuestamente, tanto el altar, el plpito y el iconostasio tenan las mismas decoraciones que los hacan ver como una unidad. Todos estos objetos de culto y de ornato desaparecieron al convertir los turcos otomanos a Santa Sofa en mezquita y su trazado sirvi de modelo para otros edificios dedicados al culto de Al. Los trabajos de construccin de esta monumental iglesia empezaron en el ao 532 y terminaron en el mes de diciembre de 537. En su tiempo se dijo que Justiniano hizo edificar una pequea cmara dentro de las obras, para poder as vigilar da y noche que stas se efectuaran de acuerdo a lo planeado. El pueblo acrecent la leyenda

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al rumorear que en dicha cmara se reuna diariamente con un ngel quien era realmente el autor del proyecto. Fueron necesarios solamente cinco aos para realizar la mxima obra arquitectnica del mundo bizantino. Ello fue posible gracias a que todos los recursos materiales y humanos del imperio fueron destinados a tan magna edificacin, pero se debi principalmente a la visin y tenacidad de un emperador que tena los pies en la tierra, pero los ojos puestos en el cielo. A la construccin estrictamente material le fue conferido un profundo significado simblico ya que representa al Universo Espiritual. En el ao 988 los embajadores de Vladimir, prncipe de Kiev, enviados a varias naciones para saber cual religin era la mejor y convertirse a ella, dejaron escrita su impresin de la magnfica iglesia: Los griegos nos condujeron a sus edificios donde honraban a su Dios, y no sabamos si nos encontrbamos en el cielo o en la tierra, ya que en la tierra no hay tanto esplendor ni belleza, y no sabamos como describirla. Solo sabemos que Dios habita all entre los hombres y que su culto es ms bello que las ceremonias de otras naciones. Nos ser imposible olvidar tanta belleza. Con cuanta razn, Justiniano, al ver terminadas las obras y su rica decoracin, exclam Te venc Salomn, haciendo referencia al constructor del Templo de Jerusaln. Justiniano continu elevando magnificas construcciones. Procopio, en su obra Edificaciones as lo comenta y asegura que la ciudad de Constantinopla fue enriquecida con palacios, hospitales, fortalezas, etc. Pero el mayor nfasis lo puso en las grandes iglesias, como lo fueron la de los Santos Apstoles. sta baslica goz de gran importancia, puesto que en ella estaban enterrados los cuerpos de San Andrs, San Lucas y Timoteo; asimismo era el panten de los emperadores bizantinos. En su interior se encontraba desde hacia ms de un siglo el mausoleo de Constantino I el Grande. Su factura era tan rica que se tom como modelo para la Baslica de San Marcos en Venecia. La ornamentacin de las iglesias bizantinas se ajust a un programa teolgico especfico y simboliza la disposicin jerrquica que existe en el Universo. La zona ms alta de la iglesia y por lo tanto la ms iluminada, la que no puede ser tocada por la mano del hombre y por lo tanto la ms pura, es la cpula y simboliza el cielo. En ella solamente puede representarse la imagen del Cristo, del Pantocrtor, es decir El Todopoderoso el Soberano Universal. En ocasiones est situado entre ngeles o profetas. En el bside siempre est presente la Teothokos o Madre de Dios, ya sea entronizada o de pie. Un segundo plano iconogrfico se encuentra en las bvedas y las partes superiores de los muros; simboliza la Tierra Santa y presenta, en orden cronolgico, el calendario festivo del ao litrgico. Muestra los acontecimientos ms importantes de la

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vida de Cristo. Dentro de este espacio se pueden admirar escenas relativas a la festividad correspondiente y a los Santos Lugares, por ejemplo, Beln o el Glgota. El tercer plano, est ocupado por el coro de los santos, que representan la fe de la Iglesia. Este desfile de santos se extiende a lo largo de nichos, arcadas y columnas. Los santos se encuentran ordenados segn su rango, desde los Padres de la Iglesia, en las reas aledaas al altar, hasta las santas mujeres, en el nrtex. El recinto de la iglesia y las imgenes que lo adornan se complementan, haciendo una unidad, smbolo del orden divino del mundo, en el que est incluido, espiritual y materialmente, el observador. Otra aportacin de gran trascendencia fue la decoracin de los capiteles de las columnas. Entre los varios estilos de su decoracin pueden admirarse los llamados teodosianos, introducidos en el siglo IV, que, de acuerdo a los estudiosos del tema son una evolucin del corintio; otra modalidad fueron los capiteles cbicos decorados con smbolos cristianos.

2.1 La Ravena BizantinaLa expansin mediterrnea del Imperio hizo posible la grandeza de Ravena pues una vez que la antigua capital de Teodorico fue ocupada por el ejrcito imperial, la ciudad se vio de inmediato contagiada por la fiebre de construccin que prevaleca en la Metrpoli. San Vital, una de las iglesias ms bellas del mundo, fue creada para que el emperador mas poderoso de su poca asistiese a los oficios religiosos que all tendran lugar y sin embargo nunca un emperador bizantino estuvo presente en esa ciudad. Fue construida entre los aos 538 y 547. A pesar de que las efigies de Justiniano y de su esposa Teodora estn reproducidas en sus mosaicos no hay pruebas de que ellos fueran los patrocinantes directos de la obra; se ha sealado que un banquero local fue quien sufrag los gastos de su construccin, pero quienes verdaderamente impulsaron su creacin fueron los obispos Eclesio, Victor y Maximiano. Su planta es muy similar a la de San Sergio y San Baco, en Constantinopla, puesto que sus columnas estn dispuestas para sostener la magnifica cpula central. Sin embargo, hay en ella un toque que la hace diferente. Ser acaso que su arquitecto fue un latino residente en Ravena? Toda sta magnifica estructura guarda en su interior los mosaicos ms afamados del mbito bizantino, pues revelan la magnificencia de Justiniano y su corte. Los mosaicos del presbiterio son autnticos documentos que muestran la forma de vida de un emperador en la cspide de su poder. As lo revelan no solo sus lujosos atavos y la riqueza de sus joyas, sino su actitud y su porte.

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En el mosaico del lado del Evangelio se aprecia como figura central a Justiniano, con un nimbo rodeando su cabeza, significando con ello que su investidura proviene de Dios. En sus manos sostiene una gran patena de oro. La direccin de sus brazos, vueltos hacia el altar, indica que es una ofrenda a Cristo. Est revestido de una tnica blanca y su clmide o manto corto es de fina prpura; lleva tambin, un tablin de brocado de seda, sostenido por una fibula (especie de hebilla de oro y piedras preciosas). Justiniano se encuentra rodeado de altos dignatarios, pudindose identificar plenamente al obispo Maximiano, quien consagr la iglesia. Algunos estudiosos han dicho que el personaje que porta un escudo es el general Belisario, otros afirman que se trata simplemente de un integrante de la guardia imperial.

En el costado opuesto y en otro maravilloso mosaico, aparece la emperatriz Teodora, con las vestiduras propias de las grandes ceremonias. La clmide de prpura tiene bordadas en una franja inferior a los Reyes Magos, simbolizando que es tambin reina y que, a semejanza de ellos, viene a hacer un presente a Cristo, pues porta un precioso cliz. Se encuentra acompaada por dos altos funcionarios y por algunas damas de la corte. Sus lujosos vestidos as lo demuestran. Como hemos dicho, Justiniano y Teodora nunca estuvieron en Ravena pero sus retratos en los mosaicos mencionados hacen parecer como si siempre hubiesen estado presentes en ella.. El mosaico principal de la iglesia de San Vital, localizado en el bside, presenta a un Cristo imberbe, joven, entronizado en un globo que representa el Universo. Porta el Libro del Apocalipsis, identificado por los Siete Sellos. A ambos costados se encuentran dos ngeles y en los extremos se puede ver a San Vital y al obispo Eclesio. El historiador Eusebio de Cesrea lo describe de la siguiente manera: Los arcos del mundo le sirven de trono; la tierra es su escao; las cortes celestiales se asientan a su alrededor; las potencias sobrenaturales son sus guardianes y le reconocen como a su soberano, su maestro y su rey.

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La bveda y los muros del coro se encuentran tambin recubiertos de imponentes mosaicos, con temas llenos de simbolismo, como lo es el de Los Tres ngeles que representan a la Trinidad, o a Melquisedec, que en el Antiguo Testamento caracteriza al rey y al sacerdote, o el Cordero que simboliza a Cristo, pues San Juan en su Evangelio (1-29) exclama He ah al Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo. Debido al esplendor de esos mosaicos existe una inscripcin en San Vital que reza: O la luz naci aqu o, cautiva, reina libre. Muchas y muy variadas fueron las obras arquitectnicas patrocinadas o por lo menos promovidas por Justiniano. Sera imposible describirlas en su totalidad, no solo por lo elevado de su nmero, sino porque la mayora de ellas fueron destruidas o destinadas a un uso diferente para el cual haban sido creadas.

2.2 La esculturaLa era de Justiniano no se caracteriz por la grandeza de su escultura. Los escasos seguidores de este arte se limitaron a reproducir los motivos utilizados en los antiguos sarcfagos, lo que la hizo eminentemente simblica. Los sarmientos de vid y algunas aves se repiten en los pocos ejemplos que han llegado hasta nosotros. La escultura bizantina, tanto en su temtica como en su tcnica, permaneci muy alejada de la plstica clsica. El tipo de modelos y la preponderancia del bajorrelieve sobre las obras de bulto redondo, as como tambin la utilizacin de materiales como el marfil, del que solamente es posible producir piezas pequeas, hicieron que no se destacase como una de las artes preferidas por los bizantinos. Las obras de mayor importancia de la escultura bizantina en esta poca son los pequeos dpticos y cajas talladas en marfil, dentro de los que destaca el dptico Barberini, que muestra la figura ecuestre de un emperador o la clebre Ctedra del obispo Maximiano, conservada en Ravena y que tambin fue tallada en marfil alrededor del ao 533. Una pieza que llama poderosamente la atencin es un ambn, probablemente perteneciente al obispo Agnellos, que presenta a manera de tableros, una secuencia de diversos animales como ciervos, aves, y peces. El resto de la decoracin est constituida por ramas trenzadas de parra, que le dan un aspecto muy rgido.

2.3 La pinturaEs indudablemente en la pintura donde la creacin artstica encuentra un campo tan frtil que lograr que el estilo creado en esa esplendorosa poca trascienda con gran fuerza hasta nuestros das. El estilo pictrico bizantino es primordialmente figurativo, pero pletrico de smbolos que deben ser interpretados, ledos, diran los

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eruditos; puesto que quienes cultivan este arte son los icongrafos, escritores ms que pintores, de la simbologa y profundos conocedores de su significado.

Los Iconos La palabra icono proviene de la voz griega eikon, que significa imagen. Sin embargo, como dice Michel Quenot en su obra El Icono, la palabra icono es un trmino usurpado; lo ha sido a menudo desde el siglo XVIII y lo es ms en nuestros das. No solo ha sido usurpada, podra hasta decirse que ha sido prostituida, ya que se la emplea indistintamente para designar a una estrella del decadente cine norteamericano o para llamar a las diferentes entradas a la Internet. Estas pinturas de pequeo formato, cuyos temas son exclusivamente religiosos, no deben ser admiradas solamente desde el punto de vista pictrico, sino que se les debe reverenciar como objetos de culto. San Juan Damaceno sealaba que: el icono es para los analfabetos lo que la Biblia es para las personas ilustradas; lo que la palabra es para el odo, el icono es para el espritu. No obstante, la funcin del icono va mas all de una labor didctica, es ante todo un encuentro personal con la imagen representada. Michel Quenot forja una frase que define muy claramente lo que son estas representaciones pictricas: El icono es el signo visible de lo invisible. Su cometido se asemeja a la tradicin romana que daba validez jurdica a cualquier documento firmado frente al retrato del emperador. En las provincias lejanas del antiguo Imperio Romano, cuando se haca pblico un edicto deba estar atestiguando el acto el retrato imperial, para as denotar que era el propio monarca quien lo emita. Por lo anterior, icono es la nica palabra adecuada para denominar a las imgenes religiosas que por su significado y simbologa, son objeto de especial veneracin, pues significa ante todo un encuentro personal con el personaje representado. Por lo tanto no causa extraeza que los iconos fuesen ignorados sino despreciados por los historiadores del arte de siglos pasados, pues solo podan admitir su aspecto esttico, el que no se adecuaba a los cnones establecidos La tcnica pictrica utilizada para la confeccin de los iconos es el temple o tempera, proceso milenario ya utilizado en el antiguo Egipto en la decoracin de muros, tumbas y especialmente sarcfagos. Al tomarse en cuenta que el icono representa mas que una obra de arte y puesto que lleva implcita en su simbologa un tema teolgico, la Iglesia se vio en la necesidad de sancionar su creacin a fin de que el mensaje evanglico no fuese desvirtuado por icongrafos poco doctos en teologa, para lo cual, se conformaron manuales que ordenaban estrictamente los diferentes elementos de un icono. En esos manuales se estableci la disposicin de las escenas presentadas, las frmulas para la obtencin de los diferentes colores, que en todos los casos deban ser siempre los mismos, sin ninguna variacin de tonalidad, pues como se ver a continuacin, dichos colores tienen un significado propio.

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No cabe duda que los icongrafos fueron grandes artistas. Son dignos de admiracin y respeto no solamente por sus capacidades artsticas, sino tambin por su obediencia y sumisin. Adems de seguir estrictamente los dictados de los manuales, posean la creatividad suficiente como para incluir ornamentaciones y otras caractersticas de modo de lograr que sus obras fueran perfectamente identificables (los iconos no se firman, como es comn en las obras de los pintores occidentales). De acuerdo a las reglas, los icongrafos son simples intermediarios entre Dios y el espectador, pues conforme a la tradicin l fue quien gui su mano para llevar a cabo la pintura. Los colores, producto de la descomposicin de la luz, tienen un lenguaje propio y son portadores de un mensaje mstico, trascendente. Eugenio Troubetzko, filosofo ruso expresa lo siguiente: los colores son utilizados por el artista con el objeto de separar el cielo, de nuestra existencia terrenal. Ah est la clave que nos permite comprender la belleza inefable de la simbologa de los colores del icono. Es por ello que el icongrafo no puede utilizar libremente los colores ni darles tonalidades diversas, como tampoco puede obscurecerlos con sombras. Muy por el contrario, debe concretarse a transmitir la simbologa que el color lleva implcita. El Concilio de Nicea II determin que solamente el aspecto tcnico de la obra depende del pintor. Todo su plan, su disposicin pertenecen de manera muy clara de los Santos Padres.

2.4 Otras manifestaciones artsticasEl arte que se desarroll durante el imperio de Justiniano ha sido reconocido en Occidente gracias a sus majestuosas obras arquitectnicas, sus deslumbrantes mosaicos y sus pinturas de caballete pletricas de simbolismo. Con todo, sus aportaciones en el campo de la literatura y de la msica solo han quedado reservadas para un pequeo grupo de estudiosos y especialistas, quienes no han logrado darles la difusin que merecen, debido quizs a que estas artes, como todas las actividades que se desarrollaban en Bizancio, estaban imbuidas de un profundo sentimiento religioso, del que el mundo actual es ajeno. Literatura San Juan Crisstomo, Mximo el Confesor, San Basilio, etc. son autores que enriquecieron la literatura y el pensamiento universales. Sus aportaciones estticas estn a la altura de las obras maestras de cualquier tiempo. En la literatura histrica se destaca Procopio, nacido en la ciudad de Cesrea, a principios del siglo VI. Procopio inici su carrera como consejero del general Belisario, a quien acompa en sus campaas contra los brbaros. Lleg a ser senador y eparca, es decir, Prefecto de Constantinopla, el cargo poltico ms importante en esa ciudad. Su obra principal, Historia, escrita en ocho volmenes, narra las guerras de conquista emprendidas por el emperador Justiniano. En un panegrico dirigido a

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este monarca hace referencia a las grandes obras de embellecimiento que llev a cabo en todas las ciudades del Imperio. Msica La liturgia que comenzaba a gestarse derivaba de la liturgia romana, articulndose en torno a la figura del basileus, que era a la vez un personaje polticoreligioso unificador de la diversidad de la cultura bizantina. En las ceremonias de carcter poltico-religioso las Aclamaciones eran interpretadas por poetas y msicos de la corte, cuyo canto se acompaaba en ocasiones con una especie de rgano porttil. Los dos momentos fundamentales de la Liturgia Bizantina eran la Leiturgia que era la misa o Eucarista propiamente dicha y la Alotuxia que inclua el resto de los actos religiosos. Los cnticos litrgicos principales eran el Kontakion, Kanon y Stichera. El Kontakion era una especie de parfrasis sobre el sermn del da y que tena lugar en fechas importantes del calendario litrgico. Su estructura, en forma de poemas estrficos, se cantaba unas veces con carcter responsorial, es decir, se alternaba el coro y el solista, en otras ocasiones eran de tipo antifonal (el coro recibe respuesta de otro coro). El Kanon, estructurado en nueve odas que se cantaban de tres en tres, en ocasiones era incluido en el oficio de maitines. Ocasionalmente entre la sexta y sptima oda se intercalaba el Kontakion para situar la fiesta del da. Los textos de los cantos se tomaban de la Biblia con diferentes estrofas para cada oracin de las que la primera formaba el modelo y las otras tres o cuatro lo imitaban. El trmino Stichera corresponde a la estructura de un himno que se interpretaba en los servicios diarios y sola tener una sola estrofa. El libro que recoga todos estos cantos se denominaba Hermiologion. Otro aspecto interesante de la Liturgia Bizantina fue la organizacin de todos los cantos en el Octoechos, un sistema que se organizaba en ocho Echoi o Tonos. La organizacin de estos ocho modelos se estructuraba en cuatro grupos con su correspondiente variante. Las notas re-mi-fa-sol consideradas como nota final de cada organizacin meldica daban lugar a cuatro y la cuarta inferior a cada una de sus variantes. El sistema, atribuido a San Juan Damasceno, servira de modelo para la configuracin de los modos eclesisticos medievales. Manuscritos En el siglo VI, en la capital del Imperio, la produccin de manuscritos iluminados debi ser muy numerosa. Sin embargo casi ninguno ha llegado a nosotros. En la actualidad se conserva un ejemplar de lo que parece ser una obra cientfica que lleva por ttulo Materia Mdica y contiene 450 ilustraciones de plantas, animales

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dainos y pjaros, adems de los retratos de la princesa a quien le estaba dedicado y de algunos mdicos famosos de la poca. Esmaltes La tcnica del esmalte, llamado tambin cloissonne, muy explotada en los tiempos del apogeo de Constantinopla, consiste en trazar el dibujo que se quiere representar sobre una placa metlica, generalmente de oro, plata o cobre y soldar un alambre del mismo material siguiendo el contorno del dibujo, haciendo que ste se divida en pequeos espacios cerrados, llamados alvolos, en donde se deposita polvo de vidrio coloreado. La placa se introduce al horno a muy alta temperatura, que fundir el polvo de vidrio, dando como resultado una superficie extremadamente brillante y semejando una pintura hecha en vidrio. El arte del esmalte se inicia en Persia, pero fue en Bizancio donde logra su mximo esplendor. En este primer perodo del arte bizantino, los esmaltes eran utilizados como parte de la ornamentacin de objetos preciosos, realzando an ms la belleza de la orfebrera bizantina. Las tapas de los evangeliarios y de otros libros de oracin eran los preferidos para ser decorados con esmaltes, as como tambin, piezas de gran tamao. Coronas colgantes, lmparas cruces y partes de altar eran enriquecidos con esta tcnica. Pocas muestras de la esmaltera bizantina han llegado a nuestra poca. La mayora de ellas son objetos pequeos que seguramente fueron partes integrantes de uno de mayor tamao, del que fueron posteriormente separados. Los textiles Otra de las artes menores que durante este perodo alcanz gran prestigio fueron los textiles, pues como se recordar, la Ruta de la Seda llegaba a la ciudad de Constantinopla, llevando telas y mazos de hilo confeccionados con este material. Los reinos del Extremo Oriente, aprovechando que el origen de esta fibra era desconocido, solamente permitan su exportacin en forma de telas o de grandes madejas, aunque en esta forma su calidad era menor. Su comercio en otro estado se castigaba con la pena de muerte. De esta manera conservaban el monopolio de la manufactura y del comercio de la seda. No fue sino hasta el ao 554 d.C. cuando unos monjes que haban estado predicando en aquellas lejanas tierras, llevaron a Constantinopla los primeros huevos del gusano de seda; los pudieron transportar gracias a que previamente haban perforado sus bculos y ah los ocultaron. Los talleres dedicados a la produccin de hilados y tejidos pronto proliferaron, aunque las telas provenientes de la remota Serica continuaban siendo mejores en textura, colorido y diseo. Los primeros dibujos de las telas confeccionadas en territorio bizantino eran copias de los utilizados durante siglos en Asia Central. Con el

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paso del tiempo los diseos evolucionaron y temas como la Anunciacin llegaron a tener gran aceptacin en todo el mundo conocido. El Liber Pontificallis describe 19 diferentes modelos de telas con el tema mencionado. Los diseos para las telas son llamados Rodadas cuando el motivo principal est confinado en un crculo formado generalmente por guirnaldas de flores. Se les denomina Escudadas cuando en vez del crculo es en escudo. Los crculos o los escudos se continan a lo largo de todo el lienzo. Los colores ms utilizados para el teido de esas sedas fueron el rojo, el amarillo, el verde y el morado; no debe confundrsele con la prpura que alcanza la mxima calidad en las sedas. En la actualidad se conservan solamente pequeos fragmentos de aquellas preciosas telas. Han logrado llegar hasta nosotros gracias a que formaban parte del tapiz de algunas arcas o sirvieron como mortaja para el cuerpo de algn santo. Cuando todo pareca ir muy bien para Justiniano y su imperio, sobrevino una gran calamidad. En el ao 541 lleg a tierras orientales la peste bubnica, hasta entonces desconocida en esos territorios. Azot con una fuerza inaudita, especialmente a las ciudades, donde proliferaban las ratas, autoras del contagio. Algunos historiadores calcularon en 230.000 el nmero de muertos solamente en la ciudad de Constantinopla, lo que representaba ms de la mitad de su poblacin. En el campo econmico los efectos de la plaga no pasaron desapercibidos: los daos fueron enormes, pues al verse reducido en gran escala el nmero de habitantes, la recaudacin fiscal disminuy en forma alarmante, mientras los gastos militares se incrementaban a causa de las invasiones.

3 Perodo Iconoclasta (725-843) 3.1 La guerra contra las imgenesDesde su fundacin Constantinopla fue cuna de diversos cismas herticos tales como el arrianismo, que predicaba que Cristo no es Dios y que fue combatido por el propio Constantino el Grande; el nestorianismo, muy extendido en su poca por el Extremo Oriente, que separaba las dos naturalezas de Cristo, negaba al Espritu Santo, y rechazaba a la Virgen Mara como Madre de Dios y el monofisismo, que si bien admita las naturalezas divina y humana de Cristo, aceptaba solamente su voluntad divina. Todas estas herejas fueron condenadas por diversos concilios y combatidas por diversos Emperadores. El Imperio era por tanto, un campo propicio para cualquier controversia teolgica. Esta se present nuevamente cuando Len III (717-741) implant una serie de impuestos sumamente gravosos y en ocasiones injustos, a fin de obtener recursos14

econmicos para el sostenimiento del Imperio. Cuando esos impuestos afectaron principalmente a los monasterios y a las propiedades de la Iglesia, el Papa Gregorio II se opuso al cumplimiento de esas medidas a todas luces ilegales; el Emperador le respondi confiscando las propiedades eclesisticas en Sicilia y Grecia; adems mand a retirar una imagen del Panthocrator que se encontraba colocada en las puertas de bronce del Palacio Sagrado, sustituyndola por una cruz con la siguiente inscripcin: El Emperador no puede admitir una imagen de Cristo sin voz, sin aliento y la Escritura se opone a la representacin de Cristo por su sola naturaleza humana. He aqu porque Len III traza sobre la puerta del palacio el signo tres veces dichoso de la Cruz, gloria de los fieles. Esta disposicin enardeci al pueblo, cuyo descontento se manifest a travs de una furiosa revuelta, que pronto fue sofocada. Sin embargo, se haba producido una fisura entre la Iglesia y el Estado, que pronto ocasionara graves enfrentamientos. La iconoclasia no fue especficamente un movimiento hostil al arte, puesto que en ningn momento se persigui al arte en general. La pintura decorativa fue tolerada y solamente fue prescrito un tipo especfico de pintura, aquella que tuviese un contenido religioso. La palabra iconoclasia proviene del griego eikon, imagen, y claw, romper, es decir destructores de imgenes. Len III y sus seguidores, supuestamente apoyaban su tesis en la propia Biblia, que en el Libro del xodo textualmente dice: No hagas estatua ni imagen alguna de lo que hay arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, o en el agua debajo de la tierra. No te postrars ante ellas ni les dars culto (Ex. 20, 4-5), as como tambin en algunos otros versculos del Deuteronomio. Por lo tanto las imgenes de Cristo y de la Virgen, por ser su Madre, deban ser destruidas por ser contrarias a la Ley de Dios. Los iconoclastas argumentaban tambin que los iconos se haban constituido para el pueblo en objetos de adoracin por s mismos, cuando solamente deba ser Dios el merecedor de tal tratamiento. El decreto de iconoclasia debera, por consiguiente, tomarse como un paso para depurar al cristianismo que estaba siendo mancillado por costumbres ajenas a su esencia. ste era posiblemente el argumento para consumo popular; otras razones, las ms de ellas de carcter econmico movan sus intereses. Los monasterios, por ser centros de arte y cultura, tenan el monopolio de la produccin de los iconos, que eran cada vez ms solicitados en todos los puntos del imperio. Pero estas instituciones estaban libres de cualquier gravamen, algo que era contrario a la poltica hacendaria del Emperador. Posteriormente a la querella iconoclasta, se firm un concordato en el que se estipulaba que los monasterios estaban exentos del pago de cualquier tributo. Durante el perodo que dur la controversia, todas las iglesias de Constantinopla, incluyendo la baslica Santa Sofa, fueron privadas de su ornamentacin: los estupendos mosaicos de incalculable valor, como el de la Virgen, en el bside de Santa Sofa, obra cumbre del arte bizantino, fueron destruidos, o en casos excepcionales,

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cubiertos con gruesas capas de estuco. Las pinturas murales fueron borradas y sustituidas por adornos florales de muy escaso valor artstico. Las iglesias en donde se veneraban reliquias de algunos santos, se desacralizaron y los restos de los santos fueron arrojados al mar o incinerados en pblico. Algunos de estos edificios fueron convertidos en cuarteles.

3.2 El arte durante la iconoclasiaDurante el reinado de Tefilo se reanud la actividad artstica, construyndose dentro del recinto del Palacio Sagrado nuevas dependencias que contaban con lujosas ornamentaciones y magnficos mosaicos cuyos temas eran la caza, la naturaleza, etc., alejndose totalmente de las escenas religiosas utilizadas anteriormente. No deja de llamar la atencin los nombres que les fueron asignados: pabelln de las musas, de la armona, del amor. El nico smbolo religioso permitido, tanto en los templos como en los hogares, era la cruz. En algunas pequeas iglesias del norte de Grecia se puede an observar que su bside solamente est decorado con la cruz, careciendo de cualquier otra decoracin. La tcnica hidrulica fue ampliamente favorecida, a fin de dar movimiento a las esculturas metlicas que servan de decoracin a palacios y plazas, demostrando una superioridad tcnica no alcanzada por ningna otra nacin contempornea. Los embajadores de la corte de Tang, en China, hicieron una extensa descripcin de la ciudad de Constantinopla durante el gobierno de Tefilo: hay una puerta de 200 pies de altura cubierta enteramente de bronce. En el palacio hay una figura de forma humana de oro que da las horas tocando campanas. Los edificios estn decorados con vidrio y cristal, oro y marfil y maderas preciosas. Los tejados estn hechos de estuco y piedra y son planos. En el calor del verano unas mquinas funcionan con energa hidrulica, elevan el agua hasta el tejado y que sirve para refrescar el aire cayendo en chaparrn delante de las ventanas. En el campo de la literatura, se cuenta con muy pocos datos y solamente son conocidos los trabajos de los escritores icondulos, pues los de sus adversarios seguramente fueron destruidos al triunfar los seguidores de la veneracin de las imgenes. Entre los autores mas reconocidos se encuentra Tefanes, quin en su Crnica engloba los hechos histricos mas sobresalientes acontecidos entre el reinado de Diocleciano y el final del mandato de Miguel I (811-813). Su obra es rica en pormenores obtenidos de fuentes histricas muy antiguas; contiene tambin gran cantidad de material de primera mano, correspondiente al perodo iconoclasta. Otro escritor de gran importancia fue el patriarca Nicforo, que en su Historia Breve y en sus tres volmenes de Refutaciones hace un anlisis de la actuacin de algunos emperadores iconoclastas. Destaca tambin como poetisa, Kasia, mujer nica16

en la literatura bizantina. Las historias palaciegas cuentan que cuando el emperador Len IV (775-780) resolvi contraer matrimonio, organiz una de las acostumbradas reuniones a las que asistan las jvenes mas bellas del Imperio. El soberano recorra las filas de doncellas llevando en su mano una manzana de oro que dara a la elegida. A punto estaba de entregarla a Kasia cuando el Emperador hizo el desafortunado comentario a travs de la mujer el mal penetr en el mundo, refirindose a Eva. La joven Kasia rpidamente replic tambin a travs de la mujer lo que es ms grande que el universo haba entrado al mundo, haciendo mencin a la Virgen y a Cristo. El emperador, de escasas luces, se alarm por la vivacidad e inteligencia de la muchacha y continu su camino, entregando la manzana a Irene. San Juan Damaceno, sin ninguna duda el ms brillante de los literatos de esta poca, naci en Siria durante la dominacin rabe y a pesar de ser cristiano lleg a ser por su sabidura, ministro del califa de Damasco. Sus obras comprenden temas de historia, filosofa, retrica, teologa y poesa; dentro de este arte sobresalen sus himnos, de los que los conocedores afirman son los de mayor profundidad y perfeccin de la Iglesia. Su obra teolgica Exposicin exacta de la fe ortodoxa no solo fue el arma ms poderosa de los icondulos, sino que siglos despus, Santo Toms de Aquino se inspir en ella para escribir la Summa Teologca, obra culmine de la filosofa cristiana. Una de las obras literarias ms importantes de este perodo del arte bizantino es una serie de historias recopiladas y escritas por Juan Mosco, quin era partidario de la ortodoxia marcada por el Concilio de Calcedonia. Pocos aos antes de la conquista islmica escogi como lugar de predicacin las provincias de Siria, Palestina y Egipto. Esta obra constaba de por lo menos 150 manuscritos escritos en griegos, pero pronto fue traducida al rabe, al armenio, al etope y aos despus al latn, por lo que goz de gran fama tambin en Occidente. En otras ramas del arte, han llegado hasta nosotros algunas tallas en marfil, especficamente retratos de soberanos y pequeos relicarios. La nomismata, moneda corriente en bizancio, fue acuada con la efigie del emperador de turno, sustituyendo a las anteriores que llevaban la imagen de Cristo. Los manuscritos iluminados alcanzaron gran notoriedad. No obstante, su decoracin es repetitiva ya que no contiene imgenes descriptivas. Lo mismo sucede con los escasos esmaltes descubiertos.

3.3 Fin de la iconoclasiaEl 11 de marzo del ao 843, primer domingo de cuaresma, en una majestuosa celebracin en la que intervinieron el patriarca de Constantinopla, los pocos obispos icondulos, sacerdotes, monjes y el pueblo que haba acudido en masa, Teodora declar oficialmente restaurado el culto a los iconos. Posteriormente una imponente procesin parti del palacio de las Blaquernas, portando velas, antorchas y los17

preciados iconos, hacia la baslica de Santa Sofa, en donde stos fueron reinstalados en los espacios que anteriormente haban ocupado las imgenes desaparecidas. A partir de entonces durante el primer domingo de cuaresma, la Iglesia Ortodoxa celebra con gran jbilo el llamado Domingo de la Ortodoxia

4 Perodo Medio (843-1204) 4.1 La renovacin MacednicaEl regreso a la ortodoxia coincidi con el inicio de una era de gran apogeo en todo el Imperio. Basilio I (867-886) y sus inmediatos sucesores retomaron la iniciativa de reconquistar para Bizancio los territorios que le haban pertenecido y que, por debilidad o ineficiencia, los basileus anteriores haban perdido a manos de sus ambiciosos vecinos. Desde el ao 867, bajo la dinasta macednica, se inicia una nueva expansin del Imperio, que alcanza a finales del siglo X su mxima extensin; en Oriente llega hasta el Cucaso y el Efrates, y en Occidente, hasta el Danubio y el Adritico, tras el exterminio del reino blgaro por Basilio II. Bajo el reinado de los macedonios el arte marcha en forma paralela al vigor econmico y poltico del Imperio Los artistas regresaron a su actividad creadora; en el interior de los templos los pocos mosaicos que se haban salvado de la destruccin por haber sido recubiertos con gruesas capas de estuco, fueron rescatados y los preciosos frescos restaurados. Dio comienzo entonces una era de produccin artstica nunca antes vista en el Imperio, pues la iconoclasia, a semejanza de un gran incendio forestal, haba abonado el terreno dejndolo listo para que ocurriese una renovacin en el estilo bizantino. Tambin propici la toma de conciencia por parte de la propia Iglesia acerca del importante papel que desempeaban las imgenes en la propagacin de la fe. Se produjo un notable cambio en el estilo pictrico al pretenderse que con los modelos ahora utilizados, las imgenes fuesen ms naturales, ms al alcance del intelecto del hombre bizantino. Lo anterior fue el resultado de la terrible experiencia que los icongrafos haban sufrido durante la violenta persecucin y en el triunfo de la heterodoxia perciban una liberacin otorgada directamente por Dios por lo que sus nuevas creaciones, sin apartarse de los preceptos marcados por los manuales, resultaban mas humanas, mas ntimas. Este nuevo estilo pictrico no hubiese podido darse sin la aprobacin de la iglesia y la aceptacin de los poderes reales de diferentes temas pictricos. Los iconos, esas pequeas pinturas que fueron los causantes de la gran controversia, se multiplicaron pues el pueblo, vido de ellas, las solicitaba en crecido nmero.

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Uno de los temas favoritos de los icongrafos durante esta etapa del arte bizantino, fue la Teothokos o Madre de Dios. Lo mismo sucede con algunos pasajes de la vida de Jess, aunque el tema ms importante que surge en estos aos es la Deesis, que es la oracin que hacen la Virgen Mara a un lado y San Juan Bautista al otro, al pie de la Cruz; Cristo pareciera que escucha las plegarias de sus nicos acompaantes. Este sublime acontecimiento fue interpretado por los icongrafos con gran maestra y perfeccin.

Theotokos y el Nio (787-797). Mosaico del bside de Santa Sofa, Tesalnica (Grecia).

Theotokos y el Nio (867). Mosaico del bside de Santa Sofa, Constantinopla (Turqua).

La costosa y difcil elaboracin de los mosaicos propici que, en las provincias ms alejadas de la Metrpoli, proliferaran dentro de los templos las pinturas murales. Elaboradas con la tcnica del fresco, fueron piadosamente donadas por nobles provincianos o por ricos personajes locales, sustituyendo al patrocinio imperial que ya no era suficiente debido a las precarias condiciones econmicas por las que transitaba el Imperio.

4.2 Los manuscritosOtra manifestacin artstica que renace con gran vigor es la iluminacin de manuscritos, lo que necesariamente requiere de un gran nmero de copistas e iluminadores, posiblemente egresados todos ellos del Scriptorium o taller de manuscritos que funcionaba dentro del Palacio Sagrado, en donde exista una gran biblioteca que les provea del material bibliogrfico necesario para hacer su trabajo. Los grandes monasterios y los talleres alejados de la metrpoli desarrollaron estilos de iluminacin con caractersticas propias.

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En el siglo IX y a lo largo de los siguientes doscientos aos se produce el gran auge de la miniatura bizantina y de la iluminacin de manuscritos, ya sean stos de carcter religioso o cientfico. En el periodo macednico, con la elaboracin de mltiples ediciones de gran riqueza de la Biblia y de los Salterios llamados aristocrticos, se pone en evidencia el retorno a las antiguas formas helensticas. Sin embargo durante la dinasta Comneno, especialmente despus del ao 1100, el estilo regresa nuevamente a la antigedad, hacindose ms natural, lo que proporciona una mayor espontaneidad y frescura a las imgenes. Otro aspecto exclusivo de la miniatura de esta Edad de Oro es la original decoracin en los mrgenes de las pginas de los libros, que se aparta de los temas eminentemente religiosos, incorporando un abundante repertorio de temas profanos. Los miniaturistas de los talleres imperiales de Constantinopla, encargados de ilustrar los libros del Antiguo y Nuevo Testamento, buscaron su inspiracin en las obras de los primeros aos del cristianismo. La preferencia de la aristocracia culta residente en Constantinopla encontr respuesta en el trabajo de estos artistas que, para poder imitar en forma adecuada esas representaciones, debieron investigar y practicar afanosamente con el fin de adquirir la destreza y la tcnica necesarias. Los salterios, es decir los libros de salmos, los sermonarios (compilacin de sermones de algunos santos) como el de San Gregorio Nacianseno, los libros histricos o crnicas, cuyos mejores ejemplos se encuentran en la Crnica de Skilites o en los menologios y santorales, volmenes de tamao descomunal, imposibles de ser utilizados como libros de uso cotidiano, se encuentran ilustrados con gran nmero de miniaturas que exponen episodios a los que hace referencia el texto, aunque en ocasiones pareciera que el relato escrito est de ms. Uno de estos manuscritos, la Topografa Cristiana, cuyo autor fue Cosmas Indicopleneste y que actualmente pertenece a la coleccin de la Biblioteca Vaticana, es una obra fundamental para comprender el estilo de la pintura bizantina del siglo IX. Otro ejemplo de la evolucin del estilo artstico es un extraordinario manuscrito iluminado que recopila los sermones del monje Jacobo de Kokkinabaphos sobre la Teothokos o madre de Dios y cuyo autor, como todos los de su poca, permanece en el anonimato. En l se presenta una serie de novedosas imgenes de pasajes apcrifos de la Virgen, de Pentecosts, de la Ascensin, etc. Lo innovador de estas miniaturas es el original estilo de sus ornamentaciones y la ausencia de elementos paisajsticos que definan el horizonte, lo que aunado a sus fondos de resplandeciente oro las hace parecer etreas, por lo que sus figuras vestidas con ropajes de brillantes colores captan de inmediato la atencin de quienes las observan. Como muestra de lo anterior basta admirar la escena de la Ascensin del Seor, la cual es representada en el frontispicio de una iglesia bizantina, primorosamente decorada e iluminada en dorados, azules y rojos. Dos valiossimos ejemplares de este precioso Sermonario han sido rescatados del poder destructor de los siglos y permanecen en custodia de las bibliotecas Vaticana y Nacional de Francia.

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4.3 Arquitectura y mosaicosLa grandiosa baslica de Santa Sofa, que por ms de 100 aos haba sido despojada de sus lujosas vestiduras, nuevamente fue revestida con primorosos mosaicos. En su bside se coloc uno de gran tamao que representa la imagen entronizada de la Virgen con el Nio. Frente a este mosaico se encuentra la siguiente inscripcin: las imgenes que los impostores derribaron los pos Emperadores las han restablecido. Existen tambin otros mosaicos que han milagrosamente perdurado hasta nuestro tiempo, como lo son un arcngel, con las alas coloreadas de diferentes tonos de prpura y cuyas vestiduras doradas y blancas parecen brillar como la luz solar. Los tmpanos norte y sur fueron redecorados con efigies de profetas, obispos, ngeles y arcngeles; solamente las imgenes de San Juan Crisstomo y de San Ignacio el Menor persisten, todas las dems fueron destruidas por la barbarie turca.

Cristo con el emperador Constantino IX (1042-1055) y su esposa, la emperatriz Zoe. Mosaico. Santa Sofa, Constantinopla, Turqua.

Una gran obra arquitectnica elevada dentro de los muros de Constantinopla, fue el Monasterio del Pantocrtor, que consta de un amplio claustro y de tres grandes iglesias conectadas entres s. Este monasterio se construy como accin de gracias del emperador Juan II Kaloianes (1118-1143), por sus victorias contra los turcos. Toda esta suntuosa decoracin logr su apogeo en la enorme cpula, la que se ornament con un mosaico con la imagen del Pantocrtor rodeado de serafines; en las pechinas pueden admirarse an algunos fragmentos de tan maravilloso mosaico. Sin embargo el ms conocido de estos mosaicos se encuentra sobre la llamada puerta imperial, en el que puede admirase a un emperador, al que los especialistas no han logrado identificar plenamente. Demuestran que es una figura imperial la esplndida stema o corona que porta y las vestiduras, que son las apropiadas de tal personaje. Se encuentra postrado a los pies de un Cristo entronizado, lujosamente ataviado, que con su mano izquierda sostiene un libro abierto en el que se puede leer en una de sus pginas la paz sea contigo y en la otra Yo soy la Luz del mundo. En el fondo y a

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los costados del Cristo, pero en un nivel inferior al de su cabeza, se aprecian dos medallones, uno de la Virgen y otro del arcngel Gabriel. En el pasaje norte de Santa Sofa se encuentra un mosaico en perfecto estado de conservacin, que retrata al Emperador Alejandro, al que se le puede identificar gracias a una inscripcin en la que se lee El Seor ayude a tu siervo, el ortodoxo y fiel Emperador Alejandro, adems de un anagrama con su nombre, colocado al lado de su cabeza. Se le ve engalanado de acuerdo a lo establecido por El Libro de las Ceremonias para la ocasin en que el monarca asista a la Fiesta Pascual. Lleva la perpendulia o capucha de perlas, el skaramangin o tnica de prpura ornamentada y calza botas del mismo material bordadas tambin con piedras preciosas. En su mano derecha lleva el akakia o bolsa de seda rellena de polvo, que recordaba a los emperadores que solamente eran seres humanos; con la izquierda sostiene el orbe para significar su gran poder. La elaboracin de este esplndido mosaico, dedicado a uno de los Emperadores mas odiados, ha sido fechada por los expertos en los aos 912 o 913. La segunda iglesia en importancia dentro de los muros de Constantinopla fue la de los Santos Apstoles, la cual tambin recibi especial atencin por parte de los de los artistas, pues continuaba siendo el panten de los monarcas bizantinos. Debe sealarse que esta construccin sirvi como modelo para la catedral de San Marcos en Venecia. Dentro del espacio ocupado por el Palacio Sagrado, durante el reinado del primer Basilio, fue construida una iglesia ms. El interior de su cpula estaba ocupado por un mosaico con la imagen del Pantocrtor, circundado por coros anglicos. El bside contena una Virgen Orante, y los muros laterales, profetas, apstoles y otros santos. Todo lo anterior de acuerdo a una simbologa previamente establecida. La descripcin anterior ha llegado hasta nosotros por los manuscritos de algunos cronistas de la poca, pues nada de ello queda en pie. Una edificacin que podra servir de modelo para la arquitectura de este postrero periodo del arte bizantino es la iglesia del monasterio de Cora, localizada en Constantinopla, cerca de la muralla teodosiana y muy prxima al palacio de las Blaquernas, residencia imperial por aquel entonces. En la actualidad sus ruinas cubren una superficie que se extiende desde el mar de Mrmara hasta el Cuerno de Oro y presentan las tres etapas de construccin durante los siglos XI, XII y XII. Fue Teodoro Metokitos, logoteta del tesoro imperial, el poltico mas importante del momento, hombre de gran sabidura, poeta y cientfico, quien patrocin la renovacin de esta iglesia. En el mosaico del tmpano de la entrada, se le puede apreciar engalanado con las ricas vestiduras propias de su elevado cargo, ofreciendo a Cristo la maqueta de la iglesia mencionada. Todas sus decoraciones, mosaicos y frescos, denotan una nueva forma de expresin, pues no se limitan solamente a figuras aisladas o fiestas litrgicas, sino que proclaman una fe viva, delicada y serena. Sus mosaicos, distribuidos en toda la construccin, presentan temas novedosos, tales como la genealoga de Cristo y la vida de la Virgen Mara, con escenas tomadas de los Evangelios as como tambin de

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los Apcrifos. Destacan entre todos estos mosaicos las imgenes de Cristo y de la Virgen Hodegetria, situados en ambos lados del presbiterio. En las principales ciudades del Imperio tambin se multiplicaron las construcciones religiosas. Un ejemplo representativo se encuentra en Nicea: la cpula de la iglesia de la Dormicin fue decorada con un extraordinario mosaico con las representaciones de cuatro ngeles con vestiduras imperiales, que rodean a la Divina Majestad, colocada en el centro. Una inscripcin acordona toda la escena y reproduce el Salmo 103 El Seor ha dispuesto su trono en los cielos y su reino domina sobre todos. Bendecid a Dios vosotros sus ngeles, poderosos en fortaleza, que ejecutis sus mandatos, obedeciendo la voz de su precepto. En el bside se encontraba una Teothokos que presentaba el Nio al mundo; sobre su cabeza aparecen tres rayos que representan a la Trinidad. Todos los especialistas y conocedores coinciden en que la destruccin de esta iglesia fue una de las prdidas ms lamentables que tuvo el arte bizantino. Otra magnifica catedral que se construy en este perodo fue la catedral de Edessa. Un himno siraco, de autor desconocido, describe su belleza, su solemnidad y sobre todo su profundo simbolismo: Oh, T la Esencia que resides en el Templo Santo cuya gloria emana naturalmente de Ti! Dame la gracia del Espritu Santo para hablar del Templo de Edessa! Bazaleel fue quien, instruido por Moiss, erigi el Tabernculo para que sirviera de modelo. Son Amidonius Aspa y Addai quienes construyeron para Ti en Edessa el templo glorioso. En verdad, en l han representado los misterios de tu Esencia Y de tu Plan de Salvacin. Y el que lo observa minuciosamente se llena de admiracin al verlo. En efecto, es algo realmente admirable que en su pequeez sea tan parecido al vasto mundo. No por las dimensiones, sino por el tipo; est rodeado por las aguas, igual que el mar rodea al mundo. Su techo est extendido completamente, semejante al cielo, sin columnas, abovedado y simple. Adems est adornado con mosaicos de oro, as como el firmamento lo est por estrellas brillantes. Su elevada cpula es comparable al cielo de los cielos. Es como un casco y su parte posterior reposa solidamente en la inferior.

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Sus arcos, anchos y esplndidos, representan las cuatro partes del mundo. Por otra parte, debido a la variedad de sus colores renen en s al arco glorioso de las nubes. Otros arcos lo rodean, como si fueran salientes rocosas que coronan la cima de una montaa. Es sobre ellos, y con ellos y por ellos que la cubierta entera junta los arcos. Sus mrmoles se parecen a la Imagen no hecha por la mano del hombre, y sus muros estn armoniosamente revestidos de mrmol. Debido a su blancura y pulido son tan esplendorosos que absorben en s la luz del sol. Se ha puesto plomo sobre la cubierta, para que no fuera daada por las lluvias. No se ha utilizado en absoluto la madera, y aunque parece fundida de metal es toda de piedra. Est rodeada de magnficos patios, con dos prticos de columnas, representando a las tribus de Israel que rodeaban el tabernculo de la Alianza. A cada lado posee una fachada idntica, pues el tipo es el mismo en las tres. Del mismo modo que una es la forma de la Santsima Trinidad. Adems brilla en el coro una nica luz por las ventanas que ah se abren anuncindonos el misterio de la Trinidad. Adems, la luz de los tres lados entra por ventanas numerosas, Representando a los Apstoles y a Nuestro Seor, Y a los profetas y los mrtires y los confesores.

En el centro se ha colocado un podio, a modo del Cenculo de Sin y debajo de l hay once columnas, como los once apstoles que ah se haban reunido. La columna situada detrs del podio, representa el Glgota. Encima de ella se ha fijado una cruz luminosa, como Nuestro Seor entre los ladrones.

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Las diez columnas que sostienen el Querubn de su coro representan los diez apstoles que huyeron torpemente en el momento en que Nuestro Seor fue crucificado. La forma de los nueve peldaos colocados en el coro, as como el trono, representan al trono de Cristo y a los nueve rdenes de ngeles.

4.4 La literaturaEntre las diversas obras literarias del siglo X destaca la crnica escrita por Juan Comeniates, lector de la iglesia de San Demetrio en Tesalnica. Un poema pico que atrapa la atencin de sus lectores y que desgraciadamente los crticos literarios modernos no le han dado la importancia que merece, es Digenes Akrites. Compuesto por algn monje a partir de cantos de los juglares de la frontera en la poca macednica y escrito originalmente en koine (la lengua griega utilizada por el pueblo inculto), su accin se desarrolla en las lejanas fronteras del Imperio. Narra las aventuras blicas y amorosas de un legendario hroe bizantino, Digenes, cuyo padre haba sido un poderoso emir que, por amor a una joven cristiana de la familia Ducas, habra renegado del Islam para abrazar el cristianismo ortodoxo. Digenes es representado como un altivo mancebo, siempre ataviado con ricas vestiduras bordadas con perlas y piedras preciosas. El poema describe, entre otras andanzas, sus proezas en la lucha contra los invasores, defendiendo las fronteras de Bizancio de todo peligro y el cortejo y rapto de Eudoxia, a quien Digenes hizo su esposa. Finaliza con la muerte del hroe y la de Eudoxia, quien no pudiendo soportar tal dolor, tambin pierde la vida. Este poema, de corte popular, es comparable en calidad y belleza literarias al cantar del Mio Cid o a la Cancin de Rolando. A continuacin se reproduce un fragmento tomado del libro Basilio Digens Akritas, publicado por la Editorial Bosch en 1981.

Uno de los das dice a su padre: "Ha embargado mi alma, padre y seor, el deseo de probarme a m mismo en luchas con fieras, y si amas de veras a tu hijo Basilio, permite que vayamos al lugar donde se hallan stas y conocers por completo la razn de mi constante inquietud. El padre, al escuchar de su amadsimo tales palabras, senta orgullo en el alma y regocijo en el corazn; lo besaba con mucha complacencia: "Oh hijo muy deseado! Oh alma y corazn! Admirables son tus palabras y grata tu intencin,25

pero no es tiempo de luchar con fieras, pues la lucha con ellas es muy dura, y t eres un nio de doce aos o dos veces seis y no mereces en absoluto que se te enfrente con las fieras; no mi gratsimo hijo, deshecha esto de tu mente, no cortes tus bellas rosas antes de tiempo; cuando, si Dios quiere, seas un hombre maduro, entonces, sin discusin, te medirs con ellas. Steven Runciman, a propsito de este poema escribi: la epopeya occidental es, quiz ms dramtica, pero por la brillantez de las descripciones y por la sutileza de su psicologa, el Digens Akritas es infinitamente superior. Puede catalogarse entre las ms bellas canciones de gesta que se hayan escrito jams. Otro escritor de este perodo digno de ser estudiado ms acuciosamente es Juan Cameniates, conocido solamente por su obra sobre la captura de Tesalnica, en la que aporta pocos datos biogrficos. Se sabe que era un clrigo de la iglesia de San Demetrio, que desempeaba la funcin de chambeln en la casa del obispo. Se supone tambin que estaba casado y tena tres hijos pequeos. Su padre y hermanos tambin detentaban puestos entre el personal de San Demetrio. Era Cameniates un hombre con cultura y medios de vida apropiados para llevar una vida plcida en una importante capital provincial. Tras la toma de la ciudad es capturado y llevado a Siria donde conoce fortuitamente a Gregorio el Capadocio, personaje del cual no se tienen datos del rango pero que, a juzgar por el tratamiento que le dispensa, debi ser un importante clrigo de la ciudad. Al entrevistarse con Juan Cameniates y conmovido por su tragedia personal, le envi una misiva en la que le solicitaba hiciera una resea sobre los hechos ocurridos en Tesalnica, as como la narracin de su historia personal. En la respuesta a dicha carta Juan Cameniates realiza una evocadora y vehemente descripcin de su ciudad a travs de la cual da a conocer detalles de inters sobre Tesalnica y su rea de influencia a comienzos del siglo X. Ya en el perodo comneno, la princesa bizantina Ana Comneno fue una de las ms importantes intelectuales de su poca. Escribi "La Alexiada", que es la crnica del reinado de su padre, Alejo I Comneno, emperador bizantino que reino desde 1081 hasta 1118. Es tambin un relato de primera mano sobre los hechos de la Primera Cruzada. A continuacin se reproducen dos fragmentos de su gran obra; en el primero de ellos la princesa hace una relacin vivida de los hechos que ella presencia durante la Primera Cruzada: "Era todo Occidente, todas las naciones brbaras que viven en el pas situado entre la otra orilla del Adritico y las Columnas de Hrcules, el que emigraba en

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masa, arrastrando familias enteras, hacia Asia, atravesando Europa de un extremo a otro. Veamos en grandes lneas la causa de semejante movimiento de poblacin. Un celta llamado Pedro, apodado Pedro el Simple, haba ido a venerar el Santo Sepulcro; despus de que los turcos y los sarracenos, que causaban estragos en toda Asia, le infligieran muchos malos tratos, regres a su pas sufriendo grandes penalidades. Como no soportaba la idea de no haber alcanzado su objetivo, decidi emprender de nuevo el mismo viaje. Pero comprendi que no deba hacer solo el camino del Santo Sepulcro por miedo a tener que soportar las peores desventuras, lo que lo hizo concebir un hbil proyecto. ste consista en predicar en todos los pases de los latinos: "Una voz divina me ordena que proclame ante todos los condes de Francia, que deben abandonar sus hogares para ir a venerar el Santo Sepulcro e intentar liberar Jerusaln del dominio de los agarenos con todas sus fuerzas y con toda su valenta. Y, efectivamente, lo consigui. Como haba hecho creer en el corazn de todos que haba odo una voz divina, consigui efectivamente reunir a unos tras otros con armas, caballos y el resto del equipamiento militar. Estos hombres sentan tanto ardor y entusiasmo que llenaron todos los caminos; estos soldados celtas iban acompaados de una multitud de gentes sin armas, ms numerosos que los granos de arena y que las estrellas, y que llevaban palmas y cruces cosidas en sus hombros; mujeres y nios que abandonaban su pas. En el siguiente fragmento de La Alexiada, Ana Comneno relata una ancdota ocurrida entre el emperador y los jefes francos: "Cuando estuvieron todos reunidos, incluido el propio Godofredo, y todos los condes hubieron prestado juramento, un noble tuvo la osada de sentarse en el silln del basileus. ste no dijo nada, porque conoca desde haca tiempo la naturaleza arrogante de los latinos. Pero el conde Balduino intervino, tom al otro de la mano y le hizo levantar hacindole duros reproches. - No deberas actuar de esa manera -le dijo-. Sobre todo porque acabas de jurar vasallaje al basileus. No es costumbre que los basileus de los romanos permitan que sus sbditos se sienten al mismo tiempo que lo hacen ellos; los que se han convertido en vasallos de Su Majestad deben observar tambin las costumbres del pas. El hombre no respondi nada a Balduino, pero lanz una mirada llena de ira al basileus y, en voz baja, le dirigi unas palabras en su lengua.

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- Mirad a este patn -dijo-. Slo se sienta l, mientras unos valientes caballeros estn de pie a su lado. El basileus advirti el movimiento de los labios del latino; llam a uno de sus intrpretes de la lengua latina y le pidi que le explicara el sentido de aquellas palabras. Cuando supo lo que el latino haba dicho, en aquel momento no hizo ninguna observacin, pero guard para s sus reflexiones. Cuando todos se despedan de l, el basileus llam al orgulloso y desvergonzado latino y le pregunt quin era, de qu pas proceda y a qu linaje perteneca. - Soy un puro franco -respondi el otro-. Y de la nobleza; y s una cosa y es que en un cruce del pas en que he nacido hay un santuario construido desde hace mucho tiempo en el que, quien quiere tomar parte en un combate singular, acude all para este propsito, y pide a Dios que le ayude, mientras espera al hombre que se atreva a desafiarle. He pasado mucho tiempo en este cruce sin hacer otra cosa ms que esperar a un adversario, pero no ha venido un hombre lo bastante audaz para ello. El basileus replic con estas palabras: - Si has querido luchar sin encontrar la ocasin de hacerlo, ha llegado el momento en que vas a ver colmados tus deseos a fuerza de luchar; te recomiendo encarecidamente que no te sites en la cola o en la cabeza de las filas sino que permanezcas en el centro.

4.5 Otras manifestaciones artsticasLas comnmente llamadas artes menores, cobraron un gran auge por el nuevo estilo con que eran presentadas. Las pequeas joyas como brazaletes, cruces, relicarios o portadas de libros fueron profusamente decoradas con esmaltes y toda clase de piedras preciosas. Cada una de las figuras en ellas representadas se encuentra enmarcada con hileras de grandes perlas, lo que ciertamente no contribuye a resaltar su belleza. Un ejemplo representativo de este tipo de piezas es la portada de un misal que actualmente se encuentra en la Biblioteca Marciana en Venecia. Este esmalte, elaborado sobre una placa de oro, tiene en su centro la imagen de un Cristo crucificado, revestido con una tnica larga y sin mangas llamada colobium. Se encuentra rodeado de 10 medallones con los bustos de santos y ngeles. Todas estas figuras estn enmarcadas en la forma antes descrita, lo que les resta elegancia y nitidez. Otro ejemplo de este estilo es un relicario en forma de Cruz, de 9 cm. de alto por casi 6 cm. de ancho y 2 de profundidad, perteneciente a la coleccin de joyera y orfebrera del Museo de Alberto y Victoria, en Londres. En la cara anterior de esta cruz-relicario, se puede admirar la Crucifixin y sobre los brazos aparecen las efigies de la Virgen y de San Juan Evangelista, al que se le reconoce por el libro que porta. Este esmalte es una de las primeras representaciones de la Deesis. En su cara posterior aparece un Cristo de pie, con los rostros de los cuatro evangelistas.28

El monasterio del Gran Lavra, en el Monte Athos, atesora la portada de un evangeliario con la figura de un Pantocrtor repujada en oro. Todo el conjunto est decorado con delicadas perlas y piedras preciosas. La tradicin cuenta que este libro fue un regalo del emperador Nicforo a San Atanasio aunque el estilo utilizado en su elaboracin coincide con el empleado durante el reinado de Basilio el Grande. Una corona femenina que ha sido fechada entre los aos 1042 y 1050, presenta en oro y esmalte los retratos de Constantino IX y de las princesas Zoe y Teodora Se trata de otro ejemplo de la orfebrera bizantina de los siglos IX y X. Esta diadema posiblemente fue un regalo a la esposa de algn rey hngaro, ya que fue encontrada en Budapest en donde an se conserva. El estilo utilizado para las tallas en marfil tambin fue renovado. Aunque los marfiles procedentes de esta poca son muy escasos, solamente algunos museos europeos conservan algunas de estas piezas. Destaca entre ellas un trptico, que en su conjunto mide aproximadamente 45 cms. de largo por 24 cms. de alto. En su pieza central estn delicadamente talladas las figuras de la Deesis; en su parte superior aparecen dos ngeles en actitud de veneracin. En las puertas laterales se aprecian las figuras, colocadas en parejas, de algunos santos como San Clemente de Ankara, uno de los Padres de la Iglesia de Oriente; San Eustaquio, un Santo guerrero; San Kyrin, uno de los 40 mrtires de Tebas, etc. y que no son los habitualmente representados en este tipo de objetos. sto quiz se deba al capricho y a la predileccin por tales santos, de quien lo mand a elaborar. Cuando las puertas laterales se encuentran cerradas asoma, en caracteres griegos, la siguiente inscripcin: Jess Christo Nika, lo que quiere decir Jesucristo vencedor. Este delicado marfil ha sido fechado como proveniente del siglo X y su manufactura, aseguran, procede de los talleres imperiales de Constantinopla. Una talla en marfil, perteneciente ahora al Museo Alberto y Victoria, y que llama especialmente la atencin es una Virgen Hodegetria, esculpida en tres dimensiones (algo inusual desde haca varios siglos) y es la nica pieza que se conservada de este estilo. Sus proporciones corpreas, tanto de la Virgen como del Nio, son muy estilizadas; el nivel al que esta marcada la cintura de la Teothokos es muy alto, lo que hace que la porcin correspondiente a sus piernas sea muy alargada, detalle que le da un toque de elegancia y delicadeza. Los pliegues de las vestiduras de ambos le proporcionan un airoso movimiento. Algunos detalles de la estatua se han perdido por el excesivo pulimento al que posteriormente fue sometida. Carece de su pedestal que seguramente le fue brbaramente desprendido. La cabeza del nio es posiblemente una restauracin reciente, pues sus rasgos no concuerdan con los del resto de la figura. Los talleres textiles de la capital imperial fueron muy generosos en la produccin de sedas. Se distinguen de manera muy especial las muy gruesas y pesadas, utilizadas nicamente para la confeccin de cortinajes y colgaduras. Sus diseos tenan como motivo principal a animales contenidos dentro de un crculo; como la encontrada en la tumba de Carlomagno, en Aquisgrn y que de acuerdo a la tradicin fue colocada ah por Otn III. La tela de color rojo quemado tiene dibujados cuatro grandes medallones

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circulares ornamentados con estilizadas hojas de vegetales, dentro de los cuales aparece un elefante ricamente enjaezado. Este tipo de diseo era comn durante los reinados de Basilio I (867-886) y Constantino IX Monmaco (1042-1055). En el Museo de Alberto y Victoria, en Londres, se guardan fragmentos de una seda proveniente de la tumba de Eduardo el Confesor, rey de Inglaterra entre los aos 1042 y 1065. El diseo de esta seda es a base de filas de medallones en cuyo interior se encuentran parejas de toros rampantes. En los espacios dejados por las mencionadas filas de crculos se pueden apreciar dos guilas enfrentadas. Un gran nmero de manuscritos provenientes de Bizancio hacen mencin a las telas elaboradas con hilos de oro. Por razones obvias, no se tiene ningn vestigio de ellas en la actualidad; sin embargo, han sido halladas algunas muestras de brocado de seda tramada con hilos de oro, como el sudario de San Siviar de Sens, en el cual se hace presente el conocido diseo de crculos y animales. Generalmente estas pesadas sedas eran uno de los principales artculos del comercio bizantino y la riqueza de esos artculos haca que fuesen destinados exclusivamente para la realeza o para cubrir preciadas reliquias. Durante los siglos XII y XIII, a pesar de tener mayores relaciones con los pases occidentales, el arte bizantino no experiment ningn cambio. Algunos autores han considerado al siglo XII como "el siglo de oro de la literatura y el arte de Bizancio. Si bien no se destacan en l grandes creadores, los artistas bizantinos continuaron con la tradicin, la personalidad y el estilo propios. No obstante se hacen ms notables ciertas caractersticas propias de una evolucin, resaltando la mayor simplicidad en el colorido de los mosaicos y miniaturas, aunque siempre incorporando elementos tradicionales como puede ser la utilizacin de fondos dorados, smbolo de la Luz Divina.

5 Perodo tardo (1204-1453)Durante el cuarto perodo del arte bizantino, que tuvo su desarrollo entre los siglos XIII y XV, la arquitectura volvi los ojos a los estilos utilizados en el primer perodo. A pesar de ello se vio fuertemente afectada por los estilos regionales; lo anterior se puede apreciar en las iglesias de Novgorod que tienen fuertes influencias orientales, como lo son las cpulas de media cebolla Los arquitectos de este ltimo perodo, pusieron mayor nfasis a la verticalidad de las construcciones y consiguieron este efecto abusando de elementos como columnas, estribos y contrafuertes y especialmente aumentando la altura de los edificios. Las iglesias del bizantino medio contaban generalmente con una sola cpula; mientas que las del perodo tardo se caracterizan por presentar con frecuencia hasta cinco cpulas, una sobre el centro y las restantes, de menor tamao, en cada esquina.30

Las iglesias construidas en el perodo tardo presentan por lo general exquisitas fachadas exteriores, en las que se puede apreciar un sinnmero de elementos decorativos. Incluso los bordes de las cpulas adoptaron una forma ondulada, al seguir las curvas de las ventanas con arcos que traspasaban sus tambores. Pero estos adornos rara vez tenan la calidad que haba distinguido a la arquitectura bizantina durante sus grandes pocas anteriores. La terrible devastacin que sufri Constantinopla por los Cruzados, interrumpi toda produccin artstica. Los grandes Scriptorium no volvieron a brillar con el esplendor conseguido antes de 1204. Sin embargo el contacto de los pintores latinos con la tradicin artstica bizantina fue fundamental para que su influencia se extendiera por toda Europa Occidental. Una prueba fehaciente del espritu bizantino del que se ha hablado, fue la inmediata reconstruccin que de inmediato emprendi el emperador, luego de la recaptura de la capital imperial. En primer trmino se reconstruyeron las murallas, pues las defensas de la ciudad tenan prioridad. La iglesia de Santa Sofa fue objeto de especial atencin; el puerto fue dragado y reedificados sus almacenes, a fin de reanudar el comercio, que una vez hiciera de Constantinopla la ciudad mas rica de Oriente.

Deesis. Mosaico. Santa Sofa, Constantinopla

Durante el ltimo perodo de vida de Bizancio y bajo la dinasta de los Palelogos (1261-1453), la produccin de manuscritos como el resto de las actividades artsticas, no alcanzaron la importancia de los perodos anteriores. A pesar de ello han llegado hasta nuestros das obras del siglo XIV que son claros ejemplos de la persistencia de una actividad pictrica. No obstante el terrible saqueo que fue objeto Constantinopla por parte de los soldados de la Cuarta Cruzada (1204), no es posible comparar su cada con la brutal y devastadora conquista realizada por los turcos en 1453. Entonces, todas las grandes baslicas, los palacios, y los monasterios fueron despojados de sus tesoros, ornamentos, clices y relicarios, monumentos y estatuas. De las antiguas iglesias de los Santos Apstoles, Santos Sergio y Baco, San Teodoro, Santa Irene y Santa Eufemia, no quedaron ms que paredes vacas y altares y plpitos derrumbados. La misma suerte corrieron los famosos monasterios de Myrelaion, Jesucristo Pantcrator,

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San Juan Bautista de Trullo, Theotokos Pammakaristos, San Juan de Studius, San Jorge de Mangana, Jesucristo Pentepoptes, etc. La lista de edificios arruinados era interminable. El helenismo, cuyo fuego prendieron los griegos y cuyo candor aliment posteriormente a las culturas romana y bizantina, destellando por ms de dos mil aos, se vio definitivamente eclipsado en Oriente, aqul fatdico 29 de mayo de 1453. Encadenados a sus creencias religiosas y enemigos acrrimos de los trinitarios cristianos, los turcos otomanos le dieron el golpe de gracia cuando se asentaron sobre las ruinas de lo que una vez fuera el orgulloso bastin de la cristiandad oriental, el Imperio Bizantino.

Manuel Vega Julio de 2004

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