Ovet Romero Vásquez orvpm@hotmail.com

Coleccionismo:-La numismática:

Así se conoce a la ciencia que estudia las monedas y su uso a lo largo de la historia. Normalmente nos referimos con “el mundo de la numismática” a la afición en sí, es decir, además de a los estudios, al coleccionismo y el negocio.

¿Cómo es el mundo de la numismática? Es un mundillo enorme, y con muchos niveles. Si hubiera que definirlo de alguna forma, diría que es un mundo algo extraño y complicado, que hasta hace poco era muy cerrado y en la última década se ha renovado y abierto mucho gracias a internet.

De todas formas, es un mundo en el que no es nada fácil “avanzar”, y uno tarda bastante en empezar a enterarse de algo.

¿Se necesita tener dinero para coleccionar monedas?

Para coleccionar cualquier cosa hay que poner un dinero, pero hay bastante mito con las monedas. Mucha gente cree que todas las monedas antiguas valen mucho dinero.

En realidad, hay coleccionismo para todos los niveles. Con 100€ al año se puede ir haciendo una colección de monedas romanas por ejemplo, a base de comprar lotes barateros.

Claro está que cuanto más dinero queramos gastar, a más podremos acceder.

¿La numismática está llena de timadores e interesados?

Bueno, hay gente honrada en la numismática, sobretodo actualmente. Eso sí, es un mundo lleno interesados, y con no pocos timadores, todo hay que decirlo. Hay que aprender a convivir con eso.

Las monedas: Clasificación

Como dije, el mundo de la numismática es enorme. Una de las razones es porque se han acuñado monedas sin descanso desde hace 2600 años.

Los campos de la numismática (es decir, los tipos de monedas) se suelen clasificar así:

-Moneda conmemorativa: es un mundillo que ha surgido desde no hace mucho. Consiste en monedas que se hacen especialmente para ser coleccionadas. Dichas monedas suelen ser vendidas por los propios estados.

Por lo general, es un mundo que no tiene mucho éxito entre los verdaderos coleccionsitas, que lo suelen consideran sin sentido ni interés, además de un poco timo. Aún así, tiene su colectivo.

Las monedas conmemorativas suelen ser modernas (es un mundo que surgió en USA a principios de siglo XX, y llegó a España en los 90s), suelen ser de metales nobles y tener un acabado especial, a veces son de tamaños y forman inusuales y muchas veces vienen dentro de carteras, cajitas…

-Buillon/monedas de inversión: en el mundo de la inversión en metal (es decir, la compra de metales preciosos para guardarlos y venderlos en el futuro), muchas veces dichos metales se ofrecen en forma de monedas, por lo que entran en el mundo de la numismática, y son de interés también por los coleccionistas.

Las monedas de inversión suelen ser de oro u plata (casi) puros, y su tamaño suele ser en relación a la onza.

-Moneda circulante: es la numismática “de verdad”, es decir, la que trata las monedas (desde lo más remoto a la actualidad) que se han usado y se usan como dinero.

Al ser un apartado tan enorme, se divide en muchas épocas.

Las clasificaciones varían dependiendo del país donde estemos, ya que aunque hay campos comunes en todo el mundo, el coleccionismo de un país se suele centrar en sus propias monedas.

-Medallas y jetones: la numismática también recoje las medallas, pero sólo las numismáticas, es decir, las condecoraciones militares y deportivas no.

Dentro de las medallas numismáticas hay dos tipos, proclamativas y conmemorativas.

Las proclamativas eran emitidas por los estados para celebrar la proclamación

de un nuevo gobernante y eran del mismo tamaño y material que las monedas en curso, por lo que circulaban como tales.

Las conmemorativas no tienen por qué ser oficiales. Celebran eventos y pueden ser más distintas a las monedas.

Los jetones son objetos similares a las monedas pero que no lo són. Los jetones de cuenta nacieron en la Edad Media y eran utilizados como monedas a la hora de jugar, enseñar a la gente…

Actualmente se conoce como jetón o ficha (token en inglés) a cualquier objeto similar a una moneda que no lo es. Fichas de casino, de teléfono, monedas emitidas por una empresa para utilizarse dentro de ella, monedas de juguete…

-Pruebas: con pruebas nos referimos a prototipos de monedas. Es decir, diseños que no llegaron a producirse para circular.

-Errores: son fallos de fabricación en monedas, los hay de muchos tipos. Los hay catalogados (es decir, que salieron muchas monedas con el mismo fallo) y los hay “únicos”.

-Series y carteras: a veces, para celebrar la emisión de un nuevo tipo de monedas, se emiten carteritas o cartones con monedas de toda la serie.

Bueno, esto seria una calificación muy muy general del panorama numismático. Hay quien mete a la notafilia (billetes) dentro de la numismática. En mi opinión, va aparte.

Almacenamiento :

Una de las principales dudas que le surgen a cualquiera que se decide a coleccionar monedas es cómo guardarlas. Normalmente, la gente tiene por casa monedas en cajas, tiradas por cajones, etc. Se ve claro que no es nada adecuado conservar las monedas así.

Hay muchos métodos de guardar las monedas, y cada uno tiene sus partidarios y detractores. Vayamos a analizarlos.

-Álbumes:

Hojas de plástico con compartimientos para guardar las monedas. Dichas hojas

se colocan en un álbum.

Suele ser la primera opción de casi todo el mundo, debido a que al principio parece perfecto: un libro donde tener nuestras monedas. Para verlas y enseñarlas, parece lo más cómodo posible.

Nada más lejos de la realidad, la mayoria de coleccionistas suelen acabar abandonando este sistema tarde o temprano.

Sus ventajas son que es barato y muy cómodo.

Inconvenientes, tiene bastantes. La hojas de álbumes están hechas de PVC (policloruro de vinilo), lo que afecta a las monedas a la larga, pudiendo producir desde pátinas raras en monedas de plata, a cáncer del bronce en monedas de bronce, pasando por destruir monedas de metales débiles como el aluminio o el zinc.

Además, dichas hojas se vuelven amarillentas y quebradizas con el tiempo. En 20 años, suelen quedar inservibles.

Otras desventajas son que las monedas se golpean entre ellas, y que las hojas se deforman por el peso.

Últimamente, algunas empresas venden hojas “ecológicas”, no hechas de PVC, teóricamente inocuas para las monedas, y que no se degradan con el paso del tiempo. Al ser recientes, aún no se han visto resultados a la larga.

-Cartoncillos:

Consisten en unos cuadrados de cartón con un agujero en medio cubierto de celofán, que es donde va la moneda. Para cerrarlo, se pega o se grapa.

Es un sistema utilizado por muchos coleccionistas, ya que son muy baratos (por pocos euros se compra un centenar) Protege a la moneda, y permite escribir datos en el cartón.

Ahora, hay que buscar un sistema para guardar los cartones. Hay quien utiliza los álbumes, y quienes han encontrado un nuevo uso a los organizadores de diapositivas.

Claro que hay detractores de los cartoncillos. Se acaban degradando con los años, y las monedas más grandes no suelen caber bien. Para algunos, son demasiado débiles.

Además, hay quien ha tendio problemas con ellos (vamos, que se le han jodido las monedas). Con todos los sistemas que encierran la moneda, hay que tener especial cuidado con la humedad.

-Cápsulas:

Son cajas de plástico duro, herméticas, que sirven para guardar una moneda en su interior.

Es un sistema que gusta a mucha gente, especialmente para guardar monedas buenas. Son bastante parecidos a los cartoncillos en el sentido de que luego hay que encontrar la forma de guardar las cápsulas. En este caso, la gente suele utilizar bandejas.

Claro que en este caso es un sistema caro. 15 cápsulas suelen costar 3€, y si queremos bandejas la cosa sube más.

Como ventajas, ofrecen bastante protección a las monedas. Como desventajas, son caras, ocupan sitio, y el hecho de encerrar las monedas puede llevar sus problemas si no se hace bien.

-Monetarios:

Son bandejas de fieltro, en las que se ponen las monedas encima. Dichas bandejas pueden venir solas en una caja, dentro de maletines o formando muebles.

Para mucha gente (me incluyo) es el mejor sistema. Permite disfrutar mejor de las monedas (no quedan metidas en nada), es el más bonito y se lo puede fabricar uno mismo si es algo manitas.

Al no estar las monedas encerradas, no hay peligro de que pueda quedar humedad estancada.

Eso sí, ocupan mucho sitio, son más caros, y al igual que hay detractores de tener las monedas encerradas, los hay de lo contrario.

En el Lidl, cada Navidad aparece un fantástico maletín con bandejas por 15€

-Sarcófagos:

En Estados Unidos, es muy usual que las monedas se vendan metidas en contendores no-abribles (recuerdan a los videojuegos del Carrefour).

Una empresa (la NGC la más conocida) se encarga de envasar las monedas, además de que las califica en una escala propia (la escala Sheldon) y garantiza su autenticidad.

Ya es cuestión de gustos si uno quiere tener sus monedas así o no.

-Fundas:

Es un método de transporte para proteger las monedas durante un envio o viaje. Se trata de fundas de PVC para meter las monedas dentro.

Ya he hablado antes de las bondades del PVC. No es nada recomendable utilizarlas para coleccionar.

Un consejo. Sea cual sea el método que elijais, no escatimeis en calidad. No hace falta para nada tener lo mejor de lo mejor, pero merece la pena comprar Made in Deuschtland antes que Made in China.

Otro consejo. Es importante evitar la humedad. Por eso se recomiendo el uso de sistemas antihumedad. El más simple son las típicas bolsitas de Silice Gel, tremendamente efectivas.

El estado de conservación :

Uno de los factores más importantes en las monedas es su estado de conservación. Es lo que más influye en el valor de las piezas, muchas veces por encima de la rareza.

Por eso se han creado escalas para valorar el grado de conservación.

La escala española es la siguiente:

MC (mala conservación)

RC (regular conservación)

BC (buena conservación)

MBC (muy buena conservación)

EBC (excelente conservación)

SC (sin circular)

FDC (flor de cuño)

Hay valores intermedios que se indican como MBC+, BC-… Si a veces la conservación de una cara difiere de la de otra, podemos indicarlo mediante algo estilo MBC/EBC-

Esta escala no solo mide el desgaste de la pieza. Agujeros, estado del metal, golpecitos, rayas por limpieza… todo entra en la valoración, por eso la escala puede ser tan difícil de manejar.

La valoración del estado es bastante subjetiva. Por ejemplo, no es lo mismo una moneda que queramos comprar a una que queramos vender. A la primera siempre le encontraremos pegas y intentaremos valorar a la baja, y la segunda al revés.

Además, no todo el mundo valora igual todos los alicientes o fallos. Hay a quien le molesta más un agujero o un golpe que el desgaste de la pieza, o al revés.

Normalmente esa es la escala que utilizan todos los coleccionistas, si bien existen otras escalas, como la Sheldon, una graduación que da una empresa norteamericana (la NGC) que como cuenta con el respaldo de una entidad famosa, la gente la toma más enserio que digamos.

Saber valorar el estado de las monedas con precisión es una de las cosas más difíciles y que más tiempo lleva aprender. Y aún así, repito, siempre hay algo de subjetividad en ello.

Aquí un ejemplo de diferentes conservaciones en una misma moneda (una común):

Limpieza y conservación:

Las monedas deben conservarse bien. Éstas están hechas de diveros metales y aleaciones, y como elementos químicos que son, reaccionan con diversas sustancias, para bien y para mal.

Hay que comprender que cada metal es un mundo, y hay monedas de muchos metales y aleaciones distintos.

Pero antes quiero aclarar lo que es la pátina: en la superficie de las monedas

muchas veces se forma una capa, en ocasiones producida por el propio metal de la moneda (oxidación, galvanización, etc) o externa (arcilla, tierra…)

La pátina la gran mayoria de veces se considera algo positivo, ya que da un carácter único a cada moneda, y muchas monedas antiguas nos han llegado a nuestros dias por la protección que ésta ofrece.

Para empezar, vamos a hablar de los metales que se usan habitualmente en la acuñación de monedas:

Desde la antigüedad hasta hace menos de un siglo, el sistema monetario de todas las épocas se basaba en estos tres metales: bronce, plata y oro. Casi todas las monedas antiguas eran de alguno de estos metales, considerando el vellón, una mezcla de cobre y plata con más cobre que plata.

El bronce es un metal que da mucho de que hablar. Es una aleación de cobre y estaño, prácticamente cobre en su totalidad.

Es un metal muy especial por la cantidad de pátinas que puede llegar a dar. Muchas veces permite que se pegue la tierra de dónde ha estado enterrada una moneda. Además puede dar muchos colores, o simplemente coger una fina pátina marrón chocolate fruto únicamente del óxido, o permanecer con todo su brillo naranja original.

Eso sí, el bronce tiene un enemigo: el cáncer/mal del cobre/manchas verdes. Se trata de cristales de clorato de cobre que, con ayuda de la humedad, atacan al metal hasta destruirlo. Esta sustancia aparece en forma de puntos verdes brillantes en la moneda, y se va extendiendo.

Por eso, siempre se dice que hay que evitar la humedad y el PVC, que contiene cloro.

Dicho cáncer muchas veces se puede eliminar con éxito, y no aparecer más.

La plata es un metal noble. También puede dar muchas pátinas muy distintas, algunas muy bontias y valoradas. Es un metal más estable que el bronce, y al contrario de este, no se suele mezclar con tierras.

Es un metal de fácil limpieza, lo que puede conducir a la gente a precipitarse y limpiar sus monedas, gran error.

La plata es un metal de valor, y las monedas de este material ya tienen un valor mínimo (poca cosa) según la cantidad que contengan.

La pureza de la plata, en numismática, se mide en milésimas. 999 milésimas es plata pura.

Las monedas de vellón se acojen más a la definición del bronce que a la de la plata.

El oro es un metal increible. Su característica principal es su inalterabilidad a las inclemencias y al paso del tiempo, por lo que las monedas de oro se conservan muy bien tengan la edad que tengan y hayan estado donde hayan estado.

El oro es carísimo, y sus monedas tienen un valor mínimo bastante elevado solo por su contenido en ese metal.

No suele formar pátinas, sólo coge algunas leves tonalidades dependiendo de

su composición.

Su pureza se mide también en milésimas.

Más recientemente se han incorporado nuevos metales en la acuñación de monedas. Por culpa de la escasez de las guerras del siglo XX, se empezó a hacer monedas en metales débiles: hierro, aluminio y zinc, metales feos y que se conservan mal. Estas monedas hay que guardarlas con cuidado.

El níquel es un metal que se incorporó en el siglo XIX, cuando las monedas empezaron a dejar de valer su peso en metal. Es un metal gris, con un poco de brillo, que suele coger una pátina mate. Se conservan bastante bien.

Puede aparecer como cuproniquel (aleación de cobre y níquel) o como níquel puro, los cuales apenas se diferencian excepto porque el níquel puro es

ferromagnético.

El cuproniquel puede ser afectado por el cáncer del bronce, pero en menor medida.

También aparecieron distintas aleaciones de cobre. Las hay muy diversas, pero casi todos comparten un color amarillento.

El más conocido es el latón, no muy usado en monedas. El oro nórdico (monedas de 0,20€) es otro ejemplo.

Al ser cobre, hay que vigilar el peligro del cáncer.

Más recientemente han aparecido las monedas forradas (con un núcleo de un metal y revestidas de otro, como los pequeños cent de €), monedas bimetálicas (de dos metales, como los euros), monedas de acero inoxidable, etc.

Hay mucha gente a quienes les gusta limpiar monedas, o que cree que debe limpiar toda moneda que pasa por sus manos.

Es algo nada recomendable. Sólo hay dos casos donde se considera adecuada una “limpieza”:

-Monedas que sufren de algo que pueda deteriorarlas (como el cáncer).

-Monedas recubiertas por una capa de tierra que las oculta o no deja verlas bien.Luego hay mucha gente que cree que puede mejorar el aspecto de las monedas limpiándolas.

Hay que tener claro que una limpieza puede eliminar o afectar la pátina, teniendo en cuenta que es parte de la moneda y se valora como tal.

La eliminación de la pátina hace que una moneda pierda encanto, originalidad, interés y valor económico.

Además, puede producirse una nueva pátina con el tiempo, posiblemente peor a lao riginal, e incluso puede aparecer el temido cáncer.

Una limpieza también puede dañar la moneda en sí. De hecho, en las descripciones de monedas en subastas, el término “limpiada” aparece como algo negativo, sólo digo eso…

Hay algunos casos de monedas con manchas o pátinas realmente feas, que quizás sí onvenga hacer un poco de limpieza. Pero antes de hacer nada recomiendo pensarlo bien, consultar e informarse mucho.

Existen infinidad de métodos de limpieza, desde los más comunes y probados a auténticas ideas de bombero retirado.

Izquierda: moneda limpiada Derecha: moneda no limpiada

No voy a hablar de métodos de limpieza, ya que no lo consideraría una ayuda, sino lo contrario.

Autenticidad:En el mundo de la numismática desde siempre ha existido un peligro, el de las monedas falsas. Hay muchas monedas falsas y de muchos tipos. El principal reto de los numismáticos es saber distinguirlas.

-Vocabulario básico:

La numismática tiene un vocabulario extensísimo. Algunos términos básicos deben dominarse.

-Partes de una moneda:

Luego hay mucha gente que cree que puede mejorar el aspecto de las monedas limpiándolas.

Hay que tener claro que una limpieza puede eliminar o afectar la pátina, teniendo en cuenta que es parte de la moneda y se valora como tal.

La eliminación de la pátina hace que una moneda pierda encanto, originalidad, interés y valor económico.

Además, puede producirse una nueva pátina con el tiempo, posiblemente peor a lao riginal, e incluso puede aparecer el temido cáncer.

Una limpieza también puede dañar la moneda en sí. De hecho, en las descripciones de monedas en subastas, el término “limpiada” aparece como algo negativo, sólo digo eso…

Hay algunos casos de monedas con manchas o pátinas realmente feas, que quizás sí onvenga hacer un poco de limpieza. Pero antes de hacer nada recomiendo pensarlo bien, consultar e informarse mucho.

Existen infinidad de métodos de limpieza, desde los más comunes y probados a auténticas ideas de bombero retirado.

Izquierda: moneda limpiada Derecha: moneda no limpiada

No voy a hablar de métodos de limpieza, ya que no lo consideraria una ayuda, sino lo contrario.

-Acuñar: es el hecho de fabricar monedas. Todo lo referente a la acuñación habla de la fabricación de las monedas. Defectos de acuñación son defectos de fabricación, por ejemplo. El cuño es el molde en negativo con el que se golpea el cóspel (disco de la moneda)

-Ceca: es la fábrica donde se hacen las monedas. Algunas monedas tienen marca de ceca, un símbolo que indica dónde se acuñó.

-Tirada: cantidad de monedas de un tipo acuñadas.

-Ley: pureza de la plata u oro que tiene una moneda.

-Tipo: monedas de un mismo valor y diseño. En un mismo tipo puede haber diferentes fechas.

-Variante: a veces, monedas de un mismo tipo y fecha, pueden tener pequeñas diferencias.

Guia de ayuda:

Mucha gente, sin ser coleccionistas ni nada parecido, tiene guardadas

monedas en su casa y no sabe muy bien qué tiene y si vale algo.

La gente quiere saber el valor (económico) de sus monedillas, ya sea por curiosidad, para venderlas, o para saber qué tiene entre manos y guardarlas por si le hace falta venderlas en el futuro.

Este apartado se lo dedico a esta gente

El primer paso es identificar nuestras monedas, saber qué son exactamente. ¿Cómo se puede saber eso?

Bueno, muchos preguntan si existe por internet alguna web catálogo. La respuesta es que no hay mucho que valga la pena.

Hay algunas cosas, pero o son muy concretas o no son de mucha ayuda para identificar “desde cero”. Hay catálogos numismáticos (libros) muy buenos, pero no son fáciles de usar para quien no tiene ni idea.

Por lo que, para identificar rápidamente una moneda, lo que recomiendo, es que pongáis una foto en este hilo, y los que sabemos un poco os ayudaremos.

Después de eso, hay que asegurar la autenticidad. Hay que deshacerse de todo prejuicio estilo “estas monedas no pueden ser falsas porque eran de mi abuela” “las compré en el mercadillo a uno que vendía” etc. La cantidad de monedas falsas que hay por ahí es abrumante, y muchas, muchas son “monedas del abuelo”

Hace ya dos años que estoy en FC ayudando a la gente, y he visto casi tantas

monedas falsas como buenas.

Así que, lo mejor es quitarse de la cabeza que “mis monedas son buenas porque tienen que serlo”, ya que nos podemos llevar un chasco o hacer el ridículo.

¿Cómo saber si una moneda es falsa? Bueno, para quien no tiene ni idea, es realmente difícil. En este post se va a tratar el tema con profundidad, y quizá podáis utilizar algo de información, pero lo más fácil es, como antes, poner fotos en este hilo y los que sabemos algo os ayudaremos con gusto.

Vale, una vez sabemos qué monedas tenemos y confirmamos su autenticidad, toca saber el valor de lo que tenemos.

Bueno, lo mejor que se puede hacer antes de nada es quitarnos cualquier idea de la cabeza del tipo “estas monedas pueden ser muy valiosas” “yo así a ojo no les hecho menos de 500€” “seguro que entre todo esto tiene que haber alguna que valga” “Tiene más de 100 años, tiene que valer un pastón”

Naaaaada, todas estas suposiciones, fuera, que luego nos llevamos un fiasco gordo.

Lo mejor es pensar que ninguna moneda tiene valor hasta que descubramos lo contrario, ya que, la mayoria de veces, así será. La enorme mayoria de monedas que la gente tiene por ahí, carece de valor.

Hay que hacerse la idea de que una moneda no es un producto comercial, no tiene un valor fijo. Por lo que realmente no debemos hablar de valores exactos, sino de referencias. Si decimos que una moneda vale 100€, debemos entender que puede valer 70€ o 120€, ya que 100€ es una referencia a tener en cuenta.

Entonces, lo que tenemos que buscar es una referencia: una idea aproximada

de cuánto podria valer.

¿Cuál es el primer valor que debemos buscar? El más fácil: el de su peso en metal en caso de que sea de plata u oro.

Se supone que ya hemos indentificado y autentificado nuestras monedas, por lo que deberiamos saber cuáles monedas son de estos metales, en qué pureza y cuánto pesan. Luego vemos las cotizaciones de los metales y nos hacemos una idea del valormínimo de nuestras monedas:

http://www.gesmatic.com/sempsajp/precios.asp(una onza = 31g)

Claro que, ¿acaso no hay monedas de mucho valor, sin importar el metal? ¿De toda la vida no ha habido monedas raras que valen un pastón? Claro que sí.

¿Cómo podemos saber el valor de nuestras monedas? ¿No hay ningún sitio por internet que lo ponga? Lo siento, no.

No existe ninguna página que de una idea del valor de cada moneda.

Existen catálogos (en libro) que dan un valor de referencia como idea aproximada de la rareza y demanda de una moneda. Es decir, el precio que podamos encontrar en los catálogos en absoluto es un precio con el que podamos quedarnos, la cosa es bastante más complicada. Para empezar, para utilizar estos valores debemos dominar el valorar estados de conservación, cosa que si somos noobs, no tendremos ni idea.

¿Entonces, cómo nos podemos hacer una idea del valor de nuestras monedas? Una vez más, lo más conveniente sería preguntar a alguien que supiera algo. En esta misma plataforma os podemos ayudar, como no, jeje.

Hay numismáticos profesionales que tasan monedas, y cobran por este servício.

Muy bien. A estas alturas ya sabemos qué tenemos, si es auténtico y una idea aproximadade su valor. Mucha gente ya habrá cumplido su cometido, quería saber “cuánto vale” lo que tenía y ya lo sabe.

Y mucha gente, ya sea porque necesita dinero o porque no tiene ningún interés en numismática, querrá vender sus monedas.

Bien. Antes hay que tener una idea clara. Lo que voy a decir puede sonar mal pero no es mi intención:

No somos nadie, no nos conoce nadie y no damos ninguna garantía de nada. No formamos parte del mercado numismático, y no podemos pretender formar parte de él.

Como dones nadie que somos, tenemos tres vias para intentar vender nuestras monedas: Compraventa de oro y plata, tiendas de numismática y similares, intentar vender por nuestra cuenta.

En cada una vamos a tener que actuar de forma distinta. Vayamos a analizarlas.

El compraventa de oro y plata, los famosos Compro Oro, son la opción más simple, y la peor. No importa la calidad o rareza de nuestras monedas, de hecho no importa si son falsas mientras sean del metal que toca. Ahí no compran monedas, sino metales preciosos, y los pagan mal, bastante mal. Son

usureros, que se aprovechan de gente que necesita dinero.

Para vender ahí, nuestras monedas deben ser de oro o plata, claro. Si tenemos la suerte de que son de oro, por muy poco que llevemos ya nos podemos llevar un pellizco. Si son de plata, tenemos que llevar cierta cantidad para que nos las acepten.

Es una “buena” opción si necesitamos el dinero cuanto antes. Si no, pues bueno, para algunos casos no está mal.

Una moneda de oro común, pongamos que pesa 3,22g y es oro .900. Teniendo en cuentala cotización (23-01-2012) tendria un valor de 130€. Ese seria su valor como moneda mínimo, y su valor real si la moneda es común y no está en muy buen estado.

En un compro oro, que suelen pagar el gramo a entre 23 y 25€ (cuando llevamos poca cantidad), nos darian entre 60 y 70€

En plata mejor ni hablar, la cosa es aún peor.

Ahora supongamos que no hemos que tenido que acabar en un Compro Oro, ya que nos hemos dispuesto a llevar nuestras monedas a una tienda de numismática o a algún interesado. ¿Cómo actuar?

Primero, cuando ocurra eso hay que tener los deberes hechos: debemos saber qué tenemos y cuánto vale. Hay gente que va sin saber nada directo a vender, pensando que ya de paso, el que nos las compre tenga el bonito detalle de informarnos de forma precisa y honesta de cuánto vale lo que tenemos… el comprador… el mismo que va a comprárnoslas… sí…

Bueno, para muestra un botón, bueno… Telecinco:

http://hnumisma.blogspot.com/2011/05/numismatica-en-telecinco-y-el-comercio.html

Yo en su dia estuve en contra de este minireportaje, porque es una basura. Eso sí, es una buena muestra de lo que os explico.

Buaaa, todos son unos timadores, mierda pa todos, bla bla… Nada de timos, si vais a vender, recordad que los que aceptáis el trato con el comprador sois vosotros. Es cosa vuestra saber qué tenéis en las manos. En caso de que os engañen en este sentido, no hay nada ilegal, y sería discutible incluso si es inmoral o no.

Por otra parte, ¿recordáis lo de “no somos nadie…” de antes?

Un numismático profesional, precísamente es profesional porque se gana la vida con ésto. Él vende monedas ¿Por cuánto? Por algo parecido a su valor. ¿Tiene que ganar algo él? Claro ¿Por cuánto nos comprará nuestras monedas? ¿por su valor? No ganaria nada así

Debemos asumir que si hemos llegado a la conclusión que una moneda que tenemos ronda los 45€, no somos nadie para exigir que nos paguen algo así; no estamos dentro del mercado numismático, repito. Si nos ofrecen 30€ estaría muy bien, y muchas veces no podremos esperar ni eso.

Y además, muchas veces las monedas que tengamos no serán de interés. Los num. profesionales no son el Banco de España: si les interesa lo que les llevamos, nos harán una oferta; si no les interesa, no les interesa y punto.

Visto que es muy probable que no nos convenzan nada estas ideas viendo el panorama, es posible que nos decidamos venderlas por nuestra cuenta.

Como lo más seguro es que no tengamos “contactos”, nos queda anunciarlas públicamente. En Ebay, por supuesto, o alguna página similar. Incluso podemos probar suerte en algún foro.

Recordad otra vez, no somos nadie, y en Ebay hay vendedores profesionales conocidos con mucho prestigio. Ellos venden monedas normalmente por su valor, a veces algo caras, a veces baratillas.

A nosotros no nos conoce nadie ni ofrecemos garantias. Poneos en el lugar de un comprador. Si ve una pieza en un vendedor conocido por 50€, y la vuestra, es decir, “de nadie”, por el mismo precio ¿hace falta decir a quién se la va a comprar?

¿Qué nos queda ? Pues ser un chollo, es decir, vender barato. Así quizá algunos atrevidos se fijen en nuestra buena oferta.

Si es una moneda muy común, y hay a la vez un montón similares a la venta, está claro que tendremos que ser un buen chollo si queremos que se fijen en nosotros.

Si sabemos que lo que tenemos no es para nada tan común, quizá podamos probar suerte y acercarnos algo más al “valor real”, ya que es posible que haya más demanda.

A la hora de hacer el anuncio, debemos intentar ser lo más serios posible. Siempre fotos, las justas y lo mejores posible. Buena descripción de la moneda, destacando lo bueno y lo malo.

Nada de genialidades, asegurar que todo lo que decimos es verdad y no hacemos ninguna metedura de pata.

Y paciencia.

Sobra decir, que si el caso es que hemos heredado la colección de un familiar rico y numismático, y sabemos que ahí hay muchos miles de euros, esta guía no es el camino