Reseña argumentativa, mapa conceptual y dudas del sexto libro de la Metafísica

Aristóteles sitúa las ciencias de acuerdo con el grado en que tratan al ser en

cuanto ser ubicando así a la ontología y a la teología como anteriores a la física y

a las matemáticas, porque al parecer la quietud precede al movimiento y la

teología se ocupa de las cosas inmóviles e inmateriales mientras que la física trata

de los objetos móviles y materiales, sin remontarse su estudio a un ámbito

teológico. Así, la ontología y la teología investigan los fundamentos: la existencia y

la esencia, fundamentando de esta forma las demás ciencias.

El accidente es uno de los sentidos en los que se predica el ser, junto con

aquellos que designan la verdad, la falsedad, las categorías, la potencias y el acto,

sin embargo, a diferencia de varios de estos usos el accidente no es susceptible

de ser tratado científicamente a través de una disciplina, a causa de la infinitud de

accidentes que implica una ausencia de forma y por ende la imposibilidad de ser

expresados conceptualmente como los objetos que estudian las otras ciencias, por

lo que no hay filosofía del accidente, igualmente lo accidental al ser lo opuesto a la

esencia y al ser producido ya accidentalmente está más cerca del no-ser que del

ser.

El accidente es lo que no se presenta ni siempre ni en la mayoría de los casos

puesto que existe por la materia, y ella puede albergar variaciones de cualidades

infinitamente, ella es su única causa, el accidente no tiene un principio como las

otras cosas porque la causalidad no es accidental sino que es un encadenamiento

de causas y efectos necesarios, carácter del que los accidentes carecen. Al ser

siempre irregular, indefinible e innecesario es imposible una ciencia del accidente.

El libro concluye con una breve reflexión que excluye al estudio de la verdad y

la falsedad de la ontología, argumentando que ella existe en las proposiciones y

no en las cosas que ellas predican, además de que si bien refieren al “género” de

cosas que son no terminan de decirnos nada sobre lo que es, o sea, estudiar la

verdad y estudiar al ser no son lo mismo.

Filosofía primera

Anterioridad de los estudios de la ontología y la teología respecto de la física y las matemáticas

¿Ciencia del accidente?

No hay una ciencia del accidente porque al ser innecesario e irregular no puede ser tratado conceptualmente

Verdad

La verdad y la falsedad están en el pensamiento y no en las cosasLa verdad no es objeto de la ontología

Dudas

- En una nota al pie de página Tomás Calvo comenta la accidentalidad

ejemplificando que las propiedades curativas de un comestible son esenciales

para el médico pero accidentales para un cocinero, de donde puede dudarse lo

siguiente: ¿Es lo accidental algo contextual o relativo?