magazine dokkodo nº7

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Dokkodo Revista digital Nº7 abril/mayo 2014 Tradición, historia y actualidad de las artes marciales Puro Goju Ryu Ryoichi Onaga Sensei Naginatajutsu Karate Aikido Taiji Quan Esgrima Antigua

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Tradición, historia, y actualidad de las artes marciales. Para más información visita nuestra web www.magazinedokkodo.com

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Page 1: MAGAZINE DOKKODO Nº7

DokkodoRevista digital Nº7

abril/mayo 2014

Tradición, historia y actualidad de las artes marciales

Puro Goju RyuRyoichi Onaga Sensei

Naginatajutsu • Karate • Aikido • Taiji Quan • Esgrima Antigua

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SUMA

RIO dkkd

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SISTEMAS DEFENSIVOS DE FUNAKOSHI GICHIN

RYOICHI ONAGA SENSEI PURO

GOJU RYU

El final del Han de Aizu

Por Pedro Martín González

EL ESPECTÁCULO

DEL BUDÔ

Artes Marciales Tradicionales en la Feria del Cómic de

Granada

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ABRIL/MARZO 2014•DKKD

El final del Han de Aizu

EDUCACIÓN SOMÁTICA Y

AIKIDOPor José Santos Nalda Albiac

UN COMPAÑERO INFATIGABLE

Por Guillermo Balderas

El método del maestro español Díaz de Viedma

Por Jaime Girona

RYÔEN RYÛ NAGINATAJUTSU

por Marcos A. Sala Ivars

La recuperación

del Centro por Fernando Liuzzi

Artes Marciales Tradicionales en la Feria del Cómic de

Granada

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edita: acento gráfico

editor: Antonio García Piñar ‹revistadokkodo.redacció[email protected]

fotografía y web: Julietta Prado ‹[email protected]

diseño y maquetación: Beatriz Castro Martín

publicidad: ‹[email protected]

dirección: c/ París nº 32, Armilla. 18100, Granada, España.

ISSN 23440137

Dokkōdō es una publicación independiente propiedad de Acento Gráfico.

Dokkōdō no se responsabiliza de las opiniones de nuestros colaboradores.

Queda prohibida la reproducción total o parcial de cualquiera de sus contenidos.

ãcentográfico

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editorial

Es una obviedad decir que la tecnología es una ventaja. El ser humano se ha construido a sí mismo como un animal

tecnológico. Desde el paleolítico a la sociedad digital nuestra especie ha superado su carcasa biológica para ser técnica, ciencia, tecnología. Hasta principios del siglo XX la vida hu-mana era tristemente corta, insegura. Cada hombre y cada mujer moría en la oscuridad, en el más absoluto anonima-to, en la ignorancia, en una vida dedicada a un trabajo de subsistencia. No podemos decir que la plena felicidad rodee todos los aspectos de la vida humana. Pero leer las condi-ciones de vida de la mayoría de las personas que vivieron en el “luminoso” Renacimiento nos harían abrazar con adora-ción los “problemas” de nuestro siglo.

En lo que nos atañe, las Artes Marciales, la tecnología tam-bién ha sido, y es, clave. Tenemos acceso a muchísima información. Podemos usar materiales de todo tipo para practicar con mayor seguridad y potencia, existen múlti-ples avances técnicos para medir el rendimiento, el impacto sobre la condición física de ciertos tipos de entrenamien-to, bases de datos donde analizar resultados precedentes... todo eso sin añadir las facilidades para viajar a todas partes para beber de las diversas fuentes.

Todo ello, nos llevaría a concluir que tenemos más oportu-nidades para desarrollar nuestras habilidades que Anko Ito-su, que Yip Man, que Cacoy Cañete, que Choi Yong Chul. Por ello, muchísimo más que todavía que Pacheco de Narváez, que Tsukahara Bokuden, que Yueh Fei. Aquellos hombres (y muchas mujeres seguramente) vivieron las mismas vidas oscuras llenas de hambre, enfermedad prematura y muer-te que sus contemporáneos. Debieran ser gentes extrañas. Seguramente dedicaban sus vidas a lo que ahora nos pare-cerían sino supersticiones, costumbres atávicas y puebleri-nas, seguramente tendrían un halo de palurdos a nuestros ojos. Muchas veces hemos visto a Mifune en vídeos, a Chosin Chibana... No parecen tan potentes o atléticos como nues-tros campeones del mundo de Karate o Judo. No hay duda, estamos mejor alimentados, somos más fuertes, más altos, y tenemos más libros.

Todo esto es posible, no siempre cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero sobre todo no podemos saber nunca como fue, y seguramente caeremos en el vicio de la melancolía e idealización. Es posible. Pero también es posible que no sea así. Este humilde editorialista no sabe lo que haría frente al filo de una espada... de verdad...

¿Existen diferencias entre un mueble hecho a mano fren-te a uno realizado en una fábrica? Evidentemente que sí. Es más, el fabricado por una máquina seguramente estará más cerca de la perfección. ¿Por qué será por tanto tan preciado (o caro) lo realizado por unas manos humanas? Porque en el objeto se guarda algo que va mucho más allá del propio objeto. En ese objeto se guarda el conocimiento del que lo hizo, y a su vez el conocimiento del que enseñó al artesano a realizarlo. El objeto guarda dentro de sí una humanidad en la que nos vemos reflejados.

Podemos estar de acuerdo en que vivían vidas sencillas, pueblerinas, simples. Pero podemos saber a través de la Historia, la arqueología, la literatura y el arte, es que sus vidas estaban bien representadas dentro de un cosmos complejo, con una escala de valores que aunque no fuera inalterable, sí aportaban más certezas de las que tenemos nosotros. Y una de aquellas certezas era que el valor de la vida humana no iba más allá de lo que valiera el segar la hierba. Todos hemos leído acerca de entrenamientos bru-tales, de situaciones en los que guerreros intentaban llegar al límite, y por supuesto de duelos o batallas donde perdían la vida o la arrancaban de sus adversarios. Entre estos fra-gores, inmersos en una religión donde los dioses miraban con torva faz a los mortales, o donde el Dios único juzgaría con severidad los actos en esta vida, o incluso el sonriente y beatífico Gautama te recordaba que la vida no era más que polvo...

Estaban, seguro, hechos de otra pasta, y el conocimiento lo transmitían directamente, de persona a persona, con dure-za y sin pedagogía alguna. Lo que aprendas hoy te salvará el pellejo mañana, si no asimilas, es tu problema, tú sabrás lo que haces.

Tenemos muchas razones para disfrutar de las ventajas que aportan nuestros avances tecnológicos, y es imposible volver atrás. Pero no debemos despreciar a nuestros an-tepasados, no por un absurdo respeto a los mayores. Sino porque ellos sobrevivieron en circunstancias que nos harían poner los pelos de punta. Transmitieron conocimientos de aquellos que comprendían que mañana mismo, sin hacer-se muchas preguntas, podrían aparecer muertos. Debieron ser unos hombres duros, intransigentes, pero seguramente asombrosos. No es idealismo, es la historia.

LA VENTAJA TECNOLÓGICA

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Artes Marciales Tradicionales en la Feria del Cómic de Granada

AGENDA DKKD

El Salón del Cómic es un evento tradicional y bien asentado en el ca-lendario de la ciudad de Granada. Miles de personas provenientes de

otros lugares como Málaga, Sevilla o Murcia y otros lugares acuden a visitarlo en busca de novedades no sólo del cómic, sino de otros ámbi-tos culturales como el cine, la música o la fotografía. Pero este año fue diferente:

De la mano de la Escuela de Artes Marciales Europeas “Ante Bellum” del dojo de Artes Marciales de Málaga “Kamui Budokan” y la revista “Dokkodo Magazine” las Artes Marciales entraron en escena. La pro-puesta fundamental no era tan sólo hacer exhibiciones de Artes Mar-ciales para darlas a conocer al gran público. Con un sentido didáctico, práctico y lúdico pero haciendo un total hincapié en la seguridad de los participantes, se acercó mucho más el mundo de las artes de combate a todo aquel quisiera a través de talleres participativos.

Teniendo en cuenta que es imposible trasmitir todo lo que un arte marcial puede aportar a todo aquel que decida iniciarse en su práctica, los talleres buscaron en todo momento explicar los prolegómenos de la disciplina, principios básicos, guardias o posturas iniciales y técnicas sencillas.

Todo taller estuvo precedido por una exhibición de forma que el in-teresado pudiera ver, de forma parcial eso sí, el potencial del sistema de combate que estaba presenciando.

La mayor parte de los eventos fueron realizados por Pedro Velasco Arévalo. Pedro, maestro de armas y presidente de Ante Bellum, al igual que sus alumnos llevaron a cabo las exhibiciones y talleres de esgrima histórica. Concretamente de la esgrima dedicada al duelo y a la lucha individual, el “Ars Pallestrinae”.

Alejandro J. Ramos Sensei realizó exhibiciones y talleres de Ninpo Tai-jutsu, concretamente de una de las escuelas de la Bujinkan, la Gyokko Ryu.

Arjarn José Manuel Mena mostró el ritual del Wai Khru Ram Muay, técnicas básicas de Muay Thai tradicional y talleres prácticos del mismo.

La tarde fue para disciplinas tan dispares como el Aikido y el Krav Maga.

Juan Miguel Barranco Sensei realizó una exhibición y un taller sobre los principios del Arte de O Sensei y el instructor José Luis Segura hizo lo mismo con un taller de defensa personal desde la óptica del Krav Maga.

Es preciso afirmar que tanto los talleres como las exhibiciones con-taron con una gran afluencia de público fascinado por el planteamiento de las actividades. Los participantes, cercados por una línea de vallas de madera, un tatami para ofrecer seguridad en las caídas de los partici-pantes y un impresionante armero de fondo destacaba como isla entre stands, salas de conferencias en un ambiente muy festivo y colorido.

Es bien sabido que el mundo del cómic ha pasado en los últimos veinte años de ser un pasatiempo de niños a una industria cultural de adultos tan exigentes como el lector de libros o el consumidor de cine o música, de hecho, en muchos casos este tipo de consumidor cultural coincide en casi todos los campos citados. Por ello, las exhibiciones es-tuvieron pensadas para mostrar a este tipo de público la riqueza, com-plejidad, tradición, y por qué no, espectacularidad de las Artes Marciales. Seguramente, muchos experimentaron por primera vez el peso y carac-terísticas reales de una espada medieval, o por primera vez contempla-ron la belleza de Tori haciendo volar a Uke en una técnica de Aikido. Pese a ello, era impagable poder ver la cara de los niños, de repente, aquello que veían en los cómics, estaba ante sus ojos.

Para finalizar, desde Dokkodo, debemos confesar que estamos de-seando que llegue el próximo Salón del Cómic, así como otros eventos culturales para colaborar para dar a conocer las Artes Marciales y por qué nos apasionan tanto.

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PEDRO MARTÍN GONZÁLEZ Kenshinkan dôjô 2014

El espectáculo del Budô

ronin

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Con la llegada de los nuevos tiempos, ha dejado de tener sentido aquel primer cine que narraba la normalidad de la Vida. Ese Arte, capaz de dibujar a través de escenas memorables la sucesión

sencilla del devenir humano, el transcurso de su grandeza infinita, ya casi, ha desaparecido. Como otras formas artísticas, el cine actual se ha convertido en un refugio para huir de la realidad, esa realidad que no se entiende ni se acepta, pero que es, absolutamente, verdadera.

Ahora, el llamado “Séptimo Arte” supone una forma más de escapis-mo, un divertimento apoyado en el sólo entretenimiento —un impera-tivo, éste, que necesita de un elemento imprescindible, obligatorio para llegar al gran público: el efecto especial.

Triste panorama, donde un guión coherente, una trama interesante, una interpretación sobresaliente o un elenco de actores y actrices de categoría superior están supeditados al triunfo primero, prioritario e in-sustituible del espectáculo. Sin el efecto especial el cine no tiene futuro, no vende. Esto es así porque su naturaleza presente persigue el éxito a través de la masificación, resultando ser, finalmente, una actividad puramente comercial —una tarea, ésta última, en la que la propaganda se erige en Ley principal.

En la actualidad, tanto el Budô como el Bujutsu Clásico también se han mundializado, y el efecto especial forma parte de su haber. Aquello que en otros tiempos fue coto privado de unas élites, ha pasado a ser fuente de estudio e inspiración para millones de personas: hombres y mujeres que han encontrado en su práctica e investigación una razón más para su propia y diaria expresión.

No obstante, creo que haber conquistado tal cantidad de seguidores no ha conllevado el triunfo de la calidad, es decir, de la consecución de los profundos valores que un Arte Marcial contiene dentro de sí.

Ocasionalmente, asistimos a la preponderancia del gesto, a la su-premacía de la forma sobre los Principios; aplaudimos la frivolidad, que sabe imponerse en su pugna contra el árido rigor del trabajo diligente, o frente a la exhaustiva disciplina —física y mental— que impone y exige la práctica de un Budô Tradicional.

En nuestro momento, son los especialistas quienes hacen crecer el número de practicantes de Artes Marciales; ellos son, entre otros muchos: gestores y consultores, organizadores de macro-festivales, promotores de tours, que venden, en comprimidos: estancias, prácticas y experiencias de aprendizaje exprés en lugares que todos hemos idealizado. Y, también, desde luego: federaciones, organizaciones con ánimo de lucro, centros de alto rendimiento, publicaciones de registro internacional, etc.

Como muchos otros, opino que el Verdadero Progreso hacia la Cali-dad habría que inducirlo a través de la Perspectiva Mayor, esa que pu-dieran aportarnos aquellos hombres y mujeres que, sin estridencias ni algarabías, desde la razón del esfuerzo, el talento y la autoridad moral, asentados en la dignidad de un trabajo hecho diligentemente, supieran inocular todos los principios físicos, históricos, filosóficos, espirituales, de salud o sociales que comporta el vasto curriculum de nuestro Arte.

Entonces, quizá, la quieta claridad del shôji tendría una oportunidad frente a las luces de color; el sonido del taikô podría sustituir a la estri-dencia musical; el perfecto diapasón de un kata dejaría de confundirse con acrobacias sin obstáculo, ni lógica, ni sentido; y esa constructiva aportación social, que ha sabido transmitirse a lo largo de los siglos a través de la disciplina, razonada y razonable, del keikô tradicional, podría, quizá, triunfar sobre la sola fiesta de la distracción.

Yo creo que entonces el ojo del espectador observaría, no sólo aque-llo que pudiera desear su propia debilidad —ese panorama evasivo y huidizo— sino, también, aquella otra Experiencia Superior que encierra, en su núcleo, un Arte que podemos considerar: Verdadero.

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AIKIDOEDUCACIÓN SOMÁTICA Y

El cuerpo en movimiento y a la escucha de las propias sensaciones, permite experimentar la posibilidad del cambio, la necesidad del cambio inmediato, y la inevitabilidad del cambio, desde un estado de consciencia sensorial, que no necesita de la intervención de la mente analista y razonadora, cuyas decisiones siempre llegarían tarde en el caso de la interacción entre el ataque y las reacciones de Uke ante la respuesta de Tori.

por josé santos nalda albiac

artes marciales japonesas

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Antes de abordar la ex-posición obre la edu-cación somática en la práctica del Aikido, creo que es necesario definir el significado de los términos sobre los que se estructura dicha formación.

SOMA. En el siglo VII antes de Cristo el poeta griego Hesiodo decía que el “soma” (σώμα) es el cuerpo vivido, o la vivencia cor-poral.

La palabra tiene su origen en la voz griega somatikos (σωματικός) cuyo significado es “el cuerpo vivido o vivenciado”

Hoy entendemos el soma como el cuerpo viviente tal como se siente o percibe, junto a la capacidad de ser consciente del entorno y de actuar intencionalmenteCONSCIENCIA.En general se define como el conocimiento que una persona tiene de sí misma (del estado en que se encuentra y de lo que hace) y de su entorno, mediante la recepción de estímulos del interior y del exterior del cuerpo.

Tomar consciencia de algo es percibir e

identificar la información sensorial que ge-nera cada acto y la capacidad de responder o regular el comportamiento gracias a la re-troalimentación (feedback) que se produce al actuar.SENSACIÓN. Es la impresión que los estímu-los captados por los sentidos producen en la mente, o también la respuesta de los órga-nos de los sentidos frente a un estímulo. (La capacidad de recibir la información proce-dente del propio cuerpo)PERCEPCIÓN. Es la capacidad de recibir me-diante los sentidos y los receptores senso-riales, las impresiones o sensaciones inter-nas y externas y de interpretarlas.

Gracias a las sensaciones y a las percep-ciones el ser humano recibe información y adquiere conocimiento sobre sí mismo y so-bre el mundo que le rodea.CLASES DE SENSACIONES. Sensaciones ex-teroceptivas son las que informan sobre el medio exterior, captadas por la vista, el olfa-to, el tacto, el oído, el gusto, y son provoca-das por estímulos externos al cuerpo, como por ejemplo, la luz, el calor, los ruidos, el peso, las sustancias químicas, etc.

Sensaciones interoceptivas informan de los procesos internos del cuerpo, captando los es-

tímulos procedentes de las vísceras. (estóma-go, hígado, vesícula, corazón, pulmones, etc.)

Sensaciones propioceptivas (kinestésicas y vestibulares) son las que informan sobre el estado de los músculos, de las articulacio-nes, de la postura, de la situación del cuerpo en el espacio, y del movimiento, y sus re-ceptores se encuentran en los músculos, los tendones, la piel y las articulaciones.CENESTESIA. Es el conjunto de sensaciones que percibe un individuo procedentes de sus tejidos y órganos internos, independientes de los sentidos (vista, tacto.oído, etc.)CINESTESIA O KINESTESIA. Es el conocimiento de las sensaciones generadas por la posición y el movimiento del cuerpo en el espacio.CINÉTICA. Es el estudio de las fuerzas que producen, modifican o frenan el movimiento del cuerpo.EDUCACIÓN SOMÁTICA. “No se puede hacer lo que se quiere, si no se sabe lo que se hace” . Moshe Feldenkrais (1904-1984, israelí, Inge-niero, físico, doctor en ciencias por la Sorbo-na, el primer europeo que alcanzó el Cintu-rón negro de Judo, en 1933)

La educación somática se ocupa de las relaciones existentes entre el movimiento del cuerpo y la consciencia sensorial, para

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hacernos conscientes de las sensaciones cenestésicas y cinestésicas, así como de las emociones que acompañan a la ejecución de cada movimiento, dado que el cuerpo, los pensa-mientos y las emociones for-man un todo indivisible e inter-dependiente.

A partir de las sensaciones y percepciones internas, el cuerpo descubre y adapta los medios para lograr que el mo-vimiento sea correcto, estético y eficiente.

La propiocepción generada por las repeticiones de un mis-mo movimiento durante mu-cho tiempo son la mejor guía para realizarlo cada vez con mayor facilidad y perfección.

La educación somática mejora el rendimiento en to-das las actividades físicas en las que interviene el movi-miento del cuerpo, como es el caso del Aikido.• Disminuye la tensión física y el estrés.• Refuerza la vitalidad y la resis-tencia.• Suprime los gestos inútiles.• Evita o previene lesiones.• Mejora la coordinación entre la intención y el gesto.• Permite la adaptación inmediata a los cam-bios.• Respeta las leyes fisiológicas y anatómicas del cuerpo.• Facilita la empatía sensorial, etc.

La meta de este tipo de educación, es la vivencia del movimiento percibido, dirigido y modulado por las sensaciones cenestési-cas y, generadas en cada parte del cuerpo y en el espacio, durante el tiempo que dura la acción.

Mientras que la repetición mecánica de una acción cuyas sensaciones pasan des-apercibidas no aporta nada a la mejora y progreso de dicho movimiento.

El cuerpo en movimiento y a la escucha de las propias sensaciones, permite experi-mentar la posibilidad del cambio, la necesi-dad del cambio inmediato, y la inevitabilidad del cambio, desde un estado de consciencia sensorial, que no necesita de la intervención de la mente analista y razonadora, cuyas de-

cisiones siempre llegarían tarde en el caso de la interacción entre el ataque y las reaccio-nes de Uke ante la respuesta de Tori.

La percepción de las sensaciones cenes-tésicas y cinestésicas durante la práctica del Aikido, mejora la calidad y eficacia de los movimientos, evita el aburrimiento generado por la rutina, y mantiene viva la motivación por los descubrimientos que el aikidoka rea-liza en cada repetición

Una forma de cultivar la consciencia sen-sorial o somática, es actuar con el cuerpo como un “todo”, y no como una serie de partes separadas, (piernas, brazos, tronco, etc.) y descoordinadas, centrando volun-tariamente la atención en percibir todas las sensaciones que se van generando.

PAUTAS DE EDUCACIÓN SENSORIAL O SOMÁTICA.

A la dimensión motora del movimiento va unida siempre la dimensión sensorial, ya la percibamos o no por estar distraídos en otras cosas, y este hecho nos muestra la conve-niencia de practicar desde la actitud de es-cucha de las sensaciones que va generando cada momento de la interacción Uke-Tori.

Esta autoconciencia sensorial que “no es

consciente de estar consciente” nos permitirá:

No olvidar que el encuentro Uke-Tori es un momento de intercambio de mensajes sen-soriales

Movernos de manera más cómoda y eficaz en vez de mo-vernos simplemente con fuerza.

No utilizar la fuerza para sustituir la falta de habilidad

Realizar cada movimiento en su momento óptimo, desde la postura correcta y en la tra-yectoria más conveniente.

Captar de inmediato el inicio de la reacción de Uke, la inten-sidad de la misma, y la dirección que toma, para adaptarnos a ella .

¿Qué mensajes sensoriales debe percibir Tori en su encuen-tro con Uke?

En el tiempo: ¿He actuado tarde, pronto, o en su momento?

En la dirección del movi-miento: ¿Ha sido correcta o equivocada?

En la velocidad de respuesta: ¿Demasiado, lento, o precipita-

do?En la sincronía con el ataque: ¿He choca-

do, o me he integrado…?En la adaptación: ¿He sabido adaptarme a

todos los cambios y reacciones de Uke?En la respiración: He actuado desde la

apnea, o en sincronía con los movimientos?En el tono muscular: ¿Estoy tenso, rígido,

o laxo, o distendido y vivo?En la cantidad de energía empleada: ¿de-

masiada, o insuficiente?La autoconciencia es eficaz cuando capta

lo que ocurre en el instante que ocurre, sin elegir ningún detalle, sin juzgar, ni rechazar, ni retener, porque el cuerpo posee su propia sabiduría, su memoria y su capacidad para poner en movimiento sucesiva y coordina-damente docenas de músculos sin la inter-vención de la mente razonadora.

Cuando se practica Aikido desde el si-lencio verbal, y todo el cuerpo está a la escucha o percepción de las sensacio-nes que se generan, los entrenamientos resultan más interesantes y satisfactorios porque la clase se convierte en un tiempo de experimentación y descubrimiento continuo, y una ocasión de progreso palpable.

artes marciales japonesas

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COMPAÑEROCOMPAÑERO

El Budo entendido como conjunto de elementos que nos forman como guerreros, para el combate o para la vida, nos permite entender en su más amplio significado la práctica del Aikido, más allá de pensar que es una actividad física que nos ayuda a mantener una buena salud, a la vez que nos aporta herramientas para defendernos de futuras agresiones.

texto: guillermo balderasfotos: Julietta prado

INFATIGABLE

Kuzushi

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COMPAÑEROCOMPAÑERO

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En la práctica del Aikido nos encontramos que no solo realiza-mos una serie de movimientos que nos van a permitir prote-gernos de una agresión externa, va mucho más allá, pues la mayor agresión de la que nos debemos proteger es de la in-

terna, de la que los diferentes aspectos de nuestra personalidad lle-van a cabo, pues estos son los aspectos que no nos permiten expresar plenamente nuestro verdadero Ser en lo que hacemos, son ellos los que impiden que el Universo se exprese a través nuestra, y a través de nuestras acciones.

Es cierto que para el principiante es difícil concebir esto, y lo es por-que cuando comenzamos este camino nos encontramos con que son los aspectos físicos a los que en primer lugar les prestamos atención. Es en el desarrollo técnico donde fijamos nuestra atención y al hacerlo nuestro Ser se ve relegado a observar nuestra evolución, interviene momentáneamente para auxiliar a esa parte nuestra que piensa que lo dirige todo, y precisamente son esos pequeños momentos en los cuales realmente practicamos conectados con nosotros mismos. En el momento que necesitamos prestar atención a elementos materiales de la práctica, como son las técnicas, nuestra práctica se convierte en material, estamos fuera de nosotros mismos y actuamos sin escuchar nuestro corazón, pues nuestra razón gobierna nuestras acciones.

Poco a poco, vamos descubriendo que podemos quitar la atención de esa parte material, descubrimos que las técnicas comienzan a fluir por sí mismas, no necesitamos construirlas mentalmente en una fase previa al movimiento, para que surjan de un modo espontáneo. Es en-tonces cuando, y como hemos escuchado muchas veces, la memoria motríz de nuestro cuerpo comienza a entrar en acción. A partir de este punto podemos seguir varios caminos, uno de ellos será automatizar

los movimientos y realizar cada gesto una y otra vez exactamente como el anterior, sin importar los cambios que se produzcan en nues-tro entorno, sin importar el tipo de agresión que suframos, convir-tiéndonos de este modo en meros repetidores de técnica sin llegar a profundizar más en ello.

Otro camino puede ser el tomar conciencia de esto y no dejarse llevar por ello, una vez que hemos aprendido los elementos básicos de la técnica, se puede empezar a observar qué ocurre, y matizo obser-var, no intervenir. Actuar como un observador que se mantiene sere-no y atento a tomar conciencia de todo aquello que acontece. En el momento que lo percibimos es cuando podemos descubrir que todo comienza a cambiar, es cuando comenzamos a dedicarle más espacio a nuestro corazón y menos relevancia a nuestra razón.

En este camino vamos a poder deleitarnos con nuestras virtudes, vamos a poder redescubrirnos y encontrar en nuestro interior todos aquellos elementos que ya no necesitamos para continuar con nuestro camino. Estos elementos forjados a lo largo de toda nuestra experien-cia vital, nos fueron muy útiles cuando aparecieron, pero ha llegado el momento en el que estos se han convertido en obstáculos, ya no nos protegen, ya no nos ayudan, ahora nos impiden seguir creciendo, y lle-ga el momento de desprenderse, de permitir que partan, pero para ello solo podemos observarlos, descubrir que hay una serie de emociones que se activan en nosotros cuando actuamos, en diferentes situacio-nes de la práctica y posiblemente de nuestra vida. En ese proceso de observación, que no es más que una toma de conciencia de aquello en lo que nos hemos convertido, descubrimos de nuevo que el cambio es posible, que en nuestras manos está que todo cambie, y podemos conseguir que todo vuelva a su origen.

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kuzushi

A menudo, utilizo la analogía del vestuario: todos los patrones mentales que hemos creado a lo largo de nuestra vida son como pren-das de ropa que hemos necesitado en los diferentes momentos que la vida nos ha ofrecido, pero eso no implica que debamos llevarlas pues-tas todo el tiempo. Cuando ha hecho frío nos hemos puesto abrigo, cuando ha hecho calor, prendas de ropa ligera, pero en ningún caso nos hemos puesto una prenda sin quitarnos y guardar la anterior.

Esto es lo que nos ocurre con los patrones mentales que obstaculi-zan nuestro avance, llevamos tanto vestuario colocado que nos impide avanzar, no deja que las diferentes partes de nuestro cuerpo, en el caso de los patrones mentales, de nuestro ser, se expresen libremente. Pero hasta que no miremos hacia nosotros mismos y nos demos cuen-ta de que las llevamos puestas no puede nacer en nosotros la acción de quitárnoslas, estamos tan acostumbrados a llevarlas puestas que creemos son parte de nosotros mismos.

A nadie se le ocurriría ir sin ropa en pleno mes de Enero, del mismo modo que a nadie se le ocurre ir en el mes de Agosto con varias pren-das de abrigo, no al menos en el hemisferio Norte de nuestro Planeta. Entonces, ¿cuál es la razón por la que nos empeñamos en llevar con nosotros todo el tiempo esos patrones mentales que nos impiden ex-presarnos? ¿tanto miedo tenemos a pasar frío en Agosto?, está claro que este sería el factor determinante, el miedo y por supuesto la falta de amor, a los demás y sobre todo a nosotros mismos la que nos lleva a no tener la valentía de desprendernos de ellos.

El miedo, es el miedo el que hace que no podamos expresarnos libremente en cada acto que llevamos a cabo o en cada movimiento que no realizamos. El miedo nos paraliza, nos cohíbe, genera tensión corporal, este miedo produce que nuestros pensamientos solo puedan

aparecer si se han automatizado, pero no fluyen a través nuestra, la comunicación se interrumpe, pues cuando nos comunicamos se de-bería producir un flujo de información, que no es nuestra, sino que nos ha sido legada, y recibimos aquella que necesitamos a cada momento, pero si el miedo nos invade este flujo se paraliza, solo podemos resca-tar aquello que ya hemos preestablecido, aquello que lleva años cons-truido, y que por tanto no nos pertenece, solo lo utiliza nuestro miedo para protegerse, para fortalecerse dentro de nosotros.

Es este el verdadero enemigo al que cuando hemos decidido prac-ticar un arte marcial hemos comenzado a derrotar, el enemigo que nos perseguirá toda la vida si no lo miramos cara a cara, si no decidimos que no le tememos, si no lo afrontamos y poseemos la humildad, sen-cillez y valentía de reconocer que lo poseemos, que un día nació en nosotros y que allí se quedó acompañándonos desde ese momento, en cada acto, en cada acción, en cada decisión que hemos tomado, y que por ello cuando decidamos deshacernos de él no resultará fácil, pues lleva acompañándonos tanto tiempo que creemos que somos ese miedo, que no existe otra vida que no sea con él. En cada uno de nosotros se expresa de un modo diferente, y esta es la razón por la cual nadie puede andar el camino por otra persona, solo podemos compartir nuestras experiencias para que enriquezcan a otros, y de ese modo puedan encontrar el camino para ir quitándose ese vestuario que los obstaculiza, sin afán de hacerlo, sin necesidad de realizarlo, solo actuando desde donde nuestro corazón nos dicta, y observando, tomando conciencia de lo que ocurre en cada momento, no pensando en aquello que ocurrió o en lo que ocurrirá, sino embriagándonos de cada instante, pues será único, y que el Universo ha decidido regalar-nos para seguir creciendo y evolucionando.

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descubrimos que las técnicas comienzan a fluir por sí mismas, no necesitamos construirlas mentalmente en una fase previa al movimiento

kuzushi

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kuzushi

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FUNAKOSHI GICHIN

Técnica: Juan Antonio Bish Lorenzo

texto: Ángel martínez lópezfotos: Antonio garcÍa piñar

artes marciales okinawenses

KAWASU V

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El sábado 15 de febrero se celebró en Granada un curso de Ka-rate tradicional. Mucha gente confunde tradición con antiguo y esto es un claro error. La tradición es la herencia que nos ha llegado hasta nuestros días, fruto de un sistema de aprendizaje

que está hoy día en desuso: la transmisión maestro alumno. Hoy día la enseñanza, es enseñanza reglada, estandarizada y académica. Alguien estudia, lee y sin ningún bagaje, ni experiencia vital se pone los galones que el sistema estatal le confiere y se lo cree. Hoy día siguen existiendo oficios que no se pueden aprender así, y por muy cualificado que sea el titulo que el estado nos confiere carecemos del conocimiento necesario, practicar el oficio, no digamos ya para enseñarlo.

Uno de de esos oficios o conocimientos son las artes marciales. Lo que le da valor a la tradición no es su antigüedad, sino que lo transmi-tido, no se basa en especulaciones o teorías más o menos científicas y ensayadas en un laboratorio, sino en el hecho de que lo trasmitido ha sido testado por el sistema ensayo error por los que nos antecedieron en el arte y ha dado lugar a una serie de técnicas que funcionan de manera eficaz. Y nadie me puede decir que sea baladí este hecho cuando de lo que estamos hablando es de nuestra supervivencia.

Dentro del Karate la tradición nos ha llegado hasta nuestros días tres sistemas defensivos. Uno el de Choki Motobu, otro el de Mabuni Kenwa (uke no go genri) y otro el de Funakoshi Gichin.

El sistema defensivo de Funakoshi está basado en la más pura tra-dición de Shuri. Y paradójicamente para la mayoría de los que se auto-

denominan “shotokanes”, herederos del linaje de Funakoshi, no solo no lo poseen, sino que no han sido sus supuestos maestros herederos de Funakoshi, los que lo han trasmitido, sino dos discípulos de Funakoshi que crearon sus propias ryu ha. Me refiero a Konishi Yasuhiro (Shindo Yinen Ryu) y probablemente el más destacado alumno de Funakoshi, Otsuka Hironori (Wado Ryu)

Los sistemas defensivos no son más que una forma de entender las defensas, que se basan en una concepción técnica que clasifica los tipos de defensas por su forma de ejecución, bien solas o combinadas con los desplazamientos y el efecto que las mismas causan en el oponente. Dando idea de su uso o aplicación y la posibilidad de apreciar y sentir la fuerza necesaria en cada caso, asi como los movimientos que la pueden acompañar para completarla.

El sistema de Funakoshi se compone de los siguientes tiposUKERU, UKE TOMERU, SABAKU, KAWASU, HARAU, INASU y NAYASUEste sistema de abordar las defensas es más pedagógico pues per-

mite al alumno/practicante aclarar las aplicaciones de estas técnicas, y con la practica alcanzar un grado de dificultad partiendo desde la base.

Ampliemos estos conceptos: UKERU (recibir) es importante tener claro es concepto uke significa

recibir, no es defensa, ni parar, ni bloquear. Es lo que conocemos como defensas básicas, ante un ataque de puño o pierna en el sitio ejecutamos las defensas básica age uke, uchi uke, shuto uke, gedan barai y respon-demos de forma automática con tsuki, geri o uchi. Aquí es fundamental

HARAU V

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artes marciales okinawenses

el correcto uso de la cadera para que el contraataque sea lo más rápido posible. Sin el uso de la cadera se produce el efecto de doble compás lo que da lugar a un segundo ataque del adversario. Con la practica el contraataque se produce a la vez en un tiempo.

UKE TOMERU (recibir parando) lo que se pretende con esta forma de ejecutar la defensa es detener al oponente con la aplicación de la misma un ejemplo claro es la ejecución de sukui dome, técnica que aparece en el kata passai (basai) dai.

KAWASU evitar, esquivar, ya sea cambiando o girando no hay técnica defensiva. Ojo, este tipo nos puede sugerir como paradigma de este tipo kara uke. No, kara uke es una defensa en sí misma y aquí en este siste-ma no hay aplicación de defensa. Pero esto no quiere decir que no haya respuesta por nuestra parte.

HARAU (barrer) barre en un sentido amplio ya sea con los brazos o con las piernas o de manera combinada

INASU recibir retirando o frenando es salir de la distancia del ataque acompañado de una defensa para volver con el contraataque. Un ejem-plo clásico en Shotokan seria el doble shuto uke del Kata Enpi.

NAYASU recibir envolviendo, un ejemplo básico en Shito Ryu se-ría el Nino ude uke, en shotokan podríamos encontrarlo en el movi-miento de salida de jitte. Tekubi kake uke, o el primer movimiento de Nainfanchi (tekki)

Dentro del Karate la tradición nos ha llegado hasta nuestros días tres sistemas defensivos. Uno el de Choki Motobu, otro el de Mabuni Kenwa (uke no go genri) y otro el de Funakoshi Gichin.

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NAYASU V

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el final del

HAN DE AIZU

Crónica histórica

por antonio garcía piñar

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El Han de Aizu es conocido por su vínculo directo con una de las Artes Marciales más practicadas: el Aikido de Morihei Ueshiba. Ueshiba Morihei estudió con Sokaku Takeda, miembro de este clan y creador del Daito Ryu Aikijujutsu. Pero el clan de Aizu, tras siglos de obediencia y fidelidad al shogunato de Edo, fue una de las víctimas con las que los azares de la guerra se mostraron su máxima crueldad. Aún en la prefectura de Fukushima existe una antigua cuestión, un caso por resolver, tal vez un viejo rencor o la sensación de la no reparación de una injusticia. Vamos a esbozar en las siguientes páginas la tragedia que supuso el final de una era.

La Guerra Civil Boshin y el Han de Aizu.Es ya una sentencia conocida que la historia la es-

criben los vencedores. Sin embargo, siguiendo el con-cepto de “intrahistoria” del que habló nuestro pensa-dor español don Miguel de Unamuno, los vencedores no pueden borrar la vida de aquellos que dejaron su huella en la historia y los restos que dejaron. Lejos de ofrecer una visión maniquea de la historia, hemos de tener en cuenta que todo cambio o revolución tiene como contraprestación que una gran masa de per-sonas anónimas han de perder el juego. Sobre estos centraremos toda nuestra atención. En la historia de

Japón la Guerra Civil Boshin es el último evento en el que estuvo implicado profundamente el Han (Clan) de Aizu y donde se vio derrotado. Tal vez, y en esto el uso de las palabras y los términos es fundamental, la derrota (así es como aparece en la monumental obra The Cambridge History of Japan”) puede ocultar lo que tal vez se acercó más a un exterminio. No podemos perder de vista que las guerras Boshin significaron el advenimiento de la Restauración Meiji, el punto de inflexión hacia la modernización japonesa, y por tanto como un hecho netamente positivo. Sin embargo, la era Meiji también destacó por su ultranacionalismo, su intransigencia con las formas de vida tradicionales de Japón y una forma de “Real Politik” que desembo-có en los genocidios de Manchuria. Algunos historia-dores han querido ver que esta forma de erradicación total del enemigo y sin voluntad alguna de darle una salida al vencido que pudo verse en toda su atrocidad en Manchuria comenzó con el exterminio del Han de Aizu. Durante décadas, la reivindicación en Japón del legado y la memoria de este clan Samurai, así como la reivindicación de su final han sido tachadas de una defensa del feudalismo y por ello ha sido tratado como reaccionario. Para acercanos por ello, a la historia, debemos retroceder 250 años…

En la historia de Japón la Guerra Civil Boshin es el último evento en el que estuvo implicado profundamente el Han de Aizu y donde se vio derrotado. Tal vez, y en esto el uso de las palabras y los términos es fundamental, la derrota puede ocultar lo que tal vez se acercó más a un exterminio.

WCastillo de Aizu

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HOSHINA MASAYUKI , UN HIJO ILEGÍTIMO Hoshima Masayuki fue hijo del segundo Shogun de la era

Tokugawa, Hidetada Masayuki. (nacido en 1579 y muerto en 1632). Hoshima Masayuki fue fruto de un romance de Hidetada con una mujer fuera del matrimonio. La presencia de un hijo varón, aunque ilegítimo en primera estancia, suponía una amenaza para Oeyo, la esposa del Shogun. Pese a que no era nada raro que los shogunes tuvieran concubinas, de los quince Shogunes Tokugawa Hidetada fue el único que no tuvo. Oeyo (también conocida como Dama Kogo en los anales) era hermana menor de la concubina de Hideyoshi, por lo que comprendía perfectamente que desde una posición inferior se podía llegar muy alto. Hidetada, prevenido de los celos de Dama Oeyo decidió procurar un futuro digno de un samurai de alto rango para el pequeño Hoshina Masayuki. A la edad de siete años, Masayuki fue puesto al cuidado de Hoshina Masamitsu, el señor del Han de Takato en Shinshu. La adopción en el Japón feudal era muy frecuente (adopción cuando los padres biológicos estaban perfectamente, a nuestros ojos parecería más un trueque). El caso es que los hijos adopti-vos tomaban una función de hijos perfectamente legítimos y solían tener un futuro asegurado al ser adoptados para un fin específico. Por tanto, Hoshina asumió el título de heredero del Han Takato. Masayuki y su padre Hidetada no se verían nunca más en sus respectivas vidas. Es curioso destacar que el hermano de Masayuki, Iemitsu Tokugawa, trató a su hermano como un hermano de sangre y tuvo una estrecha relación con él (relación favorecida seguramente por la alianza militar que precisaban uno y el otro). El hermano de Masayuki por una madre diferente, apreció los dones de Masayuki y lo trató como a un hijo del Shogun. El Han de Takato se convirtió en uno de los más importantes del Shogunato Tokugawa. Masa-yuki convirtió el antiguo Han en Clan de Aizu e incluyó en sus estatutos militares un artículo que conllevaba el servicio a la familia Tokugawa hasta la muerte. La familia Tokugawa tendría por mil generaciones si fuera preciso un defensor a ultranza en el Han de Aizu.

Así rezaba el artículo 15, llamada también “Cláusula Mat-sudaira”: “Todo aquel descendiente mío ha de ser leal a nuestro señor, el Shogun, en todo momento…”

Era una formalidad, en todo caso, la inclusión de cláusulas como esta en la composición de los estatutos militares de los clanes pro Tokugawa. Realmente, 250 años después muchos de ellos no serían más que papel mojado. No fue así para el Han de Aizu. Pareciera que este artículo hubiese sido grabado a fuego en los samurais que servían a los descendientes de Ma-sayuki… Muchos clanes pro Tokugawa vencidos conseguieron adaptarse a los nuevos tiempos sin un trato demasiado desfavorable, el Han de Aizu llevó esta vieja fidelidad hasta las últimas consecuencias.

MATSUDAIRA KATAMORI, UN FINAL TRÁGICO El octavo señor de Aizu, Katataka no tenía heredero varón

en el que legar el Han de Aizu. Por ello, decidió adoptar a Katamori, el sexto hijo del señor de Mino, un dominio de la rama del Han de Owari. Katamori era un chico apuesto para los cánones de la época, culto y disciplinado. Hasta entonces Aizu Han había mantenido una posición indiscutible como el gran líder de la región de Tohoku en virtud de la política de fomento de las artes de la pluma y la espada, y Katamori

habría llevado una vida sin problemas como señor de esos dominios. El shogunato Tokugawa llevaba 250 años de im-perturbable estabilidad, en realidad pareciera que iba a durar 250 años más. Justo cuando Takamori contaba con 19 años el Comodoro Perry llegó en un destructor norteamericano con la “invitación” diplomática de abrir Japón a los designios comerciales de los Estados Unidos de Norteamérica o serían abiertas esas fronteras a cañonazos.La Armada de los EE.UU atracaba en la bahía de la actual Tokyo inquietando al corte de Shogun que sabía positivamente que una reacción hostil supondría una derrota segura. Eran tiempos turbulentos, la política de conciliación no parecía ser fácil: (Ii Naosuke consejero del Shogun) fue asesinado por algunos samurai sin señor que fueron inspirados por el lema anti-shogunato “Honrar al Emperador y expulsar a los bárbaros extranje-ros”. “En la antigua Corte, Kyoto, la influencia de los fieles a los Tokugawa había casi desaparecido. Un conglomerado de fieles a los clanes Satsuma, Choshu, y otros menores co-menzaban a conspirar en contra de los Tokugawa y a formar ejércitos profesionales con armamento moderno. Esto iba

Cuando Takamori contaba con 19 años el Comodoro Perry llegó en un destructor norteamericano con la “invitación” diplomática de abrir Japón a los designios comerciales de los Estados Unidos de Norteamérica o serían abiertas esas fronteras a cañonazos

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a significar el final de los Tokugawa y por ello del joven Takamori”. KATAMORI, GOBERNADOR MILITAR DE KYOTO.

La vía de los hechos consumados propició que se le encomendara Katamori, daymio del Han más fiel, el gobierno militar de Kyoto. En realidad, la situación era difícil, porque prácticamente implicaba tomar la ciudad ya que los insurgentes se ocultaban entre la población. Además de los múltiples errores que se podrían cometer, la ancestral ciudad imperial podía convertirse en el escenario de una guerra civil callejera con tintes dramáticos. Matsudaira Yoshinaga, Presidente del Departamento de Asuntos Políticos y Hitotsubashi Yoshinobu, Secretario del Shogun, decretaron que quien tenía que hacerse con el control era el Han de Aizu. Katamori se negó firmemente en

un principio a tomar la responsabilidad porque Kyoto era distante de Aizu y sería económicamente oneroso para su Han. Pero los preceptos Matsudaira del Han Aizu lo exhortaban a la lealtad al Shogun de acuerdo con la última voluntad de Masayuki . Ahora Katamori no tenía otra opción que enviar a una ciudad que no conocían a sus cientos de samurais para que fueran asesinados uno a uno.

AIZU, UN HAN ABORRECIDO. En Kyoto, los Aizu tomaron los edificios principa-

les. Sin embargo desde el primer momento, el Han de Satsuma se opondría a ellos causándoles todas las bajas posibles. Como hemos dicho anteriormen-te, Satsuma y Choshu fueron los más activos en la derrocación del Bakufu (gobierno militar del Shogun). Es curiosa la historia de Satsuma. Pese a que fue una

YHidetada

crónica histórica

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de las provincias orientales que más se benefició del gobierno de los Tokugawa con la anexión (por ejemplo) de Okinawa, se involucró de manera decisiva en su caída. Como vimos el el nº 1 de Dokkōdō también tomaron parte en la revuelta de Saigo Takamori. Por una ironía, Katamori aunque en una misión para oprimir a la oposición, fue uno de los moderados que pidieron “una unión de corte y Shogunato”. Como Satsuma y Choshu habían ganado poder, los daimyo que había que abarcan varias líneas de la cerca cambiaron repentinamente de actitud del lado de ellos y consideraban el Tokugawa y Aizu como el enemigo del emperador. Lejos de su provincia, los del Han de Aizu no tenían la infraestructura logística para hacer frente a los Choshu y los Satsuma en Kyo-to. Sobre todo fue decisiva la falta de información con la que contaban. Cuando se decidían a darle un golpe de importancia a los rebeldes, la información no pasaba de ser una intoxica-ción por parte de los leales a Satsuma. La mayoría de estas incursiones terminaban siendo una trampa mortal para los fieles al Han de Aizu. EL FINAL DE AIZU.

En el resto de Japón proliferaron las insurrecciones frente al Shogun. Esto fue llamado por los historiadores japoneses la Guerra Boshin (Boshin Senso, literalmente “La Guerra del Año del Dragón”). El Han de Aizu se había desangrado en el avispero de Kyoto.

La Guerra Civil Boshin fue la última batalla librada por samurais contra samurais. Es preciso apuntar que el ejército de Aizu era una formación compuesta de samurais, las fuerzas alia-das de Satsuma y Choshu estaban formadas por un ejército revolucionario compuesto por no sólo samurai, pero también son voluntarios, agricultores o gente del pueblo. Una de las cosas que más se tiene en cuenta en los anales de Aizu fue el desprecio por la etiqueta en la lucha según los cánones tradicionales. Por poner un ejemplo, en los momentos previos a la batalla, había costumbre, al igual que en la guerra feudal europea, de acompañar a las tropas con monjes shintoístas o budistas que rezaban por el destino de las almas. Por otro lado, se hacían sucesivas treguas para enterrar o encinerar los cadáveres. Sin embargo, una mañana de 1869, los clanes de Satsuma y Choshu comenzaron la lucha sin permitir a los de Aizu recoger a los cadáveres e incluso una vez terminada esta, prohibió que fueran tocados y que fueran pasto de los cuervos. La indignación por este tratamiento despiadado quedó inscrito en la mente de los Aizu. Básicamente, uno de los pocos pre-ceptos de la religión Shinto es la pureza ritual. La idea de tener los cadáveres de los compañeros pudriéndose al sol resultaba insoportable a ojos del Clan.

Aunque la historia de los Byakkotai fue la más conocida. Los Byakkotai eran un grupo de 20 jóvenes de élite que tenían como fin salvaguardar la vida de Takamori durante la Guerra Boshin. Pese a su juventud (entre 16–17 años de edad) su misión final fue defender a su señor Takamori Matsudaira hasta el final en el asalto del castillo de Aizu. Tras días de asedio el

castillo fue destruido hasta sus cimientos. Todos los miembros del Byakkotai, que habian jurado proteger a Takamori Matsu-daira se hicieron el seppuku.

El Han fue disuelto y sus miembros fueron expulsados a la ári-da región septentrional de península de Shimokita. Sometido a penurias en una tierra estéril fría y excluidos de los puestos del nuevo gobierno central, que un grupo de reformistas en su mayoría de Satsuma y Choshu había ocupado, el Han Aizu encontró un medio de supervivencia en los campos de ins-trucción militar y la educación. Las Artes Marciales practicadas en el Han contaban con una fama merecida y muchos fueron los que se acercaron a Shimokita para aprender. Aquellos samuráis que pese haber sido derrotados parcialmente eran famosos por luchar de forma brava en las estrechas calles de Kyoto. Ir a estudiar al Han de Aizu a una tierra estéril y lejana con estos aguerridos hombres otorgaba un halo de misticismo extra. Pero los miembros del clan no sentían sino humillación por el castigo infligido por Satsuma y Choshu.

Takamori murió en 1893, tras años de arresto domiciliario, pese a recurrir al Emperador en varias ocasiones el final de sus días se vieron abocados a terminar en la oscuridad y el anonimato recordando los días en que su clan era la espada protectora del Bakufu de los Tokugawa.

[…] Satsuma y Choshu comenzaron la lucha sin permitir a los de Aizu recoger a los cadáveres e incluso una vez terminada esta, prohibió que fueran tocados y que fueran pasto de los cuervos.

Katamori Matsudaira X

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crónica histórica

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LA ENSEÑANZA DE LAS ARTES MARCIALES EUROPEAS HISTÓRICAS:

EL MÉTODO DEL MAESTRO ESPAÑOL por JAIME GIRONA

Díaz deViedma

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LA ENSEÑANZA DE LAS ARTES MARCIALES EUROPEAS HISTÓRICAS:

EL MÉTODO DEL MAESTRO ESPAÑOL

Uno de los principales problemas de la recuperación de los sistemas europeos antiguos de esgrima es la falta de información detallada sobre la didácti-

ca de enseñanza. Con tiempo y con un trabajo adecuado podemos llegar a ciertas conclusiones y tener una visión de conjunto de cómo podría haber sido el sistema de en-trenamiento y aprendizaje de determinados estilos, pero generalmente disponemos de pocos datos concretos. Por este motivo, el tratado conocido como Método de en-señanza de maestros en la ciencia filosófica de la ver-dadera destreza de las armas de Luis Díaz de Viedma es una maravillosa fuente para entender cómo aprendieron nuestros antecesores. Natural de Guadix, Viedma publica en Barcelona en 1639, dedicando su libro a Bartolomé de Villavicencio, caballero de Alcántara, capitán de infantería española y regidor de Cádiz.

Lo sorprendente de este tratado es que los problemas que plantea y las soluciones que ofrece siguen teniendo

vigencia hoy en día. Tradicionalmente, el estilo conoci-do como Verdadera Destreza se ha presentado como un sistema complicadísimo en el que poco menos que había que sentarse a resolver ecuaciones antes de lanzar una simple estocada. Este estereotipo no es del todo falso, su gran proponente Luis Pacheco de Narváez reconocía que el aprendizaje era necesariamente lento.

Esta declaración sigue viéndose en fechas mucho más modernas, en boca de Mariano Sábat y Fargas, discípulo de uno de los últimos maestros de Destreza, afirmando que eran necesarios seis u ocho años de práctica para lograr comprender la Destreza. Díaz de Viedma no opi-naba igual. Su apuesta personal fue enseñar la Destreza en un plazo extremadamente corto, apenas unos meses, poniendo su énfasis en que los alumnos fuesen capaces de utilizar el estilo.

Desde su juventud, Viedma practicó la esgrima con entusiasmo, escapándose de la escuela de letras para

YOpciones de la caminata hacia la

izquierda

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Su planteamiento se basa en que el movimiento natural y el instinto perjudica al hombre, hay que destruir el movimiento natural para crear una forma de moverse que beneficie el uso de las armas.

artes marciales occidentales

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acudir a la escuela de armas, donde el maestro gustaba de ver cómo le imitaba dando lección a otros muchachos. Con el tiempo se le llegó a considerar una promesa y tuvo contacto con algunos practicantes de verdadera destre-za, pero parece que les derrotó sin problemas y no le im-presionaron. Viedma y sus amigos pensaban que no había nada mejor que lo que ellos ya practicaban. Este punto de vista cambió radicalmente con la llegada a Guadix de Gaspar de Ribera, caballero de Alcántara y formidable espadachín, que hizo llamar a los maestros de esgrima locales y les derrotó a todos.

Corrió la voz y los que se tenían por hábiles en el ma-nejo de las armas acudieron a probarle, entre ellos el pro-pio Viedma.

No se nos cuenta la suerte de los otros, pero nuestro autor dice que a él le ganó con facilidad y quedó muy ad-mirado por el escaso éxito de sus técnicas. Decidió ir solo a su casa otro día para probarle de nuevo, siendo recibido con gran amabilidad, Gaspar de Ribera mandó sacar las espadas y volvió a derrotarle. Parece que le gustó el jo-ven Viedma, porque le citó para que siguiesen viéndose. A partir de entonces estuvieron juntos mañana y tarde. Los otros esgrimistas no quisieron aprender el estilo del caballero de Alcántara y aborrecieron a Viedma, que dis-

cutía con ellos diciéndoles que vivían engañados, que las técnicas que él sabía antes y tenía como más efectivas eran falsas, que lo que enseñaba Gaspar de Ribera era la misma verdad. Los otros intentaron persuadirle diciendo que bueno o malo, tenían que seguir practicando lo que ya sabían, de lo contrario perderían la fama y opinión.

Cuando murió Gaspar de Ribera, los otros aficiona-dos que habían practicado con él siguieron haciéndolo con Viedma, ya que pensaban que era el que más había aprendido el sistema.

Corrió la voz de que los otros maestros no sabían y que solamente lo que había enseñado el caballero de Alcánta-ra era bueno, por lo que perdieron discípulos y acusaron a Viedma de ello. Nos cuenta que tuvo varios lances con ellos, e incluso tuvo que abandonar su tierra.

Viedma viajó por Cádiz, Granada, Sevilla, Córdoba, Jaén, Rota y Vejer de la Frontera, buscando y practican-do con muchos maestros de Verdadera Destreza, admi-rándose de su habilidad, que consideraba superior, pero pensaba que su forma de enseñar el sistema no era ade-cuada. La ciencia se quedaba en ellos y los discípulos ne-cesitaban mucho tiempo para aprender. Viedma decidió que con sus alumnos no ocurriría lo mismo y diseñó un método para lograrlo.

YHerir rompiendo la adherencia de las

espadas

WHerir manteniendo las espadas adheridas.

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El métodoPodemos resumir su planteamiento en un programa de po-

cos meses, Cuando Viedma menciona fechas habla de practicar los ejercicios un mínimo de 8 días, por lo cual he estandarizado esa duración para todos sus ejercicios.

Primera Parte.

8 días aprendiendo desplazamientos en todas las direcciones, sin empuñar espada

8 días aprendiendo a mantener su espada unida a la del otro para defenderse caminando en

círculo

8 días aprendiendo a romper el contacto entre las espadas para atacar mientras se camina en

círculo.

Viedma nos comenta que en su experiencia, si estas pocas cosas se aprenden y repasan perfectamente, es más que su-ficiente para enfrentarse a esgrimistas que no conozcan este sistema.

¿Qué conceptos necesitamos conocer para entender esto?Su planteamiento se basa en que el movimiento natural y

el instinto perjudica al hombre, hay que destruir el movimiento natural para crear una forma de moverse que beneficie el uso de las armas.

Para ello aprenderemos a movernos en círculo en vez de atacar en línea recta y a dejar que nuestra espada se toque con la otra espada en vez de huir de su contacto.

Viedma nos explica el método de enseñanza habitual en su tiempo, en el que los alumnos empezaban aprendiendo a suje-tar directamente la espada del otro con la propia. En su plan-teamiento, se empieza haciendo lo opuesto, ya que a su enten-der es más sencillo y menos arriesgado empezar aprendiendo a dominar el arma del rival con espirales mientras se camina en círculo.

El sentimiento del acero o sensibilidad táctil es absoluta-mente necesario para progresar en este sistema, y la forma de enseñarlo dicta el orden del método de Viedma. Se comienza con algo muy sencillo, simplemente mantener nuestra espada tocando a la del otro, y si nos ataca o deja de estar en contacto con nuestra espada nos recolocaremos para volver a tener las espadas en contacto.

Movemos nuestra espada en lo que se llama atajo redondo, inclusión o línea helíaca. La línea helíaca es la que va rodeando a otro cuerpo, como un hilo enrollado en un carrete. Movemos nuestra espada en espirales que desplazan a la del otro en una sujeción indirecta. La ventaja que tiene este movimiento es que si perdemos el contacto con su arma, no necesitamos buscarla deliberadamente, es suficiente con seguir el movimiento espi-

ral en el aire y volveremos a encontrárnosla en otro punto. Si buscamos dominar directamente su arma, usando el principio de palanca, y no tenemos mucha experiencia, corremos el pe-ligro de que nuestro enemigo empiece a mover su espada de un lado a otro, con lo cual acabamos imitando el movimiento de un limpiaparabrisas y volviéndonos muy vulnerables. La espiral se modera a si misma y nos mantiene protegidos. Tan importante es ser capaz de imponer esta “espada pegajosa” como de rom-per la unión cuando no nos interesa y/o queremos atacar con cortes y estocadas, por lo cual ese es el siguiente paso a trabajar y completa la primera parte del sistema de Viedma.

Segunda Parte.

8 días aprendiendo a mover la espada en espirales horarias caminando a la

derecha

8 días aprendiendo a utilizar su repertorio contra otros estilos de esgrima

8 días aprendiendo a mover la espada en espirales antihorarias caminando a la derecha

8 días aprendiendo combinaciones posibles al hacer controles directos y caminar hacia la

izquierda

8 días aprendiendo a actuar con libertad aplican-do todo lo que ha trabajado.

Diestros eligiendo distancia inicial X

Círculo imaginario en el que nos

desplazamos.Z

artes marciales occidentales

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El alumno pasa a trabajar otras posibilidades de la “espada pegajosa”. Mantenerse en contacto ya no será un simple gesto de protección, sino una formidable herramienta ofensiva. En poco más de dos meses, el discípulo habrá recorrido el método completo de espada sola de Viedma y tendrá una base de Ver-dadera Destreza

¿Por qué este planteamiento?Viedma vuelve a invertir el orden de enseñanza. Nos cuenta

que era habitual que los alumnos aprendiesen a mover su es-pada en espirales en el sentido opuesto al reloj y a usar com-binaciones de ataque caminando hacia la izquierda. En su mé-todo, aunque inicialmente se ha enseñado a caminar en ambas direcciones, no se profundiza en la caminata hacia la izquierda hasta más adelante, siendo la base la caminata hacia la dere-cha. Igualmente, aunque se ha enseñado a mover la espada en ambos sentidos de giros, la espiral antihoraria no se profundi-za hasta que se domina la que sigue el reloj. Todo lo que se ha trabajado hasta ahora implicaba Destreza contra Destreza, así que Viedma introduce otros estilos y planteamientos de esgri-ma para que el alumno sea capaz de enfrentarse a ellos. Cuan-do se han establecido las dos espirales se puede trabajar por la izquierda y se puede recurrir a controles directos del arma del otro, ya que ya tenemos la base necesaria para que no nos resulten peligrosos, facilitando muchísimo las técnicas de des-arme. Con toda esta base creada, se puede pasar a trabajar con libertad, sin más trabas o pasos previos.

Para lograr que los movimientos espirales de la espada sean eficaces, volvemos a un concepto explicado en el primer artí-culo, la moción perfil-cuadrado. Se trata de un movimiento del tronco que se asemeja a una elipse enroscándose sobre si mis-ma, como cuando retorcemos un trapo mojado para exprimir el agua. El punto de mayor enroscamiento estará entre nuestro ombligo y la vértebra L3, donde se unen las fuerzas de torsión de las cadenas cruzadas anteriores y posteriores, es una zona muy importante porque es donde se sitúa el centro de grave-dad del cuerpo y encontramos inserciones del psoas y el dia-fragma. Cuando enroscamos y desenroscamos nuestro tronco siguiendo esta moción perfil-cuadrado hacemos algo más que presentarnos de frente o de costado ante nuestro enemigo, es-tamos movilizando muchísimos músculos con muy poco movi-miento visible. Según la dirección de enroscamiento, hablamos de moción de perfil o moción de cuadrado. La moción de perfil extiende nuestro cuerpo y hace que nuestras acciones lleguen más lejos, la de cuadrado lo encoge y hace que nuestras accio-nes sean más fuertes Viedma organiza esta segunda parte de su método con el estudio de siete técnicas que llama Generales, porque tienen dominio sobre otras. Cada una de ellas responde a un principio distinto y se combinan y oponen entre sí.

La enseñanza de la espiral en el sentido horario incluye a 3

Generales: Línea en Cruz, Flaqueza bajo la fuerza y General Baja. Estas técnicas son opciones que nos encontramos en distin-tos puntos del movimiento espiral horario. Cuando la iniciamos estamos en Línea en cruz, controlando la espada del otro con nuestra mano en pronación, técnica que nos permite atacar sin perder contacto entre las armas. Cuando estamos por deba-jo en esta espiral nos encontramos en Flaqueza bajo la fuerza, técnica que nos permite abandonar el contacto de espadas para atacar sin peligro. Cuando recorremos toda la espiral Línea en Cruz y Flaqueza bajo la fuerza se combinan en la llamada Ge-neral Baja.

La enseñanza de la espiral antihoraria incluye a 3 Generales: Estrechar, Flaqueza sobre la fuerza y General Alta. Estas téc-nicas son opciones que nos encontramos en distintos puntos del movimiento espiral antihorario. Cuando seguimos la espiral antihoraria estamos en Estrechar, controlamos la espada del otro con nuestra mano en supinación, técnica que nos permi-te atacar sin perder contacto entre las armas Cuando estamos por encima en esta espiral estamos en Flaqueza sobre la fuer-za, técnica que nos permite abandonar el contacto de espadas para atacar sin peligro. Cuando recorremos toda la espiral anti-horaria Estrechar y Flaqueza sobre la fuerza se combinan en la llamada General Alta.

Finalmente, al enfocarse en la caminata hacia la izquierda, toma protagonismo la General de Atajo. Todo el trabajo anterior se ha enfocado en los movimientos circulares, ahora se trata de reforzarlos incluyendo el movimiento recto y de trabajar el mo-vimiento recto por su cuenta. Todo el enfoque anterior ha sido de abrir la posición y ganar en alcance, ahora se pasa a cerrar la posición adquiriendo fuerza.

Tercera Parte.Se profundiza en la Destreza, recurriendo nuevamente a

ejercicios de ocho días. Si es posible, la abordaremos detenida-mente en un tercer artículo. Incluye:; Espada y daga; Espada y capa; Espada y broquel (un pequeño escudo); Daga contra espada; Práctica en casa con un artilugio para poner en la pared para entrenar estocadas; Enseñanza y oposición a los zurdos; Cualidades que debe tener un maestro; Estrategia al enfrentarse a moros y turcos; Uso del montante, una gran espada usada a dos manos que puede ser tan larga como un hombre

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RYOICHI ONAGA SENSEI

GOJU RYUPURO

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yochi Onaga Sensei recuerda con añoranza cuando cons-truyó su Dojo de Karate en las afueras de

Murcia. Me dio la sensación de que eligió el emplazamiento de forma cuidadosa, en medio del campo, en la huerta murciana, entre limoneros y naranjos. Para bien o para mal, la zona ha sido urbanizada de forma exponencial y grandes edificios cubren el horizonte. Pero no importa... Al escribir estas líneas es dificilísimo huir de los tópicos. El Onaga Dojo es penetrar en Okinawa. La sala es amplia y luminosa, aparatos de Hojoundo, armas de Kobudo y máximas escritas de la Escuela aparecen diseminadas. La madera del suelo es noble y pulida por el uso de los alumnos de Onaga Sensei. Todo está cuidadosa-mente ordenado y pulcro. En la estancia, las fotos de Chojun Miyagi, Eiichi Miyazato Sensei y otros recuerdos presiden la práctica.

Onaga Sensei tiene un tono de voz potente y un trato amable y cordial, es solícito a repetir las fotos las veces que sean necesarias y se preocupa por sus huéspedes. Cordialidad y amabilidad pulimentadas en alguien dedicado al Budo desde la adolescencia. Es difícil olvidar el momento en que preparaba mis notas so-bre el lugar. Mientras observaba el pasillo del Dojo se oían las poderosas pisadas de Onaga Sensei en el tatami mientras ejecu-taba Seipai. Tras la amable entrevista dos alumnos llegaban al Dojo portando un Tan que parecía haber sido sacado de las rue-das de un camión. El Dojo de Onaga expele Karate por cada uno de sus rincones...

¿Cuándo se inició en el Karate Onaga Sensei?

Con 11 o 12 años, en el colegio, nos enseñaban Katas básicos, recuerdo incluso que aprendí en aquellos años un Kata de Bo. Más adelante, en Bachillerato, recuerdo que había un Club de Karate en la Secundaria. Yo entrenaba con un amigo pero fue al terminar el Bachillerato que comencé con Eiiji Miyazato Sensei.

¿Y cómo fue que acabó viviendo en España?

En los años 70, un amigo íntimo que vivía en Nueva York me recomendó que saliera de Okinawa. Yo tenía curiosidad por salir. Allí co-nocí a un chico que me preguntó si quería ir a España. Me tomé unos 5 o 6 meses para tomar una decisión, pedí permiso a Miyazato, a mi padre y en mi trabajo para que me dieran dos años de excedencia.

¿Cómo era Miyazato Sensei? ¿Qué re-cuerda de él?

En aquella época el Karate ya no era secre-to, cualquiera interesado en entrenar podía entrar, aunque no había críos pequeños. Entre niños de 7–8 años hasta adultos hay muchas diferencias, a partir de 15–16 años esas dife-rencias no existen... Tengo muchas anécdotas de Miyazato Sensei, pero ahora mismo me acuerdo de una perfectamente. Yo tenía en aquella época 1º o 2º Dan. En realidad, yo iba a entrenar todos los días puesto que su Dojo siempre estaba abierto. En aquella época no existían horarios fijos, no había “clases”, cada uno entrenaba a cualquier hora que pudiera o quisiera bajo la supervisión de Miyazato Sensei o los alumnos más veteranos. Recuerdo que siempre que entraba alguien nuevo, el Sensei me encargaba que me ocupara de los cinturo-nes blancos. Les enseñaba el calentamiento, hacíamos Kihon... después de estar un tiempo

así realmente me cansé de ocuparme de los cinturones blancos. Así que me escondía en el vestuario, esperaba a que entraran a ver si con suerte Miyazato Sensei le encomendaba la tarea a otro. Por supuesto, Miyazato Sensei se dio cuenta de esto y me dijo: “Onaga, sé que te escondes para no enseñar a los blancos, eso no está bien, los cinturones blancos suelen ser jóvenes y hacen preguntas que ni te imaginas, eso te ayudará mucho”. Y era cierto, muchas veces preguntaban cosas que me obligaban a decir: “Espera, le pregunto al maestro”. Desde entonces dejé de esconderme... yo tenía unos 22 o 23 años.

¿Qué características debe tener un buen maestro y un buen alumno?

Principalmente deben ser los dos humildes en mi opinión. En todo caso todo está resumi-do en nuestro Dojo Kun:

HITOTSU, KENKYO NI SHITE REIGI O OMON ZEYO

PRIMERO, SE HUMILDE Y EDUCADO

HITOTSU, TAIRYOKU NI OUJITE TEKIDO NI SHUGYO O SEYO PRIMERO, ENTRENA TENIENDO EN CUENTA TU FUERZA FÍSICA

HITOTSU, SHINKEN NI KUFU KENKYO SEYO PRIMERO, PRACTICA CON SERIEDAD Y CON CREATIVIDAD

HITOTSU, HEISEI CHINCHAKU NI SHITE BINSHO JIZAI NARE PRIMERO, SE CALMADO DE MENTE Y RÁPIDO DE ACCIÓN

HITOTSU, SESSEI O OMON ZEYO PRIMERO, CUIDA TU SALUD

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En aquella época no existían horarios fijos, no había “clases”, cada uno entrenaba a cualquier hora que pudiera o quisiera bajo la supervisión de Miyazato Sensei

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Es importante dentro de la OGKK tener el último domingo de cada mes un entrenamiento todos juntos. Es una costumbre que proviene directamente de Chojun Miyagi

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HITOTSU, SHISO NA SEIKATSU O SEYO PRIMERO, VIVE UNA VIDA SENCILLA

HITOTSU, MANSHIN SENU KOTO PRIMERO, NO ESTÉS DEMASIADO ORGULLOSO DE TI MISMO

HITOTSU, SHINAMAZU KUSEZU SHUGYO O EIZOKU SEYO PRIMERO, CONTINÚA TU ENTRENAMIENTO CON PACIENCIA

¿Cuál es la característica principal del Karate Goju Ryu?

Los Katas que más lo identifican son San-chin y Tensho. Es un Karate de técnicas cortas, pensadas para el cuerpo a cuerpo.

¿Existen en su opinión diferencias en-tre el Karate de Kanryo Higashionna y el de Chojun Miyagi?

En mi opinión no, salvo que Higashionna lo llamaba Toudi, Ti, (Mano China, Mano), y el desarrollo de su Karate implicaba más mano abierta. Miyagi introdujo más mano cerrada e introdujo el Kata Tensho.

¿Aún existe mucha influencia china en el Karate Goju Ryu?

Bueno, en mi opinión es una mezcla. El Karate Goju Ryu proviene de los 15 o 16 años que pasa Kanryo Higashionna en China. Higas-hionna Sensei antes de eso ya hacía Ti.

Se dice que el Karate japonés se basa en Kihon, Kata, Kumite y el de Okinawa en Hojoundo, Kata, Bunkai ¿Qué opina al respecto?

Incluso el Karate de Okinawa ha cambiado mucho respecto a su origen. Está más pensado

para una clase formal. Antes el calentamien-to lo hacías tú solo, luego practicabas con el Makiwara e ibas pasando a otros aparatos de Hojoundo. La existencia del Kihon se debe al entrenamiento de grandes grupos de gente. Como te dije antes, Miyazato Sensei no daba clases, cada uno llegaba al Dojo y comenzaba a entrenar libremente. La clave de todo esto es Muchimi.

Del Muchimi sale el Kakie, del entrena-miento con Chisi, etc. Si no hay aparatos de Hojoundo no puede haber Muchimi. Si quieres Muchimi no sólo puedes trabajar sin contacto, como el Kihon, al aire. Al hacer Kakie tienes que notar la fuerza del otro, su resistencia, por eso, Hojoundo es fundamental cuando estás solo. Puedes hacer muy bien la técnica al aire o el kata. Pero mi maestro decía “Tiene (o no) Muchimi”. En un Kata de Goju Ryu se ve si hay o no, Muchimi.

¿Qué representa la Okinawa Goju Ryu Karatedo Kyokai (OGKK)?

Es difícil decir “qué representamos”. En mi caso soy director técnico y representante en Europa. En España tenemos representación en Murcia, Alicante, Madrid, Logroño, Portu-gal, Francia, Suiza, Alemania, Lituania, Leto-nia, Finlandia, Rusia, República Checa, Dina-marca... Cada año invitamos a un maestro de Okinawa y cambiamos el Gasshuku de lugar. Es costumbre que vengan dos o tres maestros de Okinawa invitados. Es importante dentro de la OGKK tener el último domingo de cada mes un entrenamiento todos juntos. Es una cos-tumbre que proviene directamente de Chojun Miyagi Sensei. Es importante para preservar los Katas y se mantengan inalterables. Hay pequeñas diferencias entre maestros, pero las técnicas han de permancer.

Hablando de lo katas ¿Cuál es su Kata favorito?

¡Ninguno! Son todos importantes, sí me gusta mucho Kururunfa, Seipai, Suparimepei, Seisan... no hay ninguno que no sea impor-tante.

¿Cree que el Bunkai es transparente en lo que se puede apreciar en él? Es decir, ¿Se ven claramente las técnicas de Tegumi, Kakie, Kyusho...?

Están muy escondidas. El Kata está hecho para que muchas técnicas estén camufladas, escondidas. ¿Quién puede imaginar que el Bunkai del comienzo de Seipai se trata de una defensa ante un agarre de solapa y un golpe a las costillas de Ippon Ken? (No es Shuto). Lo que se ve en el Kata al Bunkai es muy di-ferente, pero la aplicación no se puede poner directamente en un Kata, sería una cosa muy extraña.

Hay un mito que dice que hacer San-chin sin la supervisión adecuada puede ser nocivo o peligroso para la salud ¿Cree que es cierto?

Hay que hacerlo correctamente. Malo... no sé si puede ser malo para la salud. Ha de ha-cerse bien y con estas cinco formas: Inspira-ción larga, espiración larga, inspiración larga y espiración corta, al revés y de forma mixta. El aire ha de ir dirigido al vientre, no al pecho. Lo que se conoce como Yoku Shiki Kokyu.

¿Desea añadir algo más? El Karate es una parte de la vida. Cuando

eres joven no saboreas, con 40, 50 Ó 60 años saboreas practicar Karate. El Karate es para todas las edades...

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shin gi thai

Los Yakusoku Kumite

de la Matsubayashi

Shorin Ryu:

Indicaciones orales de Shigehide Akamine Sensei.

Fotos : JUlietta Prado

segunda secuencia

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En el anterior número de Dōkkōdō hici-mos hincapié en la influencia de Choki Motobu en la creación en las series de

Yakusoku Kumite de la Matsubayashi Ryu Karatedo establecidas por Shoshin Nagamine. Anteriormente el trabajo se había centrado en el cambio de alturas de defensas y ataques, con la alternacia de Uke y Tori en la secuencia pasando uno a atacar, el segundo a defen-dese para cambiar después las tornas y así sucesivamente.

En esta ocasión revisaremos la segunda secuencia. Una de las primeras cosas que podemos observar es la invariabilidad de los ataques. En esta ocasión, el atacante se centra de forma reiterada en la zona baja del tronco (Gedan).

Una de las cosas que podría sorprender es la repetición de los movimientos hacia el mismo lugar. La secuencia, establecida al uso como un Sambon Kumite, indica que se trata de un ejercicio destinado en su totalidad al aprendizaje de técnicas básicas y al control de la distancia, el timing, el sentido de la oportu-nidad y la focalización de las técnicas.

En primer lugar, no debemos negar la utilidad de este trabajo para mejorar el Karate del practicante. Pero una observación más profunda puede llevarnos a una mejor comprensión. En segundo lugar, observemos el último Gedan Tsuki que el defensor añadirá a su defensa un desplazamiento lateral y un golpe en forma de Shuto Uchi (golpe con el canto de la mano) al cuello del adversario.

El principio rector de este Yakusoku Kumite es la defensa y el ataque simultáneos. No es tan importante la altura en la que ataca el agresor ya que esta puede ser variada en el combate. Lo que sí es difícil es poder realizar una defensa y un ataque simultáneo en el primer ataque del agresor, que a buen seguro realizará fintas o atacará cuando prevea una apertura en nuestra guardia.

Por ello, en cierta medida que el primer ataque haya sido Jodan o incluso que la pri-mera técnica hubiese sido un Mae Geri para abrir la guardia del oponente. En todo caso, ante un aluvión de sucesivos ataques del ad-versario, la opción de intentar detener todos sus ataques puede a la larga ser inútil pues

El principio rector de este Yakusoku Kumite es la defensa y el ataque simultáneos.

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este este nos supera en velocidad e ímpetu al haber comenzado él la agresión. También, por otro lado, la técnica final de la secuencia puede realizarse en la primera oportunidad si tenemos la ocasión.

Por ello, el Segundo Yakusoku Kumite parece incidir en uno de los principios de-fensivos de Choki Motobu. Este es aparentar una situación de debilidad para luego utilizar esta en contra del adversario. En este caso “permitimos” que el contrincante arremeta como un rayo contra nosotros. La respuesta incidirá en defendernos en una distancia muy corta buscando la oportunidad de además de

realizar Gedan Uke acompañar esta técnica de Kara Uke, una esquiva que provoca un “vacío” en el ataque del agresor.

El contraataque realizado, Shuto Uchi, se dirige al cuello, tradicionalmente, se conoce este punto vital (Kyusho) como Murasame. Toda la parte de los músculos externocleido-mastoideos cubierta por la platisma. Un golpe con la suficiente potencia y precisión puede provocar la pérdida de la conciencia por trau-matismo en la arteria carótida y en el nervio neumogástrico que conduce al “shock” y la pérdida de las funciones sensorial y motora.

El Segundo Yakusoku Kumite parece incidir en uno de los principios defensivos de Choki Motobu.

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RYÔEN RYÛ NAGINATAJUTSU 菱延流凪刀術

por Marcos A. Sala Ivars

Investigación

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Este va a ser un artículo dividido en dos partes o ca-pítulos, presentando el primero en este número y el siguiente en la revista del mes próximo. Esta prime-ra parte a su vez está dividida en dos capítulos, una

aproximación histórica a la naginata y al papel de las mujeres en la historia marcial japonesa, y otro donde esbozo rasgos generales de las principales escuelas especializadas en nagi-nata que se practican hoy en día. En este número de la revista es mi intención crear un marco idóneo para poder presentar adecuadamente Ryôen Ryû naginatajutsu. Aunque a buen seguro muchos lectores estarán familiarizados con este arma y su historia, creo necesario empezar a hablar desde el principio y establecer patrones claros desde los que poder llegar mejor al entendimiento de esta disciplina, ya que a fin de cuentas, se trata de una escuela pionera en España. Por supuesto que existen escuelas en España que trabajan esta arma, como parte de un conjunto mayor de trabajo de múltiples armas, conocidos generalmente como sôgô bujutsu, aunque ninguna de ellas tratan la naginata como la herramienta principal de la escuela. Ryôen Ryû naginatajutsu, bajo la dirección de Shimizu Nobuko sensei en Japón y de Ryôen Ryûko (Marcos Sala) en España es una escuela donde se trabaja la naginata como arma princi-pal desde el primer día de práctica, pero ahora empecemos a hablar por el principio…

La naginata y las onna bugeisha (mujeres guerreras) a través de la historia.

Antes de pasar a los periodos históricos es interesante hacer una breve introspección en la mitología creacionista de Japón según la religión Shintô. En los textos que configuran el Génesis de Japón según estas creencias: Kojiki y Nihongi o Nihon Shôki encontramos la “primera” referencia a las armas. Según estos textos, por ejemplo, citando al Nihongi: Izanagi no Mikoto e Izanami no Mikoto estaban en el puente flotante del Cielo y dijeron entre ellos: “¿no hay un país allá abajo?” entonces ellos estocaron hacia abajo con la lanza de las joyas del Cielo. Este es el momento en el que se empiezan a crear las islas que configurarán Japón y por tanto, el Mundo. Esta lanza, llamada nuboko-tamaboko se ha denominado también como wobashira. Algunos especialistas la han llegado a relacionar con un tipo de hoko o lanza, otros la han relacionado con el modelo posterior típico japonés llamado yari, incluso hay quien ha visto un arma como una ka o alabarda o bien hablando de armas chinas como el ji, gundao-shangtao haciendo referen-cias en ambos casos a la naginata. Sin embargo parece que se trataba de una especie de lanza con una punta de tipo bulboso, posiblemente adornada con joyas y anillas colgantes (como en el shakujo). El tipo denominado wabashira se repite de forma común como un remate de los mástiles y soportes de puentes y balaustradas japonesas, y también debido a referencias al Kojiki y al Nihongi, tiene un sentido fálico. Está claro que esta forma nada tiene que ver con la hoja curva de la naginata, pero sin embargo tiene mucho que ver con la parte trasera o contera del arma, llamada ishizuki, que suele adoptar esta forma.

Para rastrear los orígenes arqueológicos de la naginata de-bemos remontarnos a la Edad del Bronce japonesa, enmarcada dentro de los Periodos Yayoi (300 a.C.–250 d.C. aprox.) y el Pe-riodo Kofun (250-538 aprox.) cuando encontramos los primeros

utensilios fundidos en metal (bronce), de clara influencia china, pero ya con una conciencia japonesa (en el sentido de fabricar instrumentos diseñados por y para sus propios fines). En la industria bélica podemos contar con espadas de hoja recta y doble filo denominadas dôken, lanzas denominadas dôhoko, y las ka (el kanji utilizado es el mismo que el de las lanzas o hoko, pero para diferenciarlos los especialistas han optado por la lec-tura china). Estas son las que más nos interesan a nosotros por ser los antepasados directos de la naginata en tanto que están a medio camino entre las lanzas y las hachas, surgiendo así la alabarda, un arma harto conocida en China, pero de nueva implantación en Japón. Estos primeros periodos de la historia japonesa son un tanto oscuros en cuanto a documentación y referencias arqueológicas, especialmente en cuanto a lo que podemos denominar “protohistoria de la naginata”, si existen sin embrago referencias a las lanzas y espadas. Especialmente sobre estas, no sólo disponemos de las mismas dôken-tsurugi sino que también han llegado a nosotros los haniwa, escultu-ras destinadas a ajuares funerarios en las colosales tumbas-

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investigación

túmulos del Periodo Kofun. Sobre esta fuente artística descubrimos referencias a espadas y armaduras, viendo cómo se portaban en aquella época, sin embargo, desgraciadamente no disponemos de referencia alguna a ka o naginata por lo que suponemos que no era un arma especialmente popular en las estrategias bélicas del mo-mento. El papel de la mujer en el campo de batalla o en las esferas de poder se inicia de manera confusa y casi mítica en estos primero pasos de la historia japonesa, mediante la figura de Himiko-Pimiko como una Regen-te-Chamán del país de Yamatai o Reino de Wa, que tenía a su servicio una hora de guerreros y guardaespaldas. A esta figura le sigue la Emperatriz Regente Jingô (Okinaga Tarashi Hime no Mikoto) que lideró victoriosamente las tropas japonesas para invadir Corea.

De aquí pasamos al Periodo Asuka (538-710) cuando se introducirá en Japón el horno tatara y con él la fabricación de acero tamahagane y los procesos de forja

típicos japoneses. Es complejo determinar cuándo se inicia la historia del nihontô o sable japonés, y si la hoja de naginata está incluida en esta denominación o si por el contra sólo podemos hablar de nihontô para referirnos al sable japonés, en cualquier caso, este periodo, con estos avances en la forja, iniciarían un nuevo amanecer para la armamentística japonesa, pero para nuestro caso de la naginata, aún nos quedan unos años de espera. En el Periodo Nara (710-794) se escribirán de forma pseudoepigráfica los textos mencionados del Kojiki y el Nihongi, por lo tanto podemos suponer que las referen-cias armamentísticas allí expresadas beben de fuentes de esta época, aparte de las narraciones orales de tiempos pasados. El Periodo Heian (794-1185), uno de los más fructíferos a nivel artístico de la historia japonesa, entre finales del Periodo anterior y comienzos de este, algunos especialistas datan las primeras referencias a naginata. El caso más antiguo que se baraja es el de

2

3 4 5

; 1. Nihongi. Volume I. Chronicles Of Japan

From The Earlest Times.(2008) W.G. Aston.

Cosimo Classics. New York. EEUU Página 10.

; 2. Emperatriz Jingu En Korea. Wikipedia

; 3. Ka Del Periodo Kofun

; 4. Tomoe Gozen

; 5. Kobayashi Eitaku. Pintura Siglo XIX.

Wikipedia

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las llamadas teboko o konaginata, un tipo de hojas de metal mixtilíneas, ninguna igual a la anterior, que nos hablan de un tipo de forja caótico y no ordenado por tipologías. En este caso se trata de una evolución respecto al hoko / ka en tanto que la hoja no es hueca y va engastada mediante una espiga de metal en el asta de madera. Sin embargo, como he dicho ninguna de las halladas se asemeja a una naginata y además son bastante cortas, midiendo un máximo de 1,50m con asta incluida, y por lo que se sabe tampoco disponían de ishizuki. La siguiente re-ferencia la encontramos en las piezas llamadas natanaginata y chukushinaginata-tsukushinaginata, las primeras constan de una especie de hoja ancha, en ocasiones, similar a un hacha de patíbulo, mientras las segundas siguen esa misma tipología pero la hoja es muy alargada y estrecha, en ambos casos el asta suele ser igualmente corta. Se supone que estas armas eran un paso más en la evolución, sin embargo retroceden tecnológicamente al unirse al asta de madera mediante unas abrazaderas metálicas. Según algunos especialistas estas son meras herramientas agrícolas, que eran susceptibles de usar un asta más larga si precisaban de utilizarse en batalla. Curiosamente, en los ukiyoe del siglo XIX que representan a la Emperatriz Regente Jingô invadiendo Corea, se la muestra por-tando una especie de teboko mientras su ejército lleva tsukus-hinaginata, aunque esto no es significativo de la antigüedad de estas armas, sino más bien es una alusión a un arma primitiva,

para una historia dentro de la literatura mítica japonesa. En todos estos casos el principal problema es la datación,

ya que por tipología y algunos ejemplares parecen ser de este periodo histórico, aunque la mayoría de las piezas conservadas datan del siglo XV, por lo que sencillamente estamos lanzando hipótesis sin llegar a un punto de partida refutado. Este punto lo encontramos vinculado al nacimiento de la clase guerra o bushi en este periodo, y su especialización en la guerra a caballo, destacando en este Periodo la evolución de la espada japonesa al sable japonés surgiendo el modelo del tachi, muy apto para la caballería. También en esta época los guerreros se especializaron en el uso del arco, hasta el punto que susti-tuía como “arma samurai” al sable en importancia, en este contexto cabe mencionar que a finales de Heian, se dieron importantes escaramuzas y batallas navales entre clanes opuestos (principalmente los Heike y los Genji). El arco o yumi será un elemento estrechamente ligado a la naginata en tanto que se ha llegado a pensar que muchos de los cortes que se efectúan en las técnicas de naginata están basados en golpeos que se llevaban a cabo con el arco una vez se acababan las felchas y no se disponía de tiempo para desenvainar el tachi y había que golpear a un enemigo cercano. Estás teorías están fundamentadas principalmente en la forma curva y alargada del arco japonés, así como en algunos kamae (guardias) de naginata como es el kowaki no kamae que coincide con una

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8; 6. Partes De La Naginata

; 7. Sôke Jikishinkage Ryu Toya Akiko . Naginata.

Shidachi. Koryu.Com

; 8. Sôke Tendo Ryu Mitamura Takeko Katana

Uchidachi. Koryu.Com

; 9. Murakami Hideo Katana Presente Sôke De Toda

Ha Buko Ryu Y Kobayashi Seiko Siguiente Sôke

Naginata. Koryu.Com

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de las formas de portar el yumi. Tenemos entonces un apogeo de la “guerra a distancia” el caballero ataca desde la posición elevada de su corcel, el arquero dispara flechas desde la lejanía y en las batallas navales es necesario el abordaje para atacar al navío enemigo, o en cualquier caso, favorecía este hecho. Es entonces cuando nace la necesidad de un arma que pueda combinar el corto y el largo alcance, que sirva para golpear y cortar, es entonces, casi con total seguridad cuando nacen las naginata. Como hemos dicho, esta es la época en la que flore-ce el tachi, por ello no es extraño imaginar que en algún mo-mento un guerrero viera dañada la montura-empuñadura de su sable y decidiera acoplar la hoja a un asta de madera, esto es básicamente lo que viene a ser una naginata: una larga hoja curva a la que sigue una también larga espiga de metal que se introduce en un asta de madera alcanzando los 2-2’70m de longitud. Mediante esta “nueva” arma un soldado de a pie podía enfrentarse y vencer a un bushi a caballo, era posible atacar desde una embarcación a otra sin necesidad de abor-darla y en general, cualquiera que se planteara luchar contra una naginata debía medir escrupulosamente las distancias pues resulta un arma temible gracias a que puede estocar y cortar a larga distancia y cortar y golpear en distancias cortas. En cuanto a su fisonomía la hoja de las naginata se compone exactamente de las mismas partes que cualquier nihontô incluyendo las partes del tôsôgu o montura, que incluyen en

este caso el habaki (pieza metálica destinada a separar la hoja de guarda por arriba) los seppa (que evitan el contacto directo del habaki con la tsuba por arriba y del fuchi con la tsuba por debajo), la tsuba (guarda), el fuchi (pieza que contacta con el asta) y el mekugi (pasador de bambú para asegurar la hoja al asta). A partir de aquí vemos una serie de piezas propias como son los gyakurin una especie de fuchi alargados de metal que se encuentran a lo largo de la parte del asta que acoge en su interior la espiga de metal, dogane o anillas de metal que ayudan a fijar la sujeción de la hoja al asta, kaburimaki o parte recubierta de cuerda, eda o el asta que sirve de empuñadu-ra y ishizuki o contera metálica que ayuda al contrapeso del arma. A partir de aquí, las naginata podían tener todos estos elementos o carecer de algunos en función de la estrategia de la escuela en concreto. Otros elementos podían variara en tamaño como es el caso de las tsuba o en forma, como es el caso del kaburimaki que podía aparecer en forma de tsukama-ki o trenzado que se utiliza en las empuñaduras (tsuka) de los sables japoneses.

El traslado de la corte a Kamakura como consecuencia de la victoria del clan Minamoto y el establecimiento del primer go-bierno shogunal dará lugar al comienzo del Periodo Kamakura que abarca entre 1185-1333. Sabemos gracias a los textos de finales de Heian y ya en Kamakura que hubo un grupo de guerreros que se especializaron en el uso de la naginata: los

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investigación

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sohei o monjes guerreros. Hoy en día entendemos la naginata como un arma de exquisita elegancia, algo que parece inundar a sus portadores, sin embargo, los sohei eran conocidos por su tosquedad y bravura en el combate, en estos momentos, más que imaginarnos un combate ideal y sutil entre un esgrimista de sable y una naginata, acertaríamos más si nos imaginára-mos una hoz gigante rebanadora de patas y piernas. En estos momentos aparecen algunas de las figuras más famosas de mujeres guerreras – onna bugeisha, como son Tomoe Gozen y Hangaku Gozen de las que se dice que peleaban con naginata, aunque no hay mayores referencias al uso de esta arma por estas guerreras, aunque si se ha escrito reiteradamente sobre sus gestas.

El fin del shogunato Kamakura llegó mediante la rebelión por parte del general Ashikaga Takauji dando paso al tumultuo-so Periodo Nambokuchô (1333-1392), y entre ambos Periodos se desarrollaron las Invasiones Mongolas. Esto nos interesa especialmente ya que si bien la naginata había surgido, entre otros hechos, para combatir a los hábiles jinetes de Heian, al ver en combate a los mongoles, los japoneses se dieron cuenta que en ese aspecto “estaban en pañales”. Las tácticas japonesas se basaban más en el combate singular que en las

batallas campales, sus armaduras eran grandes y pesadas, en comparación con las ligeras armaduras de cuero de los invaso-res, en definitiva estaban más acostumbrados a una guerra de desgaste que a los ataques relámpago de los mongoles. Esto favoreció toda una transformación de la armamentística japonesa hacia una especie de “armas de choque” contra la caballería. Por supuesto en este Periodo la naginata vio una época dorada, mientras los tachi habían crecido exponen-cialmente surgiendo los ôdachi (nôdachi en el caso de sables de batalla) llegando a medir la hoja entre 90cm y más de 2m precisando en estos últimos casos llegaba a ser necesaria la intervención de tres personas para utilizarla, una quitaba la saya o vaina mientras dos la blandían desde la larga empuña-dura. Como una fusión entre ambas armas surgió el nagamaki un arma con la longitud de una naginata pero con la mitad de su cuerpo ocupado por una hoja enorme mientras la otra mi-tad era el asta. Como he dicho, en general este fue el momento de las armas largas, llamadas nagamono o emono, un gusto que se prolongaría hasta finales del Periodo Muromachi (1392-1573) dominado por la familia Ashikaga en el papel de shogun. La naginata también sufrió una evolución hacía los tipos más largos que se han encontrado con casi 3m, son las llamadas

; 10. Fotograma De La Película Kagetora: El Guerrero: Heaven And Earth: Concubina De Takeda Shingen Yae. ; 11. Yamamoto Yaeko y Nakano Takeko. Wikipedia

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artes marciales japonesas

ônaginata. En su constate búsqueda de combatir la caballería, y visto el buen funcionamiento del soldado de a pie (ashigaru) equipado con un arma enastada, las lanzas comenzaron a adquirir importancia, pero ya no como hoko de punta hueca, sino como yari con una espiga de metal que se introducía en el asta al igual que la naginata. Llegados al Periodo Azuchi-Momoyama (1557-1600) o Periodo de las Guerras Civiles, el yari había prácticamente desplazado a la naginata del campo de batalla, quedándose en un arma más propia de escaramuzas. Es importante mencionar en este contexto de lucha con ar-maduras, la importancia del ishizuki o contera de la naginata. Su nombre se traduce como “atraviesa-piedras” ya que una vez el enemigo caía al suelo esta pieza metálica, generalmente acabada en una punta o puntas gruesas, servía para rematar al soldado caído, pudiendo atravesar la armadura como si una piedra se tratase gracias a la fuerza de presión ejercida por el asta en conjunción con el peso del cuerpo de aquel que ataca. En la película Heaven & Earth (Kagetora) se habla de Yae, una de las concubinas de Takeda Shingen que lideraba un ejército de onna bugeisha donde la naginata era un arma importante, sin embargo este hecho no se ha demostrado más allá del celuloide.

Otra película, Onibaba de Kaneto Shindô, nos habla de una situación que se daba a menudo en esta época de batallas campales y guerras intestinas, se trata del abandono del “hombre de la casa” para marchar a la guerra, quedando solas las mujeres, teniendo que defender el hogar de ladrones y saqueadores (aunque en este caso se aprovechen de ello). Es entonces cuando la naginata se empieza a desligar del campo de batalla y se empieza a asociar a la mujer en un sentido de “defensa personal” de su hogar y familia. En este contexto la naginata es un arma ideal, ya que sólo requiere de una fuerza básica para manejarla, pero sin embargo es capaz de general una potencia tal que compensa con creces la falta de muscula-tura femenina en comparación con la masculina. A este hecho hay que añadir la distancia de seguridad que otorga el arma, obligando a un supuesto samurai agresor a entrar dentro de la distancia maai de la naginata para atacar. La historiografía nos habla de la mujer utilizando naginata desde los primero tiempos de la historia, pero sin embargo, como tantas otras, siempre ha sido un arma utilizada por los hombres, siendo sólo a partir de ahora cuando se empiece a especializar como un modo de combate femenino. La gran batalla de Sekigahara dará paso al Periodo Edo (1603-1868) conocido también por la gran “paz Tokugawa” en la que durante más de doscientos años esta familia de shogun unificó y dominó Japón poniendo fin a las constantes rencillas entre señores feudales y guerras civiles que habían asolado el país. Será entonces cuando el estudio de la naginata pase a formar parte básica de las enseñanzas de toda buena mujer de ascendencia noble o samurai. Esto por supuesto no quiere decir que todas las mujeres realizaran este adiestramiento militar, pero sí se convirtió en una constante que fue aumentando a los largo del Periodo Edo. Algunas de las escuelas antiguas o koryû especializadas en naginata se habían iniciado en tiempos pasados, pero será a partir del 1600 cuando se establezcan, organicen, funden nuevas líneas y escuelas y sobre todo se relacionen con la figura de la mujer de manera directa, adoptando en la mayoría de los casos la dirección de dichas escuelas. A finales del

Periodo Edo debemos hablar de otra onna bugeisha, Nakano Takeko (1847-1868), quien quiso defender su feudo de Aizu de las tropas imperiales. Al ser mujer no se le permitía participar ofi-cialmente en el ejército, por lo que reclutó mujeres que al igual que ella querían defender su hogar y formó el grupo armado paramilitar denominado Jôshitai. Aunque no hay constancia de qué escuela estudió se sabe que su maestro, Akaoka Daisuke, le enseñó naginata y que era especialmente famosa y temida por ello. Sin embargo en esta época las armas de fuego ya estaban totalmente establecidas, y a manos de una de ellas cayó en combate, por una bala en el pecho. Aún en este caso se dice que mientras agonizaba, le rogó a su hermana Yukô que le cortara la cabeza para que no fuera expuesta para el escarnio público por los vencedores imperiales. Nakano representó el último papel de las onna bugeisha en relación a la naginata, pero ahí no acaba la historia de las mujeres guerreras. Como he dicho, las armas de fuego llevaban establecidas en Japón desde que los portugueses las trajeron en el siglo XVI, y por ello desde entonces se fueron articulando escuelas de tiro, creando verdaderos koryû de hôjutsu que perviven hoy en día. En el mismo feudo de Aizu de manera contemporánea a nuestra anterior heroína, Yamamo-to Yaeko (1845-1932), también conocida como Niijima Yae, se convierte en una de las mujeres pioneras en la práctica del ar-cabuz y las armas de fuego, defendiendo el feudo de Aizu de las tropas imperiales, aunque al contrario que la anterior guerrera, sobrevivirá a la batalla y tendrá una larga vida. En este punto he hablado de una onna bugeisha sin relacionarla con la naginata, no es la única pero en este artículo al ser una base para hablar de Ryôen Ryû he querido dar el protagonismo a aquellas mujeres diestras en la alabarda. Con la Era Meiji (1868-1912) y las Eras posteriores, el entrenamiento de naginata abandonó por com-pleto su utilidad en combate para convertirse en algunos casos en una continuación de las tradiciones familiares y en todos ellos en parte esencial de la educación de la mujer japonesa perfecta o yamato nadeshiko que con suma elegancia y distin-ción dominaba todas las artes tradicionales femeninas.

Breve aproximación a los principales koryû de naginata.

Por supuesto que existen koryû sôgo bujutsu (escuelas de diversas disciplinas) donde se trabaja la naginata (Tenshin Sôden Katori Shintô Ryû, Kashima Shintô Ryû, Maniwa Nen Ryû, Sui Ô Ryû, Araki Ryû…) y que son principalmente de hombres, pero aún en estos casos a veces se le da un cierto protagonismo a las mujeres, y por otro lado como ya he dicho, las escuelas que trabajan como arma principal la naginata serán afines al género femenino. En este contexto quisiera escribir un par de líneas sobre alguna de ellas dedicando una especial atención a Jikishinkage Ryû en tanto que será el koryû en el que se licenció Shimizu Nobuko sensei y que tanta relación tiene con Ryôen Ryû naginatajutsu. Jikishinkage Ryû:

Debido a que comparte genealogía con la escuela de kenjut-su del mismo nombre se trata de la tradición más antigua, sien-do su fundador Shôdai Matsumoto Bizen no Kami (1467-1524). En este caso estamos hablando principalmente de una escuela orientada al manejo del sable que se relaciona con la famosa

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escuela Kashima Shin Ryû. Su Nidai sôke (cabeza de escuela) es Kamiizumi Ise no Kami Nobutsuna (1508-1577), pasando a hablar entonces de la escuela Shinkage Ryû. Yondai sôke Ogasawara Genshinsai Minamoto no Nagaharu (1574-1644) fundaría el estilo Shin Shinkage Ryû, Godai sôke Kamiya Denshisai Sadamitsu (1582-1663) regentaría la escuela bajo el nombre de Shinkage Jikishin Ryû, mientras Rokudai sôke Takahashi Danjôzaemon Shigeharu (1610-1690) lideraría el estilo como Jikishin Seitô Ichi Ryû. Es entonces cuando llegamos a Nanadai sôke Yamada Heisaimon Mitsunori - Ippûsai - (1638-1718) que combina todos los estilos vistos en su linaje para crear el definitivo Jikishinkage Ryû. Como digo, es una escuela basada en el kenjutsu, aunque es muy posible que se tratara de un sôgo bujutsu, el hecho es que en 1860, Satake Yoshinori y su mujer Satake Shigeo crean desde el linaje de kenjutsu, una escuela centrada en la naginata como arma principal, portando el mismo nombre: Jikishinkage Ryû. En este punto, con siglos de tradición de naginata como parte de la formación femenina, el aprendizaje de dicha arma era algo que, lejos de tener que utilizarse para un comba-te real o para defender el hogar en tiempos de paz, se había convertido en parte de la educación de toda “señorita”. A las enseñanzas de sadô (ceremonia del té), ikebana (adorno floral), shodô (caligrafía), kôdô (incienso), buyô (danza), se sumaba la naginata como algo que curtía el espíritu a la par que hablaba del glorioso pasado de las onna bugeisha. La 16º sôke Sonobe Hideo es la primera mujer en la que recae todo el peso de la escuela, y en virtud a la enseñanza femenina anteriormente expresada, consigue introducir la naginata en las escuelas. En un momento en el que el kendô o el judô eran algunas de las actividades deportivas-marciales escolares más populares entre los hombres la naginata se convirtió en la alternativa para las mujeres. Con la 17º sôke Toya Akiko se acentuó esta publicidad, especialmente gracias a las competiciones de atarashii nagina-ta, convirtiéndose Jikishinkage Ryû en el koryû de naginata más practicado en Japón. Jikishinkage Ryû es un koryû especializado en la naginata, sin embargo sus enseñanzas se incriben en un contexto de sôgo bujutsu en tanto que dentro de la escuela se enseña:

Kenjutsu, ya que debido a que la mayoría de las kata de na-ginata de la escuela se desarrollan contra katana, es necesario conocer el trabajo de esta arma para desempeñar un correcto papel de uchidachi.

Tantôjutsu, el puñal siempre va acompañando a la mujer en la práctica de la naginata, si bien en Jikishinkage Ryû sólo se utiliza durante kata keiko kumitachi. Se utiliza especialmente cuando la naginata se pierde o queda inutilizada y/o bien en distancias muy cortas cuando esta deja de ser útil. Se utiliza para cortes y estocadas principalmente basándose en muchos casos en movimientos fluidos tipo ukenagashi. Dentro del trabajo de tantôjutsu hay incluído un estudio de kyushôjutsu o ataque y presión a puntos vitales

Kusarigama: Choku Yûshin Ryû kusarigamajutsu es la es-cuela que está asociada a Jikishinkage Ryû naginatajutsu y que sólo se practica una vez se ha alcanzado el grado de rokudan (6º Dan). Destaca especialmente por utilizar un kama donde la cadena o kusari sale desde la parte superior del mango. La ca-dena no es demasiado larga y por ello permite utilizar el kama y el kusari con una sola mano. Sus kata se basan en desarmes, golpeos, bloqueos, contraataques, controles y estocadas.

; 12. Higo Koryu. Koryu.Com

; 13. Chokugen Ryu Ônaginata.

Youtube. Kendoworld.Com

; 14. Yoshin Ryu Naginata.

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Tendô Ryû:

Esta es, junto con Jikishinkage Ryû, el koryû de naginata más practicado hoy en día, estando muy presente también en la Zen Nihon Naginata Renmei en cuanto a atarashii naginata. La escuela fue fundada por Saito Kangan Denkibo Katsuhide en la Era Tenshô, en 1582 centrada en kenjutsu. El fundador de Tendô Ryû, al igual que la anterior, había estado relacionado con las enseñanzas de Kashima Shintô Ryû. Según la leyenda el fundador se encontraba realizando un retiro espiritual en el área de Kamakura cuando, una noche se enfrentó con un misterioso asceta en un combate de kenjutsu, el misterioso personaje era un gran esgrimista y el combate se extendió hasta el amanecer, donde el asceta decidió por concluida la contienda y se marchó ascendiendo hacia el Sol. Cuando el atónito Saito le preguntó por el nombre de su escuela, el asceta le respondió “Ten Ryû” (la escuela del Cielo-Paraíso). Este fue el nombre de la escuela hasta que llegados a finales del Periodo Edo, el sôke Mitamura Kengyô cambió ciertas directrices hasta hacer una escuela centrada en la naginata pasando a llamarse Tendô Ryû (la escuela del camino al Cielo-Paraíso). En 1889 Mitamura realiza un embu (demostración) en la Universidad femenina Doshiha de Kyôtô, que curiosamente había cofundado unos años antes la onna bugeisha Yamamoto Yaeko. La exhibición fue un éxito y las mujeres empezaron a demandar la enseñanza de la naginata tanto como parte de su educación escolar como actividad extraescolar. Mitamura Chiyo, esposa del “renovador” del estilo inició la tradición de una saga de aguerridas mujeres que liderarían la escuela hasta el día de hoy. Tendô Ryû se especializa en naginata aunque también trabaja:

Naginatajutsu-tantojutsuKenjutsu: ôdachi, kodachi, nitto.Kusarigamajutsu.Jojutsu: En este sentido no es que se especialicen en el uso

de este arma si no que lo tratan como una naginata a la que se le ha partido el filo o el asta.

Toda ha Bukô Ryû:

Toda Kurôemon Nagaie aprendió la hoy extinta koryû Chuyô Ryû kenjutsu, una escuela que descendía de las tradiciones del monte Kurama y que se basaba en el uso del kodachi. El estilo y las diferencias que aportaba Toda a Chuyô Ryû acabaron por hacer de la escuela un estilo propio llamado Toda Ryû, sin embargo sería su hijo Toda Gorôzaemon quien fundaría el estilo conocido como Toda Ryû kenjutsu. Gorôzaemon adoptó el nombre de Toda Seigen tras convertirse en monje budista, siendo el nombre por el que se conoce al fundador oficial de la escuela en el año 1560. El señor del castillo Hachigata en Musashi, Hôjô Ujikuni (1541-1597) pasó a ser el 2º sôke de la escuela, mientras que su mujer Daifuku Gozen pasa a ser la 3º sôke siendo la primera mujer que lidera esta escuela. Se si-guieron sucediendo las generaciones de la escuela hasta llegar al 13º sôke Suneya Ryosuke (1795-1877) que reforma la escuela otorgándole el nombre actual de Toda ha Bukô Ryû, en honor del monte Bukô. Su esposa, Suneya Satô le sucederá como 14º sôke y debido a sus grandes habilidades con la naginata se centrará en su estudio y su enseñanza, siendo este el comien-

zo de la especialización de esta escuela en esta arma, algo que llevaría a que más tarde se conociera la tradición hasta el día de hoy como Toda ha Bukô Ryû naginatajutsu. El estudio de este koryû comprende las disciplinas:

Naginatajutsu: En esta disciplina se especializan en la utilización de la kagitsuki naginata caracterizada por una barra (en ocasiones una especie de garfio) de metal que corre en perpendicular al inicio de la hoja curva. También realizan trabajos con nagamaki o arma donde la mitad de la naginata es asta y la otra mitad es hoja.

Kenjutsu. Kusarigamajutsu.Bojutsu (Rokushakubo)Yarijutsu.

Higo Koryû:

En un punto inconcreto de comienzos del Periodo Edo, Kamei Terushige comienza a enseñar en la zona montañosa de Higo un estilo peculiar de naginata y kenjutsu, este estilo se definirá como Higo Koryû debido a que enseñaba tardiciones realmente antiguas en el área de Higo. La principal caracte-rística del estilo es la utilización de un nagamaki típico de los Periodos Kamakura y Nambokuchô. Esta arma está compuesta por una hoja prácticamente recta de 1,2m y un asta de 1,2m. La morfología de esta arma hará que la escuela sea especial-mente dura y singular. En la actualidad también está regentada por mujeres, así como las anteriores generaciones. Como he dicho, esta disciplina se centra casi exclusivamente en el uso de la naginata-nagamaki y el kenjutsu para poder practicar en kata kumitachi (entrenamiento en parejas) enfrentando la katana a la naginata como es común en el resto de los koryû. En el caso de esta escuela, una de sus disciplinas principales, incluso desplazando a la naginata no es un arma, sino el sadô-chadô o escuela de ceremonia del té, la importancia viene dad a que la sección de sadô la fundó uno de los discípulos directos de Sen no Rikyû.

Chôkugen Ryû Ônaginata:

Kasai Denyemon Kanyu funda esta escuela hacia el Periodo Edo, aunque se presupone que sus orígenes puedan ser mucho más antiguos.

Hoy en día es la única escuela especializada en el uso de este tipo de arma, auque hay otros sôgo bujutsu que com-prenden su uso. Dentro las ônaginata o naginata de grandes dimensiones, las de esta escuela son especialmente conoci-das ya que llegan hasta los 2,70m en total, su hoja es ancha y su asta gruesa, convirtiéndola en un arma no sólo larga sino extremadamente pesada. Por ello sus técnicas de combate se basan en ejercer una pequeña fuerza al inicio y luego apro-vechar la inercia del arma. Al igual que la nagamaki de Higo Koryû, la ônaginata recuerda a los gustos armamentísticos del Periodo Nambokuchô. En la actualidad, grupos del koryû Ono ha Itto Ryû kenjutsu y Shin Musô Hayashizaki Ryû battojutsu regentan esta escuela. No está regentada por mujeres pero sin embargo si hay muchas onna bugeisha actuales que se atreven con esta dura disciplina donde a pesar de precisar de una fuerza básica, es más importante la técnica corporal que

investigación

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Bibliografía

AMDUR, Ellis (2007) Koryû. Escuela Antigua. Ensayos sobre las tradiciones marciales japone-sas. Shinden Ediciones S.L

Nihongi. Volume I. Chronicles of Japan from the earlest times.(2008) W.G. Aston. Cosimo Classics. New York. EEUU

OGAWA, Morihiro (2009). Art of the samurai. Japanese arms and armor 1156-1868. The Me-tropolitan Museum of Art. New York. EEUU.

SKOSS, Meik-Diane (2000). Koryû bujutsu: Clasical warrior traditions of Japan. Volume 1.

SKOSS, Meik-Diane (2000). Sword and spirit: Clasical warrior traditions of Japan. Volume 2.

SKOSS, Meik-Diane (2000). Keiko shokon: Clasical warrior traditions of Japan. Volume 3.

FRIDAY, Karl (1992).Hired Swords: The Rise of Private Warrior Power in Early Japan.

Recursos webhttp://todahabukoryu.org/http://www.koryu.com/http://www.naginata.org/http://www.jikishin-naginata.jp/http://www.nihonkobudokyoukai.org/

la musculatura. Chôkugen Ryû cuenta en su curriculum con las disciplinas:

Naginatajutsu : ÔnaginataKenjutsu.Bojutsu. Yoshin Ryû:Según la leyenda, Akiyama Shirobei Yoshitoki, un

experto budoka y afamado médico, viajó a China para aprender nuevas técnicas tanto médicas como marcia-les. A su vuelta realizó un retiro ascético donde halló la “iluminación” al observar como las ramas gruesas de un árbol se rompían ante el peso de la nieve, mientras que las ramas finas cedían el paso de la nieve sin romperse. En este momento (1632) crea Yoshin Ryû basándose es-pecialmente en el jujutsu. Aparentemente después apli-caría estás ideas y técnicas, creando las especialidades de sojutsu (lanza) y naginatajutsu en 1660. Yoshin Ryû es uno de los koryû que más han influenciado las escue-las de jujutsu llegando a ser una base muy importante sobre la que Kano Jigoro crea el Judô. Sin embargo, no sabemos en qué momento esta disciplina que siempre ha estado asociada a los hombres con todo lo que ello conlleva, especialmente en las escuelas de jujutsu, pasó a convertirse en la más elegante de las disciplinas de na-ginata. Regentada por mujeres, es la única escuela prac-ticada hoy en día de naginata donde las mujeres visten kimono en lugar de hakama–gi. No sólo eso sino que respetan todos los protocolos existentes en la vestimen-ta femenina tradicional japonesa, por ejemplo, aquellas jóvenes solteras pueden utilizar furisode o kimono con mangas extra-largas. El colorido también está estipulado según edades y estado civil. A la vestimenta acompañan los exquisitos peinados con elegantes horquillas y los refinados maquillajes, convirtiéndola en la escuela más “fashion” de naginata. Los movimientos de naginata son extremadamente gráciles y fluidos, siendo muy comunes virtuosos giros del arma como distracción al enemigo. Otra característica de esta escuela son las kata donde uno se enfrenta a más de un individuo, rompiendo así la dinámica japonesa del “uno contra uno” de manera que se asimila más en este punto al Ryûkyû kobujutsu (Okinawa). En las kata donde interviene la katana son los hombres los que ostentan el papel de kenjutsu en esta escuela, ataviados con montsuki-hakama. Las discipli-nas que se practican en este koryû son:

Naginatajutsu.Kenjutsu.Kusarigamajutsu.Hanbojutsu.

Marcos A. Sala Ivars

; Miembro del Grupo de Investigación Asia. ; Doctorando Universidad Complutense de Madrid; Hombuchô Ryôen Ryûko de Ryôen Ryû naginatajutsu.; Hombuchô Sekiguchi Kenryû de Musô Jikiden Eishin Ryû iaijutsu

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DokkodoRevista digital Nº4

octubre/noviembre 2013Tradición, historia y actualidad de las artes marciales

Shigehide Akamine SenseiEntre el Karate y el Zen

Muay Thai • Iaido • Karate • Aikido • Kobudo • Taichi Chuan • Eskrima

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PORTADA MAGAZINE DOKKODO NÚMERO 4 octubre/noviembre de 2013

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tao-yi-wu

Templo de las Nubes Púrpuras de Wudang.

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filosofía- medicina china- artes marciales

La recuperaciónpor FERNANDO LIUZZI,

VASUDEVA Centrodel

“El recogimiento interior es la senda que conduce a la Inmortalidad, el atolondramiento es la senda que conduce a la Muerte. Los que son recogidos no perecen, los atolondrados ya están muertos.”

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Meditación Chan en el Lago de las Siete Estrellas.

tao-yi-wu

Así comienza el capítulo II del Dhammapada o Sendero de la Virtud, importante texto del canon budista, de carácter muy práctico, generalmente atribuido al mismo Buda.

El Camino del Tao es un viaje que debemos realizar desde la periferia a nuestro centro, desde el falso ego a nuestro verda-dero ser, es decir desde la construcción que hemos hecho en base a las experiencias vividas, los condicionamientos culturales que han dejado su impronta y nuestra propia capacidad para comprender al estado del ser que surja cuando todo eso se detiene.

En medio de la vorágine de lo cotidiano, con todos sus reclamos, en medio del frenesí de nuestra sociedad y de los infinitos estímulos a los que estamos expuestos, es realmente una bendición contar con el lega-do de las Artes Marciales para poder poner orden o al menos manejarnos con una cierta estrategia, en medio de la agitación del mundo que nos rodea.

Desde esta perspectiva debemos considerar el tremendo valor de la técnica a la cual nos abocamos, por medio de la cual vamos a ir desa-rrollando de forma indirecta algunas cualidades intrínsecas al Camino del Guerrero (de las que ya hemos hablado en el artículo anterior) que nos van a dar la posibilidad de gestionar de forma más adecuada las respuestas a nivel físico, mental y emocional, ante todo este mar de impresiones en el que generalmente se navega penosamente.

Así, vamos desarrollando progresivamente la idea de la disciplina, abarcando ésta niveles cada vez más sutiles de nuestra vida.

En principio, adiestramos nuestro cuerpo conscientes de que su es-tado repercute en nuestras emociones, y en el esfuerzo por mejorar la técnica, vamos modificando patrones en la forma de sentir su influen-cia, lo cual nos irá templando al punto de no identificarnos tan profun-damente con sus reclamos, lo cual se revela cada vez más como una experiencia liberadora.

Considero a la meditación como un complemento indispensable ya sea en estilos internos o externos de Artes Marciales para que este tipo de experiencias se vuelvan más presentes.

Es bien sabido como cambia en un principiante incluso el umbral del dolor, a partir de un cierto desapego al mismo que surge con el tiempo.

Tener en cuenta que estos principios puedan adquirir formas muy variadas, por ejemplo incluso en la práctica de la meditación Chan (Zen), vemos este hecho, cuando se está mínimamente preparado para ello, uno puede participar en los “seshines” (Retiros estacionales) en los cuales se realizan 8 horas diarias de meditación silenciosa y entonces ocurre que aunque uno esté acostumbrado a la práctica diaria, al se-gundo o tercer día de intensivo (sobre todo si se practica con las piernas cruzadas, no en la postura de seiza) comenzará naturalmente a sen-tir mucho dolor en las piernas, entonces cuando suene el sino (cuen-co de meditación) comenzará una gran batalla, siempre y cuando uno siga firmemente la premisa de “no moverse” y la mente se dispara con todo tipo de argumentos. Y uno puede pensar ¿qué estoy haciendo aquí? ¿para qué todo este esfuerzo, este dolor? ¿No es acaso mi propio ego el que busca reconocimiento?

Y en realidad, nadie le obliga a uno a pasar por ello, uno siempre pue-de retirarse y abandonar la práctica, pero si decide continuar, explorar sus propios límites sabiendo que la campana del fin de la práctica sonará tras 45 eternos minutos, tendrá que “soltar presa”, desapegándose del dolor físico y mental, “saltar al vacío” ¡aceptar! ¡entregarse!, entonces si uno tiene el temple necesario para ello, ¡ocurrirá!, de pronto el cuer-po será como un objeto en las manos, podemos sentir su textura, sus cualidades y sus características, pero ¡no nos identificaremos con él! Se revelará progresivamente como la periferia de nosotros mismos, enton-

ces surgirá una gran estabilidad, una gran paz, una gran energía que irá abriendo nuestro camino.

En los estilos internos de kung fu, es muy común una práctica en la que una experiencia muy semejante tiene lugar, me refiero al “Abrazo al Árbol”, que nos sirve de punto de partida para el Chi Kung, el Tai Chi Chuan, el Pakua …etc.

Tras adoptar la postura, lo cual conlleva una alineación muy precisa de la columna vertebral, colocando la pelvis de manera de estirar la zona lumbar desde el coxis, y a su vez tener las piernas flexionadas, mien-tras los brazos forman un círculo, comenzamos a observar las distintas tensiones que van surgiendo en el cuerpo, a veces por la mala postura, otras por bloqueos energéticos o zonas resentidas por distintos motivos, y en principio esta observación produce una sensación algo agobiante, entonces es cuando comienza el trabajo.

“ La práctica sin esfuerzo no es verdadera práctica” T.Suzuki.

Solemos proponer concentrarnos en los ojos, en una sonrisa inter-na, que no siempre se logra fácilmente, a veces necesitamos impos-tarla o reírnos previamente en forma deliberada, la cuestión es que si conseguimos iluminar los ojos con una sonrisa, inmediatamente cambia la sensación de esfuerzo que estábamos experimentando. Por un lado porque el nervio óptico está muy ligado al sistema nervioso autónomo, es a través de esa sonrisa que activamos el sistema parasimpático obte-niendo así un estado mucho más relajado y receptivo.

Por otro lado, a través de los ojos canalizamos nuestra intención, guiamos la energía, y accedemos a otros estados de conciencia.

Entonces vemos el mismo principio actuante, a través de la relajación, vamos interiorizándonos de forma de no identificarnos con la coraza cor-poral, a partir de la quietud que surge en la periferia, mente y emociones también se van aquietando y comienza a surgir una percepción más clara de la energía como origen de esas manifestaciones externas. El viaje debe continuar pero ya, a este nivel, hay un profundo cambio de conciencia y

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filosofía- medicina china- artes marciales

de comprensión del verdadero valor de la técnica. Ilustrando este argumento os comparto una experiencia personal.

Hace muchos años, justo antes de que existiera internet, y con ello la difusión que ha tenido el Tai Chi Chuan y lugares como Chen Jia Gou, la aldea cuna del estilo Chen. Antes de que algunos de los Maestros actua-les construyeran sus escuelas, tuve la fortuna de permanecer un tiempo en la casa del Maestro Chen Xiao Xin, compartiendo el entrenamiento con los discípulos que allí vivían, entre los cuales se encontraba su hijo Chen Zi Qiang, muy conocido hoy día. En una tarde en que el Maestro me enseñaba la parte final del Pao Chui (poderoso puño), le pedí que me explicara la aplicación marcial de un movimiento que no comprendía, ante esto, mirando de reojo a uno de sus asistentes, con cierta mofa por la impertinencia del extranjero, me dijo: “Pon tus manos aquí.” (sobre su brazo), entonces, sin apenas moverse, sentí un empuje intenso que me desplazó unos pasos atrás, y tras esto me dijo: “No te preocupes por las aplicaciones marciales.”

Así, de forma contundente, me hizo comprender que el principal en-foque en el Tai Chi Chuan, es ese desarrollo de la energía interna, y todo

lo demás es secundario, la misma técnica es una forma de canalizarla. Muy importante tener esto en cuenta en el Tui Shou, y diría en toda apli-cación marcial que intente ser parte del Camino del Tao.

Vemos así que el principio fundamental es la recuperación del Centro y el desarrollo de la energía interna, a partir de lo cual se gestiona toda expresión del cuerpo y las emociones, a través y más allá de la técnica, en lo cual se hace tanto hincapié, tanto en el Tai Chi Chuan como en el Aikido, pero a pesar de ser esto un aspecto crucial desde la perspectiva de la técnica, no deja de ser una expresión externa de un principio más profundo que es el desplazar nuestra conciencia desde la superficie a las profundidades, es decir, estar en la periferia es estar en la técnica, el ego, la mente, la construcción, ir hacia el centro, a las profundidades, es iniciar el “Camino de Retorno”, es ir de lo personal a lo impersonal, de la individualidad a la unidad de todas las cosas. Por eso dice el Tao Te King:

“… He oído decir que el que conoce el secreto de la vida y de la muerte, camina sobre la tierra sin temor al rinoceronte ni al tigre, avan-za por en medio de un ejército, sin huir ante las corazas y las armas. El rinoceronte no encuentra donde hincar su cuerno. El tigre no encuentra donde clavar sus garras. El arma no encuentra donde hundir su corte, porque ninguna de estas cosas encuentran sitio alguno para la muerte.”

Seguir el Camino del Tao, a través de las Artes Marciales es empren-der este viaje desde los fragmentos del yo, a la totalidad de uno mismo; desde todo lo que cambia a esa parte de nosotros que no cambia; des-de la impermanencia a la trascendencia; del movimiento a la quietud, del ser al no ser; de lo mortal que hay en nosotros, a la inmortalidad del espíritu, compartiendo este enfoque con toda vía iniciática, desde los rituales a las danzas sufís, como bien expresa uno de los principales himnos védicos:

“ASATOMA SAD GAMAYA, TAMA SOMA JYOTIR GAMAYA,

MRITYORMA AMRITAM GAMAYA.”

“Que la Divinidad nos lleve…de lo Irreal a lo Real,

de la Oscuridad a la Luz, de la Muerte a la Inmortalidad”

Abrazo del árbol en el Lago de las Siete Estrellas. Fernando Liuzzi con el maestro Chen Xiao Xin.

Tenemos en cuenta que todo acto físico tiene una respuesta psicológica y viceversa, y de la mima forma en que las emociones repercuten en nuestra respiración, buscamos a través del control del movimiento y la respiración, el control o armonización de las mismas

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ãcentográfico

Hemos disfrutado mucho haciendo esta revista.