madriguera 34

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LA OTRA ORILLA Era un río que no podía pasar sino nadando, porque al otro lado de la orilla del río, habían árboles plantados que nunca sabían cuándo venía el veranos y la sequía; y sus frutos y sus hojas no se marchitaban esto servía de refrigerio y medicina. Era un lugar que nunca el hombre podría llegar, sino nace nuevo. No es el paraíso perdido que la religión y la ciencia siempre andan buscando; el paraíso está en el corazón del hombre. Era un río donde toda alma que pasaba sanaba y no había explicación de esto. Pues yo no quería volver al otro lado de la orilla porque allá se sabía cuando venía el veranos y la sequía, la enfermedad y la muerte. Fui plantado como un árbol junto al río donde jamás descubriría el misterio de la muerte. JEREMIAS.17.7-8. MAGO Es amante de los trucos y la gente suele engañar. Es amante del universo pero no lo puede desaparecer con su sombrero de copa. Es amante de la belleza tampoco puede transformarla ni siquiera hacerla fea, son sólo trucos simplemente nada más detrás de los espejos o de una cortina de humo, magia… LA CALLE DE DIOS A mis amigos de la infancia Esta era la calle de los recuerdos de la intemperie de mi infancia. Cuando jugaba a los trompo, metras, volantines, pirinolas, el escondido, la gallinita ciega, y otros juegos más. Donde siempre al final nos acordábamos de Dios y hablábamos de él como si ya lo hubiésemos conocido o escuchado su voz. Esta era la calle cuando los aguaceros inundaban la casita barro con techo de zinc , donde pasé muchas intemperies. Hasta que llegó el día de abandonar la calle de Dios con lágrimas y tristeza me fui a vivir a otra calle, donde no estaban mis amigos de la infancia, donde ya no jugábamos a los trompos, metras, etc., donde ya no conversábamos de Dios sino de la rutina diaria y de los fracasos. Quería volver a la calle de Dios donde dejé mis recuerdos, mis penas, mi pobreza, mi hambre y sed; a mis amigos que nunca se olvidan de mí. Esta era la calle de Dios donde aprendí que la vida No es fácil… pero la vida es perfectamente BELLA.

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Page 1: Madriguera 34

LA OTRA ORILLA Era un río que no podía pasar sino nadando, porque al otro lado de la orilla del río, habían árboles plantados que nunca sabían cuándo venía el veranos y la sequía; y sus frutos y sus hojas no se marchitaban esto servía de refrigerio y medicina. Era un lugar que nunca el hombre podría llegar, sino nace nuevo. No es el paraíso perdido que la religión y la ciencia siempre andan buscando; el paraíso está en el corazón del hombre. Era un río donde toda alma que pasaba sanaba y no había explicación de esto. Pues yo no quería volver al otro lado de la orilla porque allá se sabía cuando venía el veranos y la sequía, la enfermedad y la muerte. Fui plantado como un árbol junto al río donde jamás descubriría el misterio de la muerte. JEREMIAS.17.7-8. MAGO Es amante de los trucos y la gente suele engañar. Es amante del universo pero no lo puede desaparecer con su sombrero de copa. Es amante de la belleza tampoco puede transformarla ni siquiera hacerla fea, son sólo trucos simplemente nada más detrás de los espejos o de una cortina de humo, magia…

LA CALLE DE DIOS

A mis amigos de la infancia Esta era la calle de los recuerdos de la intemperie de mi infancia. Cuando jugaba a los trompo, metras, volantines, pirinolas, el escondido, la gallinita ciega, y otros juegos más. Donde siempre al final nos acordábamos de Dios y hablábamos de él como si ya lo hubiésemos conocido o escuchado su voz. Esta era la calle cuando los aguaceros inundaban la casita barro con techo de zinc , donde pasé muchas intemperies. Hasta que llegó el día de abandonar la calle de Dios con lágrimas y tristeza me fui a vivir a otra calle, donde no estaban mis amigos de la infancia, donde ya no jugábamos a los trompos, metras, etc., donde ya no conversábamos de Dios sino de la rutina diaria y de los fracasos. Quería volver a la calle de Dios donde dejé mis recuerdos, mis penas, mi pobreza, mi hambre y sed; a mis amigos que nunca se olvidan de mí. Esta era la calle de Dios donde aprendí que la vida No es fácil… pero la vida es perfectamente BELLA.

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EDICIONES MADRIGUERA Director: Ennio Tucci Editora: Jenifeer Gugliotta Oscar J. Chirino, “METAMORFOSIS” Ilustraciones: Isabel Pernalete

[email protected] http://madriguera.ya.st

HECHO EL DEPÓSITO DE LEY

Òscar J. Chirino (Coro, 1970) Escritor, poe-ta, narrador y ensayista. Ex-miembro de la Asociación de Escritores del Estado Falcón Venezuela 1992-1994. Fundador de la pági-na “Vuelos” publicada en el diario LA PRENSA. Ha realizado talleres de litera-tura venezolana (narrativa, poesía y poesía infantil). Actualmente estudia educación integral en la Universidad Bolivariana de Venezuela. Sirve a Dios en la iglesia cristiana evangélica pentecostal Sión como profeta. Amigo participante del Grupo Musaraña.

METAMORFOSIS A Susan Sontag

Amnesia… virus que borra la memoria, desvanece en silencio, desanima. Hay que buscar un antivirus. Amnesia… trastorna la mente, la duda entorpece, ayuda a olvidar, no hay definición. Amnesia… Acaba sin medida, así como entra la muerte al oído, y expresa en los ojos una mirada obsesiva. Amnesia… nombre femenino. La mujer ayuda al hombre a olvidar, y el hombre por su debilidad cree que es suficiente. Amnesia… cuando la crisis genera una descarga positiva vuelve en si la memoria. LUZ DE AMOR

En memoria de mi amada Margareth Corannie Marín Te fuiste como golondrina a volar en los cielos, a reposar en los mares de la eternidad, con destino de no volver jamás. Y, llevabas una herida incurable en tu pecho, Pero tu corazón gemía y agonizaba. Aun tus deseos se desvanecían en la tristeza de tus ojos, y en la sonrisa de tus labios se reflejaba la alegría de tus versos; no, no te vi partir hermosa golondrina, no te olvidaré bella dulce golondrina que te fuiste a volar en los cielos a reposar en los mares de la eternidad.

Nº34

Óscar Chirino

Metamorfosis