madriguera 28

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Santa Ana de Coro, Agosto 2008 Año 3 Nº 28 Edición mensual - Depósito Legal PP200603FA452 EDICIONES MADRIGUERA Director: Ennio Tucci Editora: Jenifeer Gugliotta Marina Lugo En busca del olvido Ilustración: Mariana Chirinos Fundación Wilmer Gutiérrez “Arte en la calle” [email protected] http://madriguera.ya.st HECHO EL DEPÓSITO DE LEY Marina Lugo Ha trabajado en los pro- yectos impulsados por el Grupo Musaraña, desde el año 2006. Ha demos- trado un gran crecimiento en su escritura. Participó en la V Bienal de Literatu- ra “Elías David Curiel”, entre los escritores jóve- nes que representaron al estado Falcón; y en los Ciclos de Recitales Colec- tivos, organizados por el Grupo Musaraña. Hoy voy a darme un paseo por el cementerio de los recuerdos donde encuentro una lápida con tu nombre una tumba con tu fotografía Finjo que nada pasa pero es inevitable el sentir como late mi pecho al saber de ti Mis manos persiguen tu piel pero el ataúd está vacío Siento en su rustica madera tu tacto Me sumerjo en el otro mundo el pasado llega al presente en un instante ahí estás tú ahí está tu penetrante mirada con tus ojos pequeños, dulces y atrayentes Están tus labios como dos montañas que se unen Está tu pelo suave que busca la caricia de mis dedos Me enredo entrelazándome con tus brazos mientras desaparezco entre ellos Tú solo mantienes esas líneas circulares que cubren tu sonrisa Mi corazón está por estallar Mis venas se saturan de sangre Mis pulsaciones se aceleran mientras mis ojos gritan un “Te quiero” Mis labios enmudecen al quedar sin aliento Te regalo una sonrisa cargada de sentimiento junto a una lágrima que nunca verás ¿Cómo puedo hacer que escuches palabras que solo están escritas? y el día de mañana posiblemente desaparezcan entre cenizas ¿Cómo puedo hacer que me escuches, si no sabes escuchar los gritos del corazón? Mejor permanece en el ataúd Sigue enterrado en el cementerio de los recuerdos Yo volveré a mi realidad Lo siento si no vuelvo a visitarte Lo siento si dejo de llevarte flores Pero mi vida me exige seguir el presente enterrando por completo la lápida con tu nombre ésa que una vez llegué a llamar amor y hoy simplemente se olvidó. Nº28 En busca del olvido Marina Lugo

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Page 1: Madriguera 28

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EDICIONES MADRIGUERA Director: Ennio Tucci Editora: Jenifeer Gugliotta Marina Lugo “En busca del olvido” Ilustración: Mariana Chirinos Fundación Wilmer Gutiérrez “Arte en la calle”

[email protected] http://madriguera.ya.st

HECHO EL DEPÓSITO DE LEY

Marina Lugo Ha trabajado en los pro-yectos impulsados por el Grupo Musaraña, desde el año 2006. Ha demos-trado un gran crecimiento en su escritura. Participó en la V Bienal de Literatu-ra “Elías David Curiel”, entre los escritores jóve-nes que representaron al estado Falcón; y en los Ciclos de Recitales Colec-tivos, organizados por el Grupo Musaraña.

Hoy voy a darme un paseo por el cementerio de los recuerdos donde encuentro una lápida con tu nombre una tumba con tu fotografía Finjo que nada pasa pero es inevitable el sentir como late mi pecho al saber de ti Mis manos persiguen tu piel pero el ataúd está vacío Siento en su rustica madera tu tacto Me sumerjo en el otro mundo el pasado llega al presente en un instante ahí estás tú ahí está tu penetrante mirada con tus ojos pequeños, dulces y atrayentes Están tus labios como dos montañas que se unen Está tu pelo suave que busca la caricia de mis dedos Me enredo entrelazándome con tus brazos mientras desaparezco entre ellos Tú solo mantienes esas líneas circulares que cubren tu sonrisa Mi corazón está por estallar Mis venas se saturan de sangre Mis pulsaciones se aceleran mientras mis ojos gritan un “Te quiero” Mis labios enmudecen al quedar sin aliento Te regalo una sonrisa cargada de sentimiento junto a una lágrima que nunca verás ¿Cómo puedo hacer que escuches palabras que solo están escritas? y el día de mañana posiblemente desaparezcan entre cenizas ¿Cómo puedo hacer que me escuches, si no sabes escuchar los gritos del corazón? Mejor permanece en el ataúd Sigue enterrado en el cementerio de los recuerdos Yo volveré a mi realidad Lo siento si no vuelvo a visitarte Lo siento si dejo de llevarte flores Pero mi vida me exige seguir el presente enterrando por completo la lápida con tu nombre ésa que una vez llegué a llamar amor y hoy simplemente se olvidó.

Nº28

En busca del olvido Marina Lugo

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El terror con acto cumbre en tus sentidos el espanto que me hipnotiza como el momento al verte en que se me paraliza el corazón cuando vivo sin aire y muero sin vivir. Se me congela el alma se me enfría el cuerpo como cadáver esquelético con años de sepulcro puedo salir a la vida con el impacto del terror pero antes mátame y destroza mi corazón. Entiérrame en el ampo santo, en la fosa más onda y profunda, para así yo poder… volver a nacer. Me duele verte me ataca el malestar desde que te interpusiste un día, desde que me hiciste retirar desde que te apoderaste de mis sentimientos. Odio decir que el verte me produce ira, mi mente se detiene por instantes cuando tu rostro se posa frente a mis ojos, sonrío cuando regreso nuevamente pero tú tienes el cargo de interferir en mis sentimientos y aturdir mis pensamientos, de brotar el fuego en llamas de mi mirada y acabar con la locura de mi corazón.

Quiero fumarme el cigarro de la vida ahogarme, y absorber la nicotina en un respiro

exhalar una bola de humo que se transforme en tu imagen

que logre tu sombra. Exprimo la ceniza

para acabar con tu recuerdo que quedará borrado

mientras prendo otro cigarro con la boba llama queriendo apagarse

Inhalo la nicotina de tu esencia y exhalo tu recuerdo en mí

Con el tiempo mis pulmones se intoxican de ti Me dificulta el respiro

Yo, dejo de fumar no cambio la pureza de mi aire…

por la nicotina de tu ser. Toma, comete mi carne Bébete mi sangre Que tanto esperas caníbal a que se enfríe mi piel y crujan mis huesos a que pierda el sabor agridulce del corazón que exploten mis pulmones de un grito y se me paralice el cuerpo. Prefieres esperar que muera de un infarto antes de matarme tú O mejor comer de mi carne, y beber de mi sangre como todo un caníbal desgarrándome.