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Una selección semanal ofrecida por Copyright © 2010 The New York Times LUNES, 1 DE FEBRERO DE 2010 VENTANA TONY CENICOLA/THE NEW YORK TIMES IntelIgencIA: Vivi endo en un mundo dividido y lejano. Página II Siempre han tenido plata para derrochar POR LAURA M. HOLSON E jECuTivos dE la banca de inversión y sus esposas no abri- eron la billetera durante la tem- porada de bonificaciones del año pasado debido al pánico, y después por temor a que grupos con antorchas cayeran sobre sus mansiones. ahora, después de un año de austeridad autoimpuesta, y en lo que parece ser una temporada de bonificaciones espectacu- lar, la gente de Wall street se deshace de lo que una comerciante de productos de lujo calificó de su “fati- ga frugal”. a diferencia del derroche de antes, sin em- bargo, el consumo va a ser mucho menos conspicuo. Morgan stanley declaró hace poco que destinaría us$14 mil 400 millones al pago de sueldos y bonifica- ciones, us$235 mil por empleado. un día después, Goldman sachs anunció que pagaría un promedio de us$498 mil, con lo que los máximos productores de cada uno de los dos bancos tendrían una ga- nancia de varios millones de dólares. Más que en años anteriores, las cifras de las bonificaciones de este año generan un profundo resentimiento en un país que tiene un desempleo del 10 por ciento. Pero hay otra clase de personas, aparte de los pocos afortunados que reci- ben los regalos de Wall street, que cele- bran las bonificaciones: los proveedores de bienes y servicios para los ricos, que de esa forma verán mejorar su suerte. En un efecto “derrame” propio de Nueva York, las inmobiliarias, los comerciantes de autos caros y los negocios de produc- tos de lujo dan la bienvenida a esta tem- porada de bonificaciones como si fuera propia. En los Hamptons, al este de Nueva York, donde los operadores inmobiliarios cortejan a los ejecutivos bancarios que buscan ca- sas de verano, también se estima que las ventas be- neficiarán a contratistas, mudadoras y jardineros. “una comuni- dad como los Hamptons depende de la operaciones inmobiliarias”, dice diane saatchi, una productora de saunders and associates que acaba de venderle una ca- sa a un ejecutivo por us$4.9 millones. “No le pidan que hable de eso, porque no lo hará”, agrega sattchi haciendo refe- rencia al comprador. “No quieren que na- die sepa lo que compran”. Eso comprende Los ricos disimulan sus caprichos. Sigue en la página III V cIencIA Y tecnOlOgÍA Adiós a complicados controles remotos. Ya se trate del cuerpo perfecto, del bistec perfecto o del atuendo perfecto, todos quieren lo que quieren sin dedicarle ningún trabajo. al parecer, aprender una nueva técnica, interactuar con otros, o simplemente ensayar dejó de ser necesario. imagínese no tener que pres- tar atención en la cocina, nada menos. Bueno, un nuevo aparato de co- cina lo hará por usted. The Times informó que acaba de salir a la venta la primera máquina de vacío autocontenido para cocineros ca- seros, que combina un calor suave y constante con un sellado hermé- tico. los huevos pasados por agua perfectos, el salmón escalfado y el bistec jugoso ahora no requieren ninguna atención una vez puestos en bolsas selladas y sumergidos en el baño controlado de agua calien- te del aparato. Nada de introducir el cuchillo en la carne o inspeccionar los ju- gos para ver si está cocida, ni de controlar el tiempo de los huevos. “Con el vacío, se reduce o elimina el tener que guiarse por el olfato, el sonido, el gusto y el tacto”. Pero, como ocurre con muchas comodidades, tiene su lado nega- tivo. “Cocinar con técnicas que no requieren demasiada atención tiene sus riesgos”, escribió el chef Thomas Keller en Bajo presión. “al eliminar la necesidad de prestar atención, se elimina el oficio”. las habilidades manuales bá- sicas, que son útiles para armar un juguete infantil, también están desapareciendo. ahora que los juguetes vienen en un embalaje más comprimido – pa- ra reducir los costos de envío y de mano de obra y debido al menor es- pacio en los anaqueles de las tien- das minoristas– hay que armarlos más, dijo The Times. lo cual puede generar frustra- ción. Como señaló un comentarista en amazon.com en referencia al juego de construcción: “¡PoR Fa- voR! ¡PaRa aRMaR EsTo HaY QuE sER iNGENiERo!” simmie Kerman, copropietaria de cuatro jugueterías en la zona de Washington-Baltimore, reconoció las frustraciones de sus clientes y ahora hace que sus empleados armen algunos juguetes de ante- mano o, en otros casos, cobra una pequeña tarifa por armarlos. “sus habilidades manuales han dismi- nuido”, dijo a The Times hablando de sus clientes. Muchas empresas fabricantes de juguetes incrementaron sus líneas telefónicas de servicio al cliente en los últimos tres años, dijo a The Times Reyne Rice, especialista en tendencias de la asociación de la industria del juguete. Pero no hace falta dialogar con humanos para obtener ayuda. Basta con descargarla, como hizo Taylor disher, 22, cuando buscaba un nuevo maquillaje. En vez de pasar horas probándose brillo para labios con una vendedora en una perfumería, lo hizo usando una aplicación de iPhone llamada Makeup (Maquillaje). Con la tecnología de recono- cimiento facial de la aplicación, disher aplicó un labial pixelado sobre una foto hasta que encontró el matiz perfecto de rosa, escribió The Times. ¿acaso los cosméticos mismos se volverán irrelevantes? olvíde- se de los rituales de belleza que insumen tiempo o de las visitas al dermatólogo. ahora es posible recorrer el camino a la belleza co- miendo y bebiendo. Nescafé acaba de descubrir en asia un mercado ávido por el café con colágeno, una proteína que se encuentra en los tejidos conecti- vos capaz de mejorar la piel. Y en japón se agrega colágeno a las be- bidas con yogur y frutas deshidra- tadas escribió The Times. de modo que mejor nos sentamos y que ha- gan el trabajo por nosotros, porque cazar y recolectar obviamente ya no va. ANITA PATIL Una vida sin mucho esfuerzo VI VIDA Y cOMIDA Un banco de animales de cría. IV negOcIOS Y ecOlOgÍA Para escaladores, un empleo soñado.

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Page 1: Lunes, 1 De Febrero De 2010 Siempre han tenido plata para … · 2010-10-01 · cialista en el sistema alemán. “La clave es que haya un sistema esco - lar y de cuidado infantil

Una selección semanal ofrecida porCopyright © 2010 The New York TimesLunes, 1 De Febrero De 2010

VENTANA

tony cenicola/the new york times

IntelIgencIA: Viviendo en un mundo dividido y lejano. Página II

Siempre han tenido plata para derrochar

POR LAURA M. HOLSON

EjECuTivos dE la banca de inversión y sus esposas no abri-eron la billetera durante la tem-

porada de bonificaciones del año pasado debido al pánico, y después por temor a que grupos con antorchas cayeran sobre sus mansiones.

ahora, después de un año de austeridad autoimpuesta, y en lo que parece ser una temporada de bonificaciones espectacu-lar, la gente de Wall street se deshace de lo que una comerciante de productos de lujo calificó de su “fati-ga frugal”. a diferencia del derroche de antes, sin em-bargo, el consumo va a ser mucho menos conspicuo.

Morgan stanley declaró hace poco que destinaría us$14 mil 400 millones al pago de sueldos y bonifica-ciones, us$235 mil por empleado. un día después, Goldman sachs anunció que pagaría un promedio de us$498 mil, con lo que los máximos productores de cada uno de los dos bancos tendrían una ga-nancia de varios millones de dólares.

Más que en años anteriores, las cifras de las bonificaciones de este año generan un profundo resentimiento en un país que tiene un desempleo del 10 por ciento.

Pero hay otra clase de personas, aparte de los pocos afortunados que reci-ben los regalos de Wall street, que cele-bran las bonificaciones: los proveedores de bienes y servicios para los ricos, que de esa forma verán mejorar su suerte. En un efecto “derrame” propio de Nueva York, las inmobiliarias, los comerciantes de autos caros y los negocios de produc-tos de lujo dan la bienvenida a esta tem-porada de bonificaciones como si fuera

propia.En los Hamptons, al este

de Nueva York, donde los operadores inmobiliarios cortejan a los ejecutivos bancarios que buscan ca-sas de verano, también se estima que las ventas be-neficiarán a contratistas,

mudadoras y jardineros. “una comuni-dad como los Hamptons depende de la operaciones inmobiliarias”, dice diane saatchi, una productora de saunders and associates que acaba de venderle una ca-sa a un ejecutivo por us$4.9 millones.

“No le pidan que hable de eso, porque no lo hará”, agrega sattchi haciendo refe-rencia al comprador. “No quieren que na-die sepa lo que compran”. Eso comprende

Los ricos disimulan sus

caprichos.

Sigue en la página III

VcIencIA Y tecnOlOgÍA

Adiós a complicados controles remotos.

Ya se trate del cuerpo perfecto, del bistec perfecto o del atuendo perfecto, todos quieren lo que quieren sin dedicarle ningún trabajo. al parecer, aprender una

nueva técnica, interactuar con otros, o simplemente ensayar dejó de ser necesario. imagínese no tener que pres-tar atención en la cocina, nada

menos. Bueno, un nuevo aparato de co-

cina lo hará por usted. The Times informó que acaba de salir a la venta la primera máquina de vacío autocontenido para cocineros ca-seros, que combina un calor suave y constante con un sellado hermé-tico. los huevos pasados por agua perfectos, el salmón escalfado y el

bistec jugoso ahora no requieren ninguna atención una vez puestos en bolsas selladas y sumergidos en el baño controlado de agua calien-te del aparato.

Nada de introducir el cuchillo en la carne o inspeccionar los ju-gos para ver si está cocida, ni de controlar el tiempo de los huevos. “Con el vacío, se reduce o elimina el tener que guiarse por el olfato, el sonido, el gusto y el tacto”.

Pero, como ocurre con muchas comodidades, tiene su lado nega-tivo. “Cocinar con técnicas que no requieren demasiada atención tiene sus riesgos”, escribió el chef Thomas Keller en Bajo presión. “al eliminar la necesidad de prestar atención, se elimina el oficio”.

las habilidades manuales bá-sicas, que son útiles para armar

un juguete infantil, también están desapareciendo.

ahora que los juguetes vienen en un embalaje más comprimido – pa-ra reducir los costos de envío y de mano de obra y debido al menor es-pacio en los anaqueles de las tien-das minoristas– hay que armarlos más, dijo The Times.

lo cual puede generar frustra-ción. Como señaló un comentarista en amazon.com en referencia al juego de construcción: “¡PoR Fa-voR! ¡PaRa aRMaR EsTo HaY QuE sER iNGENiERo!”

simmie Kerman, copropietaria de cuatro jugueterías en la zona de Washington-Baltimore, reconoció las frustraciones de sus clientes y ahora hace que sus empleados armen algunos juguetes de ante-mano o, en otros casos, cobra una

pequeña tarifa por armarlos. “sus habilidades manuales han dismi-nuido”, dijo a The Times hablando de sus clientes.

Muchas empresas fabricantes de juguetes incrementaron sus líneas telefónicas de servicio al cliente en los últimos tres años, dijo a The Times Reyne Rice, especialista en tendencias de la asociación de la industria del juguete.

Pero no hace falta dialogar con humanos para obtener ayuda. Basta con descargarla, como hizo Taylor disher, 22, cuando buscaba un nuevo maquillaje. En vez de pasar horas probándose brillo para labios con una vendedora en una perfumería, lo hizo usando una aplicación de iPhone llamada Makeup (Maquillaje).

Con la tecnología de recono-cimiento facial de la aplicación, disher aplicó un labial pixelado sobre una foto hasta que encontró el matiz perfecto de rosa, escribió The Times.

¿acaso los cosméticos mismos se volverán irrelevantes? olvíde-se de los rituales de belleza que insumen tiempo o de las visitas al dermatólogo. ahora es posible recorrer el camino a la belleza co-miendo y bebiendo.

Nescafé acaba de descubrir en asia un mercado ávido por el café con colágeno, una proteína que se encuentra en los tejidos conecti-vos capaz de mejorar la piel. Y en japón se agrega colágeno a las be-bidas con yogur y frutas deshidra-tadas escribió The Times. de modo que mejor nos sentamos y que ha-gan el trabajo por nosotros, porque cazar y recolectar obviamente ya no va. ANITA PATIL

una vida sin mucho esfuerzo

VIVIDA Y cOMIDA

Un banco de animales de cría.IV

negOcIOS Y ecOlOgÍA

Para escaladores, un empleo soñado.

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The  New  York  Times  se  publica  semaNalmeNTe  eN  los siguieNTes diarios:  sÜddeuTsche zeiTuNg, alemaNia  ●  claríN, argeNTiNa  ●  der sTaNdard, ausTria  ●  la razóN, bolivia  ●  folha, brasil la seguNda, chile  ●  el especTador, colombia  ●  delo, esloveNia  ●  el país, españa  ●   The korea Times, esTados uNidos  ●  NovoYe russkoYe slovo, esTados uNidos  ●  maNila bulleTiN, filipiNas  ●  le figaro, fraNcia 24 saaTi, georgia  ●  elefTheroTYpia, grecia  ●  preNsa libre, guaTemala  ●  The asiaN age, iNdia  ●  la repubblica, iTalia  ●  asahi shimbuN, japóN  ●  el NorTe, mural Y reforma, méxico  ●  la preNsa, paNamá The observer, reiNo uNido  ●   lisTiN diario, república domiNicaNa  ●  rumaNia libera, rumaNia  ●  NovaYa gazeTa, rusia  ●  uNiTed dailY News, TaiwáN  ●  sabah,Turquía  ●  el observador, uruguaY

e l  m u Ndo

ii  Lunes, 1 De Febrero De 2010

POR KATRIN BENNHOLD

NEUÖTTING, Alemania — Se calificó a Manuela Maier de mala madre, una Rabenmutter, o madre cuervo, por el pájaro que expulsa a los pichones del nido. Las otras ma-dres la rechazaron, los vecinos y la familia la criticaron y fue blanco de insultos en un negocio local.

¿Cuál fue su crimen? Inscribir a Florian, su hijo de nueve años, cuando la escuela ofreció almuerzo y clases por la tarde el otoño pasado y volver a trabajar.

“Me dijeron: ‘¿Por qué tiene hijos si no se puede ocupar de ellos?’” re-cuerda Maier, que tiene 47 años. En comparación, dice, tener un primer hijo siendo soltera hace veintiún años no le llamó la atención a nadie en esta tradicional población de Ba-viera, el estado conservador y cató-lico del sur de Alemania.

Diez años después de iniciado el siglo XXI, en la mayor parte de es-cuelas primarias y secundarias de la economía más grande de Europa las clases siguen terminando antes del almuerzo, alrededor de la una de la tarde, una tradición que data de hace casi 250 años. Esa tradición sostiene con fuerza la imagen de la madre ama de casa, a la que se le atribuye la formación de burgueses bien educados e instruidos.

La Alemania moderna podrá estar gobernada por una mujer, la canciller Angela Merkel, a la que se considera la política más poderosa del mundo, pero no es casual que ésta no tenga hijos. El sistema es-colar de jornada simple sobrevivió al feudalismo, al ascenso y la caída del culto materno de Hitler, al mo-vimiento de mujeres de los años 70 y a la reunificación con Alemania oriental.

Ahora se desploma como conse-cuencia de las necesidades econó-micas: una de las tasas de natalidad más bajas del mundo, el fantasma de la escasez de trabajo y la declina-ción del nivel educativo impulsaron una reconsideración del tema. A

partir de 2003, casi la quinta parte de las 40 mil escuelas de Alemania incorporó programas vespertinos y son más las que planean hacerlo.

“Es un tabú que ya no podemos permitirnos”, dice Ursula von der Leyen, la ministra de Trabajo ale-mana. “El país necesita que las mu-jeres puedan trabajar y tener hijos”. Von der Leyen, que tiene siete hijos y es una médica devenida política, desconcierta tanto a las amas de casa como a las mujeres de carre-ra que no tienen hijos, además de a muchos hombres de su Partido Cristiano Demócrata.

En su opinión, la escolaridad de jornada completa ya es algo “irre-versible” en el país en momentos en que son muchas las mujeres que

se incorporan a la fuerza laboral. En Alemania, la quinta parte de los hogares depende del ingreso de mujeres. Esta tendencia hace que el cuidado de los niños sea una cuestión de competitividad, desta-ca Karen Hagemann, un profesora de historia de género e historia eu-ropea de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. “Las tasas de natalidad altas y los índices de empleo femenino tienden a avanzar juntos”, dice Hagemann, una espe-cialista en el sistema alemán. “La clave es que haya un sistema esco-lar y de cuidado infantil que cubra la jornada laboral”.

En 1763, Prusia fue el primer país que impuso la escolarización obli-gatoria de la clase baja. El sistema

de jornada simple se desarrolló en una época que dependía del traba-jo infantil. Para el momento en que Francia y Gran Bretaña establecie-ron sistemas de jornada completa, un siglo después, el estilo alemán ya estaba muy arraigado.

La clase media alemana siempre consideró que era la familia, y no el estado, la que debía proporcionar una cultura general a los hijos. Nin-guna escuela, pensaba, podía ser superior a una madre.

Edith Brunner, que tiene 41 años, es ese tipo de madre alemana cada vez menos común. Asesora de im-puestos y madre de cuatro chicos, empezó a trabajar medio día cuan-do tuvo su primer hijo y terminó luego por renunciar al empleo. De-

dica las tardes a revisar deberes y a llevar a sus hijos a clases de flauta, piano, gimnasia y futbol.

Su marido es físico y tiene un muy buen trabajo.

Pero el sistema desalentó de la maternidad a las mujeres con ma-yor nivel de educación. Para los cuarenta y tantos años, una de cada tres mujeres alemanas vive en un hogar sin hijos, lo que da a Alema-nia, junto con Austria, el porcentaje más alto de ese tipo de hogares en Europa.

El viejo estilo también se adaptó mal a una Alemania en la que cre-ciente cantidad de estudiantes eran inmigrantes, muchos de los cuales necesitaban más ayuda en cuestio-nes básicas.

Dos años después, el Gobierno destinó US$5 mil 700 millones a la introducción de programas de jor-nada completa en 10 mil de las 40 mil escuelas del país para 2009. Se incorporaron 7 mil 200 estableci-mientos.

Las madres respondieron con firmeza. Wolfgang Gruber, de la autoridad de educación de Baviera, utiliza palabras como “inundación” y “avalancha” para describir la de-manda de escolaridad de jornada completa. Entre 2006 y 2009, solo 40 escuelas primarias de Baviera hicieron la conversión. Este año es-colar el número de establecimien-tos de jornada completa aumentó a 150. “Aún hay muchos obstáculos, y siempre es posible que haya una reacción”, dice Hagemann, la pro-fesora de historia. Sin embargo, tanto en Alemania como en otros países, ahora se barajan ideas que antes habrían sido impensables. “Todos los cambios empiezan con un cambio de mentalidad”, agrega Hagemann.

Gordon welters para the InternatIonal herald trIbune

Sistema educativo alemán favorecerá a las amas de casa

iNTeligeNcia/roger cohen

Dos mundos, unidos pero dispersos Ciudad Ho CHi MinH

Me encontraba en Vietnam, pero podría haber estado en cualquier otro país en desarrollo. Salí de la ca-fetería con aire acondicionado, una especie de imitación de Starbucks llamada Highlands, con cafés y bocadillos variados, y me vi en me-dio del polvo y la mugre del mundo obrero.

En el puesto de café al borde del camino, donde me senté en un banco de plástico, los pollos se pa-voneaban bajo las mesas, también de plástico. Una mujer barría las colillas hasta la alcantarilla don-de se unían a los restos de comida que acababa de tirar. Los taxistas, muy elegantes con sus camisas blancas y corbatas rojas, se para-ban para tomar un brebaje dulce hecho a base de leche condensada y café fuerte en botellas de plástico. Hubo diversión cuando metieron a un perro en la parte delantera de

una motocicleta cargada a tope. La moto arrancó añadiendo su gemi-do a la cacofonía de vehículos con dos ruedas de Vietnam, que en ese momento incluía un motorista con un gran fardo de coronas florales. “Bueno”, pensé para mis adentros, “si lo arrolla un camión, el entierro será muy apropiado”.

¡Ah!, suspiré, el mundo real. La pobreza es auténtica, está por to-das partes, se estampa contra los centros comerciales refrigerados, resplandecientes y llenos de pro-ductos de marca, donde pasea y ha-ce sus compras la gente adinerada en avenidas de fragancia herméti-ca. Pero, naturalmente, estos ele-vados atrios de la opulencia, todos iguales desde Shanghái hasta San Pablo, no son menos “reales” que el caos polvoriento del que emergen. Si decimos que la lucha y el trabajo duro son reales y que la riqueza que lleva a comprar hasta el agotamien-to es artificial, quizá sea porque no tenemos palabras para expresarlo de otro modo.

Hay que señalar que el contraste es con frecuencia inconcebible: la casucha que se desmorona junto al centro turístico costero de cinco es-trellas; el inmenso chalé (ofrecido por Sotheby’s International Real Estate) junto al barrio pobre; la “ur-banización con guardia” junto a la gran plebe; los grandes almacenes a rebosar de productos de marca jun-to al mercadito donde campesinos demacrados ofrecen una lechuga o un racimo de limoncitos. Los econo-mistas llaman a esto “desarrollo de enclave”. Pero, ¿cómo se conectan los enclaves con sus entornos? ¿Có-mo se propaga la riqueza?

Estamos ante uno de los mayores interrogantes de nuestra época. La tecnología y el movimiento ins-tantáneo del capital han conferido poder y enriquecido a unos pocos. Los yates prosperan en la marea creciente de la globalización, pero las balsas, por lo general, no. La industrialización rápida en el siglo XIX produjo una reacción en forma de sindicatos de trabajadores que,

con el tiempo, resultaron eficaces para propagar los beneficios. Sin embargo, la rápida globalización del siglo XXI tiende a eludir cual-quier canal o control organizado, como demostró la gran crisis finan-ciera de 2008. Los gobiernos nacio-nales, y no digamos los sindicatos nacionales, son más débiles que las fuerzas globalizadas. La socialde-mocracia, con sus compensaciones, un triunfo del siglo XX, ha cedido el paso al individualismo.

Claro que, la situación no es tan negra como la pintan. En Asia, cien-tos de millones han sido sacados de la pobreza extrema por la inyección vital de capital internacional. Des-de China hasta África, las organi-zaciones no gubernamentales tra-bajan duramente para concienciar a los ciudadanos de sus derechos laborales, sus derechos ambienta-les y sus derechos como mujeres. La tecnología, sinónimo de apertu-ra, ha limitado la capacidad de los gobiernos represivos para reprimir con la ferocidad del siglo XX. Tie-

nen que ser más selectivos a la hora de trazar la raya. La conectividad ha permitido que haya más gente creando.

Así y todo, me impresiona lo des-quiciado que está el mundo. Se ha ro-to el vínculo entre trabajo y recom-pensa. Se hace demasiado dinero a gran velocidad mediante negocios turbios que florecen en un entorno financiero mundial e incontrolable. El presidente Obama puede clamar contra los avariciosos bancos y los políticos occidentales pueden pro-meter una regulación más estricta, pero las fuerzas contra las que lu-chan parecen más fuertes que ellos. China –en cierto modo sinónimo de lo que representa el siglo XXI– es un ejemplo de cómo los ricos consiguen gangas mientras los pobres se ma-tan trabajando.

Y así vamos a toda carrera, uni-dos por la tecnología, pero disper-sos en enclaves, hacia una hora de la verdad que parece inevitable, pero cuya forma soy incapaz de imaginar.

Puede enviar sus comentarios a [email protected]

Manuela Maier se sintió rechazada cuando inscribió a su hijo de nueve años en clases por la tarde y volvió a trabajar.

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e l m u n d o

Lunes, 1 De Febrero De 2010 III

a la familia extendida del ejecutivo en cuestión, explica, porque teme que le pidan dinero. “Nadie se jacta de nada”, dice.

La base del esperado derroche de los ejecutivos de Wall Street es un aumento de la demanda luego de un año que estuvo dominado por el temor a una nueva depresión, seña-lan comerciantes y observadores culturales. “No importa por qué motivo, la gente siente la necesidad de recompensarse por hacer algo bien, aunque eso solo signifique sobrevivir”, declara Alexandra Le-benthal, administradora de inver-siones y creadora de una columna de ficción sobre las andanzas de altos ejecutivos para NewYorkSo-cialDiary.com.

Al mismo tiempo, los ejecutivos de la banca de inversión quieren evitar la ira de una opinión pública que sigue responsabilizándolos de los problemas recesivos de Estados Unidos.

El 13 de enero, los gerentes ge-nerales de los cuatro bancos más grandes del país fueron blanco de las críticas de legisladores estado-unidenses en audiencias en las que

se sostuvo que lo que ganaban era absurdo en comparación con el res-to del país.

El gobierno de Obama canaliza ese populismo con propuestas de mayor regulación e impuestos pa-ra los bancos.

Lo que prevalece en Wall Street, entonces, es mostrar menos y no contar. “Los jefes de los ejecutivos les recomiendan que tengan cui-dado”, dice Janet Hanson, que fue ejecutiva de Goldman Sachs du-rante catorce años y contribuyó a la fundación de 85 Broads, una orga-nización de mujeres profesionales. “¿Qué impresión puede dar alguien que cobra una bonificación de un millón de dólares en Goldman Sa-chs y que anda por ahí en un Audi TT nuevo? Despierta el odio de la gente”.

Pocos de los ejecutivos de Wall Street o sus cónyuges a los que se contactó para este artículo se mos-traron dispuestos a hablar de en qué pensaban gastar o en qué in-vertirían sus bonificaciones, lo que indica miedo a la hostilidad pública además del tradicional silencio de los integrantes del sector respecto de los ingresos personales.

La esposa de un ejecutivo banca-

rio, que no quiso que se die-ra a conocer su nombre, dijo que ella y otras que están en su situación se sienten más seguras en términos eco-nómicos en la actualidad. “En la comunidad se siente que el mundo no está llegando a su fin”, declaró. En cuanto a los que critican las bo-nificaciones, agregó, los ejecutivos como su esposo trabajan mucho y es injusto que se los califique de codiciosos. “Todos quieren culpar a alguien”, dice, “y los ricos son un blanco fácil”.

Ella y su esposo destinaron la bonificación de él a dos fines. En primer lugar, quieren ahorrar su-ficiente dinero para la educación universitaria de sus cuatro hijos, pero también están buscando una casa de vacaciones para comprar, tal vez a alguien que se vea obligado a vender.

“Es un buen momento para com-prar”, afirma. Un amigo de la pare-ja, otro ejecutivo financiero, compró hace poco una casa en Vermont se-manas antes de que saliera a rema-te por una ejecución hipotecaria.

Por más que los ejecutivos de Wall Street buscan valores, sus decisiones también se basan en si

pueden ocultarse (y esconder sus nuevas posesiones) a la vista de todos. Un ejemplo: Manhattan Mo-torcars ofreció en diciembre dos programas de leasing, cada uno de los cuales costaba alrededor de US$100 mil.

El primero era un contrato de un año por una Coupé Rolls-royce Phantom Drophead con apoyaca-bezas bordados y capó de acero pulido.

El segundo era un contrato de tres años por un Bentley Flying Spur o un GT convertible, que son más sobrios que el Rolls.

Brian Miller, propietario de Manhattan Motorcars, dijo que los Bentley tuvieron mayor aceptación entre los ejecutivos de Wall Street, no porque fueran menos caros, sino porque llamaban menos la aten-ción. “Dijeron que querían reducir su grado de exposición y tener algo más moderado y tranquilo”, decla-ró Miller. “Más adelante, dijeron, podrían volver en busca de algo

más llamativo”.Suzanne Johnson, gerenta gene-

ral del local de Saks de la Quinta Avenida, señala que muchos clien-tes ricos sufren de lo que califica de “fatiga frugal”. Después de un año de austeridad, están listos para darse gusto.

“Se trata de una autogratificación interior en lugar de mostrarle a los demás qué ricos son”, dice.

La primavera no está lejos, y eso significa más oportunidades para que los financistas y sus cónyuges se recompensen: pinturas com-pradas en subastas de arte, casas de veraneo y vestidos de seda para lucir en las fiestas de gala de la tem-porada. ¿Wall Street se moderará en momentos en que trata de res-taurar su imagen deslucida?

“Creo que va a ser interesante ver qué grandes casas salen a la venta o quién compra el primer co-llar caro”, dice Lebenthal, “incluso cuando todavía hay tanta furia po-pulista”.

POR TARA PARKER-POPE

Desde que las feministas insta-ron por primera vez a las mujeres a dejar la casa y ser profesionales, se discute si los matrimonios y las perspectivas románticas de las mujeres no terminaron sufriendo. ¿Una mujer exitosa a nivel financie-ro es una amenaza para su marido o un alivio?

En enero, un informe del Pew Research Center sobre lo que de-nominó “el avance de las esposas” reavivó la polémica. Pew reveló que en casi un tercio de los matrimonios estadounidenses, la mujer tiene una educación superior a la del marido. Y si bien los hombres ganan todavía

más que las mujeres, las esposas son actualmente el principal sostén en el 22 por ciento de las parejas, un 7 por ciento más que en 1970.

Tal vez lleve cierto tiempo acostumbrarse al cambio de rol económico de los maridos y las mujeres.“Las mujeres ya no ne-cesitan casarse para mejorar su nivel educativo o económico, o sea que tienen más probabilidades de elegir a hombres que favorecen una relación más igualitaria”, dijo Stephanie Coontz, directora de in-vestigación y educación del Consejo para Familias Contemporáneas, y autora de Marriage, a history: how love conquered marriage.

Los roles cambiantes en el matri-monio no suelen ser lo que muchas parejas planean, sino una respues-ta a presiones financieras imprevis-

tas. Es lo que les ocurrió a Cynthia y Brian Walder, de West Springfield, Massachusetts, que tuvieron cuatro hijos en cinco años. Después de un primer y segundo embarazos cui-dadosamente planeados, un sorpresivo par de varones mellizos hizo que los cos-tos de atención pasaran a ser prohibitivos si am-bos padres trabajaban. “Alguno tenía que dejar el trabajo y quedarse en casa”, dijo Cynthia, que tie-ne 34 años.

Su trabajo de marketing en una compañía de seguros le da-ba a la familia beneficios de sa-lud, de modo que hace alrededor de un año, Brian, agente y con-sultor inmobiliario de 36 años, optó por quedarse en casa. “Fue estresante”, dijo. “Si me lo hubieran pedido cinco años atrás, habría di-cho ‘De ninguna manera’”.

Generalmente se cree que la in-dependencia financiera de una mu-jer aumenta su riesgo de divorcio, pero las tasas de divorcio en EE. UU. cuentan otra historia: fueron bajando a medida que las mujeres obtenían ganancias económicas. La tasa alcanzó su pico de 23 divor-cios por cada mil parejas a fines de la década de 1970, pero desde enton-ces cayó a menos de 17 divorcios por cada mil parejas.

En la actualidad, las estadísticas muestran que normalmente cuan-ta más independencia económica y educación obtiene una mujer, ma-yores son las probabilidades de que siga casada.

Sociólogos y economistas afir-man que las mujeres con indepen-dencia financiera pueden ser más selectivas a la hora de casarse, y que también tienen un mayor poder de negociación dentro del matrimo-nio. Claro que las mujeres no son las únicas que ganan. El resultado neto tiende a ser un matrimonio que es más justo y equitativo para esposos

graham roumieu

el relativamente sobrio Bentley Flying Spur se volvió muy popular entre los altos ejecutivos.

Siempre han tenido plata para derrochar

Ellas trabajan, y ellos cocinan y limpian

Viene de la página I

Las mujeres se ocupan más de ganar y los hombres del hogar.

y esposas.Los cambios tienen sus proble-

mas. “Cuando las mujeres se ocu-pan más de las ganancias y los hombres se ocupan más del cuida-do de la casa, hay muchos malaba-rismos y oscilaciones”, dijo Andrea Doucet, profesora de sociología en la Universidad Carleton de Ottawa. Su estudio, el Proyecto Pan y Ro-sas, analiza a parejas de Estados Unidos y Canadá en las cuales las mujeres son el sostén principal de la casa. Pero la dinámica “no es tan fácil como uno creería”, dijo. “Los géneros no se invierten”.

A los hombres les cuesta, por ejemplo, adaptarse a que la mujer tenga una capacidad igual o mayor para ganar. Las mujeres, por su parte, se esfuerzan por ceder su poder en la casa y controlar tareas como vestir a los chicos o cargar el

lavavajillas.Kristen W. Springer, socióloga de

Rutgers, reveló que entre los hom-bres cincuentones, tener una espo-sa que gana más se asocia con una salud deficiente. Entre las parejas de mayores ingresos en su estudio, un marido que gana menos que la mujer tiene 60 por ciento menos de probabilidades de gozar de buena salud en comparación con los hom-bres que ganan más que sus espo-sas.

E incluso en parejas con doble ingreso, las mujeres continúan ha-ciendo, en promedio, dos tercios del trabajo de la casa, según la Encues-ta Nacional de Familias y Hogares de la Universidad de Wisconsin.

De todos modos, los hombres colaboran mucho más que antes. Los estudios revelan que desde la década de 1960, la colaboración de

los hombres en el trabajo de la casa se duplicó, mientras que el tiempo dedicado a ocuparse de los hijos se triplicó. Y la distinción menos marcada entre los roles de género parece tener un efecto positivo. Lynn Prince Cooke, profesora de sociología en la Universidad de Kent en Inglaterra, descubrió que es poco probable que las parejas que comparten responsabilidades en el empleo y la casa se divorcien comparadas con aquellas en las que el hombre es el único sostén.

Brian Walder contó que otras ma-dres tienden a llenarlo de elogios: “Me dicen: ‘Es fantástico, mi mari-do no podría hacerlo’. En realidad, creo que no valoran a sus maridos en su justa medida. Todos los tipos pueden hacerlo, como todas las mujeres pueden ser el sostén del hogar”.

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N E G O C I O S y E C O L O G Í A

IV Lunes, 1 De Febrero De 2010

Por KATE GALBRAITH

M A H A NOY TOW NSHIP, Pennsylvania — Suspendidos con cuerdas desde la parte superior de una enorme turbina eólica, dos hombres descendían lentamente por un aspa larga y plateada. En-tonces, se pusieron a trabajar y, a 45 metros del suelo, el zumbido de una lijadora saturó el ambiente.

Para Matt Touchette y Sequo-ia Haughey, era un día más en la oficina.

Los especialistas en escala-da con cuerda como Touchette y Haughey tienen mucho tiempo de desempeñar una variedad de empleos especializados, como ins-peccionar grandes represas, lim-piar el Monte Rushmore y reparar plataformas petroleras frente a la costa. Sin embargo, al tiempo que han surgido granjas eólicas por to-do Estados Unidos, las compañías de escalada con cuerdas se han ex-pandido rápidamente a una nueva ocupación: reparar turbinas para que duren más tiempo expuestas a los elementos.

Es un trabajo soñado para los aficionados al alpinismo.

Rope Partner, firma con sede en Santa Cruz, California, que emplea a Touchette y Haughey, fue fundada en el 2001 por Chris Bley, ávido alpinista, después de que aprendió los pormenores de la labor gracias a dos alemanes a los que conoció mientras escalaba acantilados de granito en el Par-que Nacional Joshua Tree, en los años 90. Los alemanes eran parte de un equipo de acceso con cuer-das que ayudó a envolver en tela

al Reichstag, sede del Parlamento de Alemania, para una instalación de arte.

Hoy en día, las labores involu-cran inspeccionar las turbinas, limpiarlas y repararlas, lo que se vuelve necesario si un aspa es al-canzada por un rayo o dañada por el hielo.

Las aspas están hechas de fibra de vidrio y las labores de repara-ción podrían involucrar eliminar la fibra de vidrio vieja e instalar material nuevo, que entonces ne-cesita lijarse para que quede liso.

Igor Stomp, presidente del comi-

té de comunicaciones en la Socie-dad de Técnicos Profesionales de Acceso con Cuerdas, calculó que el costo de un trabajo básico de un día con dos técnicos podría costar, mínimo, US$2 mil y aumentar sus-tancialmente para labores más di-fíciles.

Incluso en el trabajo, algunas veces la actividad de escalada no es suficiente para los técnicos. Cuando había demasiada lluvia o viento para trabajar bajo condicio-nes seguras en el parque eólico en Pennsylvania, Touchette y Haug-hey se dirigían a lo que Touchette describió como un “pequeño acan-

tilado sin chiste en el bosque”, a unos 25 minutos de distancia, para escalar.

En los días con clima propicio, la primera actividad de ambos hombres era asegurarse de que la turbina estuviera apagada, para que no girara mientras ellos estu-vieran ahí, cosa que podría resul-tar mortal. Luego, organizaban cuidadosamente su equipo para el día: mezclar químicos para crear una capa de gel para tratar las aspas, preparar sus refrigerios y ponerse el casco y las cuerdas.

Tras desaparecer en el interior de la torre, ambos aparecieron co-mo puntos diminutos en la parte superior de la turbina. Cada uno estaba asegurado a ella con dos cuerdas. Comenzaron a descender lentamente por el aspa, que estaba orientada hacia el suelo, y se pu-sieron a trabajar. Una extensión eléctrica naranja, de más de 45 metros de largo, los acompañaba para conectar la lijadora.

Sí ocurren los accidentes in-dustriales típicos: por ejemplo, a Haughey una vez se le atoró la punta del dedo en una parte en movimiento en el interior de una turbina, aunque en ese momento no estaba suspendido con cuer-das. Y en ocasiones, a los técnicos se les caen pequeños objetos aisla-dos, como tornillos.

El día que lijaron el aspa de la turbina en Pennsylvania, Touchette y Haughey no dejaron caer nada, pero les advirtieron a los visitantes a la base de su turbi-na que se colocaran en dirección contraria al viento, por si acaso.

Por ANNE RAVER

CAMBRIDGE, Massachusetts — Una revolución subterránea está en vías de propagarse por toda la Universidad de Harvard. Ocurre bajo la tierra e involucra hongos, bacterias, microbios y raí-ces, que hoy son alimentados con abono orgánico y té de composta en lugar de pesticidas y nitrógeno sintético.

Los resultados han asombrado tanto a los administradores uni-versitarios que lo que comenzó co-mo un pequeño proyecto piloto en las áreas verdes de Harvard Yard, ha extendido las prácticas orgáni-cas por 10 hectáreas en el campus.

“Nuestro objetivo es ser ente-ramente orgánicos en las 32 hectáreas que mantenemos, en el cur-so de los próximos dos años”, expresó Wayne Carbone, gerente de servicios paisajistas de Harvard.

Drew Gilpin Faust, rectora de Harvard, quien el año pasado ini-ció un esfuerzo univer-sitario para reducir los gases de efecto inverna-dero en un 30 por ciento para el 2016, adoptó el programa orgánico en Elmwood, casa del rec-tor en la Calle Brattle.

A Faust le intrigó el esfuerzo, la primavera pasada, cuando vio una muestra que el Proyec-to de Restauración de Tierras de Harvard Yard había montado afuera de su oficina.

Hoy, el pasto cultivado orgáni-camente en el campus está verde gracias a los microbios que ali-mentan la tierra, lo que elimina el uso de nitrógeno sintético, base de la mayoría de los fertilizantes co-merciales.

Tampoco se utilizan herbicidas o pesticidas. Las raíces alcanzan una profundidad de 20 centímetros en la tierra que alguna vez estaba tan compactada que los árboles sembrados en ella se estaban mu-riendo.

Al igual que la mayoría de los campus universitarios, Harvard Yard es sumamente utilizado.

“Tenemos de 6 mil a 8 mil perso-nas aquí todos los días”, indicó Carbone.

Sin embargo, hoy la actividad microbiana debajo de sus pies ha oxigenado la tierra. Las raíces de los árboles pueden respirar por-que están absorbiendo nutrientes y agua.

El proyecto inició en la primave-ra del 2008.

Eric T. Fleisher, director de hor-ticultura en el Battery Park City Parks Conservancy, organización sin fines de lucro, en Nueva York, pasaba un año como becario Loeb en la Escuela de Posgrado de Dise-ño de Harvard, e hizo equipo con Carbone y su personal para ver

qué podían hacer los microbios en una parcela de tierra maltratada en el Harvard Yard.

Cuando empezó el proyecto, ex-ternó Fleisher, “la tierra estaba tan compactada, que no podíamos excavar más de unos siete centí-metros”.

Sin embargo, no todo el mundo está contento.

“No lo apruebo en absoluto”, ma-nifestó el reverendo Peter J. Go-mes, de pie enmedio de su jardín, donde un pequeño letrero cerca del seto anunciaba que era parte de uno de los paisajes orgánicos de Harvard. Cree que el lema y el letrero son “un montón de dispa-rates”.

Jigar Mehta/the New York tiMes

Jodi hiltoN para the New York tiMes

harvard planea utilizar abono orgánico en todas sus plantas. en la foto, un terrón de harvard Yard.

Jodi hiltoN para the New York tiMes

kieran Clyne, horticultor de la Universidad de harvard, rocía té de composta en los jardines del reverendo peter J. gomes.

Deporte se vuelve empleo, al aumentar las granjas eólicas.

Reparar las turbinas es trabajo de alpinistas

El césped de Harvard es cada día más verde

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c i e n c i a Y t e c n o l o g í a

Lunes, 1 De Febrero De 2010 V

Por ASHLEE VANCE

LAS VEGAS — La industria de la tecnología se vuelve retro, al alejarse de los controles remotos, “ratones” y palancas de mando pa-ra acercarse a algo que no necesita baterías, cables ni instructivo.

Se llama mano.En los próximos meses, com-

pañías como Microsoft, Hitachi y fabricantes importantes de PCs comenzarán a vender aparatos que le permitirán a la gente cambiar canales de televisión o trasladar documentos en el monitor de una computadora con simples gestos de la mano. La tecnología, uno de los cambios más significativos en las interfases humano-aparato des-de que apareció el ratón junto a la computadora a principios de los 80, fue mostrada en sesiones privadas durante la inmensa Feria Interna-cional de Electrónica de Consumo, en enero. Intentos anteriores de tec-nología similar resultaron torpes y decepcionantes. En contraste, la camada más reciente de aparatos que funcionan con gestos manuales llega con una maravillosa sorpre-sa: funcionan.

Manipular la pantalla con un giro de la muñeca le recordará a muchas personas la película “Minority Re-port”, del 2002, en la que Tom Cruise mueve imágenes y documentos en pantallas computacionales futuris-tas al arrastrar las manos en el aire. La tecnología en la vida real reque-rirá un estilo similar y cierta sutile-za. Párese frente a un televisor con cámara con tecnología gesticular, y podrá encenderla al dar un leve pu-ñetazo en el aire. Cambiar canales requiere un giro de la mano y subir el volumen ocurre con un golpecito hacia arriba. Si hay una fotografía en la pantalla, puede agrandarla al sostener sus manos en el aire y separarlas, y reducirla al juntar las

manos del mismo modo en que jun-taría los dedos con un teléfono celu-lar de pantalla sensible al tacto.

La revolución gesticular se gene-ralizará este año, cuando Microsoft lance un nuevo sistema de juegos de video conocido actualmente como Proyecto Natal. El sistema de jue-gos es el intento de Microsoft de su-perar a la Wii de Nintendo.

Donde la Wii necesita contro-ladores manuales hipersensibles para traducir los movimientos corporales a acción en la pantalla, Natal de Microsoft sólo necesita al cuerpo humano. Microsoft ha hecho demostraciones con juegos como “quemados” donde la gente puede saltar, lanzarle pelotas a sus oponentes y esquivar las que le ti-ran con movimientos naturales.

Al mismo tiempo en que el siste-

ma de juegos de Microsoft llegue al mercado, deberán hacerlo también televisiones de Hitachi en Japón que le permitirán a la gente encen-der sus pantallas, cambiar canales y ajustar el volumen de sus apara-tos con simples movimientos de la mano. Este año también deberán llegar laptops y otras computado-ras con cámaras integradas que pueden detectar gestos similares. Dicha tecnología podría hacer que las herramientas sensibles al tacto de hoy en día sean obsoletas al uti-lizar la gente ademanes para, por ejemplo, repetir o adelantar esce-nas de un DVD.

Para darle vida a dichas funcio-nes gesticulares, la electrónica tuvo que ver el mundo a su alrededor con sumo detalle a través de diminutas cámaras digitales. Dicha labor

significó darle a la televisión, por ejemplo, una forma de identificar a las personas sentadas en un sillón y reconocer la agitación de una mano como un comando y no como ras-carse la nariz. Detalles pequeños como el sol, la iluminación interior y el molesto hábito de la gente de hacer cosas inesperadas fueron só-lo algunos de los obstáculos que tu-vieron que superar las compañías.

La innovación más importante en la tecnología gesticular más recien-te llega a través del uso de cámaras que ven al mundo en tres dimensio-nes, lo que agrega una capa crucial de percepción de profundidad que le ayuda a una computadora o tele-visión a reconocer cuando alguien inclina la mano hacia adelante o asiente con la cabeza.

Canesta, con sede en Sunnyvale,

California, lleva 11 años desarro-llando chips para impulsar estas clases de cámaras 3-D. El chip ocu-pa menos espacio que una uña.

“Siempre tuvimos esta visión grandiosa de poder controlar apa-ratos electrónicos a distancia”, dijo Cyrus Bamji, director de tecnología de Canesta. La competencia en el campo gesticular se ha vuelto in-tensa, como resultado del repentino interés en la tecnología.

En una demostración en Las Ve-gas, una cámara que usa un chip de PrimeSense, empresa nueva de Tel Aviv, podía distinguir entre varias personas sentadas en un sillón e incluso notar la diferencia entre el saco, camisa y camiseta interior de una persona. Y con tal tecnología es imposible, por más que lo intente, perder el control remoto.

Por SINDYA N. BHANOO

En la antigüedad, se creía que el elaborado maquillaje para ojos uti-lizado por la Reina Nefertiti y otros antiguos egipcios tenía poderes curativos, al atraer la protección de los dioses Horus y Ra y repeler las enfermedades.

Basado en plomo, el maquillaje empleado por los egipcios tenía propiedades antibacteriales que ayudaban a prevenir infecciones comunes en la época, de acuerdo con un reporte dado a conocer el 15 de enero en Química Analítica, pu-blicación quincenal de la Sociedad Química Estadounidense.

“Era desconcertante; pudieron edificar una sociedad fuerte y opu-lenta, así que no estaban comple-tamente locos”, expresó Christian Amatore, químico en la Escuela Normal Superior de París y coautor del reporte.

“Sin embargo, pensaban que este maquillaje era curativo, por lo que

recitaban invocaciones al prepa-rarlo, cosas que hoy calificamos de basura”.

Amatore y sus colegas investi-gadores emplearon microscopios electrónicos y difracción de rayos X para analizar 52 muestras pro-cedentes de envases de maquillaje egipcio conservados en el Louvre.

Concluyeron que el maquillaje era preparado principalmente al combinar cuatro sustancias quí-micas basadas en plomo: la galena, que producía tonos oscuros y brillo, así como las sustancias claras ceru-sita, laurionita y fosgenita.

Los investigadores no pudieron determinar el porcentaje de plomo presente en el maquillaje.

Para los egipcios, el maquilla-je era mágico, no médico, precisó Amatore.

En el antiguo Egipto, durante los períodos de inundación del Nilo, los egipcios sufrían infecciones al introducirse en sus ojos partícu-

las que causaban enfermedades e inflamaciones. Los científicos afir-man que el maquillaje basado en plomo servía como toxina, al matar las bacterias antes de su disemina-ción.

Amatore agregó que la toxicidad

de los compuestos de plomo supe-raba sus beneficios y que se habían documentado muchos casos de envenenamiento causados por el plomo presente en las pinturas y tuberías en el siglo XX.

Sin embargo, Neal Langerman,

químico físico y presidente de Ad-vanced Chemical Safety, empresa consultora en seguridad médica y protección medioambiental, consi-deró que tenía sentido el atractivo de los compuestos para los egipcios.

“El plomo y el arsénico, entre otros metales, producen hermosos pigmentos cromáticos”, indicó. “Ya que generan un color atractivo y puedes crear un polvo con ellos, tie-ne sentido usarlos como colorante para la piel”.

El problema de la presencia de plomo en maquillajes aún es deba-tido en la industria cosmética, espe-cialmente en lo relativo a las peque-ñas cantidades de plomo halladas en algunos lápices labiales.

“Lo que hace al veneno es la do-sis”, expresó Langerman al para-frasear al físico renacentista Para-celso. “Una dosis baja mata las bac-terias. En una dosis alta, el cuerpo absorbe demasiado”.

Las manos podrían sustituir al mouse

Casey RodgeRs/ap IMÁgeNes paRa xbox

el proyecto Natal de Microsoft es una forma de jugar xbox sin tocar nada, parte de la tecnología llamada revolución gesticular.

MaRkus sChReIbeR/assoCIaTed pRess

el elaborado maquillaje de la Reina Nefertiti tenía plomo y propiedades antibacteriales.

Colores vivos dignos de una reina, llenos de plomo y arsénico.

El maquillaje de los faraones era tóxico, pero curativo

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l a f o r m a e n q u e c o m e m o s

VI Lunes, 1 De Febrero De 2010

Por BARRY ESTABROOK

NEWPORT, Rhode Island — La Fundación SVF, ubicada en un predio de dieciocho hec-táreas, es la única organización de Estados Unidos que se dedica a la conservación de razas raras de ganado mediante el congela-miento de semen y embriones, una técnica llamada crioconservación. En la fundación hay unas 45 mil muestras de veinte varieda-des poco comunes de ganado vacuno, ovejas y cabras que están conservadas en nitrógeno líquido congelado a 191 grados bajo cero, algo así como un arca congelada.

Chip, una cabra miotónica de Tenesí, fue la prueba de que la fundación había dominado el proceso. A principios de 2004, se la retiró del útero de la madre cuando no era más que un embrión de seis días y pasó los meses si-guientes congelada. Luego se la descongeló e implantó en una cabra nubia, una variedad muy común.

El 7 de mayo de 2004 nació una cabra mio-tónica absolutamente normal. Cada vez que la fundación congela embriones de una nueva especie, descongela algunos y los implanta en animales sustitutos, repitiendo así la prueba que pasó Chip.

Desmayarse cuando un posible depreda-dor las asusta –como hacen las cabras mio-tónicas– no es la más deseable de las carac-terísticas en el caso de un rumiante chico, lo cual explica por qué las cabras como Chip se convirtieron en una especie en peligro de extinción. A los ojos de los agronegocios mo-dernos, Chip y sus compañeros de SVF son un grupo de animales defectuosos.

Las enormes ovejas Cotswold de lana riza-da son demasiado grandes y su crecimiento es muy lento para que tengan aceptación co-mercial. El ganado vacuno lechero Devon tie-

ne el defecto de ser de doble propósito en una economía que exige la especialización: una vaca debe producir ríos de leche o grandes cortes de carne.

En otros sentidos, los cuadrúpedos defec-tuosos de la fundación, son ideales para cu-brir las demandas de tendencias ganaderas y culinarias que están cambiando.

“La gente exige diversidad en momentos en que se cría ganado comercial pensando en la consistencia”, dice Peter Borden, director ejecutivo de la Fundación SVF.

Chip nunca terminará en un sandwich, pero una mirada a su maciza estructura indica que tiene mucha carne. “Hay que pensar esto como una válvula de seguridad”, de-clara el Dr. George Sapers-tein, el principal asesor científico de la fundación, que preside el Departa-mento de Salud Poblacio-nal y Medioambiental de la Facultad de Medicina Veterinaria Cummings de la Universidad Tufts de Massachusetts. “Si hubiera una catástrofe, algo como la hambru-na de papas en versión ganadera, se podría re-currir a estos embriones congelados, y en una generación volveríamos a estar en marcha”.

A pesar de su eficiencia y alta producción, las razas modernas de ganado pasaron a ser débiles y endogámicas, afirma el Dr. Sapers-tein. Hace cincuenta años había seis razas lecheras populares en EE. UU. En la actua-lidad, según Lindsey Worden, de la Holstein Association USA, los 8.6 millones de vacas Holstein del país constituyen el 93 por cien-to del ganado lechero de EE. UU. Menos de veinte toros campeones son responsables

de la mitad de los genes del ganado Holstein actual.

“Los seres humanos no hicieron una cons-tante mejora de las razas”, señala Borden. “Estas se fueron conformando según las fuerzas naturales de la supervivencia de los más aptos y pueden seguir adelante sin inter-vención del hombre. Lo más habitual es que las variedades raras presenten una buena capacidad reproductiva. Pueden prosperar con las pasturas locales y otro tipo de forra-je natural, y muchas saben cómo evitar a los depredadores”.

Dorrance Hill Hamilton, de 82 años, creó la fundación, que es una organización sin fines de lucro. Hamilton vive en Newport durante el ve-rano y heredó una impor-tante participación en la Campbell Soup Company. Es una entusiasta conser-vacionista y decidió crear un archivo congelado de material genético de ani-

males de granja en peligro de extinción. La institución opera con un presupuesto

anual de aproximadamente US$2 millones que aporta Hamilton. “Nadie más hacía ese trabajo”, dice Hamilton por medio de un vocero. “Yo no tenía tierra suficiente para mantener rebaños de animales, de modo que pensé que teníamos que orientarnos a la crio-conservación”, agrega.

Una vez que dominó las técnicas de la crio-genia, SVF extendió su acción a educar al pú-blico en lo relativo al valor de conservar las razas. “Tenemos que comer esos animales para salvarlos”, dice Borden. “En última ins-tancia, esa es la importancia de las razas”.

Con Crioconservación siempre habrá ganado

Licor sagrado de cinco siglos

FOTOGRAFÍAS DE mikE mERGEn PARA ThE nEw YORk TimES

En la Fundación SVF se congelan embriones y semen de animales raros para el futuro. A la izquierda, una cabra miotónica de Tennessee; abajo a la derecha, una gallina azul andaluza; cabras arawapa.

Por JONATHAN MILES

Allá por los años 80, los fabricantes de licor benedictino idearon un slogan para B&B, el licor benedectino envasado con coñac: “Vivir bien es el mejor desquite”.

Es un buen punto. Pero como sostuvo Solomon Gursky, el protagonista de la novela Solomon Gursky was here (1989), de Mordecai Richler: “Vivir dos veces, tal vez tres, es el mejor desquite”.

El licor benedictino, que en 2010 celebra su quinto centenario, logró ambas cosas: vivió bien, ya que pasó de ser un remedio amargo que habían formulado monjes franceses, a convertirse en un sofisticado licor de postre, y también acumuló dos o tres vidas a lo largo de su medio milenio de historia.

Su vida más reciente –como componen-te redescubierto de cócteles– se desarro-lla en la actualidad, sobre todo en la ciudad de Nueva York, donde los bares adoptaron

el licor de la mis-ma manera en que incorpora-ron el Chartreu-se, otro licor de hierbas nacido en monasterios.

“Se volvió muy popular”, d ice Da mon Dyer, el bar-man de Louis 649, ubicado en el East Village, “y le da algo es-pecial a los tra-gos”.

Ese algo es-pecial procede de una combi-nación de vein-tisiete hierbas y especias que un monje llamado Dom Bernardo Vincelli destiló

en 1510 en un monasterio benedectino de Fécamp, en Normandía, Francia. El elíxir de Dom Vincelli, como se lo llamaba en-tonces, fue un éxito hasta la Revolución Francesa, cuando el monasterio quedó destruido. La receta estuvo perdida hasta que un coleccionista de arte y comercian-te de vinos llamado Alexander Le Grand la encontró entre una partida de libros antiguos que había comprado en 1863. Un tiempo después, Le Grand empezó a ven-der lo que llamó elíxir benedictino, esta vez orientado al placer y no con fines me-dicinales.

Tuvo una actividad menor en Estados Unidos hasta la década de 1930, cuando se puso de moda un trago llamado B&B, preparado con partes iguales de licor be-nedictino y coñac, creado en el Club 21 de Nueva York. La reacción de la familia Le Grand fue embotellar el cóctel con la com-binación de coñac y licor y venderlo como B&B.

El B&B sigue superando las ventas del licor benedictino en una proporción de nueve a uno en Estados Unidos, según un vocero de la compañía, pero en los últimos tiempos el producto original puro despier-ta la curiosidad de quienes preparan tra-gos en los bares.

Como dice Dyer: “Me gustan la mante-ca de maní y la gelatina, pero no las quiero mezcladas”.

Dyer prepara un trago que llama Monte Cassino, que consta de partes iguales de li-cor benedictino, jugo de limón, Chartreuse amarillo y whisky de centeno Rittenhouse de 50 grados. “Quería usar un ingrediente complejo como el licor benedictino y pre-parar un trago simple”, explica. “Nada de bitter, infusiones esotéricas, claras de huevo ni ninguna otra pavada”.

La moraleja de la historia es, según Dyer: “No siempre hay que buscar el pro-ducto más nuevo, más deslumbrante o más de moda. Lo deslumbrante y lo nuevo no siempre es lo mejor”.

YAnA PASkOVA PARA ThE nEw YORk TimES

El licor benedictino es una combinación de veintisiete hierbas y especias.

Los embriones son congelados a 191 grados bajo cero.