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Empecé a escribir versos cuando tenía doce años, imitandoa Juan Ramón Jiménez, en un cuaderno de tapas rojas queme regaló mi madre y que todavía conservo. Nunca me heconsiderado un profesional de la poesía, sino un enamoradode la misma. Gané un premio a los diecinueve años que meabrió las puertas de la publicación de mis versos, y desdeentonces no he parado de publicarlos. Escribo porque no tengomás remedio: es una pulsión obligatoria, fruto de la miradapoética que, de manera innata, ejerzo sobre el mundo.
LUIS ALBERTO DE CUENCA
6 NUEVA REVISTA 131
LUIS ALBERTO DE CUENCA
TRES POEMAS MAGREBÍES
Campo florido
Aquí se lucha a cambio de la gloria,si es que la gloria es algo. Aquí las floresdel mundo se transforman en espadas.Aquí los caballeros se despidende sus enamoradas para siemprey queman sus recuerdos en la hoguerade un combate infinito. Éste es el Campode donde nadie vuelve, donde nadietiene un nombre, un linaje, una familia,y la guerra es el padre y la madre de todos.Olvida tu pasado. Ven al juegode las hojas desnudas, de las lanzasrotas y los caballos sin jinete.Ven al fuego perpetuo de los héroesanónimos, al prado de los mitosque no explican el mundo. Y no te tardes,porque Campo Florido va a sumirseen la sombra de un sueño hecho pedazos.
Briech (Marruecos), 10 agosto 2010
7NUEVA REVISTA 131
La última perífrasis
Te faltaba, mi vida, una perífrasispara redondear tu biografía:princesa del desierto. Palmerales,dátiles, dromedarios y un arroyolímpido y cristalino entre las dunas,como un milagro más de los que ha obradoNaturaleza en ti. (Vana retóricacon que suplir cariño, pobre intentode fijar tu silueta en un poema.)
Briech (Marruecos), 11 agosto 2010
Moisés
Dame la mano. Hay que cruzar el ríopara llegar al otro lado, y sientoque las fuerzas me faltan. Cógemecomo si fuera un bulto abandonadoen un cesto de mimbre que se muevey que llora a las luces del crepúsculo.Cruza el río conmigo. Aunque sus aguasno replieguen su cauce ante nosotrosesta vez. Aunque Dios no nos asistay una nube de flechas acribillenuestras espaldas. Aunque no haya río.
Briech (Marruecos), 11 agosto 2010
Tres poemas magrebíes