los toros en cuba

8/12/2019 Los Toros en Cuba

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Ensayo

Por Placido Gonzlez Hermoso

Latradicin cultural de las fiestas de toros en Cuba se mantuvo sininterrupcin durante cuatro siglos --desde el 1514 hasta 1898--, un ao

despus del hundimiento del acorazado norteamericano Maine en el puertode La Habana. Precisamente la tripulacin del Maine asisti a una deaquellas corridas. Pero en aquella fecha, el brigadier general Adna R.Chafee, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Norteamericana de ocupacin,decret el 10 de octubre de 1899 la prohibicin absoluta de las corridas detoros en la isla. No obstante, con el nacimiento de la Repblica de Cuba, en1902, y una vez finalizada la ocupacin, pareca que los nuevos airestraeran nuevos aromas de libertad y con ello, el restablecimiento de lascorridas de toros. Pero nada ms lejos de la realidad, ya que esaprohibicin mantuvo con todos los sucesivos gobiernos, aunque en

ocasiones espordicas se celebr alguna corrida, como es el caso de losfestejos celebrados en 1941.

Cuatro siglos de historiaLos toros en Cuba


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La importancia de nuestra Fiesta Nacional y la espaolsima costumbrede correr toros, se universaliz y cruz el charco de la mano de losprimeros conquistadores que la introdujeron por todos los territorios donderecalaron, donde sigue perviviendo hasta la actualidad como en Mxico,

Per, Ecuador, Colombia y Venezuela.La presencia y vivencia de las corridas de toros en el resto de pases delSur y Centro Amrica, al igual que ocurri en parte de las Antillas oFilipinas, fue desapareciendo por variadas causas y diversos argumentos, amedida que esos pueblos iban consiguiendo su independencia de la MadrePatria.

La llegada de la Era de los descubrimientos supuso para el ocanoAtlntico, o Mare ignotus, convertirse en vez de una masa de aguaseparadora, en un mar de intercambio comercial y cultural, entre cuyasexpresiones intercambiadas se encuentran las corridas de toros, quenuestros primeros conquistadores llevaron consigo.Hoy vamos a asomarnos y a escudriar los avatares de las primeras fiestasde toros que se dieron en ese paradisaco Caribe, cuya primigeniacelebracin se realiz en la llamada Perla de las Antillas, en Cuba, cuyogentilicio significa donde la tierra frtil abunda. Y a f que frtil yabundanmte fue esa tierra para las corridas de toros, cuyos frutos fueron laexpansin y difusin por todas las tierras americanas conquistadas.

La isla de Cuba, donde se celebraron las primeras corridas de toros, fuedescubierta por Cristbal Coln en el atardecer del sbado 27 de octubre de

1492, avistando las costas de una tierra que, contemplada a la luz del dasiguiente cuando desembarc, le pareci la tierra ms hermosa que ojoshumanos hayan visto; segn recogen las Cartas de Indias (atribuidas aColn). Inicialmente la denomin Isla Juana,la quinta isla descubierta, endeferencia al Prncipe Juan, Prncipe de Asturias(1478-1497), segundo hijode los reyes Catlicos muerto de tuberculosis a los 19 aos.

La carta en castellano antiguo dice lo siguiente: Ala primera que yo fall (hall) puse nonbre SantSaluador, a comemoracin de su Alta Magestat, elqual marauillosamente todo esto an dado; los

indios la llaman Guanahan (Guaran). A lasegunda puse nonbre la isla de Santa Mara deConcepcin, a la tercera, Ferrandina (Fernandina);a la quarta, la isla Bella, a la quinta, la isla Juana,e as a cada una nonbre nueuo. Quando yo llegua la Juana segu io la costa della al poniente, y lafall (hall) tan grande que pens que sera tierrafirme....

Las primeras noticias que tenemos de lacelebracin de corridas o festejos de toros en Cuba,

nos las proporciona el fraile trianero dominico fray Bartolom de lasCasas, quien se traslad a Cuba en la primavera de 1512 (permaneciendo

Llegada de Coln a Cuba


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en la isla hasta 1515), a requerimiento del adelantado Diego Velzquez, encalidad de capelln del conquistador Pnfilo de Narvez quien, tras lamatanza de indios en Caonao, en 1513, interpel a fray Bartolomdicindole: Qu parece a vuestra merced destos nuestros espaoles quhan hecho?, a lo que el fraile contest: Que os ofrezco a vos y a ellos al

diablo.La proliferacin de muchos execrables acontecimientos en las coloniasconquistadas, como el citado abuso de nuestros expedicionarios, dieronpbulo a la leyenda negra, pero fundada, de nuestro comportamiento conlos nativos de las colonias americanas.

El primer lidiador conocido y la primeracorrida de toros del Nuevo Mundo secelebr en 1514, a tenor de lo relatado porfrayBartolom de las Casas en su Historia

General de Indias que textualmente diceas: Acaeci all luego un terrible caso, queel da de Corpus Christi siguiente, que escuarto da despus del domingo de laSantsima Trinidad, lidiaron un toro o toros,y entre otros espaoles haba uno all,llamado Salvador, muy cruel hombre paracon los indios, el cual fue vecino de una villallamada de Bonao (en el centro de laRepblica Dominicana), en la isla de Santo

Domingo, veinte leguas tierra adentro Ytrataba tan mal a los indios que lo tenanpor diablo (). As que aqueste Salvador pas a la de Cuba, donde tambincomenz a usar de sus crueldades con los indios, y se hall aquel da deCorpus Christi con los otros que dije haber lidiado los toros. Sin embargoCosso, en el tomo IV de su tratado tauromquico Los Toros, no recogeesta referencia de fray Bartolom de las Casas y afirma que los primerosfestejos se realizaron en 1538.

Como puede suponer el lector, estos primerosfestejos de toros se efectuaban en cualquier plaza del

pueblo, debido a la no existencia de plazas de toros,que no llegaran a edificarse hasta 1769 en que seconstruy la primera plaza en La Habana, a la queluego nos referiremos. Tanto los toros necesariospara esas corridas, como los toreros intervinientes, alo largo de la vigencia de los toros en Cuba, tenanque ser importados de Espaa, al igual que lostoreros, para que se pudiesen celebrar aquellosfestejos taurinos.

Otras referencias taurinas sealan, como cita Cosso,

que en el ao 1538 se celebr una corrida de torosen La Habana, con motivo de la llegada del Adelantado Hernando de Soto

Fray Bartolom de las Casas

Plaza de Santiago de Cuba,1880


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(Gobernador de la isla de Cuba entre 1538 y 1539, ao en que parte a laconquista de la Florida). Por igual motivo se celebraron varios espectculostaurinos que tuvieron lugar en Santiago de Cuba, en la parte sur-orientalde la isla.

Tambin hay constancia que en 1569 se celebrotra corrida de toros en la capital de la isla, con elfin de honrar a San Cristbal, que era el patrn dela antigua villa habanera y que no sera reconocidacomo ciudad hasta 1592. Cuentan que los vecinospidieron al cabildo la eliminacin de los mosquitos,moscas, hormigas y bibijaguas (una especie dehormiga muy agresiva, endmica de Cuba) quehaban invadido las viviendas. Fue as que en unareunin con las autoridades, entre el gobierno de laciudad y la iglesia, se acord solicitar la ayuda alApstol Santiago, a quien, si sacaba los insectos delas casas, le dedicaran 32 corridas de toros entresbado y domingo. Es de suponer que las plegarias no fueron losuficientemente abundantes o que su dbil fervor no alcanzasen losespacios celestiales, ya que los fastidiosos insectos continuaron haciendode las suyas, por lo que tambin cabe imaginar que las corridas de toros nose celebraron.

Otro de los festejos importantes se celebr en 1759, donde se programuna espectacular corrida de toros en La Habana, con motivo de la

coronacin y subida al trono de Carlos III.La proliferacin de plazas de toros a lo largo y ancho de Cuba fue algoconsustancial con la conquista y civilizacin de la isla, de las quesomeramente nos vamos a ocupar antes de entrar en detalle con las de lacapital, cuya expansin se debi no slo a la aficin propia de los espaolesy la prendida con celeridad entre los nativos, sino que muchas corridas seorganizaban como asueto y relax de las tropas de ultramar y que servan,muchas veces, para levantar la moral de las tropas, cuyo decaimiento eraproducto de la nostalgia familiar y el distanciamiento de la Madre Patria.

Laciudadde Cienfuegos, fundada en 1819 y conocida como La Perla del

Sur (situada en la parte centro-sur de la isla, en la pennsula de Majagua,la segunda urbe ms importante de Cuba), tuvo una Plaza de toros demediana construccin, de un solo piso al descubierto, en el que hayalgunos palcos, con capacidad para 5.000 almas, segn la tauromaquia deGuerrita. El 13 de febrero de 1887 aparece en el peridico La Fraternidaduna noticia sobre el debut en la plaza de toros de Cienfuegos de una toreraconocida como La Cordovesa y un nio de corta edad a quiendenominaban El Pequeo Mazzantini.

En la provincia ms occidental de la isla cuya capital es Pinar del Ro, laantigua Nueva Filipina -situada al Sur-Oeste de la capital, donde seencuentra la mayor produccin de tabaco y de la industria del afamado

Hernando de Soto


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puro cubano Cohiba, Partags oMontecristo, con el 80% de la produccin total-, tuvo tambin su Plaza de Toros de fuerteconstruccin, pero que carece de belleza y debastantes dependencias. Es de un solo piso, en

el que hay algunos palcos adems de los deautoridades. Cabida, 6.000 personas, comoresea la tauromaquia de Guerrita.

Tambin en la ciudad de Matanzas, fundada el12 de octubre de 1693 con el nombre de SanCarlos y San Severino de Matanzas, nombre que

deriva de la matanza que sufrieron los espaoles a manos de un grupo deaborgenes en 1510 y es conocida, por su desarrollo cultural y literariocomo La Atenas de Cuba. Est situada al este de La Habana, muy cercade las conocidas playas de Varadero, e igualmente se sabe que fue dondese interpret por primera vez el Danzn (el Baile Nacional de Cuba) delcual derivan gneros tan populares como el Chachach y el Mambo. Esaciudad turstica por excelencia tuvo tambin su plaza de toros, y se sabeque en 1747 se celebr una gran fiesta taurina en ella.

En otra ciudad, en la denominada Sancti Spritus, cuyos habitantes sonconocidos con el gentilicio de espirituanoso yayaberos, derivado, steltimo, del nombre del ro Yayabo que la atraviesa, es la cuarta villa deCuba y se fund el 4 de junio de 1514 por el Adelantado Diego Velzquezde Cullar.

Esta ciudad del centro de Cuba tuvo su Plaza de Toros, ubicada en lo quehoy se conoce como Acueducto Municipal de la calle Gutirrez, declaradoMonumento Nacional, donde se celebr la primera corrida de toros el 1 dejulio de 1850, con la participaron del torero mexicano Jos Vzquez y suesposa, apodada La Pepilla, con Cenobio como picador y un andaluz deapellido Lpez, segn relata una crnicas del rotativo El Fnix (primerperidico espirituano que vio la luz el 3 de marzo de 1834), que se hizo ecode los programas de aquel espectculo taurino.

Otras dos corridas se dieron el 11 de agosto y el 8 de septiembre de 1850,donde particip la misma cuadrilla de toreros mexicanos citada. La nota

curiosa de la corrida del 11 de septiembre, programada con el fin debeneficiar supuestas obras pblicas, fue la escasa afluencia deespectadores, por lo que la recaudacin fue pauprrima.

Dos aos despus, el 7 de septiembre de 1852, se anunci pblicamente lapresentacin de la cuadrilla de un torero conocido como el To Juan, y enmarzo de 1864 se anuncia la actuacin de Jos Snchez El Nio, quetore en la mencionada Plaza de Sancti Spritus.


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El diario El Fnix public, en 1850, lainformacin referida a una corrida que secelebr en la ciudad de Trinidad -en elcentro-sur de la isla y la tercera villafundada por los espaoles en Cuba en 1514-

, en homenaje al arribo a esa ciudad delgeneral Jos Gutirrez de la Concha,Marqus de La Habana y Capitn General dela Isla en el periodo 1850-52 y 1854-59. Poraquella poca esos espectculos eranorganizados y financiados por hacendados,comerciantes y otras personaspertenecientes a las clases pudientes queeran los terratenientes de la isla.

Pero donde ms arraigaron las corridas de toros fue en la capital, LaHabana, que era donde estaba la Capitana General de las fuerzasespaolas y donde tenan sus casas solariegas la mayora de losterratenientes espaoles, dueos de las grandes haciendas cubanasdedicadas al cultivo de la caa de azcar y del tabaco.

La primera plaza de torosdeque se tiene referenciafue laconocida comoel Aserradero, erigida en La Habana en 1769,ubicada entre las calzadasde Monte y Arsenal, cuyo lugar fue llamado posteriormente Basurero,muy cerca a la actual Estacin Central de Ferrocarriles.

La segunda plaza de toros se edific en 1796, en el sitio en que hoy se

cruzan las calles Monte y Egido. A esta le sigui, en 1818, la tercera plazade toros, ubicada al fondo de la posada de Cabrera, esquina a la calleguila, y otra ms, la cuarta, que estuvo en servicio desde 1825 a 1836,frente al famoso caf de Marte y Belona, all donde la Calzada del Monte seentroncaba con la calle Amistad, donde posteriormente se edific elCapitolio Nacional.

Hasta el ultramarino poblado de Reglalo que hoy es un barrio de la capital,situado, precisamente, en el oriente dela baha de La Habana, donde termina

el largusimo paseo del Malecn- tuvosu plaza de toros, la quinta construida,que estuvo en servicio desde 1842 a1855, cuya edificacin precis deautorizacin expresa del Ayuntamientode La Habana. La misma se irguidetrs de la parroquia de la localidad,quiz con la secreta intencin de salvarlas almas de quienes tuviesen ladesventura de sufrir alguna cornada

mortal.

Marqus de La Habana

Cartel de Regla, 1883


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En esta Plaza de toros muri un torero gaditano de cogida, Jos DazMosquita. Guerrita recoge en su Tauromaquia este hecho luctuoso: Matador de segundo orden, que falleci en la Habana el ao 1845 deresultas de una herida que sufri toreando en la tarde del 28 de junio delmismo ao.

En el Club Taurino de Murcia hay un cartel detoros de Regla, 19 de diciembre de 1897,anunciando la actuacin de las Seoritastoreras LOLITA y ANGELITA (Debut en Amrica)que mataran becerros de la ganadera de JorgeDaz.

La sexta plaza de toros capitalina se edific en1853, la llamada Plaza de Toros de Belascoan,por estar ubicada en la calle Belascoan, entre

las calles Virtudes y Concordia, a un costado dela entonces Casa de la Beneficencia, conocidatambin como de La Habana, por suimportancia, y que se mantuvo activa hasta que

en 1897 un terrible incendio la destruy. Tena una capacidad de algo msde 6.000 espectadores.

En esta plaza de toros tena que torear, el domingo 29 de Noviembre de1868, Francisco Arjona Herrea Cchares, que curiosamente figuraba enlos carteles anunciadores de ese da, como el que se aporta, con el segundoapellido cambiado, figurando el de Guilln; apellido que gustaba usar en

ciertas ocasiones y que perteneca al segundo apellido de su abuelopaterno.

Decamos que tena que torear ese domingo aunque la presencia de Currono se produjo, no por una espant del Sr. Cchares sino por habercontrado la famosa enfermedad del vmito negro o fiebre amarilla,tambin llamada plaga americana, cuyas secuelas le produjo la muertecinco das despus, falleciendo el viernes 4 de Diciembre de 1868,festividad de santa Brbara.

Ese da, la expectacin era excepcional por ver

torear al maestro Curro Cchares, que debalidiar seis toros Yankees y cuya corrida serapresidida por el Excmo. Sr. Capitn General dela isla, como reseaba el cartel anunciador. LaPlaza estaba de bote en bote, o si se quierehaba un lleno hasta la bandera, pero a la horade dar comienzo la corrida Cchares no sepresent para hacer el pasello. El pblico, quedesconoca la verdadera causa de la ausencia ya nadie se le ocurri advertrselo, creyendo quetodo haba sido un engao mont una broncadescomunal y las consecuencias de aquellos

Cartel del debut de Cchares

Curro Cchares


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altercados casi destroza la plaza. Cuando el pblico conoci el verdaderomotivo por el cual Cchares no apareci en el ruedo y supo la tristenoticia de su enfermedad, el dao ya estaba hecho.

Junto a Cchares tambin contrajo la enfermedad el banderillero de su

cuadrilla, Mateo Cabrera Vila, que muri tambin del vmito negro elmircoles 9 de diciembre de 1868.

Cchares fue enterrado en La Habana y: Susrestos mortales fueron exhumados el martes 23 deDiciembre de 1884 y trasladados a Espaa,llegando a Cdiz, donde hizo entrega de ellos elespada Francisco Snchez Frascuelo a su hijoCurrito, siendo transportados a Sevilla el domingo11 de Enero de 1885 a la iglesia parroquial de SanBernardo, donde se le deposit en un nicho al lado

del evangelio, del altar de Jess de la Salud al dasiguiente. Segn cita Guerrita en su Tauromaquia.

Cosso dice del luctuoso suceso (en el Diccionariode Toreros, de la edicin El Cosso en fascculos),que: la sociedad recreativa Unin Recreativaabri una suscripcin entre sus socios para costear

los gastos de exhumacin del cadver y su traslado a Espaa. El matadorde toros Francisco Snchez (Frascuelo) se hizo cargo en La Habana de losrestos de Cchares, y en Cdiz los recibi su hijo Francisco Arjona Reyes(Currito)

Tambin hay constancia de la actuacin en estaPlaza de toros, y en otras de la Isla, del torerosanluqueo Manuel Hermosilla: Teniendoveinte aos, y sin haber toreado lo suficiente enEspaa, embarc para la Habana el 30 de Abrilde 1867, y all permaneci dos aos, pasando en1869 a Mxico a las rdenes de Jos Poncecomo segundo espada; tal como lo reseaGuerrita y Cosso destaca: Manuel HermosillaLlanera march a La Habana y se dio a conocer

como banderillero, trabajando a las rdenes deespadas de por all durante dos aos en lasplazas de Regla, Cienfuegos y Matanzas.

No obstante lo relatado, an se construy una sptima plaza de toros en LaHabana, denominada de Carlos III, inaugurada por el torero murcianoJuan Ruiz Lagartija. Esta sptimaPlaza de Toros, tambin conocida comode la Infanta, ya que era el nombre de la calle donde se construy en 1885,y que, junto a la segunda de Regla, se mantuvo activa hasta 1898; fechaen que finaliz la presencia espaola en aquella isla, tras el hundimientodel acorazado Maine (a las 21,40 del 15 de febrero 1898) y el posteriorenfrentamiento con Estados Unidos que produjo la claudicacin espaola y

Currito hijo de Cchares

Manuel Hermosilla


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la firma del Tratado de Pars, el 10 dediciembre de 1898, por el que se perdieron nosolo Cuba, sino Guam, Puerto Rico y Filipinas.

Circunstancias que ocurrieron cuando Alfonso

XIII tena tan solo doce aos y ejerca laregencia su madre la reina Mara Cristina deHabsburgo-Lorena; presida el gobiernoespaol el liberal Prxedes Mateo Sagasta y elde Estados Unidos el republicano WilliamMcKinley.

La descripcin de la citada plaza de toros nos laofrece Guerrita en su Tauromaquia de esta

manera: La Habana, plaza de torosCarlos III, las obras comenzaron el da

15 de Mayo de 1885 en la calzada llamadade la Infanta, esquina al paseo de CarlosIII. Los planos del edificio, que es demadera, como la direccin de obras, seencomendaron al notable arquitecto Sr.Osorio.Consta, seguimos la descripcinde Guerrita, de tres cuerpos: destinado elprimero tendido; el segundo palcos, yel ltimo grada. El nmero total delocalidades es el de 10.000.

Sigue detallando Guerrita una serie dedatos, entre los que cabe sealar quetena 55 palcos de sombra con seisasientos cada uno, reservndose dos deellos para el Capitn General de la isla y el

otro para la presidencia, y el ruedo tena un dimetrode 49 metros, con un callejn de bastante anchura.

Las dependencias estaban destinadas a administracin,conserjera, enfermera con cuatro camas, guadarns,caballerizas, dos corrales, uno de ellos cubierto y ochochiqueros. Los arquitectos de la plaza fueron los Sres.Ariza, Osorio y Herrera, los cuales antes de la primeracorrida, hicieron unas pruebas de peso, calculando el decada persona en tres veces ms de lo que pesa, siendosatisfactorio el resultado.La inauguracin, segnGuerrita: tuvo efecto el da 15 de Noviembre de1885 con una corrida, en la que actuaron los espadasJuan Ruiz (Lagartija) y Jos Martnez Galindo.

Lagartija banderille al quinto toro; Ojitos dio el quiebro

de rodillas en el sexto, y a este mismo toro lo salt al trascuerno y con lagarrocha Francisco de Diego (Corito).

Timn del MaineMuseo La Habana

Plaza Carlos III, La Habana

Juan Ruiz Lagartija


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Por dicha plaza de toros pasaron todas las primeras figuras del momentoque, como ocurre en la actualidad, se iban a hacer las Amricas. Sealarque por aquella poca, segn se desprende al escudriar las biografas detoreros de finales del siglo XIX, las plazas de mayor importancia enAmrica, por el nmero de festejos que programaban, eran, junto a la de

La Habana, Mxico, Lima y Montevideo. Entre esas figuras del toreo quetomaron parte en festejos taurinos en La Habana, a finales del siglo XIX,cabe citar al diestro Pedro Aixela Peroy que se cita en la tauromaquia deGuerrita: En 1863 trabaj en La Habana en seis corridas

Otro afamado espada fue el granadino Francisco Snchez Frascuelo, deChurriana de la Vega, de quien sabemos que participo en las corridas de1884 y que se hizo cargo de los restos mortales de Cuchares, que fueronexhumados en dicha ciudad el 11 de Enero de 1885 y su posteriortrasladado a Espaa, como ya detallamos en el artculo anterior.

En la temporada de 1886, ao en el que secompleta el proceso de la abolicin de la esclavituden la isla, aparece la figura del distinguido toreroguipuzcoano D. Luis Mazzantini Egua, llevando desegundo espada a Diego Prieto Barrera Cuatro-dedos, que le cedi su antigedad, y una brillantecuadrilla de banderilleros y piqueros, como elpicador de beda Rafael Alonso El Chato.

Mazzantini se convirti de inmediato en el dolo deaquella aficin, llegando a torear 16 corridas en la

temporada 1886-7, por las que cobr 30.000 duros(150.000 pts), cantidad que no haba cobradohasta entonces ningn torero, alcanzando tal notoriedad que, segn uncronista de La Habana, intimid con lo ms florido de la sociedadcubana, impuso modas y costumbres, dio su nombre a las marcas ms

selectas de cigarros y logr hacerse, en unapalabra, el nombre del da. La irrupcin deMazzantini en Cuba, a quien apodaban lostoreros de su poca como el seorito loco,coincidi con la presencia en la isla de la

clebre actriz francesa Sarah Bernhardt, cuyoencuentro se produjo en el mismo hotelInglaterra donde ambos se alojaban. Contabanlos mentideros de la caribea ciudad, que lagran diva, la excntrica, temperamental ycaprichosa actriz qued prendada, ipso facto,del apuesto matador y prendi en ellatal entusiasmo por la fiesta nacional espaolaque la llev a la plaza de toros para ver a sudolo, luego la apostura, gallarda y entrega del

matador Mazzantini hicieron el resto.La sociedad habanera empez a dar pbulo al romance entre las dos

Luis Mazzantini

La actriz francesa Sarah Bernhardt


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estrellas, cuyo rumor cruz el ocano atlntico, llegando a Europa, dondefue reflejado en los principales peridicos espaoles y franceses. La crnicade la corrida a puerta cerrada, que el torero organiz para la actriz, fuepublicada en el longevo diario francs Le Figaro, e incluso hubo quienlleg a escribir sobre el ostentoso anillo de perlas y brillantes que la

Bernardt luca a su vuelta a Francia.Parece ser que los combates, extra ruedo, entre el torero y la vedette,agotaron de tal modo a Mazzantini que a la hora de la verdad fueopacado en la arena por el no menos afamado Guerrita, quien tambinhaca temporada en la plaza capitalina. La presencia de Mazzantini en Cubaqued acuada en una frase popular para definir algo muy difcil o casiimposible de realizar: Hombre, eso no lo consigue ni Mazzantini eltorero!.

A pesar de los acontecimientos luctuosos que se haban producido, tras el

hundimiento del acorazado Maine el 15 de febrero de 1898, los toros sesiguieron celebrando en diversos puntos de la isla,ya que la previsible guerra no tendra lugar hastael 3 de julio de 1898, fecha en que tuvo lugar elcombate naval de Santiago de Cuba y ladestruccin de toda nuestra flota, al mando delAlmirante Cervera.

As encontramos que el peridico cubano ElToreo, en su nmero 1.301, dedic un ampliocomentario a la corrida celebrada en la Plaza de

Toros de la Regla, de La Habana,el 13 de Febrerode 1898, a beneficio de la cuadrilla de Mazzantini,con toros de Anastasio Martn. En ella tomaronparte Luis Mazzantini, Jos Centeno y Laboise. Enotra noticia se seala que en la misma plaza tuvolugar unos das despus, el 27 de Febrero de 1898, otra corrida a beneficiodel propio Mazzantini, lidindose seis toros de Benjumea. Luis Mazzantinicoment El Toreo- encargado de torear los seis toros, fue muy aplaudido,recibiendo valiosos regalos de sus admiradores. Banderille el quinto,siendo objeto de una gran ovacin. Al marcharse de aquella isla fue

despedido como un triunfador entre aclamaciones y cohetes. Desde all seembarc para Mxico, donde tore tambin con mucho acierto. La vuelta aEspaa mereca la recompensa de paladear las mieles del xito en tierrasamericanas, pero el dolor de haber dejado muerto en Cuba a su buenbanderillero el Barbi, ensombreci cualquier atisbo de celebracin.

Como ya hemos apuntado, junto a Mazzantini, obtuvo grandes xitosRafael Guerra Guerrita en la Plaza de la Habana, en la temporada 1887-8,la nica temporada que particip, donde gust mucho, no solo por su toreo

El almirante Cervera


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sino por el dominio y lucimiento de todas lassuertes, consiguiendo, la mayora de las tardes,empequeecer el toreo de Mazzantini, a pesarde la fama conseguida por ste. No obstante laexitosa temporada cubana, Guerrita fue herido

en su ltima actuacin en La Habana y aunquela cogida fue leve el restablecimiento le llevms tiempo de lo normal, por lo que retrasms de lo debido su vuelta a Espaa, donde sele esperaba con anhelo, especialmente en suCrdoba natal. Sus paisanas, orgullosas de sutorero y preocupadas por su tardanza en volverde Cuba, cantaban esta copla popular:

Ni me lavo, ni me peinoNi me asomo a la ventana,Hasta que no vea venirA Guerrita de la Habana.

Como es natural muchos ms toreros participaron en diversas fechas en lascorridas que se programaban en las diferentes plazas de la isla a finales delsiglo XIX, como fue la presencia de Francisco Arjona Reyes Currito, elhijo de Cchares, que estuvo toreando en La Habana, en el invierno de1887-88, junto a Hermosilla y Guerrita.

Otro torero fue Julio Aparici Pascual (Fabrilo),

natural del barrio de Ruzafa de Valencia, de quin,tras su presentacin en Madrid en 1887, el pblicodijo de l que tiene cara de mujer bonita. En 1888realiz una triunfal presentacin en La Habana,donde tore aquel invierno con el inventor delquiebro de rodillas Fernando Gmez el Gallo yDiego Prieto Cuatrodedos.

Aunque el objeto de este artculo no es el de relatarlos avatares del devenir poltico de la situacin enCuba, previos a la independencia de la isla, si es

preciso apuntar algunas pinceladas de aquellosacontecimientos ms relevantes.

Los movimientos independentistas se fueronsucediendo con cierta intermitencia desde 1868 en la regin de Manzanillo,que, aunque acallados, se reaviv la llama revolucionaria con elproteccionismo del monopolio textil cataln, con una injusta ley de aciagamemoria, la conocida Ley de Relaciones Comerciales con las Antillas,promulgada el 20 de julio de 1882, que junto con el Arancel Cnovas(1891) impona a los cubanos fuertes aranceles para exportar suproduccin textil.

Rafael Guerra Guerrita

Fernando Gmez El Gallo,adre de los Gallos


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A parte de otras escaramuzas de mayor o menorimportancia, la situacin empieza a enrarecersecon la creacin del Partido RevolucionarioCubano, cuyos primeros levantamientos seproducen, a un tiempo, en Oriente y en

Matanzas en 1895 y que fu fundado en 1892por el periodista y poeta cubano Jos Mart,aquel que cultiv una rosa blanca:

Cultivo una rosa blancaEn Junio como en Enero,Para el amigosincero,Que me da su mano franca.Y para el cruel que me arrancaEl corazn conque vivo,Cardo ni ortiga cultivo cultivo unarosa blanca.y el que ech sus versos del alma en aquellos Versos sencillos:Yo soy un hombre sincero De donde crece la palma. Y antes de morirmequiero Echar mis versos del alma.

El mismo ao de la creacin del Partido Revolucionario Cubano dimite,como Gobernador de la isla, el general Camilo Garca de Polavieja, apodadoel general cristiano, provocada por los encontronazos con los capitalistas

espaoles y los hacendados cubanos y al serincapaz de reprimir la corrupcin generalizadadel funcionariado de la isla y estar endesacuerdo con las polticas del Gobierno de

Madrid.La guerra se generaliza a Oriente y Occidentea partir de 1895, en cuyas contiendas seescribieron grandes pginas picas de laGuerra de la Independencia de cubana, hastasu finalizacin en 1898 con el hundimiento delacorazado Maine y la posterior debacle en losenfrentamientos con EEUU.

Las tres cuartas partes de las bajas queprodujo la guerra entre las tropas espaolas

fueron por causa de las bajas que mltiples enfermedades tropicales,producidas por los innumerable clases de insectos, el calor hmedo, lasaguas infectas y la inadecuada y pobre alimentacin causaban entre lossoldados llegados de la pennsula que superaron los 300.000 soldadosmuertos. Como seala Moreno Fraginals, que se qued a vivir en la isla trasla derrota la guerra de Cuba la ganaron la malaria y la fiebre amarilla.

Mientras los toros y los movimientos en contra seguan su marcha sin quele afectaran demasiado los acontecimientos blicos. As se registra quedesde el diario El Fnix, el 18 de Noviembre de 1894, se apoyara unacampaa para la suspensin de las corridas de toros en Cuba.

Desde 1896 no cesan de arribar a las costas patrias un rosario de

El poeta cubano Jos Mart

El general Camilo Polavieja


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embarcaciones cargadas con un ingentenmero de enfermos y heridos de lacampaa de Cuba. Por iniciativa de S.M. laReina Regente, D M Cristina deHabsburgo-Lorena, y a travs de la Cruz

Roja, que presida el antiguo gobernador deCuba el general Polavieja, que proyectaba lacreacin de un sanatorio en Santoa oSantander, para el restablecimiento de lasalud de los soldados enfermos. Para ello setrat de organizar una patritica corrida detoros en San Sebastin, en la plaza demadera que haba junto a la estacin deferrocarril, la de Atocha, con 10.000localidades, cuyo empresario ceda

gratuitamente sus instalaciones y en la que en principio participaraGuerrita. Mas ste propuso se celebrase en Madrid, por su mayorcapacidad y as proporcionara mayores beneficios econmicos. Pero enMadrid habran de toparse con los impedimentos egostas de el de laflauta, con un agujero slo, es decir con D. Bartolom Muoz, a la saznempresario de la plaza de Madrid, que tan solo exigi las condiciones decostumbre, es decir el cincuenta por ciento de los beneficios. Casi n!.

An as, salvados los errores cometidos por la organizacin del festejo, secelebr la corrida el sbado 17 de Octubre de 1896, con cuatro toros deBenjumea y cuatro de Muruve, estoqueados por Guerrita, Antonio Moreno

Fernndez Lagartijillo, Antonio Fuentes Zurita y Emilio Torres Bombita.Las cuentas se publicaron en La Lidia, el 28 de Octubre, arrojando elsiguiente balance: recaudacin 97.444,38 pts, de las que 20.322,40 pts sellev el Sr. Bartolo por el arrendamiento de la plaza, que no lleg allenarse, y junto a las 42.121,98 pts que ascendieron los gastos, tan soloqued un beneficio de 35.000 pts.

Ante ese ridculo, el peridico El Imparcialde Madrid abri una suscripcinpopular a favor de los heridos de Cuba, a la que se sum la Reina con undonativo de 3.000 pts. No obstante, el citado peridico organiza otracorrida de toros en Madrid, que se celebrara el viernes 13 de Noviembre de1896, cuya plaza, esta vez s, ceden gratuitamente la empresa. Los seistoros seran de D. Pablo Benjumea, de Sevilla, y los diestros actuantes, quecedan gratuitamente sus estipendios a favor de los heridos, fueronGuerrita, Reverte y Emilio Torres Bombita. En la Presidencia estuvieronpresentes los afamados toreros Lagartijoy Frascueloque fueron saludadoscon una sonora ovacin. En el palco n 5 se invit a seis soldados heridos,que estaban recin llegados de la guerra y que fueron ovacionados concario.

La Reina, que no pudo acudir a la corrida por sufrir un pertinaz catarro,

envi 1.000 pts para aumentar con ellas el producto de la ya celebradafiesta. La revista El Enano don la recaudacin de la venta de los

Soldados de la guerra de Cuba


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nmeros del da de la corrida y el siguiente, que ascendi a 206,25 pts. Losbeneficios alcanzaron la no despreciable suma de 90.531 pesetas.

A tan celebrado evento no poda faltarle la atencin de la trovapopular que le dedic el siguiente Tango patritico:

A la corrida de torosque organiz El Imparcialacudi lo ms selectode la buena saciedad.

Y como no poda faltar, los compaeros de armas no se quedaran sinmostrar alguna manifestacin de compaerismo, solidaridad y cario haciasus correligionarios de milicia y para ello se realiz, en Cartagena (Murcia),una corrida de toros, el domingo 30 de Agosto de 1896, y que fueorganizada por el Crculo Militar de la

ciudad departamental a beneficio de losheridos de Cuba, con seis toros de D.Jos Adalid, que seran estoqueados porlos diestros Enrique Vargas Minuto yJos Garca Algabeo. El destino de losbeneficios obtenidos, tal como rezaba enel cartel de la poca, seran asignados: la mitad a La Cruz Roja Espaola y laotra mitad a Los heridos en Cuba hijosde Cartagena.

Y como ltimo aporte sealemos que, elmartes 12 de Mayo de 1898 se celebrotra corrida de toros en Madrid conidntica finalidad, que presidira el Condede Romanones, y en la que actuaron losdiestros Guerrita y Mazzantini quehicieron, adems de las delicias delpblico, unos encendidos brindis patriticos. As brind Guerrita alPresidente: Brindo al Presidente y a sus compaeros, con el deseo de queel toro se transforme ahora en yanqui, y Mazzantini explot de ardor

nacional: Que todo el dinero recaudado en esta corrida se gaste endinamita para romper en mil pedazos aquel pas de aventureros llamadoEstados Unidos.

Ante esas manifestaciones patriticas no poda faltar la msica y lo hizo,entre otras muchas composiciones, con una obra del gnero chico, lazarzuela titulada La Marcha de Cdiz que compuso Federico Chueca,inspirada en el famoso asedio de Cdiz de 1810 por los francesesy estrenada en el teatro Apolo en 1886. La citada marcha era el ltimonmero del primer acto de la citada zarzuela, que se trata de una marchamilitar que Chueca haba compuesto, en 1868, en honor del General Prim y

era usada comnmente para despedir a las tropas que partan desde elpuerto de Cdiz hacia la guerra de Cuba.

Cartel de la corrida de Cartagena


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Como hemos visto, la tradicin culturalde las fiestas de toros en Cuba semantuvo sin interrupcin durante cuatrosiglos (desde el 1514 hasta 1898), unao despus del hundimiento del

acorazado norteamericano Maine en elpuerto de La Habana (precisamente latripulacin del Maine asisti a una deaquellas corridas), el brigadier generalAdna R. Chafee, jefe del Estado Mayor dela Fuerza Norteamericana de ocupacin,decret, por Orden Militar n 187, el 10de octubre de 1899 la prohibicinabsoluta de las corridas de toros en laisla, so pena de multa de 500 pesos a

quienes incumplieran y desobedecieranesa normativa.

No obstante, con el nacimiento de laRepblica de Cuba en 1902 y una vez finalizada la ocupacinnorteamericana, pareca que los nuevos aires traeran nuevos aromas delibertad y con ello, el restablecimiento de las corridas de toros. Pero nadams lejos de la realidad, ya que esa prohibicin no solo mantuvo suvigencia, sino que fue acatada por todos los gobiernos de la Repblica,incluso por este ltimo.

An as, parece ser que se construy una ltima plaza de toros en LaHabana, la de Los Zapotes, situada en San Miguel del Padrn, hoy uno delos barrios al sur de la capital, que se inaugur en 1908 y al parecer estuvoen servicio hasta 1940.

Durante el siglo XX hubo algunos intentos de burlar la ley, o si se quiere desaltrsela a la torera, pero la mayora de los esfuerzos fueron totalmenteinfructuosos. Como prueba de ello se importaron en 1923 seis torosmexicanos y se contrat a Rafael Gmez El Gallo, pero las autoridadescompetentes no permitieron la celebracin delespectculo.

Pero el mundo el toro no se rendira tanfcilmente y, tras mucho insistir, consiguieronque el gobierno permitiera que se dieran unascorridas de toros en la Habana, con la condicinde que no se mataran o banderillearan los toros.La citada corrida se celebr en el EstadiumTropical, con una capacidad de 13.000espectadores, el 27 de abril y 4 y 11 de mayodel 1941, lidindose cuatro toros en cada una,en la que tomaron parte Jaime Noan y Rafael

Ponce Rafaelillo, to-abuelo del gran EnriquePonce, con toros de la ganadera mexicana de San Mateo.

Plaza de toros de La Habana

Rafael Ponce Rafaelillo


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No obstante la prohibicin de clavar banderillas y dar muerte al toro, losbanderilleros Torquito y Ginesillo, ante la insistente peticin del pblico, seatrevieron a parear sin trampas ni cartn a uno de los toros conbanderillas de verdad. Dicha infraccin fue presenciada por el presidente dela Sociedad Protectora de Animales de Cuba, quien inmediatamente

present la correspondiente denuncia contra los citados banderilleros, quetuvieron que comparecer ante el juez en un juicio oral rpido, celebradoaquella misma semana. Tras la exposicin de las acusaciones el juicio fuesuspendido, a peticin de la defensa, por la no comparecencia de la parteofendida el toro. La revista taurina El Ruedo del ao 1941 ofrece undetallado relato de dichos festejos.

El 30 y 31 de agosto del 1947, se celebraron otros dos simulacros decorridas que se dieron en el Estadio de la Habana. La primera corrida secelebr sin novedad, pero la segunda corrida hubo de suspenderse, a mitaddel festejo, por culpa la lluvia tropical. Los toros fueron de la ganaderacolombiana de Aguas Vivas, en la que tomaron parte las grandes estrellasmexicanas como Fermn Espinosa Armillita y Silverio Prez. El espectculoque se ofreci fue de tono menor, ya que no poda matarse al toro y lasbanderillas usadas carecan de arponcillo y las espadas eran de madera.

Esta presentacin sera el ltimo espectculo taurino celebrado en La Perladel Caribe, a pesar de que en el 23 de enero del 1973 se consiguiera queun Decreto-Ley autorizara la celebracin de corridas de toros en NuevaGerona, en la Isla de la Juventud, donde se proyectaba construir una plazade toros, pero ni el proyecto de construccin como tampoco el intento de

dar corridas llegaron a materializarse.Muchos ms datos se podran aportar sobre el desarrollo de las corridas detoros y de los intentos para la celebracin de corridas en el siglo XX enCuba. Hasta aqu, amigo lector, lo expuesto en los dos artculos sobre LosToros en Cuba, slo son una somera e incompleta resea, que nohistoria, de los avatares vividos y sufridos por nuestra Fiesta Nacional enaquella isla de Cuba, llamada La Perla del Caribe. Estoy seguro quemuchos aficionados conocern muchos ms datos que los que aquhumildemente os presento, por lo que espero sepan disculpar las omisionesque se hayan producido.

BIBLIOGRAFIA

Luis beda, Toros en Cuba en Portaltaurino.comJos Mara de Cosso, Diccionario de TorerosJos Mara de la Torre, Habana Antigua y Modernangela Oramas Camero Las Corridas de Toros en CubaJos Mara de Cosso, Los Toros, tomo IVRafael Guerra Guerrita, Tauromaquia, tomo II, pag.998Miguel ngel Lpez Rinconada, Los toros y la guerra de CubaJos Mara de Cosso, Diccionario de Toreros


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Jos Mara de la Torre, Habana Antigua y Modernangela Oramas Camero Las Corridas de Toros en CubaAndrs Amors, Toros y culturaM Vernica de Haro de San Mateo (Universidad de Murcia) La corridapatritica organizada por El Imparcial en 1896 -IC Revista Cientfica de

Informacin y Comunicacin 2011.Revista taurina El Ruedo, 1941

Plcido Gonzlez Hermoso/LOS MITOS DEL TORO

los toros en cuba

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