los procesos formativos universitarios lÍquidos: hacia la construcciÓn de un modelo

Upload: xavier-vargas-beal

Post on 04-Apr-2018

226 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    1/25

    1

    LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOSPRIMEROS HALLAZGOS HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    Xavier Vargas Beal16 Agosto 2012

    Palabras claves: Liquidez, Academia, Procesos formativos, Universidad, Alumnos

    Resumen: En este trabajo damos cuenta de los cinco principios que fundamentanlo que nosotros llamamos academia lquida y de los contenedores que puedenayudar a los maestros a operar los procesos formativos universitarios bajo unnuevo modelo menos slido que las prcticas educativas tradicionales, mismasque ya dan muestra, en muchos casos de ser obsoletas. La academia lquida esuna nocin que surge como uno de nuestros hallazgos ms significativos denuestras ltimas investigaciones.

    En 2007 iniciamos una investigacin para comprender mejor y ms

    especficamente como construan conocimiento los alumnos universitarios durante

    los viajes de estudio. As, ese ao acompaamos a 69 alumnos y 4 profesores a

    la India para hacer durante un mes nuestro levantamiento de campo1. Dos aos

    despus de un laboriossimo proceso de anlisis, sntesis y dilogo terico-

    emprico, creamos el concepto de academia lquidapara referirnos a los procesos

    formativos universitarios y profesionales a travs de los cuales diversos actores

    construyen conocimiento al margen de las estructuras curriculares rgidas2 y las

    prcticas educativas tradicionales3. Una vez entregado nuestro reporte decidimos,

    en 2010, continuar investigando este tipo de procesos formativos universitarios

    que hemos llamado lquidos, mismos que nuestra universidad en avanzada- ha

    comenzado a desarrollar programticamente mediante lo que la institucin

    denomina Programas de Aplicacin Profesional (PAPs). Desde entonces,

    1Cada ao, desde hace 14, en el Instituto Tecnolgico y de Estudios Superiores de Occidente, un

    grupo nutrido siempre diferente de alumnos universitarios de distintas licenciaturas, acompaadospor cuatro o cinco maestros, han viajado a distintos pases desarrollando durante casi un mes unproyecto educativo propio alrededor del tema de entorno urbano y cultura. En 2007 el destino

    fueron 9 ciudades de la India (Nueva Delhi, Amristar, Chandigarh, Haridwar, Gwalior, Khajuraho,Agra, Jaipur y Bombay), los 10 aos anteriores se haban visitado USA, Cuba, Colombia, Per,Ecuador, Brasil, Uruguay, Argentina, Costa Rica, Espaa, Portugal, Italia, Tnez, Grecia, Egipto yChina; los 2 aos ulteriores Rusia, Lithuania, Latvia, Estonia y Japn.2

    Por estructuras curriculares rgidas entendemos por el momento planes de estudiopredeterminados, programas de materias, temas programados, clases prediseadas, guas deaprendizaje, etc.3

    Porprcticas educativas tradicionales entendemos por el momento exposiciones magisteriales,presentaciones audiovisuales, dinmicas diversas de grupo en aula, sesiones de preguntas yrespuestas, seminarios en clase, etc.

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    2/25

    2

    venimos observando y analizando este tipo de procesos en la operacin

    acadmica misma de los proyectos donde, lejos del aula universitaria y al margen

    en muchos sentidos de la formacin tradicional, alumnos y profesores intervienen

    comunidades diversas enfrentando problemas reales que demandan acciones

    profesionales concretas. Nuestro inters sigue siendo caracterizar y clarificar esta

    liquidez acadmica, por lo dems en dilogo con las conceptualizaciones sobre el

    tema que vamos encontrando a cuenta gotas en la literatura educativa ms

    actualizada, donde todava muy pocos autores han reflexionado sobre la liquidez

    acadmica (por ahora solo Sygmunt Bauman, Cristobal Cobo y Maggi Savin-

    Baden), con el agravante adems- de que tales elaboraciones an son de

    carcter abstracto y no fundadas en aproximaciones empricas donde la reflexin

    haya emanado del fenmeno real mismo. Para Baumanpor ejemplo- existen tres

    retos para la educacin4 pero no sugiere, ni menos determina, como enfrentarlos.

    Maggi Savin-Baden por su parte, slo analiza la cuestin y propone el aprendizaje

    lquidocomo una forma para comenzar a resolver las exigencias de la modernidad

    lquida que Bauman expone, y da algunas muy valiosas sugerencias de carcter

    general con el mismo fin5.

    Ahora bien, conforme vamos descubriendo mediante nuevas y ms recientes

    investigaciones puntuales- ms detalles sobre la naturaleza intrnseca de estos

    procesos, vamos constatando, al observar su ejecucin misma que, si bien son el

    resultado de esfuerzos muy meritorios de quienes han diseado curricularmente

    formas innovadoras para producir aprendizaje y desarrollar competencias

    profesionales en sitio, tales procesos estn siendo sometidos debido a la

    insuficiencia de las estructuras acadmicas, administrativas y operativas que

    pretenden regularlos- a formas de control y manejo inapropiadas, pues stas

    siguen respondiendo a las viejas formas para controlar y manejar procesos mucho

    ms slidos que son los que siguen sucediendo en las aulas mediante estructuras

    4Baumen, Sygmunt (2008), Los retos de la educacin en la modernidad lquida, Gedisa,

    Barcelona, Espaa.5

    Savinh-Baden, Maggi (2011), Curricula as spaces of interruption?En Innovations in education andteaching international, Vol. 48, No 2, May 2011, 127-136, Taylor & Francis Group, UK.

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    3/25

    3

    acadmicas y prcticas que no se adaptan a los procesos lquidos. Hemos

    observado que tal circunstancia produce una mayor incertidumbre que la que ya

    de por si genera la propia modalidad lquida que se pretende instalar y por tanto,

    mucha resistencia en alumnos, profesores y autoridades acadmicas al vaco que

    produce la ausencia de estructura, por lo menos en los trminos en que tal

    ausencia es deseable. El hecho en s denuncia de esta manera la insuficiencia de

    los modelos tradicionales y la enorme necesidad de construir un modelo que

    pueda permitir que los procesos lquidos fluyan sin derramarse ni encharcarse,

    sino que por el contrario, tales procesos tomen cause y cumplan el fin que se

    busca conseguir con ellos. Cmo lograrlo? Nosotros, convencidos de que ya no

    es posible dar marcha atrs a tales innovaciones formativas por lo dems

    acordes con el talante del mundo actual- proponemos y nos adentramos

    comprometidos en la tarea misma de construir un modelo que recoja

    empricamente los elementos constitutivos concretos que lo hacen funcionar en la

    prctica, pero que dialogue igualmente con la teora para fundamentarse en ella y

    poder as continuar retroalimentndose y mejorar. En este artculo damos cuenta

    de los primeros avances significativos que creemos haber logrado en este sentido

    como producto de nuestros hallazgos y esfuerzo investigativo y hacemos una

    primera propuesta, todava general, del modelo que creemos puede complementar

    el trabajo que las universidades vienen desarrollando al implementar lo que han

    dado en llamar aprendizaje situado en los mbitos mismos de la praxis

    profesional.

    HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO: CINCO PRINCIPIOS

    FUNDAMENTALES DE CARCTER GENERAL

    Primer principio: disminucin de restricciones y aumento de posibilidades

    Desconocemos como lleg Sygmund Bauman a la nocin de Modernidad lquida,

    o Cristobal Cobo a la de Aprendizaje invisible, o Maggi Savin -Baden a la de

    Aprendizaje lquido, o Gustavo Quiroz Arbul a l de Sociologa lquida, o Cosials

    al de Organizacin lquida, o si en todos los casos tales aproximaciones slo

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    4/25

    4

    fueron actos de pura intuicin genial, pero, nosotros, habiendo dado con la liquidez

    de los procesos en el mbito mismo de la realidad educativa concreta, y aun

    reconociendo las conceptualizaciones hechas por estos autores y su pertinencia

    terica en la formacin universitaria, hemos querido ser prudentes en extremo con

    este concepto (liquidez) que se sobrecarga de implicaciones filosficas al sacarlo

    de su contexto fsico-qumico para transferirlo al contexto de las realidades

    humanas, tanto sociales como educativas. As, buscamos, encontramos y nos

    adherimos, a los atributos con que, investigadores de la UNAM, definieron el tipo

    de relacin que guarda el hidrgeno con el oxigeno en el agua, misma que

    produce su liquidez: la formacin de puentes de Hidrgeno en agua dicen ellos-

    no restringe las elecciones posibles llevadas a cabo por las molculas, pero

    maximiza las posibilidades.6 Ahora bien, estos atributos fsico-qumicos, debemos

    aclararlo a ustedes, como tuvimos en su momento que hacerlo a nosotros mismos,

    aunque parecen dos formulaciones lingsticas que describen lo mismo, no es as.

    No es lo mismo, segn nosotros -sobre todo en el mundo humano y social o

    educativo-, no restringir las elecciones posibles que maximizar las

    posibilidades, porque no hay necesariamente una relacin causal o sistmica

    entre estas dos manifestaciones de la naturaleza lquida en el sentido que

    estamos nosotros transfiriendo el concepto a nuestro mbito de inters: el

    educativo. En el mbito de los planes de estudio por ejemplo- podran

    disminuirse las restricciones curriculares sin que ello significara necesariamente

    una maximizacin de las posibilidades de desarrollo o mejora del currculo. La

    sola disminucin de restricciones podra redundar en un caos curricular donde

    las posibilidades resultaran todava ms disminuidas o entorpecidas. Por tanto, al

    modificar las primeras se deben modificar intencionadamente las segundas si se

    quiere ser consecuente con una determinadas aspiraciones y se quiere garantizar

    una liquidez tal que la realidad formativa, en este caso-, adems de fluir, haga

    cause y vaya a algn lado mejor que al simple estancamiento (quiz debiera

    leerse: encharcamiento); la liquidez curricular por s misma usando el mismo

    ejemplo anterior-, si no tiene un contenedor que aumente sus posibilidades

    6http://aguna.fmedi.unam.mx/-evazquez/0403/teorias%20estructura%20agua%20liquida.html

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    5/25

    5

    dndole forma, direccin y sentido, opuede simplemente, derramarse y

    perderse.

    He aqu el primer principio fundamental del modelo que proponemos: los procesos

    formativos lquidos, no son aquellos que solo se encuentran sueltos de un control

    normativo fuera del aula y/o alejados de las prcticas educativo-universitarias

    tradicionales, sino aquellos que, dentro o fuera del aula y sin importar gran cosa

    qu prcticas educativas se vean involucradas, cumplan una doble condicin: 1)

    Una disminucin sustantiva de las restricciones, y 2) un aumento de las

    posibilidades. Ambas condiciones han de ser simultneas y responder a una

    intencionalidad formativa, a fin de que los procesos formativos slidos del pasado

    rigidizados por las normas y prescripciones programticas- se licuen, pero lo

    hagan en un determinado sentido y con una finalidad productiva.

    De modo tal que, si queremos licuar procesos educativos que hoy son todava

    slidos y por tanto limitados en sus potencialidades formativas, deberemos

    disminuir las restricciones de todo tipo (normativas, programticas,

    administrativas, escolares, operativas, espaciales, de horarios, etc.) pero

    simultneamente disear y proveer estrategias apropiadas para que los procesos

    formativos lquidos que se generen como consecuencia de la disminucin de las

    restricciones no se derramen, sino que tengan de inmediato cause produciendo

    con efectividad las metas propuestas.

    Segundo principio: El cambio entre el estado slido y el lquido es continuo

    Las metforas son extraordinariamente tiles para mediar ideas profundas, pero

    todas tienen sus lmites, la nuestra tambin. La constitucin lquida del agua se

    encuentra atrapada sin que su esencia se modifique entre los 0 y los 100 grados

    centgrados. Antes de este rango el agua es slida (hielo) y despus es gaseosa

    (vapor). La liquidez cambia a slida o gaseosa en el umbral crtico discreto de un

    solo grado: de 1 a 0 o de 99 a 100. La liquidez de los procesos formativos

    universitarios en cambio tiene, segn lo hemos constatado en nuestras

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    6/25

    6

    observaciones empricas, una graduacin continua y no discreta como en el caso

    del agua. La solidez rgida de las estructuras educativas y sus respectivas

    prcticas tradicionales se puede ir licuando lentamente y el rango de este

    fenmeno de licuefaccin se ha mostrado muy amplio segn fueron las medidas

    que se tomaron sobre la marcha de los proyectos. Gracias a esta circunstancia,

    siempre es posible retroceder o avanzar en la liquidez formativa segn se vea

    necesario: ms solidez si el proceso lquido comienza a verse perdido y se quiere

    conservar la seguridad, o ms liquidez si se observa que ella va ofreciendo

    resultados productivos y se quiere su desarrollo. La solidez brinda seguridad pero

    merma la autonoma del alumno, la liquidez por el contrario, brinda el desarrollo de

    tal autonoma, pero representa siempre un riesgo de perder el proceso. Los

    maestros que trabajan bajo la lgica de los procesos lquidos formativos en el

    sentido del modelo que vamos ahora mismo exponiendo en sus principios

    generales, tienen que irse sensibilizando poco a poco para alcanzar el dominio de

    las estrategias. Los principios y las herramientas propuestas aqu son slo el trazo

    del terreno y los algoritmos facilitadores bsicos, pero su entendimiento profundo y

    su uso efectivo exige, como todo oficio, la praxis.

    Tercer principio: El inters, y no el deber, a la base del proceso formativo

    Los ros nacen justo donde el hielo slido se licuadando origen a un cause. Para

    la academia lquidaque proponemos este fenmeno de licuefaccin es el punto

    justo donde el alumno enfrenta un problema y en l surge el inters por resolverlo

    debido a la emocionalidad que produce una necesidad. Sin una necesidad por

    satisfacer y una emocin desencadenante de la energa que mover el inters del

    alumno, no hay agua valiosa que circule hacia ninguna parte, nada por tanto a lo

    que pueda drsele forma, direccin ni sentido. La formacin es absurda sin pre -

    existir de parte del alumno un inters concreto, resultado psicolgico ste de una o

    varias motivaciones (motores) con asiento todas en una o varias necesidades

    desbordadas. El inters transforma la realidad educativa en accin fundamental

    para que las distintas estrategias le den forma, direccin y sentido contribuyendo

    as, cada uno a su manera, a la formacin del alumno involucrado en el proceso.

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    7/25

    7

    En la academia tradicional, los cursos inician dando por hecho el inters

    vocacional del alumno que puede o no existir, y no a todos los maestros les

    importa movilizar este aspecto pues, en general, lo dan por hecho; la mirada del

    profesor ms bien se encuentra tradicionalmente ubicada en la norma que le dicta

    el programa de la materia y su contribucin al plan de estudios. De hecho, tales

    maestros, consideran en muchas ocasiones, una sobrecarga y una prdida de

    tiempo detenerse a motivar a los estudiantes a propsito de su materia pues ello,

    debera estar ya dado de facto por haber elegido tal o cual carrera: nada ms

    falso! La vocacin entendida socialmente como una preferencia por una carrera,

    dista mucho de la nocin profunda de lo que para Heidegger constituye el llamado

    de la conciencia del hombre a su propia realizacin, es decir, la construccin de s

    mismo. Para Heidegger, es la conciencia la que voca dentro del hombre en

    silencio, pero dando a comprender. Lo que da a comprender vocando de tal forma

    dice Heidegger- es la conciencia.7Ms adelante en el mismo texto postula: la

    vocacin carece de toda clase de fonacin. Mucho menos se formula en palabras

    y sin embargo resulta todo menos oscura e imprecisa. La conciencia habla nica y

    constantemente en el modo de callar.8 Es, en fin, el llamado profundo y sincero

    que nos hacemos a nosotros mismos para ser quienes queremos ser: La

    vocacindice Heidegger- viene dem y sin embargo sobremi.9As, en cuanto

    tal invocacinafirma l-, es la avocacin del mismo a su poder ser s mismo y

    con ello un provocar al (hombre) a sus posibilidades.10

    Esta forma de llamado profundo a la autorrealizacin personal del alumno, en

    tanto ser humano como todos, creemos nosotros, dista mucho de la simple y dbil

    identificacin socio-profesional que un alumno pudiera sentir respecto de un rol

    profesional en el marco de unas disciplinas fragmentadas y por tanto artificiales en

    cierta medida, ya que no existen como tales en la realidad de los problemas

    7Heidegger, Martin (1997), El ser y el tiempo, FCE, Mxico, p. 295

    8Idem, p. 296

    9Idem, p. 299

    10Idem, p. 298

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    8/25

    8

    humanos; el mundo complejo y multideterminado no se corresponde de modo

    fragmentado con los cajones en que las universidades han dividido la realidad

    para poder vender ttulos profesionales, tal y como si la realidad del mundo

    estuviera realmente seccionada y acomodada por separado en esos cajones

    llamados carreras. Edgar Morin ha sido exhaustivamente crtico a propsito de

    esta fragmentacin maniquea del conocimiento: "los desarrollos disciplinarios de

    las cienciaspostula l- no slo aportaron las ventajas de la divisin del trabajo,

    tambin aportaron los inconvenientes de la superespecializacin, del

    enclaustramiento y de la fragmentacin del saber. No produjeron solamente

    conocimiento y elucidacin, tambin produjeron ignorancia y ceguera".11

    As, las

    disciplinas, no solo son artificios creados por la academia, sino que stas, al

    fragmentarse, quedan aisladas y al margen de los verdaderos problemas, pues

    enclaustradas en s mismas cierran sus fronteras a las dems disciplinas y

    reducen el conocimiento al descontextualizarlo. "La frontera disciplinaria, su

    lenguaje y sus conceptos propiosdice Morin- van a aislar la disciplina en relacin

    con las otras y en relacin con los problemas que enlazan a las disciplinas".12 Si la

    vocacin es un llamado autntico, no creemos que pueda venir de un artificio

    como ste, mucho menos si tal artificio es un islote social ubicado fuera de la

    realidad intrnseca del propio alumno.

    En la academia lquida, en cambio, la vocacin como llamado profundo de la

    conciencia que genera inters, no responde a los requerimientos de un curso, ni

    de un programa, ni de un tema, etc., todos ellos adscritos a alguna disciplina y en

    ese sentido a un artificio, a una fragmentacin de la realidad. Nada de eso,

    creemos nosotros, por si mismo, mover a los alumnos hacia un autntico

    aprendizaje, sino que son los problemas reales que los alumnos tratarn de

    solucionar al sentirlos de una determinada manera, los que pueden despertar su

    inters. Ciertamente, este inters emerger slo y nicamente si el proceso para

    dar solucin a esos problemas elegidos satisface alguna de sus necesidades y por

    11Morin, Edgar (2001), La cabeza bien puesta, Nueva visin, Buenos Aires, Argentina, p. 15

    12Idem, p. 116

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    9/25

    9

    tanto desencadena una emocin, si ello no sucede as, no habr agua vital que

    inicie ningn cause y no habr por tanto proceso formativo alguno en el sentido

    que el maestro desea (ciertamente habr otros de naturaleza distinta que veremos

    en seguida pero que son nocivos a la formacin profesional). Las necesidades, las

    emociones y el inters consecuente no pueden ser provedos de ningn modo por

    la universidad ni an por el maestro; se les puede encontrar intencionando la

    docencia pero estos motores se echan a andar, o no, al entrar en contacto el

    alumno con el problema y segn se sienta ste llamado por su conciencia a

    realizarse en ello. Por eso debemos asumir de manera consciente y cuidadosa, lo

    que para Piaget determina el movimiento inicial de la conducta humana a fin de

    aterrizar ms concretamente las nociones filosficas que ya analizamos de

    Heidegger: "la afectividad postula Piaget- constituye siempre el resorte de las

    acciones de las que resulta, en cada nuevo nivel, esta progresiva ascensin,

    puesto que es la afectividad la que asigna un valor a las actividades y regula la

    energa. ".13 Flavell, por su parte, interpretando a Piaget, postula con toda claridad

    que es el aspecto afectivo-motivacional (el que) proporciona la energetique del

    comportamiento, mientras el aspecto cognoscitivo proporciona la estructura,14

    para l, si bien la afectividad no puede crear estructuras por s mismas, (si) influye

    en la seleccin del contenido de realidad sobre el que operan (esas)

    estructuras".15Son pues los sentimientos (los que) expresan el inters y el valor

    conferidos a acciones cuya estructura es proporcionada por la inteligencia".16

    En este mismo sentido, Vigotsky afirmacomo Piaget y como Flavell- que "ambos

    factores, el intelectual y el emocional, resultan por igual necesarios para el acto

    creador. Sentimiento y pensamiento mueven la creacin humana,17

    sin embargo

    inmediatamente despus aclara, citando a Ribot, que toda idea dominante se

    apoya en alguna necesidad, anhelo o deseo, es decir, algn elemento afectivo,

    13Piaget, Jean (1995), Seis estudios de psicologa, Labor, S. A., Colombia, p. 94

    14Flavell, John H. (1998), La psicologa evolutiva de Jean Piaget, Paids, Mxico, p. 99

    15Ibidem

    16Ibidem

    17Vigotsky, Lev S. (2004), La imaginacin y el arte en la infancia", Ediciones Coyoacan, Mxico, p.

    26

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    10/25

    10

    porque sera absurdo creer en la permanencia de cualquier idea que se

    encontrase supuestamente en estado meramente intelectual en toda su sequedad

    y frialdad.18

    Maturana, ms radical todava que Piaget, Flavell y Vigotsky, funda toda accin

    humana en la emocin, y llega incluso a subordinar en cierta forma- los

    contenidos de la razn a aquella. Para l, decir que lo emocional tiene que ver en

    nosotros con lo animal, ciertamente no es novedoso; lo que yo agrego, sin

    embargo postula l-, es que la existencia humana se realiza en el lenguaje y lo

    racional desde lo emocional."19

    Y no deja ya duda alguna de esta subordinacin

    racional a lo emocional cuando afirma: "En efecto, al invitar a reconocer que las

    emociones son disposiciones corporales que especifican dominios de acciones, y

    que las distintas emociones se distinguen precisamente porque especifican

    distintos dominios de acciones, invito a reconocer que debido a esto todas las

    acciones humanas, cualquiera sea el espacio operacional en que se den, se

    fundan en lo emocional porque ocurren en un espacio de acciones especificado

    desde una emocin. El razonar tambin.20

    Las implicaciones de estas afirmaciones terico-constructivistas y de aquella otra

    filosfico-existencial expresada por Heidegger, aunadas a nuestras observaciones

    y hallazgos en investigaciones empricas realizadas durante ya varios aos,

    exigen de nosotros, creemos, un cambio profundo de actitud frente a lo que hemos

    estado considerando durante mucho tiempo el motor esencial de la formacin

    universitaria. No es la razny menos todava el deber- el punto de partida en la

    construccin de conocimientoscualesquiera que estos sean-, es la necesidad del

    alumno, que desbordada se vuelve motivacin y por tanto inters emocional para

    aprender y hacer propia la realidad problemtica a la que sus esquemas

    insuficientes se enfrentan. Es la desestabilizacin del equilibrio afectivo-cognitivo

    18Ibidem.

    19Maturana, Humberto, "La realidad: objetiva o construida?", V.I., Mxico, Ed. Anthropos, UIA,

    ITESO 1997, p. 23 (El subrayado es nuestro)20

    Ibidem. Los subrayados son nuestros.

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    11/25

    11

    lo que exige al alumno su reorganizacin como sujeto a fin de conseguir una

    nueva adaptacin al mundo. Por eso Flavell afirma: "el afecto y la cognicin

    pueden separarse con propsitos analticos, pero son indisociables en la vida real;

    ambos se hallan forzosamente comprometidos con toda adaptacin humana".21

    Debemos entonces entender que hay muy poco que hacer, formativamente

    hablando, si no partimos de estas nociones de vocacin personaly emocionalidad

    convertidas ambas en inters. Intencionar e invocarlas al inicio del proceso

    formativo universitario, y lograrlo mediante estrategias pedaggicas y

    didcticamente intencionadas, es dar con el abrevadero fundamental de todo

    proceso acadmico lquido. Sin ello, nada ulterior tiene sentido porque

    simplemente no hay cause. No decimos que sea fcil, y estamos lejos de dominar

    el punto, pero es impostergable la tarea que como formadores universitarios

    tenemos frente a nosotros si queremos conservar un lugar en este mundo

    cambiante, complejo e impredecible.

    Ahora bien, hemos dicho que es el encuentro del alumno con el problema lo que lo

    desestabiliza de manera afectivo-cognitiva y por tanto desencadena la afectividad

    y consecuentemente el inters por resolverlo como condicin de una nueva

    adaptacin. Pues bien, si el problema no proviene de la realidad socio-profesional

    que enfrenta al intervenir una comunidad, sino de la exigencia autoritaria del

    maestro alineado con unas restricciones temticas y programticas postuladas por

    la institucin, entonces el alumno, al verse obligado a adaptarse a esta situacin

    escolar mudar de problema y aprender a resolver la escuela y al maestro en

    tanto que estos son ahora su principal problema- y no lo que debiera aprender

    profesionalmente hablando.

    Ciertamente resolver la escuela y al maestro, para los alumnos, ha sido desde la

    educacin bsica un problema, pero no es ste el problema que a la escuela y al

    propio maestro le interesa que los alumnos aprendan a resolver. Entonces

    21Flavell, John H. Op. Cit. p. 100

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    12/25

    12

    conviene preguntarnos: por qu la escuela y el maestro se convierten para los

    alumnos en un problema y no es la escuela el medio, y el maestro el mediador,

    para aprender a resolver los problemas profesionales que su disciplina le ofrece

    como formas concretas para lograr su formacin profesional? Nuestros hallazgos

    nos han mostrado que las formas tradicionales de encarar la disciplina en el aula

    universitaria, propicia que el programa de la materia acabe siendo el centro del

    aprendizaje y no los problemas concretos referidos en el mismo. En este sentido,

    en general, en nuestras universidades, el programa, y no los problemas, toma el

    centro de cada clase. As las cosas, es entendible que el maestroen el mejor de

    los casos- eche mano de la didcticay del recurso importantsimo de preparar sus

    clases para ir avanzando en los temas planteados, sin darse cuenta que los

    alumnos transfieren el centro de su aprendizaje, de los problemas reales de la

    disciplina a los problemas estructurados didcticamente por l; comienzan as a

    trabajar ms para cumplir con lo que l, como maestro, disea pedaggica y

    didcticamente, que para sus propios intereses como aprendices de una profesin

    cuya realidad es mucho ms problemtica que programtica. "Durante

    generacionesafirma Perrenoud-, la escuela ha propuesto problemas artificiales y

    descontextualizados.22 Esta descontextualizacin estructurada, nos parece

    doblemente perniciosa, no slo porque aleja a los alumnos de los problemas

    reales de la profesin, sino porque logra -en muchos casos- que el alumno

    adems de aprender a resolver problemas artificiales, lo haga al modo como los

    resuelve el maestro, o como el maestro le pide que los resuelva. As como

    decamos antes-, el problema muda de lugar y de naturaleza: el maestro y la

    escuelacomo consecuencia- ha trastocado su misin verdaderamente formativa

    convirtindose en un problema para el alumno que, obviamente, tiene que

    aprender a resolver para dicho en trminos Piagetanos- adaptarsea esta nueva

    situacin, y lo peor, ni el alumno ni el maestro lo notan porque as ha venido

    sucediendo desde la educacin bsica. Cuando Perrenoud, como otros muchos

    tericos, afirma categrico que el trabajo del profesor ya no consiste, si se sigue a

    22Perrenoud, Philippe (2002), Construir competencias desde la escuela, Dolmen ediciones,

    Santiago de Chile, Chile, p. 75

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    13/25

    13

    estas corrientes de pensamiento (constructivistas), en ensear, sino en hacer

    aprender"23 incurre, aunque de muy buena fe, en lo que a nuestro modo de ver

    ejemplifica esta situacin riesgosa para la educacin. La obligacin del maestro de

    hacer aprender, en el aula universitaria, puede ser fcilmente asimilada por el

    alumno como una obligacin y un problema: tener que aprender lo que el

    maestro postula artificialmente porque el maestro tiene que lograr su cometido

    programtico, en vez de desear aprender aquello que le interesa resolviendo

    problemas reales. El estudiante de arquitectura no quiere aprender los contenidos

    del Diseo arquitectnico segn el programa y el maestro en turno, lo que

    realmente quiere es aprender a disear autnomamente. Si se mira con cuidado

    esta ltima afirmacin, se ver que al alumno no le interesa tanto el tema sino la

    accin profesional. Someter al alumno a las formas como el maestro disea en

    cuanto que adems de maestro es arquitecto, aleja al alumno de su propia

    bsqueda por tenerle que dar gusto al maestro y al programa. Cualquier

    propuesta de diseo del alumno que se ubique al margen del maestro y del

    programa seren general- criticada severamente, por lo que el alumno acabar

    por abortar sus propias ideas de diseo para someterse a las del maestro y a las

    que el programa juzgan correctas. Todo alumno de arquitectura lo sabe, y as

    optan claro- por aprender lo necesario para aprobar la materia en vez de

    aprender a disear. En este sentido, podemos decir que la didctica, como

    recurso, es usada por los maestros de manera muy limitada pero sobre todo

    maniquea- orientando al alumno a lo qu debe hacer y al cmo debe hacerlo.

    Nosotros creemos que el aprendizaje pertinente corre mucho ms sobre los rieles

    de los propios alumnos y de su propio inters. Los maestros, se podra decir en

    muchos casos, deberan ir a remolque de las demandas de aprendizaje de los

    alumnos. Esta didctica esta ms orientada como puede verse con claridad- a

    generar la propia didctica del alumno que a formar, modelar o conformar las

    acciones segn los criterios del maestro y del programa. Coincidimos por tanto

    con Edgar Morin cuando afirma: "El trmino 'formacin', con sus connotaciones de

    moldeado y de conformacin, tiene el defecto de ignorar que la misin de la

    23Ibidem.

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    14/25

    14

    didctica es incentivar la autodidctica al despertar, provocar, favorecer la

    autonoma del pensamiento".24 En este mismo sentido, podemos postular que la

    lgica que prevalece en la academia lquidaest ms orientada a resolver la vida

    profesional misma que lo que la escuela y el maestro exigen. Dicho de otra

    manera, en la escuela hay maestros, planes de estudio, programas, estrategias

    pedaggicas y, claro, didctica. En la vida profesional, en cambio, lo que hay son

    sujetos de intercambio socio-cultural, necesidades, situaciones y problemas

    reales. En la escuela la experiencia se encuentra estructurada y por tanto ms o

    menos en orden, en la vida profesional en cambio, la experiencia fluye como un

    lquido de forma ms o menos aleatoria y catica. Agarrarla o darle alcance

    requiere segn lo constatamos en nuestra investigacin- de unas competencias

    que no son las que los alumnos desarrollan en la escuela.

    Cuarto principio: La liquidz se contiene o se derrama

    Para nosotros, la primera condicin del primer principioque ya expusimos antes-,

    es decir, el simple desmantelamiento de las normas, los deberes y las

    prescripciones programticas, ciertamente licanel proceso formativo universitario

    al liberarlo de las restricciones que lo rigidizan, pero por ello, precisamente, es que

    se requiere de inmediato la emergencia de la segunda condicin del mismo

    principio que es la de crear los escenarios apropiados que permitan el aumento de

    las posibilidades formativas en la accin misma de los actores involucrados en el

    proceso, y ello slo puede lograrse segn nosotros- dndole forma, direccin y

    sentido mediante tres tipos de contenedores: a) causes; b) remansos; y 3)

    embalses. Usamos esta terminologa por su cercana semntica con la nocin de

    liquidez misma que, si no se contiene se derrama; pero adems, porque el

    horizonte de los procesos formativos universitarios supone un destino deseado y

    todo ello, refieremetafricamente hablando- a la naturaleza de un ro.

    Los contenedores de los procesos formativos universitarios lquidos, en este

    mismo sentido metafrico que hemos dicho, lo son, precisamente porque debido a

    24Morin, Edgar, Op. Cit. p. 10

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    15/25

    15

    su naturaleza de recipientes no modifican la naturaleza lquida del proceso en

    cuestin, pero si le da forma y sentido productivo. El causeorienta la direccin del

    proceso, el remansocrea condiciones de interrelacin en las particularidades del

    proceso y el embalse proporciona estabilidad a lo producido para dejarlo

    disponible. Cada uno de estos tres contenedores, contienen valga la

    redundancia-, los procesos lquidos que ahora describiremos, en el entendido que

    tal listado necesariamente habr de irse incrementando conforme se vayan

    incorporando otros procesos que ahora nos son todava invisibles pero que la

    investigacin terico-emprica que estamos desarrollando de manera continua y

    permanente ir develando.

    Los tres contenedores

    Lo primero que debemos decir, a propsito de estos contenedores, es que, as

    como hay profesores que no estn en absoluto deseosos de abandonar las

    prcticas educativo-universitarias estructuradas y slidas que les brindan

    certidumbre y por tanto no quieren saber de innovaciones liberales en el sentido

    que aqu proponemos, tambin hay acadmicos que afirman categricos que todo

    contenedor de los procesos lquidos formativos universitarios es, en s mismo, un

    contrasentido porque limita las posibilidades y vuelve a rigidizar el proceso. Estos

    maestros, aunque de manera distinta y por razones ideolgicas diferentes, nos

    recuerdan a Ivan Illych quin en los aos 70s propona con un radicalismo

    marxista muy de su poca, la desescolarizacin de la sociedad. Para Ivan Illych

    las escuelas postulaba ya desde entonces- estn en crisis y tambin lo estn las

    personas a cargo de ellas.25 Para l, la construccin de conocimiento pierde sus

    atributos humanos ms profundos cuando se enclaustra en la escuela para

    atender los fines profesionales que los mercados necesitan. La escuela afirmaba

    l- ha convertido a los maestros en administradores de programas de capacitacin

    de los recursos humanos por medio de cambios de conducta bien planeados y

    25Illich, Ivan (1982), Un mundo sin escuelas, Editorial Nueva Imagen, Mxico, p. 9

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    16/25

    16

    dirigidos.26 De ah que propusiera la idea radical de la desescolarizacin como el

    camino para liberar al aprendizaje y a los alumnos de toda estructura: La

    desescolarizacin postulaba Illych- debe ser la secularizacin de la enseanza y

    el aprendizaje (). Debe garantizarse al alumno su libertad sin que sea necesario

    garantizar a la sociedad que tipo de enseanza adquirir y considerar como

    suya. Debe garantizarse a cada hombre la condicin de obrar en forma privada al

    hacer su aprendizaje, con la esperanza de que l asumir la obligacin de ayudar

    a los dems a lograr su unicidad,27 y conclua esta idea con una oracin que no

    dejaba ya resquicio de duda respecto de su radicalidad educativa: Una sociedad

    escolarizada debe confirmar que el gozo de vivir una vida consciente es ms

    importante que la capitalizacin de los recursos humanos.28

    Para nosotros, los cinco principios que exponemos aqu y los contenedores que

    explicaremos en seguida como estrategias orientadoras para conducir los

    procesos formativos, son un intermedio entre la solidez anquilosada que las

    universidades continan todava en gran medida sosteniendo en el aula, y la

    radical desescolarizacin que Ivan Illych propona en los 70s. Nosotros creemos, a

    diferencia de Illych, que las universidades y las escuelas en general- no deben

    desaparecer para darle paso a la autoformacin profesional absolutamente libre

    de la sociedad en todos sentidos, pues, aunque reconocemos las profundas

    limitaciones del positivismo como paradigma cientfico y tecnolgico, no podemos

    imaginarnos por ejemplo- que un cirujano cardiovascular pueda llegar a serlo

    slo y por s mismo al margen de las instituciones que los forman hay da, o que

    podamos confiarle la construccin de una presa a un ingeniero civil autoformado a

    su libre antojo y al margen de las instituciones y reglamentos de construccin que

    hoy determinan la viabilidad y pertinencia de su ejercicio profesional.

    As pues, los contenedores que ahora expondremos y que hemos desarrollado en

    su conceptualizacin a partir de los hallazgos empricos que hemos venido

    26Idem, p. 33

    27Ibdem.

    28Idem, p. 34

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    17/25

    17

    cosechando, adems de ubicarse en el justo medio, creemos que pueden ir

    conformando las fibras ms finas e interiores del modelo propuesto.

    Contenedores de cause:

    Licuado el proceso formativo universitario cualquiera que ste sea- necesita de

    inmediato de ser recogido por un contenedor que le de direccin a las acciones del

    alumno mismas que, al ser ejecutadas, producirn una nueva adaptacin a la

    realidad problemtica que le demanda soluciones nuevas y que lo obligar, como

    sujeto de aprendizaje, a modificar anteriores esquemas de entendimiento y/o

    accin o, en su caso, generar nuevos.

    El alumno, de esta manera, al verse enfrentado a una realidad que lo desestabiliza

    emocional y cognitivamente, la aprehende (con h) apropindose de ella para, por

    un lado resolverla, pero por otro, reconstruirse a s mismo como sujeto. Las

    soluciones que va procesando y ofreciendo, dan direccin a sus acciones

    acercndolo cada vez ms a la meta del proyecto en que se encuentra involucrado

    pero, al mismo tiempo, formndolo profesionalmente. En este proceso, el maestro,

    como un buen acompaante, va ofrecindole, conforme va viendo la necesidad,

    los contenedores adecuados, mismos que en este apartado llamamos de cause

    precisamente porque producen que el alumno avance, con ms o menos rapidez,

    pero siempre dndole a sus acciones una direccin determinada a fin de alcanzar

    el horizonte donde se encuentran los productos planeados por l, en sintona con

    los del proyecto. Son intervenciones stas del maestro, en primer lugar

    oportunsimas, que adems de regenerar el inters del alumno, le invitan a ir ms

    hacia delante de forma orientada e inteligente, en ocasiones simplemente

    recordndole la meta, y en otras, ayudndolo a corregir rumbo o reconsiderar

    opciones. Son intervenciones para que el alumno disee, confronte y/o replantee

    objetivos, propsitos, justificaciones, supuestos, hiptesis, preguntas generadoras,

    metas, horizontes, tareas a corto, mediano y largo plazo, programas,

    calendarizaciones, etc., etc., es decir, intervenciones cuya naturaleza logra hacer

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    18/25

    18

    pensar y actuar al alumno, motivndolo e imprimindole direccin a su que hacer,

    de la misma manera que los causesen un ro orientan y aceleran las aguas en

    direccin al mar.

    Contenedores de Remanso:

    Todo cause de acciones tiene su propia inercia y por eso, darle forma, direccin y

    sentido, es importante y debe conservar el rumbo en la medida que las cosas

    fluyen adecuada y productivamente, pero hay momentos en que la realidad

    sorprende al no acontecer como uno espera o al volverse obscura en su

    pronstico, entonces, es necesario detener el cause y someterlo a un anlisis

    donde los ingredientes del proceso y los sujetos involucrados en l, se

    interrelacionen de forma tal que la mezcla de ideas, campos de conocimiento,

    posturas ideolgicas, polticas, datos de diversas fuentes, necesidades sectoriales,

    visiones de otras disciplinas, etc., etc., produzcan nuevas posibilidades al cause o

    los causes que se juzguen en ese momento viables y pertinentes. Son momentos

    en que el cause que se vena produciendo entra en problemas y entonces se frena

    intencionalmente para analizar y reflexionar las circunstancias inherentes teniendo

    en el horizonte lo que se desea lograr. En estos momentos, el maestro, de forma

    anloga que en los procesos de cause, va ofrecindole, conforme lo ve pertinente,

    los contenedores de remanso necesarios porque son stos los que le ponen lmite

    a la liquidez y al flujo del proceso para que los ingredientes del mismo se mezclen

    e interacten entre s produciendo con ello una mejor comprensin de las

    dificultades presentes y posibilidades futuras. Al igual que en los ros donde el

    agua se frena y se revuelve por las corrientes horizontales de se generan como

    turbulencia en los remansos, en los procesos formativos lquidos, el flujo de las

    acciones se detiene y las operaciones afectivo-cognitivas de los sujetos

    involucrados, los conocimientos construidos por ellos y por otros, as como las

    mediaciones del maestro, se mezclan produciendo las interacciones necesarias a

    fin de producir nuevas y mejores perspectivas de lo que ha de hacerse como

    siguiente paso.

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    19/25

    19

    Son intervenciones stas del maestro que invitan al anlisis y a la reflexin, en

    ocasiones simplemente para recuperar el proceso en su devenir a fin de conocerlo

    ms pormenorizadamente, pero otras para resolver situaciones, necesidades o

    problemas de fondo. En estos casos el maestro promueve la interdisciplinariedad

    sin forzarla, la interculturalidad, la revisin de factores cruzados, el anlisis, la

    sntesis, la revisin de los contrastes, el debate, el dilogo, el coloquio, la toma de

    decisiones conjunta, etc., etc., es decir, intervenciones que logran articulaciones e

    interrelaciones de muy diverso orden para obtenerde la mezcla- ms riqueza en

    la construccin del conocimiento y mejores causes para las acciones que siguen.

    Contenedores de Embalse:

    Logrados los productos y las construcciones de conocimiento es muy importante,

    para mantener la liquidez del conocimiento, guardar en embalses aquello que

    constituye el saber de los procesos desarrollados. Son productos stos que el

    maestro solicita a fin de ponerlos a disposicin de nuevas acciones acadmicas

    y/o profesionales. Nos referimos a aquellos documentos que dan estabilidad al

    conocimiento construido y que quedan ah a resguardo, pero disponibles para otro

    momento, es decir: reportes de investigacin, resultados, artculos, libros,

    procedimientos, protocolos, algoritmos, ponencias, presentaciones, videos,

    grabaciones, bibliotecas, hemerotecas, etc., etc. Los llamamos contenedores de

    embalse, precisamente porque guardan el conocimiento construido, fijndolo y

    ubicndolo, para ponerlo al servicio de nuevos procesos.

    Quinto principio: Del poder del maestro al poder de los alumnos

    Una vez explicados los contenedores y su uso por los maestros durante los

    procesos formativos universitarios lquidos, puede verse con claridad, como al

    optar el maestro por esta forma de conduccin, est de hecho optando por un tipo

    de liderazgo distinto al tradicional. Evitar la normatividad, la instruccin directiva, el

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    20/25

    20

    deber ser, la verticalidad, la obligatoriedad, las amenazas, los castigos, las

    consecuencias, etc., supone, necesariamente, que el maestro se sacuda el

    liderazgo legtimoque la institucin le otorga por ser innecesario, y mude, de una

    posicin centrada en movilizar por la legalidad, la recompensay la coercina una

    posicin donde sea considerado por los alumnos como un referentey un experto;

    esto no es sencillo, pero es lo conducente.

    Para Ronald Napier y Matti Gershenfeld, el poder puede tener cinco distintas

    caras:

    El poder referente. Primero est esa clase de influencia que ni siquiera consideramoscomo poder. Es posible que imitemos la forma de vestir de una persona que pensamos

    que est a la moda ()Estas personas ejercen poder referente sobre nosotros, nosidentificamos con ellas en ciertas reas y nos influyen sin que nos sintamosmanipulados.El poder legtimo. La segunda clase de poder es el poder legtimo. Este es una relacinde autoridad en la que una persona, por su posicin, recibe el derecho de tomardecisiones que afectan a los dems.El poder del experto. Frecuentemente aliado al poder legtimo est el poder del experto.Con el tiempo una persona puede hacerse experta en un rea ()Se basa en elconocimiento, la informacin o las habilidades especializadas de la persona.El poder de recompensa. En la situacin de recompensa, la persona poderosa da aquienes lo ameritan zanahorias, ascensos, estrellas de oro, calificaciones sobresalientes,etc. ()La recompensa significa ser obediente, bailar al son que le toquen a uno.El poder coercitivo. ()en situacin coercitiva generalmente el individuo intenta primero

    escapar del castigo.29

    Para nosotros, a partir de nuestras observaciones en campo, ha sido evidente el

    contrastante entre estas dos formas de ejercer la autoridad como maestros: el

    poder legtimo, de recompensa y coercitivo, lo hemos encontrado mucho ms

    asociado a la conduccin docente slida fundada en programas, temas, clases,

    normas y formas de evaluacin; en cambio, el poder referente y de experto, lo

    encontramos muy presente en la conduccin de los procesos lquidos debido a

    que en ellos prevalece la reflexin y la flexibilidad necesaria para adecuarse a las

    condiciones que la realidad exige. Nuestra investigacin ha mostrado que tales

    formas de poder se encuentran ligadas a las situaciones de aprendizaje segn

    29Napier, Rodney& Gershenfeld, Matti (1990), Grupos: teora y experiencia, Trillas, Mxico, pp.

    193-194

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    21/25

    21

    sean estas ms rgidas o ms lquidas en los trminos que hemos venido

    definiendo. Aquellas actividades de aprendizaje que, an durante el viaje a la India

    o en la ejecucin de los Proyectos de Aplicacin Profesional (PAPs), se parecen

    ms a las formas de educacin tradicional30, el poder legtimo, de recompensa y

    coercitivo emergen por sobre los otros dos como estrategias para la movilizacin

    del trabajo docente; en las actividades francamente lquidas, en cambio, el poder

    referente y de experto aparecen por sobre los tres anteriores. De hecho hay

    actividades de aprendizaje propias de esta tipo de procesos lquidos donde los

    maestros ni siquiera estn presentes: son los alumnos lo que los refieren y citan.

    Lo interesante de esta cuestin es que son los mismos maestros quienes ejercen

    el poder de forma distinta segn sean los ambientes ms o menos estructurados o

    lquidos acadmicamente hablando. Encontramos pues una clara relacin entre

    liquidez acadmicay el ejercicio del poder referente y de expertodebido a que las

    actividades de aprendizaje no son como las que tradicionalmente se llevan al cabo

    en el campus universitario. Segn nuestros hallazgos, actividades de aprendizaje

    ms tradicionales favorecieron siempre el uso del poder legtimo, de recompensa y

    coercitivo, en tanto que las actividades de aprendizaje ms propias de la

    experiencia lquida, favorecieron el ejercicio del poder referente y de experto.

    Encontramos tan sorprendente este hallazgo que nos dimos a la tarea de

    preguntarnos y respondernos por qu suceda consistentemente de esta manera.

    Extendimos entonces nuestro dilogo terico-emprico hasta los territorios de la

    antropologa filosofa encontrando que la nocin de poder tiene relacin con la

    nocin de autoridad en un sentido ms profundo que el obvio, es decir, en el de

    ser autor de las propias acciones. De inmediato supimos que esta nocin de

    autoridad aportaba mejores posibilidades para el anlisis que nos ocupa que la

    sola teora del liderazgo y los grupos humanos.

    30 Durante el levantamiento de campo encontramos 28 situaciones de aprendizaje distintas,

    misma que clasificamos en tres apartados: 1) las que eran similares a las que se realizancomnmente en el campus; 2) las que se ubicaban en momentos tursticos; y 3) las que eranpropiamente nicas de este tipo de experiencias de estudio en el contexto de un viaje de estudios.

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    22/25

    22

    En este sentido, Xavier Zubiri, postula que uno de los sentidos del poder es el de

    serposibilitante: Es postula l- el tercer sentido del : junto al poder como

    potencia y junto al poder como facultad, el poder como posibilitante.31

    Este poderposibilitante es entendido por nosotros como el poderque permite la

    apropiacin por parte del alumno de una posibilidad entre muchas de ser en el

    mundo de un modo especfico: el poder dice Zubiri- abre al hombre un mbito de

    distintas posibilidades32

    Es una posibilidad que al ser elegida por el alumno lo

    posibilita. Dicho de otro modo ms simple, al actuar el alumno de un determinado

    modo, siempre optando por construirse a si mismo de determinada manera, se

    devela no slo como actorde sus actuaciones, sino que al actuar en forma de

    apropiacin deliberada, se devela tambin y principalmente como autorde estas

    mismas actuaciones, es decir, como autor de s mismo. Somos -

    postula Antonio Gonzlez- que vamos inexorablemente escribiendo el papel de

    nuestra biografa.33 Pensamos por tanto que esta autora respecto del modo de

    seren cada alumno-, es autoridad propia para optarpor aquellas actuaciones

    que habrn de definirlo en la vida de un modo concreto. Todos los otros poderes

    que hemos estado mencionando aqu: (legtimo, de recompensa, coercitivo,

    referente y de experto), son poderes relativos que habrn de ser asimilados por

    este primersimo poder personal, precisamente porque este poderes desde el que

    se opta libremente para construirse como persona de un modo concreto, an

    incluso frente a los otros poderes, mas mundanos, por cierto. Es un poder que es

    personal en tanto que es, finalmente, autora de la propia construccin como

    persona.

    Ahora bien, por ser un poderpersonalno es individual ni menos individualista, sino

    que es ejercido para construirse a s mismo con otros, con los pares. En este

    31Zubiri, Xavier (1982), Siete ensayos de antropologa filosfica, Universidad de Santo Toms,

    Bogota, Colombia, pp. 153 y 15632

    Idem, p. 14633

    Gonzalez, Antonio (1997), Estructuras de la praxis, Trotta, Madrid, Espaa, p. 157

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    23/25

    23

    sentido, observamos que en aquellas actividades de aprendizaje que no fueron

    llevadas al cabo de forma tradicional, los maestros lograban desentenderse de

    ejercer los tres tipos de poder tradicional (legtimo, de recompensa y coercitivo)

    dejndose ser ms libremente como pares en la relacin educativa donde eran

    los alumnos quienes otorgaban a stos, desde su propio poder personal, un poder

    referente y de expertos que ellos asuman y ejercan en un clima de conversacin

    y no de discurso magisterial.

    A partir de estos hallazgos, camos en cuenta que el poderreferentey de experto

    son poderes que no se pueden ejercer por los maestros sino gracias al poder

    personal del alumno, pues son ellos quienes determinan quienes son para ellos

    referentes o expertos. Creemos que eso lo hacen desde s mismos por razones

    que le son fundamentales para construirse como personas de alguna manera

    especfica. Si vemos con ms detalle, veremos que estos dos poderes slo

    pueden ejercerse por los maestros sin son vistos as por los alumnos desde su

    propio poder personal, desde la autoridad con que optan por definirse a s mismos

    de una forma especfica. En este sentido, es claro que un maestro no puede

    declararse experto o referente de un alumno si ste no lo ve de esa manera. No

    son poderes pues que le pertenezcan del todo a los maestros y que ellos puedan

    ejercer a voluntad, en cambio el poder legtimo, el poder de recompensa y el poder

    coercitivo, son poderes que pueden ser ejercidos por el maestro a pesar del

    alumno. De modo que lo que nos aparece aqu como el motory fundamentode los

    procesos formativos lquidos que nos ocupan y esto es lo relevante de nuestro

    anlisis-, no es tanto el ejercicio del poder referente o de experto de los maestros,

    sino la autoridad de los alumnos en el propio ejercicio de constituirse como

    personas, es decir, la autoridadde los alumnos al elegir ellos aquellas actuaciones

    que los definen y mediante las cuales se construyen como personas, aquellas

    actuaciones de las que son autores.

    Si nuestro anlisis es correcto, tendremos que admitir que, en estas experiencias

    lquidas, los maestros ms bien dejan de ejercer el poder que les confiri la

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    24/25

    24

    institucin y ello facilita que el poder personal de los alumnos, es decir, la

    autoridad desde donde se asumen cmo autores de sus actuaciones, tome el

    escenario de sus vidas. Los maestros han de comportarse entonces de tal forma

    que los alumnos los identifiquen como referentes y expertos.

    Ahora bien, no es que el poder personal de los alumnos desaparezca al ejercer los

    maestros el poder formal, coercitivo o de recompensa; por supuesto que tal poder

    personal sigue presente porque siempre existe en el corazn mismo de toda

    persona, y por tanto de los alumnos como tales, aun incluso en aquellas

    actividades de aprendizaje tradicionales y muy propias del campus universitario,

    pero creemos que entonces el poder personal del alumno tiene mucho menos

    espacio y se encuentra dentro de un mbito de posibilidades ms restringido. Lo

    que observamos en nuestra investigacin es que el mbito de posibilidades

    educativas se abre notablemente al volverse lquido y el poder personal de los

    alumnos se encuentra entonces con muchas ms opciones para optar por

    actuaciones propias puesto que se han disminuido notablemente las restricciones

    (recurdense el primer principio) y aumentado el mbito de posibilidades. Los

    aprendizajes, como consecuencia, son mucho ms propios y por tanto ms

    personales de los que pudieran haber sido si hubieran sido elegidos por el

    maestro en la lgica del programa de una materia o del plan de estudios. El

    aprendizaje ahora tiene la fuerza de constituirse como parte de la identidad del

    alumno en tanto persona.

    Ahora bien, todo esto suena muy utpico, lo sabemos, por eso recordamos el

    segundo principio del modelo que estamos construyendo, es decir: siempre es

    posible y legtimo deslizarnos en el continuo que ya hemos explicado antes, hacia

    territorios ms slidos y ganar seguridad, a condicin nicamente de mantener la

    mira puesta en volver, lo antes posible, a la liquidez.

    Una ltima palabra

  • 7/31/2019 LOS PROCESOS FORMATIVOS UNIVERSITARIOS LQUIDOS: HACIA LA CONSTRUCCIN DE UN MODELO

    25/25