los primeros " verdinos " de la thompson

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s, Z% da noviembre ú'e m iu if i A PAGINA BUENOS DÍAS Sobre las frases hetíias Por Luis ALVAREZ CRUZ Nos entendemos a base de frases hechas. Esto es, de fra- tes sabidas y resabidas. Pero, en realidad, ¿nos entendemos? Porque, después de todo» 10 importante es entenderse, sal- tando incluso por encima de las palabras. De 0tra manera acabaríamos por perecer aplas» tados bajo sus escombros. Las palabras son como la« arillos» con los que se puede erigir un alto edificio. Pero, cuando nos detenemos a admi- rar una casa, ¿pensamos en los ladrillos? |A1 fin y al cabo, los ladrillos son iguales. I* demás está en funden de una técnica, que consiste en dispo- ner en tal o cual orden los la* drilles. Después—si se quiere seguir pensando en el problema— pueden ocurrir dos cosas: <p« la esté habitada o desha- bitada. Eso es todo. También las palabras puede» estar habitadas o deshabitadas. Palabras llenas y (palabras va* cías. Palabras con ángel y pa- labras sin ángel. Palabras con áuende y palabras sin duende. A la postre, palabras sinceras y palabras de oficio u oficiosas. No es cosa íde negar que buen número de palabras ée las que suelen utilizarse de hombre a hombre son de ofi- cio, casi diríase de compromi- so, de mera fórmula. Pero ni aún en este caso hay por qué duitarle importancia a tales g»a» labras. Si tuno da un pésame, no ge le puede exigir (nada más allá de esas dos o tres palabras crae pronuncia. Y lo mismo sucede con una enhorabuena, cfl* una felicitación. ¿Frases hechas? Bien, no es cuestión de pasarse la vida in- . ventaneo nuevas (frases que, a la postre, vendrían a decir lo mismo. Es menester pensar cute las palabras navegan entre dos orillas, es decir, entre .hombre y hombre, y sin un co- mún entendimiento humano- todo lo convencional que se quiera—cualquier palabra es inútil. O creemos en el mensa- je o no creemos. SI creemos, cualquier tópico basta. Si sao creemos, ninguna palabra es válida. La cuestión es nos en- tendamos o que no nos enten- damos. INto que careamos lite- ralmente en las palabras, «sino en la intención de quien las pronuncia. SI alguien, por ejemplo, nos saluda toa un "buenos días", ¿a qwé montón de ladrillos de conver- tirse en algo superior a la idea de un ladrillo, que en sí no es nada* Una por lo significa bien jpoco. Pero todas tienen un alma. ¥ cuando un hombre echa a volar una pala- bra, lo quiera o.(no lo quiera» la echa a volar con su alma. Cuando dice, por ejemplo, "buenos días", si dijera "buenas tardes" o "buenas no* ches"? no está diciendo nada más que esto. No está diciendo "¡Vayase usted al diablo!" o algo por el estilo. Para esto último no le faltan fórmulas. Hay, por lo tanto, que sobreen- tender tque si alguien nos de- sea que tengamos buenos días, o buenas tardes, o buenas no- ches, lo más probable es que sea ¡así. No va a pronunciar un discurso en cada ocasión. Yo, personalmente, prefiero las frases hechas a los discur- sos empalagosos y relamidos, que suelen "improvisarse" después de un largo estudio* Nuestro tiempo es poco dado a Ion discursos, sin por eso ne- gar que haya discursos tras- cendentales. Lo que pasa es que uno se entiende perfecta- mente, si se Quiere entender, con pocas palabras. Con pocas y resabidas palabras. ¿N* es esto suficiente? Por lo demás—aio hay forma de eludir este "demás"—existen hombres cuya misión consiste en acopiar ¡palabras, incluso en inventarías. Hay personas que no se avienen fácilmente a caer en la fácil trampa de las frases hechas. Son los grandes aventureros del idioma. Pero la calle habla a su manera y a su manera se comunica, que es lo importante. Por lo me- nos en esa medida .-en que to- dos pertenecemos a la calle. Y, por fín, el valerse de tales o cuales vocablos que no son los que habitualmente se oyen en la calle no significa de nin- gún modo que dentro de ellos quepa más sinceridad que en los vocablos gastados por el uso. Reconozco que abundan tópi- cos repugnantes. Mas también esos tópicos igual se dan e» las alturas que al nivel de las aceras urbanas. Diríase que el destino inevitable de todas las palabras es el convertirse en tópicos. A la corta o a la larga, todo depende jdel uso y del abuso. Ahora que yo, en- tre dos tópicos, prefiero el q«e circula con dueños énfasis. LA ISLA T LOS BARCOS LOS rildEII Primera Como otras .muchas navieras de- dicadas al tráfico comercial con Australia, la George Thompson and Comipany, anas conocida en los medios marítimos por Aiberdean Lañe, decidió en los últimos años de la década de 1870 sustituir sus rápidos y veleros "clippers" por vapores. Daba con ello a sus ser- vicios la regularidad que el avan- ce de los tiempos exigía, máxime que ya por aquella fecha la Aber- deea Líne contaba en su haber con medio siglo de existencia res- paldado por un bien ganado pres- tigio. Muchos fueron los problemas que se plantearon y a los que hu- bo que dar solución antes del pa- so decisivo de la vela al vapor; cada naviera tuvo diferente crite- rio y, a la vista de sus particulares exigencias de tráfico, optó por un determinado tipo en cuanto a tone- laje, velocidad y capacidad de car- ga, Por lo que a la Aberdeen Line respecta, decidió que sus futuros barcos de vapor utilizasen nuestro erto y Ciudad del Cabo como bases carboneras, evitándose así pagar los elevados gastos por la utilización del canal de Suez en sus viajes a puertos de Australia. En 1881 encargó la Thompson su primer barco de vaipor a Ro~ bert Napier and Company, deci- abandonar tempooralmen marinera Por Juan Antonio Padrón Albornoz La elegante estampa marinera del "Aberdeen", poco antes de su venta a Turquía, EI"Aberdeen" (aeo. "íl ompson te la vieja costumbre de bautizar sus unidades con nombres de per- sonajes y ciudades de la Grecia clásica y darle el de la ciudad se- de de la naviera: "Aberdeen", a El mismo año que se le puso la ra, en tanto que los entrepuentes quilla fue botado el mencionado podían ser utilizados, en los viajes "Aberdéen", hermoso barco de de ida, para el transporte de ami- 3611 toneladas, cuya fina estampa j grantes; esta instalación para pasa- marinesra—realzada por gracioso ] jeros de clase económica se des- ' arrufo y elegante proa de violínse remataba en tres altos palos con aparejo de barca y corta chi- menea situada iiimediata¿miente a nr* Qirr»T* montaba en ios de vuelta y el es- pacio por .olla ocupado quedaba entonces habilitado para carga. Como antes se indicó, fueron los niip-ntns dp Í4a.n¡ta fíni? v fundad vuelve al Imperio Otomano ea sus redes. Winston Churohill planea un segundo frente en los Dardane- los y la desgraciada campaña da comienzo. Tras los campos mina- dos, los transportes turcos mantie- nen con tranquilidad sus tan ne- cesarios viajes con tropas y muni- ciones; sin embargo, navegando en inmersión y venciendo multitud de dificultades, los submarinos britá- nicos pasan bajo las redes y minas fondeadas en la parte más angos- ta del estrecho y van, poco a po- co, dando cuenta de la no muy crecida flota mercante turca que abastece a los defensores de Ga- llípoli. De tales submarinos, uno en transporte "Stami-bul"—hoy "Casti- llo Mombeltrán" en nuestra mari- na mercante—que gravemente ave- riado es luego puesto a flote. Los cruceros del "E-ll" se suceden y muchos son los barcos, tanto mer- cantes como de guerra, que caen víctimas de sus torpedos. En los primeros días de agosto se hace de nuevo a la mar el "E- 11", cruza las zonas minadas y el día seis tiene a la vista al pequeño destructor "Peik I Shevket"; cuan- do alcanzado por sus torpedos éste se hunde, un nuevo blanco aiparece ante el ocular del periscopio: a poca distancia de la costa el ei Scham"-—-ocultos sus viejos colo- res de " verdino" bajo el bélico particular, el "E-ll", logra merecí- gris—fondeado a la gira, ofrece sus (ia fama; inicia sus comerías en costados torpedo, Alcanzado de días después el "E-ll" logra nuevo e importante blanco y hunde el acorazado "Heiredin Barbarossa"; reserva sus ya escasos torpedos y, a fuego de cañón, hunde varios costeros antes de emprender el re- greso. Al pasar ante la bahía de Akbash divisa al "Halep"—ex Aberdeen"—fondeado a corta dis- tancia de los semisuimerigidGs res- tos de su gemelo. Maniobra el "E- II" para lanzar el último de sus torpedos y cuando se disipa el hu- mo de la explosión, el casco del viejo "verdino" ha desaparecido, si bien sus palos y chimeneas rom- pen el azul del mar. E! triste La guerra terminó así para am- bos y la vida marinera para el "Aberdeen" que, gravemente ave- riado por la explosión del torpedo, no era factible su puesta a flote y posterior reparación. Al "Siáham", años después se le puso a fióte y destinó a pontón carbonero; por ello su nombre fue borrado de los registros de la marina mercante turca e incluso el Lloyd le dio de baja definitiva. Del "Aberdeen" poco pudo aprovecharse y el tiem- po bastó para, con lento pero segu- ro ritmo, ir destrozando su sólido casco. A fines de 1955 el remolcador holandés "Humiber" condujo al puerto italiano de Savona a un negro, viejo casco sin nombre, destinado al desguace porosaico. Aquella ruina flotante, caricatura macabra de lo que fue un barco, era todo cuanto quedaba del ele- gante "Australasian". Meses después, en Inglaterra quedaban también reducidos a cha- tarra los "liners" de la Shaw Sa- vill "Mataroa" y *Tamaroa"; ello significó el cierre del último ca- pítulo en el dilatado historial de los "verdinos" pues tales no eran otros que los viejos "Soshocles" y "Diógenes", con los que la Thoanip-

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Artículo de Juan Antonio Padrón Albornoz, periódico El Día, sección "La isla y los barcos",

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Page 1: LOS PRIMEROS " VERDINOS " DE LA THOMPSON

s, Z% da noviembre ú'e m iu if i A PAGINA

BUENOS DÍASSobre las frases hetíias

Por Luis ALVAREZ CRUZNos entendemos a base de

frases hechas. Esto es, de fra-tes sabidas y resabidas. Pero,en realidad, ¿nos entendemos?

Porque, después de todo» 10importante es entenderse, sal-tando incluso por encima delas palabras. De 0tra maneraacabaríamos por perecer aplas»tados bajo sus escombros.

Las palabras son como la«arillos» con los que se puedeerigir un alto edificio. Pero,cuando nos detenemos a admi-rar una casa, ¿pensamos enlos ladrillos? |A1 fin y al cabo,los ladrillos son iguales. I*demás está en funden de unatécnica, que consiste en dispo-ner en tal o cual orden los la*drilles.

Después—si se quiere seguirpensando en el problema—pueden ocurrir dos cosas: <p«la esté habitada o desha-bitada. Eso es todo.

También las palabras puede»estar habitadas o deshabitadas.Palabras llenas y (palabras va*cías. Palabras con ángel y pa-labras sin ángel. Palabras conáuende y palabras sin duende.A la postre, palabras sincerasy palabras de oficio u oficiosas.

No es cosa íde negar quebuen número de palabras éelas que suelen utilizarse dehombre a hombre son de ofi-cio, casi diríase de compromi-so, de mera fórmula. Pero niaún en este caso hay por quéduitarle importancia a tales g»a»labras. Si tuno da un pésame,no ge le puede exigir (nada másallá de esas dos o tres palabrascrae pronuncia. Y lo mismosucede con una enhorabuena,cfl* una felicitación.

¿Frases hechas? Bien, no escuestión de pasarse la vida in-

. ventaneo nuevas (frases que, ala postre, vendrían a decir lomismo. Es menester pensarcute las palabras navegan entredos orillas, es decir, entre

.hombre y hombre, y sin un co-mún entendimiento humano-todo lo convencional que sequiera—cualquier palabra esinútil. O creemos en el mensa-je o no creemos. SI creemos,cualquier tópico basta. Si saocreemos, ninguna palabra esválida.

La cuestión es nos en-tendamos o que no nos enten-damos. INto que careamos lite-ralmente en las palabras, «sinoen la intención de quien laspronuncia. SI alguien, porejemplo, nos saluda toa un"buenos días", ¿a qwé

montón de ladrillos de conver-tirse en algo superior a laidea de un ladrillo, que en síno es nada*

Una por losignifica bien jpoco. Pero todastienen un alma. ¥ cuando unhombre echa a volar una pala-bra, lo quiera o.(no lo quiera»la echa a volar con su alma.Cuando dice, por ejemplo,"buenos días", si dijera"buenas tardes" o "buenas no*ches"? no está diciendo nadamás que esto. No está diciendo"¡Vayase usted al diablo!" oalgo por el estilo. Para estoúltimo no le faltan fórmulas.Hay, por lo tanto, que sobreen-tender tque si alguien nos de-sea que tengamos buenos días,o buenas tardes, o buenas no-ches, lo más probable es quesea ¡así. No va a pronunciar undiscurso en cada ocasión.

Yo, personalmente, prefierolas frases hechas a los discur-sos empalagosos y relamidos,que suelen "improvisarse"después de un largo estudio*Nuestro tiempo es poco dado aIon discursos, sin por eso ne-gar que haya discursos tras-cendentales. Lo que pasa esque uno se entiende perfecta-mente, si se Quiere entender,con pocas palabras. Con pocasy resabidas palabras.

¿N* es esto suficiente?Por lo demás—aio hay forma

de eludir este "demás"—existenhombres cuya misión consisteen acopiar ¡palabras, inclusoen inventarías. Hay personasque no se avienen fácilmente acaer en la fácil trampa de lasfrases hechas. Son los grandesaventureros del idioma. Perola calle habla a su manera y asu manera se comunica, quees lo importante. Por lo me-nos en esa medida .-en que to-dos pertenecemos a la calle.Y, por fín, el valerse de taleso cuales vocablos que no sonlos que habitualmente se oyenen la calle no significa de nin-gún modo que dentro de ellosquepa más sinceridad que enlos vocablos gastados por eluso.

Reconozco que abundan tópi-cos repugnantes. Mas tambiénesos tópicos igual se dan e»las alturas que al nivel de lasaceras urbanas. Diríase queel destino inevitable de todaslas palabras es el convertirseen tópicos. A la corta o a lalarga, todo depende jdel uso ydel abuso. Ahora que yo, en-tre dos tópicos, prefiero elq«e circula con dueños énfasis.

LA ISLA T LOS BARCOS

LOS rildEIIPrimera

Como otras .muchas navieras de-dicadas al tráfico comercial conAustralia, la George Thompsonand Comipany, anas conocida en losmedios marítimos por AiberdeanLañe, decidió en los últimos añosde la década de 1870 sustituir susrápidos y veleros "clippers" porvapores. Daba con ello a sus ser-vicios la regularidad que el avan-ce de los tiempos exigía, máximeque ya por aquella fecha la Aber-deea Líne contaba en su habercon medio siglo de existencia res-paldado por un bien ganado pres-tigio.

Muchos fueron los problemasque se plantearon y a los que hu-bo que dar solución antes del pa-so decisivo de la vela al vapor;cada naviera tuvo diferente crite-rio y, a la vista de sus particularesexigencias de tráfico, optó por undeterminado tipo en cuanto a tone-laje, velocidad y capacidad de car-ga,

Por lo que a la Aberdeen Linerespecta, decidió que sus futurosbarcos de vapor utilizasen nuestro

erto y Ciudad del Cabo comobases carboneras, evitándose asípagar los elevados gastos por lautilización del canal de Suez ensus viajes a puertos de Australia.

En 1881 encargó la Thompsonsu primer barco de vaipor a Ro~bert Napier and Company, deci-

abandonar tempooralmen

marineraPor Juan Antonio Padrón Albornoz

La elegante estampa marinera del "Aberdeen", poco antes de su venta a Turquía,

EI"Aberdeen"(aeo. "íl ompson

te la vieja costumbre de bautizarsus unidades con nombres de per-sonajes y ciudades de la Greciaclásica y darle el de la ciudad se-de de la naviera: "Aberdeen",

a

El mismo año que se le puso la ra, en tanto que los entrepuentesquilla fue botado el mencionado podían ser utilizados, en los viajes"Aberdéen", hermoso barco de de ida, para el transporte de ami-3611 toneladas, cuya fina estampa j grantes; esta instalación para pasa-marinesra— realzada por gracioso ] jeros de clase económica se des-

'arrufo y elegante proa de violín —se remataba en tres altos paloscon aparejo de barca y corta chi-menea situada iiimediata¿miente a

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montaba en ios de vuelta y el es-pacio por .olla ocupado quedabaentonces habilitado para carga.

Como antes se indicó, fueron losniip-ntns dp Í4a.n¡ta fíni? v fundad

vuelve al Imperio Otomano ea susredes. Winston Churohill planeaun segundo frente en los Dardane-los y la desgraciada campaña dacomienzo. Tras los campos mina-dos, los transportes turcos mantie-nen con tranquilidad sus tan ne-cesarios viajes con tropas y muni-ciones; sin embargo, navegando eninmersión y venciendo multitud dedificultades, los submarinos britá-nicos pasan bajo las redes y minasfondeadas en la parte más angos-ta del estrecho y van, poco a po-co, dando cuenta de la no muycrecida flota mercante turca queabastece a los defensores de Ga-llípoli.

De tales submarinos, uno en

transporte "Stami-bul"—hoy "Casti-llo Mombeltrán" en nuestra mari-na mercante—que gravemente ave-riado es luego puesto a flote. Loscruceros del "E-ll" se suceden ymuchos son los barcos, tanto mer-cantes como de guerra, que caenvíctimas de sus torpedos.

En los primeros días de agostose hace de nuevo a la mar el "E-11", cruza las zonas minadas y eldía seis tiene a la vista al pequeñodestructor "Peik I Shevket"; cuan-do alcanzado por sus torpedos éstese hunde, un nuevo blanco aipareceante el ocular del periscopio: apoca distancia de la costa eleiScham"-—-ocultos sus viejos colo-res de " verdino" bajo el bélico

particular, el "E-ll", logra merecí- gris—fondeado a la gira, ofrece sus(ia fama; inicia sus comerías en costados aí torpedo, Alcanzado de

días después el "E-ll" logra nuevoe importante blanco y hunde elacorazado "Heiredin Barbarossa";reserva sus ya escasos torpedos y,a fuego de cañón, hunde varioscosteros antes de emprender el re-greso. Al pasar ante la bahía deAkbash divisa al "Halep"—exlíAberdeen"—fondeado a corta dis-tancia de los semisuimerigidGs res-tos de su gemelo. Maniobra el "E-II" para lanzar el último de sustorpedos y cuando se disipa el hu-mo de la explosión, el casco delviejo "verdino" ha desaparecido,si bien sus palos y chimeneas rom-pen el azul del mar.

E! tristeLa guerra terminó así para am-

bos y la vida marinera para el"Aberdeen" que, gravemente ave-riado por la explosión del torpedo,no era factible su puesta a flote yposterior reparación. Al "Siáham",años después se le puso a fióte ydestinó a pontón carbonero; porello su nombre fue borrado de losregistros de la marina mercanteturca e incluso el Lloyd le dio debaja definitiva. Del "Aberdeen"poco pudo aprovecharse y el tiem-po bastó para, con lento pero segu-ro ritmo, ir destrozando su sólidocasco.

A fines de 1955 el remolcadorholandés "Humiber" condujo alpuerto italiano de Savona a unnegro, viejo casco sin nombre,destinado al desguace porosaico.Aquella ruina flotante, caricaturamacabra de lo que fue un barco,era todo cuanto quedaba del ele-gante "Australasian".

Meses después, en Inglaterraquedaban también reducidos a cha-tarra los "liners" de la Shaw Sa-vill "Mataroa" y *Tamaroa"; ellosignificó el cierre del último ca-pítulo en el dilatado historial delos "verdinos" pues tales no eranotros que los viejos "Soshocles" y"Diógenes", con los que la Thoanip-

Page 2: LOS PRIMEROS " VERDINOS " DE LA THOMPSON

MJ* « jiuvtv c»*»» uus p ¿ua Jirastransidas cíe costumbrismo?Lo inmediato es pensar queefectivamente ^uien nos saludacon un "buenos días" nos estádeseando que tengamos un díabueno, que es Jo menos quepodemos desearle a nuestroprójimo.

En la vida es convenienteno (pecar de ingenuos. Perotampoco es sabia medida irmucho anas allá de la ingenui-dad. Atormentarse por gustoes una estupidez que no con-duce a ninguna parte, y si con-duce a alguna es al complejo,que representa, «sobre todo mo-dernamente, una de las peoresesclavitudes del hombre quese cree libre.

Frases hechas... ¡Pero ya elmero hecho de referirse a unlugar común nombrándolo porsu nombre es un caer de lle-no en idéntico pecado,

¿Qué bello edificio!, puedeuno exclamar frente a un edi-ficio bello. ¿Qué pasaría sicualquier hipotético interlocu-tor nos saliera con la obser-vación de ique está hecho deladrillos? Ya lo sabíamos. Sa-bíamos que la casa estaba he*eha de ladrillos. Pero una ca-sa no equivale rigurosamente aun montón de ladrillos, sino ala posibilidad feue hay en un

Exactamente igual que ine pa»sa con las personas.

En cierta ocasión, el escri-tor ruso Antón Chejov invitoa un niño a que describiera elmar. Y entonces el niño dijo:"El mar es grande". Y paraChejov, la respuesta del niñohabía sido maravillosa, por-que, a su entender, nada máspodía decirse del mar.

El niño, por supuesto, tuvoque valerse de un lugar común.Sólo ique de un lugar comúnen cuyos ámbitos volaba unángel que bien podía ser elángel de la elocuencia.

En definitiva, las palabrasvalen por sus alas y por la car-ga que son capaces de sopor*tar esas alas. QLas palabras so-brecargadas de retoricismocaen enseguida a tierra. Laspalabras meramente aladas sepierden en la altura. Las pri-meras pesan como el plomo.Las secundas son coano pompasde jabón.

Palabras gastadas y mella-das. Palabras frivolas, pala-bras poéticas con polvo de oroen sus alas. Al fin, palabrasy nada más que palabras conlas que el hombre se entiendeo no se entiende, con lo queresulta que lo único esenciales que el hombre quiera o noquiera entender.

Una máquina de triple expan-sión—con ¡potencia de 2700 H, P,—dábale doce nudos de velocidaden servicio, si bien en las pruebasalcanzó casi los catorce. Son vien-to favorable la cantidad de trapoque podía largar en sus tres palossignificaba un considerable ahorrode combustible. Su tonelaje y es-lora nos lo presentan como barcorelativamente pequeño en compa-ción con los de otras compañíassirviendo la misma ruta; sin em-bargo estaba magníficamente con-cebido con vista a una rentableexplotación económica.

Tenía acomodación para un cor-to número de pasajeros en prime-

del Cabo los elegidos por ía Aber-deen Line para que sus barcos re-llenasen las carboneras en los lar-gos viajes a pudrios de Australia.El "Aberdeen" en la primera es-cala en nuestro puerto, lutciendosu gallarda estampa—el fino cascopintado de verde claro—ganó yapara sí y paira sus seguidores undestacado sobrenombre. Dos fueronlos factores decisivos: por unaparte el verde claro de su cascoy, asociado a él? la fonética de sunomibre dieron paso a "el verdi-no", y "verdinos" fueron a pairtirde entondes todas las unidades dela Thompson que, consignadas aHamüton, por Santa Cruz desfila-ron.

Su posterior historiaTras la estela del "Aberdeen"

partió tres años después el "Aus-tralasian" de líneas similares, se-guidos ambos por oteros tres "ver-dinos"—"Moravian", "Nineveh" y"Salarais"—luciendo toods ellos,espléndida, la elegancia del bau-prés que remataba su proa.

En 1892 el "Aberdeen" fue reti-rado del servicio y enviado a losastilleros responsables de su cons-trucción para allí recibir un largoy necesario repaso de casco ymáquinas. En primer lugar se au-mentaron y mejoraron las instala-

OBSEQUIOS I coñacSOLERA VIEJA (Etiqueta negra)

Coñac ALVEAR "Solera Vieja11 obsequia semanalmente a todos sus amigos conUNA CAJA SURTIDA DE COÑAC Y VINOS ALVEAR.En el sorteo verificado la semana pasada en combinación con la lotería de laO.N,C.E. correspondiente al sábado día 19 resultó premiado el n° %$

El premio puede recogerse en la Delegación de ALVEARf calle Valencia n° 10,telf. 24 10 81 Santa Cruz de Tenerife.

sin dudar solera desde 1729

dones para el uso de los pasajerosretirándosele al mismo tiemipo lasviejas calderas que fueron sustitui-das por otras más modernas y eco-nómicas; la chimenea se alargó ydesaparecieron del mayor las ver-gas pero no así del trinquete, conlo que vino a quedar eamíbiado suaparejo de barca en bergantín-go-leta. A pesar de tales reformas,conservaba el "Aberdeen" regularsuperficie vélica que dar al vientoy auxiliarse en sus largas singla-duras y ahorrar con ello combusti-ble

Vuelto a su línea normal, enella permaneció durante otros sie-te años, siempre en constante ir yvenir enítre la rubia Albión, nues-tro Tenerife, África del Stur yAustralia.

En Sydney se encontraba cuan-do la mflexibilidad de Sir Alf¡redMilner, en negociaciones con elpresidente Kruger, dio Imgar a laguerra entre la Gran Bretaña y los"boers"

Habilitado como transporte detropas, cooperó en el traslado deunidades australianas y neerlan-desas hacia Ciudad del Cabo y,una vez terminado el conflicto,fue devuelto a sus armadores.

Bajo la MediaLuna turca

Por entonces, el ya viejo y pe-queño "verdino" resultaba de di-fícil y antieconómica explotacióncomercial y lo misino ocurría conel ^Australasian" y ambos fueronvendidos por 32.000 libras al go-bierno turco. Sus servicios erannecesarios a Turquía que se encon-traba en grave aprieto ante unarebelión en el Yemen y casi sintransiporftes para la conducción desus tropas por vía marítima. Re-bautizados "Halep" y "Sdham",respectivamente, pasaron a la Ad-ministración de Nav. a Vap. Otto-mane y partieron rumbo a su nue-w zona de operaciones.

Suenan de nuevo sus nombrescoa motivo de la guerra ítalo-tur-ca y campañas de los Balcanes, pe-ro ambos vuelven, *& é¡poca depaz, al tráfico comercial e&tre lospuertos del mar Negro.

auerra mundial ea«'

los últimos días de mayo de 1915 ¡ lleno se hunde en aguas someraseo>n el hundimiento del torpedero"Pelengia Deria" asi como el del

y quedan asomando sobre la su-perficie sus palos y chimeneas, Dos

con ios que íason concluyó sus construccionespoco antes de su liquidación yventa.

esf/wdad de Sonfa Cecilia,Patrono ¿e lo Atúsi<

La Orquesta de Cámara de Canariasiun problema que hay que resolver

Los músicos celebran hoy la festi-vidad de su patrona Santa Cecilia,No queremos dejar pasar esta oca-sión para referirnos, aunque se nostacüe de pesados, a -un tema que tie-ne para todos un gran interés. Nosreferimos a la Orquesta de Cámarade Canarias. Porque el problema dela supervivencia de la Orquesta si-gue en pie, pues hasta la fecha nose ha dado con la fórmula adecuadapara resolver la tremenda crisis queha conmodoíiado a esta agrupación.

No podemos ni queremos hablarde soluciones milagreras, pero sídestacar que los problemas hay queafrontarlos directamente y con espí-ritu realista. La existencia de la Or-questa está en peligro. Y no lo de-cimos nosotros; lo afirman los hom-bres que dirigen y orientan la mis-ma.

En días pasados, y a través deTelevisión Española en Canarias, elpresidente de la Orquesta de Cáma-ra, doctor don Francisco Trujillo,habló claramente de este asunto ylo expuso a la consideración de laafición. El problema, como puedeverse, es grave. Casi cuarenta añosde labor están a punto de desapare-cer.

El problema económico de la'Or-

questa no ha nacido en estos últimosaños. Se viene sufriendo, arrastran-do, de tiempo atrás y solo remien-dos —permítasenos la frase— sehan colocado para remediar sus do-lencias. Pero lo que muchos lamen-tan es que la afición no se ha deci-dido jamás a intervenir, ignorandoel problema como si a ella no leafectara.

Ya lo hemos dicho algunas veces:no se puede pedir a una orquestados conciertos mensuales, durantela temporada, alguno de ellos sonsolistas de fama mundial, por lairrisoria cantidad que hoy se pagade cuota. La música es un arte ca-ro. Y eso lo saben quienes hayan te-nido la oportunidad de asistir aconciertos fuera de los límites de laisla. Y cuando los conciertos tienenprecios bajos es porque están subvencionados por organismos o entida-des preocupadas por la educaciónpapular.

La Orquesta de Cámara de Cana-rias recibe subvenciones económicasdel Cabildo Insular de Tenerife,Ayuntamiento de esta capital y di-rección general de Bellas Artes. Pe-ro, las cantidades que percibe deestos tres organismos no son sufi-cientes paa poder llevar a cabo, con

dignidad, el programa que se ha im-puesto. Por eso es necesario que iosaficionados a la música se vayan dando cuenta de que es preciso prestar-le una mayor ayuda.

Tenemos sobre nuestra mesa detrabajo una cairta que dan José Gar-cía Estrada envió al presidente dela Orquesta: "Anoche oí por tele-visión sus comentarios a la situa-ción económica de la 0-rquesta y laverdad es que da pena. He pensadoque si algunos aficionados hicieranun esfuerzo, podría hacerse resur-gir nuestra Oquesta como en susbuenos tiempos. Yo quisiera comen-zar esa labor enviándoie un chequeque incluyo en esta carta y que de-seo enviar todos los meses mientrasme sea posible y ustedes se acuer-den de venir por él. Puede hacerel uso de esta carta que crea conve-niente para bien de la Orquesta".

La coletilla a esta carta debieraser: "este es un •ejemplo a seguirpor todos"... pero mejor creemosque serviría: "Esta es 1-a obligaciónque tienen todos los aficionados".Y, con la obligación moral de losaficionados, la obligación de los or-ganismos y entidades provinciales.

Gilberto ALEMÁN

Clausura del primer Curso de Descanso einformación para Productores fincólasSe ha celebrado an ía Residencia deEducación y üescanso de essa capital

Organizado por la Obra Sindicalde Educación y Descanso y la Cá-mara Oficial Sindical Agraria, ha te-nido lugar en la Residencia *{JoséMiguel Delgado Rizo" el primer tur-no de Descanso e Información paraproductores agrícolas, al cual hanasistido setenta y seis productoresde Las Palmas y Tenerife.

El acto de clausura fue presididopor el delegado provincial de Sin-dicatos, acompañado del Vicesecre-tario Provincial de Ordenación So-cial, Vicepresidente de la C.O.S.A,Secretario de dicha Entidad, y Se-cretario de la Obra Sindical degados y Descansa.

Intervinieron el Director del Cur-so y el Vicepresidente de la Cáma-ra, cerrando el acto el DelegadoProvincial de Sindicatos, el cual serefirió, entre otras cosas, a la igual-da de derechos que debe existir en-tre los productores agrícolas y delos de la industria, y de la impor-

tancia de estos cursos que, a la veaque sirven de descanso, ofrecen alos productores conocimientos prác-tios y necesarios relacionados con.las cuestiones laborales etc.

En estos días se está celebrandoel segundo Curso en la mencionadaResidencia, i

PARTO ÍIN DOLORGIMNASIA IfOST-FABTUIil

GIMNASIO AÑATERVE VILAR. O. 75.— TFO.