LOS EXCESOS DE LA MINERÍA PERMITIDA POR EL ESTADO PERUANO:

CASO PARTICULAR LA CIUDAD DE CERRO DE PASCO.

Esta ciudad ha sido una de las primeras en desarrollar esta actividad por la

cual ha permitido al fisco peruano sustentar la base de su economía por

muchos años, pero a su vez el abuso constante de la actividad, la falta de

planificación oportuna y responsable, la ineficiente gestión de nuestras

autoridades violentando el artículo 67 de nuestra constitución “el estado

determina la política nacional del ambiente promueve el uso sostenible…”, ha

permitido que muchas ciudades del Perú entre ellas la ciudad de Cerro de

Pasco, donde sus pobladores conviven en condiciones pésimas de salubridad

producto de la gran contaminación que tiene que soportar los pobladores

dónde el 80% del agua disponible va a la minería, el Centro de Control de

Enfermedades de Estados Unidos había determinado que la tierra, el agua y

las casas estaban saturadas con niveles tóxicos de plomo, nueve de cada 10

niños tienen niveles altos de uno de los 14 metales pesados, incluidos plomo,

cadmio y arsénico, en contraposición al artículo 2 inc.22 de la C. “Toda

persona tiene derecho a la paz, a la tranquilidad…gozar de un ambiente sano

y equilibrado y adecuado al desarrollo de su vida” y lo más grave de ello es que

esta población aún no ha tomado conciencia de la situación peligrosa en la que

viven, puesto que la actividad principal es la minería la cual viene hacer su

medio de trabajo por la cual aceptan y conviven oponiéndose a todo acto que

altere esta situación, produciéndose un conflicto entre la minería y el empleo.

Situación que ha venido agravándose por la falta de políticas para desarrollar

actividades económicas alternativas, a ello se suma la informalidad de muchos

centros mineros, ausencia clara y precisa de la legislación ambiental que

incluyan políticas de desarrollo sostenible para las generaciones venideras, es

importante la actuación de los órganos fiscalizadores, un trabajo conjunto del

Gobierno central y regional y no ser cómplices de la dejadez de nuestras

autoridades que por su inacción oportuna permitan agravarse la situación de

otras ciudades del estado peruano, en similares condiciones.

La explotación minera debe ser orientada a controlar los tremendos impactos

negativos sobre el medio ambiente que tiene en la actualidad solo una

actuación responsable que incluya políticas medioambientales pensando en un

desarrollo sostenible permitirán su disminuir su impacto negativo.