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LOS DOBLES EN EL PROCESO DE ESCRITURA DE RAYUELA POR ANA MARIA BARRENECHEA Columbia University El cotejo de Rayuela con el Cuaderno de bitdcora, en el que Cortazar fue haciendo anotaciones de distinta naturaleza para registrar en forma no sistermtica el proceso de construcci6n de la novela, me ayudara a ilu- minar el juego de dobles que pulula en ella. Mi prop6sito es estudiar pre-texto y texto con los supuestos de la nueva critica genetica, enfren- tandolos y haciendolos dialogar sin caer en el fetichismo finalista 1 . Los dobles surgen en el pre-texto en forma mas parca. Aparecen algo desarrollados Horacio/Maga, Horacio/Traveler, Maga/Talita; otros figu- ran s61lo mencionados y otros son reconocibles por el cotejo con el des- envolvimiento posterior de la novela. Dos rasgos caracterizan El cuaderno cuando se lo confronta con Ra- yuela. Por una parte, la naturaleza peculiar del primero -con el es- quematismo de las indicaciones- hace que esten s6lo esbozados los personajes y las escenas, y que ofrezca un disenio menos rico y ambiguo que el de la novela publicada. Pero por eso mismo ayuda a precisar el esquema dual y los paradigmas que subyacen en la construcci6n de los dobles. 1 En adelante citare El cuaderno con la sigla C y Rayuela con R y el numero de pagina. (Los subrayados estan en el original siempre que no lleven indicaci6n de que me pertenecen.) Sobre el primero vease mi articulo <<La genesis del texto: Rayuela y su Cuaderno de bitdcora (INTI, IV-V, Otonio 1979-primavera 1980, pp. 78-92); para metodos de critica genetica: <Teoria y practica de la critica ge- netica: el Cuaderno de bitdcora de Rayuela , en Homenaje a Manuel Alvar (Madrid: Gredos, en publicaci6n) y los volmenes colectivos de la escuela fran- cesa actual: Essais de critique genetique y Flaubert a l'oeuvre (Paris: Flammarion, 1979 y 1980), y Jean Bellemin-Noel, Le texte et l'avant-texte (Paris: Larousse, 1972).

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Page 1: LOS DOBLES EN EL PROCESO DE ESCRITURA DE RAYUELA

LOS DOBLES EN EL PROCESO DE ESCRITURADE RAYUELA

POR

ANA MARIA BARRENECHEAColumbia University

El cotejo de Rayuela con el Cuaderno de bitdcora, en el que Cortazarfue haciendo anotaciones de distinta naturaleza para registrar en formano sistermtica el proceso de construcci6n de la novela, me ayudara a ilu-minar el juego de dobles que pulula en ella. Mi prop6sito es estudiarpre-texto y texto con los supuestos de la nueva critica genetica, enfren-tandolos y haciendolos dialogar sin caer en el fetichismo finalista 1.

Los dobles surgen en el pre-texto en forma mas parca. Aparecen algodesarrollados Horacio/Maga, Horacio/Traveler, Maga/Talita; otros figu-ran s61lo mencionados y otros son reconocibles por el cotejo con el des-envolvimiento posterior de la novela.

Dos rasgos caracterizan El cuaderno cuando se lo confronta con Ra-yuela. Por una parte, la naturaleza peculiar del primero -con el es-quematismo de las indicaciones- hace que esten s6lo esbozados lospersonajes y las escenas, y que ofrezca un disenio menos rico y ambiguoque el de la novela publicada. Pero por eso mismo ayuda a precisar elesquema dual y los paradigmas que subyacen en la construcci6n de losdobles.

1 En adelante citare El cuaderno con la sigla C y Rayuela con R y el numerode pagina. (Los subrayados estan en el original siempre que no lleven indicaci6nde que me pertenecen.) Sobre el primero vease mi articulo <<La genesis del texto:Rayuela y su Cuaderno de bitdcora (INTI, IV-V, Otonio 1979-primavera 1980,pp. 78-92); para metodos de critica genetica: <Teoria y practica de la critica ge-netica: el Cuaderno de bitdcora de Rayuela , en Homenaje a Manuel Alvar(Madrid: Gredos, en publicaci6n) y los volmenes colectivos de la escuela fran-cesa actual: Essais de critique genetique y Flaubert a l'oeuvre (Paris: Flammarion,1979 y 1980), y Jean Bellemin-Noel, Le texte et l'avant-texte (Paris: Larousse,1972).

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Por otra parte, El cuaderno plantea expresamente el fen6meno, suimportancia y sus conexiones con la isotopia fundadora de Rayuela. Enun pasaje -que luego citare in extenso- expone la preocupaci6n cen-tral revelada bajo la f6rmula tropica x - y y su relaci6n con la noci6ndel doble 2:

El doppelgiinger [...] Quiza lo que ocurre es otra cosa, que no ve-mos [...] Quiza hay una duplicaci6n de signo inverso (por eso el sen-timiento del doppelinger) (C, 125).

En otros momentos no esta explicita la alianza y es necesario ras-trearla en ciertos indicios. Por ejemplo, resulta significativo fijarse enla distribucion de la pagina: la convivencia de dos t6picos en un mismoespacio indica que estaban relacionados en ese momento del procesode la escritura aunque no aparezcan manifestados sus nexos.

La pagina 87 de El cuaderno registra una cita de Rene Daumal,autor cuya busca de trascendencia en la experiencia vital y en la escri-tura atrajo poderosamente a Cortazar. Debi6 de sentir que la aventurametafisica de su personaje tenia un aire de parentesco con la de Daumal,y lo sefialo consignando la fusion de ambos: <<Je ne veux pas mourirsans avoir compris porquoi j'avais vecu -dijo Oliveira Rene Daumal(el subrayado es mio) 3 . En la misma pagina, inmediatamente despues,

2 El esquema tr6pico fundador aparece de diversas maneras en El cuaderno enuna veintena de fragmentos (C, 50-53, 70, 71, 87, 89, 94, 99, 106, 107, 113, 120,123, 125-127, 137). Se manifiesta en todos los niveles de la fabula (argumento) ydel sujet (organizaci6n), en forma narrativa y discursiva, en la referencialidad y laautorreferencialidad. Se resuelve en una semiosis generalizada (x en lugar de y,x ->y), en una busca de relaciones que desemboca en la trascendencia (x esta rela-cionado con y, x lleva a y). Es a la vez un ejercicio cognoscitivo empleado en eldesciframiento de esos signos; una elecci6n vital de la ruptura, la excentraci6n,la inversion que traera la plenitud y la unidad; un camino o mandala que se re-corre hacia una realidad otra, es decir, hacia un centro, o una revelaci6n subita,que anuncian ambas la noci6n de figura; es finalmente una inquisicion sobre elsentido secreto de la existencia y un ciego anhelo de encontrarlo.

3 La cita esta tomada de Le Mont Analogue (Paris: Gallimard, 1952, NRF),p. 56, y se repite entre frases de jazz en R, 80, sin la identificacion Oliveira-Daumal. Veanse otros recuerdos del mismo autor en C, 69, 101 y 116. ReneDaumal (1908-1944) public6 en vida un primer libro de poemas, Le Contre-Ciel(Paris: Bibliotheque Jacques Doucet, 1936), donde se advierte ya el concepto de lapoesia como una de las posibles vias de la trascendencia. «Le Pere lumineux dela vrai connaissance, celui des inities, est aussi celui des poetes, des vrais poetes(<<De i'attitude critique devant la Poesie , en Cahiers du Sud, decembre 1929,apud A. Rolland de Reneville, <Preface> de la edici6n citada de Le Mont Ana-logue, p. 13). Mas tarde, en La Grande Beuverie (Paris: Gallimard, 1938, NRF),

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apunta este comentario sobre las relaciones que son transformacionescon inversi6n de signo contrario:

Extrapolacion (palabra que no <existe> en espaiol oh oh!)Todos los datos de un momento, de un espacio, ino son extrapola-

bles a un otro piano que, asi, se deja entrever?El <<mundo> es signo de...Cierto Gran Desorden puede extrapolarse a un Centro: brusco cam-

bio de - a +. Miguel de Manara - + el SantoLoyolaPablo

lo cual alude a su persistente utilizaci6n de los dobles como enlace defiguras opuestas pero complementarias y al movimiento tr6pico que lasfunda (x->y).

Asi se presenta (con la convivencia de la fusi6n Oliveira-Daumal ydel concepto de extrapolaci6n en una misma pagina) la plurivalenciadel doble en el pre-texto, que luego corroborara el texto. Dentro de suvariedad distingo tres tipos:

dio una parabola que exponia con imaginaci6n y humor la critica a un mundo«ca6tico, larval, ilusorio>, enceguecido por el mecanicismo, el fetichismo de laintelectualidad y los bienes materiales. Su busca de trascendencia lo llev6 al cono-cimiento de ciertos textos griegos y especialmente orientales, de la tradici6n mis-tica, del ocultismo, de la Kdbbala, de la alquimia, y atun mas modernos como losde Gurdjieff. Estudio sanscrito para conocer mas intimamente las fuentes del hin-duismo y realiz6 algunas traducciones de esa lengua. Daumal, siempre en luchacon la pobreza y la enfermedad, se caracteriz6 por exigirse una total autenticidaden la vida y en la escritura, la cual queria que fuese testimonio de una experien-cia vital de la busca de la iluminaci6n y no solo un producto del intelecto. Antesde morir dej6 muy avanzado un relato con el que pensaba completar La GrandeBeuverie, con una visi6n positiva del hombre y del universo que contrabalanceaseel negativismo del anterior. Trataba de comunicar el camino que el y un grupode amigos creian haber encontrado: <<Ce recit sera sous une forme de romand'aventures intitule le Mont Analogue: c'est la montagne symbolique qui est lavoie unissant le Ciel a la Terre; voie qui doit materiellement, humainement exister,sans quoi notre situation serait sans espoir> (apud A. Rolland Reneville, p. 19).V6ase tambien aqui nota 9. El conocido simbolo de la montafia como eje del uni-verso emparienta este libro con los simbolos del Mandala, del circo o la carpa,de la rayuela, del puente, diseminados en la novela de Cortazar. Tambien los unela mezcla de tonos (humor y juego imaginativo, con seriedad y angustia) en eldiscurso. (Sobre las analogias y divergencias entre ambos escritores tratare en otraocasi6n.) A la muerte de R. Daumal se publicaron: Le Mont Analogue, 1952;Essais et notes. I: Chaque fois que l'aube parait, 1953 (del que se toma la citade C, 116); Poesie noire, poesie blanche, 1954; Lettres a ses amies, I, 1958, todosen Paris: Gallimard, NRF.

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1. Complementarios, desdoblamiento en opuestos que recompon-drian la unidad perdida (Maga/Horacio, Traveler/Horacio).

2. Gemelos, identificaci6n en figuras semejantes con leves variacio-nes (Maga, Talita, Pola; Horacio, Morelli; Talita, Traveler).

3. Versiones deformantes, lectura humoristica, ridicula, grotesca ydegradada de los heroes (Ossip, de Horacio; Berthe Tr6pat y laclocharde Emmanuele, de la Maga).

En estos iltimos la deformaci6n no se limita a una funci6n ret6rica(oposici6n de lo serio/lo humoristico) mas que en el caso de Ossip. EnBerthe Tr6pat y mis claramente en la clocharde alude a la estructurasimb6lica global del libro, la antropofania que se quiere alcanzar porla via negativa del Gran Desorden. Tambi6n encarna el peligro de esabusca, con la figura amenazante de la mujer castradora y devoradora(la Madre Terrible): de nuevo Eros/Thinatos, el vacio y la nada quecorroen la imagen del Paraiso. Por razones de espacio disponible melimitare a tratar ahora los dobles complementarios solamente.

LOS COMPLEMENTARIOS

Oliveira, que es el centro y el h6roe de esta historia, se bifurca for-mando dos parejas principales de opuestos complementarios, con doblesde distinto y de igual sexo: la Maga y Traveler.

La Maga

No me explayar6 en detalle sobre la figura de la Maga en el pre-textoy en el texto, a la que dedico un estudio especial . En ese trabajo heanalizado: 1) los predicados que la definen; 2) la funci6n narratol6gica;3) la funci6n semintica, y 4) la funci6n simb6lica. De todas ellas surgesu perfil y su posibilidad de ser doble de Horacio, por las oposiciones:ignorancia/saber, intuici6n/raz6n, vida/no vida, consciencia/inconscien-cia, naturaleza/cultura, materia/espiritu, concreci6n/abstracci6n. Tam-bien por la coincidencia de que ambos intuyen (buscan) por caminosdistintos un absoluto, y el poder de la Maga de simbolizarlo. Enfren-

4 Vase <<La Maga en el proceso de escritura de Rayuela: pre-texto y texto ,que aparecera en el volumen colectivo E. Dale Carter, Jr. (ed.), La iltima casillade la rayuela: veinticinco ensayos sobre Cortdzar (Los Angeles: California StateUniversity Press; en prensa).

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tada a Horacio es, pues, la portadora de uno de los haces de elementosduales que configuran la dialectica de Rayuela, y que el proceso delpre-texto va elaborando.

Ahora s61o me detendr6 en el comentario de la pigina 74 de El cua-derno, porque constituye el testimonio explicito de Cortizar sobre elcaracter de doble que le atribuye a la Maga con respecto a Horacio.

OliveiraEmpiezo a verlo - a verme. Tenia que ser.Oliveira sube una escalera. Se siente como el bichito que recorre elcanto ? de [la medalla] la moneda .

De mi lado el reverso: la Magala dimensi6n podtica (esa maravillosa entrega

a los textos, a los cuadros podticos, [al jazz] a los azares de la calle,a las suertes magicas, al modo surreal de vida)

Todo eso es Nerval y Artaud - es decir asocia-lidad, miseria, soledad, muerte o suicidio. Inevitablemente si se quiereser consecuente hasta lo tiltimo.

En el (su educaci6n y sus medios)el reverso:

la inteligenciael don criticoWitEspritHumourSentirse hombre en el sentido de los humanis-

tas (Castiglione).Todo estd en eso.

La pagina se inicia con una confesi6n clara de que el autor (Corti-zar) se identifica con el personaje (Oliveira), corroborando lo que varioscriticos de Rayuela habian intuido basados en el andlisis del texto. Luegoexpone sumariamente lo que deber6 ser una meditaci6n del personaje,alejado de si mismo, capaz de verse y de ver a la Maga como las doscaras de una moneda. No existe otro lugar en El cuaderno -ni creoque tampoco en Rayuela- donde se inscriba con mayor nitidez que laMaga y Horacio forman una pareja de opuestos complementarios.

La disposici6n de la pagina esboza un paradigma aproximativo derasgos encolumnados, muy marcados. La columna de la Maga en el pa-radigma se prolonga en el planteo del futuro desarrollo del sintagma.

SEn mi sistema de transcripci6n del manuscrito, los signos [ ] abarcan pala-bras o frases anuladas.

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Se reconoce que la dimensi6n po6tico-imaginativa, que rompe con lasconvenciones cotidianas y las leyes de la raz6n (magia, surrealidad),debe desembocar fatalmente en la muerte. Pero Lqui6n lo reconoce enel pre-texto? iLCortazar, que se ha identificado con su personaje? (<<Em-piezo a verlo - a verme>>). LHoracio, que se ve a si mismo frente a laMaga? Porque si el personaje Horacio incorpora a su configuraci6n deinteligencia y raz6n la dimensi6n intuitiva e irracional de su doble, laMaga, caminari como ella hacia la muerte. Porque el autor, que con-trola el pre-texto y el texto, tambi6n decidiri que <si se quiere ser con-secuente hasta lo iltimo>> (se quiere ser... LCortazar, Horacio?) deberaenfrentar a sus personajes con el vacio final. Asi se define para la Magaen primer t6rmino, y para Horacio, que es su doble, una de las cons-tantes simb6licas: Thanatos, la cual ronda insistentemente a estos y otrospersonajes y sus acciones (Pola, Morelli, Rocamadour, enfermedad, acci-dente, suicidio) e impregna el esquema mismo de la trascendencia en elMandala y la busca del centro (la plenitud o la nada; la carpa del circoo la morgue, cielo, kibbutz, Ygdrassil, o agujero, embudo, pozo).

No puedo pasar en silencio el final de la otra columna del para-digma, que corresponde a Horacio y que concluye en un anticlimaxaparentemente inconsciente, exaltando la figura del Heroe: <<Sentirsehombre en el sentido de los humanistas (Castiglione)>>. La frase contra-dice lo que anotari en paginas posteriores donde el autor se alerta a simismo sobre la exagerada dimensi6n que esta tomando el personaje:«El problemna es que todo tiende a centrarse demasiado en H. O. Cae-mos en el soliloquio excesivo, la desmesura egoc6ntrica> (C, 109);«Ojo! no hinchar a O. [...] O. no tiene ningin merito ni grandeza>>(C, 136). Sin duda este hombre renacentista, este Castiglione, esta pi-diendo a gritos la hache humoristica correctiva del engolamiento aunquedeba reduplicarse (hhumanista), para impedirle bordear el ridiculo.

La Maga, como opuesto complementario de Oliveira, y ante el rasgosaliente de intelectualidad que lo define, representa el aspecto intuitivoe irracional que 61 anhela y no posee entre sus predicados definitorios.Ese rasgo no individualiza al heroe, por eso Cortazar necesita desdo-blarlo en el personaje femenino. En cambio si define a la fibula todacomo critica a la civilizaci6n occidental, sus dicotomias, su racionalismo,tambien como metdfora de la busca de una suprarrealidad, de una an-tropofania, y como base de las discusiones esteticas y metafisicas que seinsertan en ella.

Es necesario aclarar hasta qu6 punto es verdad que el h6roe no loposea. En los esquemas opositivos que figuran en El cuaderno -con lapareja Horacio/Maga o con otras-, el intelecto, el uso de la raz6n

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versus la intuici6n es el rasgo definitorio de Horacio, ya con ese nombre,ya con el de vida/no vida, conciencia/inconsciencia. Asi, en C, 58, des-puds de un pirrafo sobre la <<incomunicaci6n> por la ignorancia de laMaga, escribe: <<Oliveira, Monsieur Teste rodeado de seres mas vivosque Il. La lucidez, la conciencia, no son vida. La vida mas viva es lamas espontinea e inconsciente (la Maga, Traveler)>. Dejo para otro mo-mento el comentario de la identificaci6n del h6roe con el personaje deValry, que tan marcadamente esta caracterizado como doble de suautor, como escritor y como paradigma del ejercicio del intelecto (casoen parte paralelo al de la identificaci6n de Oliveira con Castiglione).

Junto a esta insistencia figuran, sin embargo, otros indicios que mar-can de irracionalidad al mismo Oliveira desde el comienzo. Abundan enel mon6logo de C, 47, que aunque es de sujeto no determinado pareceatribuible al autor y a su heroe conjuntamente (<<bajo al volcin, meacerco a las Madres, me conecto al Centro>>), y en C, 53, en las medi-taciones de Oliveira en la jazz session 6. Una correcci6n de C, 74, revelalo parad6jico del perfil del protagonista. Despuds de haber anotado eljazz coma preferencia que denota la irracionalidad de la Maga, Cortazarlo tacha, sin duda por darse cuenta de que no podia poner en el para-digma Maga/Horacio, como supuestamente privativa de la primera, unrasgo compartido tan ostensiblemente por ambos (y ain con mayordnfasis por Horacio), contraviniendo las reglas de todo sistema binarioopositivo.

La misma contradicci6n puede leerse a cada paso en Rayuela. Porejemplo, en pp. 40-41, se contraponen en Horacio el reconocimiento delacierto esencial de la Maga (<cierra los ojos y da en el blanco ) y elmantenerla marginada sin dejarla entrar eni<el circulo de tiza i que aislaa los exquisitos, la crueldad con que califica su ignorancia (tener <<aireo gofio en la cabeza ) y la envidiosa valoraci6n de sus hallazgos tras-cendentes (el asomarse <<a terrazas sin tiempo que todos ellos buscabandial6cticamente ). Esta paradoja que caracteriza ..al personaje principaly a la ideologia de la novela (quiza a la mayor parte de la obra de Cor-tizar) exalta conjuntamente al heroe intelectual poseedor de los valores

6 El fragmento en primera persona no identificada en C, 47, figura en R, 458,como Morelliana. Todo el ambiguo espacio de las piginas 46-47 abunda en indi-cios que inclinan a atribuir lo registrado al autor y su escritura, otras veces alheroe y otras a ambos, con la caracteristica fusi6n de los dos en varias instanciasdel pre-texto. Del jazz se habla en.. C, 46, tambien, y C, 47, registra: <Si, el jazzes lo mismo; para mi es tambin el intercesor.> En cuanto al pasaje de C, 53,ocurre Ia contrario al pasar al texto; ha sido copiado ein R, 522, con escasasvariaciones, sin atribuirselo a nradie.

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culturales mis refinados (incluyendo sin duda lo popular rescatado porese mismo gusto) y al campe6n de las vias de la irracionalidad, el juegoy la magia '.

Conviene cotejar C, 74, pagina antes citada para estudiar la funci6nsemntica de la Maga como doble de Horacio, con el pasaje de R, 116-117, tambien marcadamente dual, para anotar ciertas divergencias. Enel pre-texto la conclusi6n era que el desorden de la Maga llevaba a ladesintegraci6n y a la muerte; en el texto se exalta su desorden: <<Esedesorden que es su orden misterioso>, mientras el de Oliveira -<<ente-rrado en prejuticios que respeto y desprecio al mismo tiempo>, segiincomenta de si- no es mas que <el falso orden que disimula el caos>>.

Se diria que esto refuerza mi interpretaci6n de que en el pre-texto(C, 74) se mezclaba el punto de vista del autor sobre el curso coherentede su fibula. Aqui, en el texto, se ofrece s6lo el punto de vista de Ho-racio en el momento de crisis en que, alejado de la Maga, corrige susjuicios sobre ella en forma que al mismo tiempo simboliza las dicoto-mias de la obra, la critica al err6neo camino de Occidente y la buscamistica del heroe, frente a la fuerte carga de discusi6n intelectual y decitas culturales.

Traveler

La pareja arquetipica de los complementarios es sin duda la de Oli-veira y su amigo Traveler, la mis destacada en el pre-texto y en el textoentre todos los dobles. Citar6 los dos pasajes mas significativos de Elcuaderno por su forma explicita; en ambos figura Talita asociada a sumarido en el juego de oposiciones:

Talita y Traveler Piedras de toqueTraveler: es maS LIBRE. [*] 8 Obra sin reflexidn.Talita es como la Maga

En R, 197-198, parece ofrecer una conciliaci6n de la dualidad intelecto/intui-cidn, racionalidad/irracionalidad fuera de la mentalidad occidental: <<El absurdoes que no parezca un absurdo [...]. Yo no se, che, habria que intentar otrocamino. -iRenunciando a la inteligencia? -dijo Gregorovius, desconfiado. -Nos6, tal vez. Empledndola de otra manerci. LEstari bien probado que los principiosl6gicos son camrne y ufia con nuestra inteligencia? Si hay pueblos capaces de so-brevivir dentro de un orden mdgico... (el subrayado es mio). En C, 130, anota lacita de Klages: <<El espiritu juzga mientras la vida vive.> Ossip recuerda a Klagesa prop6sito del err6neo camino seguido por la especie en R, 507, y Oliveira enR, 193 y 540, sin reproducir sus palabras.

8 En mi sistema de transcripci6n, el asterisco (*) indica «fragmento ilegible>.

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Oliveira vela toda una noche esperando la muerte a manos de Tra-veler. Su doppelginger, su forma fraternal mds realizada. (C, 79).

Traveler y Oliveira son el mismo? El hombre y su doppelgingerOliveira es el conocimiento, pero Traveler vive. Cada uno desealo que es propio del otro. Talita es ese simbolo. Fibula de Hoy Mo en Daumal, <<M. Analogue>, p. 128 (C, 101).

Identificacidn progresiva de Talita y la Maga.

La oposici6n en los dos fragmentos tiene por base el binomio vida/conocimiento, que ya vimos que habia servido para establecer, junto conotros, la funci6n de doble de la Maga.

Traveler Horaciomas libreobra sin reflexidnms <<realizado>vive es el conocimiento

En la pigina siguiente se agrega otro rasgo que los separa: humani-dad/inhumanidad. El cuaderno s61o habla de <<la crueldad necesaria>(C, 82), sin atribuirla explicitamente a Oliveira, o como una alusi6n ala renuncia de sus convicciones: <Desesperaci6n (4piedad? Zal fin?) deOliveira>> (C, 123), para no herir a los Traveler. En Rayuela, en cam-bio, Ossip le echa en cara su dureza en la prosecuci6n del absoluto:

9 Se refiere a un pasaje de la obra de R. Daumal Le Mont Analogue. La obrarelata las aventuras de un grupo que decide embarcarse y partir en busca de esemonte desde cuya cima se contempla el universo en su unidad. En ella se intercalala leyenda <<Histoire des Hommes-creux et de la Rose-ambre>, pp. 128-135. Dosgemelos id6nticos, Ho y Mo, concluyen fundiendose en un ser, Moho, a la muertede Mo, que habia intentado vanamente apoderarse de la Rosa-amarga. A pesar deque en vida eran iguales en su fisico, cuando se unen en uno solo y este emprendenuevamente la tarea que los justificara, se manifiesta una distinci6n entre ellos.La parte de Mo es la que conoce el camino (es el saber) y la parte de Ho realizael gesto adecuado para alcanzar la Rosa-amarga (es la acci6n). La rosa (la flor deldiscernimiento) es el objeto del deseo y la busca. En toda la fibula el conceptodel doble alude al peligro de la muerte en la figura de los Hombres-huecos. Enla primera parte de la historia, Mo es convertido e1 mismo en Hombre-hueco des-puss de su fracaso. El padre, al enviar a Ho para rescatarlo, le aconseja: <Va verslui et frappe la tote. Entre dans la forme de son corps. Et Mo revivra parmi nous.N'aie pas peur de tuer un mort.>> Esta leyenda se asemeja en algo a la de El estu-diante de Praga, recordada en C, 107 (vease Homenaje a Alvar), y el encuentroen el espejo, pero aqui la fusi6n de los dobles no acarrea la muerte, sino la sal-vaci6n de ambos en la unidad.

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<<si hubiera algo de humano en vos (R, 217). Frente a esto, El cua-derno presenta claramente a su doble como un ser marcado por notasde simpatia y humanidad: <<Traveler: a tough guy <=>, un tendre>> (C,102). Es, pues, un hombre tierno, afectuoso, sensible, y al mismo itiempoun muchacho rudo, un tipo de agallas; es decir, un ser vivo ante eseinquisidor de la nada que es Horacio (R, 237).

El pre-texto suele presentar la funci6n de doble que le correspondea Traveler en combinaciones con otros personajes. Por ejemplo, en C, 79,Traveler y Talita = Maga son un grupo opuesto por su soltura y afin-camiento en lo real a Horacio, el hombre del intelecto y la busca, quese mueve en ambitos enrarecidos. Pero en C, 101, el grupo se redistri-buye.

La oposici6n Traveler/Horacio moviliza el tercer elemento, Talita,que es explicitamente el objeto del deseo, lo que uno no tiene y el otroposee, lo que se quiere alcanzar. El cuaderno lo expresa discursivamentey lo subraya con la menci6n de la obra de Rene Daumal, Le MontAnalogue, donde figura la fibula de Ho y Mo. La escena del puente ode <<El tabl6n , registrada desde el comienzo, habia desenvuelto en for-ma narrativa, a travds tambidn de una «fabula la funci6n de los doblesTraveler y Oliveira, y el papel simb6lico de Talita. Volvera luego a po-ner en escena, en <<Los hilos> o <<El terror , el mismo triAngulo, perocon las posiciones redistribuidas.

En <<El puente , como se ha visto al estudiar el proceso de la se-cuencia narrativa 10, Talita ocupa la posici6n central, el fiel de la balan-za, entre los polos extremos de Horacio y Traveler, que se la disputanen un episodio calificado de <<juicio>>, de <<cosa ceremonial>> (C, 45 y 50).En <<Los hilos>>, los amigos ocupan el espacio cerrado de la habitaci6n,que es el lugar de su enfrentamiento, y Talita (= Maga, Pola) ha sidodesplazada a una posici6n lateral, en el patio, aunque siempre presente .C, 121, fija la entrevista con las frases: <<Traveler llega [al amanecer].Estado de sitio. DiBlogo con el doppelginger . En un segundo plano semueven las figuras duplicadas en el patio: Talita, Maga, Pola, Lilith,que pueden jugar ahora -como no ocurri6 en <<El puente>>- superpo-

1 V6ase mi articulo de INTI, citado en nota 1.1 Tambi6n Talita puede ocupar otra posici6n. Asociada a Traveler y situados

en el mismo campo (cuando Traveler se ha desplazado al patio), funcionan ambosunidos frente a Oliveira (que sigue en el espacio de la habitaci6n). Son capacesde sentir la atracci6n del amigo, o considerarlo afectuosamente desde lejos, y aunde intercambiar conductas con 61, pero se hallan al fin de la saga de Buenos Airesen esferas que no se intersectan, como analizo mas adelante.

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niendose, sustituydndose, y ocupar el sitio del deseo en esa zona mar-ginal.

No debe olvidarse que para comprender este ajedrez narrativo resultaaltamente significativa la pagina 125, citada parcialmente al comienzo:

El doppelgdnger Todo lo que podria ser:Quiza lo que ocurre es otra cosa, que no vemosQuiza hay como un segundo acontecer por encima o a travds de

o10 que pasa.Quiza hay una duplicaci6n de signo inverso (por eso el sentimiento

de doppelginger)Quiza la Maga estt ahi, entonces.Quiza nunca hubo Maga y solamente TalitaQuiz- hubo solamente Pola, Lilith.

Como antes destaqud, este pasaje dclave para iluminar la funci6n deldoble la conecta con la noci6n de extrapolaci6n, de analogia, de movi-miento trdpico x - y. Aunque el concepto que se expone es el de <du-plicaci6n con signo inverso>>, la ejemplificaci6n recae en personajesfemeninos gemelos (Maga, Talita, Pola, Lilith) 12 y no se recurre a lasparejas de opuestos complementarios (Maga/Horacio, Traveler/Horacio).Pero volviendo a considerar la distribuci6n de la pigina, se ve que des-puds de un blanco pequefio continuia insensiblemente con el dialogo de

12 Esta evanescente figura de Lilith s61o aparece nombrada en C, 125, y nuncaen Rayuela. Erich Newmann (The Great Mother, trad. R. Manheim, Princeton:Princeton University Press, 1963; original aleman de 1955, p. 82) la sitia en suesquema III junto a Circe en el sector A -, polo negativo de las figuras mito-16gicas transformativas que representan mis a la muerte psiquica y espiritual quea la fisica. Segin Mary Daly (Gyn/Ecology: The Methaetics of Radical Feminism,London, 1979, p. 86), Lilith corresponde a la Lamia griega y romana, pero en lamitologia asiria y hebrea primitiva (estudiada por Raphael Patay, The HebrewGodess) precede a Eva y fue creada por Dios al mismo tiempo que Addn y conel mismo material, el barro, es decir, al mismo nivel que el hombre (apud Ro-semary Jackson, Fantasy. The Literature of Subversion, London-New York: Me-thuen, 1981, pp. 148 y ss. y nota 5, p. 189). George MacDonald escribi6 la novelaLilith en 1895 y en ella el protagonista se pierde en un mundo detris del espejo,el mundo vacio de la muerte, y enfrenta una figura femenina que borra todoinstinto de vida, una muerte viva. No sabemos si Cortizar conoci6 esta u otrasfuentes, pero la simple menci6n de Lilith en el pre-texto corrobora la sospecha deque el mito de la mujer devoradora estaba rondandolo durante el proceso de escri-tura de Rayuela, como lo muestra en su penetrante andlisis Ana Hernandez delCastillo en Keats, Poe, and the Shaping of Cortdzar's Mythopoesis (Amsterdam:Purdue University Monographs in Romance Languages, 1982), basdndose s61o enel texto publicado.

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Traveler y Oliveira la noche de <<Los hilos>> en posiciones vitales anta-g6nicas: aceptaci6n versus inconformismo y busca.

Toda pareja de dobles debe fundarse en ciertas semejanzas junto asus diferencias. La divergencia se acentia sin duda en los dobles basa-dos en rasgos contrapuestos; el punto limite entre Horacio y su amigo(sus amigos), lo marca C, 106, donde se enfatiza la soledad, la insula-ridad del primero y el concepto de excentraci6n que define al personajey su empresa trascendente:

Tema(1.a persona) La intimidad de los Traveler. Es ahora que yo tendriaque quedarme, voyeur sin deseo, amistoso.

Alegoria de la incomunicaci6n. Orbitas que se rozan (y eso esla amistad)La excentraci6n inevitable, etc.

La pagina concluye -despu6s de un interludio en el que planea unareuni6n en el patio de la pensi6n- con otro fragmento sobre Oliveiradescentrado, ddsaxe.

Otras piginas de El cuaderno definen a Traveler con predicados quelo asemnejan a Oliveira y acentian en ambos lo local. El pre-texto hablade su afici6n porteiia a los tangos y la fidelidad a la memoria de Gardelcon su lectura de las confesiones de Ivonne Guitry en la reuni6n delpatio (C, 105) T3. Hasta se Ilega a extender en la elaboraci6n de un c6-digo privado que utilizan Traveler y Talita para comunicarse, construidocon frases de tangos (C, 55). La elaboraci6n del c6digo es un detallemas de los rasgos que comparten Traveler (= Talita) y Horacio, los trespreocupados por los juegos con el lenguaje, tan desarrollados en eltexto ". Oliveira fue caracterizado en El cuaderno por su afici6n al jazz,mientras estaba en el espacio de Paris y asociado al Club de la Ser-piente, hasta con el sentido metafisico de que era el <<intercesor>>, elcamino abierto a una realidad otra. En Buenos Aires utiliza el tangopara fijarlo en el espacio porteiio, unirlo a su juventud y a sus amistades(de caf6), y re-ligarlo con Traveler, su doble localizado en ese espacioy aquel tiempo que aiiora.

Tambien Traveler coincide con Oliveira en compartir rasgos de hu-

13 En R, cap. 111, se copia un pasaje de las confesiones de Ivonne Guitry enLa escuela gardeleana (Montevideo: Editorial Cisplatina); tambien se recuerda queel libro fue tornado en prestamo por Traveler en R, 269 y 330, y la sefiora deGotusso lo reclama.

14 De los juegos con el lenguaje tratar6 cuando comente la teoria literaria y supractica en el pre-texto y el texto.

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mor y de excentricidad, gusto por lecturas esotericas, textos de locos(C, 115), literatura popular:

Traveler: demon6logo sonriente 15-La solemnidad argentina, che... ,Por qud no toman ejemplo de

Macedonio, de Nald, de Cesar Bruto, de Oski?Traveler cultiva cosas como la confesi6n de Ivonne Guitry (reprodu-cir sic) (C, 103).

Traveler, Talita y Horacio constituyen en Buenos Aires el circulo delos elegidos, moviendose en esa zona preferida por Cortizar que incluyeheterodoxamente la alta cultura y las alusiones literarias junto con laexperiencia de lo popular urbano considerado coma autintico y resca-table por su funci6n estetico-humoristica. Es un grupo definido por laimaginaci6n, especialmente lingtiistica, y las actividades ins6litas (trabajoen el circo, <<el gato calculista y otras locuras> [C, 53], compra del ma-nicomio), la excentricidad (lecturas y comercio con locos), magia, alqui-mismo y esoterismo burl6n, los chistes a costa del pr6jimo.

Este grupo no esta tan marcado como el de Paris por las alusionesculturales prestigiosas y los debates trascendentes. Se caracteriza mas

15 Fuera de la frase «demonologo sonriente> el pre-texto no registra otro pre-dicado de esoterismo para Traveler, ni tampoco su c6mico intento de crear unamandragora que figura en R, 261, con otros datos burlescos. En cambio abundanen el pre-texto y se amplian en el texto las alusiones a sabidurfas magicas y alqui-micas, y ritos de pasaje. En C, 57, figuran expresamente atribuidas a Horacio y susmeditaciones conectadas con el manicomio, el Mandala, el circo: <<El manicomioy el circo: Oliveira sospecha un Mandala (topografia). El manicomio seria ungigantesco tripode de sibila, el agujero de Eleusis, los Campi Flegrei: un pasaje.La carpa del circo, en cambio, es como un Centro: Oliveira-shaman tiene quesubir.> En C, 99, aparecen como una lista de anotaciones tomadas de Seligmannpara ser utilizadas mds adelante, con predominio del simbolismo de transforma-ci6n y pasaje: «<Analogia [...] Absconditorum clavis [...] Invocaci6n del diablo,La hierba meropis que abre los mares, Un liber penitencialis [sic] [...] La pri-ma materia de los alquimistas [...] Mundus Patet (tradici6n etrusca). Estas serepiten para Horacio en el montacargas del manicomio en R, 367; Horacio conTalita en R, 373; Horacio en la carpa del circo en R, 313. A ellas se agreganalusiones alquimicas burlonas con Berthe Trepat en R, 139, y el robo del Liberpenitentialis por Traveler en R, 315. Algunas otras mandragoras no conectadascon e1 aparecen en Rayuela: la cita de Achim von Arnim, Isabel de Egipto, <Dis-curso de la mandragora (R, 563) y la lectura asombrada de don Crespo de MarcoAntonio y Cleopatra de Shakespeare, ante la reina que pide mandragora parabeber (R, 328). El esoterismo de Horacio osecila entre la versi6n humoristica y laprofunda; el de Traveler es siempre de tono festivo, como si funcionara con igualmisi6n que la hache agregada para correctivo burl6n al peligro de ampulosidady retoricismo.

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por habitar en un ambito popular urbano (pensi6n <<Sobrales>>, calleCachimayo, Puente San Martin; C, 103 y 122), convivir con sus vecinosen el patio de la pensi6n y al mismo tiempo diferir de ellos. El circulode los <selectos> se define fundamentalmente oponi6ndose al de los<<mersas>>, clase media pobre con <fallas>> de lenguaje y de cultura queabarcan costumbres, estereotipos de conducta, prejuicios, vistos a travesde los pre-juicios del autor.

Los del grupo que se rechaza estan mas desarrollados en Rayuela,pero ya figuran desde las primeras paginas en forma muy marcada enEl cuaderno. En C, 43 (recu6rdese que las anotaciones sobre la novelaempiezan en C, 39, y que de 40 a 42 las hojas no tienen pasajes escri-tos), se dice <<El hombre de la pipa (el administrador del circo). [Opo-sici6n total con Traveler, Talita y Oliveira.] Un capitulo contando lavida dom6stica (gadgets, etc.) del hombre de la pipa.>>

La escena de <<El puente>> entre Traveler, Talita y Horacio (C, 45)esta disefiada con un segundo plano de vulgaridad que contrasta con sutensi6n <ceremonial> y su funci6n de <Mandala>. Lo forman la charlade Gekrepten con Horacio, las <<escenas orgiasticas a traves de una ven-tana del quilombo> (prostibulo), luego suprimidas y sustituidas en Ra-yuela por las escenas de la calle, la visi6n de las vecinas, los comen-tarios de los nifios, la salida de Horacio a buscar un tabl6n entre loshabitantes de la pensi6n, la tan mentada <<zona del caf6 con leche>>(anotada en C, 43, y repetida en C, 50) y el didlogo de Gekrepten conla chica de los mandados como resumen de la situaci6n desde el puntode vista de la gente convencional (C, 50).

Mis adelante el Director Ferraguto, su mujer la Cuca (C, 103), laseiiora de Gotusso y don Bunche (C, 106) vuelven a conformar el grupo(a los que se agrega don Crespo en R, cap. 46) de los que sirven deblanco para los dardos humoristicos de los selectos. En C, 113, se con-signa otro t6pico considerado vulgar, la discusi6n acerca de los granoscon la Cuca Ferraguto, que curiosamente esta clasificada entre las limi-taciones del ambito de la Argentina, entre sus rasgos negativos, como siestos temas caseros, de clase media pobre, no fuesen propios de todoslos paises. La visi6n de las cosas negativas y positivas de su tierra estimuy polarizada en El cuaderno y merece ser comentada aparte.

Si entre los circulos opuestos se insertan como una cufia <las histo-rias de fantasmas y de locos>>, irrumpe en el manicomio con toda liber-tad para descentrar la bipolaridad tan marcada de Traveler, Talita yHoracio por un lado y sus contrarios por otro. En la escena final deBuenos Aires, <<Los hilos>>, se anotan para una etapa de su elaboraci6n:<<Intervenciones grotescas de la Cuca, Remorino, Ovejero, Ferraguto>> y

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Gekrepten, que <llega con tortas fritas (C, 121), frente a la <Piedadde Talita y Traveler>>, interrumpidos por <<Tiradas Piriz. Tiradas deli-rantes: muerte del perro. Ovejero: la visi6n cientifica del mundo. Textoy pre-texto consignan para esta etapa del final de la parte de BuenosAires (sin los capitulos prescindibles) la fraternidad grupal de Traveler,Talita y Horacio (que se sacrifica fingi6ndose loco), y exaltan el triunfode la amistad y de los lazos humanos (C, 123).

La escena del manicomio en la habitaci6n de Oliveira constituye elpunto critico de las relaciones Traveler/Horacio como dobles arquetipi-cos. No hay que olvidar que en las tradiciones registradas por la mitolo-gia, el folklore y la literatura, el que se encuentra con su doble muere.El gesto ritual aparece insistentemente en El cuaderno consignando elenfrentamiento emblemitico. Desde: <El terror: En la noche, Oliveiraespera que Traveler venga a matarlo> (C, 57); tambien C, 79, 101, 111,112, aun con la aclaraci6n de su valor simb6lico y no real: <<Temor aser asesinado: No se trataba de que quisieran matarlo fisicamente>>(C, 115).

La oposici6n este mundo/un mundo otro se encarna en Traveler(Talita) versus Horacio. No figura en ningin pasaje del pre-texto enforma paradigmitica que los enfrente por rasgos distintivos, sino que sedesprende de las acciones que se les encomiendan en la cadena narra-tiva de la iltima parte de Buenos Aires. Traveler representa en el relatola visi6n mis positiva de este mundo («el territorio>>), la forma mis ricay fraterna que al fin Oliveira intenta salvar. Pero aun asi, persiste lainsatisfacci6n y el lamado de la trascendencia que se hardn sentir fuer-temente en Traveler y a veces mis en Talita.

Las relaciones del triangulo y sus desplazamientos estan claramenteesquematizados en El cuaderno, aunque 6ste no registre, como Rayuela,la frustraci6n de Traveler por su vida sedentaria. Talita, objeto del deseode ambos (C, 45 y 101), esti condenada por su condici6n femenina aoscilar entre uno y otro polo. Unas veces parece cerca de la destruc-ci6n por las tensiones a las que la someten: <<Talita, harta, amenazacon tirarse a la calle. Oliveira tiene miedo (C, 50); por momentosesta peligrosamente mis cerca de Horacio: <<Talita y Oliveira: senti-miento del Mandala (C, 105); o en el critico centro segin la imagendel puente y del fiel de la balanza (C, 45 y 51), actuando como inter-cesora en la ceremonia de pasaje. Pero siempre termina volviendo allado de Traveler y ocupando <<el territorio>.

Tambi6n el pre-texto registra los movimientos de la pareja en con-junto, ya sea arrastrados por el protagonista: <<Choque de Traveler y Ta-lita: vuelven a sentir el llamado> (C, 121), ya sea replegindose a la nor-

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malidad: <<Todo vuelve-al-orden. Traveler y Talita se convencen de queHoracio esta loco. Velarin por ese hermano enfermo> (C, 123). En undetalle significativo, la que sinti6 m6s insistentemente el ilamado es laque borra el camino mandalico y re-instaura el imperio del territorio,cuando se distribuyen tareas para volver a organizar la vida cotidiana:<<Talita baja a borrar la rayuela. Destroza el dibujo>> (C, 123).

Cuando El cuaderno sigue tanteando para encontrar un final satisfac-torio y atin no se ha decidido por las escenas prescindibles (breves, deaire <<realista>> 16, pero incongruentemente contradictorias y simultineas),persiste en la uni6n de la pareja, coma luego lo hard en Rayuela, aun-que con otra propuesta. En C, 127, asistimos a una etapa en la que optapor la visi6n ambigua con aura de ensuefio e irrealidad, con acumulaci6nde los <tal vez>, con un complejo vaivdn de opciones. En ellas el trian-gulo ya se ha disuelto, Horacio y la pareja se miran uno a los otros,distanciados, sin posible re-uni6n. <<Traveler y Talita lo velan de lejos.O el los mira mientras ellos empujan el tejo -> (C, 127): las situacio-nes y las acciones pueden invertirse (<<lo velan a lo lejos>> = afirmaci6ndel territorio -> <<empujan el tejo>> = busca de absoluto), pero ya nun-ca estaran juntos.

Lo que he analizado acerca del influjo de Oliveira sobre sus amigospuede extenderse hasta resultar un signo de la obra y su marco-estruc-tura. C, 136, muestra las relaciones de los personajes como sefiales deuna ret6rica que develaria la metafisica subyacente (o que se quiere queestd subyacente) en el relato:

Conciencia oscura de un dramasin los resortes usuales

no Edipo no Antigonano Swannno Sorel

una agitacidn molecularuna inquietud de la insatisfacci6n profunda

Asi una conducta equivoca (Oliveira)repercute en Traveler y Talitay debi6 repercutir en Etienne, en Wong, en Ronald.

16 Califico de <<realistas a las escenas anotadas para continuar el episodio finaldel capitulo 56, que concluye la saga de Buenos Aires por medio de los «capitu-los prescindibles>. Lo son si se las compara con el intento francamente fantisticoque apunt6 y desech6 en C, 107, para resolver el periplo de la vida de Horacio(vease el articulo del Homenaje a Manuel Alvar, citado en nota 1). No lo son si,en lugar de atender a su tonalidad de vida cotidiana, se atiende a la alternanciade propuestas incompatibles que se ofrecen como aconteceres simultineos en es-tructura fragmentaria e il6gica.

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Ojo! No hinchar a O. No es e1 quien agitasino sus conductas, el fen6meno que los otroscaptan.

O. no tiene ningiin m6rito ni grandeza (C, 136).

El pre-texto muestra que es imposible separar la semintica y la sintaxisde los actantes: el punto de vista de la enunciaci6n y la figura quedibuja el enunciado en el proceso generativo. La pigina diseia las rela-ciones dindmicas de los actantes (conducta equivoca de A que reper-cute en B, C, ..., N) y la metafora narrativa (metafora dinamica en siy en su efecto) que quiere construirse para que repercuta en el lector(drama, inquietud, insatisfacci6n, agitaci6n molecular), todo a partir delheroe Oliveira (ambiguamente activo-pasivo).

La misma pagina muestra tambidn el forcejeo del autor en la con-creci6n de su novela, su oscilar entre un proyecto grandioso y la con-ciencia de los peligros de ese proyecto: un hdroe sin grandeza al que sele encarga encarnar una aventura sobrehumana entre Escilas y Caribdisde la metafisica y la ampulosidad, el reino milenario y la pensi6n <<So-brales>>, la ret6rica enjevecida y el humor.

Talita

Lo expuesto antes al hablar de Traveler muestra que Talita tieneuna funci6n ambivalente cuyo mecanismo se revela con claridad en Elcuaderno. Es al mismo tiempo el doble gemelo de la Maga y el comple-mentario de Horacio 17. La primera funci6n esta directamente manifes-tada porque Oliveira funde a ambas en sus entrevisiones de BuenosAires y la arrastra asi a formar con ella una pareja de figuras intercam-biables en una misma posici6n: el objeto del deseo, el absoluto anhelado.Pero la segunda funci6n de oposici6n complementaria no aparece nuncaexplicitada en un pasaje del pre-texto que se focalice en Talita, comoocurre con la pareja Maga/Horacio. En efecto, la complementariedad deTalita esti inscrita siempre en forma secundaria. O se produce a travds

17 Podria pensarse que Talita es con menor nitidez un doble gemelo de Trave-ler, pero esto aparece desdibujado porque el matrimonio y su arm6nico lazo <<na-turaliza>> dicha funci6n, y porque al convertirla en objeto del deseo para Horacioy Traveler la desgaja de este tltimo. Tambi6n se alude a la agrupaci6n de laMaga y Traveler por el rasgo «<espontaneidad : <<La vida mas viva es la masespontinea e inconsciente (la Maga, Traveler)>> (C, 58), pero ello se presentacomo nacido de sus funciones con respecto a Horacio, lo cual los une en formamuy indirecta.

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de la Maga, pues si es su doble paralelo puede sustituirla en la oposi-ci6n con Oliveira (<<Identificacion progresiva de Talita y la Maga>,C, 101) o a traves de Traveler. Como lo hemos visto en los pasajescitados al estudiar a 6ste en su funci6n de doppelginger, Talita figurasiempre en un segundo piano por la distribuci6n de la pagina y por lamenor importancia de su desarrollo (C, 79 y 101).

El pre-texto define su funci6n bivalente, determinando su posici6nen el tablero de relaciones de los actantes:

Traveler + Talita (= Maga) <-- Horacio

Talita (por parecerse a la Maga, pero mucho mis ain por ocupar la ca-silla de Traveler) es el complementario de Oliveira. En C, 101, aunquese reconoce la funci6n de gemelo y se la subraya (literalmente), se pri-vilegia la imagen dinimica del discurso novelesco como una miquinaengendradora de relato.

Talita se convierte en una pieza m6vil de este ajedrez narrativo, queoscila en ocupar la casilla de Traveler o la de Oliveira, objeto del deseo,simbolo a la vez de la busca del absoluto y de la plenitud de vida terre-na. La misma movilidad del personaje la convierte en otra mascara delpuente (simbolo diseminado en pre-texto y texto), que El cuaderno foca-liz6 desde sus primeras piginas en la escena de <<El tabl6n> 1.

Si la pareja Maga/Horacio se basa en la oposici6n vida/no vida,intuici6n/intelecto, ambos se unen por la misma tensi6n hacia el abso-luto, aunque la Maga lo entrevea a su manera por las vias irracionalesy po6ticas. Considerada en el nivel mis abstracto, la diada Traveler/Horacio pareciera ser semejante a la anterior («la vida mis viva es lamas espontinea e inconsciente [la Maga, Traveler], C, 58), pero no loes obviamente en el nivel concreto de los personajes (hombre/mujer,amigo/amante), de los espacios (Paris, lo cosmopolita, el prestigio aven-turero y cultural/Buenos Aires, la resonancia local, la vivencia memo-rable de la infancia y la juventud), de lo simb6lico (la plenitud unitiva,«lo otro>>/lo terreno, la amistad, lo humano mis valioso).

Si en la Maga = Talita (y Traveler) hay una libertad no reflexivaque los acerca y puede agruparlos como dobles gemelos (aunque de ma-tiz muy distinto), es indudable que el grupo portefio se afianza mas enla representaci6n del <<territorio y del <lado de aca . El ambito por-

18 Para la escena de <<El tabl6n>, que llama tambin <<El balc6n> o <<El puenteen El cuaderno y que es la desarrollada en Rayuela, cap. 41, vease mi articulode INTI, especialmente p. 80 y ss. y nota 16.

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tefio, el matrimonio de Talita y Traveler, su restringida bohemia queno alcanza a perturbar su afincamiento, con los pies bien plantados enla realidad, el menor halo podtico imaginativo de Talita establecen sudiferencia. La conducta de los personajes con respecto a la experienciametafisica es definitoria. La Maga encarna el impulso de Horacio, es lafigura inspiradora que le sefiala inconscientemente el camino, bordea ellimite del misterio y hasta se sugiere que lo traspasa antes que 61. Encierto sentido se le asigna un papel activo de inquietadora de Horaciopor su sola existencia. En cambio, Traveler y Talita son los inquieta-dos, los que sienten el contagio y son arrastrados momentaneamente porel amigo, pero vuelven a su raiz humana, a este lado de aca, e intentansalvarlo.

El papel de Talita como objeto del deseo tiiie de erotismo la pugnade los complementarios Traveler y Horacio por lo que no se posee (ple-nitud terrena/plenitud metafisica) en el anhelo de unidad 19. Y estalucha, a su vez, tifie de busca trascendente la pasi6n. En la saga deBuenos Aires, Talita va perdiendo su concreci6n carnal de objeto er6tico,en un proceso que la va convirtiendo en un simbolo metafisico, peroen acentuada funci6n vicaria de la Maga, que constantemente se le su-perpone junto con Pola, a la cual se agrega Lilith (s61o en El cuaderno).

CONCLUSIONES

Segan adverti al comienzo, me he limitado a estudiar los doblescomplementarios, pero la consideraci6n de todos los otros tipos mostra-ria una red mucho mas compleja de relaciones. Oliveira es el personajecentral, del que se deriva el sistema de dobles que construye el pre-texto y el texto. Los unos proceden de 61 por oposici6n complementaria(la Maga y Traveler), los otros por sustituci6n con figuras gemelas otransformaciones deformantes (Pola, Lilith, Trepat, la clocharde, Ossip),mientras Talita reiine en ella los caminos de la complementariedad y laidentificaci6n.

19 Podria decirse que el nitido triangulo de Traveler-Talita-Horacio se corres-ponde con otro muy desdibujado de Horacio-Maga-Ossip, donde los dobles Ho-racio/Ossip se disputan a la Maga como objeto del deseo. Ni por la figura deldoble (Ossip), ni por la relaci6n de la Maga con e1, la analogia alcanza un relievecomparable. Cabria enlazar esta simetria con otras: Maga/Horacio y Emmanuele/Celestin (R, 242), y el paralelismo de Berthe Trepat-Valentin y la Maga-Rocama-dour propuesto por Ana Hernandez del Castillo. Todo ello constituye como unareduplicaci6n de las parejas de dobles multiplicadas en visi6n especular.

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La novela de Cortdzar -como muy buena parte de la literatura con-tempornea- ofrece dos tendencias polarizadas: una hacia la focaliza-ci6n de un modelo y otra hacia la concretizaci6n que trata de apagarlosin borrarlo del todo. A cada autor se le plantea la dosificaci6n y eltipo de equilibrio (o de desequilibrio) que desea establecer entre ambasy hasta la opci6n total por la primera. Esto lo conduce tambien a unaoscilaci6n entre la opacidad y la transparencia, entre entidades narrativascerradas que se autoabastecen y acentian lo metatextual versus entida-des abiertas a la referencialidad.

Con su peculiar manejo de los dobles en Rayuela, Cortizar acentuael modelo sin renunciar a una fabula y unos personajes, cuyos pre-dicados los <<naturalizan> en cierta medida. La constelaci6n de doblescumple en parte una funci6n estructural que refuerza la organizaci6ncental del relato. Es multiplicaci6n, fragmentaci6n, diversificaci6n calei-dosc6pica, y al mismo tiempo simetria, oposiciones bien delimitadas,esquema cerrado. Su inserci6n en una semiosis generalizada (x - y) in-tenta convencer de que debe leerse el desarrollo de la historia contadacomo interpretaci6n de los signos del universo y a la novela como imagomundi. Se trataria nuevamente de la noci6n de figura, que puede suge-rir a unos lectores la promesa de una antropofania, y a otros, en cam-bio, el orden de un juego con sus leyes marcadas.

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