lo que no todos pueden ver

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  • 1. LO QUE NO TODOS PUEDEN VER.

2. Los das transcurran y Naia pasaba los das de verano ms calurosos de la historia en casa de sus tos, pues sus padres no podan nunca acercarse a verla porque en este verano sus padres era cuando ms trabajaban gracias al tiempo. 3. Los padres de Naia trabajaban en una fbrica de aires acondicionados, de la que eran los dueos. Naia tena su propia habitacin pero aun no se senta bien, se aburra y con lo nico que se diverta era con un pequeo bosque que que habitaba al lado de la mansin. 4. Era muy verde, con gran vegetacin y se oan mucho los pjaros y un ro que pasaba por en medio, el ro era tan cristalino que se podan ver la piedras y lo peces de colores pasar. Le gustaba mucho el ro porque tena un gran brillo extrao pero que aun a s era precioso. 5. Su ta no le dejaba porque pensaba que se iba a perder pero ella se saba ya el bosque como la palma de su mano. Se senta nica en ese lugar, algo le llamaba la atencin de el pero no saba el que. 6. Los rboles eran muy altos y grandes por lo cual el cielo a penas se vea y por los huecos de hojas y hojas se vean pasar los maravillosos rayos de sol. Naia siempre quera ver el cielo que se esconda detrs del bosque pero nunca lo intent. 7. Una tarde, precisamente despus de comer, se acerc al bosque a pasar un poco la tarde all, empez bandose en el ro donde descubri que en la preciosa agua donde estaba meta tena como unos polvos dorados, pareca oro pero no le dio importancia. 8. Cuando se sali del ro se acost en el verde csped donde los pequeos rayos de sol le iluminaban la hermosa cara, su cara plida le brillaba ante el sol. Mientras se secaba miraba en el cielo y de diferentes maneras miraba las hojas, pero poco a poco acabo dormida. 9. Al despertar horas despus vio anochecer el cielo, el ro ya no se vea y los preciosos rayos de sol ya no pasaban entre las hojas. Pero aunque no pasaran los rayos segua un brillo extraordinario, no eran estrellas ni la luna. 10. Naia ya no poda soportar ms las ganas de ver ese cielo y acabo subiendo por el rbol, su ta preocupada empez a llamarla y la y la presin le suba a Naia, cada vez se oa la voz ms cerca y ella suba ms cuando de pronto su ta entro en el bosque, sumamente 11. despacio y sin hacer ningn tipo de ruido se sent en la rama y esper a que su ta se fuera. Su ta llorando se fue corriendo a la mansin en busca de ayuda. Silencio, no se oa nada, Naia ya estaba segura de que no haba nadie y comenz a subir ms alto, 12. cada vez ms cerca de la copa del rbol, pero la rama se parti y descendi, colgaba del rbol y no de una rama si no del tronco, la fuerza que haca para sujetarse era tan increble que las llamas de sus dedos empezaron a romperse y a sangrar,las lgrimas le corran, 13. y cuando se dio cuenta de que detrs del tronco donde se agarraba haba una rama muy gruesa se alz con toda la fuerza que le quedaba y consigui subir ms. Ya estaba en la copa del rbol, solo le quedaba apartar las ramas y hojas que le impedan ver lo que haba detrs de ellas, la 14. emocin le suba, no saba que hacer, pero no se lo pens ms y lo hizo. Nunca vio hermosura ms grande, no poda creer lo que sus ojos estaban viendo, era imposible que eso existiera hay, en el cielo. Naia estaba tan impresionada. Encima del bosque flotaba un mundo dorado, todo de oro brillante, como polvos de purpurina. 15. Cada paso era un explosin de polvos de oro, era un paso ms a la gloria, su sueo se cumpli. Lo divis todo, se asegur de que no haba nadie y sigui su camino. Ando y ando hasta llegar a una pequea caseta donde es un cartelito pona Guarda bosques. 16. Naia no entenda ese cartel, y decidi entrar para recubrid su significado. Y efectivamente un desaliado hombre dorma cerca de una hoguera en una mecedora vieja y con la madera desgastada. De repente el hombre despert, mir a Naia de pies a cabeza y le pregunt con gran enfado: 17. Quin eres t, y qu haces aqu? Me llamo Naia, vengo del bosque de abajo, y se lo que ocultas. Y qu crees qu oculto? No lo creo, lo se. A s? S. Y si te digiera que voy a acabar contigo. 18. La nia no se lo pens dos veces y corri con gran intensidad. Conforme corra se iba encontrando letreros en los que pona: Aldea. Naia corra y el hombre le segua. Cada ves ms letreros con la misma palabra, el hombre ms cerca y... su vestido ensuciado de barro se raj y a la vez cay, 19. mientras caa se iba recogiendo el vestido y al golpe se recogi lo roto y lo rajo, deprisa se levant y el hombre ya le iba rozando, se hizo se hizo un nudo y continu con su corrida. Estaba deseando de llegar a la aldea pero pareca que estaba muy lejos, por eso mismo se meti de nuevo en el carril de el bosque, 20. lleno de barro y ramas por todas partes, Naia corra pisando los charcos de barro y apartando todas las ramas. Por fin algo que le dio la mejor sonrisa de ese da, un caseta vieja, pero la caseta no le daba alegra si no la puerta con candado y llave y la ventana abierta con candado tambin. 21. No se lo pens y corri hacia ella, cuando entr le esper al desaliado hombre y cuando el consigui entrar ella mediante un brinco pas por la ventana y la cerr corriendo, a la vez que se coga el vestido lleno de nudos y manchas de barro se diriga a la puerta y hizo lo mismo que hizo con la ventana. 22. Mientras los gritos desesperados del hombre se oan, ella se encontraba al lado de una caseta vieja en mitad de una gran pradera, pero esa pradera no tena nada que ver con aquel mundo de oro, era fra, las hierbas eran oscuras y hmedas y el cielo estaba nublado. Ante su desesperacin se ech a llorar y a gritar a la pared de la caseta y poco a poco de dejaba caer encima de ella, hasta llegar al 23. suelo, dada por vencida se tranquiliz y empez a llover, no tena fuerzas para levantarse y dej que la lluvia baara su sucia cara de barro. Las gotas les durmieron. Al despertar ya no se encontraba en aquella pradera tan fra, se encontraba en un pueblo justo en el corazn de aquel mundo de oro. 24. Se levant dolorida de aquel suelo hecho por polvos de oro y vio como su ropa ya no era el vestido roto, si no un precioso vestido dorado largo acompaado de una hermosa flor de oro en su sedoso pelo con hondas. Cuando consigui ponerse de pie vio que toda una aldea le esperaba, pero no eran personas 25. normales, eran personas echas por aquel polvo de oro, con un rostro encantador y melenas largusimas, pero los chicos llevaban un peinado perfecto. Una voz dulce le dijo: De parte de todos: gracias por salvarnos de aquel guardabosques, nos tena como esclavo y ahora le tenemos nosotros a el esclavo. 26. -De nada...- dijo Naia sin entender nada. Queremos darte las gracias de esta manera. Cmo? -Todos los veranos nos acompaars a este mundo y sers la duea de el. 27. No se lo poda creer, era todo tan maravilloso. De pronto una voz interrumpi la alegra, era su ta, gritaba continuamente: despierta, Naia, despierta por favor. Abri los ojos y lo primero que vio fue la cara de su ta muy sofocada, levant la cabeza y le abraz mucho su ta a ella. 28. No lo entenda, Qu sucedi?, cuando se iban del bosque mir a la copa de los rboles y pens que todo fue un sueo. Das ms tarde llegaron ya sus padres a por ella y en el coche le esperaba una carta de la cual sus padres no se dieron cuenta, la abri y en ella pona: 29. Querida Naia: Somos nosotros, los de aquel mundo de oro, pensars que todo esto ha sido un sueo pero no ha sido as, todo es realidad, pero despertaste porque el verano ya acab, te esperamos el prximo verano. Besos:Aldea 30. Guard la carta y volvi a mirar el bosque. Cada vez estaba ms lejos y Naia ya se iba.