:ll·j··.· mexico: la revoluciÓn recuperada 'y'~ wv 'y.f ... · cede con muchos...
TRANSCRIPT
~e-o\ i (\. Cortb.~~ (-{ ol\,.._\ { \ cc-.~e_ 1- u¡ 1 ° L l ZdU~
,\0 \ 'Y.f"' 'Y'~ wv \
\-&J . ' /~ -y; /11 \', ~. ~\) \0 ;:;)í
.. ?( ~u"--/' \~ -t J
·;·
' -i*;
,l
MEXICO: LA REVOLUCIÓN RECUPERADA
,'O~gf(. ~~
lv1 éxico está sembrado en mis más íntimos recuerdos de
niño. Graciela -la muchacha de la casa que se hacía lla
mar por sus amigos Eufemia- tenía las paredes de la
alcoba empapeladas con fotos de Jorge Negrete, Pedro Infante y
Miguel Aceves Mejía; limpiaba la casa oyendo Radio Metropolitana,
que transmitía sólo rancheras, y cuando cocinaba y planchaba, can
taba corridos con su voz chillona. Yo quería a Eufemia porque sabía
perdonarme de veras y en ella comencé a sentir a México.
En el colegio estuve a punto de completar el álbum Los Reyes
del Ring, una colección de héroes de la lucha libre en la que Santo,
el Enmascarado de Plata, Chorro de Humo y el Médico Asesino
saltaban de página en página. Cuando comencé a capar clase y a
cambiar las tediosas tardes deportivas por programas de cine doble,
las películas mexicanas se volvieron mi pequeño mundo: caballos,
carabinas, tequila y puños. Vi muchas veces Ay jalisco no te rajes, No
sotros los pobres, La cárcel de Cananea y Juana Gallo, con María Félix, la
Doña. Sin olvidar, desde luego, las películas en blanco y negro de
Cantinflas y de Tintán.
Después vino la universidad con La región más transparente, de
Carlos Fuentes; Los de abajo, de Mariano Azuela; Pedro Páramo y El lla
no en llamas, de Rulfo. Rulfo siempre. Las puertas de la Revolución
Mexicana se me abrieron de par en par: Villa y sus caballos; Zapata
y sus bigototes; Lucio Blanco, el leal; Felipe Ángeles, el cañonero.
El México insurgente deJohn Reed y el mismoJohn Reed se convir
tieron en una obsesión que, como los corridos de Heraclio Berna!
el Siete Lenguas, La Valentina -y la revolución- tienen la maña de Irse
sólo para poder volver.
[ 9]
:ll·j··.· ; j 1
'!
l
1
:~ ·1 ~ t .n:!
.1
10 ALFREDO MoLANO
Cuando a mí ya se me había olvidado México, los zapatistas
saltaron a escena y se tomaron San Cristóbal de las Casas, Ocozin
go, Las Margaritas. Fue el primero de enero de 1994. Pensé que se
trataba de un pataleo de ahogado -una intentona utópica pero tras
nochada dirigida por algún antropólogo- que el Ejército mexicano
aplastaría con brutalidad, la misma que usó para ahogar en sangre
el movimiento estudiantil del 68. Confieso que tenía sobre ellos la
idea de Octavio Paz: "restos del gran naufragio de las ideologías
revolucionarias del siglo xx". Pero los días pasaban y los zapatistas no se rendían. Los muer
tos de siempre eran pocos: cinco muchachos amarrados con alam
bre, fusilados en Ocozingo, y otros tantos indios muertos en la cu
neta de una autopista. Más aún, entre cable y cable de las agencias
internacionales de prensa se colaban ideas un tanto extrañas: "No
somos una guerrilla clásica que pega y huye, sino que pega y avanza,
y vamos para el D. F ... Intentamos poner en práctica la legalidad
basada eu nuestra Carta Magna ... nuestra lucha se apega al derecho . ~
constitucional. Hay ricos que comen tranquilamente sentaditos en ~ su mesa mientras los campesinos se andan pelando el lomo ... ¡1 TL~ es el acta de defunción de las etnias indígenas de México".
La resistencia armada desembocó en una tregua gracias a la
mediación de la Iglesia, de la sociedad civil, de la proximidad de las
elecciones y del bochorno que Salinas sentía ante gringos y cana
dienses, sus socios en el TLC. Se habían movilizado más de s.ooo in
dígenas y copado una zona tan grande como nuestro departamento
del Valle. Los náufragos, pues, no eran náufragos corrientes.
Las ganas de conocer esta Utopía Armada de escopetas viejas
y fusiles de palo se disparó cuando Carlos Fuentes volvió a abrir
me los ojos con un artículo ya clásico que tituló: "Chiapas, don- .J.. de las piedras gritan": "La insurrección chiapaneca ha venido a
confirmar una sospecha nacional: sin reforma política, la reforma
económica es frágil y, aun, engañosa ... El sistema político y eco
nómico mexicano, antidemocrático e injusto, es el responsable
del estallido chiapateco ... La insurrección ha tenido la ventaja de
,\ íh~,b~ (~·~~~ ~'-'J11>' \t¡t, tt~fV) \~&IQ1)'
t
·~
;i ~
1
1\;(¡::XICO: LA REVOLUCIÓN RECUPERADA
TABASCO VERACRUZ 1 ~ \ CAMPECHE
CHIAPAS
Ocosingoe
Tu'l\tl~ • Nt;u;;¡~? Gutiílrrez .a :
O•··').:::·:siüi .. Cri~~bal 'Agúl\s,.?alientes . ••.• , de las Cas'\5 i ·· · .
.1 ·,......... • • .,· GuadaJ,upe Tepeyac \..... ,•·ias Margal'i¡as ..•..
Conútan
GUATEMALA
despertar a. México de su complacencia y autocongratulación primermundista".
Después de sobrevolar el pico de Orizaba y los volcanes-neva
dos de Popocatepelt e Iztaccihuata, que silenciosos han visto pasar
imperios, ejércitos y constituciones, aterricé en Ciudad de México,
el D. F., con sus 18 millones de habitantes, considerada una de las zó
nas más contaminadas del mundo. Sin embargo, no se ven vehículos
fumando, como en Bogotá, y si no fuera por los "plantones" --o sea
las marchas de protesta-, la circulación urbana sería más o meJ).OS
llevadera. Al Zócalo -la plaza mayor del D. F.- llegaron el año pasa
do más de 3.000 manifestaciones. En México existen asociaciones de
todo: de latoneros de Monterrey, de choferes de Jalapa, de tortilleras
1 1
'j'! . l
1
1 d 11 ji
,¡l
~~ ¡·. !·l 1. 1 1'
j ~ H 1¡
.¡
1
1 .!
i.;lf<
l,
1
1
,¡·,, ¡',11 ¡ .. ·¡
1::
1 2 ALtRfo:Do MoLA;'\iO
de Oaxaca, de caballistas de Torreón, de usuarios de terrazas del D.
F., de terratenientes de Chiapas. Es decir, desfilan por las principales
avenidas no menos de 10 manifestaciones diarias. Lo que da cuenta
clara no sólo de la multitud de rostros que tiene la llamada sociedad
civil -que en México es una poderosa realidad cotidiana-, sino del
clima de libertad que existe aun en condiciones políticas tan difíciles
para el Gobierno como las que creó el levantamiento de Chiapas.
Logros de la vieja revolución. Camacho Solís siendo alcalde del D. F. se
vio ante el dilema de prohibir los plantones o aguantar los madrazas
en los trancones, y optó por lo segundo, y se hizo tan popular que se
convirtió en el rival del malogrado Colosio. México está volviéndose
hoy un hervidero. El PRI -Partido Institucional de la Revolución, que
gobierna desde hace 6o años- cumple en política el mismo papel de
invernadero que tiene la densa polución que cubre el D. F. y que no
deja respirar a México y recalienta su clima.
El PRI es un partido de corte imperial que, además de liquidar
la revolución, ha monopolizado el poder mediante el clientelismo,
la corrupción y la manipulación de la oposición. En México se com
binan el, despotisrp.o y el....J2.opulismo de una manera tan sorpren-..
dente, que hay algo histórico en esa mezcla. Hay una tradición de
imperio que viene de ~ontezu~a, continúa y se fortalece con ~
¡j.n Cor~s, con_~, con el inocente ~Austria,
y se prolonga eh el ~ y en lo que llaman hoy el Prirato. Por
eso, quizá, la democracia es tan peculiar: el presidente -;;;~rcicio escoge a dedo su sucesor y la maquinaria del PRI pone los votos
para elegir al candidato ya elegido de hecho. El pueblo, en verdad,
refrenda la elección del sucesor sin tener opción distinta. Una de-e:::..-
~ Pero baJo esta tendencia están las fuerzas que siguieron al
cura Hidalgo, uuáre¡:, a don Francisco l. Madero, a don Venus-...__....---. ---- ~ tiano Carranza y a Lázaro Cárdenas, las mismas que firmaron la
Constit~n de 1917"que con~naba la separación de la Iglesia
y el Estado, la jornada laboral de ocho horas, la reforma agraria y
la nacionalización del petróleo. Esta voluntad, sin embargo, se fue
f ~
1
':U'
M~:XICO: LA REVOLUCIÓN RECUPERADA
secando en el PRI con la presidencia de Miguel Alemán -durante la
Guerra Fría- hasta convertirse en una verdadera pirámide de piedra con los presidentes De la Madrid y Salinas.
13
El sistema político -que es el mismo PRI- ha impedido el
surgimiento de un partido verdadero de oposición apelando a un
clientelismo tan grosero como el nuestro, a t;na corrupción más ..
institucionalizada que la nuestra y a ]a cooptació~ de la intelectuali
dad, tan pateucá"como la nuestra. El clientelismo ha erosionado la
Jegitimidad de la democracia porque tiende a sustituid_a; el Estado
se ha convertido en una bolsa con fa que se paga todo respaldo po
lí~co; y los artistas e i!!.!._electuales son hoy vulgarmente comprad~ ,,A
por el Estado-P'"artido. Octavio Paz, un ejemplo, recibirá del Estado 11/' mexicano hasta su muerte 4.ooo dólares mensuales. Lo mismo su
cede con muchos escritores, ensayistas, poetas, etc, etc.
El sistema tampoco descuida su cola. El sindicalismo -de corte
cooperativista- es manejado todavía por u¿; especie deJ;;é Raquel
Mercado de g6 años. Los sindicatos son meras agencias de empleo.
El movimiento campesino es un instrumento electoral que aho¡;ó
la reforma agraria y se conforma con hacerles la segunda voz a los
terratenientes. Por su lado, los indígenas -más de tres millones- son .. ----reconocidos y santificados sólo en los textos de antropología,, en los
museos y en las guías turísticas; de resto son ignorados, discrimina- ( dos, excluidos.
El Estado-Parti.qo mexicano ha dividido a México en dos.
l¿no, el ric14 el que entró pisando recio con sus botas texanas al
Primer Mundo y desayuna con cornflakes, y el otro, el llamado Mé--xico Profundo, de huraches, que camina ligerito y come tortilla. . ....--... Son Méxicos que el n~o divorcia cada vez más. Los asala-
riados mexicanos perdieron 257.500 millones de dólares, mientras
_J,.3..fan;Wlias, según la revista F~ amasaban una fortuna calculada
en 22.goo millones de dólares. La privatización dio como resultado
siete millones de desempleados y el surgimiento de 24 multimillo
narios, dentro de los que se encuentran algunos "favoritos" del régimen salinista.
¡: t·q~ ~~-·· : f~i
'il
·~~ t., ~i ::
1,¡>,
f¡¡ . '¡•
~~ 1
., ¡ i '¡ i .. ,
•;
·-
14 ALFR~:Do MoLANO
Hospedado en el Hotel El Principal -como decir Residencias
Doran tes en Bogotá-, a pocas cuadras del Zócalo, comencé a buscar
con sumo cuidado y sigilo el contacto que me pondría en camino
de los zapatistas. Mi sorpresa fue mayúscula cuando por teléfono,
Epigmenio !barra -un conocido periodista mexicano cuyo número
llevaba desde Colombia- me dijo que "el viaje a la zona de opera
ciones se estaba P?r{iendo difícil porque la tregua se podría romper·
en cualquier momento, pero que de todos modos hablar con el
subcomandante Marcos iba a ser imposible porque el hombre es
taba preparando la guerra". Yo sudaba frío y para que nadie oyera
lo que me decía, escondía el teléfono entre mis piernas. Uno no
está acostumbrado a tanta libertad. Colgué asustado y me dispuse a
matar el tiempo. Entré a una librería cualquiera. Cogí al descuido
los Cuadernos de Rulfo, que acababan de salir al mercado; notas y
borradores de sus trabajos mayores y de travesuras menores -como
un poema- que habían permanecido inéditos. Abrí el libro en la
página 20 y leí:
¿Dónde estabas?
¿Dónde estabas? Parecía encontrarte
entre los ruidos más pequeños
en aquellos que baten sus sonidos y se confunden
con las palpitaciones
con el murmullo de la tierra
con la canción de un pájaro
con el grito de la sangre.
Parecía encontrarte
apenas devuelta corno iris
de una constelación sin esperanza.
Me faltabas. Eras como un sueño
que nunca llega y que remotamente
nos espera entre dos estaciones.
$. j
~.
. L·'··
Mf:XICO: LA REVOLUCIÓN RECUPERADA
No había duda. Yo estaba en México, en la Avenida Insurgentes con Avenida División del Norte.
ENTREVISTA EN COYOACÁN
Esperando el contacto para llegar a Guadalupe Tepeyac -donde
presumiblemente tendría lugar la entrevista con los zapatistas-, me dediqué a recorrer avenidas, parques y museos.
En Méxic9 JQ<i9 es gra~_de. Las avenidas y los edificios públicos han sido planificados para hacer del D. F. la capital de un imp<:_rj._o. Con
trasta tanta imponencia con el enjambre de desempleados que en los
semáforos se arremolinan revendiendo frutas, cigarrillos o condones.
El Museo de Antropología, que agrupa parte de lo que se lo
gró salvar de la conquista castellana, es el testimonio mudo y dolien
te de lo que fue destruido. Se sale en silencio. Un silencio parecido
al que hay en el fondo del pueblo mexicano: mitad melancolía, mi
tad orgullo.
No se tiene la misma sensación en Xochimilco. A pesar del
turismo que todo lo falsifica, hay algo auténtico y alegre en el goce
de la gente que va a pasear por los canales, a comer chilaquiles y
a tomar tequila al son de violines y trompetas. Xochimilco ha sido
desde los aztecas, un jardín.
Las guías turísticas recomiendan también la Plaza Garibaldi.
Llegar no es fácil porque está en el mero centro del D. F. Hay que
franquear las avenidas y calles adyacentes colmadas de vendedores
ambulantes, ladronzueJos y ~s. Es un lugar similar al sector de
los Mártires en Bogotá. Pero ya en la placita se siente algo muy fa
miliar: mariachis y conjuntos norteños cantando o acompañando a
quien quiera cantar. Un despechado susurrando "Paloma negra, pa
loma negra, ¿dónde andarás?"; una cuarentona borracha que trata
de sostenerse en el hombro de un músico; una pareja que se derrite
oyendo María Bonita. México sabe cantar.
Coyoacán es un pueblo en medio del D. F. que no se ha dejado
engullir por el monstruo. Vive a otro ritmo, no tiene afán de llegar
15
--
16 ALFREDO ~toLANO
a ningún lado. Las casas son grandes, tienen solares y tapias, árboles
y flores. Viven artistas, intelectuales, profesionales. En una casa azul
y amarilla se amaron y se odiaron Frida Kalho y Diego Rivera. Y a
pocas cuadras queda la casa donde vivió Leon Trotsky y donde fue
asesinado por órdenes de Stalin.
Los domingos la plaza de Coyoacán se llena de alegría y sol:
hay titiriteros, artesanos, poetas y, claro está, cantantes que entonan
a voz en cuello canciones viejas. Los falsetes arrancan aplausos fre
néticos al público que los espera en éxtasis.
Mientras la tarde cae pausada y plácida, conversamos con un
grupo de vecinos ricos de Coyoacán que llevan 30 años reuniéndo
se en el mismo sitio para "platicar" sin guión. Quise catearlos con
respecto a Chiapas y a Chiapas llegué a pesar' de las vueltas.
Los vecinos de Coyoacán ven la situación grave. Desde el año
1 g28, en que mataron al general Álvaro Obregón, vencedor de Vi
lla y de Zapata, aquí cerca, en un restauraniquese lla~"ib;;.La Som
brilla de San Ángel, en el país no había habido un magnicidio. Hoy
los mexicanos· respiran un aire de tristeza por Colosio y por Ruiz
Matieu. No obstante, piensan que el gobierno de Salinas ha sido un
mail.dato extraordinario. ·"' Se habla mucho de que dentro del PRI hay una división enor
me porque el pueblo ya está cansado de votar siempre por candi
datos impuestos. Nadie, absolutamente nadie, quería votar por ese
p~~tido: En esta preciosa villa de Coyoacán la mayoría de la gente
es panista (del Partido de Acción Nacional). El PRI lleva siendo el
partido único s8 años; es un partido donde un presidente pone al
otro y el otro al otro: el auténtico dedazo. La gente está cansada del
dedazo ·porque es una manera de disfrazar la reelección, que en
México es un pecado que no se perdona porque por las reeleccio
nes de Porfirio Díaz comenzó la Revolución Mexicana.
Creen que la reforma hecha por Salinas al artículo 27 de la Cons
ti/ución -que permite privatizar los ejidos y las tierrdS comunales- pre
paró el camino al TLC. Los ejidos son tierras que la Nación reparte a los
campesinos para que las trabajen, pero no las da en propiedad priva-
-~
~
r
'\. " u
~ "'"'' !'< ' -;...._ _)
:j
'--,¡~ . .
!_
\:;'• C
\
~vi f: X l C O : l. A 1< E \' O L lJ L I Ó N R E C U P E R A D A
da, sino e~.fl~n. El ejido viene desde Emilian.o_Zap_<Ha. Todos los presidentes-dervrexico han sido revolucionatios y, lógicamente, han
respetado el ejido. Pero respetar el ejido, en nuestro sentir, es un error
porque con una o dos hectáreas no se puede hacer nada.
La reforma del Artículo 27 de la Constituc.~§n permite escritu
rar las tierras del ejido a los particulares. Antes el ejidá~~o sólo tenía
posesión sobre la tierra, ahora puede vender o comprar, alquilar e .
hipotecar y así hacer propiedades grandes y rentables. En Estados 1 ·
Unidos unos pocos producen para todos. La Reforma del 27 va a
acabar con los flojos que no quieren ni saben trªb'!iar. El fl~J~e no tiene medios económicos sale del niú~~do. Va a tene~-q~e-~~-naer su
tierra. Va a pasar de todo, el capití~L~){tr<l_njero se e~!-á llevando todo. En manos del capital extranjero está quedando la América entera. Lo que intere~~~~ que el país produzca y no tenga que lmpóitar'ñiñgún
La Iglesia Mayor de Cayoacán.
17
'i ·¡
f¡i . ~~ ''¡ri ;!!!.·,: . ', ::""
¡.
·¡·:~, ·' Jii
111, 1 ¡1
!ji ¡11 ~ ¡
__.¡.¡
H ALFREDO Müi.ANO
grano. Que venga quien sea con tal de que se produzca. Si viene el
capital extranjero, bienvenido. Así no habrá tierra ociosa.
La industria tendrá que ser c~!Tipetitiv~. Hoy, si no se es com
petitivo, no se sobrevive. Es el reto en todo el mundo. Hay otro
capítulo muy importante: las maquiladoras, ·,obreras que rematan
confecciones, cosen partes o arman pequeñas maquinarias con pie
zas traídas. Están contempladas en el, TLC muy ampliamente por el
desempleo tan grande que existe dentro de la clase trabajadora. Las
maquiladoras van a ganar dos o tres veces más que hoy. De 15 pesos
diarios pasarán a ganar 45·
No obstante, en México la pequeña industria casi, casi, ha des
aparecido porque por la calidad, el producto mexicano no es com
petitivo. No hay buen terminado ni control de calidad. El que no sea
competitivo no vende.
Los vecinos no entienden cómo el levantamiento en Chiapas
se demoró tanto. Porque los gobiernos anteriores nunca se dejaron
sentir allá. El Centro Indigenista lo dirigían extranjeros, el Gobier
no nunca miró hacia allá. A la fecha hay una mujer -mepªrece que
es sueca o suiza- que se quedó en l_a __ ~~lva. Es la protectora de los indios, la madre de toda esa gente. Las familias ricas se apoderaron
de las tierras que tienen más valor, tanto en los Altos como en los
Bajos de Chiapas. Era lógico que, en un momento determinado,
viniera la protesta. La protesta fue y el Estado no hizo nada, nada.
Esto es para la historia de Méx~co. La-mayoría deTagente estuvo de
acuerdo con el conflicto porque esa era la única manera de que el Gobierno mirara hacia allá.- ·
A los hacendados les han quitado las tierras invadiéndolas.
Aquí hay formas de que los avivatos se queden con la tierra. Los
vivos han_tenido.apoyüpqlítico. A través de muchos engaños y de
much;s trácalas~IosTnit~ot'se-fueron quedando con las tierras.
Lo primero que tiene que hacer el gobierno de Zedilla es solucionar el problema de tierras en Chiapas, pero inaugurar un
gobierno con un problemón como ese, no es bueno. Eso termina en fusiles.
['vl f: X l C O: l. A R r: VOL U C 1 Ó N RE C U P 1-~ RADA
Salinas fue al diálogo y paró todo; hizo un alto al fuego y dijo:
vamos a concertar. Pero no se ha resuelto nada precisamente por
que hay muchos intereses y mucho político que está metido en ese
problema.
A la larga las aguas vuelven a su cauce. Hay que devolver la
tierra a sus propietarios. El movimiento de Chiapas es muy fácil di
solver: nada más devolviendo la tierra a los hacendados.
La Iglesia ha jugado un papel muy importante en Chiapas,
monseñor Samuel Ruiz ha sido el abanderado del movimiento; di
cen que es el verdadero comandante de la revuelta. Por eso será que
a Marcos lo llaman subcomandante. En México el problema es la tierra, no la droga, no hay fábri
cas de droga, pero es un puente entre Colombia y Estados Unidos.
La droga la traen de Colombia.
i> DON SAMUEL, LA FE
Al tercer día, por fin, apareció el contacto. Me dijo simplemente
que nos encontráramos en el próximo vuelo que salía para Tuxtla
Gutiérrez, mil kilómetros al sur de Ciudad México. Así fue. En el
viaje se me acercó y me dio el nombre del hotel en que debería hos
pedarme en San Cristóbal de las Casas. Agregó -sin más- que un tal
Gregario pasaría a recogerme a más tardar en dos días.
Tuxtla Gutiérrez es la capital del Estado de Chiapas. Una ciu
dad del estilo y eltaniañ-o de \!iÚ~vi~~:O.~io. Vive del petróleo, la ge
neración de energía eléctrica y la gran ganadería. Acaté el consejo
que da el subcomandante Marcos en un folleto titulado CHIAPAS: el
sureste en dos vientos, una tormenta y una profecía, publicado en enero
del 94: "En Tuxtla Gutiérrez no se detenga mucho, es sólo una gran
bodega". La carretera a San Cristóbal atraviesa el valle del río Grijalva,
un río idiota, dice Rulfo: "Miles de metros antes de su desemboca
dura, ya cuando viene por lo planito y puede echarse a descansar
para siempre en el golfo de México, le entra lo loco y se desbor-
19
1'
,, '' 1 '.
1 1 1
20 AL F RE ll o :VI o LA 0-i o
da hacia todos lados como cualquier animal matrero que no quiere
enderezar camino". Como decía, la carretera sube trabajosamente
hasta los Altos de Chiapas entre cultivos de maíz y bosques de pino;
un matrimonio para nosotros extraño. Tan extraño como los cultivos
de flores de exportación -también en galpones cubiertos de plásticos
como los de la sabana de Bogotá pero trabajados por ejidatarios-.
Poco a poco los letreros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional
(EZLN) pintados en las paredes se hacen más frecuentes y alternan
con los de "Coca-cola es Revolución" que anuncian la introducción al
mercado de un nuevo envase de 1.500 milímetros cúbicos.
San Cristóbal de las Casas es el Popayán de México. Una ciu
dad de 100.000 habitantes. Conserva intacta buena parte de la ar
quitectura colonial, tiene obispo, cuartel del Ejército y es centro de
un gran mercado regional indígena. Es muy visitada por antropó
logos y turistas europeos que suelen dejar al comercio anualmente
más de So millones de dólares. Dice Marcos, el subcomandante,
que por cada mil turistas hay 14 camas; en cambio por cada mil
chiapanecos hay 0,3 camas de hospital, y remata: "Aquí todo es caro
menos la muerte". Me hospedé en el hotel Diego Mazariego -espléndido y carí
simo- a esperar el nuevo contacto. Mientras tanto recorrí muchas
veces las calles principales de la ciudad, cuyo primer pastor fue el
célebre Fray Bartolomé de las Casas, quien -como se recordará
adelantó un aguerrido alegato para demostrar que los indios tenían
alma y por tanto no podían ser sometidos a la esclavitud. Quizás esta
defensa a ultranza se conservó en silencio durante más de 450 años
en la memoria colectiva de los indios y ha sido la base de la acción
evangélica de don Samuel Ruiz, obispo de San Cristóbal desde los
años 6o. En las calles y plazas, en los almacenes y restaurantes, por
todos lados, vendían fotos de Marcos, camisetas de Marcos, afiches
de Marcos, y los indígenas han hecho para vender por miles, muñe
cos de trapo con ojos azules y pasamontañas.
Don Samuel -como todo el mundo lo llama- fue el perso
naje más importante de Chiapas hasta el primero de enero del
t: ~1 -.~
i .:.~
~t .•
~
f l_·¡
11 \J'
·r.
1 !!
···~
Mf.X!(O; LA RE\"OI.l:cr()N RECUPERADA
94, cuando apareció el subcomandante Marcos, cabeza visible del
EZLN. El obispo es hijo de uno de esos campesinos cristeros que
en los años 20 y al grito de ¡Viva Cristo Rey! -como nuestros con
servadores y chulavitas- se alzaron contra la revolución mexicana
tratando de restablecer la perdida influencia de la Iglesia católi
ca sobre el Estado mexicano. Estudió teología en Roma, rápida
mente ascendió en la jerarquía y fue nombrado Obispo Titular
de Chiapas por su Santidad Juan xxm en 1959. Monseñor Ruiz
era un purpurado ordinario de anillo y báculo hasta cuando, por
allá a finales de los años 6o, fue invitado a una reunión previa a
la 11 Conferencia Episcopal Latinoamericana en Melgar .Lnuestro
Melgar- por monseñor Valencia Cano, obispo de Buenaventura.
Soplaban los vientos del Vaticano 11 y de la Alianza para el Progre
so. Las tropas norteamericanas invadían a Santo Domingo y en
Patio Cemento moría Camilo Torres. En la reunión, Gerardo Rei
chel-Dolmatoff dictó una conferencia en la que sostuvo, sin más,
que la evangelización en el continente "es simple y llanamente un
atropello contra las culturas locales y un acto de dominación". El
planteamiento -recuerda don Samuel- "me dejó aturdido, con
fundido. Entonces le pregunté al doctor Reichel si en las culturas
indígenas la religión e~a algo secundario: -y él-m.e--respohdfó: "En
todas las culturas indígenas la religión es un elemento definitiva
mente aglutinante"'. Desde ese día la cultura es para don Samuel
una manifestación de Dios, es decir, una forma del Verbo divino.
La civilización blanca, occidental y formalmente católica aplasta a
las minorías étnicas y les impide encontrar su propio camino hacia
"la Iglesia autóctona". Respetar la cultura indígena es, ni más ni
menos, respetar a Dios. El siguiente paso lo da don Samuel, asociado a monseñor
Sergio Méndez, obispo de Cuernavaca, con la doctrina de la teolo
gía de la liberación. La violencia, o la injusticia institucionalizada,
es una situación de pecado. Así, el compromiso con los oprimidos
queda inserto en la agenda de la Diócesis de San Cristóbal. Para
don Samuel, la teología de la liberación no es una teología de la
21 ·L ' 11
.t;
11
11 p ,¡ ll ¡1 ¡1
( : .. ~
·¡¡
1 ,¡
_J
22 ALFRt:no MoLANO
revolución, sino una teología de la esperanza. Es la fe. En marzo de
1994, cuando el presidente Salinas acusó a los dirigentes del EZLN
de ser profesionales de la violencia, Marcos le respondió: "Somos
profesionales sí, pero de la esperanza". La enseílanza se había he
cho carne y sangre en los insurrectos.
No obstante, al obispo no se le puede hacer responsable del
camino que han escogido los zapatistas. U na y otra vez, desde el
1 º de enero, lo ha desaprobado con energía. Pero los intereses
creados, sobre todo locales, no le perdonan su opción pastoral. En
México es un pecado grave la intromisión de la Iglesia en asuntos
sociales y, por tanto, políticos.
Por aquellos aílos 6o en Chiapas se estaba produciendo un
proceso histórico de enormes repercusiones regionales: la expan
sión de la ganadería extensiva a costa de los ejidos, y la expulsión
de los indígenas hacia la selva Lacandona, epicentro del levanta
miento zapatista, 30 aílos más tarde. Hay que anotar que a Chia
pas nunca llegó la Revolución Mexicana y que la reforma agraria
fue hecha por los terratenientes como un medio para disponer de
mano de obra barata. La mayoría de latifundios fue declarada por el Estado-Partido bienes inafectables, es decir, no susceptibles de
expropiación. Por su lado, los ejidos asignados a los indios eran
tan estrechos, que los ejidatarios tenían que salir a jornalear a las
haciendas cafeteras y ganaderas. En los aílos 70, con el petróleo,
la construcción de hidroeléctricas y la elevación de los precios del
café, la demanda de carne y productos agrícolas se disparó y la gran
propiedad se tornó más agresiva.
Los indígenas comenzaron un éxodo que monseílor Samuel
interpreta como una parábola en su opción por los pobres. Miles y
miles de indígenas llegan a la selva Lacandona, en la frontera con
Guatemala, a fundar ejidos auspiciados por el Gobierno para des
congestionar los Altos de Chiapas y otras regiones en desarrollo. La
selva había sido explotada por chicleros en los aílos 40 y 50, y en los
6o había comenzado la explotación comercial de las maderas finas
como la caoba y el cedro. pe suerte que cuando los indios llegaron,
Mf:XICO: LA REVOLUCIÓN RECUPERADA
ya los comerciantes de recursos naturales estaban esperando. Asa
lariados y ejidatarios tumbaron la selva para luego abandonar sus
"mejoras" bajo presión de los ganaderos que, ni cortos ni perezosos, ampliaron sus haciendas.
En 197 4, conociendo muy a fondo los conflictos generados
por estos desplazamientos, don Samuel convocó el I Encuentro In
dígena de Chiapas, con ocasión del v Centenario del nacimiento de
Fray Bartolomé de las Casas.
EL 1 2 de octubre se reunieron en la catedral 2 .ooo indígenas
que deliberaron en sus propias lenguas sobre la falta de tierra, edu
cación, salud, y la discriminación comercial. "Por todos lados nos
rechingan -denunció un indígena-, nos chingan con el impuesto,
por vender pagamos, pagamos por comprar, pero nada recibimos.
No tenemos carreteras ni hospitales. Nos compran barato y nos ven
den caro".
La teología de la liberación comenzaba su viacrucis. Don
Samuel cerró los seminarios y dedicó todo su esfuerzo a la forma
ción de catequistas. La Iglesia autóctona se abría camino. Al mismo
tiempo la situación social y la económica de campesinos e indígenas
continuaba deteriorándose. Pero, a diferencia de lo que sucedía
antes, se comenzó a buscar las soluciones a espaldas del Estado-Par~
tido. Nacieron nuevas organizaciones indígenas como la Unión de :
Uniones Ejidales, la Central Independiente de Obreros Agrícolas yj
Campesinos, la Organización Campesina Emiliano Zapata. /
La presión por la tierra y la invasión de predios aumentaron y
en consecuencia la represión: pueblos quemados, enfrentamientos
sangrientos con la fuerza pública, torturas, desaparecidos, juicios
sumarios. El general Absalón Castellanos, jefe militar de la zona,
adoptó la doctrina del "enemigo interno" como estrategia para res
tituir el orden y militarizar 1~-regiÓn. ECconflicto se agudizó y don
Samuel fue acusado de promover una guerra religiosa contra el or
den constituido.
Por aquellos días llegaron a México más de 2o.ooo refugiados
guatemaltecos expulsados por la estrategia de "tierraa~id~-;;; pues-
23
• 1'i
¡:
i! : ]¡
t···)t '!~' :~~~ -·~-, t~. :1
~~ ~~~~ ·~·1 1 '1' ~ ... : ... r,'¡l¡ L .,, Ir:: 1: i.hr :'¡JI
''.:¡ : ·¡r ¡ ,ili¡
j: !¡i ! j 1!!
111
1~ lt
1
i 11
,¡, ,¡·¡
1' 1: t
'1
.w...¡j
l A l. F R E J) o J\1 {) l..\ X o
ta en práctica por el presidente Ríos Montt. Los cuerpos élite del
Ejército de Guatemala, apoyados por las feroces Patrullas de Auto
defensa Civil -que son la versión local de nuestras Cooperativas de
Seguridad- quemaban y asesinaban a diestra y siniestra. Un millón
de indígenas fueron desplazados de sus lugares de origen y trabajo.
El gobierno mexicano tomó medidas para recibir humanitariamente
su cuota de refugiados, pero pronto cedió a las presiones de los mili
tares guatemaltecos y organizó campamentos de reubicación forzosa
en Quintana Roo y Campeche, no muy lejos de Chiapas. Sin embar
go, muchos refugiados fueron a parar a la selva Lacandona, huyendo
de esta nueva servidumbre. El cuadro se complicaba.
La violencia creciente, la represión oficial y sobre todo la
privada, llevada a cabo por los grupos paramilitares que en Mé=
xico se llaman Guardias Blancos y que son financiados descara
damente por los ganaderos, condujeron a don Samuel a fundar
el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas. El
choque entre la diócesis y el gobierno de Chiapas no se hizo es
perar. El padre Joel Padrón, párroco de Simojobel, fue tomado
preso y acusado de "invasión de tierras y pandillerismo". Los ran
cheros publicaron un plegable en el que decían que la propiedad
privada había desaparecido en la región a causa de las invasiones
promovidas por el padre Padrón. Una marcha indígena obligó,
sin embargo, a que el entonces gobernador, Patrocinio González,
pusiera en libertad al cura.
La posición de don Samuel en la Iglesia mexicana se hacía
cada vez más solitaria. El espíritu del CELAM de Medellín se ex
tinguía; don Sergio, el obispo de Cuernavaca, había muerto; los
otros dos obispos de Chiapas lo respaldaban con tibieza. Pero lo
que más gravitaba en su contra era el hecho de que el Vaticano y.· el Estado mexicano estaban en plan de restaurar las relaciones di- 1
plomáticas, rotas desde hacía más de un siglo. De hecho, la Iglesia
católica volvía a ser la Iglesia oficial del Estado mexicano. Mon
señor Priggione, nuncio de Su Santidad, tildó a don Samuel de
pastor descarriado.
.~ ~.
l
1 F~.
'f4 ':1 ·t ·~
1 :1,
M f~ x 1 e o: 1. A RE,. o 1. u e 1 ó N R I·~ e u P ¡.:RADA 1 2 5
Meses antes del levantamiento zapatista y en medio de una
cargada atmósfera, el Papa Juan Pablo 11 inició su tercera visita a
México. Don Samuel escribió una célebre carta pastoral, "En esta
hora de gracia", que es un testimonio valiente y una severa adver
tencia sobre los peligros que amenazaban al país. Atacaba la política
neoliberal -y el TLC- como remedio a los males que padecen los
mexicanos pobres y sobre todo los indios de Chiapas.
Monseñor Samuel Ruiz es un hombre pequeño y grueso; tie
ne la vehemencia de nuestro monseñor Castrillón, pero en más ca
rismático y su opción más militante. El capitalismo es para él ateís
mo práctico.
Cuando llegué a San Cristóbal lo primero que hice fue tratar
de entrevistarlo. Fracasé. Me atendió cortés, pero me dijo que la
situación era en extremo delicada porque la tregua se podía rom
per en cualquier momento. Razón por la cual prefería que me atu-
Paisaje de Chiapas.
1
1 •.
·:~ ~t~ ¡, .. di ,, :~ '~; :;~ ·.··-1 : ..... ~
i ¡· 1
i ,!
i 1
_;-,
ALFREDO MoLANO
viera al comunicado que la Comisión de Intermediación expediría
de un momento a otro. Tuve que aceptar, sin remedio, su decisión.
MARCOS, LA VOZ
Cuando había perdido ya casi toda esperanza en el contacto y es
taba dispuesto a aceptar la derrota, llegó Gregorio, un indígena
tolojobal, pequeño, comunicativo y gran observador. Me dijo que
saldríamos al otro día a las 5 a. m., pero que nos sería muy difícil
"platicar" con el "Sup" porque estaba muy ocupado.
Supuse que el "sup" era el subcomandante Marcos y que el
cambio de sufijo debía ser entendido como una modalidad cariñosa
y muy respetuosa de señalarlo como el Superior, el Supermán, a la
manera como los pobladores de las barriadas del D. F. designaban a
su héroe el Superbarrio. Por lo demás, entendí -sin proponérme
lo- que las máscaras tienen un lugar muy destacado en la cultura mexicana. Además de las máscaras ceremoniales aztecas -que hoy
todavía se usan en fiestas populares-, están las figuras legendarias
del Santo, el Enmascarado de Plata, y del mismo Superbarrio. Se
guramente los pasamontañas y paleacates con que los zapatistas "se
amordazan el rostro" hacen parte de esa tradición. Marcos dice que
hay razones de seguridad para usarlos, pero que además son 11~~!l:..
tídoto contra el cauciillismo. En una ocasión declaró:
"No entendemos por qué se preocupan tanto de nuestros ros
tros si antes del 1 º de enero no existían ... Pero si quieren saber
qué rostro hay detrás del pasamontañas, es muy sencillo: tomen un
espejo y véanlo".
A la hora indicada abordé con Gregario un campero y co
menzamos el viaje con destino a Guadal u pe Tepeyac, situado a unos
250 km al suroeste de San Cristóbal. A la salida de la ciudad encon
tramos el primer retén militar. Yo había machacado toda la noche
una coartada para explicar quién era y qué hacía, y sobre todo para
dónde iba. El militar que nos hizo el pare se acercó a la ventanilla
del chofer y mirando sin recelo nos preguntó lo previsto. Gregario
M~:XICO' LA Rl<:VOI.UC!ÓN RECUPERADA
respondió sin inmutarse: "Periodista colombiano que va a Guadal u
pe Tepayac". En Colombia la respuesta equivaldría a decir: vamos a
La Uribe, a visitar a Tirofijo. El soldado no se inmutó y se limitó a
desearnos feli:z;,viaje. Quedé sin aliento y francamente avergonzado con la paranoia\ que los colombianos estamos acostumbrados ama
nejar para poder defendernos.
Pasamos luego por el cuartel de Rancho Grande, sede de la
División Militar que ha sido hostigada repetidamente por los zapa
tistas. Son instalaciones modernas que, como dice Marcos, parecen
una "universidad o una colonia para trab,Yadores". Lo que asombra
de la operación hecha por el EZLN el 1 º de enero no es precisa
mente la toma de los pueblos, ya que tenían a su favor la relativa
sorpresa con que actuaron, sino el repliegue sobre un eje de 300
kilómetros -sometido a intensos bombardeos-, que duró por lo me
nos 10 días y que costó unas 25 bajas.
La historia del origen y la gestación del EZLN está por escribirse.
Se ha asumido que es la confluencia de tres fuentes: las condiciones
económicas y sociales reinantes en Chiapas; la tradición zapatista de
lucha por la tierra representada en las mil y una organizaciones po
pulares que afloran desde los años 6o, y la experiencia política de un
puñado de intelectuales que tenía viva la herida del 68, cuando el
Ejército mexicano asesinó a cientos de estudiantes en la plaza de las
Tres Culturas, con miras a reprimir un movimiento de protesta que
podría empañar la imagen de México en los juegos Olímpicos.
Hay que hacer notar que los indígenas de Chiapas han sido
considerados desde la Conquista indios levantiscos y que la rebelión
ha sido una constante histórica. En años muy recientes la guerrilla
de Lucio Cabaúas abrió un frente local en Simojovel, que fue liqui
dado a sangre y fuego antes de poder salir a la luz pública. También
hubo intentos de un grupo maoísta -uno de cuyos dirigentes era
Raúl Salinas, hermano del presidente que terminó en la cárcel- y
pasado el tiempo muchos de los exmaoístas de Chiapas orientaron
el Programa de Solidaridad, equivalente a nuestro PNR y en el que
la actual Red de Solidaridad de Samper se inspiró.
27
..
l ' 1
1
1 f···~ . :~J i!, ·~.¡
! ·t;1 1 llj
~ ~ .. ~·¡ 11 ~~ i 1:~ il. '1,
11 ·. ·. 1 1 '
11 1
1 •. .~.\· :1:
11
:JI
i)
·' q :¡ 11, i, 1¡1
l. l¡l 1
!1
'1.'·' .i¡ ' )¡
'' [·1.' i· r:
;, '[.'.1· •. :. ' '•¡
'··¡1¡1'' !,! l: .. ·, 1'¡:' ¡11
28 A l. F K F l) (_) ~~ () l. :\ N o
Se supone que al comienzo de los años So el núcleo fundador
del EZLN se instaló en el hervidero que en esos días era la selva Lacan
dona. Miles de campesinos expulsados de sus tierras y de refugiados
guatemaltecos convergieron en la región para recomenzar sus vidas,
asediados por madereros, ganaderos y narcotraficantes. Se dice que
las primeras armas del EZLN fueron conseguidas tras derrotar un gru
po de narcos que había escogido también la selva para instalar labo
ratorios y tentar fortuna con cultivos ilícitos. Algunos inclusive eran
ganaderos y ·comerciantes de madera. Se inició así lo que Marcos ha
llamado "la larga acumulación de las fuerzas del silencio".
Esta semilla está compuesta de sobrevivientes, según parece,
de la guerrilla urbana de los años 70, liquidada a punta de guerra
sucia. El crecimiento organizativo -dice Antonio García, un incisivo
observador de la historia de Chiapas- "fue un trabajo de filigrana,
lento pero seguro, implantándose poco a poco en cañadas, monta
ñas y valles en donde otras organizaciones independientes y oficia
listas realizaban formas de organización pacífica". Pero por fin, el
12 de octubre de 1992, 1o.ooo indios armados simbólicamente con
arcos y flechas se tomaron San Cristóbal y derribaron la estatua de
don Diego de Mazariego, fundador de la ciudad.
El esquema insurrecciona! zapatista es diametralmente opues
to a la Teoría del Foco inspirada por el Che Guevara. Pero la cosa va mucho más allá: ell Q de enero el mundo conoCió un nuevo lengua
je de izquierda, libre de todo esquema, creativo, profundo. Quizás
el primer brote revolucionario de la era poscomunista, qué alguien
ha calificado de humanismo armado.
El viaje hacia la selva Lacandona continuó sin tropiezos. De
Comitán, un pueblo grande donde se acaba la carretera pavimen
tada, seguimos hacia Margarita, también tomada por los zapatistas.
A la salida está situado el último retén militar de la zona. Es un
campamento improvisado en una lomita cavada de trincheras. Un
oficial se nos acercó y nos advirtió: "El comandante Marcos no está
recibiendo, ayer no más devolvieron a unos paraguayos. Por nues
tra parte no hay problemas, ni más faltaba. Saluden al Sub de parte
(vf f: X 1 C O : L A H. l<. V O l. U C 1 Ú N R E C U 1' E R A D A
nuestra". En realidad nosotros en Colombia no estamos acostumbrados a tanto profesionalismo.
El Ejército mexicano es un cuerpo nacido de la Revolución,
que tiene algo de Villa, algo de Zapata y mucho de Obregón, el gene
ral que venció tanto la Contrarrevolución de Victoriano Huerta como
a la poderosa División del Norte y a los guerrilleros de Morelos. Pero
ante todo es un ejército cuyo enemigo histórico -la amenaza princi
pal a su soberanía- ha sido la Unión Americana. No hay que olvidar
que México perdió la mitad de su territorio en una guerra contra los
gringos. Razón por la cual es el ejército latinoamericano más inde
pendiente y "desideologizado". Pocos oficiales mexicanos han sido
entrenados en Estados Unidos y por tanto la doctrina del "enemigo
interno" no ha tenido la importancia que sufre en el resto del conti
nente. Es, además, un brazo obediente del poder civil. Al punto de
que en enero detuvo la contraofensiva cuando el presidente Salinas
lo consideró prudente. Esta conducta hizo posible la tregua. Salinas
ofreció inclusive el perdón si los zapatistas entregaban las armas. A lo
que Marcos respondió de inmediato para que todo el país lo oyera:
"¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Los que
durante años y años se sentaron ante una mesa llena y se saciaron mientras
con nosotros se sentaba la muerte, tan cotidiana, tan nuestra, que acabamos
por dejar de tenerle miedo? ¿Los que nos llenaron las bolsas y el alma de
declaraciones y p-romesas? ¿Los muertos, nuestros muertos, tal mortalmente
muertos de muerte 'natural: es decir, de sarampión, tosferina, dengue, có
lera? ¿Nuestros muertos, tan mayoritáriamente muertos, tan democrática
mente muertos porque nadie hacía algo, porque todos los muertos, nuestros
muertos, se iban así no más sin que nadie llevara cuentas, sin que nadie
dijera por fin el ¡YA BASTA! que devolviera a esas muertes su sentido, sin que
nadie pidiera a los muertos de siempre, nuestros muertos, que regresaran a
morir otra vez, pero aho-ra para vivir?"
Tremendas preguntas que nuestro Gregario recitó de memo·
ria mientras nos acercábamos al primer retén zapatista.
29 '~··· .. ·
1• ¡ . i
, , .,
~.!
. '. !., •• ':~
:f!~IIJ' .;"1[] '·1:'
·~il11 ;l~
di.
~-~ ~ l~:! , .. ,l > 1
1 ¡rl;, :.11:1
l'.l:i ',11
: 1¡1 ·¡!¡' 1 ~
1
1 :¡ 1,!:, il!!l :!¡:¡ :1¡: .. 1 ;¡'11
1 Ji !id l:j llil ¡:¡¡:
11', llj ¡, lil ,,,
30 ALFREDO Moi.ANO
Había viajado desde San Cristóbal observando el mismo pai
saje hecho de pinos y maíz; un bosque claro que, si no fuera por los
ejidos que le interrumpían, me habría hecho sentir el bosque que
creó Walt Disney para poner su Bambi. Pensaba para mis adentros
que con ese ejército tan civilista y con esa selva tan civilizada, los
zapatistas tenían que ser una guerrilla muy particular. Y lo es por
que no se considera guerrilla sino un ejército regular, con mando
central, código militar, bandera y todas las cláusulas que exige el Protocolo II de Ginebra para que una fuerza armada deba ser re
conocida como beligerante. Salinas nunca aceptó este estatus y por
eso obligó a los medios de comunicación a llamarlos "trangresores
de la ley". No reconocerlos como fuerza beligerante fue uno los
principales escollos para que el diálogo de la catedral se convirtiera
en mesa de negociaciones. En efecto, poco después de decretada la
tregua y por mediación de don Samuel, se iniciaron las conversacio
nes de paz entre el Gobierno y los zapatistas. Camacho Solís logró
arrancarle a Salinas no sólo el sí a la tregua, sino la legitimidad de
las condiciones de miseria de Chiapas como razón del alzamiento.
Pero no pudo avanzar más. Salinas no aceptó las principales de
mandas políticas del EZLN, sintetizadas en las consignas de libertad,
democracia, justicia y dignidad.
Los zapatistas consideran que lo que hay que cambiar de ver
dad son las condiciones políticas puesto que impiden el verdadero
ejercicio de la democracia que, de ser efectiva, permitiría la lucha
por las reformas económicas. Así, el sistema político, o mejor dicho,
el esquema Estado-Partido del PRI, es en esencia el objetivo princi
pal del zapatismo. Marcos sostiene que el EZLN no quiere tomarse
el poder-a diferencia de todo movimiento insurrecciona!- porque
el poder conservatiza. Su propósito es contribuir a crear un sistema
democrático real y práctico.
"Los compañeros han sido claros en que el Ejército zapatista no busca
el poder. ¿Por qué nos quieren hacer partido si nosotros no queremos el poder?
Nosotros querernos vivir en paz, con democracia, libertad y justicia".
M f: X 1 C {) : l. A R 1<: V O l. L' <: 1 Ó N R E C {) PERA DA
Esta frase que Gregario recitó también de memoria me hizo
recordar la tesis del cura Juan, quien dirigió muchos años un inter
nado en Vichada: La guerrilla -decía el misionero- nunca se toma- ·•
rá el poder, pero sería difícil entender los cambios que Colombia
ha vivido últimamente -incluida la nueva Constitución- si no exis-tieran los alzados en armas.
¿Cuál sería, pues, la sociedad que busca el EZLN?
"En nuestros sueños hemos visto otro mundo. Un mundo verdade
ro, un mundo definitivamente más justo que en el que ahora andamos.
Vimos que en este mundo no eran necesarios los ejércitos, que en él eran
la paz, la justicia y la libertad tan comunes, que no se hablaba de ellas
como cosas lejanas, sino como quien nombra pan, pájaro, aire, agua,
como quien dice libro ... Así eran nombradas las cosas buenas en este
mundo. Y en este mundo eran razón y voluntad el gobierno de los más y eran los que mandaban gente de bien pensar; mandaban obedeciendo, no
era ese mundo verdadero un sueño del pasado, no era algo que venía de
nuestros antepasados. Era de adelante que venía, era del siguiente paso
que dábamos. Así fue que nos echamos a andar para lograr que ese sueño
se sentara a nuestra mesa, iluminara nuestra casa, creciera en nuestras
vidas, llenara los corazones de nuestros hijos, limpiara nuestro sudor,
sanara nuestra historia y para todos fuera. Todo para todos, nada para
nosotros los del EZLN".
Poco después del retén del Ejército mexicano nos encontra
mos con otro, el de la Sociedad Civil, es decir, de las organizaciones
que vigilaban la tregua y que form<iron también un cordón alrede
dor de la catedral de San Cristóbal cuando allí se desarrolló el diá
logo. Así, tanto en uno como en otro lado se interponían entre los
zapatistas y el Ejército. La Sociedad Civil ha jugado un papel impar~
tantísimo como instancia de intermediación y veeduría. Claro está
que hay una gran polémica alrededor de su verdadera identidad,
porque no todos aceptan -sobre todo los gremios económicos- que
está compuesta sólo por organizaciones populares.
'/ 1
31
!,,, ~~"!~: ,~¡ ;~1: ,,~,
Jii :·ili); ,, ... !'. ': "~~·
l
::~fi
1 !i ¡
Id' 11'
1
i ¡
¡,
,¡ 1
~) 2 ALFR>:IlO Mo!.A>IO
El paisaje iba cambiando poco a poco. Los pinos fueron
desapareciendo y en su lugar surgían matas de café y de plátano.
Cuando aparecieron -¡por fin!- los árboles de yarumo, estábamos
en territorio zapatista. El retén consistía en un lazo atravesado en
la carretera, tres indígenas armados con escopetas y un radio de
comunicaciones sin batería. Muy cortésmente los zapatistas pi
dieron prestada la batería de nuestro carro para poder llamar al
comando y avisar que llegaba Gregorio con un periodista colom
biano.
DOS VERSIONES SOBRE HECHOS POR TODOS CONOCIDOS
La cuestión agraria y el atropello a los derechos humanos -que es
tán íntimamente ligados- constituyen la causa vital del levantamien
to indígena. Por eso, antes de adentrarnos en territorio zapatista -y
mientras esperamos la famosa autorización- conversé con algunas
personas que pueden ilustrar la situación que vive México hoy con
la llamada revolución zapatista.
1 . La tierra Joel Padrón es el párroco de Simojovel, un pueblo no lejos
de Guadalupe, muy conocido porque allí renació, al comienzo de
los años So, el movimiento indígena y campesino contra la gran
propiedad. Un eco del viejo zapatismo. El padreJoel fue uno de los
fundadores del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de
las Casas en 1989, bajo los auspicios de monseñor Sergio Méndez y
de don Samuel Ruiz. El Centro ha sido una piedra en el zapato del
PRI y sobre todo del exgobernador de Chiapas Patrocinio Gonzá
lez, primo político del presidente Salinas. González Garrido es un
rico ganadero de la región, doctorado en derecho y economía en
la Universidad de Cambridge y nombrado por Salinas secretario de
Gobernación (ministro del Interior) en 1993.
Las denuncias permanentes sobre violación de derechos hu
manos en Chiapas fueron respondidas por González Garrido acu-
Mf:x1co LA HEVoLuctúN Rt:CUPERADA
san do a Joel Padrón de robo, despojo, apología del delito, asocia
ción para delinquir y porte de armas. Bajo estas sindicaciones fue
encerrado en la cárcel de Cerro Hueco a propósito de un asunto de
menor monto. Un movimiento de indignación encabezado por el mismo don Samuellogró ponerlo en libertad
Para el padre Joel Padrón el problema alrededor del que gira
el conflicto de Chiapas es la tierra. Un problema que lleva cinco
siglos sin ser resuelto y que ha atropellado y atropella tO<l()s los días
la cultura indígena, su religión, su dignidad. La historia indígena
después de Cortés es la historia del despojo y }:le la lucha por recu-perar lo perdido '\ ' , , 1
La Independencia en 1810 fue un intento tímido y derro
tado de recuperación; después, con la Revolución Mexicana apa
rece el campesino, recupera la tierra y consagra ese principio en
la Constitución de México. La tierra es de quien la trabaja'. El de
recho de propiedad sobre latierra es el trabajo, no el documento
de compraventa. Constitucionalmente en México la tierra no es
una mercancía -o no lo era hasta la reforma hecha por Salinas
del artículo 27 de la Constitución-. Era y debería seguir siendo
un instrumento de trabajo, la base de la subsistencia. Pero la Re
volución Mexicana no llegó a Chiapas. Acá -opinó el sacerdote
rige todavía el sistema feudal. En 1981, en Simojovel, el indio
todavía tenía que pagarle impuestos al hacendado por trabajar la
tierra. La pregunta es: ¿De quién es la tierra? ¿Cómo puede ser el
indígena, descendiente directo de los mayas, el mexicano legíti
mo, desp~jado de su tierra? La tierra es la identidad indígena, la base de su cultura.
En Chiapas -nos informó- el proceso de recuperación es len
to. En 197 4 se realizó en San Cristóbal el primer Congreso Indíge
na para celebrar los soo años del nacimiento de Fray Bartolomé de
las Casas. El pueblo indígena apareció y dijo su palabra: La tierra
es nuestra. Y comenzó así la recuperación. Primero, por la vía legal,
siguiendo los postulados de la Revolución Mexicana. Los indios soli
citaban la tierra porque eran trabajadores, campesinos, pero los ha-
33
¡":' .. )i t. ~~!:
1 :~!:, ! ·~.~:': '(t::)l
;r.l: ~ í ~
~~: .~;:; 1 ~r i~:~;~ ¡·,!.
1
i!,: -:¡:i . ¡·¡ ;::i
1 .,
i i '·
'il ,,
34 ALFR~:no MoiANo
cendados tenían el poder político. Los indios, cansados de burlas,
decidieron romper amarras y lanzarse a la toma de tierras En realidad los hacendados no tenían títulos. En el Porfirato
el Gobierno dio tierras a cambio de la construcción de carreteras y
de ferrocarriles, pero los títulos nunca se legalizaron. Los "propieta
rios" no vivían en la tierra, vivían en la ciudad. Tenían un encargado
que habitaba la Casa Grande -Komo le llaman ellos-, que era casa
de vacaciones para los--dueños, que carecía de títulos refrendados;
por eso el indígena acude primero al reclamo en derecho.
En ~1 7 4 empezó una escalada de lucha por la tierra y como
no hubo respuesta legal, el indígena se tomó las tierras. Entonces sí
entró el Gobierno a respaldar a los hacendados y se desató la repre
sión. En algunos lugares fue la fuerza federal, en otros, la seguridad
pública local -o del Estado-, y a veces fuerzas públicas pagadas por
el mismo propietario. Hubo desalojos; violentos desalojos. El Ejér
cito sacaba a la gente y quemaba las casas. En algunas ocasiones la
población tuvo que vivir bajo los árboles, escondida en la montaña,
en tierras nacionales, porque era desalojada por la guardia. Sólo
después de varios años con Villa y Zapata pudo volver a retomar su
propiedad en algunas zonas Según el cura, la Revolución Mexicana decretó -articulo 27-
que la tierra era de quien la trabajara. No hablaba de propiedad. ¡ . ' El Estado mexicano le daba al campesino o al indio un pedazo de
1
tierra nacional para que viviera d~ No podía venderlo ni hipote-
carlo. El pedazo le alcanzaba para subsistir como campesino con su
familia. Cuando sus hijos se hacían mayores, podían solicitar tam
bién tierras ejidales. Así que poco a poco se fueron acabando las tie
rras libres. Salinas decidió romper, modificar, el 27 constitucional y
volver la tierra mercancía para que el capital pueda entrar a acumu
lar en tierras. Decidió hacer que la tierra adquiera valor comercial
buscando ponerla al servicio de la rentabilidad. El gran problema,
según ~adrón, es que los campesinos -que no tienen créditos ni
asistencia técnica, que son, pues, muy pobres- van a vender su pe
dazo de ejido para subsistir, y así el latifundio va a volver a México.
M f: X 1 (;O: l. A RE VOL U C: IÓN RE C lJ P 1': RAnA
2. La propiedad
Entrevisté también a un propietario medio de Altamirano,
una región muy rica en ganadería, donde los Guardias Blancos -los
paramilitares de Chiapas- tienen una larga trayectoria. La mayoría
de los ganaderos han sido despojados de sus tierras por el Movi
miento Indígena. Por eso el conflicto en Altamirano viene de lejos
y podría llegar a ser muy sangriento si se rompe la tregua.
La mayor parte de las haciendas de Altamirano son Ran
chos, la traducción literal de Ranchs. Es decir, extensiones de en
tre 500 y 3.ooo hectáreas con documentos que datan de la época
de Porfirio Díaz. En aquel entonces eran consideradas grandes
extensiones, pero a medida en que los indígenas presionaron e
invadieron, las haciendas se fueron reduciendo de tamaño y hoy,
dicen los dueños, el rancho más grande no pasa de 500 hectáreas.
Hay unas pocas de 2.000, de 3.000 hectáreas. Hay una de 3.6oo hectáreas. En general no sirven, según sus propietarios, sino para
criar ganado y el ganado no da sino en grandes extensiones. En
algunas partes se siembra maíz y los hacendados contratan indios
para recoger la cosecha a cambio de maíz. "No voy a decir que les
pagamos totalmente apegados al salario mínimo, pero no les ro-.,__
bamos. Dinero no se les da porque son gentes muy dada$ al trago ) y entonces se alcoholan". . /
"El problema", me dice el hacendado -echándose su sombrero de fieltro para atrás y recostando las piernas sobre el taburete
que tenia a mi lado-, "es que hace 20 años trajimos a Altamirano
unos frailes muy trab~adores, pero al obispo -Don Samuel- no le
gustaron y los reemplazaron por curas rojos, que -según los terrate
nientes- pusieron en contra nuestra a los indios. Les hicieron decir
que no se les pagaba, que los maltratábamos, cuando todo eso era
una vil mentira porque todos los propietarios en diciembre les llevá-,
bamos sus cosas de regalo, su aguinaldo". Las tierras no podían ser'
intervenidas por el Gobierno.
Pero entonces ya hubo un grupo que empezó a no querer
trabajar, a portarse mal, a pedir tierras. "Nosotros no veíamos el
35
3(j ALFREDO MotANO
problema porque sabemos que estamos dentro de la legalidad.
Es más, nosotros siempre estamos de parte del gobernador, del
presidente de la República". Las autoridades mandaban inspec
ciones seguidas a ver qué se producía, cómo se tenían los ran
chos y si estaban o no trabajados. Hacían pagar un certificado
de inafectabilidad del predio. Es decir, un documento que dice
que el Gobierno no puede quitarles la tierra porque está bien
trabajada. "Nosotros sabemos positivamente que las tierras que
tenemos son legales totalmente y que no se las hemos quitado a
otra gente. Los indios comenzaron a pedir las tierras nuestras y
luego las invadieron".
GUADALUPE, POR FIN
El camino hacia Guadalupe es una trocha rodeada de selva. De tan
to en tanto hay avisos que señalan zonas minadas y consignas del
EZLN. Los ejidos sembrados de maíz, un poco de plátano y algo de
café irrumpen a intervalos en el paisaje para recordar que se está
en Chiapas. El Valle de la Soledad, suave y ondulado, es enorme. Era una
hacienda del general Absalón Castellanos, que fue comandante mi
litar de la VII región militar con sede en San Cristóbal. Hace un año
los indios invadieron el predio y reemplazaron la ganadería exten
siva por maíz. A la entrada de la hacienda cuelga un aviso que dice:
"Favor respetar la invasión". El general Castellanos es una figura odiada por los campesi
nos y los indígenas. Se le atribuyen numerosos atropellos contra las
comunidades y el asesinato y la desaparición de líderes populares.
Bajo sus órdenes actuaron los soldados que en junio de 1g8o incen
diaron el pueblo de Golonchán y asesinaron a varios indios. Una
mujer que sobrevivió al sangriento ataque recuerda:
''El general fue el que nos mandó a matar. Nos acordonaron los sol
dados y, al parejo de los terratenientes, que iban disfrazados, comenzaron a
('.' \
M 1:. X 1 LO : J. A H E \' O l. lJ C 1 Ú 1\ R r: e L; p l·. R A 1> A
disparar contra nosotros. Murió mucha gente. Mucha. Quemaron nuestras
casas y de uno en uno, venían matando cristianos".
El general, que fue también gobernador de Chiapas, es uno
de los promotores de la Unión de Defensa Ciudadana que finan
cian y orientan los ganaderos de Ocozingo y Altamirano, y de donde -se dice- han salido los famosos Guardias Blancos.,)
A raíz de la ofensiva del 1 º de enero, el EZLN tomó prisionero
al general y después de 20 días de cautiverio lo juzgó y lo condenó a
vivir en libertad "hasta el último de sus días con la pena y la vergüen
za de haber recibido el perdón y la bondad de aquellos a quienes
tanto tiempo humilló, despojó, robó y asesinó".
El EZLN no secuestra ni- boletea~Pero ha establecido, entre
otras muchas leyes -reforma agraria, reforma urbana, trabajo, indus
tria y comercio-, la Ley de Impuestos de Guerra, "obligatoria para
todos los civiles que vivan de la explotación de-la fuerza de trabajó o
que obtengan algún provecho del pueblo en sus actividades". Así, los
campesinos y comerciantes pagan el 7% de sus ingresos, los media
nos propietarios el 15% y los grandes hacendados el 20%. Uno de
los objetivos políticos del EZLN, a corto plazo, es su reconocimiento
como fuerza belig~rant~ y. por eso -y sin duda por convicción ética
respeta escrupulosamente el Protocolo II de Ginebra.
Por fin, después de un día compléto de viaje, llegué con Gre
gario, mi guía y cronista, a Guadalupe Tepeyac, un pueblo de unas
1 oo casas; 50 tienen teja de zinc regalada por el Programa de So
lidaridad y 50 conservan su techo de palma. Se parece a cualquie
ra de nuestros pueblos de colonización en Guaviare o en Caquetá.
Se formó con indios "enganchados" por los madereros y chicleros
en los años 50 y -como en Colombia- por campesinos desplaza
dos por la expansión ganadera en los años 6o. Hay que recordar
que la violencia precedió todos lo; procesos de poblamiento de la
selva Lacandona. Guadalupe es un ejido constituido por un progra
ma oficial llamado Nuevos Centros de Población Ejidal, que tenía
como objeto descongestionar las zonas de Chiapas y Oaxaca, donde
37
r<~'
:1
l:,;.J 1 •• ~.
:~~Il ·~.:} :¡~
~~~J .~~ .J'l:; ;l'~ ... ~... :
·::t~ 1
1
1
i ¡ 1
i 1
1 1
38 ALFREDO Moi.ANO
la gran ganadería se encontraba en plena prosperidad. En Guada
lupe, Altamirano y Ocozingo inició el EZLN su "larga acumulación
de fuerzas en silencio", hasta mayo del año 93, cuando hubo un
primer encuentro militar con el Ejército mexicano. El contacto fue
mantenido por el Gobierno en secreto para evitar explicaciones a
sus socios en el TLC. Habría sido bochornoso que un país que estaba
entrando al Primer Mundo tuviera guerrilla como cualquier repú
blica bananera. Pero es evid~-~t~-q~~ el Gobierno no desconocía la
gravedad de ia perspectiva y trató de atajarla invirtiendo miles de
millones en la zona mediante el Programa de Solidaridad. Se debió
correr aquí una verdadera carrera contra el tiempo entre las dos
fuerzas, que desde enero del 94 protagonizan un capítulo definitivo
en la moderna historia de México.
El Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL), que dirigió
el malogrado Col<-:'~9· es un ambicioso plan asistencialista que busca
en realidad amortiguar los problemas y conflictos causados por las
políticas de apertura y privatización. Y, por supuesto, ganar o conser- .
var las clientelas electorales del PRI. En Chiapas en el93 se invirtieron ~ 8oo millones de dólares en hospitales, vías, escuelas, tejas de zinc, cár
celes y cuarteles. Un modelito bien conocido. En Guadalupe, la obra
más sobresaliente -y de qué manera salta a la vista- es un gigantesco
hospital con más de 1 oo camas, 92 médicos y paramédicos y salas de
todo tipo: desde ultrasonido hasta medicina nuclear. Una obra sim
plemente ofensiva -y ridícula- en un pueblo que carece de alcantari
llado. Salinas lo inauguró tres meses antes de la aparición pública del
EZLN. Marcos escribió al respecto: "El Programa de optimización de la
pobreza, esa pequeña mancha de socialdemocracia que salpica ahora
al Estado mexicano y que con Salinas de Gortari lleva el nombre de
PRONASOL, es una caricatura burlona que cobra lágrimas de sangre a
los que bajo estas lluvias y soles se desviven".
Al lado de ese hospital me alojé a esperar, durante tres eter
nos días, al subcomandante.
A Marcos lo buscábamos muchos, pero el hombre estaba in
aprehensible. Las razones -se nos explicó- eran varias: Primera, se
Mf:xtco: 1.:\ Hl<:VOLUCIÓN RECUPI·:RADA
le había tildado dentro del EZLN de excesivo protagonismo, lo que
podría derivar, según sus compañeros, en un peligroso culto a la
personalidad. Segundo, siendo plural la dirección del EZLN, es razo
nable que otros miembros del Estado Mayor, llamado Comité Clan
destino Revolucionario Indígena, comenzaran a darles la cara a los
medios de comunicación. Tercero, se rumoraba con insistencia la
inminente reanudación de hostilidades, hasta el punto de esconder
los niños en un lugar seguro previendo un bombardeo. Una avione
ta vigila constantemente los movimientos de los zapatistas. Marcos
ha especializado "un equipo de cocineros en aluminio a la espera
de que el pájaro caiga".
Además de los periodistas paraguayos que el Ejército mexi
cano nos había mentado, había un equipo chileno, ganador del
premio José Martí de periodismo con un libro titulado: EZLN: El
ejército que salió de la selva. Estaban también dos reporteros de gue
rra norteamericanos. El uno era un violinista consumado, que
en su vida normal debía de ser algo alcohólico y "probón". Esta
ba feliz porque la espera se había convertido en una especie de
terapia, y aseguraba haber recobrado el goce de ver y de escu
char. El otro era un hombre nervioso y rápido que había estado
en Camboya, Laos, Bosnia, Uganda y Guatemala. No se quitaba
un chaleco antibalas y un morral con equipo de fotografía. En
los bolsillos delanteros llevaba su identificación, una jeringa con
morfina y una carta despidiéndose de la mamá. No hablaba espa
ñol y su trabajo consistía en tomar fotografías con las que armaba
las crónicas.
Por ratos yo conversaba con una periodista mexicana que
quería hacer un reportaje humano con el subcomandante -y sólo
con él- y que se alimentaba con macrobióticas y todo tipo de com
plementos minerales. Había una pareja de maestros recién casa
dos que venían a integrarse -entre besos y lágrimas- al EZLN. Pero
quizá ningún personaje era tan fuerte como un campesino de Mo
relos, tierra natal de Zapata, a quien una compañía petrolera ha
bía destrozado su finca para pasar un oleoducto. El hombre puso
39
t,;., Ls~: :~r: '1~ ..
.:i·i;,: !! ... il i'
.. ~l' i =' ¡1 1 :
i 11
1 ;.1:
' ' 1
1
40 ALFRt.uo YloLA'\o
la queja en un lado y en otro y ni el Gobierno ni la compañía qui
sieron reconocerle un centavo. Entonces, venía a pedir un fusil. Días antes, según nos contaron, había salido un italiano que
en representación de un grup'o anarquista llegó a ofrecer sus servi
cios como experto en volar trenes y abrir cajas fuertes. También se
había regresado un tipo a quien los niños llamaban, desde lejos, la
Bruja, porque tenía el pelo largo y enmarañado, y sobre quien na
die nunca supo nada. Por último, se había ido un irlandés del norte
que vino con su chelo a tocarle a Marcos una sonata que había com
puesto para él. La tocó y se fue sin más ni más. El subcomandante Marcos nunca apareció. Pero una noche
llegó el mayor Moisés a decirnos que la entrevista sería con el co
mandante Tacho, en un sitio llamado Aguascalientes. Se hacía añi
cos el sueño de conversar con Marcos. Traté de modificar la decisión
del Comité Clandestino apelando al subterfugio de ser considerado
una excepción, pero no, la regla era para todos. Tuve que aceptar el
hecho como cuando a uno se le cae la casa encima.
El mayor Moisés me condujo en el "camioncito" de tres tone
ladas, famoso en las crónicas periodísticas, a Aguascalientes, muy
cerca de Guadalupe. Los zapatistas bautizaron el sitio con el nom
bre de Aguascalientes en honor al pueblo donde se reunió la Con
vención de 1914 en la cual Zapata y Villa rompieron con Venustia
no Carranza y adoptaron el Plan de Ayala, Programa Agrario de la
Revolución Mexicana. En la nueva Aguascalientes se reunieron las
Convenciones Nacionales Democráticas convocadas por el EZLN en
agosto y septiembre del 94· Como se sabe, el presidente Salinas decretó una tregua uni
lateral el 12 de enero, cuando estaba en marcha la contraofensiva
del Ejército mexicano. La tregua dio lugar a un diálogo entre la
delegación del Gobierno, encabezada por Camacho Solís, a quien
Colosio había desplazado como sucesor de Salinas, y la delegación
zapatista, coordinada por Marcos. Las reuniones tuvieron lugar en
la catedral de San Cristóbal y estuvieron mediadas·por don Samuel
Ruiz, el obispo.
~ ~
~ ') ¡¡ .~ ~~
i[ r¡ 'J •'i'
~ ·~ -~:. ~
i t ; '.·~
1 ·~
;~ ~;
\ ~~ ~~
J\-1 Ío: X i C O : l. A R 1'. V O l. U C I Ú N R E C U P E R A ll A. 1 4 l
\
Las "Convers~iones en la Catedral" fracasaron al no poder
transformar el diálo~o en negociación. De un lado, el gobierno de
Salinas aceptó sólo las demandas económicas locales y rechazó las
reformas políticas propuestas por el EZLN, consistentes en reforma
electoral, gobierno de transición, convocatoria a una constituyente
y revocatoria a la modificación de artículo 27 constitucional. Tam
poco se quiso reconocer a los zapatistas como fuerza beligerante.
De otro lado, el asesinato de Colosio afectó sustancialment~ fa fi
gura de Camacho Solís como mediador. Salinas de Gortari prefirió
pasar agachado y entregar a Zedillo el problema vivo. Hoy la razón
es más clara: la guerra habría acelerado la devaluación y asustado
la inversión extra~era, con lo cual México habría caído durante su
gobierno en la crisis monetaria y de credibilidad en que está hoy.
Marcos le comunicó al Consejo Estatal de Organizaciones
Indígenas y Campesinos, la base del EZLN, el rompimiento de las conversaciones así:
"No queremos una paz humillante. Conocemos esa paz hace 500 años
y sabemos lo que cuesta. Quieren comprarnos ahora con limosnas a cambio
de dejar solos a nuestros hermanos de otras tierras y colores, quieren comprar
nuestra lucha y nuestra sangre con remedios de justicia, con limosnas de
libertad y propuestas de democracia ".
El EZLN convocó entonces la Convención Nacional Democrá
tica ( CN D) con el fin de consolidar una presencia civil y popular
en todo el país, de cara a las elecciones que se avecinaban. El 8 de
agosto de 1994 se reunieron en el corazón de la selva Lacandona
6.ooo personas provenientes de todo México, que expresaban los
más heterogéneos intereses populares: campesinos y politólogos,
estudiantes y colonos, "marxistas jubilados y renacidos", presiden
tes municipales e indígenas, gays y obreros: una verdadera nave de
locos, reunida bajo una carpa gigantesca azul y blanca presidida
por la bandera de México versión zapatista; es decir, rOJO, blanco y verde, en vez de verde, blanco y r~jo.
i 1:,.. .i 1.~~~
j.o'lo,~.,.,.
:M 1.
·~~~ ¡: (~;:}¡ !! ~!:.~:~ ,, ll
:.1(1.¡,,1}
:,:~'~' :)~~¡-~ ' ·.····.ij'l ! i·~i >~~~
l.:li 11 !) 1
'l''· 1
!·¡¡!l·lln !'f! ,,!:! 1
11 '1
1
¡['¡¡111 .1 .1; 1
l <;
42 ALFREDO MoLAN<>
El comandante Tacho abrió las sesiones y dio la bienvenida a
los delegados: "Nosotros aquí estamos levantados en armas contra
el mal gobierno, pero no contra el pueblo mexicano, estamos dis
puestos a obedecer lo que él diga ... El EZLN hace entrega formal de
Aguascalientes a la Convención Nacional Democrática".
Marcos enseguida tomó la palabra y dijo: "Bienvenidos a
bordo: esperamos de esta Convención Nacional Democrática, la
organización política y legal de una lucha, la lucha por la demo
cracia, la libertad de justicia. El EZLN se hace a un lado, pero no
para. Esperamos hasta que se abra el horizonte y ya no seamos
necesarios, esperamos de la CND la oportunidad de desaparecer de
la misma forma como aparecimos, de madrugada, sin rostro, sin
futuro; la oportunidad de volver al fondo de la historia, del sueño,
de la montaña". Inaugurada la Convención, se desgajó un violento vendaval
que excitó con la fuerza de una tormenta tropical el de por sí exal
tado ánimo de los convencionistas: "Zapata vive, la lucha sigue",
gritaban todos. A la mañana siguiente, Marcos, lamentando la empapada ge
neral, informó sobre el decomiso de 6.ooo condones sin usar: "O
sea que la lluvia les pegó muy duro". Alguien desde el público le
preguntó que cuándo se iba a quitar el pasamontañas, y el subco
mandante respondió: "Si ustedes quieren, me lo quito ahora mis
mo". La gente respondió delirante: "No, no te lo quites, no".
L~ Convención llegó a los siguientes acuerdos básicos:
~~. La democracia plena en México deberá ser precedida por
un período de transición que desmonte las estructuras del Estado
Partido y del régimen presidencialista. 2. La lucha por la transición democrática será pacífica y apela
rá a las elecciones, a la resistencia civil y a la defensa de la voluntad
popular. 3· Los 10 puntos del EZLN (tierra, trabajo, techo, salud, ali
mentación, educación, libertad, independencia, democracia y justi
cia) son el programa de la CND.
~1f:XJCO: LA REVOLUCIÓN RI<:CUPERADA
4· El gobierno de transición tendrá como tarea fundamental
la convocatoria de una Asamblea Constituyente y la reforma del ré
gimen electoral, que garantice elecciones limpias, libres y pacíficas.
5· La nueva Constitución debe tener carácter participativo, reconocer los derechos de las minorías étnicas y sociales, y respetar
la división de poderes y el federalismo.
La 1 Convención Democrática (agosto del 94) sentó las bases
y definió las metas de un movimiento político de carácter nacional
e independiente. Fue un acto de apoyo y de legitimación al EZLN.
Sin embargo, el PRI ganó holgadamente las elecciones, el PAN
(conservador) se fortaleció y el PRD (oposición) se debilitó. El EZLN
denunció numerosos fraudes, sobre todo en Chiapas y Tabasco. La
segunda Convención (septiembre del 94), a la que asistieron--poco
menos de 2.ooo invitados, refrendó la debilidad de la oposición electoral al Estado-Partido.
En el escenario donde se desarrollaron las Convenciones tuvo lugar la entrevista con el comandante Tacho.
TACHO, LA FUERZA
Arroyito revoltoso, ¿qué te dijo aquel clavel?
Dijo que no ha muerto el jefe, que Zapata ha de volver.
Corrido Popular
El comandante Tacho, un indígena tzetlal de 40 años, es eljefe de
Marcos, el Número Uno en la línea de mando del EZLN y la figura
más acatada por los pueblos indígenas de Chiapas. La frustración
que me causó no poder conversar con el subcomandante se fue
disipando a medida que la entrevista con Tacho avanzaba. Sus res
puestas rápidas y agudas me mostraron que aunque Marcos ha sido\~ la voz de la insurrección, el comandante Tacho representa la fuerza,
\' del movimiento.
-Comandante, ¿usted cómo se ganaba la vida antes? ¿Cómo llegó al EZLN?
43
,,, 1
1 1· .. ~ 1 ¡ 1
¡ ,, 1
' '
~~ ~~~ ~. ~' ~ ¡~ .~:~ 4~~ 'B, ~· t~!
~~ ¡• ¡,;
: ¡,1
44 ALFR~<no tvloL.-\NO
coMANDANTE TACHO: Me he ganado la papa con el café. Pero
también fui albañil y soy carpintero. Me gusta la construcción de
casas. Antes de ser soldado zapatista, trabajaba en el campo; co
mencé la lucha como miembro de algunas organizaciones indí
genas independientes. Mi padre me llevaba a las reuniones de la
organización porque no quería que yo agarrara otras ideas, que
dejara a la familia y me fuera a la ciudad. Me costó mucho enten
der qué discutían y cómo se organizaban, pero poquito a poco
empecé a entender cómo era todo y a participar en las luchas de
mi pueblo. En una marcha que hicimos al D. F. para pedirle al Gobier
no tierra, techo, educación y buen comercio, la cosa se puso muy
caliente. Nosotros le gritamos al Gobierno demandas y el Gobier
no nos respondió mandándonos los "azules", o sea, los judiciales
armados. Tocó correr. Encarcelaron a nuestros dirigentes y a mu
chos los torturaron. A más de uno desaparecieron; otros aparecie
ron asesinados. A partir de ahí empezamos a discutir, dentro de la
organización, en qué estábamos, cuál era el resultado de la lucha,
¿qué ganábamos? Nada, respondimos. Nada.
Un día, después de una reunión, los zapatistas me cacharon
y empezaron a preguntar que cómo veía yo la cosa. Les respon
dí que no veía por dónde salir. Entonces alguien preguntó: Ta
cho, ¿estarías dispuesto a coger las armas? Pues sí -dije yo-, pero
¿quién las tiene? ¿Dónde están? ¿Acaso hay gente armada? Pues sí
-dijo uno-, hay gente con armas y tú la conoces. Ah, pues si yo la
conozco, entonces adentro. Cogí para adentro y aquí estoy.
La propaganda del Gobierno dice muchas cosas. Nos llama
-y nos manda llamar- transgresores de la ley. No es así. Lo que
nosotros estamos haciendo es cumplir la Constitución de 1917,
que dice que el pueblo de México tiene siempre el derecho de
cambiar su forma de gobierno, y en eso estamos. La verdad es que
somos meros indios de cara tapada que luchamos por la tierra, la
libertad, la justicia y la dignidad, que lo es todo.
MI::XJCO: LA REVOI.l.'CIÓN Rl'~CUPERADA
-¿Cómo entienden ustedes la dignidad?
C.T: La dignidad es un derecho de todos los indígenas y de
todos los mexicanos. Es un derecho humano·. Eso nunca se nos
ha concedido y es sólo por eso que tenemos que morir y, si es
necesario, matar. Yo pregunto: ¿Acaso no es una obligación del
Gobierno -de cualquier gobierno- darles préstamos baratos a los
campesinos y ayudarles a conseguir una casa limpia? Chiapas tiene
1 o empresas productoras de electricidad que, incluso, le venden
energía a Centroamérica, y aquí la población indígena no tiene luz eléctrica.
El Comandante Tacho.
r~ ...,'~-
45 !!~
:i
l:, .• ,; ¡ ~~~~:
:~g.:; ·~.:} ;:::l
r:·,.
w 'tt ~t~· ·:~:ij • "'f1
! i
i
46 ALFREDo MoLANO
Nosotros pensábamos que no eran necesarias las armas y que
la educación era un derecho, pero aquí no tenemos maestros y
nuestros hijos están sin escuela. ¿Cuál es la razón? El Gobierno no tiene interés en los pueblos indígenas ni en los campesinos, obre
ros, maestros, estudiantes, colonos. Se ve claro que ya no lo tienen.
El supremo gobierno es la injusticia. No tiene interés en lo que nos
corresponde como mexicanos. Para nosotros, indígenas de Chiapas
-y de todo México-, exigir la escuela, la salud, el techo es mera dig
nidad porque siempre nos han discriminado.
-Pero, comandante, esas carencias se pueden resolver con el
Programa de Solidaridad Nacional (PRONASOL) y no con las armas.
C. T.: Lo que da PRONASOL son migajas. Solidaridad es para noso
tros un engaño. El Hospital de Guadalupe es una borona que sobró
de la torta que engorda a otros y llena su bolsa. Con eso de Solida
ridad nos quieren chingar. Solidaridad es una trampa. Por ejemplo,
en este pueblo, llegan ellos y dicen: Vamos a hacer so casas. Pero el
Gobierno sólo hace la publicidad de las so casas, y no las so <;:~a~-Si protestamos, dicen que somos muy pendejos, muy malcriados. Hay
interés de los ricos en ponerle a la realidad una máscara. En algunas comunidades, por ejemplo, hay necesidad de ca
sas culturales. PRONASOL da la varilla y el cemento. Pero ¿quién es
el que pone la mano de obra? El indio, el campesino. Cuando ya la
obra está acabada, viene el camarógrafo y encuentra la Casa Cultural pintada con el nudito de Solidaridad hecho con la bandera
mexicana, que es su símbolo. Solidaridad se apropia de nuestro tra
bajo porque la obra queda como de ellos en las películas. La cámara
se lleva ese presente como si fuera el trabajo del Gobierno y con eso
engaña al pueblo mexicano. Aquí en Guadalupe Tepeyac llegó la luz porque la trajo ese
elefante que está ahí (el hospital). El animal se ve rechulo. El ele
fante está ahí. Mira para adentro: No hay nada de atención. Los
doctores que vinieron no sabían manejarlo, los tratamientos co
menzaban y no terminaban. Por dentro está lleno de salas, lleno de
1\lf:xiCO: LA Hr:VOLUCIÓN RECliPERAllA
letreros: que sala de cirugía, que sala de Rayos X, que sala de espera.
Puras letras. Sin embargo, ahí vino el camarógrafo con sus luces a
sacar en la televisión todas las salas que hay. Pero no dice que en la
realidad no sirven para nada.
El Gobierno, el mal gobierno, cree que con el hecho de decir
que las cosas son así, así son. Pero la realidad no es así. Por eso el re
surgir del 1 ºde enero. Si hubiera llegado justicia, si realmente los pue
blos indígenas tuviéramos lo que nos pertenece, nuestros derechos,
nuestra dignidad, no habríamos tenido que levantarnos en armas.
-Hay un aspecto que me llama mucho la atención: el reconocimiento que ustedes exigen al Estado mexicano de las autorida
des indígenas.
C.T.: Las comunidades indígenas nombran libre y democrá
ticamente sus propias autoridades y las respetan porque nos saben
gobernar. Como zapatistas en armas reconocemos que los pueblos
indígenas sí sabemos gobernarnos. Si no supiéramos, yo creo que ya
nos habrían hecho pedazos. Tenemos todo un territorio gobernado
por nosotros mismos, no por el Ejército zapatista, ni por el Comité
Clandestino, sino por los indios. El Comité es el que representa, el
Ejército zapatista es el que defiende y está dispuesto a morir para
defender los derechos del pueblo. El EZLN no someterá a los indios
para poder gobernarlos. ¡No! Eso es lo que hace el PRI. Todos estos
pueblos ahora se gobiernan solos y eligen sus autoridades. Entonces
es muy, cómo te dijera, muy visible, muy notable, ver que los indios
sí pueden ser gobierno.
-Comandante, ¿los mandos militares del EZLN son también
autoridades indígenas?
C.T.: Lo que pretendemos hacer es que los pueblos elijan sus autoridades libre y democráticamente. Queremos que las autoridades
municipales sean salidas de los pueblos, sean autoridades indígenas.
Lo que nosotros pedimos es que se respete la voluntad -que es muy
popular- de los pueblos. Somos un brazo del movimiento zapatista,
47
F 1
1:, ¡,;
:¡
1:
;¡ :¡ 1::
48 A L F R 1<. l) () M () L A N o
pero no somos una autoridad tradicional, sólo tenemos una tarea
militar y política. Entonces, somos una autoridad adentro del movi
miento zapatista, pero no somos autoridad civil en las comunidades.
-Hemos hablado de justicia y dignidad. ¿Cómo entienden
ustedes la libertad? C.T.: Es lo que exactamente no tenemos. Libertad de expre
sión, libertad de movimiento. Ahora nosotros hemos escapado de
las manos del enemigo, ahora podemos dar la palabra y se nos oye;
podemos movernos porque no estamos acasillados, como estuvimos
hasta hace poco y estuvieron nuestros padres, que eran parte de las
haciendas. En 1984 y 1985, cuando empezamos a formar las organi
zaciones campesinas, mandaban asesinar a nuestros dirigentes sólo
porque ellos decían las necesidades que tenían sus pueblos. Los des
aparecían o los encarcelaban. Eso no lo olvidamos. Sólo en 1994 los reporteros del mundo _pudieron llegar a
saber qué estaba pasando de verdad en México, en Chiapas. Las
armas nos dieron la oportunidad de poder decir cómo estamos vi
viendo acá, de poder decir que no tenemos esa libertad de ir a la
televisión y de pasar por ahí a decir cómo estamos viviendo aquí.
No nos daban esa oportunidad. Ni siquiera de escribir un artículo
en un periódico. ¿Por qué? Porque no le convenía al Gobierno. El
Gobierno siempre está en beneficio de los ricos y de él mismo. Deja
decir sólo lo que lo favorece. En México tenemos un canal de televi
sión que se llama Televisa. Televisa habla todo a favor del Gobierno.
Ahí no se puede decir nada zapatista porque lo borran.
Otra cosa: no podemos pasear sin que nos revisen de acá para
allá, aun en el mismo territorio nuestro. Chiapas está lleno de rete
nes de soldados, de policías, de judiciales, de migración. Si uno sale
a buscar chamba para ganar dinero y no tiene los papeles que ellos
mismos dan, entonces uno es un guerrillero guatemalteco, uno es
contrabandista, uno es ... una serie de cosas. No hay respeto.
Nosotros demandamos esas libertades: ser libres de poder de
cir y de poder ir donde pensamos que debemos ir. Que por lo menos
;~y¡
·t
i ·í: ij "'1 ~~ ;f ,1 ~~~-1
:~~
il ti
M f· X 1 C O : l.:\ R E V o L U C 1 Ó N R 1-: e U P l·: R A D.\
pudiéramos decir, por ejemplo, bueno, es que nos morimos por en
fermedades curables porque nos falta el agua potable, o la energía
eléctrica. Eso no lo podíamos decir. Al Gobierno no le gusta que uno
diga eso. Por eso nos tenían atrancados, callados. La libertad que hay
en México es para quien tiene la lana. Esa es la libertad. Si estamos
hablando de quien tiene la lana, ya sabemos de qué libertad habla
mos. La libertad de irnos a la cárcel por decir que los indios se están
muriendo de vómito, de calentura, de diarrea, de parásitos.
Tuvimos que arriesgarnos con las armas para que nos oyeran
nuestra falta de libertad. Tuvimos que arriesgamos como Ejército za
patista, como tropas insurgentes, para que supiera el mundo qué es
lo que está pasando con nosotros, para que pudiéramos decir: ¿Saben de qué nos estamos muriendo? De diarrea. Una vergüenza, pues.
-Comandante, a mí me sorprende muchísimo que ustedes
digan ser un movimiento político armado que no busca el poder. ¿Qué quiere decir eso?
C. T.: Eso quiere decir que respetamos la voluntad popular. No
tenemos el objetivo de tomarnos el poder, sino de que se cumplan
nuestras demandas. Nosotros, como EZLN por ejemplo, no podemos
ser presidentes municipales. ¿Por qué? Porque si nos eligen, vamos
a descuidar el mando de tropa que nos han mandado tener y eso
nunca podemos permitirlo porque sería como perder la libertad que
hemos ganado. No podemos perder de vista que nuestra carrera no
es llegar -digamos- a esa casa que está ahí, sino exigir que esa casa se
utilice bien, que sirva para todos, nos aloje a todos. Nuestra misión es
ir viendo que se hagan bien las cosas; ese es nuestro trabajo. Nuestro
objetivo no es ir a tomar posesión de la casa. No. Eso es exactamente
lo que hace el Gobierno. Nosotros somos un movimiento político
militar y no una autoridad civil. Nosotros, el EZLN, queremos meter en
esa casa una mesa de negociación con asientos para todos.
No aceptamos del lomo, el hueso; queremos es que todos co
man hueso y lomo. Queremos que se cumpla la voluntad del pueblo
y para eso nos hemos armado.
49
q 1'
l:, .. :~~ -· " ,, ..
¡ ! ~:
';~ ~t·
'·-· ~·,~
50 ALFREDO Mot.ANO
-Por esa vía ¿no cree que, a la larga, los méritos se los puede
ganar el Gobierno? C.T.: Nosotros sabemos bien que el mismo gobierno de aho
ra, corrupto y asesino, no perdura. Sabemos que el pueblo no se va
a perder en esa casa. Lo que perdura son nuestras ideas de libertad,
dignidad, justicia y democracia. Los mexicanos necesitamos demo
cracia para que los pueblos sean realmente dignos, atendidos con
justicia, con libertad. Para eso estamos. Para hacer la democracia y
luego defenderla. Nosotros sí queremos que la casa funcione, pero
no para unos pocos. Por eso, lo primero que tenemos que hacer es
entrar para que funcione con nosotros todos adentro, con todo el pueblo. El chiste es que tienen que abrir la puerta, o nosotros, el
EZLN, la tumbamos.
-En Colombia es posible que pronto se inicie un diálogo
entre el Gobierno y la guerrilla ...
C.T.: Ante todo, compañero, ql;liero decirte que hay una di
ferencia muy grande entre un ejército )Y una guerrilla. Un ~jército
tiene un territorio y una jerarquía-úrríca de ñíando0iene un po
der sobre muchos hombres armados que defienci~n un territorio;
tiene además unas leyes que hace cumplir. Las guer~~no tienen
mando centralizado n~ territorio definido. Una guerrilla no hace la
guerra, hace guerritasl Nosotros, como Ejército zapatista, estamos en capacidad de combatir al ejército oficial con una guerra de po-
siciones. \ En•seguncJ.dlugar, quiero decirte que nosotros fuimos al diálo:
g()_~ólo para que nos escuchen, para que nos oigan y nos entiendan
por qué estamos alzados en armas. Fuimos al llano a decir nuestra
palabra. El Gobierno nos presentó un documento y, como siempre,
nos dijo: Léanlo y fírmenlo. Nosotros les contestamos: No. Primero
vamos a consultar entre nosotros. Fuimos y consultamos con las co
munidades y ellas nos dieron su palabra: No vayan a firmar porque es engaño, es pura mentira. Entonces volvimos a la catedral y le res
pondimos al Gobierno: No, no vamos a firmar porque son mentiras:
rv1 f~ X 1 C O ; l. A R E V O L U L I Ó N R 1': C U P E R A D A
en go días ustedes no pueden arreglar un problema que lleva soo
años. Ahora les toca a ustedes tener paciencia.
No podemos creer más en mentiras. Con el hecho de que la paz
quede ahí plasmada en un papel no la va a haber. El Gobierno lo que
quiere es ir a decirle al mundo: ¿Saben qué? Ya tenemos paz, ya cum
plimos. ¿Cómo van a cumplir si la paz está sólo en un pinche papel?
Firmamos la paz cuando se esté cumpliendo lo que nos man
dan pedir los indios. Nos prometieron poner una emisora en 30
días y ya van 180 días. Imagínate para llevar la libertad a todo Méxi
co ¿cuánto van a durar .. .? ¿y para llevar la educación a todos los ni
ños mexicanos ... ? Nuestras bases nos han dicho: ustedes no pueden
negociar puro local, puro Chiapas. No se les olvide que ustedes son
mexicanos, que son Liberación, pero Nacional. El Gobierno nos ofreció que con nuestras armas vigiláramos
la frontera y que así nos perdonaba. ¿De qué nos van a perdo
nar?, como les preguntó Marcos. N os otros tenemos dignidad.' Es
lo único que nunca perdimos. Nos ofrecieron nuestras armas em
buzonadas a cambio de un papel firmado. ¿Para qué? Para que su
publicación desmoralice a nuestra gente, al pueblo mexicano y al
mundo entero. Nosotros cuidamos nuestra palabra. Por eso no se
firmó. Sabíamos del fraude que iba haber en las elecciones y tal
como dijimos lo hicieron. Entonces son muchas las cosas por las cuales no se firma la
paz. Uno de los puntos más importantes es el reconocimiento del
Ejército zapatista como fuerza beligerante y de eso no quisieron
hablar. Ellos saben que somos un ejército, pero no lo reconocen.
Reconocernos como Ejército es comenzar a hablar de igual a igual.
Es la justicia, lo que nosotros entendemos por justicia. Las palabras
de Camacho Solís son así como muy enternecidas, como que no
te quiere engañar, pero nosotros ya sabemos, pues, de esas mieles.
Ahí es donde está la diferencia. Nosotros fuimos a decir qué es lo
que nuestro pueblo necesita y a escucharles a ellos qué es lo que
proponen para el pueblo. Pero de ahí a venirnos a amarrar con un
trato hay mucha distancia.
51
¡;¡l '¡ 1
l:,~. 1 .,;
•:" :~¡
·,:.
' ;¡ ~e.
·:::
52 ALFREDO Moi.ANO
Nosotros no nos olvidamos del general Zapata. Cuando go
bernaba don Francisco l. Madero, el general Zapata hizo el Plan
de Ayala, se lo entregó y le dijo: "Este es el Plan de Ayala que tú
tienes que cumplir". Zapata salió y Madero lo cambió por el plan de San Luis Potosí, que no era demanda de indios ni de campesinos.
Entonces el general Zapata volvió y le dijo: "Si no cumples el Plan '
de Ayala, de nuevo en armas". Nosotros sabemos del engaño y no
vamos a repetir la historia.
EL GATILLO DE LA ESPERANZA
Aunque la Comandancia del EZLN no limitó el tiempo de la entre
vista, al final Tacho me pidió que tratara de salir de la zona lo más
pronto posible porque consideraba inminente una ofensiva del
Ejército mexicano. Cuando regresé a Guadalupe Tepeyac, el gru
po de periodistas que también buscaba a Marcos ya se había ido.
Tengo que confesar que los argumentos de los zapatistas so
bre la reanudación de hostilidades no me convencieron. A Salinas
no le convenía dejar el país incendiado ni a Zedillo recibirlo así, y
a Marcos tampoco le servía romper la tregua puesto que en realidad esta había sido lograda con la intermediación de la sociedad
civil, cuya conquista es el verdadero objetivo del EZLN. Así que los
preparativos militares que alcancé a ver en la selva Lacandona me
parecieron más ejercicios de calentamiento que toma de posicio
nes para una guerra. No obstante, posesionado Zedillo se abría el interrogante de
cuándo y cómo se desencadenaría la ofensiva. Cabía la lejana po
sibilidad -que muchos acariciábamos- de que se encontrara una
salida exclusivamente política. La debilidad del PRI, la atmósfera
de violencia generalizada -y generalizable-, la importancia del
"Sello Godivez:" en el Ejército, es decir, del espíritu civilista en las
Fuerzas Armadas y, sobre todo, el hecho previsible de una masacre
de grandes proporciones, eran factores que hacían pensar en una
solución civilizada. Otros más realistas pensaban que la ofensiva
1 ~~
'llf> ·'2;
~· 1 ~ •;;'· ':t:.
i 1 ·~ -~
'l "it,
:\1 ¡:: 'X 1 L O : L/\. R E\' O L U C l Ó N R E C U P E R A ll A
sería tanto militar como política. El esquemita del garrote y laza
nahoria, que no es más que la otra versión del uso de todas las
formas de lucha, se impondría a la larga buscando obligar al EZL::-<
a negociar por medio de las armas en condiciones ventajosas para
el sistema. Pero poner en marcha esta estrategia suponía, ante
todo, tiempo: tiempo para las labores de inteligencia, tiempo para
destapar la crisis económica acumulada y para aplacarla y tiempo
para desgastar las fuerzas que apoyaban la insurrección. Muy po
cos pensaban en un desenlace exclusivamente militar porque era
claro que Zedillo no tenía con qué pagar su costo político. Una
guerra integral tampoco aquí cabía.
La opinión pública esperaba que el conflicto estallara con la
posesión del nuevo gobernador de Chiapas, Eduardo Robledo, un
hombre del PRI cuya elección era considerada fraudulenta por el
PRO, que reclamaba el triunfo de su candidato, el señor Avendaño,
un abogado progresista. Hubo escaramuzas y un ensayo de insu
rrección civil por parte de los zapatistas que pretendían formar
un gobierno alternativo alrededor de Avendaño. De hecho, Chia
pas tuvo dos gobernadores, uno en Tluxtla y otro en el Instituto
Indígena en San Cristóbal de las Casas. A mediados de enero se
presentaron enfrentamientos armados con saldo de varios muer
tos en la región de Ocozingo y Altamirano. Los Guardias Blancos
entraron de frente en el conflicto acusando al Gobierno de entre
guista y al Ejército mexicano de contubernio con la subversión.
Pero la atención de los mexicanos estaba puesta desde fines de
diciembre en otra parte: en la crisis financiera.
La economía mexicana venía pidiendo su ingreso al Primer
Mundo sobre la base de una masiva afluencia de capitales extran
jeros -so centavos de cada dólar que recibió América Latina se
quedaron en México-, del pacto social entre el Gobierno, el sindi
calismo priísta -el go% de la clase obrera- y los empresarios, que
logró bajar la inflación al 7%, y una tasa de cambio artificial, pero
fija. En realidad, bien miradas las cosas, el modelo funcionaba so
bre una premisa esencialmente política: la solidez del PRI. Por esa
53
1
1 1
!:: . '
'i 1:¡ ¡.
11: 1· ¡.; l'l
i¡;
1' ,,
54 ALFREDO MoLANO
razón Salinas pasó agachado en enero del 94 y aceptó la tregua,
que le--permitió_ manejar el miedo como resorte electoral a favor
del Estado-Partido y ganar las elecciones con Zedillo. El PRD, prin
cipal rival del Gobierno, se vino abajo no sólo por sus vacilaciones
frente al triunfo salinista en 1g88 y por su política económica tam
bién neoliberal, sino porque su estructura de partido en nada se
diferencia de la del PRI. El relativo vacío dejado por el PRD permitió
que la voz cantante de la oposición comenzara a desplazarse hacia
el EZLN, cuya fuerza política se hizo evidente cuando la ofensiva
militar empezó a tomar forma a mediados de diciembre y los in
versionistas extranjeros comenzaron a sacar sus haberes: 18.ooo
millones de dólares en dos semanas. La suma era tan gruesa, que
el alza de interés en Estados Unidos estaba muy lejos de explicar
este retiro masivo y nerviosismo de las divisas. Así, la economía
mexicana se desplomó. No tanto porque el zapatismo fuera fuer
te, sino porque el México que Salinas ornamentaba tenía pies de
barro, como lo demostraban el estallido de Chiapas, los asesinatos
políticos de Colosio y Ruiz Matieu y la crisis de credibilidad en que
cayó el PRI a pesar del triunfo electoral.
Por su parte, los zapatistas insistían en el desconocimiento de
Robledo como gobernador de Chiapas y en el reconocimiento de
la Comisión de Intermediación (CONA1), encabezada por monseñor
Samuel Ruiz. Zedillo cambió cartas: aceptó a monseñor, pero man
tuvo movimientos militares que alejaban -pero no cancelaban- la
posibilidad de una ofensiva, como reiteradamente lo declaró Mar
cos. Inclusive hubo provocaciones que fueron claramente ensayos
para evaluar la capacidad y modalidades de reacción zapatista. Pero
en general la crisis económica veló los preparativos militares que,
hoy es claro, ninguno de los contendientes ha descuidado.
Zedilla continuó fiel a la estrategia que formuló a mediados
de enero, en plena debacle económica, al aceptar hacer algunas
reformas políticas que el zapatismo había pedido con insistencia:
elección del alcalde del o_ F., independencia de la rama electoral,
democratización interna del PRI. Reformas apenas suficientes para
~f f: X 1 (; (): l. A RE VOL L' C 1 Ó i'J RE C V PERA DA
calmar las demandas populares sin modificar a fondo el carácter
presidencialista del Estado mexicano ni el de su hermano gemelo,
el esquema autoritario del Partido-Gobierno. Es decir, Zedilla ni
siquiera siguió el consejo del Gatopardo, de quitarse el anillo para
no perder el dedo, aceptó tan solo cortarse las uñas.
En los primeros días de febrero el gobierno de Clinton asu
mió la responsabilidad de aflojarles a los mexicanos 20.000 millo
nes de dólares. Es evidente que sin ese apoyo los días de Zedillo
estaban contados y la anarquía subsiguiente agravaría más la crisis
económica. Por ese hueco las fuerzas políticas del PRD y de los
zapatistas se habrían colado hacia el poder, perspectiva que naturalmente no convenía a los inversionistas extra~eros ni a la cla
se dirigente mexicana. Pero el apoyo de Clinton tenía un precio:
recuperar la credibilidad en el Estado mexicano y restablecer el
orden en Chiapas sin afectar los derechos humanos. -~~ ;,_~ ,-~ La tranquilidad que el gobierno mexicano necesitaba otor
gar a la banca internacional y a los empresarios nacionales no po
día correr el peligro de provocar la reacción de una oposición que
pusiera al descubierto la debilidad política del PRI.
Hoy es claro que Zedilla tiene que lidiar con 11na oposición
cada vez más orgánica que recoge las voces de la derecha (PAN), del
centro (PRD), de la izquien:j.a armada (EZLN), cuyo objetivo compar
tido es tumbar al PRI al grito de "Democracia". Pero también debe
afrontar las demandas de su propio partido, hondamente dividido
entre los Dinosaurios -la vieja guardia burocrática y autocrática
(Salinas, Córdova)- y los nuevos líderes ( Colosio, Camacho Solís),
que buscan afanosamente sacar el agua que por todas partes se le entra al barco de revolución institucionalizada.
El Gobierno debe afrontar las exigencias de los empresarios
y las demandas populares; las presiones democratizadoras de la
oposición y la pesada inercia de su propio partido. Necesita tanto
el garrote como la zanahoria para tratar de sostenerse en medio
de vientos cruzados. En esta última semana Zedilla ordenó la cap
tura de Marcos y de la cúpula del EZLN, pero reemplazó al gober-
55
l ... ·~~ '5 :~
: :~
¡ <! ~ ~
(~
·~ :¡ l;
r 1
' 56 A l. F R 1-: ll o M () l.,\ " o
nador elegido de Chiapas por un gobernador interino que abriera
la puerta a todos los sectores políticos; tomó posiciones militares
claves -incluidos Guadalupe Tepeyac y Aguascalientes-, pero pro
metió a la vez una ley de amnistía e indulto.
Por su parte, el EZLN se repliega a la selva Lacandona y de
clara la guerra irregular contra el Ejército mexicano, mientras
150.000 personas se toman el Zócalo -corazón de México- para
protestar contra las medidas represivas y mostrar el respaldo po
pular al zapatismo. Zedillo recula, suspende la ofensiva militar e
invita al diálogo. El PRI pierde las elecciones en Jalisco, y en Gua
najuato, Michoacán y Yucatán, las cosas pueden ir por el mismo
lado acelerando la descomposición del partido de gobierno. El
EZLN amaga con la movilización militar de sus fuerzas en los esta
dos de Guerrero, Oaxaca, Puebla, Veracruz y Tabasco.
Mientras tanto, la crisis económica no cesa con los 20.000
millones de dólares de Clinton porque todos son para pagar a
los banqueros, financistas e inversionistas extrartieros. Ni un solo
dólar de esos va a entrar a México ni se va a invertir en resolver
los dramáticos efectos locales de la devaluación. El desempleo se
acrecienta a ojos vistas y más de un millón de obreros han sido des
pedidos en los últimos meses; la inseguridad y la violencia social
están desatadas: el atraco callejero es el pan de cada día, los asal
tos bancarios se suceden sin interrupción y los secuestros son tan
frecuentes, que hasta se negocian por televisión, frente a cámaras.
. Zedillo, pues, tiene un margen de juego estrecho y no puede po
nerse a jugar con candela. La represión haría estallar la caldera y
volar en mil pedazos el sistema político.
En realidad, la estrategia del garrote y la zanahoria más que
astucia, refleja debilidad. Para hacer la guerra o para hacer la paz
se necesitan un Estado fuerte y un gobierno con amplia acogida
popular, premisas que, es evidente, México no_ tiene. El conflicto
de Chiapas se resolverá sin duda por vía política, 'pero esa solución dependerá tanto del control que cada parte ejerza sobre sus armas
como del juego que se le permita a la sociedad civil.
Í',
'i/ '* ··~\.
'$, ~ .. ~· ¡ ''{'
~
;¡ :;f ~:;·
MLXICO: LA REVOLUCIÓN RECUPERADA
AL REGRESO
México se me quedó metido como una de esas canciones que se
encaracola en la cabeza. Antes de volver a Bogotá, una nostalgia
anticipada me regresaba, sin permiso, al olor de las tortillas en las
calles de Coyoacán, a la risa de las marimbas en San Cristóbal, a los
colores sin miedo con que el pueblo pinta sus casas y a la sensación
infantil -mitad miedo, mitad atracción- que me causan los enca
puchados.
En cierta medida yo compartí con los servicios de inteligen
cia la estéril obsesión de saber quién era la persona de Marcos.
Los medios y el Gobierno han especulado incesantemente con su
identidad para poder encerrarlo en un estigma. Ha sido clasificado
como jesuíta español, antropólogo guatemalteco, terrorista inter
nacional, teólogo de la insurrección, comunista, homosexual. Ze
dillo, inclusive, ha dado ya su número de cédula.
Marcos escribió en un comunicado su propia versión.
"Marcos es gay en San Francisco, negro en Sudáfrica, asiático en
Europa, chicana en San Isidro, anarquista en España, palestino en Israel,
indígena en las calles de San Cristóbal, chavo banda en Neza, rockero en
cu, judío en Alemania, ombusdman en la Sedena, feminista en los partidos
políticos, comunista en la posguerra fría, preso en Cintalapa, pacifista en
Bosnia, mapuche en los Andes, maestro en la CNTE, artista sin galería ni
portafolios, ama de casa un sábado por la noche en cualquier colonia de
cualquier ciudad de cualquier México, guerrillero en el México de fin del
siglo xx, huelguista en la CTM, reportero de nota de relleno en interiores,
machista en el movimiento feminista, mujer sola en el metro a las 1 o p. m.,
jubilado en plantón en el Zócalo, campesino sin tierra, editor marginal,
obrero desempleado, médico sin plaza, estudiante inconforme, disidente en
el neoliberalismo, escritor sin libros ni lectores, y -es seguro- zapatista en
el sureste mexicano. En fin, Marcos es un ser humano, cualquiera, en este
mundo. Marcos es todas las minorías intoleradas, oprimidas, resistiendo,
explotando, diciendo "¡Ya basta!" Todas las minorías a la hora de hablar
57
~:.~ ~ lltt
! ~~ \
'
'¡¡ i~
1,,~
58 1 ALFREDO MOLANO
y mayorías a la hora de callar y aguantar. Todos los intolerados buscando
una palabra, su palabra, lo que devuelva la mayoría a los eternos fragmen
tados, nosotros. Todo lo que incomoda al poder y a las buenas conciencias,
eso es Marcos. Es el gatillo de la esperanza".
Leyendo lo que el subcomandante escribe y dice, uno tiene
que darle la razón a cierto periodista mexicano que le aconsejó al
Gobierno: "Déjenle las armas pero quítenle la maquinita de hacer comunicados".
[ 1995]
~.-·: ' '
·¡ ·~.
' ~
CUBA: CUARENTA AÑOS
E l avión sobrevoló la isla. Con sobrada razón, Cuba, alegre y
luminosa, ha sido llamada la Reina de las Antillas. Desde el
aire se ve el verde, el bermejo y el azul marino que la definen
y alinderan.
LA BRISA DEL CARIBE
Mientras aterrizábamos me pasaron por la cabeza, como ráfagas,
las primeras imágenes que tuve hace 40 años sobre Cuba: una fo
tografía de la revista LiJe donde se ve a Fidel conversando con el
periodista Herbert Mathews en la Sierra Maestra, y otra mostrando
a Fidel con una paloma posada en su hombro izquierdo cuando en
traba triunfante en La Habana. Yo tenía 14 años y la insolencia me
recorría el cuerpo y el alma. A mi generación, que en enero del 59
comenzaba a dejar la niñez, el triunfo de Fidel se nos antojaba parte
de la ola democrática que derrumbaba dictaduras; Rojas Pinilla y
Pérezjiménez habían caído estruendosamente.
No deja de ser paradójico que llegara a Cuba cuando ningu
na de las luces que la Revolución encendió todavía lo estaba, salvo
una, la más importante, la de la dignidad. Nosotros, los de los años
6o, vimos siempre la isla como el Faro de América, como el atajo al
socialismo, como la llave del siglo xxr. No fueron impresiones sola
mente; fueron ideas de carne y hueso, hierro y pólvora.
Cuando llegamos a la universidad traíamos la sangre exaltada
contra el Frente Nacional y habíamos oído hablar, "entre sueños de
otro sueño", de jorge Eliécer Gaitán, de Guadalupe Salcedo. Un día
supimos que un grupo de estudiantes y de campesinos alzados en
[59]
--------------------~·~··-¡ ----------------------·
1: 1