liliana heker cuentos

Cuentos de ftbolargentino

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Roberto Fontanarrosa humorista grfico excepcional y narrador de inusitado talento, naci en Rosario en 1944. Luego de trabajar varios aos en publicidad, en 1968 co-menz a publicar humor en la revista Bomm de Rosario, desde 1972 en la revista Hortensia y a partir de 1973 en el diario Clarn. Es autor de historietas insuperables como Inodoro Pereyra y Boogie, el aceitoso, libros que recopilan sus mejores chistes, como Fontanarrosa y los clsicos, Fontanarro-sa de penal, Fontanarrosa y el sexo y un libro en colaboracin con Toms Sanz: Pequeo Diccionario del Ftbol Argentino. Como narrador se destac por su inslita capacidad de ob-servacin y un olfato pardico demoledor. Ha publicado las novelas Best Seller y El rea 18 y varios volmenes de cuentos, entre los que pueden mencionarse No s si he sido claro, Uno nunca sabe y El mayor de mis defectos.


Cuentos de ftbol argentino

Adolfo Bioy CasaresJorge Luis BorgesMarcelo Cohen

Humberto CostantiniAlejandro Dolina

Jos Pablo FeinmannIns Fernndez MorenoRoberto Fontanarrosa

Rodrigo FresnElvio E. Gandolfo

Liliana HekerHctor Libertella

Diego LuceroMarcos Mayer

Pacho ODonnellGuillermo Saccomanno

Juan SasturainOsvaldo SorianoLuisa Valenzuela

Seleccin y prlogo de Roberto Fontanarrosa


ndice

Prlogo / Cortita y al pieRoberto Fontanarrosa

Esse est percipiAdolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges

Fantasa espaolaMarcelo Cohen

Insai derechoHumberto Costantini

Apuntes del ftbol en FloresAlejandro Dolina

DieguitoJos Pablo Feinmann

Milagro en Parque ChasIns Fernndez Moreno

Escenas de la vida deportivaRoberto Fontanarrosa

FinalRodrigo Fresn

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El visitanteElvio E. Gandolfo

La msica de los domingosLiliana Heker

La cifra redondaHctor Libertella

Hoy comienza el campeonato y habr fiesta para ratoDiego Lucero

Ver o jugarMarcos Mayer

FaluchoPacho ODonnell

TrnsitoGuillermo Saccomanno

CampitosJuan Sasturain

Gallardo Prez, referOsvaldo Soriano

El mundo es de los inocentesLuisa Valenzuela

Notas sobre los autores

Fuentes

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9Prlogo

Cortita y al pie

No crec queriendo ser como Julio Cortzar. Crec queriendo ser como Ermindo Onega. Por eso llegu a la literatura por la puerta de atrs, con los botines embarra-dos y repitiendo siempre el viejo chiste: Mi fracaso en el ftbol obedece a dos motivos. Primero: mi pierna dere-cha. Segundo: mi pierna izquierda. Tal vez por eso, todo prolegmeno que demore un partido de ftbol, me moles-ta. La ceremonia de los himnos, las fotografas previas, la entrega de alguna plaqueta, los proyectiles que caen sobre el arco de los visitantes dilatando el inicio del encuentro, me sacan de quicio. Y algo de eso se trasunta en el cuen-to mo que integra este libro. Conocedor de esa ansiedad por el pitazo inicial, sabiendo la expectativa que a uno lo carcome hasta el momento en que empieza a correr la pe-lota, abreviar en lo posible este dichoso prlogo. Entien-do largamente el deseo imperioso del amigo lector por deleitarse con un Juan Sasturain, un Pacho ODonnell, un Negro Dolina o un Gordo Soriano. Figuras que qui-zs, caprichosamente junto con Costantini, Fernndez Moreno y quien esto escribe, pueden ir al banco de su-plentes si el primer equipo forma, como se anuncia, con Saccomanno, Cohen o Lucero, Fresn, Borges y Valen-zuela; Gandolfo, Heker y Bioy Casares; Feinmann, Mayer y Libertella. Pero es bueno aclarar que, en esta lista de


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buena fe y mejor letra, no hay titulares ni suplentes. La editorial nos ha prometido que todos podremos lucirnos, ya que este maravilloso grupo humano es como si fuera una gran familia. Tanto que, vale consignarlo para evitar sorpresas, queridos aficionados al viril deporte del balom-pi, Ins Fernndez Moreno, Liliana Heker y Luisa Va-lenzuela han sido aceptadas en el plantel siendo, como sus nombres lo indican, mujeres. Bellas literatas que acceden a este mundillo supuestamente de hombres cabalgando en el crecimiento del ftbol femenino y en la innegable pasin que alberga en el corazn de toda nia argentina. Y basta de palabras. Seores, a lo nuestro. Que la pelota est en el centro del campo, el rbitro consulta con sus asistentes y ya damos vuelta la primera pgina de este par-tido para gozar del juego que los argentinos, como dira el Serrat, mejor jugamos y ms nos gusta.

Roberto Fontanarrosa


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