libro de elementos de minería - george j. young

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  • G e o r g e ). Y o u n g

    e l e m e n t o sDE

    M I N E R f ATR A D U C C I N

    DE LA C U A R T A E D IC I N 'IN G LE SA

    POR

    JOS CASTELLSIngeniero de Minas

    del Instituto Geolgico y Minero de Espaa

    S E G U N D A E D I C I N

    i (E D I T O R I A L G U S T A V O G I L I , S. A.B A R C E L O N A ( 1 5 ) Roselln, 87 - 89 M C M $ X I

  • CAPTULO I

    INTRODUCCIN

    El objetivo del minero y del ingeniero de minas es en el fondo el descubrimiento y extraccin de menas y sustancias minerales n a turales, que sean econmicamente utilizables. Por razones de con-

    T^aduccin au tor izada d veniencin, las sustancias que se encuentran en la naturaleza se di-' l r m e n t s of M i n INg viden en minerales metlicos, como los de oro, plata, platino, hierro,

    C o r n 0 CQSa G raw - h cobre, plomo, cinc, antimonio, manganeso, estao y tungsteno;p a n y ' Inc., de N uev minerales no metlicos, tales como carbones, yeso, tierra de in fu

    sorios, pmez, tierras ,, de batn , calizas, arcillas, calcita, caoln, feldespato, talco, esteatita , magnesita, doloma, cuarzo, bauxita, granate, corindn, fosfatos, barita , espato flor, azufre, am ianto, grafito, asfalto, petrleo, gilsonita, sal gema,, sales potsicas, nitro y brax, y rocas para construccin u ornamentacin, como alabastro , mrmol, calizas, areniscas, granitos, riolitas, traquitas, traver- tinos, palos y piedras preciosas.

    Definiciones

    Mena. En sentido restringido, el gelogo y m ineralogista em plean este trm ino para designar los minerales de que se obtienen los metales. E l minero utiliza este vocablo para designar cualquier rustancia mineral que se encuentra en la N aturaleza 'y de la que me de obtenerse econmicamente un m etal.

    Mineral. En, trm inos generales, m ineral es toda sustancia o ompuesto que se encuentra naturalm ente con composicin bien efinida y propiedades fsicas determ inadas. E n sentido ms

    - 1961 astringido, m ineral es para el minero toda sustancia natu ral va-61 osa, se utilice o no para la obtencin de metales, o el resultado de

    s operaciones de concentracin a que se someten las sustancias Gili, S. a . atradas de una explotacin minera con objeto de ponerlas en con-

    ---- ___ ciones de ser entregadas al mercado. *)rres Amat> 9 - B a r c b Escombro. Rocas o m ateriales removidos en las labores mi-Car/os !, i 57 . b a r c e 1 ra s ^ue no c(mtie:itleI1' sustancias aprovechables, o slo en pro-

    rcin tal, que es imposible su beneficio.Caja. Trmino minero para expresar el relleno de un filn o

    :a. Puede contener, o no, menas o minerales aprovechables.Y oung . 1.

  • 2 INTRODUCCIN

    Ganga. Slo eni m uy pocos casos los m etales se encuentran en estado nativo, pero incluso entonces se presentan acompaados por cantidades im portantes de m aterias extraas, que es necesario se I)arar de ellos, m ediante operaciones que suponen desembolsos El oro, plata, platino y cobre nativos se encuentran a veces en dep sitos im portantes, pero los restantes metales, e incluso los expresados, en m uchas ocasiones, se encuentran en forma de compuesto,' qumicos. Los minerales de las menas se encuentran rara vez solos lo norm al es encontrarlos asociados con otros minerales, que t frecuencia carecen de valor. Estos minerales asociados, que por . gla general no son minerales metlicos, constituyen lo que se der m ina ganga. Los minerales que constituyen la ganga son genera mente, cuarzo, calcita, limonita, fluorina, barita , siderosa, rod* nita, granate, feldespato, hornablenda y en ciertos casos rocas r* las salbandas, ms o menos alteradas. Las zafras que se obtiene* en las explotaciones mineras son una mezcla de uno o ms m inerales de las menas con uno o varios minerales de ganga, en. proporciones tales, que sea posible su ulterior beneficio.

    Minerales oxidados. La meteorizacin y la accin de las aguas superficiales altera la m ayora de los minerales de las menas y los convierte to ta l o parcialm ente en xidos, carbonatos o sulfatos. Estos compuestos son caractersticos de las zonas superficiales de los criaderos minerales, aunque la zona de oxidacin alcance a veces a profundidades im portantes.

    Minerales sulfurados. Los minerales que no han sufrido la in fluencia de la m eteorizacin y que se caracterizan por la presencia de sulfuros, son llamados minerales no oxidados, o minerales sulfurados, cuando los sulfuros figuran en proporcin preponderante

    Minerales mixtos. Se llam an as los que contienen minerale* de la zona de oxidacin, mezclados con otros no alterados.

    Minerales complejos. E ste trm ino no tiene significacin p recisa. Puede significar un m ineral que contiene dos o ms m etales un mineral de tratam iento difcil por la existencia de sustancias que compliquen los m todos simples de tratam iento , o un m ineral compuesto casi exclusivamente por una mezcla de sulfuros.

    Minerales pobres. Se llama as a los que tienen escasa ley y slo dejan corto m argen de beneficio.

    Minerales ricos. Trmino empleado para designar los m inerales con leyes altas, que proporcionan amplio m argen de beneficios.

    Concentrados. Minerales comerciales. Se llam an as aquellos que tienen valor suficiente para poder ser entregados a fundicin.

    Zafras brutas. Mineral que es necesario someter a operaciones previas, como estro, concentracin, etc., antes de que constituy un producto comercial susceptible de ser adm itido a las operaciones de m etalurgia para la extraccin del m etal que contiene.

  • VALOR Y LEY D E LOS METALES 3

    i .rales de las menas y minerales no metlicos. Los mine- oldt- las m enas y los no m etlicos se describen en los tratados de

    >d i. oga, a los que nos remitimos.

    ash[ m Valor unitario y ley de los minerales

    ilor unitario bruto. La unidad de peso utilizada norm alm ente minerales es la tonelada m trica de mil kilogramos. Los in-

    3 y americanos em plean norm alm ente la tonelada corta de 3rOQ libras (907 kgs), pero para los minerales de hierro y m anga- so, bauxitas, cromitas, feldespatos y p iritas se utiliza la tonelada

    -'i de 2.240 libras (1016 kg). E l peso del m etal contenido por to- , i -da, determ inado por ensayos o anlisis, m ultiplicado por el pre- o del m etal en el mercado constituye el valor unitario bru to del

    ovjsural.Valor bruto recuperable. E n el tratam ien to de los minerales

    ,!.. concentracin, amalgamacin, cianuracin, fusin, etc., slo se uede recuperar una parte del contenido to ta l en m etal. La parte

    vertperable m ultiplicada por el precio es el valor bru to recuperable,. proporcin de m etal recuperado vara segn el m ineral y el m-

    hIo utilizado. E n la ad ju n ta tab la figuran algunos ejemplos.

    T a b l a 1. P o r c e n t a j e a p r o x im a d o d e m e t a l e s r e c u p e r a d o s

    Metal Concentracin Amalgamacin Cianuracin Fusin

    ............................... 80 - 90 (85 - 95)* 70 - 95 70 - 95 10060 - 80 (80 - 95)* 60 - 80 60 - 90 95 - 98

    Job;*.......... 00 - 80 (90 - 95)* 90 - 95>TO/i............ 60 - 80 (80 - 95)* 90 - 95

    60 - 80 (80 - 95)* _ _ 80 - 90*-i j m .................. 60 - 75 _ - 95

    .......................................... 60 - 80 9 0 - 95

    * 11 porcentaje m xim o puede obtenerse por flotacin, en ciertos casos.

    Valor unitario neto o beneficio unitario. La diferencia entre el .'or b ruto recuperable y el coste de laboreo, tratam ien to y trans-

    , i fco y comisiones comerciales del m ineral o productos derivados tU l, es el valor unitario neto del m in e ra l; en otras palabras el be- uc/eio obtenible por unidad.

    Constancia del valor unitario. E n los minerales de un criadero < vial quiera vara el contenido en m etal de un punto a otro de l. De lieclio, es m uy raro que el contenido en m etal se m antenga u n iforme. E sta variabilidad d contenido es uno de los factores impor- fca-'A^ es que el ingeniero debe tener en cuenta constantem ente. E n todo caso, los costes de laboreo, tra tam ien to y servicio comercial, var;-:// dentro de lm ites relativam ente estrechos y sus variaciones pned* n ser previstas con frecuencia. Tam bin varan las cotizado-

  • 4 INTRODUCCIN

    ues de los metales, excepto el oro, en los pases que tienen esij m tal como patrn m onetario. E l porcentaje de recuperacinjj, ^ bu vara a veces, pero si se presentan variaciones considerable. t .{ n cic caractersticas fsicas y qumicas del mineral, es necesario , m< naturalm ente, que se produzcan fluctuaciones paralelas en es\y t ge: pecto. E n las operaciones sistem ticas de laboreo, los minera. ! la clasifican a menudo en tipos y a veces se mezclan los diferent* pos, con objeto de tener lechos uniformes en la p lan ta de tratan) ai to. Los valores unitarios medios se determ inan por desmuestres i d< tem ticos y representan una cantidad conocida. ci

    Cubicacin. Magnitud de los depsitos minerales. El volumen u m ineral contenido en un criadero cualquiera determ ina su imp n tancia comercial. El valor unitario del mineral, sin el factor cal 1 1 dad, slo tiene una significacin cualitativa. E l conocimiento de I dos factores, cantidad y valor unitario, permite determ inar con ciei exactitud los valores bruto y neto de un criadero determinado, valor bruto de un criadero m ineral debe ser suficiente para cub el coste de adquisicin, capital necesario para equipar la expo cin, incluyendo gastos de instalacin, explotacin y servicio com cial, as como ofrecer un exceso que representa el beneficio que y dr obtenerse en la explotacin. Toda empresa debe proporcio; bensficios para que tenga xito comercial y cuanto mayor sea beneficio tan to m ayor ser el xito de la empresa. ]

    Ambos factores, cubicacin del yacimiento y valor de los min< rales, no son siempre fciles de d e term in ar; su determ inacin exig cuidado, pericia y prudencia por parte del ingeniero. Antes de

  • VALOR Y I,EY DE I,OS METALES O

    m s o menos irregular,,en los cuales las mineraliza cienes se distri- buyen irregular mente tan to en direccin como en profundidad, h a ciendo casi imposible para el ingeniero conocer cundo estn rea lm ente agotadas las posibilidades de una m ina determ inada. La p re sencia frecuente de filones paralelos o entrecruzados aum enta aunla incertidum bre.

    Las m inas de prfidos cuprferos de los estados del Oeste noite-am ericano y las minas de hierro de Minnesota constituyen algunos de l o s ejemplos ms completos de evaluacin exacta d la cubicacin y calidad de los minerales de un yacim iento determinado, o de una serie de yacim ientos vecinos. La tab la 2 que se incluye a continuacin resume las reservas minerales y contenido en m etal de las masas de alguna de las ms im portantes minas de cobre de los E stados Unidos.

    T a b l a 2. R e s e r v a s d e c o m p a a s e x p l o t a d o r a s d e c o b r e

    (J . J . Croston, A. I. M E.

    Compaas Reserva en tons.Ley en

    cobre .Fecha

    (540 0 0 0 0 00 77 000 000 60 010 770 S4 624 860

    1,471,221,370,94

    1930193519351936 1932 1935 1935 1935

    Phelps Dodge Copper Go................................ 388 931 000 205 590 592 938 931 000

    1,13 2. )02.! 5

    112 549 287 1,471 --------------

    Podran darse otros ejemplos, pero los citados son suficientes para poner de manifiesto algunos de los mayores criaderos m inerales conocidos, sobre los que se han realizado los trabajos ms d e tallados para determ inar sus condiciones de explotabilidad. Estos ejemplos pueden considerarse como un extrem o d la escala, en cuyo otro extrem o figuran las m inas que explotan bolsadas en los es ta dos del Oeste americano. Las prim eras requieren sentido mgemeril, grandes instalaciones y enormes inversiones de capital, m ientras las ltim as slo exigen un minero prctico, unas barrenas, una fragua, una carretilla y una pequea can tidad de dinam ita. Las cantidades de m ineral explotadas en estas m inas varan desde unos cientos de kilos a varias toneladas, m ientras que el valor de los minerales llega a veces a miles de dlares. Las m inas grandes se caracterizan por el laboreo continuo y el movimiento de tonelajes enormes. Las p equeas m inas de bolsadas se distinguen por el laboreo interm itente y por el m anejo de pequeas cantidades de mineral. E n tie ambos extrem os pueden incluirse todos los tipos de criaderos 3 m inas existentes.

  • 6 INTRODUCCIN

    Ley do ios minerales. Las circunstancias econmicas de una m ina determ inada fijan la ley mnima del m ineral que puede ser explotado econmicamente. E n trm inos generales, la calidad lm ite del mineral es aquella cuyo valor recuperable bruto equilibra el coste que representa poner en el mercado el m etal o producto m etalfero contenido en la unidad de m ineral. E n una m ina cualquiera, la ley del m ineral variar durante la vida d la mina. Por regla general, es m ayor durante los primeros aos de la existencia de la mina y baja a medida que se acerca su agotam iento. Dentro de determ inados lmites, el criterio seguido en el laboreo determ ina la ley de los minerales. Cuando se explota en masa todo el relleno del criadero, el producto del laboreo puede ser de baja ley, ya que se arranca enteram ente todo el cuerpo mineralizado. E n el laboreo selectivo pueden obtenerse minerales de ley mucho m s alta, reduciendo los frentes tan to en longitud como en anchura, para no arrancar ms que las zonas m ejor m ineralizadas. To siempre es posible realizar un laboreo selectivo, pues la mineralizacin puede distribuirse de tal m anera, que sea indispensable arrancar por entero la masa m ineralizada. Cuando la mineralizacin es difusa, es cuestin de criterio definir los lmites de los frentes de arranque. E n la m ayora de las minas el m ineral se explota sim ultneam ente en cierto nmero de frentes y de ordinario la ley de los minerales vara de uno a otro de ellos, de la misma m anera que vara con el tiem po en cada uno de los frentes. E l desmuestre sistemtico de los frentes perm ite conocer estas variaciones y regular el arranque de ta l manera, que las zafras que se envan al lavadero o p lan ta de beneficio metalrgico tengan una ley aproxim adam ente uniforme. A menudo se sigue el sistema de aprovechar una zona rica del criadero, para regular la calidad media de las zafras brutas.

    Las estadsticas de precios, extendidas a un intervalo de tiem po suficiente, perm iten conocer las fluctuaciones de los precios de los metales. De ordinario son la oferta y la dem anda los principales factores determ inantes del precio, pero tam bin la coyuntura econmica y las condiciones polticas desempean im portante papel en este particular. El precio a que puede ser vendido un m etal o p roducto m ineral depende de los gastos de produccin e imiraestos, ms un exceso para cubrir suministros, reparaciones y am ortizacin de las instalaciones, am ortizacin del capital y cierta reserva para pocas de crisis. E sta es la postura del v endedor; la posicin del comprador est influida por los costes, impuestos y m ultitud de condiciones que definen el precio al cual l puede a su vez vender los productos. Tam bin los precios de guerra y las legislaciones de intervencin de precios han producido tem poralm ente una desviacin en el flujo normal de los productos bsicos hacia los compradores.

  • VALOR y I,EY d e LOS m e t a l e s

    Las explotaciones m ineras pueden dividirse en, dos tipos com erciales ; unas en que la calidad de los minerales es tal, que pueden proporcionar siempre beneficio en cualesquiera circunstancias del mercado ; el otro grupo incluye aquellas explotaciones que slo pueden funcionar en pocas de precios altos.

    Uno de los mejores ejemplos de influencia poltica nos lo m uestra la minera del oro. E n las condiciones econmicas que prevalecieron en Amrica hasta 1929, la m inera del oro fue declinando, pues siendo fijo el precio del oro, al aum entar los gastos por jornales, impuestos, sum inistros y otros, el beneficio desapareca en muchos casos. D espus de 1929, los gastos de mano de obra y los precios sufrieron una contraccin, como consecuencia de la depresin, y la industria comenz a recuperar-. Desde 1837 hasta 1932 inclusive, el precio de venta del oro fu de 20,67 dlares por onza (0,664 dlares por gramo), pero en 1934 el precio fue finalmente establecido a 35 dlares por onza (1,15 dlares por gramo). La produccin m undial de oro fu de 600 561 kilos en 1929 y de 1234 809 kg en 1939. La produccin norteam ericana fu de 68 688 kgs en 1929, de 186 717 kgs en 1940 y de 42 435 kgs en 1943 (estimada), despus que la m ayora de las m inas de oro fueron cerradas por orden del Ministerio de Produccin de guerra de 15 de octubre de 1942.

    Otro ejemplo de la influencia de los precios nos la da la minera del mercurio. E n 1929, la produccin am ericana fu de 23 632 frascos el precio medio de 122 dlares por frasco ; en 1943 se produjero n 53 500 frascos, siendo el precio medio de 195,21 dlares por frasco. La industria trab a ja sobre la base de ciertos mrgenes, pero cuando la dem anda de guerra aum enta los precios, la industria responde sobrepasando el duplo de la produccin normal.

    N aturalm ente, al lector le interesar conocer cul es ju s ta m ente el lm ite de explotabilidad de cada m ineral. Muchos factores influyen en este lm ite de explotabilidad. La escala en que se efecta la explotacin, la eficacia y buena organizacin de las explotaciones, la profundidad de las labores, la presencia o ^ausencia de grandes cantidades de agua, circunstancias adversas con relacin a la tem peratu ra y naturaleza fsica de las masas rocosas, la distancia a los mercados, fundiciones o puntos de em barque, as como otros m uchos factores, pueden variar en lmites m uy amplios.

    E n tre las minas de oro, la mina Alaska Juneau ha m antenido duran te muchos aos una posicin de record entre la m inera de b a jas leyes. A lo largo de un perodo de 45 aos la produccin fu de 70117 638 toneladas de zafras brutas, de las cuales 32 586 720 to neladas fueron tra tad as como gruesos clasificados y 37 530 918 toneladas pasaron a las p lan tas de tra tam ien to . La ley media de los p ro ductos tra tad o s en la p lan ta duran te este perodo fu de 1,611 g ra mos por tonelada, junto con pequeas cantidades de concentrados

  • 8 INTRODUCCIN

    de galena ; la ley media de los finos fue de 0,392 gramos, la de los m ixtos gruesos 0,277 y la media del todo uno 1,396 gram os/ton.

    La produccin de minerales aurferos en el Transvaal realizada por 44 compaas en 1940 fu de 64 515 350 ton. La produccin to ta l de oro fu de 420 991 kg, lo que representa una ley media de 6,5 gr/ton. La ley m xim a en una mina fu de 18,94 gr/ton. y la m nim a de 3,73 gr/ton. Los gastos de explotacin representaron 58,4% y el m argen de beneficios fu de 41,6 por ciento para todo el grupo.

    La m ayor m ina de oro del mundo (Crown Mines, Transvaal, Africa del Sur) tra t , en 1934, 3 558 000 ton. y produjo 31154 kg de oro a un coste de 0,788 dlares por gramo, aceptando para este perodo el cambio de 4,90 dlares por libra esterlina e incluyendo cargas e impuestos. La m ina Hmestake, deD akota del Sur, produjo en 1936 un to ta l de 1383 929 tons d las que se obtuvieron 17 295 kg de oro, siendo la ley m edia de 12,5 gr/ton, y el coste de produccin de 0,'697 $ por gramo. La mina Carson Hill, de California, produjo en 1936 unos 546 kg de. oro de 284 928 ton de minerales, con un coste de 1,011 $ por gramo.

    E n 1941, K ennecott produjo en el conjunto de sus m inas 10,7 kg de cobre por tonelada, as como oro, p lata y m olibdenita ; la ley m edia de los minerales de sus cuatro propiedades en los E stados U nidos fu de 1,04 % y la produccin fu de 8,48 kg de cobre por to nelada. Phelps Dodge explota actualm ente sus yacim ientos de Clay a cielo abierto. La cubicacin de este criadero, establecida a base de investigaciones por medio de sondas con trpano de corona de d iam antes y de labores mineras, arroja un tonelaje to ta l de 230 000 000, con una ley media de 1,06 % de cobre y se estim a que podrn recuperarse 8,709 kg de cobre por tonelada.

    E l m ineral de ley m nima beneficiado en el mundo por la miue- ra del oro, est representado por las explotaciones de aluviones con draga realizadas en California. La tab la que figura a continuacin resume los resultados obtenidos en los dragados realizados a lo largo de un extenso perodo de aos por la empresa Y uba Consolidated Gold Fields, que opera en Ilam onnton, California :

    T a bi.a 3

    Aos Cubicacin obtenida, m3 I.t v media cents/m3 Valor produccin totalCoste

    de explotacin por ma

    Exceso sobre el coste

    1015 - lfi 13 669 340 15,05 $ 2 1 3 3 578 5,67 $ 1 374 8681919 - 2d 17 983 810 17,88 3 213 213 9,12 1 45 5481928 - 29 19 073 995 10,47 2 196 846 6,08 1 066 1241935 - :> 27 400 508 13,51* 3 522 126 6,22 1 1 5 1 3 01936 - 37 28 300 661 15,38* 3 351 919 6,25 1 754 58?1938 - 39 37 370 026 12,18* 4 528 426 5,89 2 157 922

  • COMERCIO D E MIXEEAI.ES 9

    Recomendarnos al lector que lea las memorias de algunas com paas mineras y tom e nota de las leyes de los minerales, coste de produccin, prdidas en estriles y rendim ientos logrados. De esta m anera llegar a formarse un juicio acerca de las condiciones individuales de las explotaciones y aprender a distinguir los l m ites que separan las empresas con beneficio, de las no rentables.

    Valor de los metales, menas y minerales no metlicos

    Las perturbaciones econmicas de ]a prim era guerra mundial produjeron gran inestabilidad en el precio de los m etales : en 1920 y en 1921 las cotizaciones de los m etales fueron tan extrem adam ente bajas, que produjeron una gran paralizacin de la minera, tan to en los E stados Unidos como en el resto del mundo. La crisis econm ica am ericana de 1929-32 produjo tam bin una gran contraccin en los precios de los m etales y como consecuencia una paralizacin de las actividades mineras. La tab la 4 resume los precios anuales medios dur; n te un largo percdo de tiem po y refleja las fluctuaciones en forma suficientemente clara para destacar la inestabilidad de la minera, como consecuencia de la influencia de los precios de los m etales. E n los primeros m omentos de la segunda guerra m undial se in tent estabilizar los precios de los m etales, pero ccmo ni los salarios ni los impuestos fueron regulados de idntica m anera, la posicin de la minera en 1942 continu incierta. M ientras dur la dem anda de guerra, sin embargo, la produccin de minerales y m etales alcanz cifras record. Los precios de la p lata, cobre, plomo, cinc, mercurio, oro y otros metales estuvieron sometidos a control.

    Comercio de minerales y productos minerales

    Pi ecios. E l producto de una m ina o explotacin m inera puede ser : minerales preconcentrados, concentrados, m etales y ciertos subproductos. E n los Estados Unidos estes productos son vendidos a la. U nited S tates Mint, a compaas fundidoras, refinadores, com erciantes de minerales y compaas m anufactureras, cada Tino de los cuales slo se interesa por determ inados productos. Por ejem plo, la Mint slo se interesa por el oro y la p lata ; los fundidores suelen estar interesados en minerales de oro, plata, plomo, cobre y cinc y concentrados de estos m etales ; ciertas compaas m ineras p ro ducen m etales refinados y los venden directam ente a las industrias m anufactureras : los productores de minerales industriales suelen entregarlos al comercio interesado en tales minerales. Desde el p ro ductor al consumidor intervienen con frecuencia varios interm ediarios, cada uno de los cuales aum enta el precio. La revista E n giverr-

  • T a i m a 4 . P r e c i o s m e d i o s d e t>o s p r i n c i p a l e s m e t .v t .e s 1906-44 (Eng, and Mining Jour.)Cobre electroltico

    standard Plomo ' EstaoAos Nueva

    York Londres York Londres York Loutlre

    1906 19,278 87,282 5,057 17,370 39,810 180,0 ,)1907 20,004 87,007 5,325 10,0114 38,106 172,0381908 13,208 59,902 4,200 13,439 29,465 133,1211900 12,982 58,732 4,273 13,042 29,725 134,7741910 12,738 37,054 4,446 12,920 34,123 155,30$1911 12,376 55,973 4,420 13,970 42,281 192,3531912 16,341 72,942 4,471 17,929 46,096 209,4201913 15,269 68,335 4,370 18,743 44,252 201,6791914 13,602 61,524* 3,862 19,076c 34,301 156.564*1915 17,275 72,532 4,673 22,917 38,590 163,9601916 27,202 116,059 6,858 31,359 43,480 182,0961917 27,180 124,892 8,787 30,500 61,802 237,5631918 24,628d 115,530 7,413 30,100 e 330,1381919 18,691 90,796 5,759 28,590 63,328 257,6011920 17,456 97,480 7,957 37,832 48,273 295,8661921 12,502 69,356 4,545 22,752 28,576 165,2651922 13,382 62 123 5,734 24,097 32,554 159,4501923 14,421 65,840 7 267 27,147 42,664 202,1481924 13,024 63,149 8,097 34,421 50,176 248,7371925 14,042 61,920 9,020 36,429 57,893 260,9741926 13,795 57,971 8,417 31,075 65,285 291,0161927 12,920 55,6o3 6,755 24,192 64,353 288,9531928 14,570 63,703 6,305 21,060 50,427 227,1311929 18,107 75,416 6,833 23,246 45,155 203,8501930 12,982 54,611 5,517 18,077 31,694 141,8731931 8,116 38,342 4,243 12,958 24,467 118,3751932 5,555 35,962 3,180 11,913 22,017 135,8481933 7,025 36,359 3,869 11,670 39,110 194,5101934 8,428 36,319 3,860 10,935 52,191 230,2731935 8,649 35,430 4,065 14,238 50,420 225,4731936 9,474 42,650 4,710 17,599 46,441 204,4451937 13,167 59,339 6,009 23,326 54,337 242,1331938 10,000 45,411 4,739 15,266 42,301 189,4571939 10,965 5,053 50,323 226,1771940 11,296 5,179 49,827 256,4251941 11,797 5,793 52,0181944 11,775 6,500 52,000

    (Mayo)

    NuevaVorit

    0,108 " 5,062 4,720 5,000 5,520 5,758 6,943 6,648 5,213

    13,230 12,804 8,901 8,159 7,338

    CincHiiu T.njn

    i.o IH *. M I "4,5785,3525,1)705,6086,7995,5045,061

    13,05412,6348,7307,8906,9887,6714,6555,71616,607'6,3447,6227,3376,2426,0276,5124,5563,6402,8764,0294,1584,3284,9016,5194,6105,1106,3357,4748,250

    Londres27,020211,77120,16322,1852,05025,28126,42122,74622,544c67,53372,07152,41354,18042,87944,37225,84530,00333,05835,72836,62434,10528,51325,28424,79016,57012,21513,54515,66613,65714,08214,92022,25813.990

    Platu Aoti motilo Nuevo V o k

    MercurioNuevaYork

    AluminioNuevaYork

    PlatinoNuevaYork

    NuevaYork Londres

    21,7110 40,00 35,75 28,0405,327 14,8.10 41,50 45,00 30,9852,8114 8,004 4 4,84 28,70 10,3251,502 7,400 40,30 22,00 24,8753,486 7,380 47,00 22,25 32,7053,304 7,540 40,54 20,07 43,1200,835 7,700 42,40 22,01 45,5559,791 7,520 39,54 23,04 44,8854,811 8,763 48.31 18,03 45,1449,684 30,280 87,01 33,98 47,1365,661 25,370 125,49 60,71 83,4081,417 20,690 106,30 51,59 102,8296,772 12,581 123,47 33,53 105,95

    111,122 8,190 92,15 e 114,61100,900 8,485 81,12 32,72 110,9062,654 4,957 45,46267,521 34,406 5,471 58,946 97,61864,873 31,926 7,897 66,502 116,53766,781 33,969 10,836 69,761 118,81769,065 32,088 17,494 83,128 119,09362,107 28,686 15,988 91,903 113,26956,370 26,046 12,393 118,159 84,63658,176 26,746 10,305 123,506 78,58052,993 24,460 8,956 122,145 67,65538,154 17,666 7,667 115,000 45,35828,700 14,594 6,720 87,351 35,66527,892 17,843 5,592 57 592 23,30 36,45534,727 18,144 6,528 59,227 23,30 30,99349,973 21,229 8,901 73,865 23,30 36,46564,273 28,952 13,616 71,992 20,00 34,15045,087 20,075 12,240 79,917 20,00 42,92644,883 20,067 15,355 90,180 19,92 51,77343,225 19,523 12,349 75,470 20,00 35,90139.082 20,570 12,359 103,940 20,00 36,74834,773 22,281 14,000 176,870 18,70 37,92434,783 22,493 14,000 185,023 16,50 36,00044,750 23,500 15,839 115,538 15,00 35,000

    a 99 % de estao.b Precios del estao en Londres desde 1906 a 1914 segn datos de la Metallgesellschaft de Frankfurt arn Main. c Precios medios de 9 meses; no hubo cotizaciones en agosto, septiembre y octubre, Media de 11 meses; no iiubo cotizaciones en diciembre.6 No hay promedios.Las cotizaciones de cobre, estao, cinc, antimonio y aluminio en Nueva York o San Luis son en centavos de dlar por libra. Hasta 1929 el mercurio se coti

    zaba por frasco de 75 libras; despus, de 76 libras y 1 onza, y finalmente se hizo normal el de 76 Ib. La plata y platino se cotizan en centavos y dlares por onza, respectivamente. Todas las cotizaciones de Londres son en libras esterlinas por tonelada larga.

  • COMERCIO DE MINERAJES I I

    iv g and M in in g Jou rn a l publica mensnalmen.te los precios bsicos de minerales y metales. La forma en que se realiza el comercio de m enas y minerales var segn las localidades y m uy especialm ente segn la calidad de los m inerales o productos minerales de in ters para la industria.

    Minerales aurferos. La venta de minerales de oro a compaas metalrgicas, fundidores o comerciantes de minerales, se regula en Amrica por norm as establecidas de antiguo. E l mercado del oro est en la actualidad estrecham ente intervenido por los gobiernos, habiendo sido lijado el precio en los E stados Unidos a razn de 35 $ por onza, es decir 1,15 $ por gram o. Las compaas explotadoras de p lantas de beneficio pagan un porcentaje establecido por el oro y la p la ta contenida en el mineral, porcentaje que depende del ren dimiento que puede obtenerse en la extraccin del oro del mineral, el cual se determ ina por la prctica o por ensayos de laboratorio. Del precio se deduce la cifra representativa de los gastos de beneficio, corretaje y lucro comercial, y la diferencia es el precio que se paga al vendedor. E n Cripple Creek, con un precio base del oro de 20,67 $ onza, el m ineral se pagaba a razn de 20 $ por onza de oro-cOntenido, menos 4 $ por ton. de m ineral de 0,5 onzas o menos, y un mximo de 6 $ para minerales de 1 a 1,5 onzas por tonelada, en calidad de gastos de tratam iento . Se deducan igualm ente los gastos de tran sporte. En los das mejores de las explotaciones de Goldfield, en l e vada, el oro contenido en los minerales se pagaba a razn de 20 $ por onza hasta el 90 % del contenido en oro y p la ta y se deducan 7 $ por tonelada por gastos de tra tam ien to ; los gastos de transporte se deducan igualmente.

    La m ayora de las minas de oro poseen sus propias p lantas de beneficio y producen lingotes de oro bruto, concentrados, precipitados de cianuracin y subproductos menores. Los lingotes brutos pueden ser vendidos a la M in t; o tras veces se venden todos los productos a fundidores oficiales y refinadores. E n California, los concentrados que contienen oro son vendidos a los establecimientos fundidores sobre la base del oro contenido, de la m anera sigu ien te: de 0,03 a 5 onzas (0,93 a 155,5 gr) a 19 $ onza (0,61 $ gr), ms 90 % del exceso del precio corriente (1,11 $ gr) sobre el precio antiguo (0,664 $ g r ) ; de 5 onzas a 10 onzas (155,517 a 311,035 gr) a 19,5 $ onza (0,627 $ gr), ms el 90 % de la diferencia de p recios; de 10 a 15 onzas (311,035 a 466,552 gr) a 19,75 $ onza (0,635 $ gr), m s 90% de la diferencia de precios, y los de 15 onzas o m s (466,5 gr o ms) a 20 $ onza (0,643 dlares gramo) ms 90% del exceso de p recio. Para la plata contenida se hace una deduccin mnima de 0,5 a l onza (15,5 a 31,1 gr) y el resto se paga al precio fijado por el gobierno ' am ericano para la p la ta de produccin n ac io n a l: 71,11 centavos onza (6 julio 1939) o sean 22,86 $ kg. Por gastos de fusin

  • 12 INTRODUCCIN

    se cargan de 6.45 a 10 $ por tonelada. Cuando se tra ta de lotes m uy pequeos se cargan tam bin los gastos de desmuestre. Los precipitados de cianuracin y las escorias de refino se venden en otras condiciones.

    Frmulas de compra, de fundidores. Los minerales de cobre, cinc, plomo y sus concentrados, se com pran con arreglo a determ inadas frmulas en que se tienen en cuenta la cotizacin del m etal, gastos y deducciones. Cada fundidor utiliza en Norteam rica su propia frmula, aunque la m ayora de ellas corresponden a m odelos uniformes o semejantes. De ordinario, se fija una fecha para la cotizacin, que suele ser la fecha de ultim acin del ensayo, y de acuerdo con ella se fija el precio del m etal por la cotizacin del En- ginnering and M in in g Journal. Los fundidores com pran minerales en lotes de d istinta im portancia, y vara tam bin el tiempo que m edia entre la adquisicin del m ineral y la venta del m etal obtenido. P ara protegerse contra las fluctuaciones de las cotizaciones, la m ayora de los fundidores tienden a vender cada da una cantidad de m etal equivalente a sus compras de minerales. Algunos minerales, a causa de la existencia de m etales accesorios, son difciles de t r a ta r y dan lugar a prdidas que exceden de las normales en m etalurgia. E l fundidor se reembolsa de ellas estableciendo sanciones o cargas extra. Los minerales que se funden m uy fcilmente o que son convenientes para ciertas mezclas favorables, disfrutan de p rimas o crditos adicionales. E n algunas frmulas se llega a prever incluso los eventuales aum entos de salarios. Tales frmulas resulta n m uy complicadas. Como resumen citaremos algunos ejem plos:

    Minerales de plata. Tales minerales se com pran sujetos a un descuento de 0,5 a 1 onza por tonelada ; el 95 % de la plata restan te se paga al precio interior o de im portacin de la p lata , segn sea el origen del m in era l; por gastos de fusin se cargan de 5 a 6 $ para lotes de 10 tons o ms y 10 $ para partidas de menos de 10 tons ; tam bin interviene la ley del m ineral y as los gastos de fusin suben hasta 10 $ para minerales de a lta ley.

    M inerales de cobre y concentrados. Los concentrados de cobre se com pran sobre la base del anlisis por va hmeda, menos 10 20 libras por tonelada (4,50 a 9 kg), a l precio del mercado de Nueva Y ork para cobre electroltico, menos 2,50 centavos por onza. Los gastos de fusin se cargan a razn de 3,50 a 7,50 $ por to n . ; se deducen los gastos de transporte y, para las partidas pequeas, el desm uestre y m anipulacin. La p lata contenida se paga en lo que ex ceda de 1 onza (31,103 gr), calculando el 95 % del resultado del en sayo, al precio Mint si el m ineral es del interior, por la cotizacin H andy and H arm an si es de im portacin. Si el contenido de oro excede de 0,03 onzas (aprox, 1 gr), se paga el to ta l contenido al 92% del precio de la Tesorera Americana, o sea a 32,20 $, onza (1,06 $ gr).

  • COMERCIO D E M IN E R A JE S 13

    M inerales de plomo y concentrados. Los concentrados de plomo se compran, sobre la base del anlisis por va hmeda, menos 1,5 u n idades ; el pago se liaee por la cotizacin de Nueva York menos 1,5 centavos por libra : base 30 % de plomo por va seca. P ara leyes de menos del 30 %, se deducen 10 centavos por unidad, por cada una que baje del 30 ; por cada unidad sobre el 30 % se paga 1 centavo. Los gastos de fusin se cargan a razn, de 2.50 a 6 5 por ton. La p lata se paga si excede de 0.5 onzas, calculando el 95 % a la cotizacin de Nueva York ; cuando el oro excede de 0,02 onzas por ton (0,6222 gramos) se paga a 31,818 $ por onza basta 5 onzas, y a 32,318 $ onza, de 5 a 10 onzas ton. Se establecen varias penalidades : el bismuto, arsnico y antim onio se consideran perjudiciales y son objeto de sancin ; para el arsnico y antim onio se adm ite una unidad sin p en a lid ad ; todo exceso se sanciona a razn de 50 centavos por u n idad ; el azufre se tolera hasta 2 %, el exceso se carga a razn de 25 centavos unidad, con un mximo de 2,50 $ la tonelada ; al hierro se concede un crdito de 0 centavos unidad y la parte insoluble se penaliza con 10 centavos unidad.

    M inerales y concentrados de cinc. E l pago de los minerales de cinc se hace sobre la base de liquidar el 82 % del cinc contenido, al precio de St. Louis, menos 29 centavos por cada 100 Ib s .; el 75 % del oro contenido, por encima de 0,05 onzas/ton, se paga a 32,32 $/onza ; el 75 % de la p lata contenida se paga al precio M in t; el 65 % del plomo que exceda de 2,5 % se paga al precio del m ercado, manos 1,5 centavos por libra ; el 75 % del cobre que exceda do 2 % se paga al precio del electroltico menos 5 centavos por l ib ra ; por gastos de fusin se cargan 2 8 f/to n , ms o menos 2 $ por cada centavo de alza o baja en el precio del cinc por libra. Se deducen los gastos de transporte y en algunos contratos se pre ven los aum entos eventuales de salarios.

    T \ bla 5. P r e c i o s d e l a n t im o n io , p o r u n id a d ( t o n e l a d a c o r t a )

    Tanto por ciento

    de antimonioPrecio

    por unidadTanto

    por ciento de antimonio

    Precio por unidad

    Tanto por ciento

    de antimonioTrt :io

    por unid; i

    40 $ 1 ,4 0 47 $1 ,48 54 $ 1,51541 1,405 48 1,50 55 1,52042 1,410 49 1,50 56 1,52643 1,415 50 1,502 57 1,53044 1,430 51 1,503 58 1,53545 1,450 52 1,505 59 1,54046 1,465 53 1,510 60 1,550

    M in erales de an tim onio. E n 194.1, los minerales de antim onio eran adquiridos por corto nmero de compaas, por vagones completos f. o. b. en los puntos de em barque, a los precios sealados en

  • 1 4 IXTRODUCCIX

    la. tab la 5. Tam bin se negociaban minerales de menos de 40 % y m s de 35 % de antim onio, pero a precios ms bajos.

    M inerales diversos. Los minerales de hierro se venden sobre ja base del hierro contenido. La presencia de slice o el porcentaje bajo en tra an reducciones en los precios, y en los minerales Bessemer el fsforo no debe exceder de 0,10 %. Los minerales de hierro duros alcanzan proporcionalmente mejores precios que los blandos y p u lverulentos.

    Los minerales de manganeso se liquidan de acuerdo con el contenido en manganeso. E l lm ite para la slice es el 8 %, el lm ite de fsforo 0,25 %. Si estos porcentajes se sobrepasan, los precios sufren penalizacin. E n algunos casos, cuando no se puede alcanzar el grado de pureza exigido, los m inerales resultan invendibles. Las calidades y precios para cierto nmero de minerales diferentes se publican peridicam ente en el E n gin eerin g ad M in in g Journal.

    Industrias mineras

    Industrias mineras en los Estados Unidas. E n la tab la de la p gina 15 se resumen algunos datos de la industria m inera americana segn la estadstica de 1939.

    Yacimientos minerales

    E n el cuadro de la pgina 16 se encontrar una clasificacin sistem tica de minerales y criaderos minerales.

    Caractersticas generales de ios criaderos

    Afloramiento. Afloramiento es la interseccin con la superficie del terreno de un criadero que se extiende hasta aqulla. Puede ser claro y perfectam ente visible, o puede estar m s o menos enm ascarado por depsitos detrticos.

    Hastiales. Son las superficies que lim itan un filn o capa; la superior se denomina techo o p en d ien te ; la inferior, m uro o y a cente. Los hastiales pueden ser definidos o indefinidos.

    Buzamiento y direccin. Se denomina buzam iento el ngulo de m xim a pendiente, con el plano horizontal, de un criadero en forma de filn o capa. Direccin es el rum bo con relacin al m eridiano magntico o al verdadero, medido en ngulo recto con el buzam iento. Ambos trm inos, direccin y buzam iento, se utilizan para definir filones y capas. Xo son m agnitudes constantes y pueden sufrir variaciones de un punto a otro de una capa o vena. E n los d epsitos irregulares, estos trm inos no tienen equivalente, pero se

  • c a r a c t e r s t ic a s d e i ,o s CRIADEROS 15

    T a b l a 6. I n d u s t r ia s m in e r a s d e l o s E s t a d o s U n id o s , 1939

    IndustriasNmero

    deempresas

    Nmero de minas, canterasV pozos

    Nmero de empleados a sueldo

    Nmero de jornales (media, anual)

    Valor de la produccin

    En to ta l...................... 20 927 361 202 82 809 779 032 $3 430 258 644Carbn:

    A ntracita................ 346 507 5 411 82 822 189 647 913H ulla ........................ 5 009 5 686 19 656 369 156 727 367 537Petrleo crudo, gas 7 782 347 645 30 322 .105 166 1 375 953 576

    Metales :Cobre....................... 35 51 2 908 2 844 141 634 842Hierro...................... 100 177 2 228 20137 150 872 108Plom o...................... 62 76 998 6 984 31 467 413Cinc.......................... 138 170 974 8 653 31 184 092Oro, filn............... 820 841 1 612 17 279 86 063 020P la ta ........................ 150 163 368 4 244 19 715 727Oro, placeres......... 306 339 477 3 228 28 026 824Mercurio................. 64 61 74 602 1 830 116M olibdeno.............. 5 5 112 910 15 410 581Tungsteno.............. 35 49 134 960 3 353 852

    Piedras :Caliza, T ................. 965 1256 2 129 25 619 80 655 601Granito, T ............. 199 242 384 4 417 12 876 081Basalto, T ............. 101 120 278 1 910 9 658 219Pizarra, T .............. 70 79 115 1 341 4 162 547Mrmol, T ............. 31 44 41 1 405 2 708 857Arena y grava... 1 253 1 563 2 818 16 959 79 402 277

    Varios :Abrasivos natura

    le s ......................... 33 41 45 366 1 295 228A m ianto.................. 9 9 9 160 492 487Asfalto natural. . 23 23 123 730 2 968145B arita...................... 37 47 62 792 2 065 048Bentonita............... 27 29 62 357 1 982129Arcilla T ................. 833 1 061 760 10 648 24 847 153Feldespato.............. 47 59 54 512 981 162Espato flor.......... 60 61 109 1 287 3 397 624Tierras de batn. 21 22 116 562 2 106 721Y eso......................... 34 59 97 1 327 4 568 925Magnesita y bruci-

    t a ...................... 3 4 12 216 1 396 168M ica___. . . . 22 21 20 190 326 573Fosfatos................ 33 40 382 3 372 12 280 471Potasa...................... 5 5 284 1 516 13 963 561Piritas...................... 6 5 15 189 601 588Sales....................... 17 17 181 1 380 6 896 271Azufre...................... 8 10 507 1 517 31 812 230Talco y safronita 29 38 167 970 3 269 087Trpoli...................... 9 12 20 139 426 761Vermiculita............ 7 7 8 56 149 883

    Empresas en produccin ...................... 18 920 361 040 77 019 736 150 3 221 927 057

    Combustibles, total.. 13 345 353 969 57 509 566 956 2 392 753 928Min. metlicos, total 1 753 1 992 10110 88 394 515 008 693Piedras, to ta l............ 1 521 1 929 3 158 37 287 117 033 887Varios, to ta l.............. 439 526 2 330 15 906 92 881 119

    Nota. T significa total, incluyendo explotaciones semejantes a las del epgrafe. En varios no' se incluyen arcillas y pi2arras, pero s varios productos no especificados en la tabla.

    I*a tabla precedente est tomada de la tabla I, del vol. 1 de Mineral Industries, Sixtccnth Census. Vanse en el mismo volumen las tablas X a XXX y otras.

  • 1 6 INTRODUCCION

    tom a como corrida del depsito m ineral la direccin del eje m ayor, y como inclinacin la del eje m ayor con relacin a un plano vertical norm al a dicho eje.

    I. Criaderos debidos a la erosin o meteo- rizacin.

    Clasifica ci x de criaderos y mineralesM e t l i c o s

    Hierro I Manganeso

    f I n s i t u o muy prximo Oro al origen | Estao

    [ Platino

    Erosionados portados a distancia

    f Placeres aurferos I Placeres de estao

    trans- J Placeres de platino :ia j

    rarasMonacitas y tierras

    . II. Criaderos formados en el seno de aguas superficiales

    Por precipitacin

    Por evaporacin

    Magnetita

    f Hierros y manganeso Calizas j de pantanos

    ^ Hierros oolticos ^Siderosa

    N o m e t l i c o s Arcillas residuales. Bauxita Fosfatos Barita Ocres

    Arcillas detrticas Arenas cuarzosas Tierras de batn

    Piedras preciosas

    f Derivados de masas rocosas

    III. Criaderos producidos por la circula- ^cin de aguas sub terrneas

    Minerales de hierro Idem de cobre, plomo,

    vanadio, cinc

    IV. Criaderos formados por aguas termales ascendentes, asociadas con gases e intrusiones gneas

    V. Criaderos debidos al metamorfismo y relacionados con IV

    Criaderos de segregacin magmtica^ relacionadas con IV'

    f Sulfuros ordinarios Derivados de criaderos ^ o de enriquecimiento

    (_ primarios [ Cobre, oro, plataf Minerales de mercurio, j antimonio, oro, plata, ^ plomo, estao, cinc, i cobre, tungsteno, mo- l libdeno

    CretasDolomasFosfatos

    Sal gema YesosSulfato sdico Bicarbonato sdico BraxSales potsicas

    TurbasLignitosHullasAntracitasTierras de diatomeasBaritaAzufre (?)MangnesitaTalcoSaponitaAmiantoYesoNitroNitratosBrax (?)

    Segregaciones

    Diques pegmatticos

    f Minerales de cobre, hie- rro, plomo, cinc, es- tao

    ' Magnetita Calcopirita Mispiquel Platino Casiterita Cromita

    _ Sulfuros de nquel

    ' Casiterita Volframita Columbita Molibderita Minerales raros

    Cuarzo Calcita Alunita Brax (?)

    GranatesGrafitoCorindnCorindnDiamante

    FeldespatoMicaApatitoLepidolitaCircnPiedras preciosas

    Recubrimiento. Se denomina recubrim iento de un criadero horizontal o ligeramente inclinado, el conjunto de m ateriales t-

  • c a r a c t e r s t ic a s d e i ,o s c r ia d e r o s 1 7

    rreos o detrticos superpuestos a la masa mineral. E n muchos casos, sn espesor es suficientemente reducido para que resulte rem unera- dora sn remocin, para explotar el criadero a cielo abierto o en cantera . E l hierro, carbn, cobre, los placeres aurferos, etc., se explotan perfectam ente por este sistema.

    Propiedades fsicas de los hastiales y menas o minerales. Puede ocurrir que, tan to los hastiales como el relleno de la caja-, tengan caractersticas perm anentes en toda la extensin de un criadero, pero lo corriente es que se observen cambios notables de unos a otros puntos de l, lo cual debe ser objeto de estudio y observacin. Los m todos empleados para el arranque han de adaptarse naturalm ente a la naturaleza de los m ateriales tratados. De igual m anera, la fortificacin podr ser proyectada ms lgicamente si se conocen bien las propiedades fsicas de los hastiales o rocas de caja. Con frecuencia, no se concede excesiva atencin a este problema y como consecuencia se tropieza luego con dificultades en las explotaciones.

    Accidentes e interrupciones de continuidad. Un criadero minera l puede ser continuo, tan to en direccin como en profundidad, o puede estar, por el contrario, cortado por una falla. Algunos criaderos estn profundam ente transtornados por fallas, lo cual puede originar dificultades, no slo para seguirlos, sino para explotarlos. La existencia de muchas fallas indica en general poca consistencia de la masa de rocas y obliga a tom ar precauciones.

    Plegamientos. Los yacim ientos estratificados, en particular los sedimentarios, como los de carbn, pueden estar plegados ta n in tensam ente, que ofrezca serias dificultades la aplicacin de los m todos normales de explotacin. Los gastos de explotacin de t^les criaderos resu ltan ms elevados que los de los depsitos regulares.

    Extensin vertical de la mineralizacin y profundidad bajo la superficie. Uno de los datos de m ayor im portancia para el e s tu dio de los mtodos de laboreo, es el conocimiento de la profundidad a que se encuentra el criadero bajo la superficie y su desarrollo en profundidad. Tanto la eleccin de las instalaciones de extraccin como las labores de preparacin y arranque, estn directam ente in fluidas por estos factores. E n las minas Calumet y Heela, la m ineralizacin se extiende hasta la profundidad de 1500 m. a p artir de la superficie. Las minas de cobre de B utte , en M ontana, se trab a jan entre 300 y 1200 m. de profundidad. La m ina Kennedy, en California, est preparada hasta una profundidad de 1500 m. La perturbacin del equilibrio de las masas de roca que representa el la boreo a tales profundidades, si la potencia del criadero es considerable, debe ser tenido en cuenta desde la iniciacin del laboreo.

    Zonas de enriquecimiento, bolsadas, bonanzas. Ningn criadero m ineral m uestra com pleta uniform idad en la distribucin del contenido en metal. La. distribucin resulta relativam ente uniforme

    Y o u n g . 2.

  • 18 i n t r o d u c c i n

    en las formaciones aurferas del Transvaal, en los filones amigda- loides de cobre del Lago Superior, en las minas de prfidos cuprferos de Nevada, U tah, Arizona y Nueva Mjico, en la mina Ho- mestake, en las minas de hierro de Minnesota y Michigan, etc. ; pero en la m ayora de los casos, en los criaderos de oro, plata, oro y p lata , cobre, plomo-plata, plomo-cinc, etc., la distribucin de la m ineralizacin es sum am ente irregular. Cuando la concentracin es suficiente para perm itir econmicamente la explotacin, el depsito se denomina bolsada o bonanza. La extensin de estas zonas de concentracin puede ser m uy variable, desde nidos de escaso v o lum en a millones de toneladas. La causa prim aria de la formacin de estas concentraciones es la existencia de condiciones favorables para la deposicin. Las concentraciones producidas por enriquecim iento secundario, se encuentran cerca del nivel fretico o en su zona y continan a lo largo de l. Las disoluciones mineralizadoras pueden encontrar en su camino estratos impermeables, y entonces, al discurrir a lo largo del contacto, form an depsitos en esta zona. La naturaleza qumica de la roca de caja puede influir igualm ente y favorecer la deposicin en reas determ inadas. La interseccin de fisuras o fracturas constituye con frecuencia zona favorable para la formacin de depsitos metalferos, particularm ente cuando sirven de punto de encuentro a soluciones mineralizadoras capaces de reaccionar entre s. Cada localidad, y de hecho cada criadero, constituye un problema particular, de ta l modo que slo la observacin a ten ta y frecuente puede llegar a desentraar datos que guen al minero. E l carcter errtico e irregular de las concentraciones es suficiente para sostener la creencia del minero de que en toda vena o zona ligeramente mineralizada es posible encontrar bonanzas, m ientras no se demuestre lo contrario.

    Bonanzas en los placeres. E n los depsitos aluviales, el oro se concentra generalmente en las inmediaciones de la roca de fondo. E n algunos casos pueden encontrarse niveles ricos m s altos, pero esto no es frecuente. La anchura y extensin de las bonanzas son m uy variables. Comnmente el oro se deposita all donde d ism inuye la fuerza de la corriente. Con frecuencia se form an b o nanzas en las partes cncavas de la roca de fondo ; el oro se encuentra junto a la roca y en el m aterial acumulado en el cncavo. Las cabeceras de cuencas rellenas y de deltas, donde la corriente desemboca en costas llanas, son igualm ente lugares favorables. Estas observaciones pueden aplicarse a los aluviones y placeres recientes. E n los placeres antiguos es difcil norm alm ente determ inar las condiciones topogrficas prim itivas, de ta l m anera, que no hay m s remedio que excavar hasta la roca de fondo.

    Aguas subterrneas. E n los criaderos minerales no es raro encontrar aguas subterrneas. E sto en traa siempre un gasto m s o

  • c a r a c t e r s t i c a s d e t o s CRIADEROS 19

    menos im portante. E l ingeniero debe aplicarse a determ inar sus condiciones, caudal y composicin qumica. La posibilidad de cerrar el paso a las aguas subterrneas, aislando las labores de las cuencas de recepcin, paga con creces el tiem po invertido en estas in vestigaciones. E n regiones hmedas, o semihmedas, las aguas suelen cortarse hacia los 15 m etros y se extienden a menudo hasta los 100 300 m, a p a rtir de la superficie. E n las regiones ridas no suele encontrarse agua en cantidad im portante hasta profundidades de 100 a 150 m, a p a rtir de la superficie. E n Tonapah, el prim er pozo profundo perforado result prcticam ente seco hasta la profundidad de 275 m. Muchas minas m uy profundas resultan secas en sus niveles inferiores. E n zonas mineras en que existe un campo de fractu ras intenso posterior a la mineralizacin, como consecuencia de plegamientos, la acumulacin de aguas en los campos de fracturas introduce difciles problemas en el laboreo. E n la mina Comstock se present un problema de esta naturaleza entre los 100 y los 975 m etros. Es cierto que en este caso se cortaron varios aflujos de aguas term ales en los niveles inferiores, pero la m ayora de ellos pudieron ser soslayados con bom bas de potencia m o d erad a; las dificultades ms graves se debieron a aguas acum uladas en grietas y fisuras.

    Temperatura de los terrenos. Aunque de ordinario el incremento de la tem peratura con la profundidad no constituye un problema serio, en algunas m inas m uy profundas se ha tropezado con dificultades por esta causa en los niveles inferiores. E n la tab la ad jun ta se indica la variacin del grado geotrmico en diferentes condiciones.

    G r a d o g e o t r m i c o , e n m e t r o s d e p r o f u n d i d a d p o r c a d a g r a d o c e n t g r a d o

    D E A U M E N T O D E L A T E M P E R A T U R A

    (T o m a d o d e I ,in d g re n : Mineral Deposits)

    En rocas no alteradas................................................................... ....34,6Bajo montaas y cordilleras e levadas....................................... 45,7E n rocas eruptivas o sus inm ediaciones............................... ...17 a 21E n la proximidad de aguas term ales.................................... ...10 a 17En minas de carbn o estratos carbonferos.........................23 a 35En minas en que la ventilacin ha enfriado ya las rocas . 31 a 115

    Gases del interior. E l laboreo de yacimientos en que se desprenden gases combustibles o irrespirables exige adop tar precauciones y mtodos especiales. Muchas capas de carbn encierran m etano u otros hidrocarburos gaseosos. Ocasionalmente se encuentra n itrgeno u xido de carbono en el laboreo de minas metlicas, aunque su presencia sea ordinariam ente ra ra . Tam bin se ha encontrado en ellas m etano, aunque raras veces.

    Topografa de la superficie. E l estudio de un criadero en relacin con las caractersticas topogrficas de la superficie tiene por objeto la seleccin de los puntos de ataque. E l emplazamiento de una cantera o de una labor a cielo abierto, est condicionado natu-

  • 2 0 INTRODU c c i k

    ram ente por la situacin de la m asa a explotar, pero de cualquier m anera es necesario prever sus accesos y drenaje. La solucin ms econmica slo puede lograrse previo estudio detenido de las caractersticas topogrficas. La seleccin del em plazamiento de pozos, socavones o instalaciones de superficie perm ite de ordinario cierta libertad, pero la eleccin juiciosa elim inar peligros debidos a corrimientos, avalanchas, u otras contingencias.

    Generalidades

    Las etapas normales de la historia de una explotacin m inera son las siguientes : el descubrimiento ; la prospeccin para determ inar las caractersticas del yacim iento y ley del m in e ra l; el re conocimiento, para determ inar exactam ente sus lm ites y los v a lores medios y lm ites de las leyes ; la preparacin para- la explota-* cin ; el m ontaje de los equipos para arranque, transporte y p reparacin del m in e ra l; la explotacin ordenada del yacimiento sobre la base de un tonelaje diario : la extensin de la preparacin con el adelanto necesario sobre las labores de arranque y la continuacin de la investigacin para tra ta r de reconocer eventuales reas colindantes. E l laboreo, contina con excepcin de las interrupciones por circunstancias de mercado adversas, que estn fuera de la posibilidad reguladora de la direccin, hasta agotar los minerales comerciales, en cuyo momento cesa el laboreo y se desm ontan y venden si es posible, las p lan tas y equipos.

    La duracin del perodo de activ idad de una propiedad m inera depende, como es lgico, de la cantidad de m ineral comercial que contiene y del ritm o de explotacin. E n general, conviene llevar e arranque al ritm o mximo, pero ste est a menudo condicionado por el capital necesario, por las dimensiones de la planta, la dem anda del mercado y las dificultades propias del laboreo. A veces, 100 ton. por da pueden satisfacer la dem anda dentro del radio en que los gastos de transporte excluyen la competencia. O tras reas de p ro duccin m ejor situadas, por lo que se refiere a gastos de transporte y centros de consumo, pueden sum inistrar el resto. O tras veces puede ocurrir que la dem anda est razonablem ente cubierta y entonces el nuevo productor tiene que buscar su mercado. Si tiene ciertas venta jas de gastos de transporte, coste de produccin o calidad de p ro ductos, podr com petir con xito. Una organizacin de ventas com peten te puede compensar en parte la fa lta de o tras ventajas com erciales. E n lo que se refiere a los m etales, la competencia suele tener menos im portancia que para los minerales no metlicos, pues por regla general, los fundidores estn siempre dispuestos a adquirir m enas y concentrados. Las grandes compaas refinadoras com pran

  • g e n e r a l i d a d e s 21

    fcilmente petrleos crudos a los productores. Los propietarios de minas de carbn han de com petir norm alm ente, en cambio, para abrirse mercados. E l minero de oro es el nico productor libre de competencia en precios, ya que el precio del oro es fijo.

    E l capital disponible es el factor ms im portante para determ inar la im portancia de las labores iniciales. Es necesario proceder con juicio al proyectar la preparacin, equipo y laboreo; al mismo tiempo es indispensable m antenerse dentro de lmites conservadores y m antener una reserva de capital suficiente, para hacer frente a las necesidades del perodo que media entre la iniciacin de los trabajos y la realizacin de ventas de productos. Cuando se agota el dinero, es posible a veces procurar capitales adicionales para completar los trabajos y crear el circulante necesario hasta que la tesorera de la empresa pueda nutrirse con los productos de ventas. Muchas pequeas explotaciones, e incluso algunas im portantes, encuentran dificultades en su iniciacin por proceder sobre planes excesivam ente ambiciosos. E l ingeniero conocedor de su profesin debe desarrollar los proyectos de laboreo con cuidado, calcular con la m ayor precisin los costes y asegurar los resultados, dentro de los lm ites del capital disponible. Circunstancias im previstas o accidentes pueden m alograr los planes m ejor estudiados, pero el ingeniero previsor debe contar con reservas para hacer frente a tales contingencias.

    E l mtodo de crearse el capital para una empresa m inera puede resumirse como sigue : en su prim era fase, el capital lo constituyen el tiempo y el esfuerzo del prospector, as como el dinero que l in vierte en sus actividades. Como raras veces dispone de posicin econmica capaz de perm itirle lanzarse a labores de investigacin y menos an de preparacin, casi invariablem ente inv ita a otros a adelan tar el dinero necesario, interesndoles como copartcipes, o si falla en este propsito, vende la concesin con los datos de la prospeccin elem ental. E n el prim er caso la prim itiva empresa se reorganiza en forma de compaa, e incluso se ofrece a terceros parte de las acciones y con el capital as obtenido se atiende a la investigacin y preparacin del yacim iento, as como a la adquisicin de los equipos y medios auxiliares necesarios. Comparativamente, pocas de estas empresas llegan en su desarrollo hasta la fase operativa (de produccin regular), por no haber invertido juiciosamente su cap ita l o no haber desarrollado los trabajos con la eficacia necesaria para servir al propsito final.

    USTo todos los trabajos de prospeccin llegan a la fase final de explotaciones mineras, y en este caso los tenedores de valores de tales empresas arriesgan indudablem ente su capital. Las grandes empresas mineras dedican cantidades de im portancia a la bsqueda de yacim ientos rentables, contando con que algunos de los que

  • 22 IN TRO D U CCI N

    se investigan sern productivos. Nunca deben emplearse sumas de re la tiva im portancia, si no es bajo direccin com petente y con el asesoramiento geolgico necesario para no m archar al azar. Probablem ente, una gran p arte de las empresas dedicadas a exploraciones m ineras fallan en sus propsitos, pero esto es debido al hecho de que el buen sentido para encontrar y reconocer criaderos no est demasiado extendido. A los directores de los trabajos de investigacin, an siendo com petentes, puede faltarles este sentido especial, que hemos de reconocer que no es frecuente. Por o tra parte , se han descubierto im portantes yacimientos, m ediante la aplicacin de razonam ientos geolgicos. Es de esperar, que cada vez mas, los conocimientos geolgicos, auxiliados por los mtodos geofsicos, perm itan realizar m s descubrimientos.

    Yacimientos comerciales. Se conocen sin duda muchos yacim ientos minerales y podrn descubrise muchos m s ; pero para que un yacim iento sea explotable o comercial, ha de satisfacer ciertos requisitos, entre los que figuran cierta cubicacin y ley media, susceptibles de proporcionar menas o minerales aprovechables con cierto m argen sobre los gastos de extraccin y cuya explotacin pueda hacerse sin complicaciones o restricciones, como las que resu ltan , por ejemplo, de posibles impurificaciones de cauces piblicos o do la atm sfera. E l agua es un factor esencial, y en algunos casos el coste de obtencin de la necesaria puede hacer prohibitiva la explotacin. Las disponibilidades de energa deben ser objeto de cuidadoso estudio. E l reclutam iento de m ano de obra y las lim itaciones im puestas por condiciones atmosfricas, por la a ltitu d y to p o grafa de la regin, han de ser igualm ente tenidas en cuenta. Es ne-

    La no existencia de mtodos conocidos para el tra tam ien to de cierto mineral, no constituye necesariam ente obstculo insuperable, pero es sin duda una complicacin grave. E n los ltim os tiem pos se han desarrollado nuevos m todos para concentrar y beneficiar minerales, que han hecho posible explotar con xito yacim ientos como los de Trail, Ajo y Chuquicam ata, o como en el caso de los n itra to s de Chile o las potasas de lago Searles. Es necesario genio in ventivo, estudio y experim entacin, ya que la ru ta del minero est sealada por los progresos de la m etalurgia y de la qumica, que vienen en su ayuda. Cuando existe u n m ineral de valor comercial en cantidad suficiente, es raro que se registren fracasos. Todos los das se p lan tean nuevos problemas, pero la experiencia ganada en re a lizaciones anteriores resulta siempre aprovechable.

    La propiedad m inera. La propiedad m inera tiene distinto carc ter segn los pases. E n unos, como ocurre en general en el continente europeo y en alguna de las naciones am ericanas, se considera la m inera de inters pblico y los yacim ientos como propie-

  • GENERALIDADES 23

    dad. independiente de la superficie. La explotacin de las minas se otorga por el Estado en rgimen de concesin y con sujeccin por tan to a los requisitos establecidos por las leyes. E n otros pases, como los E stados Unidos, la propiedad m inera tiene el mismo carc te r que otra propiedad inmobiliaria o industrial cualquiera y no est separada de la superficie en que se halla enclavado el yacimiento. E l derecho de propiedad m inera puede adquirirse ya por la posesin de la concesin adm inistrativa o ttu lo de propiedad segn los pases, por arrendam iento con opcin a compra, o por arriendo simple. La posesin de la concesin adm inistrativa de los pases en que rige dicho sistema, lleva aparejadas obligaciones legales, pero ta m bin disfruta de ciertos beneficios, por ejemplo, del derecho de expropiacin de los terrenos necesarios para el laboreo, como consecuencia del carcter de u tilidad pblica oficialmente reconocido. E n los Estados Unidos la posesin del ttu lo de propiedad minera lleva aparejada la propiedad del terreno y derechos sobre las aguas, en lo que estn ligados con la propiedad territorial. E l arrendam iento con opcin a compra, representa la propiedad condicionada durante Tin cierto perodo, que puede transform arse en pleno dominio de la propiedad o de la concesin, en las condiciones fijadas en la opcin, que generalmente se reducen al pago de determ inadas cantidades. E l tercer sistema representa prcticam ente el disfrute de la concesin propiedad durante un cierto perodo, m ediante el pago de un canon, que suele ser un tan to por ciento del producto bru to obtenido. E n Espaa, el arrendam iento o traspaso de dominio de una concesin m inera no puede realizarse sin previa autorizacin de los rganos de la adm inistracin. La situacin legal ac tual de una propiedad m inera puede conocerse consultando los registros oficiales existentes en todos los pases. De la misma m anera puede ob tenerse informacin sobre las cargas que eventualm ente graven tales propiedades. E l conocimiento de estos detalles tiene lgicamente im portancia en los cambios de dominio.

    Propiedades colindantes. La existencia de propiedades m ineras lim trofes puede llevar aparejadas ciertas dificultades, tan to para el uso de la superficie, para accesos o em plazam iento de escombreras, como para labores de acceso al propio criadero o la explotacin r a cional en ciertos casos. Por estas razones, interesa m uchas veces la adquisicin de las propiedades colindantes o la integracin de ellas en cotos mineros. Una direccin previsora debe asegurarse la compra o asociacin de propiedades vecinas cuando de esta m edida se deduzcan facilidades para la explotacin o se elimine la posibilidad de fu turas dificultades.

    Relaciones con la administracin pblica. Los derechos de aguas, los do paso, la utilizacin de fuerza hidrulica, los posibles daos de carcter pblico consecuencia del laboreo, tales como im-

  • 2 4 i n t r o d u c c i n

    purificacin de cauces, desprendimiento de humos perjudiciales, etctera, hacen necesario que la propiedad m inera est sometida a la vigilancia de los organismos de la adm inistracin pblica. E n pases en que estos extrem os estn legalm ente regulados, los p ro pietarios o concesionarios de m inas son responsables legalmente del cumplimiento de las disposiciones vigentes. Los campamentos mineros estn sujetos tam bin a las reglam entaciones sanitarias y de habitabilidad. E l laboreo propiam ente dicho ha de realizarse igualm ente con sujecin a los reglam entos de polica m inera y seguridad, as como a las leyes de trabajo . E l E stado ejerce la inspeccin a travs de organismos especializados ; los reglamentos p revienen que deben serles comunicados los accidentes que puedan ocurrir. La direccin de una mina, por o tra parte , est obligada a sum inistrar a la adm inistracin pblica informacin sobre produccin, personal empleado y otros datos estadsticos, segn previenen los reglamentos de los distintos pases. Cuando las labores se desarrollan dentro del rea de"montes pblicos, los trabajos caen dentro de la jurisdiccin de las autoridades forestales. Otro tan to ocurre con los establecimientos de beneficio, en cuanto se relacionan con los rganos de la adm inistracin.

    La direccin tcnica. E l ingeniero observa las condiciones del yacimiento, recoge datos, levanta planos e inspecciona los trabajos en orden al n propuesto. Su experiencia y conocimiento profesional le capacitan para la elaboracin de proyectos generales y de detalle, para seleccionar la m aquinaria que es precisa para los d istin tos trabajos, instalaciones de superficie, trabajos en cantera, p lantas metalrgicas, pozos, labores de preparacin, etc. Cuanto ms detallados sean los proyectos, tan to m s sistem ticam ente puede desarrollarse el laboreo y tan to m ejor pueden contrastarse los costes. E l trabajo debe desarrollarse con determ inado ritm o y secuencia, y cuando ha sido adecuadam ente proyectado, tan to la mano de obra como los m ateriales y el tiem po resultan debidam ente aprovechados. Es necesario adquirir m ateriales, transportarlos y alm acenarlos debidam ente y con antelacin a las necesidades, de ta l m anera que luego no se produzcan demoras por fa lta de previsin. E s necesario reclu tar capataces, vigilantes y obreros de diferentes categora s y llevarlos al tajo . Cuando sea necesario, habrn de acondicionarse con antelacin los locales necesarios para su alojam iento, y en todo caso las oficinas indispensables.

    Deben prepararse grficos de consumo de m ateriales y de m ano de obra y las construcciones debern realizarse sobre planos bien estudiados y detallados. La tendencia debe ser, siempre, coordinar los trabajos de ta l m anera que los objetivos se alcancen en los p la zos previstos. Cada parte del problem a debe ser analizada en s misma y en relacin con el conjunto. Las operaciones paralelas, diferen-

  • GENERALIDADES 25

    ciadas de las escalonadas, deben llevarse a cabo sim ultneam ente, de ta l m anera que el resultado final de cada una de ellas encaje en el ritm o general, en el tiem po preciso y sin retrasos. E l empleo eficaz del tiempo constituye la m edida de la habilidad de u n ingeniero. Las deficiencias y los retrasos son la consecuencia de planes indefinidos e incompletos, de inep titud para observar y analizar, de fa lta de vigilancia, de la estim acin imprecisa de program as de tiempos, de fallos en la obtencin de sum inistros de m ateriales y a veces, tam bin, de m ala suerte y de circunstancias adversas imprevisibles. La seleccin y vigilancia de las brigadas de trabajo , son condiciones esenciales para la eficacia de los resultados y para reducir al mnimo las demoras.

    Algunos ingenieros de m inas se especializan en el proyecto y construccin de instalaciones mineras, otros en el laboreo propiam ente dicho, otros finalmente actan como consultores mineros de compaas o empresas individuales. Los bancos y otros establecimientos financieros emplean con frecuencia ingenieros de minas para informarse sobre negocios mineros, exam inar concesiones y determ inar las condiciones econmicas de desarrollo de empresas mineras. E l campo del ingeniero de minas es en definitiva campo de negocios y en l hay oportunidades para la especializacin como consecuencia de la especializacin de las industrias en explotaciones hulleras, de hierro, m etales no frreos, minerales no metlicos, laboreo de placeres, petrleos y m ateriales de construccin, como arenas, gravas y piedra. E n cada uno de estos sectores hay oportunidades en proyectos, construccin, equipos, laboreo y tareas de consultor.

    B I B L I O G R A F I A

    C o t iz a c io n e s d i ; m e t a l e s y m i n e r a l e s :

    Eng in ee r i n g and M i n i n g Journal .

    P r e c io s y r e s m e n e s e s t a d s t ic o s ; i n f o r m a c i n g e n e r a l s o b r e l a i n d u s t r i a m i n e r a :

    M i n e r a l I n d u s t r y ; M a r k e t i n g Me t al s and M i n e r a l s ; Xonmet al l i c Mi ne r a l s ; M i n e r a l s Yearbook.

    M o n o g r a f a s m s o m e n o s c o m p l e t a s s o b r e e x p l o t a c i o n e s m i n e r a s p a r t ic u l a r e s :

    Phelps D odge, E n g . M i n . Jour . , vo l. 126, p. 642 ; Anaconda, i bld, vol. 128, p. 277 ; International N ickel, i bld, vo l. 130, p. 423 ; H om estake/M d ., vol. 132, p. 288 ; A laska Juneau , i bld . , vol. 133, p. 460.

    E ffect o R evaluation on th e Gold Mining Industry. J. J. C r o s t o n , T. P . 709, A . I. M . E .

    R ecent Trends in Copper Production, Ore R eserves, and Costs. J. J. C r o s t o n , T. P . 826, A . I. M . E .

    R ecent Studifcs of the R eserves of D om estic Phosphates. G. R. M a n s f i e l d , T. P . 1208, A . I . M . E .

    Sixteenth Census of the U nited States, 1940. The mineral Industries in 1939, vols. I and II.

  • 26 IN TRO D U C CI N

    International N ickel Company and Its Operations. Can ad i an M i n . J o u r . , N ovem ber, 1937.

    Mining Practices of th e St. Joseph Lead Company. N . A. S t o c k e t t , T. P .1565. A . I . M . E.

    M i s c e l n e a :

    D e R e M etallica (Agrcola), por H . G. H oover ; Interview s w ith Mining E ngineers. A. H istory of Am erican M ining, Men and M etals, R om ance of M ining, por T. A. Rickard ; R om antic Copper, por Ira B. Joralem on ; The Porphyry Coppers. por A. B. Parsons ; The H istory of th e Comstock Lode, por Grant H . Sm ith (The M ackay School of M in es); T he Diam ond Mines of. South Africa, por Gardner F. W illiam s ; Petroleum Production Engineering, por L. G. Uren.

  • CAPTULO II

    PROSPECCIN

    Definicin. La significacin fundam ental del trm ino prospeccin es la bsqueda de sustancias minerales ; su objetivo es el descubrim iento lie ella. Por extensin, se denom inan prospeccin los trabajos que se realizan para determ inar los lm ites de un criadero mineral. E l descubrimiento del afloramiento de un yacimiento m ineral, y m uy particularm ente en el caso de yacimientos metalferos, no proporciona ideas precisas sobre su extensin y, en consecuencia, sobre las labores, en parte o en todo subterrneas, necesarias para su beneficio. A esta prolongacin o continuacin de los trabajos do descubrimiento podra aplicrsele el trm ino exploracin , o

  • 28 PRO SPECCIN

    miento, particularm ente si parece tener im portancia, tiene el efecto de estim ular la bsqueda en las zonas colindantes y con frecuencia resu ltan de ello nuevos descubrimientos.

    Lo que el prospector llam a terreno favorable son e n prim er trm ino zonas de historia minera, en que existen o han existido la bores mineras, ya sean de explotacin, ya simplemente de investigacin, o bien aquellas regiones que parece deben contener m inerales . Aunque esta expresin es un tan to indefinida, la existencia de ciertas seales caractersticas en las reas que rodean yacim ientos conocidos justifica en el prospector inteligente el uso de esta expresin. E n otras palabras, el aspecto del suelo y de los afloram ientos rocosos en los alrededores de la m ayora de los criaderos conocidos, es diferente que a distancia de ellos. Cuando investiga la existencia de posibles afloramientos, el prospector debe exam inar sistem ticam ente toda el rea que estudia y particularm ente los afloramientos de rocas poco usuales. Los cauces de regatos y to rrentes son a menudo lugares favorables, ya que en ellos, con frecuencia, las rocas aparecen limpias de detritus y tierras. Las lomas de los cerros son zonas tam bin que suelen estar desprovistas de m ateriales trreos o aluvionales. Los aluviones y eluviones, cuando existen, se localizan de ordinario en laderas y en los cauces de re gatos y arroyos. Si se encuentran, el mtodo general es seguir el cauce en tan to se encuentren tales detritus. Luego se investigan las laderas registrando la extensin de los aluviones. Si no se encuentra mngn afloramiento visible, ser conveniente hacer calicatas. E n la bsqueda de aluviones es in teresante exam inar el m aterial extrado de las m adrigueras de los roedores pequeos. E l uso d iligente de un pico para remover fragm entos de roca recubiertos por el terreno perm ite con frecuencia hacer hallazgos interesantes.

    E l mtodo indirecto presupone conocimientos de geologa y de gnesis de los yacim ientos minerales. Es necesario que el prospector est familiarizado con los tipos m s im portantes de rocas y sus productos de alteracin. Si se encuentran minerales aparentem ente valiosos, deben ser estudiados detenidam ente con objeto de identificarlos con precisin: E ste mtodo es en definitiva un m todo de elim inacin. Si suponemos que hemos de realizar el estudio de determ inada rea, puede ya efectuarse la eliminacin por consideraciones topogrficas, de asociaciones de rocas, de edad geolgica, de peculiaridades estructurales y de tipo de depsito. Puede ocurrir que partiendo de estas consideraciones se llegue a eliminar, como no in teresante, el rea, entera o la m ayor p arte de ella, quedando en tonces slo una p arte para un examen detallado. E l objeto perseguido al proceder de esta m anera, es reducir el estudio de detalle a las reas crticas, en lugar de tener que exam inar sin distincin zonas m uy extensas.

  • TOPOGRAFA 29

    Topografa. Un territorio cualquiera adm ite en general la d ivisin en dos partes im portantes, una en la que la erosin es activa y de la que han desaparecido de la superficie, en todo o en parte, los productos de la. m eteorizacin y o tra en la que tiene lugar el depsito dlos productos de la erosin..N aturalm ente, la prim era incluye las zonas de relieve ,moderado y acusado, m ientras que la ltim a comprende las zonas de relieve poco acentuado. Si el ritm o de la erosin es m ayor que el de la m eteorizacin de la superficie, la roca queda expuesta al descubierto, m ientras que cuando ocurre lo contrario, las tierras y detritus se acum ulan y enm ascaran los afloram ientos de rocas. Como consecuencia, en las regiones de relieve m uy acusado, las rocas estn de ordinario al descubierto, m ientras que en las regiones de relieve suave se presentan a menudo cubierta s con tierras y detritus de espesores variables. La pendiente de los sistemas fluviales puede variar desde cero en los valles, a valores m uy altos en las m ontaas. E l poder de arrastre de una corriente de agua depende de la velocidad de la corriente y la velocidad a su vez depende de la pendiente del cauce. E n las partes altas de los to rrentes, las aguas arrastran piedras y bloques a veces g ran d es; en la zona interm edia del cauce, la corriente deposita gravas g ru esas; en la zona baja, gravas finas, y finalmente en las partes de menos pendiente se depositan arenas. E l caudal de la corriente desempea tam bin papel im portante.

    Los depsitos o yacim ientos de minerales pueden presentarse en forma de aluviones, eluviones o depsitos de ladera, o yacim ientos in situ. E n la prospeccin de los placeres recientes, la investigacin puede lim itarse nicam ente a las zonas en que la deposicin es o ha sido activa, es decir, eliminando las zonas de relieve to p o grfico interm edio o fuerte. Como los placeres son depsitos secundarios, slo han podido producirse cuando la red fluvial corta fo rmaciones que contengan minerales valiosos ; como consecuencia las zonas en que los aluviones constituyen placeres beneficiables estn lim itadas a ciertas localidades favorables. Debe notarse que. en una red fluvial extensa, se ha de contar con encontrar zonas de pendientes distintas, y es lgico esperar que los depsitos aluvionales sean ms im portantes all donde la pendiente se suaviza. Cuando el yacim iento prim ario slo es cortado por la red fluvial en una zona restringida, no es necesario decir que no deben buscarse placeres figuas arriba del yacim iento prim ario.

    La. prospeccin de los placeres se complica a menudo por el h e cho de que stos no se han form ado slo en la poca presente, sino tam bin en los perodos cuaternario y terciario y aun m s antiguos. La erosin actual deja a menudo depsitos de aluviones cua ternarios a niveles ms altos que los de las terrazas de las corrientes ac tuales y tam bin, y con m ayor razn, so encuentran cauces de an-

  • 3 0 PROSPECCIN

    tiguos ros terciarios expuestos a la erosin a niveles considerablem ente ms altos. E n otros casos, las condiciones estn invertidas y los depsitos cuaternarios y terciarios pueden estar soterrados bajo aluviones recientes. Algunos de los depsitos terciarios de g ravas de California estn recubiertos por m antos de lava y se encuentra n ahora en las mesetas y colinas comprendidas entre las corrientes actuales. E n ciertos puntos, la erosin ha puesto al descubierto los bordes de estas cuencas terciarias, arrastrando las gravas sobre las laderas de las colinas. E l prospector que descubre estos aluviones puede fcilmente llegar a encontrar el origen de ellos. A veces, el. cauce prim itivo ha sido puesto al descubierto por la erosin. Las terrazas situadas a niveles m uy superiores a los de los aluviones m odernos y los antiguos cordones litorales, han llam ado m uchas veces la atencin de los prospectores, en regiones en que se han descubierto y trabajado placeres modernos. Muchas veces, tam bin se han encontrado placeres constituidos por aluviones litorales.

    Los depsitos in situ se encuentran de ordinario con m ayor facilidad en regiones de relieve m oderado o acusado. Beck (!) dice :

    Los antiguosarutores alemanes hacan una distincin entre las m ontaas. Juzgaban preferibles las regiones m ontaosas de fo rm as redondeadas y valles planos a las zonas de m ontaas ab ru p tas, de fuerte relieve de carcter alpino, y esto no sin razn. Las m ontaas originadas por plegam ientos modernos en sentido geolgico, tales como las del Ju ra suizo, la m ayor p arte de los Alpes y los Crpatos, ta n caractersticas por sus formas abruptas, slo contienen por regla general mezquinos criaderos m inera les; por el contrario, las m ontaas viejas, principalm ente aquellas que se lev an taron en el perodo paleozoico, como las del H arz y Erzgc birge, son en conjunto mucho ms ricas en criaderos minerales, y o tro tan to puede decirse de las viejas cordilleras desm anteladas por la accin erosiva de las aguas.

    Aunque en general esta observacin conserva su validez aplicada a la m ayor p arte de los d istritos mineros de otros pases, el criterio topogrfico no debe ser tom ado con carcter exclusivo; es necesario tener en cuenta tam bin las condiciones geolgicas. P o cas veces se in ten ta la prospeccin de yacimientos metalferos donde los aluviones o depsitos de ladera recubren las rocas con fuertes espesores. Sin embargo, debe hacerse una excepcin notable en este aspecto. E n M innesota, muchos de los criaderos de hierro estn re cubiertos por fuertes espesores de formaciones glaciricas. La topografa es de relieve poco acusado, variando de zonas llanas a otras suavem ente onduladas. Las escasas zonas en que afloraban los criaderos dieron la clave de la situacin, y a despecho de las extensas

    (*) The N a tu rc Gf Ore D eposita , p. 062.

  • ASOCIACIONES D E ROC.AS 31

    superficies cubiertas por los depsitos glaciricos, se lleg a descub rir y delim itar m uchos otros criaderos por medio de pocilios y sondeos. Con frecuencia, tam bin los depsitos sedimentarios estn recubiertos por tierras, de ta l m anera que no afloran en ninguna parte. La existencia de tales criaderos slo puede ser descubierta por medio de sondeos, o deduciendo su existencia por razonam ientos geolgicos basados en el conocimiento de afloram ientos lejanos y en el es tu dio de la estratigrafa. Cuando no existen afloramientos, la clave de los problem as estratigrflcos ha de buscarse en el estudio de las colinas circundantes, en que la erosin ha puesto de manifiesto las formaciones, o en los barrancos y callones producidos por la erosin.

    Asociaciones de rocas. E n general, se ha observado de antiguo que existen ciertas relaciones en tre los criaderos minerales y las ro cas en que arm an. E n todo caso, es necesario proceder con precaucin al tr a ta r de generalizar partiendo de tales relaciones de asociacin. Considerando individualm ente ciertos distritos mineros, pueden hacerse, y se han hecho a menudo, generalizaciones de indiscutib le valor. Especficamente, el carbn est asociado con areniscas, pizarras, calizas y a rc illa s ; el petrleo con calizas, pizarras, areniscas blandas y arenas poco consolidadas; la m agnesita con serpentinas ; los granates con rocas metamrficas, y los fosfatos con calizas y pizarras. E n tre los metales, el oro se presenta asociado con cuarzo, cuarcitas, granitos, pizarras, esquistos, dioritas, andesitas, riolitas, tobas andesticas y riolticas, e t c . ; los m inerales de cobre, con cuarzos, granitos, m onzonitas, dioritas y calizas ; los minerales de p lo mo, con cuarzos, calcita, caliza y cuarcita ; los minerales de cinc, con calcita, arenisca y cuarcita ; los de hierro, con cuarcitas y p izarras ; los de estao, con granitos y con los minerales turm alina y lepidolita ; los de nquel y cobre niquelfero, con gabros, dioritas, peridotitas y serpentinas.

    Los criaderos siliciosos de oro y p la ta se dividen a veces en dos grupos: terciarios y preterciarios. E sta divisin tiene especial im portancia. E l terciario est asociado con rocas gneas de la edad terciaria, ligadas con centros locales de magm atis- mo de este perodo geolgico. Los tipos profundos estn re la cionados con rocas gneas anteriores al terciario y asociados con fo rmaciones sedim entarias cretceas o anteriores. Las rocas sedimentarias que no se hallan en las inmediaciones de estas intrusiones preterciarias, son desfavorables desde el punto de v ista de la existencia de criaderos de m etales preciosos. Cuando estn yuxtapuesta s a rocas gneas, su presencia puede ser considerada nicam ente como asociacin incidental. Las formaciones sedim entarias no tra n s tornadas, o slo m uy ligeram ente transtornadas, p rueban que no ha habido rocas intrusivas ni movimientos tectnicos. Cuando se tra te de yacim ientos genticam ente conectados con rocas gneas,

  • 32 PROSPECCIN

    es lgico esperar que puedan ser encontrados en reas caracterizadas por estas rocas. Cuando los criaderos deban su origen a la accin de aguas subterrneas no conectadas con intrusiones gneas, debemos esperar que los criaderos deban encontrarse en la proxim idad de formaciones que contengan diseminados los minerales de que hayan podido derivarse. Cuando sean de origen metamrfico, hemos de esperar encontrarlos en zonas de metamorfismo, m ientras que los de origen sedimentario se encontrarn en reas ocupadas por formaciones sedim entarias.

    Los principales grupos de rocas son : de origen gneo, extrusi- vas, intrusivas e hipognicas, de metamorfismo y sedimentarias. Cuando en un rea determ inada aparezcan rocas de uno o ms de estos grupos, la zona podr ser dividida con este criterio, lim itando la investigacin de los que sean criaderos a los caractersticos dentro de las reas apropiadas.

    O tra consideracin im portante es el estado de alteracin de las rocas. Se ha observado que cuando un territorio ha estado sometido a la influencia de soluciones de origen profundo, stas han atacado en muchos casos las paredes de las fisuras en que han circulado, produciendo alteraciones ms o menos extensas. La sericitizacin, cloritizacin, caolinizacin y silicificacin de las rocas, son efectos producidos por fluidos calientes procedentes de fuentes profundas. Donde se encuentren rocas que m uestren estos tipos de alteracin pueden hacerse hallazgos interesantes. La caolinizacin y descomposicin debidas a la ineteorizacin estim ulan y a veces enm ascaran, los efectos de la alteracin prim aria. Sin embargo, puede h acerse una diferenciacin clara : la alteracin prim aria est restrin gida, en muchos casos, a reas reducidas y locales, que de ordinario siguen direcciones generales definidas y que son relativam ente estrechas, m ientras que la me teorizacin es en general extensa. La presencia casi universal de p irita en estrecha asociacin con los m inerales de las menas, la facilidad con que este m ineral se meteoriza y el carcter fuertem ente coloreado de sus residuos, m arcan con frecuencia las reas de meteorizacin en la proxim idad inm ediata de un y a cimiento que aflora (montera de h ierro ) y sirve para distinguirlo de las reas que nicam ente m uestran la alteracin debida a la m eteorizacin. La pirita se presenta en pequeas cantidades en la m ayora de las rocas gneas, y cuando est meteorizada puede distinguirse de ordinario de eventuales zonas de mineralizacin, por la ausencia de otros productos de alteracin de la mineralizacin prim aria.

    Los estudios especiales de los afloramientos meteorizados, rea lizados por prim era vez por Charles H . W hite y Augustus Locke y despus por Eoland B lanchard y P. F. Boswell, han sido el resultado del desarrollo de una tcnica de observacin y un mtodo de in te rpretacin de las observaciones que tiene el inters de indicar, no solo

  • ED A D GEOLGICA 33

    la existencia de yacimientos minerales en profundidad, sino tam bin en cierto modo la naturaleza de ellos. E oland Blanchard afirm a que la m ayora de los afloramientos actualm ente m eteorizados pueden ser referidos con m ayor o menor seguridad, a los sul- furos u otros minerales de los que han derivado. Desde luego es necesario establecer con todo cuidado los m apas de las reas que se estudian , sobre la base de un desmuestre cuidadoso y un examen detenido de los m ateriales por medio de lupas de mano, microscopio, e incluso anlisis qumico. Pequeas diferencias en la estructura, color, mineralizacin y densidad, proporcionan los puntos de p a rtid a para efectuar la discriminacin, y cuando estos resultados ha n sido trasladados a los mapas, pueden distinguirse ciertas reas y seleccionarse las reas crticas. Locke, en su libro Leached Outcrops d a detalles sobre su mtodo. Eoland B lanchard y P. F. Boswell, en u n artculo del E n gin eerin g and M in in g Jou rn a l (18 febrero y 3 marzo de 1928), citan numerosos ejemplos de la significacin de los afloramientos y sus variaciones.

    Edad geolgica. La expresin ,del prospector, formacin fa vorable , es el reconocimiento, expresado toscam ente, de que cierta s rocas y series de rocas son ms favorables que otras. E l conocim ien