libro de buen amor
TRANSCRIPT
JUAN RUIZ ARCIPRESTE DE HITA. LIBRO DE BUEN AMOR (Ampliación)
¿QUÉ SE SABE DEL AUTOR?
Los únicos datos que tenemos del autor son los que figuran en el mismo Libro de Buen
Amor. Se llamaba Juan Ruiz, fue arcipreste de Hita (Guadalajara), aunque no falta quien piense
que estos datos se refieren al personaje del libro y no al autor.
TEXTO 1
Lee el siguiente texto para saber cómo era Juan Ruiz según el retrato que hace
Trotaconventos. El texto comienza cuando la alcahueta se dirige a la monja Garoza para
convencerla del atractivo físico del arcipreste:
Señora-diz la vieja-, yo le veo a menudo;
el cuerpo tiene alto, piernas largas, membrudo,
la cabeza no chica, velloso, pescozudo,
el cuello no muy alto, pelinegro, orejudo.
Las cejas apartadas, negras como el carbón,
el andar muy erguido, así como el pavón,
el paso firme, airoso y de buena razón,
la su nariz larga, esto le descompón.
Ojos algo pequeños; de color, morenazo;
abombado su pecho y poderoso el brazo,
bien cumplidas las piernas; el pie, chico pedazo.
Señora, no vi más; en su nombre os abrazo.
EL LIBRO DE BUEN AMOR
Es una obra miscelánea, es decir, trata de muy diversos temas, en más de siete mil
versos. En su mayor parte utiliza la estrofa característica del mester de clerecía: la cuaderna vía.
Pero contiene también partes en otras estrofas y versos cortos. Se trata, pues, de una obra
polimétrica.
El hilo conductor del libro es una autobiografía ficticia (contada en primera persona),
cuyo tema fundamental es la búsqueda del amor. Juan Ruiz protagoniza sus aventuras amorosas
con las mujeres más características de la sociedad castellana medieval (damas nobles, doncellas,
monjas, serranas, viudas, moras). Pero por diferentes motivos casi siempre fracasa.
1
INTENCIÓN DEL LIBRO
El autor muestra una actitud deliberadamente ambigua cuando explica la intención de la
obra. En el prólogo afirma que pretende advertir a hombres y mujeres que se aparten del loco
amor y se inclinen hacia el buen amor, que es el de Dios. Sin embargo, y aquí está la
ambigüedad, añade que “como pecar es cosa humana, si alguno, lo que no les aconsejo,
quisieran servirse del loco amor, aquí hallarán algunas maneras para ello”.
EL ARTE DE JUAN RUIZ
El Libro de Buen Amor es una de las mayores obras de nuestra literatura. El Arcipreste
escribe con desbordamiento apasionado, tanto en los aspectos mundanos del texto como en los
religiosos y morales. Se acerca a la realidad cotidiana de la época con un estilo muy vivo que
va desde la burla al dramatismo. La obra presenta una gran riqueza léxica con predominio del
lenguaje popular y algunos refranes de.
PARTES DEL LIBRO
El Libro de Buen Amor está compuesto por numerosos relatos, fábulas y composiciones
poéticas. Los tres episodios más destacados son el relato en que se cuenta las relaciones de don
Melón y doña Endrina y dos peleas alegóricas: la que enfrente al arcipreste con don Amor, ya
que éste no cumple lo que promete, y la batalla entre don Carnal y doña Cuaresma.
1.-CONSEJOS DE DON AMOR AL ARCIPRESTE
El Arcipreste está desesperado por sus continuos fracasos. Una noche se le aparece el
dios Amor y le explica que debe seguir unas reglas para triunfar en el amor. Entre otros
consejos están el servirse de una alcahueta, mantener la higiene corporal, no beber mucho vino,
hablar moderadamente, no ser perezoso y sobre todo, tener dinero.
Según el Amor, el Arcipreste, conseguirá todo lo que desea con dinero, porque tiene el
poder de volver el mundo del revés.
La buhonera con su cesto va tocando cascabeles,
pregonando sus hoyas, sortijas y alfileres.
Decía: -“¡Llevo toallas! ¡Compradme estos manteles!”
Doña Endrina la vio y dijo: -“Entra aquí, no receles.”
Entró la vieja en casa; díjole: “Mi señora, hija,
2
para esa mano bendita, aceptad esta sortija.
Dejadme que, en secreto, una ocurrencia os diga
que he pensado esta noche.” Poco a poco la aguija.
-“Hija, siempre estáis en la casa encerrada.
Envejecéis a solas, sin ser vista y admirada:
salid, mostrad en la plaza vuestra beldad loada;
Entre cuatro paredes, no vais a ganar nada.
En esta villa vive gallarda mancebía[34],
muy apuestos mancebos de mucha lozanía,
en todas las costumbres mejoran cada día,
nunca se ha reunido tan buena compañía.
Aunque soy podre, me acogen con cordialidad;
el mejor y el más noble de linaje y beldad
es don Melón de la Huerta, buen chico de verdad:
a los demás supera en hermosura y bondad. (…)
2.- PRIMERA CONQUISTA: CASAMIENTO DE DON MELÓN Y DOÑA ENDRINA
El Arcipreste, que en este relato recibe el nombre de don Melón, se enamora de doña
Endrina, una bella viuda, que representa el ideal de mujer en la Edad Media.
Escarmentado de sus anteriores fracasos, don Melón pone en práctica los consejos que
le ha dado don Amor: se hace con los servicios de una alcahueta llamada Trotaconventos, quien
le facilitará un encuentro amoroso con doña Endrina. Al final se casan.
¡Ay, Dios, cuán hermosa viene doña Endrina por la plaza!
¡Ay, qué talle, qué donaire, qué alto cuello de garza!
¡Qué cabellos, qué boquita, qué color, qué buenandanza!
Con saetas de amor hiere cuando los sus ojos alza.
Pero tal lugar no era para conversar de amores;
acometiéronme luego muchos miedos y temblores,
los mis pies y las mis manos no eran de sí señores,
perdí seso, perdí fuerza, mudáronse mis colores.
Unas palabras tenía pensadas para decir,
la vergüenza ante la gente otras me hace proferir;
apenas era yo mismo, sin saber por dónde ir;
mis dichos y mis ideas no conseguían seguir.
3
4.- TROTACONVENTOS: ANTECEDENTE DE LA CELESTINA
El personaje de Trotaconventos refleja un tipo de mujer existía realmente en la Edad
Media: una alcahueta y hechicera, cuya condición de vendedora ambulante le abría las puertas
de cualquier casa. Dotada de gran astucia, era portadora de mensajes y regalos con los que
intentaba persuadir a las mujeres que sus clientes solicitaban. Trotaconventos es, pues, un
antecedente literario de la Celestina.
El protagonista del Libro de Buen Amor se sentía tan agradecido por los favores de
Trotaconventos que, cuando esta muere, expresa su dolor en una de las elegías (planto) más
conocidas de la literatura.
4
¡Ay Muerte! muerta seas, muerta, y mal andante
mataste a mi vieja, matases a mí antes;
enemiga del mundo, que no tienes semejante
de tu memoria amarga no hay quien se espante.
Muerte, al que tú hieres, te lo llevas cruel
Al rico como al pobre, al santo y al infiel
a todos los igualas al más bajo nivel
por papas y por reyes no das ni un cascabel.
Dejas el cuerpo yermo a gusanos en fosa
el alma que lo puebla, te la llevas de priesa,
Nadie está seguro de tu carrera aviesa[7],
de fablar en ti, Muerte, espanto me atraviesa.
.Los ojos tan hermosos los pones en el techo,
los ciegas en un punto, no tienen en sí provecho
enmudeces el habla, haces enronquecer el pecho
en ti es todo mal, rencor y despecho.
¡Ay mi Trotaconventos, mi leal verdadera!
Muchos te seguían viva, muerta yaces señera,
¿a dónde te me han llevado? no sé cosa certera,
nunca torna con nuevas quien anda esta carrera.
A Dios merced le pido que te dé su gloria,
que más leal trotera nunca fue en memoria,
te haré un epitafio escrito con historia
pues si a ti no viere, veré tu triste historia.
5
3.- PELEA ENTRE DON CARNAL Y DOÑA CUARESMA
Es una batalla alegórica en la que se enfrentan los placeres contra la abstinencia o el
ayuno. Tras sus aventuras con una rudas vaqueras de la sierra, el arcipreste vuelve a su casa a
descansar. Es tiempo de cuaresma, es decir de ayuno y penitencia y hay que poner freno a los
placeres. Así las cosas, doña Cuaresma reúne un ejército de hortalizas y peces dispuesto a
enfrentarse con las tropas de don Carnal, en cuyas filas están los corderos lechales, los faisanes
y, cómo no, el tocino. Es de noche y ambos ejércitos instalan sus tiendas de campaña a la espera
de que amanezca para iniciar la batalla, Pero la tropa de don Carnal, en lugar de dormir, se pasa
la noche de juerga, bebiendo vino y atiborrándose de comida.
6