INFOGRAFÍA

Alumna : Mateo Salas Gabriela

Prof. : Doris Anaya Anaya

Esta historia recorre el espinazo del Perú; por el Valle del Mantaro, para luego estirarse hacia la olvidada Huancavelica y sus apus. La aventura terminó en la ruta de Los Libertadores, ya cerca al mar de Pisco.

La historia se nos cruzó por el camino porque el Valle del Mantaro es ganadero y abandonamos la Hacienda Santa Ana que es ahora un apacible hospedaje. Ya que se trataba de la feria que se realizaba en Chupaca.

Nos dirigimos hasta la Laguna Ñahuimpuquio en el distrito de Ahuac, donde reina al pato real, llegando junto a las gaviotas, los ganados y los frailescos. Inevitablemente nos sentamos en el restaurante La Sirena.

Ese mismo día conocimos el complejo arqueológico de Arwaturo a 3460 metros de altura, para poder apreciar el Nevado Huaytapallana y el Valle del Mantaro. En el valle se depositaban alimentos para casos de escasez y guerras.

Luego nos dirigimos al Centro Cultural Catalina Huanca, museo privado que construyeron los esposos Morales Alvarado después de haber recolectado todo tipo de vestigios durante 20 años. Pasamos por El Copón, construida en 1532, iglesia más antigua del valle en el distrito de Santiago León de Chongos Bajos.

Recorrimos la Casa Ugarte en la ciudad de Concepción, donde dos años después la restaura mostrando una colección de atuendos de Andrés Avelino Cáceres. Mientras tomábamos distancia con Huancayo el paisaje pinta con flores a la vez que acompañamos al Río Mantaro hasta el pueblo de Mejorada pero también nos fuimos al Rio Ichu hasta Huancavelica.

En la estación de Huancavelica nos dan la bienvenida. Con ellos fuimos al Sacsamarca, un poblado íntegramente de piedra. Al seguir encontramos Chacllatana, donde se sueltan toros para que persigan a los borrachos. Mas adelante nos topamos con la Mina Santa Barbará, fue una mina de mercurio que trabajaron los españoles.

Al día siguiente, con dirección al sur os encontramos con la comunidad de Lachoc y luego el punto de desvío a Huaytara y Chincha. A nuestro encuentro sale el Nevado Huamanrazu al costado de la comunidad de Astobamba luego Pucapampa.

Trepamos el abra de Chonta casa a 4780 metros de altura, las Lagunas Pultocc Chico y Pultocc Grande, criaderos de truchas. De pronto asoma la laguna Cholo cocha, donde nace un canal que irriga las Pampas de Ica.

Regresando a Huancavelica, yéndonos por el nordeste en la comunidad de Matipaccana, apreciamos la danza de las tijeras del grupo Pucawayra.

Al salir en busca de la carretera Los Libertadores, donde contemplamos manadas de vicuñas en las Pampas de Castrovirreyna. Luego a la Fortaleza de Incahuasi. Ya estábamos en Huaytara, donde visitamos el museo. De esa manera abandonamos Huancavelica para entrar a tierras Iqueñas a través de Tambo Colorado; palacio inca construida por Túpac Yupanqui.

En el poblado de Humay ingresamos al santuario en el que se venera a Luisa de la Torre más conocida como Beatita de Humay. Había gente orando por su alma y por sus seres queridos. Así momentáneamente purificados nos dirigimos a Lima que gris y todo, sigue siendo nuestra ciudad.