Lectio Divina

Pastoral  Ejercicio individual para recorrer nuestra ciudad-comunidad con mirada contemplativa

UNA MIRADA

MISERICORDIOSA

DE LA CIUDAD

ASAMBLEA ECLESIAL DIOCESANA 2015 Lectio Divina Pastoral “UNA MIRADA MISERICORDIOSA DE LA CIUDAD” Ejercicio individual para recorrer nuestra ciudad-comunidad con mirada contemplativa

“¿Y no voy a tener lástima yo de Nínive, la gran ciudad, en la que hay más de

ciento veinte mil personas que no distinguen su derecha de su izquierda,

y una gran cantidad de animales? (Jonás 4,11)

01 LA MIRADA CONTEMPLATIVA

DE LA CIUDAD

En nuestra Arquidiócesis de Monterrey, queremos ver la realidad con la verdad y con la crudeza de los hechos, pero siempre con la actitud de Cristo Buen Pastor, que tiene una mirada compasiva, lo que la hace contemplativa. El que mira con compasión, contempla con una mirada que siempre será una palabra que fortalezca los buenos sentimientos, dejando atrás la mirada y el gesto amenazador.   Esta es una tarea muy difícil ya que hay hechos contundentemente negativos y por eso queremos también mirar con ánimo estos desafíos, sin disminuir su fuerza y la influencia que tienen en nuestro entorno. Dice el Papa Francisco que los desafíos son los lugares a donde hay que llevar la misericordia divina y los horizontes son las miradas que nos permiten ver el cielo desde la tierra y la tierra desde el cielo.   Entremos en la realidad personal, en la realidad comunitaria, en la realidad de la pobreza. Queremos una Iglesia en Monterrey que viva según la Palabra de Dios, según la Eucaristía y según los pobres.

La mirada contemplativa consiste en tomar los ojos de Jesús para ver a las personas, a las comunidades y al mundo.   Normalmente los ojos humanos son muy ingratos pues condenan y ven solo la parte negativa. Por otro lado, viendo con realismo, la mirada contemplativa siempre busca el bien de la persona y de la comunidad.

“Al acercarse y ver la ciudad, lloró por ella, diciendo: ¡Si también tú conocieras

en este día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos”

(Lucas 19,41)

La voz del Pastor

Mons. Rogelio Cabrera López Arzobispo de Monterrey

Este fracaso por armonizar o equilibrar el desarrollo, queda de manifiesto en muchos fenómenos de los cuales estamos siendo testigos diariamente. “En el mundo urbano, acontecen complejas transformaciones socioeconómicas, culturales, políticas y religiosas que hacen impacto en todas las dimensiones de la vida. Está compuesto de ciudades satélites y de barrios periféricos” (DA 511). Es en este contexto que como Iglesia queremos acercar la luz de Cristo que ilumina y llena de esperanza la vida de las personas, pero debemos reconocer que pastoralmente nos hemos quedado cortos, hemos trabajado mucho viéndonos rebasados en más de una ocasión. Lamentablemente no siempre hemos tenido conciencia de la realidad concreta, sentida y vivida en nuestra ciudad-comunidad. Providencialmente, en medio de este cambio de época, Dios sigue caminando con nosotros, regalándonos en la persona del Papa Francisco un “pastor con olor a oveja”, que con la sabiduría que viene de lo alto, nos ha invitado a vivir un nuevo modo de ser Iglesia, invitación que ha asumido también nuestro Arzobispo Don Rogelio Cabrera López, para ser una “Iglesia misionera de puertas abiertas y en salida”, deseando que en el marco del Año de la Misericordia, trabajemos como Iglesia Diocesana en nuestro próximo Plan de Pastoral Orgánica 2016-2019.   Como parte de la preparación a vivir la Asamblea Eclesial Diocesana 2015, invitamos a fieles laicos, miembros de la vida consagrada, diáconos, seminaristas, sacerdotes y obispos, a realizar esta Lectio Divina Pastoral “UNA MIRADA MISERICORDIOSA DE LA CIUDAD” como un Ejercicio individual para recorrer nuestra ciudad-comunidad con mirada contemplativa, a la manera de Jesús nuestro Señor y Maestro.   Como Iglesia Diocesana, queremos “asumir una mirada común” sobre la realidad que vivimos, para después definir el servicio evangelizador que queremos ofrecer. La Asamblea Eclesial Diocesana 2015 será un

punto de partida en este ejercicio contemplativo que prolongaremos hasta la siguiente Asamblea, en la que presentaremos el Paradigma Misionero con el que buscaremos responder a la realidad contemplada y sentida. El Ejercicio pretende ser una lectura orante de un breve pasaje del Evangelio pero de un modo pastoral. Quizá estemos acostumbrados a meditar la Palabra de Dios en un espacio de recogimiento y silencio, pero hoy, con todo el respeto y devoción que el Evangelio merece, los invitamos a hacerlo de manera distinta, entre el ruido y el movimiento de nuestra ciudad-comunidad en la vivimos, pues creemos que nos ha hecho perder la sensibilidad y la capacidad de asombro, nos ha invitado a vivir la indiferencia y acostumbrándonos a ver la realidad y a las personas de manera rutinaria.   Esta Guía, está dividio en tres partes. En la primera se ofrece una introducción a manera de preguntas y respuestas, en la segunda se presenta el pasaje bíblico y un breve comentario que sirve de base a la Lectio Divina Pastoral y finalmente en la tercera parte se detallan los pasos a seguir para realizar el Ejercicio. Los invitamos a descubrir al mismo Jesús presente en esta realidad que nos rodea, a la que Él no es ajeno; en la que nos cuestiona y pide una respuesta de compasión y misericordia porque, como dice nuestro Arzobispo al hablarnos de la Pastoral en las grandes ciudades: “…para hacer vida la frase ‘Dios vive en la ciudad’ necesitamos proyectar una pastoral de luces, de esperanza, de alegría, de fraternidad y atención a los más necesitados…”, de ahí la importancia de ejercitarnos en tener una mirada de fe y contemplativa con la que observemos la ciudad-comunidad, en contacto directo con todos y para lo cual se ofrece este Ejercicio, para aprender a mirar como Jesús.

Los retos y desafíos pastorales que se nos presentan como Iglesia de la Arquidiócesis de Monterrey, son tan diversos como lo es la realidad misma. El cambio de época que vivimos en nuestra ciudad está lleno de contrastes y es que “La ciudad se ha convertido en el lugar propio de nuevas culturas que se están gestando e imponiendo con un nuevo lenguaje y una nueva simbología. Esta mentalidad urbana se extiende también al mismo mundo rural. En definitiva, la ciudad trata de armonizar la necesidad del desarrollo con el desarrollo de las necesidades, fracasando frecuentemente en este propósito” (DA 510).    

02 LECTIO DIVINA

PASTORAL

Presentación

Proponemos realizar este Ejercicio individual para recorrer nuestra ciudad-comunidad con mirada contemplativa sin necesidad de alejarse de lo que hacemos diariamente, de la escuela o del trabajo, como una experiencia de acercamiento a nuestra realidad, pero con una actitud distinta, con una mirada diferente a la de todos los días cuando pasamos por allí,. Esta mirada incluso podría ser con extrañeza, como si fuera la primera vez que se pasa por allí, con el deseo de ver más allá de lo que se nos presenta a simple vista, mirando para escuchar lo que esos lugares y personas nos dicen de la vida, de su rutina diaria y de Dios.

03 ASUMIR

UNA MIRADA COMUNITARIA

Antes de comenzar

Por eso, vamos a abrir bien los ojos y los demás sentidos para estar atentos, no como turistas que pasan ajenos a la realidad, sino como discípulos misioneros que quieren mirar, oler, tocar, escuchar y gustar para aprender algo de su en la realidad y en los demás. 

¿Para qué realizar un

ejercicio como este previo a

de la Asamblea Eclesial

Diocesana 2015?

Como Iglesia que peregrina en Monterrey, queremos “asumir una mirada comunitaria” de la realidad que sentimos y vivimos. Eso nos llevará a definir el modo en el que ofreceremos nuestro servicio evangelizador de manera concreta y significativa.   Este Ejercicio es el punto de partida del Método Pastoral Contemplativo Comunitario: VER, JUZGAR Y ACTUAR que “implica contemplar a Dios con los ojos de la fe a través de su Palabra revelada y el contacto vivificante de los sacramentos, a fin de que, en la vida cotidiana, veamos la realidad que nos circunda a la luz de su providencia, la juzguemos según Jesucristo, Camino, Verdad y Vida y actuemos desde la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo y Sacramento universal de salvación” (DA 19).  

Comenzar de esta forma es fundamental para evangelizar, pues mirando así, en comunidad, es como evitamos convertir la misión en un quehacer desarticulado o en un activismo, muchas veces sin sentido. Queremos dejar las propuestas que nacen en el escritorio y que parten de cero, que se alejan para pensar y que luego se ejecutan sin conocer la realidad. Dios ya vive entre nosotros y es urgente, mientras reflexionamos y caminamos, salir a su encuentro en la ciudad-comunidad.   Además, el Año de la Misericordia que inciaremos nos dará la oportunidad a todos de recuperar la sensibilidad y caridad pastoral necesaria para realizar nuestros programas pastorales a partir de ese encuentro con la gente en la ciudad-comunidad.

¿Qué es la Lectio Divina Pastoral “Una mirada misericordiosa de la ciudad”?

Es una experiencia de encuentro con Dios en la vida diaria, a la luz de su Palabra y mediante un recorrido por las calles de la ciudad-comunidad, con una mirada contemplativa y misericordiosa que nos permita reconocer lo que pasa en algunos lugares y con las personas que los habitan.   En esta Lectio Divina Pastoral, proponemos reflexionar a partir de un texto evangélico en el que nos encontramos a Jesús mirando la realidad más allá de lo superficial, que lo lleva a contemplar una realidad más profunda, en la que descubre el proyecto de su Padre, de quien recibe la misión de ser compasivo y misericordioso, en la que luego invita a sus discípulos para ser signo del Reino que anuncia como Buena Noticia.

Contemplar es mirar con fe y en profundidad la realidad, para descubrir  el sentido último de las personas, los lugares y los acontecimientos que, directa o indirectamente siempre nos llevan a Dios. La ciudad-comunidad necesita de nuestra contemplación, ya que “...Necesitamos reconocer la ciudad desde una mirada contemplativa, esto es, una mirada de fe que descubra al Dios que habita en sus hogares, en sus calles, en sus plazas” (EG 71). Sin la mirada contemplativa, la realidad se fragmenta y aún y cuando la realidad puede mirarse desde muchos ángulos, el contemplativo busca con todos los sentidos abiertos, el fundamento último desde todos los ángulos y de todos los puntos de vista, de ahí que leamos en la obra ”El Principito” de Antoine de Saint Exupery: “sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos”.

La mirada contemplativa del cristiano, es por naturaleza misericordiosa pues “lo que movía a Jesús en todas las circunstancias no era sino la misericordia, con la cual leía el corazón de los interlocutores” (MV 8).   La mirada misericordiosa es condición para descubrir a Cristo en los pobres y necesitados: “El verdadero amor siempre es contemplativo,  nos permite servir al otro no por necesidad o por vanidad, sino porque él es bello, más allá de su apariencia” (EG 199). Solo así podremos lograr que se sientan como en su casa, cuando están con nosotros. En este Ejercicio ¡“Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo”! (MV 15).

¿Mirar con misericordia es mirar como Jesús?

04 ¿Qué es una mirada contemplativa y misericordiosa?

Para mirar con misericoridia, la referencia sin duda es Jesús, que como contemplativo leyó a fondo los signos de su época para discernir los caminos del Padre que promueve la vida de las personas. La contemplació fue una práctica habitual en la vida de  Jesús y es el medio privilegiado para el anuncio del Reino. Si conocemos la mirada de Jesús, nos damos cuenta por sus parábolas que él conoce toda la realidad de la vida. Jesús posee esta mirada que transforma la realidad en el proyecto de su Padre y realiza con ello la presencia de su Reino. Para ello Jesús vive tres experiencias fundamentales: la experiencia del Hijo que se deja mirar por el amor de su Padre (Abbá), la experiencia del hombre que mira la historia en la cual su Padre busca manifestarse y la experiencia del Espíritu Santo que ilumina su mirada y transforma la realidad.

¿Por qué hacer esto en la ciudad-comunidad?

Necesitamos contemplar la ciudad-comunidad de tal modo que este Ejercicio nos lleve como discipulos misioneros a ver más allá de las apariencias. Se realiza en la ciudad-comunidad porque necesitamos crear desde la mirada contemplativa, los nuevos espacios en los que nos comprometeremos al servicio de la evangelización, para así experimentar a Dios de un manera nueva. Miraremos contemplativamente si nos ejercitamos en el VER, que es el primer dinamismo que implica este Método Pastoral Contemplativo Comunitario ya que “…La presencia de Dios acompaña las búsquedas sinceras que personas y grupos realizan para encontrar apoyo y sentido a sus vidas”. (EG 71).

 

¿De qué mirada debemos cuidarnos?

Si miramos nuestra ciudad-comunidad con ojos de fe, decía el Papa Francisco cuando era Arzobispo de Buenos Aires: “combatimos la tentación de la ‘no mirada’, del ‘no ver’. El no ver, que el Señor reprocha con tanta insistencia en el Evangelio, tiene muchas formas: la de la ceguera de los escribas y fariseos, la del encandilamiento no sólo de ‘las luces del centro’, como dice el tango, sino de la misma revelación con la que se tientan los apóstoles ‘bajo apariencia de bien’; también está el no mirar de los que ‘pasan de largo’…” Hay que cuidarnos tambiéb, de la mirada que relativiza, que discrimina, que es lejana, que solo ve interés, que es individual y que no es comunitaria

05 ¿Qué actitudes debemos tener al hacer este ejercicio? Cambiar nuestra mirada, es decir, aprender a desaprender lo que hemos aprendido. No podemos quedarnos con los odres viejos (Mc. 2,22). Si no cambia nuestra mirada seguiremos con la misma percepción de la realidad. Un cambio de mentalidad es una de las más importantes actitudes, ya que nos ayudará a vivir la vida cotidiana de forma más cristiana, a ver con los ojos del corazón y de la solidaridad. Cambiar la mirada sobre la realidad puede ser tan difícil como nacer de nuevo.

Dejarnos mirar por Jesús, y poner su mirada sobre nosotros mismos, sobre nuestra propia realidad. Para que la experiencia de mirar la ciudad, deje los frutos esperados, la actitud contemplativa del que descubre a Dios en los acontecimientos de su propia vida cotidiana se basa en la capacidad de dejarse mirar por Jesús y así conocernos y reflexionar sobre nosotros mismos.

Observar detenidamente dejándonos impresionar y cuestionar por las cosas que vemos. Independientemente de cómo y dónde se haga el ejercicio, dejemos por ahora a un lado los datos, las estadísticas y los diagnósticos que solo miran lo sociológico y contemplemos, no critiquemos, ni moralicemos, dejemos los señalamientos, pues algo tiene que revelarnos la realidad que vamos a contemplar.

¿Quiénes están llamados a realizar este ejercicio? Todos los convocados por el Sr. Arzobispo Don Rogelio Cabrera López, a la Asamblea Eclesial Diocesana 2015, como una preparación inmediata a la misma y como parte de un itinerario comunitario de planeación.   Además, los asambleistas podrán invitar a participar de este ejercicio a otros miembros de sus comunidades con la finalidad de ir caminando en el proceso de tener una mirada comunitaria, compartiendo la experiencia de contemplar la ciudad-comunidad.

¿Cómo puede hacerse esta Lectio Divina Pastoral? Individual Siguiendo las indicaciones que se presentan en este ejercicio y aun y cuando se haga solo, la mirada se volverá comunitaria cuando se comparta la experiencia con otros asambleistas.

Grupal El convocado a la Asamblea Eclesial Diocesana puede reunir a algunos miembros de su comunidad y explicando el ejercicio, invitar a los participantes a realizarlo de manera individual, pues la mirada es personal, para luego recabar la experiencia de cada uno, en orden a tener una mirada comunitaria.

Para ambas modalidades, terminado el ejercicio, es importante llevar a la Asamblea Eclesial Diocesana la Tabla de Resultados que presentamos para compartir la experiencia como fruto del ejercicio.

06

Marcos 6,34

“Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban

como ovejas que no tienen pastor…”

Para nuestra Lectio Divina Pastoral partamos del texto del Evangelio de Marcos 6,34 tomado de la Biblia de Jerusalén. Para apoyar y orientar la reflexión personal o grupal, comentaremos brevemente cada una de las partes que componen este versículo, sin afán de ser exhaustivos.

En el contexto de este versículo, Jesús y sus discípulos, que acababan de regresar de su misión evangélica, se reúnen y suben a una barca para apartarse y descansar en un lugar desierto. Sin embargo, la gente los reconoce y se junta alrededor de Jesús porque ha oído y sabe de los milagros que él ha hecho.

Jesús desciende de la barca y se encuentra con la multitud de gente. El movimiento de Jesús es claro porque al desembarcar deja la comodidad y se acerca a la multitud que lo esperaba, que lo seguía. Como podemos notar, Jesús no se molesta ni se incomoda por el hecho de ver invadida su intimidad, sino que más bien se acerca, sale… ¿Cuántas veces nosotros giramos hacia otro lado, para no ver la realidad de los hermanos necesitados?   El primer movimiento de Jesús es el de salida y llegada a un lugar de la ciudad, que como hoy es donde está la gente reunida . “…en medio de sus alegrías, anhelos y esperanzas, como también en sus dolores y sufrimientos. Las sombras que marcan lo cotidiano de las ciudades como por ejemplo, la violencia, la pobreza, el individualismo y la exclusión, no pueden impedirnos que busquemos y contemplemos al Dios de la vida también en los ambientes urbanos. (DA 512). Jesús nos muestra, a quienes tendremos la experiencia de recorrer la ciudad-comunidad, que debemos salir, dejado la comodidad, la rutina, perdiendo el miedo de toparse con la realidad, con los demás, con uno mismo.

Y al desembarcar… SALIR

MIRAR COMO JESÚS

Encuentro con la Palabra

Podemos distinguir un proceso contemplativo de la realidad desde Jesús. El primer paso es “mirar” y “ver”. No esquiva con sus ojos la realidad dura de su pueblo, seguramente el haber visto mucha gente, lo hizo detenerse viendo lentamente una y otra vez, posando la mirada y tratando de ahondar en su percepción del pueblo.   Jesús tiene una “segunda mirada” que le toca lo más íntimo de sí mismo y es más profunda que la primera pues sus ojos no se quedan en lo que ve sino que algo descubre en los rostros, en las miradas, en el lenguaje corporal del pueblo, en la muchedumbre ve a las personas, a cada uno.   Finalmente, Jesús vive un momento de cambio radical en la sociedad de su tiempo, y su  otra mirada “la mirada contemplativa ve lo emergente”, lo alternativo, en las mismas realidades que para otros son un basurero de cosas muertas, de amargura y desaliento,   Hay un movimiento interno en Jesús, que es ejemplar para nosotros que nos disponemos a realizar este ejercicio: captar la realidad; apropiársela; ser uno con ella.

…vio mucha gente… CONTEMPLAR

…Sintió compasión… SENTIR

07

El motivo del pueblo de Dios que necesita un pastor se encuentra en varias historias diferentes en el Antiguo Testamento. Oímos de la necesidad de que haya un pastor para el pueblo (Num. 27,16) y leemos el lamento por la falta de un pastor (1 R 22,17; Jer. 50,6-7; Ez. 34,5).   También hoy en día mucha gente en la ciudad anda desorientada, también hoy en día muchos caminan por el mundo como ovejas sin pastor. Parece que cada vez tenemos más problemas y menos soluciones: ¿Qué debemos hacer? ¿Qué debemos creer? ¿En quién podemos confiar? Antes, todo era más simple, más claro y definido. Las verdades de la fe y de la religión parecían inmutables. Pero ahora todo es más complejo y enredado. Ahora todo se mueve, todo se cuestiona, todo se pone en duda.

Y eso a muchos les produce incertidumbre y hasta angustia. Porque no están acostumbrados a vivir bajo la influencia de tantas opiniones y tan contradictorias y no hay peor desorientación para el ser humano que la de ser oveja de otro hombre.   La multitud que miró Jesús, no tenía rostro ni identidad propia y no obstante, Él dedicó parte de su tiempo a atender las necesidades de las multitudes sin dejar, en ningún momento, que ellas impusieran su agenda sobre la marcha de su propio ministerio.

Jesús nos muestra que estar con ellos le proveía una valiosa oportunidad para percibir la realidad del pueblo, entender sus luchas y necesidades como lo haremos nosotros en este ejercicio donde podremos mirar para sentir pues solo así, podremos identificarnos con ellos.

…pues estaban como ovejas que no tienen pastor SENTIR CON Y DESDE LA REALIDAD

Jesús, luego de mirar de manera contemplativa a la muchedumbre, se da la oportunidad de sentir y lo hace con toda la humanidad de la que es capaz. ¿Qué habrá visto el evangelista? ¿Cómo lo habrá visto que sin que Jesús expresara una palabra, interpreta qué sentimiento tiene Jesús en lo más interior de su ser?   ¿Qué siente Jesús? La mirada le da la capacidad de contemplar la miseria del pueblo disperso. Su corazón sensible sufre la miseria y el abandono de su pueblo. De esa mirada nace la compasión y la misericordia que son el principio de su actuación. La compasión no es una virtud más, sino es la única manera de mirar la vida, las personas, los acontecimientos, desde una actitud más parecida a la de Dios.

Es la única manera de ser humanos. Es saber vibrar con el sentimiento del otro. Jesús, vive la compasión en distintos momentos y con ella interioriza el sufrimiento ajeno y le duele. Jesús tuvo una mirada compasiva a los que sufren, a la muchedumbre, a la masa. Vivía enamorado de la gente. Tenía gran capacidad de observar el sufrimiento y la necesidad. A Jesús se le caracteriza su sensibilidad, vive una mística de los ojos abiertos. El ver a Jesús que siente, nos hace cuestionarnos: ¿Cómo no sufrir como Él? ¿Cómo no hacer nuestros sus sentimientos por la gente de la ciudad?

Estamos invitados con esto a experimentar y sentir porque ello crean mayor cercanía personal y comunitaria.

¡Dios vive en la ciudad!

08 ¡Comencemos el Ejercicio!

UNA MIRADA MISERICORDIOSA

DE LA CIUDAD

Momento de ORAR

Momento de SALIR

Te presentamos ahora los 7 Momentos que tiene este Ejercicio individual para recorrer nuestra ciudad-comunidad con mirada contemplativa.

1. Llegó el momento de salir y elegir a donde ir o qué camino recorrer.

2. Te presentamos algunas opciones en la Lista de Lugares que puedes considerar, sin ser esto una obligación, pues la gran ciudad-comunidad donde vivimos presenta realidades que superan en mucho nuestras expectativas. •  Puedes salir a dónde siempre y como siempre, recorriendo tu camino diario. Puede

estar lejos o cerca, lo importante es salir. •  Elige y emprende el camino de manera conciente y decidida. Recorre el lugar o camino

elegido saliendo de tu comodidad y disponte a mirar, a contemplar.

1. Haz una oración personal si el ejercicio lo estás haciendo de manera individual o dirige la oración comunitaria con el grupo que has convocado. •  Puedes hacerla en cualquier lugar o ante el

Santísimo, en el Templo, etc. •  Recuerda que esta Lectio Divina Pastoral se hace en

camino, por lo que podrás orar mientras recorres algún lugar, así estarás en contacto con la realidad que contemplarás desde el primer momento.

2. Invoca al Espiritu Santo y encomienda a Dios esta experiencia que vivirás, hazlo de manera sencilla y con tus palabras. Pídele que te dé una mirada nueva y diferente; que renueve tu capacidad de asombro, librándote de la indiferencia, la rutina y el miedo; que te haga sensible y te disponga a experimentar, a sentir y a identificarte con la realidad.

3. Encomienda a otros, que como tú, harán este Ejercicio.

1 2

INSTITUCIONES SOCIALES

COMUNIDAD PARROQUIAL

CALLE O CIUDAD

TRABAJO Y EDUCACIÓN

MEDIOS DE TRANSPORTE

CENTROS DE ESPARCIMIENTO

Hospitales Enfermos Indigentes Empresas y

Oficinas Taxi

Plazas comerciales

Asilos Comunidades necesitadas

Cruceros y Plazas

Talleres Metro Cines y Restaurantes

Orfanatos Colonias y Sectores

Vías del tren Escuelas Camión Tiendas y tendajos

Albergues Esquinas

de los barrios

Bajo los puentes

Centros de Capacitación

Centros de Autobuses

Super-mercados

Centros de ayuda

Oficinas parroquiales

Mercado rodante

Librerías y Bibliotecas

Ecovia y Metrobus

Centros de diversion

Penales Sesiones de grupos de catequesis

Ríos, Arroyos y baldíos

Maquiladoras Avenidas y vialidades

Cantinas y bares

Comedores Encuentros y Retiros

Periferias Bodegas Paradas de

camión Estadios

1. Ahora pregúntate ¿Cómo te sientes? ¿Qué te provoca lo que has contemplado? ¿Qué te inspira? ¿Cómo se te manifiesta físicamente? ¿Te duele algo? ¿No sientes nada? ¿Eres sensible como Jesús? •  No te expliques o busques razones del por qué sientes esto o aquello. Solo siente.

2. Ponle nombre a tu sentimiento o a los distintos sentimientos que tengas. •  Trata de ser específico y con una o dos palabras expresa el sentimiento que

experimentas. •  Recuerda que el sentimiento no es malo y no te preocupes si de momento no puedes

ponerle nombre o identificarlo pero es importante hacerlo .

3. Te presentamos una Lista de Sentimientos que podrían ayudarte a identificar lo que sientes.

09 Momento de CONTEMPLAR

3

Momento de SENTIR

4

1. Ahora ve, observa, mira detenidamente. •  Hazlo con respeto, sin juzgar. •  No pienses en las causas y consecuencias de lo que miras. •  No caigas en la tentación de dar una respuesta inmediata a la realidad.

2. Complementa tu mirada y usa todos tus sentidos: escucha, huele, toca, saluda, mira detenidamente, encuéntrate. •  Que tu mirada escuche y tus oídos miren; que tu mirada toque y tu tacto mire; que tus ojos huelan y tu olfato mire. •  Hoy todo te habla y se te manifiesta, todo ahora te es significativo y tiene relación contigo.

3. Toma el lugar de lo que contemplas e identifícate con él, con eso, con aquello que miras contemplativamente. •  Hazte uno con él, con ella, con la realidad, con los demás.

NOTA: Puedes tomar, con respeto y prudencia, algunas fotos para contemplar después con detenimiento o compartirlas con quienes también realizan este Ejercicio.

ALEGRIA TRISTEZA MIEDO IRA Cómodo Confiado Contento

Enamorado Encantado Entusiasta Eufórico

Emocionado Plácido Risueño

Alegre Aliviado

Apasionado Dichoso

Estimulado Feliz

Halagado Optimista Radiante

Satisfecho

Abatido Abrumado Afectado Afligido

Anonadado Apenado

Decepcionado

Deprimido Descorazonado

Herido

Aburrido Afligido Apenado Celoso

Desolado Humillado

Melancólico Taciturno

Avergonzado Vulnerable

Angustiado Ansioso

Asustado Aterrado Culpable Dudoso

Horrorizado Inquieto

Intimidado Molesto

Aterrorizado Atormentado Desconfiado Espantado

Estupefacto Inquieto Perplejo

Preocupado Ridículo Tímido

Agitado Amargado Confuso

Contrariado Enfurruñado

Enojado Exasperado Frustrado Furioso Rabioso

Cascarrabias Colérico Hostil

Agresivo Impaciente Indignado

Irritado Rebelde

Rencoroso Vengativo

1. Documenta tu experiencia y conclusiones en la Tabla de Resultados que ayuda a concretar el Ejercicio para poder compartir con los demás en orden a tener una “mirada comunitaria”.

2. Sé muy concreto y específico pues sólo hay espacio para cuatro experiencias de contemplación y para muy pocas palabras, de ahí que te ofrezcamos las Lista de Lugares y la Lista de Sentimientos como una guía.

1. Ahora te preguntas e imaginas ¿Cómo se siente la realidad? ¿Cómo se sienten las personas que contemplaste? ¿Qué les inspira la situación en la que viven? ¿Cómo se les manifiesta físicamente? ¿Le duele algo? ¿No sienten nada? •  Para ayudar a responder, sé empático, ponte en los zapatos de la otra

persona, de la realidad, de lo observado. No le preguntes cómo se siente, identificalo como fruto de tu mirada contemplativa.

•  No te expliques o busques razones del por qué sienten esto o aquello. Solo sienten, no los juzgues.

2. Ponle nombre a su sentimiento o a los distintos sentimientos que imagines o creas que tenga la realidad o los demás. •  Trata de ser específico y con una o dos palabras expresa el sentimiento

que experimentan. •  Recuerda que el sentimiento no es malo y no te preocupes si de

momento no puedes ponerle nombre o identificarlo pero es importante hacerlo .

3. Usa la Lista de Sentimientos que anteriormente presentamos, podrían ayudarte a identificar lo que sienten.

10 Momento de SENTIR CON Y DESDE LA REALIDAD

5

Momento de REPRESENTAR

6

1. Si no le puedes poner nombre a lo que sienten o bien si definitivamente no puedes identificar el sentimiento de lo demás o los demás, descríbelo o represéntalo con una comparación, una alegoría o una frase que exprese el cómo crees que estén o se sientan. •  Ante la escena, el evangelista usa la imagen: “como ovejas sin pastor” Tu, ¿Cómo ves la realidad? ¿Cómo ves a las personas? ¿Cómo estan? ¿Puedes

expresarlo en una imagen o ejemplo? •  No te preocupes si de momento no puedes ponerle nombre o identificarlo pero es importante hacerlo .

Momento de ESCRIBIR

7

¿A dónde salí?

¿Qué contemplé?

¿Cómo me sentí?

¿Cómo se sienten los demás o la realidad?

¿Cómo lo describo o represento?

Rumbo a mi trabajo en Guadalupe

Gente en el metro Comprensivo No sé Como si algo les faltara

  Personas en el mercado rodante

Tenso Ansiosas No sé

A dejar a mis hijos a la escuela

Una señora y su esposo con un bebé en brazos

Alegre Apoyada No sé

  Un parque descuidado

Impotente Ignorado Como alguien abandonado

Tabla de Resultados Ejemplo que puede servir para documentar la experiencia

11 Momento de AGRADECER

7

Nota: Si tomaste alguna fotografía, envíala por correo electrónico a: mirada@arquinetmty.com poniendo un título que identifique el lugar o describa brevemente la escena. Esto nos servirá para hacer una exposición de experiencias de este Ejercicio de mirada contemplativa durante la Asamblea Eclesial Diocesana 2015.

Tabla de resultados

1.  Cabrera López, Rogelio. La Pastoral en las grandes ciudades. Cuadernos Pastorales I. Arquidiócesis de Monterrey (2015) 2.  Francisco, Exhortación apostólica Evangelii Gaudium sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual (24/11/13) 3.  V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Documento de Aparecida (2007). 4.  Galli, Carlos María. Dios vive en la ciudad. Hacia una nueva pastoral urbana a la luz de Aparecida y del proyecto misionero de Francisco. Ágape Libros. Argentina. 2014 5.  Santa Biblia. Biblia de Jerusalén. Nueva Edición totalmente revisada. Desclée de Brouwer.

Fuentes consultadas

1. Termina orando y dando gracias a Dios, por medio de María, por la experiencia de contemplar la ciudad-comunidad y lo que te fue revelado o lo que se te irá revelando paulatinamente. Agradece lo que sentiste y cómo lo sentiste.

2. Intercede ante Dios por la ciudad-comunidad, por la realidad contemplada, por las personas que miraste.

3. Reza un Padrenuestro, una Ave María y un Gloria, pidiendo por la Asamblea Eclesial Diocesana 2015 y por quienes participaremos en ella.

¿A dónde salí?

¿Qué contemplé?

¿Cómo me sentí?

¿Cómo se sienten los demás o la realidad?

¿Cómo lo describo o represento?

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