lección10 - seguros en cristo
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PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN
Esta sección es para usted, el maestro.
Los pasajes de la columna “Versículos de referencia” son para su estudio
personal en la preparación de esta lección. La decisión de compartirlos o
no con sus estudiantes queda a su criterio personal.
PASAJES: Números 13:1-2; 20:2-3,7-11; 21:4-9; Josué 1:1-2, 11:23; Jueces 2:7-19; 1 Samuel 8:6-7; 10:6; 13:13-14; 2 Samuel 7:12-13; 2 Crónicas 2:1; 5:1; Juan 3:14-16.
OBJETIVOS DE LA LECCIÓN:
Mostrar la continua rebelión de los israelitas y el juicio y la gracia de
Dios.
Mostrar la obra del Espíritu Santo para capacitar a los líderes y
mensajeros escogidos por Dios.
Hacer un resumen de la historia de los israelitas, desde su entrada
en la tierra prometida hasta la venida de Jesucristo.
Mostrar la fidelidad de Dios al enviar al Libertador.
ESTA LECCIÓN DEBERÁ AYUDAR A LOS ESTUDIANTES A:
Ver los resultados de la rebeldía prolongada.
Apreciar la fidelidad y la gracia de Dios.
Entender el trasfondo de la venida de Cristo a la tierra.
El pecado de Israel; El juicio y la
gracia de Dios; Preparación para la
venida de Jesucristo
Lección
10
PERSPECTIVA PARA EL MAESTRO:
Al repasar la historia del pueblo de Dios, vemos un continuo ciclo de
rebeldía, arrepentimiento, liberación y otra rebeldía. Aun así, Dios continúa
siendo fiel a sus promesas.
Él envió profetas para hablarle a Israel acerca de su Mesías que vendría,
y para advertirles que se arrepintieran de sus pecados. Pero Israel rechazó
los mensajes de Dios y asesinó a sus mensajeros.
Finalmente, Dios envió a su Hijo, Jesús, el Mesías prometido. Muchas
personas aparentaban seguirle, pero sólo unos pocos creyeron de verdad.
La mayoría de los judíos lo rechazó, así como habían rechazado a los
profetas. Los líderes judíos conspiraron para matarlo. Incluso uno de los
discípulos de Jesús lo traicionó. La multitud gritó: “Crucifícale”, y Jesús
murió a exigencia de los líderes judíos. Pero Dios levantó a Jesús de los
muertos. Sus discípulos se convirtieron en sus apóstoles.
Algunos de los apóstoles de Cristo llevaron su mensaje a los judíos. Pero
otros fueron a los gentiles. Dos mil años más tarde, a pesar de la
persecución y la pecaminosidad humana, nosotros hemos oído y creído su
mensaje de salvación. ¡Dios es misericordioso y lleno de gracia!
Esta historia de nuestro Salvador que envió profeta tras profeta a su
rebelde pueblo debería hacernos muy sensibles y dispuestos a obedecer su
Palabra. Nosotros también somos pecadores. Pero como hijos de Dios,
sabemos que nuestra salvación en Cristo es segura. Él nos ha dado a su
Espíritu y su Palabra para ayudarnos. Ya no estamos atados por la Ley sino
asegurados por el amor. ¡Que nosotros también busquemos hablarles a
otros de Él!
ILUSTRACIONES GRÁFICAS*:
Lámina cronológica No. 37, “La serpiente en el asta”
Lámina cronológica No. 87, “La crucifixión”
Lámina cronológica No. 40, “La adoración de ídolos”
Lámina cronológica No. 43, “El templo de Salomón”
Lámina cronológica No. 46, “El rechazo de los profetas”
Lámina cronológica No. 47, “La destrucción de Jerusalén”
Lámina cronológica No. 48, “La restauración del templo”
Lámina cronológica No. 49, “El gobierno romano”
BOSQUEJO DE LA LECCIÓN:
Repase las preguntas de la Lección 9.
A. Introducción
Dios hizo muchas maravillas a favor de los israelitas:
Los liberó de la esclavitud en Egipto.
Abrió el mar y destruyó los ejércitos de Faraón.
Cuando los israelitas necesitaron comida, Dios les dio maná del
cielo.
Cuando tuvieron sed, les dio agua de la roca.
Dios les mostró su santidad y su juicio en el Monte Sinaí.
Descendió sobre el monte con humo, fuego y terremotos.
Habló con voz fuerte y sonido de trompetas.
Aun así, Israel no le creyó a Dios ni en sus promesas.
Ellos siguieron desobedeciéndole, porque no le creyeron.
B. Israel se negó a confiar en Dios para llevarles a la tierra prometida, y
Él hizo que toda aquella generación muriera en el desierto.
Después de darles su Ley a los israelitas en el monte Sinaí, Dios los guió
hasta el borde de Canaán.
Canaán era la tierra que Él les había prometido por medio de Abraham,
Isaac y Jacob.
Lea Números 13:1-2.
Los doce hombres exploraron la tierra y regresaron con sus informes.
Diez de los doce espías se rehusaron a creer que Dios pudiera
capacitarles para tomar posesión de la tierra.
Ellos reconocieron que la tierra estaba llena de cosas buenas, tal
como Dios había dicho.
Pero tenían temor de los gigantes y la ciudades amuralladas.
Tenían miedo porque se negaban a creer las promesas de Dios.
Josué y Caleb le creyeron a Dios.
Ellos le dijeron al pueblo que debía entrar y tomar la tierra que Dios les
había prometido.
Pero el pueblo escuchó a los que habían dado el informe negativo de la
tierra.
Así que Dios los juzgó por su incredulidad.
Les dijo que toda la generación incrédula moriría en el desierto.
Sólo a sus hijos, junto con Josué y Caleb, se les permitiría entrar en
la tierra prometida.
C. Airado, Moisés golpeó la roca dos veces.
Jesús sufrió una vez por los pecados.
Debido a la incredulidad de Israel, Dios los alejó de la tierra prometida,
llevándolos de nuevo al desierto.
Pronto el pueblo se quejó de nuevo porque no tenían agua.
Lea Números 20:2-3.
¿Qué debió haber hecho el pueblo en lugar de quejarse?
Debieron haber confiado en el Señor.
Él había provisto para ellos en el pasado.
La vez anterior, Dios le había dicho a Moisés que golpeara la roca.
Esta vez le dijo que hiciera algo diferente.
Lea Números 20:7-8.
Pero Moisés y Aarón estaban enojados.
Lea Números 20:9-11.
Dios les dio agua a los israelitas.
Pero debido a que Moisés y Aarón desobedecieron a Dios, no les
permitió entrar a la tierra prometida.
Dios quería que ellos manifestaran al pueblo su santidad y su gracia.
En cambio, ellos manifestaron su propia ira.
Moisés golpeó la roca en lugar de hablarle, como Dios le había
ordenado.
Dios ya le había pedido a Moisés que golpeara la roca una vez.
En esta ocasión, él no debía golpearla.
La roca era una figura de nuestro Señor Jesucristo.
Jesús fue golpeado una vez y para siempre por los pecadores, para
que nosotros pudiéramos recibir el agua de vida.
Nunca más tendría que sufrir por nuestros pecados.
Considere:
Cuando Moisés construyó el tabernáculo, siguió las instrucciones
exactas de Dios. Cada pieza era una ilustración de Cristo.
Pero esta vez Moisés no siguió las instrucciones de Dios. Aunque
la Biblia no lo dice, pareciera que, al golpear la roca una segunda
vez, Moisés había arruinado lo que hubiera sido otra clara figura de
nuestro Señor Jesús.
D. Dios castigó a Israel por su pecado, pero les dio la serpiente de
bronce para liberarlos.
Jesucristo llevó nuestro castigo; Él es nuestro Libertador.
Los israelitas persistieron en su incredulidad.
Lea Números 21:4-6.
Dios los castigo por quejarse.
Pero Él también creó una forma para que fueran salvos del castigo que
merecían por su pecado.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 37, “LA SERPIENTE EN EL ASTA”
Lea Números 21:7-9.
Mil cuatrocientos años después, Jesucristo citó este incidente como una
ilustración de sí mismo.
Nicodemo, un líder judío, se acercó a Jesús de noche.
Jesús le dijo que nunca podría ver a Dios a menos que naciera de nuevo
de lo alto.
Nicodemo no podía entender lo que Jesús quería decir.
Jesús se refirió de nuevo a la serpiente en el asta.
Él quería que Nicodemo viera que Jesús mismo moriría.
Por medio de su muerte, Jesús traería libertad del pecado y un nuevo
nacimiento para aquéllos que creyeran en Él.
Lea Juan 3:14-16.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 87, “LA CRUCIFIXIÓN”
Así como se alzó la serpiente en el desierto, Jesús fue levantado en la
cruz, llevando sobre sí mismo los pecados de toda la humanidad.
Dios salvó la vida de todos los israelitas que creyeron en Él y miraron
a la serpiente en el asta.
De la misma forma, Dios les da vida a todos los que creen en Cristo.
Compare:
Satanás usó una serpiente para tentar a Adán y a Eva y, como
resultado, el pecado entró a la raza humana.
Cuando Jesús fue clavado en la cruz, llevó todos nuestros pecados
en sí mismo. Allí, colgado, fue castigado como si Él fuera usted y
yo, con todos nuestros pecados.
Dios sanó a todos los israelitas que miraron a la serpiente en el
asta. Ellos no murieron por la mordedura de las serpientes.
Nosotros no hemos mirado a una serpiente en un palo, sino que
por fe hemos mirado al Señor Jesús, quien asumió la
responsabilidad por nuestros pecados y colgó de la cruz para llevar
nuestro castigo. Por tanto, nosotros también hemos sido sanados.
Hemos sido liberados por siempre del castigo que merecíamos por
nuestro pecado.
E. Dios llevó a Israel a la tierra prometida y le prometió liberación, pero
Israel siguió rebelándose.
Dios permitió que los israelitas vagaran por en el desierto 40 años.
¿Qué sucedió con los que no creyeron la promesa de Dios de
llevarlos a la tierra?
Murieron en el desierto, tal como Dios lo dijo.
Luego de la muerte de Moisés, Dios nombró a Josué como líder de los
israelitas.
Lea Josué 1:1-2.
Josué guió al pueblo a Canaán, la tierra prometida.
Los cananeos eran muy malvados, y Dios les ordenó a los israelitas que
los destruyeran.
Lea Josué 11:23.
Los israelitas se establecieron en la tierra.
Después de un tiempo, Josué murió y también murieron todos los líderes
que habían visto la gran liberación.
Entonces los israelitas se apartaron de Dios.
Comenzaron a adorar y a servir a los dioses falsos de sus vecinos, los
cananitas.
Adoraron a dioses de madera y piedra en lugar de adorar al Dios vivo y
verdadero.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 40, “LA ADORACIÓN DE ÍDOLOS”
Lea Jueces 2:7-15.
Debido a esto, Dios permitió que las naciones vecinas conquistaran a los
israelitas.
Los israelitas no pudieron liberarse a sí mismos de sus enemigos.
Pero siempre que se arrepentían, el Señor los liberaba.
Dios iba a escoger un líder para los israelitas, alguien del mismo pueblo
que aun creyera en Él y lo obedeciera.
Lea Jueces 2:16.
Estos hombres y mujeres, llamados jueces, no podían liberar a Israel
en sus propias fuerzas.
Dios el Espíritu Santo vino sobre ellos y les dio la sabiduría y
fortaleza de Dios para liberar al pueblo.
Lea Jueces 2:17-19.
Una y otra vez se repetía el ciclo: Desobediencia, arrepentimiento y
liberación; luego los israelitas caían de nuevo en desobediencia.
Aun así, Dios era fiel a ellos.
Aunque les castigaba por sus pecados,
prometió enviar a un Libertador del linaje de Israel.
F. Los israelitas rechazaron a Dios como su rey; Dios les dio reyes
terrenales.
Los israelitas no estaban satisfechos con tener a Dios por su rey.
Querían tener a un hombre por rey, tal como tenían las naciones que los
rodeaban.
Por ellos, se acercaron a Samuel, el último y el más grande de los jueces
de Israel y le pidieron a Samuel que les diera un rey.
Lea 1 Samuel 8:6-7.
Dios designó a Saúl como el primer rey de Israel.
Cuando Samuel ungió a Saúl como rey, el Espíritu Santo vino sobre
Saúl, capacitándolo para reinar sobre Israel.
Lea 1 Samuel 10:6.
Sin embargo, Saúl se rebeló contra los mandamientos de Dios, el cual le
quitó su posición de rey.
Lea 1 Samuel 13:13-14.
Dios designó a David para que fuera rey.
David era diferente a Saúl.
David creía en Dios y lo obedecía.
David estaba de acuerdo con Dios en que era pecador.
Él trajo los sacrificios de sangre que Dios requería.
Dios aceptó a David porque David confiaba en Él.
Cuando Samuel ungió a David como rey, el Espíritu Santo vino sobre
David y lo capacitó para reinar.
Lea 1 Samuel 16:13-14.
Considere:
En el Antiguo Testamento, Dios el Espíritu Santo capacitaba a
personas seleccionadas para hacer la obra de Dios. El Espíritu
Santo las capacitó para hacer obras como las siguientes: Hablar y
escribir las palabras de Dios, dirigir y juzgar a los israelitas y pelear
y vencer a los enemigos de éstos.
Dios le prometió a David que uno de sus descendientes sería el
Libertador.
Lea 2 Samuel 7:12-13.
Después de la muerte de David, su hijo Salomón se convirtió en rey de
Israel.
Salomón construyó el templo en Jerusalén.
Lea 2 Crónicas 2:1; 5:1.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 43, “EL TEMPLO DE SALOMÓN”
La parte interior del templo era como el tabernáculo.
El primer cuarto, el lugar santo, tenía el candelabro, la mesa de los
panes y el altar del incienso.
El segundo cuarto, el lugar santísimo, estaba separado por una
gruesa cortina.
Dios moraba en el lugar santísimo.
Una vez al año, el sumo sacerdote traía un sacrificio de sangre al lugar
santísimo y rociaba la sangre sobre el propiciatorio.
Ésta era la única ocasión en que se permitía que alguien entrara al
lugar santísimo.
Si alguien más hubiese entrado en caulquier otro momento, Dios
habría hecho morir a aquella persona de inmediato.
G. Después de la muerte de Salomón, el reino de Israel se dividió en
dos.
El reino del norte, llamado “Israel”, escogió a su propio rey en lugar del
hijo de Salomón.
El reino del sur, llamado “Judá”, siguió sirviendo a los reyes que
descendían del linaje de David y Salomón.
Ninguno de los reyes de Israel siguió al Señor.
Sólo unos pocos de los reyes de Juda lo obedecieron.
La mayoría del tiempo, el pueblo de ambos reinos adoró ídolos y siguió
los caminos malvados de las naciones vecinas.
H. Dios envió a profetas para que amonestaran a Israel, a Judá y a las
naciones vecinas.
Desde el tiempo del Génesis, Dios escogió a los profetas para
amonestar al pueblo por su pecado y hablarle los mensajes de Dios.
Dios el Espíritu Santo vino sobre aquellos hombres y los capacitó para
escuchar, entender y hablar las Palabras de Dios.
Dios envió a sus profetas a Israel y a Judá.
Varios libros de la Biblia llevan el nombre de ellos, como Isaías,
Jeremías, Ezequiel y Daniel.
Estos hombres, y muchos otros profetas, les dijeron a los judíos que se
arrepintieran, que destruyeran sus ídolos y que confiaran sólo en el
Señor.
El Señor les advirtió a los israelitas que si ellos no se arrepentían, Él
permitiría que los asirios los capturaran.
Y le advirtió a Judá que si no se arrepentía, permitiría que los
babilonios destruyeran a Jerusalén y tomaran cautivo al pueblo.
Dios también envió profetas a algunas de las naciones vecinas,
advirtiéndoles de que les juzgaría debido a su pecado.
I. Por medio de sus profetas, Dios también dio mensajes acerca del
Libertador que vendría.
En el huerto del Edén, Dios hizo su primera promesa en cuanto al
Libertador que vendría.
A través de los años, por medio de sus profetas, Dios continuó revelando
más detalles acerca del Salvador.
A pesar de que habían pasado cientos de años, Dios no había olvidado
ninguna de sus promesas.
MUESTRE EL CUADRO DE PROFECÍAS CUMPLIDAS, “LO QUE DIOS
DIJO QUE LE SUCEDERÍA AL LIBERTADOR”.
Cada una de estas promesas se hizo cientos de años antes de que
Jesús viniera a la tierra.
J. Israel rechazó a los profetas de Dios.
La mayoría de los israelitas rehusó escuchar los mensajes de Dios.
Se negaron a escuchar las advertencias de Dios.
Persiguieron y asesinaron a los profetas de Dios.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 46, “EL RECHAZO DE LOS
PROFETAS”
Ellos continuaron adorando ídolos.
Siguieron los caminos de las naciones que los rodeaban.
Aun así, los israelitas no dejaron de asistir al templo.
Ofrecían sacrificios y aparentaban adorar a Dios.
Pero en sus corazones no confiaban en Él ni lo amaban.
Por esto, Dios no aceptó su adoración.
Sin embargo, siempre hubo unos pocos judíos que sí creían en Él.
Ellos estaban de acuerdo con Dios en que eran pecadores.
Confiaban en la misericordia y el perdón de Dios.
Confiaban en que Él enviaría al Libertador prometido.
K. Dios juzgó a Israel y a Judá.
Debido a que Israel se negó a creer y a arrepentirse, Dios permitió que
sus enemigos lo conquistaran.
Los asirios conquistaron las diez tribus del norte.
Y se las llevaron cautivas.
El pueblo de Juda y Jerusalén también se negó a arrepentirse, por tanto
Dios permitió que los conquistaran los babilonios.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 47, “LA DESTRUCCIÓN DE
JERUSALÉN”
Los babilonios destrozaron los muros de Jerusalén.
Destruyeron el templo que Salomón había construido.
Y se llevaron cautivo a Babilonia a casi todo el pueblo.
L. Dios trajo de regreso a algunos de los exiliados de Babilonia.
Luego de 70 años, el Señor permitió que muchos de los israelitas
regresaran a Jerusalén1.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 48, “LA RESTAURACIÓN DEL
TEMPLO”
Los israelitas reconstruyeron la ciudad, y el muro de piedra.
También reconstruyeron el templo del Señor.
En este tiempo, los israelitas comenzaron a ser llamados “judíos”.
M. Los griegos y los romanos conquistaron y oprimieron a los judíos.
Aunque algunos de los judíos habían regresado a Jerusalén, sus
problemas aún no se acababan.
Primero los conquistaron los griegos 2.
Luego los romanos conquistaron a los griegos y gobernaron a los
judíos 3.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 49, “EL GOBIERNO ROMANO”
Muchos de los judíos fueron castigados cruelmente.
Algunos murieron por la espada.
Otros fueron crucificados.
El pueblo también debía pagar muchos impuestos.
Éste fue un tiempo de gran tristeza para el pueblo judío.
Muchos de ellos huyeron a naciones lejanas.
Los historiadores llaman este tiempo la “diáspora”, o la dispersión de
los judíos.
Pero se acercaba el momento en que la historia de la humanidad
cambiaría.
Dios estaba listo para enviar al Libertador, Jesucristo, nuestro Salvador y
Señor.
N. Conclusión
El pueblo de Dios había sido infiel.
Sin embargo, Dios siempre es fiel.
El Libertador estaba por venir, no como rey, sino como un bebé.
El Dios Todopoderoso estaba por bajar del cielo para ser hombre y
vivir entre los hombres.
Los profetas que profetizaron acerca del nacimiento de Jesús habían
sido torturados y asesinados.
Pero Dios aún guardó su promesa.
Jesús estaba por venir, en el tiempo exacto señalado por Dios.
¡Qué Dios tan fiel y lleno de gracia el que tenemos!
Démosle gracias porque hemos oído el mensaje de la venida de Jesús, y
su mensaje de salvación.
PREGUNTAS:
1. Dios hizo que brotara agua de la roca en el desierto. ¿Quién es
nuestra “Roca” y fuente de agua viva? Jesucristo.
2. ¿Cómo nos recuerda a Jesucristo la serpiente de bronce? Así
como la gente se salvó de la muerte al confiar en Dios y al mirar a
la serpiente en el asta, también nosotros somos salvos al confiar
en el Señor Jesús, quien fue clavado en una cruz y murió por
nuestros pecados.
3. Luego de que Josué muriera, Dios escogió a personas llamadas
jueces para liderar a los israelitas. ¿Quién capacitó a los jueces
para liberar a Israel de sus enemigos? Dios el Espíritu Santo.
4. ¿Quién vino a Saúl, el primer rey de Israel, y lo capacitó para
liderar al pueblo? Dios el Espíritu Santo.
5. ¿Qué hizo Dios el Espíritu Santo cuando David fue hecho rey en
lugar de Saúl? Dios el Espíritu Santo vino sobre David. Pero
debido a la desobediencia de Saúl, el Espíritu Santo no se quedó
con Saúl.
6. Los profetas de Dios les advirtieron a Israel y a Judá que se
arrepintieran, y también les contaron acerca del Libertador que
vendría. ¿Cómo recibió el pueblo de Dios a los profetas y sus
mensajes? El pueblo se rehusó a creer los mensajes de Dios y
persiguió y asesinó a sus profetas.
Las notas para los discípulos:
1) El Antiguo Testamento señala la futura venida de Jesucristo.
Estos relatos históricos, hermosos poemas y palabras de
sabiduría revelan la naturaleza y carácter de Dios, así como la
necesidad del hombre de un Salvador.
Como creyente en Cristo, usted encontrará muchos beneficios al
leer el Antiguo Testamento, al igual que el Nuevo. Tanto el
Antiguo como el Nuevo Testamento son inspirados por Dios. La
naturaleza y el carácter de Dios no han cambiado. Tampoco ha
cambiado la naturaleza del hombre, ¡aparte del nuevo nacimiento
en Jesucristo!
Los Salmos son una gran fuente de ánimo. Puede que usted
quiera leer un salmo cada día, además de su lectura del Nuevo
Testamento.
Recuerde el contexto de lo que lea. Los Salmos fueron escritos
antes de la venida de Cristo. Los israelitas aún estaban bajo la
Ley. La mayor parte de los salmos fueron escritos por personas
que sufrían. El rey David escribió muchos de los salmos cuando
era perseguido por el celoso rey Saúl. (Debido a la rebeldía de
Saúl, Dios había escogido a David para reemplazarlo como rey).
Muchos de los salmos revelan el carácter de Dios. Tal vez usted
quiera tomar algunas notas a medida que los lea.
2) Siga anotando sus peticiones de oración y las respuestas.
Recuerde que el tiempo mientras espera una respuesta ¡es
cuando usted puede ejercitar su fe!
Notas del maestro
RESUMEN
Esta lección abarca desde el tiempo de la entrada de Israel a la tierra
prometida, pasando por la época de los jueces, los reyes y el exilio, hasta el
tiempo de la venida de Cristo a la tierra.
El énfasis está en la rebeldía e incredulidad del hombre y la fidelidad de
Dios en el cumplimiento de sus promesas.
* Puede que usted quiera utilizar los Cuadros Cronológicos (ver página ii)
como ayuda para ilustrar esta lección.
1La historia del retorno del exilio se relata en Esdras y Nehemías.
2 Grecia floreció alrededor del año 400 a.C.. La tierra de Palestina (Israel)
cayó bajo el dominio de Alejandro Magno cerca del año 330 a.C..
3 En el año 63 a.C., Palestina (Israel) quedó sometida al dominio romano.
Palestina siguió bajo este domino hasta la caída del imperio romano en el
año 476 d.C..
Las notas para los discípulos son actividades opcionales que les puede
ofrecer a sus estudiantes para que las realicen en su propio tiempo fuera de
clase. No se pretende que sean asignadas como tareas, sino presentadas a
aquéllos que deseen crecer.
Anime a los estudiantes a hacerlas, pero no los presione.
Si hay tiempo libre al final de la clase, es posible que algunos de los alumnos
quieran compartir algo de estos estudios personales.
Versículos de Referencia
Éxodo 12-14
Éxodo 16
Éxodo 17
Éxodo 19
Salmo 106:24-25
Números 13:26-29
Números 13:30
Números 13:32-33; 14:1-4
Números 14:20-23, 29-30
Deuteronomio 1:26; 2:1
Números 20:12
1 Corintios 10:2-4
Hebreos 9:28
Deuteronomio 1:1-3
Deuteronomio 2:14-15
Génesis 28:14
1 Samuel 8:5
Hechos 13:22
Levítico 16:2,30-34
1 Reyes 12:18-20
Judas 14-15
Isaías 10:5-6
Jeremías 20:5
Jonás
Génesis 3:15
Mateo 23:37
Isaías 29:13
1 Reyes 19:18
Lucas 1:68-79; 2:26-32,36-38
Jeremías 32:30-35
2 Reyes 17:1-8
2 Crónicas 36:15-21
Jeremías 52:1-30
Gálatas 4:4
LO QUE DIOS DIJO QUE LE SUCEDERÍA AL LIBERTADOR:
Isaías 9:7 Sería descendiente de David
Isaías 7:14 Nacería de una virgen
Miqueas 5:2 Nacería en Belén
Oseas 11:1 Huiría a Egipto
Isaías 11:2 Algunas de sus características
Isaías 53:4-5 Sufriría por otros
Salmo 41:9 Sería traicionado por un amigo
Zacarías
11:12-13
Sería vendido por 30 piezas de
plata
Salmo 27:12 Sería acusado por testigos falsos
Isaías 50:6 Sería castigado y escupido
Isaías 53:7 Callaría al ser acusado
Isaías 53:3 Sería rechazado por los judíos
Salmo 69:4 Sería odiado sin causa alguna
Salmo 22:16 Sus manos y sus pies serían
perforados
Salmo 22:18 Echarían suertes por su túnica
Isaías 53:12 Moriría con pecadores
Salmo 22:6-8 Sería escarnecido e insultado
Isaías 53:9 Sería sepultado con los ricos
Salmo 16:10 Resucitaría
Salmo 68:18 Regresaría al cielo