las remedieras y el mundo que no se ve

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    LAS REMEDIERAS Y EL MUNDO QUE NO SE VE: UN DILOGO ENTRE LAINTERDISCIPLINARIEDAD CIENTFICA Y LA COSMOVISIN EN LA ZONARURAL DEL NORTE DE ESMERALDAS, ECUADOR.

    Jeanneth Ypez Montfar1, (Antroploga, Maestrante por FLACSO, Sede

    Quito), [email protected] ECODESS, convenio Universidad San Francisco de Quito, Ecuador yUniversidad de Michigan, E.U.A.

    Abstract: La clsica divisin binaria que separa al mundo quese ve, del mundo que no se ve nos ha hecho pensar que lasprcticas curativas de algunos colectivos humanos deberansubordinarse ante el saber cientfico. Esta postura no esavalada ni por los datos etnogrficos ni por la prcticainvestigativa cotidiana. A travs de la observacin participante

    dentro de un modelo de investigacin interdisciplinario, sepropone el paso de la Ciencia binaria hacia la ciencia en accin,por medio de la integracin de los puntos de vista crticos de laantropologa a travs de una lectura de los aportes de BrunoLatour.

    La primera vez que supe de los objetivos que persegua el proyecto Ecologa,Desarrollo, Salud y Sociedad (ECODESS)2, me impresion gratamente laoportunidad de trabajar con un grupo de personas cuyas afinidades y prcticasen cuanto a los mtodos de investigacin son bastante distintas a los usadospor la ciencia antropolgica. Otro hallazgo grato fue el que desde hace tresaos, cuando se inici el proyecto, se haba acudido a esta ciencia paraconstruir un puente que permitiera la aprehensin del complejo contextohumano en el que un grupo de epidemilogos, microbilogos y mdicos sehabran de involucrar para conseguir el objetivo principal de su estudio: trazarlas correlaciones e incidencias de la presencia de la carretera en el aumento delas enfermedades diarreicas en el Norte de Esmeraldas3.Al ingresar al proyecto en calidad de etngrafa local, se despert en m laexpectativa de saber cules eran las implicaciones reales de adoptar y aceptarel punto de vista de los habitantes de las comunidades dentro de una

    investigacin avalada por el aura de las llamadas ciencias duras y de hastaqu punto es plausible integrar el punto de vista eminentemente crtico de laantropologa, como una ciencia mediadora vlida entre las diversas disciplinas

    1 Los argumentos expuestos en el presente trabajo son de entera responsabilidad de la autora, quien

    agradece el apoyo dado por el proyecto ECODESS para su realizacin y presentacin. Agradezco tambin

    a Elzabeth Falconi por su apoyo en las correcciones finales para la edicin de este texto. Tambinagradezco a Corina Mina, habitante de la zona, quien me ayud mucho a comprender de manera profunda

    los aportes del pensamiento afroecuatoriano.2El proyecto ECODESS (Ecologa, Desarrollo, Salud y Sociedad) es un espacio interdisciplinario en elque participan una gran cantidad de colaboradores inmersos en las reas de las Ciencias Mdicas,Epidemiologa, Microbiologa, Estadstica, Logstica, Administracin, Informtica y Antropologa. El

    proyecto se viene desarrollando en 21 comunidades de la zona norte de la provincia de Esmeraldas desdeel ao 2003 hasta la presente.3Para conocer informacin detallada acerca del proyecto ECODESS, remitirse a:

    http://ehs.sph.berkeley.edu/ecodess/home.php

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    que operan dentro de un proyecto en el que convergen la epidemiologa y laantropologa.Es a partir de estas expectativas que se construye el ncleo del presentetrabajo, en el que realizo un corte especfico dentro de las ramas que integranel proyecto, con el fin de realizar un acercamiento a las prcticas de apoyo a

    las ciencias biomdicas y a las prcticas colectivas de tratamiento cotidiano delas enfermedades conocidas como tradicionales. El argumento que manejara lo largo de este texto es el de la clsica divisin binaria que coloca a estosdos tipos de prctica en terrenos de frontera antagnica, no soporta elcontraste de los datos etnogrficos que dan cuenta ms bien de unasrelaciones profundamente imbricadas de diversas maneras y en distintosmomentos. Al asumir esta posicin, no pretendo cerrar el espacio intentandoplantear unas conclusiones definitivas que dejen sin salida el enorme flujocreativo del dilogo entre las dos perspectivas en juego, sino al contrario, micompromiso principal es mostrar la dinmica que atae a lo que Bruno Latourllama el referente circulante a la vez que procuro clarificar el papel del aporte

    antropolgico y su peso dentro de un contexto de asociacin entre diversasdisciplinas cientficas.

    Las interpretaciones de las enfermedades diarreicas: una brechaaparentemente verdadera.

    A orillas de los ros Cayapas, Santiago y Onzole, se configura un denso paisajeque asocia una gama amplia y profunda de matices verdes, salpicados porconstrucciones de madera, caa, bloque o mixtas. Se trata de las viviendaspertenecientes a los habitantes afroecuatorianos que pueblan el norte de

    Esmeraldas. A orillas de los ros es casiobligatoria la presencia de mujeres y nioslavando la ropa o tomando un bao. Sicontinuamos observando y nos adentramosen cada uno de los 21 poblados dentro de loscuales ECODESS realiza sus investigacionesde seguimiento y vigilancia de los casos dediarrea, nos encontramos con diversosniveles de complejidad susceptibles de sercomparados: la cercana o lejana de los

    poblados con respecto a la carretera o

    con respecto al principal centropoblado, en este caso, Borbn; lapresencia o ausencia de serviciosbsicos como luz elctrica, aguapotable, educacin o servicios de salud;las relaciones intertnicas ms o menosdensas y las redes de relaciones intra einterfamiliares que se dan dentro de laparticularidad de cada poblado. En fin,las posibilidades de estudio que abarca

    un proyecto multidisciplinario son enormes y me es obligatorio tomar distancia

    de muchas de ellas para no perder de vista el propsito que me atae: echar almenos una vez un vistazo a la ciencia en accin, comprendida como aquellaque nos permite volver sobre nuestros pasos, permitiendo que emerja la

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    implicacin humana en la realizacin de los hechos cientficos y la implicacinde las ciencias en la realizacin de la historia humana

    4.

    Para lograrlo, lo primero que hago es posicionarme de lleno en mi oficioetnogrfico de una manera comprometida, es decir, atendiendo a mi presenciadentro de las comunidades que participan en la investigacin, no como un

    factor neutro o ingenuo, sino como actora que crea un mundo de relaciones,modificaciones y formas de pensar, tanto dentro de s misma como dentro delentorno en el cual vive durante el tiempo que dura el trabajo de campo.Lo que observo de esta forma es que una investigacin acerca de lasenfermedades diarreicas en esta parte del mundo se encuentra de inmediatocon una realidad: la diarrea como tal, exenta de sus implicaciones sociales ypolticas, no es comprendida como una enfermedad en s misma, salvo quepase previamente por la mediacin de la interpretacin del mdico. Si a esto lesumamos que se trata de una zona en donde los servicios de saludgubernamentales resultan precarios o inexistentes, tenemos como resultadouna salida lgica y esperada: la interpretacin que las personas de la

    comunidad dan a la presencia de la diarrea, se inserta dentro de un marco desntomas contextualizados de un modo diferente al que lo hacen los mdicos. Yal hablar de sntoma, deseo recalcar que el universo rural es acaso el quemejores oportunidades nos provee para reencontrarnos con la etimologa de lapalabra semitica, es decir, el acto de leer una serie de signos para llegar a lainterpretacin de lo que stos nos revelan, asocindolos a un nombre, cuyacarga significativa desencadenar a partir del mismo instante de su aparicin,una cadena interminable de asociaciones y prcticas inscritas tanto en lamemoria como en la historia. Parafraseando el tema principal de un filmcubano, diramos que para el caso que incumbe a la salud de los sereshumanos, como en muchos otros: vivir es elegir. En el norte de Esmeraldas,por lo general estas decisiones de vida se encuentran en manos de lasmujeres, cuyos conocimientos y percepciones acerca de los estados deenfermedad, sobre todo de sus hijos, las convierte en las intrpretes porexcelencia de los males que los aquejan.Es as que muchos testimonios con respecto a las causas de la diarrea sonsimilares a stos: la diarrea es simplemente cuando le sale la caca comoagua, otras veces le viene con fiebre, dolor de barriga y pujo y estn de dos atres das, de ah la caca es amarilla o verde, como cortada y con baba, cuandoes as, creo que la causa son las amebas, infeccin o bichos5.Otras de las interpretaciones ms comunes son: cuando la persona enferma

    presenta decaimiento del cuerpo, rostro demacrado, orejas yuyositasy diarrea,y si la caca se presenta amarillo-blanquinosa o espumosa, se dice que lapersona tiene mal aire. Esta es una enfermedad que da porque en el ambientehay espritu de personas que han muerto y sus almas andan vagando o cuandovan al cementerio a visitar o a sepultar los muertos; si una persona es dbil lepega el mal viento6.

    4Latour, Bruno:La esperanza de Pandora. Gedisa-Barcelona, 2001, p.23.5Los datos etnogrficos han sido tomados del trabajo de campo realizado por el proyecto ECODESS en

    el rea antropolgica. Se han utilizado especialmente aquellos datos colectados por Betty Corozo durante

    el ao 2005 y por Jeanneth Ypez durante los meses de mayo a agosto de 2006. Las fotografas utilizadastambin han sido parte del trabajo de campo realizado por el rea antropolgica y microbiolgica.6 Los diversos testimonios con respecto a las causas de la diarrea asociadas a enfermedades no

    consideradas por la clnica convencional pueden variar de forma pero no de fondo.

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    cuando una persona es agradable la ojea mirndole fijamente, la personaque sabe ojear cuando le mira le lloran los ojos; los sntomas son dolor a laaltura del ombligo, vmito y diarrea; la diarrea es entrecortada, con hilachas.Los testimonios como stos se multiplican y su implicancia va creciendo enforma exponencial, sobre todo cuando inclusive en los pocos poblados en

    donde se tiene acceso a un mdico o en todos aquellos en los que existe unpromotor de salud comunitaria

    7, son las mujeres y madres las que eligen el

    remedio para curar a sus pequeos o a algn familiar que presente diarrea8.

    Paico, Diescancel y Chivo, son las hierbas ms utilizadas por las remedieras de la zona paratratar la diarrea en nios y adultos.

    El trmino remedio es utilizado, no solamente como sinnimo de medicamentoo cura, sino que remite a aquella prctica que implica su elaboracin a partir del

    conocimiento que la mayora -por no decir la totalidad de las mujeres- poseenacerca de las hierbas y su utilizacin para curar los males a que hacenreferencia los testimonios citados. Este saber hacer ha creado elreconocimiento de la comunidad en las prcticas de las que hablamos, pormedio del apelativo de remedieras. Las remedieras

    9 son capaces de curar

    todos aquellos sntomas, incluida la diarrea, que son parte de una lecturacolectiva y cultural mucho ms vvida, puesto que la infeccin, el mal aire y elojo son en este caso, el nombre de las enfermedades que las remedierasdiagnostican, siendo la diarrea un sntoma subordinado a ellas. Que la curacinsea efectiva, depende de muchos factores. Pero por lo general si la aplicacin

    7En la zona norte de la provincia de Esmeraldas, los Promotores de Salud de la comunidad son agentesde salud importantes y reconocidos, formados por el Vicariato Apostlico Catlico, todas lascomunidades cuentan con un Promotor o Promotora de Salud. Su importante labor como agentes de salud

    y actores sociales merece un espacio de estudio especfico y aparte de los sesgados propsitos de lapresente ponencia.8En realidad, esta conducta se extiende a casi todas las dems enfermedades, no solamente las diarreicas.

    9 En la zona norte de Esmeraldas no existe una clarificacin semntica determinante que separe las

    prcticas de las remedieras de la de los curanderos/as. Ambos trminos se utilizan por igual, salvo en loscasos en el que alguien se ha especializado tanto en las curas que la poblacin lo distingue de las prcticasde las remedieras. Como dejo claro en el texto, casi todas las mujeres de la zona de estudio calzan dentrode este reconocimiento que alude a un saber considerado hasta de sentido comn. La distincin que s

    es claramente marcada es aquella que se refiere a los curanderos de culebra. Ellos son llamadosespecficamente curanderos y brujos/brujas, son aquellos agentes que manejan conocimientos mgicos

    capaces de provocar dao a otras personas. La complejidad de estos trminos y las implicaciones degnero que saltan a la luz bien podran ser el tema de un estudio especfico al respecto.

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    del tratamiento vegetal, acompaado con los sobijos, pringues10 y rezos nohan resultado efectivos, se decide entonces consultar a un mdico.Cuando la eleccin de la madre de un nio o de otro paciente adulto no ha sidoel acudir a los usos de los saberes colectivos, sino la de acudir a un mdico,quien as lo hace traspasa los umbrales de otro contexto, en el que las causas

    de la diarrea no podrn ser determinadas con certeza sino hasta haber pasadopor un procedimiento de laboratorio. Las prcticas mdicas, sean stas confines investigativos o clnicos, se encuentran articuladas a la interpretacindeterminante de lo que se exprese en los laboratorios.En el caso del proyecto ECODESS, por ejemplo, para determinar si la causa dela diarrea es un rotavirus

    11, una muestra de heces fecales debe pasar por un

    complejo proceso que inicia con la coleccin de muestras, fase en la cual sesigue un estricto protocolo. Parte de los pasos a seguir tienen que ver con elviaje, por decirlo as, de las muestras de heces desde el individuo que lasconfi entregndolas a los asistentes de campo o a la laboratorista, hasta quelos resultados regresan, junto al mdico que entregar el tratamiento

    respectivo.Y bien, hasta aqu nada parece misterioso. Se tratara simplemente de unadescripcin etnogrfica que a simple vista nos permite ver algo obvio y quequiz ya en muchos otros trabajos existentes se ha descrito de manera muchoms rigurosa: la existencia de dos modos de acercarse a la diagnosis de lasenfermedades diarreicas: la primera, avalada por cientos de aos de prcticacolectiva y la segunda no menos apuntalada por la historia de quienes gustande escribir la palabra Ciencia, as, con mayscula.Siguiendo el hilo de este razonamiento, no tardaramos mucho en encontrarnosante el esquema bsico de un sentido comn, cuya tendencia principal deorganizacin y anlisis podra asemejarse al siguiente esquema 12:

    Una concepcin de este nivel no deja de ser razonable. Nos muestra el dilemade la relacin sujetoobjeto, tal como la Ciencia (lanse siempre las

    10Sobijo se refiere a la accin de sobar, restregar o golpear levemente a una persona con una determinada

    planta. Pringar quiere decir hacer aplicaciones de hierbas a la manera de emplastos, con el fin de que las

    propiedades curativas de un determinado vegetal sean absorbidas al ser colocadas en el sitio exacto de ladolencia. El pringue se utiliza tambin como tratamiento analgsico para aminorar el dolor de diversasdolencias aparte de las que tratamos en nuestro texto.11Agradezco en esta parte la generosidad del equipo de microbiologa por permitirme utilizar parte de

    mis observaciones del trabajo por ellos realizado. Por las insuficiencias que pudiera revelar mi falta deconocimientos en la apasionante rea que es de su dominio, les expreso mis sentidas disculpas.12

    Latour, Bruno:La esperanza de Pandora. Gedisa-Barcelona, 2001, p.87, 91.

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    maysculas) nos la muestra. Nos permite graficar el dilema de la brechaexistente entre uno y otro y la posibilidad de que la conceptualizacin Cientficanos permita ponerlas en relacin, para extraer de esta manera un enunciadoque tenga el peso de una certeza. Si nos seguimos dejando guiar por este hiloconductor y lo aplicamos a las formas de diagnosis que para la diarrea

    aparecen como prcticas colectivas en el un caso y como prcticas bio-mdicas en el otro, tendremos un esquema similar a ste:

    Como queda claramente expuesto, segn esta manera de razonar, la prcticacientfica (que correspondera a la biomedicina) y la observacin emprica(propia de la sapiencia colectiva) resultaran ser, ambas, construcciones aptaspara ejecutar la fuerte tarea de acercar el mundo de la experiencia al mundo

    del lenguaje, o dicho de otro modo, de acercar el objeto hacia el sujeto. Sinembargo, a pesar de serlo, estas dos formas no se encuentran asociadas, sinoen una relacin de verticalidad, en donde la prctica cientfica quedaautomticamente en la cspide. De esta manera, la consecuencia inmediatasera que nicamente el modelo avalado por el aura Cientfica tendra lacapacidad de efectuar mediaciones legtimas para salvaguardar la vida dequienes padecen alguna enfermedad.Si tomamos en cuenta ahora las voces de protesta de todos aquellos que ya sehabrn dado cuenta de que es posible contestar activamente al sentido de estaverticalidad, invirtiendo las polaridades de los saberes propuestos en la brecha,y otorgndole un justo reconocimiento a las prcticas colectivas de curacin dela enfermedad, podremos atraer nuevas variables a nuestro discurso.Podremos sin duda hablar de las relaciones de poder que subyacen y queantes colocaban a la sapiencia colectiva como subordinada al conocimientocientfico; podramos tambin discutir acerca de las diferencias de gnero yprofundizar en el hecho de que la prctica mdica todava sigue estando enmanos de los hombres, en tanto que los saberes adscritos a la medicinatradicional y a otras prcticas de curacin deslegitimadas por la Ciencia estnsujetas a su feminizacin. En fin, podramos atraer hasta aqu a todas las vocescontestatarias y reivindicadoras de un nuevo amanecer para un nuevo orden decosas, pero lo que no podremos es trascender el pensamiento del sentido

    comn, todava Cientfico (sganse leyendo las maysculas), que pone antenosotros una brecha entre el mundo y el lenguaje, entre el sujeto y el objeto,como una verdad absoluta e insalvable.

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    Muchos dirn, pero la brecha existe, las desigualdades existen. Esto no loniego, pero si queremos tratar con la realidad de esas desigualdades,deberemos comprender que si seguimos utilizando la dicotoma entre elsujeto y el objeto, entonces los dos (nicos) protagonistas seguirn siendoincapaces de compartir la historia en igualdad13, seguirn anulndose ante la

    falta de elementos que permitan comprender que los nudos del conflicto y elcambio no siempre son un nudo tejido entre dos hilos.

    Dar, recibir y devolver.

    Hasta aqu todo parece conducirnos hacia una resolucin netamenteepistmica de lo planteado y as sera, si es que, contradicindonos,siguisemos el hilo de esta discusin sin atraer hacia nosotros esa historia, quecompartida en cierta igualdad

    14nos permitir reiterar la implicancia humana en

    la realizacin de los hechos cientficos y la implicacin de la ciencia en larealizacin de la historia humana

    15.

    Atraer esa historia supone reconocer, como lo hemos hecho a lo largo de todoslos prrafos anteriores, que la Ciencia, expuesta desde su dicotoma,nicamente nos permite un ejercicio de dar y recibir pero nos ocultasabiamente la siempre velada, aunque presente, prctica de devolver.Pero,de qu se trata el devolver?, qu diferencia tiene con el dar?, acaso el daro el dar-se no es ya suficiente para cerrar el benfico crculo de lareciprocidad? La respuesta a la ltima pregunta es un no rotundo y la respuestaa las dos primeras preguntas las tienen Marcel Mauss

    16 y Bruno Latour, dos

    pensadores, que desde sus propios escenarios y tiempos histricos, resultanpara m, pioneros en revelar que la ciencia

    17(as, con minsculas) se ubica en

    un escenario mucho ms pedestre, cotidiano y vvido y tiene un nombre clave:investigacin. La investigacin es lo que Bruno Latour llama la ciencia enaccin, es decir la posibilidad de ser parte de una prctica que lejos deencerrarse en la literalidad proclamada por los guerreros de la Ciencia, escapaz de avanzar con aquella fuerza vital que nos es conocida a todos losseres humanos: la fuerza del flujo sanguneo.Siendo as, la investigacin no solamente promueve dilogos, sino que circula ylo que hace circular no es la verdad absoluta, ni la fuerza de las hiptesisgeneradas por los actores que fungen como investigadores versus los saberesde quienes colaboran con la investigacin donando parte de su saber. Lo quese mueve a travs de los flujos en la prctica investigativa es el referente, en

    tanto resultado de una relacin transformadora, capaz de devolverse. Paracomprender mejor lo que deseo decir, veamos una vez ms a la ciencia enaccin:

    13Latour, Bruno:La esperanza de Pandora.Gedisa-Barcelona, 2001, p.179.

    14Digo cierta, en vista de que los trminos absolutos podran llevarnos al peligroso terreno de sugerir

    prcticas totales.15

    Latour, Bruno:La esperanza de Pandora. Gedisa-Barcelona, 2001, p.23.

    16

    Mauss, Marcel:Ensayo sobre el Do. n/d, mimeo.17Con esta afirmacin no intento restar el crdito a todos aquellos y aquellas que han desarrollado su

    pensamiento en lneas similares. Simplemente deseo reconocer en esta afirmacin el peso que los autoresarriba mencionados han tenido para m en el momento de escribir este trabajo.

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    Laboratorio de campo, Proyecto ECODESS

    En una cmara transparente, construida con un vidrio especial, se puedenobservar tubos cary blair, hisopos esterilizados, cajas petrix y la persistente

    llama azul de un mechero conectado a un tanque de gas metano. A pocosmetros de este espacio encontramos una mesa con una gradilla, frascos decrioconservacin, bolsas ziplop, un par de guantes quirrgicos y varios frascosplsticos conteniendo muestras frescas de heces fecales donadas por variaspersonas. Completa el cuadro un tanque de nitrgeno que despide un vahoblanqusimo cuando se abre su tapa hermtica y al cual se impide que seacerque quien quiera que no sepa usarlo. Nada que no pudiera ser identificadoa primera vista por un investigador en microbiologa, salvo por un pequeodetalle: todo lo aqu descrito se encuentra montado dentro de una de lasconstrucciones de tablas de madera que forman parte del paisaje comn de lospoblados de rivera de ro en el norte de la provincia de Esmeraldas. Cada mes,

    todo este equipo es movilizado hacia las comunidades en las que trabaja elproyecto ECODESS, con la finalidad de completar su ciclo investigativo en elque se incluye el diagnstico, atencin mdica general y entrega de losresultados de laboratorio con su tratamiento respectivo a quienes colaborancon la entrega de sus muestras de heces.

    Diagnstico de mal de ojoutilizando una cinta

    Sin embargo, mientras los asistentes y la microbiloga trabajan sin descansopara dar con la causa que ocasion la diarrea en tal o cual persona, al mismotiempo acontece que las mujeres de las comunidades afroecuatorianas de esta

    zona, las remedieras, realizan tambin sus propios experimentos. Con la ayudade un pequeo maso, cuchara o lo que tuvieren a mano, extraencuidadosamente el zumo de las plantas de la zona con la finalidad de curar el

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    ojo, mal aire y bicho, enfermedades dentro de cuyos sntomas se presenta ladiarrea. Gracias a sus experimentados ojos en captar las diferencias en elcolor, contextura, olor y apariencia de las heces fecales de la diarrea, soncapaces de aportar con un diagnstico certero y dar con los causantesdel mal.Como podemos observar, lejos de estar separados por una brecha

    indescifrable, ambas prcticas comparten la caracterstica de tener unabsqueda en comn y unos procedimientos, que aunque diferentes, estn biendefinidos y avalados por sus respectivos procesos. Aunque la formacin de losunos provenga de la tradicin Cientfica y la de los otros venga de la tradicincolectiva, lo cierto es que ambos grupos de experimentadores llegan a referirsea lo mismo: al mundo de los no humanos, el mundo que no se ve.Los laboratoristas utilizan medios de cultivo y siembra para poder captar,observar y atraer hacia el mundo humano de los resultados cientficos, todoaquello que no se observa a simple vista y que est impulsando a la empresainvestigativa, en este caso, acerca de las enfermedades diarreicas. Lasremedieras utilizan en cambio sus pequeos morteros, plantas, botellas

    curadas18, cintas y oraciones con el mismo fin: crear una transformacinefectiva y que beneficie a aquellos que han sido afectados por aquellos quemoran en un espacio invisible, provocando distintos males.

    Vistos todos estos antecedentes, nos encontramos con el referente circulante:el mundo de los no humanos, ya no como parte de unas prcticas tildadas deracionales o irracionales, sino ms bien articulado a un referente compartidopor al menos dos colectivos humanos, cuyas relaciones se hacen ahoraevidentes. Para visualizar de alguna forma lo expresado, sirvmonos una vezms de los diagramas de Latour para plasmar la transformacin de los datos enlos distintos planos de la realidad:

    La transformacin en cada etapa de la referencia puede representarsecomo un intercambio entre lo que se gana (amplificacin) y lo que sepierde (reduccin) en cada uno de los pasos que generan informacin

    19.

    18Una botella curada, es una botella de vidrio, generalmente reciclada, en la que se colocan plantas de

    diversas especies en un medio lquido, que puede ser agua o aguardiente. Estas botellas pueden durarmeses o hasta aos y su contenido lquido se lo puede ir bebiendo en las circunstancias en que se requiera.

    Estos compuestos son sumamente apreciados por quienes se sirven de ellos.19

    Latour, Bruno:La esperanza de Pandora. Gedisa-Barcelona, 2001, p.89.

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    Como podemos observar, tanto las prcticas investigativas de los cientficos,como aquellas llevadas a cabo por las remedieras, pasan por sucesivas etapasde transformacin, en las cuales se verifican amplificaciones y reducciones.Las amplificaciones, toman en cuenta aquellos elementos de la realidad queson parte del entorno en el que los colectivos humanos desenvuelven su

    cotidianidad, como son: su medio ambiente, nociones simblicas, tramas desentido, redes de relaciones, es decir, todo aquello que realizando un gruesoresumen podramos llamar sus universales o su cosmovisin. Lasreducciones se refieren en cambio a todo aquello que debemos apartar por unmomento para concentrarnos en un dato, fuente u observacin especfica, conel afn de profundizar en su conocimiento. La riqueza de esta perspectivaentonces, est en reconocer que no existe aval emprico alguno para suponerque la investigacin, experimentacin y acierto se encuentre nicamente enmanos de los cientficos que vienen de fuera y lejos de la cotidianidad en lascomunidades.Otra de las conclusiones que saltan a la vista es que las etapas de

    transformacin en la experiencia investigativa, lejos de realizarse en ambientesnicos y sellados, se encuentran constantemente imbricadas. En lugar deseguir el avance unilineal que nos plantea el mito del progreso, la referenciaque circula nos propone un mundo en el que los atascamientos, las preguntassin resolver y las luchas cotidianas son plausibles tanto dentro de los colectivoscientficos como dentro de los colectivos que no lo son y que adems, no tienennecesidad de serlo para poder investigar.Siendo as, lo que proponemos aqu es que un experimento es una historiaes un texto que narra una situacin no textual porque las situaciones notextuales no se hallan en otro mundo alcanzable nicamente por losCientficos (lase nuevamente las maysculas) o por un puado de oscurosmagos. El mundo que no se ve es un mundo vitalmente conectado a lacotidianidad y que activa aquellas preguntas inteligentes, atrevidas y capacesde reconocer que dejarse cegar por la brecha dual es dar un salto al vaco.Pero captar esta realidad no nos debe llevar a una posicin cmoda sino a unalabor de introspeccin acerca de la posible forma que podran tomar aquellosflujos de realidad transformada y transformadora que circula y que llamamosreferente. Usurpando una vez ms el pensamiento de Bruno Latour, mepermito reproducir otro de sus grficos contextuales:

    La concepcin itinerante de la referencia sigue una serie de transformaciones. Desde estepunto de vista, la referencia califica tanto el movimiento ascendente y descendente como lacualidad de la transformacin. El punto clave es que, en este modelo, la referencia crece desde

    el centro en ambas direcciones20

    .

    20Latour, Bruno:La esperanza de Pandora. Gedisa-Barcelona, 2001, p.88.

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    Lo que observamos aqu, es la existencia de articulaciones capaces de poner acircular unos referentes comunes, en donde todos los agentes que contribuyenal hecho de la referencia pueden compartir la historia o la sofisticacininvestigativa a partes iguales. Ya no es necesario colmar una enorme y radical

    brecha entre dos mbitos, simplemente basta con ir pasando a travs de lasmuchas pequeas fisuras que existen entre unas entidades activas sloligeramente diferentes21.Siendo as, el conocimiento de las remedieras, su cotidianidad y forma deexperimentar trascendera inmediatamente las barreras del laboratorio, ascomo el laboratorio mvil traspasa las barreras de un medio ambiente pococomn22, convirtiendo las experiencias con respecto al diagnstico y cura delas enfermedades diarreicas en una experiencia cientfica compartida.Obviamente, si se asume esta postura dentro de un proyecto multidisciplinario,habr que pensar en las responsabilidades que esto trae consigo. En primerlugar, habra que asumir que la elucidacin de la realidad desde esta

    perspectiva se da gracias a que en el seno de una investigacin, cuyo cuerpoprincipal est conformado por microbilogos, epidemilogos y mdicos, se hadado un hecho poco comn: se ha incluido a los representantes de una cienciavivencial por excelencia, la antropologa. Y que una ciencia social se encuentreinmiscuida dentro de los territorios de algunas de las Ciencias llamadasduras, no es tarea fcil. No se puede colocar a una etngrafa en el campo ypensar que su labor sea simplemente acumular los datos de una cosmovisinparalela y ajena a toda implicacin humana y poltica.Por ello, me reafirmo en mi posicin de encontrar en la investigacin comoprctica, no un reducto, sino un amplio camino, que no higienice a ste o aalgn otro proyecto de investigacin cientfica de las implicaciones polticas quetrae consigo la exploracin de la cosmovisin de un colectivo humano, sino quedevuelva constantemente y con generosidad los referentes propios que llevaconsigo al lugar de la investigacin, porque es tambin nuestro lugar y mediode vida. Propongo tambin que esta manera de asumir la poltica guardecoherencia con nuestro afn de articular una ciencia con minsculas para locual, parafraseando a Nancy Scheper-Hughes

    23, se requiere de antroplogos,

    epidemilogos, mdicos y dems cientficos, capaces de actuar libremente, sinque se valgan de ellos la medicina, las ciencias biolgicas o las cienciasdemogrficas estadsticas en calidad de dependientes, auxiliares osimplemente servidores de los sesgos absolutistas de la formacin de cada

    uno.Poner a circular los referentes implica completar la esfera del darrecibir ydevolver, asumiendo con valenta y creatividad la profundidad de las complejasrelaciones humanas que todos, como colectivo que mora en este planeta,mantenemos con los no humanos. Implica as mismo plantearse nuevaspreguntas o dejar de planterselas, respetando que puedan existir respuestas

    21Latour, Bruno:La esperanza de Pandora. Gedisa-Barcelona, 2001, p.178.22

    La zona de trabajo del proyecto ECODESS corresponde a un clima tropical-hmedo, con unatemperatura media de 27 grados centgrados, humedad relativa del 70 al 90% y una pluviosidad anual que

    oscila entre 2500 y 4200 ml.23Scheper-Hughes, Nancy: Demografa sin nmeros. El contexto econmico y cultural de la mortalidad

    infantil en Brasil, EN: Viola, Andreu (comp): Antropologa del desarrollo. Textos y estudios

    etnogrficos en Amrica Latina. Barcelona: Paids, 1999, p. 295.

  • 7/24/2019 Las Remedieras y el mundo que no se ve

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    que no se nos habran ocurrido pero que estn y estaban ah, conviviendo connosotros y no al otro lado de una brecha sincrnica y perenne.Asimismo, invitar a la ciencia antropolgica al seno de un proyecto queinvestiga algo tan ligado al modo de vivir y al modo en que podra morir lagente con la que se relaciona24, no es sentar a la mesa a una convidada de

    piedra. Es aprender a compartir, convivir, respetar y saber aprovechar elimpulso de una propuesta que encajara a la perfeccin con lo que IsabelleStengers25 llama la cosmopoltica, y cuyo fundamento principal lo encontrexpresado de una manera inmejorable en las siguientes palabras, compartidasconmigo por una pobladora de la zona, como quien comparte un tesoro ah,ustedes han recibido mucho y muy buenas cosas. Tienen conocimiento, sabery poder en abundancia. Sepan que eso que tienen no lo tienen en vano. Fuedado a ustedes para que lo devuelvan en la misma medida en que hanrecibido

    BIBLIOGRAFIA

    Briceo-Len, Roberto (coord), Ciencias Sociales y Salud en Amrica Latina,un balance, Caracas, ExLibris, 1999.

    Brunelli, Gino: De los espritus a los microbios: Salud y sociedad entransformacin entre los Zor de la Amazona Brasilea. Quito: ABYA-YALA, 1989.Latour, Bruno: La esperanza de Pandora. Barcelona: Editorial Gedisa,2001.

    Martnez Flores, Alexandra: Para los hombres, las heridas son flores, Cuerpo,trabajo y memoria en Pindal, EN: Andrade, X. y Herrera Gioconda(edts): Masculinidades en Ecuador. Quito: FLACSO-UNFPA, 2001.

    Mauss, Marcel: Ensayo sobre el Don. n/d, mimeo.Naranjo, Plutarco y Crespo, Antonio (edts): Etnomedicina. Progresos Italo-

    latinamericanos, Vol II, Quito, Universidad Andina Simn Bolvar, 1997.Proyecto ECODESS: http://ehs.sph.berkeley.edu/ecodess/home.phpProyecto ECODESS: Protocolos para la coleccin de muestras de heces en el

    rea de microbiologa.Scheper-Hughes, Nancy: Demografa sin nmeros. El contexto econmico y

    cultural de la mortalidad infantil en Brasil, EN: Viola, Andreu (comp):Antropologa del desarrollo. Textos y estudios etnogrficos en Amrica

    Latina. Barcelona: Paids, 1999.

    24Scheper-Hughes, Nancy: Demografa sin nmeros. El contexto econmico y cultural de la mortalidadinfantil en Brasil, EN: Viola, Andreu (comp): Antropologa del desarrollo. Textos y estudiosetnogrficos en Amrica Latina. Barcelona: Paids, 1999.25

    Stengers, Isabelle: 1996, citada en Latour, Bruno:La esperanza de Pandora. Gedisa-Barcelona, 2001,p.30. Para un desarrollo ms profundo de la cosmopoltica, de lo que me permite este espacio, consultar

    especialmente los captulos 8 y 9.