las parábolas de jesús

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Las Parábolas de Jesús Para leer el Nuevo Testamento 5

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Page 1: Las parábolas de Jesús

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Centro Bíblico Verbo Divino Padre Damián N30 -71 y Obispo Díaz de la Madrid (Barrio Las Casas Altas) • Quito - Ecuador

Telf.: (02) 320-2406

E-mail: [email protected]; [email protected]: // www.verbodivino-ecu.org

Apdo.: 17-03-252

© Centro Bíblico Verbo Divino, Quito (Ecuador)

Ilustración: César Ayala Torres

Diseño y diagramación: Pop Design

Impresión: Nueva Imprenta Don Bosco

ISBN: 978-9978-979-48-8

Page 3: Las parábolas de Jesús

TEMA 1

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Jesús usaba muchos ejem-plos para entregar su ense-ñanza, adaptándose a la

capacidad de la gente. Todo lodecía por medio de parábolas”(Mc 4,33).

Queremos invitarlos a leer, me-ditar y vivir las parábolas de Je-sús. Él es el Maestro que por me-dio de parábolas y comparacio-nes nos enseña de forma sencillay eficaz lo que es la Buena Noti-cia. Como Él, nosotros debemostransmitir esa gran Noticia anuestros hermanos y hermanas,igualmente de forma sencilla ycreativa.

Para nuestra lectura y estudiode las parábolas de Jesús, nosayudarán tres amigos: Juan,Carlos y Sandra, ¡Gracias porayudarnos Sandra, Juan y Car-los, somos todo oído!

Juan: La verdad, yo soy un cate-quista nuevo y más bien quisieraque mis amigos me ayuden a sa-ber qué son las parábolas.

Carlos: Bueno, Juan, las pará-bolas son pequeñas historias,cuentos o comparaciones que re-cogen imágenes de la vida coti-diana de un pueblo, sea del cam-po, del lago, del templo, de la ca-sa o de las plazas... Jesús conta-ba muchas parábolas para com-parar dos cosas que eran pareci-das y, al mismo tiempo distintas.

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Ya que la parábola es una compa-ración, ¡es necesario descubrir quées lo que se está comparando! A ve-ces, el mensaje está oculto y hayque pensar y reflexionar sobre ello.

Sandra: ¡Hola Juan! ¡hola Car-los! Algo muy importante de lasparábolas es el lenguaje sencilloque usaba Jesús, así, el pueblo locomprendía con claridad. ¡A Je-sús no le gustaba hablar difícil!Además, al oír una parábola, laspersonas pueden imaginarseuna película de varias escenas, yeso ayudaba a comprender mu-cho mejor ¿Quieren un ejemplo?Leamos la parábola del “buen sa-maritano” (Lc 10,30-37).

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Juan: ¡Qué bueno conocer estetema! Ahora díganme, ¿cuántasparábolas hay en los Evangelios?

Carlos: Nos hemos puesto a in-vestigar y podemos decirte quehay más de cuarenta parábolas,aunque es difícil decir exacta-mente cuántas son, porque Jesúshizo tantas comparaciones, his-torias y cuentos que muchos deesos relatos están mezclados enotros discursos.

Juan: Ahh, bueno. Sandra, ¿có-mo creaba Jesús sus parábolas?

Sandra: ¡Buena pregunta! Paraelaborar sus parábolas, Jesúsdaba cuatro pasos:

1. Jesús mira la vida

Jesús vivió atento a la vida de supueblo, a los campesinos, que se-gún la época del año siembran y co-sechan; a los pastores con sus ove-jas; a los trabajadores en las fincaso en las viñas, desempleados queesperan en las plazas a ver si loscontrataban, observó familias ente-ras, con sus hijos jugando en la pla-za o en los patios, hermanos quediscuten por herencias, padres queesperan un hijo que se ha ido lejos.

Jesús mira las cosas simples deuna casa: sus puertas, lámparas,

trozos de tela, barriles de vino.Mira mesa llenas de comida, co-mo la del rico Epulón, y mesasvacías como la de Lázaro, losbanquetes y fiestas. Mira a muje-res que gastan su vida en las ta-reas del hogar: poniendo levadu-ra a la masa, barriendo la casa,visitando a un juez para que lehaga justicia. Mira a caminantesque se trasladan de un lugar aotro y son atracados; gente quereza en el templo. Jesús mira yadmira la vida de su gente.

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Con estas escenas del campo, deltrabajo, de la familia, de las co-sas de la casa, de la comida, de lamujer, del camino y del templo,Jesús elabora sus historias,cuentos y comparaciones. Lagente lo entiende porque esasson las cosas cotidianas que es-tán viviendo. ¡La materia primade las parábolas es la gente consus sueños y preocupaciones!.

Con sus parábolas, Jesús tratade recrear el día a día y sacarun mensaje que cuestione a losoyentes, para descubrir si esarealidad contada es o no la vo-luntad de Dios. Detrás de cadaparábola hay un mensaje de Je-sús.

Juan: ¿Y cuál es ese mensajeque Jesús transmite con sus pa-rábolas?

Carlos: Hay cinco grandes men-sajes que podemos encontrar enlas parábolas.

- Mensajes sobre el Reino. Porejemplo, en la semilla de mos-taza (Mc 4,30-32).

2. Jesús elabora sus parábolas

3. Jesús propone su mensaje

- Mensajes sobre la misión de losdiscípulos, por ejemplo, el buensamaritano (Lc 10,30-37).

- Mensajes sobre las conductasque se oponen al Proyecto de

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PREGUNTAS

• ¿En qué se fijaba Jesús parahacer sus parábolas?

• Cuando damos catequesis,¿cómo enseñamos?

• ¿Qué realidades de nuestravida diaria podrían ayudarnosa crear una parábola?

- Mensajes que se refieren a lossentimientos del Padre y deJesús para sus hijos. Porejemplo, la parábola de la ove-ja perdida (Lc 15,4-7).

Jesús. Por ejemplo, la oracióndel fariseo (Lc 18,9-14).

- Mensajes en el que destacaactitudes opuestas al Reino.Por ejemplo, servir a Dios o aldinero (Mt 6,24).

4. Jesús quiere provocar una reacción

Con sus parábolas, Jesús invita ala gente a reaccionar y a expresarlo que la parábola le ha enseña-do. Las reacciones son distintas,las del pueblo, de los fariseos, pu-blicanos, comerciantes. Unosaceptan el mensaje, otros lo re-chazan y otros son indiferentes.

Juan: Muy interesante esto delas parábolas. Me gustaría hacerparábolas como las hizo Jesús.Así que me fijaré más en la gente,en la naturaleza y en las plazas.

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TEMA 2

Juan: Ahora me gustaría que meexpliquen algunas parábolas delas que están en los Evangelios.¡Creo que me ayudarían muchoen mi labor de catequista!

Sandra: ¡Por supuesto! Vamos aorganizar las parábolas deacuerdo a las imágenes que Je-

sús usó. Así encontramos pará-bolas con imágenes del campo,del trabajo, de la familia, de lamesa y la comida, de la mujer,las cosas de la casa, del camino ydel templo.

Carlos: Querido Juan, acuérda-te de estas palabras claves:

Campo Trabajo Familia Mesa y comida

Mujer Cosas de la casa Camino Templo

Sandra: ¡Qué te parece si ahoraconversamos sobre las parábolascon imágenes del campo! Haymuchas de ellas:

- El sembrador (Mc 4,1-9;Mt 13,3-8; Lc 8,4-8).

- El trigo y la cizaña(Mt 13,24-30).

- La semilla que crece por sí so-la (Mc 4,26-29).

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- El árbol bueno y el árbol malo(Mt 7,16-20; Lc 6,43-44).

- La higuera estéril (Lc 13,6-9;Mc 13,29-32).

- El grano de mostaza(Mc 4,30-32; Mt 13,31-32;Lc 13,18-19).

- Los desempleados y los emplea-dos en la viña (Mt 20,1-16).

- Los viñadores asesinos(Mc 12,1-12; Mt 21,33-41;Lc 20,9-19).

- La oveja perdida (Mt 18,12-14;Lc 15,4-7).

Sandra: Como ejemplo, hable-mos de la parábola del granode mostaza y sigamos algunospasos.

1. Leemos el texto: Mc 4,30-32

“Y les dijo también: ¿A qué se pa-rece el Reino de los Cielos? ¿Quécomparación podríamos dar deél? Es semejante a una semilla demostaza. Cuando se la siembra esla más pequeña de todas las semi-

llas de la tierra. Pero una vez sem-brada, crece y se hace más grandeque todas las plantas del huerto.Entonces, echa ramas tan grandesque los pájaros del cielo puedenrefugiarse bajo su sombra”.

2. Seleccionamos las palabras importantes

Nos detenemos en las palabrasque nos llaman la atención, porejemplo:

- ¿A qué se parece el Reino?

- El Reino de Dios es semejantea una semilla de mostaza.

- El semilla de mostaza, es lamás pequeña de todas las se-millas.

- Cuando crece echa ramas tangrandes que los pájaros pue-den refugiarse bajo su som-bra.

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Es el momento de ahondar en eltexto. Nos hacemos algunas pre-guntas.

• Las imágenes de semilla,siembra, planta, huerto, ¿quérealidad nos describen?

Es la realidad y vida de loscampesinos, que saben cómo,cuándo y de qué manera seechan las semillas a la tierra,y saben qué frutos pueden dar.

• ¿Cómo era la vida de los cam-pesinos en tiempos de Jesús?¿De quién era la tierra?

En tiempos de Jesús, la mayoríade los campesinos no tenía tie-rras propias, porque éstas esta-ban en manos de grandes propie-tarios como los saduceos. Loscampesinos que tenían pequeñaspropiedades se veían obligados a

pagar fuertes impuestos, tanto alImperio romano como al Templo.Su situación era crítica, pues vi-vían en una gran pobreza.

Carlos: Juan ¿notas que las pa-rábolas son como ventanas quenos permiten ver al pasado, la si-tuación en la que vivía el pueblode Jesús?

Sandra: ¡Así es Carlos!, pero lasparábolas no sólo hablan del pa-sado y para personas de esa épo-ca, sino también de nuestro pre-sente, para nosotros hoy. Poreso, también debemos pregun-tarnos: ¿Cómo es la vida de loscampesinos hoy? ¿Cuáles son susdificultades? ¿Cuáles son sus ilu-siones? Con estas preguntas nosacercamos al cuarto paso quenos ayuda a reflexionar una pa-rábola.

3. Profundizamos

4. Descubrimos el mensaje de Jesús

¿Cuál es el mensaje que nos daJesús en la parábola de la semi-lla de mostaza?

Que el Reino está entre nosotros,pero no en grandes aconteci-mientos, sino en las cosas y ac-ciones sencillas y pequeñitas.

Quizá por eso casi nadie las ve nilas reflexiona. Pero la semilla delReino está presente y crece sinparar. Con el tiempo, sin prisasni pausas, el Reino crecerá, sehará visible, será tiempo de dis-frutar de su sombra. La comuni-

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PREGUNTAS

• ¿Podrías aplicar estos cuatropasos y analizar otra paráboladel campo?

• ¿Qué otro elemento de la vidacampesina se puede tomar pa-ra hacer una parábola de hoy?

dad se fortalecerá y se hará tansolidaria, que los débiles y po-bres –los pajaritos– podrán acer-carse a ella para refugiarse, parabuscar sombra y descanso.

Juan: Ya entiendo, son cuatro pa-sos importantes para estudiaruna parábola. No los voy a olvidar.

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TEMA 3

Sandra: Ahora queremos refle-xionar sobre algunas parábolasen las que Jesús usó imágenesde la vida de familia, donde in-tervienen hijos que pelean, niñosque juegan en la calle, padres ymadres de familia.

Juan: ¿Cuáles son esas parábo-las?

Carlos: Jesús usa imágenes dela familia en las siguientes pará-bolas:

1. Los niños caprichosos (Mt 11,16-19; Lc 7,31-35)

¡Dejen trabajar y no critiquen!

“Les tocamos la flauta y ustedes nobailaron, les tocamos cancionestristes y no trataron de llorar”.

Esta es una comparación bonita,en la que Jesús critica a los fari-seos porque cuando vino Juan

Bautista que no comía ni bebía, lollamaron endemoniado, y ahora aJesús que come y bebe, lo insul-tan y tratan de “borracho y comi-lón”. Es decir, los fariseos criticansólo por criticar y nada les parecebien. ¿Hay en nuestra catequesis,personas con actitudes fariseas?

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2. El padre que pide colaboración a sus dos hijos(Mt 21,28-32)

¡Obrar más y hablar menos!

“Un hombre tenía dos hijos, sedirigió al primero y le dijo: hijo,hoy tienes que ir a trabajar a miviña. El respondió: no quiero. Pe-ro después se arrepintió y fue.Luego el padre se acercó al otro yle mandó lo mismo. Este respon-dió: Voy, señor, pero no fue”.

Con esta parábola Jesús quieredestacar el amor profundo quesiente Dios Padre por las perso-nas que sufren y por las margi-nadas (prostitutas, publicanos ypecadores), que son valientespara arrepentirse de sus malasacciones y volver al amor delPadre, ¡El Reino de quienes se-pan enrumbar su vida, de acuer-do a la voluntad del Padre!(Mt 21,31). Por otro lado, Jesúscritica la arrogancia de los orgu-llosos (escribas y fariseos) quecon sus labios dicen sí al plan deDios, pero que en la prácticamuestran su no rotundo a amarcomo el Padre ama.

3. El amigo inoportuno que molesta alpadre de familia (Lc 11,5-8)

¡Un Dios que le gusta dialogar!

“Supongamos que, uno de uste-des va a medianoche donde unamigo para decirle: Amigo, prés-tame, por favor, tres panes, por-que me llegó un amigo de viaje yno tengo nada que ofrecerle. Peroel otro, responde desde adentro:No me molestes; la puerta está

cerrada y mis hijos y yo estamosacostados; no puedo levantarmea dártelos. Yo les digo que, si elde afuera sigue golpeando, porfin se levantará a dárselos. Si nolo hace por ser amigo suyo, lo ha-rá para que no lo siga molestan-do y le dará todo lo que necesita”.

Pedir prestado un poco de pan,

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azúcar o sal es muy frecuente ennuestros vecindarios. También loera en la sociedad de Jesús. Poreso, Él se vale de este hecho de vi-da para describirnos la imagen deDios Padre, a quien le gusta dia-logar con sus hijos e hijas. A Dios,le gusta que abramos la boca, quele conversemos nuestras cosas yque le escuchemos lo que Él quie-re decirnos; ¡eso es oración! Paradialogar con Dios no existe hora-rio; se lo puede hacer en el mo-mento que creamos más conve-niente o urgente de nuestra vida.Él siempre está atento a nuestrasúplica. Lo importante es no des-mayar ni perder la confianza en

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que Dios nos escucha. A vecesDios tarda, pero, al final, siemprenos atiende con solicitud.

4. El padre generoso con sus hijos (Mt 7,9-11)

¡Invitados a orar!

“¿Quién de ustedes da una pie-dra a su hijo si le pide pan, o unaculebra si le pide pescado? Si us-tedes que son malos saben dar co-sas buenas a sus hijos, con mayorrazón el Padre celestial, Padre deustedes, dará cosas buenas a losque se las piden”.

Esta es una parábola con la queJesús transmite una idea pareci-da a la parábola anterior: Diossiempre está atento a nuestrasnecesidades y nos da aquello que

necesitamos y que conviene anuestras vidas. Jesús tambiénquiere llamar nuestra atenciónsobre la necesidad de no quedar-

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nos sólo como hijos e hijas quenecesitan siempre ayuda. Nos in-vita a ser padres y madres que, asemejanza de Dios Padre, este-mos atentos a las necesidades denuestros hermanos y hermanas,especialmente de los más necesi-tados.

Sandra: Hay una parábola her-mosa, en la que vale la pena de-tenernos para profundizarla yhacerla parte de nuestra vida, esla parábola del Buen Padre, o laque algunos llama la paráboladel hijo pródigo. Sigamos los cua-tro pasos:

5. Parábola del Buen Padre

¡Dios opta por los quese arrepienten!

a. Leemos el texto: Lc 15,11-32

Repitamos la historia usandonuestras propias palabras,tratando de imaginar cómofueron esos acontecimientos.Si fuese posible, se puede re-presentar el texto como teatro.

b. Seleccionamos las pala-bras importantes

El padre, el hijo menor, el hijomayor, el empleado. ¿Qué ha-cen? ¿Qué dicen? ¿Qué sien-ten? ¡Hagamos un cuadro con

estas reflexiones! Se puedetrabajar personalmente o porgrupos.

c. Profundizamos

¿Quiénes tiene actitudes dehijo menor? ¿Quiénes tienenactitudes de hijo mayor? ¿Quéimagen de Dios revela la acti-tud del padre?

d. Descubrimos el mensaje deJesús

Al final podemos intentar ha-cer una síntesis del mensajepara hoy.

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TEMA 4

Sandra: Ahora, Juan, vamos aconversar sobre las parábolas enlas que Jesús usa imágenes del tra-bajo. Como buen trabajador, a Je-sús se le habrá hecho fácil compa-rar el Reino de Dios con los elemen-tos propios del mundo del trabajo.

Juan: ¡Muchas gracias! Me inte-resa escuchar reflexiones sobreeste tema, porque, al igual queustedes, soy catequista, y soy untrabajador. Carlos, ¿me podríasdecir en qué parábolas se recogenelementos referentes al trabajo?

Carlos: Desde luego. Las pará-bolas que hablan sobre el traba-jo son las siguientes:

- El portero y el velador (Mc 13,22-36; Lc 12,35-40).

- El constructor de su casa(Mt 7,24-27; Lc 6,48-49).

- El mayordomo fiel (Mt 24,45-51; Lc 12,42-48; Lc 19,11-27).

- Los desempleados y ocupadosen la viña (Mt 20,1-16).

- Los viñadores asesinos(Mc 12,1-12; Mt 21,33-41;Lc 20,9-19).

- El administrador infiel y as-tuto (Lc 16,1-8).

- Los servidores humildes(Lc 17,7-10).

- Los negociadores de talentos(Mt 25,14-30; Lc 19,11-27).

Sandra: Ahora te invitamos aanalizar una de ellas, y como lohicimos antes, seguiremos cua-tro pasos.

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La parábola de los talentos

a. Leemos el texto:Mt 25,14-30; Lc 19,11-27

Leamos el texto despacio, unao dos veces. Luego comparta-mos las preguntas que nossurgen de la lectura.

Juan: A mí me surge una du-da: ¿qué eran los talentos?

Sandra: El talento era unamoneda griega que equivalíaa 6.000 denarios. Con un de-nario podía vivir una familiapor un día. Es decir, ¡con untalento una familia podía sub-sistir durante 6000 días…16años!

Hoy la palabra “talento” seusa comúnmente para señalarcualidades o aptitudes de unapersona; este sentido es el queusaremos para nuestra refle-xión.

b. Seleccionamos las pala-bras importantes

Después de seleccionar lo quemás nos llama la atención,

con nuestras propias pala-bras, expresamos lo que he-mos entendido. Por ejemplo:un dueño encarga unos talen-tos a sus tres empleados paraque lo administren bien du-rante su ausencia. A cada unole da según su capacidad. Elprimero recibe cinco, se pusoa trabajar y ganó cinco más.El segundo recibe dos, pusoganas y empeño, y ganó otrosdos. Pero, el que recibió uno,enterró el talento, se cruzó debrazos y no produjo nada.

Llegó el dueño y pidió cuentasa cada uno. A los dos prime-ros, por haber trabajado bien,los recompensó, mientras queal tercero, por descuidado, lequitó lo que le había dado yhasta su trabajo.

c. Profundizamos

Juan, ¿tú, como catequista,conoces los talentos o cualida-des que Dios te ha dado?

Juan: Creo que sí. Sé tocar laguitarra, me gusta dibujar ytrabajo a gusto con los niñosde la catequesis. Creo que to-dos tenemos talentos, sólo hayque conocerse un poquito ydarse cuenta de lo que somos

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y tenemos, para luego servir ala comunidad. También la co-munidad nos puede ayudar adescubrir nuestros talentos.Dime una cosa Carlos, en laparábola, el dueño pide cuen-tas a sus administradores.¿Hoy, quién nos pedirá cuen-tas a nosotros?

Carlos: ¡Buena pregunta!Quien lo haga será Jesús, pe-ro no debemos esperar al finalde los tiempos para ello, pueseso está muy lejos. Lo mejores evaluar cada día nuestrotrabajo, de manera personal ogrupal. Siempre podemos pre-guntarnos ¿qué he hecho conlos talentos que me ha dado elSeñor? ¿Los tengo enterradosen el fondo de mi egoísmo? o¿Los comparto diariamentecon las personas que me ro-dean?

Sandra: Demos el cuarto paso.

d. Descubrimos el mensaje deJesús

Esta parábola, nos enseñaque Dios da a cada personaunas cualidades para que lasadministre, no para que lasentierre o use de ella para do-minar. Cantar, hablar bien,ser simpático, ser hábil conlas manos, son cualidades queDios nos da para servir mejor.¡Tenemos que hacerlas produ-cir! Si soy buen músico, cadadía hacerlo mejor; si soy bue-no para reunirme con niños yniñas, seguir haciéndolo, cadavez mejor. ¡Siempre hay quepensar en ser una persona pa-ra los demás!

Carlos: ¿Y tú, amigo cate-quista, qué dices de esta pará-bola?.

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TEMA 5

Carlos: El Maestro sigue hacien-do comparaciones sobre el Reino.Esta vez, pone como protagonistaa una mujer, y es que Jesús mostrósiempre sensibilidad, cariño, aco-gida por las mujeres y las puso enprimer plano en sus parábolas.Veamos, cuáles son éstas:

- La levadura que puso la mu-jer en la masa (Mt 13,33;Lc 13,20-21).

- La moneda perdida por la mu-jer (Lc 15,8-10).

- El juez y la viuda (Lc 18,1-8).

- Las diez vírgenes (Mt 25,1-13).

Juan: ¡No sabía eso! ¿Por qué noahondamos en estas parábolasinteresantes?Sandra: ¡Desde luego Juan! Va-mos a comentar dos de estas pa-rábolas.

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¡Estar en la sociedad y nohuir de ella!

a. Leemos el texto: Lc 13,20-21; Mt 13,33

“El Reino de los cielos es seme-jante a la levadura que tomauna mujer y la mezcla con tresmedidas de harina, hasta quetodo fermenta”.

b. Seleccionamos las pala-bras importantes

Esta parábola es muy corta,pero es muy significativa. Haycuatro palabras claves: mujer,levadura, harina y fermento.Pensemos ¿qué nos dice cadauna de esas palabras?

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c. Profundizamos

Jesús, para hablar del Reino,se vale de la imagen del traba-jo casero que hacía la mujer.En aquel tiempo, la mujer noera tomada en cuenta en otras

1. La levadura que puso la mujer en la masa

tareas de la sociedad que nosea ser madre y cuidar la casa.

Jesús, en cambio, la pone co-mo protagonista de la vida co-tidiana, usando lo que paraella era parte de su vida, eneste caso la levadura, un in-grediente humilde, pero muyimportante, porque es la quehace crecer a la masa. Porcierto Juan, ¿has hecho panalguna vez? ¿Has visto cómocrece la masa?

Juan: Una vez ayudé en unapanadería. Allí me di cuentaque la masa se fermenta gra-cias a la levadura, que es laque le permite tomar cuerpopara que salga un rico pan. Yaveo que con esta comparación,Jesús quería decirles a susdiscípulos que ellos tenían queser como la levadura, un buenfermento para que el Reinocrezca en la gente. Ellos de-bían ser el sabor que sazone lavida. Ellos debían trabajar concariño y empeño para que elmundo sea transformado y sehaga tan bueno como el pan.

d. Descubrimos el mensaje deJesúsTodos podemos aprender delas mujeres, que son trabaja-

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doras y serviciales. No debe-mos ser uno más del montónque sólo piensa en cómo apa-rentar, hablar o caminar paraestar a la moda. Tenemos quecomprometernos con la Iglesiay la sociedad.

Juan: Otro mensaje que yosaco de esta parábola es que,el grupo de catequesis, pormás chiquito que sea, debe serfermento y levadura dentro dela parroquia y del barrio.

2. El juez y la viuda

Pero al final, pensó: aunqueno temo a Dios y no me impor-ta nadie, esta viuda molestatanto que le voy a hacer justi-cia: así ya no volverá a rom-perme la cabeza. Y el Señor di-jo: ¿Se han fijado en las pala-bras del juez malo? Ahorabien, Dios ¿no les hará justiciaa sus elegidos si claman a Éldía y noche y mientras Él de-mora en escucharles? Todo locontrario, les aseguro que Dioshará justicia en favor de ellos,y lo hará pronto”.

b. Seleccionamos las pala-bras importantes

Sandra: Juan, ¿puedes su-brayar las palabras que máste han llamado la atención?

c. Profundizamos

Sandra: En esta parábola semuestra cómo Jesús valora la

Ser constantes en el trabajopor la justicia

a. Leemos el texto: Lc 18,2-8

“Había un juez que no temía aDios ni le importaba nadie.En esa misma ciudad, habíauna viuda que vino a decirle:Hágame justicia contra miadversario. El juez no le hizocaso durante un buen tiempo.

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constancia de la viuda: no semovió de su puesto hastaque le hicieron justicia. Nonos olvidemos que en la épo-ca de Jesús, las viudas eranlas personas más pobres dela sociedad. Esta parábolatambién quiere criticar a losjueces indiferentes, que notiene temor de Dios, y porello no ayudan a los pobresque buscan justicia. Dios,por el contrario es un Juezjusto, que actúa con pronti-tud y hace justicia a todospor igual.

d. Descubrimos el mensaje deJesús

Carlos: En esta parábola, senos muestra a una mujer quetiene como cualidad la cons-tancia. Preguntémonos si noso-tros somos constantes en nues-tro trabajo, en la oración y enla responsabilidad en el hogar.También, esta parábola nosmuestra la imagen de un Diossiempre dispuesto a escuchar.Nosotros, imagen y semejanzade Dios, debemos estar dis-puestos y atentos para ayudara nuestro prójimo en sus nece-sidades y escuchar a todos.

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TEMA 6

Sandra: El pueblo de Jesús ledaba mucha importancia al com-partir de la comida, a sentarse ala mesa, conversar con la familiay con los amigos presentes. ¡Ledaba mucha importancia a la fa-milia, así como a las fiestas!

Cuando Jesús, usó imágenes defiesta, de banquetes, de reunio-nes en torno a la mesa. La gente

le entendía muy bien, por que esoformaba parte de su vida.

Juan: Con los niños de la cate-quesis hemos leído varias de es-tas parábolas, pero ¿podrían re-cordarme cuáles eran y qué men-saje nos darían hoy?

Sandra: Con gusto, amigo Juan,yo te contesto.

1. Los invitados al banquete(Mt 22,2-14; Lc 14,15-24)

Jesús, en esta parábola, comuni-ca que el Reino de Dios se pare-ce a una gran fiesta, pero a laque llegan invitados inespera-dos. Sí, ¡inesperados! porque losque menos se piensan que debenestar en una fiesta son los invi-

tados por el Señor para vivir es-ta gran fiesta. Hoy, podemos de-cir que somos invitados a viviren comunidad, a trabajar por elReino y a no desaprovechar estaoportunidad.

Page 23: Las parábolas de Jesús

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En esta parábola Jesús denunciaque en la fiesta muchos buscan só-lo aparecer como personas muyimportantes y con el derecho deocupar los primeros puestos. Sinembargo, Jesús pide a sus discípu-los que no busquen los primeroslugares, pues ese es el comporta-miento de la gente orgullosa, pre-potente y vanidosa. La invitaciónque hace el Maestro es a vivir conhumildad, sintiéndonos hermanosy sirviéndonos mutuamente.

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2. Los invitados a la boda (Lc 14,7-11)

3. El servidor humilde (Lc 17,7-10)

4. El rico y el pobre Lázaro (Lc 16,19-31)

En esta parábola, Jesús nos pre-senta la imagen de un servidorque siempre está dispuesto aservir a su señor. Con esta acti-tud, Jesús nos quiere invitar aestar siempre dispuestos a colab-orar, a no cansarnos de trabajarpor el Reino. El servicio debe serla presentación de los cristianosy cristianas, pues al final, “elamor no cansa ni se cansa”.

Esta parábola es muy conocidapor todos, pues habla del rico que

come bien, hasta hartarse, preo-cupado de su placer, sin ver ni

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sentir compasión ni misericordiapor los pobres que sufren enfer-medades y hambre, como es elcaso de Lázaro. Con esta parábo-la, Jesús quiere denunciar a lagente injusta, que vive de espal-das al dolor de los demás. La vo-luntad de Dios no es que unosdisfruten y otros sufran, sino que

haya justicia y prosperidad paratodos y todas.

Juan: ¡Ya comprendo! Jesús usaestas parábolas para decirnosvarias cosas. El Maestro quiereque sepamos que:

- Dios se preocupa por los queno son los favoritos de estemundo.

- A Dios le gusta la unidad y nola vanidad.

- No debemos cansarnos de ser-vir a los demás.

- El Padre Dios no quiere la ri-queza de unos y la pobreza deotros.

Sandra: Ahora detengámonos unpoco para reflexionar la parábola:

5. El banquete del Reino

a. Leemos el texto: Lc 14,15-24

“Al oír estas palabras, uno delos invitados le dijo: Feliz elque tome parte en el banquetedel Reino de Dios…”

b. Seleccionamos las pala-bras importantes

Imaginémonos la escena. Fijé-monos en la imagen o palabrasque más nos impresionan.

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c. Profundizamos

- ¿Por qué Jesús compara elReino con un banquete?

- ¿Quiénes se excusan de asis-tir? ¿Quiénes asisten?

Carlos: Jesús conoce muybien que mucha gente pasahambre y que está triste, poreso compara el Reino de Dioscon un banquete. Entre loshermanos y hermanas queforman comunidad, hay queempezar a vivir el Reino, nopermitiendo que nadie pasehambre, sino colaborando pa-ra que vivan momentos feli-ces, de manera especial aco-giendo a aquellos y aquellasque son marginados.

d. Descubrimos el mensaje deJesús

Sandra: Déjame ayudarteCarlos, pues estuve reflexio-nando tres mensajes clavesque encuentro en la parábola:

• Jesús, da mucha importanciaa las fiestas y celebracionesdonde la gente come y vive fe-liz, pues así será el Reino deDios.

• Los que se sienten autosufi-cientes, orgullosos, que noparticipan de la vida del pue-blo, se excluyen solos de la po-sibilidad de vivir el Reino.

• La gente excluida, que está enlas calles y plazas, sientenmás libertad de aceptar elReino de Dios.

PREGUNTAS

• ¿Qué fiestas hay en nuestracomunidad y familia que cele-bramos con todos?

• Escribe una parábola usandola imagen de una fiesta.

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TEMA 7

Carlos: Ahora, amigo Juan, que-remos conversar contigo sobre lasparábolas en las que Jesús usaimágenes de la casa: cosas, obje-tos, espacios domésticos. ¡Son pa-rábolas muy sencillas pero llenasde colorido y de enseñanza!

Sandra: ¡Así es! Jesús mirabauna casa y pensaban en su due-ño, en los cimientos, en la cons-trucción y luego las usaba parahacer una comparación con laque comunicaba una verdad. Y

no sólo se fijaba en las grandescosas, sino también en las cosassimples de la casa: la lámpara,los vestidos, las ollas, los reci-pientes, la sala, la puerta… todolo que había en una casa le ser-vía para transmitir su mensaje.

Carlos: Las parábolas caserasde Jesús son:

- Las casas de dos tipos(Mt 7,24-27).

- Pedazo de tela (Mc 2,21).

- Vasijas nuevas (Lc 5,37-39).

- Lámpara (Mc 4,21-23).

- Medida (Lc 6,38).

- La red (Mt 13,47-50).

- La puerta estrecha(Lc 13,24-30).

- La sal (Mt 5,16).

Comentamos algunas de estasparábolas.

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Esta parábola hace referencia alas casas construidas sobre la ro-ca o sobre la arena. Con esto, Je-sús tarta de comparar nuestra fey nuestro compromiso. Esta pa-rábola responde a la pregunta

¿en qué se basa nuestro compro-miso? ¿Sólo en hablar por hablar,o lo que decimos lo justificamoscon obras? Jesús nos invita a lacoherencia de vida.

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1. Las casas de dos tipos (Mt 7,24-27)

2. La puerta estrecha (Lc 13,24-30)

Esta parábola nos habla de laexistencia de dos puertas, unaangosta o estrecha por la que esdifícil entrar, y otra que es ancha,por lo tanto fácil para entrar.Jesús quiere comparar dos acti-tudes que se pueden tener en lavida cristiana. La primera esasumir la vida con pasión, enconstante lucha y servicio; es laopción por lo difícil (¡la puertaestrecha!), que puede traer“dolores de cabeza”, pero que esla que da vida en abundancia. Lasegunda actitud es asumir lavida como un juego, como unaexperiencia de vida fácil, con

cierta irresponsabilidad frente alos demás; es la opción por lapuerta amplia, que es amena,pero que no deja sino muerte.Con esta parábola Jesús noscuestiona por la opción quehemos hecho o que queremoshacer ante la vida.

3. El pedazo de tela (Mc 2,21)

Este solo versículo nos habla deun vestido viejo al que se le poneun remiendo de tela nueva. Esinevitable que a la primera lava-

da, la tela nueva se encoja yrompa el vestido. ¡El remedio espeor que la enfermedad! Estaimagen casera le sirve a Jesús

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para decirnos que el Reino deDios no es cuestión de cambiossuperficiales, sino que exigeinaugurar algo nuevo y distin-to. Con esta parábola, Jesús nosinvita a comprometernos encambios profundos en nuestravida y en nuestra comunidad.

4. Las vasijas nuevas (Lc 5,37-39)

5. La parábola de la sal (Mt 5,16)

Esta parábola es muy corta, perova en la misma línea de la anterior.El mensaje de Jesús es que la evan-gelización exige gente con mente ycorazón nuevos, porque el mensajedel Evangelio se daña, se descom-pone, se amarga si la gente no cam-bia sus viejas formas de relacionar-se con los demás. ¡Conviértanse ycambien de vida, dice el Señor!

¿Alguna vez has comido una so-pa o arroz sin sal? ¿Verdad quesabe mal, porque está insípido?Bueno, así es el mundo, la socie-dad o la comunidad cuando notiene coraje, cuando vive un espí-ritu de insidia frente a la evan-gelización. Los discípulos de Je-sús, o sea nosotros, debemos vi-vir y servir con pasión, con infi-nita misericordia por los demás.

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TEMA 8

Sandra: Ya hemos dicho variasveces que las parábolas fueron laforma más bonita e impactanteque usó Jesús para comunicarsecon el pueblo, ¡y le fue bien!

También hemos dicho que, paraelaborar sus parábolas, Jesús to-mó muchas imágenes de la vida,del campo, del trabajo, de la fa-milia, de los banquetes y comi-das, de las mujeres, de las cosasde la casa. Pero, hay una imagenmuy interesante e importanteque se usa en una parábola y queno podemos dejar de reflexionarcontigo, Juan. Es la imagen deun peregrino que es asaltado enel camino, y que Jesús usa para

valorar las diferentes reaccionesque podemos tener frente alasaltado.

La parábola del buen samaritano

a. Leemos el texto: Lc 10,25-37

“Un hombre bajaba de Jerusa-lén a Jericó, y cayó en manos de

unos asaltantes, que luego degolpearlo sin piedad, se aleja-ron dejándolo medio muerto…”

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b. Seleccionamos las pala-bras importantes

Esta parábola responde a lapregunta que un maestro dela Ley le hace a Jesús: ¿Quiénes mi prójimo? Analicemosbien la respuesta que da Je-sús. Imaginémonos las esce-nas y tratemos de ponernosen los pies de cada personaje.Fijémonos que Jesús cuentala parábola, como respuesta aun maestro de la ley, que paraponerle una trampa, le pre-guntó: ¿qué debo hacer paraobtener la vida eterna?

c. Profundizamos

• ¿Por qué el maestro de la ley lepregunta a Jesús por su próji-mo?

En tiempos de Jesús, los ju-díos creían que tenían la obli-

gación de ayudar a las perso-nas que pertenecían a su pue-blo (los judíos mismos), mien-tras que, las demás personaseran consideradas paganas,incluso se la trataba de “pe-rros”, una forma burda de noconsiderarlos personas.

• ¿Qué hace cada uno de los ca-minantes ante el herido?

El sacerdote, al ver mal heri-do al hombre, se pasó al otrolado del camino para no en-contrarse con él. No se aproxi-mó al prójimo sino que se dis-tanció. ¡Qué ironía, pues élera un hombre al servicio delos demás!

El levita hizo lo mismo: tomóotro camino, sin siquiera veral herido.

Es decir, los hombres religio-sos del pueblo de Israel noquerían cumplir con el man-damiento mayor de Dios, elamor al prójimo.

• ¿Qué hizo el samaritano?

El samaritano, sin ser miem-bro del pueblo judío, vio al he-rido, se bajó de su caballo, secompadeció de su situación, seacercó y lo aceptó como próji-mo. Por eso, cura sus heridas,les pone vendajes y lo cargaen su caballo hasta llevarlo a

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un hotel, donde paga para quelo cuiden hasta su recupera-ción. Este samaritano cumplióel mandamiento del amor quemanda a hacerse prójimo detodos, especialmente de losque sufren.

Por eso, la pregunta de Jesúses un desafío: ¿Quién se com-portó como prójimo? A la res-puesta inevitable del maestrode la ley, Jesús es categóricoen su conclusión: “Anda tútambién a hacer lo mismo”.

d. Descubrimos el mensaje deJesús

Jesús nos dice que no es próji-mo quien se acerca a mí, sino aquien yo me aproxime, conamor y compasión. Jesús nosinvita a mantener una actitudconstante de acercamiento a losotros, con sentimientos de soli-daridad y servicio, sin importarquién sea o qué haya hecho. ¡Esmi hermano y hermana y eso eslo único que importa!

¿Verdad que, muchas veces,en las plazas, calles y caminosnos encontramos con necesita-dos, con “heridos”, con “dife-

rentes”? Cada vez que esoocurra, no tengamos la acti-tud del sacerdote y el levitaque pasan de largo, “quizáspor llegar temprano al tem-plo”. Debemos imitar al buensamaritano, deteniéndonos,conversando con él, curandosus heridas, solidarizándonos,haciéndolo mí hermano o her-mana.

Recordemos que a Dios sólo lopodemos amar en el prójimo.No todo el que diga: “Señor,Señor” entrará en el Reino delos cielos, sino el que cumplala voluntad del Padre. ¿Cuán-tas veces hemos actuado comoprójimo? ¿Cuántas veces noshemos negado a ello?

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TEMA 9

Carlos: Jesús, para hablar del Rei-no, de la misericordia de Dios, desus amigos y de sus oponentes usa-ba parábolas. Pero, el mismo, paradarse a conocer a la gente, usó mu-chas comparaciones: “Yo Soy el Pande Vida... el Camino... la Puerta…”.

Sandra: Así es, y este es un te-ma muy importante. Vamos a co-nocer siete aspectos que Jesúsusó para revelarse a sí mismo yque pueden ser vistos como pa-rábolas.

1. “Yo soy el pan de vida” (Jn 6,35)

El pan, es el símbolo del alimen-to diario, nadie puede vivir sincomer, al menos un bocado. Másaún, en muchos pueblos, comerjuntos, compartir el pan es unacto muy apreciado, casi sagra-do. Jesús, experimentando todoel sentido profundo del significa-do del pan se comparó con estealimento y dijo: “Yo soy el pan devida”, y con ello nos invita aentrar en comunión con Él, acomerlo como el pan que alimen-ta nuestro espíritu de lucha.

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2. “Yo soy la luz del mundo” (Jn 8,12)

La luz, ¡cuán necesaria es! La os-curidad cuando no la queremos,nos puede llegar a molestar, por-que nos causa miedo; si estamosde viaje y nos perdemos del ca-mino, la oscuridad puede sermuy preocupante. Cuando se es-tá en la oscuridad de aprecia me-jor la importancia de la luz delsol. Gracias a su aporte las semi-llas nacen.

Según el Evangelio de Juan, Je-sús, contemplando la bondad dela luz, también les dijo a sus dis-cípulos: “Yo soy la luz del mundo”y nos invita a siempre caminaren la luz y a ser luz para los her-manos.

3. “Yo soy la puerta” (Jn 10,7)

Quizás nos extrañe esta compa-ración. Pero pensemos: cuandotenemos algún problema desea-mos que se nos abra algunapuerta, y tener una persona deconfianza que nos acoja. Entiempos de Jesús, la puerta quedebía estar abierta para acogereran los: fariseos, sacerdotes, le-vitas; pero en vez de tenerlaabierta la tenían cerrada, nobrindaban la confianza al pue-blo, ni acogían a la gente.

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Ante esta situación, Jesús se des-cubre distinto, Él sabe acoger ala gente -a las ovejas- y siempreellas pueden cruzar el umbral dela puerta con confianza, porque

entran a la casa de un amigo. Poreso nos dice: “Yo soy la puerta porla que pueden entrar las ovejas”.También hoy, esa puerta estáabierta para nosotros.

4. “Yo soy el buen pastor” (Jn 10,11)

Es una imagen campesina. Dicenque las ovejas tienen tanta cer-canía con su pastor que lo cono-cen por su voz y que él las cono-ce a cada una por su nombre ¡hayintimidad! Esta imagen está pre-sente en el Salmo 8 que nos dice:“El Señor es mi pastor”.

Pero, en tiempos de Jesús, los pas-tores casi no conocían a su rebaño.Más aún, se aprovechaban de sulana y de su carne, actuaban comolobos que explotaban. Jesús, cono-ciendo eso exclama: “Yo soy elbuen pastor”. Este pastor siarriesga su vida por sus ovejas yestá siempre listo para atenderlos problemas de su rebaño.

5. “Yo soy la resurrección y la vida” (Jn 11,25)

Hay mucha gente que está sinhorizonte, con la cabeza agacha-da, creyendo que la vida no tienesentido. Eso le pasaba a Marta y

María, amigas de Jesús, y no erapara menos: su hermano Lázarohabía muerto y ellas quedabansolas, abandonadas. El Maestro,

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al llegar a Betania, mira el cuadro dedesolación y llora por ellas y por elamigo muerto. Sacando fortaleza inte-rior, vuelve a la vida a Lázaro y conello devuelve también la vida a susamigas. Ellas experimentan a Jesúscomo la resurrección y la vida.

6. “Yo soy la vid verdadera” (Jn 15,1-5)

La vid es la planta que da comofruto racimos de uvas y de allísale el vino que es signo de ale-gría. Para que sus ramas -lossarmientos- reciban la savia quelas mantiene vivas y sigan dandofruto, deben mantenerse unidasal tronco. Una rama quebrada yano da fruto y se muere. ¡Jesús esel tronco que ofrece su savia pa-ra que sigamos dando frutos!

Jesús nos invita a estar en comu-nión con Él, a permanecer en suamor y alegría porque Él es el tron-co de la vid y nosotros las ramas.

7. “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6)

En tiempo de Jesús había tantoslíderes y grupos que decían quetraían la salvación, que muchagente se sentía confundida, sin

brújula, no sabían a dónde ir, quécamino tomar, a quién seguir. Je-sús, contemplando aquella reali-dad, expresó: “No sigan buscando,

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porque Yo soy el camino, la verdady la vida”. Esta, es nuestra certe-za y la compartimos con ustedes.

Carlos: Como hemos visto, Je-sús también se revela a sí mismousando parábolas. Con ellas nosinvita para que seamos una pa-rábola viva.

Jesús quiere que seamos: panpara el hambriento, luz para elque camina en la oscuridad,puerta abierta para los amigos,buen pastor con los niños y jóve-nes de la comunidad, vida paralos que están decaídos, troncofuerte donde se sostienen los dé-biles, sendero que conduzca alcamino de Jesús.

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TEMA 10

Carlos: A ver Juan, después detodo lo estudiado, ¿podrías inten-tar hacer una parábola?

Juan: Por supuesto, a ver si mesale bien.

1. La gallina que incuba sus huevos

El Reino de Dios se parece a unagallina que se alimenta de maíz,de trigo, de hierbitas, de frutos dela tierra y más aún, le gusta re-volcarse en la tierra. Cuando yagrandecita, el gallo le pisa, la fe-cunda y así se gesta en su inte-rior algo nuevo, ¡son los huevos!Ella, después de pocos días, lospone y deja abierto un nuevo pro-

yecto de vida... Pero, la gallinasabe que los huevos son frágiles,débiles, que requieren de su cui-dado, de su calor.

Luego de veintiún días de darlescalor, de tener sus huevos bajosus alas cariñosas, la gallina venacer a sus pollitos. Ellos rom-

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Carlos: Para recrear y actuali-zar las parábolas queremos ofre-cerles algunas orientaciones úti-les, pero el consejo principal esque ¡hagan parábolas! La prácti-ca hace al maestro.

Hay que tener claro qué es lo quequeremos comunicar. Por ejem-plo, ¿cuál es la misión del cate-quista? Debemos preguntarnos,

¿con qué puedo comparar la mi-sión del catequista?

Podemos recordar algunas pará-bolas de Jesús, y sobre todo, debe-mos mirar el mundo de los niños ylos jóvenes de hoy: su ambiente,sus palabras, sus sueños. Porejemplo, si son personas de am-biente campesino, ¿qué descubroallí?... el viento que lleva y trae

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pen el cascaron, mueven sus alas,pían y siguen a su madre. Apren-den de ella los primeros pasos, lesiguen atrás, hasta que un día,casi sin darse cuenta, toman dis-tancia de ella y forman nuevosgallineros”.

Así es también la misión de loscatequistas y de todo cristianodeben estar en la tierra y ali-mentarse de la vida y realidad delos niños, jóvenes y adultos; de-jarse llevar por el Espíritu, quelos fecunda, que los hace fértilesy los capacita para que no seanpersonas muertas, sino vivas,llenas del Espíritu.

El catequista, a las nuevas vidasque están “en el cascaron”, debecuidarlas, pues son frágiles y ne-cesitan de calor, hasta que llegue

el tiempo en que los nuevos hijosde la Iglesia empiecen a caminarsolos, haciendo su camino, for-mando nuevos grupos y comuni-dades.

Esta es la parábola que se meocurrió mientras ustedes habla-ban y me explicaban las parábo-las de Jesús.

Sandra: ¡Felicitaciones Juan!Eso es una parábola. Ves que no-sotros, a semejanza de Jesús po-demos y debemos actualizar lasparábolas del Evangelio, toman-do en cuenta quiénes son nues-tros destinatarios hoy. Así nues-tra catequesis será más viva.

2. Para crear nuevas parábolas

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nubes cargadas de agua, que agi-ta las hojas de los árboles, los ani-males, los amaneceres, el olor ahierba, la gente madrugando,afanosa en sus tareas, la tierrafértil o árida, dando frutos o sinfruto.

Si es un ambiente de ciudad, ¿quése descubre? Largas avenidas congente que va y viene; una fila deautos que espera que el semáforose ponga en verde; una escuela dedonde salen alegres niños y ni-ñas. Hay que mirar, contemplar,comparar, profundizar.

Luego, ya puedes atreverte a es-cribir o narrar una parábola, pa-ra ello busca relacionar lo quehace la gallina con lo que debenhacer los catequistas: ¿cómo secomporta la gallina con sus polli-tos? ¿Cómo trabaja? ¿Dónde llevasus pollitos? Son muy bonitas lasimágenes que puedes descubrir.

Se trata de provocar una reac-ción o cuestionamiento en laspersonas que escuchan. Si cap-

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tan la parábola, reaccionarán,habrá comunicación y tú dirásque has hecho tu primera pará-bola, pero que ella estaba allí, re-voloteando en tu vida; sólo hacíafalta descubrirla, encontrarla.

PREGUNTAS

• ¿Qué parábolas han encontra-do para ayudar a los niños, jó-venes y adultos?

• ¿Cuál es la mayor dificultadque encontramos para haceruna parábola?

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TEMA 11

Carlos: “El explorador había re-gresado junto a los suyos, queestaban ansiosos por saberlo to-do acerca de su viaje por el RíoAmazonas. Pero, ¿cómo podía élexpresar con palabras la sensa-ción que había inundado su co-razón cuando contempló aque-llas flores de sobrecogedora be-lleza y escuchó los sonidos noc-turnos de la selva? ¿Cómo co-municar lo que sintió en su co-razón cuando se dio cuenta delpeligro de las fieras o cuando

1. El explorador

conducía su canoa par las in-ciertas aguas del río?

Y les dijo: Vayan y descúbranloustedes mismos. Nada puede sus-tituir al riesgo y a la experienciapersonal. Pero, para orientarles,les hizo un mapa del Amazonas.

Ellos tomaron el mapa y lo coloca-ron en la alcaldía. Hicieron copiasde él para cada uno. Y todo el quetenía una copia se consideraba unexperto en el Amazonas, pues co-nocía cada vuelta y cada recododel río, su anchura y profundidad,sus rápidos y sus cascadas.

El explorador se lamentó toda suvida de haber hecho aquel mapa.Habría sido preferible no haberlohecho”.Este es un cuento de Anthony deMello, de su libro “El Canto delPájaro”. Saben, cuando lo leía

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pensaba en nosotros los catequis-tas que hablamos de Cristo, deDios, de la comunidad, que somoscapaces de conocer el libro de cate-quesis de comienzo a fin y repetir-lo constantemente, pero que aunasí eso no es suficiente, pues es ne-cesario vivir la vida intensamente,experimentar en carne propia lapresencia liberadora de Cristo, pal-par con nuestras manos las rela-ciones comunitarias y familiares.

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Así como no calma su sed la per-sona que sabe la fórmula del aguasino el que la busca y prueba, asítambién, no es suficiente saberque Dios existe y que es nuestroPadre, hay que experimentarlocercano en la oración, en la fami-lia y en la vida que él nos regala.

No puede ser que nosotros sólocompartamos a los niños y jóve-nes lo que otros nos han contadodel Reino. Es necesario, hacerlovida en nuestras vidas; ser noso-tros mismos la Buena Noticia.No es importante saber, en quélibro, capítulo y versículos estála parábola del fariseo y del pu-blicano, lo esencial, es no ser fa-riseo. No basta haber recibido lossacramentos: bautismo, comu-nión, penitencia, confirmación,matrimonio o sacerdocio, hayque seguir el proyecto de Jesús ytener una vivencia comunitaria.

2. Estoy ahí fuera

Sandra:

“Érase una vez, una mujer muydevota y llena de amor a Dios.Solía ir al templo todas las ma-ñanas, y por el camino solíanacosarle los niños y los mendi-gos, pero ella iba tan concentra-da en sus devociones, que ni si-quiera los veía.

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Afligida por no haber podido asis-tir al culto por primera vez enmuchos años, y no sabiendo quéhacer, miró hacia arriba y justa-mente allí, frente a sus ojos viouna nota clavada en la puertacon un clavo. La nota decía: “Es-toy ahí fuera, con el niño, con elmendigo…”.

Anthony de Mello, nos ofrece unaversión nueva de la parábola delBuen Samaritano, recuerdan, lode aquel sacerdote y levita quepor ir pronto al Templo dejaron al

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Un buen día, tras haber recorridoel camino acostumbrado, llegó altemplo en el preciso momento enque iba a comenzar el culto. Em-pujó la puerta, pero ésta no seabrió. Volvió a empujar, esta vezcon más fuerza y comprobó que lapuerta estaba cerrada con llave.

herido en el camino. Estos, bus-caban a Dios en el Templo, entanto que el samaritano, lo en-contró en el herido. La fe sinobras es muerta (St 2,14-17).

Amigas y amigos catequistas, conestos cuentos, lo que queremosexpresarles es que las parábolasdel Evangelio tienen que ser re-creadas, contadas de nuevo, in-ventarlas nuevas, dependiendodel lugar y gente con la que este-mos viviendo y trabajando.

La primera parábola: “El Explo-rador” puede ser una relecturade la parábola del “Fariseo y elPublicano” (Lc 18,10-14); en elladebemos tener presentes que co-mo servidores de la Iglesia, nopodemos caer en la tentación delfariseísmo y de las apariencias.

En la segunda parábola: “Estoyahí fuera”, como queda dicho,hay una actualización de la pa-rábola del “Buen Samaritano”(Lc 10,25-37) y que puede ser leí-da con todos quienes somos y nossentimos evangelizadores.

PREGUNTAS

• Y ustedes catequistas, ¿nospueden contar alguna parábo-la de su propia vida?

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TEMA 12

Sandra: Queridos animadores ycatequistas: se acaba este folleto.A lo largo de su lectura, hemosreflexionado y meditado sobrelas Parábolas de Jesús. Para ter-

minar, y como una forma de daruna visión de conjunto, les pre-sentamos una síntesis gráfica delas parábolas de Jesús y de Jesúscomo parábola.

1. Parábolas del campo

- El sembrador (Mc 4,1-9)

- El trigo y la cizaña(Mt 13,24-30)

- La semilla que crece sola(Mc 4,26-29)

- El árbol bueno y el árbol ma-lo (Mt 7,16-20)

- La higuera estéril(Lc 13,6-9)

- La higuera(Mc 13,29-32)

- El grano de mostaza(Mc 4,31-32)

- La oveja perdida(Mt 18,12-14)

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- Los dos hijos (Mt 21,28-31)

- El buen padre (Lc 15,11-31)

- El amigo inoportuno delpadre de familia (Lc 11,5-8)

- El jefe de familia se cuida delladrón (Mt 24,43-44)

- El padre generoso con sushijos (Mt 7,9-11)

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2. Parábolas de la familia

3. Parábolas sobre el trabajo

- El portero y el velador(Mc 13,33-36)

- El constructor (Mt 7,24-27)

- El mayordomo fieL(Mt 24,45-51)

- Los desempleados y ocupadosen la viña (Mt 20,1-16)

- Los viñadores asesinos(Mc 12,1-12)

- El administrador fiel(Lc 16,1-8)

- Los servidores humildes(Lc 17,7-10)

- Los negociadores de talentos(Mt 25,14-30)

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- La levadura en la masa(Lc 13,20-21)

- La moneda perdida(Lc 15,8-10)

- El juez y la viuda (Lc 18,1-8)

- Las diez vírgenes(Mt 25,1-13)

4. Parábolas de mujeres

- Los invitados a la boda(Lc 14,7-11)

- El banquete (Lc 14,15-24)

- El servidor humilde(Lc 17,7-l0)

- El Rico y el pobre Lázaro(Lc 16,19-31)

5. Parábolas de fiesta y comida

- La casa de dos tipos(Mt 7,24-27)

- El pedazo de tela (Mc 2,21)

- La lámpara (Mc 4,21-23)

- La medida (Lc 6,38)

- La red (Mt 13,47-50)

- La puerta estrecha(Lc 13,24-30)

- La sal (Mt 5,16)

6. Parábolas caseras

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- El buen samaritano(Lc 10,25-37)

7. Parábola del camino

- El pan de vida(Jn 6,35)

- La luz del mundo(Jn 8,12)

- La puerta(Jn 10,7)

- El pastor(Jn 10,11)

- La vid verdadera(Jn 15,1)

- La resurrección y lavida (Jn 11,25)

- El camino, la verdad yla vida (Jn 14,6)

8. Las parábolas sobre Jesús

Carlos: Bueno, amigos y amigas,esperamos que sigan anunciando

a Jesús en parábolas y a presen-tar la parábola de Jesús.

Page 47: Las parábolas de Jesús

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Page 48: Las parábolas de Jesús

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Tema 1: Las Parábolas de Jesús …………………………………………………………………………………… 3

Tema 2: Parábolas con imágenes del campo ……………………………………………………………… 7

Tema 3: Parábolas con imágenes de familia ………………………………………………………………11

Tema 4: Parábolas con imágenes de trabajo ………………………………………………………………15

Tema 5: Parábolas de mujeres …………………………………………………………………………………………18

Tema 6: Parábola de fiesta y comida ………………………………………………………………………………22

Tema 7: Parábola caseras ………………………………………………………………………………………………26

Tema 8: La Parábola del camino ……………………………………………………………………………………29

Tema 9: Las Parábolas sobre Jesús ………………………………………………………………………………32

Tema 10: ¡Intentemos hacre parábolas! …………………………………………………………………………37

Tema 11: ¡Nuevas parábolas …………………………………………………………………………………………40

Tema 12: Las parábolas: Una visión de conjunto ……………………………………………………43

Índice ……………………………………………………………………………………………………………………………………48

ÍÍnnddiiccee