las minas de falun
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1/25
\
;
r,
s
u
rr-
-t
tt
l
\
-
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v
v
s
vJ
q=.,
VUr
\_r
-
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,I,*J*=
Lss
minas
de Folur:
fu
habl
la rnuchacha,
con
una
1r{.}z
suave
y
delicacla,
mientras
deslizaba
su brazr
alre"dedor
deljoven.
Elis Frbom,
como
despertan-
do
de
un
profundo
sueo,
nnir
a
la
muchacha
a los
ojos,
y
cogi
su
nlano, que
eshech
confua
su pecho. Se notaba
que
el
dulie
r**r*
de la
chica
haba
penekado
hasta
el
fondo
de
su
interior.
-Ay
*-comenz6
a
decir
al fin,
comCI
volviendc
en
s-,
rni
alegra,
mi contento, ya
nc
aeisten.
AI rnenos
no
puedo
en
absoluto
tomar
parte
en el
dmen{renado
alboroto
de
mis
carnaradas"
Enfua,
mi
buena
nia,
enha
y_canta
y grita
con l
-
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rp
ffir
-uJ
rrriltlctt-rJ
Lrt \Jtrlr
\JrtJlJr\Jt
batalla
y
slo
l
mantena
a su
pobre
madre
abandonada
con
la
amplia
busu
que
reciba
h.as
cada
uno
de sus
viaies
a
las
lndias
Orntales.*
f"niu
que
seguir
siendo
marinero,
destinado
desde
pequeo
a ello.
Haba
considerado
un-gran
golplde
fortuna
poder
Lntar
al servicio
de
la
Compaa
de
las
Indias
Orientales.
En
esta
ltima
ocasin
la
ganancia
haba
sido
mucho
mayor
que
ohas
veces
y
cada
marinero
haba
recibido,
adems
de
su
paga,
una
buena
cantidad
de
dinero. As que
l
haba saldo
corriendo,
con
el
bolsillo
lleno
de
ducados
y
rebosnte
de
alegra,
hacia
la
pequea
casita
en
la
q""-*tt- su
madrl.
Pero
unas
tarut
desconocidas
se
asomaron
alas
ventanas,
y
Una
muier
ioven,
que
al
fin
le
abri
la
puerta,
y
a la
que-l
se
dio
a
conocer,
leinform,
n
un
tono
desagfadable,
que
su
madre
fruUfu
uerto
haca
ya
tues
meses
y
que
podra
recogr
en
el
uy"ntu*i"nto
el
par
dL
andraios
que
gug{aFal
t.as
pagar
los
gastos
dll
enuerro.
L-a
muerte
de
su
madre
le
haba
dsfozado
el corazn;
se
senta
abandonado
por
el
mundo,
Solo'
como
arrojado.
a
un
arrecife
desierto,
desamarado,
infortunado.
Toda
su
vida
en
|a mar
p**liu
ahora
un
dewaro; incluso cuando
pensaba
que
su
madre
tal
vez
haba
muerto
sin
consuelo,
mal
atendida
por
gente
actraa,
senta
que
ul
haberse
ido
a la
rnar
en
lugar
de
quedarse.en
casa
alimentn-
"fu
V
cuidndola
habja
sido
algo
infame
y
ex99t_1ble.
Sus
camaradas
le
ha6an
arrasbado
a
la fuerza
a
la
fiesta
del
Hnsning
y
l
milmo
haba
pensado
que
el
ibilo
que
le
rodeaba
y
la
fuerte
bebida
imortiguaran
su
obr.
Sin
embargc
pronto hrv.o
la sensacin
de
que
todas
lu,
u"r-,u,
de
su
pecho
iban
a
estallar
y
que
terminara
desangrndose.
-runo,
bueno
--do
el
vieio
minero'*,
pfontg
estars
de
nuevo
en
la
ffiil,
V
en
poco
tiempo
pasar
tu
dolor.
Las
personas
ancianas
t"
*,rtt,
d
ineritable,
y
co-mo
t
mismo
confiesas, tu
madre
ha
abandonado
tan
slo
una
vida
pobre
y
llena
de
fatigas'
-Ay
-respondi
Elis--.
y
Nadie
see
en
mi
dolor,
todos
me
considln
neci
e
insensato
y
esto
es
precisamente
lo
que
me
aparta
del
mundo...
Ya
no
quiero
volver
a
la
mar,
esa
vida
m
rpugna'
nt*,
cuando
el
barc,
actendiendo
sus
velas
como
suntuosas
alas,
cn-rzaba
los
mares
mienbas
las
olas
chapoteaban
y
murrnuraban
su
alegre
msica
y
el
viento
silbaba
enbe
el
kaqueteo
de
las
iarcias,
mi
coiazn
se
aba.
Yc
gritaba de
ibilo
iunto
a
mis
camaradas
sobre
cubierta,
y
entonces...,
cuando
hacia
gUardia en
la
noche
oscura
y
silenciosa, pensaba
en
la vuelta
al
hogar
y
en
mi
buena
y
anciana
madre,
en'crno
se
alegrara
cuando
Elis
estuviera
de
vuelta'
Ay
Entonces
s
que
poda
alegrarme
pensando en
la
fiesta
de Hnsning,
Jespus
de'habr
ilenad
el
regazo
de
mi
madrecita
de
ducados,
-
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Lss
mino
s
de
Falun
despus
de
haberle
entuegado
hermosos
paos
y
algn que
ofuo
raro
olietg
de
pases
lejanos.
En
sos
momentos
le-briiaba;l;,
;,";;;
qlgsna
y,
llena
de
sasfuccin,
juntaba
una
y
otavez
las
manoi
"
i"
diligente,
con
sus
pequeos
psitos,
de
un
lado
a
otro para
haer
la
mejor
cettten,
que
haba
guardado
para
su
Elis.
y
.r.r'do
nnto'csme
sentaba
por la
noche
a
su lado,
le
contaba
cosas
de
las
g*ni;
exhaas
que
haba
conocido,
de
sus
usos
y
costumbrer,
ilu,
-ii.
maravillas
que
me
haban
ocunido
en
el lar
viaje.
y
ella
disfr"-ta;
enorrnemente
con
ello
y
me
hablaba
de
los
magnficos
viajes
"
i
padre
hasta
el
ms
lejano
Norte
y
rne
rehtba
uls";
a,
,
pequeas
historias
marineras
de
terror
que
ya
haba
o-rd
ms
""*n
veces
y
que,
sil
ep ,gryo,
nunca
me
cansaban.
Ay,
quin
me
devolver
esta
felicidad
No,
no
volver
nunca
ms
a
r.
"i*.
d
laria
yo
enbe
mis
camaradas,
que
slo
se
burraran
d"
;l
dr-;;
dnde
sacara ilusin
por
un
kabajo
que
slo
me
parecea
un
miserable
e intil
quehacer?
--os
escucho
con
agrado,
joven
--diio
el
anciano
cuando
Elis
call-,
con
el
mismo
agrado
con
que,
"c" ya
un
p*;;-"r*,
lengo.observando
vuesb.
o
comportamiento
siique
vos
me
erais.
Todg
lo
que
habis.hecho-y
dicho
demuesta
qut
nir;;iffi;
profundo,
inhovertido,
piadoso
e
infantil;
dificilmente
os
podra
aber
concedido
el cielo
un
don
ms
hermoso.
pero
vuesroi
das
no
se
han
hecho
para
la
da
de
marinao.
Cmo
os iba
a
agradar
u
uor,
que
nacisteis
en
Nerike
(lo
veo
en
l
-
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6/25
fueran
ms
noblq
qug
el tabao
del
minero,
a rya
ciencia,
a
cuyo
celo
infatigable
abre
Ia
Naturaleza
sus
ms
secretas
cmaras
el
tesoro"
Hablas
de
vil
ganancia,
Elis
Frbom ..,
Es
posible
que
est
en
juego
algo
ms
importante.
Cuando
el
ciego
topo
remueve
con
ciego
instinto
la
erra,
bien
pudiera
sr
qu,
en I
ms
honda
profundidajy
con
el dbil.resplandor
de
fa
l*pu
der
minero,
el
oi;
d;l;*
se volviera
clarividente
y
ul
{n,
fortalecindose
ms
y
*q
fuera
;;
de reconocer
en las
maravillosas
rocas el
reflejo de
lo
q""
urriuu
la
oculto
por
las nubes.
No
sabes
nada
de minera,
Elis
Frbom;
dea
que
te
hable
de
ello.
Y
co1
estas
palabras
el anciano
se
sent
en
el
banco
junto
a
Elis
y
comenz
a
describir
detalladamente
cmo
es
la
minera,
esforzndose
por
presentarla
con
vivos
colores_y
con
toda
precisin
ante
los
ojos
del
profano.
Habl
de
las
minas
de Falun
en las
que,
como
l
deia,
haba
babajado
desde
su
primaa
juventud,
escrlui
la
enorme
bocamina
con
sus
paredes
pardo
oscutro,
habl
de Ia
inconmensura-
ble
riqueza
del
filn
en la hermosa
roca.
Su
discurso
em
cada
vez
ms
vivo
y
ms
ardiente
su
mirada
Recorra
las
galeras
como
los
caminos
de
un
jardn
encantado.
La roca
adquira via,
bs
fsiles
se agitaban,
la
marallosa
piraxenita,
el
granate
almandino
ro,
brillaban"con
el
l8
resplandor
de
las
lmparas...,
los
cristales
de
hmulas
luces
se
enfuemezclaban-
roca
relucan
y
sus
Elis
escuchaba
con
atencin.
t^a
eftaa
forma
de
hablar
del
anciano
sobre
las
rnagias
subtenneas,
como
si
se
enconbara
en
medio
de
ellas,
le
cauv
por
completo.
Sin
una
opresin
en
su
pecho,
corno
si
ya
hubiese
bajado
con
el
anciano
a las
irofundldade;
y
un
poderoso
hechizo
le retuvira,
impidindole
volver
a
ver
nunca
rns
la
amable
luz
del
da.
Y,
sin
embargo,
senfa
simultneamente
que
el
anciano
le haba desrelado
un
mundo
nuevo
y
desconocido,
el
mundo
al
que
l
perteneay
cuya
magia
le
hubiera
mosuado
ya
en
su
primera
juvenfud,
en
sus
exbaos y
misteriosos presntjmientos.
AI
fin
dijo
el
anciano:
*-os
he
mostrado,
Elis
Frtrbom,
toda
la
magnificencia
de
un
oficio
para
el
que
habis
sido
hecho
por
la
Natulaieza;
sopesadlo
ahora
vos
mismo
-g
haced
lo
que
vuestro
juicio
os
aconseje.
Dicho
esto
se levant
presuroso
del banco y
se
march
sin
dirigir
a
Elis.
una
sola
palabra
ms
de
despedida
y
s1n
volverse
siquierJa
mirarle.
Al rnomento
haba
desaparecido
d
su
vsta.
Mientras
tanto,
en
la
tabema-se
haba
hcho
el silencio. Ei poderde
Ia fuerte cerveza,.del aguardiente, hban
vencido,
Alguru>s
-l;;
hombres
del
barco
haban
desaparecido
con
sus
muchichas,
"*",
acan
roncando
en
los
rincones.
EIis,
que
no
poda
cobijarse
ajo
el
-
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7/25
i
_183
Las
minss
de
Falun
rnismo
techo
que
siempre,
solicit
y
obtuvo
una
pequea
habitacin
para
dormir.
cansado,-
agotado
como
estaba
apenas
se
tendi
en
er
recho,
er
sueo
extendi
sus
alas
sobre
1.
Le
pareca
""g*
a
toda
vela
en
U.. :1", *"
por un
mar
brillante
como
un
espeo;
sobre
1,
la
ooveda
de
un
oscuro
ciero
nubrado"
pero
al
rnimr'hacia
lir-iu
comprendi
que
lo
que
l
habta
credo
el
mar
ou
"n
realidad
una
Ta?a
slida,
transparente
y
reluciente,
sobre
cuyo
resprandor
se
deslizaba
el
barca
de
una
iorrt
u
maravi[osu,
L
Lr
;;?;
;
;;
enconhaba
sobre
un
suelo
de
cristal
y por
encima
de
l,*
#u"ru
una
bveda
de
roca
negra
centelleantl.
puo
uru
roca
lo
q.,.
i"i
cialmente
haba
confundido
con
un
ciero
nublado.
Anastaio-
por
una
ft-terza
desconocida
avanz
unos pasos;
pero
n
ese
mismo
instante
sg
.aSit
todo
a
su
alrededor;
.o*o
olas
";;;;;;
urgieron
del
suelo
maravillosas
flolo
y
plantas de
relucieniu-"iui,
:uyos
capullos
y
hojas
tuepaban
desde
las
profundidades
"br"ril;;
uego
enhe
s vistosamente.
EI
suelo
*"
il
"",
q*
-Elir'*d-;
reconocer
con
claridad
las
races
de
las plantas,
;
;;.;;
penebar
su
mirada
cada
vez
ms
vio
en
lo
ms
hondo
"nu
;;til;;
innumerable
de
hermosas
figums
de
doncellas
que
se
mantenan
enlazadas
con
sus
blancos
y-relucientes
b*u
v
di
,uyos
core*ones
brotaban
aquellas
racas,
frot*r
y
plantus
bir*"
las
doncellas
sonrean,
un
dulce
sonido
recorraia
mpha
bdd";l*;>;l#;
florescencias
metlicas
brotaban
y
"rn*n
rns
Jegres
y
jubilosas.
una
indescriptible
sensacin
de
dbr
v
"l"it"?lo.n
$i;;;;;
un muncio
de
amor,
anhelo, ardiente
uhorur,*."
utnio en
su
ini*ior.
. .
iAbajo,
abajo,
adonde
vosokas
estis
--g,,a
arrojndose
con
las
brazos
abiertos
sobre
el
suelo
de
cristal.
s---'
Pero
ste
desapareci
y
er
loven
flot
en
el
ter
reluciente.
-Bien,
Elis
Frbom,
te
gusta
este
esplendor?
-g;t"
unu
potente
voz.
Elis
vio
a
su lado
al
anciano
minero,
quien,
cuanto
ms
Ie
miraba,
tanto
ms
creca
hasta
convertirse
en
una
gigantesca
nsur
J;
minerai
fundido
al
rojo.
Elis
comenzaba
u
"t"ri"orre,
cuando,
en
ese
mismo
instante,
bdll
en
el
fondo
un
repentino
rayo
y
un
i,iro
visible
el
sereno
rosbo de una
imponente mujer.
gs
sil*i
;;';;
xtasis
aumentaba
hasta
ccnvertirse
en
una
angustia
aniquiradora.
Er
anciano
le
haba
rodeado
cCIn
su
brazo
v
b
dti-
-Ten
cuidado,
Elis
Froborn,
sta
es
reJa;
sr,
embargo,
puedes
alzar
la
mirada.
Involuntfriamente
volvi
ra
cabeza
y
o
las
estrellas
del
cielo
nocturno
brillar
a
travs
de
una
grieta
un
lu
bveda.
u"u
,uo
*
*i
-
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llq
i-,r"r-ca
llena
de
un
doror
inconsorabre,
pronunciaba
su
nombre.
Fa
la
voz
desu
madre.
Le
pareci.ver
*
;;'J'
b ult"j"n1o"u
ru
fisura.
Pero
era
una
mujer
joven
y
hrrms;-;;;""i"
tenda'
*u'o
y
gritaba
su
nombre.
-uvame
hacia
arriba .--rit
al
ancian+-.
yo
pertenezco
al
rnundo
superior
y
a
su
amable-Celo.
-Ten
cuidado
--drjo
el
anciano,
sordamente*.
Ten
cuidado,
Frbom
S
fiel
a
la reina
a
la que
te
has
;;;fu".
Mas,
cuando
el
joven
dirigi
su
mirada
hacia
er
fondo,
ar
r(gdo
de
la
imqon-e1te
mujer,
sinti que
su
.y*
ru
deshaca
en
la
brillante
roca.
Grit
lleno
du
un
miedb
ir,r,ombrubr-
lJ*p.n'i"
u
maravilloso
sueo,
cu o placer
y
horror,"gui*
resonando
en
su
interior.
cuando
con
gran
esfuerzo
se
hubo
recuperado,
Eris
se
dijo
a
s
mismo:
.l 9
podu
ser
de
ota
forma.
Tena
q,re
ion*
cosas
as
de
exkaas-
El
vieo
minero
me
ha
contado
tantas
maravillas
d"l
*unJo
subterneo
que
mi
cabeza
est
llena
d"
.
-rn
mi
da
me
habta
sentido
como
en
este
momento,,.
eu4
rtgu
l"nundo.".
N;,
;;:..
Debo
de
estar
enfermo.
Fuera
EI
aire
fr;*;;;i**
me
curar.o
sac
fuerzas
de.flaqueza
y
coni
hacia
"l
*",
donde
renaca
el
bilo
del
Hnsnins-,
pero
prcnto
se
dio
clenia
de
que
toda
la
alegra pasaba
ante
sin
sentirlu,
q,r"-no;i-*
,ni.,u,
*"r;
ensamiento
en
,su
alma,
que
n
su
interior
se
enfuecruzaban
presentimientos,
deseos
que
no
era
capaz
de
nombrar
Record
con profund
aoranza
a
iu
madre
muerta.
Ar
momen-
to,
sin
embargo,.le.pareci
que
lo.i9o
que
aoraba;-;;;;;ll;
muchacha
que
el
da
anterioi
re
haba
hubJo.on
tanta
amabiridad.
y
de
nuevo
temig
que.al
finar,
aunque
apareciera
'ilil;H;;
alguna_.de
aquellas callejueraq sentira
tnor
a"l
ui";o
minero,
sin
saber
l
mismo
Tr
qu.".
y,
sin
embargo,
dUa
que
el
vie"io
le
siguiera
nand
luu
**uuiil-;"
Ia
minera...
A
la
deriva,
arraskado
por
todos
*t* punsamientos,
mir
ei
agua.
Cr"y
ver
las plateads
ohs
pehin*"r
V
tuansformadas
en
mica
centelleante,
y
en
eila
comenzaron
a
desaprecer
ros
h"r*;;
y
grandes
barcos,
como
si
las
oscuras
nrb*
que
acababan
de
levantarse
en
el
cielo
craro
descendiera,
t,;
ndenraran
hasta
formar
una
bveda
ptea...
Se
encontaba-de
nue,o
en
su
sueo,
vea
de
nuevo
elsevero
semblante
de
Ia
*p"""nt"
*ujer,
y
de
nuevo
se
apoder
de
l
Ia
tuiadom
angustia
l aorante
deseo.
sus
camaradas
le,sacudie"on,-anan;;J;;"
r.r
ru*o;
tena
que
seguir
su
cortejo-
Mas
entonces
le
pareci
qu
una
voz
descono-
cida
le
susurraba
incesantemente
al
oio:
-
7/23/2019 Las Minas de Falun
9/25
-Qu
estis
haciendo
todava.uqyil
Fuera...,
fuera...,
tu
hogar
est
en
las
minas
de
Falun...
Ah
se
har
p;
tJ;
i*
.on
h
q"
*
soado...
Vete...,
vete
a
Falun
Los
minas
de
Falun
Durante
tues
das
anduvo
Elis
deambulando
por
las
calles
de
f:i::*p:,
.ry::.s"ido
incesantemenre
pr-L-;;;-
fi;;,;
d*
r^1
sueo,
papetuamente
advrytio
por'iu
,*
a.""il".
AI
cuarto
da
EIis
se
encontu
en
iu
p"rti-*
Lnu
hacia
la
ciudad
de
Gefle
ri.
Justo
en
6e
momento
un
hombre
3:r.P" {elante
de
1..
Elis
crey
,o"n".o
ilil
*iI;;
alto
)y,
yi:Y:q:
por
una
fuerea
irresisribre,
se
apresur
tras
i;;,i;;;ri*
alcanzarlo.
muy
mine
Continu
avanzando
sin
descanso-
--
.
Elis
saba perfectamente
que
se
enconbaba
en
el
camino
hacia
Falun
y
precisamente
esto
le
tanquiriz
de
r"
*""
,i^C*,;;
estaba
seguro
de
que,
a
bavs
dei rninero,
quier
tambin
ahora
le
ylfaba
en
conta
de
su
determinacin,
le
r,luri
hablado
l"
"",
.r
oesunQ.
Y,
d"
hecho,
en varias
ocasiones,
y
sobre
todc
cada
vez que
no
estaba
seguro
del
camino
que
seguir,'rio
ar
vieot"""
J;;;;;
de
una
quebrada,
enfoe
espesos
riatonales
"
Lb,
de
oscuras
rocas,
y
caminar
ante
l
sin
volv-erse,
para
desaparecer
en
seguid.
d*
n**uo.
A]
fin.,
tuas
algunos
das
de
ardua
**.ha
Eris
divi;
u
b
r"*
*
randes
lagos
enhe
los
cuales
ascenda
un
a""*
l,apor.
segn
iba
ascendiendo
a Ia
colina por
el
oeste,
pu"
irtingui*on-*uyo,
claridad,
ente
el
humo,-un
par
de
to
y;gr";
tejados.
Er
eia
estaba
ante
1,
del tamao
de
un
gigante,
V
.;
-j
;;;;;j;
sealaba
hacia
el
vapor.
y,
de
nu,
".up*
enne
ras
rocas"
-iEso
es
Falun
*-n'cdam
Elis--.
Falun,
el-dotino
*
*ioEul
Tena
razn.
unas
ge.nts
que
caminaban
il*i
confirmaio;il;
Falun
se
hallaba
entu.ros.ragos
nun"
v
wutpunn
y
que
en
ese
rnomento
estaba
ascendiendo
el
monte
cnis
t
dondu
se
enionra_
ba
Ia
gran
bocamina
de
la
explotacin.
EIis
Frbom
sigui
adelante
de
buen
humor,
mas
cuando
se
enconh
ante
la
enorrne
bcca
del
infiemo
se
le
hel
h;;gr"'-"
r";
t'enls
y
se
qued6
pehificado
ante
la
visin
de
tan
tenible
deit"tl;;.
*
r.uu$"
qug
b
gmn boca
de
las
*in"r-e
Farun
t;;1
z{i
pieslf
de
rargo,
600
de
ancho
v
1g0
"
pt"r""iuJ.
;
il;d*
aterales,
de
color.
pardo_
n*gru",
caen
inicialmente,
en
su
mavor
parte,
en
vertical;
luego,
hacia
la
rnitad,
pierden
nivel
a;;*"
;;1;;
escombrosg
lo
montones
de
escoria.
Enrc
stos,
"r,
lur,dj;;
laterales,
asomaban
de
vu,
en
cuando
las
ntuucicnes
de
antiguos
pozos,
apuntalamientos
hechos
con
robustos
boncos
aphds
v
-
7/23/2019 Las Minas de Falun
10/25
ensamblados
en
ros
edrernas
tar
cCIrno
se
cor'can
habituarmente
en
la
consbuccin
de
fortines.
En
aquei
t"o*1"-p"Jr*goro,
eseabrosc,
estril"
no
brcrta
un,
rbol,
*^,r,.
,o
btui"ru
Ju
ili;r.
[s
recortadas
masas
de
roca
en
derredar
se
elean
en
ercba*
r"r*u,
,"*.;;
nas
veces
a
qigantescos
animales
pefuificados,
ofuas
a
colosos
humanrs-
La
sima
est
crbimtia,
en
;"bd
a;buccin,
pr
una
mezcla
de piedras,
escoria
y
rnineral
de
"desucho;
una
eterna
v
ofocante
exhalacin
surfuros sube
**r**
f;;;;*"
,,
;'tr';j
hirviera
la
olla
del
infiemo,.c]4/s$
vap*res
envennan
ra
verde
aregra
de
la
natural*.
99
p"dnu
wnsar
que
fue
aqu
don*e
Dante
descendi
y
vio
ellnfernat'*o
ss
tortrras
sin
consuelo
y
su
horror
*-
cuande
Elis
Froborr
mir
l-racia
u
rr"oi*
sima
Ie
vino
a
la
mente
algo que,
rnucho
tiempo
antesn
ru
nauri
ccntado
er
vieo
rnonel
de
su
barco.
Este-
en
cierta
ocasin
un
qun
la
fiebre
le
d*rninab4
sinti
como
s
las
oras
der
**
rtruio*"
fluido
hacia
otro
ladn y
bajo
l
se
hubiese
abisto
ul in
"**nuue
abismo.
Foda
ver
los
repugnantes
monsbuos
que
habitan
lono
revolcndose
enbe
enhaos
moluscos,
bancos
de
coml
y
,oo*
**t
ror*,-;;r-
trndos9
y
enkelazndose.repelenternant hasta
que
al
fin,
con
la
r:igidez
ce
la
muerte,
quedaban
con
las
f;;;"*;;;*.
una
visin
asi
decia
el
ejo
marino,
significab,a
una
pronta
rnuerie
en*e
las
olas_
v
n
efecto,-poco
despr:e,
ffiy
sin
darse
;";;&a"
u
*uJr';j
mar,
donde
desaparecl
si.n-
posibiridad
d;
*;in
Eri*
p*JJ";
ello' pues,
igY"l-q:le
el
fondo
del
mar
que
las
olas
haban
descubiertc:
ai
retirarse,
el
abismo,
Ias
rocas
o"gr"rjr*
*o"ris
azuladas
y
rojizas
del
mineral
semeiaban
mon.stuuoi
.b"ilnubloirn
er
-
7/23/2019 Las Minas de Falun
11/25
Las
minas
de
Falun
Respir
al
fin
libre
y profundamente
y grt
desde
er
fondo
de
su
alma:
-oh,
seor
d"
.*i
vida
eu
son
todos
los
horrores
";;
**
nte
el
espanto
que
habita
erialueilur
y*ur;;;;;;
;Ji:
unque
Ia
tormenta
arecie,
u.,nquu
,
;"g*;rniu",
se
hundan
en
las
olas
bravas,
pronto
niunia
de
nueno
"r
ri"r*o*
y
magnfico
sor
y
ante
su
amable
rostuo
enmudece
er.
fiero
frug;.
p;;
;ilul"'*
uevas
no
enba
jarns
su
mirada,
ni
un
frffio
soplo
primaveral
alivia
ams
el
pecho.-.
No,
nunca
JLnr
u
uosonoslr"gro,
gusanos
de
la
tierra,
nunca
podra
acostumbrarme
a
vuesta
rgubre
da
Elis
pens
pasar
ra
noche
en
farun
t
;p.;;;"*g",
"v
-
maana,
su
camino
de
vuelta
a
Gotemburfr---'-
cuando
ll"g
a
ra
praza
der
merca-
ihmada
Helsingtorget,
enconfu
reunida
a
gran
candad
de
gente.
En
ese
momento,
se detuvo
ante una
sunfuosa casa
un
rargo
cortejo,
precedido por.msicosy
formado
por
mineros
r.on
sus
tajes
rr.
elegantes,
que
lreraban
ias
rmparJs
";-l;
rnano.
sali
un
hombre
alto,
delgado,
de
mediana
edai.
Cc";;;tIi;;;;";;H;
en
torno.
suyo.
su
porte
independiente,
su
frente
ancha,
J,
ld;;;;
ojos
azul
oscuro
mostoaban
que
era
un
autnco
acJes;.
t;;
ineros
forrnaron
un
crcuro
alrededor
de
l;
esfuech
e't
aRal*_
mente
la
mano
3
cada
" .o
gl"ts
U
Aigiol"
amables;;b;;;:
preguntar
por
r,
nir
rtouo*
i"p""{u"
,"
bataba
de
Pehrson
Dahlsj,
vigilante
en
el
homo
A
-ruJiOn,
intendente
v
propietario
de
una
hermasa
friilsen
de
montaa
en'dd:;"J
*rg'u.
En
suecia
s
conoce:or
fcirse.
;l* fi.;
concedidas
nara
la
minera
de
cobre
y
plata.
io,
i*pietarios
d"
;dJ
;J,#;
acciones
mineras
a
cu a
e
-
7/23/2019 Las Minas de Falun
12/25
tw
cuando
aca6
la
cancin,
pelrson
Dahlsj
abri
la
puerta
de
su
casa.
Los
mineros
fueron
enkando
uno
n
or
en
ella.
Elis
les
sigui
sin
darse
cuenta.
se
detuvo
en
el
umbml,
desde
d".;tp;;
yer
el
amplio
zagun
en
el
que
los
mineros
tornaron
asiento
en
unos
bancos.
sobre
uT
TFu
estaua preparado
"n
ur*n
uunq,r"
*'"-"
Entonces
se
abri-la
guata
kasra,
justo
frente
a
Elis,
v
nnt
unu
henyrosa
y
engalanada
oncella.
Alta,
ielgada,
su,
or.uros
cabellos
tSidos
en
multitud..d".beryas-y
sujetos
n' io*a
de
d*;;, ;;
gracioso
y
lindo
justillo
abrochado
con
ricos
pasadores,
caminaba
con
todo
el
donaire
de
la
ms
florida
juvenfu,
Todo,
i",
*in*ro,
,*
levantaron;
ente
las
filas
corri
,r'i*"
y
alegre
murmullo:
-iulla
Dahlsj,
ulla
Dahlsj ...
cmo
a
bendecido
Dios
a
nuesho
honrado
intendente
con
una
htja
tan
hermosa
y
piadosa
.
Incluso
los
ojos
de los
ms
ancianos
brillaron
.,rundt
uila
les
o{reci
la
mano,
como
a
todos
los
dems,
en
un
amable
saludo.
Despus
tuajo
unas
hermosas
jarros
de
plata,
sirvi
a
-
7/23/2019 Las Minas de Falun
13/25
Lcs
rninas
de
Falun
un
delicioso
sueo
del
que
pronto
despertara
para
sentirse
indescrip-
tiblemente
infeliz.
vaci'mecanicamente
ra
jana
En
ese
momento
se
acerc
a
l
Pehrson.
D3frrsi.
y
tns
estecade
tra
mano,
en
amabre
sah'do,
le
pregunt
de
dne
iu"iu
v
q"1"
nuuil"tuado
hasia
Falun.Elis
percibi
la
fuetza
y
el
caror
h
n"ul"
euida
en
todas
sus
venas.
Al
mirar
al
honrado
pehrson
a los
tl*,-ru
nimo
se
tom
alegre
y
contento"
cont
que
era
hijo
de
;
;fr',;,
e
haba
estado
desde
nio
en la
mar
g-
eue,
ahora
que
acababa
$
;.g,;
.il;
iaie
a
las
Indias
orienales,
haba
encontuadq
q"u
su
madre,
a
la
que
l
habia
protegido
y-
cuidado
con
su
paga,
haba
muerto.
Se
habia
sentido
totalmente
abandonado
en
*l'*in*";
lu
uiu
brb;;
;i;
ar
se
le
hab{l
*."lto-
repugnante
y
una
inclinacin
interior
Ie
arrasfuaba
hacia
la
minera,
por
lo
qu"
* iba
a
or".*, por
colocarse
en
Falun
como
ap.rendiz.
Diio
esto
,ilt*"
iin;"*"
cuenta,
en
contua
de
lo que
acababa
de
decidir unos
cuantos segundos antes.
Le
pareci
que
no
haba
podido
decir
o-a
cosa-al
itendente,
irrr*"
ue
acababa
de
eDqpresar
su
deseo
ms
ntim",
u"
d
qr;
il-rt
';;
momento
ni
l
mismo
haba
credo.
Pehrson
Dahlsj
dirigi
una
svef,a
mirada
ar
joven,
como
si
quisiera
penefuar
en
su
interioro
y
drjo
luego:
-No
puedo
pensar,
Elis
Frabom,
quJabandonis
ra
que
hasta
ahora
ha
sido
westra
profesin
por
pura
inconscienciE
y
que
no
habis
considerado
er
sacrificio,
las p"""liJ
que
ra
minera
comporta,
antes
de
tomar
Ia
decisin
de
entuegaro
a
ea.
E;t;
osohos
existe la
vieja creencia
de que
los
poderJso,
"r*"t";;
l.
minero
osa
gobemar
Ie
"r'tuita"
si
nJ
*,
todo
su
ser
en
afirmgr.sy
imperio
s'bre
elos,
si
abre
"*in"-fL*
pensamientos
que
debiliten
las
$"r*,
a
que
todos
euos
h*
U
;iilir;;
ntegramente
al
habajo
*n
lu
tiera
v
er
fueg".
ni*
,i
habis
anarizado
suficientemente
vuesba
vocacin
v
l"
tluiu
.""firmado,
sed
en
buena
hora
bienvenido._En
mis
poos
fdq;
rul"rrr3i
#:
odis
quedaros
sin
ms
en
mi
casa y
salir
*un*u
con
el
capataz,
quien
os
mosbar
el
fuabajo.
Con
las palabras
de
Pehrson
Dahlsj
se le
abri
a
Elis
ei
corazn.
No
volvi
a
pensar
en
ros
horrores
qe
haba
"irl"*uil';;;;i
enible pozo del infiemo-
Er
hecho
d
unr
u
t
"r*o*
uila
a
diario,
g.
uiyr.baio
el
mismo
t"gho
q,-,u
*ila-"';'i,r*
tu
fienaba
de
felicdad
v
entusiasrno;
dej
qu"
ras
ms
jrld"p#ffi
:;
brieran
carninn
en
1"
Fehrson
Dahlsj
inform
a ros
mineros
que
un
j'ven
aprendiz
acababa
de
entuar
a
su
servicio
en
ra
*irJv
li
pr"r*r,t
a
Eris
Frbom"
-
7/23/2019 Las Minas de Falun
14/25
Todos
miraron
con
agmdo
al
vigo-roso
jouen
y
comentaron
que
sus
miembros
delgados
y.
firmes
p*u'
hchos
p*u
u'
rninero
de
nacimiento
y que,
con
toda
seguridad,
bmpoco
l"
iuliiod
;i;;;.
enbega
necesarios.
uno
de
los
mineros,
ya
rnuy
entado
en
aos,
se
acerc
y
re
estuech
cordialmente
la
mano
dcendo
q;;;i
capataz
jefe
de
ra
mina
de
Pehrson
Dahlsj
y
estara
encaniado
de
inforrnJ*
"
t""
lo
que
necesitara
saber.-Elis
fuvo
que
sentarse
con
l
y, al momento,
3l
vieo,
ante
la
l*u
dg
cerueza,
comenz
"
"r.pri.*
detailadamente
los primeros
fuabajos
de
un
aprendiz.
A
Elis
Ie
vino
a
la
mente
er
vieio
minero
de
Gotemburon
'
uriosamente,
fue.
mpaz
de
repetir
casi
todo
r"
q*
l"
h"#;i.lJ'
Els
Frbom
--s
-
7/23/2019 Las Minas de Falun
15/25
Las
mina
s
de
Folun
De
este
modo,
en
un
emp*
increblemente
breve,
fuabajaba
con
la
misma
eficacia
que
el
ms
diestro
de los
mineros.
cada
da
aumentaba
el
cario
que
el
honrado
pehrson
Dahlsj
senta
por el
eficiente
y
piadoso
joven
y,
a
menudo,
le
;;
sinceramente
que
nc
slo
habia
ganado
un
excelente
aprendiz
sino,
ante
todo,
qn
l,rjg
querido.
Tambin
se
iba
mosbando,
;J;;;;";
may.or
claridad,
el
enbaable
afecto
de
Ulla.
A
menudo,
."*"
ni,
se
diriga
al
abao
y
habia
argn
peligro
en
1,
l",ostbu,'irnpr.b"
con
los
ojos
llenos.de
lgrimas
quele
cuidara
duiqui*
poribl;
desgracia.
Y,
al
volver,
sala
alegre
a su
encuento
y
tiu
,i"*prn
preparada
la
mejor
ce:ne:a
o
algun
buen
plato
con
el
fin
de
agradarle.
La
alega
eshemeci
el
corazn
de
Elis
cuando,
en
cista
ocasin,
Pehrson
D."{q:
s-e
dirigi
a
l
dicindole
qul,
d"J;;;
eficierrcia,
su capacidad
de
ahorro y
la
important
ntil
de
dinero
que
haba
obtenido,
nada
le impedira
llut
en
un
futuro;
p.r.*
una propiedad
minera
e inclum
hasta
una
jrcilsen
propia.
r,
*
momento
no
habra
ningn propietario
de
minas
*r,
pul,rn
d"
l;
rechazara
si
le
pidiera
la
mano
de
su
hija
A
Elis
le t"ui-*
g,r-J"i"
declarar
en
ese
mismo
momento
su
ardiente
*"i
p",
tlta,
"int"s*
ue
todas
las
esperanzas
de
su
vida
estaban prrotur
en
su
posesin.
Pero
u
insuperable
temor y,
sobre
todo,
h
quierante
duda,
q"*
u
vces
le
asaltaba,
acerca
de
la
autenticidad
d
arnor
de
uda,
k
cerraron
la
boca.
cigrto
da, Elis
estaba
babajando en
lo
ms
profundo
de la mina
envuelto
en
un
espeso
\rapor
sulfuroso,
de
forma
que
la
luz
d;
;;
lmpara
era
tan
tnue- que
apnas poda
ku"gui,
las
vetas
de
la
rocl.
Entonces,
procedentes
aparentemente
de-un
pozo
an
ms
profundo,
.og
_ungs
golpes,
.o*o
si
esfuvieran
tabaan"
,"
"n
artillo
piln
t7.
,como
ce
tipo
de
tuabajo
no-es
posible
;
;;
profundidad
y
saba que
ese
dia
no
haba
jado
nadi"
*,
qJa
(pues
el
capataz
ubilo
empleado.
a
toda
a
g"t"
en
el
pozo
de
extuaccin),_
Ios
golpes
y
martilleos
le
resultaroJ***.r-,"r"rln*jo
;
mazo
y
el
hieno
y
escuch
con
atencin
los
huos
sonidos,
"que
parecan
aproximarse cada
vs
ms.
De
pronto
vio
muy
cerca'de
l
una
sombra
negra
y
{una
fi{a
corrienie
de
aire
arrask
el
va-
por
sulfuroso)
vio
que
a
su lado
estaba
el
viejo
minero
de
Gotem-
burgo.
.
-isuerte
--exclam
el
anciane-.
Mucha
suerte
aqu
abajCI
en
la
roc.
B?no,
qu
te
parece
esta
vida,
camarada?
.
Elis
iba
a
preguntar
de
qu
modo
misterioso
haba
llegado
elviejo
al
pozo,
pero
ste
golpe
con
su
martilla
sobre
Ia
,eca
con
tal
fuerza
-
7/23/2019 Las Minas de Falun
16/25
lqt
LVJ
VtUvJ
uv
uur
:
trlr
que
hizo
saltar
chispas. Retumb
entonces
en todo
elpoza
un lejano
kueno
y
el
eio erclam
con voz aterradora:
-Este
de aqu
un filn
eprcelente,
pero
t,
misemble
e
indigno
compaero,
lo
ves
slo como una veta
nc
rnayor
que
una
brizna
de
paia...
Aqu
abajo
eres
como
un topo
ciego
por
el que
el
rery
de
los
metales
nunca
sentir simpa$a;
arriba tampoco
eres
capaz
de
em-
prender
nada
y
persigues
en
rano
el cobre roio
t*...
fiy
Quieres
conseguir como espoffi a
Ulla,
la hija de Pehrson
Dahlsj
y
para
eso
ests
aqu habajando
sin amor
y
sin
pensamientos...
Ten
cuidado,
faiso camarada, no
sea
que
el
rey
de los metales,
al
que
ests
ofendiendo, te agarre,
te
arcie al
fondo
y
haga
que
fus
miembros
se
despedacen
conba las affladas rocas...
Y te aviso:
Ulla
nunca
ser
iu
mujer
Las impertinentes
palabras
del viejo enfurecieron a
Elis.
-Qu
haces?
--grit-.
iQu
haces aqui
em el
pr:zc
de mi
seor,
Pehrson
Dahlsj,
en
el
que
trabajo
con
todas mis
fuerzas,
como corresponde a
mi oficio?
Vete
como
has venido o,
si no,
vsremos
quin
es
el
prirnero
en hundirle aqu
abajo los
sesos al
obo.
Diciendo esto,
Elis
Frbom se enfrent
alvamente al
viejo
y
levant
amenazador
el
mazo
de
lrierrc
con
el
que
haba estado
kabajando.
El viejo
se ech
a
rer, burln,
y
Elis vio con espantc
cmo, con
la
agilidad
de
una
ardilla, subj a saltos
los
estrechos
peldaos
de
la escalera
y
desapareci
en
la
n$a
galera.
Elis
tuvo la sensacin
de
que
sus miembros estaban
paralizados;
pareca
irnposible
volver
a iniciar el tabajo; subi.
Cuando el
vie;
-
7/23/2019 Las Minas de Falun
17/25
Los
minas
de Falun
ahora.
Nadie saba
entoncas
de
minas
tanto
como
Tebern,
quien,
a
-
7/23/2019 Las Minas de Falun
18/25
t4q
hijo,
ahora
lo
ras
a
ser
por
completo.
Ese
hombre
que
has
sto
en
mi
casa
es
fric
olawsen,
un
rico
comerciante
de
cotemuurg.
i;
olicitar
la
mano
de
mi
h,Ju
y
se
l.a
hr;;;iI,
,"
ir
con
ella
a
Gotemburgo
y
entonces
t
sns
"t,*.9
gi-^;
an'.taconmrgo,
mi
nico
apoyo
en
la
ancianidad...
Qu,
hr?
i.i;
dices
nada?...
Te
has puesto
p#{gr
Esero
qu"
*i
".irin
nb-
il
.onmrr"
y
que,
ahora
que
mi
ha
tine.qu"
"bd;;;;;-;
quieras
atejarre
tambin
de
m
pero...
el ieor
od;;;-t"iro'unciando
mi
nombre...
Tengo
que
enbar
Y
Pehrson
volvi
al
saln.
-Elil
sinti que
su
interior
se
desgarraba...
No
tena
parabras,
no
tgnra
lgrimas...
Movido
por
una
sabe
o"tpo*in,
sali
conien-
f"
4n
Ia
casa---,
leios...,
-reios...,
hasta-
b
g."
t".
s
aquella
sima
honible
ofreca
tn"]grg
a
prena
ruz
der
=tu
,rrru
*pantosa
imagen,
a\or1 que
ya
se
haba
hecho
de
noche
y
hl;'
lu
runu
comenzaba
a
brillar,
pareca
que,
bajo
aquer
terrno
"*""p"o,
innumerabres
monshuos,
rqpugnantes
abortos
de
los
infiernos,
estueran
remo_
endo y
cavando
aquel
suelo
humeante,
lu*unJo
rayos
hacia
lo
alto
desde.
sqs
ojos
en
llamas
y
edendiend
;;;
gigantescas
a
ra
caaa,
de
los
pobres
hombres.
-Torem ...
Torbeml--stito Elis
con
voz
tenible
que
retumb
en
los
pozos
desiertos-.
Torm,-aqu estoyllr"niu.
razn;
he
sido
un
compaero
miserable
gue
me
hab-ril
untnguao
a
absuiias;
ranzas
sobre
la
superficie
de la
erra ...
Abajo
JJ
*
tesoro,
mi
vida,
mi
todo
Tortem1...
B1ia
comigo,
mustarnn
u, rrrn-*r;;;;;
TvT
y
perforar
y
kabajar
sin-volver
a ver,,un..
*e,
h luz
d;;j
Torbem
Tortem...,
baja
conmigo
Elis
sac
el acero y
elpedem
b
-
7/23/2019 Las Minas de Falun
19/25
Les
minos
de
Falun
195
uo,'u"s
Frobornt
EIis
Frbom
-grit
una
voz
potente
desde
Er
refreio
de
uns
antorchas_
l?yo
ul
er
pozo...
Fa
er
mismo
ehrson
orrto
qul
b";';:
er
capataz
plru,uur*,
ar
joven,
al
ue
haban
visto
i"rrir"o
-iqu*.ido
haci
h
rosa.
,"
#,,?l?lH?l,3;
?**
peHricad;;h;
apoyada
en
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otit
h.acjed
aqu
abajo,
de
noche,
joven
inconscien-
e?...
Renn
*.dT
tus
tu"rrJr'i
,ub;.;;;;"s.
euin
sabe
tas
uenas
noticias
que
as
u
"on"*,
aniba
Etis
sbi
guardand;
;;
;:;'.J*ruto;
sesua
a
pehrson
Pry'iJ,""TT:i:r;J;i:i'ffi
?;o;-;*";';:,
cuando
tegaron
u
ru
ilri*ru
vq
R_rena
maana.
ura
se
ranz
con
F:.Y:fl**H
f'#"
",';;,o
*,
.*in",L
-Loco
;No
tena
qun',nuu*.sabido
yo
hace
mucho
que
amabas
urra
v
que
ior"
po'
i:;;;;;b*;
i""#;
con
tanto
esmero
y
sfueno.
.y
no
tena
d;
h;#
guiao
i"*bi"
iue
ura
re
ama
en
o
ms
hondo
de
su
i;ili'ecaso
rf-';
desear
un
yemo
ejor
que
un
minero
honrajo,
il"d;;HdL
.,
mejor
que
t,
'1:l::,i'';o;;J.T."ffi
*1"*u,*Jil-;;il1;:
'ubiu*iJ;
;,'.'
amebamos
;"
;ll3H?d,hs,"y
n"a';
Pehrson
Dahlsj
."nUnuJ.
-"
-Fuera
como
fues",
to qu"
ocurri
es
que
me
morestaba
que
Eris
o
hablara
abierta
y
uin.ouir"nlu.on*igo
u
ru
l
ambin
porque
q:gru
t;.b;
;
corazi,
,il;.iT;l:
ffi:ffi_I
on
el
que
te
hunras
a"
inr*ilt".vuno
J
i;
F-ric
orawsen
ro
use
en
prcrica.
Loco
Er
seor
df
ci.;;
e$
casado
rrace
ucho
v
a
ti,
m
ben
eu.TrtL,.
re
enkego
*
t
iu
como
*poru,
uel,
jg
repilo,
no
podra
o"*
otuo
yemo
meior.
A
Elis
se
re
sarrargn
ras
rs;;;i
;;r*;" tad"
La
aregra
de
a
vida
le
haba
tegado
"
l"-.l11inusn
rudu,
qu*
casi
re
pareci
ue
soaba
de
nuevo
un
dulce
sueno.
A
medioda,
siguiend;
I"r
tno
de
pehrson
Dahrrsj,
ros
ineros
se
reunieron
en
un
bunquete
festivo.
ulla
se
haba
puesto
su
vestido
ms
bonito
y
estaba
ms
hermosa
ue
nunca,
tanto
que
todos
ol*"u;"iil;;L
,o,
-Av
eu
novia
ms
maravi-rtsa
rr.-.""Lil,iio
,,urrt
o
variente
5ll1;,Bien..
ieue
"i
c"
r
a
ambos
;
;
piedad
y
en
su
-
7/23/2019 Las Minas de Falun
20/25
En
el
plido
rosbo
de
Elis
Frbom
se
vea
arin
el
horror
de
la
noche
anterior,
y.
a
mgnydo
se
quedaba
mirando
fiamenie-""r"
;i
como
apartado
de todo
lo
que
Ie
rodeaba.
_
Qu
te
pasa,
Elis?
-pregunt
Ulla.
Elis
la
estuech
conba
su
pecho
y
dijo:
-si
s .-.
En
verdad
eres
ma,
tdo
est
bien
ahora
En
medio
de
su felicidad
EIis
senta
a
veces
como
si
una
mano
helada aferrara
s.u
esgritu
y
una
voz lgubre dijera:
,.sigue
d;J;
conseguir
a
ulla
lo
mximo
a
o
que
aspaas?
pobre
ldot"ci;;;
has
visto
el
rosfuo
de
la reina?,,
se
sena
dorninado
por
un
qriedo
indescriptible
y
una
idea
le
torturaba:
que,
de
repente,
uno
de
los
minero.
r*
u*u
.o*o
un
coloso
ante
l
y
con
espanto
viera
ante
sa
Tortern,
e
haba
veniJo
para
advertirle,
en
tono
admonitorig,
d"
que
l
se
haba
nntuguo
ul
reino
subterrneo
de
las
piedrm
y
los
metales.
.Y,
sin
embargo,
tampoco
entenda
por
qu
elviejo
fantasma
iba
a
serle
hosI,
ni
qu
tena
que
ver
su
tbao
de
minero
con
su
amor.
P.ehrgon
percibig
la
inquietud de
Elis
Frbom y
la
achic
"i
r.,,
que
haba
soportado
y
al
descenso
nocfumo
al-pozo.
pero
nc
as
ulla,
quien,
atemorizada
por
un
misterioso
presentimiento,
insista
a
su
amado para
que
le
contara
cul
era
ese
horror que
habia.""".iJ"
y
que
le
apartaba por
completo
de
ella"
El
pechb
de
Elis
estaba
a
punto
de
estallar...
Luchaba
en
vano
por
hablar
a
su
amada
delrostro
maravilloso
que
se le
haba
mostuadoen
las
profundidades"
E
.;;;;
si
un
poder
desconocido
le
ceffam
la
boca,
como
si
en
su
interior
asomara
el
semblante
tenible
de
la
reina
y
en
cuanto
mencionara
su
nombre
(corno
al
ver
er
rosko
de
ra
honib
Medusa)
t""1"
q..'"-l.
rodease
fuera
a coye$rye.en
netra
y
sombra
ro.i.
r-u
**uuil;";
en
las-profundidades Ie
haba
.ol*uo
de
benestar
l*
p*".i";;
un
infierno
repleto
de
una
tortura
inconsolable,
engaosarnente
ornado
para
convertirse
n
una
funesta
seduccin.
Pehrson
Dahlsj
orden
que
Eris
Frbom
perrnaneciera
en
casa
durante
unos
cuantos
das,
con
el
fin
de
qu
se
restableciera
p*
completo
de
la
enfermedad
en
que
pareca
haber
cado.
p"runt"
tu
tiernpo
el
amor
de
ulla,
que
ahora
brotaba
claro
y
lurninoso
il;
piadoso
e ingenuo
corazn,
ahuyent
elrecuerdo
dL
h
uu"ntu*
i*tul
en
el
pozo.
El
bienestar
y
la
alegra
devolvieron
la
vida
;
Eii;,
il;;
ecuper
la
fe
en
su
felicidad,
que
ningn poder
maligno
h;tr-*
;;
desbuir.
cuando
volvi
a baiar
ul
poro,
las
profundidades
le
parecieron
muy
distintas
a
obas
veces.
Los
firones
ms
maravilloso,
;
;;;;_
ban
abiertos
ante
sus
ojos;
trabajaba
con
redoblados
nimos.
l"
-
7/23/2019 Las Minas de Falun
21/25
197
Los
minss
de
Falun
olvidaba
todo
,
una
vez
en ra
superficie,
tena
que
esforzarse
por
pensar
en
Pehrson
Dahlsj,
incluso
en
su
ulla.
se
senta
partido
en
dos
mitades,
cmo
si
su
ffie
mejor,
su
autnti.o
yo,
se
encontrara
abajo,
en
el
cenTr
de
la'tierra,
v'o."nr**-"ri-ururos
de la
reina,
mienbas
que n
Falun
nicamete
buscabi
""'r"*brl"
lecho
en
el
que
descansar"
cuando
u[a
hablaba
*
rUr;;",
y
de
ro
ferices
que
viran
los
dos
u1tos,
l
comezaba
u
h;bh
i*
1",
**ui;;'J"
las
profundidades,
de
los
i"**
de
inlc"ui-
,iq"
ua
queen
ellas
se
ocultaban.
Al.hacerlo,
se
per{
;--*"ip.r";es
asombrosas
e
incomprensible,
lo
cuar
atemorizaba
v
p*uriruu;ilponj;;.
no
poda
entender
cmo
Eris
habi,a
;"*"
tun
"
,"p""i".
T,
anunciaba
qlgsrgmente y
sin
d
.;p"t*,-i'cr,-,so
al
mismo
Pehrson
Dahlsj,
que
haba
descubie*orl,
unu,
ms
ricas,
ros
filones
ms
marallosos
y,
cuando
",
"t",,o*nrrconnaban
simple
roca, se burlab
dg
elroi
diciendo
qr;
,?
Jnt"nda
los
signos
misteriosos,
la
rweladora
escrifura
qle
b
*"""
Lisma
de
la
reina
grababa
en
los
abismos.
s*gun
r,
en
;;J;
era
suficiente
con
entender
los
signos,
sin
necdidad
de
**"iiu
;;'i;
;;;
stos
anunciaban.
.El.viejo-capataz
observaba
enbistecido
arjoven,
cuyos
ojos
tenan
un
b*llo
sahnie
al
hablar
del
ref,lge"t"-pu*i* *
hrcra
en
er
seno
de
la
tierra.
-Ay,
seor ---susurr6
9l
viejo
a
pehrson
Dahlsj
en
voz
baja
y
al
odo*"
Ha
sido
er
malvado
Torbern
il;-ia
hecho
esto
al
desdichado
muchacho.
-No
creis
-respondi
pehrson
Dahrsj*
en
los
cuentecillos
de
.
mineros,
anciano.
k
el
amor
quien
ha
tansformado
a
este
melanclico
joven,
eso
es todo.
Deat'iue
p.*
Lu
y
todo
eso
de
los
filones,
los
teso.ros
y
er
paraso
iuuterie";;;#
por
aneglarse.
P.or
fin
lles
el
daestu"cio
por
pehrson
ilsd
l;-;:
esde
unos
cuantos
das
antes
H
Frbom
otuuu
*"s
calrado,
ms
serio,
ms
inbovertido
que
nunca;
pero-tampoco
,"
a;l"
*iLA;;
|y"c3-untes
tan
por
compreto
ar
amor
de
la
durce
u*a
";*"
;;;;;
as.
No
quiso
separ.rse
de
e[a
ni
un
insQnte,
p"rl"
q".;;
,;;
aj
a
la
mina.
Pareca
19
pensar
en
absoluio'*:ru
excitado
trabajo
de
minero,
ps
de
sus
rabits
r;;;;;i";*
sobre
el
reino
subterrneo.
ulla
rebosaba
feriddad;
huu
ffi".do
er
miedo
a
ue
(como
haba
odo
a
menudo
i,
u,
"i."Jilileros)
las
fuezas
amenazadoras
de
los
abismos
subtarn"*
d"o"n
afaer
a
su
Elis
a
la
perdicin.
Incruso
pehrson
niLrqi
aid;;;;;"
arviejo
capataz:
-zos
dais
cuenta
ahora
de
que
ri,
rr-uo*
soramente
ha
perdido
la
cabeza
de
amor por
mi
Ulla?
-
7/23/2019 Las Minas de Falun
22/25
rq8
A
primeras
horas
del
da
de
la
boda
{era
el da
de
San
Juan}
Elis
llam
a-
a
puerta
de
la
habitacin
de
su
prometida.
Hh
;;
;
ebocedi
con
un
gran
susto
al
ver
a
Elis, yu
.o'
el
taje
d;;
plido
como
un
muerto
I
ul
fuego
oscuro
ilarnmndo
*n
1",
o;os.
'
Con
voz
baja
y
bmula
dijo:
-
.-slo
quierg
decirte,
mi
amadsima
ulla,
que
estamos
muy
csrca
de la
cima
de
la felici{ad
mxima,
tal
y
como
les
ha
sldo
.or,.aiau-u
los
hombrq
aqu
en la
tisra.
Esta
noche
todc
*.
hu sido desveho-
Abajo,.en
las
profundidades,
yae
encerrada
en
clorita
t
;i."
almandina
brillante
y
roja
como
la
cereza,
en
la
que
estn
grabad;
Ias
tablas
de nuestua.
vida;
la
recibirs
de
mi
como
,ngut"
*
"u.
e,
ms
hermosa
que
el
ms
bello
cartunclo
rd
*io
y
cundo,
;id*
;
nuesbo
fiel
amor,
mirernos
en
su
interior
los
rayos
dn.
ru
l*,
podremos
ver
claramente
cmo
nuesbo
espritu
ha
recido'unido
los
maravillosos
enramajes
que
brotan
del
cotaro"
de
la reina
"r,
*l
cenbo
de la
erra.
Lo
nico
necesario
es
que
yo
e)aigu
otu pin;;";
la
saque
a la
luz
del
dfu;
y
eso
es lo
qu*
ioy
u
t
",oru.
bui,ut
mientuas
tanto,
mi
amadsima
Ulla...
konto
estar
de
nuevo
"q;i
-
ulla
suplic
a
su
amado,
con
ardientes
lgrirnas,
qu
abandonara
esa
quimfuca
ernprsa, porqu
prarea.rtru
gt
n
desgracia.
pero
Elis
Frbom
Fggur
que
sin
esa
piedra jarns
lendra
un
momento
de
banquilidad
y-consi{er
que
no
haba
por
qu
pensar
que
arnenaza-
ra
ningn
peligro.
Eskech
amorosanente
a
ru
*udu
conta
sl
pecho
y parti"
Ya
estaban
todos
los
intados
reunidos
para
acompaar
a la
pareja
de
noos
a
la
iglesia
de
Kopparerg,
donde,
trs
"l"br*
un*
misa,
habran
de
llerarse
a
cabo
l*
opotiiules.
ulia
estaba
rodeada
por
las
riTu
y
las
bromas
de
un
sups
de
doncellas
deliciosamente
engalanadas,
quienes,
seg$
la
-coitumbre
del
lugar, nuuiiun
Ju
preceder
a
la
novia
en
calidad
de
damas
de
honr.
Los
msicos
afinaban
sus
inshumentos
y
errsa3nban
una
alegre
marcha
*"t;;i"
Ya
era
casi
medioda;
Elis
Frbom
segua
sin-aparecer.
De
pioni*,
con
los
rostos
desencajados
de
miedo
y-hor*r,
llegaron
precipitada-
mente
unos
mineros que
anunciaron
que
un
tenible
frundimiento
acababa
de
cegar
la
mina
en
la
que
se
enconkabu
lu
propi"
;;
Dahlsj.
-Elis
M
Elis
Has
ido
ah
Ah
--grit
ulla,
cayendo
como
rnuerta"
Entonces el
capataz
le
cht
a
pehrson
Dahlsj
que
Elis haba
ido
a
primera
hora
dela
maanaa
la
gran
fosa y
habia
ua;aao
"
h
il;;
que'
como
t
-
7/23/2019 Las Minas de Falun
23/25
Las
rninos
de
Falun
-{
mineros
salieron
precipitadamente,
pero
toda
bsqueda,
incluso
aquellos
intentos
en
gue
arriesgaron
sus
vidm,
fueron
vanos.
No
encontaron
a
Elis
Frbom.
No
caba
duda
de
que
"l
h"ni*"i"
haba
enterado al
desgraciado enhe_las
pie&as.'y
urr,"rJ
q";
justo
en
el
momento
en
que
pet'son
Dahls
confiaba
n ,
ffi,*;
tanquilidad
para
sus
das
de
ancianidad,
irnadi
su
casa
JJ_
cin
y
el
dolor.
Mu.lt"
empo
haba
transcurido
desde
que
el honrado
vigilante
e
intendente
Pehrson-
Dahls
ha{a
muerto,
muctro
desde
il;;;
ha-haba
desaparecido;
nadie
en Falun
sabin
y.
nada
"
"tt*,
p
-habiln
pasado
unos
cincuenh
aos
dede
el-deqraaado
du
fu
i;
boda
de
Frbom.
ocurri que
los
mineros,
al
buar
una galera
de
qnlpg
enhe
dos
pozos,
enconfaron
a
unas3ffi
rarasr,
d"-p*ofunJi
dad
el
cadver
de-
un
jwen
sumeqgido
en
agua
de
vitioli
;;;;;
extraerlo
a la luz
del
da,
preca
@iftcado.
-
-
El
.aspecto
del
jcnrcn
q-a
el
de
una
persona
prcfundamente
dormida,
tal
era
el
gmdo
de
consenacin,
de
mrud,
de
hs.*gos-;;
su
rosko,
sin
la
ms
mnima
huea
de
de*omposbin
r,
,u
hermoso
laje
de
minetro,
incluso
en
lm
flores
de
su'pecho"
T"d"l;
gente
de los
alrededores
se
reuni
en
torno
al
ioven
que
haban
sacado
de.
la.
gran
Jos+
pro
nadie
mnoca
el rosro
et
caave, y
ninguno
de
los
mineros
rmrdaba que
algurro
de
sus
**u*
hubjese
quedado
enterrado
en
un
huirnito.
Esffi"";;;
d"
asladar
el
cadver
hasfia
-Falun,
c'ando a
lo
leios
llq
li
sobre
unas
muletas,
una
abuelita,
cenicienta
y
ar,aunn*a.'
-iAh
viene
la
abuelita
de
san
Juan
---s,clart
aron
algunos
mineros.
Este
sa
el
nombre que
haban
puesto
a
la
anciana
gue
(como
notaron
5ta
rnuchos
arlos-a1tes)
aparecasiempre
el
da
de'san'Juan,
mimba
al
pozo,
se
retorca
las rnanos,
sollozab
y
se
lamentah
"n
tono
de
tremendo
dolor,
daba
una
welta
ahdedot
de
la
f;;
v
desapareca
de
nueno.
En
cuanto
la
anciana
o
al
ioren
@ificado,
dej6
caa
arnbas
muletas,
levant los
brazos
al
cielo
y
n un
tonn
d;Fgarrador,
de
profundo
lamento, grit:
-Oh,
Elis
Frboml
Oh,
mi
Flis...,
mi
dulce
prometido
Al instante
se
agach
junto
al
cadver
y,
en
cuclillas,
cogi
las
rgdgs
manos-y
las
esech
conta
su
pcho,
fio
a
causr
e
lJedad,
en el
que
palpitaba
n
corazn
lleno
de
ardiente
amor,
como
un
fuego
sagrado
bajo
la
capa
de
hielo.
-Ay '
--do
luego,
volvindose
al
corro
que
la
rodeaba--.
-
7/23/2019 Las Minas de Falun
24/25
vvr
qtJv
Nadie,-ninguno
de vosotuos
conoce
ya
a
la
pobre
Ulla
Dahlsj,
la
feliz
ryya
de este
joven
hace
cincuenta
aos
Cuando
con
gran
pena
y
dolor
me
fui
a
vivir
a
Ornszz,
el
viejo
T
brbem
rne
consol
dicindome que
volvera
a ver,
aqu
en la
erra,
a
mi
Elis,
a
quien
la
roca
m
lo
haba
enterrado
el mismo
da
de la
boda.
por
ello
he
venido
ao
fuas
ao
a observar,
llena
de
anhelo y
fiel
amor,
el fondo
de
la
mina...
Y
hoy se
me
ha
concedido
n
verdad
ese
feliz
reencuenko
Oh
mi
Elis,
mi
amado,
mi
prometido
Rode
de
nuwo
con
sus
esculidos
brazos
el cuerpo
del
joven,
colno.
si
ya
1o
fuera a
sepamrse
nunca
de
l; todos
los
que
la
rodeaban
se hallaban
profundamente
conmovidos.
Los
suspiros
de la
anciana
fueron cada
vez
ms
silenciosos,
ms
suave
su llanto,
hasta
que,
ahogados,
enrnudecieron.
Los
mineros
se
acercaron
para
levantar
a la
pobre
Ulla,
pero
haba
erpirado
sobre
el
r.qido
cutrpo
del
amado.
Se dieron
cuenta
entonces de
que
el
cadver
del
joven,
eu
equivccadamente
haban
credo
petificado,
comeruaba
a
dehacerse
en
polvo.
Colocaron
las
cenizas
del
joven,
y
con
ellas
elcuerpo
de
su
novia,
fiel hasta
la amarga
muerte,
en
la
rglesia
de Kopparberg,
all
donde
cincuenta
aos
antes
deba
haberse
celebrado
la
boda
de la
pareja.
-Ya
ves
--dijo
Theodor
cuando
acab,
al vs
a
sus
amiqos
en
silencio
v
con
la miradq
baja..*
que
mi
historia no
os
ha
complacido
d
todo.
Lo
h
sido tal vu.
el tema
somb'ro_y
melanclico lo
que
s ha
desagradad?
-Eso
es
-rspondi
Othmar-;
fu historia
deja
una
impresin
de
melancola.
Pero,
para
sr
sincao, toda
esa
muliitud
de
propietarios
de
minas,
fiestas
poprrlares,
mineros
fantasrnas
y
visiones,
no
rn
caba
de
gustar.
La
sencilla
en
los
Aspectos
del
lada
nactumo
de
la
cenca nahtralzs,
de
khubert,
de
cmo
encontaron
al
joven
en la
mina
de
Falun
y
cmo una
vieiecita reconoci
en l al
novio
enterrado
cincuenta
aos
antes
me
impresion
mucho
ms.
-Ruego
a
nues,tro
patrono,
Serapin
el
ermitao
---
-
7/23/2019 Las Minas de Falun
25/25
mente,
como
sres
divididos,
paralizados
por
sombros
y
desconocidos
poderes.
Y
esto
es
lo
que
ha
hbcho
rii;9atl.*i'ri"
ugrua",
por
cuanto
creo
que
est
plenamente
fundamentado
niL
"tu;Jd.
ffi';;.;";
ersonas
cuyo
ser.g*bl
por
completo
y
de
improviro.
v,-;';"r;
-euedaban
como
pehificados
inimndo
su
piopio
nterior
o,_como
persegui_
dos
sin
descanso
por
poderes
malignos,
eran'arrasftados
de
un
lado
oara
obo,
en
un
continuo
desasosieso,
hasta
qu"
Js"n-trri'r;;"":
arrancaba
de
ente
tos
vtvos-
Las
minas
de
Falun
;jflt"i=:try,Pgg-.
Atro
Dejmoste
at
menos
algo
de
espacio
L1y,u:Io,Clpti*,
u
visionario;
o.
si.no_,
i."**
"
t"*r';;
i#;;;%T;
h g:p 1-"."niciony-i'"".iliiii,,i.",?ff
ilXff
;*1$:
HTpi
ltTr'
apagado
pae
e
nimo-'t-;;"1;;-,J*tJ
;lilffi;
13*l? *,Pu*l
:1111 :
lnfarul
qu.
*oiui
;-j"_tiempo
y
que
me
inspir,
as
lo
creo.al-
menos,
el mismsimo
h"rg-Drllt".
.
-un
cuento
inf-antil
T,
Lothar,
un
cuento
infanr
todos.
-ercclamaron
-s-dijo
Lothar-;
os
puede
parecr
absurdo que me
hap
decidido
a
escribirlo, pero
escuchadme
brim;; ;]r*"-ir'l-"
'
Lothar
sac
un
cuadern
escrito';;-f"h";i;
y
hmpia y
comenz
a
leer.