las escuelas de secundaria en américa latina y el caribe y la transición al mundo del trabajo

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Las escuelas de secundaria en América Latina y el Caribe y la transición al mundo del trabajo Claudio de Moura Castro Martin Carnoy Laurence Wolff Banco Interamericano de Desarrollo Washington, D.C. Serie de informes técnicos del Departamento de Desarrollo Sostenible

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  • Las escuelas de secundaria enAmrica Latina y el Caribe y

    la transicin al mundo del trabajo

    Claudio de Moura CastroMartin CarnoyLaurence Wolff

    Banco Interamericano de Desarrollo

    Washington, D.C.

    Serie de informes tcnicosdel Departamento de Desarrollo Sostenible

  • Catalogacin (Cataloging-in-Publication) proporcionada porBanco Interamericano de DesarrolloBiblioteca Felipe Herrera

    Castro, Claudio de Moura. Las escuelas de secundaria en Amrica Latina y el Caribe y la transicin al mundodel trabajo / Claudio de Moura Castro, Martin Carnoy, Laurence Wolff.. p. cm. (Sustainable Development Dept. Technical papers series ; EDU-112) Includes bibliographical references.

    1. Education, Secondary--Latin America. 2. Education, Secondary--Caribbean Area.3. School-to-work transition--Latin America. 4. School-to-work transition--CaribbeanArea. 5. Youth--Employment--Latin America. 6. Youth--Employment--Caribbean Area.7. Instructional systems. I. Carnoy, Martin. II. Wolff, Laurence, 1941-. III.Inter-American Development Bank. Sustainable Development Dept. Education Unit. IV. Ti-tle. V. Series.

    373 C288--dc21

    Claudio de Moura Castro es Asesor Principal en Educacin del Departamento de Desarro-llo Sostenible. Martin Carnoy es profesor de educacin en la Universidad de Stanford.Laurence Wolff es un consultor en la Unidad de Educacin del Departamento de Desarro-llo Sostenible. William Savedoff y Ana Maria Rezende proporcionaron comentarios degran utilidad. Este es un documento de antecedentes de la estrategia del Banco que servirde gua en sus operaciones en materia de educacin primaria y secundaria.

    Las opiniones y comentarios son responsabilidad de los autores y no representan necesa-riamente la posicin oficial del Banco Interamericano de Desarrollo.

    Febrero de 2000

    Esta publicacin (Nmero de referencia EDU-112) puede obtenerse dirigindose a:

    Unidad de Educacin, PublicacionesBanco Interamericano de Desarrollo1300 New York Avenue, N.W.Washington, D.C. 20577

    Correo electrnico: sds/[email protected]: 202-623-1558Sitio de Internet: www.iadb.org/sds/edu

  • Prlogo

    La creciente interdependencia de los mercados y el cada vez mayor conte-nido intelectual de la produccin requieren de una fuerza laboral con co-nocimientos slidos de matemtica, lenguaje y comunicaciones, as comotambin mayor flexibilidad y creatividad, adems de una habilidad paratrabajar en cooperacin con los dems. En este nuevo medio ambiente, laeducacin secundaria tiene importancia crtica para el xito de los pases.Para poder competir en forma efectiva, los pases de Amrica Latina y elCaribe deben enfrentar el reto de preparar a sus estudiantes para la transi-cin al trabajo. Este documento proporciona una sntesis oportuna de losproblemas que se presentan y de las investigaciones y buenas prcticasque se estn llevando a cabo en la regin y otras partes del mundo. Entreotros puntos, se discute la organizacin de las escuelas secundarias en laregin y se examina el confuso y controversial tema de proporcionar es-cuelas para una clientela cada vez ms heterognea. Tambin se explorala triple funcin que cumplen los sistemas de educacin secundaria: pre-parar a los alumnos para la educacin superior, formar buenos ciudada-nos y brindar una formacin para aquellos que llegarn solamente hastaeste nivel de educacin. Este documento es uno de los informes prepara-dos como antecedentes para desarrollar la estrategia del Banco en el sectorde educacin primaria y secundaria. Como tal, debera ser de utilidad paraaquellos que trabajan en poltica educativa de la regin.

    Waldemar W. WirsigGerenteDepartamento de Desarrollo Sostenible

  • Indice

    Finalidad y estructura de la educacin secundaria1

    La situacin actual en Amrica Latina:Modelos anticuados y baja calidad

    6

    Nuevos modelos y opciones12

    Lecciones21

    Bibliografa22

  • 1Finalidad y estructura de la educacin secundaria

    En este documento se analiza la organizacin delas escuelas secundarias en Amrica Latina y elCaribe. Se tratan temas tan confusos y contro-vertidos como son la provisin de escuelas paraun conjunto estudiantil cada vez ms heterogneoy la triple funcin de preparar a los alumnos parala educacin superior, formar ciudadanos seriosy responsables y ofrecer cualquier tipo de forma-cin que puedan necesitar aqullos que terminansu escolarizacin en este nivel. A medida que lospases de la regin van descubriendo de nuevo laeducacin secundaria, tras ms de una dcada deabandono y olvido, tratan de hallar respuestasdonde no las hay. En ocasiones, incluso los pro-pios problemas no estn claros.

    En este documento se exploran los diferentes sig-nificados, funciones y problemas de la educacinsecundaria, as como las respuestas que se estnofreciendo. Se trata de un documento sobre ladecisin entre juntar a todos los estudiantes odividirlos en diferentes instituciones de acuerdo asu nivel acadmico; sobre si se debe ofrecer elmismo contenido a todos o variar el contenido,segn el perfil de los estudiantes; sobre la dis-yuntiva de utilizar las mismas estrategias paraimpartir o adaptarlas de acuerdo a los grupos deestudiantes; sobre la cuestin de decidir dnde ycundo ofrecer formacin para el empleo y qugrado de similitud tendr esta forma-cin/educacin con las ocupaciones laboralesreales. El tema de la educacin conlleva muchoms que todos estos asuntos organizativos; sinembargo, si los patrones organizativos elegidosno son los adecuados a las circunstancias, resultamucho ms difcil, por no decir imposible, ofre-cer una buena educacin para la diversidad deestudiantes existente y para el grupo an ms

    heterogneo que ha comenzado a entrar al ciclosecundario.1

    El documento comienza con un anlisis de lanaturaleza del problema en el mbito mundial,concretamente, las dificultades que se derivan delos papeles contradictorios de las escuelas secun-darias y la creciente diversidad de los estudiantes,as como las soluciones que se han tratado deaplicar en Europa y Estados Unidos. A continua-cin describe la situacin actual en Amrica La-tina y sus deficiencias. El documento pasa enton-ces a evaluar las nuevas tendencias y las solucio-nes que se estn considerando o implantando pa-ra superar las dificultades existentes. Por ltimo,extrae algunas lecciones a partir de la experienciay comenta algunas tendencias generales.

    LAS MULTIPLES FUNCIONES DE LAEDUCACION SECUNDARIA

    Al igual que en otros niveles de la educacin,los estudios de secundaria estn organizados enparte en torno a la transmisin de conocimien-tos y en parte (quizs principalmente) en tornoa la seleccin, es decir, quin avanza y quin sequeda estancado. El proceso de seleccin de lasescuelas establece expectativas, compromisos yresponsabilidad entre los maestros, administrado-res y padres y por tanto ejerce una importanteinfluencia en la forma de organizar las escuelas,en el proceso de enseanza y en el aprendizaje.

    1 Un documento complementario, "La educacinsecundaria en Amrica Latina y el Caribe: el reto delcrecimiento y la reforma", por L. Wolff y C. deMoura Castro (EDU-111), analiza otros temas rela-cionados con la educacin secundaria.

  • 2Adems, para muchos estudiantes, la educacinsecundaria es el nivel de escolaridad ms elevadoque van a alcanzar antes de incorporarse al mer-cado laboral.

    La educacin secundaria se est masificando entodo el mundo. Dado que la expansin educativaha cambiado los tipos y niveles de aptitudes delos estudiantes que acuden a esta fase de la es-colaridad, el mejoramiento de la calidad ya no eslo que era en el pasado. Unos antecedentes so-cioeconmicos ms bajos del cuerpo estudiantilsignifica un menor apoyo acadmico en el ho-gar y un mayor esfuerzo por parte de las es-cuelas para mantener el nivel estndar, encuanto a calidad. No slo la capacidad deaprendizaje de la nueva generacin de estudianteses ms limitada, sino que los contenidos de aque-llo que necesitan y pueden realmente aprenderson diferentes. Pero por encima de todo, necesi-tan unos mtodos y una pedagoga diferentes pa-ra llegar a dominar las materias y evitar la me-morizacin.

    Uno de los problemas que los reformadores tie-nen que enfrentar es el de cmo gestionar lasmltiples funciones de la educacin secundariacon sus subsiguientes ambigedades. Las fun-ciones de la educacin primaria y superior estnclaras. Las escuelas primarias preparan a losalumnos cognitivamente para desempearse enuna sociedad modernaC lectura, escritura y arit-mtica, as como algn conocimiento de cien-ciasC y los socializa para convertirlos en buenosciudadanos. La educacin superior es en su ma-yor parte profesional ya que prepara a los estu-diantes para el trabajo que realizarn en el futuroy, en algunas universidades, para funciones eli-tistas, incluso en el sector pblico.

    Otro obstculo a la hora de examinar la educa-cin secundaria lo encontramos en la fronteravariable entre secundaria y su nivel anterior. Losgrados entre el sexto y el noveno pueden atribuir-se formalmente a secundaria, a primaria, o per-manecer como un nivel independiente (como lasescuelas intermedias estadounidenses). Esta va-riedad en el modo de estructurar las escuelascomplica el anlisis comparativo. Adems, lapropia naturaleza de este nivel intermedio no estclara y difiere de pas en pas. Puede tratarse de

    una educacin primaria extendida en cuanto acontenidos y estilo de enseanza, o bien ser uncomienzo temprano de la educacin secundaria.Este documento se centra principalmente en elciclo superior de la educacin secundariaC losltimos tres o cuatro aos del ciclo.

    LOS MODELOS EUROPEOSY ESTADOUNIDENSE

    Europa y Estados Unidos llevan algn tiempoenfrentando los temas de la masificacin de laeducacin secundaria y de los objetivos contra-dictorios y han planteado respuestas sumamentediferentes. La esencia misma del sistema europeoes la existencia de diferentes escuelas y progra-mas, dirigidos cada uno de ellos a estudiantes condiferentes aptitudes acadmicas y diferentes aspi-raciones de continuar sus estudios.

    Dado que Francia ha sido la fuente de inspiracinpara muchos pases de la regin, es importantecomprender el ciclo secundario francs. La prin-cipal caracterstica de la tradicin francesa, si-milar a la mayora de los dems pases europeos,es la creacin de una escuela diferente para cadaperfil estudiantil y para cada rama educacional.Los estudiantes que desean aprender una profe-sin acudirn a una escuela de artes y oficios yluego debern superar el examen del CAP (Cer-tificat dAptitude Professionnelle). Aquellos quetengan mejores aptitudes acadmicas y sigan que-riendo aprender un oficio, pueden ir al Lyce Te-chnique. Aqullos que muestren mayor orienta-cin acadmica optarn por una de las escuelassecundarias de bachillerato (Baccalaurat oBac). Estas escuelas imparten cursos que hacenhincapi en un extenso campo de estudios comomatemticas y ciencias naturales, humanidades,comercio, etc. El certificado de bachillerato (Bac)se obtiene una vez superado un examen rigurosoy de gran dificultad. Aunque los Bacs dan dere-cho a acceder a los estudios superiores, algunosde ellos gozan de ms prestigio y suponen unaventaja a la hora de entrar en las universidades ycarreras ms competitivas.

    Una variante del modelo europeo la encontramosen el modelo alemn (que tambin se aplica enSuiza y Austria). Cerca de dos tercios de la

  • 3Modelo francs

    Educacin primaria

    Escuelas secundariasCollge

    Educacin superior

    Mercado laboral

    Escuelas tcnicasBrevet Techn.

    Escuelascomerciales (CAP)

    Escuelascomerciales

    Acadmica: Prctica o vocacional:

    Modelo alemn

    Mercado laboral

    Educacin primaria

    Sistema dual

    Educacin superior

    Gymnasiumsecundario

    Acadmica: Prctica o vocacional:

  • 4juventud de estos pases, en lugar de asistir a es-cuelas secundarias, optan por un perodo de tresa cuatro aos en rgimen de aprendizaje (una vezfinalizados al menos 9 o 10 aos de escolariza-cin). Paralelamente a la experiencia laboral, unda a la semana acuden a una escuela que ofrecedisciplinas acadmicas y asignaturas tecnolgi-cas. Este modelo tiene mucho xito en los pasesgermanos (a pesar de las recientes dificultadesocasionadas por los problemas econmicos deAlemania), de ah que la idea de exportarlo aotras naciones haya estado siempre presente.

    A principios de siglo, los educadores estadouni-denses se debatan entre un sistema al estilo eu-ropeo con una rama profesional y lo que final-mente se adopt, la llamada escuela superior di-versificada o polivalente. La idea central consisteen tener una nica escuela para todos los estu-diantes que alcanzan el nivel secundario. Pobreso ricos, de orientacin acadmica u ocupacio-nal, todos los estudiantes van a la misma es-cuela. La diferenciacin se encuentra dentro dela propia escuela, no entre las mismas. Aqullos

    con ms inters por los estudios superiores, si-guen cursos con una mayor orientacin acadmi-ca. Aqullos que desean adquirir una habilidadcon salidas de cara al mercado optan por los cur-sos profesionales. Los estudiantes ms avanzadoseligen cursos de mayor dificultad, el resto eligenlas versiones ms sencillas o suavizadas delmismo curso. Es ms, las escuelas superioresestadounidenses ofrecen distintos niveles de ma-temticas, ingls y ciencias, incluso para quienesestn cursando la rama acadmica. Adems, almismo tiempo que mantienen el modelo global,las escuelas tienden a acomodarse al estudiantetpico de su distrito de captacin, y as, las es-cuelas que se encuentran en regiones de claseobrera bajan sus niveles acadmicos y se centranms en la formacin para un oficio. Pero todaescuela ofrecer un amplio abanico de discipli-nas.

    El modelo ha sido utilizado en Estados Unidosdurante muchos aos, pero tiene sus puntos d-biles. De alguna manera ambas ramas se hanvisto devaluadas por la coexistencia de discipli-

    Modelo estadounidense

    Educacin primaria

    Secundariaintegral

    Educacin superior

    Mercado laboral

    Acadmica: Prctica o vocacional:

  • 5nas tan dispares como formacin para un oficio,peluquera, tecnologa de oficina y seminarios deinterpretacin de Shakespeare. Las asignaturasprofesionales tienen menos prestigio y pueden serconsideradas como un castigo para los estudian-tes que tienen un desempeo por debajo del nivelacadmico estndar. Pero los logros puramente

    acadmicos, excepto en las escuelas situadas enzonas de clase media alta, han sido hasta hacepoco tiempo igualmente menospreciados. En mu-chos sentidos, la diferenciacin respecto a la ca-tegora de las escuelas se ha trasladado al interiorde las mismas escuelas, hacindola as ms pa-tente y quizs ms disfuncional.

  • 6La situacin actual en Amrica Latina:Modelos anticuados y baja calidad

    Siguiendo la tradicin francesa, en la mayora delos pases de Amrica Latina y el Caribe, la edu-cacin secundaria ha venido organizndose desdehace mucho tiempo en un sistema bien definidode dos niveles. Un nivel preparaba a los estu-diantes para entrar en la universidad (aunqueslo una parte llegaba a ir a la universidad) y lesconceda un diploma de educacin secundaria,mientras que el otro nivel consista en diversasformas de educacin tcnica/profesional encami-nada a preparar a los estudiantes para el empleo.El ms importante de estos programas era el deformacin de maestros, seguido de las escuelasindustriales y de comercio.

    Para establecer el marco de la discusin que nosocupar ms adelante, merece la pena tener encuenta la formacin ocupacional que se impartedentro y fuera de las escuelas acadmicas. Nteseque los datos son imperfectos ya que los nombresy denominaciones de los programas no son com-parables, y las estadsticas no son fiables.

    En la mayora de los pases de Amrica Latina yel Caribe, los estudiantes que asisten a una es-cuela secundaria tcnica son una minoraC menosdel 30% en toda la regin. Unicamente en unospocos pases, notablemente Argentina, la mayorade los estudiantes asiste a escuelas vocacionales,tcnicas y profesionales. Por el contrario, en lospases de habla inglesa del Caribe y en Mxico,el 5 al 12% de los estudiantes de enseanza se-cundaria asisten a escuelas profesionales. Ntese,sin embargo, que el significado de escuelas tcni-cas puede ser engaoso. Los programas de for-macin de maestros, secretariado y contabilidadse computan a menudo como tcnicos, si biendichos cursos son bastante diferentes de los clsi-cos programas tcnicos del sector manufacturero.Para complicar ms las cosas, la mayora de los

    pases de Amrica Latina tienen importantes sis-temas de formacin que funcionan al margen delas escuelas acadmicas.2 Dada la significativaformacin ocupacional que proporcionan dichossistemas, examinar exclusivamente lo que lasescuelas acadmicas imparten proporciona unaimagen distorsionada de la formacin ocupacio-nal.

    En todos los pases, con escasas excepciones, laeducacin acadmica ha gozado de ms catego-ra que la educacin profesional y tcnica (prin-cipalmente debido a las diferencias de la clasesocial de los estudiantes en ambas ramas). Sinembargo, ello no ha evitado que en algunos pa-ses, como Ecuador y El Salvador, la matrcula enla rama tcnica se expanda con mayor rapidezque en la rama acadmica (Carnoy y Castro,1997). Y las excepciones pueden ser importantes,como es el caso de Brasil con el SENAI y lasescuelas tcnicas federales, que son muy caras yestn dirigidas a la elite local.

    Resulta interesante observar que Amrica Latina(pero no el Caribe) se distancia de la tradicineuropea en cuanto al establecimiento de exme-nes fuertes al final de la etapa secundaria(baccalaurat, maturit, abitur, A Plus, etc.), yen este sentido sus escuelas se asemejan ms alas de Estados Unidos. La ausencia de tales crite-rios estrictos para obtener un diploma de secun-daria, tiene al menos tres consecuencias. Primero,los criterios para obtener los diplomas son msbajos, ejerciendo as menos presin en

    2 Para realizar una consulta sobre estos sistemas deformacin, vase Castro, 1998.

  • 7Tabla 1: Reparto de la matrcula en educacin general y tcnica en el nivel secundario(ltimas estimaciones)

    Pas Ao % Educ. Gen. % Voc-Tec.Amrica Latina y el Caribe

    Argentina 1985 40 60Belice 1994-95 99 1Bolivia 1990 --- ---Brasil 1985 33 49Chile 1996 56 44Colombia 1993 76 21Costa Rica 1995 78 22Repblica Dominicana 1994-95 91 8Ecuador 1992-93 66 35El Salvador 1993 25 74Guatemala 1980 70 17Guyana 1994-95 100 0Hait 1985-86 97 2Honduras 1991 65 30Jamaica 1985-86 96 4Mxico 1994-95 89 11Nicaragua 1993 92 7Panam 1990 74 25Paraguay 1994 92 8Per 1995 100 0Surinam 1992-93 59 35Uruguay 1995 84 16Venezuela 1992-93 82 18

    Amrica del NorteCanad 1994-95 100 0Estados Unidos 1994-95 100 0

    Europa Central y OrientalBulgaria 1995-96 72 28Croacia 1995-96 64 36Repblica Checa 1994-95 56 44Hungra 1994-95 27 73Polonia 1994-95 29 71Rusia 1993-94 91 7Ucrania 1993-94 89 11(Antigua) Yugoslavia 1990-91 66 33Yugoslavia, Rep. Fed. 1995-96 66 34

    Europa OccidentalAustria 1994-95 61 38Finlandia 1994-95 71 29Francia 1994-95 72 28Alemania, RDD 1985-86 75 25Alemania, RDF 1985-86 64 36Italia 1993-94 56 40Noruega 1994-95 68 31Espaa 1994-95 75 25Suecia 1994-95 69 31Suiza 1993-94 67 31Reino Unido 1994-95 61 39Fuente: UNESCO, Anuario Estadstico, 1997, Tabla 3.7.

  • 8los estudiantes y en las escuelasC lo cual es unamala caracterstica. Segundo, las escuelas estnmenos polarizadas con respecto a los exmenes(con la excepcin de aqullas dirigidas predomi-nantemente a estudiantes que quieren matricular-se en las universidades ms competitivas)C locual es una buena caracterstica. Tercero, el sis-tema evita una situacin penosa pero comn en laque una proporcin abrumadora de estudiantesno consigue obtener un diploma de secundaria yquedan marcados por el fracaso escolar, tal ycomo sucede, por ejemplo, en los pases del Ma-greb donde se establecen niveles comparables alBac francs. La pregunta, para la cual no existeuna respuesta concreta, es si los beneficios de notener unos niveles estrictos compensan las prdi-das.

    A medida que se extiende la educacin secunda-ria, su funcin selectiva tambin va cambiando.En la mayora de los pases de Amrica Latina(con algunas excepciones importantes, como lospases de Amrica Central y las regiones mspobres de Brasil), el ciclo bsico de la educacinsecundaria (grados sptimo a noveno) se estconvirtiendo en el nivel de escolaridad con el que

    la mayora de jvenes se incorporan a una eco-noma que est cambiando rpidamente. En lospases en vas de desarrollo del nivel intermedio,que incluyen a muchas economas de AmricaLatina, incluso el ciclo superior de educacinsecundaria (grados dcimo a duodcimo) se estmasificando. Como consecuencia de dicha ex-pansin, su funcin selectiva est cambiando.Son muy numerosos los nuevos estudiantes que,procedentes de estratos socioeconmicos en suda "excluidos", han accedido a la educacin se-cundaria y la han completado. La media de su"capital cultural" (Bourdieu and Paoserou, 1990)es considerablemente inferior a la de las genera-ciones precedentes que acudan a las escuelassecundarias. En la pasada dcada, el ciclo supe-rior de la educacin secundaria preparaba a ungrupo de estudiantes relativamente pequeo (engran parte preseleccionados en los niveles infe-riores del perodo de escolarizacin) bien para losestudios superiores o bien para ocupaciones decarcter tcnico que slo requeran educacinsecundaria. En la actualidad este ciclo sirve paraseleccionar y preparar a un grupo mucho mayorpara proseguir sus estudios en la educacin supe-rior. Se les separa de un segundo grupo encami-

    Antiguo modelo latinoamericano

    Educacin primaria

    Escuelas secundarias

    Educacin superior

    Mercado laboral

    Escuelastcnicas

    Centrosde

    formacin

    Acadmica: Prctica o vocacional:

  • 9nado hacia la todava mal denominada formacinpostsecundaria. Asimismo, crea un tercer grupoque se incorpora directamente de la escuela se-cundaria al mercado laboral, pero dotados de loque en la actualidad se consideran niveles inade-cuados de conocimientos generales de matemti-cas y lenguaje.

    Los ministerios de educacin siempre han mos-trado su preocupacin sobre el creciente nmerode estudiantes que egresan de las escuelas secun-darias acadmicas pero no se matriculan en cur-sos de enseanza superior ni reciben formacinocupacional alguna. Esto es, cuanto menos, mo-tivo de insatisfaccin y malestar. An as, no estclaro si dichos egresados obtienen peores resulta-dos en el mercado laboral que los egresados deescuelas tcnicas, particularmente en compara-cin con los estudiantes que egresan de las es-cuelas tcnicas de baja calidad o desvinculadasde los empleadores. En la prctica, las pruebasno respaldan el argumento segn el cual, comotrmino medio, los egresados de la educacinsecundaria que no pasan a la universidad se en-cuentran en peor situacin en el mercado laboralque los egresados de la enseanza profesio-nal/tcnica. An as, las comparaciones entreescuelas acadmicas y profesionales/tcnicas soncomplicadas debido a una serie de factores, entreellos la tasa de crecimiento de la economa, lacalidad de los vnculos entre las escuelas tcnicasy las empresas, y el hecho de que cuanto msbajos son los antecedentes socioeconmicos msbaja es la habilidad acadmica de los estudiantesque asisten a las escuelas tcnicas. De hecho, enestas comparaciones subyace la abrumadora im-portancia de la calidad de la escuela. Las tpicasescuelas tcnicas son baratas y gozan de escasoprestigio, disponen de un pobre equipamiento,reclutan estudiantes menos brillantes y producenegresados con una preparacin deficiente. Por elcontrario, cuando se trata de escuelas mejores yms caras, sus egresados son sobresalientes.

    La eleccin entre una educacin puramente aca-dmica y una profesional es un tema controverti-do, incluso despus de todo lo que se ha escrito alrespecto. Si por una parte el uso de las tasas derendimiento para analizar la educacin est llenode problemas metodolgicos, las comparacionesentre diversos programas ofrecidos en idnticos

    niveles de escolarizacin es en cambio un usorelativamente seguro de esta herramienta. Al me-nos hasta hace poco, la tasa de rendimiento suge-ra que la rentabilidad media de la inversin eneducacin secundaria profesional/tcnica es me-nor que en educacin secundaria acadmica, conla salvedad de que se trata principalmente de pa-ses con tasas bajas de crecimiento econmico(vase, por ejemplo, Psacharopoulos y Vlez,1992, respecto del Uruguay, que muestra tasasprivadas y sociales de rentabilidad de la inversinmucho ms elevadas para la enseanza secunda-ria acadmica que para la tcnica). Pero estepunto es motivo de controversia (vase, porejemplo, Psacharopoulos y Fiszbein, 1991, res-pecto de Venezuela, que muestra unas tasas derentabilidad algo ms elevadas para la educacinsecundaria tcnica que para la educacin secun-daria acadmica). En economas en un proceso decrecimiento ms rpido, como Hong Kong, latasa de rentabilidad de la educacin tcnica enocupaciones con gran demanda (la electrnica,por ejemplo) es ms elevada que la de la inver-sin en la educacin secundaria general, aunquepara otras ocupaciones, con menor demanda, latasa de rentabilidad es ms baja para la educa-cin tcnica (Chung, 1990).3

    La expansin de la escuela secundaria en la re-gin ha agravado las ya persistentes ambigeda-des que existen a la hora de preparar a los jve-nes para convertirse en trabajadores calificados.Los perfiles ocupacionales de los egresados pre-parados por la va de la educacin profesionalindustrial no han estado nunca claros. Cuando laformacin industrial se traslad a niveles supe- 3 En Alemania, con su "sistema dual " de aprendi-zaje, la tendencia de las empresas es actualmente lade clasificar a los egresados del gimnasio (secunda-ria) entre los candidatos ms distinguidos para susprogramas de aprendizaje (Greihert, 1992). En otraspalabras, la corriente profesional se nutre de los es-tudiantes que tienen un diploma de educacin secun-daria acadmica. La investigacin en el Brasil sugie-re que los estudiantes que asistieron a buenas escue-las profesionales (SENAI) obtuvieron ingresos mselevados y tuvieron una movilidad ocupacional ma-yor que los que haban recibido hasta cinco aos msde educacin acadmica y formacin para el empleo(Castro y Mello e Souza, 1974).

  • 10

    riores del ciclo de enseanza secundaria (y con elaumento de la heterogeneidad de la complejidadtcnica de la industria de Amrica Latina), elobjetivo de dicha educacin perdi an ms cla-ridad: tenan que producir trabajadores califica-dos, tcnicos o supervisores? Las ambigedadesen la orientacin han terminado por produciregresados que no son ni trabajadores califica-dos, ni tcnicos, ni supervisores de nivel medio,ni son competitivos en las pruebas de ingreso ala enseanza superior.

    El cambio en la funcin de las escuelas secun-darias, de una educacin relativamente selectaa una educacin relativamente masificada, estllevando a los reformadores a volver a concebirla estructura y el tipo de enseanza y aprendi-zaje en dichas escuelas. Es un hecho que la cali-dad tanto de la escuela secundaria que preparapara la universidad como de la escuela secunda-ria tcnica, independientemente de que sus estu-diantes lleguen a ingresar o no en la universidad,es demasiado baja para preparar a los estudiantespara la economa y la sociedad del siglo XXI. Elresultado de esta discusin llama a la reflexin.El simple modelo de dos ramas necesita unaseria revisin. Las ramas tanto acadmica comotcnica ofrecen una educacin deficiente y al-gunas de las carencias son comunes en amboscasos.

    Naturalmente, los fallos de la educacin secunda-ria de la regin no son simplemente el resultadode una escasa alternativa de modelos.4 En parti-cular, se necesitan grandes cambios en la forma-cin de los docentes. Independientemente de quese trate del nivel tcnico o acadmico, el procesode enseanza y el plan de estudios, hay que hacermucho ms hincapi en elevar los niveles, pro-porcionar capacidades de solucin de problemasy propugnar una enseanza-aprendizaje partici-pativos. Adems, en toda la regin se consideraque la educacin tcnica y profesional (incluida

    4 En otro documento aparte, La educacin secun-daria en Amrica Latina y el Caribe: El reto del cre-cimiento y la reforma, por L. Wolff y C. Castro, seestudian los puntos dbiles que existen en el estable-cimiento de objetivos, evaluacin, gestin, formacinde maestros y financiamiento.

    la formacin de maestros) tiene que insistir enplanes de estudios prcticos y orientados hacia elempleo a fin de mejorar la capacidad del estu-diante para solucionar problemas y dotarle dehabilidades de trabajo acordes con el siglo XXI.

    Cabe sealar que el modelo estadounidense nofunciona en Amrica Latina. Por ejemplo, laAgencia de los Estados Unidos para el DesarrolloInternacional (USAID) y el Banco Mundial trata-ron de exportar el modelo estadounidense a Am-rica Latina. Se realizaron varios intentos de re-crear una escuela secundaria diversificada en lasescuelas secundarias de Colombia, Venezuela yPanam a principios de los setenta sin gran xito.En Per se experiment con las escuelas superio-res polivalentes, tambin sin xito (CorvalnVsquez, 1984). Parece ser que la presencia deniveles internos de mayor categora cre unfuerte prejuicio contra las ocupaciones manua-les que se impartan, haciendo intil todo in-tento de preparar a los estudiantes en dichasocupaciones.

    Quizs el intento ms ambicioso fuera el INEMde Colombia, que cont con un fuerte respaldodel Banco Mundial. Se trataba de escuelas carasy con buenas subvenciones que seguan el modeloestadounidense. Crearon una frrea cultura orga-nizativa, ofrecieron una educacin seria y todavasubsisten. El problema reside en que son dema-siado caras para poder reproducirlas y su ver-tiente profesional es exacta a la de los EstadosUnidos, es decir, una toma de contacto con diver-sas actividades dentro de las instalaciones de lapropia escuela. Parece ser que la elevada selecti-vidad y el consecuente elitismo ejercido sobre elcuerpo estudiantil frustran los objetivos profesio-nales.

    De la misma manera, los esfuerzos por exportarel modelo alemn tambin han fracasado. En re-sumidas cuentas, estos intentos se han quedadomuy cortos, aunque se considera que algunos hantenido xito. Parece que para reproducirlo a unamayor escala se requieren instituciones y un nivelde informacin y dilogo entre los agentes socia-les involucrados que no es frecuente siquiera enotras naciones europeas. Resulta interesante lla-mar la atencin sobre el hecho de que EstadosUnidos ha experimentado con dichos sistemas y

  • 11

    que han funcionado bien con los alumnos que nollegan a completar sus estudios, pero al igual queen otros lugares, el alcance de estas iniciativas eslimitado.

    Sin embargo, merece la pena tener en cuenta estemodelo ya que sigue siendo atractivo y viablepara experimentos pequeos y muy controlados,particularmente en reas en las que la tec-

    nologa cambia con mucha rapidez y las escue-las no pueden mantener actualizados sus talleresy laboratorios. Y precisamente son stas las ap-titudes fundamentales para la competitividad dealgunos sectores industriales. Tambin es un mo-delo factible en el caso de los programas de for-macin dentro de grandes empresas (particular-mente cuando se trata de filiales de compaasalemanas) que llevan muchos aos impartiendocon xito enseanzas duales (en la ciudad de Sn oPaulo, miles de trabajadores de compaas ale-manas estn inscritos en este sistema).

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    Nuevos modelos y opciones

    Dado que las formas actuales de organizar laenseanza secundaria no son satisfactorias, cabepreguntarse cules son las alternativas posiblespara sustituirlas. El desafo es tremendo. La edu-cacin secundaria debe resolver la dicotomaacadmica/profesional. Simultneamente, debeconvertir la educacin secundaria acadmica enuna extensin de la educacin bsica, ms gene-ral, con alta calidad y orientada hacia la solucinde problemas, y retener de manera satisfactoria elcreciente nmero de estudiantes con bajos ingre-sos que constituyen el nuevo cuerpo estudiantilde la educacin acadmica "preparatoria para launiversidad". Al mismo tiempo, debe proporcio-nar formacin de alta calidad para el empleo paralos numerosos egresados de secundaria que ten-drn que buscar un trabajo recin salidos de laescuela secundaria, o con una educacin profe-sional postsecundaria limitada. Estn los pasesde Amrica Latina y el Caribe adoptando medi-das en estos sentidos? Algunos asuntos impor-tantes son dnde incluir la formacin orientadaal empleo, en qu momento ofrecerla y qu gra-do de separacin debera existir entre la forma-cin para el empleo y la educacin acadmicatroncal.

    Otra incgnita de la ecuacin a tener en cuenta esla demanda de los estudiantes (o de los padres).La educacin primaria ofrece aproximadamentela misma frmula a todos. La nica decisin queest en manos de los padres es la eleccin entreenseanza pblica o privada. Para las cuestionesprcticas, la demanda es irrelevante ya que lospadres deben en cualquier caso matricular a sushijos. Pero en la enseanza secundaria, la de-manda adquiere importancia porque se ofrecendiferentes frmulas y existe la opcin de no ir ala escuela. Si no hay un nmero suficiente dealumnos matriculados, la solucin brillante quedaestancada. Si se matriculan por motivos errneos

    (por ejemplo, matricularse en escuelas tcnicasestando nicamente interesados en el diplomaacadmico), los planes no llegarn a cumplirse.Por lo tanto, la flexibilidad del planificador esmucho ms limitada a la hora de disear la edu-cacin secundaria.

    La clave para una conceptualizacin clara de lainteraccin entre los contenidos acadmicos yprofesionales comienza por no confundir la ne-cesaria interaccin de teora y prctica con laposible pero no necesaria interaccin entre teo-ra y asignaturas orientadas al empleo. Cuandolas asignaturas acadmicas no estn relacionadascon la preparacin profesional, es absolutamentenecesario que estn aplicadas al mundo real y alas actividades prcticas, de la misma maneraque a menudo lo estn en las soluciones mixtasacadmico-vocacionales. En las escuelas acad-micas competentes debera haber aplicacionesprcticas, exploraciones del mundo real, experi-mentacin e investigacin por parte del estu-diante. Los laboratorios y talleres tienen por ob-jeto educar la mente por medio de los experi-mentos y de la construccin de objetos y procesorealesC en contraste con los talleres destinados aensear un oficio. Esto es lo que prepara a losestudiantes para su labor futura.

    Una buena educacin combina la teora con laprctica. La prctica dota de significado a la teo-ra y la concreta, y permite un conocimiento msprofundo de los conceptos. La teora separa laformacin ocupacional de la rutina manual y re-petitiva, dndole un significado ms amplio y laposibilidad de adaptar el aprendizaje de una si-tuacin a otra. Las escuelas pueden estar organi-zadas de tal manera que la formacin ocupacio-nal sea el complemento correlativo al desarrolloconceptual ofrecido en las asignaturas acadmi-cas. Pero tambin pueden incorporar

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    contenidos prcticos a los programas acadmicossin una orientacin ocupacional. De hecho, estoes lo que las escuelas de alta calidad han hechodurante mucho tiempo.

    A continuacin presentamos algunas de las nue-vas soluciones que se estn proponiendo o lle-vando a la prctica. Hay que puntualizar que nose trata de alternativas que se excluyan mutua-mente, ya que la mayora de los pases tiendenhacia una mayor complejidad de sus sistemas yofrecen numerosas ramas alternativas a los estu-diantes. As pues, lo que se presenta a continua-cin es una descripcin de las tendencias y posi-bilidades que funcionan bajo las condiciones ade-cuadas y no una frmula de soluciones ideales.Hay varias soluciones posibles y todas ellas po-dran ser vlidas dentro del contexto particular deun pas:

    eliminar de la educacin secundaria formal laformacin en el empleo;

    trasladar la educacin tcnica al nivel post-secundario;

    crear niveles con orientaciones diferentesdentro de la educacin secundaria formal pe-ro sin una formacin profesional propia-mente dicha;

    crear un nico plan de estudios nacional conalgunas asignaturas optativas;

    incorporar la disciplina acadmica en elcontenido profesional;

    combinar la tecnologa de oficina con lasdisciplinas acadmicas; y

    mantener unas cuantas escuelas tcnicas se-cundarias de elite pero estrechamente vincu-ladas con la industria.

    ELIMINAR DE LA EDUCACIONSECUNDARIA FORMAL LA

    FORMACION EN EL EMPLEO

    Las escuelas tcnicas y profesionales de todo elmundo se enfrentan, como principal desafo, a la

    dificultad de adecuar los programas de formacinque imparten a los trabajos que existen en elmercado. Esa es la prueba de fuego para dichasinstituciones. Puede que la demanda de las ocu-paciones que imparten fuera buena cuando secrearon los programas, pero a medida que losmercados van evolucionando, se puede producirun exceso de oferta de egresados. Se ha observa-do que, en la mayora de los casos, se toma unaactitud pasiva respecto al reajuste y son pocoslos incentivos para reducir el nmero de matr-culas y encontrar nuevos espacios en el mercado.Pero cuando el programa profesional u orientadohacia el empleo va unido a un ttulo acadmico,la pasividad es todava ms pronunciada. Enprimer lugar, tiene poco sentido reducir o au-mentar las oportunidades educativas a tenor delciclo empresarial. Es obvio que las escuelas notienen que cerrar cuando aumenta el desempleo,aunque pudiera tener sentido reducir la oferta deformacin para un trabajo especfico cuando noexisten puestos de trabajo en dicha ocupacin enconcreto. La educacin tiene una razn de serque va ms all de los puestos de trabajo inme-diatos, pero no es as en el caso de la formacin.En segundo lugar, con los actuales patrones deorganizacin, normalmente las escuelas no sonrecompensadas cuando se ajustan a los cambiosen el mercado y adems dicho ajuste conlleva,con toda seguridad, un coste poltico para aqu-llos que lo llevan a cabo. El resultado es la pasi-vidad, teniendo as programas tcni-cos/profesionales que se siguen ofreciendo muchotiempo despus de que los mercados correspon-dientes estn saturados. Pero la misma importan-cia tiene la poderosa filosofa de las escuelasacadmicas que prevalece sobre la oferta de ni-veles inferiores de formacin para el empleo,confundiendo todava ms sus objetivos.

    Mientras la mayora de los experimentos paraaadir contenidos profesionales a las escuelasacadmicas normales han tenido un xito muylimitado, en la regin se estn llevando a cabodiversos programas de formacin tcnica suma-mente satisfactorios, impartidos fuera de la es-cuela, financiados con impuestos sobre los sala-rios y administrados por el sector pblico (ytambin el privado), as como algunas alternati-vas innovadoras a la educacin profesionaltradicional. Buenos ejemplos de dichos progra-

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    mas son el ServiHo Nacional de AprendizagemIndustrial (SENAI), el ServiHo Nacional deAprendizagem Comercial (SENAC), el ServiHoNacional de Aprendizagem Rural (SENAR) y elServiHo Nacional de Aprendizagem do Trans-porte (SENATI) en Brasil, el Servicio Nacionalde Aprendizaje (SENA) en Colombia y el Insti-tuto Nacional de Aprendizaje (INA) en CostaRica 5C comentados en la prxima Estrategia deFormacin Profesional y Tcnica del BID. Lapresencia de estos sistemas tcnicos alternativosno carece de consecuencias ya que garantiza la

    5 Aunque el gasto pblico en educacin acadmicay tcnica en Amrica Latina estuvo contenido, inclu-so durante la recuperacin econmica que comenz afinales de los aos ochenta, la expansin del sectorprivado produjo aumentos en los impuestos sobre lossalarios y permiti ampliar esos programas. Estosprogramas estn principalmenteC pero no exclusi-vamenteC dirigidos a trabajadores en activo a quie-nes sus empleadores envan para que reciban forma-cin.

    existencia de modelos de escuela secundaria queofrecen un listado minimalista de programas deformacin ocupacional y dejan la tarea propia delas verdaderas escuelas profesionales a este sis-tema paralelo. A pesar de que estos sistemas seestn enfrentando a sus propios problemas en losltimos aos, la alternativa de eliminar porcompleto la preparacin profesional de las es-cuelas acadmicas est teniendo ms aceptacinen el debate de los nuevos modelos de educa-cin secundaria.

    TRASLADAR LA EDUCACION TECNICAAL NIVEL POSTSECUNDARIO

    A medida que aumenta el nivel de educacin dela sociedad y los requisitos conceptuales de losoficios profesionales, existe una tendencia en to-do el mundo a trasladar la educacin tcnica alnivel terciario. Esta tendencia encuentra su msfuerte contrapartida en Amrica Latina, dondealgunos pases estn ampliando los colegios po-litcnicos o colegios comunitarios, de relativobajo coste, al nivel terciario. La gama de deno-

    Eliminar de la educacin secundaria formal la formacin para el empleo

    Educacin primaria

    Escuelas secundarias

    Educacin superior

    Mercado laboral

    Centrosde

    formacin

    Acadmica: Prctica o vocacional:

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    minaciones y ttulos para estas iniciativas es am-plia: "tcnicos," "tecnolgicos," "terciaria no uni-versitaria," "politcnicos," "colegios tc-nicos" yotros.

    Cabe sealar que aunque la matrcula en estudiossuperiores aument ms lentamente que en otrasregiones, Amrica Latina sigui a la cabeza delos pases en vas de desarrollo (aunque por de-trs de los pases asiticos de reciente industriali-zacin) en cuanto a la proporcin de jvenes quese incorporan a los estudios universitarios, conuna matrcula del 17% de la cohorte de edad co-rrespondiente. La educacin terciaria aumentligeramente por encima de los 3 millones de estu-diantes entre 1980 y 1992 (UNESCO, 1995).Aqu tambin la proporcin vara considerable-mente de pas a pas. Tanto en el nivel secundariocomo el terciario, Amrica Latina lidera el grupode pases en vas de desarrollo en cuanto al por-centaje de mujeres jvenes matriculadas y egre-sadas universitarias.

    Mxico ha desarrollado un sistema de colegiospolitcnicos terciarios que ha tenido xito, enparticular, en regiones con elevadas tasas de cre-

    cimiento, como la regin fronteriza con EstadosUnidos. Los colegios politcnicos de Mxico es-tablecen vnculos con las empresas locales y du-rante sus estudios los estudiantes trabajan en r-gimen de media jornada en estas empresas, comoparte de su programa de formacin. Venezuelatambin lleva mucho tiempo poniendo en prcticaprogramas postsecundarios, tanto en el mbitopblico como privado.

    Chile es otro pas que ha experimentado un au-mento considerable de este tipo de instituciones,la mayora de las cuales son privadas y no cuen-tan con subvenciones importantes ni se someten auna inspeccin seria por parte del gobierno. En laprctica, son consideradas como iniciativas pri-vadas dirigidas por instituciones privadas y con-troladas por las fuerzas del mercado

    Tras un largo periodo en el que las institucionesprivadas no gozaban del apoyo de las polticasoficiales, Argentina ha experimentado un creci-miento vertiginoso en la educacin "terciaria nouniversitaria", impartida principalmente por ins-tituciones privadas de mediocre o escasa calidad.Para aumentar la oferta a este nivel, se ha produ-

    Trasladar la educacin tcnica al nivel postsecundario

    Educacin primaria

    Escuelas secundarias

    Educacin superior

    Mercado laboral

    Escuelas tcnicasde postsecundaria

    Acadmica: Prctica o vocacional:

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    cido un incremento de iniciativas provincialespara crear instituciones financiadas por el sectorpblico que impartan programas postsecundariosde corta duracin.

    Brasil ha sido ms lento en este sentidoC exceptoel sector privado en materia de tecnologa de lainformacin. Pero la reciente separacin del niveltcnico del secundario convierte a la mayora delos cursos en programas postsecundarios de factoya que existe una fuerte tendencia a ofrecer elcurso a estudiantes que ya cuenten con un diplo-ma de secundaria. Al contar con subvencionesexternas sustanciales, es de esperar que aumenteel nmero de estos cursos.

    Un problema que se produce en este tipo de solu-ciones, particularmente en el caso de los pasesen los que la tasa de estudiantes que finalizan laenseanza secundaria es baja, se encuentra en elelitismo prematuro que se produce en la forma-cin. Los jvenes de los sectores ms pobres queno tienen medios para alcanzar este nivel de en-seanza pueden quedar al margen de las oportu-nidades de formacin. Adems, al convertirse enestudios superiores de facto, estos programasentran en competencia con otras carreras mstradicionales de este nivel, un desafo que Europay Estados Unidos han resuelto con relativo xito,pero que Amrica Latina todava lucha por sol-ventar.

    CREAR RAMAS CON DIFERENTES"ORIENTACIONES" DENTRO DE LAEDUCACION SECUNDARIA FORMAL

    Algunas de las recientes reformas han evolucio-nado hasta llegar a un sistema de enseanza se-cundaria basado en la separacin de ramas quecentra su atencin en varias reas amplias deconocimiento pero elimina de los programastroncales de enseanza secundaria la estricta pre-paracin para el empleo. Este sistema es similaral francs, que ofrece sus Baccalaurats con di-ferentes ramas.

    Este tipo de educacin se organiza en torno agrandes categoras tcnicas, como humanidades,ciencias biolgicas, comercio, artes aplicadas(visuales, grficas, etc.) y puede considerarse

    como una educacin secundaria en cierto modoespecializada, o una educacin "general" tcnica.Su costo es aproximadamente el mismo y su ob-jetivo es preparar a los estudiantes para ingresaren instituciones postsecundarias o incorporarse apuestos de trabajo en los que la formacin du-rante el empleo es una forma adecuada de transi-cin (por ejemplo las ocupaciones comerciales oempresariales), o bien como una introduccin alos programas de formacin especfica para unempleo que se seguirn a continuacin. Este tipode educacin tcnica sencilla y dividida en ramases la que se est expandiendo con mayor rapidezen el sistema de enseanza secundaria de los pa-ses de Amrica Latina y el Caribe. Un buenejemplo lo encontramos en Mxico y Argentinadonde se han creado las "polimodales", que si-guen distintas ramas dentro de la educacin aca-dmica.

    Si se implementan adecuadamente, estas escuelastienen buenas perspectivas. En general (aunqueno en todos los casos), los conocimientos gene-rales relativos a la solucin de problemas parecenms valiosos para los egresados en su vida labo-ral que las habilidades profesionales especficasporque sitan al egresado en condiciones de"ajustarse al desequilibrio" (Schultz, 1992). Enlos mercados de trabajo cada vez ms "flexibles"de la nueva economa global, los conocimientosgenerales de matemticas, ciencias, computaciny lenguaje que preparan a los egresados para quesean capaces de adquirir diversas habilidadesrelacionadas con el empleo, ya sea durante elempleo mismo o en cursos breves de formacin,parecen haber adquirido ms valor (Carnoy,1995). Las encuestas realizadas a empleadores enEstados Unidos sugieren que, adems de la capa-cidad cognitiva bsica, lo que ms valoran losempleadores es la capacidad de comunicacin ycooperacin de los nuevos contratados (Capelli,1992). Sin embargo, puede haber excepciones ala regla, especialmente cuando se trata de unaeducacin tcnica vinculada estrechamente conlos empleadores, y de formacin de alta calidaden el empleo (descrita anteriormente). El aspectonegativo es que esta estructura puede dar lugar auna serie de ramas de segunda clase, reminiscen-cia de lo que suceda con los programas profe-sionales dentro de las escuelas acadmicas.

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    INCORPORAR LA DISCIPLINAACADEMICA AL

    CONTENIDO PROFESIONAL

    Las escuelas superiores estadounidenses han es-tado ligadas a la combinacin de educacin aca-dmica y tcnica dentro de la misma institucin.Prcticamente todas las escuelas adoptaron estasolucin a comienzos del siglo pasado. Sin em-bargo, el vnculo entre la rama acadmica y lasdisciplinas profesionales dispersas no ha sidohomogneo y las ramas tcnicas se han visto in-vadidas por la falta de efectividad.

    En los ltimos diez aos, Estados Unidos hapuesto en marcha una versin nueva y mejor es-tructurada de esta solucin. Se trata de intentarincorporar amplios conocimientos generales rela-tivos a la solucin de problemas a los contenidosprofesionales y ha resultado ser muy ventajoso ysatisfactorio. Las iniciativas estadounidensesApplied Academics ("programa acadmico apli-cado") y Tech Prep ("preparatoria tcnica")(Hull, 1995) son los programas federales queestructuran y subvencionan estos experimentos.La idea fundamental que rige estas nuevasorientaciones es el uso de las asignaturas profe-sionales para establecer un marco para el apren-dizaje "localizado" o "contextualizado" de lasasignaturas acadmicas (por ejemplo se aprendematemticas como instrumento para calcular elcalibre del cableado de un circuito elctrico). Laidea de acercar la experiencia prctica y empre-sarial a las asignaturas acadmicas no es algodistinto a lo que se hace en los aprendizajes ale-manes o suizos. El programa Tech Prep es unavariante de la formacin en rgimen de aprendi-zaje y su resultado ha sido bastante satisfactorio.Finalizada la educacin acadmica, si deseanincorporarse inmediatamente al mercado laboral,los estudiantes pueden, en el caso de algunasocupaciones, beneficiarse de unos cursos queahondan en los aspectos especficos de la ocupa-cin elegida. En determinados casos puede tratar-se de una breve preparacin (por ejemplo en pe-luquera); otras veces los cursos pueden tenermayor duracin, como es el caso de la electrni-ca. Cuando estos cursos se siguen tras una slidaeducacin acadmica, pueden ser ms breves y

    orientados especficamente a las necesidades delmercado laboral.6 Sin embargo, el sistema dualgermano se lleva a cabo en instituciones que notienen ninguna relacin con las escuelas acad-micas ordinarias, al contrario de lo que sucedecon las "preparatorias tcnicas" (Tech Prep), quees un complemento de las escuelas superioresexistentes.

    Amrica Latina todava no ha emprendido ningu-na iniciativa en esta direccin, quizs porque lapoblacin a la que podra dirigirse ha abandona-do ya la escuela secundaria (o primaria). Sin em-bargo, existen buenas razones para creer que al-gunas de las ideas y, en particular, los conceptosy las teoras del aprendizaje en que estn basa-das, pueden llegar a ser una fuente positiva deinspiracin para Amrica Latina.

    CREAR UN UNICO PLAN NACIONALDE ESTUDIOS CON ALGUNASASIGNATURAS OPTATIVAS

    En Brasil y en Trinidad y Tobago, se est adap-tando una versin de las escuelas polivalentesestadounidenses. En Brasil, un nico plan de es-tudios nacional obligatorio incluir el 75% de lasdisciplinas. El resto sern impartidas segn elcriterio de cada escuela y podrn contener cursosde la rama profesional. La formacin tcnica y

    6 Algunas de las soluciones mencionadas ante-riormenteC que propugnan la separacin la forma-cin para el empleo de la enseanza acadmicaC hanencontrado serias objeciones por parte de determina-das reas. Sin embargo, el prrafo anterior trata dedemostrar que dichas crticas no estn justificadas.Lo que es cierto es que la preparacin para el trabajono es una actividad suplementaria que se pueda re-distribuir con toda libertad. Tambin es cierto que laintegracin del contenido profesional en los planesde estudio acadmicos permite crear un puente entrelas asignaturas de talante acadmico y las orientadasal empleo, lo cual resulta satisfactorio para ambaspartes. Sin embargo, eso no quiere decir que sta seala nica solucin o que se trata de una solucin ca-paz de superar algunas de las objeciones menciona-das anteriormente. Pero, naturalmente, todas estassoluciones requieren mejores docentes, una deficien-cia constante de la educacin en Amrica Latina.

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    profesional tradicionalC particularmente en elsector manufactureroC se ofrecera en paralelo obien se trasladara al nivel superior postsecunda-rio. En Trinidad y Tobago las escuelas profesio-nales tradicionales estn siendo sustituidas porun sistema de escuelas sujetas a un nico plan deestudios pero que cuenta con la opcin de crearasignaturas "de captacin" que pueden atraer aestudiantes de todo el pas.

    Estos modelos son sencillos y elegantes. Sin em-bargo, la implantacin de un nico plan de estu-dios puede resultar un problema en los pases quetienen un nivel muy heterogneo de estudiantes yescuelas. Por ejemplo, si el programa de la asig-natura de matemticas incluye derivadas e inte-grales, los estudiantes de baja capacidad escolaraprovecharn muy poco estos conocimientos (yrenunciarn a aprender otros elementos aplicadosde esta disciplina). En cambio, si dichas asigna-turas no se encuentran en el programa de estu-dios, los estudiantes orientados hacia la ingenie-ra pueden verse privados de unos conocimientosbsicos vitales. Una estrategia sera exigir unnivel "mnimo" de, por ejemplo, desempeo enmatemticas y despus impulsar a las escuelaspara que pasen a un nivel superior con los estu-diantes ms motivados. En el fondo, esta es laparte desagradable de la decisin entre ofrecerla misma educacin para todos, o una versinms aplicada o suavizada para los menoscapacitados acadmicamente. No hay manera deevitar este asunto tan desagradable.

    COMBINAR LA TECNOLOGIA DEOFICINA CON

    LAS DISCIPLINAS ACADEMICAS

    Aunque surgen muchos dilemas a la hora de in-corporar la formacin tcnica/profesional a laeducacin secundaria, las asignaturas sobre te-mas empresariales y comerciales son mucho msafines a la filosofa de las escuelas ordinarias.Adems, desde el punto de vista cuantitativo,pueden ser programas amplios, como es el casode secretariado y contabilidad, que son una de lasopciones preferidas entre los estudiantes de en-tornos menos prsperos. De hecho, a principiosde los ochenta, ms de la mitad de las matricula-ciones en el nivel tcnico-profesional correspon-dan a los estudios empresariales, orientados ha-

    cia puestos de trabajo en el campo administrativoy comercial. Por desgracia, dichos programasnecesitan una reforma urgente ya que tienden aensear un tipo de contabilidad legalista anticua-da y desfasada, sin computadoras y sin un claroenfoque hacia la gestin de la pequea empresa.

    La actual tendencia a "academizar" la educacintcnica de nivel secundario para el trabajo deoficina puede ser un paso importante para que laeducacin secundaria resulte ms interesante alos jvenes de la regin sin tener que encajarlosen habilidades profesionales especficas. Estetipo de educacin tcnica se sirve de cursosorientados al empleo (principalmente trabajosempresariales/comerciales) para hacer las mate-mticas, computacin, ciencias y lenguaje msatractivos y de inters para los estudiantes que notienen un buen desempeo en un ambiente de en-seanza-aprendizaje tradicional de tinte acadmi-co. En este caso, el concepto consiste en aumen-tar la agilidad cognitiva mediante tcnicas queinvolucran a los estudiantes en nuevos estilos.

    Algunas de las "habilidades profesionales" que seensean en estos programas son tambin unabuena educacin general para la nueva economa.El uso de una computadora es una habilidad pro-fesional para un trabajador de oficina pero supo-ne tambin un conocimiento general para el restode los estudiantes. Es difcil imaginar a alguienque haya cursado estudios secundarios que novaya a utilizar muy pronto una computadora,incluso en Amrica Latina.

    La combinacin empresarial-acadmica tienemuchas ms probabilidades de xito que las tra-dicionales combinaciones antagnicas entre ladisciplina acadmica y los oficios industriales.Las habilidades empresariales son el "papel ylpiz", que se encuentran mucho ms cerca de lafilosofa de las escuelas acadmicas y cuya de-manda en el mercado flucta con mucha menosfrecuencia de manera errtica.

    A pesar de que no existe una clara evidencia deque el estudio de una profesin aumente las posi-bilidades de encontrar empleo para los egresados,en comparacin con las ramas acadmicas, s queparece mejorar los ndices de retencin y elaprendizaje (Stern et al., 1994), as como la po-

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    sibilidad de que algunos estudiantes continencon los estudios tcnicos en el nivel terciario.Resulta interesante observar que hace algunosaos, los estudios realizados sobre los oficiosprofesionales impartidos en las escuelas superio-res estadounidenses, revelaban que los programasde estudios empresariales para chicas tenan re-sultados muy satisfactorios como va para en-contrar empleo, a la vez que el historial en cuantoa otras habilidades era, como mucho, desigual.

    MANTENER UNAS CUANTAS ESCUELASTECNICAS SECUNDARIAS DE ELITE

    PERO ESTRECHAMENTE VINCULADASCON LA INDUSTRIA

    La mayora de escuelas tcnicas de Amrica La-tina estn totalmente desvinculadas de los merca-dos laborales. De hecho, su personal no hace vi-sitas a las empresas, poco saben acerca del mer-cado laboral de sus egresados y los empleados delas compaas no visitan las escuelas. Esta es enparte la razn por la que pueden permanecer in-sensibles a los cambios de los perfiles ocupacio-nales y a los planes de estudios obsoletos. Sinembargo, existe un pequeo nmero de escuelas"de elite" de elevado nivel tcnico que se mantie-nen al da respecto a los mercados laborales lo-cales y tambin proporcionan a sus egresadosuna amplia preparacin acadmica como parte desu plan de estudios "tcnico". Dichas escuelasson el equivalente en formacin tcnica a lasmejores escuelas secundarias acadmicas y sue-len ser un grupo reducido de escuelas que selec-cionan a los estudiantes ms capacitados.

    Diversos estudios sostienen que este tipo de cur-sos ms estrechamente vinculados con los em-pleos y las industrias, tienen ms ventajas en re-lacin con los modelos que preparan a los estu-diantes a travs de programas que no estn di-rectamente vinculados con los empleos. Como lashabilidades especficas adquiridas en la forma-cin profesional requieren una actualizacinconstante, resulta absolutamente esencial mante-ner una estrecha vinculacin con el mercado la-boral para que dicha educacin sea pertinente yponga a los estudiantes en condiciones de encon-trar empleo. Adems, como existe el riesgo deperder las habilidades adquiridas a menos que sepongan en prctica rpidamente, la rentabilidad

    de los programas educativos que capacitan a losestudiantes para acceder al empleo inmediata-mente es mucho mayor, tanto para el empleadorcomo para el empleado.7

    Chile ha llevado a cabo experimentos que trans-fieren la gestin de algunas de sus escuelas se-cundarias tcnicas a las asociaciones industriales,a la vez que las sigue subvencionando con fondospblicos sustanciales. El punto positivo de estaestrategia es que los estudiantes, una vez acepta-dos en estas academias, tienen una "va interna"hacia el empleo en las empresas asociadas con laacademia. Los estudiantes tienen una probabili-dad ms elevada de conseguir un empleo una vezfinalizados los cursos, y pueden acceder a pasan-tas durante su permanencia en la academia. Elinconveniente es que dichas academias puedenser bastante costosas (los estudiantes chilenosque asisten a academias tcnicas administradaspor las industrias reciben una subvencin quequintuplica el valor de la subvencin para el "li-ceo ciencias-humanida-des"). El nmero de estu-diantes de educacin tcnica/profesional queasiste a academias administradas por asociacio-

    7 Un ajuste paralelo est relacionado con la redefini-cin de los egresados. Los antiguos programas in-tentaban proporcionar una preparacin para supervi-sores ms que trabajadores capacitados. La nuevatendencia se aleja del concepto anterior de educacintcnicaC de tradicin europeaC como forma de prepa-racin para los puestos de gestin intermedios, esdecir, los que se encuentran entre los ingenieros y lostrabajadores capacitados. La ambigedad en esterea es considerable ya que las organizaciones mo-dernas estn disminuyendo el nmero de puestosintermedios y la mayora de las empresas siempre hapreferido promocionar a sus mejores empleados apuestos de supervisin en lugar de emplear a tcni-cos recin salidos de las escuelas para dichas funcio-nes que implican la gestin de trabajadores muy ex-perimentados. En contraposicin, el nuevo "tcnico"es un trabajador, no un capataz, es quien trabaja enlos procesos tcnicamente complejos. La nueva gene-racin de tcnicos corresponde al mecnico de "altatecnologa", no al supervisor. En lugar de superviso-res, esta nueva generacin de cursos y escuelas pre-paran a los estudiantes para ser "trabajadores" enocupaciones bien definidas, como tcnicos de radio-loga, mecnicos del automvil, tcnicos de compu-tadoras, tcnicos de mantenimiento, etc.

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    nes de empleadores se acerca ya al 20% (ComitTcnico, 1994, Tabla 1). Dichas academias tc-nicas "administradas por las industrias" existentambin desde hace dcadas en Monterrey, Mxi-co, donde igualmente estn subvencionadas porcompleto con fondos pblicos.

    En Brasil, el SENAI opera alrededor de 24 es-cuelas tcnicas (que no hay que confundir con las700 escuelas profesionales destinadas a la forma-cin artesanal e industrial). Estas escuelas cola-boran muy estrechamente con las industrias yelaboran sus planes de estudios y oferta educati-va de acuerdo con sus necesidades. Pero en lasdos ltimas dcadas han comenzado a ofrecerservicios de control de calidad y muestreo fsico alas industrias, ya que a menudo disponen de la-boratorios que estn mucho mejor equipados quelos de muchas empresas. Asimismo, han ido pro-gresivamente encaminndose hacia la informa-cin tcnica de productos, mercados, procesos y

    nuevos equipos. Estn empezando a proporcionarasistencia tcnica, solucin de problemas tcni-cos, estudios de disposicin, organizacin y m-todos industriales, y ltimamente control total decalidad y normativa ISO 9000, mejoramiento dela eficiencia de los procesos y maquinaria, rea-juste de equipos antiguos mediante dispositivosde control numrico, investigacin de mercado, ydesarrollo de nuevos productos o de nuevos usosde los productos antiguos o defectuosos.

    En resumen, es posible y muy recomendablecrear escuelas tcnicas que operen de forma cer-cana a los sectores productivos, consiguiendoptimos beneficios de dicha proximidad. De estamanera se pueden conseguir escuelas muy com-petentes. De todas maneras, para su buen funcio-namiento, deben cumplirse una serie de condicio-nes iniciales, en particular, la disponibilidad derecursos suficientes y una administracin que semantenga alerta.

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    Lecciones

    La primera leccin est muy clara: la estructuratradicional de la educacin secundaria se haquedado obsoleta. No ofrece una educacin aca-dmica slida y compatible con las necesidadesde una sociedad moderna, ni tampoco desempeasatisfactoriamente la tarea de preparar a algunosestudiantes para incorporarse al mercado laboral.Sin embargo, no existe un nico modelo nuevoque pueda recomendarse para Amrica Latina.Los pases avanzados adoptan distintos modelosy algunos incluso estn transformando sus pro-pios sistemas. Adems, en las nuevas opcionesno pueden ignorarse las tradiciones culturales.

    De todas maneras, pueden sealarse una serie deconclusiones principales:

    En muchas de las nuevas alternativas, hayuna separacin progresiva entre la prepara-cin profesional y la corriente acadmica (laexcepcin principal se encuentra en las reasde formacin empresarial y administrativaque tienen una afinidad natural con los estu-dios acadmicos).

    En muchos casos, los cursos tcnicos setrasladan al nivel superior postsecundario.

    En otros, las ramas tcnicas ya no son tantouna formacin ocupacional sino una educa-cin acadmica con nfasis en alguna lneade ocupaciones laborales.

    La mayora de las escuelas tcnicas que tie-nen xito, a cualquier nivel, con o sin estu-dios acadmicos, estn estrechamente vincu-ladas a la industria, a pesar de que constitu-yen un pequeo porcentaje de la matrculatotal.

    En todos los casos, hay una clara necesidadde hacer que la teora sea ms aplicada,ms concreta y ms centrada en la solucinde problemas, en lugar de ser una meramemorizacin de hechos y teoras. Hay quepuntualizar que ser prctico no es lo mismoque ser tcnico y una de las nuevas tenden-cias consiste en hacer que la educacin aca-dmica sea prctica y concreta pero no tcni-ca. Esta premisa es cierta tanto para la edu-cacin acadmica como la profesional, yaque la acadmica necesita aplicaciones prc-ticas y la profesional necesita una base teri-ca ms firme.

    La detenida observacin del mundo real permitellegar a las anteriores conclusiones sin tener querecurrir a juicios de valor conflictivos. Sin em-bargo, lo que sigue siendo muy ideolgico yproblemtico es la alternativa de ofrecer a to-dos el mismo programa de estudios de las asig-naturas o separar a los alumnos y ofrecer pro-gramas de estudios ms prcticos y sencillos aunos y vas acadmicamente ms exigentes aotros.

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