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LAS BAMBAS Un modelo de desarrollo sostenible Proyecto ganador del premio Creatividad Empresarial 2004

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  • LAS BAMBASUn modelo de desarrollo sostenible

    Proyecto ganador del premioCreatividad Empresarial 2004

  • Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

    © ProInversiónAgencia de Promoción de la Inversión PrivadaAv. Paseo de la República 3361, piso 9, Urb. Córpac, Lima 27, PerúTelf.: (51-1) 612-1200 / Fax: (51-1) [email protected]

    No se requiere permiso para la reproducción total o parcialde este documento, a condición de que se cite la fuente.

    Primera edición, setiembre de 2005

    Las fotografías del Capítulo I fueron tomadas en:Museo «Oro del Perú» «Armas del Mundo». Fundación: Miguel Mujica Gallo

    Diseño y diagramación: Gisella Scheuch Pool

    Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú N.° 2005-6135

    Exención de responsabilidad

    La información contenida en el presente documento provienede diversas fuentes y no debe constituir la única referencia parala toma de cualquier decisión empresarial.

    En todo caso, ni ProInversión, ni el Estado peruano o cualquie-ra de sus funcionarios asumen responsabilidad alguna por el de-sarrollo de negocios o cualquier otra decisión que se adoptasetomando como base todo o parte de la información contenidaen el presente documento.

  • Índice

    Introducción 5

    Capítulo I: LA MINERÍA EN EL PERÚ 7

    HISTORIA MINERA... NORTE, SUR, CENTRO 10Pre inca 10Los incas 16Colonia 17

    LA REPÚBLICA 23Los primeros años 23La recuperación 24Después de la crisis de los 30 26El gobierno militar 28

    EL DESPERTAR MINERO 30

    Capítulo II: MINERÍA EN APURÍMAC: GRAU Y COTABAMBAS 37

    LOS PRIMEROS HALLAZGOS 40EN LA COLONIA 42LA REPÚBLICA 43

    El redescubrimiento de Ccochasayguas 43Progreso: pueblo de mineros artesanales 50La búsqueda de cobre 52

    Capítulo III: HACIA EL DESARROLLO SOSTENIBLE DE APURÍMAC 59

    EL PROGRAMA INICIAL DE DESARROLLO SOSTENIBLE 65ACTIVIDADES REALIZADAS 68

    Alfabetización, capacitación y desarrollo de habilidades 68Agricultura y ganadería 68Infraestructura 71Salud 75Programa cívico de respeto a los valores, cultura y costumbresde la población y de seguridad 76

    EL DIÁLOGO, LA CONSULTA Y LA PROMOCIÓN DE LA MINERÍA 78EL FIDEICOMISO 83LOS PROYECTOS APROBADOS 87EL SIGNIFICADO Y LOS RETOS 89LOS OTROS FIDEICOMISOS 91

    Referencias bibliográficas 93Agradecimientos 95

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    Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

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    La Minería en el Perú

    El Perú está lleno de historias de éxito que nuncallegan a conocerse y en ProInversión no quería-mos que esto mismo sucediera con el proceso depromoción de la inversión privada en el proyec-to minero Las Bambas.

    Tenemos muchas razones para estar orgu-llosos de este proceso que nos ha marcado elcamino a seguir en nuestra tarea de promover lainversión privada en el Perú en minería y todoslos demás sectores. Hemos aprendido que el éxi-to de cualquier proceso está asegurado siemprey cuando cuente con la participación de la po-blación de la zona de influencia y que ella perci-ba directamente los beneficios de la inversión através de una sensible mejora en su calidad devida.

    En el caso del proyecto Las Bambas todoempezó cuando ProInversión se acercó a las co-munidades campesinas de la zona de influencia,las provincias de Grau y Cotabambas, para dialo-gar y explicarles nuestros objetivos y comprome-

    Introducción

    terlos con el inicio del proceso de promoción.Una vez obtenido este entendimiento pusimosen marcha todo un proceso de diálogo, informa-ción y consulta que tuvo como resultado el apo-yo de la población a la inversión privada en mi-nería con desarrollo social y responsabilidadambiental.

    Pero nuestra labor no solo se concentró eninformar a la población de las ventajas y bonda-des de la inversión privada. La situación de po-breza extrema en que vive la zona de influencianos obligó a poner en marcha al mismo tiempoun Programa Inicial de Desarrollo Sostenible di-rigido a proveer de servicios básicos, con la ayu-da de diversas entidades del sector público, y arestablecer la presencia del Estado.

    Todo este trabajo nos permitió diseñar unproyecto minero con una propuesta inherente dedesarrollo sostenible que permite que el flujo deinversión social, que se había iniciado con el Pro-grama Inicial de Desarrollo Sostenible, continúe

  • fluyendo durante la etapa de exploración y luegoen la de explotación de los yacimientos de cobre,con la finalidad de revertir la pobreza de la zonade influencia.

    Es así que se encontró en el fideicomiso elinstrumento ideal para cumplir con ese objetivo.Este instrumento asegura que los recursos delFideicomiso Aporte Social Proyecto Las Bam-bas, que empezó a operar con US$ 45,5 millo-nes, no tengan otro uso que no sea financiar pro-yectos que beneficien directamente a la zona deinfluencia (83.200 habitantes, 20 distritos y 150comunidades campesinas) y que son aprobadospor un Consejo Directivo, previa consulta de lasautoridades provinciales y distritales a las comu-nidades campesinas a través de mesas de diálogode presupuesto participativo.

    Este libro recoge el trabajo de ProInversiónque se inició en el año 2003 y que hoy continúade la mano de la población de la zona de influen-cia y sus autoridades provinciales y distritales. Ellamisma está conduciendo su proceso de desarro-llo sostenible.

    El libro, en su capítulo I, hace resumen de lahistoria de la minería del Perú, basado en la obrade los reconocidos historiadores, cuyo objetivoes recordarnos que somos un país, desde nues-

    tros orígenes, tradicionalmente minero. En elcapítulo II reconstruimos la historia minera delas provincias de Grau y Cotabambas, cuyos ri-cos yacimientos de oro fueron explotados porlos antiguos peruanos en el período preincaico yel Imperio Incaico, los españoles en la Colonia, ylos empresarios peruanos en las primeras déca-das el siglo XX. En el capitulo III se describe elproceso de promoción del proyecto minero LasBambas, el programa inicial de desarrollo soste-nible y el fideicomiso de aporte social.

    Este proceso no ha estado, ni está, exentode dificultades y retos que comprometen a la po-blación, las autoridades, empresas y todos losactores de un proceso que recién se está plas-mando.

    ProInversión agradece especialmente a to-das las entidades y personas que nos abrieron suspuertas para contarnos historias y anécdotas, yque nos brindaron valiosa información, todo locual nos ha permitido redescubrir la riqueza mi-nera del Perú y de las provincias de Grau y Cota-bambas, así como para construir la primera partede la historia de éxito de la zona de influencia deldistrito minero Las Bambas a la cual se le hanabierto las puertas de un futuro de bienestar yprosperidad.

    Lima, setiembre del 2005

    RENÉ CORNEJO DÍAZDirector Ejecutivo

  • Capítulo I

    LA MINERÍA EN EL PERÚ

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    Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

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    La Minería en el Perú

    Efectivamente, no hay casi región del Perú queno ofrezca algún tipo de riqueza minera. En lasregiones de Piura, Cajamarca y La Libertad seencuentran yacimientos de oro, cobre y polime-tálicos; en Áncash y Huánuco existen yacimien-tos de oro, polimetálicos y no metálicos; Lima,Pasco y Junín poseen una gran cantidad de yaci-mientos polimetálicos; Huancavelica, Ayacuchoy Apurímac son ricos en plata y cobre; Ica, Mo-quegua y Tacna destacan por sus yacimientos decobre y hierro; y en Arequipa, Puno y Madre deDios hay yacimientos de cobre, hierro y oro.2

    Si queremos poner en números toda esta ri-queza, revisemos la información del ServicioGeológico de Estados Unidos. Tomando única-mente los productos metálicos tradicionales, el

    Perú dispuso de 300 millones de toneladas dereservas de cobre, 16 millones de toneladas dezinc, 3,5 millones de toneladas de plomo, 710 miltoneladas de estaño, 36 mil toneladas de plata y3.500 toneladas de oro.3

    La producción minera aporta alrededor deun 6% de la producción nacional, cifra que aprimera vista parecer reflejar que este sectorcumple solo un papel secundario en la econo-mía. Pero nada más alejado de la realidad. Laminería contribuye con un poco más del 55%de las exportaciones, y además hoy en día el Perúes uno de los líderes mineros de América Lati-na y del mundo debido al sostenido crecimien-to que ha experimentado la producción mineraen los últimos años impulsada por una crecien-

    «Perú, país minero». Es una frase que muchas veces hemos escuchado cuando se quieredestacar que el Perú es un país minero por excelencia. Y es que nuestro país ha sidobendecido por una inmensa riqueza minera tanto en cantidad como en variedad, y queestá esparcida en casi todo el territorio nacional. Tomemos el caso del oro. «No hayregión del Perú que no ofrezca algún depósito aurífero; los cerritos que forman las pequeñas cadenas enla llana región de la costa; las profundas quebradas de la sierra; la elevada e inhospitalaria cordillera;los vírgenes bosques de la montaña; en una palabra, todas las zonas ofrecen minas o lavaderos deoro», describía el sabio geólogo italiano Antonio Raimondi a fines del siglo XIX luegode un largo periplo por casi todas las zonas auríferas del país.1 Y sucede casi lo mismocon otros metales.

    1 Raimondi, Antonio. «Oro del Perú». P. 95.2 Kuramoto, Juana. «Las Aglomeraciones Productivas alrededor de la Minería. El Caso de Minera Yanacocha». P. 36.3 U.S. Geological Survey. «Mineral Commodity Summaries 2005». P. 197.

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    Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

    te inversión extranjera y nacional, y apoyada enun grupo de profesionales y obreros debidamen-te capacitados.

    Otro aspecto a destacar es que las empre-sas mineras más importantes del mundo ope-ran en el Perú porque se trata de uno de losdestinos más atractivos para la inversión mine-ra. Además de una inmensa riqueza, nuestro paísofrece un moderno marco legal minero y unalegislación ambiental muy estricta, así como unade las economías más sólidas y estables de Amé-rica Latina.

    Pero en un mundo globalizado, el país nopuede conformarse con estos logros, más aún siconsideramos el potencial de desarrollo de la ac-tividad minera. Actualmente solo el 10% de lasáreas de concesiones mineras están siendo ex-ploradas. La mayor concentración de operacio-nes y proyectos mineros se halla sobre la franjade la cordillera central, existiendo oportunidadesde exploración en estas áreas, además de la costa,sierra y selva.

    Y esto es reconocido a nivel internacional.Según el ranking de potencial geológico del Ins-tituto Fraser, el Perú se ubica en segundo lugar—detrás del estado de Nevada (Estados Uni-dos)— como el territorio cuyo potencial mineroincentiva más la inversión. Adicionalmente, en el

    ranking del índice combinado de atractivo geo-lógico y minero de esta entidad, se ubica en elséptimo lugar en el mundo.4 Entonces, tenemosmucha riqueza minera por explorar y por lo tan-to, por explotar.

    El desafío es seguir siendo un destino atrac-tivo y competitivo para mantener esa posiciónde líder minero. Y en ese esfuerzo, ProInversiónha incorporado el concepto de desarrollo soste-nible a través de la inversión social. La inversiónminera no solo debe beneficiar a las empresas yal Estado, también debe beneficiar a la pobla-ción de la zona de influencia de un proyecto. Enla medida que la población comparta los benefi-cios de la inversión minera y se traduzca en undesarrollo sostenible, ella misma se convertirá enun agente de promoción de la inversión y gene-rará un ambiente amigable para el desarrollo dela empresa. Una razón más para invertir en elPerú.

    HISTORIA MINERA...NORTE, SUR, CENTRO

    Pre inca

    La frase «Perú, País Minero» además de reflejar lainmensa riqueza minera del país y su posición deuno de los líderes mineros de América Latina ymundial, también nos recuerda que somos un paístradicionalmente minero desde nuestros oríge-nes. La minería es una actividad que fue desarro-llada desde las primeras civilizaciones que fue-ron apareciendo en el norte, centro y sur del Perú.

    Para algunos historiadores y expertos, la ac-tividad minera se remonta a los años 8000 y 3000a.c. en Lauricocha, ubicada entre las regiones dePasco y Huánuco, donde se encontraron los res-tos humanos más antiguos del Perú. En 1963, el

    RANKING DE PRODUCCIÓN

    Metal América Latina Nivel Mundial

    Oro 1ro 6toZinc 1ro 3roEstaño 1ro 3roPlomo 1ro 4toCobre 2do 3roPlata 2do 2do

    Fuente: Anuario Minero 2004 - Ministerio de Energía y Minas.

    4 Fraser Institute 2004/2005. Survey of Mining Companies. P. 56-57.

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    La Minería en el Perú

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    Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

    ingeniero peruano Augusto Cardich, tras variosaños de excavaciones en esa zona, encontró trescadáveres de niños, uno de los cuales tenía unacuenta de collar en la forma de un pequeño cubode turquesa y un agujero para pasar la cuerda.Otro de los niños tenía una cantidad de hierrogranulado con algo de magnetita. En posteriorestrabajos realizados por el ingeniero Cardich enesa misma zona, lo que él mismo denominó Lau-ricocha II, encontró gran cantidad de instrumen-tos de sílex que evidencian avances técnicos demanufactura como son los retoques bifaciales,puntas triangulares y dentadas.5

    Si hablamos del uso de los metales en el sen-tido estricto de la palabra, los primeros trabajoscon oro corresponderían a unos fragmentos demetal que estaban enterrados —al parecer se tra-taba de ofrendas— en un lugar llamado «MuyuMoqo» ubicado en la provincia de Andahuaylas,Región Apurímac.

    Estas ofrendas incluyeron nueve escamas deloro, finamente martilladas, y con cuentas de lá-piz lázuli en las manos de los difuntos. La bocatenía una cuenta grande con una hoja laminadade oro enrollada insertada en su agujero central.Los fragmentos son pequeños, de aproximada-mente 5 mm, y la hoja es de 41 mm de largo. Losinstrumentos metalúrgicos encontrados consis-tieron en tres martillos cilíndricos de piedra y deun yunque, y algunos tazones de piedra en locuales habrían probado el recocido para evitaragrietar la hoja. Los tres martillos fueron elabo-rados con diferente material (basalto, piedra are-nisca y tiza) y cada uno de ellos habría sido utili-zado en las diferentes fases del martillado.

    José Antonio del Busto en su obra Perú Pre-incaico precisa que las primeras labores con el

    oro martillado se remontan al año 600 a.c., du-rante el período denominado de los sedentariosy precerámico. La plata se trabajó a partir del año100 d.c. y las primeras aleaciones datan del año800 d.c.6 Aquí ya nos estamos refiriendo a lascivilizaciones preincaicas, las que nos dejaronmuestras de una extraordinaria habilidad para tra-bajar con el oro, plata, cobre, estaño y hasta alea-ciones como el bronce.

    La cultura Chavín (1500 a 300 a.c.) desarro-lló una metalurgia que se limitó al oro, el cual eraextraído de los lavaderos de la amazonía, a vecesmezclado con plata y cobre. Sus objetos (braza-letes y anillos) presentan motivos estilizados ygeométricos, evidenciando una técnica muy avan-zada por sustentarse en el martillado, repujado yrecortado.7 Si queremos comentar algo más so-bre esta civilización, podemos referirnos a la obrade Georg Petersen, quien en su estudio sobre laMinería y Metalurgia en el Antiguo Perú, afirmóque «la metalurgia más antigua está asociada con la cul-tura Chavín» y que «el oro aparece en el Perú en-tre 1000 y 800 años a.c. en el horizonte Chavín,alcanzando su auge en las culturas Mochica, Chi-mú e Incas».8

    También hay que mencionar las investiga-ciones de Samuel Lothrop, quien al analizar laspiezas de oro de los Chavín (coronas, una banda,depiladores, orejeras decoradas y sin decorar),planteó que trabajaron este metal precioso hastaobtener una lámina grande rectangular que secortaba de tal manera que los lados quedabanparalelos y las esquinas redondeadas, que los re-lieves fueron hechos con herramientas de variostamaños. Asimismo, en el caso de las orejeras,precisa que el proceso de fabricación debió ha-ber incluido soldadura o el uso de una amalgama

    5 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 10.6 Del Busto Duthurburu, José Antonio. «Perú Preincaico». P. 80.7 Del Busto Duthurburu, José Antonio. «Perú Preincaico». P. 111.8 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 13.

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    La Minería en el Perú

    Set del minero. Se observan trestipos de puntas de barreno utilizadosen las actividades minerasusualmente de cobre o aleacióncobre-arsénico, lo que le daba mayorresistencia a la herramienta. Elmineral obtenido era recogido ytrasladado en cestos de caña y bolsasde algodón.

    Set del minero. Se observa dospuntas de barreno y dos hachasmoledoras. El mineral una vezrecogido era trasladado donde seprocedía a un proceso de selección ymolido. El molido era efectuado conhachas de gran tamaño y pesousualmente de piedra.

    Set de refinado: el mineral esfundido y producto de ello serecuperaban los prills o metal sinrefinar, que eran vueltos a moler ypasaban a un proceso de refinación,en el cual el metal era vuelto a fundir.Éste en estado líquido era vertido enlingoteras. En la foto se observa uncrisol miniatura de boca ancha , unprill sin refinar , una lingotera decobre y dos lingotes de oro macizo.Todas las herramientas y los lingotesde oro son pre hispánicos.

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    Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

    Set del orfebre. Martillado: se observa el proceso de laelaboración de una lámina de oro, en la base un yunquede mesa o tass sobre el cual se coloca el lingote de oro, elmartillo es de piedra. El proceso termina cuando la láminallega al espesor esperado por el orfebre. Todas lasherramientas y la lámina de oro son pre hispánicas.

    Set del orfebre. Repujado: se trata de una de las técnicas de decoración más utilizadas en la época pre-hispánica. Sobre unalámina martillada los diseños eran dibujados y repujados por el reverso sobre una superficie blanda. Por el lado anverso erandelineados dándoles la forma final sobre una superficie un poco más dura. En la foto se observa un punzón de cobre y al pieuna serie de embutidores y repujadores de piedra. Todas las herramientas y la lámina de oro son pre hispánicas.

    Set del orfebre. Recortado: se observa el proceso derecortado de una lámina de oro. Se realizaba sobre unasuperficie dura (tass) con un cincel de corte usualmente deun metal de mayor dureza (cobre). El proceso terminacuando la lámina adquiere la forma que el orfebre espera.Todas las herramientas y la lámina de oro son pre hispánicas.

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    La Minería en el Perú

    para soldar y unir la superficie plana decoradacon el tubo de inserción en la oreja.9

    La cultura Vicús utilizó el cobre para la con-fección de ofrendas funerarias. A esta civilizaciónpertenecen pequeños objetos de cobre ligeramen-te enchapados en oro, así como narigueras de oroy plata, orejeras y vasos de metal fino halladas ensepulturas muy profundas. En la zona de Ayaba-ca se encontraron esculturas antropomorfas deoro en láminas soldadas (la Venus de Frías) y otrosobjetos que evidencian un trabajo de avanzada.Se dice que conocieron el «champi» o «tumbaga»,aleación dura y maleable del cobre, oro y plataque imita al oro. Pero quizás su legado más im-portante fue la confección de instrumentos agrí-colas de metal como fueron la azada y el hachade cobre.10

    Por desconocer la técnica de la fundición, lametalurgia de la cultura Nazca (100 d.c) se limitóal diseño de piezas de oro martillado, laminado,repujado y recortado para adornos individuales,razón por la cual nos dejaron numerosas nari-gueras, bigoteras y diademas. Por su parte, losMochica (100 d.c) destacaron por su excelenciaen el trabajo con la cerámica, pero en el campode la metalurgia, además del oro, plata y cobre,conocieron el plomo, mercurio y bronce.11

    A la sociedad Lambayeque, antecesora de losChimú, pertenecen diversas piezas como cuchi-llos ceremoniales, máscaras funerarias, cántarosde oro y otras, que fueron encontradas en las tum-bas de Batán Grande. Además, conocieron lasaleaciones, las soldaduras, el repujado, el burila-do y el calado, combinando el oro y la plata y eloro con el cobre; y nos dejaron una muestra desu destreza en el diseño de joyería como collares

    de esmeraldas y turquesas, amatista, lapislázuli,cuarzo rosado y cristalino, cristal de roca y perlasblancas, rosadas y negras.12

    La civilización Tiahuanaco (III y IX d.c), sibien destacó principalmente por su arquitecturade grandes dimensiones —la Puerta del Sol es sumejor carta de presentación—, también hicierongala de una gran habilidad para trabajar con eloro, cobre y estaño, y hasta llegaron a obtenerbronce. El cobre fue utilizado en la elaboraciónde grapas en forma de «T» e «I» que serviríanpara unir las piedras grandes de los edificios. Eloro fue trabajado en láminas.13

    Finalmente, y para concluir con la revisiónde las civilizaciones preincaicas, tenemos a la cul-tura Chimú, considerada como la máxima expo-nente de la metalurgia del Perú preincaico, segúnlo afirmaron reconocidos estudiosos como JulioC. Tello y Federico Kauffmann Doig.

    Entre las características del trabajo de losChimú se menciona que pocas veces trabajaron eloro puro o de lavadero por ser necesario fundirloa 1.400 grados, sino que prefirieron mezclarlo concobre y así fundirlo solo a 800 grados. Se suponeque el oro lo obtenían de la zona Cajamarca -Marañón.14 Además, conocieron las más avanza-das técnicas para el tratamiento del oro como lafundición, el martillado en hojas, las soldaduras, eldorado, el plateado y diversas aleaciones. Su piezamás famosa es el Tumi, confeccionado en oro, decasi un metro de largo y un peso de menos de unkilo. También nos dejaron vasos ceremoniales,máscaras con turquesas incrustadas, cuchillos yorejeras, entre otros valiosos objetos.

    La habilidad de esta civilización del nortedel Perú no pasó inadvertida por los incas ni por

    9 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 14.10 Del Busto Duthurburu, José Antonio. «Perú Preincaico». Pp. 146, 149.11 Del Busto Duthurburu, José Antonio. «Perú Preincaico». Pp. 168, 192.12 Del Busto Duthurburu, José Antonio. «Perú Preincaico». P. 238.13 Del Busto Duthurburu, José Antonio. «Perú Preincaico». P. 252.14 Purser, W.C.F. «Metal Mining in Peru, Past and Present». P. 21.

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    Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

    los españoles. José Antonio del Busto cuenta quelos incas se llevaron a muchos de los súbditosdel Gran Chimú al Cusco para que enseñaran asus artesanos a trabajar los metales. Este histo-riador cuenta también que para el rescate de Ata-hualpa fueron los artesanos de Chimú quienesofrecieron las piezas de oro más hermosas. Asi-mismo, destaca un comentario del cronista Juande Torquedama, quien en 1613 escribió que mu-chos plateros de España se quedaron maravilla-dos de su habilidad en la fundición y vaciado deoro y plata.

    Los incas

    La minería también fue una de las actividadeseconómicas más importantes del Imperio Incai-co. El oro fue el metal más usado por los incaspara la metalurgia, porque simbolizaba al sol,mientras que la plata solo ocupó un lugar secun-dario. El oro se utilizó en objetos principalescomo vasos ceremoniales, ídolos, petos, diade-mas, adornos personales de los nobles, vajilla real,la litera del soberano y planchas para recubrir elCoricancha.15

    Según las crónicas de Garcilaso Inca de laVega, los incas obtenían el oro en casi todo elPerú, en la superficie de la tierra y en los ríos yarroyos, de donde extraían lavado de arena, oroen polvo y pepitas de 18 a 20 quilates. Tambiéntrabajaron con oro de 24 quilates, el cual prove-nía de la mina de Cayahuaya.16 Otras fuentes re-velan que el oro explotado por los incas prove-nía, en su mayor parte, de la sierra de Carabayaen Puno.17

    Al reconstruir la historia de la minería en elImperio Incaico, Samamé Boggio cita a recono-cidos historiadores como Luis E. Valcárcel, quienen su obra Historia del Perú Antiguo, hace refe-rencia a los informes elaborados por Fray Diegode Mendoza durante la colonia. Este español re-veló que en el área comprendida por la provinciafranciscana de San Antonio de los Charcas, quecomienza en el Cuzco y acaba en Tarija (Bolivia),se producían las mayores riquezas de oro, plata,estaño, cobre y demás metales. En esta área seencontraban los yacimientos de Potosí, Chichas,Lipes, Charcas (con más de veinte asientos), Oru-ro, Carangas, Berenguela, Sicasica, Pacajes, Ti-ahuanaco, Larecaja, San Antonio de Esquilache,Cailloma, Lampa, Pomasi, Santa Lucía, Condo-rama, Vilcabamba y Carabaya. El oro se encon-traba en forma de pepitas y las de mayor volu-men correspondían a los yacimientos de Caraba-ya.18

    También hace referencia a una obra escritapor Pedro Pizarro en 1571, en la cual se mencio-na a las minas de oro y plata explotadas por losincas, entre las que destacaban especialmente lasde Tarapacá por su plata blanca, pura y jaspeadacon quilates de oro.19

    Asimismo, el mismo Samamé Boggio revelaque los incas conocieron las minas de Huanca-velica de las cuales solo habrían extraído cinabrioo bermellón («llimpi»), que era utilizado comocolorante facial. En su opinión, es poco proba-ble que esta civilización haya llegado a obtenermercurio, pero cita una investigación de Rivero yUztariz, quien informó sobre el hallazgo de res-tos de hornos muy pequeños en las inmediacio-nes de la mina más famosa de esa zona, Santa

    15 Del Busto Duthurburu, José Antonio. «Perú Incaico». Pp. 358-359.16 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 23.17 Instituto de Estudios Económicos Minero del Perú. «La Importancia de la Minería en el Perú». P. 19.18 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 26.19 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 26.

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    La Minería en el Perú

    Bárbara, lo que demostraría que sí llegaron a tra-bajar con ese metal.20

    Antonio Raimondi analizó a fondo las minasde Carabaya, a las que consideró como las másantiguas que se hayan conocido porque fueron ci-tadas por varios historiadores como un lugar muyrico en oro, conservándose la tradición de una granpepita de la forma de la cabeza de un caballo y decuatro libras de peso que fue sacada de los lavade-ros de la quebrada de Inahuaya.21

    En su trabajo sobre las minas y lavaderos deoro del Perú, publicado en 1887, el sabio geólo-go italiano también revela que en la cumbre de lacordillera, entre Cajamarca y Yanacancha, se en-contraron varios depósitos y desmontes y algu-nas minas que fueron explotadas por los anti-guos indios, en cuyo interior se hallaron variosinstrumentos de piedra que habrían sido utiliza-dos para extraer oro.22

    Colonia

    Si hay algo en que coinciden todos los libros dehistoria del Perú, es en determinar la ambiciónde los españoles por acceder a los tesoros delImperio Incaico como la principal causa de suconquista. Samamé Boggie da detalles sobre estaambición:

    «Los primeros años de la conquista fueron de ávidarebatiña de las riquezas del imperio incaico. El res-cate de Atahualpa fue sólo el principio; y la facili-dad y rapidez con que se acumularon las piezas deoro y plata que habrían de ser el precio de la libertaddel Inca, y la diversidad de los objetos reunidos —vasos, tumis, collares, ajorcas, brazaletes, láminascon dibujos y alegorías, así como también utensilios

    y adornos de los más variados— alucinaron la ima-ginación de los españoles y durante largo tiempo to-dos sus afanes estuvieron dirigidos a recoger cuantopodían, en cualquier forma, destrozando desapren-sivamente valiosas obras artísticas, y reduciendo apreciosa chatarra, a golpe de martillo, los hermosostrabajos en metal, forjados, con paciencia de siglos,por los artífices nativos. Sólo cuando el despojo detemplos, palacios y tumba comenzó a mostrar signosde agotamiento, se pensó en las minas, es decir, enlas fuentes de procedencia de los materiales utiliza-dos por los indios».23

    La minería fue considerada como el eje fun-damental del régimen virreinal y desde sus pri-meros años se constituyó en un instrumento ca-pital de la organización económica, la que ade-más se apoyó en el acero y la pólvora que intro-dujeron los españoles. Las actividades comercia-les se formaron y se organizaron alrededor de laproducción minera, a la vez que los grandes cen-tros de producción como Potosí constituían lasmás grandes agrupaciones urbanas y los más ape-tecibles mercados del área.

    Durante el virreinato, la actividad minera seconcentró en la extracción de plata, desplazandoal oro a un plano secundario, debido a su cre-ciente demanda con fines monetarios no solo deEspaña, destino de casi toda la producción, sinotambién en sus nacientes colonias. En 1531 seestablecieron las primeras casas de moneda enLima, México y Santa Fe (Colombia).

    Sin embargo, a los españoles no les fue nadafácil encontrar las minas explotadas en el Impe-rio Incaico porque los indígenas no estaban dis-puestos a revelar su ubicación. Casi seis años des-pués de la llegada de los españoles al Perú, seinició la explotación del oro y la plata en las mi-

    20 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 53.21 Raimondi, Antonio. «Oro del Perú». P. 147.22 Raimondi, Antonio. «Oro del Perú». P. 102.23 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 41.

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    Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

    Cultura Chavín – Cupisnique. Orejera elaborada enuna sola lámina de oro martillada y recortada. Se observael ojo excéntrico característico grabado en el vástago.

    Cultura Inca. Tupu o prendedor elaborado en un hilo vaciado, martillado y recortado en un extremo.

    Cultura Tiahuanaco. Pectoral elaborado de una solalámina de oro. Representa a un personaje antropomorfososteniendo un báculo, la cabeza está embutida y el cuerpomartillado y recortado. Presenta decoración repujada.

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    La Minería en el Perú

    nas de Lucanas y Parinacochas (1537). Dos añosmás tarde se descubrieron más minas de plata enJauja y Huancayo, pero no fue hasta 1540 que seregistró uno de los hallazgos más importantes,luego de que Gonzalo Pizarro consiguió de losindígenas la ubicación de la mina de plata de Por-co, ubicada en el Alto Perú, de la cual se dice seobtuvo buena parte de este metal que adorna eltemplo de Coricancha en el Cusco.

    Entre 1541 y 1542, se empezaron a dictarlas primeras medidas relacionadas al sector mi-nero, entre las que destacaron la autorización alCabildo de Huamanga para que otorgue licenciaa cualquier persona que descubriera minas de oroy plata, pero con la condición de registrarlas an-tes de un mes. Otros acontecimientos importan-tes fueron el inicio de la explotación de oro enlas minas de Carabaya, Oruro y La Paz (1542) yel descubrimiento de las minas de oro en Jaén ymás minas en Carabaya (1544).

    El segundo hallazgo más importante, y queademás sería determinante en la economía delvirreinato del Perú, sucedió en 1545. En ese añose descubrió la mina de plata de Potosí, ubicadatambién en el Alto Perú, por un indígena llama-do Huallpa, trabajador de la mina de Porco. Pocotiempo después se constituyó una población enlos alrededores de la mina y se fundó un puebloal que se le dio el título de Villa Imperial de Poto-sí por disposición del Emperador Carlos V. Sama-mé Boggio precisa que esta zona llegó a tener160 mil habitantes, de los cuales 15 mil eran mi-neros estables.24 Expertos señalan que se tratóde la ciudad más poblada del virreinato, superan-do a Cusco y a Lima.

    En sus primeros 25 años, la explotación dela mina de Potosí se limitó a los minerales másricos. A partir de 1571, cuando se empezó a usar

    la técnica de la amalgamación con el mercurioextraído de las minas de Huancavelica —descu-biertas en 1566 y entre las que destacaba el yaci-miento de Santa Bárbara—, se pudo aprovecharlos minerales más pobres y los desmontes acu-mulados.25 Los historiadores sostienen que eldescubrimiento de las minas de Huancavelicapermitió no solo incrementar la producción deplata, sino también contribuyó a reducir los cos-tos de producción, pues ya no fue necesaria laimportación de azogue de España. Incluso, el vi-rreinato del Perú llegó a abastecer de azogue enalguna ocasión al virreinato de México.

    W.C.F Purser comenta que las minas deHuancavelica eran popularmente conocidascomo las «Minas de la Muerte» debido a una lar-ga historia de desastres, litigios y deuda. Tal fuela importancia de esta mina para la corona espa-ñola que el Virrey Francisco Toledo, considera-do como uno de los artífices del ordenamientojurídico de la minería en el virreinato, la «nacio-nalizó» en 1572 pagando por ella la cantidad de250 mil ducados a Armador de Cabrera, quiendenunció la mina.26

    Una vez que se organizó la producción dePotosí y de Huancavelica se generó todo un mo-vimiento comercial entre los puertos de Tambode Mora, donde se embarcaba el azogue de Huan-cavelica a Islay y luego a Arica. El Virrey Toledooficializó el Puerto de Arica como el tránsitoobligado hacia y desde Potosí. La plata proce-dente de esta mina se embarcaba a Lima.27

    En los años siguientes al descubrimiento dePotosí se dieron otros hallazgos importantes demás minas de oro y plata en Cusco, Huanuco,Apurímac, Tarapacá, Arequipa y Puno. En 1593se empezó a trabajar el asiento minero de NuevoPotosí formado por Yauli y Morococha.

    24 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 46.25 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 43-44.26 Purser, W.C.F.. «Metal Mining in Peru, Past and Present». P. 32.27 Pease, Franklin G.Y. «Perú, Hombre e Historia». Tomo II (Entre el siglo XVI y XVII), p. 238.

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    Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

    Cultura Inca. Idolillo elaborado con láminas de oroembutidas y unidas con soldadura. Representa a unpersonaje de élite (orejón) con las manos recogidas haciael pecho.

    Cultura Lambayeque. Botella de doble pico asa puente elaborada en láminas de oro embutidas y ensambladas con soldadura.Presenta decoración calada , embutida y repujada.

    Estilo Frías. Paleta de calero elaborado en dos cuerpos,con el vástago de oro vaciado y en la parte superior unensamble en láminas embutidas recortadas unidas consoldadura. El diseño representa a un mono en actitudoferente que lleva en la espalda a un ave con las alasplegadas y mirando hacia atrás. Los ojos del mono tienenincrustaciones de crisocola.

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    La Minería en el Perú

    En el siglo XVII, específicamente en 1629,se descubrieron minas cerca de Santiago de Chu-co (La Libertad) y la mina de Cerro de Pasco. Estaúltima fue descubierta, también de causalidad, porun indígena pastor llamado Huari-Capcha, en loque hoy se conoce como el paraje Santa Rosa, enel cerro Santisteban de Lauricocha. Si bien Cerrode Pasco era un yacimiento principalmente ricoen cobre —metal cuya producción no interesabaa los españoles— fue explotada porque se podíaobtener plata como un subproducto.

    Otros descubrimientos importantes en eseperíodo fueron las minas de plata de Laicacotaen Puno (1665) y Hualgayoc en Cajamarca (1767).

    Sobre Laicota, esta mina no solo llegó a serfamosa por su riqueza, también por la rebeldíaempresarial encabezada por sus propietarios, loshermanos Salcedo, a tal punto que el virrey Con-de de Lemos se vio obligado a intervenir de ma-nera enérgica.28 Respecto a Hualgayoc, cuyo nom-bre significa «collar» y se debe a la saliente en for-ma de anillo que circunda la cima más alta de esaregión, es una mina que producía también cobrey plomo. Incluso, hay evidencia que esta minafue trabajada por los Incas y durante los prime-ros años de la conquista en forma clandestina.29

    Mención aparte se debe hacer al sistema detrabajo establecido por españoles para proveer lamano de obra necesaria con el objetivo de asegu-rar que las minas que iban hallando, principal-mente las minas de Potosí y Huacanvelica, seanexplotadas al máximo. Así adoptaron el sistemade la mita, aplicado en el Imperio Incaico, perocon notables diferencias.

    Los incas utilizaron la mita, un sistema deturnos, para realizar obras consideradas impor-tantes y necesarias, a través de la cual los habi-

    tantes de los poblados cercanos debían aportaruna determinada cuota en hombres para realizarlos trabajos. Esta se basaba en los principios dereciprocidad y redistribución, pero en la Coloniase basaba en el régimen salarial y en la explota-ción. Fue el virrey Francisco Toledo quien orga-nizó este sistema de trabajo, empezando por Po-tosí, mina en la que dispuso fuera servida por 16provincias, las cuales debían aportar un séptimode su población entre los 18 y 50 años para tra-bajar las 24 horas del día.30 Casi dos siglos mástarde, en 1777, se iniciaría la revolución contra lamita minera por parte de Túpac Amaru, uno delos acontecimientos que marcaría el inicio de lacrisis del sector minero durante la colonia y tam-bién del virreinato.

    Hacia finales del régimen virreinal no regis-traron hallazgos de yacimientos mineros de im-portancia. Ese fue, mas bien, un período de de-terioro de los rendimientos y de la producciónderivado del agotamiento de las minas —el co-lapso de las minas de Huancavelica en 1780, en-tre ellas— y las inundaciones (Cerro de Pasco).La creación de las sociedades mineralógicas, conel objetivo de la habilitación y fomento de lasminas, primero en Arequipa (1772) y luego enLima (1792); la creación del Tribunal de Mineríay el Colegio de Mineralogía (1785); la revisión dela legislación minera mediante la aplicación delas Ordenanzas de Minería de México al Perú(1785); y la llegada de la Real Comisión de Meta-lúrgicos Alemanes (1790), comandada por el ba-rón de Nordenflycht y a pedido de la corona es-pañola con el objetivo de adiestrar en nuevas tec-nologías y aplicar reformas, fueron iniciativas afavor del sector minero que llegaron demasiadotarde para evitar la crisis.

    31 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, pp. 132-133.

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    Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

    Cultura Moche.Nariguera elaborada en una solalámina de oro embutida y recortada.Presenta engaste de crisocola yturquesa con lentejuelas colgantescirculares.

    Cultura Chimú.Disco de orejera elaborado en unalámina embutida de oro condecoración calada. El diseño presentauna escena de pesca ritual.

    Cultura Vicús.Nariguera bimetálica elaborada conláminas de oro y plata unidas consoldadura. La decoración esembutida y calada. Representa elrostro de un felino mostrando loscolmillos.

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    La Minería en el Perú

    LA REPÚBLICA

    Los primeros años

    Hacia finales del régimen virreinal la minería atra-vesaba por una crisis. Las únicas minas que ren-dían una producción relativamente importanteeran Cerro de Pasco —gracias a la instalación deunas bombas hidráulicas inglesas—, Hualgayocy Puno. La crisis se agudizó con la Guerra de laIndependencia, pues según cuentan los historia-dores, algunas de las grandes batallas se desarro-llaron en Cerro de Pasco y en otras zonas mine-ras en la sierra central y sur. Sin embargo, el nue-vo gobierno independiente, reconociendo la im-portancia de esta actividad, dictó medidas dirigi-das a favor de su reordenamiento. Es así que en1821 se creó la Dirección General de Minería yen 1825 se crearon las direcciones de minería enlas capitales de departamento. También se apro-bó un decreto que entregó al Estado la propie-dad de minas abandonadas e inundadas.

    En el año 1832, el Estado asumió la explo-tación de las minas de plata de Cerro de Pasco.Ese año volvieron a funcionar las bombas hi-dráulicas que se habían instalado a fines del vi-rreinato y además, se promulgaron más medidaspara mejorar el rendimiento de la actividad mi-nería en general. En 1836, el gobierno de la Con-federación Peruano - Boliviana fomentó la pro-ducción de oro, plata y mercurio, lo que permitióejecutar un proyecto para reabrir las minas deazogue de Huancavelica. También se emprendie-ron esfuerzos para la explotación de cobre en lazona de Morococha por parte de los empresa-rios Juan Francisco Azcue y Carlos Pflucker, quie-nes formaron la Compañía Peruana de Minas deCobre.

    Sin embargo, el sector minero no llegó a re-cuperar el protagonismo que tuvo durante el ré-gimen virreinal debido, en parte, al inicio de laexplotación y exportación del salitre primero, yluego del guano. Tuvo que esperar hasta despuésde la Guerra del Pacífico para tomar un nuevoimpulso en lo que contribuyeron diversos facto-res: La recuperación de la producción y la renta-bilidad de la plata, la adopción del oro como pa-trón de moneda, la incorporación de nueva tec-nología, la presencia de nuevos profesionales es-pecializados (en 1876 se creó la Escuela de Inge-nieros de Construcciones Civiles y de Minas, en1896 se fundó la Sociedad Nacional de Minería yen 1902 se creó el Cuerpo de Ingenieros de Mi-nas) y el descubrimiento de nuevas minas de oro,plata y cobre.

    La construcción de los ferrocarriles tambiénjugó un rol fundamental, en particular el Ferro-carril Central, que unió Lima con La Oroya —yque algunos años más tarde llegaría a Cerro dePasco—, pues permitiría la exportación del co-bre en bruto. Según Samamé Boggio, la riquezaminera estaba presente en el pensamiento de to-dos los gobernantes, políticos técnicos, estudio-sos y ejecutores que dieron impulso a la cons-trucción de los ferrocarriles. Y como testimoniode esta idea menciona las declaraciones que elhermano de Henry Meiggs, John G. Meiggs, dioal diario Sun de Nueva York en su edición del 16de enero de 1876: «Perú es más rico en metales pre-ciosos que cualquier otro país del mundo. Nuestros in-genieros, al construir los ferrocarriles de la costa a Puno,han cruzado por cien minas de plata, todas ellas suscep-tibles de ser provechosamente trabajadas si estuvieran enlos Estados Unidos».31 El Perú ya empezaba a serconocido a nivel internacional por su riquezaminera.

    28 Basadre, Jorge. Historia de la República del Perú. Tomo XII, p. 238.29 Thorp, Rosemary; Bertram, Geoffrey. Perú 1890-1977: Crecimiento y Políticas en una Economía Abierta. Pp. 105-140.

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    Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

    A ello se suma la aprobación de una legisla-ción minera favorable, destacando el Código deMinería de 1900, que sin duda se constituyó enun atractivo para la llegada de los capitales ex-tranjeros y la creación de las grandes empresasmineras. «Ofreció las ventajas de la sencillez y claridaden comparación con las ordenanzas coloniales y las dispo-siciones administrativas de que las habían rectificado yampliado parcialmente. Tuvo carácter individualista, puesdeclaró que la propiedad minera legalmente adquirida esirrevocable y perpetua como la propiedad común», era la

    opinión del historiador Jorge Basadre sobre estemarco legal.32

    La recuperación

    Rosemary Thorp y Geoffrey Bertram hacen undetallado recuento de la intensa actividad mineradespués de la Guerra del Pacífico y su impactoen la economía peruana33. Ellos comentan queen las últimas dos décadas del siglo XIX, un gru-

    32 Basadre, Jorge. «Historia de la República del Perú (1822-1933)». Tomo XI, p. 308.33 Thorp, Rosemary; Bertram, Geoffrey. «Perú 1890-1977: Crecimiento y Políticas en una Economía Abierta». Pp. 105-140.

    En el año 1920 se inicio la construcción de una nueva fundición en La Oroya la que entró en operación dos añosdespués, en 1922. La fundición produjo 35.000 toneladas finas de cobre, 15 millones de onzas de plata y 3.000 toneladasde plomo.

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    La Minería en el Perú

    po de empresarios peruanos e inmigrantes, entreeuropeos y norteamericanos, empezaron a incur-sionar con fuerza a la actividad minera y demos-traron su capacidad para movilizar fondos e in-troducir nueva tecnología, lo que dio como re-sultado el incremento de la producción de plata,y luego del oro y cobre.

    Este fue el caso de Ricardo Bentín con lamina Aguas Calientes en Casapalca (1880), Ri-cardo Mahr en Yauli (1882) y de los hijos delempresario Carlos Pflucker, quienes formaronuna nueva sociedad para explotar Morococha(1882), zona en la que descubrieron nuevas mi-nas que llamaron la atención de otros empresa-rios (Valentine, Proaño, Stuart, Pazos y Sacio,entre otros). En Hualgayoc se introdujo el pro-ceso de patera de lixiviación y hacia 1898 ya con-taba con cuatro fundiciones y nueve plantas delixiviación. En 1889 los ingenieros norteameri-canos Jacob Backus y J. Howard Johnston esta-blecieron una refinería en Casapalca. Pocas eranlas empresas extranjeras que operaban en eseentonces, entre la que destacaban Las MaravillasBritish Silver Company y Caylloma Silver MiningCompany con sede en Londres. Todos estosasientos mineros desplazaron a Cerro de Pascocomo principal centro minero, aunque no pormucho tiempo.

    No deja de resultar curiosa la presencia deBackus y Johnston en la minería. Luis Jochamo-vitz cuenta que, atraídos por el auge que empe-zaba a experimentar la minería, estos ingenierosnorteamericanos decidieron vender su fábrica dehielo y cerveza con patente inglesa, que estabaubicada en el distrito del Rímac. Es más, esta de-cisión les significó ejercer nuevamente la activi-dad propia de su profesión, tal como lo habíanhecho cuando llegaron al Perú, antes de la aper-tura de su fábrica cervecera. Justamente, uno de

    los primeros trabajos de J. Howard Johnston,cuando llegó al Perú, fue dirigir el tendido de lí-neas en varias secciones del Ferrocarril Central,bajo las órdenes de Henry Meiggs.34

    Respecto a la producción de oro, se pusie-ron en marcha varios intentos por el resurgimien-to de la industria aurífera tras el incremento desu precio en el mercado internacional. Entre es-tos destaca el inicio de las operaciones de la Com-pañía Minera El Gigante en 1894 con el objetivode resurgir la industria minera en Pataz (La Li-bertad) a través de la introducción del procesode cianuración para el tratamiento de mineralessulfurosos. Otras iniciativas importantes fueronla explotación de las minas de Santo Domingo(descubierta en 1822) por la Inca Gold MiningCompany, Aporoma y San Antonio de Poto enPuno, así como de Ccochasayhuas en Apurímacpor Cotabambas Auraria.

    Pero el impulso de los empresarios localesno duraría mucho. A principios del siglo XX seexperimentaron profundos cambios con el ingre-so de los grandes capitales norteamericanos dis-puestos a invertir en la explotación de cobre cuyademanda en el mercado internacional empezaba acrecer sostenidamente. Así surgiría el sector queaños más tarde se conocería como la gran mineríaformado por las grandes empresas vinculadas alos capitales extranjeros.

    Para Thorp y Bertram, la formación de laCerro de Pasco Mining Company en Nueva Yorken 1901 fue el acontecimiento que dominó nosolo el desarrollo de la minería, sino de toda laeconomía del Perú central.

    ¿Cómo se estableció la Cerro de Pasco Mi-ning Company en nuestro país? Según Felipe deLucio Pezet, dos inversionistas norteamericanos,James Ben Ali Haggin y Alfred W. McCune, lle-garon al Perú y luego de verificar su gran riqueza

    34 Jochamovitz, Luis. «Hombres, Minas y Pozos 1896-1996: Un Siglo de Minería y Petróleo en el Perú».

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    Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

    cuprífera, retornaron a Estados Unidos en buscade capitales para constituir la Cerro de PascoMining Company. Además de Haggin y McCu-ne, participaron como accionistas conocidos fi-nancistas de Nueva York entre los que destacanW.K. Vanderbilt, H.C. Frick (industrial del ace-ro), J.P.Morgan, W.R. Hearst y Dairus Ogden Mills(banquero de San Francisco). La nueva empresaempezó con fuerza, pues llegó a adquirir el 80%de las propiedades de la zona y el derecho a cons-truir el ferrocarril central hasta Cerro de Pascoen 1907.35

    Thorp y Bertram estiman que entre 1901 y1912 la Cerro de Pasco Mining Company reali-zó una inversión de US$ 6 millones aproxima-damente en la compra de minas en Cerro dePasco y Morococha de propiedad de empresa-rios peruanos. Al término de la primera guerramundial (1919) adquirió la fundición de Casapal-ca de propiedad de los norteamericanos Backus& Johnston y la mina del empresario RicardoBentín. Se dice que los norteamericanos, consi-derados como los principales competidores deesta gran empresa, se resistieron hasta el finalpara vender su fundición.36

    En los años siguientes continuaría la expan-sión de la Cerro de Pasco Mining Company. Enla década de los veinte incursionó en la produc-ción de concentrados de zinc en Casapalca(1920) y luego construyó un horno en La Oro-ya para la producción de plomo (1927). De estamanera, se consolidó como la principal empre-sa minera del país.

    Mientras todo esto sucedía en la sierra cen-tral, en el sur del Perú la compañía Anacondaadquirió los depósitos de cobre de cerro verdeentre 1916 y 1929 y en el norte, la AmericanSmelting and Refining Company —por medio

    de su subsidiaria Northern Peru Mining andSmelting Company— tomó control de los yaci-mientos de cobre, plata y oro del departamentode La Libertad. A ellas se sumó la VanadiumCorporation que en 1905 adquirió los depósitosde vanadio.

    Atraídos por la enorme riqueza cupríferatambién llegaron capitales europeos. Este fue elcaso de la empresa anglo-francesa TircapampaSilver Mining Company, que empezó a operar enAncash en 1903. En Puno se fundó la empresaLampa Mining Company en Puno (1906) y lafrancesa Compañía de Minas Huaron compró laCompañía Minera Venus en Huancavelica (1915).

    Después de la crisis de los 30

    Después de la depresión económica mundial definales de la década de los años veinte y principiode los años treinta, la minería vivió un períodode resurgimiento del capital local, según Thorp yBertram. Diversos empresarios nacionales denun-ciaron una serie de prometedores yacimientos deoro e iniciaron una ola de nuevas compañías paradesarrollarlas entre los que destacan la familiaWiese, Fernandini, Boza, Álvarez Calderón y RizoPatrón. También destacó la presencia del inge-niero de minas norteamericano Leon J. Rosens-hine, quien llegó al Perú en los años veinte y jun-to con empresarios limeños, fundó cuatro em-presas mineras auríferas.37

    La Familia Wiese (los hermanos Fernando yAugusto) adquirió Cotabambas Auraria, empre-sa que llegó a ser una de las más exitosas en losprimeros años del siglo XX, durante el auge deloro, pero que finalmente fracasó en su búsquedade nuevas reservas mineras y quebró en 1929.

    35 De Lucio Pezet, Felipe. «Cobre del Antiguo Perú».36 Doré, Elizabeth. «Acumulación y Crecimiento de la Minería Peruana 1900-1977". P. 69.37 Thorp, Rosemary; Bertram, Geoffrey. «Perú 1890-1977: Crecimiento y Políticas en una Economía Abierta». Pp. 225-240.

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    La Minería en el Perú

    La minería del plomo y zinc empezó a to-mar fuerza. Tres de las nuevas empresas de capi-tales netamente peruanos de los años treinta sededicaron a la explotación de estos metales: Mi-nas Cercapuquio (1934), Compañía Minera Ata-cocha (1936) y el Sindicato Minero Pallanga. Lafamilia Proaño, que retuvo importantes minas enMorococha, reabrió y modernizó su fundiciónde Tamboraque para tratar plomo y plata. En1940, Rosenshine y un grupo de inversionistasperuanos —entre los que destacaba la familiaBeltrán (que aportaron la mayor parte del capi-tal)— crearon la Volcan Mining Company paradesarrollar las minas que el empresario norteame-ricano poseía en el Paso de Ticlio.

    Este resurgimiento del capital peruano en laminería se reflejó en un creciente número de pe-ticiones de los propietarios de pequeñas minasde ayuda e intervención del Gobierno, lo que tuvocomo resultado la promulgación de ley para lacreación del Banco Minero en 1941.

    Hacia fines de la década de los cuarenta sedictaron medidas muy importantes para el sectorminero. En 1949 se eliminaron los controles dedivisas establecidos durante la segunda guerramundial y en 1950 se promulgó un nuevo Códigode Minería que liberaba el sistema impositivo quese aplicaba al sector e incorporaba disposicionesespeciales que beneficiaban directamente a lasempresas extranjeras. Se reemplazaron los impues-tos de exportación por impuestos sobre los ingre-sos netos y se permitió a las compañías norteame-ricanas descontar, al momento de pago de susimpuestos en el Perú, sus obligaciones impositi-vas en Estados Unidos gracias a los acuerdos paraevitar la doble tributación. La estabilidad de lasimposiciones tributarias fue garantizada por unperíodo de 25 años. El nuevo marco legal tambiénautorizaba al Gobierno a conceder exenciones tri-

    butarias a las empresas que explotaban yacimien-tos de alto riesgo, lo que les permitía una rápidaamortización de la inversión inicial.38

    Otros acontecimientos importantes en esteperíodo fueron la fundación de la minera Milpo(1949) y la puesta en marcha del proyecto de ex-plotación de Toquepala y de otros yacimientosdiseminados en los departamentos de Moque-gua y Tacna que dio origen a una de las empresasmás importantes del sector minero.

    Toquepala, yacimiento denunciado por JuanOviedo en la década de los veinte, fue adquiridopor Asarco. En 1952, Asarco constituyó laSouthern Peru Copper Corporation con tres nue-vos socios minoritarios (Newmont, Phelps Dod-ge y Cerro de Pasco Mining Company) e inició laexplotación de dicho yacimiento en 1960.

    Thorp y Bertram consideran que Toquepa-la desplazó a importantes proyectos cupríferoscomo Cerro Verde de la empresa Anaconda,Quellaveco y Cuajone de la misma Southern PeruCopper Corporation, Michiquillay de Asarco(comprados en la década de los sesenta a su des-cubridor) y un grupo de depósitos de Cerro dePasco Mining Company - Antamina (Tintaya,Magistral, Ferrobamba y Chalcobamba). Tambiénopinan que afectó el desarrollo de los depósitosde fosfatos de Bayóvar controlada desde 1962por la Texada Mines Limited y desde 1967 por laKaiser Aluminum.

    A mediados de la década de los cincuenta seiniciaron las operaciones del yacimiento de Mar-cona. En 1952, el Gobierno Peruano suscribióun acuerdo por 21 años con la recientemente crea-da Marcona Mining Company, cuyo accionistamayoritario era la Utah Construction Companyy la minera Cyprus de Estados Unidos. Entre sussocios minoritarios destacaba la presencia deempresarios peruanos como la familia Prado.

    38 Thorp, Rosemary; Bertram, Geoffrey. «Perú 1890-1977: Crecimiento y Políticas en una Economía Abierta». Pp. 317-318.

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    Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

    En esa misma década y a lo largo de los añossesenta aparecieron nuevas empresas de capita-les locales y extranjeros. Algunas de las cuales si-guen participando en el sector minero: Pativilcay Buenaventura (1953), Minas de Cobre Chapi(1954), Cobriza (1957), Santa Rita y Arcata (1961),Condestable (1962), Santa Luisa (1964), Madri-gal (1967), Katanga (1968), entre otras.

    El gobierno militar

    Con el Gobierno Militar, a partir de 1968, se ini-ció un período de profundos cambios sustancia-les para la minería, y en general para toda la eco-nomía, con el Estado asumiendo un rol clave entodos los sectores de la economía.

    El primer Decreto Ley correspondiente alsector minero, aprobado el 3 de diciembre de1968, tuvo como objetivo la creación del Minis-terio de Energía y Minas. Posteriormente seríanpromulgadas una serie de normas que estable-cían exigencias a las concesiones otorgadas porel Estado como la presentación de declaracionesjuradas de las reservas mineras para fijar nivelesmínimos de producción, la presentación de ca-lendarios para el inicio de las operaciones y lafijación de plazos para asegurar el financiamien-to requerido para su explotación. El incumpli-miento de estas exigencias sería penado con lacaducidad de las concesiones, las que revertiríana favor del Estado.

    Como resultado de la aplicación de este nue-vo marco legal, el Estado, a través de Minero Perú,asumió las concesiones de Michiquillay de Asar-co; Berenguela de la Lampa Mining Company; yTintaya, Ferrobamba, Chalcobamba y Antami-na, que pertenecían a la Cerro de Pasco MiningCompany. En el caso de Quellaveco, concesión

    que estaba en manos de Southern Perú CopperCorporation, se observó el calendario de opera-ciones para el inicio de su explotación. De estamanera, los proyectos mineros más importantesdel país quedaron en manos del Estado.

    El 8 de junio de 1971 se aprobó La LeyGeneral de Minería que dividió a la actividadminera en dos grandes campos, el privado y elestatal, pero adicionalmente se estableció la cons-titución de las empresas mineras especiales encuyo accionariado participarían el Estado —conun minino de 25%— y el sector privado. Sinembargo, bajo este esquema solo se desarrolló elproyecto minero Iscaycruz.

    Otra de las novedades de este marco legalfue la creación de la comunidad minera, personajurídica de derecho privado que representa alconjunto de trabajadores de cada empresa con lafinalidad de participar en la propiedad, gestión ylos beneficios.39

    En 1973 se realizó la primera expropiaciónen el sector minero. Casi a fines de ese año elGobierno Militar asumió la propiedad de la Ce-rro de Pasco Mining Company. La operación desus yacimientos e instalaciones en los departa-mentos de Pasco, Junín, Huancavelica y en otraszonas, fueron asumidos por la Empresa Mineradel Centro del Perú (Centromin Perú). Tambiénse estatizó la Marcona Mining Company y se creóHierro Perú.

    La única gran empresa minera extranjera quesiguió operando en este período fue SouthernPeru Copper Corporation. En 1977, después devarios años de negociaciones con el Gobierno, elnuevo tajo abierto de Cuajone, ubicado cerca aMoquegua, inició operaciones. En ese año tam-bién se inició la explotación del yacimiento deCerro Verde y la puesta en marcha de otros pro-yectos como Michiquillay y Quellaveco.

    39 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, pp. 263-264.

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    La Minería en el Perú

    Los años ochenta fueron considerados comoun período de estancamiento de la minería debi-do, principalmente, al desmanejo político econó-mico en el período 1985-1990 en el que coexis-tieron: El control cambiario, de importaciones yprecios, la escasez de toda clase de bienes; la fija-ción del tipo de cambio en niveles artificialmen-te deprimidos y la existencia de numerosos tiposde cambio, que iban desde el dólar MUC (Mer-cado Único de Cambio) hasta el dólar minero.También se sumaron factores como la hiperin-flación —superó el 7.000% en 1990—, el aisla-miento financiero internacional y la ausencia decondiciones mínimas de seguridad para la explo-ración y explotación minera, por el creciente fe-nómeno terrorista.

    En este contexto, la inversión en la bús-queda de nuevas reservas de mineral para repo-ner, por lo menos, el tonelaje de mineral explo-tado fue prácticamente nula. Tampoco se invir-tió en mantenimiento y en la reposición opor-tuna de los equipos. Esto determinó que im-portantes yacimientos como Antamina, Quella-veco, Michiquillay, Toromocho, etc. quedaraninactivos durante muchos años y que el Perúperdiera posiciones en el mundo de la mineríaen términos de producción, tecnología, costosy competitividad. Para Felipe de Lucio Pezet,los únicos acontecimientos de importancia enminería durante esa década fueron el inicio deoperaciones de mina Tintaya y la expansión dela Mina Cobriza.40

    Otra característica de esa época fue la faltade control ambiental, lo que determinó la acu-mulación de los denominados «pasivos ambien-

    tales». La solución este tipo de pasivos requierela ejecución de obras que remedien los dañosocasionados al medio ambiente por las opera-ciones minero metalúrgicas del pasado, y la mo-dernización tecnológica de dichas operacionescon la finalidad de adecuarlas a los estándaresambientales internacionales.

    Respecto al tema laboral, la década de lossetenta y de los ochenta también fueron tiemposde cambios sustanciales en las relaciones entrelas empresas mineras y sus trabajadores debido ala radicalización de los sindicatos, pese a que fue-ron los mismos trabajadores quienes más apoya-ron el proceso de estatización de las empresasmineras de capitales extranjeros por parte delrégimen militar.

    Desde el inicio del siglo XX, las relacionesentre las empresas mineras y los trabajadoressiempre fueron conflictivas debido a las perma-nentes demandas de mejoras salariales y de be-neficios sociales. Sin embargo, a partir de 1975los trabajadores mineros iniciaron un proceso demanifestaciones y reclamos exigiendo la nivela-ción de sus salarios y otros beneficios, lo que seagudizó en los años ochenta con una presenciasignificativa y activa de diversas agrupaciones deizquierda en los sindicatos mineros. Cuando Sen-dero Luminoso empezó a actuar, a inicios de ladécada de los ochenta, encontró en el sector mi-nero de la sierra central un escenario bastanteconvulsionado y los trabajadores en proceso deradicalización frente a sus empresas, lo cual in-tentó capitalizar a su favor. Al final esta situacióndeterminaría la militarización de los centros ycampos mineros.41

    40 De Lucio Pezet, Felipe. «Cobre del Antiguo Perú».41 Long, Norman; Bryan, Robert. «Mineros, Campesinos y Empresarios en la Sierra Central». P. 25.

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    Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

    EL DESPERTAR MINERO

    La década de los noventa fue un período de re-surgimiento de la minería, principalmente de oroy cobre, de la mano de los grandes capitales ex-tranjeros y también nacionales. La pacificacióndel país de la violencia terrorista, la estabiliza-ción económica, la recuperación de la minería anivel internacional y la aprobación de una legis-lación minera moderna fueron los factores, en-tre otros, que permitieron poner en marcha unproceso de promoción de la inversión en el sec-tor minero, considerado como el más exitoso quese haya realizado en el Perú.

    Inversionistas como Noranda (Canadá),Teck (Canadá), Rio Algom (Canadá), BHP Billi-ton (Australia), Cyprus Minerals (Estados Uni-dos), Barrick Gold (Canadá), Doe Run (EstadosUnidos), Anglo American (Sudáfrica), PhelpsDodge (Estados Unidos), entre otras, han parti-cipado del proceso, propiciando también su par-ticipación en otros proyectos privados.

    En los últimos diez años (1994-2004) la pro-ducción minera ha crecido a una tasa promedioanual de 12%, cuatro veces más que el crecimientode la producción nacional (3,3%), además se debeindicar que la tasa del PBI minero ha sido positi-va desde 1995. Asimismo, las exportaciones deeste sector se han elevado desde niveles de US$2.615 millones en 1995 a US$ 6.953 millones enel 2004, es decir un incremento de 165% en losúltimos diez años.

    En materia de inversiones las cifras son másque impresionantes. Se estima que la inversióndesarrollada y por desarrollarse en empresas yunidades que fueron incluidas en el proceso depromoción de la inversión entre 1992 y media-dos del 2005 suma un monto cercano a los US$8.000 millones. Otro dato a mencionar es queen el período 1994-2004, el sector minero cap-tó inversión extranjera por US$ 4.982 millones,el 31% del total de la inversión extranjera en laeconomía.

    Sin embargo, los años noventa no solo fue-ron tiempos de la puesta en marcha de grandesproyectos mineros, que han colocado al Perúcomo uno de los líderes mineros en el mundo,también lo serían de cambios en las reglas de jue-go de la actividad minera a nivel mundial.

    Hasta hace unos 20 años, los empresariosmineros solo se preocupaban por la productivi-dad y rentabilidad al momento de ejecutar unproyecto minero. Además, no existía la legisla-ción ambiental ni la fiscalización de las activida-des mineras con miras a preservar y cuidar elmedio ambiente. Por su parte, el Estado no sepreocupaba por el bienestar de la población de lazona de influencia del proyecto minero ni cuida-ba de que ella también se beneficiara de la inver-sión minera que se hacía en su casa.

    Sin embargo, en los últimos años la protec-ción del medio ambiente, la salud de los trabaja-dores y la seguridad industrial son tres variablesque se analizan con mucho cuidado al momentode evaluar un proyecto minero. Hoy en día, losinversionistas no están dispuestos a desarrollarproyectos mineros que afecten al medio ambien-te, ni a establecerse en países que no tengan unmarco legal estable y promotor. Los organismosfinancieros internacionales y la banca privada na-cional e internacional tampoco están dispuestosa financiar proyectos mineros que no cumplancon estas exigencias.

    Bajo estas nuevas reglas de juego, el Gobier-no peruano ha venido aprobando y afinando unalegislación ambiental muy estricta tal como loexige la nueva minería del siglo XXI. Es más, laminería es el único sector económico en el Perúque cuenta con un marco legal dirigido a prote-ger el medio ambiente.

    El Reglamento sobre Protección Ambientalen la Actividad Minero Metalúrgica, promulga-do por Decreto Supremo Nº 106-93-EM del 28de abril de 1993, establece que el titular de la ac-tividad minero metalúrgica es responsable por lasemisiones, vertimientos y disposición de desechos

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    La Minería en el Perú

    MARCO LEGAL DEL SECTOR MINERO

    La Ley de Promoción de Inversiones en el Sector Minero, promulgada el 6 de noviembre de 1991, median-te Decreto Legislativo Nº 708, el consecuente Texto Único Ordenado por la Ley General de Minería, y lareglamentación de todos sus títulos, constituyen el marco legal de la minería en el Perú, que promueve lasinversiones, tanto nacionales como extranjeras, en igualdad de derechos, facilidades y garantías. Los bene-ficios otorgados por la legislación minera, para los procesos de privatización realizados, se resumen acontinuación:• Estabilidad tributaria, cambiaria y administrativa ambiental.• La tributación grava únicamente la renta que distribuyen los titulares de la actividad minera.• El Estado reconoce la devolución de los montos pagados por Impuesto General a las Ventas (IGV), en

    las compras de todos tipos de bienes, materiales y servicios durante la etapa de producción, así como enla etapa preoperativa.

    • Las inversiones aprobadas por el Ministerio de Energía y Minas en infraestructura de servicio públicoson deducibles para el cálculo del Impuesto a la Renta.

    • Reinversión de utilidades libre de impuesto a la renta para ser aplicadas a un programa de inversionesaprobado por el Ministerio de Energía y Minas.

    • Depreciación del 20% a todos los activos fijos, cuando se suscriba Contrato de Estabilidad Tributaria,siempre y cuando la producción exceda los 5.000 TM por día; las inversiones en nuevos proyectos seamayor a US$ 20 millones o las inversiones en proyectos existentes excedan los US$ 50 millones.

    • No aplicación de trato discriminatorio en materia cambiaria u otras medidas de política económica.• Libertad de remisión de utilidades, dividendos y recursos financieros.• Libre disponibilidad de moneda extranjera.• Simplificación administrativa.• Devolución definitiva del pago del IGV y el Impuesto a la Promoción Municipal incurrido en la etapa de

    exploración, siempre que cumplan con el programa de inversión establecido.• Reglamento sobre Protección Ambiental en la Actividad Minero Metalúrgica y Reglamento de Cierre de

    Minas.• Compromiso previo como requisito para el desarrollo de actividades mineras y normas complementa-

    rias en materia ambiental y de respeto frente a las instituciones, autoridades, cultura y costumbres loca-les, manteniendo una relación propicia con la población del área de influencia de la operación minera,entre otros aspectos.

    En el caso de megaproyectos mineros, la Ley Nº 26911 amplía los beneficios de recuperación antici-pada del Impuesto General a las Ventas y el pago fraccionado de los derechos arancelarios que graven laimportación de equipos, dispuestos en el Decreto Legislativo Nº 818 para las empresas del sector hidro-carburos, a las empresas mineras que encontrándose en la etapa de desarrollo y/o explotación (no explo-ración), celebren contratos de estabilidad tributaria según lo previsto en la Ley General de Minería, y cuyainversión requiera de un período igual o mayor a dos años, siempre que no exceda de cuatro años. ElEstado garantiza contractualmente la estabilidad de estos beneficios bajo las normas que se encuentrenvigentes, en la oportunidad en que se aprueben los programas de inversión, cuyo cumplimento dará lugara dicha estabilidad. Adicionalmente, las inversiones en minería en el Perú pueden ser garantizadas a travésdel Multilateral Investment Guarantee Agency (MIGA) del Banco Mundial, la Overseas Private Invest-ment Corporation (OPIC) de Estados Unidos u otras agencias similares de las cuales el Perú es miembro.

    Fuente: ProInversión.

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    Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

    al medio ambiente que se produzcan como re-sultado de los procesos efectuados en sus insta-laciones. En tal sentido, es su obligación evitar eimpedir que éstos sobrepasen los límites máxi-mos permisibles, o que estas sustancias produz-can efectos adversos en el medio ambiente. Conesa finalidad, la norma establece que aquellos ti-tulares de concesiones mineras que, habiendocompletado la etapa de exploración, proyecteniniciar la etapa de explotación, deberán presentarun Estudio de Impacto Ambiental (EIA) al Mi-nisterio de Energía y Minas que pueda preverdesde el inicio la realización de los gastos u obrasque deberán sufragar para garantizar que la ex-plotación se realizará sin ocasionar daños al me-dio ambiente.

    Una vez que las empresas accedan a la etapade explotación, deberán presentar al Ministeriode Energía y Minas, para la aprobación corres-pondiente, los denominados Programas de Ade-cuación y Manejo Ambiental (PAMA), que in-cluye las acciones e inversiones necesarias paramitigar y prevenir el deterioro ambiental causa-do por las operaciones minero metalúrgicas querealice el titular de la actividad minera, a fin deno transgredir los niveles máximos permisiblesestablecidos por la autoridad competente.

    Sobre la base del EIA o PAMA aprobado secelebran Contratos de Estabilidad Administrati-va Ambiental, mediante el cual el Estado garan-tiza que los niveles máximos permisibles de con-taminación vigentes a la fecha de suscripción delContrato, no serán modificados durante su vi-gencia, estableciendo el plazo de vigencia para laadecuación ambiental (hasta 5 años para las acti-vidades mineras y hasta 10 años para las opera-ciones metalúrgicas); el programa de monitoreo;y los niveles permisibles de los efluentes a la fe-cha de firma del contrato.

    En el esfuerzo por seguir mejorando estemarco legal, destaca la reciente aprobación delReglamento de Cierre de Minas, Decreto Supre-

    mo Nº 033-2005-EM promulgado el15 de agos-to del 2005, con el objetivo de prevenir, minimi-zar y controlar los riesgos y efectos sobre la sa-lud, la seguridad de las personas, el ambiente, elecosistema circundante y la propiedad, que pu-dieran derivarse del cese de las operaciones deuna unidad minera. Esta norma establece los re-quisitos y procedimientos para los planes de cie-rre de minas, destinados a propiciar el cumpli-miento de las disposiciones en materia ambien-tal. En el plazo de un año las empresas deberánpresentar dichos planes, sin perjuicio de las san-ciones administrativas a que se encuentren so-metidas o deben ser sometidas por aquellos com-promisos que fueron incumplidos en sus PAMAo en sus EIA.

    Por su parte, el Ministerio de Energía y Mi-nas está gestionando créditos ante los organis-mos financieros internacionales (Banco Intera-mericano de Desarrollo y Banco Mundial) parasolucionar los pasivos ambientales que afectan a18 de las 24 regiones, algunos de los cuales pro-vienen desde la época del Imperio Incaico y cuyocosto total se estima en US$ 500 millones. Elprograma de trabajo contempla aportes de lasempresas y que el Estado asuma los pasivos am-bientales de aquellas zonas en donde no se pue-da identificar al responsable, las concesiones yacaducaron o la empresa se retiró, así como la deaquellas zonas que fueron administrados porMinero Perú y Centromin Perú.

    Mención aparte se debe hacer del cambioen la naturaleza de los conflictos mineros y eltema de la aceptación social —el permiso de lapoblación de la zona de influencia de un pro-yecto— que requiere una empresa para poneren marcha un proyecto minero. En los últimosaños hemos sido testigos de abiertos enfren-tamientos entre las empresas y las comunida-des en importantes centros mineros, y en loscuales los organismos no gubernamentales(ONG) han asumido un papel protagónico con

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    La Minería en el Perú

    PROMOCIÓN DE LA INVERSIÓN PRIVADA EN MINERÍA

    Fuente: ProInversión.1/ Opción de transferencia no ejecutada.2/ Regalías esperadas en el estudio de factibilidad.3/ Proceso bajo opción.4/ Contrato de usufructo.

    Firma Empresa / Inversionista Monto Inversiónde Unidad pagado estimadacontrato en

    desarrollo (en millones de US$)

    Dic. 92 Hierro Perú Shougang Corporation (China) 128,3 137,0Feb. 93 Quellaveco Mantos Blancos (Chile) 12,8 562,0Mar. 94 Cerro Verde Cyprus Mineral (EE.UU.) 35,4 485,3May. 94 La Granja Cambior (Canadá)1/ / BHP Billiton (Australia)1/ 7,0 600,0May. 94 Refinería de Ilo Southern Peru Copper Corp. (México) 66,6 20,2Nov. 94 Tintaya BHP Billiton (Australia) 275,2 104,0Feb. 95 Refinería de Cominco (Canadá) / Marubeni (Japón) 154,5 50,0

    CajamarquillaSet. 96 Antamina BHP Billiton (Australia) / Noranda (Canadá) / 131,6 2.148,2

    Teck (Canadá) / Mitsubishi (Japón)Abr. 97 Yauliyacu Yuracmayo (Perú) 9,1 110,2Set. 97 Mahr Tunel Volcan Compañía Minera (Perú) 127,8 60,0Oct. 97 Metaloroya Doe Run (EE.UU.) capitalizó US$ 126,5 millones 121,5 120,0Ago. 98 Cobriza Doe Run (EE.UU.) 7,5 —Set. 99 Paragsha Volcan Compañía Minera (Perú) 61,8 70,0Mar. 00 Quicay Barrick Gold (Canadá)1/ / 1,1 13,7

    Chancadora Centauro (Perú)Mar. 01 Izcaycruz (25%) Glencore (Suiza) 18,6 —Dic. 01 Electroandes PSEG Global Inc. (EE.UU.) 227,1 17,5Mar. 02 Yauricocha SIMSA (Perú)1/ / Minera Corona (Perú) 4,8 5,0Dic. 02 Alto Chicama2/ Barrick Gold (Canadá) 38,5 370,0May. 03 Morococha Minera Corona (Perú) 1,0 3,0May. 03 Toromocho3/ Peru Copper Syndicate — 1.000,0Feb. 04 Yuncán4/ Energía del Sur (Tractebel, Bélgica) 53,0 151,0Oct. 04 Las Bambas3/ Xstrata (Suiza) 108,3 1.500,0Mar. 05 Bayóvar3/ Vale Do Rio Doce (Brasil) 3,0 300,0Prospectos y otras transferencias menores 8,9 7,8TOTAL 1.604,4 7.834.9

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    Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

    el argumento de que cumplen una labor dedefensa y cuidado del medio ambiente y queresguardan los intereses de la población de lazona de influencia.

    El primer conflicto de este tipo se registróen 1999, luego que la empresa canadiense Man-hattan firmó un contrato con el Gobierno Pe-ruano para la exploración de las reservas de oroen Tambogrande, ubicada en la región de Piura.Sin embargo, los pobladores se opusieron a lapresencia de la empresa minera con protestas ymanifestaciones de violencia, por considerar quela minería afectaría de forma irreversible la acti-vidad agrícola de la zona, fuente de trabajo de lamayor parte de sus pobladores.

    Otro caso a mencionar fue lo sucedido enYanacocha (Cajamarca), donde en el año 2004 lapoblación protestó contra la exploración del Ce-rro Quilish por parte de la Newmont Mining,con el argumento de haber ocasionado daños irre-versibles al medio ambiente de la región y afectara la actividad agrícola.

    Un caso más reciente fue el de la toma delas instalaciones de la empresa minera Tintaya enCusco por parte de los pobladores del distrito deEspinar. La población aduce el incumplimientopor parte de la empresa del acuerdo de apoyo ala zona y exige la renegociación de sus términos.

    Al momento que se estaba concluyendo laredacción de este libro, este conflicto no habíasido solucionado de manera definitiva, pese a losesfuerzos de la mesa de diálogo que se ha instala-do con ese fin y que está formada por represen-tantes del Gobierno, autoridades regionales y dis-tritales e Iglesia. También había surgido un nue-vo conflicto entre las comunidades de las pro-vincias de Huancabamba y Ayabaca, en la regiónPiura, y la minera norteamericana Majaz. La po-blación se opone a la presencia de dicha empresa

    porque consideran que afectará negativamente alas actividades agrícolas y ganaderas que se desa-rrollan en esa zona, y también a las fuentes deagua ancestrales.

    Según el Reporte Mensual de Defensoría delPueblo, al 1 de agosto del 2005, sobre conflictosentre la población y autoridades o entidades pú-blicas, se había reportado 12 enfrentamientos en-tre empresas mineras y la población de la zona deinfluencia de la operación minera, el 17% del totalde los conflictos registrados a nivel nacional.

    Estos conflictos han puesto sobre el tapetela necesidad de buscar soluciones que satisfaganlas expectativas de todos los que participan enun proyecto minero —Gobierno, Empresa yComunidad—, de lo contrario las posibilidadesde seguir explotando nuestras las riquezas mine-ras serán limitadas. Como dice la experta JuanaKuramoto: «El principal reto que enfrenta el sectorminero es cómo lograr que estos conflictos se transformenen oportunidades para el trabajo conjunto que permitaque un poblado cercano a una mina sienta que sus condi-ciones de vida han mejorado. Para lo cual es necesariogenerar las condiciones necesarias para que se reproduzcael capital social y la confianza. Uno trabaja con sus ami-gos o aliados y no con sus enemigos».42

    ProInversión entendió este reto y aprove-chó la oportunidad. Con proyectos como Yun-cán, Toromocho, Bayóvar y especialmente LasBambas, en la Región Apurímac, ha puesto enmarcha una nueva forma de hacer minería queincorpora el concepto de desarrollo sostenible,el cual se define en la siguiente frase: «Inversiónminera con responsabilidad ambiental y con desarrollosocial».

    Cualquier inversión minera, sea un trabajode exploración o la explotación de una mina,debe empezar solicitando la autorización de lapoblación de la zona de influencia. Una vez

    37 Kuramoto, Juana. Conflictos Mineros en el Perú: Retos y Oportunidades. Revista Horizonte Minero 1/11/2004.

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    La Minería en el Perú

    Privatización Contenido Concesiones Reservas Mineras (Ha)

    Chiquillay Cobre 18.978 544 MMt (0,69% Cu)

    La Granja Cobre 3.900 1.200 MMt (0,65% Cu); potencial: 2.500 MMt

    obtenida esa aceptación social, el Estado y laempresa deben poner en marcha toda una es-trategia de información, diálogo y consulta conla gente, respetar sus costumbres y tradiciones,apoyarla en su desarrollo, hacerla participar ac-tivamente en la fiscalización de las actividadesde la empresa y en el cumplimiento de las nor-mas ambientales.

    Estos serán los principios que regirán lospróximos procesos de promoción de la inversiónprivada en la minería a cargo de ProInversión,específicamente en los proyectos mineros de co-

    bre y oro de Michiquillay y La Granja, ambosubicados en la región Cajamarca.

    El objetivo final es que la población, la ver-dadera dueña de los terrenos superficiales y elEstado dueño del subsuelo, sea parte de la inver-sión y comparta los beneficios que genera, de talmanera que cuando se agoten los recursos, elproceso de desarrollo de la zona de influenciano se detenga. En una relación en la que todosganan —Empresa, Estado, Comunidad— el éxi-to de la inversión privada en el sector minero estámás que asegurado.

  • Capítulo II

    LA MINERÍA EN APURÍMAC:GRAU Y COTABAMBAS

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    Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

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    La Minería en Apurímac: Grau y Cotabambas

    La minería no es una actividad desconocida enApurímac. En su obra el Perú Minero, MarioSamamé Boggio señala que las provincias de Ai-mares, Antabamba y Cotabambas eran conoci-das por la existencia de depósitos detríticos decuarzo aurífero y lavaderos de oro, así como tie-rras auríferas y yacimientos de oro y plata quefueron trabajados en diversas épocas, siendo losmás conocidos Quilca, Huallyaripa, Sañayca,Nueva California, Oscalla, Tapairigua, Chuichoy Ccochasayguas.1

    La mina Ccochasayguas, ubicada en el dis-trito de Progreso, provincia de Grau, jugó un rolfundamental en la región. En los libros sobre lahistoria de la minería peruana se puede encon-trar algunos datos sobre su explotación por losespañoles y portugueses durante la colonia. Sin

    embargo, su mayor actividad se registró en lasprimeras cinco décadas del siglo XX.

    Hoy en día esta mina, alrededor de la cualabundan las historias, leyendas y mitos, aún man-tiene la presencia de aquellos años en los que laactividad minera era la única fuente de trabajo delos habitantes de esa zona. «La minería es una delas actividades más importantes desde los orígenes del dis-trito de Progreso. No era raro ver a los primeros mineros,como Fortunato Arce, Hipólito Huanca o a las familiasVásquez, Palomino y hasta los Granda (la familia deChabuca Granda), trabajar en esa época», cuentaCrisólogo Galloso, teniente alcalde de Progreso.

    Reconociendo la trascendencia de la mine-ría para el distrito de Progreso, sus habitantesconstruyeron el Rosario del Minero, como unhomenaje a una actividad que generó prosperi-

    Quizá para muchos la noticia de la entrega en concesión de un proyecto minero enApurímac, como fue el caso de Las Bambas, ha sido toda una novedad. Muchos cono-cen más a Apurímac, cuna de peruanos notables como el escritor José María Argüedasy la autora y cantante Chabuca Granda, como una de las regiones más pobres del Perúy con una actividad económica basada en la agricultura y ganadería. Muy poco, oprácticamente nada, se sabe del Apurímac rico en recursos minerales —principalmen-te en oro y cobre—, con un potencial que debidamente explotado puede llegar a cons-tituirse en un centro minero importante a la altura de regiones como Cajamarca, An-cash, Arequipa y Moquegua, donde se han establecido las empresas mineras líderes enel mundo.

    1 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». P. 190.

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    Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

    dad y bienestar a sus habitantes. «El más grande ypesante del mundo. 7 de octubre de 1997. Día Interna-cional del Rosario», son las palabras grabadas en elpeñasco donde se encuentra este hermoso rosa-rio de plata extraída de la misma región y queestá rodeado de algunos instrumentos de trabajominero como una pala y una rueda.

    Pero la riqueza minera de la región Apurí-mac no se limita al oro. Estudios desarrolladospor grandes empresas extranjeras, desde prin-cipios del siglo XX, han comprobado la exis-tencia de yacimientos ricos en cobre esperandouna oportunidad para ser explotados. Tambiénse habla de la presencia de metales como la pla-ta, mercurio, hierro y hasta molibdeno, consi-derado como el nuevo metal estrella (su expor-tación ha crecido en 460% en el primer semes-tre del 2005). Incluso, respecto a este último,un consorcio suizo llegó a realizar estudios enAimaraes y Abancay.2

    LOS PRIMEROS HALLAZGOS

    Todo parece indicar que los primeros trabajos enoro se desarrollaron en Apurímac. Una investi-gación arqueológica realizada en esta región ubi-có una de las más antiguas evidencias del conoci-miento del oro en el Perú, asociada a la cultura«Muyu-Moqo», de la cual se descubrieron peque-ñas piezas de este metal precioso en el cerroHuayhuaca, cerca de Andahuaylas, en 1951. Otroestudioso, Rogger Ravines le asignó una antigüe-dad de alrededor de 1500 a.c. por los hallazgosde cerámica fragmentados en la zona.

    Las piezas del entierro de «Muyu-Moqo» —so-bre las que se afirma fueron ofrendas— incluye-ron nueve escamas de oro, finamente martilla-das, y con cuentas de lápiz lazuli en las manos de

    los difuntos. La boca tenía una cuenta grandecon una hoja laminada de oro enrollada, inserta-da en su agujero central. Los fragmentos son pe-queños, 5 mm., y la hoja es 41 mm. de largo. Losinstrumentos metalúrgicos encontrados consis-tieron en tres martillos cilíndricos de piedra y deun yunque, y algunos tazones de piedra dondepuede ser que hayan probado el recocido paraevitar agrietar la hoja. Los martillos fueron ela-borados de basalto, piedra arenisca y tiza, cadauno de los cuales habría servido para las diferen-tes fases del martillado.

    Durante parte del Imperio Incaico, Apurí-mac fue la sede de los Chancas, conocidos porsu rivalidad con los incas. La presencia de estacivilización se extendió desde la provincia de Ai-mares por el sur hasta la laguna de Choclocochaen Huancavelica en el noreste, incluyendo la zonadel río Pampas y Pachachaca, tributarios del ríoApurímac y que al expandirse hicieron de An-dahuaylas su sede principal. Se reconoce al per-sonaje llamado Uscovilca como el iniciador deeste proceso de expansión.

    Diversas investigaciones han determinado unavinculación de los Chancas con el complejo ar-queológico de Curamba, considerado uno de losmás importantes en las cercanías de Abancay, ubi-cado sobre el antiguo camino de los incas, en lajurisdicción de la comunidad de Callaspuquio, dis-trito de Huacaramba, provincia de Andahuaylas.Se caracteriza por su estratégica ubicación y suposición dominante sobre los valles y quebradasvecinas. Es un complejo arqueológico de formapiramidal, planta rectangular, con dos terrazasamplias que se intercomunican por medio de es-calinatas y una enorme plaza central. Algunos in-vestigadores han destacado su parecido con laspirámides de Vilcashuamán, mientras que otros lohan comparado con las Teocallis mexicanos.

    2 Purser, W.C.F. «Metal Mining in Peru, Past and Present». P. 193.

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    La Minería en Apurímac: Grau y Cotabambas

    Todo parece indicar que en este complejose desarrolló una intensa actividad metalúrgica,correspondiente al denominado período tardío.Se han hallado vestigios como hornos, llama-dos huayras, ubicados frente a la plaza central ydonde aún se puede encontrar una gran canti-dad de escoria y residuos en el suelo. En estecontexto del perímetro de la pampa se ubicanvarios conjuntos habitacionales de forma rec-tangular, constituidos por piedras calizas que sehallan unidas con mortero de barro; y en la su-perficie del suelo se observa gran cantidad defragmentos de cerámica monocroma y policro-ma, propia de los incas.

    Desde la plaza hacía el sur se observan cla-ramente los vestigios del camino antiguo dondetransitaban los ejércitos Quechuas, Chancas, es-pañoles y luego los viajeros de la época colonialy republicana.3

    Tras intensas batallas, los Chancas final-mente fueron dominados por los incas. Así laregión de Apurímac fue anexada al Tahuantin-suyo durante el gobierno del Inca Cápac Yu-panqui (1320-1350) y fue considerada comoparte del Contisuyo. Se atribuye al hermano deYupanqui, el Inca Auqui Titu Túpac Yupanqui,como el artífice de la expedición y conquista deestos