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Resumen del Cap.3 de La Prehistoria de la Mente de Steven MithenTRANSCRIPT
Ciencia Estética Evolucionaria/Otoño 2015
PI Dr. Ramón Patiño Espino
Control de lectura 3
Sandra López
Cap. 3 La arquitectura de la mente moderna
Steven Mithen (SM) En The prehistory of the mind
“Todos somos expertos usuarios de la mente”
SM
Planteamiento central:
En este capítulo SM expone las distintas teorías sicológico-evolutivas mas fuertes -
acerca de la mente- de su momento (90s). Nos describe los distintos modelos de la
arquitectura de la mente planteados por diferentes autores, a la vez que llama la atención
por el rasgo más difícil de comprender y quizá por ello el más interesante de la mente
humana: la creatividad. Este factor de la mente será el que lleve a SM a proponer un
modelo complejo (un concilio de teorías) que abarque los distintos principios expuestos
por otros estudiosos del campo así como los vacíos que dichas teorías no pueden cubrir.
Desarrollo:
El autor abre este capítulo preguntando qué sabemos hoy que nos pueda dar claves
sobre la mente de nuestros antepasados, y propone prudentemente centrarnos primero
en nuestro cuerpo –y no en la mente-, ya que nuestro cuerpo conserva muchas de las
características del cuerpo de nuestros antepasados. Por ejemplo, el autor señala la
condición de la “piel de gallina” como efecto del cuantioso pelaje que tuvimos miles de
años atrás. Así mismo llama la atención sobre las capacidades gimnásticas de nuestras
articulaciones en brazos y hombros y de cómo se parecen estas a las de un gibón, y, ante
esto se pregunta: “¿Podemos descubrir indicios en nuestra forma de pensar actual que
nos permitan conocer mejor la forma de pensar de nuestros ancestros de hace miles e
incluso millones de años?”. El autor responde afirmativamente a esta pregunta pero
advierte que “los indicios no son tan claros como los de nuestra anatomía”, sin embargo
–y aquí expone el fundamento de su análisis- “ya que la arquitectura de la mente
moderna se ha ido construyendo a lo largo de millones de años de evolución”
podríamos incluso reconstruir la “prehistoria de la mente”.
La mente-esponja, la mente-ordenador
“Todos somos expertos usuarios de la mente. Nos asomamos compulsiva y
constantemente al interior de nuestra propia mente y nos hacemos preguntas sobre lo
que puede estar pasando por la mente de los demás. A veces creemos saberlo. Pero se
trata de una tarea arriesgada, porque podemos engañarnos. Contemplamos el mundo y
nos parece sencillo, estático. Pero observamos la mente y nos parece... bien, empecemos
por aquello que la mente parece ser realmente. Y empecemos por una de las mentes más
fértiles y extraordinarias que existen: la de la primera infancia.”
El autor comenta como el observar a sus hijos le ha proveído de importante
información acerca de la mente. Concluye que con solo decirle una vez algo a un niño,
éste absorbe la información “imprimiéndola” en su mente, y hace un señalamiento
interesante: los antropólogos nos han dicho que la cultura no es solo un bloque de datos
específicos sino formas concretas de pensar y comprender, “la mente-esponja absorbe
los procesos mentales del propio pensamiento”.
En todo caso, aunque la mente del niño pareciera un recipiente vacío listo a
absorber información, SM nos advierte que este modelo de la “mente esponja” no
explica la resolución de problemas ni los procesos de aprendizaje. Por ello, pareciera
que el modelo computacional es más efectivo en tanto que almacena, resuelve
problemas y ejecuta acciones y en este sentido el cerebro es el hardware y la mente el
software. Pareciera que estos modelos, aunque disímiles, explican el funcionamiento de
la mente, pero –nos dice SM- la mente no solo absorbe y regurgita información, ni
tampoco resuelve problemas como un ordenador; la mente crea, y la mente puede
pensar cosas que no se encuentran el mundo, que incluso no podrían estar “fuera” en el
mundo. “La mente piensa, crea, imagina” mientras que un computador no. El
computador se limita a seguir el programa prediseñado, mientras que la mente de un
niño de 5 años es profusamente creativa. “Seguramente cuando pensamos en la mente
como una esponja o como un programa informático estamos recreando el equivalente
psicológico de aquella sociedad que no «ve» la Tierra redonda.”
Las ideas de Thomas Wynn y de Jean Piaget
El autor cuenta que su interés por los orígenes de la mente humana fue motivado por la
afirmación que en 1979 hizo el arqueólogo estadounidense Thomas Wynn de que “la
mente moderna ya existía hace 300.000 años” (proponiendo incluso la inteligencia
modular) antes de que los neandertales e incluso los humanos anatómicamente
modernos existiesen. Los fundamentos de Wynn eran las simétricas y estilizadas hachas
de mano producidas por el Homo erectus y el Homo sapiens arcaico. La controversial
teoría en que Wynn se basó para llegar a esta conclusión es que la “ontogenia1 sintetiza
o recapitula la filogenia2”, es decir, que “las fases del desarrollo mental del niño reflejan
las bases de la evolución cognitiva de nuestros antepasados humanos”. Wynn se basó en
la teoría de la mente de Piaget quien consideraba que la mente funcionaba como un
ordenador a partir algunos programas plurifuncionales que controlan la entrada de
información haciéndola pasar por una serie de fases evolutivas donde la última de ellas
(12 años en adelante) correspondería a la “inteligencia operacional formal” necesaria
planificar, imaginar y para realizar un hacha de mano. Sin embargo, el modelo de Piaget
ha sido reevaluado y superado por la analogía de la mente-navaja, en la que la mente
posee variados dispositivos especializados en diferentes funciones.
Este modelo de la mente-navaja ha sido elaborada desde la década de los 80s por
muchos sicólogos que le han dado el nombre de “módulos”, “”áreas cognitivas” e
“inteligencias”.
Fodor y la arquitectura mental de doble rango
“sin duda es importante atender a lo eternamente bello y verdadero,
pero es más importante no ser comidos”
JF En The modularity of mind (1983), Jerry Fodor propone dividir la arquitectura de la
mente en “sistemas de input” (percepción) y “sistemas centrales” (cognición). Los
sistemas de input corresponden a las “cuchillas” de la navaja, como una serie de
módulos especializados como la vista, el oído o el tacto; mientras los sistemas centrales
mantienen oculta su arquitectura, ejecutan procesos como el pensamiento, la resolución
1 Ontogenia= desarrollo de un organismo, desde la fecundación de un cigoto durante reproducción sexual hasta su senescencia, pasando por la forma adulta (Wikipedia) 2 Filogenia= relación de parentesco entre especies o taxones en general. Consiste en el estudio de las relaciones evolutivas entre diferentes grupos de organismos a partir de la distribución de los caracteres primitivos y derivados en cada taxón, utilizando matrices de información de moléculas de ADN y de morfología
de problemas o la imaginación. En este sentido, Fodor asevera que cada input tiene un
proceso cerebral independiente, lo que se evidencia en su asociación con diferentes y
específicas partes del cerebro (cerebro visual, afectivo, etc.) o con “pautas
características del desarrollo infantil”.
Los sistemas de input son rápidos, inmediatos, y el conocimiento tiene una
influencia limitada sobre ellos, así, nos dice SM, que según Fodor “el conocimiento que
posee todo individuo tiene una influencia limitada, tal vez incluso marginal, en la forma
de percibir el mundo3” y el mejor ejemplo de esto son las ilusiones ópticas en las que
aún conociendo el “engaño” seguimos percibiendo lo mismo4.
Sin duda, esta afirmación de Fodor se opone radicalmente al relativismo de las
ciencias sociales, que apuestan por la “forma de ver el mundo” propia de cada cultura,
mientras que Fodor argumenta por lo contrario, es decir, por una naturaleza de la
percepción preestablecida. En este sentido los sistemas de input son inmediatos e
instintivos y nos salvan de múltiples situaciones en las que el tiempo es determinante
para la acción. Los sistemas centrales por el contrario son holísticos, es decir, integran
la información y no pueden no hacerlo. Según Fodor, la naturaleza evolucionó y nos dio
lo mejor de ambos sistemas, pues cada uno de ellos ha sido vital para la supervivencia y
perfeccionamiento de la mente humana por ello “la naturaleza se las ha ingeniado para
integrar ambas posibilidades -afirma Fodor- para lograr lo mejor de los sistemas rápidos
y estúpidos pero también de los más contemplativos y lentos, negándose sencillamente a
optar entre ambos”.
Gradner y la teoría de las inteligencias múltiples
En The frames of minds: the theory of multiples intelligences (1983), Howard Gardner
propone un modelo diferente de arquitectura de la mente, deja de lado los sistemas de
input y los sistemas centrales y se centra en lo que para Fodor era irresoluble, en la
inteligencia. Propone 7 clases de inteligencia cuestionando la noción de “capacidad
intelectual única”. Afirma que cada una de estas 7 inteligencias posee su estructura
3 En este caso estaríamos tomando un modelo de “percepción” distinto al que habíamos planteado el semestre pasado. Con percepción, Fodor y Mithen refieren a la mera recepción de información por un sistema sensible determinado. 4 Un aspecto controversial de la teoría de Fodor –afirma SM-‐ es que asevera que los sistemas de input están encapsulados y que por lo tanto “lo que oigo no influye en lo que veo aquí y ahora”. SM no ahonda en esto pero es extraño que Fodor no contemplara la influencia en tiempo real que tiene un sistema sensorial en otro con el ejemplo por excelencia del “McGurk effect”.
cerebral y procesos neurológicos especializados, “De manera que volvemos a encontrar
una arquitectura de la mente-navaja suiza, pero donde cada hoja es una inteligencia
distinta”.
Las inteligencias propuestas por Gardner son:
1. la lingüística
2. la musical
3. la lógico- matemática: Pensamiento lógico y científico
4. la espacial
5. la corporal-cinestética: coordinación de movimientos de nuestro cuerpo
6. 2 formas de inteligencia personal, una para mirar dentro de nuestra propia mente
7. la otra para mirar hacia afuera, a los demás
Las inteligencias de Gardner (GD) se diferencian de lo módulos de Fodor (FD)
especialmente porque las inteligencias de GD implican “una historia evolutiva y en su
carácter influye profundamente el carácter cultural del individuo”, así mismo GD afirma
–contrario a FD- que para el funcionamiento de la mente la interacción entre los
distintos tipos de inteligencias es “fundamental”, llegando a afirmar que aunque cada
una las inteligencias tenga sus procesos neuronales propios “se basan las unas en las
otras”, “y los individuos más sabios, dice, son aquellos que son más capaces de crear
conexiones transversales entre todas las áreas, como demuestra el uso de metáforas y de
analogías.”. Sin embargo, se pregunta Mithen ¿Es posible que Fodor no percibiera
modularidad alguna en los sistemas centrales sencillamente porque las inteligencias o
módulos que de ellos dependen funcionan articulados entre sí con tanta fluidez que no
nos damos cuenta de que exista una tal modularidad?
Entreacto: Fodor contra Gardner
El autor afirma que la propuesta de Fodor puede tener interés desde una perspectiva
evolutiva, pues es posible imaginar una mente que funcione solo con los sistemas de
input, pero no solo con los sistemas centrales (p.e. la ameba), y por tanto es posible que
éstos últimos se hayan dado en un momento posterior de la evolución. El modelo de
Gardner, si funciona con la fluidez suficiente puede concebirse como los sistemas
centrales de Fodor, por ello –propone nuestro autor- “es posible que la mente no sea una
sola navaja suiza, sino dos: una para los sistemas de input donde las hojas son
verdaderamente independientes, y otra para el pensamiento, donde las hojas casi
siempre operan juntas de alguna manera”. Pero, pregunta SM “¿por qué la existencia de
hojas separadas para el pensamiento, en primer lugar? ¿Por qué no tener un programa
general y plurifuncional para aprender/pensar/resolver problemas o, en otras palabras,
una inteligencia general? ¿Y hasta qué punto podemos estar seguros de que Gardner ha
identificado real y correctamente el número y las clases de dispositivos de la navaja?”
Para responder a estas preguntas nuestro autor propone preguntar al “arquitecto
de la mente” es decir, a los procesos de la evolución.
Los sicólogos de la evolución
Se les llama así por afirmar que sólo podremos comprender la naturaleza de nuestra
mente moderna si la consideramos producto de la evolución biológica. Sus mayores
representantes son leda Cosmides y John Tobby5 (C&T). Se basan en el hecho de que la
mente es una “estructura compleja y funcional” y que descartando la intervención
divina, “el único proceso conocido capaz de generar tal complejidad es la evolución por
selección natural”, en este sentido, para los sicólogos de la evolución, la mente es como
cualquier otro órgano que se fue ajustando a las presiones selectivas ejercidas por su
medio, específicamente, el medio del Pleistoceno, cuando nuestros antepasados
humanos vivían de la caza y la recolección, que en términos evolutivos es muy corto
tiempo y por tanto seguimos adaptados a aquel medio. C&T proponen entonces, que la
mente es una suerte de navaja suiza con módulos o hojas altamente especializadas cada
una de ellas “diseñadas por la selección natural para hacer frente a un determinado
problema adaptativo”. Sin embargo su modelo se parece mas a los sistemas de input de
Fodor que a las inteligencias de Gardner en tanto que los módulos especializados están
en la mente desde el nacimiento y “son universales a todos los seres humanos”.
“Estos módulos presentan una característica fundamental que hasta ahora no hemos
abordado: son «ricos en contenido». Es decir, los módulos no sólo proporcionan
conjuntos de reglas para resolver problemas, sino que suministran también el grueso de
la información necesaria para ello. Este conocimiento refleja la estructura del mundo
real, o al menos el mundo del Pleistoceno en el que evolucionó la mente. Esta
información sobre la estructura del mundo real, junto con una multitud de normas para
solucionar problemas, cada una contenida en su propio módulo mental, ya está presente
en la mente del recién nacido. Algunos módulos son llamados a actuar de forma
5 “A finales de la década de los ochenta y principios de los noventa publicaron una serie sucesiva de artículos que culminó en un largo ensayo titulado «The Psychological foundations of culture», publicado en The Adapted Mind, un libro editado en 1992 por ambos y por Jerome Barkow”
inmediata -módulos para el contacto con los ojos de la madre-, y otros requieren algo
más de tiempo antes de ponerse en funcionamiento, como los módulos para la
adquisición del lenguaje.”
Es necesario señalar los argumentos por los que C&T consideran la mente como una
navaja suiza y no como una esponja o un computador. El primero es que cada problema
al que se enfrentaron nuestros antepasados requirió de soluciones específicas y por
tanto, una mente que tuviera “módulos mentales especializados” tendría una ventaja
sobre las otras y procrearía con mayor eficacia difundiendo sus genes y así mismo su
modularidad.
El segundo argumento “es que los niños aprenden rápidamente tantas cosas
sobre tantos temas complejos que resulta sencillamente increíble que esto fuera posible
si sus mentes no estuvieran preprogramadas para hacerlo”. Este mismo principio fue
elaborado por Chomsky en relación con el lenguaje (“pobreza del estímulo”), y se
basaba en que los niños deducían, memorizaban y utilizaban rápidamente reglas
sumamente complejas del lenguaje
“Chomsky sostenía que la mente contiene un «dispositivo para la adquisición del
lenguaje» genéticamente determinado y dedicado a aprender el lenguaje, que viene ya
equipado con un programa detallado para las reglas gramaticales. Fodor y Gardner
coincidieron con este punto de vista, lo que explica que ambos consideraran el lenguaje
como un rasgo especializado de la mente.”
Lo que hacen C&T es “generalizar” el principio de la “pobreza del estímulo” a todos los
ámbitos de la vida” sosteniendo que eran necesarios módulos “ricos en contenido”
preexistentes y universales.
El tercer argumento es el mismo que llevó a Fodor a plantear los sistemas de
input (estúpidos) y se trata de la necesidad que nuestros antepasados tuvieron (y que
hoy en día tenemos) de tomar decisiones inmediatas. Si tuviéramos un sistema general
de inteligencia la velocidad con que tomaríamos decisiones no sería la requerida para la
supervivencia de por ejemplo, un ancestro que esta cerca de ser comido por un león, las
reacciones inmediatas corresponderían entonces a módulos especializados en el área
competente. Esta capacidad aumentaría las probabilidades de supervivencia de un
individuo y con ello su éxito reproductivo.
Una vez dados sus argumentos, C&T pasan a proponer “el instrumental de la
navaja”, y afirman que no es necesario suponer (como Gardner) sino que a partir de los
problemas que tuvieron que resolver nuestros antepasados podemos predecir los
módulos necesarios para su supervivencia, sugiriendo de esta manera, que la mente
tiene un sin fin de módulos
“Un módulo de reconocimiento de rostros. un módulo de relaciones espaciales, un
módulo de mecánica de objetos rígidos, un módulo de utilización de útiles, un módulo
del miedo, un módulo de intercambio social, un módulo de emoción-percepción, un
módulo de motivación orientada al parentesco, un módulo de asignación-recalibración
de esfuerzos, un módulo de cuidado de niños, un módulo de inferencia social, un
módulo de amistad, un módulo de inferencia semántica, un módulo de adquisición de
gramática, un módulo para la pragmática de la comunicación, un módulo para una teoría
de la mente, ¡y etc.!”
Estos módulos podrían agruparse en las inteligencias de GD (C&T llaman
“facultades”), y en este sentido, la única diferencia real con los planteamientos de GD
es que C&T parten de la premisa de que la mente es un resultado de la evolución dada
durante el Pleistoceno, por ello, sus módulos responden a necesidades evolutivas,
mientras que GD parte de suposiciones acerca de lo que hoy ocurre en la mente. Por
otro lado las inteligencias de GD dependen del contexto cultural, mientras que los
módulos de C&T son “inmunes al exterior”. Sin embargo, advierte SM: “Pero ¿tantos
módulos? ¿Es posible realmente que tengamos tantos procesos psicológicos
independientes en nuestra mente? Me pregunto si estas ideas son las que Fodor temía
cuando advertía que “la teoría de la modularidad se había vuelto loca””.
Interludio: los cazadores-recolectores y los catedráticos de Cambridge contra los
psicólogos de la evolución
Steven Mithen abre este capítulo preguntándose cómo encaja el modelo de la mente
navaja con nuestra experiencia del mundo, y afirma que encajaría con mucha dificultad.
Si la mente esta adaptada para resolver problemas en el contexto de caza-recolección
¿cómo es posible que la mente moderna idee teoremas matemáticos y los resuelva?
“¿Acaso [se trata de] un proceso cognitivo de segunda mano que había sido inicialmente
proyectado para otra tarea? ¿O (…) de una capacidad de aprendizaje general? Ni lo uno
ni lo otro parece plausible” afirma SM6.
6 Si tenemos la misma mente modulada que los cazadores-recolectoras, entonces “¿por qué ellos
nunca intentaron cosas que la mente moderna hace tan bien, como leer libros o elaborar curas
contra el cáncer?” ciertamente como responde SM, “para algunas de estas actividades podemos
usar módulos que originalmente evolucionaron para tareas distintas, aunque relacionadas” (p.e.
El autor nos propone analizar a cazadores-recolectores modernos para ver que
tanto conincide con la teoría de la mente de C&T. Su mente es tan moderna como la
nuestra, la única diferencia es que su estilo de vida implica la resolución de problemas
parecidos a los del Pleistoceno, pero –afirma SM- “existe un profundo abismo en la
manera en que parecen pensar en sus actividades y el cómo deberían hacerlo según la
teoría de C&T”
“Uno de los razonamientos fundamentales de C&T es que tipos concretos de problemas
requieren formas concretas de resolución. Si una joven selecciona la fruta utilizando el
mismo dispositivo mental que utiliza para elegir pareja, lo más probable es que acabe
con un serio dolor de estómago, porque escogerá la fruta verde, una fruta que presente
un perfecto tono muscular. Pero si observamos a los cazadores-recolectores modernos
vemos que esto es precisamente lo que hacen; no acaban con dolor de estómago por
comer fruta verde, pero razonan sobre el mundo natural como si fuera un ser social.” Nurit Bird-David ha vivido en la selva tropical entre pueblos que practican un estilo de
vida de caza-recoleccción tradicional, concretamente entre los mbuti de la República
Democrática de Congo. Descubrió que todos aquellos grupos comparten una misma
forma de ver y entender su medio: conciben la selva «como una madre», como un
«medio generoso, como puede serlo un pariente próximo." También los inuit del Ártico
canadiense «ven su mundo imbuido de las cualidades humanas de voluntad y
finalidad»." Los modernos cazadores- recolectores no viven en un medio constituido
sólo por animales, plantas, rocas y cuevas. Sus paisajes están construidos
socialmente. (54,iii y iv).
En este sentido lo que afirma SM es que el pensamiento totémico que “piensa al mundo
natural en términos sociales” atribuye a los seres del entorno mentes como las humanas
e incluso, en el caso de los inuit, consideran al oso polar como ancestro y parte del
linaje humano, y por ello, los cazadores-recolectores modernos no usan “unahoja de la
navaja” para el mundo humano y otra para el “natural” sino que como afirma el
antropólogo Tim Ingold "para ellos [los cazadores-recolectores modernos] no existen
dos mundos distintos, uno de personas (sociedad) y otro de cosas (naturaleza), sino un
solo mundo -un medio- lleno de poderes personales y que incluye a los seres humanos, lenguaje> leer y escribir) sin embargo, a otras clases de pensamiento y de conducta (no
asociables a cazadores-recolectores) pueden atribuírsele reglas de aprendizaje general, para lo
cual las matemáticas parece ser el mejor ejemplo. C&T aceptan que haya algunas “reglas de
aprendizaje general de la mente” pero para ellos estas solo serían capaces de resolver problemas
sencillos.
a los animales y las plantas de los que dependen, y el paisaje en que viven y se
mueven»." En este mismo sentido SM cita al antropólogo Ernst Gellner quien afirma
que “«la fusión y la confusión de funciones, objetivos y criterios es la condición normal
y original de la humanidad».”
En este sentido SM señala que los aspectos de la vida de los cazadores-
recolectores están esencialmente ligados entre si, y ello implica que el modelo de la
mente “con dispositivos distintos de razonamiento” es prácticamente improbable. En
estas sociedades “tradicionales” la alimentación (la cena), la vestimenta, la elección del
lugar para vivir, etc. Son actividades que llevan implícito el valor social-simbólico de
cada una de ellas, es decir, que no responden a un razonamiento meramente práctico
sino que están entre tejidas con todas las otras prácticas sociales (p.e. diseño de punta de
flecha, 56,ii,m), por ello SM concluye que “cada una de las acciones de un moderno
cazador-recolector no está encaminada a resolver un único problema adaptativo, sino
que simultánea e intencionadamente tiene que ver con todo un conjunto de problemas”.
En adición a esto, nuestro autor afirma que en las cenas en La Gran Mesa de
Cambridge encuentra las mismas funciones sociales de los alimentos, de los lugares que
ocupan cada uno en la mesa y de la vestimenta, lo que lo lleva a afirmar sin duda que
“los profesores de Cambridge y los bosquimanos del Kalahari son idénticos. Ambos
poseen la arquitectura de la mente moderna, algo que difiere fundamentalmente de una
serie de dispositivos especializados cada uno en resolver un único problema
adaptativo.” Incluso, SM nos da el ejemplo más directo; cuando se le da una niña un
cachorro de gato (o una muñeca) y le atribuirá al cachorro una mente como la suya;
“antropomorfizar parece ser una actividad compulsiva”, en otras palabras, interactúa
con animales y cosas como lo haría con seres humanos.
Tenemos entonces que los sicólogos de la evolución argumentan sólidamente
que la mente funciona como una navaja suiza, y que “debería estar constituida por
múltiples módulos mentales ricos en contenido, cada uno de ellos adaptado para
resolver un problema concreto en la vida de los cazadores-recolectores del Pleistoceno”
y su lógica y argumentos parecen sólidos, sin embargo desde los catedráticos de
Cambridge hasta la niña nos demuestran que no parece plausible. “A mi modo de ver, el
mayor obstáculo con que se enfrenta la teoría de la mente de Cosmides y Tooby es la
pasión humana por la analogía y la metáfora.”
Como resolución SM propone analizar la mente infantil a partir de los sicólogos
evolutivos.
El desarrollo del niño y los cuatro ámbitos del conocimiento intuitivo
La sicología evolutiva demuestra que –como C&T proponen- los niños nacen con
“módulos mentales ricos en contenido”, es decir, parecen tener “un conocimiento
intuitivo del mundo” especialmente en cuatro aspectos reflejados en su
comportamiento: el lenguaje, la sicología, la física y la biología, y, como afirma SM,
“sus conocimientos intuitivos dentro de cada uno de esos ámbitos parecen estar
directamente relacionados con un modo de vida cazador-recolector muy, muy antiguo
en la prehistoria”.
Sicología intuitiva
A los 3 años los niños ya atribuye estados mentales a otras personas para explicarse su
comportamiento (deseos-creencias). SM afirma que “es imposible” que esta capacidad -
los conceptos y su aplicabilidad de la creencia y el deseo-, se haya desarrollado en sus
primeros estadio de desarrollo por lo que lo atribuye a una estructura sicológica innata,
es decir, “un módulo mental rico en contenido que crea interpretaciones obligadas del
comportamiento humano en términos mentales.”
En los 80s y 90s el desarrollo de la investigación de este módulo de la “teoría de
la mente” a sido profuso y se ha basado en la capacidad de “leer” la mente de los otros,
lo que Humphrey ha llamado la inteligencia social y que propone como una habilidad
adaptativa básica, pues la presión selectiva beneficiaría a aquellos que pudieran prever
la reacción de los otros promoviendo con ello la cohesión social y la transmisión de
conocimiento7.
Biología evolutiva
Se trata de una capacidad intuitiva en los niños (a partir de los 3 años) para atribuir una
esencial diferente entre seres animados e inanimados (p.e. perro con 3 patas). Sumado a
esto, Scott Atran afirma que todas la culturas conocidas comparten ideas de
clasificación del mundo natural como vertebrados, plantas, o clasificación morfológica,
7 En casos como el autismo Alan Leslie propuso que se trataba de una inhabilidad para atribuir estados mentales a los otros, o “ceguera mental”. El hecho de la modularidad explicaría como una inhabilidad en el modulo de la teoría de la mente permita un desarrollo virtuoso de otros módulos.
etc.,8 aún cuando estos elementos no tienen utilidad ni función social. Estos factores -
según SM- solo se pueden explicar a partir de un módulo especializado de “biología
intuitiva”.
El mejor argumento al respecto de este módulo parece ser el caso de una autista
que no podía socializar con humanos pero que intuía “abrumadoramente” el estado de
ánimo de los animales no humanos. Sin duda, esta habilidad fue vital para los
cazadores-recolectores, com dice SM, son “expertos naturalistas, capaces de interpretar
las mas pequeñas claves de su medio y sus implicaciones para localización y
comportamiento de los animales” en este sentido, nuestro autor asevera que su vida
dependía más de la “comprensión de la historia natural” que de su tecnología o fuerza
de trabajo, y en este mismo sentido, la selección natural los favorecería.
Física intuitiva
“Desde muy temprana edad los niños comprenden que los objetos físicos están sujetos a
un conjunto de reglas distinto del que rige para los conceptos mentales y los seres
animados. Parece imposible que hayan adquirido tal conocimiento a partir de su
limitada experiencia del mundo (62,i,u).” Afierma SM que los niños reconocen que la
“esencia” de un objeto depende de su contexto, por ello una caja puede servir para
guardar cosas, o para representar un carro, etc.
“Desde el punto de vista de la evolución, la ventaja de poseer módulos mentales ricos
en contenido para comprender los objetos físicos es obvia. Si utilizáramos ideas
relativas a los seres vivos para pensar los objetos inertes, la vida estaría repleta de
errores.”
El desarrollo de la mente: auge y ocaso de una mentalidad tipo navaja suiza
Las evidencias están a favor de que los niños nacen con gran cantidad de información
sobre el mundo, y esta corresponde a 4 áreas cognitivas: lenguaje sicología, biología y
física, y cada una de estas es definitiva para la supervivencia y por tanto para la
selección de los individuos, por ello jugarían un factor importante en la evolución de la
mente. Sin embargo –dice SM- “esta interpretación no explica toda la mente”, pues
8 A mi parecer todos los ejemplos que da SM al respecto del texto de Atran pueden reducirse a cualidades morfológicas, lo cual no requiere de un módulo especializado en “mundo natural” sino mas bien a un “cerebro visual” que capta regularidades morfológicas así como diferencias.
hemos dicho anteriormente que un niño atribuye a una muñeca inerte atributos de un ser
animado.
La primera infancia:
de una mentalidad generalizada a una constituida por áreas específicas
Los estudios realizados para definir la modularidad de la mente se basan en resultados
con niños de 3 años en adelante, por lo que SM se pregunta ¿qué pasa con la mente
antes de estas edades? La sicóloga evolutiva Patricia Greenfield afirma que la mente de
un niño de dos años no se asemeja en nada a una navaja suiza, sino que más bien
funciona como “un programa general plurifuncional” afirmando que la modularización
de la mente tendría lugar luego de los dos años. Greenfield asevera entonces, que la
mente de un niño de dos años es muy parecida a la de un chimpancé, que usa una
inteligencia general (esto lo seguirá en el cap.5).
El niño: de una mentalidad constituida por áreas específicas a una mentalidad
cognitivamente fluida
En Beyond the modularity (1992), Karmiloff-Smith (KS), “defiende con Greenfield,
que la modularización es producto del desarrollo”, sin embargo, para ella “los módulos
que se desarrollan son hasta cierto punto variables según los distintos contextos
culturales”. KS acepta los conocimientos intuitivos, pero para ella esto es solo “el
inicio” del desarrollo de las áreas cognitivas. “Lo fundamental de las ideas de
Karmiloff-Smith es su convicción de que el contexto cultural en que se desarrolla el
niño desempeña también un rol en la determinación del tipo de área que emerge” debido
específicamente a la plasticidad del cerebro infantil, sugiriendo “que «con el tiempo, se
van seleccionando progresivamente determinados circuitos cerebrales para computar
diferentes áreas específicas”. La propuesta dela mente de KS explicaría por qué “aun
cuando los cazadores-recolectores del Pleistoceno no fueran seguramente grandes
matemáticos -sus vidas no lo necesitaban-, los niños actuales sí pueden desarrollar un
área cognitiva especializada de matemáticas” ya que “en condiciones culturales
propicias, [el conocimiento intuitivo, o la capacidad panhumana para contar (resultado
de nuestra evolución)] puede convertirse en un área de conocimiento matemático
plenamente desarrollada, como concluye efectivamente el psicólogo David Geary”. En
resumidas cuentas para KS la mente del niño si funciona como una navaja suiza, pero
las hojas de esa navaja estarán condicionadas por el contexto cultural. Y una vez que se
ha dado la modularización, los módulos empiezan a trabajar de forma conjunta.
KS llama a este proceso de trabajo conjunto «redescripción representacional»
(RR), que en poca palabras significa que la mente construye ““múltiples
representaciones de conocimientos similares” y por lo tanto “el conocimiento deviene
aplicable a objetivos distintos de aquellos, más específicos, a los que se aplica
normalmente, de modo que pueden forjarse vínculos perceptuales transversales a todas
las áreas”". Ante esto, nos señala SM que
“el modelo de Karmiloff-Smith de desarrollo mental no es un simple modelo por fases.
Cree que hay dos procesos paralelos distintos pero simultáneos: «uno de modularización
progresiva, y otro de progresiva explicitación de las representaciones del conocimiento»
(1994, p. 733).
Por otro lado, los sicólogos evolutivos Susan Carey y Elizabeth Spelke (S&S)
formularon un modelo parecido afirmando que
“la aparición de un «mapa» transversal a todas las áreas es un rasgo fundamental del
desarrollo cognitivo, lo que por lo demás explicaría la diversidad cultural: «Si bien los
niños de todo el mundo comparten un conjunto de sistemas iniciales de conocimiento,
estos sistemas se transforman espontáneamente durante el proceso de desarrollo y
aprendizaje, a medida que niños y adultos construyen, exploran y adoptan "mapas" que
conectan transversalmente los sistemas de conocimiento»
Cómo explicar la creatividad
Las teorías de KS y de S&S abarcan lo que para Fodor son “los rasgos más
característicos y sorprendentes de la mente [a saber] «su no encapsulación, su holismo,
y su pasión por lo analógico»” así mismo Gardner se refería a los procesos mentales
como “complejos de inteligencias funcionando conjuntamente de forma armónica,
prácticamente sin fisuras, para ejecutar intrincadas actividades humanas”.
Margaret Boden (MB) escribe en su libro Creative Mind (1990), que el
pensamiento creativo se da por la “transformación de los espacios conceptuales”, esto
es, “nuevas maneras de procesar el conocimiento ya contenido en la áreas” y cita a
Arthr Koestler, de quien afirmó que ya había explicado la creatividad humana en el año
1964 cuando afirmó que “ésta surgía a partir de «la repentina interconexión de dos
capacidades o matrices de pensamiento previamente no relacionadas entre sí»” .
Por otro lado, Paul Rozin (1976, 1988) (padre de la sicología de la evolución
[evolutionary sycology] junto con Humprey) afirmaba que “los procesos de la evolución
tenían que potenciar la aparición de una serie de módulos en el interior de la mente” que
él identificó como «especializaciones adaptativas» (más tarde reconocidos como
“algoritmos darwinianos”), sin embargo, su gran pregunta era “¿cómo puede
evolucionar la flexibilidad de las conductas?” a lo que respondía a partir de la idea de
que “algún tipo de accesibilidad entre módulos/áreas mentales” así, “el sello distintivo
de la evolución de la inteligencia ... es la aparición de una determinada capacidad
primero en un contexto limitado, para luego extenderse a otras áreas” (66,iii,u), lo que
coincide con los planteamientos de KS.
En este sentido, las ideas de Fodor, Gardner, Karmiloff-Smith, Carey, Spelke y
Rozin descartan el modelo de una mente estrictamente modular, lo cual parece ser
esencial al pensamiento creativo.
Por otro lado, el cognitivista Dan Sperber propone que en realidad el
pensamiento creativo responde a otro módulo, el Módulo de la metarepresentación
(MMR). Y explica SM que
“mientras que los demás módulos de la mente contienen conceptos y
representaciones de cosas, sobre perros y sobre lo que hacen los perros, por ejemplo,
Sperber sugiere que el nuevo módulo sólo contiene «conceptos de conceptos» y
«representaciones de representaciones».”
De manera que el MMR es como un “centro distribuidor” en el que se almacena
información nueva mezclada con información que “no tiene hogar”, por ello puede
“mezclarse de formas extrañas”.
Ahora, la cuestión más allá de si existe o no este centro distribuidor, la pregunta
importante que hace SM es ¿cómo se las ha ingeniado la evolución para lograr la
permeabilidad de nuestras áreas cognitivas?, y de nuevo, nos dice que para responder a
ello “hay que conocer la prehistoria de la mente”. En este punto SM hace una
observación relevante: nos dice que podemos crear “conceptos erráticos y absurdos”
pero casi siempre somos capaces de diferenciarlos del mundo real. Ahora, la cuestión
es, ¿porque habría de evolucionar esta capacidad para crear conceptos erráticos?
Para el modelo de la navaja suiza tal pregunta resulta irrelevante, pues la navaja
suiza no contempla las ideas erráticas ni los “pensamientos creativos”. Tenemos
entonces que ni el modelo de esponja, ni el computacional, ni el de la navaja encajan
con nuestra experiencia y conocimiento de la mente. Por tanto, SM propone lograr un
concilio entre la propuesta del “centro de distribución” (clearing house) de KS, Carey,
Spelke y Sperber con las ideas modulares de C&T, viéndolas a partir de su contexto
evolutivo. Este marco será presentado en el siguiente capítulo.
Observaciones:
A mi parecer, la pregunta de fondo con la que el autor concluye este capítulo (¿porque
habría de evolucionar esta capacidad para crear conceptos erráticos?) apunta a la
funcionalidad evolutiva de la ficción, y creo que la respuesta se encuentra en la función
social y biológica, y por tanto evolutiva, del juego (juegos de “make-believe”> Currie).