cuando lo haces de corazn; Esa es la verdadera forma de abrir Consciencia18 abril, 2006LaksmiLakshmi es la diosa hind de la buena fortuna, de la felicidad y de la belleza. Ella emergi de un ocano de amrita (nctar divino). Usualmente se la representa con cuatro manos, en dos de ellas sostiene flores de loto y en las otras dos ella ofrece el regalo del bienestar y de la prosperidad. En ella se materializa el ideal femenino de la belleza. Es una bella joven con su largo y negro cabello, brillante y suelto, vestida con un sari carmes con los bordes dorados. Si bien a Lakshmi se le representa definitivamente como a una joven esposa. Es la consorte de Vishnu, ella lleva la tilaka roja de la mujer casada sobre la frente y quizs tambin el polvo rojo llamado kum-kum en la raya del pelo; adems de las diversas piezas de joyera: collares, brazaletes, tobilleras, pendientes y, por supuesto, el aro en la nariz con incrustacin. Lakshmi est sentada sobre una enorme flor de loto, generalmente rosa o blanca.Imgenes y pinturas de Lakshmi se encuentran tambin en el hogar. Lakshmi es probablemente la divinidad del hogar ms popular en la India. A la buena esposa se le llama Lakshmi. Si una mujer es alegre y trabajadora, si es buena cocinera, ama de casa y madre; y si los asuntos de su marido prosperan, entonces le dirn a ste sus amigos: tu mujer es una verdadera Lakshmi o la diosa de la fortuna seguramente ha entrado en tu casa - en otras palabras, tu mujer te ha trado suerte.

Aparte de estas manifestaciones populares, el simbolismo de Lakshmi es mucho ms profundo. En su iconografa se la representa de pie o sentada sobre una flor de loto, que significa pureza espiritual. Segn los grandes Yoguis si no estamos afianzados en la pureza interior no podemos disfrutar del don que Lakshmi representa: el tesoro espiritual de la iluminacin. Es por esto que es la divinidad central del Dpavali o fiesta de la luz, la luz infinita del alma, la luz que disipa la oscuridad de la ignorancia, la luz que aclara el camino hacia la autorrealizacin, que es la fortuna ms grande a la que podemos aspirar, la paz interior.