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LABOREMVoz del Movimiento de Trabajadores Cristianos/Cuba

Promover la dignidad, devolver la esperanza, tejiendo nuevas solidaridadesJulio-septiembre 2013

¿Ser o no ser?No da igual

El consumidor tiene la palabra

(Página 4) (Páginas 14)

FE Y JUSTICIA SOCIAL(Página 3)

LABOREM Boletín de información y orientación del Movimiento de Trabajadores Cristianos de la Arquidiócesis de La Habana.Año 13 No. 47, julio-septiembre de 2013. E-mail: [email protected]. Web: www.arquidiocesisdelahabana.org

Se permite la reproducción total o parcial de los trabajos, siempre que se cite la fuente.

Una opiniónPara ese entonces ¿quedará fe en este mundo?

Por SABINO HALIM

Una persona no es sabia porque conozca mucho del mal, eso solo la convertirá

en un ser muy malo. Si una persona al mirar a su historia se da cuenta de todo el daño hecho sobre ella desde que nació hasta la actualidad, si no es capaz de ver a Dios restaurando y re-sucitando donde hubo maldad y muerte, sólo tiene dos opciones, o se vuelve loca, o se con-vierta en un ser muy malo, para vengarse de la humanidad (P. Urpiano, S.J. EE. CEPA 2012). Para que haya justicia social tienen que existir hombres justos y para ello tienen que ser sa-bios para impartir justicia con sabiduría. Yo no veo forma de impartir justicia si los que la im-parten no se sienten redimidos, liberados. Un corazón atormentado lo único que será capaz de generar es tormento. Las guerras, los terro-rismos, los traficantes de armas, las indiferen-cias sociales, los abusos de poder, los salarios explotadores, la corrupción, el abuso de géne-ro, e infantil... todos se cocinan en una misma olla con el fuego del infierno. La falta de fe.

La sociedad actual ha perdido el faro. Pro-ducto de la ruptura de las familias la imagen de Dios se hace incognoscible, al no haber sa-boreado a plenitud a sus papás terrenales no tienen referencia para conocer y amar al Papá Dios. Se anda por el mundo como locos buscan-do algo o alguien que se necesita para poder vi-vir y no saben que es, pero lo perciben. El caos que esto genera se hace evidente, desprecio de la vida (coches bomba, kamikazes, eutanasia, abortos, libertinaje sexual, productivismo, con-sumismo y otros ismos). Todo esto no como una opción individual sino como una “cultura de la muerte”.

Y ante todo esto ¿cómo quedamos noso-tros? Pues bien no tan lejos de esta realidad, que nos involucra a todos, creyentes o ateos, pues aunque nos las demos de “creyentes”, por nuestra forma de actuar dejamos mucho que desear: “angustia porque se fue el agua”, “tris-teza porque se nos va de la mano todo lo que nos hacía sentir seguros: salario, salud, familia, bienes comunales, migración de seres queri-dos”. Nuestro primer deseo, evadirnos, jóve-nes y adultos. Sólo piensan en escapar, y buscar el paraíso allá afuera.

La única forma de salir de este caos es en-contrarnos con ese alguien o algo que percibi-mos pero que se nos esconde; como aquel juego que jugábamos cuando niños, para que noso-tros podamos dar con Él, poco a poco sin asus-tarnos no vaya a suceder que nos muramos del susto como les sucedía a nuestros hermanos del Antiguo Testamento. Pero para eso hay que tener deseos de jugar el juego, hay que involu-crarse hasta el cuello, hay que dejar de tener miedo al compromiso que esto implica y ensu-ciarnos, arañarnos y hasta dejarnos morder a veces, como diría el Santo Padre Francisco oler a ovejas, para que estas puedan reconocernos. No busquemos la justicia social mirando hacia la punta de la pirámide, pues hasta ahora en el mundo pocas veces ha venido de ahí. Esta co-mienza por ti, por mí, por el que tienes al lado, haciendo nosotros justicia, ya se habrá comen-zado a desarrollar la justicia social. Pero como dijo el Mesías: ¿Habrá todavía fe en la tierra? ¿Qué tú crees?

Que Jesús y María nos acompañen en este empeño, para mayor gloria de Dios. Amén.

¿Dios no les hará justicia a sus elegidos, si claman a Él día y noche?… ¿pero cuándo el Hijo del hombre venga? ¿Hallará fe en la tierra? Lc18, 6-8

3Julio-septiembre 2013 LABOREM

que lo que reciben y otros recibirán más que lo que dan.

Para realizar en la práctica estas acti-tudes se requiere una mística o motor que mueva a trabajar por la justicia social y el bien común, a veces en medio de la desidia, el descrédito y aun la burla y el desprecio, incluso la persecución.

El que trabaja honestamente, tarde o temprano, sufrirá persecución, nos ha re-cordado hace unos meses el Papa Francis-co. Pero ya Jesucristo nos dijo: No tengan miedo. Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo (Mt 28,20). Y en la Eucaristía podemos percibir esa fuerza y la presencia de su Espíritu.

“Algunos quizás te van a perseguir en nosotros, Señor. Os perseguirán creyendo hacer un obsequio agradable a Dios, porque no te conocen (Jn 16,2). Nos aguardan días difíciles, pero que no desaparezca el deseo de servirte en mis hermanos, formándote un pueblo santo, negándome a mí por ellos.

En beneficio de ellos te pido, Señor, que no dejéis se calme en mí el hambre y la sed de justicia, y que ponga más alto que el ni-vel de mi egoísmo el deseo de formaros un Pueblo Santo.

Y para ello, Dios mío, fundirme contigo, ser uno contigo. Tú me enseñas el camino: el misterio del agua y el vino. Ser como el agua que se pierde en Ti”. (San Alberto Hur-tado, que se refiere a las gotitas de agua que se echan en el cáliz junto con el vino en el ofertorio de la misa cuyo sentido es que la humanidad participe de la divinidad de Jesucristo).

Página del asesor

Aunque la justicia social es un tema de mucha discusión, para nuestro propósito puede servir-

nos lo que dice el Catecismo de la Iglesia Ca-tólica: “La sociedad asegura la justicia social procurando las condiciones que permitan a las asociaciones y a los individuos obtener lo que les es debido” (Nº 1943).

Es decir que todo ser humano por el he-cho de serlo tiene una dignidad y unos dere-chos y por lo tanto debe tener todas las po-sibilidades de realización como ser humano en todas las fases de su existencia.

El tema de la justicia social está muy uni-do al del bien común que se debe procurar y beneficiar a todas las personas y abarca to-das las facetas de la vida y muy en particular la economía como nos dice el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia: “Las legíti-mas exigencias de la eficiencia económica deben armonizarse mejor con las de la par-ticipación política y de la justicia social” (Nº 564).

Aun sin querer aplicar mecánicamente el mensaje evangélico a nuestras situaciones actuales podemos intuir lo que es la justi-cia social en la parábola o comparación que Jesús hace con el ejemplo de los obreros llamados a distintas horas del día a trabajar en la viña (Mt 20,16). Al final todos reciben lo mismo, tanto los que están desde la pri-mera hora de la mañana y han aguantado el peso del día y del calor, como los que han trabajado sólo una hora al final de la tarde. Todos reciben una moneda de plata. Por eso protestan los primeros. Pero se les paga de acuerdo a sus necesidades no tanto por lo que han trabajado.

De ahí que, cuando se trata de la justicia social y del bien común, unos darán más

Fe y justiciaPor P. MARTIRIÁN MARBÁN, hc

Asesor eclesial del MTC


Mística de la acción

El consumidor tiene la palabratablilla además del filete de claria y tenca se ofertaba: rubirrubia, después de algu-nas personas pude comprar 2 kilos. Es cierto que con el entusiasmo eché de menos el fuerte olor del sitio, adju-dicándoselo a la poca higie-ne por la escasez de agua… Pero cuando llegué a la casa se seguía notando un fuer-te olor próximo a la fetidez; ¡cuánta desilusión al perca-tarme que el pescado, tan necesario para mi alimenta-ción, me lo habían vendido en mal estado!

No les niego que primero pensé en votarlo a la basu-ra, inclusive el pesimismo quería hacerme su presa: “no me van a aceptar la re-clamación” y “es lejos, ¿vol-ver a caminar el tramo?” Aunque de súbito algo me dijo muy adentro: “sólo, por hoy” recordando el es-logan de la AA. Sin esperar ni un minuto salí a reclamar mi derecho, “oye”, me dijo la familia, “que no te pase como el hombre del cuento del gato…”

Reclamar con respeto abre las puertas, esperé unos instantes hasta que quedó solo el joven dependiente

Con este título se desarrolló la primera ex-periencia de

“Mercado Solidario”, auspi-ciada por el MTC.Cuba, y que contó con la participación de los Grupos de Base y varios invitados al Taller de Eco-nomía Solidaria, celebrado recientemente en el Hogar San Rafael, de la barriada de Santa Felicia, evento imple-mentado dentro del progra-ma de la Jornada Social P. Alberto Hurtado 2013.

La oferta de productos artesanales, alimentos… te-nía como fin contribuir con la recaudación de fondo para mantener el Proyecto “El Ta-ller de Nazaret”, que facilita el Movimiento a favor de la promoción del valor de la la-boriosidad, la solidaridad, el servicio… entre los niños y adolescentes. Y a razón de esto me propongo comen-tarles un hecho de vida que tuvo lugar en los días re-ciente a la cita.

Regresaba del trabajo, en hora no acostumbrada porque era temprano en la tarde y por consiguiente en-contré “la pescadería” abier-ta y para mi alegría en la

Por JULIÁN RIGAU BACALLAO

en el mostrador: “Mira, este pescado está podrido” el Jefe lo confirmó y mi dine-ro fue devuelto íntegramen-te, sin discusión ni gritería: “¿Por qué lo hacen? El silen-cio fue su respuesta. Y mi regreso lamentando el mal servicio y preguntándome: “¿Cuántos habrán regresado a reclamar”? lo desconozco, pero di un paso adelante y por eso lo manifiesto aquí: “el consumidor tiene la pa-labra” quizás en el resto del mundo se utilice en las cam-pañas para protestar contra los abusos y despidos de las transnacionales, en la Cuba de hoy podemos comenzar con no aceptar el latrocinio en los precios, el fraude en el peso de los productos ra-cionados o no, la oferta de la mercancía en mal esta-do… “Pidamos al Señor, que mande ‘santos’ obreros a su Viña…”.


PROFETAS SOCIALES DEL SIGLO XX

ReveRendodesmond tutu

nacido en Sudáfrica, el 7 de oc-tubre de 1931, en la población sudafricana de Klerksdorp. A los

12 años emigra a Johannesburgo junto a su familia. Aunque su vocación era ser médi-co orientó su educación a la enseñanza, li-cenciándose en 1953 en el Colegio Normal Bantú, de Pretoria. En 1957, siendo profesor de Secundaria, renuncia de su cargo, denunciando la pre-cariedad de la enseñanza para los jóvenes sudafrica-nos negros.

En 1960 es ordenado Sacerdote Anglicano en In-glaterra, donde cursa estu-dios de teología. En el año 1972 es designado Vicedi-rector del Fondo Teológico de Educación del Consejo Mundial de Iglesias. Fue ordenado de Obispo de la Iglesia de la Provincia de África Meridional, en el año 1975, primero en su historia. Al siguiente tomó parte activa en una revuel-ta masiva nacional contra el Apartheid, dan-do soporte al boicot económico internacional contra su país. El 15 de octubre de 1984 fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz, por su constante lucha contra la segregación racial. En 1986 es nombrado Arzobispo en la Ciudad del Cabo, convirtiéndose en el pri-mer sudafricano negro en ser elegido y orde-nado como Arzobispo Anglicano.

En 1996, tras el fin oficial de la Políti-ca de Apartheid fue nombrado Director de la Comisión para la Verdad y la Reconcilia-ción creada por el recién electo Presidente de Sudáfrica Nelson Mandela. Formó parte de las 18 Personalidades Mundiales que die-ron apoyo a la Alianza de Civilizaciones. Fue

miembro de la Coordina-ción Internacional para el Decenio de la No Violencia y de la Paz.

Abogó constantemente por la reconciliación en-tre todos los grupos im-plicados en el apartheid, denunció constantemente al gobierno blanco mino-ritario por su política ra-cista contra la mayoría de la población negra, pero también condenó a los grupos “antiapartheid” que efectuaban o propicia-ban actuaciones violentas y terroristas, como el Con-greso Nacional Africano y diversos grupos de extre-ma izquierda.

El 22 de Julio de 2010 anunció que se retiraba de la vida pública. Sus últimas apa-riciones, fueron durante la Inauguración de la XIX Copa FIFA del Mundo Sudáfrica 2010 y la gala de entrega del Balón de Oro 2010.

Por MARíA JOSEFA CHIANG

Recopilado de Wikipedia y encarta.


La frase final del título de este modesto escri-to está asociada

al hermano Carlos de Fou-could, hombre consagrado al Único Bien Seguro y Eterno, conviviente con los pobres del desierto en un pueblo del norte africano, caracterizado por una cultura no cristiana. Entre aquellos hombres y mujeres el hermano Carlos, presentó a Jesús de Naza-ret en su justa dimensión, verdadero hombre y verda-dero Dios, evitándose así alguna peligrosa despropor-ción, léase deslizamientos y desvíos.

En el desierto pasó una buena parte de su vida reco-nociendo en el mismo su Na-zaret, allí experimentó sole-dad, abandono, incomunica-ción, enfermedad, tristeza, hasta la muerte física... todo era parte del seguimiento al Verbo hecho carne.

Cuando leí las primeras referencias a Carlos de Fou-

could tras haber conocido a los Hermanitos que se esta-blecieron en Cuba, a media-dos de la década del 60 del siglo pasado, descubrí como rasgos significativos de su espiritualidad:

Encarnación, como me-dio de vivir el cristianismo.

_Ecumenismo audaz, que reconoce y proclama que la salvación no depende de la denominación eclesial o re-ligiosa a la cual pertenezcas.

Trabajadores, volvamosal Evangelio

Por RICARDO FERRER REYES

Hermano Carlos de Foucould


Centralidad eucarística, el Hno. pasaba horas delan-te de Jesús sacramentado en silencio, allá en una pobre choza en el desierto.

_Conocer al prójimo, siendo uno más para recono-cerlo como hermano y Jesús de Nazaret asociado a éste.

_ Trabajar con sus manos propias como el Nazareno, como cualquiera de los mi-llones de nazarenos de ahora y entonces.

_ Solidaridad, son desins-talantes las frases del Hno., cuando convive como uno más en el desierto y expresa: “Al verme se debe decir: ya que este hombre es tan bue-no, su religión debe ser bue-na”, “si así es el servidor, ¿cómo será el maestro”. Se trata de evangelizar desde actitudes concretas de vida, ya sea en el trabajo, convi-vencia ordinaria, amistad, acogida, tolerancia, alegría...

_El hermano Car-los era sacerdote y sien-do como fue y amando como amó, inaugura en la contemporaneidad una nue-va y genuina forma de ser presbítero y ser Iglesia. Creo en sus palabras, “mi aposto-lado debe ser el de la bon-dad”, resumen este punto y mucha luz dan al sacerdocio del trabajo, cuya dignidad y alcance no se puede obviar por nada ni nadie. Piénsen-se cómo cada día miles de manos celebran esa liturgia

mayor, transformadora de la tierra y la sociedad, el traba-jo; el trabajador puede ser sacerdote, puede ser cuando actúa consciente de sí y de lo que hace, mas, pontífice, es decir puente de solidari-dad e intercrecimiento. En esto el Hno. Carlos fue y es paradigma.

Sabemos que las malas políticas secuestran la dig-nidad del trabajo y del tra-bajador, para nosotros los cristianos el Evangelio evan-geliza el trabajo, y este des-de la dignidad recuperada es un medio de aquel, cuando el Hno. nos dijo: “Si no vi-vimos el Evangelio, Jesús no vive en nosotros”, nos está invitando, Jesucristo nos lla-ma a que nuestro trabajo lo saquemos a una dimensión superior, la que el Dios de la Biblia le otorgó desde un inicio, pero reitero, formal, las formas inicuas, de suyo corruptoras conspiraron contra el valor intrínseco del trabajo, de forma tal que cuando el hombre ve su fru-to, siente pena por no poder decir junto con su Creador: “Vio ser bueno”, pero si el Evangelio vive en nuestra faena, Jesús vive en nuestro ser de trabajadores, recor-demos lo que Él mismo nos dice: “El Padre y yo siempre estamos trabajando”.

Creemos en la gracia, podemos como trabajadores hacer que las cosas pasen

y pasarán, y sin ruidos es-truendosos así terminará de instaurarse el Reino de Dios.

“En una palabra, en todo... como Jesús en Naza-ret”, diría el hermano Car-los, aplicando esto a nues-tro mundo del trabajo, en el cual somos protagonistas, de solidaridad y alegría, li-bertad y decisión, disposi-ción y audacia, comunión y fraternidad...

José Martí dijo: “La ver-dad una vez despierta no vuelve a dormirse”. Carlos de Foucould es un signo de la verdad del Reino, por lo que no duerme. Un Herma-nito de Jesús, expresó un día: “La figura de Carlos de Foucould es imborrable en la Iglesia”, agrego: “y en el mundo”.

Carlos de Foucauld en 1902, fo-tografiado junto con esclavos que acababa de comprar para de inme-diato liberarlos.(Tomado de Wikipedia)


Desde el mismo centro

DECLARACIÓN FINAL DEL SEMINARIO INTERNACIONAL Y DE LA ASAMBLEA

GENERAL DEL MOVIMIENTO MUNDIAL DE TRABAJADORES CRISTIANOS

(PRIMERA PARTE)

Bajo el lema “Construyamos una sociedad justa, fraternal y sostenible” se han realizado

en Haltern am See del 17 al 24 de Julio de 2013 el Seminario Internacional y la Asamblea General del Movimiento Mun-dial de Trabajadores Cristianos (MMTC). Han sido 8 días de encuentro, de com-partir la vida, de intensos momentos de intercambios y debates, vividos desde una auténtica solidaridad y fraternidad por 163 delegados y delegadas de 44 movimientos nacionales presentes en los continentes África, América, Asia y Europa, rompiendo cualquier barrera de lengua, raza o cultura. El trabajo reali-zado en los grupos ha posibilitado: com-partir a nivel mundial la situación actual de los derechos sociales de los trabaja-dores y trabajadoras, tomar conciencia

World Movement of Christian Workers Mouvement Mondial des Travailleurs Chrétiens Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos

Weltbewegung Christlicher Arbeitnehmer

de cómo son vulnerados sistemática-mente, iluminar esta realidad desde el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia y formular unas pistas de acción a nivel internacional. Todo esto ha per-mitido que los delegados presenten su vida y la de sus movimientos, descubran otras realidades, analisen problemas co-munes y se comprometan a llevar a cabo algunas acciones.

I. VER: RETROCESO DE LOS DERE-CHOS SOCIALES DE LOS TRABAJA-DORES EN UN CONTEXTO DE CRISIS MUNDIAL

La exposición de las situaciones por parte de los diferentes delegados nos muestra una realidad donde se cons-tata el sufrimiento de muchas familias trabajadoras en todos los continentes. Una humanidad que sufre dolor porque


los derechos más fundamentales no son respetados. Así hemos constatado que esta crisis económica y financiera ha provocado: La pérdida de derechos so-ciales que ya habían sido ganados. Un aumento del desempleo y una precari-zación de este, trabajadores inmigrantes en situaciones de esclavitud, emplea-das de hogar en todo el mundo que no son reconocidas como trabajadoras, con sueldos míseros y jornadas de trabajo interminables, jóvenes que no pueden construir un futuro por no tener oportu-nidades laborales.

Millones de trabajadores carecen de seguridad social y/o de una protección social adecuada. Especialmente alar-mante es la falta de asistencia médica de personas inmigrantes en situación de ilegalidad, o la generación de trabaja-dores que cuando acaban su período de jubilación están mal viviendo con pen-siones miserables. También una crecien-te privatización de los servicios públicos como la salud, educación, la asistencia jurídica.

Hemos compartido que estas situa-ciones están provocadas por: UN MO-DELO ECONOMICO CONTRARIO A LOS DERECHOS SOCIALES que supone una mercantiliza-ción de los trabajadores y de la vida social, y un domino de la economía financiera sobre la economía productiva. Es un modelo que absorbe los recur-sos necesarios para dedicarlos a la rentabilidad económica de unos pocos, sin control social y político.

UNA POLíTICA SIN SEN-TIDO DE LA JUSTICIA Y LA FRATERNIDAD.

Se constata una pérdida de poder de la sociedad civil, una pérdida de partici-pación y decisión sobres los asuntos más fundamentales de nuestra vida social y familiar. Una política que ha puesto en primer lugar el afán de la acumulación de riquezas, que no solo pone en ries-go a miles de trabajadores sino también los recursos naturales de nuestro pla-neta. La acción política orientada ha-cia el bien común ha desaparecido y en ella se ha instalado la inmoralidad y la deshumanización.

UNA CULTURA SOCIAL CONTRARIA A LA FRATERNIDAD Y A LA SOLIDA-RIDAD, porque se fundamenta en rela-ciones humanas individualistas y consu-mistas y provoca miedo e indiferencia ante los acontecimientos de la vida y el sufrimiento de las personas, que nos pa-raliza haciéndonos creer que no existen alternativas. Una cultura que nos hace que parezca normal lo que es inmoral y que ha debilitado profundamente en nuestra sociedad el sentido de justicia, del bien común y del destino universal de los bienes. Es una cultura que debi-lita profundamente el reconocimiento práctico de los derechos sociales.


Si me contaras...

Una temática impostergable es la experiencia laboral de un trabajo tan polémico como es conducir un bicitaxi, ya sea

arrendado o propio. Para iluminarnos sobre ello, permítanme presentarles a Michel.

¿miche, quién eres tú?Soy un joven Licenciado en Informática,

tengo 31 años, de ellos más o menos cin-co como “bicitaxista”, soy casado y vivo en un apartamentico que me regaló mi abuelo; mi papá es profesor y mi mamá Técnico en Economía.

Háblanos qué hacías antes y qué te im-pulsó a abandonar tu profesión para mane-jar un bicitaxi.

Desde el 2003 hasta el 2008 estuve tra-bajando en distintas cosas entre ellas en un Joven Club de Computación, y en cultura. Trabajos muy buenos y que me confortaban, pero no podía mantenerme y menos a mi familia. Con la ayuda de mi suegra obtuve la posibilidad de manejar el bicitaxi, lo hice para probar. El primer día recaudé lo mis-mo que con 15 en mi profesión. No lo pensé más, y aquí estoy.

¿Cuáles consideras sean las debilidades y fortalezas principales del bicitaxeo?

Bueno como debilidades, podemos relacionar:

La mala imagen del bicitaxista, que no es la generalidad.

Acoso de los inspectores, muchos corruptos.

Peligrosidad en la vía, afecciones a la sa-lud a largo plazo.

Poco reconocimiento social, con cierta dosis de desamparo.

No promueve el desarrollo social ni inte-lectual, más bien se va perdiendo.

Y entre las fortalezas:Es un trabajo diría yo en estos momentos

con un gran impacto social, pues hacemos función de ambulancias, vehículo de carga, transporte de personal…

Si se detienen los bicitaxis, ¿cuántas ac-tividades importantes se verían detenidas?

Ahorro sustancial de petróleo por con-cepto de transporte, que debe ascender a varios miles de galones.

Brinda una posibilidad honesta de ganar-se la vida ante la precariedad de los puestos de trabajo y el desempleo.

¿Cómo se podría mejorar la vida del bici-taxista y contribuir a cambiar la imagen que se tiene de éste?

Con tantas bondades que ofrece este gremio a la sociedad, el gobierno debe im-plementar una política para darles atención, tales como buscar medios para subsidiar la adquisición de gomas, piezas de repues-to, fomentar la creación de sindicatos en el área, propiciar cursos de superación y hacer un trabajo social dirigido a superar los vicios que pudieran tener algunos miembros de este sector laboral. También pudieran ayu-dar las distintas organizaciones de la socie-dad civil como son las Iglesias, Logias y las organizaciones de masas.

Gracias miche, y que dios te bendiga.

Conversando con un bicitaxistaGrupo de Base

Padre Edelman Nogueira


Del Evangelio Social

La dimensión política de la fedesde la opción por los pobres

La dimensión política de la fe no es otra cosa que la respuesta de la Iglesia a las exigencias del mundo real socio-político en que vive la Iglesia. Lo que hemos redescubierto es que esa exigencia es primaria para la fe y que la Iglesia no pue-

de desentenderse de ella. No se trata de que la Iglesia se considere a sí misma como institución política que entra en competencia con otras instancias políticas, ni que posea unos mecanismos políticos propios; ni mucho menos se trata de que nuestra Iglesia desee un liderazgo políti-co. Se trata de algo más profundo y evangélico; se trata de la verdadera opción por los pobres, de encarnarse en su mundo, de anunciarles una buena noticia, de darles una esperanza, de animarles a una praxis libe-radora, de defender su causa y de participar en su destino. Esta opción de la Iglesia por los pobres es la que explica la dimensión política de su fe en sus raíces y rasgos más fundamentales. Porque ha optado por los pobres reales y no ficticios, porque ha optado por los realmente oprimi-dos y reprimidos, la Iglesia vive en el mundo de lo político y se realiza como Iglesia también a través de lo político. No puede ser de otra mane-ra si es que, como Jesús, se dirige a los pobres...

Fuente:discurso pronunciado por monseñor Arnulfo Romero al recibir el doctorado Honoris Causa, por la universidad de Lovaina, el 2 de febrero de 1980.

(Revista noticias obreras no. 1356, marzo de 2004)


DETENTE. ¡PIENSA!

que “no se puede: ¡o uno u otro! Y esto no es comunismo ¿eh? ¡Esto es Evangelio puro! ¡Estas son las palabras de Jesús!”

Ha explicado que el dinero te ofrece un cierto bienestar al inicio pero que después te sientes algo importante y llega la vanidad. “Y de la vanidad se va a la soberbia, al orgu-llo. Hay tres peldaños: la riqueza, la vanidad y el orgullo”, ha indicado Francisco.

También ha recordado que el demonio toma siempre este camino de tentaciones: “la riqueza, para sentirte suficiente; la va-nidad, para sentirte importante; y, al final, el orgullo, la soberbia: es precisamente su lenguaje, la soberbia”.

Así mismo, ha señalado que “cuando uno hace una acción por el dinero” se peca con-tra el primer mandamiento “pecas de ido-latría” porque “el dinero se convierte en tu ídolo y le das culto”.

Para finalizar ha recordado las palabras de San Pablo que dice que se debe tender “a la justicia, a la piedad, a la fe, a la cari-dad”, y también “a la paciencia”, “contra la vanidad y el orgullo” y “a la humildad”. Por eso, Francisco ha afirmado que este es “el camino de Dios, no el del poder idolátrico que puede darte el dinero”.

(Fuente: Radio vaticana)

CIUDAD DEL VATICANO, 20 de septiem-bre de 2013 (Zenit.org) - En la homilía de esta mañana en la Casa de Santa Marta, el Santo Padre ha subrayado que el dinero en-ferma el pensamiento y la fe y nos hace ir por otro camino. Y ha recordado que la ido-latría al dinero esconde males como la vani-dad y el orgullo que nos hacen “maniacos de cuestiones ociosas”.

Francisco ha afirmado que “no se puede servir a Dios y al dinero” y ha desarrollado su homilía tomando las palabras de San Pa-blo sobre la relación entre “el camino de Je-sucristo y el dinero”. Por eso, el Santo Padre ha indicado que hay algo “en la actitud de amor hacia el dinero que nos aleja de Dios”. Es más, ha dicho, “la codicia del dinero, de hecho, es la raíz de todos los males”.

Ha continuado en su homilía explicando que “el dinero también enferma el pensa-miento y la fe y la hace ir por otro camino. Estas palabras ociosas, discusiones inúti-les... Y va más adelante... Esto da lugar a las envidias, las peleas, las calumnias, las malas sospechas, los conflictos de hombres corrup-tos en la mente y privados de la verdad, que consideran la religión como fuente de in-gresos. “Yo soy católico, voy a misa, porque eso me da un status. Me miran bien... Pero por debajo hago mis negocios ¿no?, amo el dinero’. Y aquí dice una palabra, que la en-contramos muy frecuentemente en los pe-riódicos: ‘Hombres corruptos en la mente”. ¡El dinero corrompe! No hay salida”, aseveró el Santo Padre.

Por eso, Francisco señala que “no se pue-de servir a Dios y al dinero” y ha reiterado

“no se puede servira dios y al dinero”

Cancha Libre


el padre Mariano se desempeñó como asesor de nuestro movi-miento durante 13 años. Te-

nía como principio de dirección que el po-der de decisión era nuestro, y para esto dejaba en plena libertad a sus miembros. Nunca impuso sus criterios, era abierto al debate, más bien era un gran incitador al diálogo y a la discusión inteligente y crítica.

Cuando el Padre Mariano se entera que aquí en Cuba existía el movimiento de trabajadores cristianos, la organización más laical de Cuba, nos contacta y nos pregunta sobre nuestro funcionamiento y nuestros valores con mucha curiosidad, mostrando cierto aire de despistado. En rea-lidad quería descubrir la experiencia nuestra, conocer los detalles del movimiento para integrarse a él con esa capacidad de

Cancha Libre

Padre Mariano Arroyo, año 4inculturación que lo ca-racterizaba, y que lo hizo en Chile ser chile-no, y en Cuba, ser un cubano auténtico. De-cía siempre “nosotros los cubanos” y “nuestro pueblo”.

Hablaba con tono dulce, pero con la au-toridad de los hombres verdaderos, sin miedo a entregarse al otro, por diferente que fuera. Es por eso que todos lo respetaban, creyentes y no creyentes, católi-cos, protestantes y sin-

créticos. Su preocupación constante por lo social daba testimonio de su amor por el Reino de Dios. Podemos afirmar que la dimensión del Reino, que aunque no ha llega-do definitivamente, “ya está entre ustedes”, inspiraba cada uno de sus actos.

Para el padre Mariano, el militante del movimiento de trabajadores debía parecerse mucho a Jesús. Como en la cristología as-cendente, debíamos partir de su condición sencilla de trabajador manual, para irlo confe-sando como nuestro Señor en el discurrir del camino; poniéndolo en el centro de nuestra vida hasta que ya resultara imposible no dar testimonio de Él en el mundo.

Foto: Lázaro Lorencis


Esto sí es otra historia: residí en una vivienda desde marzo de 1999 hasta julio del 2009, de forma fí-

sica y permanente, sin interrupción, como estipula la ley. Tenía una vida normal de ciudadano cubano: guardias, cotizaciones y trabajos voluntarios por el CDR, rendición de cuentas, votación y elección con el Poder Popular, ley ¿qué ley? Para los infelices no hay ley, ni consideración y esto no es absur-do pues para la Dirección Municipal de la Vi-vienda de Diez de Octubre la justificación de mi desalojo fue que no había residido con el ocupante anterior fallecido en el 2005.

El asunto fue así: dos meses antes del desalojo la jefa de zona me reclamó mucho dinero para no molestarme, y al no poseerlo fui expulsado ante las narices de lo agentes de orden público, fui maltratado de palabra y obra y nada pasó. Esto ocurrió el 18 de junio del 2009, fecha inolvidable pues comencé a deambular por la ciudad a cualquier hora del día o de la noche, en cualquier época del año. Los representantes de la ley me dijeron: “reclama”, y esto comencé a hacer desde esa fecha; empezando por la Dirección Munici-pal de la Vivienda hasta el Instituto Nacional de la Vivienda.

Ahora la parte risible. El difunto del año 2005 era yo, o sea, mi número de identidad permanente con el nombre y apellidos pero con letras cambiadas, de lo cual me enteré al solicitar un nuevo documento de identidad al ser asaltado en el parque de G al quedar-me dormido por la extenuación. La reclama-

Cancha Libre

Ser o no ser, no da igualPor ÁNGEL LEóN PÉREZ

ción al Instituto Nacional de la Vivienda la presenté en el organismo provincial el 26 de diciembre de 2012 y en la indagación para saber cómo andaban mis gestiones me res-pondieron que no tenían lugar y la respuesta se había remitido al órgano municipal de la vivienda con fecha 23 de octubre de 2012. Como ven soy un paria en mi país, sin dere-cho alguno a vivir como Dios manda.

Al ser expulsado de 11 No. 509, interior, entre Concepción y San Francisco, Lawton, una hora después, aproximadamente, supe que se vendió...

Esta la triste historia de mi amigo y com-pañero de trabajo Basilio Hernández Almen-dares quien no está muerto, que en cuatro años de duro trasiego por la ciudad no ha faltado a su trabajo ni ha dejado de ser un buen ciudadano aunque el desgaste lo está matando.

Dios ponga su mano y mueva el corazón de estos funcionarios.


Desde muy pequeña, cuando escuchaba a los mayores hablando, decían una frase que se quedó para siempre en

mi memoria “La esperanza es lo último que se pierde”.

Esperanza, una palabra grandiosa, capaz de sostener al mundo. Con el paso del tiempo y según fui creciendo y conociendo la vida, descubrí el nuevo significado que había adoptado la misma. Ya no oía aquella alentadora frase, sino otras más frustrantes ”Ya perdí las ganas de vivir”, “Ya ni esperanza me queda”. La mayoría de las personas estaban viviendo sin lo que parecía imprescindible para poder seguir adelante a pesar de los obstáculos.

El ser humano se debate hoy en día con múltiples problemas. El cubano particularmente tiene una vida de desgaste y muchas veces decide echarse a morir, ver el agua correr porque perdió la esperanza de vivir un poco mejor, de salir de la pobreza, del esfuerzo cotidiano sin un verdadero reconocimiento. Es justo ahí donde pierden lo que realmente importa: las ganas de vivir por encima de todo: la esperanza.

Creo firmemente que la esperanza no se pierde sola, uno decide perderla cuando deja de luchar, cuando olvida que en las pequeñas cosas hay que encontrar la felicidad.

Parece imposible en muchas ocasiones, porque la situación se torna bien complicada, pero sólo ella fusionada con el amor es capaz de transformar la desdicha en dicha, la miseria en riqueza espiritual, los duros

golpes del camino en pruebas vencidas, las tristezas en alegrías.

Esta es la fórmula que existe para una vida llena de paz y armonía. Confiar en nuestro Padre del Cielo es el aliento que nos debe impulsar a recorrer los trayectos más oscuros que aparezcan en nuestro caminar. A su lado todo es posible, sin Él nada. Cuando creas que pierdes la esperanza, háblale a Dios, pon tu corazón en sus manos, entrégale tu alma y verás cuan fuerte te haces para continuar: ¨Todo lo puedo en aquel que me fortalece¨.

El mundo necesita la esperanza, pero no que te sientes a ver como las cosas cambian, sino que luches por mejorarlas.

Ahora tienes dos opciones: Vivir lleno de propósitos, dispuesto a ser el protagonista de tu propia historia, con la fortaleza y el ímpetu para enfrentar los duros golpes sin perder la esperanza o simplemente sentarte a un lado y ver cómo otros siguen cuesta arriba, mientras tú permaneces inerte frente a tus problemas sin solución aparente.

¿Qué decides? ¿Te quedas a un lado o vienes conmigo?

Tú decides

HABLANDO EN JOVEN

Por CLAUDIA MARíA BERNAL MENDOZA

Fe en lo pequeño, Fe en lo poco, Fe en lo anónimo.

De aquí y de allá Con la llegada de octubre, la Jornada Social Padre Alberto Hurtado, habrá

entrado en su recta final.El evento de este año ha estado

impregnado del espíritu de este santo apóstol, toda vez que la tónica, desde el principio, pudo engarzar con el objetivo de la Jornada, o sea, potenciar la conciencia de que podemos y debemos contribuir a la solución de los problemas locales inspirados en la obra del padre Hurtado.

Sin dudas, el filme proyectado el día de inicio de la Jornada, sobre una etapa de la vida del joven Hurtado, dejó una huella en los que allí participaron a tal punto, que todavía andan solicitándolo diferentes grupos del Movimiento y otras personas para verla y debatirla, ese entusiasmo ha marcado esta Jornada.

Por otra parte, la muy bien concebida y recibida novena a san Alberto Hurtado ha tenido su eco no solo entre la militancia del MTC por lo que sería bueno incluirla como una de las herramientas espirituales junto al himno, la oración emetecista y nuestro logo cuando preparemos a nuestros aspirantes.

De conferencias, mercado solidario y otros hablaremos cuando concluya esta Jornada 2013. No muy lejos, en el próximo número. Por ahí nos vemos.

laborem - arquidiócesis de san cristóbal de la...

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