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Periodico rapublicano clandestino que critica al régimen franquista

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La Voz del EstadoUn escrito para todos y para nadie.

Hitler se suicida en su bnquer, con su amante y nueva esposa Eva Braun. Los ltimos fieles cumplen su ltima voluntad ycalcinan sus cuerpos para que los aliados no tengan siquiera sus restos.

EEUU amenaza con destruir las islas japonesas mediante la llamada arma de destruccin masiva, tras el ataque a Pearl Harbour.

Roosevelt cede la presidencia de EEUU a H. Truman, su antiguo vicepresidente, debido a su fin de mandato.

El ministro de economa baja an ms, si cabe, las cartillas de racionamientos.

El Generalsimo inaugura un nuevo embalse.

Apoya al nico partidolegaldel pas, laFalangeEspaolade lasJONS

LAS INJUSTICIAS DEL GOBIERNO FRANQUISTAA da de hoy en este peridico denunciamos al franquismo y a su horrible forma de actuar. Como bien sabemos todos vivimos en una sociedad franquista en la cual nuestros derechos estn anulados o muy mermados y en la cual nos vemos obligados a obedecer a quien no queremos o ir en contra de nuestros ideales solo para poder mantener nuestra vida, este es un hecho penoso. Esta situacin da lugar a sucesos horribles y a tragedias como la que se produjo con el joven Eulalio, que se vio obligado a huir de su pueblo, debido a que no poda expresar sus ideas con tranquilidad, y debido a esto el hombre huy junto con su mujer embarazada a las montaas donde das mas tarde dio luz a un nio, pero debido a las malas condiciones que tenan al no tener a ningn medico con ellos su mujer muri en el parto y el y el nio murieron semanas despus, producindose as otro final trgico mas debido a los mtodos franquistas.

Es obvio quedurante esta poca sufrimos unas constantes crisis personales y familiares debido a la masacre indiscriminada que se produjeron sobre nuestros vecinos, amigos o familiares, simplemente debido a que para los franquistas Espaa no era un buen pas. Aqu podemos observar como este grupo de personas, que no pueden llegar al poder por caminos pacficos, no tuvo ningn sentimiento de culpabilidad ante semejantes barbaridades sino todo lo contrario se alegraban de ganar un territorio aun sabiendo que ellos usabanla fuerza y nosotros no tenamos nada solo nuestro pensamiento.

Tambin vivimos durante estos das el peor castigo que podemos sufrir las personas, la prohibicin de poder expresarnos libremente, hoy en da estamos sufriendo una completa censura y castigo por el simple hecho de expresar nuestros sentimientos, este es un derecho que nunca debera de ser arrebatado, pero no es solo eso sino que nos vemos obligados a someternos a unos ideales que no son ni de lejos los nuestros si no que son unos impuestos por aquellas personas que salvaran Espaa a costa de nuestra censura y castigos. Pero esto no es solo la nica injusticia si no tambin la rabia que nos produce el observar como nosotros somos tratados como esclavos y ellos sin embargo pueden decir libremente sus pensamientos o ideales simplemente porque llegaron al poder sin ser votados por nadie solo con la fuerza. Tambin me atrevo a denunciar a pesar de poder perder lectores o bajo la amenaza de un terrible castigo el trato que se les da hoy en da a las mujeres, no es justo que tengan tanta diferencia entre hombres y mujeres solo por ser diferentes de nosotros, sois igual de validas que nosotros para cualquier situacin o accin, esto es por vosotras no permitis que se siga produciendo esta situacinde discriminacin y opresin de todos los espaoles que no somos afines al rgimen franquista.

Pero aun as todava hay esperanza como pudimos observar en el hecho sucedido en 1939 cuando un capitn del ejrcito nacionalista se rindi ante el bando republicano en nuestra sangrienta guerra civil, debido a que este capitn, el capitn Alegra, tuvo el valor de revelarse ante esta sociedad franquista la cual le obligaba a actuar masacrando al enemigo, el al no compartir este pensamiento prefiri rendirse antes de ir en contra de sus ideales. Este sin duda es un hecho en el cual nos tendramos que fijar todos ya que este es el nico mtodo que tenemos para conseguir que esta sociedad se acabe y derrocar este rgimen franquista.

Crnica de un padre

Habaterminado la guerra, guerra que los fascistas haban ganado. Dos personasandaban por el monte, parecan enamorados y por las caras tambin parecan que huan.En ese momento no haba que ser muy listo para saber de qu o de quien huye alguien.La mujer estaba embaraza, y gritaba, iba a dar a luz. Al rato desaparecieron los gritos,solo se escuchaban los gemidos de un nio que vino al mundo en el peor momentoposible. La mujer no respiraba, estaba plida. El hombre permaneca totalmente inmvil,sino fueraporque lo vi pestaear un par de veces hubiera credo que tambin estabamuerto. Pas bastante tiempo, una hora o incluso dos, cuando el hombre se decidi amoverse, cogi un papel y un lpiz que tena escondido y se puso a escribir. Escribasobre ella, sobre el nio, la guerra y lo que l senta. Pasaba el tiempo y nadie consumanada all. Al fin el hombre se decidi a darle al nio un trapo mojado en leche, cogiendoal nio en sus brazos donde qued dormido. El cadver de la mujer estaba cada damsdescompuesto, cre que nadie querra guardar el recuerdo de un ser querido enese estado. Finalmente la ha enterrado bajo un haya aunque mientras lo haca se hadesmoronado, ha llorado como un nio, impotente, desolado y tristemente sin nadie queal menosintentara consolarle, cosa que no creo que nadie lo lograra, porque yo al menosno conozco persona en el mundo capaz de semejante hazaa. Una gran piedra blancamarcaba la tumba de la mujer.Empieza a entrar el invierno, se dejan ver los primeros copos denieve. Una de las dosvacas que guarda para alimentarse muge, parece enferma y por lo que visto no le daleche desde hace unos das, no entiendo porque no la mata.Ha acabado matando a la vaca enferma, de la cual se estn alimentando y de la vivaaprovechan la leche. Aunque el fro y la nieve aprietan parece que no les va tan mal,incluso me atrevo a decir que se estaba encariando con el nio por lo menos es lo queinterpret en sus ojos cuando lo miraba y cuando le daba la sopa que preparaba, porprimeravez parecan padre e hijo. Ha pasado un da y ha encontrado una cabra devoradapor los lobos, aunque an quedan restos con los que ha hecho una sopa para l y elnio, pero hoy parece que ha vuelto a venirse abajo. Ha tenido la mirada perdida como siestuviera recordando cosas con nostalgia.Est aprendiendo a sobrevivir, ha matado un lobo, cogindole la cabeza con la puertay degollndolo de un hachazo. Cuando se trata de conservar la vida se pierden muyfcilmente los escrpulos.El invierno se encuentraen su momento ms duro, el fro se resulta algo ms queinsoportable y la debilidad se refleja en lo que queda de lo que hubiera sido una bonitafamilia. La vaca tambin da sntomas de debilidad. Cada da la muerte da un paso hacaellos, pero el pequeo parece dispuesto a plantarle cara. El padre parece que lucha mspor alejar la muerte que por acercar la vida. Hoy me ha visto, ha tenido suerte que hesido yo el que me dado cuenta de su presencia y no mi hermano, porque no se que serapeor si morir ah arriba o aqu abajo. Por lo que le llevo viendo prefiere que sea el fro y elhambre los que le arrebaten la vida, que un grupo de fascistas.Cada vez est ms difcil, la nieve los acorrala y el hambre los devora por dentro. El nioenferma, va movindosemenos, el hombre le ha besado, cosa que yo no haba visto entodo este tiempo, aunque a esas alturas no s si eso era la mejor opcin.Estos ltimos das no ha podido escribir, no encontraba su lpiz. Lo buscaba con todaslas pocas fuerzas que le quedaban.Era su nica forma de expresarse, sinceramente, creoque si no fuera por ese lpiz se hubiera vuelto loco hace tiempo. Si no fuera por ese lpizhubiera explotado de todos esos sentimientos; rabia, ira, decepcin, coraje, deseo, rencor,venganza, soledad. Una larga lista en el que hubiramos destacado la melancola yla tristeza de un padre impotente ante una situacin que ninguna persona por miserableque sea merece, pero menos an si es un chaval de dieciocho aos que su nico crimenhaba sido luchar por su libertad mediante el lpiz y el papel.Ha encontrado su lpiz, en su cara se reflejaba una ligera satisfaccin, hubiera sido

demasiado triste para l morir sin poder escribir algo antes. Pasaron unos das deencontrar su lpiz cuando perdi otra cosa, la nica razn que le quedaba para vivir, elnio. Su cara no mostraba expresin alguna, solo se poda ver un hombre rendido, unhombre con miedo, ya que no hay ms miedo que el que se siente cuando ya no sientesnada.Ha pasado algunos das escribiendoen su cuaderno durante horas, escriba siempre lomismo, creo que escriba Rafael. Ha formado una especie de nido junto al nio y se hatumbado abrazado a l, esperando que la muerte pase a recogerlo, cosa que no tardaraen suceder. Tuve la gran curiosidad de que estara pensando en ese momento en el quesaba que la muerte no poda estar ms cerca. Supongo que pensara, como deca JorgeManrique en Coplas por la muerte de su padre:()cmo se pasa la vida,cmo se viene la muertetan callando,cun presto se va el placer,cmo, despus de acordado,da dolor;cmo, a nuestro parecer,cualquiera tiempo pasadofue mejor.Y como este muchsimos lo versos que se le vendran a la cabeza y juntos a ellos lomomentos de su vida.

LOSTRAPOS SUCIOS ACALLADOSERA ESTO NECESARIO?

En estas fechas en que se cumplen varios aos desde la guerra civil, an se oyen resonar los ecos de muerte e injusticia que esta horrible etapa ha dejado a su paso, quedndonos latente un duro sabor de boca atodos aquellos que nos negamos a callar tantas injusticias y atropellos y que somos perseguidos por ello. Me animo a publicar en este peridico en mi espacio semanal con motivo de estas verdades, ecos, murmullos. Rumores de hechos inconcebibles cometidos en la guerra que circulan tmidamente por las esquinas y los callejones, escondidos a ras del suelo, ocultos de aquellos que prohben que se descubran. En este espacio entonces me animo a convertir en denuncias escritas todos estos dbiles rumores, una vezcontrastada su veracidad, para intentar crear conciencia del pas de mentiras y silencio que vivimos as como intentar responder a una pregunta: Realmente fue necesaria la Guerra Civil?

Durante el transcurso de la guerra, solo exista una nica verdad para cada bando, La suya propia en la que los miembros del bando contrario ya no eran personas, sino algo mucho peor cuyo exterminio era bueno y necesario.El bando franquista atac sin reparos como si nada de humanidad restara en sus corazones, frente a lasorpresa de los afines a la repblica, un ejrcito civil.Numerosas barbaridades fueron cometidas en esta etapa. Muertes y exilios de familias que tuvieron que huir por sus ideas y alineamiento, muriendo en el intento , como es el caso de una pareja con unbeb encontrados muertos varios das despus de su fallido intento de huida en el que quedaron olvidados todos sus sueos futuros.Algunos se vieron obligados a fingir por conservar la vida, pues el instinto de conservacin al borde de la muerte es de lomas fuerte. Este es el caso de cierto republicano, Juan Senra que retras su condena a gracias a falsa informacin, renunciando al final a la vida por no seguir mintiendo.Otro caso a destacar es el del capitn Alegra, del ejrcito sublevado, que fue incapaz de seguir formando parte de aquella guerra aun ya estando ganada. El capitn era consciente de que esta victoria no tena ningn mrito pues haba pasado das presenciando una lucha sin sentido contra un ejrcito puramente civil y no soportaba la ideade ser en parte responsable del delito.

El hecho de que, para llegar a enderezar Espaa numerosas vidas hayan acabado y otras tantas se hayan echado a perder, nos hace pensar si realmente esto era lo mejor para el pas, si realmente todas estas desgracias significaban en realidad salvar Espaa. Y si, en el fondo, esa guerra, y todas las guerras, son necesarias.

Andrs Barea, licenciado en filologa hispnica y letras.

Sociedad de 1942

Educacin

Durante la posguerra, la educacin tenia unaspecto estricto. Los profesores, frecuentemente curas tenan sueldos escasos y tenan preferencia para castigar a los nios. Los nios eran obedientes y
humildes, siendo vctimas de una sociedad cuyo modelo se rega por la dictadura franquista y el poderde la Iglesia. En los colegios nios y nias estaban separados: ellas, con su
maestra; ellos, con el maestro. En cambio haba nios de todas las edades, y el profesor tena que atender todos los niveles. Normalmente, cuando eran muchos, los mayores ayudaban a los ms
pequeos. Las nias aprendan a cocinar, bordar, coser, incluso limpiar, algo de que los nios estaban exentos. Los colegios eran mayoritariamente establecidos por la iglesia en donde se obligaba seguir algunas pautas, se requera el uso de ununiforme, se obligaba a saber y cantar ciertos himnos a favor del bando que sali victorioso en la guerra como el Cara al sol, se trabajaban los sbados. En las escuelas, el rgimen establecido obligaba a colocar la foto de Francisco Franco, el caudillo deEspaa, y un crucifijo cristiano a lo alto de la pizarra de cada aula, tambin era frecuente la presencia de un gran retrato de Jos Antonio Primo de Rivera animando a los nios a
ser buenos falangistas:
"El jefe, el camarada Jos Antonio Primo de Rivera, que es vuestro gran amigo, vuestro Maestro, quiere que vosotros seis buenos espaoles y buenos falangistas. Tenis que llevar siempre la camisa azul y pensar que el fusil y el libro, son los ms grandes regalos que pueden hacerse a un espaol".

La violencia que encierran las crticas a la escuela es extrema. As, las autoridades y los idelogos del nuevo rgimen reconocan sin titubear que era necesario exterminar y destruir las ideas
republicanas y a las personas que las haban encarnado o que haban contribuido a su propagacin. Esto desemboca en asesinatos hacia padres que comparten ideales republicanos y la obligada mala educacin a sus hijos que han sido ligeramente influidos por una corriente de
izquierdas. Incluso, en las escuelas a los nios zurdos se les obligaba a escribir con la mano derecha.

El magisterio fue el instrumento para adoctrinar que se serva de los cantos, de los rezos, de los smbolos, de las celebraciones, y de otros rituales escolares que tenan como objetivo, adems de
evidenciar la esttica y el discurso del franquismo, la humillacin y el sometimiento de las posibles voces republicanas. Para realizar esta tarea bastaba con un magisterio obediente que dedicara la mayor parte su energa y trabajo a legitimar el Nuevo Estado.

Seguimiento y ajusticiamiento de republicanos
Conocimos la historia de Ricardo, republicano, esposo y padre el cual se ocultaba a final de la guerra para no ser castigado por el frente franquista. La terrible sensacin de no estar seguro en su propia casale contagiaba, incluso teniendo que ocultarse en un armario durante visitas. Esperaba el momento el cual dejasen de buscarle pero finalmente no pudo ocultarse y terminaron por encontrarlo por lo que recurri al suicidio.
Sin embargo una minora de personasse quedaron y ocultaron en Espaa, los que eran buscados frecuentemente recurran al exilio, gran parte se dirigi a Francia, pero tambin a otros lugares como Latinoamericana, en especial a Mxico, que acogi, entre 1937 y 1942 a unos treinta mil
refugiados.Alejandro Conde Quiroga

Desde Rusia con amor

El pasado sbado nos lleg desde la Unin Sovitica la esperada entrevista que nuestro compaero en dicho pas, realiz a Ricardo Mazo, intelectual, con unahistoria fascinante, donde el suspense, el amor y sobre todo la lucha por la libertad en la actual Espaa franquista no deja de sorprendernos. Ricardo se vio obligado a fingir su propia muerte delante de su mujer e hijos tras pasarse casi un ao escondidoes su propia casa, por miedo a la represin fascista ante sus ideales y escritos. Nuestro compaero Nicols Kalavnicov se ha encargado de realizar la entrevista con todo lujo de detalles.

Nicols:Buenos das, Ricardo. Llevas tan solo un par de das en Mosc y ya eres considerado un hroe en las filas del Partido Comunista Ruso, su hazaa de burla a todo el sistema fascista espaol ha sido sorprendente. Podras contarnos como han sido estos das tras fingir tu muerte en una vivienda hispana?

Ricardo:Buenos das. Como bien has dicho, cuando ese cura sin escrpulos me descubri tuve que poner en prctica mi ltimo recurso, decid saltar desde el ventanal del saln hacia el patio, tres pisos de cada pueden matar a cualquiera, pero todo estaba preparado, rode mi pecho y espalda varias bolsas de sangre de cerdo, enganch mi cuerpo a un mosquetn y este, a su vez, a un cable de electricidad y me dej caer. El cable que ceda por el peso me permiti caer con la fuerza justa y necesaria para romper las bolsasde sangre y parecer que era un suicidio. Estaba seguro de que los vecinos, asustado, se encerraran en sus casas y no veran como me levantaba y corra, dejando atrs la sangre suficiente como para que los policas pensaran, al llegar, que he muerto desangrado o por auto-asfixia pulmonar algunos metros despus.

N:Ingenioso plan, como conseguiste llegar a la URSS?

R:Me puse en contacto con un viejo compaero del partido comunista en la poca de la repblica, l ahora aporta su granito de arena a lacausa falsificando visados y documentacin nacional. As pues en tan solo dos horas tena mi pasaje hacia Alemania en las manos. Me hice pasar por un aviador de la Divisin Cndor herido y repatriado a mi pas con el objetivo de informar de primera mano aHitler de todo lo que ocurra en Espaa. Desde all tomara rumbo a la URSS como enviado del Fhrer para entablar conversaciones pacficas con Stalin y llegar a un fin comn.

N:una historia verdaderamente apasionante, posiblemente imposible si no fuerasla personalidad que eres, cuentanos, Ricardo, ahora que estamos entre camaradas, Cual fue el momento mas difcil del trayecto?

R:Tener que mentir a mi mujer, Elena y a mi hijo. Ver sus caras justo antes de fingir mi muerte me destroz por dentro. Afortunadamente, un grupo de soldados soviticos se han encargado de traerlos al pas sanos y salvo, dentro de un par de das estarn aqu, en Mosc. Otro mal trago lo pas en el aeropuerto de Munich, donde me informaron que Hitler se haba suicidado apenas unosdas antes y que los Aliados haban penetrado hasta las puertas de Berln. Me vi obligado a fingir unas lgrimas de cocodrilo, cuando en mi interior daba gritos de alegra. De haberme delatado, en ese mismo momento, los nazis me habran acribillado a tiros.

N:Una vez a salvo, qu intenciones tienes?

R:Pasar algo de tiempo con mi familia, por fin libres. Cuando decida volver a la accin creo que volver a mi antiguo puesto, algo que los dirigentes rusos ya me han ofrecido, traductor e interprete depersonalidades reconocidas del pas con agentes extranjeros. Este cargo es el que realizaba en la II Repblica, bajo las rdenes de Negrn o Largo Caballero, adems de mis clases en la Universidad de Madrid.

N:Muchas gracias por su tiempo, sus proezas para escapar de los fachas es sumamente reconocida en el pas y pronto lo ser fuera de l, Ricardo.

Nicols Kalavnicoventrevistador prestigioso.

El peso de la culpa

Ha llegado a mis odos una historia que sucedi har ya 3 aos. Al parecer un oficial del aquel entonces ejercito sublevado se rindi al bando republicano,un da antes de la victoria del bando franquista,siendo ya obvia esta .Cuando me entere de dicho suceso, comenc a intentar averiguar los motivos que le llevaron a esta decisin. Tras pensarlo largo y tendido , llegu a algunas conclusiones. Tal vez estuviera cansando de seguir viendo los atropellos y atrocidades de ambos bandos, por desgracia, muchsimo ms comn en el bando franquista. Quizs, se diera cuenta de que la violencia no era la forma de llegar a sus objetivos, que en mi opinin no son los correctos. Tambin es posible que se diera cuenta de que el sistema democrtico, la soberana del pueblo, que no es perfecto ni mucho menos, es mucho mejor que la dictadura quese vea que el bando franquista iba a imponer cuando triunfara, o quizs se diera cuenta de que al menos la repblica al menos intentaba crear un pas ms justo para todos, a diferencia del sistema por el que el luchaba. No apoyo los mtodos ni de los republicanos ni de los sublevados, sino que simplemente me uno al bando republicano, que en estos momentos es el que busca un mundo ms justo para todos, ms humano. Por eso, escribo cada semana en esta publicacin, jugndome la vida, porque quizs, consigaque haya gente que se de cuenta de lo mismo que el capitn Alegra, que esa no era la manera de defender sus ideas, y por ello, decidi rendirse antes unas ideas que no comparta, pero que parecan mejores para Espaa, o al menos, no tan represivas

Fernando Martn, exiliado poltico y catedrtico de fsica.