la superaciÓn del aprendiz de cocinero

7/29/2019 La SUPERACIÓN del Aprendiz de cocinero

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LA SUPERACIÓN DEL APRENDIZ DE COCINERO

Dedico este cuento a los quehan descubierto que hay vidaantes de la muerte. “EduardPunset” reproduzco esta frasetratando de que esta sea unaliento para aquellos que noencuentran salidas.

Una vez conocí a un hombre,con un cáncer terminal, estabatriste, derrotado se le veía y sele sentía abatido con voztemblorosa me pidió si le podíaprestar el periódico:

Disculpe ¿este diario es del local o es suyo?

Es del local ¿lo quiere leer?

Sí pero cuando termine.

Sin pensármelo dos veces, se lo di, incluso sin acabar elartículo que estaba leyendo, acto seguido y por darle algo

de conversación le pregunté;

¿Está usted de paso?, porque si fuera del barrio leconocería, ¿por cierto como se llama?

No, no soy de aquí, me acabo de mudar y voy arehabilitación a este hospital, me es más fácil

alquilarme un apartamento y compartirlo con lo queademás tengo compañía que venir cada día en taxi o

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ambulancia desde mi casa, mi nombre es AndrésGuzmán y ¿el suyo cuál es?

Gabriela Hesse, y esta mujer que me acompaña es mihermana se llama Esmeralda Hesse, ¿es grave sudolencia? , perdone mi curiosidad, pero yo le veo deaspecto muy normal

Pppppse, bueno tengo un cáncer terminal en la piernaizquierda

Caramba lo dice usted con una naturalidad como si esose tratara de… “tomarse una cerveza”

Es que me lo llevan diciendo desde hace ocho años yde terminal nada, pero ahora van a amputarme lapierna y en el brazo izquierdo tuve la polio de pequeño,por lo que tengo muy poca fuerza, no sé cómo iráluego lo de mantenerme en pie tengo mis dudas, tener

cáncer es una enfermedad crónica, ¿eso no es ser unparásito excluido socialmente verdad?.

Para nada, yo no he dicho nada de eso pero ¿Vaya,todo son ventajas ¡he!? Bueno lo siento, espero que semejore

Me levanté y me fui discretamente a la cocina realmente yoera la dueña de la cafetería, pero su frialdad me impresionó

Al día siguiente a la misma hora yo me encontraba sola yapareció de nuevo, con educación y mucho tacto le ofrecíel diario lo cual me agradeció asintiendo con la cabeza perosin mediar palabra.



Miraba el diario pero estaba ausente lo hojeaba como si setratara de un gesto automático pero no lo leía o al menossólo los titulares. Estaba ausente, en otro mundo o en otradimensión quizás, dado que me caía bien le pregunté:

¿Qué tal la rehabilitación?

Voy solo un par de horas por la mañana

¿Y qué hace el resto del día?

Busco trabajo, una ocupación, algo que me mantenga

ocupado y de paso me genere unos ingresos para misgastos básicos, a pesar de que soy pensionista, peroes más importante el estar ocupado y formar parte deun grupo.

¿Y sin pierna como podrá andar?

No es necesario andar para rendir

¿Pero trabajar en qué?

Cocinero tal vez, es algo que se me da bien, le contaréel cuento del aprendiz de cocinero ¿quiere?

Por favor, me gustaría oírlo.

Andrés tenía una voz un poco ronca pero agradable, se leveía un hombre inteligente pero misterioso.



“EL APRENDIZ DE COCINERO”

Una vez había un hombre llamado Tomás propietario deuna taberna que tenía un hijo joven con aspecto deretrasado mental, andaba de una forma estrafalaria porculpa de un accidente que sufrió de pequeño, pero sucapacidad cognitiva era altísima y muy inteligente, tenía lacara un poco desfigurada (asimétrica), Carlos por lo demásera un chico normal y afable.

Pero un día la madre de Carlos enfermó y Tomás debíacuidarla, tenía que levantarla en brazos, asearla, vestirlatenía que estar prácticamente con ella las 24 horas, Tomásno podía con todo por lo que decidió enseñarle el oficio aCarlos y este a pesar de su corta edad aceptó con agrado.

La Taberna de Tomás hacía comidas ¿Cómo iba aaprender Carlos todo en solo unos días y con 13 años?,

Tomás contrató a una señora para que le ayudara en lataberna hasta que su hijo estuviera listo, desde el principiole intentó inculcar las bondades de la disciplina, laresponsabilidad y el buen criterio, cualidades o defectosque él había recibido de sus padres como herencia cultural.

El viejo Tomás contrató a Raúl un ayudante de 20 añospara ser el compañero y ayudante de Carlos, haría de

camarero y estaría de cara al público los conocimientos deRaúl eran cero en todo, sin iniciativa, sin saber nada denada, sus únicas cualidades eran el ser simpático y muyobediente, pese a su juventud tenía un sentido de ladisciplina casi militar, ordenado, puntual, limpio trabajadorpero carente de capacidad de maniobra, no sabíaorganizarse, era la típica persona que hay que decírselotodo en cada momento.



Empatizaron desde el primer momento lo cual fue motivode satisfacción para Tomás, poco a poco fue traspasandolos conocimientos a su hijo desde

Controlar los cobros y los pagosQuien se sentaba a comer

Que habían consumido

Cuánto debían pagar

Quien se iba sin pagar etc.

Mientras Tomás estaba con su hijo Carlos, Raúl estabahaciendo compañía a su esposa por si necesitaba algo.Tras un largo mes de enseñanzas y entrenamiento Tomásquiso hacer un experimento, un día los dejó solos en lataberna a Carlos y a Raúl dándoles una lista de tareas:

Por la mañana limpiar todo el local

Preparar una paella para nosotros así la probaremosantes de hacerlas para los clientes

Atender a los clientes comensales que venían amediodía y controlar quien se quería ir sin pagar

Limpiar todo y dejar las cosas en su sitio listas para eldía siguiente

Atender a los clientes y proveedores que venían por latarde

Tras una semana de desajustes y un poco deimprovisación Tomás observó cómo su hijo Carlos sentadoen una silla en la cocina le iba diciendo a Raúl:

- Ahora vamos a hacer una paella para nosotrosmis padres tu y yo, veremos cómo nos queda



¿qué te parece, te atreves? pero empezaremospor el sofrito de verduras para dar sabor yconsistencia a la paella (dijo Carlos)

- Corta un tomate a trocitos, un pimiento, dosdientes de ajo, media cebolla, cada trocito debeser del tamaño como un cuarto de tu uña máspequeña y cada cosa la pones en un plato limpioesa parte se llama la preparación de la paella.

- Luego vamos freír el pollo que tenemos cortadoen trozos, porque como es carne y cuesta más

en freírse la dejaremos casi a punto de comer,tirando a continuación el agua y el arroz, (a loque Raúl pregunto)

- ¿Cómo sabré que la carne está bien frita?,

- La pinchas con un palillo y cuando este se hunda

suavemente, es que está bien

- ¿Bueno y el marisco que hago con losmejillones?

- Los pones en una cazuela a hervir con agua ycuando se abran sus conchas es que están en supunto, luego apagas el fuego.

Raúl seguía las instrucciones de Carlos que desde la sillale iba indicando, hizo los mejillones en una cazuela

- Ahora Raúl pon una paella al fuego y echa aceite

- ¿Así?

- No, un poco más y mueve la paella tratando deque el aceite esté untando por toda la superficie,



así las verduras cuando toquen la paella no sepegaran, luego echa todas las verduras, la carneespecias y sal que eso potencia el sabor de lascosas (Raúl obedecía cuidadosamente), ¿Qué te

parece como huele Raúl?

- Me está entrando hambre, pero ¿la paella llevaarroz verdad?

- Claro pero esperaremos que se hagan mejor lacarne y luego tiramos el arroz y el agua

A los pocos minutos las verduras y el pollo estaban supunto y el sofrito olía a gloria, Tomás estaba escuchandotodo tras la puerta y le saltaban las lágrimas, su hijo Carlosse había convertido en un maestro, no podía caminar,apenas hablaba con claridad y con un rostro casidesfigurado a causa de un accidente.

- Ahora echaremos el arroz, coge un puñado de

granos con tu mano, todo lo que puedas esta esla medida de una ración

- ¿La paella es para 4 no?

- Claro

- Pues entonces echaré 4 puñados ¿verdad?

- Exacto Raúl y luego remueve todo un poco, unavez removido a los pocos minutos echa el aguacasi por el borde de la paella, ya que el arrozabsorberá el agua y se hinchara. (a veces Carlosle pedía un poco para probar el sabor y laconsistencia del arroz) le decía a Raúl, faltan solounos minutos, si se seca mucho pondremos un

poco de agua, debe estar caldosa, luego esaagua se absorberá.



- Cuando notó que el arroz estaba blandito le dijoya casi está, saca la paella y ahora ladecoraremos

- ¿Cómo se decora una paella?

- Con los mejillones, los iremos clavando en elarroz y así tendrá más buen aspecto, fíjate que lahemos sacado a falta de 10 minutos así cuandola vayamos a comer el agua se habrá secado y

estará perfecta.

El viejo Tomás, no podía contener las lágrimas, su hijo eramuy inteligente y humano, se había transformado en unmaestro cocinero, sin poder andar bien, con poca fuerza enlos brazos, con dificultad para hablar, ¿quién iba a apostarpor semejante persona?, luego pensó ¿realmente quienha hecho la paella Carlos o Raúl?, ¿qué es más

importante el saber dirigir o trabajar?

Carlos era un chico dependiente sus discapacidades físicasle impedían llevar una vida normal como la de otros niñosde su edad pero en cambio él tenía, paciencia, eraobservador e inteligente a sus trece años había maduradolo suficiente como para aceptarse a sí mismo y aceptarretos importantes, hay personas que tardan toda una vida

en alcanzar tal nivel de autoestima porque querer es poder,su padre le decía constantemente "Tu podrás hacer lo quequieras, cuanto te lo propongas"

Andrés Guzmán contaba el cuento pausadamente y depronto dijo:

- ¿Realmente quién crees que hizo la paellaGabriela?



Gabriela entonces comprendió que el corazón sirve paraalgo más que para bombear la sangre y le dijo

- Carlos por supuesto, ¿pero realmente ese Carlosexistió o es simplemente un personaje del cuento?

- Carlos soy yo, Carlos eres tú y Carlos es cualquierpersona que quiera serlo solo hace falta el coraje dequerer.

- “Es preciso saber lo que se quiere; cuando se quiere,hay que tener el valor de decirlo, y cuando se dice, esmenester tener el coraje de realizarlo” GeorgesBenjamín Clemenceau

¿Te ha gustado el cuento Gabriela?

Mucho y me ha hecho pensar

¿Comprendes ahora porque busco un trabajo?, no espor dinero ya que estoy jubilado, ni por no estar solo,pero claro me sentiría abusado si alguien me pidieratrabajar gratis, tampoco lo aceptaría porque eso seríaun insulto a mi inteligencia, ni tampoco me quiero sentiraislado, la comunicación es vital para la transferenciade conocimientos, porque aunque mi aspecto de una

impresión de desvalido aun así tengo mucho en mihaber de gran valor.

Esta historia está dedicada a aquellas personas que pordiscapacidad, por no tener un empleo, por haber perdido laconfianza en sí mismo o porque la tristeza les abruma al noencontrar ninguna salida, se abandonan y se hunden.

En la vida ascender cuesta mucho, en el ascenso uno seagarra a una piedra a un rama y lo que puede para auto



impulsarse, pero para bajar, para bajar todos te ayudan, site abandonas la bajada es en caída libre.

Este cuento trata de escenificar como se puede hacer

mucho con muy poco, por el hecho de haber vivido se hanadquirido conocimientos y experiencias que a veces nodamos la importancia que deberíamos.

Si te ha gustado la historia compártela, puedesayudar a alguien…

la superaciÓn del aprendiz de cocinero

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